Вы находитесь на странице: 1из 227

CHARKAS

“Así como Wata (el tiempo) es eterno, Pacha (el espacio) es infinito; pero del mismo
modo que no hay Hanan (Alax) sin Urin (Manqha), no existe el espacio sin tiempo ni
tiempo sin espacio”.
Tata Wamani.

…Así como la expansión de Occidente y su hegemonía mundial perturbaron y


transformaron las antiguas relaciones subordinándolas a otras nuevas; el conocimiento
universalista de Occidente y su ética racionalista perturbaron los antiguos procesos de
conocimiento y de producción ética que se habían originado fuera de su marco. “Ésta
última se convirtió en reliquia marginal, local, regional y tradicional de un mundo
pretérito”, sostiene Said. Cualquiera sea el papel histórico que hubiesen desempeñado
alguna vez las civilizaciones amerindias (en realidad, cualquier corriente de origen no
occidental), perdieron, como habría dicho Hegel, su iniciativa histórica universal
contemporánea, y sólo “podían entenderse si se les enmarcaba como partes
subordinadas, como el Otro alienado, o como callejones sin salida dentro del único
proyecto universalista posible, el de Occidente”. Estas otras "tradiciones" no estaban,
“sencilla y lamentablemente”, a la altura del rasero de Occidente.
Muy a propósito del tema, quizá contextualizando la operatoria epistemológica del
presente, es menester citar a Simón Yampara, cuando señala: En Bolivia conviven dos
civilizaciones en una multiplicidad de culturas. La civilización milenaria andina-
amazónica que viene desde Tiwanaku por una parte y la civilización occidental que
llega con los conquistadores españoles y se prolonga al actual mundo occidental. Las
dos civilizaciones viven paralelamente sin muchos contactos y sin ningún intento serio
de buscar una complementación, mucho menos el reconocimiento y respeto mutuo,

1
de hecho la República ha pretendido capturar a las culturas indígenas para alinearlas a
la civilización occidental. (…) es necesario acabar con los procesos de exclusión o
inclusión de o hacia una u otra civilización, sino que estas deben reconocerse y
respetarse mutuamente, para la complementación civilizatoria…
La pretensión del presente, parte de aquella… De nada sirve proclamar un
autogobierno si es que no se conocen los hitos fundamentales de la propia historia, que
nos lleva, gracias a l@s abuel@s, jóvenes, librepensador@s, eventos naturales,
narraciones y libros, hacia la sustancia misma de la cultura, vista como un sistema viable,
posible y duradero, si es que ha sido realmente comprendido… Nayra Pacha(kuti)…

…El concepto andino –aymara y keshwa- de Pacha; engloba tiempo, espacio y totalidad.
Así, Pacha denota “la totalidad e integridad de una cosa y la probabilidad de que algo
ocurra”. De allí que su sentido espacial implique “lugar”, según sea Alax, Ukhu y
Kausay. En perspectiva temporal, “pacha” refiere “tiempo”, “época de”… En la
concepción andina del tiempo, la humanidad ha vivido cinco grandes Eras: Callarani
Pacha (Principio Del Mundo), Nayra Pacha (Tiempo Antiguo), Ñaupa Pacha (Edad
Oscura), Tikharasi Pacha (Tiempo de Agua), Awqa Pacha (Tiempo de Guerra)… Cada
una de las eras había estado iluminada por una Luna que se moría cíclicamente;
entonces aparecía otra nueva y se reiniciaba el recuento de los años. El paso de una era
a la otra siempre ha estado señalado por un cataclismo cósmico (Pachatucusi/Fin del
Mundo/Pachakuti).

2
o CALLARANI PACHA

La primera Luna representa una Era primordial donde los gigantes enseñorean la tierra
y constituyen la primera civilización humana: Kusiatha, el primer Tiwanaku sumergido
aún en las aguas de mar que llegan hasta Sorata… Veamos.

…En el Nayra Uru (Día del Ojo/Big Bang), se produce una gran mezcla o confusión de
mundos: el Universo Energético. Pero como todos los elementos están mezclados y sin
vida, Viracocha los organiza con el poder de su Ojo y de su Brazo, dándoles vitalidad,
movimiento, género y especie…

3
… Wiraqocha, es a un mismo tiempo gobernador celeste y mediador entre la divinidad
y los hombres. “Pacha”, en cambio, el dios original, innominado para el pueblo, sólo
fue conocido por los “tiamusi” o sacerdotes del culto escondido…

…Cuatro edades, anteriores a la actual quinta edad, culminaron en épocas remotas


con fantásticos cataclismos, que diezmaron casi en su totalidad a las poblaciones de
aquellos tiempos…

…Nuestro tiempo se ha visto precedido por cuatro Edades: La primera edad,


correspondiente a los hombres de Viracocha, se perdió por agua… La segunda edad,
correspondiente a los hombres sagrados, ardió con la destrucción del Sol… La tercera
edad, de los hombres salvajes, se terminó con guerras, pestes y la rebelión de los objetos
contra sus señores… La cuarta edad, de los guerreros, se hundió en la decadencia...

4
Vivimos la quinta edad, de l@s mujeres y hombres de Mama/Vira/cocha, venid@s a
regenerar la Humanidad... Cada una de las edades había estado iluminada por un Sol
que se moría cíclicamente; entonces aparecía otro nuevo y se reiniciaba el recuento de
los años. En ocasiones tenían lugar grandes cambios…
La primera civilización humana perece por un diluvio que arrebata el dominio del
cosmos a una cultura que había soberbiamente creído hacerse divina para constituir un
despotismo…
Pronunciaron la palabra prohibida, su mundo se vino abajo, es el unu pachakuti que
acaba con la primera Luna…

La primera edad, correspondiente a los hombres de Viracocha, se perdió por agua…


… Había un precepto secreto que no debían quebrantar, los gigantes guardaron ese
precepto por un buen tiempo, pero lo quebraron; cayó un pachakuti biótico fulminante
de la primera edad, el primer diluvio… ahora el territorio se caracteriza por la
separación de los continentes, su deslizamiento; y una masa de islas flotantes, los
continentes, que son las islas flotantes cuando se disgrega Pangea…

El Innombrable K T T / KHON TICSI WIRA KOCHA había sido pronunciado…


…Hace 245 millones de años Pangea se fragmentó en dos, produciendo la aniquilación
de entre 75 y 95% de las especies entonces existentes…

5
 LUNA 2: Nayra Pacha (Tiempo Antiguo)

…En la primera creación, el mundo existía en tinieblas y en él no había ni lumbrera


ni día, ni luna ni estrellas… Era un mundo lúgubre y todos vivían en la oscuridad.
El mundo estaba habitado por gigantes que eran tan grandes y poderosos que
tenían sujetada y controlada a la creación. Un día se pusieron a jugar el papel de
creadores; y como a WiraQucha no le pareciese de buen gusto, decidió terminar
su primera creación…
…Y en estos tiempos que esta tierra era toda noche, WiraQucha decidió terminar su
primera creación y transformar a los gigantes para luego repoblar el mundo;
inmediatamente unos fueron convertidos en montañas, otros en mares y otros en
distintas formas geológicas, a otros tragó la tierra y a otros el océano; los amasó a
todos juntos y así dio forma y vida a la PachaMama; y les llenó el mundo de fuego y
volcanes y sobre todo les envió un diluvio general, el Unu Pachakuti, que quiere
decir agua que transformó la tierra . Y dicen que llovió por todo un ciclo lunar, y que
se anegó todo lo creado, y que sólo quedaron algunas señales de los gigantes que se
convirtieron en lagos y montañas para memoria del hecho y para ejemplo de los
venideros…

6
…La primera edad, fue ahogada en el diluvio...

En el Ñaupa Pacha o en los tiempos antiguos, Viracocha era el sistema ético/político


del Alax Pacha o mundo de arriba, que apareció cuando la Naturaleza ya existía,
dedicándose a ordenarla. Señaló a los hombres, animales y vegetales las funciones que
debían cumplir en la Tierra. Después de acabar su obra siguió el camino del Sol,
perdiéndose en el océano con su comitiva, por el oeste. Otro punto en mención tiene
gran importancia porque se puede conocer que ni Viracocha ni el sol fueron
divinidades creadoras del género humano. Según la creencia indígena, la convicción
general en los andes era que los hombres procedieron de determinadas y distintas
pacarinas o lugares de origen. Algunos cronistas, como Albornoz, en su instrucción por
descubrir las huacas, aclaran que los naturales se decían proceder de piedras, fuentes,
lagunas, ríos, cuevas, animales, aves, árboles. Los propios incas contaban el mito de su
salida de la cueva de Pacaritampu. Comienza su obra en el mundo de los antiguos seres
humanos, de los primeros hombres y mujeres que van a ser los cimientos de su trabajo.
Estas estatuas las va situando Viracocha en los sitios correspondientes y, a medida que
les da nombre, se animan y toman vida en la oscuridad del mundo primigenio (ñaupa
pacha), porque todavía no se ha ocupado de dar la luz a la Tierra, solamente iluminada
por el resplandor del Titi, un puma salvaje y ardiente que vive en la cima del mundo,
seguramente el jaguar que se entremezcla con otros animales en las representaciones
totémicas del Imperio inca y de las culturas preincas anteriores. Este mundo de aquí o
Kay Pacha, todavía está en tinieblas porque Viracocha posterga toda su labor de
erección de un mundo completo, al nacimiento de los seres humanos que van a
disfrutar de él. Satisfecho con los humanos, el dios prosiguió su proyecto, ahora
poniendo en su lugar a sus hijos el Sol (Inti), a la Luna (Mama Quilla), y a las estrellas
infinitas, hasta cubrir toda la bóveda celestial con sus luces. Después, Viracocha se
dirige al norte para, desde allí, llamar a su lado a las criaturas que él acaba de dotar con
vida propia. En los mitos orales se revela a Viracocha como un sabio gobernante de la
época de Caral, el cual dio las leyes de la economía de la retribución (trueque, sistema
de distribución del trabajo) como también del Ayllu o gran unidad familiar andina.

7
…La segunda edad, correspondiente a los hombres sagrados, ardió con la destrucción
del Sol…

…Pero Solón, repitiendo lo que había aprendido de los sacerdotes egipcios de Sais, nos
dice: «Faetón, hijo del Sol, no pudo dominar el carro del Sol y quemó cuanto había en
la Tierra; después, pereció, víctima del fuego. Cayó envuelto en llamas sobre la Tierra…

…La historia de nuestro Globo, y de los hombres que lo habitan, está sin duda
indisolublemente ligada a la historia del sistema solar y, probablemente, a la del
Universo...
…Todas las tradiciones evocan este antiguo mundo humano y su desaparición
catastrófica. Naturalmente, puede no ser más que un mito. Pero también podríamos
preguntarnos si la idea de una Humanidad que crea mitos para expresar su psicología
profunda, no será un mito moderno. Tal vez se trata de relatos adulterados de hechos
objetivos, de realidades exteriores y concretas. …Los ocultistas, que sostienen
apasionadamente que la Edad de Oro quedó atrás y que una catástrofe -de la que existe
un enojoso precedente en el pasado- vendrá a castigar justamente al mundo moderno,

8
no han dejado de facilitarnos datos. Pero sus informaciones provienen de fuentes
misteriosas, tan elevadas y secretas, que nosotros, desdichados infieles, tardamos poco
en desanimarnos. Cuando el asidero del sueño está tan alto, cuesta mucho agarrarse a
él... ¿O será que aquella gente tiene, por naturaleza, las piernas tan cortas que no tocan
el suelo? Madame Blavatsky recibe la «revelación» de la existencia de Lemuria, donde
nació «la tercera raza madre». Sumergida Lemuria, aparece una «cuarta raza madre» en
la Atlántida. Scott-Elliott, heredero de las visiones de Madame Blavatsky y de Annie
Besant, describe una «civilización tolteca», la más evolucionada de la Atlántida, así
como sus fuerzas cósmicas y sus astronaves. Rudolf Steiner (en la parte más discutible
de una obra inmensa y con frecuencia genial) añade a la epopeya de Scott-Elliott unos
detalles cuya procedencia -dice- no podría divulgar sin cometer un pecado abominable.
El coronel James Churchward afirma que un sabio hindú le envió unas tablillas escritas
en la lengua del continente lemúrido, al que denomina Mú… Paralelamente a los
ocultistas, algunos teóricos, mezclando las leyendas, la Astronomía, la Geología, la
Climatología, la Botánica, la Zoología y la Antropología, trataron de establecer el lugar
y de explicar la existencia y la desaparición de una alta civilización primordial. La obra
de Ignace Donnelly, Atlantis, publicada en 1882, alcanzó un éxito prodigioso.
Partiendo «de un montoncito de hechos y de una montaña de conjeturas», Donnelly
sitúa el Paraíso Perdido en el lugar que ocupa el actual océano Atlántico. Los dioses de
la Antigüedad son, los Señores del continente sumergido. Como su precursor
Donnelly, el psicoanalista Velikovskv, partiendo de una tesis astronómica discutible
(Venus fue, al principio, un cometa desprendido de Júpiter, que rozó por dos veces la
Tierra), explica el Génesis y el Éxodo, y justifica la Escritura por el recuerdo de una
tremenda catástrofe física…

…La primera edad, fue ahogada en el diluvio...

9
Hace 67 millones de años la Tierra chocó con un gran meteorito, el 65% de las
especies desapareció, entre ellas el dinosaurio.

 III LUNA: Ñaupa Pacha (Edad Oscura)

…La tercera edad, de los hombres salvajes, se terminó con guerras, pestes y la rebelión
de los objetos contra sus señores. Fue ahogada en el diluvio…
…Hubo una época muy lejana, en tiempos antiguos, en la que el sol se escondió y el
mundo quedó en la oscuridad durante 5 días. Entonces en la oscuridad se rebelaron
todos los utensilios del hombre contra sus dueños. En este período de oscuridad, los
esclavos y utensilios de los hombres, los mutka (morteros o piedras de moler), marop
(morocas de moler) y especialmente las tinajas se levantaron contra sus dueños y los
atacaron. Todos los animales se levantaron también y querían, lo mismo que los
utensilios, devorar a los hombres… La Tierra Media, diría Tolkien…

…Se oscureció la faz de la tierra y comenzó una lluvia negra, una lluvia de día, una lluvia
de noche. Llegaron entonces los animales, tinajas, comales, platos, ollas, perros, piedras
de moler, todos hablaron, se sublevaron y amenazaron con quemar a los hombres…

10
Hace 730,000 años ocurrió otro impacto cósmico.

 IV LUNA: Tikharasi Pacha (Tiempo de Agua)

…Cuando se anunciaba el diluvio, Ñuqqi el pastor trató el asunto con sus hijos y
esposas, 4 parejas, recolectando la mayor cantidad de ganado y comida posibles,
marchándose a la Isla llamada Titikaka, donde ya se habían refugiado las aves y los
animales terrestres y en la que se protegieron en un refugio en la roca, en el cual
metieron muchos animales y víveres…
Durante el año postrero llovió tanta agua y en tanta abundancia que se cayeron los
cielos, llovió tanto tiempo, que anegó todas las tierras bajas. Iba creciendo cada día
tantas varas la inundación que faltaban alimentos y no había cómo sembrarlos, era
mucha gente. Poco después el mar comenzó a subir y a cubrir las llanuras y montes, y
las aguas de los océanos se vaciaban sobre los continentes, rebasando las montañas más
altas; dejando siempre libre la cumbre del Titikaka, que tenía la propiedad de flotar en
el agua. Y las aguas se llevaron y ahogaron todos los hombres que había o las gentes se
volvieron peces; de ellos se hicieron todos los géneros de pescados que hay…
…Todo se lo llevó el agua; toda forma de vida había desaparecido y el cielo cesó porque
cayó sobre la tierra. Así cesaron de haber hombres, excepto Ñuqqi, 4 hijos y los suyos,
que se metieron en la cueva refugio del Titikaka, la cual anduvo sin hundirse sobre el
agua y que como las aguas iban creciendo y anegando la tierra, iba levantándose la Isla
Titikaka de tal manera que jamás fue cubierta de ellas. Sin embargo, las olas rompían
11
tan arriba, que todos los animales se vieron obligados a amontonarse por completo en
lo más alto. La cola del zorro quedó bajo el agua, por cuyo motivo es negra desde
entonces… Zorro es Pachacámak, el político, quien hereda un territorio desértico y
devastado por la reciente separación de continentes, quedando América como un
pedazo extraído de una corteza continental que se desplazaba hacia el otro confín del
mundo…

Eran tiempos de Chamak – Pacha o Edad Oscura, en que los hombres se debatían
entre la sombra eterna y la nieve sempiterna; en que tres relatos narran los orígenes
de Tiwanaku: Menciona uno la metrópoli de gigantes, construida antes del
cataclismo líquido producido en las riberas del Titicaca. Alude otro a los inmensos
bloques de andesita, de asperón y de basalto verdinegro en la ciudad–santuario,
refiriendo que tan descomunales piedras fueron transportadas por el aire al toque
de una trompeta tocada por los magos andinos. Añade el tercero que “Tiwanaku”
fue construida en una sola noche, pues, como se tratara de un pueblo remotísimo
caído en idolatría y libertinaje, la divinidad lo castigó y el pueblo pecador remaneció
convertido en piedra. Nadie sabe quienes la fundaron. Si los sabios hablan de
migraciones hipotéticas, trasplantes nórdicos, mongólicos, polinesios, orientales, los
investigadores nacionales replican con la tesis de la autoctonía: pudieron ser
lemures, atlantes, nahuas, mayas o finalmente los “antis” (de “anta” = cobre), los que
dieron su nombre a la insigne cordillera. La capital (Aztlán), fue construida por el
sistema denominado Apu Kon Ticci Illa Wira Qocha (Con Ticci Viracocha). En
quechua, apu significa señor, tiqsi significa fundamento, base, inicio; Illa es rayo,
mientras que wiraqucha proviene de la fusión de dos vocablos: wira (grasa) y qucha
(contenedor de agua lago, laguna). En la simbología de los antiguos andinos, la grasa
era una figura de la energía y el agua, el elemento capital del ciclo vital del universo.

12
…Hace un año galáctico, es decir, veintiséis mil años terrestres, emergió esta
civilización altamente desarrollada, que se impuso en todo el mundo conocido:
Atlanthis, cuyo pueblo aportó a la raza humana conocimientos invaluables, como el
fuego, el sistema hidráulico, la agricultura, la edificación de viviendas y confección
de tejidos. Se trata de una civilización altamente desarrollada en el plano tecnológico.
Atlanthis poseyó una poderosa y numerosa flota marítima, tan avanzada que no vio
la necesidad de proteger sus puertos y ciudades costeras, ya que ningún pueblo hostil
de la época constituyó amenaza evidente para estos. Además, la mayoría de su
población vivía al interior de su continente natal y navegando en altamar,
comerciando a través de todas las rutas marítimas existentes. Nos las habemos con
la confederación transcultural de naciones que habitaban en lo que hoy se conoce
como América, ya que su propio nombre proviene de dos vocablos que lo explican:
atl (agua) y antis (corrugado), la tierra de los Antis, Los Andes. Como relata Platón,
la superficie del continente era comparable al África y Asia juntas. En su interior se
hallaba la llanura inmensa del altiplano. La ciudad de Aztlán se prolongaba desde el
Titicaca hasta la cordillera de Lípez, casi 600 km., cuyo centro era el lago Poopó,
dotado de una colina fundacional, a partir de la que se habían extendido anillos
concéntricos y un canal angosto que venía desde el mar. Poseía dos fuentes de agua,
una fría y la otra caliente. Brillaba intensamente, pues el revestimiento de sus
paredes era de oricalco.

Ubicada la ciudad en el actual departamento de Oruro, su nación fue llamada


pueblo del mar en medio de las cordilleras… Los pueblos del Nuevo Mundo, a
orillas del Mar Mediterráneo, bautizaron como “Atlántico” al océano que separa
ambos continentes, ya que los atlantes eran el único pueblo que dominaba la
navegación transocéanica; sus barcos se perdían en el horizonte al regresar a su país,
como “tragados por el mar”. Los habitantes de Atlanthis fueron altamente
organizados en el plano social y ético, constando de diez reinos hereditarios, cada
uno de los cuales, era presidido por un rey-mago y su esposa, quienes administraban
justicia, que consideraba la pena de muerte como necesaria, aplicándola entre sí los
diez reyes, reunidos en cónclave, cuando existían delitos que rompieran la
convivencia armónica, haciendo la guerra o traicionando. Su ciencia, unida a la
“magia”, fue poderosa…
Vivimos con la idea de que el invento técnico es un fenómeno contemporáneo. Los
antiguos, no solamente conocían los medios de producir directamente, partiendo de

13
minerales complejos, aleaciones de propiedades singulares, procedimientos a los
que la industria rusa dedica actualmente un vivo interés, sino que, además, utilizaban
aleaciones especiales, como el eléctrum, que jamás hemos sentido la curiosidad de
estudiar en serio, aunque conozcamos las fórmulas de fabricación. En síntesis,
diremos que la ciencia antigua fue tan o más desarrollada que la actual, pues el hecho
de no adherir a las bases técnicas de la modernidad no significa que antiguamente
no hayan existido conocimientos científicos fundamentales, ligados a una lógica
distinta de comprender la relación hombre/naturaleza…

Su gran despliegue técnico fue trasplantado a las colonias que poseían en las costas
de la China, India, Australia, África, el Mar Mediterráneo y Mesopotamia, además
de recalar en puertos del Mar Báltico. Tiwanaku, entonces, habría realizado
excursiones hacia el norte, y viceversa, verificándose la plena autoctonía que, desde
su foco tiwanakota, irradia marítimamente su idioma -originariamente Pukina, luego
adaptado al Aru para formar el Aymara y Keshwa, lenguas que bien pueden marcar
el encuentro intercivilizatorio- “a varios grupos de las islas del Pacífico, como las de
Sandwich y las Marquesas” y las de Uta hiti o “lejos de casa” donde, junto a “la
migración lingüística, se encuentra la antropológica de éste su vecino y Oriental
Continente”. Ergo: Oyéndose de allí voces de la lengua Andina del Titicaca y sus
ecos en el Asia, o en Ala lacka y en Siam o Thi hama y la India, se pasa hasta el pie
del Himalaya y a la Persia donde los Aryanos se proclaman del Uru, de este viejo
Oriente Andino. Y encontrándose en universal odisea de viajes allí la lengua madre
del Illimani y del Illampu, se pide una ligera cuenta de sus vicisitudes y peripecias al
Indostán o al Urán o Irán, a la Mesopotamia o Asiria, al Árabe o Urupi y al Egipto,
a Moisés y al Hebreo, así como episódicamente a la juvenil Europa, en sus indelebles
denominaciones corográficas y nacionales, inscritas sobre todo en Atenas y la
Grecia, en Italia o Utalla y la Iberia y Germania, en la vieja y fecunda lengua de los
Andes, que así aparece alta, segura y estable, resplandeciente como ellos.

14
Civilizaron, pues, a todos los pueblos con quienes tuvieron algún contacto. Pese a
comerciar intensamente, era el propio continente quien proveía de todo lo necesario
para su existencia. Esta variedad de zonas y por consiguiente de climas, desde el frío
glacial de las cumbres eternamente nevadas hasta el calor sofocante de los valles
profundos; atesorando en las abruptas serranías caudales metalíferos de inestimable
valor y fecundizando en sus impenetrables bosques una lujuriosa vegetación, robusta
y múltiple; rasgando el vacío de insondables abismos con sus torrentes de deshieles
cristalinos y amenizando la soledad de sus floridas estancias con las cántigas del ave
canora, del mirlo y del jilguero; viendo remontarse en el éter al águila, el cóndor y
el buitre carnicero, y arrastrarse perezosa sobre la verde grama la culebra, la boa y
la víbora de cascabel: es representar la exposición más admirable de todo cuanto
puede ofrecer la madre naturaleza. En lo tocante a producciones, el reino mineral
posee vetas de oro, plata, platino, estaño, cobre, bismuto, antimonio, wólfram, zinc,
plomo, malaquita, cobalto, mercurio, carbón de piedra, sulfuros, sulfatos, aceites,
piedras preciosas y otras trasudaciones terráqueas; el vegetal cuenta con diversidad
de maderas de construcciones; duras y fraganciosas; fibras textiles, algodones,
bálsamos, resinas, jebes, colorantes, especias, perfumes, frutos alimenticios, flores
innumerables, plantas forrajeras y medicinales; y el animal dispone de chinchillas,
liebres, vicuñas, alpacas, llamas, venados, osos, jaguares, nutrias, antas, ganados de
consumo y domésticos, caimanes, tortugas, reptiles, pescados, aves, pajarillos y
mariposas polícromas. Tales regiones físico naturales –dada la enorme importancia
del factor hidráulico en el Macizo Boliviano- aglutinan otras tantas áreas
socioculturales fundamentales, que a su vez pueden dividirse en otras más, de
acuerdo a las regiones geográficas. Incluso el metal precioso, oricalcum (kori
collque), aleación de bronce andino con oro y plata, se hallaba a su alcance, así como
la piedra y el hierro; todos ellos existentes en el macizo boliviano. Ni qué decir sobre
los bosques que proveían madera, ni los campos donde sembraban los alimentos.
En fin, la suprema riqueza y poder político fueron indiscutibles, gestándose allí
mismo la simiente de su ruina, que vino acompasada por la victoria ideológica de
los Taguapaca/Tunupa, sistema ético/político basado en la ideología imperial
conquistadora y despótica, que bajo un concepto militarista de predominio, llevó a

15
esta notable civilización a una encrucijada histórica que fue finalmente resuelta por
un cataclismo cósmico que sumó a las catástrofes naturales el uso de armas
electromagnéticas que atentaron contra la ecología de la época, produciéndose un
diluvio conocido como Uno Pachakuti, que cambió completamente la faz del
planeta, con el desplazamiento de las capas tectónicas y la separación del continente
Atlante del resto del planeta, alrededor del 13.000 a.n.e. Hubo trastornos
geológicos, imperios altaneros, devastaciones, éxodos, tumulto y destrucción de
pueblos; tantas veces cuantas la planta humana afrontó las revoluciones de la
naturaleza (...) Veamos, sintéticamente, los factores anotados.

Hace veinte mil años, esta civilización técnica y científica dominada por los
Taguapaca/Tunupa, concibió el proyecto de domesticar el viento solar. Se
construyeron, en diferentes lugares de la Tierra, monumentales aisladores en forma
de pirámides. En su cima había algo parecido a un súper láser. Mucho tiempo
después, estos instrumentos seguirían hurgando en la memoria confusa de las
generaciones supervivientes. Los hombres construirían pirámides, sin comprender,
y colocarían a veces, en la cima, piedras reverberantes, engastadas en metal. Se
intentó el experimento. Pero el poder arrancado al Sol aniquiló la ambiciosa
civilización, fulminó un mundo que vio «enrollarse el cielo sobre sí mismo, como
un pergamino, y teñirse la Luna como de sangre». Los grandes aisladores se
volatilizaron. En vez de ellos, se encontraría mucho más tarde, en el siglo XX de
nuestra Era, en diferentes lugares de África, de Australia, de Egipto, proyecciones
constituidas por vidrio sometido a una enorme temperatura y bombardeado por
partículas de alta energía: las tectitas. ¿Hubo supervivientes entre los detentadores
del saber? Tal vez algunos de ellos habían buscado refugio en profundas cavernas...
La situación, después de la gran catástrofe, no fue sólo desastrosa geológicamente
(continentes hundidos o sumergidos), sino también biológicamente. El bombardeo
de la atmósfera había creado una considerable cantidad de carbono radiactivo. Al
ser absorbido por los animales y por los hombres, debió de producir mutaciones y
provocar la aparición de híbridos fantásticos. Estos híbridos -centauros, sátiros,
hombres-pájaros- sobrevivieron largo tiempo en el recuerdo humano, hasta los
tiempos históricos de Grecia y de Egipto.

16
Contemplemos un mapa del mundo. ¿Es un rompecabezas cuyos pedazos fueron
separados? La costa oriental de las Américas parece haberse despegado de la
costa occidental de Europa y África ¿Se habrá separado poco a poco, hasta el
punto de convertir un estrecho en ese Atlántico de 4.800 kilómetros de anchura?
¿Y el océano índico? ¿Y no parecen África del Sur, Madagascar, la Antártida y
Australia pedazos de un rompecabezas a la deriva? Hace ya mucho tiempo, los
geólogos se vieron sorprendidos por las semejanzas de formaciones rocosas
descubiertas en África del Sur, el Dekkán, Madagascar y el Brasil, y algunos de
ellos formularon la hipótesis de un continente primitivo: el Gondwana. Los pri-
meros estudios de la geología antártica les incitaron a atribuir una parte del
continente austral al Gondwana. En diciembre de 1969, se descubrió en la
Antártida (Montes Alejandra) el cráneo de un listrosauro. Éste es un reptil que se
supone que vivió a principios del período secundario, hace 230 millones de años.
Fósiles análogos habían sido encontrados en África del Sur y en Australia. Existen
similitudes evidentes entre las floras fósiles de la Antártida, de África del Sur, de
Australia y de América del Sur. Y el carbón de la Antártida procede de fósiles de
grandes árboles que hacen pensar en un clima ecuatorial…
El paleomagnetismo es el estudio de la dirección y la intensidad del magnetismo
de las rocas. La importancia de esta magnetización estriba en que está orientada
en el sentido del campo magnético terrestre en la época del enfriamiento. En la
roca sedimentaria se halla, pues, contenida la indicación de la orientación del
campo magnético de la Tierra en un período dado. Al proseguir en Europa los
estudios sobre formaciones rocosas cada vez más antiguas, se descubrió que,
cuanto más viejas son las rocas, nos dan posiciones del polo magnético más
alejadas de la del polo geográfico actual. Ciertas rocas de hace cuatrocientos
millones de años nos dan un polo situado en el ecuador. Así, pues, los polos, o
los continentes, han cambiado de sitio. El estudio de las rocas de una misma
época en continentes diferentes debería darnos igual posición para el polo. Sin
embargo, los experimentos dieron un resultado distinto: en vez de coincidir, los
polos paleomagnéticos de América del Norte se inclinan sistemáticamente al
oeste de los de Europa. Esto sólo tendría explicación si América del Norte se
hubiese desplazado hacia el Oeste, en relación a Europa. Lo cual nos lleva de

17
nuevo a la teoría del deslizamiento de los continentes. De manera parecida, los
antiguos polos de los continentes australes no coinciden con los polos del
hemisferio Norte. Pero existe una diferencia: otros elementos permiten suponer
que las tierras del hemisferio Sur se separaron más que las del hemisferio Boreal.
Las direcciones de magnetización tomadas de piedras sedimentarias de África
Central sitúan el polo Sur en la República Sudafricana. Datos análogos
observados en Australia sitúan aquel mismo polo, en igual período, en la parte
meridional de Australia. Si estas indicaciones proporcionadas por África y
Australia sobre la posición del polo Sur, hace trescientos millones de años, son
exactas, Australia debía encontrarse situada, en aquel entonces, un poco al Norte
y junto a la costa este de África del Sur. Eso confirmaría la teoría de que, hace
trescientos millones de años, las tierras formaban una sola masa…Numerosos
datos experimentales indican que, en todos los puntos de la superficie de la Tierra
donde pueden realizarse estudios con medios suficientes, se producen numerosos
cambios de clima, aparentemente súbitos. Según Hapgood, esto es explicable: la
corteza externa de la Tierra, prácticamente rígida, sufriría -de vez en cuando-
considerables desplazamientos sobre las capas internas, viscosas, plásticas y tal
vez fluidas. Tales desplazamientos pueden producirse como efecto de fuerzas
relativamente débiles ejercidas sobre la corteza y procedentes del movimiento de
rotación de la Tierra, el cual tiende, a su vez, a alterar el eje de rotación. En una
región polar, el hielo se deposita de manera continua, pero no se distribuye
simétricamente alrededor del polo. La rotación de la Tierra actúa sobre estas
masas de hielo de manera irregular y produce un movimiento de acción centrífuga
que se transmite a la corteza rígida de la Tierra. Este movimiento centrífugo, que
aumenta constantemente, puede haber provocado, al alcanzar cierta fuerza, un
deslizamiento de la corteza terrestre sobre el resto del cuerpo de la Tierra, que
acercaría las regiones polares al ecuador. Es indudable el trecho de que la corteza
terrestre es lo bastante resistente para no hundirse bajo el peso de los hielos. La
cuestión estriba, ahora, en saber si esta corteza terrestre puede efectivamente
deslizarse sobre las capas internas. Hapgood admite la existencia, bajo la corteza
terrestre, de una capa viscosa sobre la que se deslizarían los continentes, como
icebergs sobre el agua. En realidad, gracias a indicios indirectos, y a la sismografía,
creemos saber que el grueso de la Tierra está compuesto de este modo: a) Una
corteza exterior, de 35 kilómetros de profundidad, que se adelgaza hasta 11
kilómetros debajo de los océanos. b) El «manto», región que va desde la parte
inferior de la corteza hasta una profundidad de 2.900 kilómetros y que se
compone de una zona rígida de 100 kilómetros (litosfera), una zona parcialmente
en estado de fusión, de varios centenares de kilómetros (astenosfera), y una zona
de rigidez considerable (mesosfera). c) El centro, cuya temperatura se calcula en
6.000 grados centígrados, mientras que, en su límite con el manto, es

18
probablemente de 4.000 grados. El calor de la litosfera es constante, pero más
elevado a lo largo de una franja estrecha en el fondo de los océanos, que recibe
el nombre de cadena medio-oceánica. Se formaría una nueva corteza sobre la
cima de esta línea de crestas, mientras que la antigua corteza sería absorbida por
las depresiones marinas. De este modo, el fondo del océano, situado entre las
cadenas y las depresiones, se desplazaría progresivamente. Si se crea una nueva
corteza al nivel de las cadenas, es preciso que la corteza más antigua se destruya,
en alguna parte, a fin de que la Tierra conserve siempre la misma superficie.
Según la hipótesis de la expansión de los fondos submarinos, esta corteza se
destruye en el emplazamiento de las depresiones oceánicas. En lo que respecta a
la violencia y a la frecuencia de los temblores de tierra, el sistema de depresiones
oceánicas es la zona más activa del Globo. En estas regiones, los terremotos son
corrientes e importantes. Además, es en aquellas depresiones donde ocurren los
sismos más profundos que conocemos, y que se producen a una profundidad de
700 kilómetros. Los temblores de tierra asociados a la red de depresiones se
extienden en un plano que forma un ángulo de unos 30 grados con el de la cuenca
oceánica. Algunos terremotos se producen debajo de las depresiones.

Veamos, pues, la dinámica terrestre, que describe un incesante movimiento de


placas aludido por el Gran Atlas del Mundo: Aplicada a la geología, la palabra
tectónica se refiere al estudio de los procesos que producen fallas, grietas, pliegues
y hundimientos, o que hacen que el magma emerja hacia la superficie de la corteza
terrestre, a medida que ésta reacciona a las fuerzas que están en su interior. La
tectónica de placas atribuye dichos efectos al movimiento de partes de la litosfera.
Ésta se define como la capa sólida que envuelve la Tierra, formada por la corteza y
la sección del manto superior que está inmediatamente debajo de ella. Juntos
forman una capa rígida que está fraccionada en varias placas en movimiento, como
un gigantesco rompecabezas, empujando los continentes y a los océanos a separarse,
chocar, unirse o subdividirse en un proceso continuo de destrucción y renovación.
Existen seis grandes placas y varias menores que se apartan, convergen o se
superponen en los bordes a diferentes velocidades, a lo largo de zonas de gran
actividad volcánica y sísmica. Pueden moverse porque la litosfera rígida descansa
sobre una astenosfera, superficie fluida del manto, más caliente y menos resistente.

19
Así, los continentes se encuentran encajados sobre estas placas y siguen sus
movimientos. En las dorsales medio-oceánicas, “cadenas montañosas continuas con
una longitud de aproximadamente 40.000 km, que se extienden a través de todos
los océanos”, se crea una nueva corteza oceánica: “El magma, o roca en estado de
fusión, se eleva y desborda la falla, o rift, solidificando en forma de capas de lava,
sin llegar hasta la superficie de la corteza”. La intrusión de nuevo material “obliga a
los costados de la falla a desplazarse en sentido contrario, separándolos cada vez
más a medida que el magma se introduce dentro de la falla”. Luego: En las cadenas
medio-oceánicas, los bordes de la placa se separan continuamente y nuevo material
surge del manto, que se va soldando con los bordes de arrastre. Cuando dos placas
se encuentran, los bordes son convergentes, incrustándose una por debajo del manto
de su vecina. El material más liviano asciende para unirse a la parte inferior de los
continentes. Las placas continentales que contienen material más liviano flotan sobre
las placas oceánicas. Estas últimas se deslizan debajo de las primeras, quedando esta
zona por una fosa oceánica. (…) Una amplia cuenca oceánica madura, del tipo
océano Atlántico, se ha formado en lugar del antiguo continente. La zona de
subducción cambia de dirección para hundirse debajo del continente, formando una
cadena montañosa del tipo cordillera.

El Unu Pachakuti fue la catástrofe atlante, 13.000 años a.n.e. tragó Aztlán y destruyó
las principales ciudades de la Atlántida, logrando sobrevivir quienes se refugiaron en
cuevas y áreas subterráneas, además de los que navegaban, desembarcando en
lugares tan disímiles como África, Oceanía, Asia; así como los que se hallaban
resguardados, como Egipto, los Alpes, Urales o Himalayas; pretendiendo allí
reconstruir su civilización, que influyó decisivamente en todas las culturas
florecientes, como Babilonia, Egipto, etc., quienes registraron sus eventos míticos;
tanto así, que por su sabiduría fueron considerados dioses, originando de tal manera
los dramas sagrados que dan vida a las nuevas civilizaciones. Cada cultura llamó a
este continente “perdido” de forma diferente: Rutas, Keftiu, Mu, Atlanthis, Hiva,

20
Hawaki, Bolutu, Gondwana, etc. Su paulatina recuperación puede verse en el
neolítico, entremezclándose mayoritariamente con las razas humanas primitivas.
El conocimiento ancestral suyo fue de tanta utilidad esta nueva época, que –una vez
más- la ideología imperial Taguapaca/Tunupa les impulsó a la guerra de conquista,
con resultados diversos. Así, en Egipto pudieron edificar los cimientos de una
cultura que cayó derrocada por la rebelión de los esclavos, aunque ya habían dejado
la estela de sus creencias en la base social de tal país, incorporando su panteísmo
taurino a la tradición local de Horus, quien luego de ser reemplazado por Osiris,
devino en faraón. El año 9.000 a.n.e., disputaron y perdieron la guerra en Grecia;
en Abya Yala se asociaron a los Wari para de tal forma expandir su conocimiento
al conjunto sociogeográfico existente. Fue tras el hundimiento de su capital y el
consiguiente lodo que anegó su ventana marítima hacia el mundo, que los Viracocha
reiniciaron su sistema ético/político, enfrentando a los Taguapaca/Tunupa, en un
sistema biótico que aún se hallaba en plena transformación, suscitándose fenómenos
que hoy podrían entenderse como insólitos…

Y Con(tici)Viracocha guió a un gran grupo de gente hasta Tiwanaku, en los tiempos


que “se hizo la noche y el sol dejó de brillar”. Como dios creador, Viracocha junta
grupos humanos y los traslada a Tiwanaku, en la edad de las tinieblas, donde se
impone un ímpetu guerrero aunado a la percepción de los acontecimientos naturales
y sociales que anuncian el pachakuti cósmico, diluvio, e inundación del lago (en el
siguiente pachakuti el lago desecó); disponiendo tres rutas de viaje que seguirían los
Viracocha y demás gentes, más un grupo que por su número y conocimientos podría
quedarse en la devastada zona circunlacustre. Es en la Edad de las Tinieblas, caótica
y sumida en la oscuridad que gobierna el “genio maligno”; subterráneo,
perteneciente a las fuerzas de “Abajo”; crea una primera humanidad “salvaje,
monstruosa y carente de cultura”… Este mundo oscuro y primitivo, donde la
barbarie del Genio Maligno tiene un predominio indisputado, corresponde a las dos
primeras edades de Guamán Poma, es decir, al período más antiguo de la historia
andina. En el transcurso de la primera edad, que dura 830 años, los Wari Viracocha
Runa o Paqarimuk Runa pueblan la Tierra y se enseñorean de ella, exterminando y

21
ahuyentando a los animales salvajes (jaguares, serpientes y pumas) y a los duendes
(...) y hombres de los bosques, que la habitaban previamente. Los Wari Viracocha
Runa son sumamente primitivos: visten con hojas, se cobijan en cuevas naturales, se
alimentan de frutos silvestres (aunque conocen los rudimentos de la agricultura) y
carecen de ceremonias religiosas. Durante la segunda edad, “que dura 1.312 años”;
los Wari Runa inician la vida sedentaria “en las quebradas y valles templados”.
“Perfeccionan la agricultura; cultivan sementeras, construyen andenes y acueductos
e inventan herramientas de labranza”. Edifican viviendas de piedra y se visten con
cueros de animales. Guamán Poma los califica de “bárbaros”… Estas dos edades
primitivas forman una unidad porque ambas se designan con el nombre de Wari,
que significa salvaje o silvestre, y porque en sus consideraciones finales, el cronista
los reagrupa en una sola era habitada por gigantes. Además, en otro pasaje nuestro
autor agrega: “los muy antiguos indios que llamaron Pacarimoc Runa (‘los de la
aurora’, los originarios de la humanidad), Wari Vira Cocha Runa, Wari Runa no
tenían oficios ni artificios ni beneficios ni guerra ni casa ni ninguna cosa, sino
entendían romper tierra virgen y hacer andenes en las quebradas y en peñas”. Estos
seres primitivos son pues gigantes protohumanos, definidos como salvajes, tanto por
su denominación como por la forma bárbara de vida que llevaban, a merced de los
animales salvajes y de las amenazas naturales. Su cultura es incipiente y su
organización social es apenas embrionaria…

La cuarta edad, de los guerreros, se hundió en la decadencia...

…Y después del Unu Pachakuti, al paso que iba el agua menguando y recogiéndose, se
iba la isla bajando hasta quedar asentada en su lugar en medio del lago sagrado. Debajo
de ella estuvo escondido y guardado el sol todo el tiempo que duraron las aguas del

22
diluvio, pasado el cual, salió de allí y comenzó a alumbrar al mundo por aquel lugar,
siendo aquella peña la primera cosa que gozó de su luz…
…Inti Wat´a es en realidad la entrada a un refugio, al lugar sagrado donde estuvo
resguardado el Sol mientras duró el Diluvio Universal…
…Pasados muchos días de cesado el Unu Pachakuti, Ñuqqi envió el ulluhuanga, que
no volvió por comer cadáveres de los animales muertos; envió a otro pájaro y éste
volvió con hojas verdes, ya se podía salir…
…Después de haber perecido casi todos los hombres, salieron de la cueva refugio del
Titikaka por una ventana de piedra, que es la boca o respiradero de dicha cueva de
PacariTampu, Ñuqqi y los 4 (hijos/hermanos/Ayar) con sus parejas; los trajo el hacedor
del mundo por las cavernas de la tierra hasta salir por aquella cueva con semillas de
maíz y coca y otros sustentos dados por el Creador, con los cuales, se pusieron en
camino para el valle del Qusco…
…Y cesadas las aguas, se asomó Ñuqqi Kun Ticci en Tiwanaku, inspiraba veneración y
mostraba gran autoridad; dominaba la naturaleza, tenía tan gran poder, que de los
cerros hacía llanuras y de las llanuras hacía cerros grandes; fuentes en piedras vivas, y
como tal poder reconociesen, llamábanle hacedor de todas las cosas creadas…
Normalmente le llamaban Apu Kun Ticci Illa WiraQucha, tan poderoso que repartió
el mundo en 4 partes, a 4 Apu Mallkus; y que de sus hijos volvióse a poblar el mundo…
Y escribió lo acontecido para la memoria del hecho y para ejemplo de los venideros en
los edificios de Tiwanaku…
TIEMPO DE GUERRA: AWQA PACHA

…Pasado el diluvio y seca la tierra, WiraQucha determinó poblarla por segunda vez.
Y para hacerla con más perfección decidió criar luminarias que diesen claridad. Así
salió del lago sagrado, por primera vez, el sol; allí de improviso entró Apu KunTicci
Illa WiraQucha a nuestro mundo como la luz, separando el día de la noche…
Entonces le tocaba repoblar la tierra, y para hacerlo, Apu KunTicci Illa WiraQucha,

23
fuese caminando por el lago sagrado, y haciendo tierra en el lugar conocido ahora
como Tiwanaku, tomó cuatro arcillas de distinto color y dio forma a cuatro
Viracochas…
…A medida que las manos del creador formaban las figuras humanas las iba
colocando en los sitios de salida de la OcuPacha (Pacarinas) como estatuas… el
criador formó de barro en Tiwanaku las naciones todas que hay en esta tierra, pintando
a cada una el traje y vestido que había de tener, y así mismo dio a cada nación la lengua
que había de hablar…convocó luego a los 4 Viracochas hijos de Inti y Pachamama,
entregando a cada uno 1 nación; y al Apu Mallku Kollan Ápac, elegido como el
Principal, le fue entregado el báculo. Le dijo: Taunac ápac: Tú y tus descendientes
habéis de sujetar el liderazgo entre los hombres y ser grandes señores; siempre tenedme
por padre, preciándose de ser hijos míos sin jamás olvidaros de reverenciarme como a
tal….
…Y a todos los Apu Mallkus mandó WiraQucha que viviesen sin desavenir; y les puso
cierto precepto que debían guardar inapelablemente, que no lo quebrantasen so pena
de castigo severo: No codiciaren ni envidiasen los reinos vecinos de sus hermanos, y
que no se agrediesen los unos a los otros, y que si la casa de alguno de sus hermanos
requiriese asistencia, todos acudiesen a apoyarle… Y acabando de decir esto, les entregó
sus Báculos, que desde entonces usaron él y sus sucesores … y que, hecho esto, les
mandó se sumiesen debajo de la tierra, cada nación por sí, para que de allí fueran a
salir a las partes y lugares que él mandase, Y así los 4 Apu Mallkus con sus naciones se
fueron a poblar las 4 esquinas del mundo, y que unos salieron de los suelos, otros de
los cerros, otros de fuentes, de lagunas, de troncos de árboles, y otros de varios
diferentes lugares … a los cuales comenzaron a venerar, cada provincia al suyo como
wakas o dioses principales, y así cada nación vestía con el traje que a su waka pintaba…
…El Apu Mallku Kollan Ápac vino a salir a este lado del mundo, en el Lago Sagrado,
en la Isla Titikaka.
…Y que luego de poblada la tierra y dejar sus instrucciones y enseñanzas, prometió a
los hombres que regresaría en un tiempo indefinido. Y se dispuso que el sol se fuese al
cielo para dar luz al mundo y que anduviese por el curso que hoy anda. Y luego Apu
Kun Titi Illa WiraQucha concibió a las estrellas y a la luna; mandó que saliese la luna
y que las estrellas se posicionen y así fue hecho. Cuando concluyó estos 2 actos de
creación, del ser humano y de los astros, se subió luego desde WiñayMarka al cielo
junto a Phajjsi (la Luna) y WaraWaraKocha (la Vía Láctea) a ponerse cada cual en el
lugar que tienen…
…Tiahuanaco, a más de cuatro mil metros de altura, en los Andes, era, pues, una de
las cinco grandes ciudades de la civilización marítima de fines del periodo terciario,
construidas por los gigantes conductores de los hombres. Los discípulos de Horbiger

24
encuentran allí vestigios de un gran puerto, de enormes muelles, y del cual partían los
atlantes -pues sin duda se trata de la Atlántida- a bordo de naves perfeccionadas, para
dar la vuelta al mundo siguiendo el cordón oceánico y tocar en los otros cuatro grandes
centros: Nueva Guinea, México, Abisinia y Tibet. Así, aquella civilización se extendía
a todo el Globo lo cual explica las tradiciones que registra la Humanidad... y ellos,
desataron la guerra total, en su propia tierra, los Taguapaca/Thunupa…

…El concepto andino –aymara y keshwa- de Pacha; engloba tiempo, espacio y totalidad.
Así, Pacha denota “la totalidad e integridad de una cosa y la probabilidad de que algo
ocurra”… De allí que su sentido espacial implique “lugar”, según sea Alax, Manqha y
Aka… En la concepción andina del tiempo, la humanidad ha vivido cinco grandes eras
o Soles… El paso de una era a la otra siempre ha estado señalado por un cataclismo
cósmico; según Morúa, habían pasado cuatro soles, sin éste presente que nos alumbra:
El Primero se perdió por agua… El Segundo, cayendo el cielo sobre la tierra, y que
entonces mató a los gigantes que había y que los huesos hallados por los españoles, son
de ellos… El Tercer Sol saltó por fuego: Pachakuti Nina… El Cuarto por aire. Este
Quinto Sol ellos lo tenían pintado en el templo de Coricancha, hasta 1554...
El concepto central de esta Era consiste en entender al Multiverso como el conjunto de
las redes de relaciones de todos con todos y comprender a la Tierra/Pachamama como
un super/organismo vivo que se autorregula y constantemente renueva, tal cual
comprenden las Comunidades y Pueblos Indígenas, Originarios, Comunarios,
Campesinos e Interculturales desde su cosmovisión ancestral enfocado por la
educación del vivir bien. Esta lógica funciona sobre todo en aquellas culturas que

25
valoran las diferencias, las oposiciones y acogen contribuciones de donde quiera que
vengan. Gracias a esta lógica se podrán establecer, en el futuro, relaciones creativas
entre los sexos, las razas, las ideologías, las religiones y respecto de la naturaleza, se
valorarán los distintos ecosistemas del mundo como complementarios. Es la lógica de
la simbiosis. El pensamiento ecológico, basado en las ciencias de la Tierra, no puede
ya basarse en la ciencia reduccionista. No puede aislar a los seres, organismos y
fenómenos del conjunto de sus inter-retro-relaciones que son las que constituyen lo
concreto. Por eso debemos distinguir sin separar. Conocer un ser es conocer su
ecosistema y la trama de sus relaciones. Es importante que conozcamos la parte en el
todo y el todo presente en las partes.

…Nuestro tiempo se ha visto precedido por cuatro Edades: La primera edad,


correspondiente a los hombres de Viracocha, se perdió por agua… La segunda edad,
correspondiente a los hombres sagrados, ardió con la destrucción del Sol… La tercera
edad, de los hombres salvajes, se terminó con guerras, pestes y la rebelión de los objetos
contra sus señores… La cuarta edad, de los guerreros, se hundió en la decadencia...
Vivimos la quinta edad, de l@s mujeres y hombres de Mama/Vira/cocha, venid@s a
regenerar la Humanidad... Cada una de las edades había estado iluminada por un Sol
que se moría cíclicamente; entonces aparecía otro nuevo y se reiniciaba el recuento de
los años. En ocasiones tenían lugar grandes cambios…
Más recientemente, entre 15,000 y 10,000 años antes de Cristo, ocurrió una gran
devastación de especies en todos los continentes, salvo África. Según estimaciones
realizadas, el 50% de los seres con más de 5 kg. Y el 75% de los que pesaban entre 75
y 100 kg., desaparecieron posiblemente debido a una coincidencia sinérgica del clima
más la intervención irresponsable del hombre cazador y agricultor

26
La cuarta edad, de los guerreros, se hundió en la decadencia...

 V LUNA

Vivimos la quinta edad, de l@s mujeres y hombres de Mama/Vira/cocha, venid@s


a regenerar la Humanidad...

En criterio de Ximena Medinaceli1, las áreas (socio)culturales aportan una visión de


conjunto que permite “ordenar la historia prehispánica, no solamente a través del
tiempo sino también en áreas de co-tradición cultural”, es decir, “regiones con ciertas
características geográficas y ecológicas que tuvieron desarrollos relativamente
homogéneos”. Una primera constatación reside en considerar la historia del Macizo
Boliviano como integral, es decir, que articuló a las tierras altas y bajas en un solo
sistema (pueden verse las evidencias de lengua arawak en la puquina circunlacustre),

1
Ximena Medinaceli: “Historia Prehispánica en Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período
Prehispánico 1. Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del
Banco Central de Bolivia. La Paz, 2006.

27
hipotéticamente trazada una dirección que va de norte a sur y de tierras altas hacia valles
y tierras bajas, “aunque esto no sea una norma”. Empero, existen también ciertas
diferencias, como el temprano contacto de las altas culturas con el español, muy
posterior en tierras bajas. El Macizo de Charcas queda formado por los siguientes
contornos: por el norte, el ramal Cochabamba-Vallegrande; por el sur, el de Lipes-
Tarija; por el Occidente, los eslabones de Asanaque, Frailes, Lípes, Chichas; por el
Oriente, la Cordillera de Caiza, con los suyos de Aguarague, Charagua, Vallegrande.
Geográficamente, caracterizan al macizo de Charcas su posición central en el territorio
boliviano y su enorme ensanchamiento.

Felipe Guamán Poma de Ayala se constituye en el más autorizado heredero de las


viejas tradiciones andinas, dibujando la historia mítica de Los Andes en una época en
que perduran en ellos las últimas manifestaciones de un anaclima que enriqueció la
vida vegetal, animal y humana.
Cuenta la mitología que durante la edad oscura, en que todos habitaban las tinieblas,
fue Wirakocha quien iluminó la tierra como dios sol; era el amo del rayo e incluso
creó, civilizó y castigó a dos pueblos primordiales: los Wari-Wirakochas, hijos de dios
y los Waris, hijos de la tierra, quienes cayeron en corrupción. Representó las cuatro
fuerzas telúricas: tierra, fuego, aire y agua.


Los períodos históricos a decir de Guamán Poma de Ayala, son:
I. Wariwiraquchuruna 5.475 a.n.e. Duración: 800 años.
II. Wariruna 4.675 a.n.e. Duración: 1300 años.
III. Purunruna 3.375 a.n.e. Duración: ¿?
IV. Awkapacharuna 2.243 a.n.e. Duración: 2.100 años.
V. Inka Manqu 143 a.n.e. de 160 años, alude a la dinastía legendaria.
VI. Sinchi Ruga 17 n.e. Desde Sinchi Ruga 1515.
VII. Año de la muerte de ambos (Waskar y Atahuallpa): 1532
VIII. Presente 1613 n.e.

28
Guamán Poma confirma que los primeros habitantes andinos centrales fueron hijos de
una época diluvial “sin influencia católica”, sino por hallarse conforme con la vieja
tradición de los mayores”: De esta manera, Guamán Poma describe al hombre andino
como una generación post/diluvial que, por encontrarse ante una naturaleza floreciente,
es hondamente religiosa y adoradora de un Dios abstracto sin manifestación cultural
visible, pero que lleva el sello de su herencia, que es el agua de los lagos, la qucha de
los wariwiraqucha. La gente vivía de la recolección de frutos, economía parasitaria que
induce a Poma a decir: “no sabían hacer nada”, piadosos y pacíficos: “andavan como
perdidos”, sin saber a dónde iban, descripción de la vida nómada de los recolectores
de frutos y raíces. Una vida sin ídolos que idolatrar, en condición de “salvajes” de
“Zacharuna”, que en quechua significa hombres de vida arborícola.
De tal manera, como mamífero antropoide de rol predador; el hombre andino enfrenta
tigres, al otorongo y probablemente a los últimos representantes de megatherium que
pudieron sobrevivir con la alta flora de los últimos bosques altiplánicos, ya en proceso
de inicial degradación natural. El retrato de la cubierta vegetal y animal descrita por
Poma es el fiel retrato de los Andes en los últimos tiempos del pleistoceno y principios
del reciente geológico y prehistórico holoceno, pues se conoce muy bien que el paisaje
de origen cuaternario sobrevivió hasta tiempos muy cercanos a los históricos en
América, con su flora y fauna características. Una razón podría ser la aparición tardía
del fuego logrado artificialmente por el hombre, que devastó su medio,
fundamentalmente los bosques, e indirectamente la fauna.
Poma designa como seres malignos espiritualizados a los hapinuno. Se trata de seres
pequeños con pecho de notables dimensiones, asociados ellos al manqa pacha,
pertenecientes al inframundo que descendió y se salvajiza.
En el siglo XVII, señala Fray Antonio de la Calancha: “Hubo una cueva muy grande y
en ella muchos difuntos gentiles, y entre ellos tres cuerpos de gigantes, de disformes
cabezas, vestidos de cumbi. Estos son los progenitores de todos los deste pueblo…”. Es

29
posible, entonces, aceptar la existencia de antepasados humanos de gran estatura , 2

vestidos o no de cumbi, que pudieron ser los posibles “idólatras” antepasados


totémicos. Los Wariwiracocharuna descritos por Guamán Poma pudieron haber
enfrentado, en su lucha por la supervivencia, al mastodon andium, el foxodon
platenses, el megaterium americanum e incluso el mítico Rhinocerus Bicornis.

 EDAD PALEOLÍTICA

La Edad Paleolítica abarca la considerable extensión de tiempo que frisa entre


1.5000.000 y 10.000 años antes de nuestra era. Y será una etapa pletórica en uniones,
luchas y enfrentamientos, como veremos de inmediato...
Acerca del poblamiento del “Macizo Boliviano”, la tesis de Ramiro Condarco Morales , 3

parece la más adecuada, siguiendo siempre lo trazado por Dick Ibarra Grasso. Refiere
Condarco Morales:

En realidad, el antiguo territorio de la vieja Charcas, hoy Bolivia, presentó, a lo largo


de la época de la llamada edad de piedra, en lo que a la filiación antropofísica
concierne, el carácter de un mosaico étnico, o racial si se quiere, y en lo que
concierne a la naturaleza histórico-cultural de sus poblaciones prehistóricas, el
igualmente progresivo aspecto pluricultural que caracterizó su permanencia hasta el
arribo de la historia escrita impuesta por la conquista hispánica de los Andes
Centrales. Tales hechos particularmente notables en la culminación de la
protohistoria, fueron explicables resultantes de las distintas corrientes de
2
Se ha estimado que los “gigantes Wari” medían alrededor de dos metros y medio, superando
notablemente a los posteriores migrantes de Asia –estatura media- y los de origen oceánico “que no
superaban la talla de 1.70 metros a lo sumo”.
3
Condarco Morales Ramiro: “La Edad de Piedra en Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período
Prehispánico 1. Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del
Banco Central de Bolivia. La Paz, 2006.

30
poblamiento que, a lo largo de distintos períodos, permearon el vasto territorio andi-
amazónico-platense de dicha manera.

La Cordillera de los Andes abriga en sus rugosidades las cuevas que sirvieron de
morada a los primeros habitantes de la Montaña, cazadores-recolectores que de Bolivia
se desplazaron hacia los Andes Centrales del Perú, llegando a “Pikimichay en
Ayacucho, Guitarrero en el Callejón de Huaylas, Lauricocha en Huanuco, Cunas
(Chupaca) en Junín, Toquepala en Tacna, Kelkatani en Puno”. Pero tal hecho político
es fruto, necesariamente, de algún tipo de asociación humana que le de consistencia.
Respecto a este fenómeno, que podría definirse como el de la convivencia humana,
acudimos al Dr. Alipio Valencia Vega4, quien puntualiza:

El género humano está provisto de una tendencia definida a la asociación o


comunidad. Los individuos sienten necesidades impostergables que requieren ser
satisfechas, no sólo para la conservación individual, sino para la supervivencia de toda
la especie. De la urgencia para satisfacer estas necesidades nacen diferentes formas
de asociación en conformidad con los diferentes tipos de necesidades. De ahí la
existencia de la horda, la familia, el clan, la tribu, la iglesia, el municipio, el estamento,
el gremio, la clase, el Estado, etc. Los hombres aislados no podrían subsistir; sólo
sobreviven y mejoran gracias a su tendencia sociabilizadora, que en este sentido
aparece como un hecho natural y primario, como una realidad objetiva con existencia
independiente de la voluntad misma del hombre, determinada por sus necesidades
de subsistencia.

4
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.

31
En criterio del Dr. Manuel Morales Dávila5, la Horda “fue la organización social más
antigua de la humanidad. Corresponde a la edad paleolítica”. Sus características
fundamentales se pueden resumir así:

Era un régimen de promiscuidad sexual, pues las relaciones sexuales de sus


miembros eran indiferenciadas. Todos los miembros del grupo mantenían
relaciones sexuales con los otros de distinto sexo. Eran nómadas y trogloditas (o
cavernícolas). Vivían de la recolección de frutos: tarea que realizaban en común.
No tenían sentido de la propiedad. Su lenguaje aún no era articulado. Se cubrían
con cueros y recurrían frecuentemente al canibalismo o antropofagia.

La posesión de las cuevas ha dado lugar a múltiples “luchas fratricidas” entre los
hombres altiplánicos, como también contra los costeños. El origen de los conflictos en
las sociedades prehistóricas (principalmente andinas); se halla muy ligado a la
“cuestión” del espacio vital de los cazadores-recolectores. “Se aduce que el hombre
antes de haber aprendido a pronunciar palabra alguna, aprendió a combatir con
extrañas fieras y seres tan salvajes como él, con los que se disputaba un carnoso hueso
con que calmar el hambre o la ocupación de una tibia caverna donde guarecerse. La
naturaleza no le había dotado con buenas armas para luchar o con que defenderse”,
refiere Rómulo Zanabria Zamudio6:

No tenía potentes cuernos como el rinoceronte lanudo para perforar el cuerpo


de sus enemigos, ni largas y agudas garras o enormes dientes como el jaguar de
las cavernas (tigres de colmillos de sable). Tampoco disponía de una armadura
ósea como el armadillo gigante (gliptodonte) para proteger su masa corpórea. El
hombre primitivo era el ser más indefenso de la naturaleza y ante cualquier
amenaza debía huir, trepar a la copa de altos árboles o bien refugiarse en angostas
cavernas para cerrarles el paso a sus hambrientos enemigos. Pero a diferencia de
las otras criaturas del universo, estaba dotado de ingenio e inteligencia y así pudo

5
Morales Dávila Manuel, Morales Olivera Manuel: Derecho Constitucional. Cuatro Temas. Trabajo
colectivo supervisado por Manuel Morales Dávila, catedrático – UMSA. Sexta edición. UPS
Editorial. La Paz, 2000.

Época en que los humanos “habitaban los árboles y las cuevas, desarrollando utensilios poco
pulimentados, por lo que aquella edad se denomina paleolítica o de la piedra sin pulir.
6
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
Perú, 1994.

32
reaccionar tirando piedras y esgrimiendo un grueso madero a modo de porra o
bien arrojando un largo palo a manera de jabalina.

Entonces, por tales características, la comunidad humana, sostiene Alipio Valencia


Vega ; “es objeto de constante transformación o cambio”, susceptible también de
7

“continuo perfeccionamiento”, posible sólo en virtud a la relación activa del hombre


con su medio físico y humano, de donde resulta que:

... si por una parte, el hombre está influido por su medio, por otra, aparece como
ordenador de ese su mismo medio, operando en forma permanente en una
interacción constante de influencias recíprocas con su mismo medio; es decir, como
resultado de acciones y reacciones interdependientes e interactuantes del hombre
con el medio que le rodea. En este sentido, la vida material de la comunidad
constituye una realidad objetiva, independiente en cierto grado de la voluntad de los
hombres y esta realidad material, al formarse el mundo de las ideas políticas y las
instituciones jurídico-políticas, juntamente con las demás ideas y teorías, es reflejo de
la existencia del hombre en tanto ser social, o sea que su origen último se encuentra
en las contradicciones materiales de la vida de la comunidad humana.

A diferencia del hombre procedente del Viejo Mundo, el hombre/mujer de Abya Yala
fue un “hombre en posición erecta”, lo que “le permitía el ejercicio de la recolección y
la caza así como la defensa personal”, organizándose en hordas que devinieron
“bandas” o “pequeños grupos de familias jefaturados por el más fuerte y el más hábil
para alimentar y defender” a la “banda”; luego, refiere Rómulo Zanabria Zamudio8:

7
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.
8
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
Perú, 1994.

33
Para estos hombres que ya conocían el fuego desde la época del “Hombre de
Pekín” y que solían cubrirse el cuerpo con un simple taparrabos de piel de caballo
arcaico, lobo marino u otro animal, las cuevas de los Andes representaban
verdaderos espacios vitales, en igual forma las zonas donde realizaban sus
operaciones de recolección y caza; de ahí que tanto la cueva como la o las zonas
de caza y recolección eran consideradas bienes comunes de la “banda” y por
ende eran resguardadas con celo y vigor; máxime si encontrar buenos lugares
para acampar era a no dudarlo tarea difícil, ya que lugares abrigados como las
cuevas de los Andes no existían en todas partes. La posesión de ellas debió
defenderse con toda energía de cualquier grupo extraño, particularmente en la
Era Glacial cuando las “bandas” regresaban de las operaciones de caza del
mastodonte o del caballo arcaico y en el postglacial, durante la caza de guanacos,
tarukas y vicuñas. No era un derecho de propiedad pero sí de posesión de la
cueva, el que originaba a menudo una lucha colectiva entre “bandas” diferentes,
hecho que buen puede considerarse como la génesis de la guerra en los Andes…”.

Uno de los principales motivos de fricción suscitado entre los cavernícolas de la misma
banda, indudablemente, se atribuye a la necesidad de tenencia –ilícita, si no llegaba a
producirlas-, de la mayor cantidad posible de armas para la defensa, cacería y “atractivo
erótico para la mujer” cuya sumisión “condujo a la tenencia de otro tipo de riqueza”;
ergo:

La libertad sexual que hasta entonces primaba en las cavernas debió haber sufrido
un cambio brusco, puesto que en el futuro cada mujer no habría de pertenecer
por igual a todos los hombres ni cada hombre a todas las mujeres. Es probable
que no obstante la promiscuidad en la cueva, el hombre habría logrado que la
mujer sea considerada un bien individual del varón, es decir que así se había
instituido la base de la familia. Sin embargo esta institución no debió ser tan sólida
puesto que el hombre incluyó también en la esfera familiar a cuanta mujer sentía
inclinación y simpatía por él. Esta situación privilegiada de poligamia de seguro
que despertó la codicia de los menos favorecidos y entonces el “robo del arma”
34
y el “amor a la bella” desataron las más intensas pasiones y el más fuerte impulso
bélico entre individuos de una misma “banda”. He ahí también la génesis de la
guerra interna, puesto que la moral de la “banda” ya no consideraba armas y
mujeres como bienes o servicios de uso común, ni el hombre aceptaba un intento
de perder algo que consideraba suyo.

Siendo la tendencia humana hacia la asociación (horda, familia, clan, tribu, estamento,
clase, nación, estado, civilización), los hombres jamás podrán existir aislados. Todas las
formas enunciadas por Alipio Valencia Vega9, necesariamente han de referir a una
colectividad agrupada, una Comunidad, según la índole que revista. Luego, a decir del
autor:

La tendencia a la asociación aparece ya en la horda y posteriormente en la familia.


Esta última es una comunidad natural, producto del instinto de conservación y de
reproducción de la especie, y se convierte en la célula primaria de toda organización
social posterior. Dos finalidades primordiales surgen durante el desarrollo de la
familia: la cooperación y la defensa. El vínculo de sangre que es efectivo a su
formación se convierte en vínculo económico, cuando se unen esfuerzos de los
familiares para encontrar los medios de satisfacción de las mutuas necesidades y
defenderse de los peligros exteriores.

Para el Dr. Alipio Valencia Vega, un individuo aislado no puede conseguir nada
perdurable, carece de significación en tanto unicidad desvinculada del todo social. Los
individuos necesitan unir sus esfuerzos para lograr las finalidades que le son propias –
prosigue Alipio Valencia Vega-, adquiriendo entonces un carácter colectivo:

Quienes se unen en forma primaria y natural, son los miembros de una familia, y
después, las familias entre sí, constituyen la comunidad primitiva. Es que la
comunidad y el principio de asociación son tan antiguos como el hombre y no son
producto de la voluntad de éste. Por consiguiente, la sociedad humana es una
colectividad de gentes, compuesta de partes vivas que son los mismos hombres-
miembros que han surgido agrupados para trabajar según un plan tácito en
finalidades comunes de defensa y subsistencia. Para la existencia de la comunidad,

9
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.

35
prima un principio de cohesión inevitable, más fuerte que cualesquiera tendencias al
aislamiento o a la independencia individual.

Para el autor, la individualidad humana surge una vez constituido el grupo social y no
a la inversa; es decir; concibe al ser individual como un resultante comunitario, un ser
social por naturaleza y necesidad:

Por eso, sólo en el estado social, surge el hombre como individualidad procurando
su interés personal y la conservación y expansión de su yo, pero también opera como
ser social, atraído hacia sus semejantes por una afinidad poderosa y por
determinación de sus propias necesidades que sólo puede satisfacerlas asociando sus
esfuerzos a los de sus semejantes. De ahí que el individuo aparezca egoísta,
relacionando toda cuestión vital a sus intereses personales y ejercitando en el
desarrollo de la lucha por la vida una posición contraria a los demás hombres a
quienes considera como sus competidores y adversarios, pero también adquiriendo
la categoría de ser social, que practica la comunidad y asociación de su existencia con
sus semejantes, para desarrollar su propio destino y tratando a los demás hombres,
ya no como adversarios, sino como auxiliares y amigos.

Surgida entonces la comunidad, ya sea en su forma de horda, familia o agrupación de


éstas; el problema fundamental que se le presenta reside, pues, en la satisfacción de sus
necesidades de subsistencia; apelando a tal efecto a los recursos y medios naturales,
cuyo uso requiere de la cooperación entre varios hombres. Será mediante la
emergencia de un lenguaje articulado que los hombres dan un salto cualitativo en sus
condiciones de vida:

Por medio del lenguaje se estrecha la convivencia y los hombres pueden ampliar su
dominio sobre la naturaleza, mejorar sus esfuerzos y procedimientos de trabajo,
estrechar sus mutuas relaciones y acumular su experiencia, procurándose así una
fuente inagotable de conocimientos. Los hombres que, simultáneamente al empleo
del lenguaje, ejercitaron su facultad de pensar, desarrollaron también
consecuentemente, su propia conciencia.

La correlación establecida entre un vínculo sanguíneo y otro económico, muestran la


clave teórica precisa en cuanto a reflexiones cuya validez puede ser escudriñada desde
la antropología política. Ella, no obstante, mostrará que junto a las tendencias

36
centrípetas de socialización, se alojaban las centrífugas de guerra. Entonces, “si el
diferendo se iniciaba con una riña individual de palabra o con las armas, es casi seguro
que ello dividía a la ‘banda’ en dos grupos antagónicos”, refiere Rómulo Zanabria
Zamudio10; suscitándose batallas campales escasamente reflejadas en las pinturas
rupestres de las cuevas prehistóricas; “actitud bélica” de individuos y bandas entendida
como una lucha sangrienta entre dos o más agrupaciones armadas, además del choque
ritual, violento y brutal entre individuos armados. Pero la caza resultaba todavía la
ocupación masculina por excelencia:

El arte de los cazadores que pintaron las paredes de su refugio era de inspiración
mágica y no estética. El artista era mago o brujo (shaman). Las imágenes que
pintaba aludían en cierta medida a las fuerzas divinas de la naturaleza y eran
instituidas como objetos de culto y adoración para la “banda”. Función similar
desempeña la cueva considerada “útero”, es decir la matriz terrestre que ha
influenciado en el devenir histórico de la familia. (…) Las primeras
manifestaciones de una religión debieron tener pues asiento en el arte parietal de
las cavernas como un “Ley motiv” de la supervivencia. De sus muros pintados, el
“shaman” habría hecho derivar las fuerzas necesarias para ejercer dominio
espiritual sobre el resto de la “banda”, puesto que la cooperación era esencial
para el funcionamiento adecuado de ese primitivo sistema socioeconómico que
imperaba en la comunidad. Su poder radicaba como es lógico, en el poder de su
mente y en la astucia para crear y mantener la ideología, aspecto que
naturalmente devino en una situación de jerarquía y poder. Esta situación como
se sabe, por más simple que sea, se traduce en una dicotomía de funciones: Un
elemento que manda y otro que obedece. El “shaman” era el amo, su tarea era
dirigir y gobernar a la luz del fresco parietal que a manera de Corán, Biblia o
Carta Magna se reflejaba en las pupilas de los cavernícolas que obedecían.

Por ello se ha llegado a concebir “que el Estado en su forma primitiva era fruto de las
cavernas, en donde el ejercicio del poder se concentraba en manos de un solo hombre
a través de una ideología”, dado que representaba la más grande astucia en la caza y
dirección de la horda. Precisamente, “una función de la ideología, vale decir de la
religión, era mantener unida a la comunidad para impulsar sus proyectos y
aspiraciones”.

Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
10

Perú, 1994.

37
En la horda “buscamos vestigios históricos de la autoridad y de las normas de conducta,
dos elementos básicos que nos permitirán acercarnos a lo que es el Estado”, refiere
Morales Dávila. Veamos aquello con calma:

Encontramos que la autoridad era precaria e inestable, circunstancial. Cualquier


miembro del grupo (el de mejores condiciones) lo encabezaba para afrontar
determinadas circunstancias, luego lo encabezaba otro, conforme a las
necesidades que se daban. La conducta de los miembros de la horda no estaba
basada en normas; se guiaban por los instintos de conservación y de sociabilidad,
todavía rudimentarios. Eso sí, hemos encontrado la autoridad y el germen de toda
norma que son los instintos. Llegamos a la conclusión de que cualquier
conglomerado humano, por más primitivo que sea tiene un principio de
autoridad. El conglomerado humano no actúa sino es bajo la guía de alguno de
sus miembros, en cada determinado momento. Y se basa en los instintos que
constituyen el fundamento de toda norma.

La horda “evolucionó –llevada por sus propias contradicciones y necesidades- hacia


una nueva formación social que se llama la Gens o Clan”; instituta jurídico política
conocida en Abya Yala como Ayllu; de importancia nodal en la constitución
política/jurídica/social/económica/espacial de las comunidades/sociedades amerindias;
tanto hacia una estatalidad y/o sistema de autoridad, cuanto a la resolución ritual de las
dinámicas de conflicto social.

Aparentemente, será el clima uno de los factores primordiales a la hora de enfocar tales
rituales y enfrentamientos:

El clima de la sierra es diverso y varía con la altitud de la zona, con respecto al


nivel del mar. Este puede variar desde el cálido, templado, seco y agradable de
las mesetas bajas hasta el duro y glacial de las punas. Las operaciones militares en

38
la sierra están supeditadas al clima y la altitud, ya que clima y altitud son dos
factores agresivos para el combatiente de otras regiones. Serán nocturnas cuando
el claro oscuro lunar lo favorezca a condición de que el frío no sea nocivo para
el combatiente. Las fuerzas a base de elementos costeños y/o selvícolas requerirán
a menudo de uno o dos días de aclimatación para combatir en las tierras altas de
los Andes, no así si las fuerzas son netamente de procedencia serrana.

Y fue la guerra uno de los fundamentos que articuló estatalmente las comunidades,
desplegando a través de las armas prehistóricas un intenso proceso de configuración
societal, como refiere Rómulo Zanabria Zamudio : 11

Los especialistas, tomando como factor de comparación la edad de las puntas de


proyectil, suelen dividir la etapa lítica (…) en dos períodos: Lítico Inferior y Lítico
Superior. El primero conocido también por estadio “prepuntas de proyectil”, abarca
desde el 20.000 hasta el 12.000 a 10.000 a.C y se caracteriza porque en este período
la economía de subsistencia de las “bandas” descansa casi exclusivamente en la
recolecta, en tanto que la caza de grandes animales como mastodontes, megaterios,
paleolamas, caballos arcaicos, etc., constituye todavía una actividad secundaria,
puesto que los instrumentos líticos eran poco apropiados. Estos consistían en
guijarros cortantes y palos largos con las puntas endurecidas al fuego y que se
utilizaban a manera de jabalina. El estadio “Lítico Superior” o estadio “puntas líticas”,
se inicia durante la época de transición del Pleistoceno al Holoceno (10.000 a 8.000
a. C.) esto es cuando todo cambiaba, el clima, la flora, la fauna y probablemente hasta
el hombre. Hay suposiciones de que en esta etapa el “recolector indiferenciado” de
tipo “dolicoide” o sea de cabeza larga cedió el paso a otro hombre de cabeza corta o
sea al “cazador especializado” de tipo “braquiode”.

Las primeras corrientes migratorias quizá fueron “las de tipo dolicoide, en lo


antropofísico, y de cultura eneo-paleolítica, en lo histórico-cultural”, sostiene Ramiro
Condarco Morales . Se trata de corrientes que provienen del Viejo Mundo cruzando
12

el estrecho de Bering, atravesando el continente por el istmo de Panamá. Las corrientes


de tipo braquiode arribarán por la costa peruana de Paracas y la boliviana de Atacama.

11
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
Perú, 1994.
12
Condarco Morales Ramiro: “La Edad de Piedra en Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período
Prehispánico 1. Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del
Banco Central de Bolivia. La Paz, 2006.

39
Así, prosiguiendo con Ramiro Condarco Morales, el paleolítico presenta tres niveles o
fases de evolución, que son las siguientes:

 Paleolítico Inferior: Viscachanense I

En lo referido al paleolítico de Viscachani, Bolivia, sostiene Dick Ibarra Grasso que


“ha aparecido sobre terrazas de un antiguo lago glacial desecado, una industria de tipo
Musteriense primitivo, sin puntas de lanza de ninguna clase”; con “hachas de mano,
choppers, lascas, raspadores, núcleo tipo levalloisienses, etc.”. El Viscachanense I
equivale a un musteriense muy antiguo.
Debe tenerse presente que el viscachanense “corresponde a un Musteriense provisto
de herramientas líticas” bajo el empleo de una técnica clactoniense o semiclactoniense.
Ello indica que se trata de una cultura de fines del paleolítico inferior, con
manifestaciones no sólo en el país (Viscachani, Mizque), sino en el continente, con
difusión en Catalán Chico (Uruguay); en “supervivencias en el Ampajaguense de la
Argentina; en supervivencias en el Alto Paraná (Argentina, Paraguay, sur de Brasil)”;
también en supervivencias ubicadas en las Sierras de Gatchi en San Pedro de Atacama,
cerca de Lima (Perú), en el Jobo (Venezuela) y California.
La entrada del Viscachanense habría surgido “vía Bering” según Dick Ibarra Grasso,
en una época inmediatamente “anterior al comienzo del último glacial”; o sea, de
55.000 a 60.000 años; limitándose el autor a señalar “más de 20.000 en su origen,


El Musteriense “es, en Europa, uno de los períodos (el segundo) del Paleolítico Medio, pero éste
no sólo coexiste con el Levalloisense, esto es: con el primero, sino que el Musteriense antiguo
corresponde al tercer interglaciar (Riss-Wurm) y se halla estrechamente vinculado con animales de
clima cálido (Rhinoceros mercki, Elephas antiguos, Hippopotamus major) y, en algunos lugares de
Europa es contemporáneo del Acheulense, segundo del Paleolítico Inferior, como en el caso de la
Riviera, donde se encuentra industria musteroide y Acheulense a la vez”.

40
aunque perdura hasta de 15.000 a 12.000”. En síntesis, hablamos –de acuerdo con el
autor- de una antigüedad mínima en 30.000 años antes del presente.
En cambio, estudios geológicos más recientes muestran que la primera superficie del
planeta apta –por enfriamiento- para albergar a la fauna y flora es Abya Yala, de lo que
se desprende que también sería la primera en condiciones de albergar la vida humana,
confirmando las tesis del pensador boliviano Emeterio Villamil de Rada.
Particularmente, sostenemos que puede hablarse de una población nativa de América
(indígena y originaria en la significación propia del término, esto es, nativa y no alude
“raza” alguna) y otra migrante por las vías Oceánicas (Pacífico, Atlántico, Antártico) y
continentales (Bering, Panamá), que siendo entonces alienígena, se mezcló con la
indígena, generando una cultura propia. La entrada del Viscachanense fue fruto del
encuentro suscitado entre la Comunidad Indígena Andina de Viscachani con otra
Alienígena que había llegado “vía Bering”; hace aproximadamente treinta mil años
antes de nuestra era.

 Paleolítico Medio: Viscachanense II

El Paleolítico Medio en Bolivia se halla representado por el Viscachanense II, con


alcance continental, a decir de Dick Ibarra Grasso, por ser Viscachani el primer lugar
que “en su forma neta se presenta en América con este tipo de cultura, creemos
conveniente justificado el usar su nombre para denominar a esta cultura en toda
América”. En nuestro país se localiza en la “terraza baja de Viscachani”.
Con el empleo de una técnica de trabajo parecida al tipo levalloisense, la cultura
Viscachanense II puede ubicarse en el Paleolítico Medio, con una antigüedad que data
de 15.000 a 12.000 años. En su etapa de culminación recibe influencias muy nuevas
que cambian completamente sus características culturales. Aparece desde luego en la
terraza baja de Viscachani, pero también se ubica en Lípez (Potosí, Bolivia), en Uruguay
y Norte América.
 Paleolítico Superior: Ayampitinense 13

13
Ayampitin. Sitio arqueológico ubicado en territorio argentino, que dio su nombre a la cultura
Ayampitenense, que se habría expandido hasta la actual sur de Bolivia y que según Ibarra Grasso
tuvo relación directa con Viscachani en el altiplano paceño. Se considera a las Ayampitenenses como
grupos recolectores y cazadores especializados por los restos líticos que fueron hallados como
piedras de moler y puntas de flechas trabajadas en sus dos caras arrojadas mediante un propulsor.
Pruebas de carbono 14 le han dado a esta cultura una antigüedad de 8000 años comparables con las
cuevas de Lauricocha en Los Andes centrales peruanos que tiene una datación de 9500 años.

41
Esta cultura se localizó en la terraza de Viscachani, La Candelaria (Chuquisaca); Potosí;
Carangas (Oruro); Vila Vila y Cliza (Cochabamba). Se difundió en Córdoba
(Argentina); Lauricocha (Perú central); Jobo (Venezuela) y Norteamérica. A decir de
Ibarra Grasso, estos son los “paleolíticos superiores” (Ayampitinenses) de quienes
descenderían los “pueblos cazadores del Chaco” (Matacos, Tobas, Zamucos y otros);
en tanto que (siempre según el texto), los Sirionó oscilan ambos orígenes (20.000 a
30.000 a.n.e.).
Supone la aparición de un nuevo pueblo portador de “una cultura más evolucionada
que la precedente”. Cronológicamente se compara a “un Solutrense pleno y tardío de
la prehistoria de Europa”, con una antigüedad de alrededor de 10.000 años antes del
presente. Es la transición entre la etapa neolítica y el precerámico.

I. PRECERÁMICO: 10000-2000 a.n.e. (12.000 AÑOS ANTES DEL


PRESENTE)

Nuestros primeros pobladores del continente se caracterizaron por una economía de


caza y recolección “adaptada a los distintos medios geográficos”, refiere Marcos R.
Michel López14; período que se caracteriza por la ausencia de cerámica y se divide en
dos fases: final del Pleistoceno (¿?-10.000 a.n.e.) y durante el Holoceno (10.000 / 2.000
a.n.e.). Se supone que al final del Pleistoceno en el altiplano fue infructuosa la
habitabilidad humana por sus permanentes glaciales y condiciones climáticas adversas.
En el Holoceno tales condiciones climáticas cambiaron, dando lugar a la habitación
humana en Tierras Altas, dándose migraciones importantes hacia diversas zonas
habitables. Se trata de una economía de caza y recolección con cierta organización

Marcos Michel López: “Arqueología de Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período Prehispánico 1.
14

Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del Banco Central
de Bolivia. La Paz, 2006.

42
social en bandas y movilidad territorial amplia para el aprovechamiento de recursos,
tomando en cuenta las características regionales y locales.
 Wariwiraquchuruna 5.475 a.n.e. Duración: 800 años.

Son los Wari aquellos habitantes del paleolítico superior que ingresan en escena, con
Guamán Poma, prosigue nuestro autor:

La época Wari como primer período de índole paleolítico, recordada por la


tradición, no puede dejar lugar a dudas, dadas las características lingüísticas que
ostentan las toponimias y la veneración que ha subsistido hasta nuestros días. La
voz wari es de inconfundible origen uru, pues Wa, en dicha lengua, significa
árbol, y wari, arborícola; voz que ha pasado al aymara y al quechua sólo como
prefijo designativo de primitivo, elemental o salvaje como wariwicuña, animal
salvaje en aymara, y warik´ulla flor de enea que una vez seca sirve para alumbrar
la caverna.

Nos las habemos con un hecho debidamente justificado por la ciencia empírica,
prosigue Ramiro Condarco Morales:

Conviene tener presente que Ulloma, sobre las orillas surorientales del lago
Minchin, se halla a 65 kilómetros de Viscachani y tanto como Curawara, al sur,
Calamarca al noreste, Sica Sica al este, Achiri al Oeste eran el perímetro de una
enorme reunión de cuadrúpedos cuyo epicentro era Viscachani, zona
estratégicamente situada a 30 kilómetros del más alto avance nororiental del lago
meridional, el Minchin, por un lado, y a 60 kms de la zona septentrional de la
lengua acuática suroccidental del lago boreal, el Ballivián, por el otro. Esto
significa, desde el punto de vista antropogeográfico, que la ruta más adecuada

43
para el desplazamiento de las primeras hordas de recolectores de raíces, frutos
silvestres y moluscos eran las orillas orientales de los lagos prehistóricos, dadas
las mejores condiciones climáticas imperantes en los Andes orientales,
condiciones así calificadas para los estudios geológicos relativamente recientes, y
que por lo mismo permitían mayores posibilidades de disputar a los animales las
copas de los árboles y más que todo, las cavernas.

Se ha estimado que los “gigantes Wari” medían alrededor de dos metros y medio,
superando notablemente a los posteriores migrantes de Asia –estatura media- y los de
origen oceánico “que no superaban la talla de 1.70 metros a lo sumo”. Se trató de
“recolectores de frutos espontáneos y de crustáceos y peces, pero también, de
conocedores del uso del fuego, como arma de defensa”. La tradición del diluvio
(Unupachakuti) revela que tales Wari vivieron en un cataclima, en una época que
Guamán Poma sugiere menor a 800 años (5475 / 4675 a.n.e.), con sólidas bases de vida
nómada, que concluiría por la presión de nuevas corrientes migratorias demográficas
procedentes del norte hacia los Andes Centrales, conviviendo con las anteriores, que
finalmente se desplazarían hacia el sur.

 Wariruna 4.675 a.n.e. Duración: 1300 años.

La denominada comunidad primitiva logra el agrupamiento de los hombres en torno a


la satisfacción de sus necesidades materiales y la defensa del grupo, se producen ciertos
efectos relativos a la esfera social de convivencia, como refiere Alipio Valencia Vega : 15

15
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.

44
Las ocupaciones sucesivas notables son: la recolección, la caza, la pesca, el pastoreo
y un incipiente cultivo de la tierra. La propiedad es común y la división del trabajo
que nace de la actividad de la familia, como comunidad de descendencia, se basa en
las aptitudes y diferencias naturales de sus miembros unidos por vínculos de
parentesco. En esta comunidad, las ideas son resultado de las condiciones materiales
de la vida, y la concepción acerca del mundo es infantil, reflejando el escaso dominio
humano sobre la naturaleza y la propia organización social.

Más allá de asumir como infantil un período conocido como “la infancia del género
humano”; debe recalcarse que dicha comunidad primitiva “no es autoritaria y los
hombres son iguales entre sí en derechos, rigiéndose por las determinaciones
colegiadas de los más adultos”. En el transcurso del tiempo, mediante un proceso que
duró siglos, como respuesta a las necesidades múltiples de la colectividad, aparecen los
jefes electivos (primus inter pares).
En cuanto a las jefaturas, existe un jefe –normalmente el más anciano del grupo- que
solamente representa el rol de primero entre sus iguales (primus inter pares) “que
conserva su autoridad mientras son necesarias sus funciones”, pudiendo su mandato
revocarse en cualquier momento. Tratándose de este diseño de comunidad estatal -a
decir de Alipio Valencia Vega-, “en esta etapa todavía no hay Estado”, que surge “de
modo necesario en la comunidad”, como “fenómeno social que sobreviene en
determinada etapa histórica” y en cuanto se cumplen determinadas condiciones
histórico-sociales:

Sin embargo, hasta que se produjo el Estado dentro de la evolución social, los
hombres estuvieron unidos anteriormente en comunidades por diversos vínculos no
autoritarios. La comunidad primitiva se transforma en comunidad estatal, es decir
política en el instante en que las relaciones humanas, tanto con la naturaleza que le
provee de recursos, como con sus semejantes, hacen necesaria la presencia de una
autoridad o gobierno con poder de coacción, para imponer a los hombres un modo
general de convivencia y la obediencia a determinadas reglas de conducta. Al
respecto, Harold L. Laski afirma que el Estado es “una sociedad de individuos
sometidos por la fuerza, si fuese necesario, a un determinado género de vida”.

Nos hallamos en la fase donde la horda evoluciona hacia la gens o clan, o sea, Ayllu: el
Mesolítico. La Gens o Clan –familia consanguínea sedentaria y agropecuaria de común
ancestro sin propiedad privada- conocida en Abya Yala como Ayllu –familia
consanguínea agroecológica de antepasado común y uso comunitario de la tierra- y sus

45
equivalentes Mesoamericanos; marcó el fin de los accesos sexuales indiscriminados,
inaugurando el Neolítico, del que refiere Manuel Morales Dávila : 16

Como consecuencia de ello comenzó a identificarse a la ascendiente más cercana: la


madre, cuya autoridad llevó al matriarcado o gobierno de las madres. Más tarde se
identificó a los padres. Siempre en un grado ascendente de profilaxia social (que es
una necesidad eugenésica no conciente), se impuso la monogamia, después de un
largo y gradual proceso de limitación a las relaciones sexuales, que comienza por
excluir a las distintas generaciones (madres e hijos) del comercio carnal, luego a los
hermanos, etc.

Impuesta la monogamia en desmedro de la poligamia y poliandria; dada la


identificación superior del padre, se impuso el patriarcado. Nos las habemos con la
progresión de una Comunidad de sangre. Se trata de una cultura innominada que Dick
Ibarra Grasso denomina Ayapitinense III, que resulta de elementos nuevos
pertenecientes a una nueva cultura que se mezclaron “intensamente con la anterior”;
producto de la actividad cultural desarrollada por “un pueblo invasor que acaso trajo
consigo los primeros individuos de la raza Andina”. Sus vestigios líticos (flechas de
piedra) se ubican en la “terraza baja” de Viscachani, Oruro, Potosí, San Pedro de
Atacama, Argentina y Perú. Es muy similar al europeo “Mesolítico desarrollado”.
Relata Ramiro Condarco:

En todo caso y de ser comparable su existencia sería “relacionable” con un período


medio de las Culturas del Desierto (Estados Unidos), con ciertos yacimientos proto-
agrícolas mesolíticos de la costa del Perú, con el Ge de los Lánguidos, y
“corresponderían” a las culturas agrícolas precerámicas análogas a las que la Escuela
Histórico-Cultural ha llamado “Cultura de la Azada o Matriarcal de las dos clases” y
tal relación contribuirá a explicar algunos importantes hechos sociales que se
presentan en las civilizaciones andinas como la división de ayllus “antiguos y
actuales”, la presencia de “dos clases distintas” (“arriba y abajo”) y la división de la
llamada sociedad incaica en “clases de edad” o callis.

16
Morales Dávila Manuel, Morales Olivera Manuel: Derecho Constitucional. Cuatro Temas. Trabajo
colectivo supervisado por Manuel Morales Dávila, catedrático – UMSA. Sexta edición. UPS
Editorial. La Paz, 2000.

Subrayados nuestros.

46
Se trataría de los Antis y Waris, Comunidad surgida del entrecruzamiento de indígenas
bolivianos con las corrientes migratorias Arawak, del norte y Nórdicas, del sur costero.
Así, los Antis (que dieron el nombre a Los Andes), se bifurcarían en dos direcciones:
Tierras Altas (Tiwanaku) y Tierras Bajas (Mojos). En todo caso, lo anterior se inscribe
en el plano hipotético. Veamos a los Waris. Nos las habemos con una Segunda Época
de Poblamiento: los Wariruna de Poma, probable Mesolítico. En efecto:

G. Poma considera a los Wariruna, no como inmigrantes recién llegados sino, más
bien, como los herederos de los anteriores y primitivos Wari/s/, que como los
precedentes se conservaron en estado de ateísmo inicial, pero que comenzaron a
trabajar “Chajras”, “Andenes” y “acequias”, carecían de casas, aunque construyeron
p´ukullu/s/ o viviendas de base circular similares a un “horno”, vestían con “cueros”,
y no adoraban ídolos ni waka/s/, pero tras labrar la tierra por muchos años, pero no
por más de 1.132, por ser bastante determinativo en el manejo de fechas, conocieron
y reconocieron a su Creador, pero sin practicar idolatría alguna, buscándolo donde
estaba. Organizaron la vida familiar y el respeto a los mayores. Con el tiempo
desarrollaron tres clases de vestuario: el de “hojas de árboles”, el de “estera de paja”,
y el de “cuero sobado de animales”.

El período del paleolítico es el más prolongado de la prehistoria y abarca desde los


orígenes mismos del género humano hasta diez o doce mil años a.n.e.;
aproximadamente; bajo condiciones de vida completamente diferentes a las de hoy.
Hubo grandes cambios ecológicos casi desconocidos o inexplicables para la
humanidad; principalmente en cuanto al clima, flora y fauna; lo que hizo del ser
humano un guerrero agrupado bajo la forma de horda, capaz de luchar enérgicamente
para sobrevivir como especie viviendo en cavernas naturales que le protegieren de otras
especies más fuertes; primero; y obtener la preeminencia animal dentro de los
mamíferos y todas las especies planetarias; después; cuando el uso del fuego y la
confección de armas le permitieron defenderse de animales feroces –inicialmente-,
para luego utilizar las mismas armas (un tanto mejor elaboradas) en la caza/pesca de
aquellos, y su dominio, gracias al uso del arco y flecha, que le permitieron utilizar armas
arrojadizas en una mayor eficacia de su actividad cazadora y militar.


El término “acequia” se aplica al despertar de los primeros “suka kollos”.

47
 EDAD NEOLÍTICA

Hablamos ahora de una muy demográficamente prolífica Tercera Época de


Poblamiento de Abya Yala, o período Neolítico, de los Purunruna (camino al
Megalítico o Civilización Formativa). Este período se conoce tradicionalmente como
Agrícola Incipiente o Agrícola Antiguo, un período de agricultura “sencilla, combinada
con pesca y caza y recolección de plantas alimenticias silvestres”. Mientras el “Oriente
Boliviano” recibe a las culturas medias o neolíticas, el espacio Andino “influencias”
civilizadoras por la dificultad de arraigo agrícola, que en oriente es menor.
La altiplanicie constituye la “comarca ideal para el neolítico pastoril” señala Condarco,
incorporando aquí las sociedades pastoriles “sistemas de macro adaptación” o “sistemas
de archipiélagos verticales”. Esta era de los Purunruna de Guamán Poma, es la tercera
época protohistórica que fungió como artífice de la agricultura, perfeccionándola
mediante “laboreo de chajras, acequias ‘de agua’, rompieron ‘tierra virgen’ y
construyeron ‘andenes en las quebradas’”. También fueron pioneros de la minería de
plata y oro. Levantaron casas de piedra y caminos; organizando la familia y sociedad
mediante “ordenanzas y leyes” que procuraban “la guarda de la virginidad y el repudio
al adulterio”. Así:

La sociedad se dividió en castas laborales de acuerdo con el trabajo desempeñado


por cada familia. Se instituyó la paz interna: “no se matavan ni rreñian”, como
consecuencia de sus borracheras y fiestas. (…) Cada casta tenía su vestido propio.
Finalmente, alzaron “reyes”, “señores” y “capitanes”, y milicia que en cierto
“pueblecito” “el más chico”, especifica G. Poma, sumaba de “dies mill a veyntimil
soldados”. Finalmente, asegura que una pestilencia o epidemia acabó con gran
cantidad de gente, pero más adelante, asegura que la riqueza creó la competencia
y la lucha tenaz entre uno y otro pueblo.

48
Los Purunruna adoraban a Pachacámac. Éste, a decir de Fernando Montes, era Dios
Hacedor y espíritu maligno: “en oposición al Sol”, Pachacámac crea el dominio de lo
Bajo (la costa, el subsuelo, la primera humanidad); “e impera sobre él”. Es una
divinidad de carácter ctónico: “Pachacámac significa tierra que brama o hace ruido, vale
decir, temblor”. Es “un dios antioficial que contiene en sí la potencialidad para desatar
un cataclismo cósmico o pachakuti capaz de dar fin con el orden civilizado”. Este
carácter puede ser explicado en atención a que Pachacámac fue la principal deidad de
los ichmas, “una etnia muy poderosa que fue conquistada por los incas”. Tras la
conquista, fue tanta la veneración andina que los incas respetaron su culto. Un “común
simbolismo ctónico vincula a Pachacámac con Amaru”.

Katequil (Aru), Amaru (quechua) y Katari (aymara) representa un ser monstruoso y


maligno de grandes poderes sobrenaturales, simbolizado como una serpiente. Es una
divinidad ctónica que encarna las fuerzas naturales imposibles de dominar por el ser
humano. Los terremotos, catástrofes y pestes; en fin; las fuerzas amenazantes de “la
naturaleza salvaje contra el orden civilizado”; resultan asociados con la serpiente, que
anuncia el pachakuti o “cataclismo transformador que conmueve desde su base a la
organización social” y, por tanto, se opone al orden establecido. El Amaru “representa
a las comunidades periféricas subordinadas a un poder central, el cual está simbolizado
a su vez por el halcón o wamán”. Se opone al orden central, es una serpiente “antioficial,
periférica y subversiva” que preside las rebeliones contra el poder central. En síntesis,
la serpiente “se opone al orden establecido” porque “encarna simultáneamente a las
fuerzas destructivas de la naturaleza que amenazan al orden civilizado”, a “las rebeliones
de la periferia (que ponen en peligro el orden hegemónico de un centro de poder)”, y
“al pachakuti o cataclismo transformador que conmueve el orden cósmico”. Éste dato
es bastante indiciario, pues revela el Pachakuti Neolítico.

49
Volvamos a los Purunruna. Fueron los artífices de la agricultura incipiente Wari,
generando paralelamente un tipo de agricultura transhumante o nomádica por la
necesidad de búsqueda de pastos. También fueron navegantes. Finalmente,
corresponde referirse al origen, estirpe y condición de los purunruna:

Varias opiniones anota Poma sobre su origen: Una, la de que ellos hubieran
salido de cuevas, de ríos y de peñas o lagunas. Otra de acuerdo con la cual
procedían los purunruna “de la casta de judíos” y que por ello debieron ser
“barbudos, zarcos y rubios”, y si eran de la “casta de turcos y moros” debían ser
también barbudos como esos otros. Otras tradiciones aseguraban, añade
finalmente Poma, que “eran” simples “salvajes animales” como cualquier
“bestia”, y que no conocieron ni Creador, ni sementeras ni casas ni armas ni
fortalezas”, criterio que Poma desestima claramente en las últimas
consideraciones que dedica a ellos.

Esta última versión peyorativa es la que adoptaron los sacerdotes católicos como
herencia, propalándola en sus escritos sobre los Urus (sus descendientes) que trajeron
los aymaras, destructores del período megalítico de Tiwanaku.
Los Urus constituyen uno de los grupos étnicos más antiguos de Bolivia
(aproximadamente 10.000 años), conservando hasta hoy características culturales pre-
tiwanakotas. Se sabe que poblaron “toda la región del eje lacustre que va desde el río
Azángaro, el lago Titicaca, el río Desaguadero, el lago Poopó y los salares”; regiones
costeras como Arequipa, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí (durante la Colonia).
Refiere Ximena Medinaceli:

Esta cultura se caracteriza por el dominio del agua, son pescadores, navegantes,
maestros en el uso de la totora con la que construyeron no solamente balsas sino
también islas artificiales y aún su vestimenta. Debido a las sucesivas olas de
poblamiento y al dominio de las regiones originalmente pobladas por Urus, se
50
fueron fusionando con distintos grupos étnicos, primeramente lo hicieron con
los puquina, y después fueron dominados por grupos de lengua aymara.

Su desarrollo pleno fue en el actual Oruro y probablemente fueron los pobladores de


Wankarani. Fueron considerados como especialistas en el contacto con los dioses del
“mundo de abajo” o manqa pacha. Actualmente quedan tres grupos conocidos:
Chipaya, Uru Murato y Urus de Iruito.
Empero, las dos primeras tradiciones Wari nos permiten ver que los purunruna
descendieron –en parte- de “bandas provenientes del mundo blanco”, puesto que había
existido en América prehispánica “población blanca y rubia de acuerdo con el
aceptable criterio de científicos como el de Remy Catevielle – Giraudett y Paul Rivet”.
También lo confirma el testimonio de Pedro Pizarro “según el cual hubo en su época
naturales más blancos que los propios españoles”.
Los purunruna (o Wuruwuru, como se autodenominaron, antecesores de los Urus y
Bororó del Mato Grosso), cayeron en la edad del Awuka o guerra. Éstos habrían
“salido” de “lagunas y ríos”. Fueron los blancos, desde el mar, de origen nórdico, ario,
polinesio e incluso macedonio, si aceptamos la muy plausible tesis de que la “flota
perdida de Alejandro Magno” habría recalado en Abya Yala; y desde el oriente,
migrantes que seguían a Jasón en la búsqueda del Vellocino de oro, esto es, Argonautas.
Nos las habemos con los Viracocha/Tiwanaku, que hacia el Beni emparentarán –vía
Antis- con los Arawak, dando vida a Moxos.
Pero la expansión estuvo lejos de detenerse en los anteriores perímetros, dado que
miembros de este grupo prosiguieron su marcha hasta llegar al noroeste argentino.
Finalmente, señala Dick Ibarra Grasso:

En la raza, los constructores de Tiahuanaco han sido originariamente blancos,


aunque mezclados con mongólicos. Hoy mismo se puede ver en muchos
indígenas de habla aimara rasgos que denotan ese origen blanco primitivo, como
por ejemplo la nariz prominente y a veces encorvada, lo cual es un rasgo típico
de una de las razas blancas y que nunca aparece en los pueblos mongólicos.
Naturalmente estos pueblos se mezclaron con los que de más antiguo habitaban
en la región.

El autor hace bien anotando que ciertos rasgos tiwanakotas perviven a través de
indígenas de habla aymara; no aymara propiamente dichos, ya que los tiwanakotas
pertenecen a una cultura diferente a la aymara, que asimiló varios de sus rasgos, pero
no tuvo un origen común, cual era la creencia antigua de historiadores y antropólogos.

51
El Altiplano Sur constituye la región de Lípez en el Período precerámico (10.000 /
1500 a.n.e.), que se ha caracterizado por la antigüedad de sus tradiciones líticas, las que
se remontan a las épocas de poblamiento del altiplano. Correspondería al
“Paleoindígena Superior (Pleistoceno final)” una incursión en Lípez de cazadores-
recolectores especializados. Los sitios arqueológicos del lugar se clasifican en las
categorías siguientes: Talleres líticos, paraderos y campos de caza.
Los Valles de Potosí ofrecen dos áreas culturales, a saber: a) los valles altos y medios
de la cuenca del río Yura de Toropalca, los más poblados; y; b) las mesetas altas de
Porco17 y alrededores, ligados a la ganadería de llamas y caravanas comerciales, así como
actividades mineras. El Período Precerámico de los valles medios y altos de Potosí
(6000 / 2000 a.n.e.), se halla cobijado en la cuenca del río Yura y se caracteriza por la
ocupación de cuevas o abrigos rocosos en las cercanías de ríos, con restos de pintura
rupestre. Por otra parte, en un sitio de las mesetas altas de Porco, se ha evidenciado un
campamento estacional de cazadores.
En el Valle de Tarija, la cerámica “Tarija Inciso” correspondiente a los agricultores
tempranos de Sudamérica puede ser fechada hacia el final de Wankarani18.
B. FORMATIVO (2.000 A.N.E. / 400 N.E.)

17
Porco. Yacimientos de plata ubicados a treinta kilómetros de Potosí. A diferencia de las minas del
cerro rico de Potosí, fueron explotados por los Inkas.
18
Wankarani. Montículo ubicado en el departamento de La Paz, que dio nombre a la Cultura
Wankarani. El Centro de Investigaciones arqueológicas de Tiwanaku realizó excavaciones en este
lugar en 1966; hallando siete niveles habitacionales en catorce capas sedimentarias. Los restos de
viviendas tienen planta circular con cimientos toscos y cantos rodados sin labrar.

52
Aparecen las primeras sociedades sedentarias, alrededor del 2.000 a.n.e., “como parte
de un proceso iniciado durante el Período Precerámico Tardío”, anota Michel López,
destacando la “experimentación con el manejo de plantas” como los tubérculos,
gramíneas, cucurbitáceas, ajíes, maíz y otras variedades”, además del perfeccionamiento
de la crianza de animales que paulatinamente desembocó en un proceso de
sedentarización y establecimiento de aldeas y núcleos. Prosigue el autor:

Durante este lapso conocido en arqueología como el Período Formativo (2.000 a.C.
– cerca 600 d.C.) diferentes tradiciones culturales se formaron en varias regiones y
las trayectorias evolutivas de las sociedades comenzaron a diferir notablemente. Esto
es particularmente evidente entre las sociedades del Altiplano norte que sufrieron
complejos procesos sociales mayores a los de por ejemplo el altiplano sur.
Elementos como la adaptación al medio ambiente geográfico, estrategias en el
aprovechamiento de recursos, el desarrollo de diferentes tecnologías como la
cerámica, textilería, metalurgia, técnicas agrícolas y de conservación de alimentos, y
las características de la organización social además de los mecanismos de interacción
con otros grupos dieron lugar a una amplia variabilidad social y cultural.

No todas las sociedades siguieron los mismos procesos históricos y, por tanto, el final
de este período “varía según las áreas geográficas y regiones” en Bolivia y el resto del
continente. El continente americano fue bastante poblado antes de la llegada europea,
con diferentes culturas y pueblos cuyo contexto sociocultural fue diacrónico, esto es,
diversamente articulado en sus ciclos históricos y heterogéneamente concebido en su
desarrollo, que dista de ser lineal. Diversos grados y variadas hipótesis discurren al
respecto, desde las que se han erigido para explicar el origen del hombre de Abya Yala,
hasta las que clasifican sus civilizaciones bajo criterios operativos. Lo que se halla fuera
de duda, sin embargo, es que la más perdurable y antigua organización civilizatoria fue
Tiwanaku.

53
Las conjeturas arrancan de su propio nombre. Así, los aymaras lo conciben en dos
direcciones; la primera -señala Belisario Díaz Romero-, provendría del aymara thia-
huañacu (borde o ribera desecada) y la otra, fruto de los cronistas, parte de Taipi-Kala
(piedra de en medio). Su edad histórica oscilaría entre los 5000 a 3000 años a.n.e. Las
ruinas de tal civilización muestran el grado majestuoso que llegó a encarnar su
comunidad altamente organizada. Refiere Alipio Valencia Vega:

De aquí se desprende también que Tiahuanacu fue un pueblo organizado


políticamente; es decir, que había sobrepasado las fases simplemente gentilicia y
tribal, alcanzando una indudable madurez política, y por consiguiente, el pueblo
tiahuanacota ya conformaba un Estado con sus elementos característicos:
territorio, población y poder público. Tenía también un orden normativo o
Derecho, emanado de los organizamos respectivos del poder público. Sólo así se
puede comprender las grandes movilizaciones de contingentes populares para las
obras gigantescas que representan precisamente las ruinas. No se puede pensar
que tales obras hayan sido realizadas por una potencia o una serie de potencias
pura y exclusivamente individuales. Ha tenido que ser una organización colectiva
la autora de tales obras.

Fue la institución del Ayllu “la base fundamental e imprescindible” de la organización


estatal de Tiwanaku:

El ayllu, comunidad agraria de trabajadores de la tierra, que eran todos los


habitantes del territorio del Estado, era la organización que presidía la vida, la
actividad y la convivencia de todos los miembros de la colectividad. Los trabajos
públicos de caminos, de templos, de palacios, de puentes y calzadas, de
acueductos y acequias, de andenes de terraplén para la agricultura, de casas, no
eran trabajos individuales, porque todas esas obras no eran de propiedad
individual, sino colectiva, del ayllu, y por consiguiente todos los miembros de éste
tenían que concurrir obligatoriamente, pero no bajo regímenes de violencia y
atropello, a su construcción. Sólo así también puede ser explicada la magnitud y
majestad de las obras de Tiahuanacu.

La organización política adquiere connotaciones diversas, reflejando su sistema de


autoridad a la estructura de gobierno capaz de instituir una norma colectiva de validez

54
general. Ésta, dará vida a la institución política, que por antonomasia designaremos
como estado. Sostiene Alipio Valencia Vega19:

El Estado se construye necesariamente en la sociedad; por consiguiente, es un


fenómeno histórico-social que requiere para su existencia, de determinadas
condiciones. Este fenómeno se realiza en la superficie territorial de la tierra, la
cual contiene diversas agrupaciones humanas que en cierta etapa histórica se
presentan como poblaciones estables y permanentes. Ya están entonces, dados
los elementos del Estado: el territorio y la población. La sociedad es el medio
natural de desarrollo del hombre, que no podría existir fuera de ella tal como no
se concibe la existencia de la sociedad fuera de la naturaleza; la sociedad es, pues,
la base de toda población. En cuanto al territorio, es la base física, es decir, la
fundamental base de sustentación de la sociedad.

Territorio y población como elementos básicos, delimitan la organización estatal como


un hecho político. Nos las habemos con una antítesis: Ayllu versus Estado.

Es menester –en dicha perspectiva- atender el aporte de Hans Kelsen, quizá el más
cercano a la configuración de la organización política o estado amerindio. En efecto, el
representante de la Escuela de Viena afirma que “el Estado es pura y simplemente un


El concepto estado será escrito así, con minúscula, excepto cuando una cita bibliográfica disponga
el sustantivo con mayúscula, como es frecuente en los autores modernos, principalmente.
19
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXIX pp. 418 y ss. La Paz, 1985.

55
sistema normativo: el del orden jurídico vigente, confundiéndose allí el Estado con el
Derecho”. Luego, a decir de Alipio Valencia Vega20:

El Estado para Kelsen es el sistema de derecho vigente que es llamado Estado


cuando se lo concibe personificado y unificado, o sea en forma de persona. La
persona jurídica colectiva, según Kelsen, es en realidad, una síntesis o sistema
unitario de normas que regulan la conducta recíproca de una serie de hombres.
Cuando esta síntesis o sistema se refiere solamente a un orden parcial de normas,
se trata de la personalidad jurídica de las asociaciones, corporaciones, gremios,
etc. Pero si este sistema o síntesis engloba la totalidad del orden jurídico, como
unidad, como centro común de imputación de todas las acciones estatales, se
trata del Estado como persona. Por consiguiente, el Estado es la personificación
simbólica y metafórica de la totalidad del ordenamiento jurídico y positivo.

Entonces, “todos los problemas de la Teoría del Estado, son planteados y resueltos por
Kelsen como cuestiones jurídicas”, dado que será ese “su único y peculiar sentido”. El
conjunto de fuerzas psicológicas, “provocadas por la representación de normas jurídicas
y que obligan a su cumplimiento”, constituyen el poder del estado, que se resuelve –en
última instancia- “en la fuerza psíquica motivante de conductas humanas, que es
ejercida por las representaciones de las normas del ordenamiento jurídico”.
Como elemento del estado, el territorio constituye “la esfera espacial de vigencia del
orden jurídico”, es decir, “el espacio dentro del cual tiene validez un sistema jurídico
positivo”. Ergo, el pueblo o población es “la esfera humana de vigencia del Derecho”
y la soberanía consiste en “una cualidad lógica y superior del orden jurídico como
totalidad, cuya validez positiva no deriva de ningún otro orden normativo superior”. En
resumen, “el concepto de lo estatal coincide con el concepto jurídico y la relación entre
Estado y Derecho es una relación de identidad. El Estado y el Derecho se identifican
y confunden”.
La cuestión fundamental referida a “la ordenación jurídica gradual del Estado”, en
Kelsen, puede ser explicada a partir de una “hipótesis originaria de la norma
fundamental”, siendo esta:
...la norma que, única en su especie, sirve de base en el sistema integral del
Derecho a la unidad de la ordenación en su desarrollo y movimiento propios.
20
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXIX pp. 420 y ss. La Paz, 1985.

El concepto jurídico positivo aquí se referirá necesariamente a la validez, eficacia y obligatoriedad
de la norma y no así al concepto tradicional de derecho positivo escrito.

56
Sólo la norma fundamental o constitucional no procede de la ordenación jurídica,
y el conocimiento jurídico la presupone. Esta norma originaria impone en un
comienzo un órgano generador del Derecho y forma así la Constitución en
sentido lógico-jurídico.

Nos las habemos con una teoría “pura” del estado y del derecho con eficacia social e
ideológica, dotada en su despliegue de un amplio grado de validad. Al respecto,
Herman Heller señala que, al identificar al estado con el derecho, Kelsen desarrolla
una teoría del estado sin estado.

Aparentemente, la geografía de los Andes tiwanakotas difiere sustancialmente del


yermo actual. La referencia importante del ayllu marca el origen social de una
civilización que se ha desenvuelto exitosamente y de la que se conoce muy poco,
existiendo múltiples hipótesis de trabajo acerca de su génesis y características
principales. Veamos ambos elementos.
Procedentes de Los Andes y el Mar Pacífico, los tiwanakotas son agricultores
clasificados en el nivel “eneolítico” (cobre y piedra) cuando emergieron y habrían
ocupado su territorio alrededor de 1.000 a.n.e. Sin embargo, gracias a investigaciones
realizadas en base al carbono 14, quedó establecida entre los años 950 a 1250 de
nuestra era, precedidos los trescientos años referidos por aproximadamente 1500 años
de preparación y desarrollo lentos.
Se trataba de una expansión pacífica y doble, que adquirió rasgos irreversibles. Por una
parte, su economía pujante y desarrollada en materia de agricultura, hizo que cuando
se relacionare con otros pueblos, gracias al fluido intercambio, éstos ya no pudieren
cortar sus vínculos con Tiwanaku a riesgo de caer en el desabastecimiento, a la par que
sus propios productos quedarían varados. Por otra, su forma de gobierno
descentralizado autonómicamente, pero con un sistema de autoridad central en la

57
cúspide, combinaba tanto la economía como la cultura, civilizando así a todos los
pueblos que contactaron con ellos, incluidos los rivales ulteriores que también
avanzaron en sus formas organizativas gracias al influjo Tiwanakota. Sus mejores
ejércitos fueron crear y producir: cultura y economía. Pensamiento propio.
Con la existencia de un tipo de propiedad privada de bienes, las relaciones humanas
adquieren complejidad y extensión vasta, originándose al interior de la sociedad
agregados diferenciales como las castas, estamentos, gremios y clases, elementos que,
correlativamente, permiten el “desarrollo amplio del Estado como institución política”.
Efectivamente, de la inicial defensa externa y orden público interior; los campos de
acción del estado abarcaron mayores intervenciones en el contexto de las relaciones
económicas, políticas, sociales e ideológicas de la comunidad humana.
Pero la configuración estatal de Tiwanaku no es un capítulo cerrado, sino más bien la
invitación a investigar sus estructuras sociopolíticas. Los autores Jorge Echazú Alvarado
y José Huidobro Bellido21 aportan elementos importantes al respecto, más allá de
considerar a Tiwanaku en sentido estatal o no. Señalan ambos la sucesión de modos
históricos que van desde una formación social aldeana simple hasta otra urbana,
contemplando tareas de gobierno que denuncian cierta configuración político
administrativa compleja, de acuerdo a las necesidades que le cupo responder.

Al respecto, resaltan que la forma de un “Ayllu” fue predominante por el período de


mil años, cediendo paso a otra configuración ampliada que, colegimos, deviene cierto
tipo de autoridad en escala mayor, resaltando su forma primigenia en progresión
ascendente. Por antonomasia, reseñan la aparición de funciones especializadas a nivel
técnico y ritual que desempeñaron labores de gestión variada, desde construcciones
hasta registro económico social dada la población amplia que en sus mejores épocas
habría llegado a cien mil habitantes, fundando ciudades de segundo orden como
Lukurmata, Ojje, Pacchiri, etc. Prosiguen los autores:

21
Jorge Echazú Alvarado y José Huidobro Bellido: “El Estado Tiwanakota”. Policopiado. La Paz,
s/f.

58
Referente a la recolección de tributos con el fin de mantener a funcionarios y
poder erigir obras de carácter público, resulta obvio, ya que así se aprecia a través
de casi todas las culturas andinas. Tributos pagados no en bienes sino en trabajo.
Trabajo dirigido en las obras públicas y el tributo para los funcionarios a través
de los excedentes de producción.

La existencia de clases –mutatis mutandis- y estamentos en el seno de la cultura


tiwanakota puede observarse a través de su arquitectura –concretamente las residencias,
como es el caso de Putuni y Kerikala-, donde se aprecian edificaciones diferenciales y
de élite. Resaltan los autores que tales construcciones de piedra –propias de palacios,
templos y residencias especiales-, difieren de las populares, hechas de adobe. En cuanto
a la ideología, refieren los autores:

En Tiwanaku esta ideología está plasmada en el friso superior de la denominada


Puerta del Sol, donde se aprecia al personaje central denominado como Dios de
los Báculos, rodeado de otros personajes que a las claras representan jerarquía
menor. Esta simbología traductora de la ideología dominante fue impuesta por
los tiwanacotas en regiones muy alejadas de su hábitat primigenio, caso de Wari
en Ayacucho y Nazca en la sierra y costa central del Perú respectivamente. Para
nosotros, por lo menos, el personaje central o “Dios de los Báculos” representa
(entre muchas otras cosas) a esa burocracia agraria dominante y los demás
personajes vistos de perfil estarían representando a los dominados.

La figura de clase y estado, predominante en la modernidad, puede oscurecer su


análisis; empero; reinterpretando contemporáneamente sus idearios, quizá resulten
elementos coadyuvantes a la intelección cultural sin acceder a una estructura tradicional
de clases dominantes y dominadas, apareciendo más bien figuras estamentales de
significación diversa… En síntesis, el estado tiwanakota fue “agrario colectivista”
inspirador del Tawantinsuyo. Luego:

En Tiahuanacu ha habido ese pensamiento que no se ha caracterizado


seguramente como un compartimiento ni un segmento del pensamiento general
de aquella sociedad, sino que ha estado inmerso en las ideas sobre la organización
social, sobre la autoridad, sobre la jerarquía de administradores, sobre la religión,
sobre el trabajo social, sobre la propiedad colectiva.

59
De las culturas Tiwanakota, aymara, keshwa y guaraní “queda mucho por descubrir y
estudiar”, prosigue Alipio Valencia Vega, resaltando las deformaciones que los
cronistas coloniales, “con su criterio feudo-católico”, llevaron a cabo. Sin embargo,
tanto los relatos orales como las investigaciones recientes, pueden brindar algunos
“lineamientos generales de la idea política de los pueblos autóctonos de Bolivia”.

En el Altiplano Sur, durante el Período Formativo en Lípez (1500 a.n.e. / 200 n.e.),
existieron vinculaciones con Wankarani y el noroeste argentino.
En los Valles de Chuquisaca, la tradición estilística Yampara es matriz de las
22

posteriores, observando un origen Arawak que penetró los valles bolivianos hacia el
formativo tardío, evidenciando así raíces migratorias de tierras bajas hacia tierras altas
en la prehistoria, razón que nos lleva a pensar que la hipótesis acerca del carácter
milenario del país, resulta muy acertada. Existen además la cerámica Omereque23,
Chicha Bicromo, Mojocoya tricolor.
El Período Formativo (1200 a.n.e. / 600 n.e.) de los valles del sur (Potosí), ha sido poco
estudiado hasta tiempos recientes. Para los valles altos y medios de Yura, se describen
los asentamientos correspondientes a este período como lugares ubicados en la base de
los valles cerca de los ríos presentando viviendas de planta circular, cuyo material se

22
Yamparáez. Cantón y provincia de Chuquisaca, Ibarra Grasso realizó excavaciones encontrando
un peculiar estilo de cerámica al que dio el nombre de Yampára. Esta cultura se habría irradiado
hacia los valles de Cochabamba, donde fue encontrada con algunas variaciones.
23
Omereque. Población ubicada en la provincia Campero (Cochabamba), a orillas del Río Mizque.
Geraldine Caballero de la UMSS confirmo la ocupación de este sitio por Tiwanaku, en base a
trabajos arqueológicos que mostraron la existencia de tumbas afiliadas a esa cultura.

60
asemeja al de Wankarani, Chullpapata24 (Cochabamba) y el noroeste argentino.
Churquini Chullpa Playa es uno de los yacimientos más representativos de la región.
El sitio es evocativo de los “pueblos constructores de túmulos” de Wankarani.
El Período Formativo Tarija Inciso (2000 a.n.e. ¿?) se ubica en la quebrada de Lourdes,
al norte del Río Guadalquivir. El Tarija Inciso pertenece a la etapa de los agricultores
andinos posteriores a Wankarani (1000 a.n.e. / 500 n.e.).

C. PERÍODO DE LAS ALTAS CULTURAS: TIWANAKU (400 A.N.E. /


1.200 N.E.)

En la etapa conocida como PERÍODO DE LAS ALTAS CULTURAS:


TIWANAKU/MOXOS (400 A.N.E. / 1.200 N.E.), debe considerarse a Tiwanaku en
el rango de las primeras configuraciones estatales andinas. Tiwanaku fue un
“verdadero” estado con organización clasista y economía agrícola. Tiwanaku tuvo tres
estadios de paso histórico: aldeano, urbano e imperial. También se habla de Tiwanaku
tal cual una confederación comercial, basada en el establecimiento de redes de
intercambio intrarregionales que convergían en el sitio capital de Tiwanaku.
Actualmente la discusión de la naturaleza de Tiwanaku está centrada en dos posturas:
por una parte, se sostiene que Tiwanaku fue un Estado centralizado con importantes
bases agrarias, especialmente la producción agrícola en campos de cultivo elevados,
controladas por un aparato burocrático estatal. La otra postura sostiene que Tiwanaku
fue un Estado organizado segmentariamente, es decir, que las decisiones políticas y
administrativas no estaban centradas solamente en la capital. Por el contrario, existirían
diferentes niveles de decisión autónoma locales. Este modelo también enfatiza las
24
Chullpapata. Sitio arqueológico ubicado en Cliza, provincia Jordán (Cochabamba) en medio de un
montículo se encontraron pequeñas figuras líticas atribuibles ala cultura Wankarani, aunque podría
tratarse de un desarrollo cultural propio de la región.

61
estructuras organizativas andinas como el ayllu y proyecta estos principios para entender
la naturaleza del Estado. Queda claro, entonces, que entre los años 400 / 800 n.e.,
Tiwanaku alcanza una organización estatal evidente en un patrón de asentamiento
jerárquico cuatripartito a nivel regional, con centros de primer, segundo, tercer y cuarto
orden, establecidos de acuerdo al tamaño, función y status de cada sitio. Este patrón
estuvo directamente relacionado con los sistemas de producción agrícola tanto en el
valle de Tiwanaku como en Koani Pampa y otras áreas del lago. Tiwanaku alcanzó su
máximo apogeo entre los años 800 a 1.100 n.e., extendiendo su influencia por gran
parte de los Andes: Este estado se expandió a través de distintos mecanismos que
variaron de acuerdo a las regiones y a la complejidad de las entidades políticas asentadas
en distintos territorios. En algunos casos Tiwanaku estableció colonias para la
explotación de recursos complementarios como en Moquegua mientras que en otros
logró alianzas con élites locales creando relaciones de dependencia, o interacción
económica a larga distancia. Los mecanismos integrativos de tipo religioso que tuvieron
su origen en el período Formativo fueron de gran importancia para unificar a las
poblaciones de la cuenca dentro del Estado Tiwanaku. Una serie de ceremonias se
establecieron para crear lazos ideológicos e identidades compartidas. La periodicidad
y repetición constante de las mismas, vinculadas a una red de centros ceremoniales,
fueron de gran importancia en este proceso. Entre los años 800/1100 se produjo un
crecimiento generalizado de la urbe de Tiwanaku y los asentamientos de esta cultura.
La urbe presenta en Tiwanaku un centro cívico ceremonial con impresionantes
estructuras construidas en piedra labrada y adobe: Entre ellas destacan la pirámide de
Akapana, el templete semisubterráneo, Kalasasaya, y los palacios de Putuni y Kerikala.
Esta parte central se encontraba rodeada por áreas residenciales o barrios, áreas de
producción especializada como talleres cerámicos, líticos y otras facilidades. Tiwanaku
fomentó la intensificación agrícola en andenes, camellones y qochas ; logrando una
enorme transformación del paisaje circunlacustre y zonas aledañas.
Obviamente, la disputa política interna entre sistemas ético/ideológicos divergentes,
produjo el enfrentamiento directo entre los Taguapaca/Tunupa y los Viracocha,
logrando imponerse estos últimos, lo que supuso la salida de sus oponentes hacia el
otro lado del mar y la feminización de quienes deciden quedarse, que de una epopeya
histórica de carácter militar, pasan a ser los personajes centrales de una epopeya
geográfica, que culmina en una trama amorosa…

62
Cachi Pampa, Origen del Lago de Sal:
En la zona de Nor Lípez, departamento de Potosí, se extiende una vasta superficie
blanca y dilatada que se pierde en el horizonte. Es el Lago de Sal o Salar de Uyuni.
A medida que se asciende la cordillera se puede apreciar en toda su magnitud el
inmenso lago blanco que se extiende hasta la base del Tunupa, montaña de 5.321
metros de elevación.
Cuentan los indios que las montañas tienen sus horas malignas; que son montañas
terribles, bondadosas unas veces e iracundas cuando quieren. Dicen entonces que en
tiempos remotos estas montañas hablaban como nosotros, los hombres y que
obedecían mandatos de Pachacamaj.
Unas eran más poderosas que otras por sus riquezas minerales. Entre estas se encuentra
el Cuzco; dicen que contrajo matrimonio con Tunu Apa, hoy Tunupa. Su origen era
noble, su riqueza y su poderío le dieron cierta ascendencia sobre todas las montaña
subalternas. Por su parte Tunupa era de origen humilde, sin muchas riquezas, pero su
temple y hermosura se superponían a los atributos mineralógicos de su marido.
Esta diferencia hizo el desgaste de su relación, en especial para Cuzco, que ya se
encontraba en amoríos con una joven ñusta de las cercanías, Ckosuña.
Tunupa, acongojada por la infidelidad de su marido, sufría y lanzaba sus lamentos de
amor al viento, quien los recogía para llevárselos lejos.
Un día Tunupa decide presentarse con el Curaca, máxima autoridad de los montes.
Como buen Curaca, Mundo hizo comparecer a Cuzco, pero el insolente ultrajó a
Tunupa y apostrofó al Curaca.
Habiendo actuado de tal manera con la máxima autoridad, los ánimos se encendieron
y terribles tempestades se desataron ese día en los altos picos de las montañas
Cuenta la leyenda que intentando repeler la agresión de Cuzco, Tunupa lo golpea
violentamente, haciéndole volar el sombrero y dejándolo calvo como hoy lo
conocemos, Tunupa se va herida y triste caminando por la Pampa Aullagas donde el
cansancio la alcanzó obligándola a dormir en plena llenura. Al despertar vio que desde
el seno de la tierra surgía Pachamama su tierna madre, quien la consoló: “No llores hija
mía, ya he sabido todo lo que te pasó, Pachacamaj, nuestro padre me ha enviado para
que castigue las ofensas y así lo he hecho. Cuzco no será de hoy en adelante sino una
montaña árida y pobre, Ckosuña guardará toda su plata en lo más profundo de sus
entrañas y los hombres para encontrarla deberán hacer enormes galerías”
Tunupa escuchaba a su madre ahogada en sollozos, sus lágrimas eran ríos que se iban
extendiendo por la planicie “Tú te quedarás en esta llanura para ser útil a mis hijos, los
hombres. Serás la montaña más hermosa de la región” Diciendo esto desapareció y

63
Tunupa al intentar moverse no pudo, esto la entristeció aún más y lloró, lloró mucho,
incansablemente, mientras de sus senos salía leche acumulada por haber tenido que
dejar a su hijo con Cuzco.
La hermosa montaña lloró tanto que sus lágrimas se fueron mezclando con la leche
que manaba de sus senos expandiéndola por toda la planicie de la Pampa Aullagas
hasta formar el Lago de Sal.
Dicen que hasta el día de hoy Tunupa sigue llorando su infortunio y entregando su
leche blanca que coagulada con la sal de sus lágrimas, va formando la gran sábana
blanca del altiplano.

Ya vendría el tiempo de la venganza, junto a los migrantes asiáticos de origen Aru,


conocidos como Aymaras, junto a quienes destruyeron Tiwanaku…

SUMAJ ORCKO Y MALMISA


Epopeya geográfica del período Puquina que cuenta la alborotada huída del Malmisa
y su hija Sumaj Orcko, intentando escapar de fuerzas del mal que intentan apoderarse
de Sumaj Orcko con fines impuros. Se dice que luego de haber cruzado el sector de
Atacama por el Lago de Sal, pasando por la cordillera de los Lípez, penetrando la
cadena de montañas de los Chichas y dividiendo así esa cordillera cerca del Tomave y
Tolapampa, han llegado al sector del Tawaco Ñuñu. En este lugar Sumaj Orcko y
Malmisa se sentaron a descansar y cuando ya era tiempo de partir, el Malmisa le dice a
su hija que deben seguir adelante, pero Sumaj Orcko se siente muy cansada y no puede
levantarse ya que la travesía había sido larga, más aún con toda la plata que ella carga.
Malmisa, luego de suplicar con todas sus fuerzas -y cargado de tristeza- se va en busca
de ayuda; pero también estaba rendido y en su desfallecimiento fue a caer a los
Azanaques. Pasó el Pilcomayo y Tinguipaya y -muy cerca de este pueblo- se quedó para
vigilar a su compañera, que desde entonces puede verse en los alrededores del kari
kari.
Muchos años más tarde, dice la leyenda, llegaron unos hombres blancos, construyeron
muchas casas y se formó una ciudad que llevaría el nombre del cerro, Potosí.
Cinco mil agujeros se abrieron en la entraña de la montaña, hasta el día de hoy se le
sigue explotando y tal parece que continuará muchos años más.
Se dice que en las frías noches en que la luna deja su pálida pincelada sobre las
montañas, sólo el Thacka Colque oye un prolongado lamento de una voz que implora
protección, es el grito de dolor de una montaña que ahora se llama Potosí, grito que es

64
elevado por los vientos y llevado a los Andes donde solamente otra montaña responde
con ternura y dice:
- Desoíste mi súplica, desobedeciste mi llamado y te quedaste en esa superficie
donde el espíritu del mal que nos perseguía se apoderó de ti, ahora no me queda
más que acumular el metal que tú necesitas para enviarte en grandes tropas de
vicuñas y que Supay se encargue de rellenar los huecos de tus socavones
explotados.

La feminidad en Sumaj Orcko muestra el período histórico al que corresponde tal mito,
cuyo ciclo siguiente ha resultado masculino…
Alrededor del año 1100 Tiwanaku se desintegró estatalmente “por causas aún no muy
bien entendidas”, probablemente “una serie de factores sociales, ruptura de alianzas y
cambios climáticos adversos hayan coincidido creando situaciones insalvables que
produjeron la caída de esta entidad política”.
Tunupa y el Uturuncu:
Así como muchos creen que el Lago de Sal tiene su origen de las lágrimas mezclada
con la leche de los senos de Tunupa, otros tienen una historia diferente:
Cuentan los abuelos de la región lipeña que Tunupa era el dios joven del Altiplano,
que tenía el poder de desencadenar elementos y dominarlos. Su esencia era benévola
y de virtud, él buscaba la perfección humana y anhelaba el triunfo de la nobleza del
espíritu por sobre la ignominia del vicio y la grosera materialidad que tanto subyuga a
los hombres.
Tunupa recorre el Altiplano en su misión de apóstol: predica el bien y con su poder
transforma la tierra; puede elevar una montaña dotándola de metales raros y valiosos,
como también aplanarla, convirtiéndola en extensas planicies de cultivo.
Entre todas las montañas apacibles del lugar, se revela un día el Uturuncu, montaña
pérfida y envidiosa. Pero como Tunupa no permite insolencias, en castigo recoge todo
el odio, la perversidad y el malentretenimiento que andaban sueltos por ahí y los
acumula en la entraña de aquella montaña convirtiéndolos en humo negro y denso que
no pudiera esparcirse fácil por la humanidad.
Pero el mal lo corroe todo y aunque estaba oculto en sus entrañas, hizo del Uturuncu
una montaña aún más soberbia y orgullosa, es entonces que desafiando el poder de
Tunupa comienza a correr hacia el sur llevándose consigo un manto blanco, usado por
los montes buenos. Cubrió con él su escarpada cumbre y tapó con la blancura de la
nieve robada toda su ignominia.

65
Tunupa al que nada se le escapa, advirtió de inmediato el robo de la vil montaña y se
lanzó a su persecución con el fin de acabar con el mal que tanto daño hace a la
humanidad. La carrera fue frenética y cuando Tunupa se hallaba a poca distancia para
alcanzar a su enemigo, Uturuncu le lanza la nieve robada, la que cae también en una
llanura extensa sobre la cual se fue formando un lago blanco, tan blanco como la nieve.
El Lago sirvió de obstáculo contra Tunupa que al abrir por fin los ojos, se quedó
encandilado por la pulcritud del gran lago. Por su parte el Uturuncu siguió corriendo
sin mirar atrás y cuando ya lejos se detiene a mirar lo ocurrido, se quedó ahí para
siempre, elevando sus crestas hacia su orgullosa cúspide, que desde aquel día, resultado
de la fatiga y el cansancio dejó escapar el espíritu del mal desde sus entrañas en una
fumarola que continúa hasta el día de hoy esparciendo la fuerza maligna que tanto
confunde a los hombres.
Tunupa mientras tanto se halla en la orilla opuesta aguardando el momento propicio
para acabar con el cerro pérfido y ruin.
Durante la época de desarrollo de Tiwanaku, existieron varias sociedades emplazadas
en diversas áreas geográficas que interactuaron de muchas formas con tal estado y
llegaron a conformar Señoríos y Confederaciones de carácter preestatal. De tal forma,
este período no se refiere únicamente a Tiwanaku, sino a un lapso en el que diferentes
culturas interactúan entre sí con particularidades propias.
El Señorío Intersalar de Uyuni se ubicó en la frontera entre Oruro (Provincia Cabrera)
y Potosí (Provincia Daniel Campos). En él se registraron 110 sitios de ocupación
prehispánica, que arrojan un modelo explicativo de asentamientos precolombinos: La
región fue sede de una ocupación durante un período anterior al Intermedio Tardío,
aún no bien definido, eran grupos pastorales seminómadas de origen no determinado,
practicaron la trashumancia entre las tierras altas y bajas a través de los valles de Isluga
y Tarapacá hacia la costa del Pacífico. A principios del Intermedio Tardío (+-1000 n.e.,
época post-Tiwanaku) estos grupos se sedentarizaron, intensificando los contactos
interecológicos entre el altiplano y los valles costeros de Atacama, Tarapacá y Arica,
basados fundamentalmente en circuitos de caravanas llameras, facilitando así el
intercambio y difusión social, técnica y religiosa. Hacia el año 1200 a.n.e., se instauró
un sistema de intercambio entre distintos pisos ecológicos (valles, puna, costa)
impulsados por pueblos de cultura Wankarani. Entre los años 500 y 700 n.e., una serie
de pueblos se asentaron cerca de fuentes de agua sobre las riberas bajas y medias del
salar de Uyuni, nucleándose bajo un patrón circular, la base de las federaciones
multiétnicas que ocuparon el área meridional de la región intersalar; identificándose a
los pueblos Quillacas, Puquinas y Aullagas. A fines del Horizonte Medio (800 a 1000
n.e.), estaba consolidada la explotación vertical o control de un máximo de pisos
ecológicos, mediante cuyo contacto se facilitó la difusión de la cerámica de la región

66
Intersalar, definida como Yura y Uruquilla. En el Altiplano Sur, se ha establecido una
relación directa con Atacama. Se afirma que la zona jamás fue “conquistada” por
Tiwanaku.
El Horizonte medio (600 a.n.e. / 1100 n.e.) se caracteriza en los Valles de Potosí, por
un temprano desarrollo relacionado a la época del Formativo, poco conocido, y al
diverso desarrollo de culturas locales, entre las que se halla la Cultura Chicha (que ya
se hallaba desarrollada el año 950 n.e.) y sus variantes regionales, cuya continuidad se
prolongó hasta la época de influencia Inka. El patrón común de asentamiento
corresponde a un mismo estadio cultural de la tradición sureña, representado por
variantes cerámicas regionales: pucaras o fortificaciones estratégicamente situadas en
lugares defensivos, asociadas a terrazas de cultivo. También se construyeron andenes
de cultivo en laderas aledañas a las poblaciones en relación a fuentes de agua
permanentes de los ríos, donde se cosechó papa, maíz y quinua. La tradición cultural
también se remite a la ganadería, textiles y fundición de cobre y plata. Entre los sitios
más representativos tenemos a Caima Cuchu, Totora (con dos ayllus urbanos), la
Cerámica Chicha, Yura, Huruquilla, Tacora (gran federación regional de variantes
locales influenciada por Tiwanaku).

D. INTERMEDIO TARDÍO: DESARROLLOS REGIONALES (1.100 /


1.470)

En el período conocido como INTERMEDIO TARDÍO: DESARROLLOS


REGIONALES (1.100 / 1.470), se denominan desarrollos regionales a aquellas
tradiciones arqueológicas que tienen su origen en tradiciones locales del período post
Formativo y continúan con características propias hasta la llegada de los inka en el
altiplano y valles de Bolivia y la llegada de los españoles y Guaranís en las tierras bajas.
En el Altiplano de Bolivia, este período se ha denominado Intermedio Tardío, post

67
Tiwanaku, de Señoríos y/o Reinos, considerando referentes etnohistóricos que hacen
mención de pueblos disgregados viviendo en continuas disputas, conformando Reinos
gobernados por Señores. La etnohistoria define a los señoríos del altiplano como
entidades regionales que agrupaban varios ayllus en relación a un señor, con idioma,
territorio y menaje cultural propio. La intervención Inka en el Kollasuyo, influyó
bastante en la reestructuración de dichas entidades, fortaleciéndolas en algunos casos y
desestructurándolas en otros, con políticas de movilización, cambio y destierro de
poblaciones a grandes escalas. Los grandes señoríos del Altiplano fueron entidades de
carácter dual ligadas por lazos consanguíneos de parentesco y estrategias de
confederación, poseían territorios discontinuos (en diferentes lugares) y zonas de
explotación en el altiplano, los valles de la costa y las vertientes orientales. Se dice que
las cabeceras de gobierno y control de estos señoríos se encontraban en las tierras altas
y que eran dirigidas por un poder dual masculino-femenino. Los señoríos constituyen
una suerte de reinos altiplánicos en el Collasuyo, mientras que las culturas regionales
tuvieron desarrollos independientes fuera del altiplano y no se ajustan necesariamente
a la figura de señorío. No todos los señoríos estaban igualmente estructurados, es decir
no todos tenían la misma organización ni contaban con un territorio tan claramente
definidos. Incluso su identidad como un grupo -de por sí- estaba en formación. Estas
diferencias se pueden observar según la situación geográfica que ocupaban. Si ocupaban
el área nuclear, es decir cerca al lago y en el altiplano, su organización era más
cohesionada y mejor estructurada. En los valles como Cochabamba y hacia los
márgenes como en Lípez, los grupos estaban más dispersos y con autoridades menos
centralizadas. Por otra parte, las culturas regionales alimentaron sedimentos de una
organización civilizacional acorde con el pasado autogestionario tiwanakota de lo local.
Son paradigmas de ambos tipos el Pueblo Aymara (Señoríos) y la Cultura Mollo
(Cultura Regional).

Origen del Arco Iris


Descendió del cielo convertida en un rayo de luna, las ondas del lago la recogieron y
sobre ellas en una balsa de totora se deslizó hasta la orilla.
Era una hermosa mujer, cuya belleza dejaba atónito a cualquiera, llevaba dos trenzas
en el cabello, su esbelta figura enamoraba, sus ojos algo rasgados, ojos de ensueño,
ojos nacidos para el amor, parecían copiar el paisaje. Todo en Cusi Ckoillur era
sutilidad y primor, pulcritud y discreta elegancia, era finalmente, una virgen india de
América virgen.
Cusi Ckoillur caminó por senderos hasta llegar donde un austero y muy virtuoso
curaca de la región: Sumaj Pacha.

68
- “Soy hija de Mama-Quilla, soy la luz del amor, soy la estrella de la alegría y la
felicidad, he bajado a la tierra en busca de mi esposo que Inti me lo ha
deparado y que debe haber descendido a la tierra en un purísimo rayo de sol; a
él busco”
Sumaj Pacha azorado y confundido por la revelación y la belleza de la ñusta, pensó
que uno de sus siete hijos podría ser el esposo buscado.
Así comenzó a hablarle de todos sus hijos comenzando por el mayor, pero todos ellos
tenían el espíritu corrompido por el odio, la avaricia, el poder o el orgullo y todo esto
la vidente ñusta lo sabía, rechazando cada una de las ofertas de Sumaj Pacha.
- “Ninguno de sus hijos es el esposo que yo busco” le dijo Cusi Ckoillur al
curaca, quién la invitó a su rancho con el fin de que viera en persona a sus hijos.
Llegaron al rancho de Sumaj Pacha y el curaca empezó a llamar a sus hijos pero nadie
respondió, gritó sus nombres al cielo y en ese momento se abrió el cielo por el fulgor
de un rayo que cayó muy cerca de la casa; desde donde apareció el mismísimo dios
del mal, el temido Supay que con una sonora carcajada hizo repercutir los montes y
anunció al curaca que sus hijos, perdidos por los vicios, habían caído ya en su poder y
comunicó que en ese instante caminaban por el sendero de la montaña hacia su
morada. Luego, seguidamente le ofreció el amor de Cusi-Ckoillur.
- “Esta hermosa mujer te busca a ti” le dijo “tuya será si quieres que salven a tus
hijos”
El curaca con energía, invocando a sus dioses tutelares prorrumpió en una profunda
negativa:
- No, no, tú no podrás llegar hasta el fondo de mi alma. Retírate.
Supay se fue lanzando su carcajada por las montañas

- Has vencido la tentación de Supay y has salvado con ello a tus hijos, corramos
en pos de ellos, aún es tiempo de salvarlos. Dijo Cusi Ckoillur.
Corrieron los dos indios por los senderos y valles, venciendo precipicios, pasando
sobre rocas hasta que llegaron a la cima de una montaña llena de cactus, donde Supay
los esperaba de brazos cruzados. Se acercaron a la entrada de la caverna donde
estaban los siete hijos del curaca, pero Supay, antes de que los indígenas pudieran
entrar para salvarlos con sus virtudes, dio un golpe en la peña. La montaña se hundió
en un estrepitoso ruido y al mismo instante el sol esplendoroso y brillante se asomaba
al mismo tiempo que un hermoso arcoíris adornaba los cielos.

69
- Ese arco que tú ves es “Pacha Qoillur Tica”, -le dijo Cusi Ckoillur- está
formado por las almas de tus hijos, que convertidos en espíritus sutiles y en
irisaciones de magníficos colores, volaron al cielo, porque así lo quiso
Pachacamaj que los salvó de la furia de Supay, gracias a tus virtudes tu
austeridad y tu honradez. De los colores de ese arco, se formará la wiphala de
un pueblo que nacerá entre estas montañas y llanos de kollana. En ella estarán
los colores de tus tres primeros hijos: Puca, simbolizando la pureza de la sangre
del Incario; Qellu, la riqueza del oro en sus ríos; Kcómer, la esmeralda de sus
campos. Y ¡ay! De aquel que no sepa venerar la wiphala, bajada del cielo en el
arco iris o aureolada en el sol, en días de gloria y esplendor para ese pueblo.

El Señorío Quillaca fue una federación multiétnica que encabezaron los Quillaca y -
junto a los Carangas- formaron la Confederación Quillaca; fenómeno de aglutinación
de segmentos con identidad más frecuente en Charcas que en el norte circunlacustre.
Se ubicaron al sur del Poopó, abarcando toda la serranía intersalar desde Tambillo,
Salinas de Garci Mendoza hasta Llica (Provincias Abaroa y Ladislao Cabrera de Oruro
y Nor Lípez de Potosí). La topografía de esta zona es variada, concurren extensas
superficies llenas de centros volcánicos que constituyen los puntos más elevados del
área; el centro volcánico mayor es el de Tunupa. También se hallan pequeños valles
encajonados que poseen microclimas favorables para la agricultura, el resto es territorio
de salares y pastoreo. La Confederación Quillaca estaba compuesta por los Quillaca,
Asanaque, Sevaruyo-Aracapi y Aullaga-Uruquilla, todos habitantes del sur del lago
Poopó, los Sevaruyo- Aracapi ocupaban el territorio circunscrito los pueblos de
Quincalla y Puna en el Corregimiento de Porco. En el período colonial, los Quillaca
se subdividieron en tres repartimientos, el de Quillacas y Asanaques, el de Aullagas y
el de Uruquillas, con tres pueblos: Salinas de Tunupa, Villa Real de Aullagas y Santiago
de Guari. En el período colonial, Quillacas y Asanaques formaron un repartimiento
con cuatro pueblos o reducciones: Oropesa de Quillacas, San Juan del Pedroso, San
Pedro de Condo Condo y San Lucas de Payacollo. Los Sevaruyo25-Aracapi tenían
tierras en pleno territorio de los Caracara, en la zona de Puna. Sus caciques más
importantes fueron, antiguamente, Colque, y el más famoso, Guarachi, quien comandó
la resistencia frente a los españoles. Producían lana de alpaca y llama, papa, quinua,
cañahua; vivían de las aves acuáticas y la totora, explotaban minerales de plata y sal;
tuvieron acceso a las tierras cálidas del valle de Piosera (Chuquisaca). Cuando fueron
invadidos por los Inkas, se convirtieron en tejedores, albañiles y picapedreros.

25
Sevaruyo. Población de la provincia Sebastián Pagador (Oruro), allí se halla una “Kallanka”, edificio
incaico de grandes dimensiones.

70
El Señorío Sevaruyo Aracapi se ubicó en el período Inka y formó parte de la federación
Quillaca. Conformaron el Repartimiento de Puna y no fueron encomendados, sino
que se colocaron “en la Corona Real”. El Virrey Toledo les redujo el 1575 en los
pueblos de Talavera de la Puna (Puna, Potosí) y Todos Santos de Quincalla. Ambos
pueblos, unidos, abarcaron los anteriormente dispersos 28 pueblos, en un espacio de
30 leguas. Su población en 1575 era de 5.968 y 292 Urus. Su organización interna fue
tripartita.
Los Asanaques se ubicaban en el altiplano orureño, al sudeste del Poopó, el territorio
Quillaca hacia el sur y Asanaques hacia el este; lindando con los señoríos del Norte de
Potosí y Cochabamba. Su pueblo principal era Condo Condo (actual Condo). Junto a
los Quillacas, formaron un solo repartimiento encomendado a Diego Pantoja por
Pedro de la Gasca. Ambos señoríos fueron reducidos en cuatro pueblos de reducción:
Oropesa de Quillacas o Hatun Quillacas (compuesto exclusivamente por ayllus
Quillacas), el pueblo de Condo Condo (exclusivamente Asanaques), Challapata 26

(compuesto por ayllus de ambos, fue un sitio de presencia multiétnica que el siglo XIX
re-estableció una feria de orígenes muy anteriores) y San Lucas de Payacollo
(compuesto por ayllus de ambos señoríos más otros Aullagas-Uruquillas). Los
Cacachacas pertenecieron a este señorío. A partir de las reducciones toledanas ha sido
establecido un nuevo ordenamiento espacial-ritual; organizado en torno a los pueblos
de reducción; y económico; al restituir ferias de intercambio. La disgregación de las
antiguas unidades durante la colonia fue dando paso paulatino a una recomposición,
tanto espacial como social.
El “reino” Aullaga-uruquilla se ubicó en el Inkario y colonia temprana, al sur del Poopó
y formaba parte de la Federación Quillaca. Su centro principal fue el tambo de
Aullagas, donde se fundó luego la villa real de San Miguel de Aullagas, cerca de
Quillacas. Este señorío se convirtió -en la etapa colonial- en el repartimiento de Aullagas
y Uruquillas, incluyendo a los Urus, con su propio cacique. Las reducciones de Toledo
determinaron reunir a 19 pueblos que se encontraban dispersos en 20 leguas, en tres
pueblos de reducción: Villa Real de Aullagas (el más poblado, hoy Pampa Aullagas);
Salinas de Tunupa (hoy Salinas de Garci Mendoza, cerca al salar de Uyuni) y Santiago
de Huari, al norte de Condo. Sin embargo, el patrón andino de poblamiento disperso
ha subsistido en Bolivia hasta el siglo XIX.

26
Challapata. Capital de la provincia Abaroa del departamento de Oruro, en los alrededores se ubicó
un túmulo, terraplén artificial que identifica a la cultura Wankarani y sobre el cual se edificaban las
viviendas. A nivel superficial se encontraron puntas de flechas y restos de cerámica.

71
SARA CHOJLLU (La leyenda del maíz)
La región de Collana fue habitada por dos colectividades, pertenecientes a los Charcas
y a los Chayantas; pueblos que se encontraban en constantes disputas denominadas
champa-makanacus o tinkus… Más que guerras, eran encuentros entre dos antiguos
ayllus que mantenían sus costumbres ancestrales. Batallas honoríficas en las que los
guerreros vestían sus mejores corazas. A pesar de la armonía en la que vivían los
pueblos del Kollasuyo, eran estos dos Ayllus los que se enfrentaban a muerte…
Se escuchaban los gritos de guerra, el polvo se elevaba por los cielos y eran los vientos
testigos del poderío de los Charcas; que; atacando con flechas de fino puntiagudo,
desatarían su furia atacando con flechas de ckuri (bambú). Los Chayantas, lanzaban -
con fuerza- piedras de sus hondas; comenzaba la lluvia lítica que caía en terreno de sus
eternos rivales. Es así que, año tras año, se desataba este encuentro. Enfrentamientos
que se realizaban en tiempos de festividad, cuando corría sangre, como ofrenda, los
augurios eran buenos para las cosechas.
Un muchacho del ayllu de los Chayantas, Wiru, había contraído matrimonio con Sara-
Chojllu, del ayllu de los Charcas. A pesar del llanto de la mujer -que le pedía que no se
enfrente a los Charcas- éste tuvo que marchar al tinku; acompañó, ella, al joven hasta
las tierras en que debería comenzar el enfrentamiento.
Tras la caída de dos Charcas, estos desataron toda su furia. Wiru continuaba lanzando
piedras a sus rivales, siempre en compañía de su Ñusta; quien, leal a su amor, le
proporcionaba piedras que caían certeras en cuerpos de sus oponentes…
Cuando el sol comenzaba a alejarse de estas tierras, una flecha lanzada por el padre de
Sara-Chojllu, penetró en el pecho de la ñusta. Wiru, corrió desesperadamente hacia el
cuerpo de su mujer ya sin vida y lloró desconsoladamente por la muerte, llanto que
regó la tierra y dejó brotar una planta hasta entonces desconocida.
Wiru cuidó de la planta mientras esta crecía erguida, esbelta y arrogante como fue Sara-
Chojllu. Cuando la planta creció, devolvió a la tierra los cabellos de la ñusta y se
reprodujeron los dientes en un rostro sonriente. Es por esta razón que la planta del
maíz, tiene la forma de una flecha, cuyas canas cerca de la cabeza del choclo conservan
las lágrimas de Huyru. A esto se debe que sean dulces y un tanto saladas; dulces porque
es la dulzura del amor, saladas porque en ellas, aún queda la amargura de Wiru.

El Señorío de los Charcas se situó al norte de Potosí, actuales provincias de Bustillos,


Ibáñez, Bilbao y Charcas, además del sur cochabambino. Su principal centro fue
Sacaca, ubicado en la puna. Correspondió a hanansaya, Sacaca, y a urinsaya, Chayanta.
Su forma interna de organización espacial implicaba un sistema discontinuo, donde los
grupos poseían tierras en varios sitios sin la continuidad necesaria entre unas y otras, de

72
manera tal que cada ayllu podía explotar territorios con distinta ecología. Sus tierras
llegaron hasta Totora, donde cultivaban coca; también controlaron algunas “islas” inkas
en Cochabamba. Todo el territorio perteneció a Umasuyu, sin acceso a la costa.
Mientras Sacaca dependía de un señor principal, Chayanta se compuso de cinco grupos
con identidad propia, que posteriormente serán conocidos como los ayllus del norte
de Potosí: Laime, Chayantaca, Chullpa, Sicoya y Caracha. Se subdividieron a su vez en
Pucara (de Laime) y Panacachi (Sacaca). Los pueblos de reducción del señorío son:
Sacaca, Tiquipaya27, Chayanta, Tomata, Moscarí, Santiago del Paso, San Pedro de
Buena Vista y Acacio. Junto a los Caracara, Chui y Chichas, formaron la Confederación
Charca, de probable inspiración Inka, cuya finalidad fue la organización militar y
defensa del Inkario. Los Charcas fueron netamente aymara parlantes hasta el siglo XIX,
desde cuando la zona comenzó a quechuizarse hasta hoy constituir el idioma
dominante. Su principal fuente productiva fue de minerales (las minas actuales de Siglo
XX y Catavi se hallan en su territorio), aunque cultivaron también productos agrícolas
de puna, valle y tierras bajas. En el siglo XVI, su tributo incluía coca, pues accedían a
cocales en Totora. Los antepasados Charcas de una generación anterior a la conquista
Inka, genealógicamente, fueron: Caracha, Copatiaraca28, Cohocoho29, Coysara30 y
Ayaviri31. Si los Copatiaraca avinieron al Tawantinsuyo, fue Coysara el mayor líder de
27
Tiquipaya. Población de la provincia Quillacollo (Cochabamba) el 1936 el arqueólogo Bennett
realizó excavaciones que mostraron la ocupación del valle de Cochabamba por grupos
pretiwanakotas y otros posteriores hasta el denominado Tiwanaku expansivo.
28
Copacatiaraca. (Referencias, 1475 - ¿?) Antepasado de los Caciques de los Charcas, en el memorial
de los Charcas, documento mandado al Rey de España, se manifiesta que durante su gobierno se
sometió al Inkario.
29
Cohocoho/ Coocoho. (Referencias, siglo XV) Abuelo de Alonzo Ayavire señor principal de toda
la nación de los Charcas; los Incas reconocieron su jerarquía, fue señor de la litera y tenía quitasol
de plumas, distintivos otorgados por el Inka. Por donde él caminaba, sólo podían caminar sus
semejantes. Tenía dos camisetas, una con chapería de oro y la otra de plata y mucha ropa fina de
cumbi, tenía más de cincuenta indígenas para sus servicios personales.
30
Coysara/ Cumsara. (Referencias, siglo XVI) Señor étnico de la Charca y de los Omasuyos en 1532;
señor de litera, el Inka le había dado el privilegio de llevar quitasol de plumas y recibía camisetas con
hilos de oro y cocos de plata para beber. Fue uno de los tres señores étnicos que acompañó a Diego
de Almagro en su expedición a Chile, de la que este cacique volvió vencido y humillado, al dar
obediencia a los españoles, como muestra de fidelidad y para negociar el reconocimiento de su
autoridad desde el Inkario. El territorio de la confederación Charca quedó desmembrado en tres
repartimientos, por disposición de la administración colonial: Sacaca, Chayanta y Cochabamba. El
significado de su nombre, hace referencia a la calidad de su poder.
31
Ayavire, Alonzo. (Referencias, siglo XVI) Cacique de los Charcas. Figura en trámites coloniales de
1555 como recolector de tributos en el repartimiento de Sacaca, fue hijo de Coisara y padre de
Fernando Ayaviri. Los Ayavire demostraron su nobleza y ésta les fue reconocida; además de sus

73
la resistencia frente a la conquista ibérica. Tras la rendición, los Charcas buscaron
negociar de la mejor forma su lugar en la sociedad colonial; les entregaron las minas de
Porco y colaboraron en la futura evangelización, tributo y mita que les fueron
impuestos. El antiguo territorio fue dividido en dos repartimientos separados,
perdiendo así las tierras de Cochabamba. Los españoles otorgaron todos los blasones
de la nobleza indígena reconocida por la Corona a los descendientes de sus antiguos
señores.
Los Caracara ocupaban parte de nor Potosí –incluida la ciudad misma- y se extendían
por los valles del sudeste cochabambino. Mediante el control vertical de pisos
ecológicos, accedían a la diversidad de recursos distantes. Junto a los Charcas, Chui y
Chichas, formaron la Confederación Charca, de probable iniciativa Inka, ya que su
finalidad aparente fue “organizarse como parte del ejército incaico”, pues todos estos
señoríos se consideraban “guerreros del Inka”. Los Caracara, quizá fueron una
federación de grupos menores agrupados bajo el mando de un señor principal,
subsidiario del poder Inka. Los pueblos que integraron este señorío fueron: Aymaya
(que estaba en medio de los Charcas), Pocoata, Macha, Sullaga, Sujumi, Carasi, Micani,
Moscarí, Chaquí, Visisa, Cayza, Tacobamba, Colo, Caquina, Picachuri, Caracara,
Moromoro y San Marcos de Miraflores. Todo su territorio perteneció al Urcusuyu,
dividido en dos mitades (Macha y Chaquí), su capital fue Macha, residencia de los
principales. Cada mitad se subdividía en hanansaya y urinsaya; luego en ayllus menores
y mínimos. Fueron íntegramente aymara parlantes. El Mallku Moroco32 se puso a la

méritos, por haber prestado servicios leales a la Corona y ser descendientes de los Inkas, el estado
español les dio un escudo de armas; en la probanza presentada por ellos al solicitar el escudo, se
remontaron hacia Cristóbal Vaca Tupac Inka, hijo de Huayna Capac, como ascendiente directo;
asimismo, Juan Ayavire, segunda persona, Miguel, Lorenzo, Juan el Mozo, y Pedro Ayavire, pedían
reconocimiento como hijosdalgos, para sí y toda la descendencia de los Ayavire Coysara.
Ayavire, Coysara Joan. (Referencias, siglo XVI - XVII) Cacique principal del repartimiento de Sacaca
que había sido capital prehispánica de la confederación Charca. Fue alcalde de la provincia de los
Charcas. En 1599, solicitó a la Corona el escudo de armas de su familia. Por los padrones de Sacaca,
se sabe que hasta 1614- por lo menos- no había tenido descendencia y a pesar de tener 43 años, aún
era soltero.
Ayavire Velasco, Fernando. (Referencia, siglo XVI) Hijo segundo de Alonzo de Ayavire; debido a
que su hermano mayor Diego Mamani, a quien le correspondía por herencia el cargo, tuvo una
incapacidad física, éste ejerció el cacicazgo del repartimiento de Sacaca. Sin embargo, cuando
terminó su mandato, los descendientes de Diego Mamani solicitaron volviera el cargo a la línea del
primogénito, o sea a la descendencia de Diego Mamani.
32
Moroco. (Referencia, siglo XVI) Señor de los Caracara de la parcialidad de Urinsaya. Cuando
llegaron los españoles a la zona (1535), participó en la resistencia de Gonzalo Pizarro que
organizaron todos los señores étnicos de la zona. El significado de este nombre en aymara, según

74
cabeza de la resistencia contra los españoles. En la colonia, su territorio fue dividido en
varios repartimientos, algunos de los cuales re-elaboraron una nueva identidad étnica
que en muchos casos desconoce su antigua unidad; por ejemplo; los Machas, Pocoatas,
Yura, etc. Toledo impuso la política de “reducciones”, por la que se establecieron como
pueblos de reducción: Macha, Pocoata, Caiza, Yura, Toropalca, Tinquipaya, Chaquí,
Tacobamba, Potobamba, Moromoro y Caracara.
El Señorío de los Soras se ubicó en una franja territorial discontinua de puna y valle,
desde el altiplano central de Oruro, pasando por los valles cochabambinos hasta
Ayopaya; locación estratégica, pues se ubicaba en forma de cuña entre otros señoríos
Aymaras, los Caranga y los Charca, al este de Oruro, que seguramente estaban en
conflicto. Su cabecera fue Paria (sede incaica de los depósitos estatales), aunque se
supone que su antigua capital fue Sora Sora. Se constituyeron por un conjunto de
grupos o segmentos sociales menores, llamados durante la colonia Soras de Tapacarí,
Soras de Paria, de Caracollo y de Sipesipe; el grupo ubicado en Caracollo/Mohoza fue
controlando terrenos hacia el norte, hasta los lagos Uru Uru y Poopó. Tenían vetas de
plata en Porco y cultivaban productos de tierras templadas. Aparentemente, a
diferencia de otros señoríos, ningún otro grupo tenía tierras al interior de su territorio,
denotando un “patrón radial del espacio”, que demarcaba las tierras de los distintos
segmentos sociales del señorío; se trataría de ceques33, que eran líneas o caminos rituales
que organizaban principalmente la ciudad inkaica de Cusco. Étnicamente, los Soras
tenían tres grupos internos: los Soras agricultores, los Urus pescadores y los Casayas
pastores. Pudieron ser mitimaes trasladados por los Inkas desde Huamanga (Perú) para
pacificar la región. Aparentemente, los Soras tuvieron un alto nivel en la jerarquía Inka,
tanto así que llevaban el título de Inkas, como es el caso del Inka Achacata34. Fueron

Ludovico Bertonio, sería: “piedra que servía de martillo a los plateros y también de machucar
chuño”.
33
Ceque. Líneas imaginarias que partían de un centro ubicado en el Coricancha (Cusco) delimitaban
las wacas sagradas y adoratorios que comprendían a los 4 suyos o Tawantinsuyo del Imperio. Existía
un número de 41 líneas que afectaban 328 santuarios, cada ceque, se encontraba bajo la
responsabilidad de determinados ayllus encargados del mantenimiento de estos sitios sagrados. Los
ceques marcaban los objetos y lugares que guardaban la memoria de los acontecimientos de la
Historia de la etnía Inka. Entre ellos, se encontraban los pilares utilizados por astrónomos para medir
el tiempo y las fechas de distintas actividades de siembra y ceremonias por medio de la lectura de las
sombras que estos proyectaban.
34
Achacata/ Hachacata/ Achata. (Referencias en 1493 - 1527) Señor Sora de la región de Tapacarí.
Fue nombrado gobernador desde Vilcanota hasta Chile y reconocido por Huayna Capac a nivel
regional; fue nombrado también “Inka de privilegio”34. Tanto este Curaca como Guaita y Arasitha
[Arizita/ Harisitha/ Arasitha. (Referencias, siglo XVI) Señor Sora y Cacique de Paria. En las crónicas
denominaba a Urus y Casayas. Fue uno de los señores étnicos que acompañó a Diego de Almagro
en su expedición a Chile; se aliaron rápidamente con los Inkas (Al sellar vínculos con los Inkas, los

75
los Soras para el Inkario artesanos plateros, yanaconas de Huáscar Inka, mitimaes
cocaleros en Pocona, mitimaes cultivadores de maíz en Cochabamba, yanaconas en el
templo de Copacabana, mitimaes en Huarina y Achacachi y mitimaes militares en
territorio Chicha para la defensa contra los Chiriguanos. Este grupo aymara parlante
resistió el ingreso español. No existieron continuidades prehispánicas y coloniales hasta
hoy en el rubro territorial y político, modificándose ambos sin perder la cohesión e
identidad del grupo, adaptándose flexiblemente a los cambios bajo nuevos vínculos y
prácticas. Por ello conservaron parte de sus tierras y autoridades.
Los Casayas fueron un grupo de pastores probablemente traídos al país como mitimaes.
Se ubicaron en las alturas en tierras del centro de Paria, como Toledo, Torchinoca,
junto a los Soras; Chileunve, Chircupa, Irucollo y Paicopila.
En el Altiplano Sur, los Desarrollos Regionales de Lípez (900 /1450 n.e.) marcan la
continuidad entre el período lítico y la época tardía preinkaica. La introducción de la
cerámica y el desarrollo de prácticas agrícolas, originó la sedentarización y el
crecimiento de sociedades agropastoriles completamente adaptadas a las extremas
condiciones de frío y sequedad de la región. Una de tales manifestaciones fue
denominada Mallku; junto a otras de amplia diversidad y mayor grado de adaptación
al medio por los habitantes de Lípez. Las principales características del denominado
Señorío Mallku pueden resumirse como sigue: el patrón de poblamiento corresponde
al asentamiento sedentario en núcleos mayores (Mallku) y secundarios con recintos
habitacionales aislados en medio de cuadros agrícolas; existieron sitios de
fortificaciones defensivas en valles costeros controlando sectores agrícolas y rutas
comerciales a la costa; y las tumbas fueron hechas en aleros y chullpas. Lípez habría
sido parte de un extenso territorio que incluía el desierto de Atacama y que albergaba
a grupos de cazadores y recolectores, quienes articulaban su patrón de movimiento con
los ciclos naturales de los recursos. Este patrón se mantuvo íntegro hasta la llegada de
grupos agro alfareros, los que posiblemente establecieron territorios discontinuos,
integrados a sistemas productivos agrícolas de alcance regional, incluyendo los valles
costeros y orientales. Este sistema se articulaba mediante caravanas llameras que
facilitaban el contacto para el intercambio de producción y la movilización. El patrón
de asentamiento y las características de los sitios arqueológicos, evidencian un proceso
complejo de desarrollo de técnicas agropastoriles adaptadas a ecozonas distintas, que

Soras fueron tratados con gran privilegio; jugaron un papel importante en la administración incaica
en la región, tanto en funciones administrativas como militares) y estos vínculos les permitieron ser
recompensados con tierras y cargos administrativos dentro de la organización del Tawantinsuyo en
esta región del Collao. Además, pudieron conservar sus tierras en integridad y al ser tratados por los
Inkas con benevolencia, sin presencia de otros grupos étnicos en sus tierras. La traducción aymara
Achacata, según el padre Ludovico, significa: engrandecerse, crecer. En el siglo XVI y comienzos del
XVII figuran con el apellido de Achacata los caciques de la antigua zona de Urinsaya de los Soras.

76
son las que siguen: Zona norte de Lípez (margen sur del Salar de Uyuni), con zonas
residenciales que sugieren relaciones jerárquicas entre asentamientos, con presencia de
cerámica Yura, Colla y Chillpe; Zona Sureste de Lípez (Cantones orientales de Nor y
Sud Lípez) con poblados a orillas de aguas permanentes y tipos cerámicos Mallku,
Chillpe, Colla, Yura, Puquó, Tarija Inciso y Yaví-Chicha. La Zona Suroeste de Lípez
de “concentraciones de extensión reducida”, asociadas a vegas de agua y asentamientos
pequeños de viviendas ocupadas temporal o estacionalmente. La mayoría de los sitios
pueden interpretarse como campamentos caravaneros. Región de San Cristóbal
Distrito Colcha “K” de Nor Lípez), que incluye campamentos temporales de pastores
que mantenían un complejo sistema de rotación de territorios, integrando una
economía pastoril con una limitada producción agrícola. Las cerámicas presentes son:
Lampaya, Colque, Quispe y Jayula. Se conoce una expansión hacia los márgenes del
Río Loa.
Se ha denominado como Lipes, tanto a un grupo étnico que habita el territorio, como
a una región fría de tierra muy árida al sur de Bolivia (Potosí, provincias Nor y Sud
Lipes). Es probable, sin embargo, que bajo el nombre de Lipes se incluyera a diversos
grupos que habitaban de manera dispersa esta zona. Se trataría de pequeñas unidades
y localidades que no siempre ocupaban la región de manera permanente. En esta
misma zona, otros grupos estarían compartiendo las mismas características de
ocupación del territorio. Se trata de pequeñas unidades humanas ubicadas en grandes
espacios que invitaban a una constante movilidad hacia tierras con más recursos y un
retorno al hábitat inicial. Por ello, es frecuente encontrar -de manera dispersa- grupos
de los llamados Lipes, obteniendo recursos en sitios como Tarapacá y Atacama y en
diversidad de sitios, cubriendo los pisos ecológicos desde la puna hasta la costa. Resulta
notable la coexistencia de Lipes y Atacamas en los espacios que les corresponden y
podría dar cuenta de una política colonial para juntar en una sola encomienda, el reflejo
de sociedades nómadas pastorales de amplia especialización pastoril. En cuanto a la
filiación étnica de los Lipes, puede concluirse con que tienen origen
predominantemente Uru en un espacio multiétnico disperso donde caben también
remanentes de grupos realmente Aymaras menos estructurados, que convivieron con
otros grupos de la zona. Colonizados por los Inkas, no fueron incorporados al orden
colonial por la dificultad de acceder a sus tierras, descritas como sierras altísimas de
perpetua nieve y llanos que son unos salitrales sin ningún fruto ni hierba, cuya
población se alimenta de raíces, quinua, papa y ganado camélido. También se explotó
copaquiri (sulfato de cobre). Por tanto, se puede sostener que los Lípez eran pastores
por excelencia. Los continuos levantamientos comandados por Viltipoco en la zona
Lípez y Atacama lograron que los españoles “fundaran y refundaran los pueblos”. En
las encomiendas coloniales se hallaban los Lipes junto a grupos Condos, Cichabilcas,
Atacamas, Moyomoyos y Urus; así como los Quemes, Tarapacá y grupos de Carangas,

77
en el territorio de la llamada “puna árida”. En un primer momento colonial, se les
redujo a los pueblos de Chuquilla y Cheucha, las minas de Cilcha y el pueblo de Tagua;
topónimos que –exceptuando el primero- no corresponden a las lenguas aymaras o
quechuas. Aparentemente, el nombre de la zona se debe al Inkario, que nominaba las
provincias por su pertenencia étnica. En síntesis, los repartimientos muestran ya un
espacio interétnico que fue compartido por grupos itinerantes.
Los Atacamas, habitantes de la región de Atacama en la puna salada, se habrían
extendido en forma dispersa por el sur de la Real Audiencia de Charcas, ligando la
región chilena y la argentina (Jujuy / Tucumán). Compartieron el espacio con los grupos
Chichas, Lipes, Casavindos, Urus y probablemente Apatamas. Existen datos coloniales
que refieren que estos grupos se confederaban en momentos de guerra. Luego de su
“pacificación”, los Atacamas se mezclaron con grupos guerreros como los Umaguacas,
Apatamas, Casavindos y Calchaquíes, como abundantemente muestran los hallazgos
arqueológicos. En el curso del siglo XVI no se les incorporó al sistema colonial por
tratarse de una tierra en constante rebelión, que tenía como líder a Viltipoco35, individuo
y a la vez título cacical que significa “ave mayor”. Probablemente, su lengua fue la cunza,
extendida en la región que durante la colonia fue ruta comercial y refugio de diversos
grupos, tanto indígenas como españoles que, por diversas razones, huían del sistema.
El Señorío Yampara se ubicó en el departamento de Chuquisaca, cerca de Sucre. Su
centro urbano fue Hatun Yampara, a una legua de Yotala. En la organización de este
señorío participaron varios grupos de lengua Aymara y otros no aymaras de lengua
desconocida. Este pueblo no tuvo cabecera en la puna ni tierras altas, por lo cual fue
“un señorío de valle”. Sometidos por los Inkas, su territorio fue poblado por mitimaes
de varias regiones del Tawantinsuyu, como los Huatas (Inkas de sangre real), Canches,
Collas y Chichas, configurando un mosaico multiétnico. También fueron llevados ellos
como mitimaes a los valles de Ambaná y Combaya (La Paz). Organizados en dos
mitades, la superior fue Yotala y la inferior Quilaquila. Se desconoce su idioma, pero
existen evidencias de toponimia puquina. Con la extensión territorial hacia el sudeste
llegaron a establecer constantes relaciones de intercambio/conflicto con los
Chiriguanos, influyéndose mutuamente. El último cacique prehispánico fue Aymoro36,
beneficiado por los Inkas, quien se hizo muy poderoso, al punto tal de poseer solares

35
Viltipoco/ Viltipoco Francisco. (Referencia, siglo XVI) Curaca de Humahuaca, indígena natural de
Atacama, dirigente de la resistencia de los Humahuacas, Casabindos, Calchaquíes, Chichas, Lules,
Churumatas, Apanatas, Diaguitas Chiriguanos y otros. Logró convocar a más de diez mil indios de
guerra para la resistencia contra los españoles.
36
Aymoro. Dinastía de los Yamparáez. Aymoro Francisco. (Referencias, siglo XVI) señor de los
Yamparáez. En la probanza que mando el Rey de España manifiesto haber sido antiguamente “Inka
de privilegio”. Participó en la residencia a los españoles en Auquimarca.

78
en la plaza central de Sucre. En el período colonial se les redujo a tres pueblos: Yotala,
Quilaquila y Tarabuco.
Son los Moyomoyo un grupo ubicado en Chuquisaca, considerado como “una cultura
muy elemental”. Fueron parte de una encomienda junto a los Churumatas en Tarabuco
y Presto, a donde llegaron por “las guerras que les daban los chiriguanaes”. Los
Apatamas conformaron un grupo disperso entre Sucre y el norte argentino.
El Desarrollo Regional (800 / 1450)de los Valles de Potosí se ubica en laderas bajas y
medianas, cerca de los ríos, pendientes y cimas de montañas, mostrando asentamientos
diferentes y complejos de sectores residenciales, mortuorios, de almacenaje y defensa.
Destaca la cerámica Yura Foliáceo y Condoriri (Chaki, Porco).
Los Chichas se hallaban ubicados al sur de Potosí, eran fronterizos con los Chiriguanos.
Habitaron la quebrada de Umaguaca junto a los Atacamas y Casavindos. Fueron
“indios de arco y flecha”, guerreros que resistieron tenazmente a los Inkas, hasta que la
presión de los Chiriguanos terminó por aliarles a sus rivales, siendo muy importantes
como guerreros y mitimaes. Aparentemente, en el siglo XVI pagaban tributo a los
Chiriguanos, consistente en ganado y lana, lo que muestra su vocación ganadera. Se
sabe que las relaciones con los Guaraní también fueron de intercambio. Luis de
Fuentes, luego de la fundación de Tarija, les redujo allí junto a otros grupos. Algunos
de ellos fueron encomendados a otras zonas, como las cercanías de Sucre.
Los Caanas se ubicaban en las tierras de valle nor potosinas a fines del período Inka.
Fueron situados en el señorío Charca, pero se desconoce su relación con éste. Son los
Casavindo un Pueblo inmerso en el territorio Umaguaca, ubicados en Atacama y
Tucumán junto a los Chichas y Atacamas, en tierras áridas al sur de la Audiencia de
Charcas, llamada puna salada. En la colonia española, estaban constantemente
sublevados. En cuanto a los Umaguacas, cabe señalar que Umaguaca parece designar
una región ecológica dentro de lo que se considera la puna, cuyos habitantes tuvieron
gran movilidad por la presión de los Chiriguanos; primero; Inkas; luego; y españoles;
después. Habrían poblado este territorio las etnias Atacamas, Apatamas y Chichas.
Una de las más importantes del sur de Bolivia es la Cultura Tarija, con características
de señorío regional post-tiwanakota, que por su estratégica ubicación, habría
funcionado como eje articulador entre las culturas andinas y otras del norte argentino.
La mayoría de sus asentamientos pueden ubicarse en la cuenca de Tarija, a 1850
m.s.n.m., prolongándose hacia el sur, en la cuenca de Padcaya. Posnasky describió el
sitio arqueológico de Tullku Marca (ciudad laberinto). Contemporánea de la cultura
Mollo, no se descarta un frecuente intercambio de productos entre ambas, puesto que
se hallaron importantes vestigios de cerámica Mollo en Tarija. Esta cultura fue
dominada y exterminada por los Inkas, quienes edificaron dos imponentes fortalezas
en Canasmoro y Tomatas Grande. Esta cultura representaría un “Señorío de desarrollo

79
regional” correspondiente al período Post – Tiwanaku (1200 n.e. / 1450), de origen
migratorio desde los señoríos lacustres, dentro de un limitado espacio en el valle del
mismo nombre, con asentamientos de tipo urbano y habitacional relacionados a
campos agrícolas; donde fortalezas o pukaras controlarían dichos asentamientos desde
puntos estratégicos al norte; Pucara de Tomatas y al sur del valle Pukara del Zaire37. Se
obtuvieron los complejos urbanos de San Mateo y Canasmoro38.

E. HORIZONTE TARDÍO: PERÍODO INKA (1470 / 1532)

En el Período conocido como HORIZONTE TARDÍO: PERÍODO INKA (1470 /


1532); la ocupación Inka del sur del Titicaca se habría realizado a partir de 1471 por
Topa Inka; dicha expansión se habría efectivizado antes mediante intercambio y luego
alianzas. Tal expansión se pudo haber desarrollado hacia 1450, una generación antes
que Topa Inka, a través de contactos políticos e intercambio de regalos con los Aymara.
En todo caso, los trabajos acerca de caminos inka son el primer dato de contacto y
expansión cultural, a partir de la inferencia de dos ramales inka en los valles del sur de
Bolivia: El primero, occidental, unía las poblaciones de Calahoyo, Talina, Tupiza,
Uyuni, Aullagas, Huari, Challapampa, Poopó y Paria (Más conocido como el Tambo
inka de Sevaruyo). El segundo se proyectaba hacia el oriente por las poblaciones de
Villazón, Suipacha, Mochará, Cotagaita, Tumusla, Vitichi, Porco y Potosí.
Respecto al fin del Inkario, se mencionan los conflictos internos de la dinastía Inka, la
rebelión de pueblos dominados, la supremacía tecnológica bélica de España, las
epidemias que les precedieron y las creencias religiosas americanas que vieron en los
españoles el retorno marítimo de Wiracocha, es decir, de los blancos que antes habían
llegado por mar, presumiblemente también los nórdicos, que han establecido raíces en

37
Pukara de Zaire. Sitio arqueológico ubicado al sur de Padcaya, provincia Arce (Tarija), sobre
terraplenes que circundan el río Rosillas. Fue edificado este complejo habitacional fortificado,
afiliado a la cultura Tarija, que habría poblado estos valles después de la caída de Tiwanaku.
38
Canasmoro. Cantón de la provincia Méndez del Departamento de Tarija. En el lugar se han
identificado restos de un asentamiento urbano atribuible a la cultura tarijeña, que habría poblado esa
región después de la caída de Tiwanaku.

80
la zona desde mucho antes de la llegada española. El último bastión de resistencia fue
en Pocona, a cargo de Tiorinaceo o Tito. Manco Inka (Tupac Amaru) fue el último
Inka que resistió en Vilcabamba por 40 años, siendo vencido por el Virrey Toledo en
1570.
En el Altiplano Sur, el Período Inka u Horizonte Tardío (1450 / 1540), se inició con
la conquista de Lípez por el Inka Wiracocha, como parte de un plan mayor que incluyó
también la conquista de los Caranca, Ullaca y Chicha; y fue desarrollada desde
Atacama, obligando a los Llipi a tributar en colores minerales y ganado.
Aparentemente, la zona suroeste de Lípez significó una zona de paso del Tawantinsuyu
entre los oasis de Atacama y la región Chicha; y al norte; comunidades tributarias del
inkario.
En los Valles de Potosí, durante el Período Inka u Horizonte Tardío (1450 / 1540),
prosigue la ocupación de sitios antiguos, con énfasis en las altas vertientes de las
montañas y colinas cerca a los ríos de valles fértiles, controlando ejes caravaneros de
comercio. Los sitios resultan complejos, con sectores residenciales, paredes defensivas,
terrazas de cultivo, silos, cementerios, chullpas y abrigos rocosos. En el Valle de Tarija,
se sabe hubo mitimaes traídos por el Inkario, asentados en diferentes regiones aledañas
al valle y en el valle de Tarija, como los Juries, traídos de Tucumán y asentados por el
Inka en Esquila; indígenas de Charcas, llevados a Tarija y sujetos a sus caciques de
altura; además de Churumatas, Chichas, Tomatas, Copiapoes y Moyosmoyos, cuya
procedencia no ha sido identificada con precisión: De acuerdo a los documentos
coloniales también existen referencias sobre la presencia de Carangas en el valle de
Tarija al momento de la llegada de los españoles. El uso de enclaves del tiempo de los
Inkas, puede indicar alguna relación de complementariedad económica entre el
altiplano y el valle de Tarija, lo que implicaría un lazo entre una zona valluna productora
de maíz y otra ganadera por excelencia y del altiplano como es Carangas. Resulta de
suma importancia la documentación referida a las fortalezas o pukaras, por el carácter
defensivo que asumía la región frente a los ataques de los Chiriguanos y Umaguacas.
Existen referencias a fuertes, en algunos casos incluso indicando el número de casas
que poseían y otras características. Los fuertes principales fueron: Visisa en Santa Ana
(Fuerte de los Tomatas, pegado a la angostura), Chitipa de los Churumatas (San Luis);
Fuerte en Sella (faldas del cerro Oychota); Fuerte en San Juan (arriba de la angostura
de Caquina); fuertes y caserones en Tolomosa; Machacamarca en Tolomosa; Fuerte
de los Churumatas (Celioma); Pomaguaca (la Concepción) y Fuerte de Lecoya. Los
Tomatas y Churumatas podrían reputarse de originarios indígenas tarijeños, en tanto
que los Chichas, Moyo-moyo y otros, como alienígenas. La presencia Inka muestra
señales de dominación y coexistencia con la etnia local.

81
Descubrimiento del cerro Potosí:
Mito de la época de la conquista que cuenta cómo se descubre el famoso cerro Potosí
que más tarde haría rico al español.

Cuenta la historia que para los nativos, tuvo esta montaña misteriosa influencia y un
decisivo poder sobrenatural durante el incario. Con veneración y temor presentían en
ella un oculto poder que guardaba un legendario tabú. Tan pronto como Huayna
Capaj, poderoso monarca qeswa penetró en el Kollasuyo y llegó hasta Tarapaya, al ver
la magnífica montaña virgen se emocionó y la contempló varios días, hasta que por fin
se decidió mandar exploradores con esperanzas de encontrar metales valiosos que le
servirían para enriquecer y adornar Cori Cancha, el soberbio templo del sol.
Los exploradores del inca bajaron pavoridos luego de escuchar en lo alto de la montaña
lo que ellos interpretaron como la voz de esta y le dijeron a su Señor:
- Sumaj Orcko no quiere que la toquemos.
- “No saquéis la plata de este cerro porque es para otros dueños” nos ha dicho
El inca oyó en silencio y después de meditar dijo:
- Desde hoy PHOTOJSI será tu nombre

Entre tanto acontecimiento de la conquista habían hecho rodar el trono del último Inca
y los hombres llegados se habían apoderado de todas las ciudades del imperio.
La noche se va apoderando poco a poco de las alturas de la montaña y de pronto como
perdido en la planicie, corre un indio detrás de su llama, en veloz carrera se dirige a la
montaña Sumaj Orcko.
Era el mes de enero de 1545 y el indio Diego Gualca amanece en el cerro,
descubriendo con la luz del alba las plateadas vetas que se asomaban en el Photojsi. Así
es como se acerca la fama del cerro y su profesía “Ama orckoychejchu colqueta cay
orckomanta, chaycha ujcunapajtaj” “no saquéis la plata de este cerro porque es para
otros dueños”
Ckori Quilla, hermosa hija de Mama Ckoya era la flor más preciosa de Cantumarcani
y poco tiempo bastó para que Diego Gualca se entregara al idílico y apasionado amor
de la hermosa ñusta. Cierto día, Gualca comunicó a su amigo y confidente Huanca sus
aventuras de amor y este que no ignoraba el secreto de las riquezas del Cerro y amaba
también a la princesa india, envenenó su alma de odio y surgió la infidencia. Huanca
premeditó su venganza y reveló a los conquistadores la existencia de las asombrosas
riquezas del Photojsi.

82
Luego de que los primeros días de Abril de 1545 gobernando la iglesia el Papa Paulo
III y la Monarquía de España, el gran Emperador Carlos V, los estandartes de la
Conquista flamearon en el Cerro y se hizo la primera catamina a nombre del rey de
España y de estas Indias. La profecía se había cumplido.
Desposeídos los indios de todo, desalojados de sus casas, flagelados en el trabajo
impuesto por los conquistadores, se encendieron los odios y en ellos el deseo de vengar
a su Señor el Inca. A la faz siniestra, con gesto altivo y preñados de odio, conjuran,
mientras danzan al fuego entre sombras de la noche. Muy cerca Ckori-Quilla,
subyugada por los amores de Lope Silva, le cuenta entre sollozos los que ocurre con
los jefes de su tribu.
Así se inicia una lucha. Hiende el aire las flechas, llueven las piedras. La pelea se hace
encarnizada, sangrienta, pero la superstición del nativo al ver a seres sobrenaturales que
manejan el rayo, que tienen un cuerpo metálico y al escuchar los disparos de las armas
de fuego de los españoles, desconocidas por los flecheros y honderos del Kollasuyo,
convierten en derrota lo que creyeron ser un triunfo. En medio de la confusión y el
desorden, muere su jefe cerca de la cuesta cansada y con ello, el triunfo de las huestes
españolas es total. Así se rubricó con sangre de rebeldes la primera página de la
conquista del Photojsi.

Relatan V. Saiz Conde, S.M. y J. J. Arenaza Lasagabaster, S.M. los “albores” de la


39

historia que hoy podría denominarse como “española”:

V. Saiz Conde, S.M. y J. J. Arenaza Lasagabaster, S.M: Historia del Arte y de la Cultura. Ediciones
39

SM. Madrid, 1978.

83
En los albores de nuestra historia, España estaba habitada por los iberos. Su
cultura se extiende por Cataluña y bajo valle del Ebro, Levante, Sudoeste y toda
la cuenca del Guadalquivir. Tartessos será en la Andalucía atlántica su tribu más
famosa y culta. Los celtas son los descendientes de aquellos grupos invasores de
la época de Hallstatt. Se establecen en el Noroeste y el Centro de la Península.
Algunas de sus tribus, situadas en las estribaciones del Sistema Ibérico y en la
mitad oriental de la Meseta, serán especialmente belicosas: los autores griegos les
llamaron celtíberos.

Si los grupos que podrían considerarse “originarios” de Iberia traslucen contactos,


migraciones y conquista; no menos las potencias del momento, que hicieron tienda en
Hispania: Los fenicios, en el “Sur y Levante de España” e Ibiza; los cartagineses, que
llevaron a España una de sus guerras púnicas, en las islas Baleares; los griegos,
procedentes de Focea (Asia Menor), “colonizan la región catalana y levantina”. En
lograda síntesis, V. Saiz Conde, S.M. y J. J. Arenaza Lasagabaster, S.M. caracterizan la
España del momento, en génesis histórica:

España era un mosaico de tribus antes de la romanización de la Península. La


cultura de estos diversos pueblos históricos constituye, en un sentido amplio, la
civilización ibérica prerromana. En lo político, los pueblos hispánicos carecían
de unidad. Valientes y guerreros, existían entre ellos notables jefes. Los soldados,
voluntarios o soldurii, luchaban en torno al caudillo hasta la muerte, siendo
proverbial su lealtad y fidelidad. En lo religioso, cada tribu tenía sus divinidades.
Adoraban en las noches de plenilunio las fuerzas de la naturaleza. Los dioses más
conocidos fueron Endovélico, divinidad masculina, y Ataecina, la Ceres Ibérica.
La industria está representada por la cerámica policromada y por la forja de
armas, sobre todo, la famosa falcata ibérica.

84
Los autores, enumeran tres zonas culturales: la zona celta, la celtíbera y la ibérica:

 La zona celta refleja la cultura más ruda y atrasada del Noroeste de la Península.
Los celtas desarrollaron la civilización de los castros y citanias, poblaciones
fortificadas como las encontradas en Sabroso (Portugal).
 La cultura de la zona ibérica, correspondiente a la 2º Edad del Hierro, se
desarrolla en las tres regiones siguientes: la Sudoriental, la Andaluza y la
Levantina-Catalana:

o La cultura andaluza abarca el valle del Guadalquivir y la región alicantina,


o La cultura ibérica en la región Sudoriental, de influencias helénicas, fue
rica e influyente.
o La cultura levantina-catalana, que penetra hasta la Provenza.

Concluyen su relato afirmando taxativamente: España debe a Roma su unidad, lengua


y cultura occidental.
Como ha sido ampliamente descrito, aquello que hoy conocemos por España, reputa
una suerte de diacronía intercultural cuya configuración surtió efectos pertinentes de
notable influencia en el devenir que la historia le cupo asignar, sintetizados en la
narrativa de Erick Wolf.

España, que logró tardíamente la unidad nacional –doscientos años después de


Portugal- en 1469, al unirse las coronas de Castilla y Aragón; contiene ciertos
avatares históricos peculiares. En efecto, cuando las invasiones germánicas –al
norte- y musulmanas –al sud- habían despedazado la unidad político
administrativa romana de Hispania; “algunos Estados pequeños sobrevivieron en
el norte”, los que “gradualmente se consolidaron en los dos Estados de la Corona
de Castilla y de la Corona de León”, que incluían “el Principado de Cataluña y el
Reino de Aragón”.

En el siglo XIV la unidad nacional de estas entidades era muy lejana para ambos reinos.
Veamos, en cita de Wolf, cada uno de los procesos, comenzando por Castilla y su
reino:

85
Castilla, que marchaba contra los árabes de Andalucía, acabó aprisionada en un
papel militar en que distribuía las tierras conquistadas entre los nobles militares
que capitaneaban la conquista. Esto produjo, a fines del siglo XV, una división tal
de la propiedad de la tierra en que el 2 o el 3% de la población tenía el 97% de
la tierra, por lo común en manos de un puñado de familias. La ocupación
dominante en las tierras de Castilla llegó a ser la ganadería, sobre todo la cría de
ovejas, cuya lana de merino iba a dar a Holanda, donde se convertía en finas telas.

Rápidamente, agrupamos los caracteres básicos de Castilla en los siguientes: i) estado


militar conquistador, cuyo patrón de acumulación económica dependió de campañas
militares, sobreviniendo un sistema análogo en la distribución y modalidades de
propiedad; ii) Al patrón militar de apropiación económica, le sigue una actividad
económica primaria con escaso valor agregado y alta dosis de ocupación territorial.
Castilla muestra ya características primordiales de lo que después marcaría su orden
colonial. La Corona de Aragón, por su parte, marchaba en sentido inverso:

Por el contrario, las tierras de la Corona de Aragón fueron colonizadas


gradualmente por individuos que creaban comunidades pequeñas en que se
distribuía la tierra con mucha más uniformidad que en Castilla. Al mismo tiempo,
la Corona de Aragón había conjuntado el Principado de Cataluña, muy orientado
hacia el comercio, y un Aragón que primordialmente era rural. En los siglos XIII
y XIV Cataluña fue un próspero Estado comercial que tenía conexiones
marítimas hasta el Levante. Sin embargo, en el siglo XV menguó ante la
competencia de Génova, la cual no nada más redujo la influencia de Cataluña en
el Mediterráneo sino que la pasó por alto pues entró en relaciones comerciales y
financieras con Castilla.

La coalición de financieros genoveses y nobles castellanos “ahogó el crecimiento


comercial de Cataluña” y “minó la eficacia” de la producción y exportación de “textiles
de Cataluña”. Entre fines del siglo XIV y todo el siglo XV, “se deterioró aún más la
economía de Cataluña” debido a “una serie de fieros levantamientos de los campesinos
contra los impuestos tributarios (“feudales”)” y a “conflictos abiertos en las ciudades”
entre “el patriciado mercantil” y “los pequeños artesanos y comerciantes”. Así, señala
Wolf:

La unión de Castilla y Aragón unció dos socios muy desiguales y aseguró el


predominio de Castilla sobre Aragón, que ya era “una sociedad en retirada”.

86
Otorgó un papel destacadísimo en el nuevo Estado ibero a los nobles propietarios
de inmensos hatos de ovejas. Se habían organizado en una poderosa asociación
de ovejeros, la Mesta, que podía promover sus intereses sociales y políticos
relacionados con el Estado a cambio de pagar impuestos a la Corona. La
exportación de lana castellana por los puertos del norte ligó esta periferia
cantábrica a los intereses de la nobleza militar castellana.

La irreversible adscripción castellana hacia una economía pastoril no sólo “ahogó el


desarrollo industrial de España”, sino que “redujo la aptitud de otras clases para poner
en jaque el dominio de los militares tomadores de tributos”. El modo dominante de
reproducción social ibérico fue la guerra “y el apoderamiento de pueblos y recursos”;
no el desarrollo industrial y comercial.

Así las cosas, la conquista del Nuevo Mundo no es más que una prolongación de la
Reconquista dentro de la propia península ibérica. La afluencia de la plata del Nuevo
Mundo a partir del siglo XVI redujo todavía más el desarrollo industrial de España,
pues produjo alzas de precios e inflación, lo cual hizo que no pudiera competir con los
productos industriales de Holanda. Sin embargo:

...la plata del Nuevo Mundo acrecentó los ingresos de la Corona. Juntas, las ovejas
de España y la plata de las Américas, costearon grandes operaciones militares de
España en Europa y el crecimiento de una burocracia real que excedía con
mucho las posibilidades de la economía española. Se compensó el déficit en los
gastos mediante préstamos de financieros extranjeros a los que halagaba en
extremo prestar sobre futuras importaciones de plata o sobre impuestos que se
cobrarían por la venta de lana. Fue así como España nunca contó con una política
económica coherente. La burocracia imperial se limitó a actuar como conductora
de la riqueza hacia los cofres de Italia, el sur de Alemania y los Países Bajos. La
expulsión entre 1609 y 1614 de 250 000 musulmanes no conversos, que vivían

87
en el sur de España, debilitó aún más la agricultura del país, pues detuvo los pagos
por renta a los señores, los cuales a su vez no pudieron pagar sus deudas e
hipotecas.

El cuadro entrópico se agudizó y, a mediados del siglo XVII, hasta las exportaciones
de lana española declinaron frente a su competencia inglesa. La guerra tecnológica se
perdía cotidianamente, morigerada por la afluencia de recursos frescos desde las
colonias americanas. Sintéticamente:

El capital fluyó más y más hacia préstamos privados y bonos del gobierno que
ganaban más intereses que las inversiones directas en empresas productivas. La
España del 1600 era ya ese mundo de descomposición y desencanto que Miguel
de Cervantes describe tan magistralmente en el Quijote. La economía española
se había transformado en un simple vehículo de riqueza comercial destinado a
otras economías, “una madre para los extranjeros, una madrastra para los
españoles”.

Surgen los circuitos internacionales de la riqueza mercantil. Fue de tal manera que los
comerciantes desempeñaron una función estratégica en la economía, junto a los
marinos y financieros genoveses. Y sumados a los factores antedichos, serán partícipes
de las quiebras increíbles de la Corona española: 1º) 1550; 2º) 1575/1576. En ellas, fue
cada vez más evidente un potenciamiento singular de los genoveses, por su firme
asidero español, a despecho de los ibéricos, que jamás llegaron a potenciar capacidades
instaladas propias y transfirieron masivamente los recursos económicos –la plata-
extraídos torticeramente de las colonias americanas, doblemente privadas. En cambio,
Amberes, cuna del duque de Burgundia (Carlos V), florecía.
Paralelamente, crecía el poder de los Países Bajos, que se sublevaron en 1556 y, a
principios del siglo XVII, desalojaron a los genoveses, convirtiendo Ámsterdam “en el
centro del sistema internacional de pagos de Europa”; dado que “recibía la plata de
España y el oro de Portugal a cambio de mercancías manufacturadas en el norte de
Europa”.
Gran parte de tal poderío emanaba de los “Nuevos Cristianos” portugueses, bautizados
o criptojudíos, emigraron a la ciudad de Ámsterdam “para evitar la persecución
económica y religiosa de Iberia”. Se trataba de personas cuyo papel comercial fue
destacado en Portugal, principalmente referido al comercio de azúcar y esclavos. En
adelante, “ponían sus dineros y su saber a disposición de los holandeses”, concluye
Wolf.

88
 EL PACHAKUTI CATACLÍSMICO: LA CONQUISTA IBÉRICA

“Bajo el implacable marco de la expansión militar; la Conquista; se inició el período


que se conoce como el de la Colonia”, dentro de un orden mundial que mostraba
“cómo en tiempo menor a dos centurias, las potencias del Viejo Mundo habían llevado
sus actividades comerciales a todos los continentes” y convertían el mundo entero en
“campo de batalla”; relata Erick Wolf. La busca de la plata americana, el comercio de
pieles, tráfico de esclavos y codicia de la Especería del Asia, “produjo
interdependencias nuevas y no previstas que cambiaron profundamente las vidas de la
gente”; el rostro de las naciones.
La Conquista adquirió contornos de un verdadero cataclismo cósmico que conmovió
profundamente a todo el mundo andino: los invasores asesinaron a los dioses, dieron
muerte al Inca y destruyeron su imperio, sembrando la muerte y la desolación entre
los amerindios y sumiendo al mundo en perpetua noche. Fue un Pachakuti epocal,
iniciado por Pizarro y Almagro desde Tumbes.
La conquista de América, una de las campañas militares más cruentas y espectaculares
de la historia, abría paso a la civilización europea en tierras americanas, derrotando a
los indígenas con golpes maestros que desarticularon sus centros de poder. Pero
también reflejó el auge creador del Renacimiento y el bullente comienzo europeo de
la Edad Moderna. Retornado Colón de su primer viaje (1493); un año después;
Castilla-Aragón y Portugal firmaron el Tratado de Tordesillas. Los castellanos, de
inmediato, dispusieron su ejecución en el interés de asegurar los tesoros fabulosos de
las Indias. La estratificación importada por los peninsulares, fue acendrada después de
la conquista. Los europeos apuraron sus afanes y muy poco tiempo después también
se apropiaron de tierras, aguas para sus fincas, molinos y pastizales; y comenzaron a
reclutar amerindios para que trabajaran a su favor. El turno fue de los minerales,
primero el oro y después la plata, principalmente de Potosí.

89
La flor de Chinchircoma (leyenda de la conquista):
Colgada en los barraqueros, mecida por el viento de la puna, la campánula de la
chinchircoma, roja, encendida, con sus pétalos ásperos y fuertes tiene la pureza de la
sangre india que le dio origen.
Desde Cajamarca al Cuzco, desde Chinchansuyo a estas tierras de la sierra Kollasuyeña,
la conquista hizo temblar la tierra de los Incas, convirtiendo en esclavos a los arrogantes
hijos del sol.
Cajamarca en el ocaso del imperio vio caer el trono del último monarca del incario.
Fusilería que repercutió en las montañas: gritos, confusión, desorden; luego entre las
sombras de la noche algunas siluetas de las vírgenes del Sol, escapando de la brutal
persecución.
La pavorosa tragedia fue seguida de devastaciones, más persecución y éxodo. Algunas
ñustas de estirpe real fueron escoltadas por caciques de sangre imperial camino del
kollasuyo.
Aprovechando las noches de luna, tres de ellas: Cusi Ckoillur, Sumac Tica y
Chinchircoma, conservaron el fuego divino, fuego enviado por Inti en la celebración
del Jatum Raimi y que no puede apagarse. Estas hermosas vírgenes dedicadas al culto,
cuidaron el fuego, lo avivaron, pero chisporroteando, saltó por tierra dando origen a
los Chiwanwayus que crecen sin más envoltura florar que la de sus propios pétalos.
Allí donde la última chispa saltó, las tres vírgenes del sol detuvieron su marcha: - “caipi”
dijeron decididas, y se fundó el pueblo de Caiza. En pocos días los fieles servidores
levantaron las viviendas que hoy se extienden en aquel plácido rincón al abrigo de los
vientos en un ambiente tibio y sereno. La comarca fue creciendo, se hicieron cultivos,
continuaron con las leyes incas y de la tragedia no quedó más que un vago recuerdo.
Así creyeron haberse salvado las tres ñustas del Ajllu-Wasi de los hombres blancos que
las persiguieron en el saqueo de Cori-Cancha, pero poco les duró la tranquilidad en
Caiza.
De norte a sur recorrían los buscadores de oro y plata venciendo a cuanto indio se
cruzara en su camino, nada pudieron los últimos esfuerzos de Manco Inca por sublevar
a los suyos, los indios atribuían todas sus desgracias a la cólera y castigo de Pachacamaj
por los crímenes de Atawallpa como usurpador de los derechos de su hermano
Huascar.
De ayllu en ayllu fueron cayendo las delimitaciones del Tawantinsuyo bajo la
dominación de los hombres llegados de tierras lejanas.
Un día Chinchircoma, que salió del bosquecito donde se mantenían prófugas las tres
vírgenes del sol, fue descubierta. La indiecita paralizada ante la visión del hombre

90
extraño, revestido de peculiar manera que ella nunca había visto la dejó como
paralizada. La visión ante aquella imagen que ella creyó satánica, la pusieron lívida y
sus ojos se ensombrecieron, el español quedó atónito ante tal exquisita e inusual belleza.
La linda cuzqueña que había deslumbrado al conquistador comienza a tratar de huir
mientras este se abalanza sobre ella, hábil Chinchircoma logra escapar y corre rumbo
a una alta colina, encontrando delante de sí un barranco, toma la suprema decisión de
lanzarse al vacío, pero antes de hacerlo, el español ya la había agarrado impidiéndole
saltar, mas ella, ligera en sus decisiones hundió su topo de plata en su pecho hiriendo
mortalmente su corazón. Brotó la sangre que tiñó de rojo la tierra como mancha de
indignación por el atropello que se quiso consumir y de aquella sangre derramada en
el holocausto de su pureza, surgió la bella flor de la Chinchircoma.
Y así como dice la leyenda, la flor de la chinchircoma es utilizada hasta hoy por los
indios callawayas para dolencias del corazón enfermo de dolor y de pena.

La explotación de minerales del Cerro Rico, por la dureza de su faena y la inclemencia


de su yermo, fue inmediatamente organizada recurriendo a la mano de obra de nativos
amerindios. Para llevar a cabo tal explotación, se recurrió al sistema tradicional de la
mita. Desde la intelección jurídico política de la mita, puede apreciarse una segregación
castiza importante sobre un colectivo social derrotado. La mita, entonces, resulta
aquella transfiguración colonial de una instituta social andina –bajo las normas
amerindias- en mecanismo de cumplimiento del pacto andino de reciprocidad
asimétrica de la derrota bélica; por una parte; y el aseguramiento de mano de obra
gratuita para explotar riqueza minera; por otra.

91
La Mita:
Mito de la época Colonial que relata la triste y sacrificada vida de los mineros que
trabajaban en el Sumaj Orcko.
Cuenta el tatay que para siempre se había escondido el sol, que ya no alumbraba con
intenso calor, que sus rayos no daban a las cosechas, abundante y sazonado fruto. Los
viejos curacas habían inclinado su vara ante los conquistadores, quienes se apoderaron
de todo y no satisfechos con todo lo saqueado, un día –dice- que todos los indios
arreados como llamas, habían sido llevados hasta el Sumaj Orcko, para el trabajo de las
minas: pero el Cerro, no había aplacado su enojo, porque una virgen ñusta se había
entregado a los blancos. Ella había rasgado la entraña de la montaña y la había
conjurado; pero la montaña al dar sus riquezas quería sacrificios humanos, por eso se
comía mucha gente; mientras más eran sus víctimas, mayores eran las riquezas que daba
al blanco.
Cuenta la leyenda que el cerro empezó a cambiar el color y su pigmento comenzó a
tomar el tono de la sangre de tantos mitayos indios devorados por el vientre de esta
montaña, es por eso que al Samaj Orcko se le llama Wuila Ckollo es decir cerro de
sangre porque wuila en aymara es sangre y ckollo cerro.

Durante el período “de marcado descenso de la población” –apunta Wolf- se


mantuvieron “constantes las cuotas de servicios y de tributos”; es decir, “que las
autoridades locales tenían que reclutar hombres con más frecuencia de la autorizada
por la ley”, cobrar contribuciones más altas “a quienes se quedaban en los pueblos” o
contratar trabajadores (mingas) “para suplir a los ausentes”. La mita, con todos los
efectos conocidos, en Potosí y en el Alto Perú no fue abolida sino hasta 1823. Era el
sistema predominante de organización colonial de la explotación minera, que
garantizaba la producción de plata en beneficio de la metrópoli, que a su vez inundaba
Europa de metal argentífero. La entronización de la minería como eje de acumulación
económica de las Indias hispanas, en criterio de Wolf, “iba dominando y reformando
la estructura de los dominios españoles del Nuevo Mundo”. Cambios que se hallaban
estrechamente vinculados unos a otros. Así, “la disminución de la población nativa y la
destrucción de los controles políticos que eran fundamentales a la horticultura intensiva
nativa” exigieron “nuevas formas de producción”, ganado y productos alimenticios para
las minas y poblaciones. La intervención de la Corona en la economía fue a través del
monopolio real de comercio de insumos para las actividades económicas,
desincentivando la creación de clases independientes de señores tributarios
enriquecidos por el trabajo indígena. Por ello, la concesión de éste trabajo, se sujetó a
términos jurídicos regulados por la Corona, a través de “concesiones temporales” o
encomiendas. La idea central del sistema consistió en el supuesto básico de que, al no

92
ser cristiano, el indígena carecía de capacidad para administrar sus bienes y tierras,
correspondiendo su elevación a la escala humana bajo el adoctrinamiento católico. De
allí, parten las institutas coloniales de la encomienda y repartimiento.
Las encomiendas, que tenían vigencia solamente “por una vida”, se ampliaron en sus
ventajas “por dos y tres vidas” o generaciones, consolidadas por un sistema denominado
“composición” o “nueva distribución de tierras” convertidas en “fundos de propiedad
de los españoles herederos de los conquistadores”, caracterizándose como “haciendas
o fincas de propiedad privada”, consumando el despojo indígena que habría de
transformarle en siervo, pongo, y colono. En efecto, junto al sistema fisiocrático de
distribución jerarquizada y primaria entre señores y siervos de la misma raíz
sociocultural (hispanos); se brinda una segunda versión de tales relaciones entre
conquistadores y amerindios; étnicamente; sea cual fuere su adscripción de clase. Tal
versión puede terminar de apreciarse en referencia de Alipio Valencia Vega: Las
“encomiendas” se ubicaron en las mejores y más extensas tierras; los antiguos ayllus
incaicos quedaron subsistentes en las regiones más alejadas y estériles, pero
completamente desfigurados, porque desapareció entre sus miembros el vínculo
consanguíneo y, además, las tierras se individualizaron, introduciéndose el concepto de
propiedad privada a la manera europea y con reconocimiento del derecho sucesorio.
Esta desfigurada reminiscencia del ayllu incaico fue llamada comunidad de indios y fue
objeto de constante despojo de sus tierras y de expoliación de sus miembros, por parte
de autoridades seculares, eclesiásticas y castrenses y de cualquiera persona que fuese
español o blancoide.
Empero, “las haciendas servían a propósitos diferentes”; donde se hallaban las que eran
de dueños de minas o talleres que “proporcionaban los productos necesarios para estas
operaciones a un costo muy bajo o sin costo”; otras producían para un mercado regional
“creado por la demanda de poblaciones cercanas, centros mineros o puertos”;
especializándose algunas de ellas en la producción de alimentos para tales mercados,
como fue el caso de los valles agrícolas de Cochabamba y Charcas para el Alto Perú. A
pesar de aquello, el crecimiento potencial de las haciendas se hallaba limitado por el
tamaño de la demanda real y dificultades del transporte. Finalmente, la Corona empleó
un medio más para separar a los españoles de la población indígena, a través de la
abolición formal de la esclavitud indígena en 1542; excepto en las zonas fronterizas
(como el Chaco) donde se resistía la implantación española y la población africana que
se importó en cantidades importantes y bajo el régimen de la esclavitud. Gradualmente,
“las encomiendas fueron sustituidas por las haciendas, que eran fincas trabajadas por
gente que se establecía en ellas y que dependía directamente de los dueños de la tierra”.
Dado que la Corona carecía de los recursos humanos y financieros para el estímulo de
su crecimiento, y asumiendo que los empresarios agrarios “con pleno control de la
tierra y de la mano de obra eran mejores que los encomenderos”; pasaron a depender

93
de los oficiales reales”, en tanto que respondían las demandas de la población y las
minas. Sin embargo, la evolución de las haciendas tuvo formas y ritmos diferentes en
los lugares de su implantación. La mayoría de los trabajadores de hacienda eran
amerindios. Muchas veces, los terratenientes adquirían tierra quitándosela a los
establecimientos amerindios; otras atraían migrantes que abandonaron sus aldeas
cargadas de tributos; también los hacendados ofrecían pagar el tributo de sus
trabajadores o brindarles crédito, política que sirvió de base al futuro sistema de
servidumbre por deudas.
La política hispana, su invasión, seguida violentamente de una resistencia nativa y lucha
por la independencia, generada como proceso a partir de la insurrección indígena,
descubre la percepción de que “la conquista no fue una rápida campaña victoriosa”;
sostiene Mario Rolón Anaya; quien prosigue caracterizando el proceso, que “se impuso
después de largo tiempo de lucha constante, en medio de cruentas alternativas bélicas”,
como las guerras de resistencia nativa: La Conquista duró en verdad cerca de medio
Siglo, de 1532 a 1572. Sus cruentas acciones alternaron cruelmente hasta el asesinato
expiatorio de Felipe Tupac Amaru en 1572, último monarca incaico sacrificado en el
Cusco por el Virrey Toledo. Veamos el caso, que guarda connotaciones fundamentales
al tema.
Túpac Amaru asumió la dignidad imperial luego de que su medio hermano el Uari
Inca Titu Cusi murió en 1570. Nos las habemos con la Rebelión de Vilcabamba, que
fue, a decir de Fernando Montes Ruiz; la “primera gran rebelión contra los españoles
en el Perú” y “estuvo encabezada por el Inca Manco (Hijo de Huayna Cápac), a quien
Pizarro designó Inca con la intención de manejarlo a su conveniencia”. Luego: Con el
pretexto de ir a buscar una estatua de oro macizo, el Inca Manco logró salir del Cuzco,
y aprovechando de la ausencia de Almagro (que había ido a conquistar Chile) y de
Pizarro (que se encontraba en Lima), se sublevó contra los españoles en 1536. Allí se
produjo el retorno de Almagro desde Chile, cuyo ejército venció al Inca Manco, quien
se vio forzado a internarse bajo el alero de los inaccesibles contornos arcifinios de la
provincia de Vilcabamba, desde donde llevaba a cabo una guerrilla de hostigamiento a
los españoles; edificando, paralelamente; un sistema de sentido a través del cual se
“restableció el culto al Inca y la antigua religión imperial” e hizo “edificar un templo en
Vitcos, y ordenó que se transfiera allí la imagen de oro del Sol y las momias de sus
antepasados”.

94
Se planteaba seriamente una consigna: La guerra final con España, quien responde
militarmente vigorosa. Tras esta batalla los españoles capturaron la ciudad y el palacio
de Vitcos. El 23 de junio “cayó ante la artillería española el último foco de resistencia
inca, el fuerte de Huayna Pucará, que los indios habían construido recientemente y se
encontraba defendido por 500 chunchos flecheros”. Los “restos del ejército inca, ahora
en retirada, optaron por abandonar Vilcabamba, su última ciudad, y dirigirse a la selva
para reagruparse”. El 24 de junio “los españoles tomaron posesión de la misma
cumpliendo Sarmiento con las solemnidades del caso”. Acompañado de los suyos,
“Túpac Amaru se había marchado el día anterior con dirección al oeste, dentro de los
bosques de las tierras bajas. Luego fue apresado. Los cautivos “fueron traídos de regreso
a las ruinas de Urcos y juntos se encontraron en Cuzco el 30 de noviembre”. Los
vencedores “también trajeron los restos momificados de Manco Cápac y Titu Cusi y
una estatua de oro de Punchao”, la más preciada reliquia del linaje inca “que contenía
los restos mortales de los corazones de los incas fallecidos. Estos objetos sagrados
fueron luego destruidos”. Así: Se hicieron varios intentos para convertir a Túpac Amaru
al cristianismo pero se cree que estos intentos fueron rechazados por un hombre que
estaba convencido de su fe. Túpac Amaru fue condenado por el asesinato de los
sacerdotes en Urcos, de los cuales fue probablemente inocente. Fue sentenciado a la
decapitación.
A decir de Fernando Montes, el Inca Manco “murió en 1545, asesinado por los
partidarios de Almagro el Joven”, a quienes “había dado protección”. Le sucedieron
sus vástagos Sayri Túpac y Tito Cusi; siendo este último sucesor en la resistencia contra
los españoles, llegando “a controlar un vasto territorio en la región oriental de los
Andes, cuyos pobladores le pagaban tributo”. El mensaje asume una posición ético
ideológica decisiva, precisa y puntual: la resurrección de Pachacámac, es decir, el
terremoto ctónico en la teoría política, pero encabezado por un Inca. Veamos, pues,
las connotaciones ideológicas del enunciado. Como bien sabemos, en la estructura
mítica de Pachacámac; Amaru es, pues, la posibilidad rebelde que subvertiría el orden
hispánico bajo un cataclismo sociopolítico que arroje a los viracochas ibéricos al

95
manqhapacha y restablezca a los andinos, que se levantan como un Amaru, que ya deja
de ser la obscuridad del anterior ciclo, para convertirse ahora en el ente antioficial y,
por tanto, latente, que disputará todavía la titularidad del poder en el plano de la
conquista.
El culto ideológico amerindio, refiere Ramón Mujica Pinilla, se cobijó en el
sincretismo, que comenzaba a causar dolores de cabeza a los evangelizadores, quienes
a partir de Bartolomé de las Casas, lo satanizaron. Fue justamente dicho evangelizador
el que narra una readecuación del Mito de Pachacamac, donde la deidad, “tras un enojo
pasajero que le llevó a las profundidades del manqhapacha”, emergió nuevamente
señalando haberse ahora confederado con el dios de los cristianos, “convirtiéndose en
una estrategia demoníaca para llevar almas al infierno”. Así floreció la iconografía
demoníaca de los manes amerindios. Empero, un hecho nodal quedaba reflejado en
textos jesuíticos de 1613 sobre “las idolatrías de los indios huachos y yauyos” de
Huancavelica, quienes habían predicado una nueva religión sincrética bajo un corpus
de trece mandamientos opuestos al decálogo, cuyos ídolos –la mayoría figuras inkas
como el soberano, ñustas, etc., siempre con una señal de fuego en la boca- gozaban de
un culto similar al católico, con iglesias, capillas y procesiones clandestinas de
amerindios no bautizados ni registrados en los libros parroquiales. Esto generó una
vigorosa campaña de “extirpación de idolatrías”.
Así las cosas, el encuentro decisivo se produce en la Tierra, operando ideológicamente
con la matriz amerindia previa, que concebía justamente a los ibéricos como los nuevos
viracochas; esto es; operaba todavía la matriz cíclica amerindia, sin ligar al conquistador
con la civilización antitética que operaría bajo códigos realmente distintos, generándose
un quid pro quo político. Por tanto, se trata de un poderoso intento de restitución, a
modo de pachakuti, que debe subvertir el orden adverso de la conquista. Ergo, al morir
Titu Cusi en 1571; “su hermanastro Túpac Amaru, hijo legítimo de Manco, asumió la
jefatura del Estado neoinca”. Al siguiente año, el Virrey Toledo “envió una expedición
que, favorecida por una epidemia que asolaba Vilcabamba, derrotó fácilmente a Túpac
Amaru”. Este último Inca “fue decapitado en el Cuzco en medio del clamor de una
multitud azorada de indios”.

96
Empero, articulado ideológicamente a éste pachakuti de Amaru, se halla el Taki
Unquy, del que relata Fernando Montes: “Durante la década de 1560, coincidiendo
con la rebelión de Vilcabamba, se desató en los territorios controlados por los
españoles un movimiento religioso político” denominado Taki Unquy, literalmente
mal de la danza: Probablemente el movimiento fue una respuesta indígena frente a los
excesivos tributos y a los abusos de la encomienda impuesta por los españoles. Es
evidente que hubo un estrecho vínculo entre estos dos movimientos indígenas; pero
ambos mantuvieron su autonomía, pues el Taki Unquy tenía sus propios dirigentes. El
área nuclear del Taki Unquy “se hallaba en la provincia de Huamanga y desde allí
salieron emisarios a todo el Tawantinsuyu. El movimiento se extendió por el Cuzco,
Lima, Ayacucho, Arequipa, La Paz y Chuquisaca, llegando a manifestarse aún en las
ciudades españolas”. De suyo: Los adherentes del movimiento decían que las huacas
destruidas o quemadas por los extirpadores de idolatrías habían revivido para derrotar
a los españoles y expulsarlos del país. Aseguraban que cuando Pizarro conquistó el
Perú “había Dios vencido a las guacas y los españoles a los indios; empero que ahora
daba la vuelta al mundo y que Dios y los españoles quedaban vencidos esta vez y todos
los españoles muertos y las ciudades de ellos anegadas y que la mar había de crecer y
que los había de ahogar porque de ellos no huviese memoria”. La Conquista significó
la victoria de los españoles y de su Dios, y la inversión del mundo; pero ahora “no era
tiempo de Dios sino de Guacas”, pues “a Dios se le había acabado su mita (turno) de
mandar” y el mundo se había volcado nuevamente a su posición normal, y por
consiguiente “ya volvía el tiempo del Ynga”.
Los fundamentos ideológicos del Taki Unquy escindían radicalmente al mundo
amerindio con el español, exigiendo a sus prosélitos apartarse completamente de los
cultos, nombres e incluso alimentos venidos de Castilla. Para librarse de la
contaminación europea, los amerindios debían practicar sus antiguos ritos de
purificación, dado que, en síntesis, quienes persistieren fieles “al orden bárbaro e
invertido de los españoles estarían condenados a vivir en un mundo al revés (cabeza
abajo y pies arriba), convertidos en animales silvestres (Wari) asociados a la primitiva
Edad de las Tinieblas”. Si las huacas derrotadas por los españoles habían perdido
credibilidad entre los amerindios, era el Inca de Vilcabamba quien “decidía cuáles
huacas merecían ser revividas”, excluyendo el soberano a las locales a favor de las
provinciales “y sobre todo a las que eran particularmente apreciadas por la dinastía
cuzqueña”, entre las que se hallaban Chuquimoro, Chuquiguaraca, Apollanaca, Sutaya,
Pachacámac; Coricancha, Guaynacauri, Nina Soyuma, Topa Amaro, Mandacalla, en
el Cuzco; la huaca del Titicaca en el Collao y Asarasara en Parinacochas. “Todas ellas
estaban agrupadas alrededor de las huacas de Titicaca y Pachacámac”.
Con la restauración de las huacas oficiales en desmedro de las regionales, “se buscaba
restablecer el poder político del Inca, basado en vínculos religiosos, y anular al clero

97
indígena local, que podía minar ese poder dinástico central”. En 1565, los adeptos del
Taki Unquy “se plegaron a los preparativos de una insurrección general encabezada
por el Inca Titu Cusi de Vilcabamba”, asentándose en Jauja, donde se pertrecharon
para la guerra. Acá nos las habemos con un hecho crucial y clave para comprender el
pensamiento amerindio, como refiere Fernando Montes: Según una creencia indígena
recogida por Sarmiento de Gamboa, el Imperio Incaico había sido fundado
exactamente mil años antes, en una fecha correspondiente al año 565 de la era cristiana.
De estas consideraciones milenaristas nació seguramente la convicción indígena de que
el mundo se había volteado, reiniciándose el tiempo de los incas y de las huacas y
concluyendo el turno de mando de los españoles y sus dioses.

El aborto y represión del movimiento antes de pasar a la insurrección prevista, desarmó


por completo a sus líderes. Cayendo Vilcabamba en manos de los españoles y siendo
ejecutado el Inca Túpac Amaru, cesó el levantamiento, aunque no la agitación, pero la
suerte se hallaba echada: Cerca de cuarenta años después de que la conquista del Perú
hubiese comenzado con la ejecución de Atahualpa, ésta concluyó con la ejecución de
su sobrino. “Con el fin de prevenir el resurgimiento del imperio y borrar todo rastro
de su descendencia, la fuente de futuras generaciones reales fue prontamente eliminada
por el virrey”. Dos siglos después, “aparentemente uno de sus descendientes, don José
Gabriel Condorcanqui Túpac Amaru II, lideró un levantamiento indígena en 1780
contra la continua presencia española en el Perú”, autonombrándose Inca Rey del
Perú.


Según Wikipedia, José Gabriel Condorcanqui Noguera (Tinta, Perú, 19 de marzo de 1738 - Cuzco,
18 de mayo de 1781) mayormente conocido como "Túpac Amaru II", fue hijo de Miguel
Condorcanqui y Rosa Noguera, descendía de Tupac Amaru I, último inca del Perú, quien fuera
ejecutado por los españoles en el siglo XVI.

98
 LA NUEVA ÉPOCA: EDAD MODERNA

Hablemos ahora de España. Una vez caído el imperio universal romano, las invasiones
germanas de provincias latinas avanzan en todas las direcciones, estableciéndose el
reino visigodo en España. Europa se urbaniza. Inmediatamente, penetran Iberia los
árabes musulmanes, en pleno auge económico, cultural y militar, fundando la cultura
conocida por hispano-árabe o Mora; también –con ellos-; arriban oleadas de judíos
sefarditas (orientales). Las influencias étnicas orientales –musulmanas y sefarditas-,
“fueron continuas y profundas” en las ciudades de Córdoba, Toledo, Sevilla, etc. Fue
justamente en Toledo que floreció la Escuela de Traductores, formada “por cristianos,
judíos y árabes”: el arte mudéjar.

Los reyes de la época de la reconquista estuvieron “empeñados en reorganizar


políticamente a España en función de la cultura occidental y de la tradición cristiana ”. 40


Con la conversión de Recaredo al cristianismo (587) “comienza la intervención de la Iglesia en los
asuntos públicos. Desde entonces la autoridad del monarca ha de manifestarse más fortalecida”.
40
Derrocada por los árabes la monarquía visigótica, origináronse inmediatamente en el norte de
España —sobre todo en Asturias, Navarra y Cataluña—, numerosos centros de reacción. El primer
foco de importancia, fue Asturias donde Pelayo conquistó las bases mínimas de independencia sobre
las cuales habrían de reestructurarse los Estados cristianos. Sus sucesores ampliaron de tal modo el
primitivo reino asturiano que en 910 la corte pudo trasladarse a León. Poco después se organiza el
condado independiente de Castilla y surge el poderoso reino de Navarra que, bajo el reinado de
Sancho III "el Mayor" logra reunir casi toda la España cristiana. Al morir este rey aparecen los reinos
de Castilla y Aragón. Cataluña, por el contrario, permaneció en poder de los francos hasta 874, año

99
Bajo el Imperio Carolingio, España fue la Marca Hispánica regida por Marqueses. En
ella, vino el feudalismo . 41

Para Ángel Salcedo Ruiz, “lo primero que hay que apuntar” es que las monarquías
medievales hispano-cristianas “fueron del mismo sistema social, político y
administrativo que sus contemporáneas del continente europeo”. Salvo algunos
pormenores que marcan la excepción, todas las monarquías de la época siguen cierto
trazo familiar. Las constituciones partieron, pues, de los Fueros y Cartas Pueblas, cuyo
conjunto legislativo se denominaría legislación foral42. El siglo XV ofrece dos períodos
completamente distintos: continúan las luchas oligárquicas y el cuadro general de la
situación del siglo anterior hasta 1474, inicio del reinado de los Reyes Católicos, con lo
que se marca el fin del medioevo español y el inicio de su Edad Moderna. Veamos.
Caracteriza el siglo XV la búsqueda continua de la unidad nacional. Con Fernando I,
Castilla y Aragón lograban acercarse decisivamente. Fernando I murió en 1416, siendo
sucedido por su hijo Alfonso V (1416/1458), quien conquistó Nápoles, donde residía,
mientras que sus hermanos agitaban Castilla y Aragón. Fue la época en que
Constantinopla cayó en manos de los turcos (1453) y llegaban a Italia, en fuga, los sabios

en que se independiza, uniéndose a Aragón en 1137. Durante el siglo XI continúa la línea expansiva
de Castilla. Fernando I la unifica con León y Alfonso VI extiende la frontera meridional hasta el
Tajo conquistando Toledo (1085). Pocos años después (1139), Portugal se declara independiente.
La reconquista no se detiene en la baja Edad Media. Fernando III logra reducir a los musulmanes
hasta el territorio de Granada en tanto que los Estados del oriente inician y continúan un proceso de
creciente aproximación. Al comenzar el siglo XV la unidad jurídico política en torno a la
nacionalidad española está ya en franca evolución (Nota de OMEBA).
41
Objetivamente, sólo Cataluña tomó el carácter feudal propiamente dicho, fruto de su relación
prolongada con los resabios del Imperio Carolingio. Y, por otra parte, la contienda entre los poderes
temporal y espiritual, dada la lejanía ibérica del contexto general y proactivo, apenas restó influencia
a una Iglesia que supo cohesionarse muy sólidamente con el espíritu nacional hispánico. Y éste, se
vería dinamizado también religiosamente, con el rechazo del clero nacional a la penetración masiva
(que reemplazó el antiguo rito español por el romano) de los monjes cluniacenses –franceses-,
conocida como la invasión galicana o europeización ibérica.
42
Aparte de estas instituciones representativas, la España postvisigótica conoció otra forma
esencialmente directa de manifestación de la voluntad popular. “Es la que corresponde a los
llamados conventus populi o conventos publicus, verdaderas asambleas de vecinos que se reunían
en las plazas de las ciudades a objeto de discernir y peticionar sobre cuestiones locales”. Puede
reconocerse en esta costumbre “un lejano antecedente histórico de los pronunciamientos populares
tan típicos en los procesos de formación de los estados latinoamericanos”. Un tercer tipo de
asambleas se encuentra también durante la época de la reconquista, en las juntas judiciales o concilia
que se constituyeron en España, siendo ellas unas de las primeras formas de ejercicio de un poder
jurisdiccional independiente.

100
y retóricos griegos “que determinaron la explosión definitiva del Renacimiento”. Juan
de Aragón, primero gobernador y luego rey tras la muerte de Alfonso V, se casó con
Blanca de Navarra, teniendo tres hijos, de los cuales se dijo fueron “los príncipes quizás
más desgraciados” de la historia; destacando Carlos, príncipe de Viana. Para Salcedo,
pese a los incidentes contra Carlos de Viana, fue más benéfico para el futuro español
que se haya entronizado a Fernando el Católico en lugar de su hermano Carlos, quien
pretendió también –sin éxito- a la reina Isabel de Castilla. De Carlos, anota Salcedo,
podía esperarse “una segunda edición”; un reinado tan calamitoso como el de Alfonso
X el Sabio.
En Castilla, simultáneamente, gobernaron Juan II y Enrique IV (1454/1474), llamado
“el impotente”, pues aparentemente no podía engendrar por alguna enfermedad (se
presume venérea) ni gobernar su reino, envuelto en un caos de guerras constantes y la
primera oposición política en regla. Casado con Juana de Portugal (hermana del rey
Alfonso V), de conocidos amoríos con varias damas de la corte, lo que provocaría una
reacción similar de la reina, quien sostuvo amores con el hidalgo andaluz Beltrán de la
Cueva, de los cuales –aparentemente- nació la princesa doña Juana (marzo de 1462),
apodada la Beltraneja. El apodo se impuso a las ficciones jurídicas de legitimidad que
terminó por privarla del trono; acatando así la firma del rey en favor de sus hermanos
Alfonso e Isabel como legítimos sucesores al trono. Insurrecto, Alfonso derrocó a su
hermano y gobernó por tres años (1465/1468), tras cuya muerte –excluida la Beltraneja-
, asumió el trono Isabel la Católica (nacida en abril 22 de 1451).
Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, son los iconos de la
unidad nacional española, finalmente lograda tras ocho siglos de lucha por su
independencia. También, simbolizan el tránsito definitivo del medioevo a la
modernidad, así como la constitución monárquica del estado nacional centralizado. Las
capitulaciones matrimoniales habían establecido la parte que cada uno tendría en el
gobierno, consolidando este matrimonio la unidad política española y el poder de los
monarcas, con predominio de Castilla sobre Aragón, pero guardando equilibrios

Muerta su madre, D. Juan casó con la rica hembra castellana doña Juana Enríquez, mujer de talento
y energía varonil, mas el tipo acabado de la mala madrastra, que puso en juego todas sus facultades
para que su marido aborreciese á los hijos del primer matrimonio, como lo consiguió. Navarra estaba
dividida desde 1438 en dos bandos: agramonteses, cuyo núcleo era la casa de Agramont, y
biamonteses, que seguían á la familia de Beaumont. En esta ocasión los primeros se declararon por
los reyes Don Juan y Doña Juana, (…) los biamonteses se pusieron de parte del hijo. Estalló la guerra
civil, y el príncipe de Viana fue preso. Novelescas fueron ésta y las siguientes prisiones de D. Carlos,
(…) hasta que al cabo murió (23 Septiembre 1461), de enfermedad natural según Zurita; envenenado
según el vulgo. Así pudo heredar los reinos aragoneses sin contradicción el hijo de D. Juan y la
Enríquez, ó sea Fernando el Católico, nacido en Sos el 10 de Marzo de 1452.

El reinado de Juan II (1406/1454) ofrece dos aspectos diferentes: el literario –afortunado
renacimiento grecolatino en las letras- y el político, que “no pudo ser más desgraciado”.

101
importantes en la solidez del vínculo. Los reyes comienzan por pacificar el reino, para
lograr la unidad política, enfrentando a los privilegios de la nobleza, sus fuerzas
armadas, así como la sujeción de las órdenes militares/religiosas. En tal dirección,
también reorganizaron el Consejo Real con adictos al absolutismo. Empero, a la política
de hierro sumaron un hábil manejo de la opinión pública, principalmente el rey. Con
la reconquista de Granada en enero de 1492, eliminaron el último bastión musulmán
de Al Andalús y con la anexión de Navarra, unificaron totalmente el reino de España.

Impusieron “la unidad religiosa” expulsando a los árabes y judíos, así como
implantaron la Inquisición, que fue dirigida por Torquemada, con abundantes usuarios
(o víctimas). Se torturó y ejecutó a muchos judíos y moros, hasta que finalmente fueron
expulsados los no conversos. Codificaron las leyes vigentes a través de las Ordenanzas
Reales de Castilla (también llamadas Ordenamiento de Montalvo en honor a su autor);
crearon cinco consejos de estado (consejos de estado, Gracias, Aragón, Santa
Hermandad y Hacienda), además de las dos Contadurías. Su política económica fue
de un proteccionismo bastante moderado. Y, finalmente, como fruto de la constitución
real de su estado, acometieron empresas marítimas en pos de su expansión, una de las
cuales, llevada a cabo por Cristóbal Colón, dio con la ruta atlántica de Abya Yala y
“descubrió América”. Este reinado sentaría las bases para que una fragmentada y
medieval España se colocara el siglo XVI como la más grande potencia mundial.

102
De todos los posibles legados coloniales que se haya provisto Bolivia, indudablemente,
uno de los menos resaltados es el referido a su naturaleza jurisdiccional: la Real
Audiencia de Charcas operaba como una especie de Corte Suprema colonial; nos las
habemos con éste país jurídico cuya singularidad reside en haber nacido a la vida
colonial como ente legal. Desde la época temprana, la costumbre social se vio invadida
de usos legales, convirtiéndose el derecho en un mediador eficaz de las relaciones entre
castas y etnias, adhiriéndose a la hermenéutica particular que desempeñaba en un
escenario que no hallaría interrupción al finalizar el dominio español, sino más bien
continuaría como tradición republicana. Sostengo que la raíz jurídica colonial no ha
sido reemplazada por otra de carácter republicano, sino más bien resultó fortalecida en
su nuevo contexto, es decir, la característica resultó imperecedera dada la utilidad
prestada, principalmente en su rol intercultural mediador. Se trata de una eficaz
instrumentación normativa que supo expresar el pacto de reciprocidad asimétrico
resultante de la conquista.
Inclusive, la juridicidad estableció canales de movilidad social, en virtud a
procedimientos que tenían como finalidad el reconocimiento legal de la nobleza
indígena y, lo más importante, la seguridad jurídica brindada a las comunidades
amerindias, a través de la extensión de títulos de propiedad sobre sus tierras. Esto
último resultó crucial en la comprensión amerindia de las nuevas entidades políticas y
su relación con éstas. Lo anterior, no obstante, de ninguna forma quiere dar por
sobreentendida una supuesta eficacia normativa, ya que vino acuñándose desde
tiempos inmemoriales aquello de que se acata pero no se cumple. Sin embargo, las
autoridades coloniales guardaron la suficiente prudencia en las reciprocidades,
estableciéndose también de forma precoz un conjunto de negociaciones flexibles acerca
de la aplicación jurídica de las disposiciones venidas desde la metrópoli. Pero, ojo, ello
no abría paso automáticamente a monumentales despojos como los operados por la
república; aún las transgresiones eran negociadas, la clave consistía en dejar incólume
el pacto de reciprocidad. Será, entonces, la envoltura jurídica que funja de contenedora
de otras relaciones trasvasadas a su ámbito y, por ende, afectadas a su lógica y
procedimientos. El uso y repetición permanente de tales pactos fue configurando una
peculiaridad que habrá de acompañarnos hoy; la juridicidad de las relaciones sociales,
expresadas en un escenario específico: el campo jurídico político.
Este bosquejo evolutivo transforma en racionalidad “lo que era al principio un hecho
natural”. La contextualización ubica ondas largas de un proceso racional jurídico
político en permanente situación evolutiva. Todas aquellas ondas largas, circunstancias
y causas que obran sobre la naturaleza humana, también lo hacen sobre el estado, que
para responder a sus fines “debe ser un espejo fiel del estado de cultura y de todos los
elementos de civilización existentes en la sociedad”. En estas tierras de Abya Yala,

103
también la Rebelión/Pachakuti supone una onda larga que marcará su devenir
histórico. Veamos…

Al excelente autor nacional Fernando Montes Ruiz43 es debida la narración mítica de la


historia de los Andes, que se hace crítica en función a la vastedad que invoca en el
tiempo, espacio y lenguaje, así como la reconstrucción histórica intercultural que
despliega. “Los mitos son tiempo hecho metáfora”, sostiene Fernando Montes, ya que
sus símbolos “representan el origen, el devenir histórico, las vivencias actuales y el
sentido de destino de un pueblo”. Pues bien, la revisión mítica nos permitirá ahora
comprender la concepción andina del tiempo:

Tanto los mitos cosmogónicos como las edades de Guamán Poma diferencian
dos períodos opuestos bien definidos: un tiempo primitivo de oscuridad (la era
del Genio Maligno y las dos primeras edades), en que predominan el caos, la
naturaleza salvaje y la barbarie, asociados al principio de lo Bajo. Después de un
cataclismo viene la segunda época (la era del Héroe Civilizador y las edades
tercera y cuarta), donde tienen primacía la luz, el orden y la cultura, que son
atributos de lo Alto. (…) los mitos andinos modernos relatan un nuevo cataclismo
que inicia la tercera edad, en la cual se vuelven a imponer la oscuridad, el caos y
la barbarie, y anuncian otro cataclismo futuro que restaurará una vez más el
orden, la civilización y la luz.

“El tiempo andino está regido por la dialéctica de oposición complementaria, pues a
un período de oscuridad, naturaleza y barbarie, asociado a lo Bajo y a lo antiguo, se le
opone un período simétricamente inverso de luz, cultura y civilización, vinculado a lo
Alto y a lo moderno”. Luego:

43
Fernando Montes Ruiz: La Máscara de Piedra. Simbolismo y personalidad aymaras en la historia.
Comisión Episcopal de Educación / Secretariado Nacional para la Acción Social. Editorial Quipus.
Primera Edición. Pág. 5 y ss. La Paz, 1984.

104
La transición entre uno y otro está definida por un cataclismo o pachakuti que
enfrenta a ambos opuestos en un terreno neutral (Akapacha) y los confunde e
iguala momentáneamente en un caos temporal, que luego otorga el predominio
al término que estaba subordinado, restaurando así el equilibrio del sistema. De
este modo, cada principio predomina alternativamente sobre su opuesto, según
un sistema de mit’as o turnos que invierte periódicamente la totalidad. Es
necesario advertir que lo Bajo se asocia con el pasado y lo Alto con el presente;
vale decir que existe una correspondencia exacta entre categorías espaciales y
temporales, en concordancia con la unidad espaciotemporal de pacha. En
segundo lugar, hay que recalcar que los atributos simbólicos del presente son
simétricamente opuestos a los del pasado y el futuro; o dicho en otras palabras,
el presente es simétricamente inverso al pasado y al futuro, los cuales por su parte
son idénticos entre sí.

“Los acontecimientos pasados se repiten en un tiempo cíclico que siempre retorna al


punto de partida”; ergo; este ciclo temporal no es necesariamente continuo, sino que
se ha dividido en períodos de mil años. En apariencia, Guamán Poma se apartaría de
dicha tradición al señalar una sucesión lineal de cinco edades con duraciones diferentes
de los mil años prescritos:

No obstante, (…) se advierte que en el cronista se libra una verdadera batalla entre
la cosmovisión andina heredada de sus antepasados y las nociones europeas
adquiridas por aculturación. Su crónica es un artificioso esfuerzo por conciliar
ambas concepciones antagónicas del mundo, aunque acaba por triunfar su
herencia andina. Por ello calcula la antigüedad del mundo en 6.612 años. Si se
considera que escribe su crónica el año 1612, y se sustrae este número de la cifra
total de 6.612, el resultado es el número redondo de 5.000 años, que corresponde
a las primeras cuatro edades. El autor hace coincidir el comienzo de la era
cristiana con el inicio de la era incaica, y a esta última le atribuye una duración de
1.500 años. Los 112 años de diferencia entre esa cifra y 1612 son el tiempo que
según el cronista había transcurrido desde la Conquista hasta el momento que
escribió su libro.

Los 5000 años correspondientes a las primeras cuatro edades y los 1500 de la quinta
“son sin duda cifras milenaristas que vienen impuestas por la combinación de los
principios lógicos de la quinquepartición y la división decimal (los cuales constituían la
base de la organización estatal incaica)”. Lo anterior supone, pues, que el tiempo no
es idéntico a sí mismo:

105
De esta manera, la duración uniformemente milenaria de los períodos
temporales andinos no emana de los hechos históricos mismos, sino que está
establecida de antemano por las oposiciones y correspondencias simbólicas de la
dialéctica andina. En otras palabras, independientemente del transcurso real del
tiempo, la duración atribuida a estos períodos se acorta o se alarga
arbitrariamente para acomodarla a dichas categorías lógicas preestablecidas. El
tiempo es por tanto elástico y relativo: como no se lleva un cómputo exacto de
los años, no existe una escala temporal absoluta (de segmentos invariablemente
equidistantes), con respecto a la cual el tiempo pueda conservar una
proporcionalidad absoluta e inmutable a lo largo de todo su transcurso.

Y acá nuestro autor arriba con brillantez al enunciado básico del sistema en cuestión,
otorgándole un sentido propio, diverso y al mismo tiempo válido en su espacio-tiempo:

En virtud de esta elasticidad del tiempo, el pasado y el futuro, por muy remotos
que sean, son siempre contemporáneos al presente, pues la distancia temporal
que media entre éste y aquéllos es relativa y puede acortarse indefinidamente
hasta hacerlos inmediatos. Esto no significa que deje de haber devenir. Por el
contrario, el tiempo transcurre: hay un antes y un después, los cuales son a la vez
un ahora que es siempre. Los acontecimientos del pasado y del futuro están
ocurriendo constantemente en este presente eterno y absoluto, sobre el que
confluyen todos los tiempos posibles. Así, el pasado legendario de las epopeyas
–que en virtud del eterno retorno es también futuro utópico- se revive
continuamente en este presente mítico, al que fundamenta y confiere sacralidad.
Esto explica la presencia constante del pasado en el presente precolombino. (…)
En el contexto de esta categoría lingüística {Nayra} se comprende la concepción
andina del tiempo: el pasado queda hacia adelante y está asociado con los ojos y
con el acto de ver porque se lo ha vivido y presenciado; es decir porque se lo ha
visto. A la inversa, el futuro queda hacia atrás de la espalda porque es aún
desconocido, y por así decirlo, está fuera de la perspectiva visual.

“El tiempo mítico andino avanza desde un presente absoluto y eterno, sobre el que
confluyen todas las épocas, hacia un futuro ignoto; siempre de cara a un pasado
conocido, al que invariablemente retornará”. Así concluye su relato Fernando Montes,
mostrando las características esenciales del origen y cambio en sociedades andinas.

106
Éste, sin embargo, logra con el Inkario adherirse a las corrientes “universalmente
modernas” de la revolución como estructura de cambio, aparentemente no entrevista
como un pachakuti por los amerindios de entonces. A criterio del Dr. Mario Rolón
Anaya; la disputa de los “Ayllus imperiales” o “panacas”; era tradicional en la
“rivalidad” de los linajes del Cuzco: del “Hanan (arriba)” y “Hurin (abajo). Mientras
los Hanan del Cuzco “querían mantener la estructura del Imperio que dejara
Pachacutec”, como “conservadores”; los Hurin Cuzco “querían introducir cambios”,
como “innovadores”. Luego, sostiene Rolón Anaya:

Esta división se acentuó a tiempo de la aproximación de los invasores españoles


después de la muerte del Inca Huayna-Kapac, en la guerra fratricida de Huáscar
y Atahuallpa movida por intereses económicos regionales. El primero de ellos
ungido Inca en el Cusco, pretendía cambiar la tradición en el culto de los muertos
disminuyendo las tierras de cultivo de los grandes linajes, por razones económicas
y sociales. Al verse afectados en sus intereses los conservadores Hanan-Cusco,
promovieron la rebelión de Atahuallpa y precipitaron una guerra civil que no se
limitó a los linajes cusqueños. Afectó a todo el Imperio cuando los pueblos
sometidos en los cuatro grandes Suyus creyeron dada la ocasión histórica de
resistir o acabar con el dominio centralista e imperial del Cusco. Muerto Huáscar
la división subsistió y uno de sus más prominentes partidarios, Manco Inca,
esperaba vengarlo.

Tal fue la coyuntura que hallaron los conquistadores, quienes aprovecharon la división
estableciendo un hábil sistema de alianzas entre fracciones confrontadas, logrando así
colaboración amerindia frente al incario, en la creencia que su deposición marcaría
nuevas pautas de convivencia en la región, españoles incluidos, iniciándose un doloroso
quid pro quo entre las comunidades y pueblos amerindios con el sistema civilizacional
de occidente, sus miembros y sistema estatal de poder. Colonialistas nativos a criterio
de Rolón, impelidos mayormente por ingenuidad que mala fe.

Supay Chaca (Leyenda de puente del Diablo en Yocalla)


El pintoresco pueblito de Yocalla tiene algo especial que lo hace distinto a los demás,
con sus construcciones de adobe, caminos de piedra y un espíritu revolucionario que
aún parece flotar en el ambiente, Yocalla es célebre desde tiempos remotos. Su fama
nace con la leyenda de su majestuoso puente levantado sobre Pilcomayo, distante a
poco más de un kilómetro de su plaza, donde se levanta la iglesia parroquial. El

107
misterioso origen de este puente se pierde entre las sombras de esa noche tenebrosa
que se llamó el coloniaje.
Cuenta la leyenda que la más hermosa ñusta que tuvo la región fue la hija del Curaca.
Chasca, una hermosa joven con la bondad en sus extenuados ojos, al paso de sus
pestañas. Chasca era una mujer que en lo humano tenía un bello cuerpo, recia
contextura de hembra, fino perfil, ojos hermosos y en lo divino lo tenía todo: Belleza
en el alma, pureza en el corazón, candor en su espíritu y blancura en todo su ser
espiritual.
En el hogar del Curaca, su padre, se practicaba el lema “Ama ckella”(no seas flojo) es
por esta razón que Chasca cumplía funciones de todo tipo en el campo: a veces
pastoreaba ovejas, otras tejía hermosos telares, o también caminaba detrás de su padre
sembrando la tierra.
Dice la historia que desde pequeños, una reciprocidad de sentimientos había unido a
Chasca y Calca en los juegos y en las fiestas, en los pastoreos y las siembras. Habían
crecido juntos, ella cada día más hermosa, él cada día más apuesto. Pero existía un
brutal abismo que los separaría.
Chasca y Calca venían de familias muy distintas: Chaca de familia noble, padres ricos,
su familia era dueña de muchas tierras y ganado. Calca por su parte era pobre, familia
sin posesiones ni títulos y peor aún Calca era de cuna humilde, sus padres jamás habrían
recibido distinción alguna de parte de la vara del curaca. Pero el amor que todo lo
puede, hizo que poco les importaran estas diferencias a la joven y enamorada pareja,
es entonces, como se comienzan a visitar a escondidas cada vez que Chasca trabajaba
la tierra en el campo.
El Curaca que ya había escuchado rumores sobre las andanzas de su hija, un día se
decide a seguirla por el camino al manantial y descubre a los jóvenes en su poético sitio
de citas. La aparición del curaca fue abrupta y violenta, Chasca sorprendida apretó las
manos de Calca y por más que intentó, ni una sola palabra pudo salir de su boca. Estaba
pálida, con el miedo dibujado en sus dos hermosos ojos. El curaca imperioso,
autoritario comenzó con un hiriente discurso enrostrándole su falta de nobleza a Calca,
pero este sin sentirse humillado le responde:
- Ya que para ti la posición social y las riquezas son importantes, te pido el plazo
de un año para juntar riquezas, porque tengo el don del trabajo, la fortaleza de
mi alma y la voluntad de mi corazón. Cuando haya cumplido mis deseos vendré
a pedirte la mano de tu hija.
El curaca aceptó el trato pero dentro de su cabeza pasaban ideas de cómo separar a
esta pareja y conseguir un matrimonio de conveniencia con su hermosa hija.

108
Calca se va de viaje según lo acordado y Chasca comienza a sufrir las medidas de su
padre, quien con el paso del tiempo concreta un matrimonio con el hijo del alcalde.
Chasca cada vez más triste y desolada, obsesionada con ver aparecer por aquella
montaña la silueta de su amado y mirando sin interés alguno como se gestaba un
casamiento que ella no aceptaba. Le rogó a su padre que por favor respetara el trato
hecho previamente con Calca, que pronto se cumpliría el plazo. Pero el padre
ambicioso y autoritario no escucho los ruegos de su hija.
En el pueblo todo estaba listo, sin embargo esa semana se puso a llover como nunca,
todo indicaba temporal intenso y el matrimonio se corrió para el día siguiente con las
esperanzas de un buen clima digno de tan pomposa celebración.
Calca estaba volviendo ya, con ayuda de las riquezas ganadas, sin embargo al llegar a las
orillas del Pilcomayo se encuentra con un río que parece más bien una montaña
deshaciéndose entre una fuerte y creciente corriente de barro, al verse imposibilitado
para pasar, Calca comienza a invocar la ayuda de satanás entre gritos y maldiciones: -
¡Que me lleve el diablo antes de faltar a mi palabra!
Y entre fulgurantes centellas aparece el mismísimo diablo quien le ofrece construir un
puente para cruzar el río, antes de que cante el primer gallo a cambio de su alma. Calca
con miedo pensó que esta era su mejor opción ya que si cantaba el gallo, él quedaría
libre y podría ir a reunirse con su amada. Calca acepta y el diablo se pone a trabajar en
el puente, cogiendo piedras, mezclando el concreto y poco a poco el cielo cambiaba su
color amenazando con amanecer, cuando de pronto, mientras el diablo está
acomodando la última piedra, canta el gallo de la aldea vecina. Calca feliz y algo
asustado por su triunfo, corre por el camino fulgurante de un nuevo día.
Inesperadamente, en medio de esa luminosidad ve brillar la armadura de San Miguel
Arcángel quien con su espada logró impedir que el diablo pusiera la última piedra,
dejándolo libre de toda penitencia.
Al llegar a Yocalla comprende todo lo que está sucediendo en el pueblo, a tirones se
hace un espacio entre la multitud, se acerca a su amada y con la desesperación del
genuino joven amor, logra hablar con el sacerdote a quien explica todo lo ocurrido, el
sacerdote decide respetar el primer trato de Calca con el curaca y termina casando a la
feliz pareja.
El puente del Pilcomayo es una atracción para todos quienes lo visitan, su construcción
guarda hasta hoy el misterio de parecer siempre recién construido.
EPOCA COLONIAL
Los españoles con el afán de continuar su conquista envían a Gonzalo Pizarro en 1538,
a pedido de su hermano Francisco, hacia tierras de los Charcas o Collao. El ingreso en
estas tierras no fue fácil puesto que en Chuquisaca cercaron al español, los indios no

109
conformes con la conquista defendieron, al mando de Tito, sus propiedades y sus
tierras pero pronto se vieron derrotados. Es así que Gonzalo con el título de corregidor
se quedó explotando la mina de Porco atrayendo así a los españoles a estos lugares de
los Andes.
CONQUISTAS
Los españoles con el afán de continuar su conquista envían a Gonzalo Pizarro en 1538,
a pedido de su hermano Francisco, hacia tierras de los Charcas o Collao. El ingreso en
estas tierras no fue fácil puesto que en Chuquisaca cercaron al español, los indios no
conformes con la conquista defendieron, al mando de Tito, sus propiedades y sus
tierras pero pronto se vieron derrotados. Es así que Gonzalo con el título de corregidor
se quedó explotando la mina de Porco atrayendo así a los españoles a estos lugares de
los Andes.
El descubrimiento del cerro de Potosí fue uno de los acontecimientos más importantes
de la historia del Alto Perú. El indio Diego Huallpa fue enviado a al cerro de Sumac
Orco en 1545 y accidentalmente descubrió una veta de plata, mineral del que estaba
constituido el cerro. Es así que Potosí empieza a ser poblado porque había corrido la
voz por todo el Alto Perú el descubrimiento del cerro. Lugar que fue poblándose de
manera desordenada porque los mineros que llegaban hasta el lugar para explotar el
mineral construían sus casas dispersas por cualquier lugar. Los indios salieron en
defensa del cerro y en una cruel batalla se enfrentaron en la cuesta de Jesús del Valle a
los españoles, al mando los indios del valiente Chaqui Catari y aunque fueron
superiores en número terminaron derrotados defendiendo las riquezas que no pudo
tocar Huayna Capac.
Pero los tiempos eran otros; los acaecidos, tenían su propia lógica… Veamos…

El Memorial de Charcas
(1582)

La colonización española, en especial la organización toledana, provocó una radical


reestructuración de la sociedad indígena. Este documento del siglo XVI demuestra, con el ejemplo
de un curaca, cómo muchos grupos de la elite originaria pelearon por recuperar sus privilegios y
derechos.
Waldemar Espinoza Soriano localizó en el Archivo General de Indias (AGI), en la Sección
Audiencia de Charcas, un legajo muy importante que nos permite conocer una interesante parte de
la interpretación que tenían los curacas de su estatus social, y de cómo la reorganización (reducción)
de la población indígena en pueblos, ordenada por el Virrey Francisco de Toledo, afectó seriamente

110
a la estructura del poder político originario. En muchas oportunidades, los curacas reiterarán que
Francisco de Toledo (conocido como el “supremo organizador del Perú”), les ha agraviado. Por esta
razón, piden al Rey concederles “bien, merced y justicia” y “ponga remedio” a la situación de
“desorganización” del mundo de los naturales.
Por la cantidad y calidad de datos de tipo etnográfico e histórico, Espinoza Soriano denomina al
manuscrito encontrado como la “Crónica inédita de 1582”.Este documento contiene:
1. Un memorial de 53 capítulos (sin fecha). Rubrican 24 curacas de cuatrograndes nacionalidades.
2. Un memorial de 16 capítulos (sin fecha). Rubrica el curaca Fernando deAyavire y Velasco.
3. Una memoria de don Fernando Ayavire y Velasco (con fechas 6 y 20 dediciembre de 1582).
Firma del curaca Fernando de Ayavire; Juan Dávila,corregidor y justicia mayor de Potosí; y Pedro
Venegas, escribano público.
4. Una solicitud del apoderado de don Fernando Ayavire y Velasco (sin firma).
Se colige que se trata del Dr. Barros.
El tercer memorial es importante por dos razones: por la fecha (1582) y porquese acompaña con dos
escritos de relevancia que iluminan el contexto detemas concomitantes con los curacas, como los
lamentos dolorosos y las quejasde las autoridades originarias, quienes tuvieron que aceptar el nuevo
ordencolonial2. En esta memoria, Fernando Ayavire y Velasco incluye una “peticiónde 1575” que
había sido dirigida al Virrey Francisco de Toledo y un “decreto de1575”, firmado por Navamuel,
secretario del Virrey Toledo.
La petición de 1575 comienza con una argumentación genealógico-biológicay con una
argumentación de una “genealogía de ejercicio de poder” en el repartimientode Sacaca, antes y
después de los incas. Con la implementacióndel sistema de la encomienda y de encomenderos, el
repartimiento de Sacacahabía quedado bajo el cacique Alonso Ayavire, padre de Fernando Ayavire,
porlo cual el sucesor en el cacicazgo debía ser su hijo. Sin embargo, el régimencolonial no actuó en
consecuencia. De tres caciques, dos caciques (y no delos principales) reciben como tasa de
sustentamiento trescientos y doscientospesos, respectivamente; en cambio, don Fernando recibe
solamente 80 pesos.
Don Fernando sospecha que hubo una “falsa” o “siniestra” relación en la visitaordenada por
Toledo, cuyo autor sería el visitador Diego Núñez Bazán. “Yo reciuo notable agrauio porque la
dicha tasa es muy poca para que yo me pueda sustentara la calidad de mi persona e hijo e nieto y
descendiente de quien soy…”. Además,Fernando Ayavire había aceptado la conquista española y
había aprendido lalengua y costumbres de la cultura extraña.Fernando pide, por ser cacique
principal del repartimiento de Sacaca yparcialidades,se le haga merced de:
- Declaración de ser cacique principal
- Suficiente tasa y salario
- Sembrar tres fanegas de maíz

111
- Sembrar quince fanegas de papas
- Quince indios de servicio
- 24 carneros de castilla (ovejas)
- 24 carneros de la tierra (llamas)

El 25 de abril de 1575 se firma un decreto a favor de Fernando Ayavire deVelasco:

- Título de cacique principal


- Salario de acuerdo a la nueva tasa establecida
- 20 carneros de castilla
- 20 carneros de la tierra (del ganado de la comunidad)

Por lo visto, el decreto de 1575 no había satisfecho todos los puntos exigidospor el cacique de
Sacaca.Años después, en 1582, no solamente don Fernando Ayavire retoma el temade las peticiones
ante el Rey de España, sino también otros 24 caciques de laprovincia Charcas. El grupo de los 24
elabora el Memorial de 53 capítulos, ydon Fernando el Memorial de los 16 capítulos.
En ambos memoriales está claramente expresado por los caciques indígenasque el virrey Francisco
de Toledo les ha agraviado y que el sistema colonialimpuesto los trata “como esclavos”. Los curacas
expresan su nostalgia de losprivilegios de que gozaran en época prehispánica y habían perdido con
la implantaciónde la encomienda. La nación Charca fue dividida en 25 encomiendaso
repartimientos; existen quejas explícitas contra los españoles, de las quese salvan los jesuitas y el
Dr. Barros. Desde la visión de los indígenas, se planteaun enjuiciamiento al virrey Francisco de
Toledo, por haber montado una maquinariapolítica, económica y social que beneficia a extraños y
va en contra delos naturales.Otros temas de tipo histórico, etnográfico, guerras, práctica de justicia,
salud, hospitales, incluso evangelización, están mencionados en los memoriales. Considero de
mucha importancia el análisis y las discusiones temáticas propuestaspor Waldemar Espinoza
Soriano, a propósito del “Memorial de Charcas”.
En esta ocasión se publica la transcripción realizada por Waldemar Espinozaqueapareció en la
revista peruana Cantuta, en 1969. Este documento fue nuevamentepublicado el año 2003, en el
libro “Temas de etnohistoria boliviana”.

Referencias
1. Espinoza Soriano, Waldemar. "El Memorial de Charcas. Crónica inédita de 1582. En: Revista
Cantuta,

112
Nº 4, Universidad Nacional de Educación, Chosica, Perú, 1969,117-152".
2. Espinoza Soriano, Waldemar. “El Memorial de Charcas. Crónica inédita de 1582” (edición
corregida).
En: Temas de etnohistoria boliviana. La Paz, Producciones CIMA, 2003: 287- 331.
3. Universidad Mayor de San Simón. “Repartimiento de tierras por el Inca Huayna Capac.
/testimonio
de un documento de 1556”. Cochabamba, UMSS, Departamento de Arqueología, Museo
Arqueológico,
1977.
4. Wachtel, Nathan. “Los mitimas del valle de Cochabamba. La política de colonización de
Wayna
Capac”. En: Historia Boliviana I/1, Cochabamba, 1981: 21-57.

El Memorial de Charcas
I
SACRA CESÁREA CATÓLICA REAL MAJESTADEL MEMORIAL DE CAPÍTULOS
DELOS CACIQUESPRINCIPALES Y [DE] LOS DEMÁS INDIOS DE LA
PROUINCIADE LOS CHARCAS [QUE] PRESENTAN ANTE VUESTRAMAJESTAD,
PARA QUE SEPROUEAN Y EN ELLOS VUESTRAMAJESTAD LES HAGA MERCED
Y PONGA REMEDIO, SON LOSSIGUIENTES:

1.- Nueva retasa


Lo primero que suplican a Vuestra Majestad por los dichos caciquesprincipales y los demás indios
de la prouincia de Los Charcas es quese retasen a los indios y se remedie el grande agrauio que
reciben y hanreciuido en habérseles echado por don Francisco de Toledo, visorrey quefue destos
Reinos, siete pesos de plata ensayada a cada indio porque notienen de donde sacarlos y por lo que
han pagado en estos siete añospasados han quedado tan pobres que sus haciendas de principal de
cadaun tributario no valecuatro pesos y es imposible poder de aquí adelantepagarla.

2.- Nueva visita


Yten. Piden Vuestra Majestad sea seruido de mandarles visitar de nuevo,porque en la visita pasada
por haberse fecho con gran rigor esta prouinciafue agrauiada ansí en el poner el número de los
indios tributarios porno haberse visto los ausentes ni sauer si su edad ni dispusición y en
lasreducciones y en madar pagar los dichos siete pesos no pudiendo pagara cuatro pesos como fueron

113
el parecer de los demás visitadores de lasprouincias y de las Audiencias contra el cual nos echó la
dicha tasa yque la que Vuestra Majestad mandare pagar sea según el pusible de losdichos indios
sea en las cosas que en sus pueblos y chacras cogen por elmuncho daño e inconveniente que de salir
a buscar la tasa fuera de sustierras se les sigue.

3.- Despoblación y doctrina


Porque con la muncha tasa todos los naturales desta prouincia se handevidido a diversas partes no
pudiendo sufrir tan gran carga como hantenido y se van consumiendo porque de seis o siete años a
esta parte sehan ido en demenución y no en aumento y se han muerto en diversaspartes munchos
indios sin confisión y sin conocer a su Criador ques sóloDios. Y además desto en la Uilla de Potosí
se han muerto muy gran númerode los naturales y otros en las minas del Cerro de Potosí y otros
deazogados y otros de mil enfermedades, cosa muy lastimosa, en lo cualreciuimos notorio daño y
agrauio en lo cual si Vuestra Majestad no loremedia con tiempo perderá Dios Nuestro Señor sus
criaturas y VuestraMajestad sus vasallos en los repartimientos desta prouincia, hauiendotanta
tasa ni pueden estar congregados y enseñados en las cosas de nuestraSanta Fe Católica, porque tan
solamente residen en los pueblos unmes en cada un año y en ninguna manera puede hauer dotrina
cristianay ley evangélica.

4.- Tasa y despoblación


Lo mismo con tanta tasa no han podido entender los naturales en sureducción y población, porque
todo el tiempo se les va en buscar la tasay con todo esto con adquerir para ello no lo pueden alcanzar
por cuantotienen sus mujeres e hijos a quien sustentar y a su persona. Y por otraparte, [por buscar]
la tasa desta manera no pueden entender en las reduccionesy en hacer sus cosas y pueblos, porque
todo el tiempo estánocupados en buscar la tasa como es público y notorio. Y si no se remediacon
tiempo de retasar a los naturales desta prouincia, en les vesitar, seperderán totalmente y en toda
la vida habrá reducción y congregación,porque que en efecto no la hay el día de hoy.

5.- Tasa, despoblación y yanaconaje


Lo otro. Con la muncha tasa que les ha echado don Francisco de Toledovisorrey que fue destos
Reinos todos los naturales desta prouincia sehan ausentado a mil partes y nohemos sido poderosos
los señores ycaciques de esta prouincia para traellos a donde son naturales y deuenmuncha tasa. Y
los españoles chacareros y de otras calidades los coechany atraen así de tal suerte que los hacen
quedar en sus chacaras y seruicios,y nosotros y nuestros naturales la pagamos y lo suplimos por
estos talesindios hastaenterar toda la gruesa de toda la tasa por el temor de loscorregidores que nos
lo apremian de tal suerte que sin faltar un granolo enteramos por los temores dellos. Suplicamos a
Vuestra Majestad nosprovea de remedio.

114
6.- Repoblación y privilegios de curacas
Iten. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar que los corregidoresy particulares que
tenemos tengan gran cuenta y cuidado derecoger los indios ansí huidos y ausentados como
cimarrones y de los que, se han entrado en las chacaras de los españoles siendo visitados
yempadronados y que envíen sus mandamientos requisitorios a los demáscorregidores de cada
Partido donde estuvieron los dichos indios y quelo mismo les encargue Vuestra Majestad a los tales
corregidores y a losdemás justicias de Vuestra Majestad que tengan cuenta con los principalesde
los naturales de vasallos que antes de los ingas y después dellosfuimos, porque el día de hoy no nos
tratan conforme a la calidad denuestras personas especialmente a los señores naturales de vasallos
de a
diez mil indios y a los demás caciques y señores referidos en estos nuestrosCapitulos, y que seamos
concedidos todos los privilegios, gracias,franquezas y libertades que a los hijosdalgo se le deuen
concedidas porlos católicos reyes de España. Suplican a Vuestra Majestad que despachesu real
prouisión y se les concedan todas las libertades que se les deuenconceder como hijosdalgo en todas
las cosas ceviles y criminales que seofrezcan. Y piden Justicia.

7.- Suspensión al curaca que no entera la tasa


Lo otro. Si en estos siete años algunos repartimientos hemos pagadoy enterado las tasas que estamos
obligados cada repartimiento ha sidopor los temores de don Francisco de Toledo, visorrey que fue
de estosReinos, porque en todas sus Ordenanzas manda que si el cacique de talrepartimiento no
cumpliere la tasa por tan entero que sea privado delCacicazgo y puestos otros en su lugar. Se han
quedado los naturales tanpobres y adeudados y empeñados no tan solamente los indios
particularespero por la mayor parte los señores y caciques de cada repartimientopor los temores ya
dichos y por la de los corregidores que es cosa muylastimosa y que ya no tienen los indios a dónde
acudir porque han vendidoy gastado la plata y bienes antiguos que tenían sin quedarles cosapara
adelante.

8.- Destierro al curaca que no entera la tasa


Lo otro. Aunque hemos dado peticiones y clamores ante don Franciscode Toledo,visorrey que fue
de estos Reinos, por la mucha tasa y porlos muchos agrauios que nos hizo a esta prouincia en general
y de lasvejaciones que nos ha hecho, nunca hemos sido oídos como vasallos deVuestra Majestad.
Antes con amenazas y reguridades nos lo han fecho pagar diciendo que si le contradecíamos en la
tasa y enotras munchas cosas que él tenía ordenado y mandado en sus Ordenanzasque nos
desterrarían de nuestras tierras hacia México y Panamá. Ycon este temor nunca hemos alzado la
cabeza hasta que Vuestra Majestadnos favorezca como a sus hijos y vasallos.

115
9.- Pésima evangelización
Lo otro. Para que a Vuestra Majestad le conste de la muncha tasa y delas vejaciones y agrauios
que don Francisco de Toledo nos ha hecho enesta prouincia de Los Charcas, conuiene que se tomen
los dichos de lossacerdotes de cada repartimiento y de cómo no puede hauer doctrinacon la muncha
tasa porque la pretensión de Vuestra Majestad es tansolamente la conuersión de los naturales a la
ley evangélica y policía cristiana y hauiendo tanta tasa no la puede hauer como Vuestra Majestadlo
pretende como príncipe tan cristianísimo que es.

10.- Reorganización de los tributos


Vuestra Majestad sea seruido de mandar que algunos repartimientosdonde se echó a los indios de
ellos a seis pesos y medio ensayados ytantas fanegas de maíz y trigo para sembrar al encomendero
que sesuspenda hasta que haya visita general y todos paguemos a tres pesosensayados hasta que se
acabe la visita general, porque lo demás seráimposible cumplirse.

11.- Reducciones
Que Vuestra Majestad sea seruido que por cuanto algunas reduccionesestán fechas en daño de los
naturales, en parte donde no hay pastos nicharcas con que se podersustentar y pastar sus ganados
y estando poblados en munchos pueblos los han reducido a uno o dos, que puedan estaren algunos
más pueblos a donde los sacerdotes los puedan ir a doctrinarpor conuenir a la conseruación y
aumento de los naturales.

12.- Retomo de los indígenas huidos


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar expresamente por susreales prouiciones que a todos
los indios ausentados, empadronados yvisitados que están en poder de los españoles, que los
podamos recogery sacar de poder de cualesquier persona sin embargo de cualesquier recaudosque
tengan, constándoles estar visitados y padronados, porquede esta manera vendrán en aumento los
naturales y de l[o] contrario engran diminución como es público y notorio.

13.- Las mejores tierras para los españoles


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar expresamente enuiandosus reales prouiciones a la
Real Audiencia de La Plata y a los Cabildosde la prouincia de Los Charcas, que de aquí adelante
no hagan mercedesa ninguna persona de las tierras de los naturales, porque casi todas lasmejores
que teníamos las han dado y repartido a españoles de lo cual hemosreciuido notorio agrauio y
vejación y no han tenido consideraciónque los naturales de esta prouincia mediante Dios y después
de VuestraMajestad han de ir en aumento y no en disminución y los nuestros hijosno han de ser

116
desarraigados de las dichas tierras y nos las han quitadode tal suerte que no nos quedan sino muy
pocas y de las ruines que hay
y nos quieren desterrar de nuestra patria, nación y tierras, pues con ellasfueron visitadas y echada
la tasa. Suplicamos a Vuestra Majestad nosprovea de remedio, pues nos importa muncho.

14.- No más jueces privativos


Que Vuestra Majestad sea seruido que los naturales puedan pedir sujusticia ante quien quisieren y
tomar el letrado y procurador que les estuviere bien y no que nos compelan a que acudamos a solo
uno por losinconvenientes que hay para ello.

15.- Construcción y adornos de las iglesias


Que Vuestra Majestad sea seruido de ayudar a los naturales en los edificiosen las Iglesias que
nuevamente mandan hacer, pagando la mitadde lo que costaren pues es para el seruicio de Dios y
del culto diuino, yjuntamente sea seruido Vuestra Majestad de aderezarlas de ornamentosy de todo
lo necesario para que cumplidamente estén adornadas,a causa de que los naturales no lo pueden
cumplir ni comprar por lasobligaciones que tienen a la muncha tasa, y lo mesmo hagan los vecinos
y encomenderos.

16.- Hospitales para indígenas


Que Vuestra Majestad sea seruido que de los tributos pertenecientes aVuestra Majestad y a los
encomenderos prouean de lo necesario a losenfermos y hospitales de los repartimientos por la
muncha necesidadque hay y el poco refrigerio que tienen y se descuente de la tasa para ello.

17.- El tributo de los 6 granos


Que Vuestra Majestad sea seruido de hacernos merced de mandarquitar los granos que nos ha
mandado pagar don Francisco de Toledoalliende de la muncha tasa que nos ha echado y es ansí que
a los indiosque residen en la Villa Imperial de Potosí y en el asiento de Porco lesha mandado pagar
cada semana seis granos, que es medio tomín, que esotra carga tan pesada que no podemos valernos.
Suplicamos a VuestraMajestad sea seruido de mandarlo suspender porque en ello recibiremosbien
y merced.

18.- Tributos y hospital


Lo mismo ha mandado don Francisco de Toledo que paguen los indiosque residen en la Uilla de
Potosí cuatro tomines ensayados parael hospital de la dicha Uilla en realce cada indios demás de
la tasa quenos ha echado, y esto se entiende en cada un año. Y con los siete pesosensayados de tasa

117
y los granos cada indio sube más de nueve pesos; y nosabemos qué nos hacer y los nuestros porque
somos muy pobres y notenemos de dónde pagar. Demás de esto, en el hospital de la Uilla dePotosí
nosotros los naturales de esta prouincia de Los Charcas no tenemosen ella indios enfermos si no
son los españoles, mestizos, mulatos,negros, yanaconas y seruicio de los españoles y lo mesmo los
collasuyos,y si tenemos enfermos sarán muy pocos. Suplicamos a Vuestra Majestadsea seruido de
mandar quitar los dichos cuatro tomines ensayados quepaga cada un indio en cada un año, pues
que en ello recibiremos bien ymerced, porque nosotros los de esta prouincia nos trocamos cada año
ya esta causa no hay munchos enfermos.

19.- Privilegios de los curacas principales


Lo otro. Que Vuestra Majestad sea seruido de remediar el agravio quelos hijos y nietos de los señores
naturales de esta prouincia de Los Charcashemos recibido y recibimos y nos hizo don Francisco de
Toledo, porquesiendo nosotros como somos señoresprincipales de vasallos unos dea diez / mil indios
y otros de ocho mil indios y otros de seis mil indiosy otros de a mil indios, como en España los
duques y condes y marquesesantes de los ingas y después de ellos, nos han quitado totalmenteel
señorío que teníamos [sobre] nuestros súbditos y vasallos, de lo cualrecibimos notorio agravio.
Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruidode mandarlo remediar haciéndonos mercedes como a
señores y caciquesprincipales, en franquezas y liuertades y acrecentándonos salariosconforme a la
calidad y grauedad de nuestras personas y haciéndonosmercedes como a los caballeros e hijosdalgo,
como se hacen en España.

20.- Señorío de los curacas


Que Vuestra Majestad sea seruido que los hijos y nietos y hermanos delos caciques principales y
señores que fueron antes de los ingas y despuésde ellos, sean reseruados de la tasa y de los pechos a
causa de queno lo han tenido por costumbre sino antes han sido reseruados de otroscomo caualleros
e hijosdalgo y han sido siempre libres y señores en susrepartimientos de sus naturales a ellos
subjetos, y como a tales señores en sus seruían y obedecían. Y en esta costumbre vivieron según
leynatural desde mucho tiempo antes que los ingas gouernasen la tierra yentonces los naturales no
conocieron otros señores sino a sus caciques, yen esta orden los gouernaron los ingas dejando a cada
señor con la genteque tenía de su seruicio y ayllus y parcialidades; y en esta costumbre loshallaron
los españoles y Vuestra Majestad hasta el día de hoy. Por locual suplicamos a Vuestra Majestad
sea seruido mandar se nos guarde lalibertad que hasta aquí hemos tenido como tenemos dicho.

21.- Criados de los curacas de Urin, de Anan y de nación


Lo otro. Que antes del inga y después de los ingas los hijos de los señoresteníamos munchos
yanaconas y seruicios conforme a la calidad denuestras personas. Y como señores naturales en sus
naciones y repartimientosa ellos subjetos tenían cincuenta yanaconas reseruados de todoslos

118
seruicios y lo mesmo los caciques de a cinco mil indios y de a milindios y los curacas de a quinientos
y de ciento indios de Anansaya y
Horinsaya a cada uno conforme a su persona. Y el día de hoy se nos hanquitado todos los yanaconas
que teníamos mandando ser indios tributarios.Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea
seruido mandar senos guarde la orden que teníamos en esto, pues somos señores naturalesde
nuestros súbditos, para podernos sustentar como tales eñores y para poder sustentar los provea de
nuestros repartimientos y parcialidades aquien tenemos por costumbre dar siempre de comer porque
el salario yseruicio que don Francisco de Toledo nos mandó señalar a los caciqueses muy poco y lo
mesmo las semillas que nos mandó sembrar ansí/ demaíz y papas y otras legumbres.

22.- El status de los curacas de ayllu


Que Vuestra Majestad, sea seruido que los principales de los ayllus seancuatro principales y sean
reseruados de tasa y les den salarios y sementeras,porque ellos también son señores de sus ayllus y
en el tiempo delos ingas y antes dellos fueron libres y si éstos tales tuviesen tributo enninguna
manera juntarían la tasa, y conviene que sean reservados detasa porque sin ellos no se podría hacer
ninguna cosa ansí en lo tocantea la tasa como para la dotrina cristiana y también para acudir con
todoel recaudo de indios a la Uilla de Potosí y asiento de Porco y asiento deBeringuela y
Cochabamba, a donde somos obligados a dar indios, y ellosconocen a la gente de su[s] ayllus.

23.- Tasa de los oficiales de la doctrina y del Cabildo


Que Vuestra Majestad sea seruido de reservar de la tasa a los indiosalguaciles que se ocupan en la
doctrina y en ir a traer y juntar la gentepara ella y a los muchachos y pingollos, sacristanes,
campaneros, fiscaly escriuano del Cabildo y a los alcaldes y regidores y alguacil mayor ymayordomo
y mesiguero, pues no tenemos Comunidad para pagar porellos y ellos se ocupan en el seruicio de
Dios y de la Iglesia y que loscantores sean de [a] ocho arriba para que haya bastante seruicio para
elbuen ejemplo de los naturales y devoción y al maestro que tuviéremosen cada repartimiento sean
obligados ansí. Vuestra Majestad como losencomenderos a pagar la mitad, pues es negocio que
conviene al seruiciode Dios Nuestro Señor.

24.- Otros sirvientes de los curacas


Que los visitadores nos hicieron un notable agrauio que los yanaconasque teníamos desde nuestros
padres y antecesores pusieron por indiostributarios y a los extranjeros que teníamos por yanaconas
y seruicioscomo los demás españoles nos los han quitado y puesto por indios tributarios.Por lo cual
suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de hacernosmerced de mandar que se nos vueluan los
dichos yanaconas y no noshaga Vuestra Majestad menos merced que a los españoles y
cauallerossino antes más pues desde a beneficio [sic] somos señores y caualleros yvasallos de
Vuestra Majestad.

119
25.- Señoríos y curacazgos
Lo otro. En nuestra prouincia de Los Charcas, antes de los ingas y despuésde ellos solía hauer
señores naturales mayores de a diez mil vasallosy otros de a ocho mil indios y otros de a seis mil
indios y vasallos otrosdichos señores y caualleros eran superiores de los demás caciques y señoresque
hauía en cada nación. Y ansí el uno fue de Los Charcas y elotro de Los Caracaras y el otro de Los
Soras y el otro de Los Quillacas yel otro de Los Carangas y el otro de Los Chuis y el otro de Los
Chichas,cada uno diferentes en la nación, hábitos y traje. Y ansí cada uno de estosseñores solían
tener ochosegundas personas y diez también de a milindios y cuatro principales de cada ayllu de a
quinientos y de cient indiosy cuatro mandones en cada ayllu cada/ uno en su nación de hanansayay
Hurinsaya. Y en esta orden gouernaron los ingas. Y cada uno fuimosseñores de nuestros súbditos
y naturales y fueron bien gouernadoslos nuestros naturales. Y en esta costumbre los hallaron los
españoles yVuestra Majestad. Y agora en esta visita general que se ha fecho por ordende don
Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nos haquitado todo el mando y señorío que
teníamos sobre nuestros súbditosy vasallos como si no fuésemos señores naturales ansí como los
duquesy condes y marqueses que son en España, de lo cual recibimos notorioagrauio y daño. Por lo
cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruidode hacernos merced de mandarnos desagraviar,
pues en ello recibiremosbien y merced, mandando dar sus reales prouiciones y priuilegios
concedidospor los católicos reyes de España a los caualleros e hijosdalgo enlos Reinos de España.

26.- Acrecentamiento del salario de los curacas


Iten. Que en los salarios que don Francisco de Toledo señaló a los caciquesprincipales y segundas
personas no tienen en ello qué comerni para vestirse ellos ni sus hijos y mujeres y criados y por la
falta deseruicio de yanaconas que les quitaron que se les acreciente el salario yseruicio para que
cómodamente los se puedan sustentar conforme a lacalidad de sus personas y principalmente los
señores naturales referidosen el capítulo 25 de arriua. Por lo cual suplicamos a Vuestra
Majestadsea seruido de mandar poner remedio en ello, pues tenemos tan buenpríncipe e rey
cristianísimo.

27.- Discriminación social


Lo otro. Que los señores principales y nuestros hermanos y hijos y parientesy las segundas personas
y los demás hijos de señores priuiligiadosy conocidos como los caualleros de España porque en esta
tierra losjueces y las justicias de Vuestra Majestad y los alcaldes y alguaciles mayoresy menores no
miran ni tienen consideración si somos caualleros yseñores de naturales de esta tierra e hijosdalgo,
antes nos dan y castigancorporalmente por cosas liuianas con palos y nos azotan en las picotasy
rollos y afrentándonos cada día y dándonos de bofetones y echándonosen las cárceles peor que sí
fuéramos sus esclauos. Y ansí, andamosarrastrados y molestados como si no fuéramos señores
naturales desdeabenicio de esta tierra ni cristianos. Por lo cual suplicamos a VuestraMajestad sea
seruido de inuiarnos sus reales prouisiones y priuilegios yque gocemos de nuestra libertad como los

120
caualleros de España, mandandoa las justicias de este Reino que nos tengan y guarden
nuestrospriuilegios como se deuen guardar, pues tenemos tan buen príncipe y reycristianísimo, ansí
en todas las cosas ceviles y criminales que se ofrezcan,pues somos sus vasallos no menos que los de
España.

28.- Injusticia en agravio del indígena


Lo otro. Como es público y notorio en todo el Reino y prouincia de LosCharcas todas las injusticias
de Vuestra Majestad, ansí seglares comoeclesiásticas / no tienen cuidado de favorecer a los
naturales. Antes vancontra las prouisiones de Vuestra Majestad, porque en todas ellas nosencarga
el buen tratamiento en ampararnos y defendernos porque losespañoles no obstante el trauajo que
pasamos en seruillos nos tratancomo a esclauos. Solamente los religiosos de la Compañía del
nombrede Jesús y otros sacerdotes reprendiendo en sus sermones nos favoreceny nos ayudan en
nuestros trauajos y adversidades, condoliéndose de nosotros.Y lo mismo nos ha favorecido muncho
el doctor Barrós, oidorque fue de la Real Audiencia de La Plata; y por hauérnoslo quitado aldicho
doctor no tenemos quién nos favorezca y haga merced y bien ennombre de Vuestra Majestad. Por
lo cual suplicamos a Vuestra Majestadsea seruido de inviarnos sus reales prouisiones para que
todas las justiciasde Vuestra Majestad ansí seglares comoeclesiásticas nos favorezcany amparen
como a vasallos de Vuestra Majestad. Y que las tales prouisionesse apregonen públicamente, porque
todas las cédulas que vienena esta prouincia en fauor de los naturales las ocultan por no
cumplielascomo lo han hecho siempre. Y pedimos justicia.

29.- Otros criados de los curacas


Que Vuestra Majestad sea seruido que los señores y caualleros de estaprouincia de Los Charcas
podamos tener yanaconas extranjeros comolos demás españoles y seruicios que tenemos para
nuestras chacaras yguarda de ganados y otros seruicios que tenemos para nuestra sustentación.Y
que ninguna justicia de Vuestra Majestad los puedan quitar losdichos nuestros yanaconas pagando
el pecho a Vuestra Majestad comolos demás españoles. Y suplicamos a Vuestra Majestad nos lo
concedacomo a sus vasallos.

30.- Discriminación en el reparto de mitas mineras


Lo otro. Que cuando descubriéremos algunas vetas de plata o de oro quepodamos tener minas
conforme a las Ordenanzas de Vuestra Majestad,y lo mismo podamos entrar en las estacas como
los demás españoles,porque el día de hoy no nos dejan entrar en las estacas las justicias deVuestra
Majestad. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruidode mandarnos enuiar sus reales
prouiciones para ello.

121
31.- Tributos y reducciones
Que Vuestra Majestad sea seruido, pues que don Francisco Toledo, visorreyque fue de estos Reinos,
nos mandó enterar y pagar todas las terciaspartes de la tasa de cada repartimiento por razón de la
ocupación en lasreducciones. Sea seruido de mandarnos voluer todo lo que ansí hemospagado, pues
Vuestra Majestad tiene mandado en una su real provisiónque en todo el tiempo que nos ocupásemos
en la reducción y tardásemosquitase de la tasa la dicha tercia parte del dicho tiempo, pues es
[en]seruicio de Dios Nuestro Señor y limosna a los nturales de esta prouicia.

32.- [Visita y tasa de yanaconas y de huidos]


Que por cuanto los visitadores hicieron el padrón y numeración de losindios con los indios huidos
de los repartimientos y otros que estabanen poder de los españoles fechos yanaconas que Vuestra
Majestad seaseruido mandar dar sus reales prouisiones para que donde quieran queestuvieren los
podamos recoger para que paguen su tasa conforme acomo están tasados aunque sean yanaconas o
que nos quiten de la tasalo que montaren los tales indios ausentes y cimarrones y los que están
enpoder de los españoles porque por no pagar ellos la hacen pagar a los queresiden en los
repartimientos porque como los visitadores nos amonestarony con munchas notificaciones y
amenazas fueron causa para quelos declarásemos a todos los indios ausentes y cimarrones y
yanaconasporque sino lo declarauamos todos que nos desterrarían a Panamá y aChile. Y a todos
estos dichos indios, los mandó empadronar y numerarcon los demás indios que se hallaron presentes
en las dichas visitas, enlo cual reciuimos notorio agrauio.

33.- Discriminación en la tasa


Lo otro. Los visitadores que visitaron toda esta prouincia de Los Charcasvieron por vista de ojos
todas las tierras que teníamos ansí quebradasy barrancos y cuestas arriua y cuestas abajo y todas
las tierras peñascosestériles y de poco prouecho en toda esta prouincia de Los Charcas. Yansí los
dichos visitadores en contra de la verdad y todos por congraciarsey dar gusto a don Francisco de
Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, dieron sus pareceres y con harta siniestra relación que
retasose a losnaturales de esta prouincia en más de lo justo aunque no fue tan pesadosu parecer
como la tasa que se [ha] hecho hauiendo dar sus parecerespara que se retrasara a tres pesos tan
solamente de lo cual hemos reciuidonotorio agrauio y daño notable toda la prouincia de Los
Charcas. Ypedimos justicia a Vuestra Majestad como a príncipe tan cristianísimonos mande hacer
justicia y desagrauiar. Y en ello recibiremos bien ymerced.

34.- Devolución de tierras


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandarnos despachar sus realesprouisiones para que todas
las tierras nuestras de que han fecho mercedeslos Cabildos a españoles que nos la vueluan de las
mercedes quehan fecho de las dichas tierras de ocho años a esta parte, porque conaquellas tierras

122
fueron visitadas y retasados cada repartimiento. Y en elloreciuiremos bien y merced, porque si no
lo remedia con tiempo nos loquitaran hasta dentro de nuestras casas y chacaras.

35.- Suyos y Urcos de las cuatro naciones


Lo otro. El inga Topa Inga Yupangui y su hijo Guayna Caba nos repartierontierras en el Valle de
Cochabamba a todas las naciones de la/prouincia de Los Charcas llamadas Charcas, Caracaras,
Soras, Quillacas (y) Carangas para que en ellas sembrásemos y cultivásemos e señalandoy
amojonando a cada nación por si suso referido en este capítulo de 35.Y es ansí que los Soras,
Quillacas y Carangas las Justicias de VuestraMajestad los han metido en posesión real a dichas
sus tierras y suyos yurcos a cada uno lo que le pertenecía desde el tiempo de los ingas, aceptoa
nosotros los charcas y caracaras de lo cual hemos reciuido notorioagrauio y daño. Y suplicamos a
Vuestra Majestad sea seruido mandarque se nos dé posesión de las dichas nuestras tierras del Valle
de Cochabambaque son cuatro suyos y urcos cada uno con sus zanjas de la naciónde Los Charcas y
otros cuatro suyos y urcos de la nación de Los Caracarascomo es público y notorio. Y en ello
reciuiremos bien y merced mandándonosenviar Vuestra Majestad para ello sus reales prouisiones
paraque las justicias de Vuestra Majestad hagan información acerca de elloy constándoles ser ansí
nos mande meter en la posesión de las dichasnuestras tierras como a las demás naciones que las
poseen el día y hoy.

36.- Aumento del jornal de los mitayos


Que Vuestra Majestad sea seruido acrecentar los jornales de los dichosnuestrosnaturales que
residen en la Uilla de Potosí y asiento de Porco porque con lo que se les pagan el día de hoy no se
pueden sustentar asu mujer e hijos y pagar la tasa, porque pasan grandísimo trauajo en lalauor de
las minas del Cerro de Potosí, que hay minas que tienen a doscientos y cincuenta estados y a
doscientos y a ciento y cincuenta. Por locual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar
acrecentarlos jornales de los que tiene mandado don Francisco de Toledo por susOrdenanzas,
porque conuiene muy muncho que el que tiene el día dehoy no es bastante para la mitad de su
sustento por la gran carestía de latierra y esterilidad que en ocho ni diez leguas hay leña ni paja
para losindios y todo lo compran de su jornal sin poder ser ayudados de sus hijosni mujeres por el
muncho trauajo en que ellos se ocupan a que todosacuden y la esterilidad grande de la tierra.

37.- Jornales de mitayos y de mingados


Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar que no se nos añadan másindios de los que están
mandados dar por don Francisco de Toledo, visorreyque fue de estos Reynos, porque el día de hoy
se nos han muertomunchos indios, demás de éstos las dos partes de indios de huelga quehay en esta
Uilla es la riqueza de esta prouincia, porque ellos se alquilancon españoles y se les pagan a los que
trauajan en las minas a cinco realesy a los que trauajan en el pueblo a cuatro reales como es público

123
y notorio.Y por amor de estos indios mingalunas tiene salida cualquier cosaansí la comida, maíz y
chuño, carbón, leña, paja e yerba y otras munchasmenudencias con que pagan los indios su tasa y
sustentan a sus mujerese hijos y otros van por comida, carbón, leña y paja y yerba y magueyes
ymaderos. Por todo lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido deconcedernos esta merced
como esperamos de tan cristianísimo príncipe que es.

38.- Naciones liberadas y obligadas de mita


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos,repartió y señaló tan solamente
indios para el beneficio y lauor de lasminas e ingenios en la Uilla de Potosí a la nación de Los
Charcas, Caracaras,Soras, Quillacas y Carangas, reservando como reservó sola [a]la nación de Los
Chichas y a la nación de Los Chuis y Amparaes y losmitimaes de Pacona y sus anejos y subditos,
en lo cual hemos reciuidonotorio agrauio y daño. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido
demandar que entre todos se repartan el trauajo igualmente los indiospara el beneficio y lauor de
las minas e ingenios de la Uilla de Potosí,pues es en acrecentamiento de los quintos reales de
Vuestra Majestad ytodos sus vasallos le hemos de seruir como [a] nuestro rey e señor naturalcomo
somosobligados. Y que además y aliende de que seruimos ydamos indios para la Uilla de Potosí
nosotros las cinco naciones charcasy Caracaras, Soras, Quillacas y Carangas damos indios y
seruimos enel asiento de Porco y Uilla de Oropesa y asiento y minas de Ueringuelay en las minas
del asiento de Oruro. Y ellos siruen tan solamente en laciudad de la Plata y en la Uilla de Tarija y
en la Uilla de Tomina queson las fronteras de los chiriguanaes. Y para ello Vuestra Majestad
nosmande despachar sus reales prouisiones de manera que entre todos sereparta el trauajo. Y en ello
reciuiremos bien y merced.

39.- Otros jornales de los indígenas


Lo otro. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar acrecentarlos jornales de indios
que residen en la ciudad de La Plata como en elasiento y minas de Veringuela y en la Uilla de
Oropesa y en los tambos,porque tan solamente les pagan de cada día a un indio de jornal un real.Lo
cual es en grandísimo daño y perjuicio de los naturales porque no sepueden sustentar con él ni a su
casa traen a su mujer e hijos cosa algunay pagar la tasa. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad
sea seruidode mandar acrecentar los dichos jornales de cada día a tres reales, y en elasiento y minas
de Veringuela a tres reales y medio. Y para ello nos hagaVuestra Majestad merced de mandarnos
enviar sus reales prouisiones.

40.- Privilegios para los charcas y los caracaras


Que Vuestra Majestad sea seruido de hacernos mercedes a nosotros losnaturales de esta prouincia
de Los Charcas que somos los Charcas y losCaracaras, pues en nuestras tierras se ha descubierto
una riqueza tangrande para su real seruicio en el cerro rico de Potosí, de a donde se saca y se ha

124
sacado tanta riqueza en su real seruicio y aumento de la RealHacienda, de concedernos lo que
suplicamos y pedimos y que nos haganmercedes, gracias y franquezas y libertades y que seamos las
dichas dos naciones más preuelijados [sic] que otras naciones de esta prouincia y detodo el Reino
del Pirú.

41.- Expedición contra los chriguanaes


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reynos,nos mandó hacer gente de
guerra para la entrada de los chiriguanaes yes ansí que nos mandó juntar para la carga de los
españoles y gente deguerra más de mil indios de esta prouincia de Los Charcas y más de dosmil
carneros de la tierra para la carga y hato de los españoles. Y nosotroslos caciques y señores de esta
prouincia de Los Charcas lo hecimos contan buena voluntad considerando que era en seruicio de
nuestro rey yseñor natural. Y ansí todos fuimos a la dicha Jornada de los chiriguanaes,siruiendo a
Vuestra Majestad con don Francisco de Toledo connuestras armas y personas y haciendas. Y ansí
casi la mitad de los indiosse murieron en la dicha Jornada y todo el ganado de los dichos dos mily
tantos carneros de todo ello el dicho don Francisco de Toledo no nosmandó satisfacer cosa alguna
ni quitar la tasa de los indios muertos nipagar los dichos dos mil carneros, en lo cual hemos sido
agrauiados.Suplicamos a Vuestra Majestad nos haga justicia en que se nos satisfagael daño y
pérdida de los muertos en quitar de ellos la tasa y que se nos paguen los carneros y descuenten de
la dicha tasa.

42.- Sobre lo mismo


Ansí mesmo don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos,nos mandó quitar mil
carneros de la tierra para la Entrada de los chiriguanestan solamente de la nación de Los Charcas,
que fueron del repartimientode Sacaca y del repartimiento de Chayanta por persuasión de un clérigo
llamado Juan Luis de Padilla, que por congraciarse condon Francisco de Toledo le informó con
siniestra/relación diciendo queaquel ganado era de las guacas y siendo tan al contrario porque el
dichoganado era de los proues [síc] y de la Comunidad de los repartimientosde Sacaca y Chayanta
como es público y notorio. Los cuales dichos carnerosse murieron todos y de todo ello el dicho don
Francisco de Toledono nos mandó satisfacer cosa alguna ni nos mandó pagar los dichosmil carneros,
en lo cual hemos sido agrauiados. Suplicamos a VuestraMajestad se nos haga justicia en que se nos
satisfaga el daño y pérdidade los dichos mil carneros de la tierra o que el dicho padre Juan Luis de
Padilla nos lo pague, pues él fue causa de este tan grande daño que hemosreciuido y por causa de
él han ido en disminución las comunidadesde los dichos repartimientos, porque aun parte de ellas
fueron hembras. Y en ello Vuestra Majestad nos hará tan crecida merced de mandarloremediar con
justicia. Lo cualpedimos.

125
43.- Curacazgos y capitanías de mita
Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nosdejó tan agrauiados a los
naturales de esta prouincia de los Charcas, ala nación de los Charcas y Caracaras, dos naciones,
hauiendo dejadotan solamente dos capitanes de los naturales por siniestra relación deellos: uno de
los Quillaca y otro de Los Soras, que son naciones por sí ygente extranjera, siendo como somos
nosotros las dos naciones charcasy Caracaras indios naturales de esta prouincia de los Charcas de
a diezmil vasallos cada uno antes de los ingas y después de ellos y capitanesgenerales de los dichos
ingas y por nosotros se llamó esta prouinciaprouincia de Los Charcas. Y lo mismo nosotros fuimos
de los primerosque vinieron a la obediencia de Vuestra Majestad y nos viene de derecholos dichos
capitanazgos. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad seaseruido de hacernos merced, gracias,
franquezas [y] liuertades como asus vasallos enviándonos sus reales prouisiones para que haya
otros doscapitanes, más de los naturales, uno de los Charcas y otro de los Caracaras,haciéndonos
merced del capitanazgo principal de esta prouincia deLos Charcas a una de las dos naciones y con
salario bastante fuera de losque requieren hauer en cada nación. Pues es justicia. Lo cual pedimosy
nos ofrecemos a prouar con los españoles antiguos y conquistadores ycon los ingas.

44.- Tributo de los uros. Ejército del Inca


Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos,siendo informado con falsa
relación por los caciques de Los Carangasy Quillacas alegando de ser tierras estériles y punas y
proues siendo alcontrario, porque aunque ellos son de tierras punas y frías y son gentesde ganado
y ricos y alliende de esto poseen munchas tierras y chacrascalientes y estancias de buenos temples
en munchas partes. Y ansí eldicho don Francisco de Toledo por respecto de su siniestra relación
delos dichos caciques les echó de tasa tan solamente a 6 pesos ensayados ya sus Urus a tres pesos
corrientes y a nosotros Los Charcas y Caracarasy Soras a siete pesos ensayados y a los Uros de Los
Soras de Paria a 3pesos corrientes, hauiéndose de echar a nosotros Los Charcas y Caracaras a 4
pesos solamente por ser gente proue y siempre soldados del ingaque estuvieron en munchas fronteras
comiendo y bebiendo a costa delinga como es público y notorio. En todo lo cual hemos reciuido
notableagrauio y daño las dichas tres naciones. Suplicamos a Vuestra Majestadsea seruido de
mandar y poner remedio en ello, quitándonos la mitadde la tasa o que se reparta el trauajo entre
todos igualmente. Y en elloreciuiremos bien y merced con justicia.

45.- Las cuatro naciones que fueron soldados de los ingas


Primeramente las cuatro naciones somos Los Charcas y Caracaras yChuis y Los Chichas,
deferenciados en los trajes y háuitos, hemos sidosoldados desde el tiempo de los ingas llamados Inga
Yupangue y TopaInga Yupangue y Guaynacana y Guascar Inga y cuando les españolesentraron
en esta tierra los hallaron en esta posesión. Y es ansí que estasdichas cuatro naciones como es
público y notorio fuimos hemos sidosoldados desde el tiempo de los ingas referidos arriua,
reseruados depechos y alcaualas y de todas las demás tasas y seruicios personales quese entiende de

126
guarda de ganados y de ser ovejeros y de hacer la mitaen la corte de la gran ciudad del Cuzco y de
ser canteros, tejedores dela ropa de cumbe y de abasca y de ser chacareros, albañiles y canterosgente
que tenía por costumbre trasponer un ceno a otra parte a purasmanos y labranzas como se hacía en
el tiempo de los ingas [por] otrasgeneraciones como es público y notorio y otras cosa[s] má[s] que
noéramos gente bailadores ni truhanes que estos tales tenían de costumbrede cantar canciones
delante de los dichos ingas por las victorias cuandonosotros las dichas cuatro naciones vencíamos
y teníamos victoriacontra los Chachapoyas, cayambis, cañares, quitos y quillaycincas, queson los
de Guayaquil y Popayán. Y si acaso nosotros las dichas cuatronaciones hacíamos algunas
plumerías, ropas, y algunas armas y otrascosas fue para nosotros tan solamente dedicado
yconcedido por losdichos señores ingas. Y este preuilegio teníamos para que fuese toda lagente muy
lucida en las guerras y en los alardes que se hacían [por] estascuatro naciones cuando iban a la
conquista de los dichos tiranos de loschachapoyas y de los demás referidos arriua y lo mesmo cuando
estauanen las fronteras y guarniciones en las fortalezas contra los chiriguanaes.Y por este respecto
fueron todos reseuados las dichas cuatro nacionesde todos los pechos y alcaualas y tasas por los
señores ingas como espúblico y notorio.

46.- Títulos honrosos de los militares


Ansí mismo como estas dichas cuatro naciones como fueron gentes tanvalerosas y belicosas que
para los dichos ingas los hauían conquistadoy ganado munchas tierras desde la gran ciudad del
Cuzco hasta Guayaquily Popayán e más adelante, fueron muy estimados por los dichosseñores
ingas estas dichas cuatro naciones llamadas Charcas, Caracaras,Chuis y Chichas; y por honrar y en
lugar de dar recompensas por susseruicios como a hidalgos y caualleros les llamaron sus hijos
primogénitosy mayorazgo de su Reino, como es público y notorio.

47.- [Movilización del ejército]


Lo otro. Los señores ingas teniendo siempre como los tenían en aquellareputación como gente
belicosa [y] y valerosa y que por estas dichascuatro naciones iban sus Reinos y señoríos en aumento
fueron/ los capitanesgenerales de estas dichas cuatro naciones muy estimados y (a)llegados a los
ingas y lo mismo sus soldados y caualleros suyos. Y ansícuando hacían gente de guerra en nuestros
pueblos los señores ingas, los caracaras y los chichas se juntaban en el pueblo de Macha, que
escauecera de los indios caracaras, y lo mismo la nación de los Charcasy los Chuis se juntauan en el
pueblo de Sacaca, que es cauecera de losindios Charcas. Y ansí partiendo de estos dichos dos pueblos
los dichoscapitanes y soldados de las dichas cuatro naciones se solían juntarse [sic]en el pueblo y
tambo de Paria que es Los Soras hacia el camino delCuzco. Y ansí iban proseguiendo su viaje los
dichos capitanes y soldadosde pueblo en pueblo y tambos hasta llegar a la gran ciudad del Cuzco.
Yansí en cada pueblo y tambo les hacían mita y camarico como a soldadosde los ingas, ansí en dar
comidas y la bebida y charques y ojotas, uestidosy muncha harina de quinua y ganado y mujeres y
los demás auiamientosy peltrechos como a soldados de los ingas. Y este preuilegio les concedióy

127
otorgó y les hizo merced los dichos señores ingas a las dichas cuatronaciones para que todas las
demás naciones les hiciesen honra y acatamiento.Y lo mesmo desde la gran ciudad del Cuzco hasta
Tomebambay Quito y las demás naciones, porque ninguna nación fueron [sic] tan estimadas por
los señores ingas en todo el Reino del Pirú como estasdichas cuatro naciones, como es público y
notorio aunque tuvo el ingadespués otros soldados modernos llamados Chachapoyas y Cañares
yCayambis, a los cuales las dichas cuatro naciones los conquistaron paralos señores ingas como es
público y notorio. Y cuando / la ganaron a estatierra los españoles, habrá doce años solamente que
seruian lealmente alos dichos ingas los dichos chachapoyas, cañares y cayambis, que todosellos se
llaman chinchaysoyos.

48.- Conquista española de Charcas y otras naciones


Lo otro. Cuando envió el marqués don Francisco Pizarro a su hermanoel comandante Hernando
Pizarro y a Gonzalo Pizarro y a los demáscapitanes y soldados hacia esta prouincia de Los Charcas,
todos los naturalesde esta prouincia de los Charcas, ansí la nación de Los Charcasy Caracaras,
Chichas, Chuis, Quillacas, Carangas y Los Soras, éstas dichassiete naciones por mandato de Inga
Mango Capa y de su hermanoInga Paullo fue mandado por ellos que se resistiesen y les
hiciésemosguerra y batalla a los capitanes de Vuestra Majestad que con ellos veníael Inga Paullo.
Y ansí todas estas dichas siete naciones les dieron guerray batalla en el Valle de Cochabamba a los
dichos capitanes y soldados deVuestra Majestad y después fueron desbaratados y vencidos y
muertospor los dichos capitanes de Vuestra Majestad las dichas siete naciones.Cada una fueron a
diuersas partes. Solo un cacique y señor principalde todos Los Charcas, llamado Coysara viendo su
ceguera claramentefue uno de los primeros que vino a la obediencia de Vuestra Majestad
aHernando Pizarro y a los demás capitanes con toda su gente y vasallosen el pueblo de
Auquemarca, pueblo de Los Charcas. Y por respecto
del dicho señor principal de todos los charcas toda la prouincia vino a laobediencia de Vuestra
Majestad, especialmente un cacique principal detodos Los Caracaras vino a la obediencia de
Vuestra Majestad, llamadoMoroco, y toda su gente. De manera que quedó toda la tierra muy
sosogaday pacífica hasta el día de hoy, especialmente toda esta prouinciade Los Charcas, en seruicio
de Vuestra Majestad, como es público ynotorio.Y luego desde el dicho pueblo de Auquimarca fue
el dicho HernandoPizarro y los demás capitanes y soldados de Vuestra Majestad, juntamentecon
el Inga Paullo, hacia Chuquisaca, a donde es agora la ciudadde La Plata. Y ansí el dicho Consara,
señor/ de todos Los Charcas fuejuntamente con el dicho Hernando Pizarro y los demás capitanes
de Vuestra Majestad siruiéndoles y haciéndoles camaricos de todo lo necesariohasta el pueblo de
Chuquisaca como leales vasallos de VuestraMajestad, y lo mesmo Moroco, señor de Los Caracaras,
siruió él y sugente desde la mitad del camino llamado Guaynacoma, a donde vinodespués a la
obediencia de Vuestra Majestad. Y ansí el dicho Consara,como señor más principal de toda esta
prouincia de Los Charcas, en elpueblo de Chuquisaca le informó y declaró y le descubrió al dicho
HernandoPizarro todas las cosas que tenía el inga en esta prouincia de LosCharcas: unas minas de

128
plata que tenía en el asiento de Porco y lo mesmolas minas de oro que fue en el río de Chiutamarca
y de las minas decobre que fue en Aytacara y de las minas de estaño que fue en Chayanta
y de las demás cosas. Y ansí entonces el dicho comendador HernandoPizarro y Gonzalo Pizarro lo
honró y agradeció muy muncho por todoello al dicho Conssara y le dio un vestido, una manta de
damasco verdecon su camiseta de terciopelo verde con sus flocaduras de oro y unosborseguíes de
razo y un sombrero colorado que a la sazón se usaua y unestuche grande de caja de cuchillos. Y
ansí mismo les honró a los demás caciques de toda esta prouincia de Los Charcas por ser los
primerosque hauían venido a la obediencia de Vuestra Majestad los naturalesde Los Charcas. Y
ansí llamaron entonces la prouincia de Los Charcas,que si los Quillacas y Carangas y Soras vinieran
primero a la obedienciaque Los Charcas y Caracaras, llamárase esta prouincia prouincia deLos
Carangas, de Los Quillacas e prouincia de Los Soras, como es públicoy notorio. Y ansí el dicho
comendador Hernando Pizarro y GonzaloPizarro y los demás capitanes de Vuestra Majestad les
honrasen y tuvomuncha cuenta con el señor principal de Los Charcas llamado Conssaray Moroco,
señor de Los Caracaras, ansí por la obediencia que vino delos primeros a Vuestra Majestad como
porque los descubrió lo que teníael inga encubierto entonces el dicho Conssara, señor principal de
todosLos Charcas, en seruicio de Vuestra Majestad y en acrecentamiento dela Real Corona. Piden
y suplican sus descendientes que Vuestra Majestadles haga mercedes como tan cristianísimo
príncipe que es, pues suspasados fueron de los primeros que vinieron a la obediencia de Vuestra
Majestad como leales vasallos suyos como es público y notorio.

50.- Un privilegio señorial para charcas y caracaras


Lo otro. Teniendo consideración y atención las justicias de Vuestra Majestadde esta prouincia de
Los Charcas, demás de treinta y cuatro añospoco más o menos a esta parte, especialmente en la
Uilla de Potosí yen otras partes las justicias de Vuestra Majestad y los demás españoleslos han
honrado y fauorecido a los naturales de esta prouincia de Los Charcas, a los que somos Charcas y
Caracaras. Pues ellos hauian venidoy vinieron a la obediencia de Vuestra Majestad de los primeros
y fueronpartes como señores principales para que las demás naciones hiciesen lomismo, pues no hobo
otro señor ni capitán general de toda la prouinciade Los Charcas sino uno llamado Conssara como
es público y notorio.Y ansí todas las justicias de Vuestra Majestad y los demás españolesbaquianos
conquistadores nos han honrado e fauorecido de tal suerteque en las fiestas principales de todo el
año, especialmente el día deCorpus Cristi, nos han concedido y fauorecido que fuésemos en la
procesióndelante del Santísimo Sacramento, juntamente con los españoles,y mandado y mandado
[sic] expresamente que ninguna nación fuésenosa dos a entrar en la procesión delante del Santísimo
Sacramento muyallegados/ como nosotros. Y esta honra nos hicieron teniendoconsideraciónque
nosotros éramos naturales de esta prouincia de Los Charcasy que fuimos de los primeros que
vinieron a la obediencia de VuestraMajestad como es público y notorio.

129
51.- Caballos y mulos para los curacas
Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, deun año a esta parte nos ha
mandado por sus Ordenanzas que todos losseñores y caualleros de este Reino y los demás indios
particulares noanden a cauallo con sillas y frenos y los demás pertrechos, en lo cualreciuimos
nosotros notorio agrauio y daño, porque desde que entrarony ganaron los españoles a esta tierra
nunca hemos sido en cosa algunacontra el seruicio de Vuestra Majestad como es público y notorio.
Por locual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar suspender yreuocar lo ordenado
y mandado por don Francisco de Toledo acerca deeste artículo o que no se entienda con los señores
principales y caciquesde esta prouincia ni sus hijos y parientes, y que podamos andar y caminara
cauallo y a mula con sillas extradiotas y jinetas y freno y espuelasy lo demás necesario a la buena
policía como por Vuestra Majestad estámandado.

52.- Universidad para indígenas nobles


Lo otro. Que Vuestra Majestad sea seruido de mandar que el Colegioy Estudio que está y reside en
la ciudad de Los Reyes se pase a la ciudaddel Cuzco, respecto de que es en parte acomodada para
que todoslos hijos de los naturales y caciques principales vayan al dicho Estudioy Colegio a
estudiar, porque estando y residiendo el dicho Colegio yEstudio en la dicha ciudad de Los Reyes no
pueden ir los hijos de losdichos naturales y caciques principales al dicho Estudio por estar lejos,y
además de ésto por ser tierra enferma la dicha ciudad de Los Reyespara los naturales serranos que
somos criados en tierra fría./ Y estandoel dicho Colegio en la ciudad del Cuzco es en parte cómoda
ansí deltemple como para que los estudiantes de Quito y Lima puedan ir a eldicho Colegio como los
de esta prouincia de Los Charcas. Y en ello reciuiremosbien y merced y para que los naturales de
esta prouincia y delas demás tengamos policía como criados y vasallos de Vuestra Majestadque
somos no menos que los de España.

53.- [Recompensas para los charcas y caracaras]


Por todo lo cual suplicamos a Vuestra Majestad como a rey y señor ypadre piadoso de sus vasallos
y criados todos los señores y caciques deesta prouincia de Los Charcas sea seruido de hacernos
merced comopríncipe tan cristianísimo que es de admitirnos y hacernos merced comoa sus vasallos,
teniendo atención que pues en tiempo de los ingas y antesde ellos éramos señores naturales y
soldados de los dichos ingas yreseruados de todos los pechos y tasas. Que también agora tengan
consideraciónVuestra Majestad de mandarnos retasar agora nueuamentemoderando la tasa y no
igualándonos con las demás naciones que eranpecheros y pagauan la tasa en el tiempo de los ingas.
Y en ello reciuiremosbien y merced y más que Vuestra Majestad sea seruido de mandarque se nos
concedan todos los preuilegios, liuertades [y] franquezascomo a sus vasallos, pues lo somos e que
seamos más preuiligiados quetodas las naciones del Pirú por lo arruiua, dicho. Y pedimos
justiciamediante.Don Fernando Ayauire y Velasco.- Don Pedro Soto.- Don Alonso Chuquivilca.-
Don Hernando Soto.- Don Hernando Hachacata.- Don PedroCunaca,- Don Francisco Ayra.- Don

130
Francisco Chambi.- Don Alfonso deMontemayor.- Don Domingo Soto.- Don Hernando Guarayo.-
Don AlonsoLonquima.- Don Andrés Pampaconi.- Don Miguel Yana.- Don Diegode Zárate.- Don
Francisco Chambi.- Don Jerónimo Coyo.- Don MartínCara.- Don Gregorio Achiquiza.- Don Juan
Zunga.- Don Andrés Canachiri.-Don Felipe Vilca.- Don Cristóbal Cuyo.- Don Martín de Chaqui.

II
MEMORIA DE LA MERCED QUE MANDE HACER EL MUYILUSTRE SEÑOR
DOCTOR BARROS, MI SEÑOR, EN ESPAÑACON SU MAJESTAD Y SU REAL
CONSEJO DE LAS INDIAS PORSU HIJO DON FERNANDO AYAUIRE Y VELASCO,
CACIQUE
PRINCIPAL DE LA NACIÓN DE LOS CHARCAS Y DEL REPARTIMIENTODE
SACACA. ES LO SIGUIENTE:

1.- Reunificación del curacazgo de los Charcas


Primeramente digo que yo soy uno de los caualleros más principales ehidalgos que hay en esta
prouincia de Los Charcas porque mis pasadosy antecesores fueron señores naturales de la nación
de Los Charcas dediez mil indios vasallos antes de los ingas y después de ellos, que sondel
repartimiento de Sacaca y del repartimiento de Chayanta y de losrepartimientos de Cochabamba,
de Santiago del Paso y San Miguel deTiquipaya y siempre lo han sido y son subjetos como es público
y notorio.Y con la diuisión de encomenderos que hubo cuando entraron losespañoles a esta tierra
en nombre de Su Majestad quedó tan solamenteseñor del repartimiento de Sacaca mi padre don
Alonso Ayauire. E yocomo sucesor del dicho mi padre, pido y suplico a Vuestra Majestad seaseruido
de mandarme dar título de señor principal de toda la nación deLos Charcas y de los repartimientos
contenidos arriba, y que me obedezcany acaten como a señor y cacique principal mandándome
confirmarel decreto y título, de cacique principal que me otorgó don Franciscode Toledo, visorrey
que fue de estos Reinos, perpetuo hasta toda migeneración y descendencia. Y que en reconocimiento
del vasallaje queyo tengo sobre ellos me haga merced Su Majestad de mandarme acudira los indios
de Chayanta y Cochabambas [sic] con algunas sementerase yanaconas reseruando de la tasa para
me sustentar mi persona y casay hijos y mujer y familia como hijo y nieto de quien soy conforme a
lacalidad y grauedad de mi persona y con la policía que Su Majestad lomanda y en ello reciuiré bien
y merced.

2. Privilegios para la nobleza indígena


Lo otro. Demás de doscientos años a esta parte mis pasados y antecesoresfueron señores antes de
los ingas y después de ellos, porque soyhijo de Don Alonso Ayauire y nieto de Coysara y bisnieto de
Cooco ytataranieto de Copacatiaraca y chusma [sic] de Haracha y otros muchosseñores naturales
que fueron de la nación/ de Los Charcas y de toda estaprouincia de Los Charcas de línea recta de

131
varón como es público y notorio y me ofrezco a prouarlo. Pido y suplico a Su Majestad sea seruidode
hacerme bien y merced como a su vasallo menor de mandarme darlos priuilegios que a los caualleros
de España [están] concedidos por loscatólicos reyes de España mandando que seamos caualleros y
hijosdalgoyo y mis hijos reseruados de pechos y alcaualas y lo mismo mis treshermanos llamados
don Diego de Zúñiga y don Pedro de Zúñiga y donMartín de Zúñiga con sus hijos y mis primos
hermanos y sus hijos ytoda mi descendencia, pues desde el tiempo inmemoriable y advenesciosomos
caualleros e hijosdalgo como los duques condes y marquesesde España y en toda nuestra uida hemos
sabido qué cosa era trauajarporque siempre éramos seruidos de estos nuestros súbditos y
vasallosreferidos arriba.

3. Armas y negros para los curacas


Lo otro. Suplicamos a Su Majestad sea seruido de hacerme merced comonuestro rey y señor natural
de que yo y mis hijos podamos traer armasofensivas y defensivas así espadas, dagas, rodelas, cotas
y arcabucez ylanzas y partezanas para defensa de nuestras personas y que podamostraer cauallos
y muías con jaeces como los demás caualleros de España,y que podamos traer y tener negros y negras
para nuestro seruicio y casa,atento que somos caualleros y hijosdalgo como es público y notorio.

4. Otros privilegios señoriales


Lo otro. Que podamos entrar en los regocijos y juegos de cañas con losdemás caualleros e hijosdalgo
de la nación española y que lo mesmo nosden lugar en las iglesias y monasterios asientos en don[de]
nos podamosasentar con los demás caualleros, especialmente a los que somos cauallerosconforme a
la calidad de nuestras personas y hijos y nietos de quiensomos; porque el día de hoy no nos guardan
nuestros priuilegios lasjusticias de Su Majestad como a hijosdalgo y cauallero, pues los somos,antes
nos menosprecian y nos maltratan con palabras feas. Suplicamos aSu Majestad sea seruido de
hacernos merced como nuestro rey y señornatural que es mandándonos enviar sus reales prouisiones
para ello y encargándonosmucho a sus virreyes, gouernadores y Audiencias Reales ylas demás
justicias de Su Majestad para que nos hagan mercedes, liuertades,franquezas, guardando la
costumbre de los caualleros de España,pues no somos menos.

5. Encarcelamiento de los curacas


Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de hacernos merced y justicia quea los caualleros e hijosdalgo
de los Reinos de España, que las justicias deSu Majestad de este Reino no nos manden hechar en
la cárcel públicaasí de Cabildo como de criminal sino en las casas del Cabildo como sehacen a los
demás caualleros de España. Y en ello reciuiremos bien ymerced y justicia.

132
6. Atuendos para los curacas
Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de que todos mis hijos y nietos ydescendientes puedan traer
seda y oro y plata y hábitos de español y lasarmas y los demás pertrechos necesarios como los demás
caualleros deSu Majestad concedidos por los católicos reyes de España y que todossean
priviligiados de todos los pechos y alcaualas perpetuamente. Y enello reciuiremos bien y merced.

7. Conquista española de los Charcas


Lo otro. Mi abuelo llamado Coysara, señor natural que fue de la naciónde Los Charcas, de diez mil
vasallos, fue uno de los más principales capitanesque los ingas tuvi[eron] en esta tierra y prouincia
de Los Charcascomo es público y notorio. Y cuando los españoles entraron en estatierra fue uno de
los primeros que vino a la obediencia de Su Majestad y en su real nombre al comendador Hernando
Pizarro y les descubrió lasminas de plata que el inga tenía, que era en el asiento de Porco, dondese
labra hasta el día de hoy, y lo mismo las minas de cobre y estaño yotras cosas. Y así fue parte de
dicho mi agüelo, como señor más principalde toda esta prouincia de Los Charcas y como capitán
general del ingaque todos viniesen a la obediencia de Su Majestad como después lohicieron ansí y
vinieron todos los de esta prouincia a la obediencia de SuMajestad en breves días. Y así el dicho
Hernando Pizarro y los demáscapitanes de Su Majestad les honró mucho al dicho mi agüelo y en
señalde amor le dio un vestido de seda, una camiseta de terciopelo verde conuna manta de damasco
verde guarnecidos con unas flocaduras de oro yseda verde y unos borceguíes de lazo y un sombrero
colorado con flocadurasde seda colorada y un estuche grande de caja fe cuchillos como espúblico y
notorio, y hasta el día de hoy [lo] tenemos guardado para enguarda de nuestro derecho y justicia.

8. Alianza hispano-charca
Lo otro. El dicho mi agüelo llamado Consara, juntamente/ con mi padredon Alonso Ayavire, su
hijo, como leales vasallos de Su Majestad fuerona la Jornada de Chile en seruicio de Su Majestad
con los capitanesdon Diego de Almagro y Pedro de Valdiuia y con los demás capitanesy soldados
de Su Majestad a la dicha conquista de Chile. Y estuvo dosaños en la dicha Jornada en el seruicio
de Su Majestad como es públicoy notorio y lo mismo en todas las alteraciones y motines que los
tiranoshan intentado hacer en esta tierra en deseruicio de Su Majestad, siempremi padre don
Alonso Ayauire como leal vasallo de Su Majestad haseruido él y sus indios y parcialidades a Su
Majestad y a sus capitanes ensu real nombre. Y siempre hemos sido muy leales vasallos en el
seruiciode Su Majestad. Y lo mismo cuando el señor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de
estos Reinos, hizo Jornada para los chiriguanaes lomismo he seruido yo con Fernando Ayauire y
Velasco con mi personay lo mismo mis indios y súbditos de la nación de Los Charcas y
delrepartimiento de Sacaca como leales vasallos de Su Majestad, como espúblico y notorio.

133
9. [Tierras y mitayos para el curaca]
Pido y suplico a Su Majestad sea seruido como mi rey y señor natural dehacerme mercedes como a
su menor vasallo de que mis indios del dichorepartimiento de Sacaca me siembren con ocho hanegas
de maíz y doshanegas de trigo y cuarenta hanegas de papas y que me den veinte indiosmitayos y
que sean reseruados de tasa, para que me las guarden mi ganadoy chacaras para sustentarme
conforme a la calidad y gravedad de mipersona y con aquella policía como Su Majestad lo manda,
pues soy taninclinado al ser y nación española y celoso de la honra de Dios NuestroSeñor como es
público y notorio. Y en ello recibiré bien y merced.

10. [Tierra para el curaca]


Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de hacerme merced como a suvasallo de unas tierras llamadas
Sarcori, que eran chacaras y estanciasde mi agüelo llamado Coysara, para que yo las pueda sembrar
y cultiuarpara mí y para mis descendientes, con sus altos y advertientes, y lomismo otro pedazo de
tierra llamadas Cotanipampa y Periquina, parasembrar trigo para mí y para mis hijos con sus altos
y advertientes, quetenga una legua de tierras y circuito. Y en ello reciuiré bien y merced.

11. [Pastos para el ganado del curaca]


Lo otro. Pido y suplico a Su Majestad se me haga merced de mandarmedar y confirmar unas tierras
y estancias de mis/ agüelos y padres llamadasGuanacooma, Cepita y Coyparchulpa, Challauinqui,
Hachaoma yCaripuyo para pastar mi ganado así ovejono, guacuno, yeguas, puercas, cabras y
ganado de la tierra. Y aunque las poseo el día de hoy las dichastierras como heredero que soy, quiero
que Su Majestad me haga mercedde mandarme dar título confirmado y haciendo merced. Y en
elloreciuiré bien y merced.

12. Alguaciles y cabildos de indígenas


Pido y suplico a Su Majestad sea seruido de hacerme merced de que unode mis hijos pueda ser
alguacil mayor de todo el destrito y Corregimientodel Partido de mis pueblos Charcas y Caracaras,
y que sea perpetuoy que pueda entrar en todos los Cabildos de los pueblos de los indiosdel dicho
Partido y Corregimiento de los naturales y que pueda votar ytener votos en los tales Cabildos de
los indios. Y en ello recibiré bien ymerced.

13. El salario y el gobernador indígena


Lo otro. Suplico y pido a Su Majestad sea seruido de hacerme mercedde enuiarme títulode
gobernador de los naturales de esta prouincia deLos Charcas desde el pueblo de Caracollo, que son
términos y jurisdicciónde la ciudad de La Plata, y que me mande señalar salario suficientede la
Caja de Su Majestad, conforme a la calidad de mi persona, puesmis pasados fueron señores

134
naturales de la nación de Los Charcas ycapitanes generales de los ingas. Y lo otro fue mi agüelo de
los primerosque vinieron a la obediencia de Majestad y en su real nombre al comendador Hernando
Pizarro. Y en ello me hará bien y merced como a sumenor vasallo.

14.- La capital de la nación de los Charcas


Lo otro. El señor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estosReinos, me hizo agrauio cuando
nombraron corregidores de los naturalesen mi Partido de Los Charcas, haciendo cabecera del dicho
Corregimientode Los Charcas al pueblo de Chayanta y dejando de nombrarpor cabecera como lo
dejó al pueblo de San Luis de Sacaca que en eltiempo de los ingas y antes de ellos fue uno de los
más principales pueblosque hauía en esta prouincia de Los Charcas y Su Partido y cabeceraa donde
se juntauan todos los caciques y principales de la nación yhábito y traje de Los Charcas y lo mismo
de otras naciones, pues fueronseñores mis pasados y agüelos de este dicho pueblo de San Luis de
Sacacanaturales. Y ansí suplicamos a Su Majestad sea seruido de mandarque el dicho mi pueblo
[de] San Luis de Sacaca sea cabecera de todo eldistrito del dichoCorregimiento de Los Charcas y
que/ el tal corregidorde los naturales asista más tiempo en el dicho pueblo de San Luisde Sacaca,
pues lo ha sido pueblo y cabecera de toda la nación de LosCharcas como es público y notorio. Y en
ello recibiremos bien y merced.

15.- Privilegios especiales para el curaca de Charcas


Lo otro. Suplicamos a Su Majestad sea seruido de enuiarnos sus realesprouisiones para que todas
las justicias de Su Majestad nos haganmercedes, liuertades, franquezas e que tengan cuenta con
nosotros entratarnos bien como a caualleros e hijosdalgo, pues lo somos, especialmentea todo mi
linaje. Y que el nuestro corregidor que es o fuere denuestro Partido tenga cuenta en hacernos merced
particularmente a míy a mis hijos y hermanos y parientes de la descendencia de mis pasadosy agüelos
y en ello reciuiremos bien y merced.

16.- Cargueros del curaca de Charcas


Por todo lo cual pido y suplico a Su Real Majestad sea seruido de hacermemercedes, como príncipe
tan cristianísimo y padre piadoso que es,de condecerme y hacerme mercedes como a su vasallo menor
que soy,teniendo atención que pues en el tiempo de los ingas y antes de elloseran mis padres y
agüelos señores de literas y que les lleuauan cien indiosen los hombros de la nación de Los Charcas
de a diez mil vasalloscomo los duques y condes y marqueses en España, haciéndome mercedde
mandarme dar preuilegios, liuertades, franquezas como a los demássus vasallos, pues los somos, y
que seamos más preuiligiados que todaslas naciones del Pirú por lo arriua dicho y alegado. Y pido
justicia mediante.-Don Fernando Ayauire y Velasco [una rúbrica].

135
III
MEMORIA DE DON FERNANDO AYAUIRE Y VELASCO DE LAMERCED QUE ME
HA DE HACER ANTE SU MAJESTAD Y SUREAL CONSEJO DE INDIAS EL MUY
ILUSTRE SEÑOR DOCTORBARROS, MI SEÑOR.

En la Villa Imperial de Potosí, de la prouincia de Los Charcas, a seisdías del mes de diciembre de
mil e quinientos e ochenta e dos años,ante el ilustre señor don Juan Dávila, corregidor y justicia
mayor de estavilla y prouincia de Los Charcas, por Su Majestad, del número de ella,pareció don
Francisco Ayavire y Velasco y presentó esta petición y juntamentecon ella un escripto de petición,
presentada ante el señor donFrancisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, cuyo tenor uno
enpos de otro es como se sigue:

Ilustre señor: Don Fernando de Ayavire y Velasco, cacique principal delrepartimiento de Sacaca,
capitán en esta prouincia de Los Charcas, delos naturales, presento ante Vuestra Merced este
decrepto fecho por elseñor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, a mipetición.
Y suplico a Vuestra Merced se mande dar un traslado autorizadoen manera que haga fe con
autoridad de Vuestra Merced paralo presentar ante Su Majestad y su Real Consejo de Las Indias
o antequien me convenga.
A Vuestra Merced suplico se haga según pido y se me dé el original paraen guarda de mi derecho.
Otro sí. Suplico a Vuestra Merced sea seruido al pie del dicho testimoniodar su parecer con
juramento de la calidad de mi persona y de mihabilidad y diligencia e cuidado/ en lo que toca al
seruicio de Su Majestady el hábito y pulicía que, tengo siguiendo virtud y como soy uno delos
caualleros principales de esta prouincia de Los Charcas, de la nacióny traje de Los Charcas.

Don Fernando Ayavire y Velasco.


[Una petición de 1575]
Excelentísimo Señor. Don Fernando Ayavire, cacique principal delrepartimiento de Sacaca, beso
los pies de Vuestra Excelencia y digo queyo soy cacique principal del dicho repartimiento de [sde
el] tiempo delos ingas y antes, porque soy hijo de don Alonso Ayavire y nieto de Consaray bisnieto
de Cooco y tataranieto de Copatiaraca y descendientepor línea recta de varón de todos los que han
sido señores naturales deldicho repartimiento. Los cuales ansí mesmo eran caciques y señores
ecapitanes en tiempo de todos los ingas e antes de ellos del repartimientode Chayanta y del
repartimiento de Cochabamba. Y por diuisiónque hubo de encomenderos después de venidos los
españoles de estatierra, mi padre quedó solo señor del dicho repartimiento de Sacacadonde yo soy y
parece que deue hauer hauido alguna falsa o siniestrarelación en la visita que Diego Núñez Bazán
ha hecho por mandado deVuestra Excelencia porque se señalan caciques de tres parcialidades
deldicho repartimiento y se le señalan salarios de caciques principales /no hauiendo otro cacique

136
principal sino yo sólo de más de cinco añosa esta parte, de cuya causa Vuestra Excelencia no ha
sido seruido señalarmemás de ochenta pesos de tasa para mi sustentamiento e ciertoseruicio,
hauiéndose señalado a otros caciques no más principales que yoa trescientos e a doscientos pesos,
en lo cual yo reciuo notable agrauioporque la dicha tasa es muy poca para que yo me puedasustentar
conformea la calidad de mi persona e hijo e nieto y descendiente de quiensoy e como cacique principal
del dicho repartimiento y en especial paraviuir en pulicía como Su Majestad lo manda, y más yo
soy tan inclinadoal ser y nación española que con este deseo he procurado tratar e comunicarcon
ellos hasta aprender la lengua y costumbre como a VuestraMajestad le es notorio.Pido y suplico a
Vuestra Excelenciahumildísimamente me haga mercedde mandarme dar suficiente tasa y salario y
que me siembren con tresfanegas de maíz y quince de papas y quince indios de seruicio e veinte
ecuatro carneros de Castilla y otros veinte e cuatro carneros de la tierra,pues hay de la Comunidad
para que yo me pueda sustentar conforme aquien soy declarándome por cacique principal del dicho
/ repartimientode Sacaca y de las parcialidades que en él hay, mandando que todos ellosy los indios
e caciques del dicho repartimiento me obedezcan e acatencomo a tal cacique principal, pues lo soy,
ansí lo del uno como lo del otro,de lo cual estoy presto de dar información siendo Vuestra
Excelenciaseruido. En lo cual todo reciuiré bien y merced.Don Fernando Ayavire [y Velasco]

Decreto [de 1575]


En Caracollo, a veinte e cinco de abril de mil é quinientos y sesenta ycinco años, proveyó su
Excelencia lo siguiente:Que se guarde lo proueído en la nueua tasa y que se le dé título decacique
principal de todo el dicho repartimiento por la relación e informaciónque Su Excelencia tiene que
lo es y demás del salario que leestá señalado por la nueua tasa se le dé más veinte carneros de
Castillay veinte de la tierra de ganado de la Comunidad por las obligaciones ycargas de cacique
principal y que a de estar a su cargo e dar cuenta deldicho ganado. Ante mí, Navamuel.

Parecer del señor corregidor


El dicho señor corregidor dijo que se haga como lo pide el dicho donFernando por su bien, puesto
que Su Merced dará en ello su parecer quepide ante mí Pedro Venegas, escriuano público.En la
Villa de Potosí a veinte días del mes de diciembre de mil e quinientose ochenta e dos años, el ilustre
señor don Juan de Avila [sic],corregidor y justicia / mayor de esta prouincia, hauiendo visto la
peticiónde esta otra parte y el otro sí de ella e informando a Su Majestady señores de su Real
Consejo de Las Indias de lo en ella contenido,dijo que su Merced conoce al dicho don Fernando
Ayavire y Velasco habrá tiempo y espacio de diez años. Y saue Su Merced que es caciqueprincipal
de la prouincia de Sacaca y hijo y descendiente de señores deaquella prouincia desde el tiempo del
inga. Lo cual Su Merced saue porhauerse fecho sobre ello averiguación por mandado del
Excelentísimoseñor don Francisco de Toledo, Visorrey que fue de estos Reinos, siendoSu Merced
otra vez corregidor de esta prouincia. Y saue que el dichodon Francisco Ayavire es hombre virtuoso,
de vergüenza, y hombre deverdad porque le ha prouado en munchas cosas en las cuales le ha

137
halladoser hombre de honra y como tal es capitán, uno de los que hay en estaVilla, y el de más
razón de los capitanes y hombre que no se emborrachacontra él ha hallado ni oído decir ni tal ha
sido público y notorio de másde siete años y persona que favorece muncho la doctrina y tiene
muyparticular cuidado que se junten a ella sus súbditos e de corregirlos y reprehenderlosy le tiene
Su Merced y todos le tienen por buen cristiano y hombre virtuoso. Y saue que su persona es muy
necesaria en esta Villapara el gouierno y pulicía de los naturales e que no solamente los indiosde su
capitanía le respetan pero todos los demás como a señor que sauen
que es y como a hombre virtuoso y de entendimiento. E ansimesmo Su Merced saue que anda en
háuito de español e cuanto ha que Su Mercedle conoce le ve tratarse como hombre honrado y saue
que come con pulicíade español, comiendo en mesa con sus manteles e aderezos comolos demás
españoles, y tiene mula, y finalmente se trata como hombrehonrado y principal y por tal le tiene. Y
en tal opinión es tenido entretodos los españoles y muy aficionado al servicio de Su Majestad. E
ansílo ha entendido Su Merced del dicho don Fernando en todas las cosasque se han ofrecido a su
real seruicio. Y saue muy bien leer y escribir,y tiene muncha cuenta e razón en todo lo que se ofrece.
Y, ansí siendoSu Majestad seruido merece se le haga merced que hobiere lugar e quepretende el dicho
don Fernando porque caue en él cualquier merced quese le hiciere.Y esto dijo y lo firmó de su nombre,
y es la uerdad so cargo del juramentoque hizo. Y esto es su parecer. Y es ansí y lo dice por descargode
su conciencia. Don Juan/ Dávila. Ante mí, Pedro Venegas, escriuanopúblico.

Fe del traslado
Yo el dicho Pedro Venegas, escriuano de Su Majestad, público [y] delnúmero de estaVilla Imperial
de Potosí, fui presente y lo fice recibir ysigné de mi signo por mandato del dicho señor corregidor.
En testimoniode verdad. Pedro Venegas, escriuano público.Diego López [testigo].

Fe y testimonio general
Los escriuanos de Su Majestad y públicos del número de la Villa Imperial de Potosí que aquí
signamos y firmamos, certificamos y damos feque hoy día de la fecha de ésta, don Juan Dávila,
contenidos en los autosde arriua es corregidor y justicia mayor de esta dicha Villa y prouinciade
Los Charcas por Su Majestad. Y como de tal sus mandamientos se
cumplen y guardan. Y ansimesmo damos fe que Pedro Venegas, de cuyamano va signado y firmado
los dichos autos es el escriuano de Su Majestade público de esta Villa y ansí las escripturas y autos
que ante él hanpasado y pasan se ha dado y da entera fe e crédito en juicio e fuera de él.E para que
ello conste damos el presente en la dicha Villa de Potosí enveinte de diciembre de mil e quinientos
e ochenta e dos años. Francisco
de Bonilla, escriuano de Su Majestad. Fernando de Medina, escriuano de Su Majestad.

138
IV
[QUE SE ENVÍAN] LOS RECAUDOS DE DON FERNANDO AYAVIRE
Y VELASCO PARA EL SEÑOR DOCTOR BARROS Y PARA
PRESENTAR ANTE SU MAJESTAD Y SU REAL CONSEJO DE
[LAS] INDIAS
Muy Poderoso señor: En nombre de don Fernando Ayauire y Velasco, caciqueprincipal del
repartimiento de Sacaca, que es de Vuestra Real Corona, en laprouincia de Los harcas del Perú,
digo:Que a su pedimento y suplicación, don Francisco de Toledo, nuestro visorreyque fue de las
dichas prouincias, en la visita general que por su personahizo,mandó averiguar y sauer la persona
que era tal cacique y le pertenecía de derecho,y se halló serlo el dicho mi parte y muy hábil y
suficiente para ésto y paraotros negocios de importancia, y se le dio título y decreto de ello, que
saue conautoridad de Vuestra Real Justicia es este que presento y quiere Vuestra Altezasea seruido
se le confirme el dicho nombramiento y proueimiento, deuiendogozar él y sus hijos y herederos y
linaje de las gracias y mercedes que VuestraAlteza fuere seruido.A Vuestra Alteza suplico se prouea
lo que pido, pues es justicia. Lo cual pido,y para ello, etc.

 INSURGENCIA

Antes de ingresar llanamente al tema específico de La Fundación, resulta pertinente


detenerse en sus antecedentes inmediatos. Señala el Dr. Alipio Valencia Vega44, en el
título inherente a la ideología política durante la revolución independentista:

A comienzos del siglo XIX el Alto Perú, como el resto de la América colonial,
se había transformado en lo económico y social. La propiedad de la tierra había
sido transferida al criollaje que se preciaba de su sangre europea; igualmente, la
regencia del comercio, gracias a las medidas formuladas en el reinado de Carlos
III, estaba también en manos de los criollos. En los centros urbanos existía una
aristocracia chola en el mestizaje que se había enriquecido con el ejercicio de los
oficios artesanos. Todas estas eran fuerzas nuevas e insurgentes frente al
empecinamiento de los españoles por conservar en antiguo orden de cosas. La
relación entre los problemas económicos y las aspiraciones sociales -afirma José
Luis Romero- se estableció prontamente y de acuerdo a una polarizada afinidad;

44
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXV pp. 346 y ss. La Paz, 1985.

139
para los beneficiarios del antiguo régimen del monopolio, el intento de modificar
tal situación económica significaba o simulaban creer que significaba- el
trastocamiento del orden tradicional en cuanto tenía de contenido político, moral
y social; querían la sumisión de todos a una ordenación que sólo los beneficiaba
a ellos y consideraban que esa sumisión -que entraba un estancamiento total- era
la única actitud que corresponde a los colonos; por su parte, quienes aspiraban a
lograr un régimen de libertad económica dentro del cual pudieran mejorar su
situación, descubrían, a poco que reflexionaran, que ese género de libertad no le
sería otorgado a la Colonia sino en la medida que conviniera a la metrópoli: de
aquí a comenzar a entrever las posibilidades y las ventajas de la independencia
política, había un solo paso, que las circunstancias acortaron cada día a partir del
momento de la Revolución Francesa.

En Europa los acontecimientos políticos bullían impactados por la revolución francesa,


que asumió radicales transformaciones políticas del orden monárquico imperante en
casi todo el continente. Mientras al otro lado del mundo, en el Alto Perú, prosiguiendo
el relato del Dr. Alipio Valencia Vega:

El divorcio de los españoles privilegiados con criollos y mestizos se acentuó


rápidamente y los sucesos de la Península invadida en 1808 por las tropas
imperiales francesas, provocaron los primeros pronunciamientos. El del 25 de
mayo de 1809 en Chuquisaca, dirigido por la aristocracia criolla de San Francisco
Xavier reveló los alcances que ésta le daba: ¡Viva Fernando VII, muera el mal
gobierno!; es decir, el desahucio de la casta peninsular de las funciones públicas
y los privilegios económicos, pero sin destruir la dependencia de la metrópoli.

A este primer grito libertario, que independientemente sus consignas o motivaciones


fue tal, es decir, emancipatorio; siguió el de La Paz, que a decir del autor:

Fue más categórica la revolución del 16 de julio de 1809 en La Paz. Aunque en


el instante del alzamiento armado se escuchó el mismo grito que en Chuquisaca,
en seguida fue ahogado por los planteamientos rebeldes del Cabildo Abierto que
destituyó al gobernador-intendente Tadeo Dávila y al obispo Remigio La Santa y
Ortega y organizó la incineración de los libros de deudores a la Caja Real,
haciéndose más radical su posición revolucionaria antimonárquica y anticolonial
con la organización de una Junta Tuitiva y Representativa de los Derechos del
Pueblo -embrión de un gobierno representativo y democrático- y por la
contundencia de la famosa Proclama llamando a abatir el yugo español y crear

140
las bases de la Patria Nacional, propia, donde los americanos fueran en adelante
tan felices como desgraciados hasta el presente. Este movimiento demostró
también su contenido democrático: en la Junta Tuitiva, organismo legislativo y
ejecutivo simultáneamente, estuvieron representados los criollos, los mestizos y
además, los indios de las parcialidades provinciales, con diputados de su misma
extracción social.

Algunos fragmentos de la celebre Proclama, iluminan por sí tales asertos:

Hasta aquí hemos soportado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra
patria...
Hemos visto con indiferencia por más de tres siglos,
sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto,
que degradándonos de la especie humana nos ha mirado como a esclavos...

Ya es tiempo, pues, de sacudir el yugo tan funesto a nuestra felicidad,


como favorable al orgullo nacional español...

Ya es tiempo de organizar un sistema nuevo de gobierno fundado en los intereses de


nuestra patria altamente deprimida por la bastarda política de Madrid...

Ya es tiempo, en fin, de levantar el estandarte de la libertad en estas desgraciadas


colonias, adquiridas sin el menor título,
y conservadas con la mayor injusticia y tiranía...

... Valerosos habitantes de La Paz y de todo el Imperio del Perú,


revelad vuestros proyectos...

Antes que otros americanos,


Ustedes, los paceños y todos los habitantes del Alto Perú, del Perú,
ahora que tenéis una bandera para obtener la libertad, abandonad la indiferencia,
para quitaros el dogal de la dominación hispana,
porque los patriotas de julio estamos poniendo al alcance vuestro,
los instrumentos para que se cumplan los proyectos de hallar la ansiada
independencia...

No miréis con desdén la felicidad de nuestro suelo ni perdáis jamás de vista la unión
que debe reinar en todos...

141
La Proclama tiene la virtud de haber descrito en lenguaje poéticamente emancipatorio,
el trayecto histórico de la rebelión libertaria y las razones por las que fue brutalmente
combatida y severamente aplacada, con medidas extremas y hasta crueles contra los
líderes del incomparable alzamiento. Vistos los acontecimientos y su desenlace ulterior,
el discurso político implícito en el rebelde movimiento revolucionario de Julio, aparece
como un proyecto de país amplio y en unidad con el Perú , concibiendo
enunciativamente lo que aquellos años era indiscutible, esto es, la unidad entre ambas
colectividades; proyecto derrotado en aras de una independencia cualitativamente
distinta:

El proceso revolucionario en el Alto Perú, a partir de 1809, se cumplió siguiendo


una curva de izquierda a derecha. En 1810 sobrevino el pronunciamiento no
separatista de Buenos Aires que, después de cinco años de revolución y debido
al impulso de las masas populares, declaró por fin la independencia de las
Provincias Unidas del Río de la Plata en el Congreso de Tucumán de 1816,
asamblea a la que concurrieron diputados cuyas ideas se formaron en la
Universidad de San Francisco Xavier de Chuquisaca. Los ejércitos auxiliares del
Río de la Plata influyeron los pronunciamientos altoperuanos en favor de la Junta
de Buenos Aires, que no expresó el radicalismo de la revolución paceña,
concretándose a obtener la libertad de comercio para satisfacer el deseo de
enriquecimiento económico de estancieros y comerciantes porteños. Las
guerrillas de los montoneros criollo-mestizos del Alto Perú, que mantenían el
deseo de libre aprovechamiento de su propiedad territorial y de control de
comercio en el Alto Perú, definieron el carácter social de la revolución: estaba
encabezada por el criollaje medio, seguida del mestizaje que aportaba el material
humano para tales montoneras.

En un marco que podríamos denominar convencional, bajo el movimiento elíptico de


oscilatorias, encontramos la siguiente polaridad: Patriotas (izquierda) vs. Realistas
(derecha):

A partir de 1821, cuando la guerra se inclinaba a favor de la independencia, la


alta aristocracia altoperuana que en 1809 durante la revolución paceña, más tarde
durante la actuación de los ejércitos regulares del Río de la Plata y en la etapa de
las republiquetas, se mantuvo arrogante y desafiadora en las filas del realismo -
tanto civiles como militares y eclesiásticos-, comenzó a cambiar de bandera,
porque la derrota del Coloniaje era ya inevitable, y tanto los doctores -Casimiro
Olañeta, Urcullu, Asín y otros- como los militares -Santa Cruz, Velasco, Blanco,
López, Gamarra, Urdidinea, etc.- se tornaron ardientes patriotas. En 1824-25 la

142
élite criolla republicana estaba ya constituida: Casimiro Olañeta, José Mariano
Serrano, José María Mendizábal, Urcullu, Loayza, Sánchez de Velasco, José
Miguel de Velasco, José María Pérez de Urdidinea y otros tantos más,
representaban al criollaje aristocrático triunfante, con todos los prejuicios de la
chapetonada española, mientras el mestizaje combatiente esperaba ansioso el
rumbo que tomaría la Patria en lo relativo a sus propias aspiraciones.

El viraje del péndulo se definió en oscilación hacia la derecha, transformando el


contenido libertario en el termidoriano actuar de la nueva oligarquía en el poder,
deviniendo así en revolución ideológicamente conservadora que desahuciaba a la casta
peninsular de las funciones públicas y los privilegios económicos, pero sin destruir la
dependencia ideológico política de la metrópoli ni su sistema jerárquico de castas. Fue
bajo tal escenario que se consumó la fundación de Bolivia. Narra el Dr. Alipio Valencia
Vega:

Fueron los criollo-mestizos quienes concibieron la idea de la independencia total


del Alto Perú. La realidad determinada por las convulsiones de los últimos
tiempos del coloniaje, fermentó la necesidad de independencia altoperuana. Al
inicio de la revolución, los insurrectos paceños de 1809 expresaron un deseo de
independencia de todo el Perú, puesto que la Proclama de la Junta Tuitiva llama
a los valerosos habitantes del Perú. Los pronunciamientos posteriores y el de
Charcas, fueron influidos por las iniciativas de Buenos Aires, de donde dependía
Charcas desde 1776; sin embargo, la actuación de las fuerzas virreinales peruanas
que ocuparon el Perú desde Abascal a La Serna y la tradición de unidad
precolonial y de la primera etapa de la Colonia, fundamentaban la creencia de
que el Alto Perú seria integrante del Gran Perú.

La visión generacional de Alipio Valencia coincide en afirmar el preponderante rol de


los elementos criollos y mestizos en la guerra de independencia, abstrayendo la
participación indígena que, no obstante, de carecer de impulso orgánico, tuvo presencia
en múltiples alianzas locales y regionales, principalmente en tratándose de las
republiquetas, que dudosamente habrían subsistido sin su apoyo. La carencia orgánica
referida puede ubicarse como resultado del descabezamiento y bancarrota de los
últimos levantamientos indígenas, sumando a la desmoralización propia del vencido, la
dificultad inherente a su reorganización -duramente reprimida- y al hecho de que, a
falta de liderazgos unificadores, muchas de las consignas libertarias atacaban el coloniaje
peninsular, mas no el colonialismo interno, excepción hecha por la Junta Tuitiva. De
suyo, las alianzas locales eran de mayor factibilidad, porque resolvían in situ las
demandas y aspiraciones comunitarias. Lo que no deja de ser cierto en la cita es que la

143
conducción ideológico política del proceso recayó en los actuantes incorporados al
sistema nacional donde las comunidades carecían de presencia. Así las cosas, hasta que
la guerra llegó a su fin:

A la conclusión de la lucha armada, surgió el criterio de la independencia total.


El pueblo altoperuano exigía ser unidad nacional, especial y distinta, separada
tanto del Perú como del Río de la Plata. Tal idea nació de las condiciones
geopolíticas que se expresaron durante el período crítico de la revolución. En
efecto, fue entonces que la realidad geográfico-económica especial del Alto Perú,
se puso de relieve. Confinado por la gran muralla andina por un lado y por las
impenetrables selvas orientales por el otro, su separación estaba determinada por
la geografía y la economía.

La unidad basada en las tesis del macizo andino refleja hasta qué punto gravitaban las
percepciones geográficas y espaciales de los elementos con presencia política, mas debe
sumarse a ello la característica de orden oportunista que llevaron a cabo elementos que
vieron la oportunidad inmejorable de hacerse con los destinos del nuevo país, a título
de representar aspiraciones populares. También deben anotarse aspectos de orden
externo que decidieron la compulsa:

Durante la revolución el propósito del Río de la Plata fue conseguir su


emancipación para satisfacer la necesidad de los criollos del litoral, de amplia
libertad de comercio a fin de exportar carnes, cueros y grasas derivados de su
actividad ganadera, a Inglaterra principalmente. En este sentido, la economía
tenía que asentarse sobre el litoral ganadero, con los brazos tendidos a Europa,
de espaldas al interior. De ahí que las provincias mediterráneas de Salta, Jujuy,
Catamarca y Tucumán vieron pospuestos sus intereses y desarrollo. Caña y arroz
que ya se cultivaban y cosechaban en sus campos, al decretarse el libre comercio,
afrontaron la competencia de los mismos productos provenientes de las colonias
inglesas del Asia, importados a precios inferiores. Las provincias interiores
ingresaron a una rápida declinación. El Alto Perú septentrional, más
mediterráneo e infranqueable, significaba, en esos momentos para el Río de la
Plata, una carga sin perspectiva de compensación ni ganancia inmediata, porque
la era de la plata y el oro ya había sido agotada.

La orientación argentina era bastante clara, reivindicando el libre comercio del ideario
político liberal de orientación libre cambista. Y lo que ocurre a un lado, también

144
acontece en el otro. Así, prosiguiendo la narración del Dr. Alipio Valencia Vega:

Igual fenómeno se suscitaba en el Perú. Desde que Carlos III autorizó el tráfico
por el Estrecho de Magallanes, se perfiló la importancia económica de la costa
peruana. Aunque el Coloniaje, asentándose en los fundamentos que dejó el
Incario, se desarrolla en el interior, en la región de la Sierra mayormente poblada
y trabajada por los indios; el esfuerzo económico se desvió hacia la costa donde
se afirmaron grandes cultivos de plantación y se pobló la zona, con esclavos
negros para el trabajo de la tierra.

Los rigores de una política económica extractiva y de enclave muestran sus efectos.
Luego:

A tiempo de la independencia, la preocupación peruana era idéntica a la


rioplatense: desarrollar la economía costera subestimando la serrana. Las
esperanzas de la aristocracia criolla estaban clavadas en Europa, mientras las
regiones de tierra adentro eran consideradas despectivamente. El Alto Perú, poco
accesible por su muralla cordillerana, no ofrecía ningún beneficio inmediato al
Perú, empobrecido como estaba, además, por los largos años de desbarajuste de
la guerra de independencia.

Los clivajes elitistas de ambas naciones fortalecieron las tendencias independentistas,


amparadas también por elementos articuladores como el geográfico:

En contraste, estas dos realidades, por el lado del Atlántico y Pacífico, exaltaron
la realidad propia del Alto Perú. País mediterráneo por su geografía, contenía
dentro de sus ámbitos tres regiones distintas y de posibilidades varias:

Zona cordillerano altiplánica, de la que forma parte su región costera del Litoral;
Los valles centrales;
Los llanos orientales cubiertos de bosques y praderas y cruzados por ríos
caudalosos

Esta misma variedad estimulaba la unidad del país. Las tres regiones sólo podían
desarrollarse mediante su interacción. Este vasto territorio, difícil en su geografía, podía
ser provechoso al hombre, sólo por su unidad. Si los otros países americanos, a la hora
de su independencia estaban entregados a su afirmación sobre sus costas atlánticas o
pacíficas, tendiendo los brazos a Europa en demanda de cooperación económica; el

145
Alto Perú tenía que concentrarse en sí mismo y combinando sus tres regiones disímiles
como posibilidad de desarrollo, sólo podan afirmarse por su parte, formando una
unidad política independiente como eje para la necesaria estructuración de la unidad
económica.
El espacio como unidad de destino vislumbraba eficaz:

De esta realidad material y económica, nació la idea de la independencia total del


Alto Perú, que de la conciencia popular pasó a las conveniencias de la
aristocracia criolla. Por eso es que Casimiro Olañeta, convencido chapetón,
apareció como portavoz de la ansiedad del pueblo criollo mestizo.

Como puede observarse, los elementos articulatorios del nuevo país eran apropiados
paulatinamente por la nueva casta directora; abriendo en Bolivia el contenido peculiar
de una praxis político jurídica que consiste en adherir a las principales demandas de la
sociedad en apronte, efervescencia o victoriosas rebeliones, aceptándolas para luego de
alcanzado el instrumento del poder. Esto se verá en el contenido de la independencia.
Puede colegirse fácilmente sin operaciones retóricas extremas-, que un anhelo nacional
expresado como unidad de destino, transido a los intereses de casta coincidentes
formalmente con tal búsqueda; devino en el diseño oligárquico de un país injusto. El
Dr. Alipio Valencia Vega, al otear el contenido de la independencia, abunda:

La realidad geopolítica del país, revelada por la convulsión de la independencia,


se tradujo como ansiedad multitudinaria de criollos y mestizos, que captaron
ágilmente los doctores, clérigos y guerrilleros de la revolución, para expresarla
como exigencia popular ante los libertadores Sucre y Bolívar, quienes tuvieron
que rendirse ante una ansiedad que emergía de una realidad económica y
geográfica.

Evidentemente, la suma de factores resulta asaz pertinente para comprender los


alcances de la decisión independentista que, pese a carecer de mecanismos veraces de
auscultación de la voluntad popular, aparentemente pudo expresar el anhelo colectivo,
que sin embargo distaba de ser unánime, como se verá oportunamente. Empero, tal
ímpetu emancipatorio, fue rápidamente transformado en una nueva estructura de
dominación basada en las raíces oligárquicas y castizas que la colonia supo erigir. Ergo,
como Señala el Dr. Alipio Valencia Vega:

La independencia inauguró la república democrático liberal, rompiendo los


eslabones coloniales con España, sin superar las formas íntimas de la Colonia. La

146
feudalidad siguió incrustada en la república mediante supervivencias económicas,
sociales e ideológicas de la colonia. Se produjo una revolución política que
expulsó del poder a la aristocracia peninsular para erigir en su lugar una
aristocracia criolla, con el mismo contenido colonial.

Necesario es detenerse acá: ¿qué perseguía, entonces, el criollaje insurrecto o, más


propiamente, la representación castiza del mismo? Responde el Dr. Alipio Valencia
Vega:

Lo fundamental en el propósito del criollaje insurgente contra la dominación


española fue la captura del poder político para reemplazar en su ejercicio a los
chapetones (subrayado nuestro). Los criollos, al convertirse en directores de la
revolución (Ídem.), tuvieron conciencia de la necesidad de abatir la dominación
española, pero no para destruir la estructura del régimen colonial y sustituirlo con
la del liberalismo. Estaban enterados de que el estado liberal afirmado sobre los
principios del Derecho Romano, no significaba peligro para la tradición feudal
del criollaje dirigente, sino la afirmación de su dominio con la vigencia del laissez
faire, laissez passer. La república de contenido feudal, efectivamente dejó hacer
y dejó pasar.

Tal presunción parece bastante cercana a la realidad de los hechos, si consideramos


aquellos elementos aportados por Luis Paz45. Veamos:

El 1 de febrero había entrado Puno el general Sucre, y sin detenerse avanzaba


con el ejército libertador, habiendo recibido orden de Bolívar de pasar el
Desaguadero. Llegó a la ciudad de La Paz el 7 de febrero, y dos días después
dictó el célebre decreto de 9 de febrero de 1825, en el que, declarando en su
primer considerando que al pasar el Desaguadero el ejército libertador, ha tenido
el sólo objeto de redimir las provincias del Alto Perú de la opresión española,
dejándolas en posesión de sus derechos, mandó que una asamblea de diputados
elegidos por las provincias que se han conocido con el nombre de Alto Perú se
reuniesen en Oruro el 19 de abril, con el objeto de sancionar el régimen de
gobierno provisorio y decidir de la suerte y destinos de ellas, como sea más
conveniente sus intereses y felicidad, y que toda intervención de la fuerza armada

Luis Paz: Constitución política de la republica de Bolivia. Su texto, su historia y su comentario.


45

Derecho Publico Constitucional Boliviano . Imprenta de M. Pizarro. Calle Bustillos Nº 15 y 17.


Sucre, 1912

147
en las decisiones de esta asamblea, haría nulos los actos en que se mezcle el poder
militar; con este fin se procurar que los cuerpos del ejército estén lejos de sus
deliberaciones.

Una vez desplegada la forma peculiar de este dejar hacer, dejar pasar; acude a nuestra
comprensión el acontecer sobreviniente; retomando el trazo narrativo del Dr. Alipio
Valencia Vega:

La aristocracia feudal que se agitó en constantes revueltas por rivalidades de


mando o diferencias localistas, contando con un inquieto mestizaje que no
pudiendo ser íntegramente absorbido por los talleres artesanos, nutría los
cuarteles, perpetuó su criterio señorial y se negó a modificar la estructura
económica para seguir, parasitariamente, aprovechando las fruiciones del poder
y del juego medieval de las guerras privadas convertidas en públicas por el
criollaje en el poder.

Esta aristocracia que vió al trabajo manual despectivamente, contaba con el tejido
intercultural conocido por “mestizo” para el ejercicio de las labores artesanales y a los
indígenas para la faena agrícola y prestaciones personales. De tal forma, la
independencia “expresó el cambio de comando político en el Alto Perú, pero
reafirmando la supervivencia feudo-colonial al amparo de una ficción liberal-burguesa”.

 MARCO ANALITICO

Las poblaciones andinas asentadas en lo que hoy constituye la República de Bolivia son
el resultado de procesos de cambios y transformaciones que se generan con la
presencia sucesiva de Estados organizadores del espacio territorial. Es importante
destacar que ni las provincias antiguas constituidas en la colonia coincidían
necesariamente con las unidades étnicas pre-hispánicas ni mucho menos pre-inca, y
reflejaban solamente los límites aproximados del territorio nuclear de las antiguas

148
federaciones o naciones. En este proceso muchos grupos intentaron consolidar su
control sobre “islas de tierras”; algunas de origen prehispánico y otras compradas al
régimen español; pero en su mayoría fueron reducidas en las tierras de otros grupos
más visibles para las reparticiones administrativas coloniales. Las áreas multiétnicas de
los valles fueron las que soportaron un mayor impacto y progresivamente fueron
desvinculadas de sus unidades centrales de puna debido a que presentaban menores
niveles de cohesión social, convirtiéndose en comunidades libres o fueron forzadas a
transferir sus tierras a las haciendas.
El régimen legal de la propiedad comunal fue establecido desde el siglo XVI quedando
en este marco hasta principios del siglo XIX. El estado colonial reconoció el derecho
de las comunidades indígenas a disfrutar sus tierras, pero esta concesión se
acompañaba de restricciones importantes, como ser: a) derecho eminente de la corona
sobre las tierras colectivas, siendo los pueblos indígenas meros usufructuarios de bienes
cuya propiedad quedaba en manos del Estado; y, b) se sostenía la preeminencia de los
pueblos españoles cuyas necesidades tenían que ser satisfechas con anterioridad a las
de las comunidades indígenas. Este equilibrio sería cuestionado años más tarde con la
constitución de la República de Bolivia, por cuanto a principios de la independencia
estaban bien establecidos; tanto el principio de la propiedad eminente del Estado sobre
las tierras colectivas, así como el uso inmemorial de los miembros de comunidades, y
eso a cambio no solamente del tributo sino también de servicios adicionales al Estado.

La República consolidaría una división político-administrativa regida por las


delimitaciones provinciales y cantonales. Estas delimitaciones continuarían dividiendo
a las jurisdicciones indígenas consolidadas por las Reducciones de Toledo. Es así que
las divisiones de las unidades coloniales -Corregimientos o Partidos- que conformaban
espacios geográficos mucho mayores fueron fragmentadas en unidades administrativas
mucho más pequeñas, dividiendo a las markas y jatun ayllus o profundizando la
separación entre las áreas de puna con sus valles cercanos.

Las políticas republicanas de tierras también instauraron una acción sistemática de


liquidación del régimen de la propiedad comunal –reconocida en las Cédulas Reales o
Cédulas de Composición para las grandes markas o jatun ayllus-, con normas legales
que promovían la titulación individual y parcelaria de los comunarios andinos, con el
otorgamiento de los títulos revisitarios, y la venta de las tierras de comunidad a objeto
de transferir la tierra de manos de los comunarios andinos a los hacendados. Estas
acciones tuvieron efectos heterogéneos sobre las comunidades, llegándose a reconocer
áreas colectivas con derechos propietarios en lo proindiviso o finalmente derechos

149
propietarios individuales. Las comunidades resistieron de manera desigual a estas
disposiciones pero sus efectos fueron devastadores en la propiedad comunal.
Es así que –progresivamente- el sentido jurisdiccional fue desligado de su noción de
propiedad sobre las áreas colectivas que tradicionalmente eran aprovechadas a través
del usufructo comunal y familiar. En la práctica se institucionaliza de manera
irreversible el paradigma de la titulación sobre la propiedad comunal y familiar, que en
otras palabras significó formalizar los derechos que tradicionalmente estaban normados
por la costumbre.
De esta manera las territorios indígenas fueron sucesivamente cercenados. A pesar de
ello, y del remate de grandes extensiones de tierras antes controladas por las
poblaciones originarias para su conversión en propiedad particular en manos de
españoles y criollos, subsistió un “archipielago” multiétnico hasta la independencia, y
sigue subsistiendo en algunas regiones hasta el día de hoy. En muchas de las
comunidades originarias que pervivieron hasta finales de mediados del siglo XX –en
constante confrontación con la expansión de las haciendas de las élites criollas- se
procedió a realizar la inafectabilidad de sus tierras a través del reconocimiento de sus
títulos primordiales (Cédulas de Composición y Títulos Revisitarios colectivos e
individuales).
A mediados del siglo XX la aplicación de la Reforma Agraria en el occidente boliviano
se redujo a la expropiación de las haciendas en beneficio de los ex colonos indígenas y
no indígenas, promoviendo la constitución de una nueva forma de comunidad, la
conocida como “comunidad campesina”, donde se impulsó un proceso de titulación
mixto individual y colectivo, conformando al presente un tipo particular de propiedad
de comunidades indígenas de ex hacienda en la región quechua y en algunos bolsones
geográficos correspondientes a la región aymara. De todas formas esta reforma tuvo
poca o ninguna incidencia en las comunidades originarias.
Esto ha producido una fragmentación progresiva de los grandes territorios indígenas,
reflejando la lógica del estado colonial y republicano que buscó constituir unidades
políticas siempre menores y más divididas para facilitar su control desde un Estado
centralizado. En algunas ocasiones, la fragmentación fue acompañada de varias líneas
internas de ruptura étnica y en esos casos ha gozado de legitimidad entre los ayllus; en
otros casos se han mantenido algunas unidades étnicas importantes cuyos orígenes
deben buscarse incluso antes de los inca; mientras que en una menor proporción se
han constituido modernas identidades socioculturales. Así, por debajo de las múltiples
superposiciones estatales, todavía perviven con diversos grados de fragmentación las
jurisdicciones de las unidades segmentarias de los ayllus, manteniéndose -en algunos
casos- los patrones tradicionales de ocupación sobre pisos ecológicos de puna,
cabecera de valle y valle ( casi exclusivamente dentro del territorio del CONAMAQ).

150
ARTICULACIÓN

Como consecuencia, la fragmentación de las markas y ayllus se encuentra influida por


la creación de nuevas delimitaciones provinciales o cantonales, las rupturas étnicas
internas vinculadas o no a las políticas impuestas desde el estado, la formación de las
haciendas en territorios de ayllus, la creación del sindicato campesino y su combinación
con las autoridades tradicionales y la titulación comunal e individual. Todo esto ha
conducido a la pérdida de una cohesión jurisdiccional que antiguamente se encontraba
fuertemente vinculada a un derecho propietario basado en un régimen supracomunal,
asimismo a la definición de sentidos jurisdiccionales y de propiedad diferentes para
markas y ayllus, ya desde la época del estado colonial, y a la constitución de tierras
comunitarias que han desarrollado modelos propios de ocupación del espacio como
efecto de la Reforma Agraria de 1953, a través de la formación de comunidades
campesinas-indígenas y comunidades libres, compuestas por campesinos parcelarios
sin afiliaciones a comunidades, y terceros propietarios no indígenas que coexisten en
territorios más o menos compactos de unidades socioculturales, y a comunidades sin
identidades culturales de larga duración.
Actualmente -en mayor o menor medida- los sistemas productivos y tecnológicos
andinos están presentes en las comunidades, que combinan derechos de posesión
familiar y propiedad colectiva sobre los recursos con la existencia de sus propios
modelos político-organizativos o sistemas de autoridades, rituales y fiestas, y la
ocupación de un territorio a través de una estructura de organización segmentaria, es
decir, conformando unidades territoriales con la capacidad de agruparse y dividirse
según las circunstancias.

151
LA ORGANIZACIÓN SEGMENTARIA DE LA
“FRANJA TRANSVERSAL”

La presencia del estado Republicano que definió un modelo de organización del


espacio a través de la división en departamentos, provincias y cantones, y procesos
económicos adversos, ha dado como resultado:
 La disminución de la unidad social que necesitan las comunidades para producir en
paisajes naturales variables y con alta diversidad.
 La formación de nuevos sistemas de producción en las poblaciones andinas.
 La reducción de la diversidad de cultivos disponibles.
 La creación de nuevas necesidades alimenticias.
 La desarticulación de las redes de intercambio recíproco.
 El diseño de nuevas vinculaciones regionales cada vez menos ligadas a unidades
culturales históricas.
 Escenarios de alta densidad poblacional.
Conjunto de factores que han vinculado de manera trágica la condición de ser indígena
con las regiones de mayor pobreza del país, los que tuvieron efectos muy diferentes
sobre las comunidades originarias y pueblos indígenas, llegándose a conformar una alta
diversidad de situaciones respecto a la propiedad de la tierra y regímenes de propiedad,
sistemas de autoridades, usos y costumbres, formas de comunidad, acceso y
distribución de los recursos, e identificación de sus jurisdicciones territoriales.

152
Como consecuencia, es posible afirmar que no existe una sola alternativa indígena
originaria que permita el reconocimiento de los propios sistemas sociales, económicos
y culturales en markas, ayllus y comunidades andinas. Es así que las disposiciones
legales a favor de las markas, ayllus y comunidades andinas, tienen que ser adecuadas
a cada escenario diverso de manera altamente flexible, bajo una directriz operativa
única. Es el propósito de esta Norma de Reconstitución del Consejo Nacional de Ayllus
y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).

 El enfoque de las disposiciones legales

En lo que se refiere específicamente al marco legal relacionado con las comunidades y


pueblos indígena originarios, la política indígena está dispersa en varias disposiciones
legales, siendo las más importantes en términos operativos las siguientes:
 Las políticas de participación popular (1994), que uniformizan a las jurisdicciones
territoriales administrativas en la sección municipal, y promueven acciones de
articulación de las unidades socioculturales al régimen municipal a través de la
conformación de Distritos Municipales Indígena Originarios y Mancomunidades de
Distritos Municipales Indígena Originarios.
 Las políticas de tierras (1996), que crean en la práctica nuevas jurisdicciones
territoriales de propiedad para las comunidades y pueblos indígena originarios
sobrepuestas a las jurisdicciones territoriales administrativas municipales.
 Las políticas de creación o fusión de unidades político administrativas (2000),
ratificadas en la Ley del Diálogo Nacional (2001), que promueven la adecuación de
las unidades socioculturales homogéneas (jurisdicciones territoriales indígenas) al
régimen municipal, siempre y cuando presenten una población mayor a los 5.000
habitantes y otros requisitos adicionales
Por su propia naturaleza y receptividad en los escenarios locales, es la política de
participación popular la que -desde el año de 1994 al 2000- ha dirigido la conducción
de las políticas indígenas en las tierras altas, bajo el principio “articulador” de
constitución de Distritos Municipales Indígena Originarios (DMIOs) y

153
Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena Originarios (MDMIOs); estas
últimas, con pocos resultados prácticos. Al presente, la solicitud de titulación como
Tierras Comunitarias de Origen, parece obtener un mayor principio articulador,
aunque ya no hacia una perspectiva estatal, sino más bien entre los propios ayllus y
markas. Sin embargo, los avances en la temática indígena-originaria incorporados en las
normas, no han sido adecuadamente reflejados en la aplicación de las leyes, ya que
éstas se han implementado de manera desarticulada, lo que ha causado una
intervención homogénea y desordenada de las políticas mencionadas anteriormente,
creando mayor confusión e inestabilidad en la vida cotidiana de las comunidades
originarias y pueblos indígenas; rompiendo los frágiles equilibrios de relacionamiento
entre las comunidades y familias que las integran.

La temática indígena en las disposiciones legales


Primer momento

El primer momento está determinado por las políticas de participación popular (Ley
1551, 1994), que definen la uniformización de las jurisdicciones territoriales
administrativas en las secciones municipales. En el momento de aprobación de la ley,
se niega la existencia de una territorialidad indígena paralela a la jurisdicción estatal
reflejada en las secciones municipales. Con posterioridad, se reconoce que existe una
territorialidad indígena que no es precisamente compatible con la jurisdicción estatal,
por lo cual, se inicia un período que se lo puede definir como de articulación de la
jurisdicción indígena a la estatal, a través del reconocimiento del Distrito Municipal
Indígena Originario (DMIO) y Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena
Originarios (MDMIO).

Segundo momento

El segundo momento, está influido por la promulgación de la ley del Servicio Nacional
de Reforma Agraria -conocida como ley INRA (Ley 1715, 1996)- que, entre sus
aspectos más importantes, dispone el reconocimiento de la forma de propiedad
denominada como Tierra Comunitaria de Origen (TCO). En los hechos, esta
determinación abre la posibilidad de definir nuevas jurisdicciones territoriales de los
pueblos indígenas de las tierras altas y bajas, bajo la forma de una propiedad privada
con un solo título colectivo. En la práctica, la jurisdicción territorial de la propiedad
indígena (TCO) se sobrepone a la jurisdicción territorial administrativa del municipio.

154
Aunque las jurisdicciones territoriales administrativas (municipios) y jurisdicciones
territoriales de propiedad indígena conforman unidades de distinto orden, alcance y
significación; el valor subjetivo y cultural de la Tierra Comunitaria de Origen cuestiona
la jurisdicción administrativa estatal y -en la práctica- determina una nueva fisonomía de
la territorialidad rural.

Tercer momento

El tercer momento está propuesto en el marco legal, pero no se ha ejecutado en la


práctica, por los posibles conflictos que puede provocar su incorrecta aplicación. Las
políticas para la creación o fusión de unidades político administrativas (Ley de
Unidades Político Administrativas y Ley del Diálogo Nacional) promueven la
adecuación de las unidades socioculturales homogéneas, o; lo que es igual; de las
fronteras de las markas, jatun ayllus y ayllus al régimen municipal. Esto supone que
una unidad sociocultural homogénea mayor a los 5000 habitantes puede constituir su
propio municipio; sin embargo, no está claro qué se entiende por unidades
socioculturales homogéneas. Esto supone reconocer que los procesos de articulación
no han sido del todo satisfactorios.

Más aún, pese a que la mayoría de la población rural del occidente puede ser
considerada indígena (o campesina-indígena) sólo un porcentaje de esta población se
adecúa a la definición indígena del marco legal. Todavía existen contradicciones en la
percepción del ser indígena por parte de las leyes:
 Las políticas de participación popular basan el reconocimiento de los indígenas a
través de la obtención de una personería jurídica en su condición de indígena, acción
sujeta a la propia decisión de las comunidades.
 Las políticas de tierras reducen este escenario a un particular tipo de propiedad, la
Tierra Comunitaria de Origen (TCO).
 Mientras que las políticas de unidades político-administrativas restringen este
escenario a las unidades socioculturales homogéneas sin definir los rasgos en los que
se basa esta homogeneidad, ya sea como un régimen de propiedad, rituales o fiestas,
adscripción étnica, u otros factores.
Estas disposiciones legales han sido promulgadas en diferentes momentos históricos y
su aplicación no ha sido realizada -por el estado- de manera progresiva o
complementaria. Las normas de reposición, creación o fusión de unidades político

155
administrativas, tierra y participación popular; se encuentran desvinculadas y, de esta
manera, se aplican en la práctica. El nuevo marco legal del país no ha contado con un
marco operativo explícito que articule de manera progresiva las disposiciones legales a
favor de las comunidades y pueblos indígena originarios, y canalice los propósitos
específicos del marco legal en una sola dirección, pese a que las sucesivas leyes
promulgadas han aportado cada una de ellas con aspectos sustanciales que han
determinado un nuevo marco de derechos para las comunidades y pueblos indígena
originarios. La adecuación de las comunidades campesino-indígenas a este nuevo
marco de derechos es más compleja. Esto crea la necesidad de definir una Norma de
Reconstitución, de articulación de las disposiciones legales.
Como consecuencia, en la aplicación de las políticas es necesario establecer con
claridad las jurisdicciones territoriales de las unidades socioculturales a través del
reconocimiento de las fronteras socioculturales; el carácter de la propiedad de estas
jurisdicciones territoriales, así como los escenarios reales por los cuales los pueblos
indígenas, comunidades originarias y comunidades campesino-indígenas desarrollan
los procesos de gestión de sus jurisdicciones territoriales.

EL ENFOQUE DE LAS DISPOSICIONES


LEGALES

Momentos y definiciones de las políticas desde la


perspectiva municipal

Primer momento:
Uniformizacion

Municipio
Ley =
1551 sección
provincia

156
Ley
Segundo momento 2028 Ley 1715
Articulacion INRA
Municipali-
dades

Distritación Municipal
Tierras Comunitarias
Mancomunidades de
Distritos De Origen (TCOs)
Municipales Indígenas Jurisdicción
propiedad territorial
Jurisdicción territorial
administrativa

Tercer momento;
Adecuacion

Ley del Ley


Diálogo UPAS

Nacional

Adecuación de
territorios
socioculturalmente
homogéneos
al régimen municipal.

La propiedad de la tierra y jurisdicciones territoriales en los ayllus y comunidades


andinas
La dimensión de una jurisdicción territorial presenta entre sus facetas más
importantes las siguientes: a) una dimensión de propiedad sobre los recursos
naturales o lo que podría denominarse una interpretación de carácter vertical; y, b)
una dimensión de carácter espacial o -lo que es lo mismo- una interpretación de
carácter horizontal. Si bien desde la perspectiva de las comunidades originarias

157
andinas, la dimensión vertical del territorio como alan-janaj/kay/uqhu-manqa (pacha)
es clara, aún cuando la propiedad de los recursos naturales es de dominio originario
de la nación, en general no están claras las dimensiones horizontales que involucran
a una jurisdicción territorial; es decir, la dimensión espacial que comprende el
concepto de jurisdicción territorial en la estructura segmentaria del ayllu, ya sea como
cabildo o comunidad, ayllu menor (juch’uy ayllu), parcialidad, ayllu mayor (jatun
ayllu), o marka. Es notoria la visión desde las organizaciones en sentido de identificar
como la dimensión espacial de una jurisdicción territorial tanto al suyu como a otras
entidades territoriales más englobantes como parte de sus procesos de
reconstitución.

LA ORGANIZACIÓN SEGMENTARIA DE LA
“FRANJA TRANSVERSAL”

En otras palabras, la demanda respecto a la territorialidad como propiedad de los


recursos es más clara en relación a aquella que se refiere a la territorialidad como
una identificación de límites. Esto tiene profundas implicaciones en lo que se refiere
a la actual aplicación del nuevo marco legal. Al no existir una Norma de
Reconstitución concreta, se han dado diferentes interpretaciones respecto a la
dimensión espacial (horizontal) de lo que se entiende por una jurisdicción territorial
andina. Como se ha mencionado anteriormente, la problemática principal -en lo que
se refiere a la territorialidad en las tierras altas- ha sido y es la continua fragmentación
de los espacios tradicionalmente ocupados por los antiguos ayllus o markas, debido
a la división político-administrativa del país en provincias, secciones y cantones. En
este contexto, la posición de las markas y ayllus andinos frente a la política
administrativa territorial del estado republicano, ha sido ambivalente.

158
La principal demanda histórica de los markas y ayllus durante el primer siglo y medio
de fundación de la República, ha sido la restitución de las tierras a las comunidades,
y actualmente el reconocimiento de sus unidades jurisdiccionales de carácter
histórico. Así, el reconocimiento de la forma de propiedad como Tierra Comunitaria
de Origen, viene siendo aplicado -en la práctica- como una posibilidad concreta para
reconocer las jurisdicciones territoriales de las unidades socioculturales. Por otra
parte, la realidad de las markas aymaras y jatun ayllus quechuas no ha sido bien
reflejada en el marco legal; en tanto que, al interior de estos espacios, subsisten varias
categorías de derechos sobre la propiedad, según como se hayan conformado las
organizaciones segmentarias. En el Norte de Potosí, por ejemplo, un cabildo es
propietario –bajo la figura colectiva- de un área inmediata donde se encuentran las
parcelas de los miembros del cabildo; pero; simultáneamente, éstos son propietarios
de otras parcelas dispersas al interior del ayllu y; además; comparten derechos
propietarios en otras áreas, con otros miembros del ayllu. El concepto de Tierras
Comunitarias de Origen (TCOs) no refleja de manera explícita los rasgos
fundamentales de las organizaciones segmentarias de los ayllus, constituidas por
unidades étnicas de diferente jerarquía, significación y dinamismo, así como el hecho
de que los territorios andinos constituyen un tejido de diversos niveles y
adscripciones étnicas.
Al haberse aplicado las políticas de tierras de forma homogénea y en direcciones
diferentes a las previstas en el marco jurídico, éstas van perdiendo su sentido específico:
otorgar seguridad jurídica a los comunarios; y están avanzando en el sentido de
reconocer -de algún modo- una jurisdicción territorial, lo que puede provocar conflictos
potenciales en el futuro, al interior de las unidades socioculturales. Además, es
necesario reconocer que; en algunas de las jurisdicciones territoriales de las unidades
socioculturales del país; existen varios sistemas de tenencia; o que; en las organizaciones
segmentarias donde existen derechos propietarios sobre diferentes áreas territoriales de
diferente alcance y significación; la seguridad jurídica sobre la tierra no se soluciona con
el otorgamiento de un solo título colectivo. De todas formas, el reconocimiento de las
Tierras Comunitarias de Origen, ha implicado un profundo cuestionamiento a la
jurisdicción territorial administrativa del país, ya que la mayoría de las solicitudes de
titulación o conversión como Tierras Comunitarias de Origen, presentan problemas de
relacionamiento con las jurisdicciones municipales, ya que sus límites se encuentran
sobrepuestos a varias provincias y municipios.

159
 Identificación y características de los asentamientos poblacionales rurales

La identificación de las unidades socioculturales en las tierras altas (pueblos indígenas,


comunidades indígena originarias y originarias, o comunidades campesinas-indígenas)
puede realizarse de acuerdo a los principales modelos organizativos, historia de los
asentamientos, sistemas productivos, sistemas de tenencia de la tierra, y características
culturales más visibles. Las principales características, sin embargo, están definidas por
la historia de los asentamientos y los sistemas de cargos. De esta manera, pueden
distinguirse a las comunidades originarias o aquellas que han mantenido sus sistemas
de cargos; y a las comunidades campesinas-indígenas o aquellas comunidades que,
manteniendo sus principales características socio-culturales, han desarrollado nuevos
sistemas de cargos influidos por el modelo del sindicato.
Con el propósito de determinar la alta heterogeneidad de situaciones que debe
contemplar la aplicación del marco legal, se identifican -a continuación- los principales
asentamientos que corresponden al área andina del país.

a) Ayllus poco fragmentados y con varios niveles


Políticas de tierras desde la perspectiva de la
Tierra Comunitaria de Origen (TCO)

División político-
administrativa

Departamento Provincia Sección

Kay Cabildo

Comunidad

Juch’uy ayllu

Jatun ayllu

Marka

Manqha
Uqhu

Corresponde a los ayllus que han mantenido una estructura organizativa en tres o cuatro
niveles, es decir, cabildos, ayllus, parcialidades y jatun ayllus (quechua) o markas
(aymara). Estos jatun ayllus o markas, cuentan con un complejo modelo organizativo
que corresponde a un sistema de cargos por turnos en todos los niveles de la estructura
segmentaria, usualmente limitado a los tributarios u originarios. La naturaleza o
composición de los niveles de la estructura segmentaria es variable y en muchos casos
se encuentra influida por delimitaciones político-administrativas republicanas o de otra
índole.

160
El acceso y control de parcelas en diversos pisos ecológicos discontinuos, es cada vez
más difícil, debido al crecimiento poblacional de los ayllus; al inicio de nuevas
relaciones sociales y económicas en las áreas de los valles; y a la poca rentabilidad de
las actividades que se desarrollaban tradicionalmente, a través del acceso a los pisos
ecológicos. En la mayoría de los ayllus, los valles ya se han desprendido de sus áreas de
puna, lo cual también influye en la modificación de los modelos político-organizativos;
es decir; la elección de las autoridades ya no es rotativa entre las áreas de puna y valles.
Mientras que en los jatun ayllus quechuas es todavía frecuente el acceso a recursos
colectivos a través de “mantas” o áreas de cultivo familiar de rotación colectiva, en las
markas aymaras las “aynoqas” se han parcelado y prácticamente han desaparecido.
En los jatun ayllus y markas ha existido una heterogénea influencia de la creación de
los cantones y secciones municipales en la fragmentación de estas jurisdicciones
territoriales, proceso que es notorio en la inclusión de nuevas autoridades
administrativas al sistema político tradicional. En algunos casos, la jurisdicción de los
jatun ayllus o markas ha definido la división político administrativa de las actuales
secciones municipales; en otros casos, los jatun ayllus o markas se han dividido
respondiendo a la creación de dichas divisiones político-administrativas. No cabe duda
que el cantón –aunque refleja diversas interpretaciones respecto a su significado- es tan
importante como la jurisdicción del ayllu. En este contexto, no se debe omitir la notable
influencia que ha tenido el estado en la configuración de la nueva fisonomía de los
ayllus.
En este grupo, las autoridades tradicionales de los cabildos y ayllus –históricamente-
han asumido la intermediación entre el estado boliviano y el ayllu. Muchas de estas
autoridades son todavía posesionadas por los subprefectos, los cuales tienen
intromisión sobre las decisiones propias de los ayllus, y la presencia de autoridades
sindicales es heterogénea y también sus grados de influencia. Las oposiciones
simbólicas entre las parcialidades de los ayllus son relativamente fuertes, así como los
conflictos entre ayllus simbólicamente aliados, básicamente por problemas de acceso a
los recursos, amojonamiento e identificación de linderos.

b) Ayllus muy fragmentados

161
En este grupo se consideran a las identidades socioculturales cuya fragmentación ha
debilitado casi por completo sus vínculos con una identidad sociocultural más
englobante. Antiguamente estos ayllus pertenecían a jatun ayllus más grandes, pero con
el paso del tiempo han desarrollado una identidad socio-cultural particular,
determinada solamente por la ocupación de un territorio que corresponde a una
pequeña parte de ese antiguo ayllu más grande. Las respuestas de los ayllus antes
integrantes de un jatun ayllu, han sido diferentes y diversas: encontramos ayllus con
mayores niveles de unidad social en un escenario de mayor jerarquía; sin embargo; los
niveles de cohesión social en estos ayllus, son menores.
En términos poblacionales y geográficos, son ayllus muy pequeños que conviven en un
universo de comunidades de ex haciendas. La mayoría de estos ayllus -hoy día- se
reconocen como comunidades originarias; pero se caracterizan por ser autónomos e
independientes, y -por lo mismo- no presentan ninguna autoridad de mayor nivel que
el del ayllu menor, que los engloba a todos. En algunos casos, comparten con las
comunidades indígena originarias de ex hacienda, sentidos de identidad de moderna
constitución, que –incluso- invisibilizan su identidad original.

c) Comunidades indígena originarias de ex hacienda

En esta categoría, se incluyen a las comunidades indígena originarias catalogadas por la


Reforma Agraria de 1953 como “comunidades campesinas de ex hacienda”. La
categorización de la Reforma Agraria, así como la empleada posteriormente para
identificar a estas comunidades como campesinas, es inadecuada; por lo que es más
162
correcto designar a las mismas como comunidades indígena originarias de ex hacienda,
en tanto que las haciendas no han logrado modificar las pertenencias de identidad
étnica de esta población, y donde la titulación individual tampoco ha creado a un
campesino parcelario carente de sentido comunitario y de pertenencia étnica. En todo
caso, queda claro que los ayllus hacen referencia a comunarios originarios, mientras
que las comunidades de ex hacienda, hacen referencia a áreas que no son de origen.
El espacio jurisdiccional de estas comunidades, es igualmente complejo. Por una parte,
existen comunidades indígena originarias de ex hacienda, que han sido moldeadas por
el antiguo modelo de hacienda y por el nuevo modelo productivo y político organizativo
sindical emergente de la afectación de las haciendas, aunque -en varios casos- las
autoridades tradicionales han subsistido en medio de esta fuerte influencia; en las cuales
los arrenderos eran originarios o provenían de otras comunidades. La jurisdicción de
la mayoría de las comunidades indígena originarias de ex hacienda, es resultado de las
antiguas fronteras de las haciendas y de la distribución espacial hacendal. Las actuales
comunidades o subcentralías, por ejemplo, hacen referencia a los límites de las antiguas
haciendas. En muchas regiones, estas comunidades forman parte de nuevas
adscripciones culturales específicas, producto de la constitución de antiguos
corregimientos o provincias; o como efecto de procesos de construcción de identidad
con sus vecinos cercanos. Existen casos en que comunarios de ex hacienda comparten
también terrenos de origen en las áreas cercanas.
El modelo político-organizativo emergente como consecuencia de la formación del
sindicato campesino, constituye una adaptación a una nueva forma comunal que
combina derechos propietarios sobre áreas colectivas e individuales, como producto de
las diversas formas de titulación realizadas por la Reforma Agraria. A la fecha, se han
construido nuevas visiones de territorialidad, acceso a los recursos y modelos político-
organizativos, que han dado una nueva dirección a la forma de ser comunitaria; la que
niega su adscripción a una unidad sociocultural más englobante, pero también defiende
sus rasgos específicos en un universo de ayllus.

d) Ayllus y comunidades con nuevas identidades

163
En este caso se encuentran las comunidades que presentan la necesidad de encontrar
su realidad y razón de ser en la pertenencia a una entidad mayor que les de –incluso-
alguna clase de identidad. No presentan una estructura política propia y única que
englobe y organice a todas las comunidades. Los apelativos de identidad no son siempre
construidos internamente y -más bien- son imposiciones de adscripción externas. No
tienen una organización política única y común de tipo segmentario, siendo las
autoridades sindicales sus organizaciones supracomunales más visibles. Son identidades
mucho más englobantes y más difusas en términos identitarios, pero en términos de
cultura visible, mantienen rasgos precisos y uniformes de identidad.
Son regiones en las que coexisten formas de organización del ayllu (comunidades
originarias) con comunidades de ex hacienda, sin ningún tipo de diferenciación visible
específica. Los antiguos miembros de los ayllus participan de una identidad englobante
que no les obliga a nada y no representa restricciones ni responsabilidades
determinadas; no entraña ningún obstáculo y -más bien- tiene la ventaja de permitirles
participar -junto con los arrenderos de ex hacienda-, en la búsqueda de una identidad
mayor definitoria de una nueva unidad.
Pese a la existencia de la alta complejidad de tipologías presentadas anteriormente, las
políticas se aplican de una manera muy simple y homogeneizante. En general, las
disposiciones legales en tierras y participación popular, se han implementado con un
solo fin: la definición de las jurisdicciones territoriales indígena/originarias. En este
sentido, la ley de unidades político-administrativas; que tuvo como propósito central
adecuar las fronteras socioculturales de las comunidades y pueblos indígena originarios;
se aplicó en la práctica, a través de la ley 1715 (INRA) y de la hoy también abrogada
ley de Participación Popular; ya que las Tierras Comunitarias de Origen y los Distritos
Municipales Indígena Originarios, están siendo adoptados con el propósito de definir
las jurisdicciones territoriales de los pueblos indígenas. Como consecuencia, es posible
afirmar que no existe una sola alternativa indígena que permita el reconocimiento de
los propios sistemas sociales, económicos y culturales en markas, ayllus y comunidades
andinas. Es así que, las disposiciones legales a favor de las markas, ayllus y comunidades
andinas, tienen que ser adecuadas a cada escenario diverso, de manera altamente
flexible, bajo un Proceso de Reconstitución único.

164
 Descripción de la problemática

Pese a la existencia de la alta complejidad de tipologías presentadas anteriormente, las


políticas se aplican de una manera muy simple y homogeneizante. En general, las
disposiciones legales en tierras y participación popular, se han implementado con un
solo fin: la definición de las jurisdicciones territoriales indígena/originarias. En este
sentido, la ley de unidades político-administrativas; que tiene como propósito central
adecuar las fronteras socioculturales de las comunidades y pueblos indígena originarios;
se aplica en la práctica, a través de la ley 1715 (INRA) y de la hoy abrogada ley de
Participación Popular; ya que las Tierras Comunitarias de Origen y los Distritos
Municipales Indígena Originarios, están siendo adoptados con el propósito de definir
las jurisdicciones territoriales de los pueblos indígenas.
En el país, se está creando de manera acelerada y descontrolada, una jurisdicción
territorial de propiedad que genera una jurisdicción indígena sobrepuesta a una
jurisdicción estatal. En este contexto, existe un razonamiento simplista que
compatibiliza una jurisdicción territorial con un Distrito Municipal Indígena Originario
y una unidad sociocultural -a su vez- con una Tierra Comunitaria de Origen. Esto quiere
decir que todas las comunidades y pueblos indígena originarios presentarían procesos
históricos, sociales y culturales homogéneos, razonamiento que no condice con la
realidad de las markas y ayllus andinos. En este contexto no sería necesaria una
articulación de la aplicación de las disposiciones legales por cuanto éstas se aplican bajo
la lógica de la igualdad o del empate.
Sin embargo, el marco analítico planteado en este documento, avanza en el
razonamiento de que es necesario construir las alternativas de aplicación de las políticas
de acuerdo a las diversas tipologías de unidades socioculturales que se han definido, e
incluso variaciones particulares dentro de cada tipología. Por lo tanto, la alta

165
heterogeneidad de situaciones del país, requiere de soluciones flexibles que se adecúen
a este abanico diverso de escenarios. Aunque los conflictos; producto de la
sobreposición de una jurisdicción territorial de propiedad indígena sobrepuesta a una
jurisdicción territorial administrativa, todavía no son del todo visibles; queda claro que,
lo primero que producirán, son desfases en el proceso de planificación y gestión de
recursos asignados por estado a las poblaciones rurales para que generen su propio
desarrollo, en el marco de sus sistemas sociales y culturales, y contradicciones con las
propias lógicas de las markas y ayllus andinos.
En este contexto, es importante definir cuáles son los propósitos específicos de las
disposiciones legales, para aplicarlas según dichos propósitos específicos. El empleo de
las políticas con un solo propósito y desvinculadas de sus objetivos específicos, puede
promover la creación de un escenario de aplicación de las políticas -en el occidente del
país- mucho más simple en el corto plazo; pero; por ser un escenario absolutamente
artificial y pragmático, también puede estar creando conflictos potenciales en el futuro.
De igual manera, tomando en cuenta que los Distritos Municipales Indígena
Originarios corresponden -en todos los casos- a la identificación de una unidad
sociocultural; y si ésta abarca varios municipios; corresponde una Mancomunidad de
Distritos Municipales Indígena Originarios; este proceso de aplicación, no toma en
cuenta que la columna vertebral de gestión del desarrollo se basa en el modelo político-
organizativo existente en las unidades socioculturales; en este sentido -por ahora-; no
existe en todos los casos una necesaria compatibilidad entre el modelo político-
organizativo propio de las markas y ayllus con la unidad de gestión jurisdiccional
indígena originaria que se ha definido. Más aún, las Mancomunidades de Distritos
Municipales Indígena Originarios no funcionan en la práctica; por lo mismo; es
necesario avanzar en la adecuación de las unidades socioculturales al régimen
municipal y autonómico en aquellos casos donde exista un alto grado de factibilidad
política, social y cultural.
Para el caso de las markas y ayllus andinos, con el ánimo de consolidar escenarios que
definan la jurisdicción territorial de las unidades socioculturales, en términos de
reivindicación concreta y política más amplia, se pueden estar mermando las
capacidades de gestión territorial y jurisdiccional de las unidades socioculturales, que
muchas veces subsisten en un frágil balance, por los motivos anotados.

166
II. PARTE
PROSPECTIVA ESTRUCTURAL/COYUNTURAL DE BOLIVIA

Bolivia, en pleno proceso de/sin cambio, contiene –como dice Alejo Carpentier-, todos
los tiempos en un solo tiempo; o sea, todos los prolegómenos en un espacio/tiempo,
simultáneamente. De inicio, se brinda un proceso que podría denominarse de onda
larga; esto es, el imaginario del cambio social que circula por las mentalidades cotidianas
de la Comunidad.
El paso del pleistoceno al holoceno descubre la existencia de cuevas protectoras que, a
partir de la guerra por poseerlas y el atractivo erótico que para las mujeres implicaba la
guerra, constituyeron aquellas sociedades una entidad que de la horda pasa al estado,
siendo el símbolo de los imperios andinos. Simultáneamente, se origina el ayllu como
agrupación de familias que procrea la agricultura y un modelo de abajo hacia arriba que
muestra el ayllu máximo a todo nivel. De allí emerge la Comunidad de Comunidades
que hoy es Bolivia…
“El tiempo andino está regido por la dialéctica de oposición complementaria, pues a
un período de oscuridad, naturaleza y barbarie, asociado a lo Bajo y a lo antiguo, se le
opone un período simétricamente inverso de luz, cultura y civilización, vinculado a lo
Alto y a lo moderno”, es decir, lo contemporáneo: La transición entre uno y otro está
definida por un cataclismo o pachakuti que enfrenta a ambos opuestos en un terreno
neutral (Akapacha) y los confunde e iguala momentáneamente en un caos temporal,
que luego otorga el predominio al término que estaba subordinado, restaurando así el
equilibrio del sistema. De este modo, cada principio predomina alternativamente sobre
su opuesto, según un sistema de mit’as o turnos que invierte periódicamente la
totalidad. Es necesario advertir que lo Bajo se asocia con el pasado y lo Alto con el
presente; vale decir que existe una correspondencia exacta entre categorías espaciales y

167
temporales, en concordancia con la unidad espaciotemporal de pacha. En segundo
lugar, hay que recalcar que los atributos simbólicos del presente son simétricamente
opuestos a los del pasado y el futuro; o dicho en otras palabras, el presente es
simétricamente inverso al pasado y al futuro, los cuales por su parte son idénticos entre
sí.

Los “acontecimientos pasados se repiten en un tiempo cíclico que siempre retorna al


punto de partida”; ergo; este ciclo temporal no es necesariamente continuo, sino que
se ha dividido en períodos de mil años. Los 5000 años correspondientes a las primeras
cuatro edades y los 1500 de la quinta “son sin duda cifras milenaristas que vienen
impuestas por la combinación de los principios lógicos de la quinquepartición y la
división decimal (los cuales constituían la base de la organización estatal incaica)”. Lo
anterior supone, pues, que el tiempo no es idéntico a sí mismo: De esta manera, la
duración uniformemente milenaria de los períodos temporales andinos no emana de
los hechos históricos mismos, sino que está establecida de antemano por las
oposiciones y correspondencias simbólicas de la dialéctica andina. En otras palabras,
independientemente del transcurso real del tiempo, la duración atribuida a estos
períodos se acorta o se alarga arbitrariamente para acomodarla a dichas categorías
lógicas preestablecidas. El tiempo es por tanto elástico y relativo: como no se lleva un
cómputo exacto de los años, no existe una escala temporal absoluta (de segmentos
invariablemente equidistantes), con respecto a la cual el tiempo pueda conservar una
proporcionalidad absoluta e inmutable a lo largo de todo su transcurso.
En virtud de esta elasticidad del tiempo, el pasado y el futuro, por muy remotos que
sean, son siempre contemporáneos al presente, pues la distancia temporal que media
entre éste y aquéllos es relativa y puede acortarse indefinidamente hasta hacerlos
inmediatos. Esto no significa que deje de haber devenir. Por el contrario, el tiempo
transcurre: hay un antes y un después, los cuales son a la vez un ahora que es siempre.
Los acontecimientos del pasado y del futuro están ocurriendo constantemente en este
presente eterno y absoluto, sobre el que confluyen todos los tiempos posibles. Así, el
168
pasado legendario de las epopeyas –que en virtud del eterno retorno es también futuro
utópico- se revive continuamente en este presente mítico, al que fundamenta y confiere
sacralidad. Esto explica la presencia constante del pasado en el presente precolombino.
(…) En el contexto de esta categoría lingüística {Nayra} se comprende la concepción
andina del tiempo: el pasado queda hacia adelante y está asociado con los ojos y con el
acto de ver porque se lo ha vivido y presenciado; es decir porque se lo ha visto. A la
inversa, el futuro queda hacia atrás de la espalda porque es aún desconocido, y por así
decirlo, está fuera de la perspectiva visual…
El tiempo mítico andino “avanza desde un presente absoluto y eterno, sobre el que
confluyen todas las épocas, hacia un futuro ignoto; siempre de cara a un pasado
conocido, al que invariablemente retornará”. Entonces, la entronización de un Inka
Aymara, ha supuesto el retorno del tiempo que ha de hacer una eclosión sociopolítica
por la que todos los actuantes han elevado su voz, ya que, andinamente, ha llegado su
turno. En ello consiste un pachakuti donde el Presidente Evo funge de intersección
histórica, ya que la Comunidad Amerindia ha tomado para sí la idea redentora del
gobierno y el poder propio.
Por ello, la Comunidad avanza simbólicamente hacia una suerte de apropiación real
del espacio político, donde asume su relevancia como entidad histórica en pos del
destino político que le corresponde, sin ambages, ya que de aquello se constituye la
historia. El Presidente ha marcado la ruta del porvenir, pero no es él justamente una
traducción de éste, sino, llanamente, su inicio. Veamos, ahora, el segundo ciclo.

La rebelión de Octubre de 2003 condensó tres demandas concretas: 1) Renuncia de


Sánchez de Lozada a la presidencia de la república; 2) Nacionalización de los
hidrocarburos; 3) Convocatoria a una Asamblea Constituyente; las que fueron
aceptadas e incluidas en el discurso electoral de Don Evo Morales. El discurso

169
presidencial de mayo 1 de 2006, día de la “nacionalización de los hidrocarburos”,
asocia indisolublemente a este proceso con el de una constituyente llamada a
consolidarlo por vía normativa, articulando ambos elementos en uno solo, que daría
legitimidad a la reforma.
El arribo al poder del Presidente indígena, constituye un momento cumbre para el país
y los autoidentificados sectores indígena originarios, campesinos, interculturales y
afrobolivianos, recibiendo éste el apoyo masivo de todos ellos, incluyendo a
CONAMAQ y sus organizaciones, en alianza político-electoral con el gobierno,
logrando así espacios de poder aún reducidos, pero cualitativos por su característica
fundante: gobierno indígena. La Asamblea Constituyente puede tomarse como otro
momento cumbre en la relación Gobierno/Indígenas. Aliados, logran superar a los
partidos tradicionales y, paralelamente, se incorporan en la CPE una cantidad
significativa de demandas indígenas, por lo cual se vive un romance intenso en la
relación política, que comenzará a enturbiarse con posterioridad, gracias a medidas
concretas del gobierno que ignoran, subalternizan o sacrifican a los indígenas,
justificándoselas como imprescindibles para viabilizar el proyecto constitucional, que
mantiene, incólumes en su texto, sus demandas, a título de compensación por el
incumplimiento de promesas; otorgación injusta de los escaños indígenas muy
reducidos y un conjunto de conflictos locales y sectoriales que se fueron ventilando
internamente.
Sostenemos que deben ubicarse las raíces del proceso en la historia y los lenguajes
políticos, principalmente aquellos emparentados con el slogan de uso corriente y
autodefinición gubernamental: revolución democrática y cultural. Será en las bases
teóricas del concepto/enunciado donde habrán de surgir las claves que nos conduzcan
a la comprensión de por qué un gobierno de amplio apoyo electoral y discurso
izquierdista, termina sancionando el decreto “nacionalizador” como aliciente de una
asamblea constituyente conservadora y aferrada al minoritario sistema de partidos, del
que -por cierto-, desciende y no deja de confirmar; menos aún renegar.
El MAS proclama un proceso que comprende la continuidad de la revolución nacional
y el estado nacional moderno de 1952, mediante la revolución democrática y cultural.
Nos las habemos con una noción plena de clivajes, significaciones y usuarios; aspectos
que nos llevan a indagar sobre la naturaleza de un fenómeno secular que ha recorrido
el ideario generacional del siglo XX: la revolución. Por otra parte, a excepción del
periodo que en Bolivia podría denominarse moderno, es decir, de construcción del
estado nacional (1880/2003); pocas veces ha sido posible establecer una ruptura tan
radical con el pasado. Y esto de ninguna manera significa la omisión completa de lo
pretérito, sino más bien su desplazamiento hacia el ámbito de la cultura -y otros afines-
que permitió evocar un pasado vigoroso cual registro folklórico antes que sustancia
presente en la mentalidad de un colectivo como el boliviano que lo vive con intensidad.

170
Conservación versus Permanencia. Lo moderno es hoy conservador y oscila a la
derecha política, como el MAS.
El ideario moderno, con su visión lineal y ascendente de la historia, ha sobrecargado la
tensión y contraste antitético entre lo moderno y lo antiguo (“arcaico”); los fines
desarrollistas requerían abolir permanentemente resabios del viejo orden que
amenazaban la marcha continua del presente. Así, fueron homologadas –y satanizadas-
todas las redes de significaciones conexas a cultura originaria, tradición, conservación,
manutención, reproducción etnocultural, etc. como reaccionarias, porque
antagonizaban de alguna forma con el ideal del progreso. Toda exégesis referida a
nociones como las de pueblo, nación, estado, reforma, así como sus dualidades
(liberal/conservador) y antinomias (revolución/rebelión); halla en su trayecto la
polisemia de cada palabra, lo que impele conocer en qué sentido ha sido empleada; o
al menos cómo ha sido “entendida en su base”.
Un gobierno apoyado en la estructura nacionalsindicalista, lejos del ideario amerindio,
puede acabar plasmando el proyecto moderno en clave sociocultural, dado que su
impronta ha dirigido la intensidad jurídico/política hacia la movilización social y no su
entronización política/jurídica en una esfera de sentido que genere un sistema de
autogobierno diferente al conocido.
Las vecindades y conjuntos enunciativos, suelen establecer parentescos que operan
transversalmente. Así, se produce una reapropiación del pasado (Montenegro) para
definir aquella esencia que se quiere conservar: la sustancia nacional, que en el MNR
es la nación indomestiza como porvenir y ancestro, cuya disolución es amenazada por
el orden sociopolítico demoliberal. Luego, aquella anticultura que respalda
ideológicamente un sistema que amenaza con disolver la sustancia nacional, debe ser
depuesto revolucionariamente para conservar la sustancia que gestará una energía
nacional: una raza indomestiza que articulará la nación mediante un estado total
nacional moderno.
Podría concebirse nacionalmente –tomando Francia por ejemplo-; un ciclo
revolucionario democrático liberal que ha sido desencadenado por un evento singular
cuya evolución arroja una fase de reforma liberal, mediante la concreción de aquella
norma fundamental revolucionaria hecha constitución política; esto es, una reforma
‘desde arriba’. A ésta sucede la fase de agitación y polaridad izquierda / derecha, cuyo
desbroce revolucionario coloca -inversamente al anterior campo de fuerzas-; un
movimiento ascendente ‘de abajo hacia arriba’. Una tercera fase consiste en la
restauración que coloca nuevamente las fuerzas bajo dominio del estado, para lograr la
cuarta fase que consolida las fuerzas hegemónicas en un estado total, preludio del
imperio, totalitarismo y la guerra. Paradigmáticamente, son tres las revoluciones liberal
democráticas de una primera etapa, situada en el siglo XIX: la inglesa, norteamericana

171
y francesa: la revolución democrático burguesa que funda el estado de derecho en su
nación/estado una vez derruido el estado absoluto. En este tipo de articulación; la
sociedad toma su soberanía por dominar al estado y utilizarlo como instrumento para
lograr sus fines. Un estado liberal neutro fundado en las ideas de 1789.
Pero el estado neutro liberal evoluciona hacia los partidos de masas, logrando así una
totalidad democrática de masas que consolida su emergencia. El desarrollo industrial y
comercial capitalista expande su influencia hacia el orbe, configurando lo que
conocemos por imperialismo. El estado de derecho interior se combina con el
colonialismo externo; una segunda ola colonial se desata: el neocolonialismo. A este
sistema hegemónico se opone el socialismo, mediante la tesis de la revolución mundial.
La revolución democrática burguesa moderna de segunda ola / etapa, se desarrolla en
el siglo XX y atinge sustancialmente a los países de la periferia europea en el siglo
anterior: Italia, Alemania, Rusia, España. Ausentes del pacto neocolonial, llevarán a
cabo su revolución moderna en sentido radicalmente opuesto al antecesor. En efecto,
tras la distribución global de países y mercados por el imperialismo decimonónico, se
hallan inclusive en situación de apronte dada la posibilidad real de verse convertidos en
colonias ellos mismos.
Así, la revolución democrática nacional moderna del siglo XX europeo, es defensiva y
no agresiva; de carácter intensivo y no expansivo; ergo; no liberal, sino conservadora;
no permanente, más bien por etapas. Como señala Ernst Wilhelm Eschmann;
propugna el resurgimiento revolucionario que destruye un orden caduco; pero es a la
vez conservadora, porque “vuelve la mano hacia atrás”, toma algo de la “sustancia
nacional” transformada o negada por el (neo)liberalismo. De la revolución
conservadora procede toda época futura y con este objeto se abre sobre la vinculación
con lo que es “eterno en la historia”. La revolución bolchevique constituye un interludio
que parte de la esencia liberal moderna jacobina propia del siglo XIX (“revolución
mundial”), pero habrá de cambiar en la posguerra y asentará sus esfuerzos hacia el
interior: el estado soviético de Lenin y Stalin condensará su revolución nacional
moderna en el nuevo estado total. Hasta aquí, obtenemos una secuencia que se
interrumpe y cambia de sentido, es una clave decisiva en el desarrollo temático.
La inflexión soviética nos permite abordar el estatuto teórico del nuevo tipo
revolucionario sin designarlo plenamente sino hasta la irrupción de dos procesos
inmediatos: el fascismo italiano y nacionalsocialismo alemán. Ambos casos –cuya
bancarrota histórica encubre significaciones profundas-; desarrollan palmariamente la
noción de revolución conservadora: para conservar su esencia nacional, deben llevar a
cabo una revolución; para revolucionar su sociedad, acudirán a la conservación de sus
formas ancestrales, desde sus clases medias. Dicho sencillamente: la revolución es
nacional e interior; revolución nacional como sinónimo de revolución conservadora.

172
Porque huelga reiterarlo: ¿de qué trata entonces una revolución nacional antifeudal y
anticolonialista como la propuesta por el MNR? Si nos atenemos a las postulaciones
teóricas básicas, corresponde a la revolución liberal democrática justamente la tarea de
barrer las relaciones económicas, políticas y sociojurídicas del feudalismo. Por otra
parte; ¿acaso el anticolonialismo no representa la fuerza de resistencia nacional contra
un imperio desafiante y antinacional por esencia? Las tareas antifeudales y
anticoloniales corresponden a la revolución nacional moderna que, dada su filiación de
“segunda ola”, propone cumplir su programa en sentido inverso al decimonónico. El
modernismo nacionalista del siglo XX es defensivo y conservador, así como sus
múltiples enunciaciones; luego; el nacionalismo es revolucionario conservador en este
siglo.
El denominado “tercer frente” impactó decisivamente la periferia neocolonial conocida
luego como “tercer mundo”; aportando sus lenguajes, significaciones y sentidos, hacia
una especie de “internacional” chauvinista. La debacle militar y horror que despertaron,
ha nublado los contenidos de su lenguaje político, expandidos ampliamente a países
como Bolivia, donde una fracción de clase media triunfante en 1952 adoptó el sintagma
de nacionalismo revolucionario que es propio a un ala del partido nazi inspirada en las
ideas de Ernest Jünger.
La narrativa del nacionalismo revolucionario ha conseguido validar epocalmente su
“epopeya” mediante la reinvención histórica que logró un “campo de aceptabilidad”
social importante. Los fusilamientos de Chuspipata (1944), represión de Falange
Socialista Boliviana, campos de concentración y totalitarismo estatal, terminan siendo
“aceptables” por los fines que supuestamente persiguieron. En tal sentido, resalta la
obra del primer Zavaleta (“Creación de la Conciencia Nacional”), que más allá de lograr
dicha “aceptabilidad”, continúa narrativamente la epopeya movimientista de Augusto
Céspedes y logra transmitirla hábilmente a la generación posterior.
El agujero negro de la revolución alemana y los lenguajes totalitarios del
movimientismo, lograron disipar cualquier intento de filiación entre aquella y ésta.
Luego, se consideró como genuinamente transformador un proceso iniciado en su
antípoda; la revolución nacional es el sinónimo de revolución conservadora. Como se
dijo anteriormente, las fases cíclicas de una revolución conservadora moderna
conllevan etapas cuya operatoria puede sintetizarse en la fórmula fascista: destruir para
crear; crear para destruir. En argot: la revolución ha destruido un orden para crear otro
en su reemplazo, que a su vez logrará la completa destrucción de las formas previas;
destruye al crear y crea destruyendo.
La toma del poder movimientista ha sido revolucionaria, pero una vez en él, se ha
convertido en conservadora, porque pretende asentar su ordenamiento nacional
revolucionario. Y éste, allá por los años cuarenta; en boca de uno de sus principales

173
ideólogos (Walter Guevara); ha sido definido a futuro como el de una revolución
democrática. Si la revolución conservadora lleva a cabo la sustancia de una revolución
nacional; ésta creará un orden propio que ha sido nominado como revolución
democrática; ergo; el orden jurídico político de la revolución nacional deviene
revolución democrática.
El MAS constituye el pináculo de tal proceso, política y económicamente; su revolución
conservadora marcha mediante la “nacionalización” de hidrocarburos y su asamblea
“constituyente” que ha creado las bases jurídico políticas del nuevo retroceso histórico.
La revolución democrática es revolución conservadora nacionalsocialista /
nacionalrevolucionaria / nacionalbolchevique del MNR / FSB / PIR / POR +
revolución cultural occidental de Antonio Gramsci, cuyo Príncipe maquiavélico sea el
partido leninista moderno de vanguardia: PCB / PCML / MIR / MBL / PI / EGTK =
revolución democrática y cultural del MAS.
El destino de ésta y las demás generaciones que se situaron en la pendiente histórica,
habría de impactar profundamente en el ser nacional, desde la propia fundación
republicana; procediendo a la reconfiguración del pasado en perspectiva de
apropiación epistemológica que sirva a la explicación del presente y el diseño de un
futuro en el cual, cada ciclo generacional, deposita sus expectativas, anhelos y
esperanzas. La historia, también ofrece continuidades, rupturas, intermediaciones,
mitos y silencios. El actual Vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, autor
destacado de la Generación del 60 de cuño nacionalsocialista (nacionalista
revolucionaria, nacionalbolchevique, nacionalcomunista, nacionalsindicalista y
nacionalindianista), socialismo liberal jacobino y euro socialista/comunista; diseña la
revolución democrática y cultural; un modelo
nacionalrevolucionario/nacionalbolchevique de revolución conservadora mediante un
capitalismo andino amazónico (2005). Es el estado total.
Hoy, la comunidad nacional reconstituye su territorio, población y gobierno de forma
ascendente, a través de redes fácticas de interculturalidad: sólo hace falta reconocerlas
e implementarlas. De la refundación a la constituyente, de la reorganización a la
constituencia, de la descomposición a la esperanza... Y ése es el tercer ciclo, el
ascendente de la Comunidad al margen del Estado, colocándose en el ojo cíclico de los
tiempos, generando el sustrato histórico que, gracias a un presidente indígena, ha
insumido la sustancia política necesaria para hacerse visible por sí mismo. Estado versus
Comunidad, sentido histórico versus revolución conservadora. Por ello, la historia
recién comienza…

174
III PARTE

NORMA DE RECONSTITUCION Y
AUTOGOBIERNO
CONAMAQ

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), se constituye


en fecha 22 de marzo de 1997, por voluntad de las siguientes organizaciones indígenas
originarias: Jach’a Karanga, FASOR, Jach’a Suyu Pakajaqi, FACOOPI, FONQAMP,
FECOAMA, CAUCOU, Jatun Ayllu Yura y FAOI – NP; en la Marka Challapata, Suyu
Killaka, Departamento de Oruro, amparándose en el Convenio 169 de la OIT,
ratificado por Bolivia mediante Ley 1257 de 11 de julio de 1991, Artículos 1ro., 7mo.,
inc.c) y 171 de la Constitución Política del Estado entonces vigente; el Artículo 3ro. de
la Ley de Participación Popular y en aplicación del Artículo 58 del Código Civil; a
convocatoria del Consejo Impulsor de Ayllus de Bolivia (CIAB), instrumento
aprobado en septiembre 15 de 1993, en el Jatun Ayllu Yura; estableciéndose como
Concejo de Gobierno, unidad socio cultural, jurisdicción territorial administrativa y
jurisdiccional de Autonomía, Autogestión, Autogobierno, Libre Determinación y
Derecho Originario.
Constituyen el Concejo de Gobierno del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del
Qullasuyu (CONAMAQ), sus Naciones Originarias - Suyus: Jach’a Karanga, Jatun
Killaka Asanajaqui (JAKISA), Charka Qhara Qhara (FAOI-NP), Consejo de Ayllus
Originarios de Potosí (CAOP), Qhara Qhara Suyu, Ayllus de Cochabamba, Jacha
Suyu Pakajaqi, Uru, Sura, Kallawaya; asimismo, por quienes se encuentran en proceso
de reconstitución: Chuwi, Qulla, Larikaja, Yampara, Pueblo Afro descendiente,
Yapacaní y Comunidades Originarias de Tarija; con Personalidad Jurídica, patrimonio
propio, autonomía organizativa, de gestión, administrativa y financiera, frente a
cualquier otro organismo; con tiempo de duración indefinido.

175
BASE LEGAL
 La Constitución Política del Estado Plurinacional:
Artículos 1 in fine, 2, 3, 4, 5/7 , 13, 21, 24, 26, 30/32; 42, 47,
56, 78, 79, 80, 83, 86, 98/102, 103, 162, 163, 179, 190/192,
209/211, 241, 242, 255, 256, 257, 269, 289/296; 303,304, 305,
307, 334, 336, 337, 340, 342/358, 373/377, 380/389, 393/409 y
2º parte de las disposiciones transitorias, art. 7.
 Ley No. 1257 ratificatoria del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes: Artículos:
1, 7.
 Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los
Pueblos Indígenas, ratificada por Ley N° 3760 del 7 de
noviembre de 2007: Artículos 3, 4, 5, 9, 20, 25, 34, 37, 42.
 Ley No. 1715 del Servicio Nacional de Reforma Agraria
 Ley de Municipalidades: Artículos 163/168.
 Ley Marco de Autonomías y Descentralización Andrés
Ibáñez: Artículos 1, 22, 23.
 Ley No. 2235 del Diálogo Nacional
 El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu
(CONAMAQ).

MARCO OPERATIVO
 1.1. Consolidación de los Distritos Municipales Indígena Originarios como
espacios de gestión municipal indígena
El Distrito Municipal Indígena Originario garantiza el reconocimiento de
las unidades socioculturales como escenarios de gestión pública.

 1.2. Ley Andrés Ibáñez: Artículo 28. (Distrito Municipal Indígena Originario
Campesino).
 Los Distritos indígena originario campesinos en sujeción al principio de preexistencia
son espacios descentralizados. Los distritos municipales indígena originario
campesinos que cuenten con las capacidades de gestión necesarias y con un Plan de
Desarrollo Integral podrán acceder a recursos financieros para su implementación.

 1.2 Ley 1715 (Servicio Nacional de Reforma Agraria)


 Garantizar seguridad jurídica y derechos propietarios de la tierra bajo
distintas formas de propiedad individuales y colectivas
Las Tierras Comunitarias de Origen garantizan la seguridad jurídica de los
comunarios
sobre un área titulada colectivamente, donde se desarrollan formas propias
de
organización social, económica y cultural.
 Ley No. 2028 de Municipalidades

176
1
Identificación de los propósitos específicos de las disposiciones legales

1.1 Ley de Participación Popular


Consolidación de los Distritos Municipales Indígena Originarios como espacios
de gestión municipal indígena

El Distrito Municipal Indígena Originario garantiza el reconocimiento de las unidades


socioculturales como escenarios de gestión pública.

Para avanzar en una estructura más coherente de unidades político-administrativas


menores al interior de los municipios, en reemplazo de los cantones, se han establecido
los procesos de distritación municipal. Esta disposición, otorga el escenario legal para
la creación de los Distritos Municipales Indígena Originarios, mayores o menores a un
cantón, siempre y cuando presenten continuidad espacial al interior de un espacio
político-administrativo definido: el municipio. Es así que los Distritos Municipales
Indígena Originarios, permiten el reconocimiento de las unidades socio-culturales
mayores; entendidas como identidades culturales continuas al interior de una
jurisdicción municipal; y las homologa a espacios de planificación y gestión del
desarrollo, a través del reconocimiento de la representación pública ejercida por los
subalcaldes indígena originarios, bajo el supuesto de que estas unidades socio-culturales
presentan sistemas únicos y englobantes de autoridad y que dichos escenarios son
relativamente homogéneos.
Entendiendo que la jurisdicción territorial de los pueblos indígenas no es compatible
con las jurisdicciones municipales; el marco legal también ofrece la posibilidad de
preservar aquellas unidades socioculturales que excedan el espacio municipal –con
continuidad o discontinuidad territorial- a través de la conformación de las
Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena Originarios. En este contexto, se
establece la necesidad de que cada Distrito Municipal Indígena Originario formule su
Plan de Gestión Territorial Indígena Originario, que comprende al conjunto de la
unidad sociocultural y que, en su caso, correspondería a una Mancomunidad de
Distritos Indígenas Originarios. En este contexto, teóricamente se resuelven -en
términos jurisdiccionales- los procesos de gestión del conjunto de las unidades socio-

177
culturales del país. Los Distritos Municipales Indígena Originarios al interior de una
sección municipal, han permitido cohesionar a las unidades socioculturales, pero
demuestran todavía mucha fragilidad en los procesos de gestión del desarrollo; mientras
que, en el caso de las Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena Originarios;
no se ha logrado casi ningún avance. De todas formas, es necesario reinterpretar los
alcances de los Distritos Municipales Indígena Originarios articulados de forma efectiva
a los modelos político-administrativos de las markas y ayllus andinos.

PROVINCIA DE CHARCAS

Bandera Escudo

Ubicación de Provincia de Charcas

Coordenadas
18°17′00″S 65°53′00″OCoordenadas: 18°17′00″S 65°53′00″O (ma
pa)
Capital San Pedro de Buena Vista
Idioma Español y Quechua
oficial

178
Entidad Provincia
• País Bolivia
Subdivisione 2 municipios
s
Superficie
• Total 2964 km²
Población
• Total 40 882 hab.
La Provincia de Charcas es una provincia de Bolivia que forma parte
del Departamento de Potosí La capital provincial es San Pedro de Buena Vista.
La provincia se creó y tomó el nombre actual por Ley de 3 de septiembre de 1880,
durante la presidencia de Narciso Campero, en lugar de la denominación anterior
de Sud Chayanta.
GEOGRAFÍA
Se encuentra al norte del departamento de Potosí y tiene una superficie de 2.964
kilómetros cuadrados. Limita al norte con la provincia de Bernardino Bilbao, al este
con el departamento de Cochabamba y el departamento de Chuquisaca, al sur con
la provincia de Chayanta y al oeste con la provincia de Rafael Bustillos y la provincia de
Alonso de Ibáñez.
POBLACIÓN
La población de la provincia es de 40.882 habitantes según el censo de 2012. Su capital,
San Pedro, tiene cerca de 1.600 habitantes. La principal lengua hablada en la provincia
es el quechua, practicada por el 98 por ciento de la población, 2 por ciento habla el
español. La religión católica recoge el 93% de la población de la provincia, un 7% son
protestantes. Los indicadores socio económicos reflejan que el 99,8% de las personas
no tienen acceso a la electricidad y el 98,5% al agua potable. En la distribución de la
población por sectores de industria se muestra la participación predominante de sector
primario y la debilidad del sector de servicios: 72 por ciento de los activos de trabajo
en la agricultura, un 0,5 % en las minas, del 12,2% en la industria y el 15,3% en los
servicios.
MUNICIPIOS
La provincia está dividida en dos municipios, los cuales son:
 San Pedro de Buena Vista

179
 Toro Toro

PROVINCIA DE RAFAEL BUSTILLOS

Bandera Escudo

Ubicación de Provincia de Rafael Bustillos

Coordenadas 18°28′00″S 66°28′00″OCoordenadas: 18°28′00″S 66°28′00″O (ma


pa)
Capital Uncía
Idioma español y Quechua
oficial
Entidad Provincia
• País Bolivia
Subdivisione 4 municipios
s
Superficie
• Total 2235 km²

180
Población
• Total 87 272 hab.
La Provincia de Rafael Bustillos es una de las 16 provincias Bolivianas en las que se
divide el departamento de Potosí en el suroeste del país. Cubre una superficie de 2.235
km², con una población de 87.272 habitantes. La capital provincial es Uncía.
1

La provincia fue creada por ley del 8 de octubre de 1908 durante el primer gobierno
del presidente Ismael Montes Gamboa, separándose de la Provincia de Charcas
(Potosí).
TOPONIMIA
La provincia fue bautizada así en honor a Rafael Bustillos (1813-1873), canciller
boliviano.
GEOGRAFÍA
La provincia de Rafael Bustillos es una de las dieciséis provincias que conforman el
departamento de Potosí. Se encuentra entre los 18° 11'y 18° 45' de latitud sur y entre
los 66° 11' y 66° 45' de longitud oeste. Se sitúa en el norte del departamento. Limita al
norte con la provincia de Alonso de Ibáñez, al este con la provincia de Chayanta y
la provincia de Tomás Frías, y al sur y al oeste con el departamento de Oruro. La
provincia se extiende más de 70 km, respectivamente, de este a oeste y de norte a sur.
POBLACIÓN
La población según el censo de 2012 es de 87272 habitantes. En la provincia de Rafael
Bustillos vivían según las encuestas del censo 2001 76.254 habitantes. La capital
provincial es la ciudad de Uncía, la ciudad más grande de la provincia es Llallagua, con
alrededor de 25.000 habitantes. El principal idioma de la provincia es el quechua,
hablado por 86%, mientras que el 74% de la población habla español. La población
aumentó de 76.254 habitantes (censo de 1992) a 77.566 (censo 2001), un incremento
del 1,7%. 46% de la población no tiene acceso a la electricidad, el 78% no tienen
instalaciones sanitarias. 41% de la población está empleada en la agricultura, el 11% en
la minería, el 11% en la industria, 37% en los servicios generales. 90,5% de la población
son católicos, protestantes 6,7%.
MUNICIPIOS
La provincia cuenta con cuatro municipios que en parte se subdividen en cantones.
 Uncía
 Chayanta
 Llallagua

181
 Chuquihuta
ECONOMÍA
La provincia es rica en recursos minerales. En la mina Siglo XX se explotan numerosos
yacimientos de vauxita.

DISTRITOS
DISTRITO PROVINCIA SECCIÓN ZONA
2 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (PURACA)
(UNCÍA)
5 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (AYMAYA)
(UNCÍA)
2 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (KHARACHA)
(UNCÍA)
2 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (LAIME)
(UNCÍA)

182
Provincia Bernardino Bilbao

Ubicación de Provincia Bernardino Bilbao

Coordenadas 18°00′00″S 66°04′00″OCoordenadas: 18°00′00″S 66°04′00″O


(mapa)
Capital Arampampa
Entidad Provincia
• País Bolivia
• Departament Potosí
o
Subdivisiones 2 municipios
Superficie
• Total 640 km²
Población (201
2)
• Total 10 331 hab.
La Provincia Bernardino Bilbao es una provincia del departamento de Potosí, al
suroeste de Bolivia. Se sitúa en el extremo norte del departamento y limita al norte y al
este con el departamento de Cochabamba, al sur con la provincia de Charcas y al oeste
con la provincia de Alonso de Ibáñez. Tiene una superficie de 640 km² (la provincia

183
más pequeña del departamento) y una población de 10.331 habitantes. La provincia
1

se extiende sobre 55 km de este a oeste y 60 km de norte a sur. La capital provincial


es Arampampa.
La provincia fue creada por ley de 10 de noviembre de 1938, durante la presidencia
de Germán Busch Becerra, separándose de la jurisdicción de la provincia Alonso de
Ibañez.
La provincia fue bautizada así en honor a Bernardino Bilbao Rioja (1895-1983),
notable político y militar boliviano, destacado en la Guerra del Chaco.
POBLACIÓN
En la provincia el principal idioma es el quechua , hablado por 99%, mientras que el
1% de la población habla español . La población aumentó de 10.045 habitantes (censo
de 1992) a 10.623 (censo 2001), un incremento del 5,8%. 99% de la población no tiene
acceso a la electricidad, el 94% no tienen instalaciones sanitarias. 62% de la población
está empleada en la agricultura, un 0,5% en la minería, el 17,5% en la industria, 20% en
los servicios generales. 92% de la población son católicos, protestantes 5%.
MUNICIPIOS
La provincia cuenta con dos municipios.
 Arampampa
 Acasio

DISTRITOS POTOSÍ

DISTRITO PROVINCIA SECCIÓN ZONA


5 CHARCAS SEGUNDA ZONA II Julo
SECCIÓN
(Toro Toro)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA III
SECCIÓN Pucara
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA Añawani
SECCIÓN
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VI
SECCIÓN Yambata

184
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VI
SECCIÓN Carasi
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VII
SECCIÓN Carasi
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VIII
SECCIÓN Tambo
(TORO
TORO)
5 CHARCAS PRIMERA ZONA
SECCIÓN Cotagaita
(COTAGAITA)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA I
IBAÑEZ SECCIÓN
(TUPIZA)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA II
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA III
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA IV
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA V
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA VI
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)

185
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA VII
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA I
IBÁNEZ SECCIÓN Espicaya
(Tupiza)

1.2 Ley 1715 (Servicio Nacional de Reforma Agraria)

Garantizar seguridad jurídica y derechos propietarios de la tierra bajo distintas formas


de propiedad individuales y colectivas

Las Tierras Comunitarias de Origen garantizan la seguridad jurídica de los comunarios


sobre un área titulada colectivamente, donde se desarrollan formas propias de
organización social, económica y cultural.

La Ley 1715 ha establecido diversas formas de propiedad que garantizan la seguridad


jurídica de sus propietarios, que en referencia a ayllus y comunidades andinas son: a)
propiedades individuales que corresponden al solar campesino y pequeña propiedad;
y, b) propiedades tituladas colectivamente que corresponden a la propiedad comunaria
y Tierras Comunitarias de Origen. Las Tierras Comunitarias de Origen gozan de
derechos de aprovechamiento por parte de los propietarios de los recursos naturales
renovables. En este contexto, el concepto de Tierras Comunitarias de Origen, no es
similar al concepto de territorio, que demandan los indígenas.
Al determinarse que las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) son los espacios
geográficos que constituyen el hábitat de los pueblos y comunidades indígena
originarias, a los cuales han tenido tradicionalmente acceso y donde mantienen y
desarrollan sus propias formas de organización económica, social y cultural, de modo
que aseguran su sobrevivencia y desarrollo; se interpreta que éste hábitat puede
adecuarse a cualquier nivel de ocupación espacial de los pueblos indígenas (unidades
menores o mayores); sin embargo, la interpretación del significado de una Tierra

186
Comunitaria de Origen tiene que aclararse para el área andina, en los marcos de esta
Norma de Reconstitución.

1.3 Ley de Unidades Político-Administrativas

Articulación de las unidades socioculturales homogéneas al régimen municipal

Garantiza el reconocimiento de las fronteras de las unidades socioculturales


como límites municipales y distritales.

En una propuesta más agresiva para solucionar las incompatibilidades jurisdiccionales


municipales e indígena/originarias; la ley de Unidades Político-Administrativas ha
dispuesto que se requiere de más de 5.000 habitantes, y requisitos adicionales, para la
creación o fusión de municipios en áreas socioculturales homogéneas; estando
autorizados para solicitar la creación o supresión de Unidades Político-Administrativas,
las autoridades tradicionales de las comunidades, pueblos indígenas y originarios,
interesadas. De esta manera, se garantiza la articulación entre los trazos jurisdiccionales
indígenas con los municipios existentes, y la no necesaria puesta en práctica del
reconocimiento de una entidad territorial indígena paralela y sobrepuesta a la
municipal.

187
2
Aspectos básicos para la articulación de las disposiciones legales

1.3 LEY DE UNIDADES POLÍTICO-ADMINISTRATIVAS –LEY DE DELIMITACION DE


UNIDADES TERRITORIALES (DUT)

ARTICULACIÓN DE LAS UNIDADES SOCIOCULTURALES HOMOGÉNEAS AL RÉGIMEN


MUNICIPAL E INDIGENA ORIGINARIA
Garantiza el reconocimiento de las fronteras de las unidades socioculturales
como límites municipales y distritales.

Escenarios para la interpretación de la


Tierra, territorio y gestión del desarrollo

Jurisdicción Ley UPAS – ley dut


LPP
territorial

Ley INRA Andres ibañez


Sistema

Propiedad de cargos
Gestión
de la tierra territorial
indígena

La discusión respecto a las articulaciones entre las disposiciones legales, depende de la


naturaleza y características de las markas, ayllus y comunidades originarias del país.
Adicionalmente, resultará importante identificar los rasgos más homogéneos y
heterogéneos de cada unidad sociocultural, tomando en cuenta su modelo político-
organizativo, sistemas productivos, sistemas de tenencia de la tierra, y ciclos festivos-
rituales. Es decir, la identificación de una unidad sociocultural, debe recuperar el
sentido del porqué se define dicha unidad sociocultural como tal, y los elementos que
engloba.

a) Sistemas de cargos, roles y sus niveles en la unidad sociocultural

Los sistemas de cargos cumplen el trascendental rol de otorgar cohesión interna y social
a las unidades socioculturales; así; pueden existir unidades socioculturales con una
autoridad máxima, desempeñando aún funciones importantes de articulación de la
unidad sociocultural; pero también unidades socioculturales con un sistema de cargos
que se ha debilitado en el tiempo. La cohesión social variará en uno y en otro caso. El
análisis de los cambios y transformaciones de los sistemas de cargos y sus roles efectivos
otorgando cohesión social en cada nivel de la organización segmentaria andina, es

188
importante para determinar posteriormente; y de manera diferenciada; las propias
capacidades de las unidades socioculturales para adoptar el nuevo marco legal, en el
intento de que esta articulación fortalezca las capacidades de las comunidades
originarias, y no logre efectos adversos, como el de acelerar su fragmentación y
debilitamiento. Es así que, el sistema de cargos, resulta de fundamental importancia en
el propósito de lograr -de manera práctica- la articulación entre jurisdicciones
territoriales, propiedad de la tierra y escenarios de gestión del desarrollo, como se
explicará más adelante.
Esto significa determinar la estructura de cargos en todos los niveles de las unidades
socioculturales, y la relación jerárquica de estas autoridades con los diversos niveles de
las unidades (de forma vertical) así como entre las autoridades del mismo nivel (de
forma horizontal). Es importante detectar los cambios y modificaciones en las
estructuras de los cargos, entendiendo que el simple cambio de denominaciones, no
necesariamente modifica los roles o el sentido de mando de dichas autoridades y las
funciones concretas que desempeñan.

b) Identificación de los tipos de propiedad de la tierra

Resulta importante identificar, al interior de las unidades socioculturales, las


similitudes o diferencias en lo que se refiere a la titulación de la tierra. Existen
comunidades donde el acceso a la tierra se realiza a través del usufructo familiar y
colectivo; en el caso de las tierras altas, estas comunidades son conocidas básicamente
como originarias; es decir que, sus tierras son de origen; y -por lo mismo- se
mantuvieron desde la época precolonial hasta el presente, con formas de propiedad
colectivas. En este tipo de comunidades indígena originarias, la opción; en lo que se
refiere a la selección de una forma de propiedad en el actual marco legal; seguramente
estará dirigida a la elección de una propiedad colectiva en la forma de Tierra
Comunitaria de Origen.
En el caso de comunidades indígena originarias de ex hacienda, constituidas como
producto de la aplicación de la Reforma Agraria de 1953; los procesos de titulación
han sido múltiples, reconociendo varios tipos de propiedad mixtos: individuales-
familiares y colectivos. De esta manera, comunarios indígenas han adquirido derechos
propietarios individuales y colectivos sobre las parcelas que poseen, lo cual no implica
una distinción formal en relación a la pertenencia a una unidad sociocultural. Es así
que; en lo referido al proceso de articulación; resulta importante detectar las
principales diferencias de las unidades socioculturales en lo que se refiere a sus
sistemas de tenencia de la tierra. En el caso de ayllus menos fragmentados, los
sistemas de tenencia de la tierra tienden a ser homogéneos y de carácter colectivo; sin
189
embargo; en el otro extremo, las unidades socioculturales con nuevas identidades,
presentan en su interior, una alta diversidad de situaciones, en tanto que la forma de
propiedad colectiva de la tierra es un elemento secundario a la razón de ser del grupo,
aunque existe un sentimiento colectivo de pertenecer a un algo mayor que les otorgue
cierto tipo de identidad.

c) Adecuación de las fronteras socioculturales al régimen municipal y autonómico

Parece ser que la principal alternativa para los jatun ayllus quechuas y markas aymaras,
en términos del reconocimiento de sus jurisdicciones territoriales, pasa por la
adecuación de éstas al régimen municipal, siempre y cuando presenten una población
mayor a los 5000 habitantes. De esta manera, la jurisdicción territorial indígena
originaria, será asimilada a una jurisdicción administrativa municipal y autonómica, que
le otorgará mayor margen de desenvolvimiento, en el marco del régimen local y
autonómico nacional. La alternativa de la adecuación requiere de un alto proceso de
concertación con los actores no indígenas que radican en la jurisdicción territorial y
vecinos residentes de los poblados rurales y comunidades, y la construcción de
alternativas coherentes de integración de las comunidades campesinas-indígenas con
desarrollos históricos no siempre homogéneos, al del conjunto de los ayllus andinos.
Sin embargo, no existen razones para que, al presente, las comunidades campesinas-
indígenas dejen de beneficiarse de la adecuación de las fronteras socioculturales al
régimen municipal y autonómico; sin embargo; todo depende de cómo se encare este
proceso, ya que puede ser altamente incluyente o puede entenderse como altamente
excluyente. Pese a ello, las propias comunidades vienen desarrollando sus propias
alternativas para acceder a los beneficios de esta disposición, para lo cual -en muchos
casos- se vienen identificando espacios territoriales que no necesariamente
corresponden a los territorios históricos de los ayllus en el área andina, es decir, existe
un proceso de “reinvención” territorial con características pragmáticas, las mismas que
deberán ser evaluadas según cada caso específico.
Se ha visto en la práctica, que la adecuación produce mayores conflictos cuando se trata
a la realidad como un escenario homogéneo y se actúa con la lógica simple del empate
entre los tres escenarios. Los conflictos serán menores y fácilmente solucionables,
cuando se entienda que en una jurisdicción territorial externamente homogénea,
existen unidades socioculturales con mayor o menor grado de heterogeneidad en lo
que se refiere a sus sistemas productivos, sistemas de cargos y sistemas de tenencia de
la tierra. En esta diversidad, debe proceder el proceso de adecuación de las unidades
socioculturales al régimen municipal, con soluciones específicas a problemáticas
particulares. Las propias leyes que plantean la adecuación de las fronteras

190
socioculturales al régimen municipal son confusas; se hace referencia a la adecuación
de unidades socioculturales homogéneas, sin embargo, no se aclara el alcance y
significado del concepto de homogeneidad definida. En este contexto, será mejor
referirse a las posibilidades de articulación de markas, jatun ayllus y ayllus.

d) Agrupación de markas y ayllus en otras entidades territoriales

En el caso de las agrupaciones de las unidades socioculturales que reclaman el


reconocimiento de jurisdicciones territoriales por encima de las markas o jatun ayllus,
en términos de lograr mayores derechos en el reconocimiento de sus derechos
históricos, y que se visualiza en la recomposición de los suyus aymaras, será necesario
determinar en el mediano plazo la viabilidad y características de estas agrupaciones, en
términos de la conformación de entidades territoriales indígenas. Al presente, las
figuras planteadas por el marco legal -en relación a este tipo de demandas-, están
vinculadas a la posibilidad; a la finalización de la adecuación de las unidades
socioculturales al régimen municipal; a la de conformar Mancomunidades de
Municipios, para la reconstitución del Qullasuyu.

Mancomunidades de Distritos Municipales


Indígena Originarios

3
Marco metodológico para la articulación de jurisdicciones territoriales, formas de
propiedad de la tierra y escenarios de gestión municipal indígena originaria

191
Con anterioridad a la definición y descripción de los escenarios previstos en el marco
de una articulación, resulta importante plantear los objetivos a ser logrados en este
proceso, de acuerdo al siguiente detalle:
a) Promover la adecuación de las fronteras de las unidades socioculturales al régimen
municipal y autonómico en la forma de Municipios o Distritos Municipales Indígena
Originarios, para evitar una mayor fragmentación de las markas, jatun ayllus y ayllus
andinos.
b) Garantizar el fortalecimiento de las unidades socioculturales a tiempo de reconocer
la heterogeneidad de las capacidades existentes, para realizar procesos de gestión de
los recursos y solución de conflictos, en los sistemas de cargos existentes
c) Garantizar la aplicación de las disposiciones legales considerando situaciones
históricas, sociales y culturales específicas.
d) Fortalecer las propias formas de organización económica, social y cultural de las
markas, jatun ayllus y ayllus andinos.
e) Garantizar la articulación de las intervenciones estatales en markas, jatun ayllus,
ayllus y comunidades andinas, facilitando que las disposiciones legales se apliquen
de forma complementaria.

3.1 Definición de escenarios

Con el propósito de lograr una coherente articulación entre las disposiciones legales,
se requiere fortalecer las siguientes relaciones: a) entre jurisdicciones territoriales
administrativas (municipios o distritos) con jurisdicciones de propiedad de la tierra
(Tierras Comunitarias de Origen, y entre éstas con otras formas de propiedad); y, b)
jurisdicciones territoriales de propiedad de la tierra con escenarios de gestión
territorial indígena originaria a través de municipios y/o distritos. En otras palabras,
reconociendo la jurisdicción territorial de una unidad sociocultural, en la misma;
que alternativamente puede ser adecuada al régimen municipal o mantenerse como
Distrito Municipal Indígena Originario; el proceso de articulación resulta de
identificar -en función al sistema de cargos-, los roles efectivos de autoridad
desempeñados por las autoridades tradicionales y/o sindicales, y los niveles donde
óptimamente se ejercen dichos roles, a objeto de determinar el nivel de la estructura
segmentaria al que corresponde la Tierra Comunitaria de Origen y el Distrito
Municipal Indígena Originario. Adicionalmente, cuando sea necesario, se
determinará la articulación de otras formas de propiedad sobre la tierra de
comunidades campesina-indígenas de ex hacienda con la unidad sociocultural y los
escenarios mencionados anteriormente, de manera tal que no se rompan los frágiles

192
balances logrados al interior de las unidades socioculturales, y que, al contrario, las
fortalezcan.

En este contexto, el elemento articulador de las disposiciones legales, resulta ser el


sistema de cargos y el efectivo cumplimiento de roles al interior de una unidad
sociocultural. Las markas, jatun ayllus y ayllus; deben determinar el que mejor
equilibrio y complementariedad consiga entre tres escenarios identificados, que son al
mismo tiempo los principales escenarios de aplicación de las políticas (véase figura 3),
de acuerdo al siguiente detalle:
a) Reconocimiento de una jurisdicción territorial hasta el nivel máximo de la marka
aymara o jatun ayllu quechua y suyu andino.
b) Identificación de los espacios que otorgan seguridad jurídica o propiedad sobre la
tierra vinculados al derecho consuetudinario (cabildos, comunidades, juch’uy ayllus,
ayllus, markas o jatun ayllus), vinculados a los sistemas de cargos existentes y con
roles efectivos.
c) Escenarios de gestión territorial indígena originaria vinculados, de igual manera, a
los sistemas de cargos existentes y con roles efectivos, entendiendo que éstos son los
espacios donde se desarrollan los procesos de gestión pública.
Figura 3

Escenarios para la interpretación de la

Tierra, territorio y gestión del desarrollo

LPP Ley UPAS


Jurisdicción

Sistema
Ley LPP
INRA de cargos

Propiedad
Gestión

193
Es decir, supone identificar qué autoridades cumplen efectivos roles de administración
de los recursos (tierra, agua y cobertura vegetal) y prevén o solucionan los conflictos,
según los usos y costumbres, de acceso y distribución de los recursos. No se puede
identificar un área de titulación donde no exista el capital social necesario para
administrar los recursos y gestionar la solución de los conflictos entre comunarios y
comunidades. De manera similar; en función al sistema de cargos; la unidad de gestión
resultará de identificar las autoridades máximas que ejercen roles de representación de
las comunidades y pueblos indígena originarios, teniendo en cuenta que dichas
autoridades máximas no sólo asumirán la representación de la unidad sociocultural en
la subalcaldía indígena originaria, sino ejercerán también un rol de control social sobre
dichas autoridades estatales.
Una unidad sociocultural puede adecuarse al marco legal en varias direcciones, de
acuerdo a la existencia de diversos tipos de autoridades y funciones al interior de una
marka, jatun ayllu o ayllu, a la naturaleza de las funciones que desarrollan las
autoridades y a la menor sobreposición de roles entre autoridades. En este marco se
determinará:
a) Qué nivel del sistema de cargos tradicionales y existentes históricamente en el ayllu
garantiza la gestión de los recursos y solución de conflictos en los ayllus y
comunidades. Este es el nivel que corresponde a la titulación como Tierra
Comunitaria de Origen.
b) Qué nivel del sistema de cargos tradicionales y existentes históricamente en el ayllu,
garantiza la representación externa del ayllu de forma cohesionada, ya sea como
mecanismo de control social de las autoridades estatales o asimilado a la
institucionalidad estatal. Este es el nivel que determinará la conformación de los
Distritos Municipales Indígena Originarios.
c) Cuál es el nivel de agregación de los ayllus hasta el nivel máximo de la marka aymara
o jatun ayllu quechua, que determina una unidad sociocultural específica. Este es el
nivel que determinará la adecuación de las fronteras socioculturales al régimen
municipal.
Es así que, el equilibrio óptimo se sustenta en la identificación del efectivo “capital
social” de las unidades socioculturales para administrar, distribuir y usar los diferentes
bienes y servicios; particularmente los derivados del aprovechamiento de los recursos
naturales; al interior de las unidades socioculturales, de acuerdo a la naturaleza de su
sistema de cargos. Como consecuencia, el efectivo capital social está representado por
el modelo político-organizativo de los cabildos-comunidades-ayllus; o, en otras
palabras; por la presencia de un efectivo sistema de cargos; entendiendo como efectivos
a los cargos que no sólo son nominales, sino que cumplen roles y funciones específicos.
La lógica de este marco metodológico, pasa por vincular el escenario y las capacidades

194
derivadas de los sistemas de cargos a la lectura de los otros diferentes escenarios; de
esta manera, se logra un óptimo para cada escenario, con la garantía de que también se
ha logrado una articulación de los mismos a través de su compatibilidad con el sistema
actual de cargos.

En resumen, el marco metodológico planteado, tiene el propósito de vincular el


escenario y las capacidades derivadas de los sistemas de cargos para interpretar los
escenarios de aplicación de las leyes, ya sea en la forma de: a) titulación de Tierras
Comunitarias de Origen u otras formas de propiedad; b) conformación de Distritos
Municipales Indígena Originarios; y, c) adecuación de unidades socioculturales al
régimen municipal. El escenario de jurisdicción territorial estaba definido, tanto por
la Ley de Participación Popular (LPP) en lo que se refiere a la constitución de
Distritos Municipales Indígena Originarios; como hoy por la ley de Unidades
Político-Administrativas (Ley UPAS) en relación a la adecuación de las unidades
socioculturales al régimen municipal y autonómico. De igual manera, la
identificación del escenario de gestión territorial indígena originaria, está vinculado a
la conformación de los Distritos Municipales Indígena Originarios, mientras que, el
escenario de propiedad de la tierra, está vinculado a la aplicación de la ley 1715
(INRA).

3.2 Descripción de escenarios

A objeto de comprender con mayor claridad los alcances de los escenarios planteados,
éstos son descritos brevemente, a continuación.

a) Jurisdicción territorial

Hace referencia a los límites del espacio geográfico o a los mojones principales que
identifican el hábitat tradicional de una unidad sociocultural en el marco de una marka,
jatun ayllu o ayllu. Al interior de este espacio geográfico, puede existir o no un modelo
político-organizativo que represente a toda la unidad sociocultural. La unidad
sociocultural al interior de dicha jurisdicción territorial, puede presentar diversos
niveles de heterogeneidad definidos por los distintos modelos político-organizativos, y
sistemas de tenencia de las tierras (individuales o colectivas), tomando en cuenta que;
al interior de una unidad sociocultural; se pueden encontrar diversas formas de
propiedad sobre la tierra.

195
b) Propiedad de la tierra

Las comunidades y pueblos indígena originarios, tradicionalmente han accedido a la


tierra, a través del usufructo familiar y propiedad colectiva; sin embargo, al presente
existen diversas formas que definen el acceso de las familias a la tierra y sus derechos
propietarios formales o informales sobre áreas continuas o discontinuas, áreas
familiares o comunales. En muchos casos, ya no existe el acceso a pisos ecológicos y las
mantas se encuentran en proceso de reducción o división; en otros casos; ya no existen
áreas colectivas de tierra. Las formas en que se delimitan las tierras también son muy
variables, dependiendo de la importancia de los niveles de la organización segmentaria,
y del propio sistema interno de amojonamiento; en otros casos; no existen sino mojones
de toda la unidad sociocultural mayor. Resulta arriesgado determinar que se podrá
identificar una sola forma de propiedad al interior de las unidades socioculturales, ya
que -en muchos casos- subsisten varias formas de propiedad.
Por lo anteriormente planteado, resulta obvio que no se pueden titular áreas como
Tierras Comunitarias de Origen, que además de no garantizar la seguridad jurídica
sobre la tierra, estén mermando los frágiles balances logrados en los pueblos y
comunidades originarias en el acceso a la tierra, ya que no se articulan con efectivos
sistemas de cargos que cumplan efectivas funciones en la regulación del acceso,
administración y uso de los recursos naturales, y en la gestión efectiva de conflictos de
propiedad.

c) Gestión territorial indígena originaria

Una de las principales características de las comunidades y pueblos indígena


originarios, reside en la presencia de un modelo político-organizativo o sistema de
cargos bastante complejo, que se basa -entre otros factores- en la elección por turnos y
rotativa de sus autoridades, desde los niveles menores de la estructura segmentaria,
hasta los mayores. Este sistema de cargos ha sido reconfigurado de manera dinámica
durante los últimos siglos. Es así que, de acuerdo a las imposiciones estatales, las
unidades socioculturales han ido asimilado nuevos cargos a su estructura tradicional, ya
sea de carácter político, administrativo u otros; siendo importante destacar que estos
cargos -muchas veces- han sustituido a los tradicionales; han sido asimilados a su
modelo tradicional y a sus propias formas de elección, o coexisten con roles
sobrepuestos.

196
Las soluciones a la articulación de los ayllus andinos al órgano público, no siempre son
fáciles y suponen muchos traumas para las unidades socioculturales; y, en algunos casos;
la desestructuración de sus sistemas tradicionales. Con la desestructuración de sus
sistemas de cargos, se han fragmentado también los sistemas productivos, ciclos rituales,
y se ha debilitado la cohesión social del ayllu. En este contexto, una unidad de gestión
tiene que estar representada por los cargos máximos y englobantes de la unidad
sociocultural que ha sido definida en toda su jurisdicción territorial. En la actualidad,
es frecuente el proceso de reinvención de autoridades como efecto de la aplicación de
la ley de participación popular y constitución de Distritos Municipales Indígena
Originarios. Supone un difícil reto para las unidades socioculturales amoldar estos
cargos a sus propias estructuras existentes, lo cual, en el marco de la articulación de las
disposiciones legales, tendrá que permitir el otorgar mayor coherencia a esta nueva
dinámica.

MARCO METODOLOGICO
1
Responsabilidades y áreas prioritarias de intervención

Responsabilidades

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), en el marco


de sus atribuciones será responsable de:

a) Establecer de forma participativa y diferenciada la articulación del marco legal


en las markas, ayllus y comunidades andinas de acuerdo a situaciones históricas,
sociales y culturales específicas.
b) Canalizar los acuerdos logrados en el nivel local a otras entidades estatales
responsables de la aplicación de la política campesina-indígena.
c) Se coordinará la implementación de esta Norma de Reconstitución con otras
reparticiones del estado.

197
Los resultados del proceso de articulación local del marco legal, con los acuerdos y
desacuerdos que se identifiquen, serán remitidos bajo la forma de un Informe Técnico
a:
a) La identificación de las jurisdicciones territoriales administrativas a la unidad de
ordenamiento territorial, así como la identificación del grado de factibilidad para
realizar la adecuación de las fronteras socioculturales al régimen municipal.
b) La identificación de las áreas de titulación de la tierra como Tierras Comunitarias
de Origen u otras formas de propiedad al Instituto Nacional de Reforma Agraria.
c) La identificación de los procesos de Distritación Municipal Indígena al
Viceministerio correspondiente, para canalizar las demandas de apoyo a los
escenarios municipales indígenas.
d) Adicionalmente se remitirá el Informe Técnico a los municipios que correspondan.

Priorización de áreas de intervención

a) Se priorizan como áreas de intervención las unidades socioculturales con demandas


admitidas por el Instituto Nacional de Reforma Agraria para su titulación o
conversión a Tierras Comunitarias de Origen y demandas nuevas para su admisión.
b) Aquellas unidades socioculturales que hayan solicitado la adecuación de las
fronteras socioculturales al régimen municipal.

2
Fases del proceso

El Informe de Identificación de Necesidades Espaciales será realizado


participativamente, tomando en cuenta las siguientes fases:

198
A. Consulta participativa

El proceso contempla como principal actividad, la realización de una asamblea o


asambleas de ayllus y comunidades con la participación de autoridades de ayllus y
comunidades, autoridades distritales y municipales, y otras organizaciones o
instituciones representativas. Comprende tres fases, que se realizarán de forma
consecutiva. Las primeras dos fases comprenden el trabajo de campo y la tercera fase
el trabajo de gabinete; de acuerdo al siguiente detalle:

i) Estado de situación:

En la consulta participativa se determinarán los siguientes aspectos:

a) Identificación de unidades socioculturales


b) Identificación de sistemas de tenencia y propiedad de la tierra
c) Identificación de sistemas de cargos

ii) Identificación de alternativas (véase matriz siguiente):

a) Identificación del nivel del ayllu que corresponde a Tierra Comunitaria de


Origen.
b) Identificación del nivel del ayllu que corresponde a Distrito Municipal Indígena
Originario.
c) Identificación de las posibilidades de adecuación de las fronteras étnicas al
régimen municipal y formulación de alternativas.
d) Identificación de las relaciones entre Jurisdicciones Territoriales, Tierras
Comunitarias de Origen y Distritos Municipales Indígena Originarios.
e) Identificación de datos relevantes

iii) Informe técnico


a) Presentación de escenarios
b) Presentación de datos relevantes

199
MATRIZ PARA LA TOMA DE DECISIONES

Detalle Identificación del nivel que Identificación del nivel que Viabilidad de la Relaciones entre
corresponde a Tierra corresponde adecuación de las Jurisdicciones
Comunitaria de Origen Distrito Municipal Indígena fronteras Territoriales, Distrito
Originario socioculturales al Municipal Indígena
régimen municipal Originario y formas de
propiedad
Tipo de Identificación de las autoridades Identificación de las autoridades Identificación de los En Distritos
autoridad y máximas que cumplen entre sus máximas que cumplen entre sus principales riesgos: Municipales Indígena
roles roles con los siguientes: roles con los siguientes: conformidad de los Originarios donde no
efectivos pobladores de es aglutinante la forma
de las centros poblados. de propiedad Tierra
autoridades  Distribución de recursos  Mantenimiento de las Comunitaria de Origen
(tierra, agua y cobertura alianzas internas entre los Reacciones de los será necesaria la
vegetal). ayllus y comunidades. municipios vecinos. compatibilización entre
 Resolución de conflictos de  Relacionamiento con los roles de las
linderos entre las unidades instituciones externas y entre autoridades
territoriales del ayllu. ayllus.

200
De acuerdo al nivel del ayllu De acuerdo al nivel del ayllu Identificación de las tradicionales y
que representen estas que representen estas ventajas sindicales.
autoridades máximas, éste será autoridades máximas, éste será El reconocimiento Se evaluará los
el nivel que corresponda a la el nivel que corresponda al de varias formas de procesos de
Tierra Comunitaria de Origen. Distrito Municipal Indígena propiedad en una articulación entre
Originario. unidad sociocultural diversos distritos, y
aminora los formas de propiedad al
conflictos. interior de una sola
jurisdicción territorial.
Resultado Si a nivel de todo el territorio de El Distrito Municipal Indígena Reconocimiento de Garantizar que las
la unidad sociocultural existen Originario será compatible con una jurisdicción formas de
autoridades tradicionales que la jurisdicción territorial del ayllu territorial representación del
cumplen dichos requisitos toda si a nivel de esta jurisdicción administrativa Distrito Municipal
la jurisdicción territorial del existen autoridades máximas (municipio) con una Indígena Originario no
ayllu corresponde a una Tierra que cumplen dichos requisitos. sola forma (Tierra generen conflictos al
Comunitaria de Origen. Comunitaria de interior de la unidad
Origen) o varias sociocultural.
formas de propiedad,
y definición de sus
distritos municipales.

201
Las Tierras Comunitarias de El Distrito Municipal Indígena Reconocimiento de Garantizar que los
Origen son unidades menores a Originario no será compatible Distritos Municipales Distritos Municipales
la jurisdicción territorial si es con la jurisdicción territorial del Indígena Originarios Indígena Originarios
que las autoridades menores ayllu si no existen autoridades con una sola forma aglutinen si es
cumplen con los roles mayores y autoridades menores (Tierra Comunitaria necesario el
mencionados anteriormente. de los ayllus cumplen con estos de Origen) o varias reconocimiento de
requisitos (será necesario formas de propiedad, varias formas de
estudiar el caso de la formación y definición del propiedad.
de DMIOs discontinuos). modelo de
subalcaldía indígena
en relación a los
sistemas de cargos.

202
Temas Una vez determinado el nivel Una vez determinado el nivel que corresponde a Relaciones entre
adicionales del ayllu que corresponde a Distrito Municipal Indígena Originario o la viabilidad de actores indígenas y no
Tierra Comunitaria de Origen la adecuación de las fronteras socioculturales al régimen indígenas (mestizos de
es importante comprender si municipal, será importante determinar agrupaciones pueblos).
existen conflictos de linderos mayores de ayllus y comunidades que fortalezcan a las
entre los ayllus y comunidades unidades socio-culturales históricas.
irresueltos.
 Si los conflictos han sido
resueltos no será necesario
identificar en el proceso de
saneamiento los límites al
interior de la Tierra
Comunitaria de Origen
identificada.
 Si existen conflictos de
linderos irresueltos será
necesario identificar en el
proceso de saneamiento los
límites al interior de la
Tierra Comunitaria de
Origen identificada.

203
B. Firma de acuerdos internos

Los ayllus y comunidades participantes en el proceso de consulta


participativa, así como autoridades distritales y municipales, firmarán un
acuerdo interno de los principales resultados obtenidos en el proceso en
términos de: a) reconocimiento de jurisdicciones territoriales; b) formas
de titulación; c) conformación de Distritos Municipales Indígena
Originarios.

C. Elaboración de informe técnico CONAMAQ

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ)


elaborará un Informe Técnico con fines de aplicación de las disposiciones
legales por las diferentes reparticiones estatales, identificando los acuerdos
internos y las recomendaciones que sean necesarias, al cual se adjuntará
el acuerdo interno suscrito.

D. Implementación de las recomendaciones

Las reparticiones estatales receptoras de los informes técnicos del


CONAMAQ, serán las responsables de la implementación del marco
legal, conforme a las recomendaciones establecidas en los mismos.

204
3
Instrumentos 46

INSTRUMENTO:
ESTADO DE SITUACION 1

IDENTIFICACION DE UNIDADES
SOCIOCULTURALES

Productos esperados

 Identificación del tipo de unidad sociocultural o ayllu (en relación a


tipología).
 Características generales de la unidad sociocultural o ayllu (sistemas
de cargos, sistemas productivos, y estructura de las unidades
territoriales).
 Identificación de similitudes y diferencias entre las unidades
territoriales.

Preguntas principales

? A qué tipo pertenece esta unidad sociocultural? Por qué?

46
Adaptados de la Guía de planificación participativa en áreas indígenas. VPEPP-
PDCR, 2002

205
? Cuáles son las principales unidades territoriales que tiene
esta unidad sociocultural? (estancias-ranchos, cabildos-
comunidades, ayllus, parcialidades, jatun ayllus-markas;
subcentralías-centralías).

? Cómo se definen como unidad sociocultural? A qué hacen


referencia con esta definición? (territorio, vestimenta
común, música e instrumentos comunes, calendarios
rituales, otros).

? Todas las comunidades de la unidad territorial mayor se


consideran pertenecientes a esta unidad sociocultural? Qué
otras comunidades que eran miembros del ayllu ahora ya no
lo son? Porqué? Cuáles son las principales diferencias entre
comunidades?

? Son comunidades originarias? Son comunidades de ex


hacienda? Qué tipo de títulos tienen?

? Cuáles son las principales autoridades por niveles? Tienen


parcelas en puna, cabecera de valle y valle? Tienen mantas y
aynoqas?

? Qué derechos y obligaciones da a los comunarios el


pertenecer al ayllu?

Procedimiento de trabajo

Se realizará un gráfico con las unidades territoriales de la unidad


sociocultural. Posteriormente se llenarán una o varias matrices detallando
a todas las unidades territoriales que corresponden a dicha unidad

206
sociocultural para identificar sus principales características y establecer las
similitudes o diferencias entre ellas. El propósito central es el de
determinar el grado de heterogeneidad que se puede encontrar al interior
de la unidad sociocultural y en qué aspectos principales (sistemas de
tenencia, acceso a pisos ecológicos, acceso a áreas colectivas, tipos de
autoridad).

INSTRUMENTO:
ESTADO DE SITUACION 2

IDENTIFICACION DE LOS SISTEMAS DE


TENENCIA DE LA TIERRA

Productos esperados

 Identificación de las formas de tenencia de la tierra


 Identificación de las formas de titulación y existencia de títulos

Preguntas principales

? Las comunidades han sido tituladas alguna vez? Qué tipo de


títulos tienen (individuales o colectivos)?

? Cuántos ayllus y comunidades no tienen títulos?

207
? Cuáles son las necesidades para la titulación? Los ayllus y
comunidades tienen mecanismos para garantizar el derecho de
los comunarios sobre su tierra?

Procedimiento de trabajo

Se elaborará una matriz para determinar cuántas comunidades tienen


títulos, y al interior de ellas el tipo de títulos que tienen los comunarios.
Se realizarán mapas parlantes por comunidades para identificar las formas
de uso de las parcelas (individualmente, familiarmente o comunalmente).

INSTRUMENTO:
ESTADO DE SITUACION 3

IDENTIFICACION DEL SISTEMA DE CARGOS

Productos esperados

 Actual sistema de cargos por niveles en el conjunto de la unidad


sociocultural (incluyendo todas las autoridades).
 Relación comparativa del sistema de cargos (antes y actualmente).

208
 Funciones y roles del conjunto de las autoridades y relación de cargos
y funciones que se han perdido o modificado.

Preguntas principales

? Cuáles son las principales autoridades en todos los niveles de la


unidad sociocultural? Qué restricciones existen para cumplir
con estos cargos? Qué cargos se han perdido de manera
definitiva (en qué nivel del ayllu)?

? Cuáles son los principales roles-funciones de estas autoridades?


Qué funciones han cambiado con el tiempo? Qué funciones se
han perdido con el tiempo? (Incluye autoridades eclesiales,
políticas, estatales, y otras).

? Cómo se eligen a estas autoridades? (por turno y rotación entre


unidades territoriales, rotación puna y valles, otros)? Es posible
realizar un recuento de los ciclos de rotación en los últimos
años? Todas las autoridades son pasadas por el hombre y la
mujer? Incluso el de autoridades políticas (corregidores)?

? Cómo se relacionan estas autoridades (a nivel horizontal y


vertical)? Quién depende de quién? Quién posesiona a quién?
Qué año se posesionan?

? Qué nuevas autoridades existen que no son consideradas


tradicionales? Los corregidores auxiliares o agentes cantonales
son considerados autoridades tradicionales? Qué restricciones
existen para cumplir con estos cargos?

209
? Existen problemas entre autoridades tradicionales y sindicales?
Está de acuerdo con modificar el nombre de sus autoridades?
De sindicales a tradicionales? En qué cambia esto la autoridad
que tienen las autoridades?

Procedimiento de trabajo

Con los resultados del instrumento 1 se elaborará un registro de todas las


autoridades por niveles en la unidad sociocultural. Se trabajarán con
matrices cada uno de los temas identificando las principales variables, es
decir: funciones (antiguas funciones, nuevas funciones, cambio de
funciones), restricciones (originarios, agregados y forasteros, hombres y
mujeres), formas de elección, incorporación de nuevas autoridades al
modelo político-organizativo tradicional. La relación entre autoridades
puede realizarse con una matriz insumo-producto. Adicionalmente, se
realizará -de manera coloquial- un balance respecto a los problemas de
relacionamiento entre autoridades tradicionales y sindicales.

INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 4

IDENTIFICACION DEL NIVEL QUE


CORRESPONDE
A TIERRA COMUNITARIA DE ORIGEN (TCO)

210
Productos esperados

 Identificación de la modalidad y características del saneamiento.


 Identificación del nivel de la unidad sociocultural que corresponde a
TCO.
 Identificación de las ventajas y desventajas de la modalidad y nivel de
titulación seleccionado.

Preguntas principales

? Es conveniente ser titulados con un solo título colectivo? Existen


comunarios que tienen títulos individuales y familiares? Están
dispuestos a renunciar a sus títulos individuales?

? Quiénes desean ser titulados como TCOs? Quiénes desean ser


titulados como propiedades comunarias? Quiénes desean ser
titulados de manera individual? La selección de una o varias
modalidades de titulación, que tipo de conflictos produciría en
las comunidades y ayllus?

? Si existe consenso para tener un título colectivo, cuáles son las


autoridades que entre sus roles cumplen con la distribución de
recursos y solución de conflictos de tierras? A qué nivel
corresponden estas autoridades? Sucede lo mismo en todos los
ayllus?

? Están de acuerdo en titular como TCOs al nivel que


corresponde a las autoridades que han sido seleccionadas
anteriormente? Ventajas y desventajas?

211
? Tomando como referencia dicho nivel, existe algún conflicto de
linderos entre comunidades por debajo de este nivel que no
haya podido ser solucionado por esta autoridad?

? En caso que no exista conflicto sería bueno delimitar los


mojones de los cabildos-comunidades-ayllus por debajo del
nivel seleccionado como TCO? Porqué si y porqué no?

Procedimiento de trabajo

Apoyados en el mapa de la unidad sociocultural se podrá visualizar la


estructura territorial y las autoridades del conjunto de la unidad
sociocultural. En este sentido, los sistemas efectivos de cargos cumplidos
por las autoridades originarias, son de fundamental importancia para
determinar el nivel de la estructura segmentaria de la unidad sociocultural
a ser titulada como TCO, en el entendido que la TCO tiene que
corresponder a un nivel donde exista una autoridad tradicional que
cumpla roles efectivos de administración, manejo y solución de conflictos
en el acceso a los recursos. Adicionalmente, es importante determinar la
necesidad o no de delimitar los mojones de las unidades territoriales que
están incluidas en el nivel de la TCO que se ha identificado, detectando
si en estas unidades existen o no conflictos y si han sido solucionados por
las autoridades de la unidad sociocultural.

212
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS
5

IDENTIFICACION DEL NIVEL QUE


CORRESPONDE
A DISTRITO MUNICIPAL INDIGENA (DMIO)

Productos esperados

 Identificación de la modalidad y características del saneamiento.


 Identificación del nivel de la unidad sociocultural que corresponde a
TCO.
 Identificación de las ventajas y desventajas de la modalidad y nivel de
titulación seleccionado.

Preguntas principales

? La unidad sociocultural se encuentra dentro de la jurisdicción


de un solo municipio? Se encuentra en las jurisdicciones de
varios municipios? Cuántas comunidades están en esos otros
municipios?

? En qué nivel de la unidad sociocultural se encuentra la (s)


autoridad(es) máxima(s) que representa a todas los cabildos-
comunidades-ayllus, y parcialidades? Está autoridad cumple

213
efectivas funciones de representación de la unidad
sociocultural?

? El nivel que corresponde a esta autoridad coincide con la


jurisdicción del Distrito Municipal Indígena Originario o
Mancomunidad de Distritos Municipales Indígena Originarios?
Es necesario ajustar, en función a este criterio, el DMIO o
MDMIO?

? Esta autoridad tiene que representar al DMIO o MDMIO, o es


necesario elegir otra autoridad? Es una autoridad tradicional o
es una autoridad que ha sido impuesta por el modelo
republicano? Cómo elegimos al subalcalde indígena?

? Si el subalcalde indígena es una autoridad que no es la


tradicional, cómo las autoridades tradicionales ejercerán control
social sobre el subalcalde indígena? Cómo el subalcalde
indígena puede ser una autoridad que forma parte del propio
modelo organizativo de la unidad sociocultural?

Procedimiento de trabajo

Apoyados con un mapa de la unidad sociocultural se podrá visualizar la


estructura territorial y las autoridades del conjunto de la unidad
sociocultural. En este sentido, los sistemas efectivos de cargos cumplidos
por las autoridades originarias son de fundamental importancia para
determinar el nivel de la estructura segmentaria de la unidad sociocultural
que tiene que corresponder a un Distrito Municipal Indígena Originario
(y eventualmente a una Mancomunidad de Distritos Indígenas), en el
entendido que el DMIO tiene que corresponder a un nivel donde exista
una autoridad tradicional, que cumpla roles efectivos de representación y
gestión de la unidad sociocultural. Adicionalmente, es importante

214
determinar las modalidades de elección del subalcalde indígena y su
articulación con el modelo político-organizativo tradicional.

INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 6

INFLUENCIA DE LA DIVISION POLITICO


ADMINISTRATIVA
EN LA UNIDAD SOCIOCULTURAL

Productos esperados

 Identificación de la sobreposición de la estructura estatal (delimitación


político-administrativa) sobre el territorio de la unidad sociocultural.
 Identificación de los principales efectos de la sobreposición sobre las
unidades territoriales.
 División de unidades territoriales del ayllu como efecto de la división
político-administrativa.

Preguntas principales

? En cuántos cantones, secciones municipales, provincias y


departamentos se encuentra la unidad sociocultural?

? La división político-administrativa ha influido en la división de


los ayllus antiguos? Cómo ha influido? Qué tipo de conflictos se
han creado? Estos conflictos continúan a la fecha?

215
? Se han perdido algunos cargos importantes de las comunidades
y ayllus? Qué cargos, en qué niveles, en qué fecha? Qué otros
cargos se han creado, en qué fecha?

? Los niveles tradicionales de la organización segmentaria han


cambiado como producto de la definición político-
administrativa?

Procedimiento de trabajo

Las autoridades principales y máximas del ayllu y la comunidad,


elaborarán un mapa parlante de las unidades territoriales de su ayllu,
identificando sus principales límites en la actualidad y determinarán las
autoridades que existen en cada unidad territorial del ayllu o de las
comunidades actuales.
Se determinarán los principales aspectos relacionados con la creación de
las unidades político-administrativas, en términos de creación de nuevas
autoridades, división de los ayllus u otros aspectos positivos o negativos
relacionados con la creación de provincias, secciones y cantones.
Se visualizarán las posibilidades de adecuación de las unidades
socioculturales al régimen municipal.

216
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 7

IDENTIFICACION DE RELACIONES ENTRE


JURISDICCION TERRITORIAL,
PROPIEDAD DE LA TIERRA, Y
GESTION TERRITORIAL INDIGENA

Productos esperados

 Identificación del nivel de la estructura del ayllu que corresponde a la


jurisdicción territorial.
 Identificación del nivel de la estructura del ayllu que corresponde a la
TCO.
 Identificación del nivel de la estructura del ayllu que corresponde al
Distrito Municipal Indígena Originario.
 Relación comparativa del sistema de cargos antes y actualmente.

Preguntas principales

? Qué se entiende por territorio de la unidad sociocultural? Existe


una coincidencia en que ésta es la jurisdicción territorial de la
unidad sociocultural?

? Es posible desarrollar un proceso de adecuación de la unidad


sociocultural al régimen municipal (si son ayllus poco
fragmentados, si tiene una población mayor a 5.000 habitantes y

217
si existen posibilidades reales de acuerdo a evaluación de
relaciones entre actores -Instrumento 3-)?

? La jurisdicción territorial, en qué medida incluye a varios tipos


de comunidades? (originarias y ex haciendas). En qué medida
puede incluir varias formas de propiedad de la tierra?

? Esta jurisdicción territorial corresponde a una sola TCO? Se


han identificado varias TCOs en esta jurisdicción territorial?
Además de TCOs existen otras formas de propiedad
identificadas?

? Esta jurisdicción territorial corresponde a un solo DMIO o


MDMIO? Se han identificado varios DMIOs en esta
jurisdicción territorial? Las TCOs corresponden a los DMIOs o
MDMIO? Cuántas TCOs forman parte del DMIO o
MDMIO?

? Son las mismas autoridades las que regulan el funcionamiento


de la TCO y del DMIO o MDMIO? Se seleccionarán nuevas
autoridades para representar al DMIO o MDMIO? Cómo se
articulará con las autoridades tradicionales? Quién ejerce el
control social? Cómo se integra al subalcalde al modelo político
organizativo tradicional?

Procedimiento de trabajo

Con los resultados de instrumentos anteriores y apoyados con un mapa


de la unidad sociocultural y el gráfico del instrumento 4, se podrán
visualizar las articulaciones construidas para los tres escenarios de
aplicación de las políticas. En este momento será importante discutir los
siguientes aspectos: a) posibilidades reales de adecuación de la unidad

218
sociocultural al régimen municipal; y, b) las formas de representación del
DMIO en función a las características del modelo político-organizativo.
Cualquier forma tiene que considerar la articulación de la autoridad al
sistema de cargos vigente, ya sea en la opción que la autoridad tradicional
máxima asuma la subalcaldía indígena originaria, o ya sea a través del
nombramiento de una nueva autoridad, pero con el control social ejercido
por el sistema de cargos tradicional y elegido con las mismas reglas del
modelo tradicional. Este es un proceso de reflexión a mediano plazo que
tiene que ser iniciado en esta consulta participativa.

INSTRUMENTO:
INFORME TECNICO 8

PRESENTACION DE ESCENARIOS

Ejemplo 1
Ayllu Amarete

219
Jatun Ayllu Amarete
(A) Jurisdicción territorial
(cantón municipal)

(A)
El Jatun Ayllu Amarete
Jurisdicción
coincide con la delimitación
cantonal.
El Distrito Municipal
(D)
Indígena Originario de
Sistema
Amarete correspondía en un
A = ¿?
de cargos
(C)
primer momento al cantón
(B)
A no es = C
ión
municipal con el mismo
Propiedad Territoriail
nombre.
de la tierra indigena
El ajuste a la distritación
No existe claridad respecto
a las formas de titulación
Dos escenarios de gestión
territorial indígena originaria
divide al cantón en dos
Conflicto propiedad
(DMIOs) compatibles con
las jurisdicciones de las
Distritos Municipales
individual y colectiva subcentralías
Indígena Originarios:
Conflicto de delimitación
entre áreas comunes
Amarete y Suni Alpaqueros
poseídas por comunidades
(Ganaderos).
B = ¿?

(B) Propiedad de la tierra

En el cantón de Amarete
existe titulación individual y
colectiva sobre la tierra.
Las parcelas de los
comunarios se encuentran
dispersas entre los ayllus que
pertenecen a cada una de las
zonas, e incluso entre zonas.

220
(C) Gestión territorial
indígena originaria

El Distrito Municipal
Indígena Originario
antiguamente era compatible
con la jurisdicción cantonal.
Distritos Municipales
Indígena Originarios
actualmente son compatibles
con el sistema de cargos (un
Distrito por subcentral).

(D) Sistema de cargos

El cantón Amarete
corresponde a dos
subcentrales: Amarete y Suni
Alpaqueros cada uno con un
Mallku Central.
Cada Distrito Municipal
Indígena Originario
corresponde a una Central y a
un piso ecológico (puna y
valle-trópico).

221
Conclusiones

- Actualmente –a diferencia de lo que estaba definido en la primera


distritación (1997)- no existe una compatibilidad directa entre la
jurisdicción territorial (A) con el escenario de la gestión territorial
indígena originaria (C). Es decir, una sola unidad jurisdiccional
de la unidad sociocultural, actualmente comprende dos
escenarios de gestión territorial (DMIOs), correspondiendo el
primero al DMIO Amarete y el segundo al DMIO Suni
Alpaqueros (ganadero).
- El cambio en el anterior escenario (A = C) ha sido dado por el
logro de una compatibilidad entre la compatibilización del sistema
de cargos (D) con los escenarios de gestión territorial indígena
originaria (C), correspondiendo cada uno a una centralía sindical
(o zona).
- No existe claridad respecto a la titulación de la propiedad como
TCO o propiedad individual combinada con formas de titulación
colectiva.
- Actualmente, se mantiene el concepto de que la jurisdicción
territorial (A) es la sumatoria de dos jurisdicciones administrativas
(DMIO) y -por lo tanto- los dos distritos corresponden a una sola
unidad sociocultural. Esta única jurisdicción territorial se
adecuaría en el futuro a un solo municipio; correspondiendo a un
municipio con dos distritos indígenas: Amarete y Alpaqueros.

Fuente: Norma de relacionamiento entre Gobiernos Municipales y Distritos


Municipales Indígena Originarios. PDCR-VPEPP. 2001

222
INSTRUMENTO:
INFORME TECNICO 8

PRESENTACION DE ESCENARIOS

Ejemplo 2
Ayllu Qaqachakas

Jatun Ayllu Qaqachaka


(A) Jurisdicción territorial

El Jatun Ayllu Qaqachakas no


coincide con la delimitación
(A)
cantonal ya que forma parte
Jurisdicción del cantón de Challapata,
territorial aunque se considera como
cantón el poblado de
Qaqachaka.
A= B A=C

223
(B) Propiedad de la tierra
(D)

Sistema
de cargos
Debido a la complejidad de
las formas de distribución de
(C)
la tierra, las parcelas se
(B)
Gestión encuentran mezcladas entre
Propiedad
de la tierra
territorial comunidades, es decir,
B=C
indígena ocupan áreas compartidas
entre comunidades y ayllus.
No existen mojones entre
No existe delimitación de
mojones al interior del Jatun
Un solo escenario de
gestión territorial indígena
ayllus y comunidades al
ayllu Qaqachaka originaria (DMIO)
compatible con el sistema interior de la unidad
Las parcelas se encuentran
mezcladas entre todas las
de autoridades y con la
jurisdicción territorial. sociocultural Qaqachaka.
comunidades y ayllus.

Solicitud de TCO = DMIO = JT

(C) Gestión territorial


indígena originaria

El Distrito Municipal
Indígena Originario coincide
exactamente con la
delimitación de la jurisdicción
territorial indígena.
El Distrito Municipal
Indígena Originario
actualmente es compatible
con el sistema de cargos (una
autoridad mayor en toda la
jurisdicción territorial).

224
(D) Sistema de cargos

A todo el ayllu corresponde


una autoridad originaria
englobante: el Alcalde Mayor.
Conclusiones

- Existe una compatibilidad directa entre la jurisdicción territorial


(A) con el escenario de gestión territorial indígena originaria (C).
Es decir, una sola unidad jurisdiccional de la unidad sociocultural,
actualmente comprende un solo escenario de gestión territorial
(DMIO).
- El escenario del DMIO es compatible con un sistema de cargos
englobante para toda la unidad sociocultural.
- Se ha avanzado en la consideración de que el escenario de la
jurisdicción territorial (A) sería también igual a una sola
delimitación de Tierra Comunitaria de Origen, por la alta
dispersión de las parcelas poseídas individualmente y por las
comunidades en todo el territorio Qaqachaka.
- Esta jurisdicción territorial se adecuaría en el futuro a un solo
municipio, y no se ha visualizado la existencia de DMIOs al
interior de dicho municipio.

Fuente: Norma de relacionamiento entre Gobiernos Municipales y Distritos


Municipales Indígena Originarios. PDCR-VPEPP. 2001

225
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 9
INFORME TECNICO

RELEVAMIENTO Y PRESENTACION DE DATOS


RELEVANTES

Población total de la unidad Debe incluir la población total


sociocultural haciendo referencia a datos del
Censo 2001.
Número de comunidades Debe considerar el número total
de asentamientos de acuerdo al
nivel de la organización
segmentaria (Instrumento 1).
Forma de organización principal Resumen de los datos verificados
en el Instrumento 3.
Proyección de crecimiento Identificación del número de
demográfico habitantes empleando la fórmula
establecida.
Patrones de asentamiento Resumen de los datos relevantes
de los instrumentos 1 y 2.
Formas y calendarios migratorios Descripción de las principales
tendencias migratorias, su
temporalidad e influencia (mapa
migratorio).
Tradiciones culturales de Resumen de lo verificado en el
ocupación espacial instrumento 4.

226
Valoración de las áreas de uso y Ampliación de los datos
aprovechamiento verificados en el instrumento 2 a
través de un mapa de uso del
espacio y potencial productivo del
área.
Sistemas de producción y manejo Ampliación de los datos
de recursos naturales verificados en el mapa de uso del
espacio y potencial productivo del
área a través de una matriz simple.
Aspectos biofísicos y recursos Matriz de inventario de recursos
naturales existentes naturales existentes.
Potencial productivo del área Se identificará el criterio de las
comunidades respecto al potencial
productivo de sus asentamientos e
información que pueda ser
proporcionada por la Autoridad
de Fiscalización Agraria.
Zonas de preservación Este dato se identificará en el
mapa de uso del espacio y
potencial productivo del área.

Procedimiento de trabajo

Los datos relevantes son resultado de la síntesis de los instrumentos


aplicados anteriormente y el análisis de la información recogida en el
mapa de uso del espacio y potencial productivo del área.

227

Вам также может понравиться