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NÚM. 13
PÁJAROS DE VERANO
MARÍA CAMILA ARIAS
JACQUES TOULEMONDE
SOBRE UNA IDEA ORIGINAL
DE CRISTINA GALLEGO
Béla Tarr
Esta idea inició hace muchos años. Supongo que uno tiende inconscientemente a hacer lo que le conectándome con el mundo de la magia, el mundo esotérico, psíquico, que había dejado guar-
gusta ver y lo que aún no ha visto. Hacia el año 2007, viviendo en Valledupar y escuchando las dado durante tantos años de trabajo intenso en la producción, llena de miedo, incredulidad, de
historias de muchos, despertó el deseo, como productora, de realizar una gran película de timidez, de hipersensibilización, de respeto, y de pronto me sorprendí dirigiendo.
gánsteres. Yo ya había participado en una de ellas; había conocido de primera mano las historias Desde que me gradué como realizadora de cine, nunca pensé que quería dirigir, sin embargo,
del narcotráfico posterior, el de los años ochenta, mientras rodaba en el año 2000 en Medellín esa voz fue creciendo y haciéndose más fuerte con los años. Hoy, luego de un año de dar vueltas
Sumas y restas, de Víctor Gaviria, director al que admiraba entonces y admiro ahora. También, por el mundo acompañando la película, leyendo lo que sobre ella se escribe, nutriéndome de ese
debo decirlo, me rodeaba un sinsabor respecto al tema. Había un cliché en el ambiente respecto encuentro con la gente, me doy cuenta de que esa transformación que permitió la realización es a
a lo inconveniente que era que el cine tocara esos temas, incluso con una frase de cajón que se su vez inspiración para muchas y para muchos que todavía no se atreven o que piensan que sus
repetía a pesar de su falsedad: “Estamos cansados de que todas las películas colombianas sean sobre voces no son importantes. Ese proceso ha encontrado eco en un mundo que es hoy más recep-
narcotráfico”, nada más falso. Lo que sí sentía era que aún no lográbamos conectarnos, generar tivo a nosotras, a nuestras historias, nuestras voces, y no puedo sentir más que agradecimiento
empatías con esos personajes, con esas historias, y que seguramente el día que hiciéramos una con la vida, por la apertura, por los cambios duros que trajo, y gratitud infinita por quienes
gran historia, como El Padrino, ya no habría necesidad de seguirlo intentando y podríamos me han apoyado en ese proceso, los hombres y mujeres de mi vida que tan generosamente han
disfrutar el género, así como el mundo ha disfrutado por décadas del cine de gánsteres sin el soportado de cerca o de más lejos estos procesos de transformación, en particular mi exesposo
tabú moral. y ahora, aunque desde siempre, dupla creativa, Ciro Guerra.
La historia de la bonanza no se parecía a nada que supiera previamente del narcotráfico, se El guion que están a punto de leer es el resultado también del trabajo de dos mentes
parecía a las historias que había escuchado y visto en ese cine. El contexto en el que se desarrolló maravillosas, María Camila Arias y Jacques Toulemonde, quienes pudieron leer muy bien eso
y las guerras de clanes que devastaron, con venganzas establecidas bajo estrictos códigos de que buscábamos y todo lo que no sabíamos que buscábamos. Este guion es el punto de partida
honor, a las diferentes familias de la costa colombiana me conectaban directamente, desde El de toda esta historia, de complementos y transformaciones, y espero sea una lectura útil, reve-
Molino, Distracción, Dibulla, Valledupar y Santa Marta, con ese mundo de la mafia siciliana, ladora y ojalá transformadora también para el lector.
explorado en el cine clásico norteamericano.
Así arrancó todo, con un deseo de productora. Luego de varios años, Ciro se sumó a la idea Cristina Gallego
como director y empezó el proceso de escritura. Sabíamos el peligro de contar una historia en un
género tan explorado, y muy temprano nos dimos cuenta de que la película iba a ser diferente si
lográbamos contarla desde esa perspectiva femenina, muy a tono con la sociedad wayuu, que sería
el centro de nuestra historia. Yo había probado mis habilidades de storyteller/productora en
El abrazo de la serpiente, ayudando a Ciro y luego a Jacques en el proceso de escritura y dirigiendo
el montaje; también había estado muy de cerca en el proceso de montaje de Los viajes del viento,
así que ese punto de vista que había planteado claramente debería explorarlo yo.
Y así fue que buscando contar las historias de otros, y en este caso de otras, de esas a las que
no escuchábamos, ni veíamos, las que cuando íbamos investigando, venían y nos atendían, las que
charlaban entre ellas en la trastienda, a las que pocas veces dirigimos la mirada mientras son ellas
quienes se han encargado de narrar el mundo y protagonizarlo, lentamente me fui transformando,
Béla Tarr
Esta ideia teve início há muitos anos. Acho que a gente tem a tendência, inconscientemente, de transformando, me conectando com o mundo da magia, o mundo esotérico, psíquico, cheia
fazer o que gosta de ver e o que ainda não viu. Pelo ano 2007, vivendo em Valledupar e ouvindo de medo, incredulidade, de timidez, de hipersensibilização, de respeito, e de repente fui pega
as histórias de muitos, me despertou o desejo, como produtora, de realizar um grande filme de de surpresa dirigindo.
gângsteres. Eu já tinha participado de um deles; tinha conhecido em primeira mão as histórias Desde que me formei como realizadora de cinema, nunca pensei que queria dirigir, no
do narcotráfico posterior; o dos anos oitenta, enquanto filmava em 2000 em Medellín Sumas entanto, essa voz foi crescendo e se tornando mais forte com o passar dos anos. Hoje, depois
y restas, de Víctor Gaviria, diretor que admirava naquele então e agora. Também, devo dizer, de um ano dando voltas pelo mundo acompanhando o filme, lendo o que se escreve sobre ele,
andava com uma certa relutância em relação ao tema. Havia um clichê no ambiente em relação nutrindo-me desse encontro com as pessoas, me dou conta de que essa transformação que per-
ao inconveniente que era o cinema tocar nesses temas, inclusive com uma frase de efeito que se mitiu a realização é ao mesmo tempo inspiração para muitas e muitos que ainda não se atrevem
repetia apesar de sua falsidade: “Estamos cansados de que todos os filmes colombianos sejam so- ou que pensam que suas vozes não são importantes. Esse processo encontrou eco em um mundo
bre narcotráfico”, nada mais falso. O que sim senti era que ainda não conseguíamos nos conectar, que é hoje mais receptivo a nós, a nossas histórias, nossas vozes, e não posso sentir mais que
gerar empatias com esses personagens, com essas histórias, e que certamente o dia que fizéssemos agradecimento à vida, pela abertura, pelas mudanças que trouxe, e gratidão infinita pelos que me
uma grande história, como The Godfather, já não teria a necessidade de continuar tentando e apoiaram nesse processo, os homens e mulheres da minha vida que tão generosamente apoiaram
poderíamos gozar o gênero, assim como o mundo gozou por décadas do cinema de gângsteres de perto, ou de mais longe, esses processos de transformação, em particular meu ex-marido e,
sem o tabu moral. agora, ainda que desde sempre, meu parceiro criativo, Ciro Guerra.
A história da abundância não se parecia a nada do que eu soubesse anteriormente do O roteiro que estão a ponto de ler é o resultado também do trabalho de duas mentes
narcotráfico, se parecia às histórias que havia escutado e visto nesse cinema. O contexto no qual maravilhosas, María Camila Arias e Jacques Toulemonde, que puderam ler muito bem isso que
se desenvolveu e as guerras dos clãs que devastaram com vinganças estabelecidas sob códigos es- procurávamos e tudo o que não sabíamos que procurávamos. Este roteiro é o ponto de partida de
tritos de honra, as diferentes famílias da costa colombiana, me conectavam diretamente, a partir de toda esta história, de complementos e transformações. Espero seja uma leitura útil, reveladora e,
El Molino, Distracción, Dibulla, Valledupar e Santa Marta, com esse mundo da máfia siciliana, tomara, transformadora também para o leitor.
explorado no cinema clássico norte-americano.
Assim tudo começou, com um desejo de produtora. Depois de vários anos, Ciro se uniu Cristina Gallego
à ideia como diretor e começou o processo de escrita. Sabíamos o perigo de contar uma história
em um gênero tão explorado, e logo nos demos conta de que o filme ia ser diferente se conse-
guíssemos contá-lo a partir dessa perspectiva feminina, muito afim à sociedade wayuu, que seria
o centro da nossa história. Eu havia experimentado minhas habilidades de storyteller/produtora
em El abrazo de la serpiente, ajudando o Ciro e depois o Jacques no processo de escrita e dirigindo
a montagem; também estive muito próxima no processo de montagem de Los viajes del viento,
então esse ponto de vista que eu tinha formulado claramente devia explorá-lo.
E foi assim que procurando contar as histórias de outros, e neste caso de outras, dessas a
quem não escutávamos, nem víamos, as que quando íamos pesquisando, vinham e nos aten-
diam, as que conversavam entre elas nos bastidores, as que poucas vezes dirigimos o olhar, apesar
de serem elas que se encarregaram de narrar o mundo e protagonizá-lo, lentamente fui me
El punto en la distancia se acerca, y vemos que se trata de un La camioneta arranca, dejando a Rafa solo, esperando el bus
hombre que camina solo, cargando una caja sobre sus hombros. que se acerca.
Rafa se ríe y toma otro trago. Le devuelve la botella. Úrsula concluye su revisión. Asiente. Zaida suelta un pequeño
suspiro de cansancio. Úrsula se molesta.
Úrsula va a una mesa en donde hay una vasija con una sustancia Peregrino se hace a un costado de la multitud. Rafa le trae un
densa. Zaida la sigue y se ubica frente a ella. tambor que colgaba del burro y un butaco.
Úrsula empieza a maquillarla con los dedos, dibujando con una RAFA (EN WAYUUNAIKI)
pintura cobriza formas alusivas a una espiral sobre el rostro Pensé que no venías, tío.
de la joven. Recitan de nuevo.
PEREGRINO
ZAIDA Y ÚRSULA ¿Qué trajiste?
El tronco de la familia: la abuela,
la madre, el tío... RAFA
Un collar de tumas.
5 EXT. RANCHERÍA DE MINISTRO - CONTINUANDO 5 Peregrino le da una mirada de desaprobación. Rafa hace una
mueca, sabiendo que ha cometido un error.
Bajo el sol inclemente, que contrasta con la oscuridad de la
choza, Rafa, ahora vestido de la forma tradicional wayuu, Ministro vuelve a tocar a la puerta de la choza.
espera inquieto junto a decenas de INDÍGENAS WAYUU y niños que
corretean por ahí.
6 INT. CHOZA - CONTINUANDO 6
Todos miran la pequeña choza, que resguarda MINISTRO PUSHAINA,
un anciano sentado en un butaco que inspira respeto a pesar de Zaida se sobresalta con los golpes. Úrsula termina de acomodar
su aspecto enfermo. una pañoleta sobre la cabeza de su hija. La mira con una mezcla
de orgullo y de emoción.
Lo acompaña LEONIDAS PUSHAINA (12), un adolescente de cabello
rizado color rubio encendido, que comparte cierto parecido con ÚRSULA
Zaida. Sin camisa, lleva puesta una balaca de mimbre con un No vayas a llorar.
adorno de lana en forma de cruz del que cuelgan borlas.
Zaida ya tiene los ojos encharcados. Úrsula le sonríe.
Ministro oye unas pisadas de animales. Se voltea y, al
descubrir el origen del sonido, esboza una sonrisa. ÚRSULA
No tengas miedo. Yo estaré a tu lado.
Un hombre montado en un burro y arreando cinco chivos se ¿Lista?
acerca. Es PEREGRINO ULIANA (70), vestido con el atuendo
tradicional del putchipü’ü: sombrero wayuu, camisa occidental, Zaida respira para calmarse. Mira a su madre y termina por
faldón y bastón de palabrero. asentir. Úrsula le acaricia tiernamente el rostro y después le
entrega el chinchorro que revisaron antes de salir.
MINISTRO (EN WAYUUNAIKI)
Peregrino.
(a Leonidas) 7 EXT. RANCHERÍA DE MINISTRO - CONTINUANDO 7
Ayúdalo con su animal.
La puerta de la choza se abre. Se hace silencio entre los
Leonidas, aburrido, se acerca de mala gana a Peregrino. Lo invitados. Solo se oye el viento en medio del desierto.
ayuda a bajar del burro.
Herminia examina su tejido. Zaida y Úrsula esperan su reacción Rafa se resbala, pero logra mantenerse de pie. Zaida por
con inquietud. La anciana termina por asentir. poco lo alcanza, mas él continúa. La joven termina por
detenerse. Los asistentes aplauden y los felicitan. Rafa
Ministro, orgulloso, da entonces un paso adelante. sonríe victorioso. Zaida responde con un gesto tímido.
Rafa está maravillado por la situación. Se voltea hacia Rafa le entrega un plato de chivo a Peregrino y se sienta junto
Peregrino, quien le hace un gesto de aprobación. a él en el enramado. Se queda mirando a Zaida, que, rodeada de
mujeres, come a unos metros de ellos.
Al cabo de un par de vueltas, Leonidas pierde el equilibrio y
cae al piso. Peregrino saca a Rafa de su contemplación, tendiéndole un vaso
de chirrinchi.
Zaida y la gente se ríen de buena gana y un par de PRIMOS
ayudan a Leonidas a levantarse. Este, mal perdedor, los empuja. PEREGRINO
Se incorpora, furioso, y se aleja del corrillo. Deberías haber traído un chivo.
Los collares no son los adecuados.
Rafa aprovecha para quitarse la camisa y entrar al ruedo. La dote va a ser cara.
Peregrino asiente y a su vez mira a las mujeres. Herminia, junto a Úrsula, interviene. Más MUJERES duermen en
otros chinchorros.
Una JOVEN WAYUU los recibe. Aplana con su pie la arena y pone MINISTRO
dos butacas para que se sienten. Pero ellos se quedan de pie. Peregrino, eres uno de los pütchipü’ü
más respetados. Si estás aquí te
Ministro está sentado en la única hamaca. Úrsula, en una butaca vamos a escuchar, pero mi hermana
a su lado, tiene el rostro pintado de color rojizo. Úrsula es una de las wayuu con más
prestigio de la Guajira. Su hija
Varias personas, en su mayoría adultos, presencian la reunión. merece a alguien de mejor familia que
Algunos están sentados, otros permanecen de pie. Rapayet.
César contesta a la mirada extrañada de Rafa. César llega con la nueva botella de whisky, que coloca al
centro de la mesa de Rafa y Moisés. Cuando va a voltear, Rafa
CÉSAR lo interrumpe.
Llevan como tres meses aquí. Son del
Peace Corp, o algo así. Le dan clases RAFA
a los pelados. Oye, César, ¿hasta cuándo están los
gringos acá?
Moisés se acerca con un bulto.
CÉSAR
CÉSAR No sé, ¿por qué?
No les entiendo ni papa. Pero todos
los días me piden que les consiga Rafa mira brevemente a Moisés.
marihuana. ¿Ustedes tienen de eso?
RAFA
Moisés niega con la cabeza y sigue de largo. Rafa, sin embargo, Nosotros les podemos conseguir la
se queda mirando a los gringos por un largo rato. Los niños se hierba esa que buscan.
reúnen alrededor de PETER, quien les entrega unas cartillas de
dibujos. Moisés se ríe.
MOISÉS
15 EXT. TIENDA DE MANAURE - DESPUÉS 15 ¿Sí? ¿Y dónde la tienes escondida?
¿Debajo de la falda esa que usas?
En una mesa, Moisés y Rafa toman un trago. Bastante borracho,
Moisés se voltea hacia César dentro de la tienda y le señala la RAFA
botella de whisky vacía. Un primo en la Sierra siembra de eso.
Allá la usan de pomada.
Rafa, aunque tomado, parece preocupado.
Moisés se vuelve a reír.
RAFA
No, Moncho, yo ya no tengo pa’ más. MOISÉS
No la quieren pa’ eso, Rafa.
MOISÉS
Tranquilo, que yo gasto, compadre. Con un gesto, Rafa le pide a César que le presente a los
Hoy nos hicimos una platica. gringos. César asiente y se dirige a su mesa.
RAFA RAFA
Doscientos pesos la libra, ¿te das (haciendo señas al wiwa)
cuenta? No valía la pena hacer el Cuando bajemos te pagamos.
negocio por menos.
MOISÉS
MOISÉS Díselo en su idioma.
¿Y cómo vamos a pagar?
RAFA
RAFA ¿Crees que todos hablamos la misma
Reinvertimos lo del café. lengua?
Rafa parece saber exactamente lo que está haciendo. Levanta la Moisés se baja del burro y saca un billete de un dólar. Se lo
copa y bebe a la salud de Moisés. muestra al wiwa despectivamente.
RAFA MOISÉS
Viva el capitalismo, compadre. Esto es mucho más de lo que vale la
montada en tu burro.
17 EXT. CAMINOS DE LA SIERRA - DÍA 17 El wiwa le rapa el billete. Rafa baja entonces un chivo con las
patas amarradas de su burro.
Rafa, montado en un burro, sube por un angosto camino rodeado
de vegetación frondosa. No muy lejos, por entre las plantas, se Los wiwas y los burros retoman el camino de vuelta. Rafa, con
ve un gran río de aguas calmas. el chivo al hombro, y Moisés, empiezan a subir la falda de la
montaña entre los cafetales.
En otro burro, Moisés toma whisky a pico de botella.
Dos INDIGENAS WIWA, a pie, abren la marcha. 19 EXT. RANCHERÍA DE ANÍBAL - NOCHE 19
Al reconocerlo, Gabriel baja el arma y va a abrazarlo. Rafa sonríe, pero niega. Aníbal guarda silencio y mira a
Moisés, roncando en una hamaca.
GABRIEL (EN WAYUUNAIKI)
Primo. ¡Tantos años! Sigan. ANÍBAL
Yo no hago negocios con alijuna.
Gabriel guía entonces a los recién llegados hasta un enramado
donde ANÍBAL ABUCHAIBE (45), de expresión dura y sombrero RAFA
wayuu, separa granos de café de un bulto frente a él. Estás negociando conmigo, primo.
Hay mucha plata por hacerse.
A su lado, VICTORIA, una linda niña de diez años, y su ABUELA,
también escogen los granos. ANÍBAL
¿Para cuándo la necesitas?
Rafa se acerca a la familia. Moisés descarga el chivo junto a
Gabriel. Saca de su mochila la botella de whisky y le ofrece un RAFA
trago. Gabriel lo rechaza. Para pasado mañana.
Aníbal también se demora en reconocer a Rafa. Se levanta y lo Aníbal mira a Gabriel y después a Rafa. Lo está pensando.
saluda con un seco apretón de manos.
20 EXT. RANCHERÍA DE ANÍBAL - ENRAMADO - NOCHE 20 Rafa y Moisés cruzan una sonrisa.
RAFA (EN WAYUUNAIKI) Rafa acomoda el último bulto de marihuana sobre una mula. Otro
¿A cuánto está la libra de café? ¿A animal está cargado con varios costales. A su lado, los dos
doce? Yo te doy cincuenta por la de wiwa esperan con sus dos burros.
marimba. Ese es el futuro.
Desde el enramado y otra casa, Victoria, la abuela y otros
Aníbal piensa un instante. FAMILIARES de Aníbal, los observan.
MOISÉS MOISÉS
Muy simpáticos tus primos. Aquí cerca. A la playa.
Rafa sonríe irónicamente. Va a emprender su camino, cuando-- Ramírez vuelve a mirar las mulas cargadas de marihuana.
Después le da una palmadita al anca del burro de Moisés.
ANÍBAL
¡Rafa! RAMÍREZ
Con cuidado que eso enloquece.
Rafa voltea. Aníbal le hace una seña a Victoria, quien corre
hacia él y le entrega una pequeña mochila. Rafa mira el La pequeña comitiva reanuda su camino.
interior. Está llena de piedras de tuma, rojizas y brillantes.
24 EXT. CARRETERA - DÍA 24 Rafa recorre la playa con la mirada y descubre, un poco más
lejos, a un GRUPO DE GRINGOS en un inocente ambiente de paz y
Rafa y Moisés, en los burros, se acercan a la carretera por amor. Todos son jóvenes y bellos. Algunos se reúnen alrededor
un camino de tierra. Los wiwa guían las mulas cargadas de de una fogata donde se asa pescado al son de una guitarra. Un
marihuana. Rafa se preocupa de repente. joven rubio surfea sobre potentes olas.
En la carretera se levanta un retén de policía. Un POLICÍA No todos son hippies: un par de muchachos tienen una apariencia
examina un carro detenido. Moisés sigue avanzando. más formal y conservadora.
PETER BILL
Far out, man. Peace and love. Hola.
Rafa, sin entender lo que dicen, va al grano. Rafa asiente, algo desconfiado.
RAFA BILL
¿Consiguieron la plata? Me llamo Bill, hago exportaciones.
Estoy interesado en saber más de
Peter asiente. Moisés sonríe, divertido tanto por la incomodad vuestro cultivo.
de Rafa, como por el estado de sus clientes.
Moisés se levanta y mira a Rafa.
MOISÉS
¿Quieren verla?
27 EXT. RANCHERÍA DE MINISTRO - ENRAMADO - ATARDECER 27
Jenny y Peter se emocionan cuando Moisés abre un bulto. Sacan
un puñado de moños de marihuana. Los huelen. Jenny le da un Zaida y Úrsula tejen en silencio bajo un enramado. Varias
abrazo a Moisés. Este mira a Rafa con ironía. mujeres más están a su lado. De repente, la joven levanta la
mirada y ve algo a lo lejos.
Peter no podría estar más contento. Rafa frunce el ceño y mira
hacia el grupo. Su mirada se encuentra con la de BILL, un rubio AFUERA
un poco mayor, de 30 años, pelo corto y aire militar, quien lo
mira fijamente. Levantando el polvo del desierto se acercan treinta chivos,
diez reses y dos mulas. Rafa y Moisés, cargando pesadas
PETER mochilas, arrean a los animales. Están empapados en sudor.
You got it, man. You’re bringing
peace and love to the world, man. Las mujeres salen del enramado. Los otros habitantes de la
ranchería, alertados por el bullicio, se asoman también.
Jenny toma de la mano a Peter y juntos llevan la marihuana a la
fogata. Sus amigos se alegran al ver lo que consiguieron. Úrsula se separa del tumulto y camina hasta encontrarse frente
a Rafa.
ÚRSULA (EN WAYUUNAIKI)
26 EXT. PLAYAS DEL TAYRONA - ATARDECER 26 ¿Qué estás haciendo, Rapayet?
Rafa, sentado a la distancia, observa a los hippies gringos RAFA (EN WAYUUNAIKI)
cantar, danzar y celebrar en armonía, felices. Una chica desnuda Traigo la dote.
se levanta y es perseguida entre risas por otro MUCHACHO de
cabello largo. Se meten al mar y juguetean. Rafa no puede reprimir una sonrisa satisfecha y orgullosa.
Moisés termina de pagarle a los wiwa, se le acerca y se sienta a Úrsula mira a los animales, a Moisés y a Rafa de nuevo.
su lado.
ÚRSULA
MOISÉS ¿Trajiste los collares y las armas?
Míralos, mi hermano. Hicimos el
negocio del año. La marimba es la Rafa abre su mochila y muestra cinco pistolas en su interior.
felicidad del mundo. Le hace una seña a Moisés, que saca los collares de la suya.
El pastor deja de mirar a Rafa, voltea y camina hacia el Asustada, Zaida no sabe qué hacer. Se decide al fin a salir.
desierto.
Rafa continúa observando a Leonidas. Este se acerca a una de 31 EXT. CHOZA - CONTINUANDO 33
las reses, que la sostienen entre varios hombres. Intenta
varias veces marcar el animal, pero no lo hace con suficiente Zaida, con el bebé en brazos, sale de la choza y le da la
destreza, por lo que el animal trata de esquivarlo y escaparse. vuelta, asustada, inquieta. Alcanza a percibir una camioneta
Ranger parqueada detrás de la construcción.
Un HOMBRE de la ranchería se acerca a Leonidas y le dice algo
que Rafa no alcanza a oír. Leonidas le entrega el hierro y sale Da un brinco cuando explota una canción de vallenato y las
de los corrales, al parecer ofendido. luces plenas de la camioneta se encienden, iluminando todo.
Leonidas, aburrido, sigue a Úrsula hacia a otro enramado. Rafa sale a su encuentro.
MOISÉS
34 I/E. CEMENTERIO PUSHAINA - ENRAMADO - CONTINUANDO 34 Te estuve buscando por todos lados.
ÚRSULA MOISÉS
Vienen lluvias. Necesita diez quintales para una
entrega en unos días.
PEREGRINO
Se necesitan. RAFA
Con la nueva siembra no creo que
ZAIDA tengamos más de seis.
Entre más vieja, más supersticiosa.
MOISÉS
El comentario sorprende a Rafa y a Peregrino. Úrsula fulmina Por eso. Tenemos que conseguir más.
con la mirada a su hija. Leonidas siente la tensión. Agarra a
Miguel Dionisio y empieza a jugar con el niño. RAFA
Aníbal está en camino para acá.
Un vallenato a todo volumen que se acerca rompe el silencio.
MOISÉS
Todos se voltean y ven llegar al cementerio una Ford. Comprémosle a otra persona.
ENRAMADO RAFA
Entrégale tu reloj.
Rafa llega frente a su familia.
Moisés le da una mirada suplicante a Rafa, pero su amigo da
RAFA (EN WAYUUNAIKI) silencio. Moisés suspira y se quita su Rólex de oro.
Tengo que encargarme de un negocio.
Se lo entrega a Úrsula, que lo mira por un instante y después
LEONIDAS lo deja caer en su mochila.
¿Puedo ir?
Rafa niega al igual que Úrsula. Leonidas baja la mirada. 35 EXT. CARRETERA DESTAPADA - DÍA 35
Rafa está de acuerdo. Zaida niega, molesta. Le da una mirada GABRIEL (EN WAYUUNAIKI)
furiosa a Moisés, que acaba de llegar. Pura Santa Marta Gold.
Su pésame cae como un baldado de agua. Todos lo miran de mala Gabriel asiente con satisfacción y saluda de un apretón de
manera. Úrsula le susurra algo al oído a Peregrino. Moisés no manos a Moisés. Este, con un gesto, da una orden.
entiende qué pasa. Peregrino se levanta y se dirige a él.
Quince CAMPESINOS se apuran a descargar las mulas que van
PEREGRINO (EN ESPAÑOL) llegando y meten los bultos en las camionetas. El transbordo se
Cuando vienes a nuestro cementerio, hace con celeridad y eficacia.
eres nuestro invitado. Al ser nuestro
invitado, debes seguir nuestras Rafa, Moisés y Gabriel parecen orgullosos de su empresa.
reglas. Ofendiste a Úrsula al
mencionar el nombre del difunto. Ella
exige compensación. 37 EXT. TRONCAL DEL CARIBE - DÍA 37
Moisés los mira a todos como si estuvieran locos. Las camionetas están cargadas a tope. Llevan incluso bultos
sobre sus techos. Avanzan por la carretera destapada y se
introducen rápidamente en una carretera pavimentada y ancha.
Tres HOMBRES DE RAFA se bajan de la segunda camioneta. Del otro Isidoro saca un revólver de su cinto y desde la avioneta le
descienden Rafa y Moisés. Van al encuentro de TRES GRINGOS que apunta a los gringos por detrás. El conductor de un camión
esperan junto al ala de una avioneta. encañona a los gringos por el costado.
Moisés lo ignora y le apunta al segundo gringo. El gringo asiente, aunque es posible que no haya entendido.
MOISÉS
(sin mirarlo) 39 EXT. PISTA EN EL DESIERTO - AMANECER 39
Entonces manda a un palabrero a
Estados Unidos. Moisés y varios hombres, todos sucios de tierra y agotados,
cavan un hoyo gigantesco en medio del desierto.
Y nuevamente, Moisés dispara.
Rafa e Isidoro desarman una avioneta con hachas. La otra
El gringo que queda vivo rompe en un llanto desesperado. avioneta yace en el fondo del hueco, destrozada. Los cadáveres
de los gringos están sentados en la silla de piloto de cada
Rafa mira a Moisés incrédulo. Moisés levanta el arma y le avioneta.
apunta al tercer gringo, pero Rafa se interpone.
Rafa se detiene un instante a tomar aire y mira el hoyo que
RAFA cava Moisés y la avioneta que todavía falta por destruir.
Lo matas y yo te mato a ti. Después de un momento de descanso vuelve a su tarea.
Rafa le hace un gesto a sus hombres indicándoles a Moisés. Al verlo, Zaida sale del enramado a su encuentro. Rafa la
abraza bajo la mirada inquisitiva de Úrsula.
Los hombres de Rafa ahora le apuntan a él.
Aníbal y Gabriel observan a Rafa desde otro enramado.
Moisés mira a Rafa indignado, pero termina por bajar el arma.
ANÍBAL ÚRSULA
Moisés se está saliendo de control. Debes compensar a los gringos. El
alijuna derramó sangre. Debe pagar
RAFA con sangre.
Cometió un error.
Rafa se queda sin palabras. Solo niega. Úrsula se cansa.
ANÍBAL
Está manchando nuestro nombre. Y te ÚRSULA
desobedeció frente a tus hombres. Llevas demasiado tiempo con los
alijuna. Un wayuu de verdad no
RAFA dudaría, Rapayet.
No va a volver a pasar.
Se levanta del banco y le da una mirada despectiva a Rafa antes
ANÍBAL de irse. Este, afectado y ofendido, mira a Peregrino.
Tienes que preguntarte dónde está
tu lealtad. Con los alijuna o con PEREGRINO
tu familia, Rapayet. Tienes que hacer algo, Rafa.
Rafa hace silencio por un instante y mira a Úrsula, que espera Rafa no aprecia sus palabras, pues tiene razón. Suspira.
atenta su respuesta.
Úrsula espera a que los hermanos no puedan oírla. ZAIDA (EN ESPAÑOL)
(susurrando, a Rafa)
ÚRSULA ¿Dónde estuvo Aníbal cuando tuviste
Tiene razón. ¿A quién escoges? que huir de niño? Te dejó solo.
(insiste)
Rafa toma la mano de su esposa con profunda tristeza. Sigue Moisés voltea y por fin ve a Rafa. Levanta los brazos.
mirando al frente.
MOISÉS
¡Rafa! ¡Escucha la canción que nos
43 EXT. CEMENTERIO PUSHAINA - ENRAMADO - DÍA 43 compusieron, compadre!
El entierro por fin se ha acabado. Los invitados y familiares Rafa se mantiene erguido y serio. Moisés canta con los
recogen sus cosas. vallenateros la estrofa siguiente.
Rafa y Úrsula cruzan una mirada. Él va a negarse, pero Úrsula 47 I/E. CARRETERA DEL MONTE - NOCHE 47
asiente. Leonidas sonríe y Rafa niega con la cabeza. Voltea
para ir a su rancho, pero Úrsula lo interrumpe. Las luces de la camioneta de Rafa iluminan la estrecha
carretera bordeada de vegetación espesa. Al final de una curva,
ÚRSULA aparece una forma en el piso que se precisa poco a poco. Es un
Ten cuidado, Rapayet. cadáver.
Úrsula le muestra unos pájaros en un árbol. Rafa los observa Levemente iluminado por las luces del vehículo, Rafa ve
por un instante y vuelve a mirar a Úrsula. Después asiente y el paisaje de una masacre. Una decena de hombres yacen
retoma su camino. ensangrentados en el piso. No hay rastro de la mercancía.
RAFA RAFA
Van tres horas. Algo no está bien. (a Isidoro)
Ve a avisarle a Aníbal. Que traiga a
Isidoro asiente y le chifla a los conductores de los camiones. las mujeres. Yo me quedo aquí.
Leonidas se toma su tiempo en regresar a la camioneta. Rafa se queda solo, en la penumbra, rodeado de cadáveres.
La camioneta frena en seco. Aníbal sale corriendo de ella. Moisés no tiene más remedio que pararse. Queda desnudo. Rafa le
Aprieta los puños al confirmar que su hermano está muerto. apunta, pero no dispara. Está profundamente afectado.
49 I/E. CALLES DE SANTA MARTA - CAMIONETA DE RAFA - NOCHE 49 Rafa le sigue apuntando pero no se mueve.
Una camioneta que no lleva luces recorre lentamente una calle MOISÉS
de un barrio humilde de la ciudad. ¿Me vas a matar?
La camioneta la maneja Rafa. En el puesto de atrás van Isidoro Moisés ve la duda en sus ojos.
y otro hombre de Rafa y en medio de ellos Ramírez, el policía
amigo de Moisés, con la manos y los pies atados. Isidoro MOISÉS
presiona su arma contra el costado de su torso. Tú no me puedes matar, compadre.
RAMÍREZ RAFA
Adelante de la camioneta. Te mato como matamos los wayuu.
De frente.
En frente de una casa hay una camioneta de la policía. Rafa
estaciona su camioneta detrás de la de la policía. MOISÉS
Tú y yo hemos estado siempre juntos,
RAFA Rafa. Eres mi hermano.
Voy solo, páseme las llaves.
Rafa sostiene la mirada de su amigo. Los segundos se vuelven
eternos. Rafa parece dudar. Moisés se ríe, aliviado al ver que
50 INT. CASA DERRUIDA - NOCHE 50 le es imposible.
Por la puerta entreabierta de la habitación, Rafa alcanza a ver Moisés va a agarrar su camisa que está colgada en un gancho,
las piernas de Moisés entrelazadas a las de una MUJER. cerca a Rafa, cuando es interrumpido por un disparo.
ADENTRO RAFA
Quiero verla.
Zaida está acostada en un chinchorro con un BEBÉ recién nacido
en brazos. La criatura está envuelta en una manta y Zaida ÚRSULA
duerme. No puede verte en ese estado.
Zaida, con el grito, se despierta. La camioneta de Rafa, manejada por Isidoro, se acerca a una
lujosa casa cafetera. Dos HOMBRES ARMADOS la custodian.
HERMINIA
(a Rafa) Aníbal y EL PUPILO (45), un alijuna demacrado, con camisa de
¡Aléjate! Eres un asesino. diseños estrafalarios y corte de pelo con flequillo, esperan a
la entrada.
ÚRSULA
(autoritaria) La camioneta se detiene. Peregrino, con su bastón, se baja y da
No le hables así. Hizo lo que tenía un paso al frente. Rafa y Úrsula se bajan, pero se quedan junto
que hacer. a la camioneta. Observan al Pupilo y a los hombres.
ZAIDA PEREGRINO
¡Es tu culpa, mamá! (a Aníbal)
Vengo a traerte una palabra--
Úrsula le da una mirada fría a su hija y piensa un instante. Le
pone una pulsera de chaquiras a la bebé. La carga y sale con ANÍBAL
ella del cuarto. No quiero saber nada de Rapayet.
ANÍBAL ZAIDA
Quiero cien pesos por libra. No importa.
Aníbal le da una mirada resentida a Rafa. Este, triste, parece MIGUEL DIONISIO
ajeno a esta situación, pero se mantiene digno. ¿Podemos dar una vuelta?
ÚRSULA (EN WAYUUNAIKI) El piloto gira la palanca de mando. El ala del lado izquierdo
(a Isidoro) desciende a medida que al avión gira. Rafa se asusta y se
Quítate. agarra de la silla. El piloto se ríe al verlo asustado.
Leonidas se ríe. Úrsula, sin miedo, agarra la pistola. Leonidas - Las faldas de la Sierra Nevada.
forcejea. Pero Úrsula logra quitarle el arma. Le entrega la
pistola a Isidoro y le da una cachetada a su hijo. - Extensos sembrados de marihuana.
Leonidas fija una mirada odiosa sobre Úrsula, que vuelve junto - Rancherías.
a Indira. Un AMIGO le ofrece un trago a Leonidas. Este lo toma
y se vuelve a sentar en la mesa como si nada. - Las salinas de Manaure.
Miguel Dionisio deja de mirar el escándalo como si fuera una - Las playas del Cabo de la Vela.
cosa común y vuelve a mirar a su papá.
PASTOR WAYUU (EN WAYUUNAIKI EN OFF)
MIGUEL DIONISIO (cantando)
Me lo prometiste. Pero, Wayuu, tus muertos, desde la
tierra de Jepira no te sueltan / Un
Rafa termina por asentir. Zaida le susurra al oído a Rafa. alma su segundo velorio viene a pedir /
Para con dignidad poderse despedir /
RAFA Como es destino de todo wayuu / Rafa,
Sí. No va a pasar nada. a la montaña con los tuyos vas / tu
deber a cumplir, como Uliana / tu
Rafa le da un beso en la frente a Zaida y baja a su hijo del deber a cumplir.
caballo. El niño tiene una sonrisa de oreja a oreja.
La avioneta vuela sobre la costa. En el horizonte no se ve nada
más que el azul del cielo y del mar.
54 INT. PISTA DE CABALLOS - AVIONETA - DÍA 54
Rafa, un poco más tranquilo, se voltea hacia Miguel Dionisio.
El PILOTO, un gringo fornido, mira de reojo a Rafa, que va El niño, feliz, mira el paisaje.
sentado a su lado. Ve sus manos que juegan nerviosas con el
sombrero wayuu sobre su regazo. Miguel Dionisio, en cambio,
mira emocionado por la ventana. 56 EXT. CASA DE RAFA EN EL DESIERTO - DÍA 56
La hélice empieza a girar y la avioneta avanza. Desde el aire se ve una enorme y cuadrada casa de cemento que
desentona completamente con el desierto alrededor.
Doscientos metros más lejos se encuentra la tradicional Detrás suyo se pasea una grulla de un metro de alto, de plumaje
ranchería de Ministro, despoblada y abandonada. negro verdoso y cresta.
Delante suyo, se encuentra Gabriel. No se alcanza a ver Rafa cruza una mirada con Úrsula, que vuelve a mirar a la
claramente su rostro. Hasta que levanta la mirada. Con una habitación. Rafa va a abrazar a su tío. Le muestra enseguida
expresión triste, mira fijamente al frente. los sofás a un lado de la oficina.
Zaida se cansa de esperar. Le acaricia la espalda a su madre Úrsula niega. Peregrino se preocupa pero decide ignorarla.
antes de devolverse hacia el cuarto donde Indira juega.
PEREGRINO
Úrsula, inquieta, las observa desde el balcón. Tienes que ir, Rafa. No puedes
desaprovechar la oportunidad de
reconciliarte con él.
59 INT. CASA DE RAFA - OFICINA - DÍA 59
Rafa asiente, pero Úrsula interrumpe.
Rafa mira por la ventana. Al frente suyo, más allá de la
desierta ranchería, el desierto se extiende al infinito. ÚRSULA
No vayamos.
La oficina es una amplia habitación con muebles ostentosos,
completamente desadaptados al clima del desierto. Rafa y Peregrino la miran.
Úrsula suspira y termina por negar. Afuera lo esperan Rafa, Zaida, Leonidas, Peregrino y Úrsula.
Ella tiene su contra agarrada en la mano.
ÚRSULA
Entonces tengo que pedirte un favor, Detrás suyo, junto a dos camionetas y un camión, se encuentra
Rapayet. Ayúdame con Leonidas. Isidoro con tres GUARDAESPALDAS armados. Rafa se adelanta para
saludar a su anfitrión.
RAFA
¿Cómo? RAFA
Gracias por invitarnos, primo.
ÚRSULA
Enséñale el negocio. Se estrechan la mano. Aníbal repara entonces en el camión.
Rafa cruza la mirada de Aníbal. Los dos hombres se observan. Rafa y Leonidas se alejan caminando. Al joven no le interesa
No parece haber mucho cariño entre ellos. mucho lo que le explica su cuñado.
A un lado, Victoria está acostada en una silla asoleadora. La Sigifredo agarra una piña de la bandeja de frutas. Saca una
acompañan su abuela y dos mujeres más. En el extremo opuesto, navaja y corta un pedazo.
Isidoro toma con cinco HOMBRES de Aníbal. A pesar de estar
sentados, todos están armados custodiando el lugar. Leonidas mira hacia donde está Victoria, luchando para
mantenerse despierta, a diferencia de su abuela que ronca a su
Leonidas se dirige a donde Victoria. lado. Apenas si escucha a las otras mujeres que conversan. Un
metro más lejos, su perro caga junto a un arbusto.
La joven, cansada y con ojeras, acaricia a un pequeño perro en
sus brazos. Mira a Leonidas con sorpresa. Este se sienta frente SIGIFREDO
a ella. La abuela y las otras mujeres no aprecian su presencia. Don Leonidas.
VICTORIA (EN ESPAÑOL) Leonidas voltea a ver de nuevo a Sigifredo, que tiene el pedazo
¿Qué haces? de cáscara en la mano. Se lo lleva a la boca y lo empieza a
masticar. Los escoltas aplauden y lo animan.
LEONIDAS (EN ESPAÑOL)
Voy a acompañarte para que no te Leonidas se voltea otra vez hacia Victoria. Después saca de
duermas. su bolsillo un fajo enorme y cuenta los billetes de 200 hasta
llegar a 5000. Se los entrega a Sigifredo.
VICTORIA
¿Y tú quién eres? Leonidas se toma un largo trago de whisky y agarra un limón.
Con la fruta en una mano y la botella en la otra, camina a
LEONIDAS donde Victoria. Cuando llega, sus acompañantes se callan.
Leonidas Pushaina. Hijo de Úrsula.
LEONIDAS (EN ESPAÑOL)
Victoria mira a Leonidas de arriba a abajo. Por ti me como este limón con cáscara
y todo.
VICTORIA
Mi abuela ya me está acompañando. Victoria, fatigada, mira a Leonidas con desdén.
LEONIDAS LEONIDAS
Yo las acompaño a todas. Vente conmigo a Aruba. Te puedo
llevar a donde se te dé la gana.
Victoria cruza una mirada con las mujeres. Lo mira de nuevo.
VICTORIA
¡Sigifredo! Quítenos a este borracho
de encima.
Sigifredo e Isidoro llegan por detrás y agarran a Leonidas. Pero Sigifredo se niega de nuevo. Leonidas se ríe.
SIGIFREDO LEONIDAS
Don Leonidas, está muy borracho. ¿Te estás poniendo ambicioso? Muy
Venga con nosotros. digno para un escolta de mierda.
Leonidas mira a Victoria. Ella lo enfrenta con la mirada, Leonidas le echa una mirada satisfecha a Victoria. Ella se la
furiosa. Pero no se mueve. Su abuela y las otras mujeres sostiene, asqueada.
también lo miran con asco.
Isidoro llega cargando un enorme saco lleno de dólares. Lo deja
Leonidas forcejea para que Sigifredo lo suelte. Enseguida, le en el piso. Sigifredo mira el dinero. Duda.
susurra a Isidoro.
LEONIDAS
LEONIDAS Todo es tuyo si te comes la mierda.
Tráete la plata de la camioneta.
Leonidas le vuelve a agitar el fajo de billetes en la cara.
Isidoro se sorprende con la petición.
LEONIDAS
ISIDORO Te rinde para la carrera entera.
Pero, don Leonidas-- Con putas y todo.
Isidoro obedece a regañadientes y se va. Bajo la mirada incrédula de la gente, Sigifredo termina por
agarrar el fajo de la mano de Leonidas. Este sonríe.
Leonidas, entonces, enfrenta a Sigifredo y lo hala hasta el
lugar en donde el perro cagó. Con la plata en la mano, Sigifredo se arrodilla y, lentamente,
agarra un pedazo de mierda. Entre arcadas, se lo mete a la boca.
LEONIDAS
Vamos a seguir con el juego. Algunas personas regresan a la casa, indignadas. Victoria no
puede esconder su asco. Pero se queda ahí, con la mirada fija
Sigifredo no entiende. Leonidas se dirige a todos los sobre Leonidas.
presentes, repartidos por la piscina.
El Pupilo se acerca a Aníbal. Le habla al oído. La expresión de Rafa, Zaida, Úrsula, Leonidas y Peregrino esperan, preocupados.
este último se cierra. Se acerca a Rafa. Están sentados en unos elegantes sillones de mimbre en una sala
lujosa, completamente distinta a ellos.
ANÍBAL
Acompáñame a lavarme. ÚRSULA (EN WAYUUNAIKI)
(a Zaida)
Rafa y Aníbal se alejan del gentío y van a donde una MUJER que Ve a ocuparte de tus hijos.
tiene un balde con agua. Úrsula los sigue con la mirada.
Pero Zaida no se mueve. Úrsula mira a Rafa, que la ignora.
Aníbal se sienta en un tronco y deja que la mujer le lave las
manos. Rafa se queda de pie a su lado. Guiados por Isidoro, entran El Pupilo y dos HOMBRES.
Rafa, sentado en el puesto del copiloto, cruza una mirada con Úrsula se levanta. Va a irse, pero se detiene cuando--
Isidoro, que maneja.
RAFA
Adelante, en la carretera, hay un retén del ejército. ¿Qué quiere Aníbal?
Rafa voltea y ve a Leonidas que duerme, recostado contra la Peregrino desaprueba el reconocimiento de Rafa. Pero guarda
ventana. Al lado de su hijo, Úrsula parece preocupada. silencio. Úrsula, en cambio, no disimula su rabia.
Rafa voltea hacia adelante de nuevo y mete su pistola en la Rafa la fulmina con la mirada. El Pupilo, divertido, la ignora.
guantera de la camioneta.
EL PUPILO
RAFA Don Aníbal quiere que le pague dos
(a Isidoro) camionetas, diez mulas, dos fusi--
¿No tenemos nada en el baúl?
ÚRSULA
Isidoro niega. Se acercan al retén. Isidoro desacelera. No lo vamos a compensar con nada si
no envía a un pütchipü’ü.
Los primeros SOLDADOS del retén miran la camioneta, pero no los
detienen. Tampoco los que están más adelante. El Pupilo, calmado, mira a Úrsula y después a Rafa.
EL PUPILO ZAIDA
Y dos semanas de don Leonidas como ¿Prefieres que nos maten a que te ofendan?
peón en los sembrados.
ÚRSULA
Leonidas de inmediato saca su pistola y lo encañona. Sí.
Los escoltas del Pupilo quieren reaccionar, pero los hombres de EL PUPILO
seguridad de Rafa se acercan, listos a intervenir. ¿Necesitan un momento?
RAFA (EN WAYUUNAIKI) Rafa tiene fuego en los ojos. Mira a Úrsula.
¡Leonidas! ¡Guarda el arma!
RAFA (EN WAYUUNAIKI)
ÚRSULA (EN WAYUUNAIKI) Me pediste que te ayudara con él.
¡Déjalo que lo mate! Aníbal sabe que (al Pupilo, en español)
ningún wayuu aceptaría eso. Leonidas va a cumplir su parte en
esta compensación.
RAFA
¡Cállate! ¡Se callan todos! ÚRSULA (EN ESPAÑOL)
Eres un cobarde.
Todos se sorprenden ante la pérdida de control de Rafa.
Leonidas baja el arma. Úrsula está que explota. Peregrino Úrsula mira a Rafa con odio. Voltea y sale de la casa, no sin
desaprueba. Zaida no sabe qué hacer. antes echarle una mirada helada a su hija.
PEREGRINO (EN WAYUUNAIKI) Segundos después, aparece frente a Rafa y parece mirarlo a los
No puedes aceptar nada. Enviando al ojos. Asustado, Rafa se voltea. Zaida se despierta.
alijuna, Aníbal te está humillando.
ZAIDA
RAFA (EN WAYUUNAIKI) ¿Qué pasó?
Esta familia ha ofendido a su familia
muchas veces. Rafa no contesta.
72 EXT. CASA DE ANÍBAL EN LA SIERRA - ENTRADA - DÍA 72 Y sin más, el capataz voltea y deja a Leonidas atónito
contemplando el tugurio en donde va a dormir.
El Pupilo requisa fuertemente a Leonidas, que tiene los brazos
apoyados sobre su camioneta.
74 EXT. SEMBRADOS DE MARIHUANA - DÍA 77
Le quita su revólver, lo guarda en su cinto y lleva a Leonidas
frente a la puerta de la casa. Decenas de RECOLECTORES cortan las ramas de las plantas de
marihuana.
Aníbal sale entonces a su encuentro. Victoria lo sigue.
Sudoroso, Leonidas va metiendo las ramas en un costal que
Leonidas, furioso, mira a la joven. Ella sostiene su mirada. arrastra a medida que avanza entre planta y planta. Tiene las
Leonidas se gira entonces hacia Aníbal. Mostrándose a sí mismo, manos llenas de llagas y cortadas.
en tono desafiante,
Se detiene un instante para ver la casa cafetera de Aníbal,
LEONIDAS (EN WAYUUNAIKI) cien metros más lejos. El capataz, que inspecciona el trabajo,
Aquí está la compensación. lo ve a lo lejos y le chifla.
CAPATAZ
¿No va a comer? 77 INT. CASA DE RAFA - CUARTO DE INDIRA - NOCHE 77
Leonidas agarra el plato y se lo bota al capataz en el pecho. El viento entra fuertemente por la ventana. Indira duerme
plácidamente en su cama, con la cabeza en el regazo de Zaida,
CAPATAZ también dormida.
¡Hijo de puta!
Úrsula, sentada en una mecedora, parece terriblemente cansada.
El capataz le da a Leonidas un puño en la cara que lo bota al Mira en su mano la contra de la familia. Juega con las piedras,
piso. Le escupe a los pies y voltea. moviéndolas sobre el hilo.
Leonidas se limpia la sangre de la boca y se levanta. Sale de Zaida se despierta, sobresaltada. Úrsula se acerca a ella.
la caseta bajo la mirada de todos los recolectores.
ÚRSULA
¿Qué soñaste?
76 INT. CASA DE RAFA - CUARTO DE INDIRA - NOCHE 76
ZAIDA
Úrsula está con Indira. La niña está sentada en su cama y la Nada. Sentí que me caía.
abuela en una mecedora a su lado. Le enseña a tejer una mochila
wayuu. ÚRSULA
¿Qué más?
ÚRSULA (EN WAYUUNAIKI)
La mochila es como el wayuu. Es ZAIDA
redonda como el vientre de la madre Nada.
y su cuerda es el cordón umbilical.
Cuando una madre tiene que proteger a Úrsula piensa, pero no llega a ninguna conclusión. Cobija a
su hijo-- Indira con la sábana que la niña se había quitado. Zaida se
acomoda junto a su hija y mira a su madre con tristeza.
Zaida entra a la habitación, interrumpiendo la lección.
ZAIDA
ZAIDA Ya no hablas con el sueño, mamá.
Acuéstate, Indira. Ya es tarde.
Úrsula mira a su hija a los ojos, pero no dice nada. Se miran
ÚRSULA por un momento hasta que Zaida cierra los ojos.
No hemos terminado.
Úrsula se queda de pie junto a la cama. Está frustrada,
Zaida agarra una manta blanca sobre una silla y con suaves inquieta y triste. Al cabo de un rato, oye unos pasos en el
gestos ayuda a su hija a quitarse la ropa y a cambiarse. corredor. Se voltea y ve pasar a Rafa por el corredor.
ÚRSULA
Es importante. 78 INT. CASA DE RAFA - CORREDOR / OFICINA - NOCHE 78
Se miran el uno al otro. Casi de manera comprensiva. Después, Leonidas agarra el galón de agua y toma un sorbo largo.
ÚRSULA LEONIDAS
Tienes que traer a Leonidas. A nadie le importa. La marimba y los
gringos valen mierda.
Rafa niega.
RECOLECTOR
ÚRSULA Son los que dan la plata.
Esto no va a parar aquí.
LEONIDAS
RAFA Sí, pero este es un mal negocio.
¿Te lo dijo el sueño? Todos quieren plata fácil. Por eso no
va a durar.
Úrsula termina admitiendo.
Oyen un chiflido y voltean. Es el capataz, que les ordena que
ÚRSULA se levanten y continúen con su labor.
No me habla desde que fuimos donde
Aníbal. LEONIDAS
Tú también quieres plata, ¿no?
Rafa suspira. Comparte la tristeza de Úrsula. Señala la contra
que ella todavía tiene en sus manos. El recolector asiente mientras regresan a la choza.
RAFA
Se volvió una mala contra. 81 INT. CAMBUCHE - NOCHE 81
Úrsula mira de nuevo el amuleto. Leonidas está tumbado sobre una pobre colchoneta en el
minúsculo cambuche, que la lluvia convirtió en un barrial.
RAFA
Estamos perdiendo el alma. Mira detenidamente una langosta que se pasea por el piso.
Úrsula, visiblemente afectada, lo mira. Al cabo de un rato, Unos golpes en la lata que sirve de puerta lo sacan de su
cambia de actitud y retoma su autoridad habitual. ensimismamiento. Es el recolector. Trae un plato de comida y
una botella de whisky. Leonidas los recibe. Saca de su bolsillo
ÚRSULA unos billetes. Le paga. Abre la botella y se da un largo trago.
Tienes que traerlo, Rapayet.
Borracho, Leonidas camina por los sembrados. Zigzaguea entre Úrsula le da una sonora cachetada a Leonidas.
las matas. Llega a una pequeña colina de donde se ve la casa de
Aníbal con varias ventanas iluminadas. El joven cierra sus ojos encharcados. No se atreve a enfrentar
la mirada de nadie.
Leonidas se sienta en el piso y sigue tomando. Mira la casa.
Con ellos están Rafa, Peregrino e Isidoro. Rafa camina de un
lado a otro. Está desesperado. Se voltea hacia Peregrino.
83 EXT. CASA DE ANÍBAL EN LA SIERRA - PISCINA - DÍA 83
RAFA
Escondido entre unos matorrales, Leonidas observa la piscina en Ve a donde Aníbal. Entrégale a
la parte de atrás de la casa. Victoria, leyendo un libro, se Leonidas.
broncea. Su perro duerme a su lado.
ÚRSULA
Victoria deja el libro en el piso, se levanta y salta a la ¿Estás loco? ¡Leonidas es tu familia!
piscina salpicando agua por todas partes.
PEREGRINO
Leonidas la observa desde los arbustos. No puedo hacer eso, Rafa.
ÚRSULA
84 INT. CASA DE ANÍBAL - CONTINUANDO 84 ¡La paz ya se rompió! ¡Tenemos que
armarnos.
La puerta que da a la piscina está abierta. En el piso se ven
huellas de agua que dejó Victoria al pasar. PEREGRINO
Hay gente que te va a apoyar. Mi
Leonidas aparece por entre los arbustos detrás de la piscina y familia y mi clan estamos a tu
rápidamente entra a la casa. Mira el piso y ve las huellas que disposición.
atraviesan el salón y que lo llevan a una escalera.
LEONIDAS
Sigilosamente, sube al segundo piso donde un largo corredor se Yo mato a Aníbal. Yo voy--
extiende revelando varias puertas cerradas.
Úrsula descarga toda la furia que tenía contenida en su hijo.
CORREDOR
ÚRSULA
Atraviesa el corredor hasta una puerta entreabierta. Mira por ¡Cállate! ¡No te quiero oír!
la ranura.
Leonidas baja la mirada. Rafa está cada vez más confundido.
Victoria, de espaldas, está quitándose el vestido de baño. Se agarra la cabeza. Mira con odio a Leonidas. Le suplica a
Peregrino.
La expresión de Leonidas se cierra. Duda un instante. Pero abre
la puerta y se introduce adentro del cuarto. RAFA
No voy a empezar una guerra. Habla
Victoria lo ve. Su mirada se llena de terror. con Aníbal. Llévale una palabra.
ÚRSULA
85 EXT. CAMINOS DE LA SIERRA - DÍA 85 ¿Estás loco? ¡Lo matarán!
Peregrino la mira.
88 EXT. DESIERTO - NOCHE 88
PEREGRINO
Tengo que consultar. Debo hablar con Bajo la luna llena, Herminia camina por el desierto hasta
la outsü. llegar a un pequeño árbol con una sola hoja. Se detiene frente
a él y lo observa. Al cabo de un instante se quita su manta y
Se pone de pie y sale de la casa. Úrsula le habla a Isidoro en queda completamente desnuda. Con gestos ceremoniosos, dobla su
voz baja. vestido y lo posa bajo el árbol.
Herminia trabaja en un telar, pensativa. Peregrino la mira, Herminia tiene los ojos cerrados. De repente, una pequeña brisa
expectante. se levanta. Herminia abre los ojos.
HERMINIA Mira la hoja del árbol que se mece suavemente y que termina
¿Y qué te dijo Úrsula? por desprenderse de su rama. Baja lentamente hacia el piso,
flotando de un lado a otro. Parece que va a caer sobre la manta
PEREGRINO de la anciana. Pero termina cayendo sobre la arena.
Sus sueños ya no le hablan. No le
dicen nada y está asustada. No hay Herminia tiene ojos de pánico.
señales claras.
Afuera, Leonidas puede ver a un par de mujeres que esperan. 93 INT. CASA DE RAFA - OFICINA - DÍA 93
91 EXT. RANCHERÍA DEL DESIERTO - AMANECER 91 Unos golpes en la puerta más fuertes. Rafa se levanta. Por su
caminar, pareciera que tuviera un par de años más encima. Abre
Frente a la ranchería, Peregrino se levanta al ver a Herminia la puerta. Zaida y Úrsula están del otro lado. Sin decir nada,
que vuelve con pasos agitados. La anciana lo mira con miedo. Rafa vuelve a su silla.
HERMINIA Pero Rafa no se mueve. Zaida cruza una mirada fría con su madre
Váyanse. No hay nada que hacer. y se acerca a Rafa. Le susurra algo al oído, pero Rafa no le
Sólo hay desgracias por venir. responde ni se mueve. Continúa sentado dándoles la espalda a
ambas.
Desde la puerta, Peregrino observa a la anciana, que empieza a
recoger sus pertenencias. ÚRSULA
Sólo nos quedan tres quintales.
Tienes que ir a la entrega. No
92 EXT. CEMENTERIO PUSHAINA - TUMBAS - DÍA 92 podemos perder ese cargamento.
Varios hombres de Rafa quitan una lápida de una tumba. Dos Zaida la mira. Rafa sigue sin contestar. Con un gesto, Zaida le
hombres saltan al hueco con unas sogas. pide a Úrsula que lo deje tranquilo. Pero Úrsula insiste.
Segundos después, los hombres salen y con las sogas sacan de la ÚRSULA
tumba una gran caja metálica con un grueso candado. ¿Ya no te importa nada, Rapayet?
Los hombres avanzan hacia la siguiente tumba mientras otros Úrsula lo observa por un instante más y después camina de nuevo a
recogen la caja y la llevan a un camión. Se encuentran rodeados la puerta. Antes de salir,
de tumbas cuyas lápidas están descubiertas. Junto a una tumba
hay toda clase de armas.
Está noticia deja a Úrsula fría. Cruza una mirada con Zaida, PEREGRINO
también sorprendida. Todo. Sus aviones, sus pistas, sus
camionetas, sus conexiones en Estados
Unidos. Lo que pidas.
94 EXT. CASA DE ANÍBAL EN LA SIERRA - ENTRADA - DÍA 94
EL PUPILO
Peregrino, rodeado por dos hombres de Aníbal, se endereza. ¿Sus hombres y sus armas?
Apoyándose en su bastón, da unos pasos hacia delante. Pero uno
de sus captores le apunta con el arma. PEREGRINO
Sus armas.
Aníbal, escoltado por El Pupilo y otro hombre, frente a la
puerta, le hace un gesto y el hombre baja el arma. Aníbal se queda callado por unos segundos eternos. Peregrino,
paciente, espera su respuesta.
PEREGRINO (EN WAYUUNAIKI)
No es costumbre que en una disputa la Pero Aníbal termina por negar. Saca un arma y le apunta.
parte ofensora envíe a un pütchipü’ü, Peregrino mira el arma, pero no muestra miedo.
pero Rapayet quiere evitar una guerra
a toda costa. PEREGRINO
No puedes matar a un pütchipü’ü. Si
Aníbal lo mira sin decir nada. lo haces, estarías rompiendo con la
ley más sagrada de los wayuu.
PEREGRINO
La ofensa de Leonidas no tiene ANÍBAL
perdón. Es una mala semilla que no En este mundo ya no hay ley que
representa a su familia. importe.
ANÍBAL (EN WAYUUNAIKI) Peregrino mira a los alijuna que lo acompañan y después a él.
No hay nada que hablar. Es un
Pushaina. Deshonró a mi hija. PEREGRINO
No solo vas a entrar en guerra con el
PEREGRINO clan Pushaina, sino también con el
Hay más cosas en juego. Tu relación clan Uliana, con tu propio clan. Con
con Rapayet y su familia se extiende tu propia gente.
a otros--
Aníbal lo mira con tristeza pero con determinación.
ANÍBAL
No debiste haber venido, Peregrino. Peregrino suspira, entiende. Asiente y se quita el sombrero.
96 INT. CASA DE RAFA - OFICINA - NOCHE 96 El hombre asiente y sale caminando hacia una de las camionetas
estacionadas afuera. Úrsula mira a Isidoro, quien le señala
Rafa tiene la mirada clavada en el bastón de Peregrino sobre hacia el desierto. Ella se voltea y ve, en la distancia, a
el escritorio. Apenas si mira al frente cuando oye a Zaida, un grupo de unas treinta personas se acercan, caminando y en
que entra a la oficina acompañada por Indira y Miguel Dinosio. burros. Isidoro se pone alerta.
Zaida habla con premura.
ISIDORO
ZAIDA ¿Son los hombres de Aníbal?
Vámonos, Rafa.
ÚRSULA
Rafa no contesta. Vuelve su mirada al bastón. Zaida pierde la No.
paciencia y se agacha frente a él. Rafa le rehúye la mirada.
Son un grupo de ancianos y mayores, que desprenden gran
ZAIDA autoridad, con sus respectivos acompañantes. Se nota que han
Tú sabes lo que le pasa a una familia recorrido una distancia importante.
en una guerra. Vámonos.
ÚRSULA
Rafa la mira por un largo rato en silencio. Son los pütchipü’ü y los mayores del
clan Pushaina.
RAFA
¿A dónde?
99 EXT. CASA DE RAFA / ENRAMADO - DÍA 99
ZAIDA
A Maracaibo, o a la Alta, no importa. Los burros y varias camionetas están estacionadas cerca a un
Donde no nos encuentren. enramado frente a la Casa Pushaina.
Rafa mira a sus hijos, indefensos e inquietos, frente a la ROMERO EPINAYÚ(EN WAYUUNAIKI)
puerta de la oficina. Aníbal Abuchaibe, del clan Uliana,
cometió lo irreparable y asesinó a
sangre fría a un pütchipü’ü. Se ha
97 INT. CASA DE RAFA - CUARTO DE INDIRA - DÍA 97 convertido en una amenaza para todos
los clanes y para la paz de la región.
Úrsula entra a la habitación de Indira, cuya cama está vacía Es nuestro deber detener e impedir que
pero destendida. La mochila con la cual le dio su lección está sigan sembrando el caos y la violencia.
colgada sobre una silla. Úrsula sigue hasta el balcón. Mira al
desierto por un instante. Voltea. Su expresión se cierra al Un par de asistentes asienten, pero Úrsula siente cierta
comprender que su familia la abandonó. tensión. Una anciana mayor frente a ella la mira con recelo. Un
anciano de la Sierra toma la palabra.
Úrsula, la mujer fuerte e imponente, ahora se ve ínfima y Aníbal y El Pupilo se quedan callados, escuchando los gritos y
completamente indefensa. el tiroteo al fondo. La radio se silencia. Los dos se miran. El
Pupilo va a arrancar, pero Aníbal le toma el brazo.
La anciana wayuu le hace un gesto, indicándole su mochila.
Úrsula, con los ojos encharcados, mete la mano en su mochila y ANÍBAL
saca la contra. No.Vámonos al cultivo.
Vemos un grupo de trabajadores de Aníbal masacrados en el piso 102 I/E. CAMINOS DE LA SIERRA / CAMIONETA DE ANÍBAL - DÍA 102
y el radio de comunicaciones colgando.
La camioneta avanza por el camino que lleva al cultivo.
Aníbal va pensativo en el puesto de copiloto.
101 INT. CAMIONETA DE ANÍBAL - DÍA 101
Al dar una curva, El Pupilo frena con violencia. Ambos miran al
Una camioneta manejada por El Pupilo y con Aníbal de copiloto frente sin poder dar crédito a lo que ven.
avanza por una carretera camino a la Sierra. Aníbal mira la
hora y agarra el micrófono del radio de comunicaciones que está Una docena de cadáveres de sus recolectores y capataces yacen
empotrado en el vehículo. en el piso, acribillados mientras intentaban huir. Al fondo, se
ve humo que sale de los cultivos. Aníbal queda petrificado ante
ANÍBAL la escena.
Goyo, estamos en camino, ¿ya acabaron
la recogida? Cambio. De repente, dos wayuus armados aparecen de entre el cultivo,
cargando antorchas para quemarlo. Al ver la camioneta, hacen un
No hay respuesta. Aníbal parece preocupado. chiflido, tiran las antorchas y le apuntan con sus escopetas.
El Pupilo arranca en reversa, tratando de huir, mientras los
ANÍBAL wayuus abren fuego contra ellos. Al llamado responden 10 wayuus
Goyo, confirma.¿Ya hicieron la más, todos armados con escopetas y pistolas.
recogida? Cambio.
Una lluvia de fuego cae sobre la camioneta que retrocede y da
Silencio. Aníbal y El Pupilo se miran. El Pupilo detiene el vuelta, huyendo a toda velocidad.
vehículo.
ANÍBAL
Goyo, responde. Dime algo. Cambio.
Se quedan en silencio unos segundos. Miguel Dionisio, contento, le sonríe a su padre. Rafa, con un
aire renovado, lo mira con ternura. Están en medio de un claro
ANÍBAL en el desierto, disimulado entre árboles de dividivi. Una pobre
¿Y los sembrados? casucha se levanta detrás suyo. Tres chivos más pastan un poco
más lejos.
El Pupilo hace un gesto negativo. Se quedan en silencio unos
segundos, Aníbal asimilando el tamaño del golpe que acaba de La expresión de Rafa se oscurece cuando oye el rumor de unos
recibir. motores. Entre los árboles, ve dos camionetas que se acercan.
EL PUPILO ÚRSULA
Don Aníbal, ¿usted está dispuesto a Alejada de tu familia no vives como
perder todo sólo para vengarse de wayuu.
ellos?
Al ver este corto intercambio entre la pareja, 106 EXT. CASA DE RAFA - DÍA 106
Rafa sigue de pie, solo en el desierto, la mira. 107 INT. CASA DE RAFA - DÍA 107
ÚRSULA INDIRA
¿Leonidas? Leonidas…
ÚRSULA EL PUPILO
Indira. Escúchame bien. Toma este ¿Y entonces?
dinero y ve a buscar a tu tío
Leonidas. Se escucha el chirrido de las langostas. Varios insectos
vuelan por el lugar y caminan por el piso. Úrsula se dirige
La niña baja la mirada, todavía en shock. exclusivamente a Aníbal.
ÚRSULA (EN ESPAÑOL) El pastor wayuu mira unos billetes que tiene en su mano.
¿Y lo otro? Levanta la mirada y piensa.
Aníbal no sabe si creerle, pero El Pupilo interviene. Los saca y empieza a andar con ellos por el mismo paisaje épico
del desierto, inmutable, que se extiende hasta el infinito.
EL PUPILO
Entonces dígale dónde está Rapayet. El pastor wayuu la observa alejarse.
ÚRSULA
Te digo donde está si dejas en paz a 111 EXT. PISTA EN EL DESIERTO - DÍA 111
Indira. Mátanos a mí y a Rafa, pero
déjala vivir. Se escucha el lamento del pastor en OFF.
Varias decenas de hombres se apuran a cargar paquetes de
El Pupilo escupe en el piso frente a Úrsula. marimba prensada en varias avionetas. Parecen hormigas. Frente
a un grupo de camionetas, el ejército de gatilleros del Pupilo
custodian la operación.
Justo cuando Aníbal va a disparar se escucha un rugido en el Varios hombres de El Pupilo e Isidoro caen como moscas bajo los
aire. Ambos hombres miran al cielo. disparos del Tucano.
El rugido proviene de un avión de caza con las iniciales de la Tirado en el piso, Isidoro mira al cielo atónito, al
Fuerza Aérea Colombiana. Pasa por encima de ellos. espectáculo de los pájaros de metal siendo derribados sobre el
cielo del desierto.
PASTOR WAYUU
(cantando)
Ninguno, ninguno entre todos vio / 116 EXT. RANCHO EN MEDIO DEL DESIERTO - DÍA 116
que desde el principio / esta hierba
salvaje, que venía salvadora / los Mezclado con los disparos del avión se escucha otro disparo.
hipnotizó.
Aníbal mira el cuerpo de Rafa en el piso por unos instantes. Se
voltea y empieza a caminar por el desierto junto a su burro,
114 I/E. AVIÓN TUCANO - DÍA 114 arruinado.
Un PILOTO con uniforme militar responde una orden ininteligible La grulla sale del rancho y da unos pasos hasta quedar junto al
por el radio. Gira la palanca de mando y el avión se inclina a cuerpo de Rafa, que tiene una langosta que camina por su pecho
toda velocidad hacia un lado. ensangrentado.
PASTOR WAYUU
(cantando)
Ya los vientos vienen con fuerza /
ya vienen a borrar todas nuestras
huellas sobre la arena / nuestras
alegrías, desgracias y recuerdos /
Por eso canto hoy / Para que wayuus,
alijunas y kusinas / no olviden lo
que el viento del verano borra / para
que tu historia y la de tu familia,
Rapayet del desierto / la canten los
pájaros y así permanezca en el lugar
de los sueños y la memoria.
FIN