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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

CARRERA DE:
Escuela de Derecho (Licenciatura en derecho)
PRESENTADO POR:
Nathaly De León Peralta
MATRÍCULA:
16-0225
ASIGNATURA:
Legislación Monetaria Y Financiera.
Facilitador:
Simón Bolívar Santana
Santiago de los Caballeros
República Dominicana
23 de agosto del 2019
Índice.

Introducción………………………………………………………………………….1
Las Cuentas Inactivas de los Bancos…………………………………………….1.2
Concepto…………………………………………………………………………….1.3
Procedimientos a seguir……………………………………………………………1.4
Conclusión…………………………………………………………………………..1.5
Introducción.

En el siguiente trabajo vamos a ver un análisis, explicando lo relacionado con ¨Las


Cuentas Inactivas de los Bancos¨ Con frecuencia hay personas que me preguntan
si sé adónde van a parar los recursos de las cuentas bancarias abandonas en las
instituciones financieras.
Todo está reglamentado. La Ley Monetaria y Financiera 183-02 y el Reglamento de
Cuentas Inactivas o Abandonadas en las Entidades de Intermediación Financiera,
del 16 de agosto de 2007, trata este tema.

Las Cuentas Inactivas de los Bancos.

Varias entidades de intermediación financiera han publicado sus relaciones de


cuentas abandonadas o inactivas al 30 de junio del 2016. Estos listados de nombres
y números de cuenta se difunden en conformidad con lo establecido en el
Reglamento de Cuentas Inactivas y/o Abandonadas y la Ley Monetaria y Financiera
(183-02).
La norma ordena a las instituciones financieras a divulgar esas informaciones de
personas con cuentas inactivas, es decir, aquellas cuyos titulares no realizan ningún
movimiento en un plazo mayor a tres años y menor de diez. También, las cuentas
abandonadas, o sea, aquellas que tienen más de diez años sin haber recibido
ningún movimiento por parte del dueño.

En estos listados podrían estar apareciendo los nombres de titulares de cuentas


que han fallecido. En ese caso, te recomendamos leer la respuesta a la pregunta
frecuente “Si una persona que tiene su cuenta de ahorro fallece, ¿qué pasa con este
dinero?” o el artículo “¿Qué hago con los servicios financieros de alguien cercano
que fallece?”, el cuál va más allá de las cuentas de ahorro (de hecho, tiene una
segunda parte).

No solo se publican informaciones relacionadas a cuentas de ahorro en los listados


difundidos por la banca a través de la prensa: los nombres y cuentas divulgadas
abarcan “todas las modalidades de captación de recursos del público, así como los
intereses generados y no pagados”, de acuerdo con lo expresado en el artículo
número dos del citado Reglamento.

El mismo especifica que podría tratarse de cuentas de depósitos a la vista,


depósitos a plazo, valores en poder del público (bonos, cédulas hipotecarias, letras
hipotecarias, certificados financieros, certificados de inversión, contratos de
participación y otros).

Al 31 de mayo de 2016 el sistema financiero acumulaba RD$5,886.5 millones en


cuentas inactivas y abandonadas, de acuerdo con estadísticas de la
Superintendencia de Bancos (SIB). La banca múltiple alberga RD$4,964 millones.

El dinero podría haberse engordado, pues, según la norma, las entidades tienen
que seguir desembolsando los intereses correspondientes a las cuentas
INACTIVAS según lo pactado con el titular mediante contrato y sin cobrar ninguna
comisión (Art. 7 y 8).

Pasados los seis meses luego de las publicaciones de los listados en los periódicos
nacionales, las entidades de intermediación financiera procederán a entregar el
dinero de cuentas inactivas o abandonadas al Banco Central (según lo establece la
Ley). Aunque luego de que pase al Departamento de Tesorería de esta entidad
también tendrás unos 10 años para reclamar tus fondos, lo ideal es que aproveches
este momento para que gestionar el dinero sea más fácil.
El Banco Central lo ha explicado muy bien. De acuerdo con el artículo 56, literal c,
de la Ley 183-02, “los saldos en cuenta corriente, de ahorro, a plazo, especiales o
de cualquier otra naturaleza, en bancos múltiples, bancos de ahorro y crédito,
corporaciones de crédito y asociaciones de ahorros y préstamos, respecto de las
cuales sus titulares no hubieren realizado acto alguno de administración o
disposición, en forma tal que revele notoria inactividad de la cuenta durante un plazo
de diez años, se entenderán abandonados”.

Este mismo artículo dispone que los recursos que no hayan sido reclamados, el
Banco Central los transferirá al Fondo de Contingencia previsto en el Artículo 64 de
la referida ley, el cual manda a que sea administrado por esta entidad, con un
balance separado del propio del Banco Central. Fue creado para uso exclusivo en
el proceso de disolución de una entidad de intermediación financiera por la
Superintendencia de Bancos, conforme los criterios que desarrolla la misma ley.

Según explica el Banco Central, el interés del legislador fue el de proveer de


solvencia al Fondo de Contingencia, que no es propiedad del Banco Central, ni su
uso forma parte del desarrollo de sus actividades, y que, en adición a los recursos
consignados previamente, se nutre de los aportes obligatorios de todas las
entidades del sistema monetario y financiero, la Superintendencia de Bancos y del
propio Banco Central.

En pocas palabras, establece que la finalidad y objetivo del Fondo de Contingencia


es coadyuvar en el pago de los ahorrantes y depositantes de la entidad en
disolución. Es decir, que la disposición tiene un carácter fundamental para el manejo
adecuado de los procesos de salida bancaria y prevención de riesgo sistémico.

Debe destacarse que los recursos de cuentas abandonadas, conforme al


Reglamento, no son públicos, ni son propiedad del Banco Central, sino valores bajo
la custodia de esta entidad. Se trata de recursos privados que proceden de los
depósitos de los ahorrantes y que, por mandato legal, tendrán, luego de
transcurridos 20 años de inactividad, un uso afecto a una finalidad de interés
general, cual es la de nutrir un fondo para atender eventuales reclamos de
depositantes privados, en el marco de un proceso de quiebra bancaria.
Es por estas razones de naturaleza legal que el Banco Central no puede disponer
de los recursos de las cuentas abandonadas, usufructuarlos, asignarlos, distribuirlos
u otorgarles un destino distinto al establecido en esas disposiciones legales que los
rigen.
Procedimientos a seguir.
De acuerdo al reglamento, cada seis meses las entidades de intermediación
financiera deben informar a la Superintendencia de Bancos (SIB) sobre la cantidad,
valor y el estado de las cuentas bancarias inactivas y/o abandonadas en su poder.
También al cierre de cada semestre deben notificarlo al Banco Central (BCRD) y
publicar en un periódico de circulación nacional y en su página de internet la lista de
las cuentas que tengan diez años inactivas.
Pasados seis meses de la publicación, los saldos en cuenta corriente, de
ahorro, a plazo, especiales o de cualquier otra naturaleza que tengan diez años
de inactividad serán transferidos de manera definitiva al BCRD, se establece
en el artículo 15 del reglamento.
Los fondos transferidos al BCRD no generarán intereses y allí durarán diez años
más, período durante el cual la persona titular y/o dueño que tiene derecho a los
mismos podrá reclamarlos con la documentación correspondiente que lo avale.
Conforme al artículo 20 del reglamento, el Banco Central deberá restituir al
titular y/o dueño del dinero siempre que sean reclamados dentro del plazo de
diez años siguientes a la fecha en que le fueron transferidos.
De acuerdos a las leyes, el período para reclamar el dinero de las cuentas inactivas
y/o abandonadas es de 20 años. A partir de ahí los recursos se transfieren de
manera definitiva a un Fondo de Contingencia, cuyos fondos son para uso exclusivo
en el procedimiento de disolución de alguna entidad de intermediación financiera.

Conclusión.

Es por esto hay miles de cuentas inactivas y/o abandonadas en las entidades de
intermediación financiera que acumulan millones de pesos. Aunque no fue posible
encontrar las cifras del monto acumulado, anteriormente explicamos qué pasa con
ese dinero.
Lo primero es que hay que tener en cuenta es que una cuenta se considera inactiva
cuando su titular no ha realizado ningún retiro o depósito después de tres años,
contados a partir de la fecha de apertura y/o de la última transacción efectuada.
Luego de diez años de inactividad se consideran abandonadas, según se explica
en el “Reglamento sobre cuentas inactivas y/o abandonadas en las entidades de
intermediación financiera”.

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