Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
“Así como Wata (el tiempo) es eterno, Pacha (el espacio) es infinito; pero del mismo
modo que no hay Hanan (Alax) sin Urin (Manqha), no existe el espacio sin tiempo ni
tiempo sin espacio”.
Tata Wamani.
1
de hecho la República ha pretendido capturar a las culturas indígenas para alinearlas a
la civilización occidental. (…) es necesario acabar con los procesos de exclusión o
inclusión de o hacia una u otra civilización, sino que estas deben reconocerse y
respetarse mutuamente, para la complementación civilizatoria…
La pretensión del presente, parte de aquella… De nada sirve proclamar un
autogobierno si es que no se conocen los hitos fundamentales de la propia historia, que
nos lleva, gracias a l@s abuel@s, jóvenes, librepensador@s, eventos naturales,
narraciones y libros, hacia la sustancia misma de la cultura, vista como un sistema viable,
posible y duradero, si es que ha sido realmente comprendido… Nayra Pacha(kuti)…
…El concepto andino –aymara y keshwa- de Pacha; engloba tiempo, espacio y totalidad.
Así, Pacha denota “la totalidad e integridad de una cosa y la probabilidad de que algo
ocurra”. De allí que su sentido espacial implique “lugar”, según sea Alax, Ukhu y
Kausay. En perspectiva temporal, “pacha” refiere “tiempo”, “época de”… En la
concepción andina del tiempo, la humanidad ha vivido cinco grandes Eras: Callarani
Pacha (Principio Del Mundo), Nayra Pacha (Tiempo Antiguo), Ñaupa Pacha (Edad
Oscura), Tikharasi Pacha (Tiempo de Agua), Awqa Pacha (Tiempo de Guerra)… Cada
una de las eras había estado iluminada por una Luna que se moría cíclicamente;
entonces aparecía otra nueva y se reiniciaba el recuento de los años. El paso de una era
a la otra siempre ha estado señalado por un cataclismo cósmico (Pachatucusi/Fin del
Mundo/Pachakuti).
2
o CALLARANI PACHA
La primera Luna representa una Era primordial donde los gigantes enseñorean la tierra
y constituyen la primera civilización humana: Kusiatha, el primer Tiwanaku sumergido
aún en las aguas de mar que llegan hasta Sorata… Veamos.
…En el Nayra Uru (Día del Ojo/Big Bang), se produce una gran mezcla o confusión de
mundos: el Universo Energético. Pero como todos los elementos están mezclados y sin
vida, Viracocha los organiza con el poder de su Ojo y de su Brazo, dándoles vitalidad,
movimiento, género y especie…
3
… Wiraqocha, es a un mismo tiempo gobernador celeste y mediador entre la divinidad
y los hombres. “Pacha”, en cambio, el dios original, innominado para el pueblo, sólo
fue conocido por los “tiamusi” o sacerdotes del culto escondido…
4
Vivimos la quinta edad, de l@s mujeres y hombres de Mama/Vira/cocha, venid@s a
regenerar la Humanidad... Cada una de las edades había estado iluminada por un Sol
que se moría cíclicamente; entonces aparecía otro nuevo y se reiniciaba el recuento de
los años. En ocasiones tenían lugar grandes cambios…
La primera civilización humana perece por un diluvio que arrebata el dominio del
cosmos a una cultura que había soberbiamente creído hacerse divina para constituir un
despotismo…
Pronunciaron la palabra prohibida, su mundo se vino abajo, es el unu pachakuti que
acaba con la primera Luna…
5
LUNA 2: Nayra Pacha (Tiempo Antiguo)
6
…La primera edad, fue ahogada en el diluvio...
7
…La segunda edad, correspondiente a los hombres sagrados, ardió con la destrucción
del Sol…
…Pero Solón, repitiendo lo que había aprendido de los sacerdotes egipcios de Sais, nos
dice: «Faetón, hijo del Sol, no pudo dominar el carro del Sol y quemó cuanto había en
la Tierra; después, pereció, víctima del fuego. Cayó envuelto en llamas sobre la Tierra…
…La historia de nuestro Globo, y de los hombres que lo habitan, está sin duda
indisolublemente ligada a la historia del sistema solar y, probablemente, a la del
Universo...
…Todas las tradiciones evocan este antiguo mundo humano y su desaparición
catastrófica. Naturalmente, puede no ser más que un mito. Pero también podríamos
preguntarnos si la idea de una Humanidad que crea mitos para expresar su psicología
profunda, no será un mito moderno. Tal vez se trata de relatos adulterados de hechos
objetivos, de realidades exteriores y concretas. …Los ocultistas, que sostienen
apasionadamente que la Edad de Oro quedó atrás y que una catástrofe -de la que existe
un enojoso precedente en el pasado- vendrá a castigar justamente al mundo moderno,
8
no han dejado de facilitarnos datos. Pero sus informaciones provienen de fuentes
misteriosas, tan elevadas y secretas, que nosotros, desdichados infieles, tardamos poco
en desanimarnos. Cuando el asidero del sueño está tan alto, cuesta mucho agarrarse a
él... ¿O será que aquella gente tiene, por naturaleza, las piernas tan cortas que no tocan
el suelo? Madame Blavatsky recibe la «revelación» de la existencia de Lemuria, donde
nació «la tercera raza madre». Sumergida Lemuria, aparece una «cuarta raza madre» en
la Atlántida. Scott-Elliott, heredero de las visiones de Madame Blavatsky y de Annie
Besant, describe una «civilización tolteca», la más evolucionada de la Atlántida, así
como sus fuerzas cósmicas y sus astronaves. Rudolf Steiner (en la parte más discutible
de una obra inmensa y con frecuencia genial) añade a la epopeya de Scott-Elliott unos
detalles cuya procedencia -dice- no podría divulgar sin cometer un pecado abominable.
El coronel James Churchward afirma que un sabio hindú le envió unas tablillas escritas
en la lengua del continente lemúrido, al que denomina Mú… Paralelamente a los
ocultistas, algunos teóricos, mezclando las leyendas, la Astronomía, la Geología, la
Climatología, la Botánica, la Zoología y la Antropología, trataron de establecer el lugar
y de explicar la existencia y la desaparición de una alta civilización primordial. La obra
de Ignace Donnelly, Atlantis, publicada en 1882, alcanzó un éxito prodigioso.
Partiendo «de un montoncito de hechos y de una montaña de conjeturas», Donnelly
sitúa el Paraíso Perdido en el lugar que ocupa el actual océano Atlántico. Los dioses de
la Antigüedad son, los Señores del continente sumergido. Como su precursor
Donnelly, el psicoanalista Velikovskv, partiendo de una tesis astronómica discutible
(Venus fue, al principio, un cometa desprendido de Júpiter, que rozó por dos veces la
Tierra), explica el Génesis y el Éxodo, y justifica la Escritura por el recuerdo de una
tremenda catástrofe física…
9
Hace 67 millones de años la Tierra chocó con un gran meteorito, el 65% de las
especies desapareció, entre ellas el dinosaurio.
…La tercera edad, de los hombres salvajes, se terminó con guerras, pestes y la rebelión
de los objetos contra sus señores. Fue ahogada en el diluvio…
…Hubo una época muy lejana, en tiempos antiguos, en la que el sol se escondió y el
mundo quedó en la oscuridad durante 5 días. Entonces en la oscuridad se rebelaron
todos los utensilios del hombre contra sus dueños. En este período de oscuridad, los
esclavos y utensilios de los hombres, los mutka (morteros o piedras de moler), marop
(morocas de moler) y especialmente las tinajas se levantaron contra sus dueños y los
atacaron. Todos los animales se levantaron también y querían, lo mismo que los
utensilios, devorar a los hombres… La Tierra Media, diría Tolkien…
…Se oscureció la faz de la tierra y comenzó una lluvia negra, una lluvia de día, una lluvia
de noche. Llegaron entonces los animales, tinajas, comales, platos, ollas, perros, piedras
de moler, todos hablaron, se sublevaron y amenazaron con quemar a los hombres…
10
Hace 730,000 años ocurrió otro impacto cósmico.
…Cuando se anunciaba el diluvio, Ñuqqi el pastor trató el asunto con sus hijos y
esposas, 4 parejas, recolectando la mayor cantidad de ganado y comida posibles,
marchándose a la Isla llamada Titikaka, donde ya se habían refugiado las aves y los
animales terrestres y en la que se protegieron en un refugio en la roca, en el cual
metieron muchos animales y víveres…
Durante el año postrero llovió tanta agua y en tanta abundancia que se cayeron los
cielos, llovió tanto tiempo, que anegó todas las tierras bajas. Iba creciendo cada día
tantas varas la inundación que faltaban alimentos y no había cómo sembrarlos, era
mucha gente. Poco después el mar comenzó a subir y a cubrir las llanuras y montes, y
las aguas de los océanos se vaciaban sobre los continentes, rebasando las montañas más
altas; dejando siempre libre la cumbre del Titikaka, que tenía la propiedad de flotar en
el agua. Y las aguas se llevaron y ahogaron todos los hombres que había o las gentes se
volvieron peces; de ellos se hicieron todos los géneros de pescados que hay…
…Todo se lo llevó el agua; toda forma de vida había desaparecido y el cielo cesó porque
cayó sobre la tierra. Así cesaron de haber hombres, excepto Ñuqqi, 4 hijos y los suyos,
que se metieron en la cueva refugio del Titikaka, la cual anduvo sin hundirse sobre el
agua y que como las aguas iban creciendo y anegando la tierra, iba levantándose la Isla
Titikaka de tal manera que jamás fue cubierta de ellas. Sin embargo, las olas rompían
11
tan arriba, que todos los animales se vieron obligados a amontonarse por completo en
lo más alto. La cola del zorro quedó bajo el agua, por cuyo motivo es negra desde
entonces… Zorro es Pachacámak, el político, quien hereda un territorio desértico y
devastado por la reciente separación de continentes, quedando América como un
pedazo extraído de una corteza continental que se desplazaba hacia el otro confín del
mundo…
Eran tiempos de Chamak – Pacha o Edad Oscura, en que los hombres se debatían
entre la sombra eterna y la nieve sempiterna; en que tres relatos narran los orígenes
de Tiwanaku: Menciona uno la metrópoli de gigantes, construida antes del
cataclismo líquido producido en las riberas del Titicaca. Alude otro a los inmensos
bloques de andesita, de asperón y de basalto verdinegro en la ciudad–santuario,
refiriendo que tan descomunales piedras fueron transportadas por el aire al toque
de una trompeta tocada por los magos andinos. Añade el tercero que “Tiwanaku”
fue construida en una sola noche, pues, como se tratara de un pueblo remotísimo
caído en idolatría y libertinaje, la divinidad lo castigó y el pueblo pecador remaneció
convertido en piedra. Nadie sabe quienes la fundaron. Si los sabios hablan de
migraciones hipotéticas, trasplantes nórdicos, mongólicos, polinesios, orientales, los
investigadores nacionales replican con la tesis de la autoctonía: pudieron ser
lemures, atlantes, nahuas, mayas o finalmente los “antis” (de “anta” = cobre), los que
dieron su nombre a la insigne cordillera. La capital (Aztlán), fue construida por el
sistema denominado Apu Kon Ticci Illa Wira Qocha (Con Ticci Viracocha). En
quechua, apu significa señor, tiqsi significa fundamento, base, inicio; Illa es rayo,
mientras que wiraqucha proviene de la fusión de dos vocablos: wira (grasa) y qucha
(contenedor de agua lago, laguna). En la simbología de los antiguos andinos, la grasa
era una figura de la energía y el agua, el elemento capital del ciclo vital del universo.
12
…Hace un año galáctico, es decir, veintiséis mil años terrestres, emergió esta
civilización altamente desarrollada, que se impuso en todo el mundo conocido:
Atlanthis, cuyo pueblo aportó a la raza humana conocimientos invaluables, como el
fuego, el sistema hidráulico, la agricultura, la edificación de viviendas y confección
de tejidos. Se trata de una civilización altamente desarrollada en el plano tecnológico.
Atlanthis poseyó una poderosa y numerosa flota marítima, tan avanzada que no vio
la necesidad de proteger sus puertos y ciudades costeras, ya que ningún pueblo hostil
de la época constituyó amenaza evidente para estos. Además, la mayoría de su
población vivía al interior de su continente natal y navegando en altamar,
comerciando a través de todas las rutas marítimas existentes. Nos las habemos con
la confederación transcultural de naciones que habitaban en lo que hoy se conoce
como América, ya que su propio nombre proviene de dos vocablos que lo explican:
atl (agua) y antis (corrugado), la tierra de los Antis, Los Andes. Como relata Platón,
la superficie del continente era comparable al África y Asia juntas. En su interior se
hallaba la llanura inmensa del altiplano. La ciudad de Aztlán se prolongaba desde el
Titicaca hasta la cordillera de Lípez, casi 600 km., cuyo centro era el lago Poopó,
dotado de una colina fundacional, a partir de la que se habían extendido anillos
concéntricos y un canal angosto que venía desde el mar. Poseía dos fuentes de agua,
una fría y la otra caliente. Brillaba intensamente, pues el revestimiento de sus
paredes era de oricalco.
13
minerales complejos, aleaciones de propiedades singulares, procedimientos a los
que la industria rusa dedica actualmente un vivo interés, sino que, además, utilizaban
aleaciones especiales, como el eléctrum, que jamás hemos sentido la curiosidad de
estudiar en serio, aunque conozcamos las fórmulas de fabricación. En síntesis,
diremos que la ciencia antigua fue tan o más desarrollada que la actual, pues el hecho
de no adherir a las bases técnicas de la modernidad no significa que antiguamente
no hayan existido conocimientos científicos fundamentales, ligados a una lógica
distinta de comprender la relación hombre/naturaleza…
Su gran despliegue técnico fue trasplantado a las colonias que poseían en las costas
de la China, India, Australia, África, el Mar Mediterráneo y Mesopotamia, además
de recalar en puertos del Mar Báltico. Tiwanaku, entonces, habría realizado
excursiones hacia el norte, y viceversa, verificándose la plena autoctonía que, desde
su foco tiwanakota, irradia marítimamente su idioma -originariamente Pukina, luego
adaptado al Aru para formar el Aymara y Keshwa, lenguas que bien pueden marcar
el encuentro intercivilizatorio- “a varios grupos de las islas del Pacífico, como las de
Sandwich y las Marquesas” y las de Uta hiti o “lejos de casa” donde, junto a “la
migración lingüística, se encuentra la antropológica de éste su vecino y Oriental
Continente”. Ergo: Oyéndose de allí voces de la lengua Andina del Titicaca y sus
ecos en el Asia, o en Ala lacka y en Siam o Thi hama y la India, se pasa hasta el pie
del Himalaya y a la Persia donde los Aryanos se proclaman del Uru, de este viejo
Oriente Andino. Y encontrándose en universal odisea de viajes allí la lengua madre
del Illimani y del Illampu, se pide una ligera cuenta de sus vicisitudes y peripecias al
Indostán o al Urán o Irán, a la Mesopotamia o Asiria, al Árabe o Urupi y al Egipto,
a Moisés y al Hebreo, así como episódicamente a la juvenil Europa, en sus indelebles
denominaciones corográficas y nacionales, inscritas sobre todo en Atenas y la
Grecia, en Italia o Utalla y la Iberia y Germania, en la vieja y fecunda lengua de los
Andes, que así aparece alta, segura y estable, resplandeciente como ellos.
14
Civilizaron, pues, a todos los pueblos con quienes tuvieron algún contacto. Pese a
comerciar intensamente, era el propio continente quien proveía de todo lo necesario
para su existencia. Esta variedad de zonas y por consiguiente de climas, desde el frío
glacial de las cumbres eternamente nevadas hasta el calor sofocante de los valles
profundos; atesorando en las abruptas serranías caudales metalíferos de inestimable
valor y fecundizando en sus impenetrables bosques una lujuriosa vegetación, robusta
y múltiple; rasgando el vacío de insondables abismos con sus torrentes de deshieles
cristalinos y amenizando la soledad de sus floridas estancias con las cántigas del ave
canora, del mirlo y del jilguero; viendo remontarse en el éter al águila, el cóndor y
el buitre carnicero, y arrastrarse perezosa sobre la verde grama la culebra, la boa y
la víbora de cascabel: es representar la exposición más admirable de todo cuanto
puede ofrecer la madre naturaleza. En lo tocante a producciones, el reino mineral
posee vetas de oro, plata, platino, estaño, cobre, bismuto, antimonio, wólfram, zinc,
plomo, malaquita, cobalto, mercurio, carbón de piedra, sulfuros, sulfatos, aceites,
piedras preciosas y otras trasudaciones terráqueas; el vegetal cuenta con diversidad
de maderas de construcciones; duras y fraganciosas; fibras textiles, algodones,
bálsamos, resinas, jebes, colorantes, especias, perfumes, frutos alimenticios, flores
innumerables, plantas forrajeras y medicinales; y el animal dispone de chinchillas,
liebres, vicuñas, alpacas, llamas, venados, osos, jaguares, nutrias, antas, ganados de
consumo y domésticos, caimanes, tortugas, reptiles, pescados, aves, pajarillos y
mariposas polícromas. Tales regiones físico naturales –dada la enorme importancia
del factor hidráulico en el Macizo Boliviano- aglutinan otras tantas áreas
socioculturales fundamentales, que a su vez pueden dividirse en otras más, de
acuerdo a las regiones geográficas. Incluso el metal precioso, oricalcum (kori
collque), aleación de bronce andino con oro y plata, se hallaba a su alcance, así como
la piedra y el hierro; todos ellos existentes en el macizo boliviano. Ni qué decir sobre
los bosques que proveían madera, ni los campos donde sembraban los alimentos.
En fin, la suprema riqueza y poder político fueron indiscutibles, gestándose allí
mismo la simiente de su ruina, que vino acompasada por la victoria ideológica de
los Taguapaca/Tunupa, sistema ético/político basado en la ideología imperial
conquistadora y despótica, que bajo un concepto militarista de predominio, llevó a
15
esta notable civilización a una encrucijada histórica que fue finalmente resuelta por
un cataclismo cósmico que sumó a las catástrofes naturales el uso de armas
electromagnéticas que atentaron contra la ecología de la época, produciéndose un
diluvio conocido como Uno Pachakuti, que cambió completamente la faz del
planeta, con el desplazamiento de las capas tectónicas y la separación del continente
Atlante del resto del planeta, alrededor del 13.000 a.n.e. Hubo trastornos
geológicos, imperios altaneros, devastaciones, éxodos, tumulto y destrucción de
pueblos; tantas veces cuantas la planta humana afrontó las revoluciones de la
naturaleza (...) Veamos, sintéticamente, los factores anotados.
Hace veinte mil años, esta civilización técnica y científica dominada por los
Taguapaca/Tunupa, concibió el proyecto de domesticar el viento solar. Se
construyeron, en diferentes lugares de la Tierra, monumentales aisladores en forma
de pirámides. En su cima había algo parecido a un súper láser. Mucho tiempo
después, estos instrumentos seguirían hurgando en la memoria confusa de las
generaciones supervivientes. Los hombres construirían pirámides, sin comprender,
y colocarían a veces, en la cima, piedras reverberantes, engastadas en metal. Se
intentó el experimento. Pero el poder arrancado al Sol aniquiló la ambiciosa
civilización, fulminó un mundo que vio «enrollarse el cielo sobre sí mismo, como
un pergamino, y teñirse la Luna como de sangre». Los grandes aisladores se
volatilizaron. En vez de ellos, se encontraría mucho más tarde, en el siglo XX de
nuestra Era, en diferentes lugares de África, de Australia, de Egipto, proyecciones
constituidas por vidrio sometido a una enorme temperatura y bombardeado por
partículas de alta energía: las tectitas. ¿Hubo supervivientes entre los detentadores
del saber? Tal vez algunos de ellos habían buscado refugio en profundas cavernas...
La situación, después de la gran catástrofe, no fue sólo desastrosa geológicamente
(continentes hundidos o sumergidos), sino también biológicamente. El bombardeo
de la atmósfera había creado una considerable cantidad de carbono radiactivo. Al
ser absorbido por los animales y por los hombres, debió de producir mutaciones y
provocar la aparición de híbridos fantásticos. Estos híbridos -centauros, sátiros,
hombres-pájaros- sobrevivieron largo tiempo en el recuerdo humano, hasta los
tiempos históricos de Grecia y de Egipto.
16
Contemplemos un mapa del mundo. ¿Es un rompecabezas cuyos pedazos fueron
separados? La costa oriental de las Américas parece haberse despegado de la
costa occidental de Europa y África ¿Se habrá separado poco a poco, hasta el
punto de convertir un estrecho en ese Atlántico de 4.800 kilómetros de anchura?
¿Y el océano índico? ¿Y no parecen África del Sur, Madagascar, la Antártida y
Australia pedazos de un rompecabezas a la deriva? Hace ya mucho tiempo, los
geólogos se vieron sorprendidos por las semejanzas de formaciones rocosas
descubiertas en África del Sur, el Dekkán, Madagascar y el Brasil, y algunos de
ellos formularon la hipótesis de un continente primitivo: el Gondwana. Los pri-
meros estudios de la geología antártica les incitaron a atribuir una parte del
continente austral al Gondwana. En diciembre de 1969, se descubrió en la
Antártida (Montes Alejandra) el cráneo de un listrosauro. Éste es un reptil que se
supone que vivió a principios del período secundario, hace 230 millones de años.
Fósiles análogos habían sido encontrados en África del Sur y en Australia. Existen
similitudes evidentes entre las floras fósiles de la Antártida, de África del Sur, de
Australia y de América del Sur. Y el carbón de la Antártida procede de fósiles de
grandes árboles que hacen pensar en un clima ecuatorial…
El paleomagnetismo es el estudio de la dirección y la intensidad del magnetismo
de las rocas. La importancia de esta magnetización estriba en que está orientada
en el sentido del campo magnético terrestre en la época del enfriamiento. En la
roca sedimentaria se halla, pues, contenida la indicación de la orientación del
campo magnético de la Tierra en un período dado. Al proseguir en Europa los
estudios sobre formaciones rocosas cada vez más antiguas, se descubrió que,
cuanto más viejas son las rocas, nos dan posiciones del polo magnético más
alejadas de la del polo geográfico actual. Ciertas rocas de hace cuatrocientos
millones de años nos dan un polo situado en el ecuador. Así, pues, los polos, o
los continentes, han cambiado de sitio. El estudio de las rocas de una misma
época en continentes diferentes debería darnos igual posición para el polo. Sin
embargo, los experimentos dieron un resultado distinto: en vez de coincidir, los
polos paleomagnéticos de América del Norte se inclinan sistemáticamente al
oeste de los de Europa. Esto sólo tendría explicación si América del Norte se
hubiese desplazado hacia el Oeste, en relación a Europa. Lo cual nos lleva de
17
nuevo a la teoría del deslizamiento de los continentes. De manera parecida, los
antiguos polos de los continentes australes no coinciden con los polos del
hemisferio Norte. Pero existe una diferencia: otros elementos permiten suponer
que las tierras del hemisferio Sur se separaron más que las del hemisferio Boreal.
Las direcciones de magnetización tomadas de piedras sedimentarias de África
Central sitúan el polo Sur en la República Sudafricana. Datos análogos
observados en Australia sitúan aquel mismo polo, en igual período, en la parte
meridional de Australia. Si estas indicaciones proporcionadas por África y
Australia sobre la posición del polo Sur, hace trescientos millones de años, son
exactas, Australia debía encontrarse situada, en aquel entonces, un poco al Norte
y junto a la costa este de África del Sur. Eso confirmaría la teoría de que, hace
trescientos millones de años, las tierras formaban una sola masa…Numerosos
datos experimentales indican que, en todos los puntos de la superficie de la Tierra
donde pueden realizarse estudios con medios suficientes, se producen numerosos
cambios de clima, aparentemente súbitos. Según Hapgood, esto es explicable: la
corteza externa de la Tierra, prácticamente rígida, sufriría -de vez en cuando-
considerables desplazamientos sobre las capas internas, viscosas, plásticas y tal
vez fluidas. Tales desplazamientos pueden producirse como efecto de fuerzas
relativamente débiles ejercidas sobre la corteza y procedentes del movimiento de
rotación de la Tierra, el cual tiende, a su vez, a alterar el eje de rotación. En una
región polar, el hielo se deposita de manera continua, pero no se distribuye
simétricamente alrededor del polo. La rotación de la Tierra actúa sobre estas
masas de hielo de manera irregular y produce un movimiento de acción centrífuga
que se transmite a la corteza rígida de la Tierra. Este movimiento centrífugo, que
aumenta constantemente, puede haber provocado, al alcanzar cierta fuerza, un
deslizamiento de la corteza terrestre sobre el resto del cuerpo de la Tierra, que
acercaría las regiones polares al ecuador. Es indudable el trecho de que la corteza
terrestre es lo bastante resistente para no hundirse bajo el peso de los hielos. La
cuestión estriba, ahora, en saber si esta corteza terrestre puede efectivamente
deslizarse sobre las capas internas. Hapgood admite la existencia, bajo la corteza
terrestre, de una capa viscosa sobre la que se deslizarían los continentes, como
icebergs sobre el agua. En realidad, gracias a indicios indirectos, y a la sismografía,
creemos saber que el grueso de la Tierra está compuesto de este modo: a) Una
corteza exterior, de 35 kilómetros de profundidad, que se adelgaza hasta 11
kilómetros debajo de los océanos. b) El «manto», región que va desde la parte
inferior de la corteza hasta una profundidad de 2.900 kilómetros y que se
compone de una zona rígida de 100 kilómetros (litosfera), una zona parcialmente
en estado de fusión, de varios centenares de kilómetros (astenosfera), y una zona
de rigidez considerable (mesosfera). c) El centro, cuya temperatura se calcula en
6.000 grados centígrados, mientras que, en su límite con el manto, es
18
probablemente de 4.000 grados. El calor de la litosfera es constante, pero más
elevado a lo largo de una franja estrecha en el fondo de los océanos, que recibe
el nombre de cadena medio-oceánica. Se formaría una nueva corteza sobre la
cima de esta línea de crestas, mientras que la antigua corteza sería absorbida por
las depresiones marinas. De este modo, el fondo del océano, situado entre las
cadenas y las depresiones, se desplazaría progresivamente. Si se crea una nueva
corteza al nivel de las cadenas, es preciso que la corteza más antigua se destruya,
en alguna parte, a fin de que la Tierra conserve siempre la misma superficie.
Según la hipótesis de la expansión de los fondos submarinos, esta corteza se
destruye en el emplazamiento de las depresiones oceánicas. En lo que respecta a
la violencia y a la frecuencia de los temblores de tierra, el sistema de depresiones
oceánicas es la zona más activa del Globo. En estas regiones, los terremotos son
corrientes e importantes. Además, es en aquellas depresiones donde ocurren los
sismos más profundos que conocemos, y que se producen a una profundidad de
700 kilómetros. Los temblores de tierra asociados a la red de depresiones se
extienden en un plano que forma un ángulo de unos 30 grados con el de la cuenca
oceánica. Algunos terremotos se producen debajo de las depresiones.
19
Así, los continentes se encuentran encajados sobre estas placas y siguen sus
movimientos. En las dorsales medio-oceánicas, “cadenas montañosas continuas con
una longitud de aproximadamente 40.000 km, que se extienden a través de todos
los océanos”, se crea una nueva corteza oceánica: “El magma, o roca en estado de
fusión, se eleva y desborda la falla, o rift, solidificando en forma de capas de lava,
sin llegar hasta la superficie de la corteza”. La intrusión de nuevo material “obliga a
los costados de la falla a desplazarse en sentido contrario, separándolos cada vez
más a medida que el magma se introduce dentro de la falla”. Luego: En las cadenas
medio-oceánicas, los bordes de la placa se separan continuamente y nuevo material
surge del manto, que se va soldando con los bordes de arrastre. Cuando dos placas
se encuentran, los bordes son convergentes, incrustándose una por debajo del manto
de su vecina. El material más liviano asciende para unirse a la parte inferior de los
continentes. Las placas continentales que contienen material más liviano flotan sobre
las placas oceánicas. Estas últimas se deslizan debajo de las primeras, quedando esta
zona por una fosa oceánica. (…) Una amplia cuenca oceánica madura, del tipo
océano Atlántico, se ha formado en lugar del antiguo continente. La zona de
subducción cambia de dirección para hundirse debajo del continente, formando una
cadena montañosa del tipo cordillera.
El Unu Pachakuti fue la catástrofe atlante, 13.000 años a.n.e. tragó Aztlán y destruyó
las principales ciudades de la Atlántida, logrando sobrevivir quienes se refugiaron en
cuevas y áreas subterráneas, además de los que navegaban, desembarcando en
lugares tan disímiles como África, Oceanía, Asia; así como los que se hallaban
resguardados, como Egipto, los Alpes, Urales o Himalayas; pretendiendo allí
reconstruir su civilización, que influyó decisivamente en todas las culturas
florecientes, como Babilonia, Egipto, etc., quienes registraron sus eventos míticos;
tanto así, que por su sabiduría fueron considerados dioses, originando de tal manera
los dramas sagrados que dan vida a las nuevas civilizaciones. Cada cultura llamó a
este continente “perdido” de forma diferente: Rutas, Keftiu, Mu, Atlanthis, Hiva,
20
Hawaki, Bolutu, Gondwana, etc. Su paulatina recuperación puede verse en el
neolítico, entremezclándose mayoritariamente con las razas humanas primitivas.
El conocimiento ancestral suyo fue de tanta utilidad esta nueva época, que –una vez
más- la ideología imperial Taguapaca/Tunupa les impulsó a la guerra de conquista,
con resultados diversos. Así, en Egipto pudieron edificar los cimientos de una
cultura que cayó derrocada por la rebelión de los esclavos, aunque ya habían dejado
la estela de sus creencias en la base social de tal país, incorporando su panteísmo
taurino a la tradición local de Horus, quien luego de ser reemplazado por Osiris,
devino en faraón. El año 9.000 a.n.e., disputaron y perdieron la guerra en Grecia;
en Abya Yala se asociaron a los Wari para de tal forma expandir su conocimiento
al conjunto sociogeográfico existente. Fue tras el hundimiento de su capital y el
consiguiente lodo que anegó su ventana marítima hacia el mundo, que los Viracocha
reiniciaron su sistema ético/político, enfrentando a los Taguapaca/Tunupa, en un
sistema biótico que aún se hallaba en plena transformación, suscitándose fenómenos
que hoy podrían entenderse como insólitos…
21
ahuyentando a los animales salvajes (jaguares, serpientes y pumas) y a los duendes
(...) y hombres de los bosques, que la habitaban previamente. Los Wari Viracocha
Runa son sumamente primitivos: visten con hojas, se cobijan en cuevas naturales, se
alimentan de frutos silvestres (aunque conocen los rudimentos de la agricultura) y
carecen de ceremonias religiosas. Durante la segunda edad, “que dura 1.312 años”;
los Wari Runa inician la vida sedentaria “en las quebradas y valles templados”.
“Perfeccionan la agricultura; cultivan sementeras, construyen andenes y acueductos
e inventan herramientas de labranza”. Edifican viviendas de piedra y se visten con
cueros de animales. Guamán Poma los califica de “bárbaros”… Estas dos edades
primitivas forman una unidad porque ambas se designan con el nombre de Wari,
que significa salvaje o silvestre, y porque en sus consideraciones finales, el cronista
los reagrupa en una sola era habitada por gigantes. Además, en otro pasaje nuestro
autor agrega: “los muy antiguos indios que llamaron Pacarimoc Runa (‘los de la
aurora’, los originarios de la humanidad), Wari Vira Cocha Runa, Wari Runa no
tenían oficios ni artificios ni beneficios ni guerra ni casa ni ninguna cosa, sino
entendían romper tierra virgen y hacer andenes en las quebradas y en peñas”. Estos
seres primitivos son pues gigantes protohumanos, definidos como salvajes, tanto por
su denominación como por la forma bárbara de vida que llevaban, a merced de los
animales salvajes y de las amenazas naturales. Su cultura es incipiente y su
organización social es apenas embrionaria…
…Y después del Unu Pachakuti, al paso que iba el agua menguando y recogiéndose, se
iba la isla bajando hasta quedar asentada en su lugar en medio del lago sagrado. Debajo
de ella estuvo escondido y guardado el sol todo el tiempo que duraron las aguas del
22
diluvio, pasado el cual, salió de allí y comenzó a alumbrar al mundo por aquel lugar,
siendo aquella peña la primera cosa que gozó de su luz…
…Inti Wat´a es en realidad la entrada a un refugio, al lugar sagrado donde estuvo
resguardado el Sol mientras duró el Diluvio Universal…
…Pasados muchos días de cesado el Unu Pachakuti, Ñuqqi envió el ulluhuanga, que
no volvió por comer cadáveres de los animales muertos; envió a otro pájaro y éste
volvió con hojas verdes, ya se podía salir…
…Después de haber perecido casi todos los hombres, salieron de la cueva refugio del
Titikaka por una ventana de piedra, que es la boca o respiradero de dicha cueva de
PacariTampu, Ñuqqi y los 4 (hijos/hermanos/Ayar) con sus parejas; los trajo el hacedor
del mundo por las cavernas de la tierra hasta salir por aquella cueva con semillas de
maíz y coca y otros sustentos dados por el Creador, con los cuales, se pusieron en
camino para el valle del Qusco…
…Y cesadas las aguas, se asomó Ñuqqi Kun Ticci en Tiwanaku, inspiraba veneración y
mostraba gran autoridad; dominaba la naturaleza, tenía tan gran poder, que de los
cerros hacía llanuras y de las llanuras hacía cerros grandes; fuentes en piedras vivas, y
como tal poder reconociesen, llamábanle hacedor de todas las cosas creadas…
Normalmente le llamaban Apu Kun Ticci Illa WiraQucha, tan poderoso que repartió
el mundo en 4 partes, a 4 Apu Mallkus; y que de sus hijos volvióse a poblar el mundo…
Y escribió lo acontecido para la memoria del hecho y para ejemplo de los venideros en
los edificios de Tiwanaku…
TIEMPO DE GUERRA: AWQA PACHA
…Pasado el diluvio y seca la tierra, WiraQucha determinó poblarla por segunda vez.
Y para hacerla con más perfección decidió criar luminarias que diesen claridad. Así
salió del lago sagrado, por primera vez, el sol; allí de improviso entró Apu KunTicci
Illa WiraQucha a nuestro mundo como la luz, separando el día de la noche…
Entonces le tocaba repoblar la tierra, y para hacerlo, Apu KunTicci Illa WiraQucha,
23
fuese caminando por el lago sagrado, y haciendo tierra en el lugar conocido ahora
como Tiwanaku, tomó cuatro arcillas de distinto color y dio forma a cuatro
Viracochas…
…A medida que las manos del creador formaban las figuras humanas las iba
colocando en los sitios de salida de la OcuPacha (Pacarinas) como estatuas… el
criador formó de barro en Tiwanaku las naciones todas que hay en esta tierra, pintando
a cada una el traje y vestido que había de tener, y así mismo dio a cada nación la lengua
que había de hablar…convocó luego a los 4 Viracochas hijos de Inti y Pachamama,
entregando a cada uno 1 nación; y al Apu Mallku Kollan Ápac, elegido como el
Principal, le fue entregado el báculo. Le dijo: Taunac ápac: Tú y tus descendientes
habéis de sujetar el liderazgo entre los hombres y ser grandes señores; siempre tenedme
por padre, preciándose de ser hijos míos sin jamás olvidaros de reverenciarme como a
tal….
…Y a todos los Apu Mallkus mandó WiraQucha que viviesen sin desavenir; y les puso
cierto precepto que debían guardar inapelablemente, que no lo quebrantasen so pena
de castigo severo: No codiciaren ni envidiasen los reinos vecinos de sus hermanos, y
que no se agrediesen los unos a los otros, y que si la casa de alguno de sus hermanos
requiriese asistencia, todos acudiesen a apoyarle… Y acabando de decir esto, les entregó
sus Báculos, que desde entonces usaron él y sus sucesores … y que, hecho esto, les
mandó se sumiesen debajo de la tierra, cada nación por sí, para que de allí fueran a
salir a las partes y lugares que él mandase, Y así los 4 Apu Mallkus con sus naciones se
fueron a poblar las 4 esquinas del mundo, y que unos salieron de los suelos, otros de
los cerros, otros de fuentes, de lagunas, de troncos de árboles, y otros de varios
diferentes lugares … a los cuales comenzaron a venerar, cada provincia al suyo como
wakas o dioses principales, y así cada nación vestía con el traje que a su waka pintaba…
…El Apu Mallku Kollan Ápac vino a salir a este lado del mundo, en el Lago Sagrado,
en la Isla Titikaka.
…Y que luego de poblada la tierra y dejar sus instrucciones y enseñanzas, prometió a
los hombres que regresaría en un tiempo indefinido. Y se dispuso que el sol se fuese al
cielo para dar luz al mundo y que anduviese por el curso que hoy anda. Y luego Apu
Kun Titi Illa WiraQucha concibió a las estrellas y a la luna; mandó que saliese la luna
y que las estrellas se posicionen y así fue hecho. Cuando concluyó estos 2 actos de
creación, del ser humano y de los astros, se subió luego desde WiñayMarka al cielo
junto a Phajjsi (la Luna) y WaraWaraKocha (la Vía Láctea) a ponerse cada cual en el
lugar que tienen…
…Tiahuanaco, a más de cuatro mil metros de altura, en los Andes, era, pues, una de
las cinco grandes ciudades de la civilización marítima de fines del periodo terciario,
construidas por los gigantes conductores de los hombres. Los discípulos de Horbiger
24
encuentran allí vestigios de un gran puerto, de enormes muelles, y del cual partían los
atlantes -pues sin duda se trata de la Atlántida- a bordo de naves perfeccionadas, para
dar la vuelta al mundo siguiendo el cordón oceánico y tocar en los otros cuatro grandes
centros: Nueva Guinea, México, Abisinia y Tibet. Así, aquella civilización se extendía
a todo el Globo lo cual explica las tradiciones que registra la Humanidad... y ellos,
desataron la guerra total, en su propia tierra, los Taguapaca/Thunupa…
…El concepto andino –aymara y keshwa- de Pacha; engloba tiempo, espacio y totalidad.
Así, Pacha denota “la totalidad e integridad de una cosa y la probabilidad de que algo
ocurra”… De allí que su sentido espacial implique “lugar”, según sea Alax, Manqha y
Aka… En la concepción andina del tiempo, la humanidad ha vivido cinco grandes eras
o Soles… El paso de una era a la otra siempre ha estado señalado por un cataclismo
cósmico; según Morúa, habían pasado cuatro soles, sin éste presente que nos alumbra:
El Primero se perdió por agua… El Segundo, cayendo el cielo sobre la tierra, y que
entonces mató a los gigantes que había y que los huesos hallados por los españoles, son
de ellos… El Tercer Sol saltó por fuego: Pachakuti Nina… El Cuarto por aire. Este
Quinto Sol ellos lo tenían pintado en el templo de Coricancha, hasta 1554...
El concepto central de esta Era consiste en entender al Multiverso como el conjunto de
las redes de relaciones de todos con todos y comprender a la Tierra/Pachamama como
un super/organismo vivo que se autorregula y constantemente renueva, tal cual
comprenden las Comunidades y Pueblos Indígenas, Originarios, Comunarios,
Campesinos e Interculturales desde su cosmovisión ancestral enfocado por la
educación del vivir bien. Esta lógica funciona sobre todo en aquellas culturas que
25
valoran las diferencias, las oposiciones y acogen contribuciones de donde quiera que
vengan. Gracias a esta lógica se podrán establecer, en el futuro, relaciones creativas
entre los sexos, las razas, las ideologías, las religiones y respecto de la naturaleza, se
valorarán los distintos ecosistemas del mundo como complementarios. Es la lógica de
la simbiosis. El pensamiento ecológico, basado en las ciencias de la Tierra, no puede
ya basarse en la ciencia reduccionista. No puede aislar a los seres, organismos y
fenómenos del conjunto de sus inter-retro-relaciones que son las que constituyen lo
concreto. Por eso debemos distinguir sin separar. Conocer un ser es conocer su
ecosistema y la trama de sus relaciones. Es importante que conozcamos la parte en el
todo y el todo presente en las partes.
26
La cuarta edad, de los guerreros, se hundió en la decadencia...
V LUNA
1
Ximena Medinaceli: “Historia Prehispánica en Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período
Prehispánico 1. Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del
Banco Central de Bolivia. La Paz, 2006.
27
hipotéticamente trazada una dirección que va de norte a sur y de tierras altas hacia valles
y tierras bajas, “aunque esto no sea una norma”. Empero, existen también ciertas
diferencias, como el temprano contacto de las altas culturas con el español, muy
posterior en tierras bajas. El Macizo de Charcas queda formado por los siguientes
contornos: por el norte, el ramal Cochabamba-Vallegrande; por el sur, el de Lipes-
Tarija; por el Occidente, los eslabones de Asanaque, Frailes, Lípes, Chichas; por el
Oriente, la Cordillera de Caiza, con los suyos de Aguarague, Charagua, Vallegrande.
Geográficamente, caracterizan al macizo de Charcas su posición central en el territorio
boliviano y su enorme ensanchamiento.
Los períodos históricos a decir de Guamán Poma de Ayala, son:
I. Wariwiraquchuruna 5.475 a.n.e. Duración: 800 años.
II. Wariruna 4.675 a.n.e. Duración: 1300 años.
III. Purunruna 3.375 a.n.e. Duración: ¿?
IV. Awkapacharuna 2.243 a.n.e. Duración: 2.100 años.
V. Inka Manqu 143 a.n.e. de 160 años, alude a la dinastía legendaria.
VI. Sinchi Ruga 17 n.e. Desde Sinchi Ruga 1515.
VII. Año de la muerte de ambos (Waskar y Atahuallpa): 1532
VIII. Presente 1613 n.e.
28
Guamán Poma confirma que los primeros habitantes andinos centrales fueron hijos de
una época diluvial “sin influencia católica”, sino por hallarse conforme con la vieja
tradición de los mayores”: De esta manera, Guamán Poma describe al hombre andino
como una generación post/diluvial que, por encontrarse ante una naturaleza floreciente,
es hondamente religiosa y adoradora de un Dios abstracto sin manifestación cultural
visible, pero que lleva el sello de su herencia, que es el agua de los lagos, la qucha de
los wariwiraqucha. La gente vivía de la recolección de frutos, economía parasitaria que
induce a Poma a decir: “no sabían hacer nada”, piadosos y pacíficos: “andavan como
perdidos”, sin saber a dónde iban, descripción de la vida nómada de los recolectores
de frutos y raíces. Una vida sin ídolos que idolatrar, en condición de “salvajes” de
“Zacharuna”, que en quechua significa hombres de vida arborícola.
De tal manera, como mamífero antropoide de rol predador; el hombre andino enfrenta
tigres, al otorongo y probablemente a los últimos representantes de megatherium que
pudieron sobrevivir con la alta flora de los últimos bosques altiplánicos, ya en proceso
de inicial degradación natural. El retrato de la cubierta vegetal y animal descrita por
Poma es el fiel retrato de los Andes en los últimos tiempos del pleistoceno y principios
del reciente geológico y prehistórico holoceno, pues se conoce muy bien que el paisaje
de origen cuaternario sobrevivió hasta tiempos muy cercanos a los históricos en
América, con su flora y fauna características. Una razón podría ser la aparición tardía
del fuego logrado artificialmente por el hombre, que devastó su medio,
fundamentalmente los bosques, e indirectamente la fauna.
Poma designa como seres malignos espiritualizados a los hapinuno. Se trata de seres
pequeños con pecho de notables dimensiones, asociados ellos al manqa pacha,
pertenecientes al inframundo que descendió y se salvajiza.
En el siglo XVII, señala Fray Antonio de la Calancha: “Hubo una cueva muy grande y
en ella muchos difuntos gentiles, y entre ellos tres cuerpos de gigantes, de disformes
cabezas, vestidos de cumbi. Estos son los progenitores de todos los deste pueblo…”. Es
29
posible, entonces, aceptar la existencia de antepasados humanos de gran estatura , 2
EDAD PALEOLÍTICA
parece la más adecuada, siguiendo siempre lo trazado por Dick Ibarra Grasso. Refiere
Condarco Morales:
30
poblamiento que, a lo largo de distintos períodos, permearon el vasto territorio andi-
amazónico-platense de dicha manera.
La Cordillera de los Andes abriga en sus rugosidades las cuevas que sirvieron de
morada a los primeros habitantes de la Montaña, cazadores-recolectores que de Bolivia
se desplazaron hacia los Andes Centrales del Perú, llegando a “Pikimichay en
Ayacucho, Guitarrero en el Callejón de Huaylas, Lauricocha en Huanuco, Cunas
(Chupaca) en Junín, Toquepala en Tacna, Kelkatani en Puno”. Pero tal hecho político
es fruto, necesariamente, de algún tipo de asociación humana que le de consistencia.
Respecto a este fenómeno, que podría definirse como el de la convivencia humana,
acudimos al Dr. Alipio Valencia Vega4, quien puntualiza:
4
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.
31
En criterio del Dr. Manuel Morales Dávila5, la Horda “fue la organización social más
antigua de la humanidad. Corresponde a la edad paleolítica”. Sus características
fundamentales se pueden resumir así:
La posesión de las cuevas ha dado lugar a múltiples “luchas fratricidas” entre los
hombres altiplánicos, como también contra los costeños. El origen de los conflictos en
las sociedades prehistóricas (principalmente andinas); se halla muy ligado a la
“cuestión” del espacio vital de los cazadores-recolectores. “Se aduce que el hombre
antes de haber aprendido a pronunciar palabra alguna, aprendió a combatir con
extrañas fieras y seres tan salvajes como él, con los que se disputaba un carnoso hueso
con que calmar el hambre o la ocupación de una tibia caverna donde guarecerse. La
naturaleza no le había dotado con buenas armas para luchar o con que defenderse”,
refiere Rómulo Zanabria Zamudio6:
5
Morales Dávila Manuel, Morales Olivera Manuel: Derecho Constitucional. Cuatro Temas. Trabajo
colectivo supervisado por Manuel Morales Dávila, catedrático – UMSA. Sexta edición. UPS
Editorial. La Paz, 2000.
Época en que los humanos “habitaban los árboles y las cuevas, desarrollando utensilios poco
pulimentados, por lo que aquella edad se denomina paleolítica o de la piedra sin pulir.
6
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
Perú, 1994.
32
reaccionar tirando piedras y esgrimiendo un grueso madero a modo de porra o
bien arrojando un largo palo a manera de jabalina.
... si por una parte, el hombre está influido por su medio, por otra, aparece como
ordenador de ese su mismo medio, operando en forma permanente en una
interacción constante de influencias recíprocas con su mismo medio; es decir, como
resultado de acciones y reacciones interdependientes e interactuantes del hombre
con el medio que le rodea. En este sentido, la vida material de la comunidad
constituye una realidad objetiva, independiente en cierto grado de la voluntad de los
hombres y esta realidad material, al formarse el mundo de las ideas políticas y las
instituciones jurídico-políticas, juntamente con las demás ideas y teorías, es reflejo de
la existencia del hombre en tanto ser social, o sea que su origen último se encuentra
en las contradicciones materiales de la vida de la comunidad humana.
A diferencia del hombre procedente del Viejo Mundo, el hombre/mujer de Abya Yala
fue un “hombre en posición erecta”, lo que “le permitía el ejercicio de la recolección y
la caza así como la defensa personal”, organizándose en hordas que devinieron
“bandas” o “pequeños grupos de familias jefaturados por el más fuerte y el más hábil
para alimentar y defender” a la “banda”; luego, refiere Rómulo Zanabria Zamudio8:
7
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.
8
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
Perú, 1994.
33
Para estos hombres que ya conocían el fuego desde la época del “Hombre de
Pekín” y que solían cubrirse el cuerpo con un simple taparrabos de piel de caballo
arcaico, lobo marino u otro animal, las cuevas de los Andes representaban
verdaderos espacios vitales, en igual forma las zonas donde realizaban sus
operaciones de recolección y caza; de ahí que tanto la cueva como la o las zonas
de caza y recolección eran consideradas bienes comunes de la “banda” y por
ende eran resguardadas con celo y vigor; máxime si encontrar buenos lugares
para acampar era a no dudarlo tarea difícil, ya que lugares abrigados como las
cuevas de los Andes no existían en todas partes. La posesión de ellas debió
defenderse con toda energía de cualquier grupo extraño, particularmente en la
Era Glacial cuando las “bandas” regresaban de las operaciones de caza del
mastodonte o del caballo arcaico y en el postglacial, durante la caza de guanacos,
tarukas y vicuñas. No era un derecho de propiedad pero sí de posesión de la
cueva, el que originaba a menudo una lucha colectiva entre “bandas” diferentes,
hecho que buen puede considerarse como la génesis de la guerra en los Andes…”.
Uno de los principales motivos de fricción suscitado entre los cavernícolas de la misma
banda, indudablemente, se atribuye a la necesidad de tenencia –ilícita, si no llegaba a
producirlas-, de la mayor cantidad posible de armas para la defensa, cacería y “atractivo
erótico para la mujer” cuya sumisión “condujo a la tenencia de otro tipo de riqueza”;
ergo:
La libertad sexual que hasta entonces primaba en las cavernas debió haber sufrido
un cambio brusco, puesto que en el futuro cada mujer no habría de pertenecer
por igual a todos los hombres ni cada hombre a todas las mujeres. Es probable
que no obstante la promiscuidad en la cueva, el hombre habría logrado que la
mujer sea considerada un bien individual del varón, es decir que así se había
instituido la base de la familia. Sin embargo esta institución no debió ser tan sólida
puesto que el hombre incluyó también en la esfera familiar a cuanta mujer sentía
inclinación y simpatía por él. Esta situación privilegiada de poligamia de seguro
que despertó la codicia de los menos favorecidos y entonces el “robo del arma”
34
y el “amor a la bella” desataron las más intensas pasiones y el más fuerte impulso
bélico entre individuos de una misma “banda”. He ahí también la génesis de la
guerra interna, puesto que la moral de la “banda” ya no consideraba armas y
mujeres como bienes o servicios de uso común, ni el hombre aceptaba un intento
de perder algo que consideraba suyo.
Siendo la tendencia humana hacia la asociación (horda, familia, clan, tribu, estamento,
clase, nación, estado, civilización), los hombres jamás podrán existir aislados. Todas las
formas enunciadas por Alipio Valencia Vega9, necesariamente han de referir a una
colectividad agrupada, una Comunidad, según la índole que revista. Luego, a decir del
autor:
Para el Dr. Alipio Valencia Vega, un individuo aislado no puede conseguir nada
perdurable, carece de significación en tanto unicidad desvinculada del todo social. Los
individuos necesitan unir sus esfuerzos para lograr las finalidades que le son propias –
prosigue Alipio Valencia Vega-, adquiriendo entonces un carácter colectivo:
Quienes se unen en forma primaria y natural, son los miembros de una familia, y
después, las familias entre sí, constituyen la comunidad primitiva. Es que la
comunidad y el principio de asociación son tan antiguos como el hombre y no son
producto de la voluntad de éste. Por consiguiente, la sociedad humana es una
colectividad de gentes, compuesta de partes vivas que son los mismos hombres-
miembros que han surgido agrupados para trabajar según un plan tácito en
finalidades comunes de defensa y subsistencia. Para la existencia de la comunidad,
9
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.
35
prima un principio de cohesión inevitable, más fuerte que cualesquiera tendencias al
aislamiento o a la independencia individual.
Para el autor, la individualidad humana surge una vez constituido el grupo social y no
a la inversa; es decir; concibe al ser individual como un resultante comunitario, un ser
social por naturaleza y necesidad:
Por eso, sólo en el estado social, surge el hombre como individualidad procurando
su interés personal y la conservación y expansión de su yo, pero también opera como
ser social, atraído hacia sus semejantes por una afinidad poderosa y por
determinación de sus propias necesidades que sólo puede satisfacerlas asociando sus
esfuerzos a los de sus semejantes. De ahí que el individuo aparezca egoísta,
relacionando toda cuestión vital a sus intereses personales y ejercitando en el
desarrollo de la lucha por la vida una posición contraria a los demás hombres a
quienes considera como sus competidores y adversarios, pero también adquiriendo
la categoría de ser social, que practica la comunidad y asociación de su existencia con
sus semejantes, para desarrollar su propio destino y tratando a los demás hombres,
ya no como adversarios, sino como auxiliares y amigos.
Por medio del lenguaje se estrecha la convivencia y los hombres pueden ampliar su
dominio sobre la naturaleza, mejorar sus esfuerzos y procedimientos de trabajo,
estrechar sus mutuas relaciones y acumular su experiencia, procurándose así una
fuente inagotable de conocimientos. Los hombres que, simultáneamente al empleo
del lenguaje, ejercitaron su facultad de pensar, desarrollaron también
consecuentemente, su propia conciencia.
36
centrípetas de socialización, se alojaban las centrífugas de guerra. Entonces, “si el
diferendo se iniciaba con una riña individual de palabra o con las armas, es casi seguro
que ello dividía a la ‘banda’ en dos grupos antagónicos”, refiere Rómulo Zanabria
Zamudio10; suscitándose batallas campales escasamente reflejadas en las pinturas
rupestres de las cuevas prehistóricas; “actitud bélica” de individuos y bandas entendida
como una lucha sangrienta entre dos o más agrupaciones armadas, además del choque
ritual, violento y brutal entre individuos armados. Pero la caza resultaba todavía la
ocupación masculina por excelencia:
El arte de los cazadores que pintaron las paredes de su refugio era de inspiración
mágica y no estética. El artista era mago o brujo (shaman). Las imágenes que
pintaba aludían en cierta medida a las fuerzas divinas de la naturaleza y eran
instituidas como objetos de culto y adoración para la “banda”. Función similar
desempeña la cueva considerada “útero”, es decir la matriz terrestre que ha
influenciado en el devenir histórico de la familia. (…) Las primeras
manifestaciones de una religión debieron tener pues asiento en el arte parietal de
las cavernas como un “Ley motiv” de la supervivencia. De sus muros pintados, el
“shaman” habría hecho derivar las fuerzas necesarias para ejercer dominio
espiritual sobre el resto de la “banda”, puesto que la cooperación era esencial
para el funcionamiento adecuado de ese primitivo sistema socioeconómico que
imperaba en la comunidad. Su poder radicaba como es lógico, en el poder de su
mente y en la astucia para crear y mantener la ideología, aspecto que
naturalmente devino en una situación de jerarquía y poder. Esta situación como
se sabe, por más simple que sea, se traduce en una dicotomía de funciones: Un
elemento que manda y otro que obedece. El “shaman” era el amo, su tarea era
dirigir y gobernar a la luz del fresco parietal que a manera de Corán, Biblia o
Carta Magna se reflejaba en las pupilas de los cavernícolas que obedecían.
Por ello se ha llegado a concebir “que el Estado en su forma primitiva era fruto de las
cavernas, en donde el ejercicio del poder se concentraba en manos de un solo hombre
a través de una ideología”, dado que representaba la más grande astucia en la caza y
dirección de la horda. Precisamente, “una función de la ideología, vale decir de la
religión, era mantener unida a la comunidad para impulsar sus proyectos y
aspiraciones”.
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
10
Perú, 1994.
37
En la horda “buscamos vestigios históricos de la autoridad y de las normas de conducta,
dos elementos básicos que nos permitirán acercarnos a lo que es el Estado”, refiere
Morales Dávila. Veamos aquello con calma:
Aparentemente, será el clima uno de los factores primordiales a la hora de enfocar tales
rituales y enfrentamientos:
38
la sierra están supeditadas al clima y la altitud, ya que clima y altitud son dos
factores agresivos para el combatiente de otras regiones. Serán nocturnas cuando
el claro oscuro lunar lo favorezca a condición de que el frío no sea nocivo para
el combatiente. Las fuerzas a base de elementos costeños y/o selvícolas requerirán
a menudo de uno o dos días de aclimatación para combatir en las tierras altas de
los Andes, no así si las fuerzas son netamente de procedencia serrana.
Y fue la guerra uno de los fundamentos que articuló estatalmente las comunidades,
desplegando a través de las armas prehistóricas un intenso proceso de configuración
societal, como refiere Rómulo Zanabria Zamudio : 11
11
Zanabria Zamudio, Rómulo: Visión castrense del antiguo Perú. Municipalidad del Qosqo. Qosqo,
Perú, 1994.
12
Condarco Morales Ramiro: “La Edad de Piedra en Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período
Prehispánico 1. Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del
Banco Central de Bolivia. La Paz, 2006.
39
Así, prosiguiendo con Ramiro Condarco Morales, el paleolítico presenta tres niveles o
fases de evolución, que son las siguientes:
El Musteriense “es, en Europa, uno de los períodos (el segundo) del Paleolítico Medio, pero éste
no sólo coexiste con el Levalloisense, esto es: con el primero, sino que el Musteriense antiguo
corresponde al tercer interglaciar (Riss-Wurm) y se halla estrechamente vinculado con animales de
clima cálido (Rhinoceros mercki, Elephas antiguos, Hippopotamus major) y, en algunos lugares de
Europa es contemporáneo del Acheulense, segundo del Paleolítico Inferior, como en el caso de la
Riviera, donde se encuentra industria musteroide y Acheulense a la vez”.
40
aunque perdura hasta de 15.000 a 12.000”. En síntesis, hablamos –de acuerdo con el
autor- de una antigüedad mínima en 30.000 años antes del presente.
En cambio, estudios geológicos más recientes muestran que la primera superficie del
planeta apta –por enfriamiento- para albergar a la fauna y flora es Abya Yala, de lo que
se desprende que también sería la primera en condiciones de albergar la vida humana,
confirmando las tesis del pensador boliviano Emeterio Villamil de Rada.
Particularmente, sostenemos que puede hablarse de una población nativa de América
(indígena y originaria en la significación propia del término, esto es, nativa y no alude
“raza” alguna) y otra migrante por las vías Oceánicas (Pacífico, Atlántico, Antártico) y
continentales (Bering, Panamá), que siendo entonces alienígena, se mezcló con la
indígena, generando una cultura propia. La entrada del Viscachanense fue fruto del
encuentro suscitado entre la Comunidad Indígena Andina de Viscachani con otra
Alienígena que había llegado “vía Bering”; hace aproximadamente treinta mil años
antes de nuestra era.
13
Ayampitin. Sitio arqueológico ubicado en territorio argentino, que dio su nombre a la cultura
Ayampitenense, que se habría expandido hasta la actual sur de Bolivia y que según Ibarra Grasso
tuvo relación directa con Viscachani en el altiplano paceño. Se considera a las Ayampitenenses como
grupos recolectores y cazadores especializados por los restos líticos que fueron hallados como
piedras de moler y puntas de flechas trabajadas en sus dos caras arrojadas mediante un propulsor.
Pruebas de carbono 14 le han dado a esta cultura una antigüedad de 8000 años comparables con las
cuevas de Lauricocha en Los Andes centrales peruanos que tiene una datación de 9500 años.
41
Esta cultura se localizó en la terraza de Viscachani, La Candelaria (Chuquisaca); Potosí;
Carangas (Oruro); Vila Vila y Cliza (Cochabamba). Se difundió en Córdoba
(Argentina); Lauricocha (Perú central); Jobo (Venezuela) y Norteamérica. A decir de
Ibarra Grasso, estos son los “paleolíticos superiores” (Ayampitinenses) de quienes
descenderían los “pueblos cazadores del Chaco” (Matacos, Tobas, Zamucos y otros);
en tanto que (siempre según el texto), los Sirionó oscilan ambos orígenes (20.000 a
30.000 a.n.e.).
Supone la aparición de un nuevo pueblo portador de “una cultura más evolucionada
que la precedente”. Cronológicamente se compara a “un Solutrense pleno y tardío de
la prehistoria de Europa”, con una antigüedad de alrededor de 10.000 años antes del
presente. Es la transición entre la etapa neolítica y el precerámico.
Marcos Michel López: “Arqueología de Bolivia”. En: Historia de Bolivia. Período Prehispánico 1.
14
Ximena Medinaceli Gonzáles (Coordinadora). Pp. 49 y ss. Fundación Cultural del Banco Central
de Bolivia. La Paz, 2006.
42
social en bandas y movilidad territorial amplia para el aprovechamiento de recursos,
tomando en cuenta las características regionales y locales.
Wariwiraquchuruna 5.475 a.n.e. Duración: 800 años.
Son los Wari aquellos habitantes del paleolítico superior que ingresan en escena, con
Guamán Poma, prosigue nuestro autor:
Nos las habemos con un hecho debidamente justificado por la ciencia empírica,
prosigue Ramiro Condarco Morales:
Conviene tener presente que Ulloma, sobre las orillas surorientales del lago
Minchin, se halla a 65 kilómetros de Viscachani y tanto como Curawara, al sur,
Calamarca al noreste, Sica Sica al este, Achiri al Oeste eran el perímetro de una
enorme reunión de cuadrúpedos cuyo epicentro era Viscachani, zona
estratégicamente situada a 30 kilómetros del más alto avance nororiental del lago
meridional, el Minchin, por un lado, y a 60 kms de la zona septentrional de la
lengua acuática suroccidental del lago boreal, el Ballivián, por el otro. Esto
significa, desde el punto de vista antropogeográfico, que la ruta más adecuada
43
para el desplazamiento de las primeras hordas de recolectores de raíces, frutos
silvestres y moluscos eran las orillas orientales de los lagos prehistóricos, dadas
las mejores condiciones climáticas imperantes en los Andes orientales,
condiciones así calificadas para los estudios geológicos relativamente recientes, y
que por lo mismo permitían mayores posibilidades de disputar a los animales las
copas de los árboles y más que todo, las cavernas.
Se ha estimado que los “gigantes Wari” medían alrededor de dos metros y medio,
superando notablemente a los posteriores migrantes de Asia –estatura media- y los de
origen oceánico “que no superaban la talla de 1.70 metros a lo sumo”. Se trató de
“recolectores de frutos espontáneos y de crustáceos y peces, pero también, de
conocedores del uso del fuego, como arma de defensa”. La tradición del diluvio
(Unupachakuti) revela que tales Wari vivieron en un cataclima, en una época que
Guamán Poma sugiere menor a 800 años (5475 / 4675 a.n.e.), con sólidas bases de vida
nómada, que concluiría por la presión de nuevas corrientes migratorias demográficas
procedentes del norte hacia los Andes Centrales, conviviendo con las anteriores, que
finalmente se desplazarían hacia el sur.
15
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXVIII pp. 395 y ss. La Paz, 1985.
44
Las ocupaciones sucesivas notables son: la recolección, la caza, la pesca, el pastoreo
y un incipiente cultivo de la tierra. La propiedad es común y la división del trabajo
que nace de la actividad de la familia, como comunidad de descendencia, se basa en
las aptitudes y diferencias naturales de sus miembros unidos por vínculos de
parentesco. En esta comunidad, las ideas son resultado de las condiciones materiales
de la vida, y la concepción acerca del mundo es infantil, reflejando el escaso dominio
humano sobre la naturaleza y la propia organización social.
Más allá de asumir como infantil un período conocido como “la infancia del género
humano”; debe recalcarse que dicha comunidad primitiva “no es autoritaria y los
hombres son iguales entre sí en derechos, rigiéndose por las determinaciones
colegiadas de los más adultos”. En el transcurso del tiempo, mediante un proceso que
duró siglos, como respuesta a las necesidades múltiples de la colectividad, aparecen los
jefes electivos (primus inter pares).
En cuanto a las jefaturas, existe un jefe –normalmente el más anciano del grupo- que
solamente representa el rol de primero entre sus iguales (primus inter pares) “que
conserva su autoridad mientras son necesarias sus funciones”, pudiendo su mandato
revocarse en cualquier momento. Tratándose de este diseño de comunidad estatal -a
decir de Alipio Valencia Vega-, “en esta etapa todavía no hay Estado”, que surge “de
modo necesario en la comunidad”, como “fenómeno social que sobreviene en
determinada etapa histórica” y en cuanto se cumplen determinadas condiciones
histórico-sociales:
Sin embargo, hasta que se produjo el Estado dentro de la evolución social, los
hombres estuvieron unidos anteriormente en comunidades por diversos vínculos no
autoritarios. La comunidad primitiva se transforma en comunidad estatal, es decir
política en el instante en que las relaciones humanas, tanto con la naturaleza que le
provee de recursos, como con sus semejantes, hacen necesaria la presencia de una
autoridad o gobierno con poder de coacción, para imponer a los hombres un modo
general de convivencia y la obediencia a determinadas reglas de conducta. Al
respecto, Harold L. Laski afirma que el Estado es “una sociedad de individuos
sometidos por la fuerza, si fuese necesario, a un determinado género de vida”.
Nos hallamos en la fase donde la horda evoluciona hacia la gens o clan, o sea, Ayllu: el
Mesolítico. La Gens o Clan –familia consanguínea sedentaria y agropecuaria de común
ancestro sin propiedad privada- conocida en Abya Yala como Ayllu –familia
consanguínea agroecológica de antepasado común y uso comunitario de la tierra- y sus
45
equivalentes Mesoamericanos; marcó el fin de los accesos sexuales indiscriminados,
inaugurando el Neolítico, del que refiere Manuel Morales Dávila : 16
16
Morales Dávila Manuel, Morales Olivera Manuel: Derecho Constitucional. Cuatro Temas. Trabajo
colectivo supervisado por Manuel Morales Dávila, catedrático – UMSA. Sexta edición. UPS
Editorial. La Paz, 2000.
Subrayados nuestros.
46
Se trataría de los Antis y Waris, Comunidad surgida del entrecruzamiento de indígenas
bolivianos con las corrientes migratorias Arawak, del norte y Nórdicas, del sur costero.
Así, los Antis (que dieron el nombre a Los Andes), se bifurcarían en dos direcciones:
Tierras Altas (Tiwanaku) y Tierras Bajas (Mojos). En todo caso, lo anterior se inscribe
en el plano hipotético. Veamos a los Waris. Nos las habemos con una Segunda Época
de Poblamiento: los Wariruna de Poma, probable Mesolítico. En efecto:
G. Poma considera a los Wariruna, no como inmigrantes recién llegados sino, más
bien, como los herederos de los anteriores y primitivos Wari/s/, que como los
precedentes se conservaron en estado de ateísmo inicial, pero que comenzaron a
trabajar “Chajras”, “Andenes” y “acequias”, carecían de casas, aunque construyeron
p´ukullu/s/ o viviendas de base circular similares a un “horno”, vestían con “cueros”,
y no adoraban ídolos ni waka/s/, pero tras labrar la tierra por muchos años, pero no
por más de 1.132, por ser bastante determinativo en el manejo de fechas, conocieron
y reconocieron a su Creador, pero sin practicar idolatría alguna, buscándolo donde
estaba. Organizaron la vida familiar y el respeto a los mayores. Con el tiempo
desarrollaron tres clases de vestuario: el de “hojas de árboles”, el de “estera de paja”,
y el de “cuero sobado de animales”.
El término “acequia” se aplica al despertar de los primeros “suka kollos”.
47
EDAD NEOLÍTICA
48
Los Purunruna adoraban a Pachacámac. Éste, a decir de Fernando Montes, era Dios
Hacedor y espíritu maligno: “en oposición al Sol”, Pachacámac crea el dominio de lo
Bajo (la costa, el subsuelo, la primera humanidad); “e impera sobre él”. Es una
divinidad de carácter ctónico: “Pachacámac significa tierra que brama o hace ruido, vale
decir, temblor”. Es “un dios antioficial que contiene en sí la potencialidad para desatar
un cataclismo cósmico o pachakuti capaz de dar fin con el orden civilizado”. Este
carácter puede ser explicado en atención a que Pachacámac fue la principal deidad de
los ichmas, “una etnia muy poderosa que fue conquistada por los incas”. Tras la
conquista, fue tanta la veneración andina que los incas respetaron su culto. Un “común
simbolismo ctónico vincula a Pachacámac con Amaru”.
49
Volvamos a los Purunruna. Fueron los artífices de la agricultura incipiente Wari,
generando paralelamente un tipo de agricultura transhumante o nomádica por la
necesidad de búsqueda de pastos. También fueron navegantes. Finalmente,
corresponde referirse al origen, estirpe y condición de los purunruna:
Varias opiniones anota Poma sobre su origen: Una, la de que ellos hubieran
salido de cuevas, de ríos y de peñas o lagunas. Otra de acuerdo con la cual
procedían los purunruna “de la casta de judíos” y que por ello debieron ser
“barbudos, zarcos y rubios”, y si eran de la “casta de turcos y moros” debían ser
también barbudos como esos otros. Otras tradiciones aseguraban, añade
finalmente Poma, que “eran” simples “salvajes animales” como cualquier
“bestia”, y que no conocieron ni Creador, ni sementeras ni casas ni armas ni
fortalezas”, criterio que Poma desestima claramente en las últimas
consideraciones que dedica a ellos.
Esta última versión peyorativa es la que adoptaron los sacerdotes católicos como
herencia, propalándola en sus escritos sobre los Urus (sus descendientes) que trajeron
los aymaras, destructores del período megalítico de Tiwanaku.
Los Urus constituyen uno de los grupos étnicos más antiguos de Bolivia
(aproximadamente 10.000 años), conservando hasta hoy características culturales pre-
tiwanakotas. Se sabe que poblaron “toda la región del eje lacustre que va desde el río
Azángaro, el lago Titicaca, el río Desaguadero, el lago Poopó y los salares”; regiones
costeras como Arequipa, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí (durante la Colonia).
Refiere Ximena Medinaceli:
Esta cultura se caracteriza por el dominio del agua, son pescadores, navegantes,
maestros en el uso de la totora con la que construyeron no solamente balsas sino
también islas artificiales y aún su vestimenta. Debido a las sucesivas olas de
poblamiento y al dominio de las regiones originalmente pobladas por Urus, se
50
fueron fusionando con distintos grupos étnicos, primeramente lo hicieron con
los puquina, y después fueron dominados por grupos de lengua aymara.
El autor hace bien anotando que ciertos rasgos tiwanakotas perviven a través de
indígenas de habla aymara; no aymara propiamente dichos, ya que los tiwanakotas
pertenecen a una cultura diferente a la aymara, que asimiló varios de sus rasgos, pero
no tuvo un origen común, cual era la creencia antigua de historiadores y antropólogos.
51
El Altiplano Sur constituye la región de Lípez en el Período precerámico (10.000 /
1500 a.n.e.), que se ha caracterizado por la antigüedad de sus tradiciones líticas, las que
se remontan a las épocas de poblamiento del altiplano. Correspondería al
“Paleoindígena Superior (Pleistoceno final)” una incursión en Lípez de cazadores-
recolectores especializados. Los sitios arqueológicos del lugar se clasifican en las
categorías siguientes: Talleres líticos, paraderos y campos de caza.
Los Valles de Potosí ofrecen dos áreas culturales, a saber: a) los valles altos y medios
de la cuenca del río Yura de Toropalca, los más poblados; y; b) las mesetas altas de
Porco17 y alrededores, ligados a la ganadería de llamas y caravanas comerciales, así como
actividades mineras. El Período Precerámico de los valles medios y altos de Potosí
(6000 / 2000 a.n.e.), se halla cobijado en la cuenca del río Yura y se caracteriza por la
ocupación de cuevas o abrigos rocosos en las cercanías de ríos, con restos de pintura
rupestre. Por otra parte, en un sitio de las mesetas altas de Porco, se ha evidenciado un
campamento estacional de cazadores.
En el Valle de Tarija, la cerámica “Tarija Inciso” correspondiente a los agricultores
tempranos de Sudamérica puede ser fechada hacia el final de Wankarani18.
B. FORMATIVO (2.000 A.N.E. / 400 N.E.)
17
Porco. Yacimientos de plata ubicados a treinta kilómetros de Potosí. A diferencia de las minas del
cerro rico de Potosí, fueron explotados por los Inkas.
18
Wankarani. Montículo ubicado en el departamento de La Paz, que dio nombre a la Cultura
Wankarani. El Centro de Investigaciones arqueológicas de Tiwanaku realizó excavaciones en este
lugar en 1966; hallando siete niveles habitacionales en catorce capas sedimentarias. Los restos de
viviendas tienen planta circular con cimientos toscos y cantos rodados sin labrar.
52
Aparecen las primeras sociedades sedentarias, alrededor del 2.000 a.n.e., “como parte
de un proceso iniciado durante el Período Precerámico Tardío”, anota Michel López,
destacando la “experimentación con el manejo de plantas” como los tubérculos,
gramíneas, cucurbitáceas, ajíes, maíz y otras variedades”, además del perfeccionamiento
de la crianza de animales que paulatinamente desembocó en un proceso de
sedentarización y establecimiento de aldeas y núcleos. Prosigue el autor:
Durante este lapso conocido en arqueología como el Período Formativo (2.000 a.C.
– cerca 600 d.C.) diferentes tradiciones culturales se formaron en varias regiones y
las trayectorias evolutivas de las sociedades comenzaron a diferir notablemente. Esto
es particularmente evidente entre las sociedades del Altiplano norte que sufrieron
complejos procesos sociales mayores a los de por ejemplo el altiplano sur.
Elementos como la adaptación al medio ambiente geográfico, estrategias en el
aprovechamiento de recursos, el desarrollo de diferentes tecnologías como la
cerámica, textilería, metalurgia, técnicas agrícolas y de conservación de alimentos, y
las características de la organización social además de los mecanismos de interacción
con otros grupos dieron lugar a una amplia variabilidad social y cultural.
No todas las sociedades siguieron los mismos procesos históricos y, por tanto, el final
de este período “varía según las áreas geográficas y regiones” en Bolivia y el resto del
continente. El continente americano fue bastante poblado antes de la llegada europea,
con diferentes culturas y pueblos cuyo contexto sociocultural fue diacrónico, esto es,
diversamente articulado en sus ciclos históricos y heterogéneamente concebido en su
desarrollo, que dista de ser lineal. Diversos grados y variadas hipótesis discurren al
respecto, desde las que se han erigido para explicar el origen del hombre de Abya Yala,
hasta las que clasifican sus civilizaciones bajo criterios operativos. Lo que se halla fuera
de duda, sin embargo, es que la más perdurable y antigua organización civilizatoria fue
Tiwanaku.
53
Las conjeturas arrancan de su propio nombre. Así, los aymaras lo conciben en dos
direcciones; la primera -señala Belisario Díaz Romero-, provendría del aymara thia-
huañacu (borde o ribera desecada) y la otra, fruto de los cronistas, parte de Taipi-Kala
(piedra de en medio). Su edad histórica oscilaría entre los 5000 a 3000 años a.n.e. Las
ruinas de tal civilización muestran el grado majestuoso que llegó a encarnar su
comunidad altamente organizada. Refiere Alipio Valencia Vega:
54
general. Ésta, dará vida a la institución política, que por antonomasia designaremos
como estado. Sostiene Alipio Valencia Vega19:
Es menester –en dicha perspectiva- atender el aporte de Hans Kelsen, quizá el más
cercano a la configuración de la organización política o estado amerindio. En efecto, el
representante de la Escuela de Viena afirma que “el Estado es pura y simplemente un
El concepto estado será escrito así, con minúscula, excepto cuando una cita bibliográfica disponga
el sustantivo con mayúscula, como es frecuente en los autores modernos, principalmente.
19
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXIX pp. 418 y ss. La Paz, 1985.
55
sistema normativo: el del orden jurídico vigente, confundiéndose allí el Estado con el
Derecho”. Luego, a decir de Alipio Valencia Vega20:
Entonces, “todos los problemas de la Teoría del Estado, son planteados y resueltos por
Kelsen como cuestiones jurídicas”, dado que será ese “su único y peculiar sentido”. El
conjunto de fuerzas psicológicas, “provocadas por la representación de normas jurídicas
y que obligan a su cumplimiento”, constituyen el poder del estado, que se resuelve –en
última instancia- “en la fuerza psíquica motivante de conductas humanas, que es
ejercida por las representaciones de las normas del ordenamiento jurídico”.
Como elemento del estado, el territorio constituye “la esfera espacial de vigencia del
orden jurídico”, es decir, “el espacio dentro del cual tiene validez un sistema jurídico
positivo”. Ergo, el pueblo o población es “la esfera humana de vigencia del Derecho”
y la soberanía consiste en “una cualidad lógica y superior del orden jurídico como
totalidad, cuya validez positiva no deriva de ningún otro orden normativo superior”. En
resumen, “el concepto de lo estatal coincide con el concepto jurídico y la relación entre
Estado y Derecho es una relación de identidad. El Estado y el Derecho se identifican
y confunden”.
La cuestión fundamental referida a “la ordenación jurídica gradual del Estado”, en
Kelsen, puede ser explicada a partir de una “hipótesis originaria de la norma
fundamental”, siendo esta:
...la norma que, única en su especie, sirve de base en el sistema integral del
Derecho a la unidad de la ordenación en su desarrollo y movimiento propios.
20
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXIX pp. 420 y ss. La Paz, 1985.
El concepto jurídico positivo aquí se referirá necesariamente a la validez, eficacia y obligatoriedad
de la norma y no así al concepto tradicional de derecho positivo escrito.
56
Sólo la norma fundamental o constitucional no procede de la ordenación jurídica,
y el conocimiento jurídico la presupone. Esta norma originaria impone en un
comienzo un órgano generador del Derecho y forma así la Constitución en
sentido lógico-jurídico.
Nos las habemos con una teoría “pura” del estado y del derecho con eficacia social e
ideológica, dotada en su despliegue de un amplio grado de validad. Al respecto,
Herman Heller señala que, al identificar al estado con el derecho, Kelsen desarrolla
una teoría del estado sin estado.
57
cúspide, combinaba tanto la economía como la cultura, civilizando así a todos los
pueblos que contactaron con ellos, incluidos los rivales ulteriores que también
avanzaron en sus formas organizativas gracias al influjo Tiwanakota. Sus mejores
ejércitos fueron crear y producir: cultura y economía. Pensamiento propio.
Con la existencia de un tipo de propiedad privada de bienes, las relaciones humanas
adquieren complejidad y extensión vasta, originándose al interior de la sociedad
agregados diferenciales como las castas, estamentos, gremios y clases, elementos que,
correlativamente, permiten el “desarrollo amplio del Estado como institución política”.
Efectivamente, de la inicial defensa externa y orden público interior; los campos de
acción del estado abarcaron mayores intervenciones en el contexto de las relaciones
económicas, políticas, sociales e ideológicas de la comunidad humana.
Pero la configuración estatal de Tiwanaku no es un capítulo cerrado, sino más bien la
invitación a investigar sus estructuras sociopolíticas. Los autores Jorge Echazú Alvarado
y José Huidobro Bellido21 aportan elementos importantes al respecto, más allá de
considerar a Tiwanaku en sentido estatal o no. Señalan ambos la sucesión de modos
históricos que van desde una formación social aldeana simple hasta otra urbana,
contemplando tareas de gobierno que denuncian cierta configuración político
administrativa compleja, de acuerdo a las necesidades que le cupo responder.
21
Jorge Echazú Alvarado y José Huidobro Bellido: “El Estado Tiwanakota”. Policopiado. La Paz,
s/f.
58
Referente a la recolección de tributos con el fin de mantener a funcionarios y
poder erigir obras de carácter público, resulta obvio, ya que así se aprecia a través
de casi todas las culturas andinas. Tributos pagados no en bienes sino en trabajo.
Trabajo dirigido en las obras públicas y el tributo para los funcionarios a través
de los excedentes de producción.
59
De las culturas Tiwanakota, aymara, keshwa y guaraní “queda mucho por descubrir y
estudiar”, prosigue Alipio Valencia Vega, resaltando las deformaciones que los
cronistas coloniales, “con su criterio feudo-católico”, llevaron a cabo. Sin embargo,
tanto los relatos orales como las investigaciones recientes, pueden brindar algunos
“lineamientos generales de la idea política de los pueblos autóctonos de Bolivia”.
En el Altiplano Sur, durante el Período Formativo en Lípez (1500 a.n.e. / 200 n.e.),
existieron vinculaciones con Wankarani y el noroeste argentino.
En los Valles de Chuquisaca, la tradición estilística Yampara es matriz de las
22
posteriores, observando un origen Arawak que penetró los valles bolivianos hacia el
formativo tardío, evidenciando así raíces migratorias de tierras bajas hacia tierras altas
en la prehistoria, razón que nos lleva a pensar que la hipótesis acerca del carácter
milenario del país, resulta muy acertada. Existen además la cerámica Omereque23,
Chicha Bicromo, Mojocoya tricolor.
El Período Formativo (1200 a.n.e. / 600 n.e.) de los valles del sur (Potosí), ha sido poco
estudiado hasta tiempos recientes. Para los valles altos y medios de Yura, se describen
los asentamientos correspondientes a este período como lugares ubicados en la base de
los valles cerca de los ríos presentando viviendas de planta circular, cuyo material se
22
Yamparáez. Cantón y provincia de Chuquisaca, Ibarra Grasso realizó excavaciones encontrando
un peculiar estilo de cerámica al que dio el nombre de Yampára. Esta cultura se habría irradiado
hacia los valles de Cochabamba, donde fue encontrada con algunas variaciones.
23
Omereque. Población ubicada en la provincia Campero (Cochabamba), a orillas del Río Mizque.
Geraldine Caballero de la UMSS confirmo la ocupación de este sitio por Tiwanaku, en base a
trabajos arqueológicos que mostraron la existencia de tumbas afiliadas a esa cultura.
60
asemeja al de Wankarani, Chullpapata24 (Cochabamba) y el noroeste argentino.
Churquini Chullpa Playa es uno de los yacimientos más representativos de la región.
El sitio es evocativo de los “pueblos constructores de túmulos” de Wankarani.
El Período Formativo Tarija Inciso (2000 a.n.e. ¿?) se ubica en la quebrada de Lourdes,
al norte del Río Guadalquivir. El Tarija Inciso pertenece a la etapa de los agricultores
andinos posteriores a Wankarani (1000 a.n.e. / 500 n.e.).
61
estructuras organizativas andinas como el ayllu y proyecta estos principios para entender
la naturaleza del Estado. Queda claro, entonces, que entre los años 400 / 800 n.e.,
Tiwanaku alcanza una organización estatal evidente en un patrón de asentamiento
jerárquico cuatripartito a nivel regional, con centros de primer, segundo, tercer y cuarto
orden, establecidos de acuerdo al tamaño, función y status de cada sitio. Este patrón
estuvo directamente relacionado con los sistemas de producción agrícola tanto en el
valle de Tiwanaku como en Koani Pampa y otras áreas del lago. Tiwanaku alcanzó su
máximo apogeo entre los años 800 a 1.100 n.e., extendiendo su influencia por gran
parte de los Andes: Este estado se expandió a través de distintos mecanismos que
variaron de acuerdo a las regiones y a la complejidad de las entidades políticas asentadas
en distintos territorios. En algunos casos Tiwanaku estableció colonias para la
explotación de recursos complementarios como en Moquegua mientras que en otros
logró alianzas con élites locales creando relaciones de dependencia, o interacción
económica a larga distancia. Los mecanismos integrativos de tipo religioso que tuvieron
su origen en el período Formativo fueron de gran importancia para unificar a las
poblaciones de la cuenca dentro del Estado Tiwanaku. Una serie de ceremonias se
establecieron para crear lazos ideológicos e identidades compartidas. La periodicidad
y repetición constante de las mismas, vinculadas a una red de centros ceremoniales,
fueron de gran importancia en este proceso. Entre los años 800/1100 se produjo un
crecimiento generalizado de la urbe de Tiwanaku y los asentamientos de esta cultura.
La urbe presenta en Tiwanaku un centro cívico ceremonial con impresionantes
estructuras construidas en piedra labrada y adobe: Entre ellas destacan la pirámide de
Akapana, el templete semisubterráneo, Kalasasaya, y los palacios de Putuni y Kerikala.
Esta parte central se encontraba rodeada por áreas residenciales o barrios, áreas de
producción especializada como talleres cerámicos, líticos y otras facilidades. Tiwanaku
fomentó la intensificación agrícola en andenes, camellones y qochas ; logrando una
enorme transformación del paisaje circunlacustre y zonas aledañas.
Obviamente, la disputa política interna entre sistemas ético/ideológicos divergentes,
produjo el enfrentamiento directo entre los Taguapaca/Tunupa y los Viracocha,
logrando imponerse estos últimos, lo que supuso la salida de sus oponentes hacia el
otro lado del mar y la feminización de quienes deciden quedarse, que de una epopeya
histórica de carácter militar, pasan a ser los personajes centrales de una epopeya
geográfica, que culmina en una trama amorosa…
62
Cachi Pampa, Origen del Lago de Sal:
En la zona de Nor Lípez, departamento de Potosí, se extiende una vasta superficie
blanca y dilatada que se pierde en el horizonte. Es el Lago de Sal o Salar de Uyuni.
A medida que se asciende la cordillera se puede apreciar en toda su magnitud el
inmenso lago blanco que se extiende hasta la base del Tunupa, montaña de 5.321
metros de elevación.
Cuentan los indios que las montañas tienen sus horas malignas; que son montañas
terribles, bondadosas unas veces e iracundas cuando quieren. Dicen entonces que en
tiempos remotos estas montañas hablaban como nosotros, los hombres y que
obedecían mandatos de Pachacamaj.
Unas eran más poderosas que otras por sus riquezas minerales. Entre estas se encuentra
el Cuzco; dicen que contrajo matrimonio con Tunu Apa, hoy Tunupa. Su origen era
noble, su riqueza y su poderío le dieron cierta ascendencia sobre todas las montaña
subalternas. Por su parte Tunupa era de origen humilde, sin muchas riquezas, pero su
temple y hermosura se superponían a los atributos mineralógicos de su marido.
Esta diferencia hizo el desgaste de su relación, en especial para Cuzco, que ya se
encontraba en amoríos con una joven ñusta de las cercanías, Ckosuña.
Tunupa, acongojada por la infidelidad de su marido, sufría y lanzaba sus lamentos de
amor al viento, quien los recogía para llevárselos lejos.
Un día Tunupa decide presentarse con el Curaca, máxima autoridad de los montes.
Como buen Curaca, Mundo hizo comparecer a Cuzco, pero el insolente ultrajó a
Tunupa y apostrofó al Curaca.
Habiendo actuado de tal manera con la máxima autoridad, los ánimos se encendieron
y terribles tempestades se desataron ese día en los altos picos de las montañas
Cuenta la leyenda que intentando repeler la agresión de Cuzco, Tunupa lo golpea
violentamente, haciéndole volar el sombrero y dejándolo calvo como hoy lo
conocemos, Tunupa se va herida y triste caminando por la Pampa Aullagas donde el
cansancio la alcanzó obligándola a dormir en plena llenura. Al despertar vio que desde
el seno de la tierra surgía Pachamama su tierna madre, quien la consoló: “No llores hija
mía, ya he sabido todo lo que te pasó, Pachacamaj, nuestro padre me ha enviado para
que castigue las ofensas y así lo he hecho. Cuzco no será de hoy en adelante sino una
montaña árida y pobre, Ckosuña guardará toda su plata en lo más profundo de sus
entrañas y los hombres para encontrarla deberán hacer enormes galerías”
Tunupa escuchaba a su madre ahogada en sollozos, sus lágrimas eran ríos que se iban
extendiendo por la planicie “Tú te quedarás en esta llanura para ser útil a mis hijos, los
hombres. Serás la montaña más hermosa de la región” Diciendo esto desapareció y
63
Tunupa al intentar moverse no pudo, esto la entristeció aún más y lloró, lloró mucho,
incansablemente, mientras de sus senos salía leche acumulada por haber tenido que
dejar a su hijo con Cuzco.
La hermosa montaña lloró tanto que sus lágrimas se fueron mezclando con la leche
que manaba de sus senos expandiéndola por toda la planicie de la Pampa Aullagas
hasta formar el Lago de Sal.
Dicen que hasta el día de hoy Tunupa sigue llorando su infortunio y entregando su
leche blanca que coagulada con la sal de sus lágrimas, va formando la gran sábana
blanca del altiplano.
64
elevado por los vientos y llevado a los Andes donde solamente otra montaña responde
con ternura y dice:
- Desoíste mi súplica, desobedeciste mi llamado y te quedaste en esa superficie
donde el espíritu del mal que nos perseguía se apoderó de ti, ahora no me queda
más que acumular el metal que tú necesitas para enviarte en grandes tropas de
vicuñas y que Supay se encargue de rellenar los huecos de tus socavones
explotados.
La feminidad en Sumaj Orcko muestra el período histórico al que corresponde tal mito,
cuyo ciclo siguiente ha resultado masculino…
Alrededor del año 1100 Tiwanaku se desintegró estatalmente “por causas aún no muy
bien entendidas”, probablemente “una serie de factores sociales, ruptura de alianzas y
cambios climáticos adversos hayan coincidido creando situaciones insalvables que
produjeron la caída de esta entidad política”.
Tunupa y el Uturuncu:
Así como muchos creen que el Lago de Sal tiene su origen de las lágrimas mezclada
con la leche de los senos de Tunupa, otros tienen una historia diferente:
Cuentan los abuelos de la región lipeña que Tunupa era el dios joven del Altiplano,
que tenía el poder de desencadenar elementos y dominarlos. Su esencia era benévola
y de virtud, él buscaba la perfección humana y anhelaba el triunfo de la nobleza del
espíritu por sobre la ignominia del vicio y la grosera materialidad que tanto subyuga a
los hombres.
Tunupa recorre el Altiplano en su misión de apóstol: predica el bien y con su poder
transforma la tierra; puede elevar una montaña dotándola de metales raros y valiosos,
como también aplanarla, convirtiéndola en extensas planicies de cultivo.
Entre todas las montañas apacibles del lugar, se revela un día el Uturuncu, montaña
pérfida y envidiosa. Pero como Tunupa no permite insolencias, en castigo recoge todo
el odio, la perversidad y el malentretenimiento que andaban sueltos por ahí y los
acumula en la entraña de aquella montaña convirtiéndolos en humo negro y denso que
no pudiera esparcirse fácil por la humanidad.
Pero el mal lo corroe todo y aunque estaba oculto en sus entrañas, hizo del Uturuncu
una montaña aún más soberbia y orgullosa, es entonces que desafiando el poder de
Tunupa comienza a correr hacia el sur llevándose consigo un manto blanco, usado por
los montes buenos. Cubrió con él su escarpada cumbre y tapó con la blancura de la
nieve robada toda su ignominia.
65
Tunupa al que nada se le escapa, advirtió de inmediato el robo de la vil montaña y se
lanzó a su persecución con el fin de acabar con el mal que tanto daño hace a la
humanidad. La carrera fue frenética y cuando Tunupa se hallaba a poca distancia para
alcanzar a su enemigo, Uturuncu le lanza la nieve robada, la que cae también en una
llanura extensa sobre la cual se fue formando un lago blanco, tan blanco como la nieve.
El Lago sirvió de obstáculo contra Tunupa que al abrir por fin los ojos, se quedó
encandilado por la pulcritud del gran lago. Por su parte el Uturuncu siguió corriendo
sin mirar atrás y cuando ya lejos se detiene a mirar lo ocurrido, se quedó ahí para
siempre, elevando sus crestas hacia su orgullosa cúspide, que desde aquel día, resultado
de la fatiga y el cansancio dejó escapar el espíritu del mal desde sus entrañas en una
fumarola que continúa hasta el día de hoy esparciendo la fuerza maligna que tanto
confunde a los hombres.
Tunupa mientras tanto se halla en la orilla opuesta aguardando el momento propicio
para acabar con el cerro pérfido y ruin.
Durante la época de desarrollo de Tiwanaku, existieron varias sociedades emplazadas
en diversas áreas geográficas que interactuaron de muchas formas con tal estado y
llegaron a conformar Señoríos y Confederaciones de carácter preestatal. De tal forma,
este período no se refiere únicamente a Tiwanaku, sino a un lapso en el que diferentes
culturas interactúan entre sí con particularidades propias.
El Señorío Intersalar de Uyuni se ubicó en la frontera entre Oruro (Provincia Cabrera)
y Potosí (Provincia Daniel Campos). En él se registraron 110 sitios de ocupación
prehispánica, que arrojan un modelo explicativo de asentamientos precolombinos: La
región fue sede de una ocupación durante un período anterior al Intermedio Tardío,
aún no bien definido, eran grupos pastorales seminómadas de origen no determinado,
practicaron la trashumancia entre las tierras altas y bajas a través de los valles de Isluga
y Tarapacá hacia la costa del Pacífico. A principios del Intermedio Tardío (+-1000 n.e.,
época post-Tiwanaku) estos grupos se sedentarizaron, intensificando los contactos
interecológicos entre el altiplano y los valles costeros de Atacama, Tarapacá y Arica,
basados fundamentalmente en circuitos de caravanas llameras, facilitando así el
intercambio y difusión social, técnica y religiosa. Hacia el año 1200 a.n.e., se instauró
un sistema de intercambio entre distintos pisos ecológicos (valles, puna, costa)
impulsados por pueblos de cultura Wankarani. Entre los años 500 y 700 n.e., una serie
de pueblos se asentaron cerca de fuentes de agua sobre las riberas bajas y medias del
salar de Uyuni, nucleándose bajo un patrón circular, la base de las federaciones
multiétnicas que ocuparon el área meridional de la región intersalar; identificándose a
los pueblos Quillacas, Puquinas y Aullagas. A fines del Horizonte Medio (800 a 1000
n.e.), estaba consolidada la explotación vertical o control de un máximo de pisos
ecológicos, mediante cuyo contacto se facilitó la difusión de la cerámica de la región
66
Intersalar, definida como Yura y Uruquilla. En el Altiplano Sur, se ha establecido una
relación directa con Atacama. Se afirma que la zona jamás fue “conquistada” por
Tiwanaku.
El Horizonte medio (600 a.n.e. / 1100 n.e.) se caracteriza en los Valles de Potosí, por
un temprano desarrollo relacionado a la época del Formativo, poco conocido, y al
diverso desarrollo de culturas locales, entre las que se halla la Cultura Chicha (que ya
se hallaba desarrollada el año 950 n.e.) y sus variantes regionales, cuya continuidad se
prolongó hasta la época de influencia Inka. El patrón común de asentamiento
corresponde a un mismo estadio cultural de la tradición sureña, representado por
variantes cerámicas regionales: pucaras o fortificaciones estratégicamente situadas en
lugares defensivos, asociadas a terrazas de cultivo. También se construyeron andenes
de cultivo en laderas aledañas a las poblaciones en relación a fuentes de agua
permanentes de los ríos, donde se cosechó papa, maíz y quinua. La tradición cultural
también se remite a la ganadería, textiles y fundición de cobre y plata. Entre los sitios
más representativos tenemos a Caima Cuchu, Totora (con dos ayllus urbanos), la
Cerámica Chicha, Yura, Huruquilla, Tacora (gran federación regional de variantes
locales influenciada por Tiwanaku).
67
Tiwanaku, de Señoríos y/o Reinos, considerando referentes etnohistóricos que hacen
mención de pueblos disgregados viviendo en continuas disputas, conformando Reinos
gobernados por Señores. La etnohistoria define a los señoríos del altiplano como
entidades regionales que agrupaban varios ayllus en relación a un señor, con idioma,
territorio y menaje cultural propio. La intervención Inka en el Kollasuyo, influyó
bastante en la reestructuración de dichas entidades, fortaleciéndolas en algunos casos y
desestructurándolas en otros, con políticas de movilización, cambio y destierro de
poblaciones a grandes escalas. Los grandes señoríos del Altiplano fueron entidades de
carácter dual ligadas por lazos consanguíneos de parentesco y estrategias de
confederación, poseían territorios discontinuos (en diferentes lugares) y zonas de
explotación en el altiplano, los valles de la costa y las vertientes orientales. Se dice que
las cabeceras de gobierno y control de estos señoríos se encontraban en las tierras altas
y que eran dirigidas por un poder dual masculino-femenino. Los señoríos constituyen
una suerte de reinos altiplánicos en el Collasuyo, mientras que las culturas regionales
tuvieron desarrollos independientes fuera del altiplano y no se ajustan necesariamente
a la figura de señorío. No todos los señoríos estaban igualmente estructurados, es decir
no todos tenían la misma organización ni contaban con un territorio tan claramente
definidos. Incluso su identidad como un grupo -de por sí- estaba en formación. Estas
diferencias se pueden observar según la situación geográfica que ocupaban. Si ocupaban
el área nuclear, es decir cerca al lago y en el altiplano, su organización era más
cohesionada y mejor estructurada. En los valles como Cochabamba y hacia los
márgenes como en Lípez, los grupos estaban más dispersos y con autoridades menos
centralizadas. Por otra parte, las culturas regionales alimentaron sedimentos de una
organización civilizacional acorde con el pasado autogestionario tiwanakota de lo local.
Son paradigmas de ambos tipos el Pueblo Aymara (Señoríos) y la Cultura Mollo
(Cultura Regional).
68
- “Soy hija de Mama-Quilla, soy la luz del amor, soy la estrella de la alegría y la
felicidad, he bajado a la tierra en busca de mi esposo que Inti me lo ha
deparado y que debe haber descendido a la tierra en un purísimo rayo de sol; a
él busco”
Sumaj Pacha azorado y confundido por la revelación y la belleza de la ñusta, pensó
que uno de sus siete hijos podría ser el esposo buscado.
Así comenzó a hablarle de todos sus hijos comenzando por el mayor, pero todos ellos
tenían el espíritu corrompido por el odio, la avaricia, el poder o el orgullo y todo esto
la vidente ñusta lo sabía, rechazando cada una de las ofertas de Sumaj Pacha.
- “Ninguno de sus hijos es el esposo que yo busco” le dijo Cusi Ckoillur al
curaca, quién la invitó a su rancho con el fin de que viera en persona a sus hijos.
Llegaron al rancho de Sumaj Pacha y el curaca empezó a llamar a sus hijos pero nadie
respondió, gritó sus nombres al cielo y en ese momento se abrió el cielo por el fulgor
de un rayo que cayó muy cerca de la casa; desde donde apareció el mismísimo dios
del mal, el temido Supay que con una sonora carcajada hizo repercutir los montes y
anunció al curaca que sus hijos, perdidos por los vicios, habían caído ya en su poder y
comunicó que en ese instante caminaban por el sendero de la montaña hacia su
morada. Luego, seguidamente le ofreció el amor de Cusi-Ckoillur.
- “Esta hermosa mujer te busca a ti” le dijo “tuya será si quieres que salven a tus
hijos”
El curaca con energía, invocando a sus dioses tutelares prorrumpió en una profunda
negativa:
- No, no, tú no podrás llegar hasta el fondo de mi alma. Retírate.
Supay se fue lanzando su carcajada por las montañas
- Has vencido la tentación de Supay y has salvado con ello a tus hijos, corramos
en pos de ellos, aún es tiempo de salvarlos. Dijo Cusi Ckoillur.
Corrieron los dos indios por los senderos y valles, venciendo precipicios, pasando
sobre rocas hasta que llegaron a la cima de una montaña llena de cactus, donde Supay
los esperaba de brazos cruzados. Se acercaron a la entrada de la caverna donde
estaban los siete hijos del curaca, pero Supay, antes de que los indígenas pudieran
entrar para salvarlos con sus virtudes, dio un golpe en la peña. La montaña se hundió
en un estrepitoso ruido y al mismo instante el sol esplendoroso y brillante se asomaba
al mismo tiempo que un hermoso arcoíris adornaba los cielos.
69
- Ese arco que tú ves es “Pacha Qoillur Tica”, -le dijo Cusi Ckoillur- está
formado por las almas de tus hijos, que convertidos en espíritus sutiles y en
irisaciones de magníficos colores, volaron al cielo, porque así lo quiso
Pachacamaj que los salvó de la furia de Supay, gracias a tus virtudes tu
austeridad y tu honradez. De los colores de ese arco, se formará la wiphala de
un pueblo que nacerá entre estas montañas y llanos de kollana. En ella estarán
los colores de tus tres primeros hijos: Puca, simbolizando la pureza de la sangre
del Incario; Qellu, la riqueza del oro en sus ríos; Kcómer, la esmeralda de sus
campos. Y ¡ay! De aquel que no sepa venerar la wiphala, bajada del cielo en el
arco iris o aureolada en el sol, en días de gloria y esplendor para ese pueblo.
El Señorío Quillaca fue una federación multiétnica que encabezaron los Quillaca y -
junto a los Carangas- formaron la Confederación Quillaca; fenómeno de aglutinación
de segmentos con identidad más frecuente en Charcas que en el norte circunlacustre.
Se ubicaron al sur del Poopó, abarcando toda la serranía intersalar desde Tambillo,
Salinas de Garci Mendoza hasta Llica (Provincias Abaroa y Ladislao Cabrera de Oruro
y Nor Lípez de Potosí). La topografía de esta zona es variada, concurren extensas
superficies llenas de centros volcánicos que constituyen los puntos más elevados del
área; el centro volcánico mayor es el de Tunupa. También se hallan pequeños valles
encajonados que poseen microclimas favorables para la agricultura, el resto es territorio
de salares y pastoreo. La Confederación Quillaca estaba compuesta por los Quillaca,
Asanaque, Sevaruyo-Aracapi y Aullaga-Uruquilla, todos habitantes del sur del lago
Poopó, los Sevaruyo- Aracapi ocupaban el territorio circunscrito los pueblos de
Quincalla y Puna en el Corregimiento de Porco. En el período colonial, los Quillaca
se subdividieron en tres repartimientos, el de Quillacas y Asanaques, el de Aullagas y
el de Uruquillas, con tres pueblos: Salinas de Tunupa, Villa Real de Aullagas y Santiago
de Guari. En el período colonial, Quillacas y Asanaques formaron un repartimiento
con cuatro pueblos o reducciones: Oropesa de Quillacas, San Juan del Pedroso, San
Pedro de Condo Condo y San Lucas de Payacollo. Los Sevaruyo25-Aracapi tenían
tierras en pleno territorio de los Caracara, en la zona de Puna. Sus caciques más
importantes fueron, antiguamente, Colque, y el más famoso, Guarachi, quien comandó
la resistencia frente a los españoles. Producían lana de alpaca y llama, papa, quinua,
cañahua; vivían de las aves acuáticas y la totora, explotaban minerales de plata y sal;
tuvieron acceso a las tierras cálidas del valle de Piosera (Chuquisaca). Cuando fueron
invadidos por los Inkas, se convirtieron en tejedores, albañiles y picapedreros.
25
Sevaruyo. Población de la provincia Sebastián Pagador (Oruro), allí se halla una “Kallanka”, edificio
incaico de grandes dimensiones.
70
El Señorío Sevaruyo Aracapi se ubicó en el período Inka y formó parte de la federación
Quillaca. Conformaron el Repartimiento de Puna y no fueron encomendados, sino
que se colocaron “en la Corona Real”. El Virrey Toledo les redujo el 1575 en los
pueblos de Talavera de la Puna (Puna, Potosí) y Todos Santos de Quincalla. Ambos
pueblos, unidos, abarcaron los anteriormente dispersos 28 pueblos, en un espacio de
30 leguas. Su población en 1575 era de 5.968 y 292 Urus. Su organización interna fue
tripartita.
Los Asanaques se ubicaban en el altiplano orureño, al sudeste del Poopó, el territorio
Quillaca hacia el sur y Asanaques hacia el este; lindando con los señoríos del Norte de
Potosí y Cochabamba. Su pueblo principal era Condo Condo (actual Condo). Junto a
los Quillacas, formaron un solo repartimiento encomendado a Diego Pantoja por
Pedro de la Gasca. Ambos señoríos fueron reducidos en cuatro pueblos de reducción:
Oropesa de Quillacas o Hatun Quillacas (compuesto exclusivamente por ayllus
Quillacas), el pueblo de Condo Condo (exclusivamente Asanaques), Challapata 26
(compuesto por ayllus de ambos, fue un sitio de presencia multiétnica que el siglo XIX
re-estableció una feria de orígenes muy anteriores) y San Lucas de Payacollo
(compuesto por ayllus de ambos señoríos más otros Aullagas-Uruquillas). Los
Cacachacas pertenecieron a este señorío. A partir de las reducciones toledanas ha sido
establecido un nuevo ordenamiento espacial-ritual; organizado en torno a los pueblos
de reducción; y económico; al restituir ferias de intercambio. La disgregación de las
antiguas unidades durante la colonia fue dando paso paulatino a una recomposición,
tanto espacial como social.
El “reino” Aullaga-uruquilla se ubicó en el Inkario y colonia temprana, al sur del Poopó
y formaba parte de la Federación Quillaca. Su centro principal fue el tambo de
Aullagas, donde se fundó luego la villa real de San Miguel de Aullagas, cerca de
Quillacas. Este señorío se convirtió -en la etapa colonial- en el repartimiento de Aullagas
y Uruquillas, incluyendo a los Urus, con su propio cacique. Las reducciones de Toledo
determinaron reunir a 19 pueblos que se encontraban dispersos en 20 leguas, en tres
pueblos de reducción: Villa Real de Aullagas (el más poblado, hoy Pampa Aullagas);
Salinas de Tunupa (hoy Salinas de Garci Mendoza, cerca al salar de Uyuni) y Santiago
de Huari, al norte de Condo. Sin embargo, el patrón andino de poblamiento disperso
ha subsistido en Bolivia hasta el siglo XIX.
26
Challapata. Capital de la provincia Abaroa del departamento de Oruro, en los alrededores se ubicó
un túmulo, terraplén artificial que identifica a la cultura Wankarani y sobre el cual se edificaban las
viviendas. A nivel superficial se encontraron puntas de flechas y restos de cerámica.
71
SARA CHOJLLU (La leyenda del maíz)
La región de Collana fue habitada por dos colectividades, pertenecientes a los Charcas
y a los Chayantas; pueblos que se encontraban en constantes disputas denominadas
champa-makanacus o tinkus… Más que guerras, eran encuentros entre dos antiguos
ayllus que mantenían sus costumbres ancestrales. Batallas honoríficas en las que los
guerreros vestían sus mejores corazas. A pesar de la armonía en la que vivían los
pueblos del Kollasuyo, eran estos dos Ayllus los que se enfrentaban a muerte…
Se escuchaban los gritos de guerra, el polvo se elevaba por los cielos y eran los vientos
testigos del poderío de los Charcas; que; atacando con flechas de fino puntiagudo,
desatarían su furia atacando con flechas de ckuri (bambú). Los Chayantas, lanzaban -
con fuerza- piedras de sus hondas; comenzaba la lluvia lítica que caía en terreno de sus
eternos rivales. Es así que, año tras año, se desataba este encuentro. Enfrentamientos
que se realizaban en tiempos de festividad, cuando corría sangre, como ofrenda, los
augurios eran buenos para las cosechas.
Un muchacho del ayllu de los Chayantas, Wiru, había contraído matrimonio con Sara-
Chojllu, del ayllu de los Charcas. A pesar del llanto de la mujer -que le pedía que no se
enfrente a los Charcas- éste tuvo que marchar al tinku; acompañó, ella, al joven hasta
las tierras en que debería comenzar el enfrentamiento.
Tras la caída de dos Charcas, estos desataron toda su furia. Wiru continuaba lanzando
piedras a sus rivales, siempre en compañía de su Ñusta; quien, leal a su amor, le
proporcionaba piedras que caían certeras en cuerpos de sus oponentes…
Cuando el sol comenzaba a alejarse de estas tierras, una flecha lanzada por el padre de
Sara-Chojllu, penetró en el pecho de la ñusta. Wiru, corrió desesperadamente hacia el
cuerpo de su mujer ya sin vida y lloró desconsoladamente por la muerte, llanto que
regó la tierra y dejó brotar una planta hasta entonces desconocida.
Wiru cuidó de la planta mientras esta crecía erguida, esbelta y arrogante como fue Sara-
Chojllu. Cuando la planta creció, devolvió a la tierra los cabellos de la ñusta y se
reprodujeron los dientes en un rostro sonriente. Es por esta razón que la planta del
maíz, tiene la forma de una flecha, cuyas canas cerca de la cabeza del choclo conservan
las lágrimas de Huyru. A esto se debe que sean dulces y un tanto saladas; dulces porque
es la dulzura del amor, saladas porque en ellas, aún queda la amargura de Wiru.
72
manera tal que cada ayllu podía explotar territorios con distinta ecología. Sus tierras
llegaron hasta Totora, donde cultivaban coca; también controlaron algunas “islas” inkas
en Cochabamba. Todo el territorio perteneció a Umasuyu, sin acceso a la costa.
Mientras Sacaca dependía de un señor principal, Chayanta se compuso de cinco grupos
con identidad propia, que posteriormente serán conocidos como los ayllus del norte
de Potosí: Laime, Chayantaca, Chullpa, Sicoya y Caracha. Se subdividieron a su vez en
Pucara (de Laime) y Panacachi (Sacaca). Los pueblos de reducción del señorío son:
Sacaca, Tiquipaya27, Chayanta, Tomata, Moscarí, Santiago del Paso, San Pedro de
Buena Vista y Acacio. Junto a los Caracara, Chui y Chichas, formaron la Confederación
Charca, de probable inspiración Inka, cuya finalidad fue la organización militar y
defensa del Inkario. Los Charcas fueron netamente aymara parlantes hasta el siglo XIX,
desde cuando la zona comenzó a quechuizarse hasta hoy constituir el idioma
dominante. Su principal fuente productiva fue de minerales (las minas actuales de Siglo
XX y Catavi se hallan en su territorio), aunque cultivaron también productos agrícolas
de puna, valle y tierras bajas. En el siglo XVI, su tributo incluía coca, pues accedían a
cocales en Totora. Los antepasados Charcas de una generación anterior a la conquista
Inka, genealógicamente, fueron: Caracha, Copatiaraca28, Cohocoho29, Coysara30 y
Ayaviri31. Si los Copatiaraca avinieron al Tawantinsuyo, fue Coysara el mayor líder de
27
Tiquipaya. Población de la provincia Quillacollo (Cochabamba) el 1936 el arqueólogo Bennett
realizó excavaciones que mostraron la ocupación del valle de Cochabamba por grupos
pretiwanakotas y otros posteriores hasta el denominado Tiwanaku expansivo.
28
Copacatiaraca. (Referencias, 1475 - ¿?) Antepasado de los Caciques de los Charcas, en el memorial
de los Charcas, documento mandado al Rey de España, se manifiesta que durante su gobierno se
sometió al Inkario.
29
Cohocoho/ Coocoho. (Referencias, siglo XV) Abuelo de Alonzo Ayavire señor principal de toda
la nación de los Charcas; los Incas reconocieron su jerarquía, fue señor de la litera y tenía quitasol
de plumas, distintivos otorgados por el Inka. Por donde él caminaba, sólo podían caminar sus
semejantes. Tenía dos camisetas, una con chapería de oro y la otra de plata y mucha ropa fina de
cumbi, tenía más de cincuenta indígenas para sus servicios personales.
30
Coysara/ Cumsara. (Referencias, siglo XVI) Señor étnico de la Charca y de los Omasuyos en 1532;
señor de litera, el Inka le había dado el privilegio de llevar quitasol de plumas y recibía camisetas con
hilos de oro y cocos de plata para beber. Fue uno de los tres señores étnicos que acompañó a Diego
de Almagro en su expedición a Chile, de la que este cacique volvió vencido y humillado, al dar
obediencia a los españoles, como muestra de fidelidad y para negociar el reconocimiento de su
autoridad desde el Inkario. El territorio de la confederación Charca quedó desmembrado en tres
repartimientos, por disposición de la administración colonial: Sacaca, Chayanta y Cochabamba. El
significado de su nombre, hace referencia a la calidad de su poder.
31
Ayavire, Alonzo. (Referencias, siglo XVI) Cacique de los Charcas. Figura en trámites coloniales de
1555 como recolector de tributos en el repartimiento de Sacaca, fue hijo de Coisara y padre de
Fernando Ayaviri. Los Ayavire demostraron su nobleza y ésta les fue reconocida; además de sus
73
la resistencia frente a la conquista ibérica. Tras la rendición, los Charcas buscaron
negociar de la mejor forma su lugar en la sociedad colonial; les entregaron las minas de
Porco y colaboraron en la futura evangelización, tributo y mita que les fueron
impuestos. El antiguo territorio fue dividido en dos repartimientos separados,
perdiendo así las tierras de Cochabamba. Los españoles otorgaron todos los blasones
de la nobleza indígena reconocida por la Corona a los descendientes de sus antiguos
señores.
Los Caracara ocupaban parte de nor Potosí –incluida la ciudad misma- y se extendían
por los valles del sudeste cochabambino. Mediante el control vertical de pisos
ecológicos, accedían a la diversidad de recursos distantes. Junto a los Charcas, Chui y
Chichas, formaron la Confederación Charca, de probable iniciativa Inka, ya que su
finalidad aparente fue “organizarse como parte del ejército incaico”, pues todos estos
señoríos se consideraban “guerreros del Inka”. Los Caracara, quizá fueron una
federación de grupos menores agrupados bajo el mando de un señor principal,
subsidiario del poder Inka. Los pueblos que integraron este señorío fueron: Aymaya
(que estaba en medio de los Charcas), Pocoata, Macha, Sullaga, Sujumi, Carasi, Micani,
Moscarí, Chaquí, Visisa, Cayza, Tacobamba, Colo, Caquina, Picachuri, Caracara,
Moromoro y San Marcos de Miraflores. Todo su territorio perteneció al Urcusuyu,
dividido en dos mitades (Macha y Chaquí), su capital fue Macha, residencia de los
principales. Cada mitad se subdividía en hanansaya y urinsaya; luego en ayllus menores
y mínimos. Fueron íntegramente aymara parlantes. El Mallku Moroco32 se puso a la
méritos, por haber prestado servicios leales a la Corona y ser descendientes de los Inkas, el estado
español les dio un escudo de armas; en la probanza presentada por ellos al solicitar el escudo, se
remontaron hacia Cristóbal Vaca Tupac Inka, hijo de Huayna Capac, como ascendiente directo;
asimismo, Juan Ayavire, segunda persona, Miguel, Lorenzo, Juan el Mozo, y Pedro Ayavire, pedían
reconocimiento como hijosdalgos, para sí y toda la descendencia de los Ayavire Coysara.
Ayavire, Coysara Joan. (Referencias, siglo XVI - XVII) Cacique principal del repartimiento de Sacaca
que había sido capital prehispánica de la confederación Charca. Fue alcalde de la provincia de los
Charcas. En 1599, solicitó a la Corona el escudo de armas de su familia. Por los padrones de Sacaca,
se sabe que hasta 1614- por lo menos- no había tenido descendencia y a pesar de tener 43 años, aún
era soltero.
Ayavire Velasco, Fernando. (Referencia, siglo XVI) Hijo segundo de Alonzo de Ayavire; debido a
que su hermano mayor Diego Mamani, a quien le correspondía por herencia el cargo, tuvo una
incapacidad física, éste ejerció el cacicazgo del repartimiento de Sacaca. Sin embargo, cuando
terminó su mandato, los descendientes de Diego Mamani solicitaron volviera el cargo a la línea del
primogénito, o sea a la descendencia de Diego Mamani.
32
Moroco. (Referencia, siglo XVI) Señor de los Caracara de la parcialidad de Urinsaya. Cuando
llegaron los españoles a la zona (1535), participó en la resistencia de Gonzalo Pizarro que
organizaron todos los señores étnicos de la zona. El significado de este nombre en aymara, según
74
cabeza de la resistencia contra los españoles. En la colonia, su territorio fue dividido en
varios repartimientos, algunos de los cuales re-elaboraron una nueva identidad étnica
que en muchos casos desconoce su antigua unidad; por ejemplo; los Machas, Pocoatas,
Yura, etc. Toledo impuso la política de “reducciones”, por la que se establecieron como
pueblos de reducción: Macha, Pocoata, Caiza, Yura, Toropalca, Tinquipaya, Chaquí,
Tacobamba, Potobamba, Moromoro y Caracara.
El Señorío de los Soras se ubicó en una franja territorial discontinua de puna y valle,
desde el altiplano central de Oruro, pasando por los valles cochabambinos hasta
Ayopaya; locación estratégica, pues se ubicaba en forma de cuña entre otros señoríos
Aymaras, los Caranga y los Charca, al este de Oruro, que seguramente estaban en
conflicto. Su cabecera fue Paria (sede incaica de los depósitos estatales), aunque se
supone que su antigua capital fue Sora Sora. Se constituyeron por un conjunto de
grupos o segmentos sociales menores, llamados durante la colonia Soras de Tapacarí,
Soras de Paria, de Caracollo y de Sipesipe; el grupo ubicado en Caracollo/Mohoza fue
controlando terrenos hacia el norte, hasta los lagos Uru Uru y Poopó. Tenían vetas de
plata en Porco y cultivaban productos de tierras templadas. Aparentemente, a
diferencia de otros señoríos, ningún otro grupo tenía tierras al interior de su territorio,
denotando un “patrón radial del espacio”, que demarcaba las tierras de los distintos
segmentos sociales del señorío; se trataría de ceques33, que eran líneas o caminos rituales
que organizaban principalmente la ciudad inkaica de Cusco. Étnicamente, los Soras
tenían tres grupos internos: los Soras agricultores, los Urus pescadores y los Casayas
pastores. Pudieron ser mitimaes trasladados por los Inkas desde Huamanga (Perú) para
pacificar la región. Aparentemente, los Soras tuvieron un alto nivel en la jerarquía Inka,
tanto así que llevaban el título de Inkas, como es el caso del Inka Achacata34. Fueron
Ludovico Bertonio, sería: “piedra que servía de martillo a los plateros y también de machucar
chuño”.
33
Ceque. Líneas imaginarias que partían de un centro ubicado en el Coricancha (Cusco) delimitaban
las wacas sagradas y adoratorios que comprendían a los 4 suyos o Tawantinsuyo del Imperio. Existía
un número de 41 líneas que afectaban 328 santuarios, cada ceque, se encontraba bajo la
responsabilidad de determinados ayllus encargados del mantenimiento de estos sitios sagrados. Los
ceques marcaban los objetos y lugares que guardaban la memoria de los acontecimientos de la
Historia de la etnía Inka. Entre ellos, se encontraban los pilares utilizados por astrónomos para medir
el tiempo y las fechas de distintas actividades de siembra y ceremonias por medio de la lectura de las
sombras que estos proyectaban.
34
Achacata/ Hachacata/ Achata. (Referencias en 1493 - 1527) Señor Sora de la región de Tapacarí.
Fue nombrado gobernador desde Vilcanota hasta Chile y reconocido por Huayna Capac a nivel
regional; fue nombrado también “Inka de privilegio”34. Tanto este Curaca como Guaita y Arasitha
[Arizita/ Harisitha/ Arasitha. (Referencias, siglo XVI) Señor Sora y Cacique de Paria. En las crónicas
denominaba a Urus y Casayas. Fue uno de los señores étnicos que acompañó a Diego de Almagro
en su expedición a Chile; se aliaron rápidamente con los Inkas (Al sellar vínculos con los Inkas, los
75
los Soras para el Inkario artesanos plateros, yanaconas de Huáscar Inka, mitimaes
cocaleros en Pocona, mitimaes cultivadores de maíz en Cochabamba, yanaconas en el
templo de Copacabana, mitimaes en Huarina y Achacachi y mitimaes militares en
territorio Chicha para la defensa contra los Chiriguanos. Este grupo aymara parlante
resistió el ingreso español. No existieron continuidades prehispánicas y coloniales hasta
hoy en el rubro territorial y político, modificándose ambos sin perder la cohesión e
identidad del grupo, adaptándose flexiblemente a los cambios bajo nuevos vínculos y
prácticas. Por ello conservaron parte de sus tierras y autoridades.
Los Casayas fueron un grupo de pastores probablemente traídos al país como mitimaes.
Se ubicaron en las alturas en tierras del centro de Paria, como Toledo, Torchinoca,
junto a los Soras; Chileunve, Chircupa, Irucollo y Paicopila.
En el Altiplano Sur, los Desarrollos Regionales de Lípez (900 /1450 n.e.) marcan la
continuidad entre el período lítico y la época tardía preinkaica. La introducción de la
cerámica y el desarrollo de prácticas agrícolas, originó la sedentarización y el
crecimiento de sociedades agropastoriles completamente adaptadas a las extremas
condiciones de frío y sequedad de la región. Una de tales manifestaciones fue
denominada Mallku; junto a otras de amplia diversidad y mayor grado de adaptación
al medio por los habitantes de Lípez. Las principales características del denominado
Señorío Mallku pueden resumirse como sigue: el patrón de poblamiento corresponde
al asentamiento sedentario en núcleos mayores (Mallku) y secundarios con recintos
habitacionales aislados en medio de cuadros agrícolas; existieron sitios de
fortificaciones defensivas en valles costeros controlando sectores agrícolas y rutas
comerciales a la costa; y las tumbas fueron hechas en aleros y chullpas. Lípez habría
sido parte de un extenso territorio que incluía el desierto de Atacama y que albergaba
a grupos de cazadores y recolectores, quienes articulaban su patrón de movimiento con
los ciclos naturales de los recursos. Este patrón se mantuvo íntegro hasta la llegada de
grupos agro alfareros, los que posiblemente establecieron territorios discontinuos,
integrados a sistemas productivos agrícolas de alcance regional, incluyendo los valles
costeros y orientales. Este sistema se articulaba mediante caravanas llameras que
facilitaban el contacto para el intercambio de producción y la movilización. El patrón
de asentamiento y las características de los sitios arqueológicos, evidencian un proceso
complejo de desarrollo de técnicas agropastoriles adaptadas a ecozonas distintas, que
Soras fueron tratados con gran privilegio; jugaron un papel importante en la administración incaica
en la región, tanto en funciones administrativas como militares) y estos vínculos les permitieron ser
recompensados con tierras y cargos administrativos dentro de la organización del Tawantinsuyo en
esta región del Collao. Además, pudieron conservar sus tierras en integridad y al ser tratados por los
Inkas con benevolencia, sin presencia de otros grupos étnicos en sus tierras. La traducción aymara
Achacata, según el padre Ludovico, significa: engrandecerse, crecer. En el siglo XVI y comienzos del
XVII figuran con el apellido de Achacata los caciques de la antigua zona de Urinsaya de los Soras.
76
son las que siguen: Zona norte de Lípez (margen sur del Salar de Uyuni), con zonas
residenciales que sugieren relaciones jerárquicas entre asentamientos, con presencia de
cerámica Yura, Colla y Chillpe; Zona Sureste de Lípez (Cantones orientales de Nor y
Sud Lípez) con poblados a orillas de aguas permanentes y tipos cerámicos Mallku,
Chillpe, Colla, Yura, Puquó, Tarija Inciso y Yaví-Chicha. La Zona Suroeste de Lípez
de “concentraciones de extensión reducida”, asociadas a vegas de agua y asentamientos
pequeños de viviendas ocupadas temporal o estacionalmente. La mayoría de los sitios
pueden interpretarse como campamentos caravaneros. Región de San Cristóbal
Distrito Colcha “K” de Nor Lípez), que incluye campamentos temporales de pastores
que mantenían un complejo sistema de rotación de territorios, integrando una
economía pastoril con una limitada producción agrícola. Las cerámicas presentes son:
Lampaya, Colque, Quispe y Jayula. Se conoce una expansión hacia los márgenes del
Río Loa.
Se ha denominado como Lipes, tanto a un grupo étnico que habita el territorio, como
a una región fría de tierra muy árida al sur de Bolivia (Potosí, provincias Nor y Sud
Lipes). Es probable, sin embargo, que bajo el nombre de Lipes se incluyera a diversos
grupos que habitaban de manera dispersa esta zona. Se trataría de pequeñas unidades
y localidades que no siempre ocupaban la región de manera permanente. En esta
misma zona, otros grupos estarían compartiendo las mismas características de
ocupación del territorio. Se trata de pequeñas unidades humanas ubicadas en grandes
espacios que invitaban a una constante movilidad hacia tierras con más recursos y un
retorno al hábitat inicial. Por ello, es frecuente encontrar -de manera dispersa- grupos
de los llamados Lipes, obteniendo recursos en sitios como Tarapacá y Atacama y en
diversidad de sitios, cubriendo los pisos ecológicos desde la puna hasta la costa. Resulta
notable la coexistencia de Lipes y Atacamas en los espacios que les corresponden y
podría dar cuenta de una política colonial para juntar en una sola encomienda, el reflejo
de sociedades nómadas pastorales de amplia especialización pastoril. En cuanto a la
filiación étnica de los Lipes, puede concluirse con que tienen origen
predominantemente Uru en un espacio multiétnico disperso donde caben también
remanentes de grupos realmente Aymaras menos estructurados, que convivieron con
otros grupos de la zona. Colonizados por los Inkas, no fueron incorporados al orden
colonial por la dificultad de acceder a sus tierras, descritas como sierras altísimas de
perpetua nieve y llanos que son unos salitrales sin ningún fruto ni hierba, cuya
población se alimenta de raíces, quinua, papa y ganado camélido. También se explotó
copaquiri (sulfato de cobre). Por tanto, se puede sostener que los Lípez eran pastores
por excelencia. Los continuos levantamientos comandados por Viltipoco en la zona
Lípez y Atacama lograron que los españoles “fundaran y refundaran los pueblos”. En
las encomiendas coloniales se hallaban los Lipes junto a grupos Condos, Cichabilcas,
Atacamas, Moyomoyos y Urus; así como los Quemes, Tarapacá y grupos de Carangas,
77
en el territorio de la llamada “puna árida”. En un primer momento colonial, se les
redujo a los pueblos de Chuquilla y Cheucha, las minas de Cilcha y el pueblo de Tagua;
topónimos que –exceptuando el primero- no corresponden a las lenguas aymaras o
quechuas. Aparentemente, el nombre de la zona se debe al Inkario, que nominaba las
provincias por su pertenencia étnica. En síntesis, los repartimientos muestran ya un
espacio interétnico que fue compartido por grupos itinerantes.
Los Atacamas, habitantes de la región de Atacama en la puna salada, se habrían
extendido en forma dispersa por el sur de la Real Audiencia de Charcas, ligando la
región chilena y la argentina (Jujuy / Tucumán). Compartieron el espacio con los grupos
Chichas, Lipes, Casavindos, Urus y probablemente Apatamas. Existen datos coloniales
que refieren que estos grupos se confederaban en momentos de guerra. Luego de su
“pacificación”, los Atacamas se mezclaron con grupos guerreros como los Umaguacas,
Apatamas, Casavindos y Calchaquíes, como abundantemente muestran los hallazgos
arqueológicos. En el curso del siglo XVI no se les incorporó al sistema colonial por
tratarse de una tierra en constante rebelión, que tenía como líder a Viltipoco35, individuo
y a la vez título cacical que significa “ave mayor”. Probablemente, su lengua fue la cunza,
extendida en la región que durante la colonia fue ruta comercial y refugio de diversos
grupos, tanto indígenas como españoles que, por diversas razones, huían del sistema.
El Señorío Yampara se ubicó en el departamento de Chuquisaca, cerca de Sucre. Su
centro urbano fue Hatun Yampara, a una legua de Yotala. En la organización de este
señorío participaron varios grupos de lengua Aymara y otros no aymaras de lengua
desconocida. Este pueblo no tuvo cabecera en la puna ni tierras altas, por lo cual fue
“un señorío de valle”. Sometidos por los Inkas, su territorio fue poblado por mitimaes
de varias regiones del Tawantinsuyu, como los Huatas (Inkas de sangre real), Canches,
Collas y Chichas, configurando un mosaico multiétnico. También fueron llevados ellos
como mitimaes a los valles de Ambaná y Combaya (La Paz). Organizados en dos
mitades, la superior fue Yotala y la inferior Quilaquila. Se desconoce su idioma, pero
existen evidencias de toponimia puquina. Con la extensión territorial hacia el sudeste
llegaron a establecer constantes relaciones de intercambio/conflicto con los
Chiriguanos, influyéndose mutuamente. El último cacique prehispánico fue Aymoro36,
beneficiado por los Inkas, quien se hizo muy poderoso, al punto tal de poseer solares
35
Viltipoco/ Viltipoco Francisco. (Referencia, siglo XVI) Curaca de Humahuaca, indígena natural de
Atacama, dirigente de la resistencia de los Humahuacas, Casabindos, Calchaquíes, Chichas, Lules,
Churumatas, Apanatas, Diaguitas Chiriguanos y otros. Logró convocar a más de diez mil indios de
guerra para la resistencia contra los españoles.
36
Aymoro. Dinastía de los Yamparáez. Aymoro Francisco. (Referencias, siglo XVI) señor de los
Yamparáez. En la probanza que mando el Rey de España manifiesto haber sido antiguamente “Inka
de privilegio”. Participó en la residencia a los españoles en Auquimarca.
78
en la plaza central de Sucre. En el período colonial se les redujo a tres pueblos: Yotala,
Quilaquila y Tarabuco.
Son los Moyomoyo un grupo ubicado en Chuquisaca, considerado como “una cultura
muy elemental”. Fueron parte de una encomienda junto a los Churumatas en Tarabuco
y Presto, a donde llegaron por “las guerras que les daban los chiriguanaes”. Los
Apatamas conformaron un grupo disperso entre Sucre y el norte argentino.
El Desarrollo Regional (800 / 1450)de los Valles de Potosí se ubica en laderas bajas y
medianas, cerca de los ríos, pendientes y cimas de montañas, mostrando asentamientos
diferentes y complejos de sectores residenciales, mortuorios, de almacenaje y defensa.
Destaca la cerámica Yura Foliáceo y Condoriri (Chaki, Porco).
Los Chichas se hallaban ubicados al sur de Potosí, eran fronterizos con los Chiriguanos.
Habitaron la quebrada de Umaguaca junto a los Atacamas y Casavindos. Fueron
“indios de arco y flecha”, guerreros que resistieron tenazmente a los Inkas, hasta que la
presión de los Chiriguanos terminó por aliarles a sus rivales, siendo muy importantes
como guerreros y mitimaes. Aparentemente, en el siglo XVI pagaban tributo a los
Chiriguanos, consistente en ganado y lana, lo que muestra su vocación ganadera. Se
sabe que las relaciones con los Guaraní también fueron de intercambio. Luis de
Fuentes, luego de la fundación de Tarija, les redujo allí junto a otros grupos. Algunos
de ellos fueron encomendados a otras zonas, como las cercanías de Sucre.
Los Caanas se ubicaban en las tierras de valle nor potosinas a fines del período Inka.
Fueron situados en el señorío Charca, pero se desconoce su relación con éste. Son los
Casavindo un Pueblo inmerso en el territorio Umaguaca, ubicados en Atacama y
Tucumán junto a los Chichas y Atacamas, en tierras áridas al sur de la Audiencia de
Charcas, llamada puna salada. En la colonia española, estaban constantemente
sublevados. En cuanto a los Umaguacas, cabe señalar que Umaguaca parece designar
una región ecológica dentro de lo que se considera la puna, cuyos habitantes tuvieron
gran movilidad por la presión de los Chiriguanos; primero; Inkas; luego; y españoles;
después. Habrían poblado este territorio las etnias Atacamas, Apatamas y Chichas.
Una de las más importantes del sur de Bolivia es la Cultura Tarija, con características
de señorío regional post-tiwanakota, que por su estratégica ubicación, habría
funcionado como eje articulador entre las culturas andinas y otras del norte argentino.
La mayoría de sus asentamientos pueden ubicarse en la cuenca de Tarija, a 1850
m.s.n.m., prolongándose hacia el sur, en la cuenca de Padcaya. Posnasky describió el
sitio arqueológico de Tullku Marca (ciudad laberinto). Contemporánea de la cultura
Mollo, no se descarta un frecuente intercambio de productos entre ambas, puesto que
se hallaron importantes vestigios de cerámica Mollo en Tarija. Esta cultura fue
dominada y exterminada por los Inkas, quienes edificaron dos imponentes fortalezas
en Canasmoro y Tomatas Grande. Esta cultura representaría un “Señorío de desarrollo
79
regional” correspondiente al período Post – Tiwanaku (1200 n.e. / 1450), de origen
migratorio desde los señoríos lacustres, dentro de un limitado espacio en el valle del
mismo nombre, con asentamientos de tipo urbano y habitacional relacionados a
campos agrícolas; donde fortalezas o pukaras controlarían dichos asentamientos desde
puntos estratégicos al norte; Pucara de Tomatas y al sur del valle Pukara del Zaire37. Se
obtuvieron los complejos urbanos de San Mateo y Canasmoro38.
37
Pukara de Zaire. Sitio arqueológico ubicado al sur de Padcaya, provincia Arce (Tarija), sobre
terraplenes que circundan el río Rosillas. Fue edificado este complejo habitacional fortificado,
afiliado a la cultura Tarija, que habría poblado estos valles después de la caída de Tiwanaku.
38
Canasmoro. Cantón de la provincia Méndez del Departamento de Tarija. En el lugar se han
identificado restos de un asentamiento urbano atribuible a la cultura tarijeña, que habría poblado esa
región después de la caída de Tiwanaku.
80
la zona desde mucho antes de la llegada española. El último bastión de resistencia fue
en Pocona, a cargo de Tiorinaceo o Tito. Manco Inka (Tupac Amaru) fue el último
Inka que resistió en Vilcabamba por 40 años, siendo vencido por el Virrey Toledo en
1570.
En el Altiplano Sur, el Período Inka u Horizonte Tardío (1450 / 1540), se inició con
la conquista de Lípez por el Inka Wiracocha, como parte de un plan mayor que incluyó
también la conquista de los Caranca, Ullaca y Chicha; y fue desarrollada desde
Atacama, obligando a los Llipi a tributar en colores minerales y ganado.
Aparentemente, la zona suroeste de Lípez significó una zona de paso del Tawantinsuyu
entre los oasis de Atacama y la región Chicha; y al norte; comunidades tributarias del
inkario.
En los Valles de Potosí, durante el Período Inka u Horizonte Tardío (1450 / 1540),
prosigue la ocupación de sitios antiguos, con énfasis en las altas vertientes de las
montañas y colinas cerca a los ríos de valles fértiles, controlando ejes caravaneros de
comercio. Los sitios resultan complejos, con sectores residenciales, paredes defensivas,
terrazas de cultivo, silos, cementerios, chullpas y abrigos rocosos. En el Valle de Tarija,
se sabe hubo mitimaes traídos por el Inkario, asentados en diferentes regiones aledañas
al valle y en el valle de Tarija, como los Juries, traídos de Tucumán y asentados por el
Inka en Esquila; indígenas de Charcas, llevados a Tarija y sujetos a sus caciques de
altura; además de Churumatas, Chichas, Tomatas, Copiapoes y Moyosmoyos, cuya
procedencia no ha sido identificada con precisión: De acuerdo a los documentos
coloniales también existen referencias sobre la presencia de Carangas en el valle de
Tarija al momento de la llegada de los españoles. El uso de enclaves del tiempo de los
Inkas, puede indicar alguna relación de complementariedad económica entre el
altiplano y el valle de Tarija, lo que implicaría un lazo entre una zona valluna productora
de maíz y otra ganadera por excelencia y del altiplano como es Carangas. Resulta de
suma importancia la documentación referida a las fortalezas o pukaras, por el carácter
defensivo que asumía la región frente a los ataques de los Chiriguanos y Umaguacas.
Existen referencias a fuertes, en algunos casos incluso indicando el número de casas
que poseían y otras características. Los fuertes principales fueron: Visisa en Santa Ana
(Fuerte de los Tomatas, pegado a la angostura), Chitipa de los Churumatas (San Luis);
Fuerte en Sella (faldas del cerro Oychota); Fuerte en San Juan (arriba de la angostura
de Caquina); fuertes y caserones en Tolomosa; Machacamarca en Tolomosa; Fuerte
de los Churumatas (Celioma); Pomaguaca (la Concepción) y Fuerte de Lecoya. Los
Tomatas y Churumatas podrían reputarse de originarios indígenas tarijeños, en tanto
que los Chichas, Moyo-moyo y otros, como alienígenas. La presencia Inka muestra
señales de dominación y coexistencia con la etnia local.
81
Descubrimiento del cerro Potosí:
Mito de la época de la conquista que cuenta cómo se descubre el famoso cerro Potosí
que más tarde haría rico al español.
Cuenta la historia que para los nativos, tuvo esta montaña misteriosa influencia y un
decisivo poder sobrenatural durante el incario. Con veneración y temor presentían en
ella un oculto poder que guardaba un legendario tabú. Tan pronto como Huayna
Capaj, poderoso monarca qeswa penetró en el Kollasuyo y llegó hasta Tarapaya, al ver
la magnífica montaña virgen se emocionó y la contempló varios días, hasta que por fin
se decidió mandar exploradores con esperanzas de encontrar metales valiosos que le
servirían para enriquecer y adornar Cori Cancha, el soberbio templo del sol.
Los exploradores del inca bajaron pavoridos luego de escuchar en lo alto de la montaña
lo que ellos interpretaron como la voz de esta y le dijeron a su Señor:
- Sumaj Orcko no quiere que la toquemos.
- “No saquéis la plata de este cerro porque es para otros dueños” nos ha dicho
El inca oyó en silencio y después de meditar dijo:
- Desde hoy PHOTOJSI será tu nombre
Entre tanto acontecimiento de la conquista habían hecho rodar el trono del último Inca
y los hombres llegados se habían apoderado de todas las ciudades del imperio.
La noche se va apoderando poco a poco de las alturas de la montaña y de pronto como
perdido en la planicie, corre un indio detrás de su llama, en veloz carrera se dirige a la
montaña Sumaj Orcko.
Era el mes de enero de 1545 y el indio Diego Gualca amanece en el cerro,
descubriendo con la luz del alba las plateadas vetas que se asomaban en el Photojsi. Así
es como se acerca la fama del cerro y su profesía “Ama orckoychejchu colqueta cay
orckomanta, chaycha ujcunapajtaj” “no saquéis la plata de este cerro porque es para
otros dueños”
Ckori Quilla, hermosa hija de Mama Ckoya era la flor más preciosa de Cantumarcani
y poco tiempo bastó para que Diego Gualca se entregara al idílico y apasionado amor
de la hermosa ñusta. Cierto día, Gualca comunicó a su amigo y confidente Huanca sus
aventuras de amor y este que no ignoraba el secreto de las riquezas del Cerro y amaba
también a la princesa india, envenenó su alma de odio y surgió la infidencia. Huanca
premeditó su venganza y reveló a los conquistadores la existencia de las asombrosas
riquezas del Photojsi.
82
Luego de que los primeros días de Abril de 1545 gobernando la iglesia el Papa Paulo
III y la Monarquía de España, el gran Emperador Carlos V, los estandartes de la
Conquista flamearon en el Cerro y se hizo la primera catamina a nombre del rey de
España y de estas Indias. La profecía se había cumplido.
Desposeídos los indios de todo, desalojados de sus casas, flagelados en el trabajo
impuesto por los conquistadores, se encendieron los odios y en ellos el deseo de vengar
a su Señor el Inca. A la faz siniestra, con gesto altivo y preñados de odio, conjuran,
mientras danzan al fuego entre sombras de la noche. Muy cerca Ckori-Quilla,
subyugada por los amores de Lope Silva, le cuenta entre sollozos los que ocurre con
los jefes de su tribu.
Así se inicia una lucha. Hiende el aire las flechas, llueven las piedras. La pelea se hace
encarnizada, sangrienta, pero la superstición del nativo al ver a seres sobrenaturales que
manejan el rayo, que tienen un cuerpo metálico y al escuchar los disparos de las armas
de fuego de los españoles, desconocidas por los flecheros y honderos del Kollasuyo,
convierten en derrota lo que creyeron ser un triunfo. En medio de la confusión y el
desorden, muere su jefe cerca de la cuesta cansada y con ello, el triunfo de las huestes
españolas es total. Así se rubricó con sangre de rebeldes la primera página de la
conquista del Photojsi.
V. Saiz Conde, S.M. y J. J. Arenaza Lasagabaster, S.M: Historia del Arte y de la Cultura. Ediciones
39
83
En los albores de nuestra historia, España estaba habitada por los iberos. Su
cultura se extiende por Cataluña y bajo valle del Ebro, Levante, Sudoeste y toda
la cuenca del Guadalquivir. Tartessos será en la Andalucía atlántica su tribu más
famosa y culta. Los celtas son los descendientes de aquellos grupos invasores de
la época de Hallstatt. Se establecen en el Noroeste y el Centro de la Península.
Algunas de sus tribus, situadas en las estribaciones del Sistema Ibérico y en la
mitad oriental de la Meseta, serán especialmente belicosas: los autores griegos les
llamaron celtíberos.
84
Los autores, enumeran tres zonas culturales: la zona celta, la celtíbera y la ibérica:
La zona celta refleja la cultura más ruda y atrasada del Noroeste de la Península.
Los celtas desarrollaron la civilización de los castros y citanias, poblaciones
fortificadas como las encontradas en Sabroso (Portugal).
La cultura de la zona ibérica, correspondiente a la 2º Edad del Hierro, se
desarrolla en las tres regiones siguientes: la Sudoriental, la Andaluza y la
Levantina-Catalana:
En el siglo XIV la unidad nacional de estas entidades era muy lejana para ambos reinos.
Veamos, en cita de Wolf, cada uno de los procesos, comenzando por Castilla y su
reino:
85
Castilla, que marchaba contra los árabes de Andalucía, acabó aprisionada en un
papel militar en que distribuía las tierras conquistadas entre los nobles militares
que capitaneaban la conquista. Esto produjo, a fines del siglo XV, una división tal
de la propiedad de la tierra en que el 2 o el 3% de la población tenía el 97% de
la tierra, por lo común en manos de un puñado de familias. La ocupación
dominante en las tierras de Castilla llegó a ser la ganadería, sobre todo la cría de
ovejas, cuya lana de merino iba a dar a Holanda, donde se convertía en finas telas.
86
Otorgó un papel destacadísimo en el nuevo Estado ibero a los nobles propietarios
de inmensos hatos de ovejas. Se habían organizado en una poderosa asociación
de ovejeros, la Mesta, que podía promover sus intereses sociales y políticos
relacionados con el Estado a cambio de pagar impuestos a la Corona. La
exportación de lana castellana por los puertos del norte ligó esta periferia
cantábrica a los intereses de la nobleza militar castellana.
Así las cosas, la conquista del Nuevo Mundo no es más que una prolongación de la
Reconquista dentro de la propia península ibérica. La afluencia de la plata del Nuevo
Mundo a partir del siglo XVI redujo todavía más el desarrollo industrial de España,
pues produjo alzas de precios e inflación, lo cual hizo que no pudiera competir con los
productos industriales de Holanda. Sin embargo:
...la plata del Nuevo Mundo acrecentó los ingresos de la Corona. Juntas, las ovejas
de España y la plata de las Américas, costearon grandes operaciones militares de
España en Europa y el crecimiento de una burocracia real que excedía con
mucho las posibilidades de la economía española. Se compensó el déficit en los
gastos mediante préstamos de financieros extranjeros a los que halagaba en
extremo prestar sobre futuras importaciones de plata o sobre impuestos que se
cobrarían por la venta de lana. Fue así como España nunca contó con una política
económica coherente. La burocracia imperial se limitó a actuar como conductora
de la riqueza hacia los cofres de Italia, el sur de Alemania y los Países Bajos. La
expulsión entre 1609 y 1614 de 250 000 musulmanes no conversos, que vivían
87
en el sur de España, debilitó aún más la agricultura del país, pues detuvo los pagos
por renta a los señores, los cuales a su vez no pudieron pagar sus deudas e
hipotecas.
El cuadro entrópico se agudizó y, a mediados del siglo XVII, hasta las exportaciones
de lana española declinaron frente a su competencia inglesa. La guerra tecnológica se
perdía cotidianamente, morigerada por la afluencia de recursos frescos desde las
colonias americanas. Sintéticamente:
El capital fluyó más y más hacia préstamos privados y bonos del gobierno que
ganaban más intereses que las inversiones directas en empresas productivas. La
España del 1600 era ya ese mundo de descomposición y desencanto que Miguel
de Cervantes describe tan magistralmente en el Quijote. La economía española
se había transformado en un simple vehículo de riqueza comercial destinado a
otras economías, “una madre para los extranjeros, una madrastra para los
españoles”.
Surgen los circuitos internacionales de la riqueza mercantil. Fue de tal manera que los
comerciantes desempeñaron una función estratégica en la economía, junto a los
marinos y financieros genoveses. Y sumados a los factores antedichos, serán partícipes
de las quiebras increíbles de la Corona española: 1º) 1550; 2º) 1575/1576. En ellas, fue
cada vez más evidente un potenciamiento singular de los genoveses, por su firme
asidero español, a despecho de los ibéricos, que jamás llegaron a potenciar capacidades
instaladas propias y transfirieron masivamente los recursos económicos –la plata-
extraídos torticeramente de las colonias americanas, doblemente privadas. En cambio,
Amberes, cuna del duque de Burgundia (Carlos V), florecía.
Paralelamente, crecía el poder de los Países Bajos, que se sublevaron en 1556 y, a
principios del siglo XVII, desalojaron a los genoveses, convirtiendo Ámsterdam “en el
centro del sistema internacional de pagos de Europa”; dado que “recibía la plata de
España y el oro de Portugal a cambio de mercancías manufacturadas en el norte de
Europa”.
Gran parte de tal poderío emanaba de los “Nuevos Cristianos” portugueses, bautizados
o criptojudíos, emigraron a la ciudad de Ámsterdam “para evitar la persecución
económica y religiosa de Iberia”. Se trataba de personas cuyo papel comercial fue
destacado en Portugal, principalmente referido al comercio de azúcar y esclavos. En
adelante, “ponían sus dineros y su saber a disposición de los holandeses”, concluye
Wolf.
88
EL PACHAKUTI CATACLÍSMICO: LA CONQUISTA IBÉRICA
89
La flor de Chinchircoma (leyenda de la conquista):
Colgada en los barraqueros, mecida por el viento de la puna, la campánula de la
chinchircoma, roja, encendida, con sus pétalos ásperos y fuertes tiene la pureza de la
sangre india que le dio origen.
Desde Cajamarca al Cuzco, desde Chinchansuyo a estas tierras de la sierra Kollasuyeña,
la conquista hizo temblar la tierra de los Incas, convirtiendo en esclavos a los arrogantes
hijos del sol.
Cajamarca en el ocaso del imperio vio caer el trono del último monarca del incario.
Fusilería que repercutió en las montañas: gritos, confusión, desorden; luego entre las
sombras de la noche algunas siluetas de las vírgenes del Sol, escapando de la brutal
persecución.
La pavorosa tragedia fue seguida de devastaciones, más persecución y éxodo. Algunas
ñustas de estirpe real fueron escoltadas por caciques de sangre imperial camino del
kollasuyo.
Aprovechando las noches de luna, tres de ellas: Cusi Ckoillur, Sumac Tica y
Chinchircoma, conservaron el fuego divino, fuego enviado por Inti en la celebración
del Jatum Raimi y que no puede apagarse. Estas hermosas vírgenes dedicadas al culto,
cuidaron el fuego, lo avivaron, pero chisporroteando, saltó por tierra dando origen a
los Chiwanwayus que crecen sin más envoltura florar que la de sus propios pétalos.
Allí donde la última chispa saltó, las tres vírgenes del sol detuvieron su marcha: - “caipi”
dijeron decididas, y se fundó el pueblo de Caiza. En pocos días los fieles servidores
levantaron las viviendas que hoy se extienden en aquel plácido rincón al abrigo de los
vientos en un ambiente tibio y sereno. La comarca fue creciendo, se hicieron cultivos,
continuaron con las leyes incas y de la tragedia no quedó más que un vago recuerdo.
Así creyeron haberse salvado las tres ñustas del Ajllu-Wasi de los hombres blancos que
las persiguieron en el saqueo de Cori-Cancha, pero poco les duró la tranquilidad en
Caiza.
De norte a sur recorrían los buscadores de oro y plata venciendo a cuanto indio se
cruzara en su camino, nada pudieron los últimos esfuerzos de Manco Inca por sublevar
a los suyos, los indios atribuían todas sus desgracias a la cólera y castigo de Pachacamaj
por los crímenes de Atawallpa como usurpador de los derechos de su hermano
Huascar.
De ayllu en ayllu fueron cayendo las delimitaciones del Tawantinsuyo bajo la
dominación de los hombres llegados de tierras lejanas.
Un día Chinchircoma, que salió del bosquecito donde se mantenían prófugas las tres
vírgenes del sol, fue descubierta. La indiecita paralizada ante la visión del hombre
90
extraño, revestido de peculiar manera que ella nunca había visto la dejó como
paralizada. La visión ante aquella imagen que ella creyó satánica, la pusieron lívida y
sus ojos se ensombrecieron, el español quedó atónito ante tal exquisita e inusual belleza.
La linda cuzqueña que había deslumbrado al conquistador comienza a tratar de huir
mientras este se abalanza sobre ella, hábil Chinchircoma logra escapar y corre rumbo
a una alta colina, encontrando delante de sí un barranco, toma la suprema decisión de
lanzarse al vacío, pero antes de hacerlo, el español ya la había agarrado impidiéndole
saltar, mas ella, ligera en sus decisiones hundió su topo de plata en su pecho hiriendo
mortalmente su corazón. Brotó la sangre que tiñó de rojo la tierra como mancha de
indignación por el atropello que se quiso consumir y de aquella sangre derramada en
el holocausto de su pureza, surgió la bella flor de la Chinchircoma.
Y así como dice la leyenda, la flor de la chinchircoma es utilizada hasta hoy por los
indios callawayas para dolencias del corazón enfermo de dolor y de pena.
91
La Mita:
Mito de la época Colonial que relata la triste y sacrificada vida de los mineros que
trabajaban en el Sumaj Orcko.
Cuenta el tatay que para siempre se había escondido el sol, que ya no alumbraba con
intenso calor, que sus rayos no daban a las cosechas, abundante y sazonado fruto. Los
viejos curacas habían inclinado su vara ante los conquistadores, quienes se apoderaron
de todo y no satisfechos con todo lo saqueado, un día –dice- que todos los indios
arreados como llamas, habían sido llevados hasta el Sumaj Orcko, para el trabajo de las
minas: pero el Cerro, no había aplacado su enojo, porque una virgen ñusta se había
entregado a los blancos. Ella había rasgado la entraña de la montaña y la había
conjurado; pero la montaña al dar sus riquezas quería sacrificios humanos, por eso se
comía mucha gente; mientras más eran sus víctimas, mayores eran las riquezas que daba
al blanco.
Cuenta la leyenda que el cerro empezó a cambiar el color y su pigmento comenzó a
tomar el tono de la sangre de tantos mitayos indios devorados por el vientre de esta
montaña, es por eso que al Samaj Orcko se le llama Wuila Ckollo es decir cerro de
sangre porque wuila en aymara es sangre y ckollo cerro.
92
ser cristiano, el indígena carecía de capacidad para administrar sus bienes y tierras,
correspondiendo su elevación a la escala humana bajo el adoctrinamiento católico. De
allí, parten las institutas coloniales de la encomienda y repartimiento.
Las encomiendas, que tenían vigencia solamente “por una vida”, se ampliaron en sus
ventajas “por dos y tres vidas” o generaciones, consolidadas por un sistema denominado
“composición” o “nueva distribución de tierras” convertidas en “fundos de propiedad
de los españoles herederos de los conquistadores”, caracterizándose como “haciendas
o fincas de propiedad privada”, consumando el despojo indígena que habría de
transformarle en siervo, pongo, y colono. En efecto, junto al sistema fisiocrático de
distribución jerarquizada y primaria entre señores y siervos de la misma raíz
sociocultural (hispanos); se brinda una segunda versión de tales relaciones entre
conquistadores y amerindios; étnicamente; sea cual fuere su adscripción de clase. Tal
versión puede terminar de apreciarse en referencia de Alipio Valencia Vega: Las
“encomiendas” se ubicaron en las mejores y más extensas tierras; los antiguos ayllus
incaicos quedaron subsistentes en las regiones más alejadas y estériles, pero
completamente desfigurados, porque desapareció entre sus miembros el vínculo
consanguíneo y, además, las tierras se individualizaron, introduciéndose el concepto de
propiedad privada a la manera europea y con reconocimiento del derecho sucesorio.
Esta desfigurada reminiscencia del ayllu incaico fue llamada comunidad de indios y fue
objeto de constante despojo de sus tierras y de expoliación de sus miembros, por parte
de autoridades seculares, eclesiásticas y castrenses y de cualquiera persona que fuese
español o blancoide.
Empero, “las haciendas servían a propósitos diferentes”; donde se hallaban las que eran
de dueños de minas o talleres que “proporcionaban los productos necesarios para estas
operaciones a un costo muy bajo o sin costo”; otras producían para un mercado regional
“creado por la demanda de poblaciones cercanas, centros mineros o puertos”;
especializándose algunas de ellas en la producción de alimentos para tales mercados,
como fue el caso de los valles agrícolas de Cochabamba y Charcas para el Alto Perú. A
pesar de aquello, el crecimiento potencial de las haciendas se hallaba limitado por el
tamaño de la demanda real y dificultades del transporte. Finalmente, la Corona empleó
un medio más para separar a los españoles de la población indígena, a través de la
abolición formal de la esclavitud indígena en 1542; excepto en las zonas fronterizas
(como el Chaco) donde se resistía la implantación española y la población africana que
se importó en cantidades importantes y bajo el régimen de la esclavitud. Gradualmente,
“las encomiendas fueron sustituidas por las haciendas, que eran fincas trabajadas por
gente que se establecía en ellas y que dependía directamente de los dueños de la tierra”.
Dado que la Corona carecía de los recursos humanos y financieros para el estímulo de
su crecimiento, y asumiendo que los empresarios agrarios “con pleno control de la
tierra y de la mano de obra eran mejores que los encomenderos”; pasaron a depender
93
de los oficiales reales”, en tanto que respondían las demandas de la población y las
minas. Sin embargo, la evolución de las haciendas tuvo formas y ritmos diferentes en
los lugares de su implantación. La mayoría de los trabajadores de hacienda eran
amerindios. Muchas veces, los terratenientes adquirían tierra quitándosela a los
establecimientos amerindios; otras atraían migrantes que abandonaron sus aldeas
cargadas de tributos; también los hacendados ofrecían pagar el tributo de sus
trabajadores o brindarles crédito, política que sirvió de base al futuro sistema de
servidumbre por deudas.
La política hispana, su invasión, seguida violentamente de una resistencia nativa y lucha
por la independencia, generada como proceso a partir de la insurrección indígena,
descubre la percepción de que “la conquista no fue una rápida campaña victoriosa”;
sostiene Mario Rolón Anaya; quien prosigue caracterizando el proceso, que “se impuso
después de largo tiempo de lucha constante, en medio de cruentas alternativas bélicas”,
como las guerras de resistencia nativa: La Conquista duró en verdad cerca de medio
Siglo, de 1532 a 1572. Sus cruentas acciones alternaron cruelmente hasta el asesinato
expiatorio de Felipe Tupac Amaru en 1572, último monarca incaico sacrificado en el
Cusco por el Virrey Toledo. Veamos el caso, que guarda connotaciones fundamentales
al tema.
Túpac Amaru asumió la dignidad imperial luego de que su medio hermano el Uari
Inca Titu Cusi murió en 1570. Nos las habemos con la Rebelión de Vilcabamba, que
fue, a decir de Fernando Montes Ruiz; la “primera gran rebelión contra los españoles
en el Perú” y “estuvo encabezada por el Inca Manco (Hijo de Huayna Cápac), a quien
Pizarro designó Inca con la intención de manejarlo a su conveniencia”. Luego: Con el
pretexto de ir a buscar una estatua de oro macizo, el Inca Manco logró salir del Cuzco,
y aprovechando de la ausencia de Almagro (que había ido a conquistar Chile) y de
Pizarro (que se encontraba en Lima), se sublevó contra los españoles en 1536. Allí se
produjo el retorno de Almagro desde Chile, cuyo ejército venció al Inca Manco, quien
se vio forzado a internarse bajo el alero de los inaccesibles contornos arcifinios de la
provincia de Vilcabamba, desde donde llevaba a cabo una guerrilla de hostigamiento a
los españoles; edificando, paralelamente; un sistema de sentido a través del cual se
“restableció el culto al Inca y la antigua religión imperial” e hizo “edificar un templo en
Vitcos, y ordenó que se transfiera allí la imagen de oro del Sol y las momias de sus
antepasados”.
94
Se planteaba seriamente una consigna: La guerra final con España, quien responde
militarmente vigorosa. Tras esta batalla los españoles capturaron la ciudad y el palacio
de Vitcos. El 23 de junio “cayó ante la artillería española el último foco de resistencia
inca, el fuerte de Huayna Pucará, que los indios habían construido recientemente y se
encontraba defendido por 500 chunchos flecheros”. Los “restos del ejército inca, ahora
en retirada, optaron por abandonar Vilcabamba, su última ciudad, y dirigirse a la selva
para reagruparse”. El 24 de junio “los españoles tomaron posesión de la misma
cumpliendo Sarmiento con las solemnidades del caso”. Acompañado de los suyos,
“Túpac Amaru se había marchado el día anterior con dirección al oeste, dentro de los
bosques de las tierras bajas. Luego fue apresado. Los cautivos “fueron traídos de regreso
a las ruinas de Urcos y juntos se encontraron en Cuzco el 30 de noviembre”. Los
vencedores “también trajeron los restos momificados de Manco Cápac y Titu Cusi y
una estatua de oro de Punchao”, la más preciada reliquia del linaje inca “que contenía
los restos mortales de los corazones de los incas fallecidos. Estos objetos sagrados
fueron luego destruidos”. Así: Se hicieron varios intentos para convertir a Túpac Amaru
al cristianismo pero se cree que estos intentos fueron rechazados por un hombre que
estaba convencido de su fe. Túpac Amaru fue condenado por el asesinato de los
sacerdotes en Urcos, de los cuales fue probablemente inocente. Fue sentenciado a la
decapitación.
A decir de Fernando Montes, el Inca Manco “murió en 1545, asesinado por los
partidarios de Almagro el Joven”, a quienes “había dado protección”. Le sucedieron
sus vástagos Sayri Túpac y Tito Cusi; siendo este último sucesor en la resistencia contra
los españoles, llegando “a controlar un vasto territorio en la región oriental de los
Andes, cuyos pobladores le pagaban tributo”. El mensaje asume una posición ético
ideológica decisiva, precisa y puntual: la resurrección de Pachacámac, es decir, el
terremoto ctónico en la teoría política, pero encabezado por un Inca. Veamos, pues,
las connotaciones ideológicas del enunciado. Como bien sabemos, en la estructura
mítica de Pachacámac; Amaru es, pues, la posibilidad rebelde que subvertiría el orden
hispánico bajo un cataclismo sociopolítico que arroje a los viracochas ibéricos al
95
manqhapacha y restablezca a los andinos, que se levantan como un Amaru, que ya deja
de ser la obscuridad del anterior ciclo, para convertirse ahora en el ente antioficial y,
por tanto, latente, que disputará todavía la titularidad del poder en el plano de la
conquista.
El culto ideológico amerindio, refiere Ramón Mujica Pinilla, se cobijó en el
sincretismo, que comenzaba a causar dolores de cabeza a los evangelizadores, quienes
a partir de Bartolomé de las Casas, lo satanizaron. Fue justamente dicho evangelizador
el que narra una readecuación del Mito de Pachacamac, donde la deidad, “tras un enojo
pasajero que le llevó a las profundidades del manqhapacha”, emergió nuevamente
señalando haberse ahora confederado con el dios de los cristianos, “convirtiéndose en
una estrategia demoníaca para llevar almas al infierno”. Así floreció la iconografía
demoníaca de los manes amerindios. Empero, un hecho nodal quedaba reflejado en
textos jesuíticos de 1613 sobre “las idolatrías de los indios huachos y yauyos” de
Huancavelica, quienes habían predicado una nueva religión sincrética bajo un corpus
de trece mandamientos opuestos al decálogo, cuyos ídolos –la mayoría figuras inkas
como el soberano, ñustas, etc., siempre con una señal de fuego en la boca- gozaban de
un culto similar al católico, con iglesias, capillas y procesiones clandestinas de
amerindios no bautizados ni registrados en los libros parroquiales. Esto generó una
vigorosa campaña de “extirpación de idolatrías”.
Así las cosas, el encuentro decisivo se produce en la Tierra, operando ideológicamente
con la matriz amerindia previa, que concebía justamente a los ibéricos como los nuevos
viracochas; esto es; operaba todavía la matriz cíclica amerindia, sin ligar al conquistador
con la civilización antitética que operaría bajo códigos realmente distintos, generándose
un quid pro quo político. Por tanto, se trata de un poderoso intento de restitución, a
modo de pachakuti, que debe subvertir el orden adverso de la conquista. Ergo, al morir
Titu Cusi en 1571; “su hermanastro Túpac Amaru, hijo legítimo de Manco, asumió la
jefatura del Estado neoinca”. Al siguiente año, el Virrey Toledo “envió una expedición
que, favorecida por una epidemia que asolaba Vilcabamba, derrotó fácilmente a Túpac
Amaru”. Este último Inca “fue decapitado en el Cuzco en medio del clamor de una
multitud azorada de indios”.
96
Empero, articulado ideológicamente a éste pachakuti de Amaru, se halla el Taki
Unquy, del que relata Fernando Montes: “Durante la década de 1560, coincidiendo
con la rebelión de Vilcabamba, se desató en los territorios controlados por los
españoles un movimiento religioso político” denominado Taki Unquy, literalmente
mal de la danza: Probablemente el movimiento fue una respuesta indígena frente a los
excesivos tributos y a los abusos de la encomienda impuesta por los españoles. Es
evidente que hubo un estrecho vínculo entre estos dos movimientos indígenas; pero
ambos mantuvieron su autonomía, pues el Taki Unquy tenía sus propios dirigentes. El
área nuclear del Taki Unquy “se hallaba en la provincia de Huamanga y desde allí
salieron emisarios a todo el Tawantinsuyu. El movimiento se extendió por el Cuzco,
Lima, Ayacucho, Arequipa, La Paz y Chuquisaca, llegando a manifestarse aún en las
ciudades españolas”. De suyo: Los adherentes del movimiento decían que las huacas
destruidas o quemadas por los extirpadores de idolatrías habían revivido para derrotar
a los españoles y expulsarlos del país. Aseguraban que cuando Pizarro conquistó el
Perú “había Dios vencido a las guacas y los españoles a los indios; empero que ahora
daba la vuelta al mundo y que Dios y los españoles quedaban vencidos esta vez y todos
los españoles muertos y las ciudades de ellos anegadas y que la mar había de crecer y
que los había de ahogar porque de ellos no huviese memoria”. La Conquista significó
la victoria de los españoles y de su Dios, y la inversión del mundo; pero ahora “no era
tiempo de Dios sino de Guacas”, pues “a Dios se le había acabado su mita (turno) de
mandar” y el mundo se había volcado nuevamente a su posición normal, y por
consiguiente “ya volvía el tiempo del Ynga”.
Los fundamentos ideológicos del Taki Unquy escindían radicalmente al mundo
amerindio con el español, exigiendo a sus prosélitos apartarse completamente de los
cultos, nombres e incluso alimentos venidos de Castilla. Para librarse de la
contaminación europea, los amerindios debían practicar sus antiguos ritos de
purificación, dado que, en síntesis, quienes persistieren fieles “al orden bárbaro e
invertido de los españoles estarían condenados a vivir en un mundo al revés (cabeza
abajo y pies arriba), convertidos en animales silvestres (Wari) asociados a la primitiva
Edad de las Tinieblas”. Si las huacas derrotadas por los españoles habían perdido
credibilidad entre los amerindios, era el Inca de Vilcabamba quien “decidía cuáles
huacas merecían ser revividas”, excluyendo el soberano a las locales a favor de las
provinciales “y sobre todo a las que eran particularmente apreciadas por la dinastía
cuzqueña”, entre las que se hallaban Chuquimoro, Chuquiguaraca, Apollanaca, Sutaya,
Pachacámac; Coricancha, Guaynacauri, Nina Soyuma, Topa Amaro, Mandacalla, en
el Cuzco; la huaca del Titicaca en el Collao y Asarasara en Parinacochas. “Todas ellas
estaban agrupadas alrededor de las huacas de Titicaca y Pachacámac”.
Con la restauración de las huacas oficiales en desmedro de las regionales, “se buscaba
restablecer el poder político del Inca, basado en vínculos religiosos, y anular al clero
97
indígena local, que podía minar ese poder dinástico central”. En 1565, los adeptos del
Taki Unquy “se plegaron a los preparativos de una insurrección general encabezada
por el Inca Titu Cusi de Vilcabamba”, asentándose en Jauja, donde se pertrecharon
para la guerra. Acá nos las habemos con un hecho crucial y clave para comprender el
pensamiento amerindio, como refiere Fernando Montes: Según una creencia indígena
recogida por Sarmiento de Gamboa, el Imperio Incaico había sido fundado
exactamente mil años antes, en una fecha correspondiente al año 565 de la era cristiana.
De estas consideraciones milenaristas nació seguramente la convicción indígena de que
el mundo se había volteado, reiniciándose el tiempo de los incas y de las huacas y
concluyendo el turno de mando de los españoles y sus dioses.
Según Wikipedia, José Gabriel Condorcanqui Noguera (Tinta, Perú, 19 de marzo de 1738 - Cuzco,
18 de mayo de 1781) mayormente conocido como "Túpac Amaru II", fue hijo de Miguel
Condorcanqui y Rosa Noguera, descendía de Tupac Amaru I, último inca del Perú, quien fuera
ejecutado por los españoles en el siglo XVI.
98
LA NUEVA ÉPOCA: EDAD MODERNA
Hablemos ahora de España. Una vez caído el imperio universal romano, las invasiones
germanas de provincias latinas avanzan en todas las direcciones, estableciéndose el
reino visigodo en España. Europa se urbaniza. Inmediatamente, penetran Iberia los
árabes musulmanes, en pleno auge económico, cultural y militar, fundando la cultura
conocida por hispano-árabe o Mora; también –con ellos-; arriban oleadas de judíos
sefarditas (orientales). Las influencias étnicas orientales –musulmanas y sefarditas-,
“fueron continuas y profundas” en las ciudades de Córdoba, Toledo, Sevilla, etc. Fue
justamente en Toledo que floreció la Escuela de Traductores, formada “por cristianos,
judíos y árabes”: el arte mudéjar.
Con la conversión de Recaredo al cristianismo (587) “comienza la intervención de la Iglesia en los
asuntos públicos. Desde entonces la autoridad del monarca ha de manifestarse más fortalecida”.
40
Derrocada por los árabes la monarquía visigótica, origináronse inmediatamente en el norte de
España —sobre todo en Asturias, Navarra y Cataluña—, numerosos centros de reacción. El primer
foco de importancia, fue Asturias donde Pelayo conquistó las bases mínimas de independencia sobre
las cuales habrían de reestructurarse los Estados cristianos. Sus sucesores ampliaron de tal modo el
primitivo reino asturiano que en 910 la corte pudo trasladarse a León. Poco después se organiza el
condado independiente de Castilla y surge el poderoso reino de Navarra que, bajo el reinado de
Sancho III "el Mayor" logra reunir casi toda la España cristiana. Al morir este rey aparecen los reinos
de Castilla y Aragón. Cataluña, por el contrario, permaneció en poder de los francos hasta 874, año
99
Bajo el Imperio Carolingio, España fue la Marca Hispánica regida por Marqueses. En
ella, vino el feudalismo . 41
Para Ángel Salcedo Ruiz, “lo primero que hay que apuntar” es que las monarquías
medievales hispano-cristianas “fueron del mismo sistema social, político y
administrativo que sus contemporáneas del continente europeo”. Salvo algunos
pormenores que marcan la excepción, todas las monarquías de la época siguen cierto
trazo familiar. Las constituciones partieron, pues, de los Fueros y Cartas Pueblas, cuyo
conjunto legislativo se denominaría legislación foral42. El siglo XV ofrece dos períodos
completamente distintos: continúan las luchas oligárquicas y el cuadro general de la
situación del siglo anterior hasta 1474, inicio del reinado de los Reyes Católicos, con lo
que se marca el fin del medioevo español y el inicio de su Edad Moderna. Veamos.
Caracteriza el siglo XV la búsqueda continua de la unidad nacional. Con Fernando I,
Castilla y Aragón lograban acercarse decisivamente. Fernando I murió en 1416, siendo
sucedido por su hijo Alfonso V (1416/1458), quien conquistó Nápoles, donde residía,
mientras que sus hermanos agitaban Castilla y Aragón. Fue la época en que
Constantinopla cayó en manos de los turcos (1453) y llegaban a Italia, en fuga, los sabios
en que se independiza, uniéndose a Aragón en 1137. Durante el siglo XI continúa la línea expansiva
de Castilla. Fernando I la unifica con León y Alfonso VI extiende la frontera meridional hasta el
Tajo conquistando Toledo (1085). Pocos años después (1139), Portugal se declara independiente.
La reconquista no se detiene en la baja Edad Media. Fernando III logra reducir a los musulmanes
hasta el territorio de Granada en tanto que los Estados del oriente inician y continúan un proceso de
creciente aproximación. Al comenzar el siglo XV la unidad jurídico política en torno a la
nacionalidad española está ya en franca evolución (Nota de OMEBA).
41
Objetivamente, sólo Cataluña tomó el carácter feudal propiamente dicho, fruto de su relación
prolongada con los resabios del Imperio Carolingio. Y, por otra parte, la contienda entre los poderes
temporal y espiritual, dada la lejanía ibérica del contexto general y proactivo, apenas restó influencia
a una Iglesia que supo cohesionarse muy sólidamente con el espíritu nacional hispánico. Y éste, se
vería dinamizado también religiosamente, con el rechazo del clero nacional a la penetración masiva
(que reemplazó el antiguo rito español por el romano) de los monjes cluniacenses –franceses-,
conocida como la invasión galicana o europeización ibérica.
42
Aparte de estas instituciones representativas, la España postvisigótica conoció otra forma
esencialmente directa de manifestación de la voluntad popular. “Es la que corresponde a los
llamados conventus populi o conventos publicus, verdaderas asambleas de vecinos que se reunían
en las plazas de las ciudades a objeto de discernir y peticionar sobre cuestiones locales”. Puede
reconocerse en esta costumbre “un lejano antecedente histórico de los pronunciamientos populares
tan típicos en los procesos de formación de los estados latinoamericanos”. Un tercer tipo de
asambleas se encuentra también durante la época de la reconquista, en las juntas judiciales o concilia
que se constituyeron en España, siendo ellas unas de las primeras formas de ejercicio de un poder
jurisdiccional independiente.
100
y retóricos griegos “que determinaron la explosión definitiva del Renacimiento”. Juan
de Aragón, primero gobernador y luego rey tras la muerte de Alfonso V, se casó con
Blanca de Navarra, teniendo tres hijos, de los cuales se dijo fueron “los príncipes quizás
más desgraciados” de la historia; destacando Carlos, príncipe de Viana. Para Salcedo,
pese a los incidentes contra Carlos de Viana, fue más benéfico para el futuro español
que se haya entronizado a Fernando el Católico en lugar de su hermano Carlos, quien
pretendió también –sin éxito- a la reina Isabel de Castilla. De Carlos, anota Salcedo,
podía esperarse “una segunda edición”; un reinado tan calamitoso como el de Alfonso
X el Sabio.
En Castilla, simultáneamente, gobernaron Juan II y Enrique IV (1454/1474), llamado
“el impotente”, pues aparentemente no podía engendrar por alguna enfermedad (se
presume venérea) ni gobernar su reino, envuelto en un caos de guerras constantes y la
primera oposición política en regla. Casado con Juana de Portugal (hermana del rey
Alfonso V), de conocidos amoríos con varias damas de la corte, lo que provocaría una
reacción similar de la reina, quien sostuvo amores con el hidalgo andaluz Beltrán de la
Cueva, de los cuales –aparentemente- nació la princesa doña Juana (marzo de 1462),
apodada la Beltraneja. El apodo se impuso a las ficciones jurídicas de legitimidad que
terminó por privarla del trono; acatando así la firma del rey en favor de sus hermanos
Alfonso e Isabel como legítimos sucesores al trono. Insurrecto, Alfonso derrocó a su
hermano y gobernó por tres años (1465/1468), tras cuya muerte –excluida la Beltraneja-
, asumió el trono Isabel la Católica (nacida en abril 22 de 1451).
Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, son los iconos de la
unidad nacional española, finalmente lograda tras ocho siglos de lucha por su
independencia. También, simbolizan el tránsito definitivo del medioevo a la
modernidad, así como la constitución monárquica del estado nacional centralizado. Las
capitulaciones matrimoniales habían establecido la parte que cada uno tendría en el
gobierno, consolidando este matrimonio la unidad política española y el poder de los
monarcas, con predominio de Castilla sobre Aragón, pero guardando equilibrios
Muerta su madre, D. Juan casó con la rica hembra castellana doña Juana Enríquez, mujer de talento
y energía varonil, mas el tipo acabado de la mala madrastra, que puso en juego todas sus facultades
para que su marido aborreciese á los hijos del primer matrimonio, como lo consiguió. Navarra estaba
dividida desde 1438 en dos bandos: agramonteses, cuyo núcleo era la casa de Agramont, y
biamonteses, que seguían á la familia de Beaumont. En esta ocasión los primeros se declararon por
los reyes Don Juan y Doña Juana, (…) los biamonteses se pusieron de parte del hijo. Estalló la guerra
civil, y el príncipe de Viana fue preso. Novelescas fueron ésta y las siguientes prisiones de D. Carlos,
(…) hasta que al cabo murió (23 Septiembre 1461), de enfermedad natural según Zurita; envenenado
según el vulgo. Así pudo heredar los reinos aragoneses sin contradicción el hijo de D. Juan y la
Enríquez, ó sea Fernando el Católico, nacido en Sos el 10 de Marzo de 1452.
El reinado de Juan II (1406/1454) ofrece dos aspectos diferentes: el literario –afortunado
renacimiento grecolatino en las letras- y el político, que “no pudo ser más desgraciado”.
101
importantes en la solidez del vínculo. Los reyes comienzan por pacificar el reino, para
lograr la unidad política, enfrentando a los privilegios de la nobleza, sus fuerzas
armadas, así como la sujeción de las órdenes militares/religiosas. En tal dirección,
también reorganizaron el Consejo Real con adictos al absolutismo. Empero, a la política
de hierro sumaron un hábil manejo de la opinión pública, principalmente el rey. Con
la reconquista de Granada en enero de 1492, eliminaron el último bastión musulmán
de Al Andalús y con la anexión de Navarra, unificaron totalmente el reino de España.
Impusieron “la unidad religiosa” expulsando a los árabes y judíos, así como
implantaron la Inquisición, que fue dirigida por Torquemada, con abundantes usuarios
(o víctimas). Se torturó y ejecutó a muchos judíos y moros, hasta que finalmente fueron
expulsados los no conversos. Codificaron las leyes vigentes a través de las Ordenanzas
Reales de Castilla (también llamadas Ordenamiento de Montalvo en honor a su autor);
crearon cinco consejos de estado (consejos de estado, Gracias, Aragón, Santa
Hermandad y Hacienda), además de las dos Contadurías. Su política económica fue
de un proteccionismo bastante moderado. Y, finalmente, como fruto de la constitución
real de su estado, acometieron empresas marítimas en pos de su expansión, una de las
cuales, llevada a cabo por Cristóbal Colón, dio con la ruta atlántica de Abya Yala y
“descubrió América”. Este reinado sentaría las bases para que una fragmentada y
medieval España se colocara el siglo XVI como la más grande potencia mundial.
102
De todos los posibles legados coloniales que se haya provisto Bolivia, indudablemente,
uno de los menos resaltados es el referido a su naturaleza jurisdiccional: la Real
Audiencia de Charcas operaba como una especie de Corte Suprema colonial; nos las
habemos con éste país jurídico cuya singularidad reside en haber nacido a la vida
colonial como ente legal. Desde la época temprana, la costumbre social se vio invadida
de usos legales, convirtiéndose el derecho en un mediador eficaz de las relaciones entre
castas y etnias, adhiriéndose a la hermenéutica particular que desempeñaba en un
escenario que no hallaría interrupción al finalizar el dominio español, sino más bien
continuaría como tradición republicana. Sostengo que la raíz jurídica colonial no ha
sido reemplazada por otra de carácter republicano, sino más bien resultó fortalecida en
su nuevo contexto, es decir, la característica resultó imperecedera dada la utilidad
prestada, principalmente en su rol intercultural mediador. Se trata de una eficaz
instrumentación normativa que supo expresar el pacto de reciprocidad asimétrico
resultante de la conquista.
Inclusive, la juridicidad estableció canales de movilidad social, en virtud a
procedimientos que tenían como finalidad el reconocimiento legal de la nobleza
indígena y, lo más importante, la seguridad jurídica brindada a las comunidades
amerindias, a través de la extensión de títulos de propiedad sobre sus tierras. Esto
último resultó crucial en la comprensión amerindia de las nuevas entidades políticas y
su relación con éstas. Lo anterior, no obstante, de ninguna forma quiere dar por
sobreentendida una supuesta eficacia normativa, ya que vino acuñándose desde
tiempos inmemoriales aquello de que se acata pero no se cumple. Sin embargo, las
autoridades coloniales guardaron la suficiente prudencia en las reciprocidades,
estableciéndose también de forma precoz un conjunto de negociaciones flexibles acerca
de la aplicación jurídica de las disposiciones venidas desde la metrópoli. Pero, ojo, ello
no abría paso automáticamente a monumentales despojos como los operados por la
república; aún las transgresiones eran negociadas, la clave consistía en dejar incólume
el pacto de reciprocidad. Será, entonces, la envoltura jurídica que funja de contenedora
de otras relaciones trasvasadas a su ámbito y, por ende, afectadas a su lógica y
procedimientos. El uso y repetición permanente de tales pactos fue configurando una
peculiaridad que habrá de acompañarnos hoy; la juridicidad de las relaciones sociales,
expresadas en un escenario específico: el campo jurídico político.
Este bosquejo evolutivo transforma en racionalidad “lo que era al principio un hecho
natural”. La contextualización ubica ondas largas de un proceso racional jurídico
político en permanente situación evolutiva. Todas aquellas ondas largas, circunstancias
y causas que obran sobre la naturaleza humana, también lo hacen sobre el estado, que
para responder a sus fines “debe ser un espejo fiel del estado de cultura y de todos los
elementos de civilización existentes en la sociedad”. En estas tierras de Abya Yala,
103
también la Rebelión/Pachakuti supone una onda larga que marcará su devenir
histórico. Veamos…
Tanto los mitos cosmogónicos como las edades de Guamán Poma diferencian
dos períodos opuestos bien definidos: un tiempo primitivo de oscuridad (la era
del Genio Maligno y las dos primeras edades), en que predominan el caos, la
naturaleza salvaje y la barbarie, asociados al principio de lo Bajo. Después de un
cataclismo viene la segunda época (la era del Héroe Civilizador y las edades
tercera y cuarta), donde tienen primacía la luz, el orden y la cultura, que son
atributos de lo Alto. (…) los mitos andinos modernos relatan un nuevo cataclismo
que inicia la tercera edad, en la cual se vuelven a imponer la oscuridad, el caos y
la barbarie, y anuncian otro cataclismo futuro que restaurará una vez más el
orden, la civilización y la luz.
“El tiempo andino está regido por la dialéctica de oposición complementaria, pues a
un período de oscuridad, naturaleza y barbarie, asociado a lo Bajo y a lo antiguo, se le
opone un período simétricamente inverso de luz, cultura y civilización, vinculado a lo
Alto y a lo moderno”. Luego:
43
Fernando Montes Ruiz: La Máscara de Piedra. Simbolismo y personalidad aymaras en la historia.
Comisión Episcopal de Educación / Secretariado Nacional para la Acción Social. Editorial Quipus.
Primera Edición. Pág. 5 y ss. La Paz, 1984.
104
La transición entre uno y otro está definida por un cataclismo o pachakuti que
enfrenta a ambos opuestos en un terreno neutral (Akapacha) y los confunde e
iguala momentáneamente en un caos temporal, que luego otorga el predominio
al término que estaba subordinado, restaurando así el equilibrio del sistema. De
este modo, cada principio predomina alternativamente sobre su opuesto, según
un sistema de mit’as o turnos que invierte periódicamente la totalidad. Es
necesario advertir que lo Bajo se asocia con el pasado y lo Alto con el presente;
vale decir que existe una correspondencia exacta entre categorías espaciales y
temporales, en concordancia con la unidad espaciotemporal de pacha. En
segundo lugar, hay que recalcar que los atributos simbólicos del presente son
simétricamente opuestos a los del pasado y el futuro; o dicho en otras palabras,
el presente es simétricamente inverso al pasado y al futuro, los cuales por su parte
son idénticos entre sí.
No obstante, (…) se advierte que en el cronista se libra una verdadera batalla entre
la cosmovisión andina heredada de sus antepasados y las nociones europeas
adquiridas por aculturación. Su crónica es un artificioso esfuerzo por conciliar
ambas concepciones antagónicas del mundo, aunque acaba por triunfar su
herencia andina. Por ello calcula la antigüedad del mundo en 6.612 años. Si se
considera que escribe su crónica el año 1612, y se sustrae este número de la cifra
total de 6.612, el resultado es el número redondo de 5.000 años, que corresponde
a las primeras cuatro edades. El autor hace coincidir el comienzo de la era
cristiana con el inicio de la era incaica, y a esta última le atribuye una duración de
1.500 años. Los 112 años de diferencia entre esa cifra y 1612 son el tiempo que
según el cronista había transcurrido desde la Conquista hasta el momento que
escribió su libro.
Los 5000 años correspondientes a las primeras cuatro edades y los 1500 de la quinta
“son sin duda cifras milenaristas que vienen impuestas por la combinación de los
principios lógicos de la quinquepartición y la división decimal (los cuales constituían la
base de la organización estatal incaica)”. Lo anterior supone, pues, que el tiempo no
es idéntico a sí mismo:
105
De esta manera, la duración uniformemente milenaria de los períodos
temporales andinos no emana de los hechos históricos mismos, sino que está
establecida de antemano por las oposiciones y correspondencias simbólicas de la
dialéctica andina. En otras palabras, independientemente del transcurso real del
tiempo, la duración atribuida a estos períodos se acorta o se alarga
arbitrariamente para acomodarla a dichas categorías lógicas preestablecidas. El
tiempo es por tanto elástico y relativo: como no se lleva un cómputo exacto de
los años, no existe una escala temporal absoluta (de segmentos invariablemente
equidistantes), con respecto a la cual el tiempo pueda conservar una
proporcionalidad absoluta e inmutable a lo largo de todo su transcurso.
Y acá nuestro autor arriba con brillantez al enunciado básico del sistema en cuestión,
otorgándole un sentido propio, diverso y al mismo tiempo válido en su espacio-tiempo:
En virtud de esta elasticidad del tiempo, el pasado y el futuro, por muy remotos
que sean, son siempre contemporáneos al presente, pues la distancia temporal
que media entre éste y aquéllos es relativa y puede acortarse indefinidamente
hasta hacerlos inmediatos. Esto no significa que deje de haber devenir. Por el
contrario, el tiempo transcurre: hay un antes y un después, los cuales son a la vez
un ahora que es siempre. Los acontecimientos del pasado y del futuro están
ocurriendo constantemente en este presente eterno y absoluto, sobre el que
confluyen todos los tiempos posibles. Así, el pasado legendario de las epopeyas
–que en virtud del eterno retorno es también futuro utópico- se revive
continuamente en este presente mítico, al que fundamenta y confiere sacralidad.
Esto explica la presencia constante del pasado en el presente precolombino. (…)
En el contexto de esta categoría lingüística {Nayra} se comprende la concepción
andina del tiempo: el pasado queda hacia adelante y está asociado con los ojos y
con el acto de ver porque se lo ha vivido y presenciado; es decir porque se lo ha
visto. A la inversa, el futuro queda hacia atrás de la espalda porque es aún
desconocido, y por así decirlo, está fuera de la perspectiva visual.
“El tiempo mítico andino avanza desde un presente absoluto y eterno, sobre el que
confluyen todas las épocas, hacia un futuro ignoto; siempre de cara a un pasado
conocido, al que invariablemente retornará”. Así concluye su relato Fernando Montes,
mostrando las características esenciales del origen y cambio en sociedades andinas.
106
Éste, sin embargo, logra con el Inkario adherirse a las corrientes “universalmente
modernas” de la revolución como estructura de cambio, aparentemente no entrevista
como un pachakuti por los amerindios de entonces. A criterio del Dr. Mario Rolón
Anaya; la disputa de los “Ayllus imperiales” o “panacas”; era tradicional en la
“rivalidad” de los linajes del Cuzco: del “Hanan (arriba)” y “Hurin (abajo). Mientras
los Hanan del Cuzco “querían mantener la estructura del Imperio que dejara
Pachacutec”, como “conservadores”; los Hurin Cuzco “querían introducir cambios”,
como “innovadores”. Luego, sostiene Rolón Anaya:
Tal fue la coyuntura que hallaron los conquistadores, quienes aprovecharon la división
estableciendo un hábil sistema de alianzas entre fracciones confrontadas, logrando así
colaboración amerindia frente al incario, en la creencia que su deposición marcaría
nuevas pautas de convivencia en la región, españoles incluidos, iniciándose un doloroso
quid pro quo entre las comunidades y pueblos amerindios con el sistema civilizacional
de occidente, sus miembros y sistema estatal de poder. Colonialistas nativos a criterio
de Rolón, impelidos mayormente por ingenuidad que mala fe.
107
misterioso origen de este puente se pierde entre las sombras de esa noche tenebrosa
que se llamó el coloniaje.
Cuenta la leyenda que la más hermosa ñusta que tuvo la región fue la hija del Curaca.
Chasca, una hermosa joven con la bondad en sus extenuados ojos, al paso de sus
pestañas. Chasca era una mujer que en lo humano tenía un bello cuerpo, recia
contextura de hembra, fino perfil, ojos hermosos y en lo divino lo tenía todo: Belleza
en el alma, pureza en el corazón, candor en su espíritu y blancura en todo su ser
espiritual.
En el hogar del Curaca, su padre, se practicaba el lema “Ama ckella”(no seas flojo) es
por esta razón que Chasca cumplía funciones de todo tipo en el campo: a veces
pastoreaba ovejas, otras tejía hermosos telares, o también caminaba detrás de su padre
sembrando la tierra.
Dice la historia que desde pequeños, una reciprocidad de sentimientos había unido a
Chasca y Calca en los juegos y en las fiestas, en los pastoreos y las siembras. Habían
crecido juntos, ella cada día más hermosa, él cada día más apuesto. Pero existía un
brutal abismo que los separaría.
Chasca y Calca venían de familias muy distintas: Chaca de familia noble, padres ricos,
su familia era dueña de muchas tierras y ganado. Calca por su parte era pobre, familia
sin posesiones ni títulos y peor aún Calca era de cuna humilde, sus padres jamás habrían
recibido distinción alguna de parte de la vara del curaca. Pero el amor que todo lo
puede, hizo que poco les importaran estas diferencias a la joven y enamorada pareja,
es entonces, como se comienzan a visitar a escondidas cada vez que Chasca trabajaba
la tierra en el campo.
El Curaca que ya había escuchado rumores sobre las andanzas de su hija, un día se
decide a seguirla por el camino al manantial y descubre a los jóvenes en su poético sitio
de citas. La aparición del curaca fue abrupta y violenta, Chasca sorprendida apretó las
manos de Calca y por más que intentó, ni una sola palabra pudo salir de su boca. Estaba
pálida, con el miedo dibujado en sus dos hermosos ojos. El curaca imperioso,
autoritario comenzó con un hiriente discurso enrostrándole su falta de nobleza a Calca,
pero este sin sentirse humillado le responde:
- Ya que para ti la posición social y las riquezas son importantes, te pido el plazo
de un año para juntar riquezas, porque tengo el don del trabajo, la fortaleza de
mi alma y la voluntad de mi corazón. Cuando haya cumplido mis deseos vendré
a pedirte la mano de tu hija.
El curaca aceptó el trato pero dentro de su cabeza pasaban ideas de cómo separar a
esta pareja y conseguir un matrimonio de conveniencia con su hermosa hija.
108
Calca se va de viaje según lo acordado y Chasca comienza a sufrir las medidas de su
padre, quien con el paso del tiempo concreta un matrimonio con el hijo del alcalde.
Chasca cada vez más triste y desolada, obsesionada con ver aparecer por aquella
montaña la silueta de su amado y mirando sin interés alguno como se gestaba un
casamiento que ella no aceptaba. Le rogó a su padre que por favor respetara el trato
hecho previamente con Calca, que pronto se cumpliría el plazo. Pero el padre
ambicioso y autoritario no escucho los ruegos de su hija.
En el pueblo todo estaba listo, sin embargo esa semana se puso a llover como nunca,
todo indicaba temporal intenso y el matrimonio se corrió para el día siguiente con las
esperanzas de un buen clima digno de tan pomposa celebración.
Calca estaba volviendo ya, con ayuda de las riquezas ganadas, sin embargo al llegar a las
orillas del Pilcomayo se encuentra con un río que parece más bien una montaña
deshaciéndose entre una fuerte y creciente corriente de barro, al verse imposibilitado
para pasar, Calca comienza a invocar la ayuda de satanás entre gritos y maldiciones: -
¡Que me lleve el diablo antes de faltar a mi palabra!
Y entre fulgurantes centellas aparece el mismísimo diablo quien le ofrece construir un
puente para cruzar el río, antes de que cante el primer gallo a cambio de su alma. Calca
con miedo pensó que esta era su mejor opción ya que si cantaba el gallo, él quedaría
libre y podría ir a reunirse con su amada. Calca acepta y el diablo se pone a trabajar en
el puente, cogiendo piedras, mezclando el concreto y poco a poco el cielo cambiaba su
color amenazando con amanecer, cuando de pronto, mientras el diablo está
acomodando la última piedra, canta el gallo de la aldea vecina. Calca feliz y algo
asustado por su triunfo, corre por el camino fulgurante de un nuevo día.
Inesperadamente, en medio de esa luminosidad ve brillar la armadura de San Miguel
Arcángel quien con su espada logró impedir que el diablo pusiera la última piedra,
dejándolo libre de toda penitencia.
Al llegar a Yocalla comprende todo lo que está sucediendo en el pueblo, a tirones se
hace un espacio entre la multitud, se acerca a su amada y con la desesperación del
genuino joven amor, logra hablar con el sacerdote a quien explica todo lo ocurrido, el
sacerdote decide respetar el primer trato de Calca con el curaca y termina casando a la
feliz pareja.
El puente del Pilcomayo es una atracción para todos quienes lo visitan, su construcción
guarda hasta hoy el misterio de parecer siempre recién construido.
EPOCA COLONIAL
Los españoles con el afán de continuar su conquista envían a Gonzalo Pizarro en 1538,
a pedido de su hermano Francisco, hacia tierras de los Charcas o Collao. El ingreso en
estas tierras no fue fácil puesto que en Chuquisaca cercaron al español, los indios no
109
conformes con la conquista defendieron, al mando de Tito, sus propiedades y sus
tierras pero pronto se vieron derrotados. Es así que Gonzalo con el título de corregidor
se quedó explotando la mina de Porco atrayendo así a los españoles a estos lugares de
los Andes.
CONQUISTAS
Los españoles con el afán de continuar su conquista envían a Gonzalo Pizarro en 1538,
a pedido de su hermano Francisco, hacia tierras de los Charcas o Collao. El ingreso en
estas tierras no fue fácil puesto que en Chuquisaca cercaron al español, los indios no
conformes con la conquista defendieron, al mando de Tito, sus propiedades y sus
tierras pero pronto se vieron derrotados. Es así que Gonzalo con el título de corregidor
se quedó explotando la mina de Porco atrayendo así a los españoles a estos lugares de
los Andes.
El descubrimiento del cerro de Potosí fue uno de los acontecimientos más importantes
de la historia del Alto Perú. El indio Diego Huallpa fue enviado a al cerro de Sumac
Orco en 1545 y accidentalmente descubrió una veta de plata, mineral del que estaba
constituido el cerro. Es así que Potosí empieza a ser poblado porque había corrido la
voz por todo el Alto Perú el descubrimiento del cerro. Lugar que fue poblándose de
manera desordenada porque los mineros que llegaban hasta el lugar para explotar el
mineral construían sus casas dispersas por cualquier lugar. Los indios salieron en
defensa del cerro y en una cruel batalla se enfrentaron en la cuesta de Jesús del Valle a
los españoles, al mando los indios del valiente Chaqui Catari y aunque fueron
superiores en número terminaron derrotados defendiendo las riquezas que no pudo
tocar Huayna Capac.
Pero los tiempos eran otros; los acaecidos, tenían su propia lógica… Veamos…
El Memorial de Charcas
(1582)
110
a la estructura del poder político originario. En muchas oportunidades, los curacas reiterarán que
Francisco de Toledo (conocido como el “supremo organizador del Perú”), les ha agraviado. Por esta
razón, piden al Rey concederles “bien, merced y justicia” y “ponga remedio” a la situación de
“desorganización” del mundo de los naturales.
Por la cantidad y calidad de datos de tipo etnográfico e histórico, Espinoza Soriano denomina al
manuscrito encontrado como la “Crónica inédita de 1582”.Este documento contiene:
1. Un memorial de 53 capítulos (sin fecha). Rubrican 24 curacas de cuatrograndes nacionalidades.
2. Un memorial de 16 capítulos (sin fecha). Rubrica el curaca Fernando deAyavire y Velasco.
3. Una memoria de don Fernando Ayavire y Velasco (con fechas 6 y 20 dediciembre de 1582).
Firma del curaca Fernando de Ayavire; Juan Dávila,corregidor y justicia mayor de Potosí; y Pedro
Venegas, escribano público.
4. Una solicitud del apoderado de don Fernando Ayavire y Velasco (sin firma).
Se colige que se trata del Dr. Barros.
El tercer memorial es importante por dos razones: por la fecha (1582) y porquese acompaña con dos
escritos de relevancia que iluminan el contexto detemas concomitantes con los curacas, como los
lamentos dolorosos y las quejasde las autoridades originarias, quienes tuvieron que aceptar el nuevo
ordencolonial2. En esta memoria, Fernando Ayavire y Velasco incluye una “peticiónde 1575” que
había sido dirigida al Virrey Francisco de Toledo y un “decreto de1575”, firmado por Navamuel,
secretario del Virrey Toledo.
La petición de 1575 comienza con una argumentación genealógico-biológicay con una
argumentación de una “genealogía de ejercicio de poder” en el repartimientode Sacaca, antes y
después de los incas. Con la implementacióndel sistema de la encomienda y de encomenderos, el
repartimiento de Sacacahabía quedado bajo el cacique Alonso Ayavire, padre de Fernando Ayavire,
porlo cual el sucesor en el cacicazgo debía ser su hijo. Sin embargo, el régimencolonial no actuó en
consecuencia. De tres caciques, dos caciques (y no delos principales) reciben como tasa de
sustentamiento trescientos y doscientospesos, respectivamente; en cambio, don Fernando recibe
solamente 80 pesos.
Don Fernando sospecha que hubo una “falsa” o “siniestra” relación en la visitaordenada por
Toledo, cuyo autor sería el visitador Diego Núñez Bazán. “Yo reciuo notable agrauio porque la
dicha tasa es muy poca para que yo me pueda sustentara la calidad de mi persona e hijo e nieto y
descendiente de quien soy…”. Además,Fernando Ayavire había aceptado la conquista española y
había aprendido lalengua y costumbres de la cultura extraña.Fernando pide, por ser cacique
principal del repartimiento de Sacaca yparcialidades,se le haga merced de:
- Declaración de ser cacique principal
- Suficiente tasa y salario
- Sembrar tres fanegas de maíz
111
- Sembrar quince fanegas de papas
- Quince indios de servicio
- 24 carneros de castilla (ovejas)
- 24 carneros de la tierra (llamas)
Por lo visto, el decreto de 1575 no había satisfecho todos los puntos exigidospor el cacique de
Sacaca.Años después, en 1582, no solamente don Fernando Ayavire retoma el temade las peticiones
ante el Rey de España, sino también otros 24 caciques de laprovincia Charcas. El grupo de los 24
elabora el Memorial de 53 capítulos, ydon Fernando el Memorial de los 16 capítulos.
En ambos memoriales está claramente expresado por los caciques indígenasque el virrey Francisco
de Toledo les ha agraviado y que el sistema colonialimpuesto los trata “como esclavos”. Los curacas
expresan su nostalgia de losprivilegios de que gozaran en época prehispánica y habían perdido con
la implantaciónde la encomienda. La nación Charca fue dividida en 25 encomiendaso
repartimientos; existen quejas explícitas contra los españoles, de las quese salvan los jesuitas y el
Dr. Barros. Desde la visión de los indígenas, se planteaun enjuiciamiento al virrey Francisco de
Toledo, por haber montado una maquinariapolítica, económica y social que beneficia a extraños y
va en contra delos naturales.Otros temas de tipo histórico, etnográfico, guerras, práctica de justicia,
salud, hospitales, incluso evangelización, están mencionados en los memoriales. Considero de
mucha importancia el análisis y las discusiones temáticas propuestaspor Waldemar Espinoza
Soriano, a propósito del “Memorial de Charcas”.
En esta ocasión se publica la transcripción realizada por Waldemar Espinozaqueapareció en la
revista peruana Cantuta, en 1969. Este documento fue nuevamentepublicado el año 2003, en el
libro “Temas de etnohistoria boliviana”.
Referencias
1. Espinoza Soriano, Waldemar. "El Memorial de Charcas. Crónica inédita de 1582. En: Revista
Cantuta,
112
Nº 4, Universidad Nacional de Educación, Chosica, Perú, 1969,117-152".
2. Espinoza Soriano, Waldemar. “El Memorial de Charcas. Crónica inédita de 1582” (edición
corregida).
En: Temas de etnohistoria boliviana. La Paz, Producciones CIMA, 2003: 287- 331.
3. Universidad Mayor de San Simón. “Repartimiento de tierras por el Inca Huayna Capac.
/testimonio
de un documento de 1556”. Cochabamba, UMSS, Departamento de Arqueología, Museo
Arqueológico,
1977.
4. Wachtel, Nathan. “Los mitimas del valle de Cochabamba. La política de colonización de
Wayna
Capac”. En: Historia Boliviana I/1, Cochabamba, 1981: 21-57.
El Memorial de Charcas
I
SACRA CESÁREA CATÓLICA REAL MAJESTADEL MEMORIAL DE CAPÍTULOS
DELOS CACIQUESPRINCIPALES Y [DE] LOS DEMÁS INDIOS DE LA
PROUINCIADE LOS CHARCAS [QUE] PRESENTAN ANTE VUESTRAMAJESTAD,
PARA QUE SEPROUEAN Y EN ELLOS VUESTRAMAJESTAD LES HAGA MERCED
Y PONGA REMEDIO, SON LOSSIGUIENTES:
113
el parecer de los demás visitadores de lasprouincias y de las Audiencias contra el cual nos echó la
dicha tasa yque la que Vuestra Majestad mandare pagar sea según el pusible de losdichos indios
sea en las cosas que en sus pueblos y chacras cogen por elmuncho daño e inconveniente que de salir
a buscar la tasa fuera de sustierras se les sigue.
114
6.- Repoblación y privilegios de curacas
Iten. Suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar que los corregidoresy particulares que
tenemos tengan gran cuenta y cuidado derecoger los indios ansí huidos y ausentados como
cimarrones y de los que, se han entrado en las chacaras de los españoles siendo visitados
yempadronados y que envíen sus mandamientos requisitorios a los demáscorregidores de cada
Partido donde estuvieron los dichos indios y quelo mismo les encargue Vuestra Majestad a los tales
corregidores y a losdemás justicias de Vuestra Majestad que tengan cuenta con los principalesde
los naturales de vasallos que antes de los ingas y después dellosfuimos, porque el día de hoy no nos
tratan conforme a la calidad denuestras personas especialmente a los señores naturales de vasallos
de a
diez mil indios y a los demás caciques y señores referidos en estos nuestrosCapitulos, y que seamos
concedidos todos los privilegios, gracias,franquezas y libertades que a los hijosdalgo se le deuen
concedidas porlos católicos reyes de España. Suplican a Vuestra Majestad que despachesu real
prouisión y se les concedan todas las libertades que se les deuenconceder como hijosdalgo en todas
las cosas ceviles y criminales que seofrezcan. Y piden Justicia.
115
9.- Pésima evangelización
Lo otro. Para que a Vuestra Majestad le conste de la muncha tasa y delas vejaciones y agrauios
que don Francisco de Toledo nos ha hecho enesta prouincia de Los Charcas, conuiene que se tomen
los dichos de lossacerdotes de cada repartimiento y de cómo no puede hauer doctrinacon la muncha
tasa porque la pretensión de Vuestra Majestad es tansolamente la conuersión de los naturales a la
ley evangélica y policía cristiana y hauiendo tanta tasa no la puede hauer como Vuestra Majestadlo
pretende como príncipe tan cristianísimo que es.
11.- Reducciones
Que Vuestra Majestad sea seruido que por cuanto algunas reduccionesestán fechas en daño de los
naturales, en parte donde no hay pastos nicharcas con que se podersustentar y pastar sus ganados
y estando poblados en munchos pueblos los han reducido a uno o dos, que puedan estaren algunos
más pueblos a donde los sacerdotes los puedan ir a doctrinarpor conuenir a la conseruación y
aumento de los naturales.
116
desarraigados de las dichas tierras y nos las han quitadode tal suerte que no nos quedan sino muy
pocas y de las ruines que hay
y nos quieren desterrar de nuestra patria, nación y tierras, pues con ellasfueron visitadas y echada
la tasa. Suplicamos a Vuestra Majestad nosprovea de remedio, pues nos importa muncho.
117
y los granos cada indio sube más de nueve pesos; y nosabemos qué nos hacer y los nuestros porque
somos muy pobres y notenemos de dónde pagar. Demás de esto, en el hospital de la Uilla dePotosí
nosotros los naturales de esta prouincia de Los Charcas no tenemosen ella indios enfermos si no
son los españoles, mestizos, mulatos,negros, yanaconas y seruicio de los españoles y lo mesmo los
collasuyos,y si tenemos enfermos sarán muy pocos. Suplicamos a Vuestra Majestadsea seruido de
mandar quitar los dichos cuatro tomines ensayados quepaga cada un indio en cada un año, pues
que en ello recibiremos bien ymerced, porque nosotros los de esta prouincia nos trocamos cada año
ya esta causa no hay munchos enfermos.
118
seruicios y lo mesmo los caciques de a cinco mil indios y de a milindios y los curacas de a quinientos
y de ciento indios de Anansaya y
Horinsaya a cada uno conforme a su persona. Y el día de hoy se nos hanquitado todos los yanaconas
que teníamos mandando ser indios tributarios.Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea
seruido mandar senos guarde la orden que teníamos en esto, pues somos señores naturalesde
nuestros súbditos, para podernos sustentar como tales eñores y para poder sustentar los provea de
nuestros repartimientos y parcialidades aquien tenemos por costumbre dar siempre de comer porque
el salario yseruicio que don Francisco de Toledo nos mandó señalar a los caciqueses muy poco y lo
mesmo las semillas que nos mandó sembrar ansí/ demaíz y papas y otras legumbres.
119
25.- Señoríos y curacazgos
Lo otro. En nuestra prouincia de Los Charcas, antes de los ingas y despuésde ellos solía hauer
señores naturales mayores de a diez mil vasallosy otros de a ocho mil indios y otros de a seis mil
indios y vasallos otrosdichos señores y caualleros eran superiores de los demás caciques y señoresque
hauía en cada nación. Y ansí el uno fue de Los Charcas y elotro de Los Caracaras y el otro de Los
Soras y el otro de Los Quillacas yel otro de Los Carangas y el otro de Los Chuis y el otro de Los
Chichas,cada uno diferentes en la nación, hábitos y traje. Y ansí cada uno de estosseñores solían
tener ochosegundas personas y diez también de a milindios y cuatro principales de cada ayllu de a
quinientos y de cient indiosy cuatro mandones en cada ayllu cada/ uno en su nación de hanansayay
Hurinsaya. Y en esta orden gouernaron los ingas. Y cada uno fuimosseñores de nuestros súbditos
y naturales y fueron bien gouernadoslos nuestros naturales. Y en esta costumbre los hallaron los
españoles yVuestra Majestad. Y agora en esta visita general que se ha fecho por ordende don
Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nos haquitado todo el mando y señorío que
teníamos sobre nuestros súbditosy vasallos como si no fuésemos señores naturales ansí como los
duquesy condes y marqueses que son en España, de lo cual recibimos notorioagrauio y daño. Por lo
cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruidode hacernos merced de mandarnos desagraviar,
pues en ello recibiremosbien y merced, mandando dar sus reales prouiciones y priuilegios
concedidospor los católicos reyes de España a los caualleros e hijosdalgo enlos Reinos de España.
120
caualleros de España, mandandoa las justicias de este Reino que nos tengan y guarden
nuestrospriuilegios como se deuen guardar, pues tenemos tan buen príncipe y reycristianísimo, ansí
en todas las cosas ceviles y criminales que se ofrezcan,pues somos sus vasallos no menos que los de
España.
121
31.- Tributos y reducciones
Que Vuestra Majestad sea seruido, pues que don Francisco Toledo, visorreyque fue de estos Reinos,
nos mandó enterar y pagar todas las terciaspartes de la tasa de cada repartimiento por razón de la
ocupación en lasreducciones. Sea seruido de mandarnos voluer todo lo que ansí hemospagado, pues
Vuestra Majestad tiene mandado en una su real provisiónque en todo el tiempo que nos ocupásemos
en la reducción y tardásemosquitase de la tasa la dicha tercia parte del dicho tiempo, pues es
[en]seruicio de Dios Nuestro Señor y limosna a los nturales de esta prouicia.
122
fueron visitadas y retasados cada repartimiento. Y en elloreciuiremos bien y merced, porque si no
lo remedia con tiempo nos loquitaran hasta dentro de nuestras casas y chacaras.
123
y notorio.Y por amor de estos indios mingalunas tiene salida cualquier cosaansí la comida, maíz y
chuño, carbón, leña, paja e yerba y otras munchasmenudencias con que pagan los indios su tasa y
sustentan a sus mujerese hijos y otros van por comida, carbón, leña y paja y yerba y magueyes
ymaderos. Por todo lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido deconcedernos esta merced
como esperamos de tan cristianísimo príncipe que es.
124
sacado tanta riqueza en su real seruicio y aumento de la RealHacienda, de concedernos lo que
suplicamos y pedimos y que nos haganmercedes, gracias y franquezas y libertades y que seamos las
dichas dos naciones más preuelijados [sic] que otras naciones de esta prouincia y detodo el Reino
del Pirú.
125
43.- Curacazgos y capitanías de mita
Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, nosdejó tan agrauiados a los
naturales de esta prouincia de los Charcas, ala nación de los Charcas y Caracaras, dos naciones,
hauiendo dejadotan solamente dos capitanes de los naturales por siniestra relación deellos: uno de
los Quillaca y otro de Los Soras, que son naciones por sí ygente extranjera, siendo como somos
nosotros las dos naciones charcasy Caracaras indios naturales de esta prouincia de los Charcas de
a diezmil vasallos cada uno antes de los ingas y después de ellos y capitanesgenerales de los dichos
ingas y por nosotros se llamó esta prouinciaprouincia de Los Charcas. Y lo mismo nosotros fuimos
de los primerosque vinieron a la obediencia de Vuestra Majestad y nos viene de derecholos dichos
capitanazgos. Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad seaseruido de hacernos merced, gracias,
franquezas [y] liuertades como asus vasallos enviándonos sus reales prouisiones para que haya
otros doscapitanes, más de los naturales, uno de los Charcas y otro de los Caracaras,haciéndonos
merced del capitanazgo principal de esta prouincia deLos Charcas a una de las dos naciones y con
salario bastante fuera de losque requieren hauer en cada nación. Pues es justicia. Lo cual pedimosy
nos ofrecemos a prouar con los españoles antiguos y conquistadores ycon los ingas.
126
guarda de ganados y de ser ovejeros y de hacer la mitaen la corte de la gran ciudad del Cuzco y de
ser canteros, tejedores dela ropa de cumbe y de abasca y de ser chacareros, albañiles y canterosgente
que tenía por costumbre trasponer un ceno a otra parte a purasmanos y labranzas como se hacía en
el tiempo de los ingas [por] otrasgeneraciones como es público y notorio y otras cosa[s] má[s] que
noéramos gente bailadores ni truhanes que estos tales tenían de costumbrede cantar canciones
delante de los dichos ingas por las victorias cuandonosotros las dichas cuatro naciones vencíamos
y teníamos victoriacontra los Chachapoyas, cayambis, cañares, quitos y quillaycincas, queson los
de Guayaquil y Popayán. Y si acaso nosotros las dichas cuatronaciones hacíamos algunas
plumerías, ropas, y algunas armas y otrascosas fue para nosotros tan solamente dedicado
yconcedido por losdichos señores ingas. Y este preuilegio teníamos para que fuese toda lagente muy
lucida en las guerras y en los alardes que se hacían [por] estascuatro naciones cuando iban a la
conquista de los dichos tiranos de loschachapoyas y de los demás referidos arriua y lo mesmo cuando
estauanen las fronteras y guarniciones en las fortalezas contra los chiriguanaes.Y por este respecto
fueron todos reseuados las dichas cuatro nacionesde todos los pechos y alcaualas y tasas por los
señores ingas como espúblico y notorio.
127
otorgó y les hizo merced los dichos señores ingas a las dichas cuatronaciones para que todas las
demás naciones les hiciesen honra y acatamiento.Y lo mesmo desde la gran ciudad del Cuzco hasta
Tomebambay Quito y las demás naciones, porque ninguna nación fueron [sic] tan estimadas por
los señores ingas en todo el Reino del Pirú como estasdichas cuatro naciones, como es público y
notorio aunque tuvo el ingadespués otros soldados modernos llamados Chachapoyas y Cañares
yCayambis, a los cuales las dichas cuatro naciones los conquistaron paralos señores ingas como es
público y notorio. Y cuando / la ganaron a estatierra los españoles, habrá doce años solamente que
seruian lealmente alos dichos ingas los dichos chachapoyas, cañares y cayambis, que todosellos se
llaman chinchaysoyos.
128
plata que tenía en el asiento de Porco y lo mesmolas minas de oro que fue en el río de Chiutamarca
y de las minas decobre que fue en Aytacara y de las minas de estaño que fue en Chayanta
y de las demás cosas. Y ansí entonces el dicho comendador HernandoPizarro y Gonzalo Pizarro lo
honró y agradeció muy muncho por todoello al dicho Conssara y le dio un vestido, una manta de
damasco verdecon su camiseta de terciopelo verde con sus flocaduras de oro y unosborseguíes de
razo y un sombrero colorado que a la sazón se usaua y unestuche grande de caja de cuchillos. Y
ansí mismo les honró a los demás caciques de toda esta prouincia de Los Charcas por ser los
primerosque hauían venido a la obediencia de Vuestra Majestad los naturalesde Los Charcas. Y
ansí llamaron entonces la prouincia de Los Charcas,que si los Quillacas y Carangas y Soras vinieran
primero a la obedienciaque Los Charcas y Caracaras, llamárase esta prouincia prouincia deLos
Carangas, de Los Quillacas e prouincia de Los Soras, como es públicoy notorio. Y ansí el dicho
comendador Hernando Pizarro y GonzaloPizarro y los demás capitanes de Vuestra Majestad les
honrasen y tuvomuncha cuenta con el señor principal de Los Charcas llamado Conssaray Moroco,
señor de Los Caracaras, ansí por la obediencia que vino delos primeros a Vuestra Majestad como
porque los descubrió lo que teníael inga encubierto entonces el dicho Conssara, señor principal de
todosLos Charcas, en seruicio de Vuestra Majestad y en acrecentamiento dela Real Corona. Piden
y suplican sus descendientes que Vuestra Majestadles haga mercedes como tan cristianísimo
príncipe que es, pues suspasados fueron de los primeros que vinieron a la obediencia de Vuestra
Majestad como leales vasallos suyos como es público y notorio.
129
51.- Caballos y mulos para los curacas
Lo otro. Don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, deun año a esta parte nos ha
mandado por sus Ordenanzas que todos losseñores y caualleros de este Reino y los demás indios
particulares noanden a cauallo con sillas y frenos y los demás pertrechos, en lo cualreciuimos
nosotros notorio agrauio y daño, porque desde que entrarony ganaron los españoles a esta tierra
nunca hemos sido en cosa algunacontra el seruicio de Vuestra Majestad como es público y notorio.
Por locual suplicamos a Vuestra Majestad sea seruido de mandar suspender yreuocar lo ordenado
y mandado por don Francisco de Toledo acerca deeste artículo o que no se entienda con los señores
principales y caciquesde esta prouincia ni sus hijos y parientes, y que podamos andar y caminara
cauallo y a mula con sillas extradiotas y jinetas y freno y espuelasy lo demás necesario a la buena
policía como por Vuestra Majestad estámandado.
130
Francisco Chambi.- Don Alfonso deMontemayor.- Don Domingo Soto.- Don Hernando Guarayo.-
Don AlonsoLonquima.- Don Andrés Pampaconi.- Don Miguel Yana.- Don Diegode Zárate.- Don
Francisco Chambi.- Don Jerónimo Coyo.- Don MartínCara.- Don Gregorio Achiquiza.- Don Juan
Zunga.- Don Andrés Canachiri.-Don Felipe Vilca.- Don Cristóbal Cuyo.- Don Martín de Chaqui.
II
MEMORIA DE LA MERCED QUE MANDE HACER EL MUYILUSTRE SEÑOR
DOCTOR BARROS, MI SEÑOR, EN ESPAÑACON SU MAJESTAD Y SU REAL
CONSEJO DE LAS INDIAS PORSU HIJO DON FERNANDO AYAUIRE Y VELASCO,
CACIQUE
PRINCIPAL DE LA NACIÓN DE LOS CHARCAS Y DEL REPARTIMIENTODE
SACACA. ES LO SIGUIENTE:
131
varón como es público y notorio y me ofrezco a prouarlo. Pido y suplico a Su Majestad sea seruidode
hacerme bien y merced como a su vasallo menor de mandarme darlos priuilegios que a los caualleros
de España [están] concedidos por loscatólicos reyes de España mandando que seamos caualleros y
hijosdalgoyo y mis hijos reseruados de pechos y alcaualas y lo mismo mis treshermanos llamados
don Diego de Zúñiga y don Pedro de Zúñiga y donMartín de Zúñiga con sus hijos y mis primos
hermanos y sus hijos ytoda mi descendencia, pues desde el tiempo inmemoriable y advenesciosomos
caualleros e hijosdalgo como los duques condes y marquesesde España y en toda nuestra uida hemos
sabido qué cosa era trauajarporque siempre éramos seruidos de estos nuestros súbditos y
vasallosreferidos arriba.
132
6. Atuendos para los curacas
Lo otro. Que Su Majestad sea seruido de que todos mis hijos y nietos ydescendientes puedan traer
seda y oro y plata y hábitos de español y lasarmas y los demás pertrechos necesarios como los demás
caualleros deSu Majestad concedidos por los católicos reyes de España y que todossean
priviligiados de todos los pechos y alcaualas perpetuamente. Y enello reciuiremos bien y merced.
8. Alianza hispano-charca
Lo otro. El dicho mi agüelo llamado Consara, juntamente/ con mi padredon Alonso Ayavire, su
hijo, como leales vasallos de Su Majestad fuerona la Jornada de Chile en seruicio de Su Majestad
con los capitanesdon Diego de Almagro y Pedro de Valdiuia y con los demás capitanesy soldados
de Su Majestad a la dicha conquista de Chile. Y estuvo dosaños en la dicha Jornada en el seruicio
de Su Majestad como es públicoy notorio y lo mismo en todas las alteraciones y motines que los
tiranoshan intentado hacer en esta tierra en deseruicio de Su Majestad, siempremi padre don
Alonso Ayauire como leal vasallo de Su Majestad haseruido él y sus indios y parcialidades a Su
Majestad y a sus capitanes ensu real nombre. Y siempre hemos sido muy leales vasallos en el
seruiciode Su Majestad. Y lo mismo cuando el señor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de
estos Reinos, hizo Jornada para los chiriguanaes lomismo he seruido yo con Fernando Ayauire y
Velasco con mi personay lo mismo mis indios y súbditos de la nación de Los Charcas y
delrepartimiento de Sacaca como leales vasallos de Su Majestad, como espúblico y notorio.
133
9. [Tierras y mitayos para el curaca]
Pido y suplico a Su Majestad sea seruido como mi rey y señor natural dehacerme mercedes como a
su menor vasallo de que mis indios del dichorepartimiento de Sacaca me siembren con ocho hanegas
de maíz y doshanegas de trigo y cuarenta hanegas de papas y que me den veinte indiosmitayos y
que sean reseruados de tasa, para que me las guarden mi ganadoy chacaras para sustentarme
conforme a la calidad y gravedad de mipersona y con aquella policía como Su Majestad lo manda,
pues soy taninclinado al ser y nación española y celoso de la honra de Dios NuestroSeñor como es
público y notorio. Y en ello recibiré bien y merced.
134
naturales de la nación de Los Charcas ycapitanes generales de los ingas. Y lo otro fue mi agüelo de
los primerosque vinieron a la obediencia de Majestad y en su real nombre al comendador Hernando
Pizarro. Y en ello me hará bien y merced como a sumenor vasallo.
135
III
MEMORIA DE DON FERNANDO AYAUIRE Y VELASCO DE LAMERCED QUE ME
HA DE HACER ANTE SU MAJESTAD Y SUREAL CONSEJO DE INDIAS EL MUY
ILUSTRE SEÑOR DOCTORBARROS, MI SEÑOR.
En la Villa Imperial de Potosí, de la prouincia de Los Charcas, a seisdías del mes de diciembre de
mil e quinientos e ochenta e dos años,ante el ilustre señor don Juan Dávila, corregidor y justicia
mayor de estavilla y prouincia de Los Charcas, por Su Majestad, del número de ella,pareció don
Francisco Ayavire y Velasco y presentó esta petición y juntamentecon ella un escripto de petición,
presentada ante el señor donFrancisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, cuyo tenor uno
enpos de otro es como se sigue:
Ilustre señor: Don Fernando de Ayavire y Velasco, cacique principal delrepartimiento de Sacaca,
capitán en esta prouincia de Los Charcas, delos naturales, presento ante Vuestra Merced este
decrepto fecho por elseñor don Francisco de Toledo, visorrey que fue de estos Reinos, a mipetición.
Y suplico a Vuestra Merced se mande dar un traslado autorizadoen manera que haga fe con
autoridad de Vuestra Merced paralo presentar ante Su Majestad y su Real Consejo de Las Indias
o antequien me convenga.
A Vuestra Merced suplico se haga según pido y se me dé el original paraen guarda de mi derecho.
Otro sí. Suplico a Vuestra Merced sea seruido al pie del dicho testimoniodar su parecer con
juramento de la calidad de mi persona y de mihabilidad y diligencia e cuidado/ en lo que toca al
seruicio de Su Majestady el hábito y pulicía que, tengo siguiendo virtud y como soy uno delos
caualleros principales de esta prouincia de Los Charcas, de la nacióny traje de Los Charcas.
136
principal sino yo sólo de más de cinco añosa esta parte, de cuya causa Vuestra Excelencia no ha
sido seruido señalarmemás de ochenta pesos de tasa para mi sustentamiento e ciertoseruicio,
hauiéndose señalado a otros caciques no más principales que yoa trescientos e a doscientos pesos,
en lo cual yo reciuo notable agrauioporque la dicha tasa es muy poca para que yo me puedasustentar
conformea la calidad de mi persona e hijo e nieto y descendiente de quiensoy e como cacique principal
del dicho repartimiento y en especial paraviuir en pulicía como Su Majestad lo manda, y más yo
soy tan inclinadoal ser y nación española que con este deseo he procurado tratar e comunicarcon
ellos hasta aprender la lengua y costumbre como a VuestraMajestad le es notorio.Pido y suplico a
Vuestra Excelenciahumildísimamente me haga mercedde mandarme dar suficiente tasa y salario y
que me siembren con tresfanegas de maíz y quince de papas y quince indios de seruicio e veinte
ecuatro carneros de Castilla y otros veinte e cuatro carneros de la tierra,pues hay de la Comunidad
para que yo me pueda sustentar conforme aquien soy declarándome por cacique principal del dicho
/ repartimientode Sacaca y de las parcialidades que en él hay, mandando que todos ellosy los indios
e caciques del dicho repartimiento me obedezcan e acatencomo a tal cacique principal, pues lo soy,
ansí lo del uno como lo del otro,de lo cual estoy presto de dar información siendo Vuestra
Excelenciaseruido. En lo cual todo reciuiré bien y merced.Don Fernando Ayavire [y Velasco]
137
halladoser hombre de honra y como tal es capitán, uno de los que hay en estaVilla, y el de más
razón de los capitanes y hombre que no se emborrachacontra él ha hallado ni oído decir ni tal ha
sido público y notorio de másde siete años y persona que favorece muncho la doctrina y tiene
muyparticular cuidado que se junten a ella sus súbditos e de corregirlos y reprehenderlosy le tiene
Su Merced y todos le tienen por buen cristiano y hombre virtuoso. Y saue que su persona es muy
necesaria en esta Villapara el gouierno y pulicía de los naturales e que no solamente los indiosde su
capitanía le respetan pero todos los demás como a señor que sauen
que es y como a hombre virtuoso y de entendimiento. E ansimesmo Su Merced saue que anda en
háuito de español e cuanto ha que Su Mercedle conoce le ve tratarse como hombre honrado y saue
que come con pulicíade español, comiendo en mesa con sus manteles e aderezos comolos demás
españoles, y tiene mula, y finalmente se trata como hombrehonrado y principal y por tal le tiene. Y
en tal opinión es tenido entretodos los españoles y muy aficionado al servicio de Su Majestad. E
ansílo ha entendido Su Merced del dicho don Fernando en todas las cosasque se han ofrecido a su
real seruicio. Y saue muy bien leer y escribir,y tiene muncha cuenta e razón en todo lo que se ofrece.
Y, ansí siendoSu Majestad seruido merece se le haga merced que hobiere lugar e quepretende el dicho
don Fernando porque caue en él cualquier merced quese le hiciere.Y esto dijo y lo firmó de su nombre,
y es la uerdad so cargo del juramentoque hizo. Y esto es su parecer. Y es ansí y lo dice por descargode
su conciencia. Don Juan/ Dávila. Ante mí, Pedro Venegas, escriuanopúblico.
Fe del traslado
Yo el dicho Pedro Venegas, escriuano de Su Majestad, público [y] delnúmero de estaVilla Imperial
de Potosí, fui presente y lo fice recibir ysigné de mi signo por mandato del dicho señor corregidor.
En testimoniode verdad. Pedro Venegas, escriuano público.Diego López [testigo].
Fe y testimonio general
Los escriuanos de Su Majestad y públicos del número de la Villa Imperial de Potosí que aquí
signamos y firmamos, certificamos y damos feque hoy día de la fecha de ésta, don Juan Dávila,
contenidos en los autosde arriua es corregidor y justicia mayor de esta dicha Villa y prouinciade
Los Charcas por Su Majestad. Y como de tal sus mandamientos se
cumplen y guardan. Y ansimesmo damos fe que Pedro Venegas, de cuyamano va signado y firmado
los dichos autos es el escriuano de Su Majestade público de esta Villa y ansí las escripturas y autos
que ante él hanpasado y pasan se ha dado y da entera fe e crédito en juicio e fuera de él.E para que
ello conste damos el presente en la dicha Villa de Potosí enveinte de diciembre de mil e quinientos
e ochenta e dos años. Francisco
de Bonilla, escriuano de Su Majestad. Fernando de Medina, escriuano de Su Majestad.
138
IV
[QUE SE ENVÍAN] LOS RECAUDOS DE DON FERNANDO AYAVIRE
Y VELASCO PARA EL SEÑOR DOCTOR BARROS Y PARA
PRESENTAR ANTE SU MAJESTAD Y SU REAL CONSEJO DE
[LAS] INDIAS
Muy Poderoso señor: En nombre de don Fernando Ayauire y Velasco, caciqueprincipal del
repartimiento de Sacaca, que es de Vuestra Real Corona, en laprouincia de Los harcas del Perú,
digo:Que a su pedimento y suplicación, don Francisco de Toledo, nuestro visorreyque fue de las
dichas prouincias, en la visita general que por su personahizo,mandó averiguar y sauer la persona
que era tal cacique y le pertenecía de derecho,y se halló serlo el dicho mi parte y muy hábil y
suficiente para ésto y paraotros negocios de importancia, y se le dio título y decreto de ello, que
saue conautoridad de Vuestra Real Justicia es este que presento y quiere Vuestra Altezasea seruido
se le confirme el dicho nombramiento y proueimiento, deuiendogozar él y sus hijos y herederos y
linaje de las gracias y mercedes que VuestraAlteza fuere seruido.A Vuestra Alteza suplico se prouea
lo que pido, pues es justicia. Lo cual pido,y para ello, etc.
INSURGENCIA
A comienzos del siglo XIX el Alto Perú, como el resto de la América colonial,
se había transformado en lo económico y social. La propiedad de la tierra había
sido transferida al criollaje que se preciaba de su sangre europea; igualmente, la
regencia del comercio, gracias a las medidas formuladas en el reinado de Carlos
III, estaba también en manos de los criollos. En los centros urbanos existía una
aristocracia chola en el mestizaje que se había enriquecido con el ejercicio de los
oficios artesanos. Todas estas eran fuerzas nuevas e insurgentes frente al
empecinamiento de los españoles por conservar en antiguo orden de cosas. La
relación entre los problemas económicos y las aspiraciones sociales -afirma José
Luis Romero- se estableció prontamente y de acuerdo a una polarizada afinidad;
44
Alipio Valencia Vega: Fundamentos de Derecho Político. Librería Editorial “Juventud”. Quinta
edición, Capítulo XXV pp. 346 y ss. La Paz, 1985.
139
para los beneficiarios del antiguo régimen del monopolio, el intento de modificar
tal situación económica significaba o simulaban creer que significaba- el
trastocamiento del orden tradicional en cuanto tenía de contenido político, moral
y social; querían la sumisión de todos a una ordenación que sólo los beneficiaba
a ellos y consideraban que esa sumisión -que entraba un estancamiento total- era
la única actitud que corresponde a los colonos; por su parte, quienes aspiraban a
lograr un régimen de libertad económica dentro del cual pudieran mejorar su
situación, descubrían, a poco que reflexionaran, que ese género de libertad no le
sería otorgado a la Colonia sino en la medida que conviniera a la metrópoli: de
aquí a comenzar a entrever las posibilidades y las ventajas de la independencia
política, había un solo paso, que las circunstancias acortaron cada día a partir del
momento de la Revolución Francesa.
140
las bases de la Patria Nacional, propia, donde los americanos fueran en adelante
tan felices como desgraciados hasta el presente. Este movimiento demostró
también su contenido democrático: en la Junta Tuitiva, organismo legislativo y
ejecutivo simultáneamente, estuvieron representados los criollos, los mestizos y
además, los indios de las parcialidades provinciales, con diputados de su misma
extracción social.
Hasta aquí hemos soportado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra
patria...
Hemos visto con indiferencia por más de tres siglos,
sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto,
que degradándonos de la especie humana nos ha mirado como a esclavos...
No miréis con desdén la felicidad de nuestro suelo ni perdáis jamás de vista la unión
que debe reinar en todos...
141
La Proclama tiene la virtud de haber descrito en lenguaje poéticamente emancipatorio,
el trayecto histórico de la rebelión libertaria y las razones por las que fue brutalmente
combatida y severamente aplacada, con medidas extremas y hasta crueles contra los
líderes del incomparable alzamiento. Vistos los acontecimientos y su desenlace ulterior,
el discurso político implícito en el rebelde movimiento revolucionario de Julio, aparece
como un proyecto de país amplio y en unidad con el Perú , concibiendo
enunciativamente lo que aquellos años era indiscutible, esto es, la unidad entre ambas
colectividades; proyecto derrotado en aras de una independencia cualitativamente
distinta:
142
élite criolla republicana estaba ya constituida: Casimiro Olañeta, José Mariano
Serrano, José María Mendizábal, Urcullu, Loayza, Sánchez de Velasco, José
Miguel de Velasco, José María Pérez de Urdidinea y otros tantos más,
representaban al criollaje aristocrático triunfante, con todos los prejuicios de la
chapetonada española, mientras el mestizaje combatiente esperaba ansioso el
rumbo que tomaría la Patria en lo relativo a sus propias aspiraciones.
143
conducción ideológico política del proceso recayó en los actuantes incorporados al
sistema nacional donde las comunidades carecían de presencia. Así las cosas, hasta que
la guerra llegó a su fin:
La unidad basada en las tesis del macizo andino refleja hasta qué punto gravitaban las
percepciones geográficas y espaciales de los elementos con presencia política, mas debe
sumarse a ello la característica de orden oportunista que llevaron a cabo elementos que
vieron la oportunidad inmejorable de hacerse con los destinos del nuevo país, a título
de representar aspiraciones populares. También deben anotarse aspectos de orden
externo que decidieron la compulsa:
La orientación argentina era bastante clara, reivindicando el libre comercio del ideario
político liberal de orientación libre cambista. Y lo que ocurre a un lado, también
144
acontece en el otro. Así, prosiguiendo la narración del Dr. Alipio Valencia Vega:
Igual fenómeno se suscitaba en el Perú. Desde que Carlos III autorizó el tráfico
por el Estrecho de Magallanes, se perfiló la importancia económica de la costa
peruana. Aunque el Coloniaje, asentándose en los fundamentos que dejó el
Incario, se desarrolla en el interior, en la región de la Sierra mayormente poblada
y trabajada por los indios; el esfuerzo económico se desvió hacia la costa donde
se afirmaron grandes cultivos de plantación y se pobló la zona, con esclavos
negros para el trabajo de la tierra.
Los rigores de una política económica extractiva y de enclave muestran sus efectos.
Luego:
En contraste, estas dos realidades, por el lado del Atlántico y Pacífico, exaltaron
la realidad propia del Alto Perú. País mediterráneo por su geografía, contenía
dentro de sus ámbitos tres regiones distintas y de posibilidades varias:
Zona cordillerano altiplánica, de la que forma parte su región costera del Litoral;
Los valles centrales;
Los llanos orientales cubiertos de bosques y praderas y cruzados por ríos
caudalosos
Esta misma variedad estimulaba la unidad del país. Las tres regiones sólo podían
desarrollarse mediante su interacción. Este vasto territorio, difícil en su geografía, podía
ser provechoso al hombre, sólo por su unidad. Si los otros países americanos, a la hora
de su independencia estaban entregados a su afirmación sobre sus costas atlánticas o
pacíficas, tendiendo los brazos a Europa en demanda de cooperación económica; el
145
Alto Perú tenía que concentrarse en sí mismo y combinando sus tres regiones disímiles
como posibilidad de desarrollo, sólo podan afirmarse por su parte, formando una
unidad política independiente como eje para la necesaria estructuración de la unidad
económica.
El espacio como unidad de destino vislumbraba eficaz:
Como puede observarse, los elementos articulatorios del nuevo país eran apropiados
paulatinamente por la nueva casta directora; abriendo en Bolivia el contenido peculiar
de una praxis político jurídica que consiste en adherir a las principales demandas de la
sociedad en apronte, efervescencia o victoriosas rebeliones, aceptándolas para luego de
alcanzado el instrumento del poder. Esto se verá en el contenido de la independencia.
Puede colegirse fácilmente sin operaciones retóricas extremas-, que un anhelo nacional
expresado como unidad de destino, transido a los intereses de casta coincidentes
formalmente con tal búsqueda; devino en el diseño oligárquico de un país injusto. El
Dr. Alipio Valencia Vega, al otear el contenido de la independencia, abunda:
146
feudalidad siguió incrustada en la república mediante supervivencias económicas,
sociales e ideológicas de la colonia. Se produjo una revolución política que
expulsó del poder a la aristocracia peninsular para erigir en su lugar una
aristocracia criolla, con el mismo contenido colonial.
147
en las decisiones de esta asamblea, haría nulos los actos en que se mezcle el poder
militar; con este fin se procurar que los cuerpos del ejército estén lejos de sus
deliberaciones.
Una vez desplegada la forma peculiar de este dejar hacer, dejar pasar; acude a nuestra
comprensión el acontecer sobreviniente; retomando el trazo narrativo del Dr. Alipio
Valencia Vega:
Esta aristocracia que vió al trabajo manual despectivamente, contaba con el tejido
intercultural conocido por “mestizo” para el ejercicio de las labores artesanales y a los
indígenas para la faena agrícola y prestaciones personales. De tal forma, la
independencia “expresó el cambio de comando político en el Alto Perú, pero
reafirmando la supervivencia feudo-colonial al amparo de una ficción liberal-burguesa”.
MARCO ANALITICO
Las poblaciones andinas asentadas en lo que hoy constituye la República de Bolivia son
el resultado de procesos de cambios y transformaciones que se generan con la
presencia sucesiva de Estados organizadores del espacio territorial. Es importante
destacar que ni las provincias antiguas constituidas en la colonia coincidían
necesariamente con las unidades étnicas pre-hispánicas ni mucho menos pre-inca, y
reflejaban solamente los límites aproximados del territorio nuclear de las antiguas
148
federaciones o naciones. En este proceso muchos grupos intentaron consolidar su
control sobre “islas de tierras”; algunas de origen prehispánico y otras compradas al
régimen español; pero en su mayoría fueron reducidas en las tierras de otros grupos
más visibles para las reparticiones administrativas coloniales. Las áreas multiétnicas de
los valles fueron las que soportaron un mayor impacto y progresivamente fueron
desvinculadas de sus unidades centrales de puna debido a que presentaban menores
niveles de cohesión social, convirtiéndose en comunidades libres o fueron forzadas a
transferir sus tierras a las haciendas.
El régimen legal de la propiedad comunal fue establecido desde el siglo XVI quedando
en este marco hasta principios del siglo XIX. El estado colonial reconoció el derecho
de las comunidades indígenas a disfrutar sus tierras, pero esta concesión se
acompañaba de restricciones importantes, como ser: a) derecho eminente de la corona
sobre las tierras colectivas, siendo los pueblos indígenas meros usufructuarios de bienes
cuya propiedad quedaba en manos del Estado; y, b) se sostenía la preeminencia de los
pueblos españoles cuyas necesidades tenían que ser satisfechas con anterioridad a las
de las comunidades indígenas. Este equilibrio sería cuestionado años más tarde con la
constitución de la República de Bolivia, por cuanto a principios de la independencia
estaban bien establecidos; tanto el principio de la propiedad eminente del Estado sobre
las tierras colectivas, así como el uso inmemorial de los miembros de comunidades, y
eso a cambio no solamente del tributo sino también de servicios adicionales al Estado.
149
propietarios individuales. Las comunidades resistieron de manera desigual a estas
disposiciones pero sus efectos fueron devastadores en la propiedad comunal.
Es así que –progresivamente- el sentido jurisdiccional fue desligado de su noción de
propiedad sobre las áreas colectivas que tradicionalmente eran aprovechadas a través
del usufructo comunal y familiar. En la práctica se institucionaliza de manera
irreversible el paradigma de la titulación sobre la propiedad comunal y familiar, que en
otras palabras significó formalizar los derechos que tradicionalmente estaban normados
por la costumbre.
De esta manera las territorios indígenas fueron sucesivamente cercenados. A pesar de
ello, y del remate de grandes extensiones de tierras antes controladas por las
poblaciones originarias para su conversión en propiedad particular en manos de
españoles y criollos, subsistió un “archipielago” multiétnico hasta la independencia, y
sigue subsistiendo en algunas regiones hasta el día de hoy. En muchas de las
comunidades originarias que pervivieron hasta finales de mediados del siglo XX –en
constante confrontación con la expansión de las haciendas de las élites criollas- se
procedió a realizar la inafectabilidad de sus tierras a través del reconocimiento de sus
títulos primordiales (Cédulas de Composición y Títulos Revisitarios colectivos e
individuales).
A mediados del siglo XX la aplicación de la Reforma Agraria en el occidente boliviano
se redujo a la expropiación de las haciendas en beneficio de los ex colonos indígenas y
no indígenas, promoviendo la constitución de una nueva forma de comunidad, la
conocida como “comunidad campesina”, donde se impulsó un proceso de titulación
mixto individual y colectivo, conformando al presente un tipo particular de propiedad
de comunidades indígenas de ex hacienda en la región quechua y en algunos bolsones
geográficos correspondientes a la región aymara. De todas formas esta reforma tuvo
poca o ninguna incidencia en las comunidades originarias.
Esto ha producido una fragmentación progresiva de los grandes territorios indígenas,
reflejando la lógica del estado colonial y republicano que buscó constituir unidades
políticas siempre menores y más divididas para facilitar su control desde un Estado
centralizado. En algunas ocasiones, la fragmentación fue acompañada de varias líneas
internas de ruptura étnica y en esos casos ha gozado de legitimidad entre los ayllus; en
otros casos se han mantenido algunas unidades étnicas importantes cuyos orígenes
deben buscarse incluso antes de los inca; mientras que en una menor proporción se
han constituido modernas identidades socioculturales. Así, por debajo de las múltiples
superposiciones estatales, todavía perviven con diversos grados de fragmentación las
jurisdicciones de las unidades segmentarias de los ayllus, manteniéndose -en algunos
casos- los patrones tradicionales de ocupación sobre pisos ecológicos de puna,
cabecera de valle y valle ( casi exclusivamente dentro del territorio del CONAMAQ).
150
ARTICULACIÓN
151
LA ORGANIZACIÓN SEGMENTARIA DE LA
“FRANJA TRANSVERSAL”
152
Como consecuencia, es posible afirmar que no existe una sola alternativa indígena
originaria que permita el reconocimiento de los propios sistemas sociales, económicos
y culturales en markas, ayllus y comunidades andinas. Es así que las disposiciones
legales a favor de las markas, ayllus y comunidades andinas, tienen que ser adecuadas
a cada escenario diverso de manera altamente flexible, bajo una directriz operativa
única. Es el propósito de esta Norma de Reconstitución del Consejo Nacional de Ayllus
y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ).
153
Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena Originarios (MDMIOs); estas
últimas, con pocos resultados prácticos. Al presente, la solicitud de titulación como
Tierras Comunitarias de Origen, parece obtener un mayor principio articulador,
aunque ya no hacia una perspectiva estatal, sino más bien entre los propios ayllus y
markas. Sin embargo, los avances en la temática indígena-originaria incorporados en las
normas, no han sido adecuadamente reflejados en la aplicación de las leyes, ya que
éstas se han implementado de manera desarticulada, lo que ha causado una
intervención homogénea y desordenada de las políticas mencionadas anteriormente,
creando mayor confusión e inestabilidad en la vida cotidiana de las comunidades
originarias y pueblos indígenas; rompiendo los frágiles equilibrios de relacionamiento
entre las comunidades y familias que las integran.
El primer momento está determinado por las políticas de participación popular (Ley
1551, 1994), que definen la uniformización de las jurisdicciones territoriales
administrativas en las secciones municipales. En el momento de aprobación de la ley,
se niega la existencia de una territorialidad indígena paralela a la jurisdicción estatal
reflejada en las secciones municipales. Con posterioridad, se reconoce que existe una
territorialidad indígena que no es precisamente compatible con la jurisdicción estatal,
por lo cual, se inicia un período que se lo puede definir como de articulación de la
jurisdicción indígena a la estatal, a través del reconocimiento del Distrito Municipal
Indígena Originario (DMIO) y Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena
Originarios (MDMIO).
Segundo momento
El segundo momento, está influido por la promulgación de la ley del Servicio Nacional
de Reforma Agraria -conocida como ley INRA (Ley 1715, 1996)- que, entre sus
aspectos más importantes, dispone el reconocimiento de la forma de propiedad
denominada como Tierra Comunitaria de Origen (TCO). En los hechos, esta
determinación abre la posibilidad de definir nuevas jurisdicciones territoriales de los
pueblos indígenas de las tierras altas y bajas, bajo la forma de una propiedad privada
con un solo título colectivo. En la práctica, la jurisdicción territorial de la propiedad
indígena (TCO) se sobrepone a la jurisdicción territorial administrativa del municipio.
154
Aunque las jurisdicciones territoriales administrativas (municipios) y jurisdicciones
territoriales de propiedad indígena conforman unidades de distinto orden, alcance y
significación; el valor subjetivo y cultural de la Tierra Comunitaria de Origen cuestiona
la jurisdicción administrativa estatal y -en la práctica- determina una nueva fisonomía de
la territorialidad rural.
Tercer momento
Más aún, pese a que la mayoría de la población rural del occidente puede ser
considerada indígena (o campesina-indígena) sólo un porcentaje de esta población se
adecúa a la definición indígena del marco legal. Todavía existen contradicciones en la
percepción del ser indígena por parte de las leyes:
Las políticas de participación popular basan el reconocimiento de los indígenas a
través de la obtención de una personería jurídica en su condición de indígena, acción
sujeta a la propia decisión de las comunidades.
Las políticas de tierras reducen este escenario a un particular tipo de propiedad, la
Tierra Comunitaria de Origen (TCO).
Mientras que las políticas de unidades político-administrativas restringen este
escenario a las unidades socioculturales homogéneas sin definir los rasgos en los que
se basa esta homogeneidad, ya sea como un régimen de propiedad, rituales o fiestas,
adscripción étnica, u otros factores.
Estas disposiciones legales han sido promulgadas en diferentes momentos históricos y
su aplicación no ha sido realizada -por el estado- de manera progresiva o
complementaria. Las normas de reposición, creación o fusión de unidades político
155
administrativas, tierra y participación popular; se encuentran desvinculadas y, de esta
manera, se aplican en la práctica. El nuevo marco legal del país no ha contado con un
marco operativo explícito que articule de manera progresiva las disposiciones legales a
favor de las comunidades y pueblos indígena originarios, y canalice los propósitos
específicos del marco legal en una sola dirección, pese a que las sucesivas leyes
promulgadas han aportado cada una de ellas con aspectos sustanciales que han
determinado un nuevo marco de derechos para las comunidades y pueblos indígena
originarios. La adecuación de las comunidades campesino-indígenas a este nuevo
marco de derechos es más compleja. Esto crea la necesidad de definir una Norma de
Reconstitución, de articulación de las disposiciones legales.
Como consecuencia, en la aplicación de las políticas es necesario establecer con
claridad las jurisdicciones territoriales de las unidades socioculturales a través del
reconocimiento de las fronteras socioculturales; el carácter de la propiedad de estas
jurisdicciones territoriales, así como los escenarios reales por los cuales los pueblos
indígenas, comunidades originarias y comunidades campesino-indígenas desarrollan
los procesos de gestión de sus jurisdicciones territoriales.
Primer momento:
Uniformizacion
Municipio
Ley =
1551 sección
provincia
156
Ley
Segundo momento 2028 Ley 1715
Articulacion INRA
Municipali-
dades
Distritación Municipal
Tierras Comunitarias
Mancomunidades de
Distritos De Origen (TCOs)
Municipales Indígenas Jurisdicción
propiedad territorial
Jurisdicción territorial
administrativa
Tercer momento;
Adecuacion
Nacional
Adecuación de
territorios
socioculturalmente
homogéneos
al régimen municipal.
157
andinas, la dimensión vertical del territorio como alan-janaj/kay/uqhu-manqa (pacha)
es clara, aún cuando la propiedad de los recursos naturales es de dominio originario
de la nación, en general no están claras las dimensiones horizontales que involucran
a una jurisdicción territorial; es decir, la dimensión espacial que comprende el
concepto de jurisdicción territorial en la estructura segmentaria del ayllu, ya sea como
cabildo o comunidad, ayllu menor (juch’uy ayllu), parcialidad, ayllu mayor (jatun
ayllu), o marka. Es notoria la visión desde las organizaciones en sentido de identificar
como la dimensión espacial de una jurisdicción territorial tanto al suyu como a otras
entidades territoriales más englobantes como parte de sus procesos de
reconstitución.
LA ORGANIZACIÓN SEGMENTARIA DE LA
“FRANJA TRANSVERSAL”
158
La principal demanda histórica de los markas y ayllus durante el primer siglo y medio
de fundación de la República, ha sido la restitución de las tierras a las comunidades,
y actualmente el reconocimiento de sus unidades jurisdiccionales de carácter
histórico. Así, el reconocimiento de la forma de propiedad como Tierra Comunitaria
de Origen, viene siendo aplicado -en la práctica- como una posibilidad concreta para
reconocer las jurisdicciones territoriales de las unidades socioculturales. Por otra
parte, la realidad de las markas aymaras y jatun ayllus quechuas no ha sido bien
reflejada en el marco legal; en tanto que, al interior de estos espacios, subsisten varias
categorías de derechos sobre la propiedad, según como se hayan conformado las
organizaciones segmentarias. En el Norte de Potosí, por ejemplo, un cabildo es
propietario –bajo la figura colectiva- de un área inmediata donde se encuentran las
parcelas de los miembros del cabildo; pero; simultáneamente, éstos son propietarios
de otras parcelas dispersas al interior del ayllu y; además; comparten derechos
propietarios en otras áreas, con otros miembros del ayllu. El concepto de Tierras
Comunitarias de Origen (TCOs) no refleja de manera explícita los rasgos
fundamentales de las organizaciones segmentarias de los ayllus, constituidas por
unidades étnicas de diferente jerarquía, significación y dinamismo, así como el hecho
de que los territorios andinos constituyen un tejido de diversos niveles y
adscripciones étnicas.
Al haberse aplicado las políticas de tierras de forma homogénea y en direcciones
diferentes a las previstas en el marco jurídico, éstas van perdiendo su sentido específico:
otorgar seguridad jurídica a los comunarios; y están avanzando en el sentido de
reconocer -de algún modo- una jurisdicción territorial, lo que puede provocar conflictos
potenciales en el futuro, al interior de las unidades socioculturales. Además, es
necesario reconocer que; en algunas de las jurisdicciones territoriales de las unidades
socioculturales del país; existen varios sistemas de tenencia; o que; en las organizaciones
segmentarias donde existen derechos propietarios sobre diferentes áreas territoriales de
diferente alcance y significación; la seguridad jurídica sobre la tierra no se soluciona con
el otorgamiento de un solo título colectivo. De todas formas, el reconocimiento de las
Tierras Comunitarias de Origen, ha implicado un profundo cuestionamiento a la
jurisdicción territorial administrativa del país, ya que la mayoría de las solicitudes de
titulación o conversión como Tierras Comunitarias de Origen, presentan problemas de
relacionamiento con las jurisdicciones municipales, ya que sus límites se encuentran
sobrepuestos a varias provincias y municipios.
159
Identificación y características de los asentamientos poblacionales rurales
División político-
administrativa
Kay Cabildo
Comunidad
Juch’uy ayllu
Jatun ayllu
Marka
Manqha
Uqhu
Corresponde a los ayllus que han mantenido una estructura organizativa en tres o cuatro
niveles, es decir, cabildos, ayllus, parcialidades y jatun ayllus (quechua) o markas
(aymara). Estos jatun ayllus o markas, cuentan con un complejo modelo organizativo
que corresponde a un sistema de cargos por turnos en todos los niveles de la estructura
segmentaria, usualmente limitado a los tributarios u originarios. La naturaleza o
composición de los niveles de la estructura segmentaria es variable y en muchos casos
se encuentra influida por delimitaciones político-administrativas republicanas o de otra
índole.
160
El acceso y control de parcelas en diversos pisos ecológicos discontinuos, es cada vez
más difícil, debido al crecimiento poblacional de los ayllus; al inicio de nuevas
relaciones sociales y económicas en las áreas de los valles; y a la poca rentabilidad de
las actividades que se desarrollaban tradicionalmente, a través del acceso a los pisos
ecológicos. En la mayoría de los ayllus, los valles ya se han desprendido de sus áreas de
puna, lo cual también influye en la modificación de los modelos político-organizativos;
es decir; la elección de las autoridades ya no es rotativa entre las áreas de puna y valles.
Mientras que en los jatun ayllus quechuas es todavía frecuente el acceso a recursos
colectivos a través de “mantas” o áreas de cultivo familiar de rotación colectiva, en las
markas aymaras las “aynoqas” se han parcelado y prácticamente han desaparecido.
En los jatun ayllus y markas ha existido una heterogénea influencia de la creación de
los cantones y secciones municipales en la fragmentación de estas jurisdicciones
territoriales, proceso que es notorio en la inclusión de nuevas autoridades
administrativas al sistema político tradicional. En algunos casos, la jurisdicción de los
jatun ayllus o markas ha definido la división político administrativa de las actuales
secciones municipales; en otros casos, los jatun ayllus o markas se han dividido
respondiendo a la creación de dichas divisiones político-administrativas. No cabe duda
que el cantón –aunque refleja diversas interpretaciones respecto a su significado- es tan
importante como la jurisdicción del ayllu. En este contexto, no se debe omitir la notable
influencia que ha tenido el estado en la configuración de la nueva fisonomía de los
ayllus.
En este grupo, las autoridades tradicionales de los cabildos y ayllus –históricamente-
han asumido la intermediación entre el estado boliviano y el ayllu. Muchas de estas
autoridades son todavía posesionadas por los subprefectos, los cuales tienen
intromisión sobre las decisiones propias de los ayllus, y la presencia de autoridades
sindicales es heterogénea y también sus grados de influencia. Las oposiciones
simbólicas entre las parcialidades de los ayllus son relativamente fuertes, así como los
conflictos entre ayllus simbólicamente aliados, básicamente por problemas de acceso a
los recursos, amojonamiento e identificación de linderos.
161
En este grupo se consideran a las identidades socioculturales cuya fragmentación ha
debilitado casi por completo sus vínculos con una identidad sociocultural más
englobante. Antiguamente estos ayllus pertenecían a jatun ayllus más grandes, pero con
el paso del tiempo han desarrollado una identidad socio-cultural particular,
determinada solamente por la ocupación de un territorio que corresponde a una
pequeña parte de ese antiguo ayllu más grande. Las respuestas de los ayllus antes
integrantes de un jatun ayllu, han sido diferentes y diversas: encontramos ayllus con
mayores niveles de unidad social en un escenario de mayor jerarquía; sin embargo; los
niveles de cohesión social en estos ayllus, son menores.
En términos poblacionales y geográficos, son ayllus muy pequeños que conviven en un
universo de comunidades de ex haciendas. La mayoría de estos ayllus -hoy día- se
reconocen como comunidades originarias; pero se caracterizan por ser autónomos e
independientes, y -por lo mismo- no presentan ninguna autoridad de mayor nivel que
el del ayllu menor, que los engloba a todos. En algunos casos, comparten con las
comunidades indígena originarias de ex hacienda, sentidos de identidad de moderna
constitución, que –incluso- invisibilizan su identidad original.
163
En este caso se encuentran las comunidades que presentan la necesidad de encontrar
su realidad y razón de ser en la pertenencia a una entidad mayor que les de –incluso-
alguna clase de identidad. No presentan una estructura política propia y única que
englobe y organice a todas las comunidades. Los apelativos de identidad no son siempre
construidos internamente y -más bien- son imposiciones de adscripción externas. No
tienen una organización política única y común de tipo segmentario, siendo las
autoridades sindicales sus organizaciones supracomunales más visibles. Son identidades
mucho más englobantes y más difusas en términos identitarios, pero en términos de
cultura visible, mantienen rasgos precisos y uniformes de identidad.
Son regiones en las que coexisten formas de organización del ayllu (comunidades
originarias) con comunidades de ex hacienda, sin ningún tipo de diferenciación visible
específica. Los antiguos miembros de los ayllus participan de una identidad englobante
que no les obliga a nada y no representa restricciones ni responsabilidades
determinadas; no entraña ningún obstáculo y -más bien- tiene la ventaja de permitirles
participar -junto con los arrenderos de ex hacienda-, en la búsqueda de una identidad
mayor definitoria de una nueva unidad.
Pese a la existencia de la alta complejidad de tipologías presentadas anteriormente, las
políticas se aplican de una manera muy simple y homogeneizante. En general, las
disposiciones legales en tierras y participación popular, se han implementado con un
solo fin: la definición de las jurisdicciones territoriales indígena/originarias. En este
sentido, la ley de unidades político-administrativas; que tuvo como propósito central
adecuar las fronteras socioculturales de las comunidades y pueblos indígena originarios;
se aplicó en la práctica, a través de la ley 1715 (INRA) y de la hoy también abrogada
ley de Participación Popular; ya que las Tierras Comunitarias de Origen y los Distritos
Municipales Indígena Originarios, están siendo adoptados con el propósito de definir
las jurisdicciones territoriales de los pueblos indígenas. Como consecuencia, es posible
afirmar que no existe una sola alternativa indígena que permita el reconocimiento de
los propios sistemas sociales, económicos y culturales en markas, ayllus y comunidades
andinas. Es así que, las disposiciones legales a favor de las markas, ayllus y comunidades
andinas, tienen que ser adecuadas a cada escenario diverso, de manera altamente
flexible, bajo un Proceso de Reconstitución único.
164
Descripción de la problemática
165
heterogeneidad de situaciones del país, requiere de soluciones flexibles que se adecúen
a este abanico diverso de escenarios. Aunque los conflictos; producto de la
sobreposición de una jurisdicción territorial de propiedad indígena sobrepuesta a una
jurisdicción territorial administrativa, todavía no son del todo visibles; queda claro que,
lo primero que producirán, son desfases en el proceso de planificación y gestión de
recursos asignados por estado a las poblaciones rurales para que generen su propio
desarrollo, en el marco de sus sistemas sociales y culturales, y contradicciones con las
propias lógicas de las markas y ayllus andinos.
En este contexto, es importante definir cuáles son los propósitos específicos de las
disposiciones legales, para aplicarlas según dichos propósitos específicos. El empleo de
las políticas con un solo propósito y desvinculadas de sus objetivos específicos, puede
promover la creación de un escenario de aplicación de las políticas -en el occidente del
país- mucho más simple en el corto plazo; pero; por ser un escenario absolutamente
artificial y pragmático, también puede estar creando conflictos potenciales en el futuro.
De igual manera, tomando en cuenta que los Distritos Municipales Indígena
Originarios corresponden -en todos los casos- a la identificación de una unidad
sociocultural; y si ésta abarca varios municipios; corresponde una Mancomunidad de
Distritos Municipales Indígena Originarios; este proceso de aplicación, no toma en
cuenta que la columna vertebral de gestión del desarrollo se basa en el modelo político-
organizativo existente en las unidades socioculturales; en este sentido -por ahora-; no
existe en todos los casos una necesaria compatibilidad entre el modelo político-
organizativo propio de las markas y ayllus con la unidad de gestión jurisdiccional
indígena originaria que se ha definido. Más aún, las Mancomunidades de Distritos
Municipales Indígena Originarios no funcionan en la práctica; por lo mismo; es
necesario avanzar en la adecuación de las unidades socioculturales al régimen
municipal y autonómico en aquellos casos donde exista un alto grado de factibilidad
política, social y cultural.
Para el caso de las markas y ayllus andinos, con el ánimo de consolidar escenarios que
definan la jurisdicción territorial de las unidades socioculturales, en términos de
reivindicación concreta y política más amplia, se pueden estar mermando las
capacidades de gestión territorial y jurisdiccional de las unidades socioculturales, que
muchas veces subsisten en un frágil balance, por los motivos anotados.
166
II. PARTE
PROSPECTIVA ESTRUCTURAL/COYUNTURAL DE BOLIVIA
Bolivia, en pleno proceso de/sin cambio, contiene –como dice Alejo Carpentier-, todos
los tiempos en un solo tiempo; o sea, todos los prolegómenos en un espacio/tiempo,
simultáneamente. De inicio, se brinda un proceso que podría denominarse de onda
larga; esto es, el imaginario del cambio social que circula por las mentalidades cotidianas
de la Comunidad.
El paso del pleistoceno al holoceno descubre la existencia de cuevas protectoras que, a
partir de la guerra por poseerlas y el atractivo erótico que para las mujeres implicaba la
guerra, constituyeron aquellas sociedades una entidad que de la horda pasa al estado,
siendo el símbolo de los imperios andinos. Simultáneamente, se origina el ayllu como
agrupación de familias que procrea la agricultura y un modelo de abajo hacia arriba que
muestra el ayllu máximo a todo nivel. De allí emerge la Comunidad de Comunidades
que hoy es Bolivia…
“El tiempo andino está regido por la dialéctica de oposición complementaria, pues a
un período de oscuridad, naturaleza y barbarie, asociado a lo Bajo y a lo antiguo, se le
opone un período simétricamente inverso de luz, cultura y civilización, vinculado a lo
Alto y a lo moderno”, es decir, lo contemporáneo: La transición entre uno y otro está
definida por un cataclismo o pachakuti que enfrenta a ambos opuestos en un terreno
neutral (Akapacha) y los confunde e iguala momentáneamente en un caos temporal,
que luego otorga el predominio al término que estaba subordinado, restaurando así el
equilibrio del sistema. De este modo, cada principio predomina alternativamente sobre
su opuesto, según un sistema de mit’as o turnos que invierte periódicamente la
totalidad. Es necesario advertir que lo Bajo se asocia con el pasado y lo Alto con el
presente; vale decir que existe una correspondencia exacta entre categorías espaciales y
167
temporales, en concordancia con la unidad espaciotemporal de pacha. En segundo
lugar, hay que recalcar que los atributos simbólicos del presente son simétricamente
opuestos a los del pasado y el futuro; o dicho en otras palabras, el presente es
simétricamente inverso al pasado y al futuro, los cuales por su parte son idénticos entre
sí.
169
presidencial de mayo 1 de 2006, día de la “nacionalización de los hidrocarburos”,
asocia indisolublemente a este proceso con el de una constituyente llamada a
consolidarlo por vía normativa, articulando ambos elementos en uno solo, que daría
legitimidad a la reforma.
El arribo al poder del Presidente indígena, constituye un momento cumbre para el país
y los autoidentificados sectores indígena originarios, campesinos, interculturales y
afrobolivianos, recibiendo éste el apoyo masivo de todos ellos, incluyendo a
CONAMAQ y sus organizaciones, en alianza político-electoral con el gobierno,
logrando así espacios de poder aún reducidos, pero cualitativos por su característica
fundante: gobierno indígena. La Asamblea Constituyente puede tomarse como otro
momento cumbre en la relación Gobierno/Indígenas. Aliados, logran superar a los
partidos tradicionales y, paralelamente, se incorporan en la CPE una cantidad
significativa de demandas indígenas, por lo cual se vive un romance intenso en la
relación política, que comenzará a enturbiarse con posterioridad, gracias a medidas
concretas del gobierno que ignoran, subalternizan o sacrifican a los indígenas,
justificándoselas como imprescindibles para viabilizar el proyecto constitucional, que
mantiene, incólumes en su texto, sus demandas, a título de compensación por el
incumplimiento de promesas; otorgación injusta de los escaños indígenas muy
reducidos y un conjunto de conflictos locales y sectoriales que se fueron ventilando
internamente.
Sostenemos que deben ubicarse las raíces del proceso en la historia y los lenguajes
políticos, principalmente aquellos emparentados con el slogan de uso corriente y
autodefinición gubernamental: revolución democrática y cultural. Será en las bases
teóricas del concepto/enunciado donde habrán de surgir las claves que nos conduzcan
a la comprensión de por qué un gobierno de amplio apoyo electoral y discurso
izquierdista, termina sancionando el decreto “nacionalizador” como aliciente de una
asamblea constituyente conservadora y aferrada al minoritario sistema de partidos, del
que -por cierto-, desciende y no deja de confirmar; menos aún renegar.
El MAS proclama un proceso que comprende la continuidad de la revolución nacional
y el estado nacional moderno de 1952, mediante la revolución democrática y cultural.
Nos las habemos con una noción plena de clivajes, significaciones y usuarios; aspectos
que nos llevan a indagar sobre la naturaleza de un fenómeno secular que ha recorrido
el ideario generacional del siglo XX: la revolución. Por otra parte, a excepción del
periodo que en Bolivia podría denominarse moderno, es decir, de construcción del
estado nacional (1880/2003); pocas veces ha sido posible establecer una ruptura tan
radical con el pasado. Y esto de ninguna manera significa la omisión completa de lo
pretérito, sino más bien su desplazamiento hacia el ámbito de la cultura -y otros afines-
que permitió evocar un pasado vigoroso cual registro folklórico antes que sustancia
presente en la mentalidad de un colectivo como el boliviano que lo vive con intensidad.
170
Conservación versus Permanencia. Lo moderno es hoy conservador y oscila a la
derecha política, como el MAS.
El ideario moderno, con su visión lineal y ascendente de la historia, ha sobrecargado la
tensión y contraste antitético entre lo moderno y lo antiguo (“arcaico”); los fines
desarrollistas requerían abolir permanentemente resabios del viejo orden que
amenazaban la marcha continua del presente. Así, fueron homologadas –y satanizadas-
todas las redes de significaciones conexas a cultura originaria, tradición, conservación,
manutención, reproducción etnocultural, etc. como reaccionarias, porque
antagonizaban de alguna forma con el ideal del progreso. Toda exégesis referida a
nociones como las de pueblo, nación, estado, reforma, así como sus dualidades
(liberal/conservador) y antinomias (revolución/rebelión); halla en su trayecto la
polisemia de cada palabra, lo que impele conocer en qué sentido ha sido empleada; o
al menos cómo ha sido “entendida en su base”.
Un gobierno apoyado en la estructura nacionalsindicalista, lejos del ideario amerindio,
puede acabar plasmando el proyecto moderno en clave sociocultural, dado que su
impronta ha dirigido la intensidad jurídico/política hacia la movilización social y no su
entronización política/jurídica en una esfera de sentido que genere un sistema de
autogobierno diferente al conocido.
Las vecindades y conjuntos enunciativos, suelen establecer parentescos que operan
transversalmente. Así, se produce una reapropiación del pasado (Montenegro) para
definir aquella esencia que se quiere conservar: la sustancia nacional, que en el MNR
es la nación indomestiza como porvenir y ancestro, cuya disolución es amenazada por
el orden sociopolítico demoliberal. Luego, aquella anticultura que respalda
ideológicamente un sistema que amenaza con disolver la sustancia nacional, debe ser
depuesto revolucionariamente para conservar la sustancia que gestará una energía
nacional: una raza indomestiza que articulará la nación mediante un estado total
nacional moderno.
Podría concebirse nacionalmente –tomando Francia por ejemplo-; un ciclo
revolucionario democrático liberal que ha sido desencadenado por un evento singular
cuya evolución arroja una fase de reforma liberal, mediante la concreción de aquella
norma fundamental revolucionaria hecha constitución política; esto es, una reforma
‘desde arriba’. A ésta sucede la fase de agitación y polaridad izquierda / derecha, cuyo
desbroce revolucionario coloca -inversamente al anterior campo de fuerzas-; un
movimiento ascendente ‘de abajo hacia arriba’. Una tercera fase consiste en la
restauración que coloca nuevamente las fuerzas bajo dominio del estado, para lograr la
cuarta fase que consolida las fuerzas hegemónicas en un estado total, preludio del
imperio, totalitarismo y la guerra. Paradigmáticamente, son tres las revoluciones liberal
democráticas de una primera etapa, situada en el siglo XIX: la inglesa, norteamericana
171
y francesa: la revolución democrático burguesa que funda el estado de derecho en su
nación/estado una vez derruido el estado absoluto. En este tipo de articulación; la
sociedad toma su soberanía por dominar al estado y utilizarlo como instrumento para
lograr sus fines. Un estado liberal neutro fundado en las ideas de 1789.
Pero el estado neutro liberal evoluciona hacia los partidos de masas, logrando así una
totalidad democrática de masas que consolida su emergencia. El desarrollo industrial y
comercial capitalista expande su influencia hacia el orbe, configurando lo que
conocemos por imperialismo. El estado de derecho interior se combina con el
colonialismo externo; una segunda ola colonial se desata: el neocolonialismo. A este
sistema hegemónico se opone el socialismo, mediante la tesis de la revolución mundial.
La revolución democrática burguesa moderna de segunda ola / etapa, se desarrolla en
el siglo XX y atinge sustancialmente a los países de la periferia europea en el siglo
anterior: Italia, Alemania, Rusia, España. Ausentes del pacto neocolonial, llevarán a
cabo su revolución moderna en sentido radicalmente opuesto al antecesor. En efecto,
tras la distribución global de países y mercados por el imperialismo decimonónico, se
hallan inclusive en situación de apronte dada la posibilidad real de verse convertidos en
colonias ellos mismos.
Así, la revolución democrática nacional moderna del siglo XX europeo, es defensiva y
no agresiva; de carácter intensivo y no expansivo; ergo; no liberal, sino conservadora;
no permanente, más bien por etapas. Como señala Ernst Wilhelm Eschmann;
propugna el resurgimiento revolucionario que destruye un orden caduco; pero es a la
vez conservadora, porque “vuelve la mano hacia atrás”, toma algo de la “sustancia
nacional” transformada o negada por el (neo)liberalismo. De la revolución
conservadora procede toda época futura y con este objeto se abre sobre la vinculación
con lo que es “eterno en la historia”. La revolución bolchevique constituye un interludio
que parte de la esencia liberal moderna jacobina propia del siglo XIX (“revolución
mundial”), pero habrá de cambiar en la posguerra y asentará sus esfuerzos hacia el
interior: el estado soviético de Lenin y Stalin condensará su revolución nacional
moderna en el nuevo estado total. Hasta aquí, obtenemos una secuencia que se
interrumpe y cambia de sentido, es una clave decisiva en el desarrollo temático.
La inflexión soviética nos permite abordar el estatuto teórico del nuevo tipo
revolucionario sin designarlo plenamente sino hasta la irrupción de dos procesos
inmediatos: el fascismo italiano y nacionalsocialismo alemán. Ambos casos –cuya
bancarrota histórica encubre significaciones profundas-; desarrollan palmariamente la
noción de revolución conservadora: para conservar su esencia nacional, deben llevar a
cabo una revolución; para revolucionar su sociedad, acudirán a la conservación de sus
formas ancestrales, desde sus clases medias. Dicho sencillamente: la revolución es
nacional e interior; revolución nacional como sinónimo de revolución conservadora.
172
Porque huelga reiterarlo: ¿de qué trata entonces una revolución nacional antifeudal y
anticolonialista como la propuesta por el MNR? Si nos atenemos a las postulaciones
teóricas básicas, corresponde a la revolución liberal democrática justamente la tarea de
barrer las relaciones económicas, políticas y sociojurídicas del feudalismo. Por otra
parte; ¿acaso el anticolonialismo no representa la fuerza de resistencia nacional contra
un imperio desafiante y antinacional por esencia? Las tareas antifeudales y
anticoloniales corresponden a la revolución nacional moderna que, dada su filiación de
“segunda ola”, propone cumplir su programa en sentido inverso al decimonónico. El
modernismo nacionalista del siglo XX es defensivo y conservador, así como sus
múltiples enunciaciones; luego; el nacionalismo es revolucionario conservador en este
siglo.
El denominado “tercer frente” impactó decisivamente la periferia neocolonial conocida
luego como “tercer mundo”; aportando sus lenguajes, significaciones y sentidos, hacia
una especie de “internacional” chauvinista. La debacle militar y horror que despertaron,
ha nublado los contenidos de su lenguaje político, expandidos ampliamente a países
como Bolivia, donde una fracción de clase media triunfante en 1952 adoptó el sintagma
de nacionalismo revolucionario que es propio a un ala del partido nazi inspirada en las
ideas de Ernest Jünger.
La narrativa del nacionalismo revolucionario ha conseguido validar epocalmente su
“epopeya” mediante la reinvención histórica que logró un “campo de aceptabilidad”
social importante. Los fusilamientos de Chuspipata (1944), represión de Falange
Socialista Boliviana, campos de concentración y totalitarismo estatal, terminan siendo
“aceptables” por los fines que supuestamente persiguieron. En tal sentido, resalta la
obra del primer Zavaleta (“Creación de la Conciencia Nacional”), que más allá de lograr
dicha “aceptabilidad”, continúa narrativamente la epopeya movimientista de Augusto
Céspedes y logra transmitirla hábilmente a la generación posterior.
El agujero negro de la revolución alemana y los lenguajes totalitarios del
movimientismo, lograron disipar cualquier intento de filiación entre aquella y ésta.
Luego, se consideró como genuinamente transformador un proceso iniciado en su
antípoda; la revolución nacional es el sinónimo de revolución conservadora. Como se
dijo anteriormente, las fases cíclicas de una revolución conservadora moderna
conllevan etapas cuya operatoria puede sintetizarse en la fórmula fascista: destruir para
crear; crear para destruir. En argot: la revolución ha destruido un orden para crear otro
en su reemplazo, que a su vez logrará la completa destrucción de las formas previas;
destruye al crear y crea destruyendo.
La toma del poder movimientista ha sido revolucionaria, pero una vez en él, se ha
convertido en conservadora, porque pretende asentar su ordenamiento nacional
revolucionario. Y éste, allá por los años cuarenta; en boca de uno de sus principales
173
ideólogos (Walter Guevara); ha sido definido a futuro como el de una revolución
democrática. Si la revolución conservadora lleva a cabo la sustancia de una revolución
nacional; ésta creará un orden propio que ha sido nominado como revolución
democrática; ergo; el orden jurídico político de la revolución nacional deviene
revolución democrática.
El MAS constituye el pináculo de tal proceso, política y económicamente; su revolución
conservadora marcha mediante la “nacionalización” de hidrocarburos y su asamblea
“constituyente” que ha creado las bases jurídico políticas del nuevo retroceso histórico.
La revolución democrática es revolución conservadora nacionalsocialista /
nacionalrevolucionaria / nacionalbolchevique del MNR / FSB / PIR / POR +
revolución cultural occidental de Antonio Gramsci, cuyo Príncipe maquiavélico sea el
partido leninista moderno de vanguardia: PCB / PCML / MIR / MBL / PI / EGTK =
revolución democrática y cultural del MAS.
El destino de ésta y las demás generaciones que se situaron en la pendiente histórica,
habría de impactar profundamente en el ser nacional, desde la propia fundación
republicana; procediendo a la reconfiguración del pasado en perspectiva de
apropiación epistemológica que sirva a la explicación del presente y el diseño de un
futuro en el cual, cada ciclo generacional, deposita sus expectativas, anhelos y
esperanzas. La historia, también ofrece continuidades, rupturas, intermediaciones,
mitos y silencios. El actual Vicepresidente de la República, Álvaro García Linera, autor
destacado de la Generación del 60 de cuño nacionalsocialista (nacionalista
revolucionaria, nacionalbolchevique, nacionalcomunista, nacionalsindicalista y
nacionalindianista), socialismo liberal jacobino y euro socialista/comunista; diseña la
revolución democrática y cultural; un modelo
nacionalrevolucionario/nacionalbolchevique de revolución conservadora mediante un
capitalismo andino amazónico (2005). Es el estado total.
Hoy, la comunidad nacional reconstituye su territorio, población y gobierno de forma
ascendente, a través de redes fácticas de interculturalidad: sólo hace falta reconocerlas
e implementarlas. De la refundación a la constituyente, de la reorganización a la
constituencia, de la descomposición a la esperanza... Y ése es el tercer ciclo, el
ascendente de la Comunidad al margen del Estado, colocándose en el ojo cíclico de los
tiempos, generando el sustrato histórico que, gracias a un presidente indígena, ha
insumido la sustancia política necesaria para hacerse visible por sí mismo. Estado versus
Comunidad, sentido histórico versus revolución conservadora. Por ello, la historia
recién comienza…
174
III PARTE
NORMA DE RECONSTITUCION Y
AUTOGOBIERNO
CONAMAQ
175
BASE LEGAL
La Constitución Política del Estado Plurinacional:
Artículos 1 in fine, 2, 3, 4, 5/7 , 13, 21, 24, 26, 30/32; 42, 47,
56, 78, 79, 80, 83, 86, 98/102, 103, 162, 163, 179, 190/192,
209/211, 241, 242, 255, 256, 257, 269, 289/296; 303,304, 305,
307, 334, 336, 337, 340, 342/358, 373/377, 380/389, 393/409 y
2º parte de las disposiciones transitorias, art. 7.
Ley No. 1257 ratificatoria del Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos
Indígenas y Tribales en Países Independientes: Artículos:
1, 7.
Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los
Pueblos Indígenas, ratificada por Ley N° 3760 del 7 de
noviembre de 2007: Artículos 3, 4, 5, 9, 20, 25, 34, 37, 42.
Ley No. 1715 del Servicio Nacional de Reforma Agraria
Ley de Municipalidades: Artículos 163/168.
Ley Marco de Autonomías y Descentralización Andrés
Ibáñez: Artículos 1, 22, 23.
Ley No. 2235 del Diálogo Nacional
El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu
(CONAMAQ).
MARCO OPERATIVO
1.1. Consolidación de los Distritos Municipales Indígena Originarios como
espacios de gestión municipal indígena
El Distrito Municipal Indígena Originario garantiza el reconocimiento de
las unidades socioculturales como escenarios de gestión pública.
1.2. Ley Andrés Ibáñez: Artículo 28. (Distrito Municipal Indígena Originario
Campesino).
Los Distritos indígena originario campesinos en sujeción al principio de preexistencia
son espacios descentralizados. Los distritos municipales indígena originario
campesinos que cuenten con las capacidades de gestión necesarias y con un Plan de
Desarrollo Integral podrán acceder a recursos financieros para su implementación.
176
1
Identificación de los propósitos específicos de las disposiciones legales
177
culturales del país. Los Distritos Municipales Indígena Originarios al interior de una
sección municipal, han permitido cohesionar a las unidades socioculturales, pero
demuestran todavía mucha fragilidad en los procesos de gestión del desarrollo; mientras
que, en el caso de las Mancomunidades de Distritos Municipales Indígena Originarios;
no se ha logrado casi ningún avance. De todas formas, es necesario reinterpretar los
alcances de los Distritos Municipales Indígena Originarios articulados de forma efectiva
a los modelos político-administrativos de las markas y ayllus andinos.
PROVINCIA DE CHARCAS
Bandera Escudo
Coordenadas
18°17′00″S 65°53′00″OCoordenadas: 18°17′00″S 65°53′00″O (ma
pa)
Capital San Pedro de Buena Vista
Idioma Español y Quechua
oficial
178
Entidad Provincia
• País Bolivia
Subdivisione 2 municipios
s
Superficie
• Total 2964 km²
Población
• Total 40 882 hab.
La Provincia de Charcas es una provincia de Bolivia que forma parte
del Departamento de Potosí La capital provincial es San Pedro de Buena Vista.
La provincia se creó y tomó el nombre actual por Ley de 3 de septiembre de 1880,
durante la presidencia de Narciso Campero, en lugar de la denominación anterior
de Sud Chayanta.
GEOGRAFÍA
Se encuentra al norte del departamento de Potosí y tiene una superficie de 2.964
kilómetros cuadrados. Limita al norte con la provincia de Bernardino Bilbao, al este
con el departamento de Cochabamba y el departamento de Chuquisaca, al sur con
la provincia de Chayanta y al oeste con la provincia de Rafael Bustillos y la provincia de
Alonso de Ibáñez.
POBLACIÓN
La población de la provincia es de 40.882 habitantes según el censo de 2012. Su capital,
San Pedro, tiene cerca de 1.600 habitantes. La principal lengua hablada en la provincia
es el quechua, practicada por el 98 por ciento de la población, 2 por ciento habla el
español. La religión católica recoge el 93% de la población de la provincia, un 7% son
protestantes. Los indicadores socio económicos reflejan que el 99,8% de las personas
no tienen acceso a la electricidad y el 98,5% al agua potable. En la distribución de la
población por sectores de industria se muestra la participación predominante de sector
primario y la debilidad del sector de servicios: 72 por ciento de los activos de trabajo
en la agricultura, un 0,5 % en las minas, del 12,2% en la industria y el 15,3% en los
servicios.
MUNICIPIOS
La provincia está dividida en dos municipios, los cuales son:
San Pedro de Buena Vista
179
Toro Toro
Bandera Escudo
180
Población
• Total 87 272 hab.
La Provincia de Rafael Bustillos es una de las 16 provincias Bolivianas en las que se
divide el departamento de Potosí en el suroeste del país. Cubre una superficie de 2.235
km², con una población de 87.272 habitantes. La capital provincial es Uncía.
1
La provincia fue creada por ley del 8 de octubre de 1908 durante el primer gobierno
del presidente Ismael Montes Gamboa, separándose de la Provincia de Charcas
(Potosí).
TOPONIMIA
La provincia fue bautizada así en honor a Rafael Bustillos (1813-1873), canciller
boliviano.
GEOGRAFÍA
La provincia de Rafael Bustillos es una de las dieciséis provincias que conforman el
departamento de Potosí. Se encuentra entre los 18° 11'y 18° 45' de latitud sur y entre
los 66° 11' y 66° 45' de longitud oeste. Se sitúa en el norte del departamento. Limita al
norte con la provincia de Alonso de Ibáñez, al este con la provincia de Chayanta y
la provincia de Tomás Frías, y al sur y al oeste con el departamento de Oruro. La
provincia se extiende más de 70 km, respectivamente, de este a oeste y de norte a sur.
POBLACIÓN
La población según el censo de 2012 es de 87272 habitantes. En la provincia de Rafael
Bustillos vivían según las encuestas del censo 2001 76.254 habitantes. La capital
provincial es la ciudad de Uncía, la ciudad más grande de la provincia es Llallagua, con
alrededor de 25.000 habitantes. El principal idioma de la provincia es el quechua,
hablado por 86%, mientras que el 74% de la población habla español. La población
aumentó de 76.254 habitantes (censo de 1992) a 77.566 (censo 2001), un incremento
del 1,7%. 46% de la población no tiene acceso a la electricidad, el 78% no tienen
instalaciones sanitarias. 41% de la población está empleada en la agricultura, el 11% en
la minería, el 11% en la industria, 37% en los servicios generales. 90,5% de la población
son católicos, protestantes 6,7%.
MUNICIPIOS
La provincia cuenta con cuatro municipios que en parte se subdividen en cantones.
Uncía
Chayanta
Llallagua
181
Chuquihuta
ECONOMÍA
La provincia es rica en recursos minerales. En la mina Siglo XX se explotan numerosos
yacimientos de vauxita.
DISTRITOS
DISTRITO PROVINCIA SECCIÓN ZONA
2 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (PURACA)
(UNCÍA)
5 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (AYMAYA)
(UNCÍA)
2 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (KHARACHA)
(UNCÍA)
2 RAFAEL PRIMERA ZONA AYLLU
BUSTILLOS SECCIÓN (LAIME)
(UNCÍA)
182
Provincia Bernardino Bilbao
183
más pequeña del departamento) y una población de 10.331 habitantes. La provincia
1
DISTRITOS POTOSÍ
184
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VI
SECCIÓN Carasi
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VII
SECCIÓN Carasi
(TORO
TORO)
5 CHARCAS SEGUNDA ZONA VIII
SECCIÓN Tambo
(TORO
TORO)
5 CHARCAS PRIMERA ZONA
SECCIÓN Cotagaita
(COTAGAITA)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA I
IBAÑEZ SECCIÓN
(TUPIZA)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA II
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA III
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA IV
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA V
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA VI
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
185
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA VII
IBÁNEZ SECCIÓN
(Tupiza)
7 ALONSO DE PRIMERA ZONA I
IBÁNEZ SECCIÓN Espicaya
(Tupiza)
186
Comunitaria de Origen tiene que aclararse para el área andina, en los marcos de esta
Norma de Reconstitución.
187
2
Aspectos básicos para la articulación de las disposiciones legales
Propiedad de cargos
Gestión
de la tierra territorial
indígena
Los sistemas de cargos cumplen el trascendental rol de otorgar cohesión interna y social
a las unidades socioculturales; así; pueden existir unidades socioculturales con una
autoridad máxima, desempeñando aún funciones importantes de articulación de la
unidad sociocultural; pero también unidades socioculturales con un sistema de cargos
que se ha debilitado en el tiempo. La cohesión social variará en uno y en otro caso. El
análisis de los cambios y transformaciones de los sistemas de cargos y sus roles efectivos
otorgando cohesión social en cada nivel de la organización segmentaria andina, es
188
importante para determinar posteriormente; y de manera diferenciada; las propias
capacidades de las unidades socioculturales para adoptar el nuevo marco legal, en el
intento de que esta articulación fortalezca las capacidades de las comunidades
originarias, y no logre efectos adversos, como el de acelerar su fragmentación y
debilitamiento. Es así que, el sistema de cargos, resulta de fundamental importancia en
el propósito de lograr -de manera práctica- la articulación entre jurisdicciones
territoriales, propiedad de la tierra y escenarios de gestión del desarrollo, como se
explicará más adelante.
Esto significa determinar la estructura de cargos en todos los niveles de las unidades
socioculturales, y la relación jerárquica de estas autoridades con los diversos niveles de
las unidades (de forma vertical) así como entre las autoridades del mismo nivel (de
forma horizontal). Es importante detectar los cambios y modificaciones en las
estructuras de los cargos, entendiendo que el simple cambio de denominaciones, no
necesariamente modifica los roles o el sentido de mando de dichas autoridades y las
funciones concretas que desempeñan.
Parece ser que la principal alternativa para los jatun ayllus quechuas y markas aymaras,
en términos del reconocimiento de sus jurisdicciones territoriales, pasa por la
adecuación de éstas al régimen municipal, siempre y cuando presenten una población
mayor a los 5000 habitantes. De esta manera, la jurisdicción territorial indígena
originaria, será asimilada a una jurisdicción administrativa municipal y autonómica, que
le otorgará mayor margen de desenvolvimiento, en el marco del régimen local y
autonómico nacional. La alternativa de la adecuación requiere de un alto proceso de
concertación con los actores no indígenas que radican en la jurisdicción territorial y
vecinos residentes de los poblados rurales y comunidades, y la construcción de
alternativas coherentes de integración de las comunidades campesinas-indígenas con
desarrollos históricos no siempre homogéneos, al del conjunto de los ayllus andinos.
Sin embargo, no existen razones para que, al presente, las comunidades campesinas-
indígenas dejen de beneficiarse de la adecuación de las fronteras socioculturales al
régimen municipal y autonómico; sin embargo; todo depende de cómo se encare este
proceso, ya que puede ser altamente incluyente o puede entenderse como altamente
excluyente. Pese a ello, las propias comunidades vienen desarrollando sus propias
alternativas para acceder a los beneficios de esta disposición, para lo cual -en muchos
casos- se vienen identificando espacios territoriales que no necesariamente
corresponden a los territorios históricos de los ayllus en el área andina, es decir, existe
un proceso de “reinvención” territorial con características pragmáticas, las mismas que
deberán ser evaluadas según cada caso específico.
Se ha visto en la práctica, que la adecuación produce mayores conflictos cuando se trata
a la realidad como un escenario homogéneo y se actúa con la lógica simple del empate
entre los tres escenarios. Los conflictos serán menores y fácilmente solucionables,
cuando se entienda que en una jurisdicción territorial externamente homogénea,
existen unidades socioculturales con mayor o menor grado de heterogeneidad en lo
que se refiere a sus sistemas productivos, sistemas de cargos y sistemas de tenencia de
la tierra. En esta diversidad, debe proceder el proceso de adecuación de las unidades
socioculturales al régimen municipal, con soluciones específicas a problemáticas
particulares. Las propias leyes que plantean la adecuación de las fronteras
190
socioculturales al régimen municipal son confusas; se hace referencia a la adecuación
de unidades socioculturales homogéneas, sin embargo, no se aclara el alcance y
significado del concepto de homogeneidad definida. En este contexto, será mejor
referirse a las posibilidades de articulación de markas, jatun ayllus y ayllus.
3
Marco metodológico para la articulación de jurisdicciones territoriales, formas de
propiedad de la tierra y escenarios de gestión municipal indígena originaria
191
Con anterioridad a la definición y descripción de los escenarios previstos en el marco
de una articulación, resulta importante plantear los objetivos a ser logrados en este
proceso, de acuerdo al siguiente detalle:
a) Promover la adecuación de las fronteras de las unidades socioculturales al régimen
municipal y autonómico en la forma de Municipios o Distritos Municipales Indígena
Originarios, para evitar una mayor fragmentación de las markas, jatun ayllus y ayllus
andinos.
b) Garantizar el fortalecimiento de las unidades socioculturales a tiempo de reconocer
la heterogeneidad de las capacidades existentes, para realizar procesos de gestión de
los recursos y solución de conflictos, en los sistemas de cargos existentes
c) Garantizar la aplicación de las disposiciones legales considerando situaciones
históricas, sociales y culturales específicas.
d) Fortalecer las propias formas de organización económica, social y cultural de las
markas, jatun ayllus y ayllus andinos.
e) Garantizar la articulación de las intervenciones estatales en markas, jatun ayllus,
ayllus y comunidades andinas, facilitando que las disposiciones legales se apliquen
de forma complementaria.
Con el propósito de lograr una coherente articulación entre las disposiciones legales,
se requiere fortalecer las siguientes relaciones: a) entre jurisdicciones territoriales
administrativas (municipios o distritos) con jurisdicciones de propiedad de la tierra
(Tierras Comunitarias de Origen, y entre éstas con otras formas de propiedad); y, b)
jurisdicciones territoriales de propiedad de la tierra con escenarios de gestión
territorial indígena originaria a través de municipios y/o distritos. En otras palabras,
reconociendo la jurisdicción territorial de una unidad sociocultural, en la misma;
que alternativamente puede ser adecuada al régimen municipal o mantenerse como
Distrito Municipal Indígena Originario; el proceso de articulación resulta de
identificar -en función al sistema de cargos-, los roles efectivos de autoridad
desempeñados por las autoridades tradicionales y/o sindicales, y los niveles donde
óptimamente se ejercen dichos roles, a objeto de determinar el nivel de la estructura
segmentaria al que corresponde la Tierra Comunitaria de Origen y el Distrito
Municipal Indígena Originario. Adicionalmente, cuando sea necesario, se
determinará la articulación de otras formas de propiedad sobre la tierra de
comunidades campesina-indígenas de ex hacienda con la unidad sociocultural y los
escenarios mencionados anteriormente, de manera tal que no se rompan los frágiles
192
balances logrados al interior de las unidades socioculturales, y que, al contrario, las
fortalezcan.
Sistema
Ley LPP
INRA de cargos
Propiedad
Gestión
193
Es decir, supone identificar qué autoridades cumplen efectivos roles de administración
de los recursos (tierra, agua y cobertura vegetal) y prevén o solucionan los conflictos,
según los usos y costumbres, de acceso y distribución de los recursos. No se puede
identificar un área de titulación donde no exista el capital social necesario para
administrar los recursos y gestionar la solución de los conflictos entre comunarios y
comunidades. De manera similar; en función al sistema de cargos; la unidad de gestión
resultará de identificar las autoridades máximas que ejercen roles de representación de
las comunidades y pueblos indígena originarios, teniendo en cuenta que dichas
autoridades máximas no sólo asumirán la representación de la unidad sociocultural en
la subalcaldía indígena originaria, sino ejercerán también un rol de control social sobre
dichas autoridades estatales.
Una unidad sociocultural puede adecuarse al marco legal en varias direcciones, de
acuerdo a la existencia de diversos tipos de autoridades y funciones al interior de una
marka, jatun ayllu o ayllu, a la naturaleza de las funciones que desarrollan las
autoridades y a la menor sobreposición de roles entre autoridades. En este marco se
determinará:
a) Qué nivel del sistema de cargos tradicionales y existentes históricamente en el ayllu
garantiza la gestión de los recursos y solución de conflictos en los ayllus y
comunidades. Este es el nivel que corresponde a la titulación como Tierra
Comunitaria de Origen.
b) Qué nivel del sistema de cargos tradicionales y existentes históricamente en el ayllu,
garantiza la representación externa del ayllu de forma cohesionada, ya sea como
mecanismo de control social de las autoridades estatales o asimilado a la
institucionalidad estatal. Este es el nivel que determinará la conformación de los
Distritos Municipales Indígena Originarios.
c) Cuál es el nivel de agregación de los ayllus hasta el nivel máximo de la marka aymara
o jatun ayllu quechua, que determina una unidad sociocultural específica. Este es el
nivel que determinará la adecuación de las fronteras socioculturales al régimen
municipal.
Es así que, el equilibrio óptimo se sustenta en la identificación del efectivo “capital
social” de las unidades socioculturales para administrar, distribuir y usar los diferentes
bienes y servicios; particularmente los derivados del aprovechamiento de los recursos
naturales; al interior de las unidades socioculturales, de acuerdo a la naturaleza de su
sistema de cargos. Como consecuencia, el efectivo capital social está representado por
el modelo político-organizativo de los cabildos-comunidades-ayllus; o, en otras
palabras; por la presencia de un efectivo sistema de cargos; entendiendo como efectivos
a los cargos que no sólo son nominales, sino que cumplen roles y funciones específicos.
La lógica de este marco metodológico, pasa por vincular el escenario y las capacidades
194
derivadas de los sistemas de cargos a la lectura de los otros diferentes escenarios; de
esta manera, se logra un óptimo para cada escenario, con la garantía de que también se
ha logrado una articulación de los mismos a través de su compatibilidad con el sistema
actual de cargos.
A objeto de comprender con mayor claridad los alcances de los escenarios planteados,
éstos son descritos brevemente, a continuación.
a) Jurisdicción territorial
Hace referencia a los límites del espacio geográfico o a los mojones principales que
identifican el hábitat tradicional de una unidad sociocultural en el marco de una marka,
jatun ayllu o ayllu. Al interior de este espacio geográfico, puede existir o no un modelo
político-organizativo que represente a toda la unidad sociocultural. La unidad
sociocultural al interior de dicha jurisdicción territorial, puede presentar diversos
niveles de heterogeneidad definidos por los distintos modelos político-organizativos, y
sistemas de tenencia de las tierras (individuales o colectivas), tomando en cuenta que;
al interior de una unidad sociocultural; se pueden encontrar diversas formas de
propiedad sobre la tierra.
195
b) Propiedad de la tierra
196
Las soluciones a la articulación de los ayllus andinos al órgano público, no siempre son
fáciles y suponen muchos traumas para las unidades socioculturales; y, en algunos casos;
la desestructuración de sus sistemas tradicionales. Con la desestructuración de sus
sistemas de cargos, se han fragmentado también los sistemas productivos, ciclos rituales,
y se ha debilitado la cohesión social del ayllu. En este contexto, una unidad de gestión
tiene que estar representada por los cargos máximos y englobantes de la unidad
sociocultural que ha sido definida en toda su jurisdicción territorial. En la actualidad,
es frecuente el proceso de reinvención de autoridades como efecto de la aplicación de
la ley de participación popular y constitución de Distritos Municipales Indígena
Originarios. Supone un difícil reto para las unidades socioculturales amoldar estos
cargos a sus propias estructuras existentes, lo cual, en el marco de la articulación de las
disposiciones legales, tendrá que permitir el otorgar mayor coherencia a esta nueva
dinámica.
MARCO METODOLOGICO
1
Responsabilidades y áreas prioritarias de intervención
Responsabilidades
197
Los resultados del proceso de articulación local del marco legal, con los acuerdos y
desacuerdos que se identifiquen, serán remitidos bajo la forma de un Informe Técnico
a:
a) La identificación de las jurisdicciones territoriales administrativas a la unidad de
ordenamiento territorial, así como la identificación del grado de factibilidad para
realizar la adecuación de las fronteras socioculturales al régimen municipal.
b) La identificación de las áreas de titulación de la tierra como Tierras Comunitarias
de Origen u otras formas de propiedad al Instituto Nacional de Reforma Agraria.
c) La identificación de los procesos de Distritación Municipal Indígena al
Viceministerio correspondiente, para canalizar las demandas de apoyo a los
escenarios municipales indígenas.
d) Adicionalmente se remitirá el Informe Técnico a los municipios que correspondan.
2
Fases del proceso
198
A. Consulta participativa
i) Estado de situación:
199
MATRIZ PARA LA TOMA DE DECISIONES
Detalle Identificación del nivel que Identificación del nivel que Viabilidad de la Relaciones entre
corresponde a Tierra corresponde adecuación de las Jurisdicciones
Comunitaria de Origen Distrito Municipal Indígena fronteras Territoriales, Distrito
Originario socioculturales al Municipal Indígena
régimen municipal Originario y formas de
propiedad
Tipo de Identificación de las autoridades Identificación de las autoridades Identificación de los En Distritos
autoridad y máximas que cumplen entre sus máximas que cumplen entre sus principales riesgos: Municipales Indígena
roles roles con los siguientes: roles con los siguientes: conformidad de los Originarios donde no
efectivos pobladores de es aglutinante la forma
de las centros poblados. de propiedad Tierra
autoridades Distribución de recursos Mantenimiento de las Comunitaria de Origen
(tierra, agua y cobertura alianzas internas entre los Reacciones de los será necesaria la
vegetal). ayllus y comunidades. municipios vecinos. compatibilización entre
Resolución de conflictos de Relacionamiento con los roles de las
linderos entre las unidades instituciones externas y entre autoridades
territoriales del ayllu. ayllus.
200
De acuerdo al nivel del ayllu De acuerdo al nivel del ayllu Identificación de las tradicionales y
que representen estas que representen estas ventajas sindicales.
autoridades máximas, éste será autoridades máximas, éste será El reconocimiento Se evaluará los
el nivel que corresponda a la el nivel que corresponda al de varias formas de procesos de
Tierra Comunitaria de Origen. Distrito Municipal Indígena propiedad en una articulación entre
Originario. unidad sociocultural diversos distritos, y
aminora los formas de propiedad al
conflictos. interior de una sola
jurisdicción territorial.
Resultado Si a nivel de todo el territorio de El Distrito Municipal Indígena Reconocimiento de Garantizar que las
la unidad sociocultural existen Originario será compatible con una jurisdicción formas de
autoridades tradicionales que la jurisdicción territorial del ayllu territorial representación del
cumplen dichos requisitos toda si a nivel de esta jurisdicción administrativa Distrito Municipal
la jurisdicción territorial del existen autoridades máximas (municipio) con una Indígena Originario no
ayllu corresponde a una Tierra que cumplen dichos requisitos. sola forma (Tierra generen conflictos al
Comunitaria de Origen. Comunitaria de interior de la unidad
Origen) o varias sociocultural.
formas de propiedad,
y definición de sus
distritos municipales.
201
Las Tierras Comunitarias de El Distrito Municipal Indígena Reconocimiento de Garantizar que los
Origen son unidades menores a Originario no será compatible Distritos Municipales Distritos Municipales
la jurisdicción territorial si es con la jurisdicción territorial del Indígena Originarios Indígena Originarios
que las autoridades menores ayllu si no existen autoridades con una sola forma aglutinen si es
cumplen con los roles mayores y autoridades menores (Tierra Comunitaria necesario el
mencionados anteriormente. de los ayllus cumplen con estos de Origen) o varias reconocimiento de
requisitos (será necesario formas de propiedad, varias formas de
estudiar el caso de la formación y definición del propiedad.
de DMIOs discontinuos). modelo de
subalcaldía indígena
en relación a los
sistemas de cargos.
202
Temas Una vez determinado el nivel Una vez determinado el nivel que corresponde a Relaciones entre
adicionales del ayllu que corresponde a Distrito Municipal Indígena Originario o la viabilidad de actores indígenas y no
Tierra Comunitaria de Origen la adecuación de las fronteras socioculturales al régimen indígenas (mestizos de
es importante comprender si municipal, será importante determinar agrupaciones pueblos).
existen conflictos de linderos mayores de ayllus y comunidades que fortalezcan a las
entre los ayllus y comunidades unidades socio-culturales históricas.
irresueltos.
Si los conflictos han sido
resueltos no será necesario
identificar en el proceso de
saneamiento los límites al
interior de la Tierra
Comunitaria de Origen
identificada.
Si existen conflictos de
linderos irresueltos será
necesario identificar en el
proceso de saneamiento los
límites al interior de la
Tierra Comunitaria de
Origen identificada.
203
B. Firma de acuerdos internos
204
3
Instrumentos 46
INSTRUMENTO:
ESTADO DE SITUACION 1
IDENTIFICACION DE UNIDADES
SOCIOCULTURALES
Productos esperados
Preguntas principales
46
Adaptados de la Guía de planificación participativa en áreas indígenas. VPEPP-
PDCR, 2002
205
? Cuáles son las principales unidades territoriales que tiene
esta unidad sociocultural? (estancias-ranchos, cabildos-
comunidades, ayllus, parcialidades, jatun ayllus-markas;
subcentralías-centralías).
Procedimiento de trabajo
206
sociocultural para identificar sus principales características y establecer las
similitudes o diferencias entre ellas. El propósito central es el de
determinar el grado de heterogeneidad que se puede encontrar al interior
de la unidad sociocultural y en qué aspectos principales (sistemas de
tenencia, acceso a pisos ecológicos, acceso a áreas colectivas, tipos de
autoridad).
INSTRUMENTO:
ESTADO DE SITUACION 2
Productos esperados
Preguntas principales
207
? Cuáles son las necesidades para la titulación? Los ayllus y
comunidades tienen mecanismos para garantizar el derecho de
los comunarios sobre su tierra?
Procedimiento de trabajo
INSTRUMENTO:
ESTADO DE SITUACION 3
Productos esperados
208
Funciones y roles del conjunto de las autoridades y relación de cargos
y funciones que se han perdido o modificado.
Preguntas principales
209
? Existen problemas entre autoridades tradicionales y sindicales?
Está de acuerdo con modificar el nombre de sus autoridades?
De sindicales a tradicionales? En qué cambia esto la autoridad
que tienen las autoridades?
Procedimiento de trabajo
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 4
210
Productos esperados
Preguntas principales
211
? Tomando como referencia dicho nivel, existe algún conflicto de
linderos entre comunidades por debajo de este nivel que no
haya podido ser solucionado por esta autoridad?
Procedimiento de trabajo
212
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS
5
Productos esperados
Preguntas principales
213
efectivas funciones de representación de la unidad
sociocultural?
Procedimiento de trabajo
214
determinar las modalidades de elección del subalcalde indígena y su
articulación con el modelo político-organizativo tradicional.
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 6
Productos esperados
Preguntas principales
215
? Se han perdido algunos cargos importantes de las comunidades
y ayllus? Qué cargos, en qué niveles, en qué fecha? Qué otros
cargos se han creado, en qué fecha?
Procedimiento de trabajo
216
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 7
Productos esperados
Preguntas principales
217
si existen posibilidades reales de acuerdo a evaluación de
relaciones entre actores -Instrumento 3-)?
Procedimiento de trabajo
218
sociocultural al régimen municipal; y, b) las formas de representación del
DMIO en función a las características del modelo político-organizativo.
Cualquier forma tiene que considerar la articulación de la autoridad al
sistema de cargos vigente, ya sea en la opción que la autoridad tradicional
máxima asuma la subalcaldía indígena originaria, o ya sea a través del
nombramiento de una nueva autoridad, pero con el control social ejercido
por el sistema de cargos tradicional y elegido con las mismas reglas del
modelo tradicional. Este es un proceso de reflexión a mediano plazo que
tiene que ser iniciado en esta consulta participativa.
INSTRUMENTO:
INFORME TECNICO 8
PRESENTACION DE ESCENARIOS
Ejemplo 1
Ayllu Amarete
219
Jatun Ayllu Amarete
(A) Jurisdicción territorial
(cantón municipal)
(A)
El Jatun Ayllu Amarete
Jurisdicción
coincide con la delimitación
cantonal.
El Distrito Municipal
(D)
Indígena Originario de
Sistema
Amarete correspondía en un
A = ¿?
de cargos
(C)
primer momento al cantón
(B)
A no es = C
ión
municipal con el mismo
Propiedad Territoriail
nombre.
de la tierra indigena
El ajuste a la distritación
No existe claridad respecto
a las formas de titulación
Dos escenarios de gestión
territorial indígena originaria
divide al cantón en dos
Conflicto propiedad
(DMIOs) compatibles con
las jurisdicciones de las
Distritos Municipales
individual y colectiva subcentralías
Indígena Originarios:
Conflicto de delimitación
entre áreas comunes
Amarete y Suni Alpaqueros
poseídas por comunidades
(Ganaderos).
B = ¿?
En el cantón de Amarete
existe titulación individual y
colectiva sobre la tierra.
Las parcelas de los
comunarios se encuentran
dispersas entre los ayllus que
pertenecen a cada una de las
zonas, e incluso entre zonas.
220
(C) Gestión territorial
indígena originaria
El Distrito Municipal
Indígena Originario
antiguamente era compatible
con la jurisdicción cantonal.
Distritos Municipales
Indígena Originarios
actualmente son compatibles
con el sistema de cargos (un
Distrito por subcentral).
El cantón Amarete
corresponde a dos
subcentrales: Amarete y Suni
Alpaqueros cada uno con un
Mallku Central.
Cada Distrito Municipal
Indígena Originario
corresponde a una Central y a
un piso ecológico (puna y
valle-trópico).
221
Conclusiones
222
INSTRUMENTO:
INFORME TECNICO 8
PRESENTACION DE ESCENARIOS
Ejemplo 2
Ayllu Qaqachakas
223
(B) Propiedad de la tierra
(D)
Sistema
de cargos
Debido a la complejidad de
las formas de distribución de
(C)
la tierra, las parcelas se
(B)
Gestión encuentran mezcladas entre
Propiedad
de la tierra
territorial comunidades, es decir,
B=C
indígena ocupan áreas compartidas
entre comunidades y ayllus.
No existen mojones entre
No existe delimitación de
mojones al interior del Jatun
Un solo escenario de
gestión territorial indígena
ayllus y comunidades al
ayllu Qaqachaka originaria (DMIO)
compatible con el sistema interior de la unidad
Las parcelas se encuentran
mezcladas entre todas las
de autoridades y con la
jurisdicción territorial. sociocultural Qaqachaka.
comunidades y ayllus.
El Distrito Municipal
Indígena Originario coincide
exactamente con la
delimitación de la jurisdicción
territorial indígena.
El Distrito Municipal
Indígena Originario
actualmente es compatible
con el sistema de cargos (una
autoridad mayor en toda la
jurisdicción territorial).
224
(D) Sistema de cargos
225
INSTRUMENTO:
IDENTIFICACION DE ALTERNATIVAS 9
INFORME TECNICO
226
Valoración de las áreas de uso y Ampliación de los datos
aprovechamiento verificados en el instrumento 2 a
través de un mapa de uso del
espacio y potencial productivo del
área.
Sistemas de producción y manejo Ampliación de los datos
de recursos naturales verificados en el mapa de uso del
espacio y potencial productivo del
área a través de una matriz simple.
Aspectos biofísicos y recursos Matriz de inventario de recursos
naturales existentes naturales existentes.
Potencial productivo del área Se identificará el criterio de las
comunidades respecto al potencial
productivo de sus asentamientos e
información que pueda ser
proporcionada por la Autoridad
de Fiscalización Agraria.
Zonas de preservación Este dato se identificará en el
mapa de uso del espacio y
potencial productivo del área.
Procedimiento de trabajo
227