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Título provisional
Parteras de San Pablo de Tiquina de la mano de Dios
Área general. Periodismo: Raúl Rivadeneira cita la definición de periodismo dada por el
filósofo alemán Georg Hamann en 1777: “Narración de los acontecimientos más recientes y
más dignos de recordar, impresos sin orden y coherencia especial”. De acuerdo con
Rivadeneira, el periodismo “…es un sistema abierto de la comunicación humana tecnificada
que procesa acontecimientos, ideas y sentimientos procedentes de una o varias fuentes, para
transmitirlas a destino mediante un canal” (cf. Rivadeneria, 1988:34).
Sub-área (particular). Comunicación para la salud: fue entendida durante mucho tiempo
como una herramienta para controlar y manipular las conductas individuales y colectivas. La
revisión de esas experiencias y la puesta en práctica de una propuesta de comunicación que
analiza los múltiples sentidos de las relaciones sociales, permite avanzar hacia la
construcción de una perspectiva completa de la realidad social. Esta perspectiva, lo
1
comunicacional, es una mirada que se articula con otras disciplinas y los actores sociales
tradicionalmente marginados o concebidos solo como parte del objeto de estudio son artífices
del cambio comunitario. Se propone que los individuos y grupos que forman una comunidad
pueden tomar la palabra para plantear sus necesidades y problemas, y articularse para
intervenir activamente en la búsqueda de soluciones, generando un cambio en los roles
asignados tradicionalmente a los diferentes actores en materia de salud, en particular en lo
referido a las relaciones de poder. La participación comunitaria es un derecho ciudadano y
un imperativo democrático, pero es también una vía para aumentar la eficacia de las
iniciativas sobre salud (Hernán Díaz, 2011: 2).
Amparo Canedo Guzmán, en “Pasado, presente y futuro del periodismo” (2015), afirma que
ejercer dentro del área periodística consiste en informar de forma completa, precisa, clara,
oportuna y ética, protegiendo los derechos humanos de las ciudadanas y ciudadanos;
vigilando su cumplimiento y denunciando los atropellos a los mismos, además de articular y
construir diálogos en pos de consensos y apuntalar procesos educativos (c.f. Canedo Guzmán,
2015: 89).
A través de las entrevistadas Luisa y Mercedes Chambilla, las dos únicas parteras que
trabajan en la comunidad de San Pablo de Tiquina, se conoció que una de ellas no cuenta con
el certificado que avala su oficio y por el cual debería recibir una remuneración económica y
2
ser reconocida en el Sistema Único de Registro Nacional-SERN. Aun así, Luisa sigue
ejerciendo lo que ella llama profesión sin ningún tipo de control ni sanción.
3
Los antecedentes del problema desarrollan y delimitan el alcance de éste y las dimensiones
que tiene a continuación:
De los diez millones de habitantes que tiene Bolivia de acuerdo a estimaciones oficiales, un
66 por ciento se declara perteneciente a una de las 36 etnias o naciones reconocidas por el
Estado, de las que más de un tercio vive en la extrema pobreza, sin ingresos suficientes para
alimentarse adecuadamente, tanto en el área urbana como en el área rural, donde las
condiciones de accesibilidad geográficas son muy deficientes y prácticamente carecen de
servicios públicos, con niveles de mortalidad infantil y materna superiores, en el doble o
triple, al resto del país (cf. Paz, 2011:16).
Las oportunidades de educación en muchas comunidades son menores para las mujeres, y su
proyecto de vida no va más allá de formar la familia y criar hijos. Además, el bajo nivel social
y cultural las pone en desventaja para el acceso a la información y a los servicios de salud.
La falta de educación y el analfabetismo hacen que las mujeres desconozcan sus derechos y
las opciones que ofrece el sector salud (cf. Gallego, Vélez y Agudelo, 2011: 24-25).
Hoy se puede ver que muchas mujeres que viven en el área rural de la ciudad de La Paz tienen
la opción de elegir cómo traer a su bebé al mundo, teniendo en cuenta que aun así esto no
abarca a todas, ya que algunas siguen la tradiciones de la familia de su pareja, ya que éstas
les obligan a no hacerse tratar con personas ajenas y mucho menos con doctores varones,
como es en el caso de Celia Mamani (26 años).
El parto es un proceso fisiológico natural y está controlado por la mujer que lo vive, de modo
que la acción de familiares, parteras y vecinas es solo un factor de acompañamiento, apoyo
y solidaridad en el trance. La labor de las parteras es de facilitación, de seguridad, confianza
y cariño; siendo cada uno de los procedimientos o secretos profesionales de las parteras
regido por la premisa facilitadora, de modo que el proceso fisiológico fluya en forma
4
espontánea y natural, con sus tiempos, sus dolores y particularidades. Así como todas las
mujeres son diferentes en su contexto, todos los partos son diferentes por el mismo motivo;
pero el acontecimiento debe seguir las mismas fases y las mismas leyes naturales. A algunas
mujeres les cuesta más, unas son más experimentadas, otras son más temperamentales, otras
están enfermas o son delicadas, etc. Todo ello debe tenerse en cuenta, pero la idea es que el
nacimiento siga su curso natural. (cf. Paz, 2011: 73).
Parteras
IMPORTANCIA
PERSONAJES ¿QUIÉN ES? PARA EL GRAN
REPORTAJE
5
Mujeres atendidas por las parteras
IMPORTANCIA
PERSONAJES ¿QUIÉN ES? PARA EL GRAN
REPORTAJE
6
Mujeres atendidas por médico obstetra
IMPORTANCIA
PERSONAJES ¿QUIÉN ES? PARA EL GRAN
REPORTAJE
IMPORTANCIA
PERSONAJES ¿QUIÉN ES? PARA EL GRAN
REPORTAJE
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Giomar Higueras Especialista en gestión de Aportará con datos sobre
conocimiento de PROCOSI. proyectos que se realizaron
para trabajar con las
parteras.
8
Dra. Carla Baldiviezo Ginecóloga obstetra. Compartirá su experiencia y
opinión acerca de las
parteras.
Especialistas en derecho
IMPORTANCIA
PERSONAJES ¿QUIÉN ES? PARA EL GRAN
REPORTAJE
Ubicación Geográfica
La población de San Pablo de Tiquina se encuentra a 116 kilómetros de la sede de Gobierno
y pertenece a la Segunda Sección de la Provincia Manco Kapac del departamento de La Paz.
Habitantes
Habitantes varones 3.034.
Habitantes mujeres 3.059.
Total de habitantes en San Pablo de Tiquina: 6.093 (INE 2001).
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Clima
La localidad de San Pablo de Tiquina tiene un clima frígido porque se encuentra en el
Altiplano boliviano a las orillas de Lago Titicaca.
Latitud y Longitud
La población de San Pablo de Tiquina se encuentra entre las coordenadas 16º y 13º latitud
sur, y 69º 09º longitud oeste del meridiano de Greenwich, en tanto que la ciudad intermedia
está a 16º13 ´5.79 de Latitud Sur, y 68º 51º 6,99 de longitud Oeste.
Límites territoriales
La población de San Pablo de Tiquina se encuentra en la provincia Manco Kapac tiene como
límites: Al Norte con el Lago Titicaca; al Sur con la Provincia Los Andes; al Este con el Lago
Titicaca y provincia Omasuyos y al Oeste con la República del Perú.
10
Artículo Nº 34 (Ejercicio ilegal) La mala práctica de la medicina tradicional ancestral
boliviana, es la acción u omisión en intervenciones o procedimientos que perjudiquen a la
salud del paciente, ocasionándole lesiones y/o daños leves, graves o la muerte, producidos
por las médicas y los médicos tradicionales, parteras, parteros y naturistas, que será
sancionado conforme a la norma aplicable.
William Michel, asesor de la Salud Sexual y Reproductiva del UNFPA (Fondo De Población
De Las Naciones Unidas) indicó que en los últimos años la atención médica a las
embarazadas en Bolivia se incrementó de 60% a 70% y que ya existe un 90% de mujeres que
recibe control prenatal. En el área del Oriente -Santa Cruz, Beni y Pando- las mujeres acuden
a controles prenatales. "Evidentemente la diferencia es abismal entre el campo y la ciudad,
ya que en el área rural no se cuenta con la cantidad de servicios básicos y centros de salud
como los que se cuentan en el área urbana. Además, las distancias entre algunas poblaciones
y el centro de salud más próximo son muchas veces largas, es en este sentido que la población
prefiere ser atendida por una partera porque la misma le hace la atención en su domicilio",
11
informó la Dirección General de Medicina Tradicional. A nivel nacional existen registradas
196 parteras; pero se estima que hay muchas más no registradas en el Ministerio de Salud.
El gobierno del presidente Evo Morales reconoce el trabajo de las parteras a nivel nacional
en la Constitución Política del Estado y el Ministerio de Salud está realizando una campaña
de capacitación a parteras para optimizar su labor en las comunidades. Las parteras incluso
pueden dar una certificación del nacimiento del niño para que así reciba el bono Juana
Azurduy equivalente a 1.820 bolivianos (unos 220 dólares) que se otorgan primero para el
control prenatal y luego para el postnatal. A inicios de 2013 la mortalidad infantil en Bolivia
fue de 50 por cada 1.000 nacidos vivos; la cobertura de vacunación en menores de un año
llegó a 85 % de la población y la mortalidad materna alcanzó 190 por 100.000 nacidos vivos,
según reportó el Ministerio de Salud.
TOTAL: 1820 Bs
Según el informe, del número total de nacimientos vivos ocurridos en el campo durante los
cinco años previos a la encuesta, el 50,9 por ciento se produjo en diferentes establecimientos
de salud en la región, mientras que los demás se desarrollaron en las viviendas debido a la
dificultad que representa para los médicos llegar hasta lugares alejados con atención de
12
personal de salud. Cabe destacar que los niveles más altos de partos en el área rural se
registran en hogares de escasos recursos, con un 69 por ciento; entre madres sin educación,
un 65 por ciento, y en nacimientos sin control prenatal, 76 por ciento, a escala nacional.
Se calcula que aproximadamente 600 mujeres pierden la vida cada año por causas
relacionadas con el embarazo, el parto y post parto (ENDSA 2008) y 27 niños/as de cada
1.000 nacidos/as fallecen antes de cumplir una semana de vida (ENDSA 2008).
Las mujeres no acceden a los centros de salud porque se encuentran lejos, no pueden
abandonar a sus familias, no tienen dinero para los gastos de transporte y alimentación, no
consiguen con facilidad un medio que las traslade de su hogar a un centro de salud, no tienen
la seguridad de ser atendidas, no consideran necesaria la intervención del personal de salud,
no confían en ellos, tienen temor al maltrato, sienten la discriminación y/o no existen las
condiciones para reaccionar oportunamente ante las emergencias ( cf. Paz, 2011: 13-14).
13
“A pesar de los programas masivos para llevar el parto a las clínicas y hospitales, muchas mujeres
en las áreas rurales continúan dando a luz en sus hogares con parteras tradicionales, a menudo sin
ninguna posibilidad de respaldo médico en caso de complicaciones o emergencia” 1
“La partera tradicional es muy importante para mejorar la cobertura y la calidad de los servicios de
salud y su accionar debe considerarse como una extensión comunitaria de la red institucional de los
mismos”2
“La partera tradicional se forma espontáneamente o por aprendizaje familiar y llega a gozar de la
confianza de las madres y autoridades comunitarias a través de un proceso que dura muchos años.
Este privilegio lo gana por su dedicación abnegada, trato humanitario y respeto a las tradiciones
culturales y espirituales. Por lo expuesto, no se puede formar parteras tradicionales nuevas, debiendo
el personal de salud limitarse a identificar a las parteras tradicionales existentes en la comunidad y
fomentar su capacitación en la identificación de las señales de peligro del embarazo, parto y
puerperio. El objetivo es lograr que las parteras desempeñen funciones con menos riesgos y se
articulen a la red de servicios sin que pierdan su identidad tradicional” 3
1
Marie Tyndall, La Maternidad Segura: se encuentra en el protagonismo de las mujeres. (en línea)
Disponible en www.centralamerican-midwives.org
2
OPS/OMS, México y Bolivia: una experiencia en el trabajo con parteras tradicionales, México, 1994.
3
Ministerio de Salud y Deportes, Articulación de parteras tradicionales al sistema de salud, La Paz, 2007, p.
12.
14
del Modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) y Sistema Único de Salud
Intercultural con la medicina tradicional. (cf. Paz, 2011: 40-41)
La falta de acceso a los métodos de planificación familiar expone a las mujeres a embarazos
no deseados en edades extremas, a abortos inducidos y complicados con sepsis, a un mayor
número de embarazos con los riesgos que impone cada gestación y a mayor pobreza mientras
más hijos tenga cada mujer. Las mujeres que tienen cuatro o más hijos presentan razones de
mortalidad materna superiores a 120 mientras que las que tienen 2,4 o menos hijos presentan
razones por debajo de 64. De igual manera, en las zonas donde la prevalencia del uso de
anticonceptivos es superior al 74% presentan razones de mortalidad inferiores a 74, mientras
donde la prevalencia es de 62% o menos la razón aumenta a 111. En el análisis de la
mortalidad materna en Colombia entre 1998 y 1999, se encontró que el riesgo de morir era
más alto en las mujeres menores de 20 años y en las mayores de 29 años (cf. Gallego, Vélez
y Agudelo, 2011:58-59).
15
Los niños menores de diez años que pierden a su madre tienen 10 veces más probabilidad de
morir dentro de los siguientes dos años que aquellos que tienen los dos padres vivos;
igualmente, los recién nacidos que sobreviven a la muerte de su madre tienen menor
posibilidad de sobrevivir. Debido a que una gran proporción de mujeres en edad fértil
pertenece a la población trabajadora y económicamente activa, las muertes maternas generan
una pérdida de la productividad económica y una disminución en los ingresos familiares. Si
tomamos en cuenta que en países como el nuestro hay una gran proporción de mujeres cabeza
de familia que llevan las riendas de sus núcleos familiares y soportan la economía del hogar,
la muerte de éstas genera en sus hijos no sólo una carencia de los recursos básicos para la
supervivencia sino también carencias afectivas y de protección (cf. Gallego, Vélez y
Agudelo, 2011: 68-69).
Según se supo, antes de la gestión 2006, el 50% de las mujeres en estado de gestación daban
a luz en sus hogares o domicilios, siendo este factor una de las principales causas de muerte,
porque no existen los implementos médicos para auxiliar cuando existe algún riesgo. De
acuerdo al informe de Salud en la gestión 2012, se logró que un 25% de la población asista
a los centros de salud o centros hospitalarios, para que puedan ser atendidas por especialistas
ginecólogos y se eviten más decesos. Ahora, de 10 madres que dan a luz, ocho ya acuden a
los centros (cf. Coa y Ochoa, ENDSA 2008: 165-170).
“La tradición y la costumbre de que las parteras indígenas reciban a los recién nacidos se mantiene
en el área rural andina de Bolivia” (cf. Bolivia Prensa, 2014).
Las características de las parteras empíricas son: en su mayoría mujeres de edad mediana,
pero, en algunas regiones es frecuente encontrar también hombres, es decir que son los
16
propios esposos que atienden el parto de su esposa, donde los conocimientos que obtuvieron
son fruto de su experiencia y observación o les fueron transmitidos por su madre, muchas
veces analfabetas, la frecuencia de atención de partos sobrepasa, las técnicas son la palpación
del abdomen y la expulsión de líquido por el canal del parto, no tiene sentido la fecha de
parto y la planificación es rudimentaria (cf. Chambi, 2008).
Según Bolivia Prensa: La tradición y la costumbre de que las parteras indígenas reciban a los
recién nacidos se mantiene en el área rural andina de Bolivia mientras que en el oriente
buscan una mayor atención médica. "Nosotras tenemos una atención personalizada. Para ir a
atender a una paciente tenemos que conocerla, saber cómo está el niño y la madre, para que
el día del alumbramiento nos tengan confianza", explicó Bertha Crispín, partera que vive en
la ciudad de El Alto, a una hora de La Paz.
Crispín, de 75 años y de origen aymara, relató que ella recibió la capacitación de su madre y
después de dar a luz a su primer hijo recién pudo ejercer como partera de su comunidad en
Achacachi."Nosotros no competimos con los médicos, más bien pedimos a las mujeres
encinta que vayan y hagan un control, pero son ellas que nos prefieren al momento de dar a
luz", agregó Crispín, quien dijo haber olvidado a cuantos niños ayudó a nacer. Pero recordó
la tradición de que en cada nacimiento se rompe un plato de porcelana recién comprado y
con el pedazo más pequeño se corta el cordón umbilical del recién nacido. En los
departamentos de La Paz, Potosí y Oruro, en el área andina de Bolivia, los nacimientos fueron
apoyados por familiares, amigas y parteras en un 37%, según un informe de 2008 del Fondo
de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). "El 78% de los nacimientos es atendido por
personas que recibieron formación académica para esta labor, lo que significa que 22%, de
cada 100 partos se producen fuera de los centros de salud y, en algunos casos, con ayuda de
terceras personas", agregó.
Mariela Laura del periódico La Prensa dijo: El 71 por ciento de los partos en el área urbana
y rural de Bolivia fue atendida por personal de salud. Los resultados de la Encuesta Nacional
de Demografía y Salud (Endsa) levantada en 2008, último estudio al respecto, mostró que el
49,1 por ciento de los nacimientos en el área rural fue atendido por parteras tradicionales.
17
Sin embargo, los datos revelan que el 71 por ciento de las mujeres de la ciudad y del campo
fueron asistidas por personal de salud calificado, es decir, el 66 por ciento por un especialista,
5 por ciento, por una enfermera, un 28 por ciento fue atendido por un pariente u otra persona
particular. El texto Rol de las Parteras Tradicionales en el Sistema Único de Salud (2011),
del Fondo de Población de las Naciones Unidas, señala que a pesar de que la mitad de los
partos fue atendida por parteras desde 1985 hasta 2008, en los últimos años, la atención del
parto por médicos especialistas se elevó del 38 al 66 por ciento. Según la encuesta, la mayoría
de los partos en las áreas rurales de Beni, Pando y Santa Cruz fue atendida por personal
calificado en un 89 por ciento, mientras que en La Paz, Potosí y Oruro los nacimientos fueron
apoyados por familiares, amigas y parteras con el 37 por ciento.
Según datos del Censo de 2001: en el área urbana de La Paz, las parteras atendieron 34.051
nacimientos; en Chuquisaca, 12.752; en Cochabamba, 21.073; en Oruro, 4.479; en Potosí,
11.630; en Tarija, 5.419; en Santa Cruz, 17.433; Beni, 6.227, y Pando, 1.373, lo que suma
114.437 nacimientos en todo el país. El rol de la partera. “Para ser partera, hay que ser amauta
y conocer toda clase de hierbas para atender las complicaciones de un parto”, manifestó
Francisca Palli, quien desarrolla esta labor desde hace 30 años. Palli relata que el nacimiento
más complicado con el que se enfrentó durante sus años de experiencia fue el de un bebé que
venía sentado.
“Cuando un bebé nace de pie, es más complicado que uno que viene de cabeza. Ese día vi
que sólo salía el pie y me puse nerviosa, pero el caso de los gemelos también es complicado,
pero gracias a Dios nunca se me ha ido un bebé”, sostuvo Palli. 90 parteras se reunieron en
un encuentro celebrado entre agosto y septiembre pasados. Dan cursos de capacitación a las
parteras. El Viceministerio de Medicina Tradicional e Interculturalidad, a fin de garantizar la
salud de los pueblos indígenas y para viabilizar el desarrollo de la medicina tradicional,
realiza actividades participativas en diferentes campos de intervención para fortalecer el
trabajo de las parteras en el país. En cada taller, las expertas hacen conocer sus
preocupaciones y plantean propuestas para mejorar sus prácticas.
18
2.5. Objetivos
Determinar si las parteras en San Pablo de Tiquina cumplen con lo que conlleva a ser parte
del registro único a cargo del Ministerio de Salud y Deportes.
Identificar cada parte del proceso de atención de las parteras de San Pablo de Tiquina y
los métodos usados, contrastando los mismos con opiniones de ginecólogos reconocidos
en La Paz para verificar las debilidades y riesgos posibles.
19
2.6. Fundamentación
Son muchas las razones que giran en torno a las causas de los elevados índices de mortalidad
materna infantil, pero hay que recalcar que uno de los factores principales ligado a estos
índices es la falta de educación e información de las mujeres, especialmente las que viven en
áreas rurales. Una de las experiencias más importantes en la vida de una mujer es tener un
bebé, pero no sólo eso, sino también traerlo al mundo de forma segura. En las áreas rurales
desde hace muchos años la práctica de la partería siempre ha sido la mejor y algunas veces
la única opción para traer a un bebé al mundo, pero las condiciones en las que vive la madre
y las condiciones en las que una partera trabaja no siempre son los modos más fiables para
que el bebé nazca de forma segura.
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de salud”. Así mismo, que “el sistema de salud es único e incluye a la medicina tradicional
de las naciones y pueblos indígena originario campesinos”.
Según el informe, del número total de nacimientos vivos ocurridos en el campo durante los
cinco años previos a la encuesta, el 50,9 por ciento se produjo en diferentes establecimientos
de salud en la región, mientras que los demás se desarrollaron en las viviendas debido a la
dificultad que representa para los médicos llegar hasta lugares alejados con atención de
personal de salud. Cabe destacar que los niveles más altos de partos en el área rural se
registran en hogares de escasos recursos, con un 69 por ciento; entre madres sin educación,
un 65 por ciento y en nacimientos sin control prenatal 76 por ciento, a escala nacional. Cabe
mencionar que existe un número no determinado de bebés que no llegaron ni a una semana
de vida y madres que fallecieron en manos de parteras o parteros.
También se narra la historia delas dos parteras Mercedes Chambilla y Luisa de San Pablo de
Tiquina.
Dadas las condiciones de las mujeres embarazadas que viven en áreas rurales y/o en el
altiplano de la ciudad de La Paz, se pudo observar que éstas están más ligadas a los métodos
tradicionales de su cultura, es por esta razón que ellas no tienen la costumbre y algunas no
tienen la intención de asistir a los centro médicos para ser atendidas por un especialista en
Ginecología.
21
3.2. Técnicas e instrumentos
La realización de este seguimiento periodístico necesitará de una serie de técnicas para la
recolección de información: entrevistas, revisión documental y sobre todo relatos de vida que
ayudarán a envolver al lector en la crónica. Por lo cual se plantean las siguientes:
La entrevista
Relato de vida
Esta técnica cualitativa “se centra en las unidades de narración que organizan (…) un
testimonio personal que puede ser una entrevista o una historia de vida” (Aceves Lozano,
1998: 211, citado por Barragán, 2008: 167). Cabe recalcar que el relato de vida no es ni la
vida, ni la historia del entrevistado, sino una reconstrucción a partir de versiones de los
hechos que un narrador relata a una persona particular en un momento específico de su vida
(cf. Cornejo, et al., 2008: 35).
Revisión documental
De acuerdo con Arias (2006: 45) la investigación documental “es un proceso basado en la
búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios, es decir, los
22
obtenidos y registrados por los otros investigadores en fuentes documentales: impresas,
audiovisuales o electrónicas”.
1 2 1 2 3 4 1 2 3 4
Realización de primera X X
entrevista a Celia
Realización de la primera X X
entrevista a Mercedes
Realización de la primera X X
entrevista a Luisa
(Lucha)
Seguimiento a Celia X X X X X X
23
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Entrevistados
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