Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
El peso colombiano se ubicó este miércoles por debajo de sus mínimos históricos
respecto al valor del dólar estadounidense, lo que, de acuerdo con los expertos, podría
encarecer el costo de la vida en la nación suramericana.
LEA TAMBIÉN:
La mañana de este miércoles el peso colombiano se cotizó a 3.500 por cada dólar
estadounidense, sin embargo, luego se contrajo y se posicionó en 3.497,28 pesos por
dólar.
Entretanto, el valor del dólar alto favorece el turismo local y al sector exportador.
De acuerdo con José Antonio Ocampo, codirector del Banco de la República, el aza de
la divisa estadounidense tendrá efectos positivos sobre la balanza comercial: "Es más
rentable exportar y más caro importar".
Lautaro Rivara:
Desde el año pasado, hemos visto manifestaciones de una masividad sin precedentes.
¿Tienes una estimación de cuanta gente se ha movilizado en los últimos dos años?
¿Cuáles son, brevemente, las causas que empujan a la población haitiana a las calles
una y otra vez?
Camille Chalmers:
Desde julio del año pasado estamos viviendo un proceso muy interesante de
removilización. Son niveles de movilización que no habíamos conocido durante mucho
tiempo. Alrededor de la coyuntura del 1986 cuando cayó la dictadura de [François]
Duvalier, conocimos manifestaciones amplias de este tamaño. Pero después de que el
movimiento popular sufrió un ataque muy agresivo del imperialismo a través de grupos
paramilitares, a través de la inseguridad, a través de la corrupción, a través de los
proyectos de "desarrollo", de golpes de Estado y ocupación militar, entramos en un
largo período de reflujo donde se veía que la población había perdido mucha capacidad
de movilización. Otra de las causas de ese reflujo fue la división causada alrededor de
[Jean-Bertrand] Aristide. Utilizaron su imagen para hacer una división profunda dentro
del movimiento popular.
Pero estamos viviendo desde enero del 2016 un proceso donde el pueblo está
recuperando sus capacidades de movilización, donde la gente salió a las calles para
denunciar el proceso electoral. Pasamos luego a una movilización muy fuerte contra el
presupuesto en el año 2017 que la población llamó "presupuesto criminal", porque
después de la caída del programa Petrocaribe el Estado haitiano entró en una crisis de
liquidez muy grave e intentaron hacer una represión fiscal contra las capas populares y
la gente se levantó contra eso. A partir el 2018, a raíz de un alza importante de los
precios de los combustibles de entre el 35 y el 51 por ciento de aumento, el pueblo se
levantó de una manera increíble logrando juntar movilizaciones masivas de calle con
bloqueo de carreteras y de la actividad económica del país.
L.R.
¿Cuál es hoy por hoy la oposición al gobierno de Jovenel Moïse? ¿Puede hablarse de
una única oposición única, o más bies encontramos diferentes sectores e intereses
convergentes pero contradictorios? ¿Porqué desde tu espacio político no proponen
una convocatoria a nuevas elecciones y sí un amplio gobierno de transición?
C.C.
Los sectores opositores son múltiples y se han ido expandiendo. Cada día hay nuevos
sectores que se pliegan a la movilización. Podemos decir que esto entra en una dinámica
larga, porque cuando se produjo el gran movimiento popular contra la dictadura de
Duvalier en los años '85 y '86 era para quebrar el sistema político, que es un sistema
construido sobre la exclusión de las masas. Es decir que lo que está en juego aún hoy es
fundamentalmente la presencia de las masas en la arena política. No solamente lograr la
renuncia de Jovenel Moïse sino también romper la solución institucional que el
imperialismo construyó en respuesta a la crisis del '86. A la vanguardia tuvimos grupos
populares, sobre todo de los barrios humildes, y de la juventud estudiantil que jugó un
papel determinante en desatar la lucha contra la corrupción, pero muy rápidamente ésta
se ha ampliado a otros sectores. Se puede decir que en la actualidad prácticamente todas
las fuerzas sociales y políticas del país están en contra de Jovenel Moïse, incluyendo ex
aliados como las cámaras de comercio, como el grupo de Bernard Craan, el Foro
Económico Privado. Esta semana fueron consultadas las cámaras de comercio, y sobre
un total de seis, cuatro apoyan la dimisión de Jovenel Moïse. La Iglesia Católica que
siempre mantuvo una alianza con el gobierno de Martelly se ha pronunciado claramente
en contra del actual presidente. E incluso familias de la oligarquía tradicional, como es
el caso de [Reginald] Boulos, quien se ha manifestado en contra de Jovenel Moïse y
trata de presentarte como una personalidad política opositora.
Necesitamos un período de transición más o menos largo, de tres años o tres años y
medio. En ese período de transición habrá tareas fundamentales como por ejemplo
rehacer el sistema electoral, convocar una a conferencia nacional donde se pueda
construir un proyecto nacional de largo plazo e incluso avanzar hacia un cambio
constitucional. También, iniciar un proceso a los responsables del robo de los fondos
públicos de Petrocaribe. La población tiene derecho a acceder al resultado de las
investigaciones sobre quiénes han sido los responsables del desfalco. Debe haber una
recuperación de los fondos hacia el tesoro público, y necesitamos montar estructuras y
procedimientos institucionales que impidan que se repitan ese tipo de escándalos. El
proceso permitirá desnudar todos los hilos de poder mediante los cuales la oligarquía
controla el Estado y se beneficia ilegalmente de él. A nivel institucional hemos
propuesto un Consejo de Gobierno de tres miembros en lugar de un Presidente, con dos
personas designadas por el sector político y otra designada por la sociedad civil. Que
haya una estructura de gobierno reducida y un órgano de control construido a través de
representaciones departamentales. Eso abrirá la perspectiva de una transición controlada
por los actores políticos nacionales y una transición de ruptura, que despeje los caminos
para tener una ruptura estructural con el sistema neocolonial que tenemos en la
actualidad.
Es en ese sentido que hemos convocado el Foro Patriótico que se desarrolló en Papaye
del 27 al 30 de Agosto, que fue un evento muy importante convocado por las fuerzas
campesinas, en donde prácticamente todos los sectores respondieron con su presencia.
Tuvimos una participación muy amplia que dio lugar a un debate profundo, interesante
y también contradictorio, pero que terminó con un consenso. Ahora, a partir de un
Comité de Seguimiento estamos construyendo otros tantos foros departamentales que
darán las bases organizacionales para que la lucha contra Jovenel Moïse sea una lucha
exitosa, pero que también abra perspectivas más profundas de cambios estructurales.
L.R.
Haití ha tenido una trayectoria sinuosa en la geopolítica regional en los últimos años.
Luego de su ingreso a Petrocaribe y de sostener una postura respetuosa de la
soberanía de naciones como Venezuela y Cuba en los organismos regionales, el
gobierno actual decidió retirar su reconocimiento al gobierno de Nicolás Maduro y
comenzó a votar mociones contra él en espacios como la OEA y la Comunidad del
Caribe (CARICOM). ¿Cómo se explica este viraje? ¿Cuál es el lugar de Haití en la
geopolítica del Caribe?
C.C.
Este es un asunto fundamental porque el proyecto de Petrocaribe, muy importante
dentro de la construcción del ALBA, ha sido un blanco esencial del imperialismo. Es
claro que para los Estados Unidos mantener el control sobre los estados del Caribe es
decisivo, porque el Caribe es un espacio muy importante para la acumulación mundial.
En su carácter de lugar de tránsito, por su cercanía con los Estados Unidos, y por los
recursos naturales que existen allí. En ese sentido la mayoría de los países del
CARICOM han sido beneficiarios del programa Petrocaribe y muchos de ellos no
querían meterse en la aventura de la agresión contra Venezuela. Ahora el imperialismo
norteamericano se vale de Haití para sabotear la unidad regional. Por ejemplo, en la
última votación que se hizo en la OEA para autorizar la activación del TIAR [Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca] contra Venezuela, Haití fue el único país del
CARICOM que se posicionó a favor. Esto fue una traición, una vergüenza para la
imagen de Haití, históricamente afín a los pueblos que buscan su libertad. Esta traición
empaña nuestra postura histórica, pero también es un sinsentido considerando las
relaciones entre ambos países. Hugo Chávez siempre dijo que América Latina tiene una
deuda con respecto a Haití por la contribución que hicimos a las luchas libertarias del
siglo XIX. Y Jovenel Moïse y su gobierno se beneficiaron de un apoyo directo, también
durante el gobierno de Maduro. Cuando el estado haitiano tenía dificultades para pagar
el servicio de la deuda en el 2016 y 2017, Maduro dijo que no era necesario pagar la
deuda y que el monto adeudado podía utilizarse para proyectos sociales internos.
L.R.
C.C.
A partir de 2004 ellos se aprovecharon de una crisis política interna para imponer una
presencia militar extranjera que llamaron MINUSTAH, que teóricamente fue una
misión de mantenimiento de la paz. Pero la situación de Haití no tenía nada que ver con
aquellas que habitualmente justifican este tipo de iniciativas, como sucedió en ocasiones
África. No había aquí ejércitos en pugna, no había guerra civil, no había crímenes
contra la humanidad. Se ha violado incluso la Carta Magna de las Naciones Unidas para
imponer esta misión, que ha implicado una tercerización de la ocupación, para que los
ejércitos latinoamericanos hagan el trabajo sucio del imperialismo a menor costo.
Mantener la MINUSTAH aquí de esta forma implicó reducir a un cuarto los costos
directos que su despliegue habría implicado a los Estados Unidos. Además hubo toda
una propaganda, una manipulación ideológica para presentarla como una iniciativa de
cooperación sur-sur, como una operación de ayuda humanitaria.
Nosotros vivimos esos años con mucho dolor porque la MINUSTAH no tenía nada que
ver con esto, porque la agenda era dictada directamente por los Estados Unidos, y lo que
sucedía era decidido en Washington y en Europa. No fue tampoco una misión
humanitaria, porque durante este período Haití vivió situaciones de profunda gravedad:
fuimos golpeados por cuatro huracanes, luego aconteció el terremoto devastador del año
2010, y en todas estas oportunidades la MINUSTAH no dio ninguna respuesta
significativa para acompañar al pueblo de Haití. La burla fue que luego del terremoto
que causó 300 mil víctimas fatales, la MINUSTAH alquiló un barco lujoso y
excesivamente costoso en la bahía de Puerto Príncipe, para que sus integrantes fueran a
dormir cada noche, lejos de las penurias del pueblo haitiano. Esa es la imagen más clara
del significado de esa supuesta presencia humanitaria. No han hecho ninguna
contribución significativa, a pesar de contar con un presupuesto muy holgado si lo
comparamos con el PBI de Haití. Hablamos de miles de millones dólares gastados para
mantener una tropa que fue inútil para enfrentar la crisis humanitaria.
Por si fuera poco, contribuyeron a agravar los problemas de la sociedad haitiana. Por
ejemplo el problema de la inseguridad es mucho más grave ahora, dado que hay ahora
una circulación de armas impresionantes. Tenemos pandillas mucho más sofisticadas,
tenemos una inseguridad ciudadana grave que incluso obstaculiza el proceso de
organización popular, y tuvimos una multiplicidad de violaciones contra mujeres, niños
y niñas que quedó totalmente impune. Y lo más grave, sin dudas, fue la introducción del
cólera que causó según diferentes especialistas 30 mil muertos, 800 mil infectados, y
tuvo consecuencias económicas dramáticas para el país. Es decir que una misión
construida con una retórica de derechos humanos, vulneró los derechos humanos
fundamentales de la población. Además, siempre sostuvo una alianza con los sectores
más conservadores y retrógrados, ayudó a instalar un presidente de extrema derecha
como Martelly, que durante su mandato de cinco años trató de desarticular las
conquistas democráticas que el pueblo haitiano había ganado después del año '86.
Los actores populares no podemos aceptar que esos crímenes queden impunes. Estamos
demandando su reparación y queremos crear una gran coalición internacional para
luchar para obtener la reparación del crimen de la difusión del cólera, enfermedad que el
país no conocía hasta entonces. Naciones Unidas es un organismo que tiene la
capacidad financiera, humana, técnica y científica para no solamente luchar contra el
cólera y sus secuelas, sino también para ayudar a crear infraestructuras que no permitan
que la epidemia se repita, tanto a nivel sanitario como en relación a la disponibilidad de
agua potable. Por ejemplo, estamos pensando en la universalización del acceso al agua
potable, que es la mejor manera de erradicar el cólera, lo que demanda de inversiones
menos costosas que lo que gastaba la MINUSTAH en un solo año de actuación.
L.R.
En estos meses hemos acompañado convocatorias y manifestaciones de apoyo a las
luchas del pueblo haitiano en países tan distantes y diferentes como Canadá,
Argentina, Estados Unidos, Brasil, República Dominicana y Puerto Rico. ¿Cuál crees
que es el rol que puede jugar esta otra comunidad internacional? ¿Cuales son hoy las
formas más concretas y útiles de manifestar esta solidaridad?
C.C.
Esa solidaridad es muy importante para nosotros, porque Haití ha nacido dentro de una
visión de solidaridad internacionalista. [Jean-Jacques] Dessalines tenía la convicción de
que el porvenir de la Revolución Haitiana radicaba en la posibilidad de
internacionalizarse, de luchar contra la esclavitud en todo el mundo, e hizo muchos
esfuerzos para combatirla en Brasil, Estados Unidos, Jamaica, Puerto Rico, etc. Para
nosotros la construcción de un proyecto socialista en Haití se basa en la posibilidad de
reconstruir también esa visión internacionalista y de desmentir todos los mitos
perniciosos construidos en torno al país. El imperialismo ha creado una especie de cerco
mediático, una cuarentena que no permite que los pueblos de América Latina que
luchan por las mismas causas que nosotros, conozcan lo que pasa en Haití.
Es muy importante intensificar los intercambios y los procesos de lucha común. En ese
sentido creemos que los últimos años han sido interesantes para recrear esos lazos
internacionalistas. Tenemos el ejemplo magnífico de la Brigada Desallines, una
iniciativa que partió del movimiento campesino de Brasil, para expresar otra forma de
presencia internacional en Haití en oposición a la MINUSTAH, y demostrar que no son
ni tanques ni armas lo que América Latina puede y debe ofrecer. También fue central el
hecho de que durante la presencia nefasta de la MINUSTAH hemos trabajado con
Comités de Solidaridad para la desocupación de Haití en Brasil, Argentina, Uruguay,
Chile, México y otras naciones, lo que ha creado una cercanía mayor y nuevas
estructuras de trabajo. Estamos en un momento en donde se conoce mejor lo que está
haciendo Haití, y a su vez nosotros acompañamos más de cerca las luchas de los
pueblos de América Latina. Recientemente en el Foro Patriótico en Papaye contamos
con la presencia de importantes dirigentes de Brasil, Estados Unidos, Sudáfrica,
Venezuela y Argentina, que también contaron sus experiencias y manifestaron su
voluntad de estar presentes en las luchas del pueblo de Haití.
L.R.
C.C.
Creo que hay una batalla para deconstruir la imagen creada alrededor de Haití y el
desconocimiento casi total sobre su historia, sobre su naturaleza y su cultura. Esto se
logrará creando espacios de confraternización, de trabajo común, de lucha conjunta.
Primero, por supuesto, es interesante estudiar la Revolución Haitiana que es un proceso
único como todas las revoluciones, surgida en un contexto muy adverso en el cual un
pueblo esclavizado logró construir una estrategia victoriosa frente a los tres ejércitos
más potentes de la época: el inglés, el español y el francés. Ese proceso da pistas
fundamentales para reflexionar sobre la construcción de una alternativa postcapitalista.
Hay que pensar que la Revolución Haitiana fue posible en parte gracias a la
movilización de los cimarrones, que fueron grupos de esclavos que huían de las
plantaciones hacia las montañas creando una sociedad totalmente nueva, distinta a las
conocidas, y que a partir de esa nueva sociedad atacaban el régimen de la esclavitud y a
las plantaciones. Ese proceso nos inspira a la hora de pensar como atacar el capitalismo,
como crear una nueva sociedad y nuevas formas de vida y de sociabilidad. Y también el
hecho de que la historia de Haití es una historia de muchas iniciativas de solidaridad con
los afrodescendientes. Dessalines, por ejemplo, invitó a la gente de Estados Unidos a
venir a Haití en tanto tierra de libertad. También, el proceso histórico de resistencia
anticolonial nos obligó a inventar elementos culturales como una lengua, el creol
haitiano, una nueva forma de espiritualidad como el vudú, nuevas formas de cultivar la
tierra a través del lakou, que es un espacio de trabajo comunitario y colectivo. Así que
hay elementos muy interesantes para desde aquí construir una visión totalmente nueva
que rompa con los mandatos capitalistas del individualismo, del egoísmo, de la
instrumentalización de la naturaleza. Por ejemplo, la relación con la naturaleza en el
vudú es muy interesante. Hay una visión de equilibrio entre los ciclos económicos, los
culturales y los biológicos. También, el proceso de resistencia que siempre se ha
mantenido a través de la historia de Haití, ha multiplicado las creaciones culturales en la
música, la danza, la escultura, la pintura, el grabado, el teatro, etc. Hay realmente una
vivencia cultural excepcionalmente rica que siempre tuvo sus raíces en el proceso de
resistencia frente a la dominación colonial y neocolonial.
L.R.
C.C.
Por su parte, el director general de Pemex, Octavio Romero, destacó que esta maniobra
financiera estima establecer mejores condiciones a la compañía estatal de petróleos en
tasas porcentuales y plazos de cancelación de deuda.
“No estamos contratando deuda adicional para Pemex, por el contrario, estamos
mejorando las condiciones financieras de lo que ya se debía, logrando mejores
condiciones, tanto en plazos como tasas”, detalló Romero.
"Cesó el descenso en la extracción que se inició hace 24 años y que hizo crisis en 2018
cuando se perdieron 200 mil barriles diarios. Así nos entregaron el gobierno, con baja
en la extracción y una tendencia negativa hacia la desaparición", dictaminó AMLO.
21 octubre 2019
| Javier Tolcachier
Blog
Como era previsible, la oposición no respeta los resultados y convoca por estas horas a
sus adeptos a desconocer el triunfo y la reelección de Morales Ayma. Invocan fraude,
que igualmente vociferarían ante cualquier resultado adverso, en primera o segunda
vuelta. Al escapárseles esta última de las manos, el tenor se vuelve violento y golpista.
Con esta victoria ganan los sectores más pobres de Bolivia, el campesinado, los
trabajadores y la clase media baja en proceso de empoderamiento social. Celebran
también con júbilos en los distintos rincones de América Latina y el Caribe las fuerzas
de la izquierda y el progresismo.
Estas fueron las fuerzas que constituyeron el grueso de la resistencia al último tramo –
neoliberal - de una explotación de siglos. Constituyen a su vez, el complejo organismo
popular que dio vida a una revolución plurinacional y soberana, que devolvió dignidad
cultural en el intento de ampliar las fronteras democráticas de un estado racista y
plutocrático, enajenado por la oligarquía y servil al interés multinacional.
La legitimidad popular de Evo Morales tiene mucha relación con sus orígenes pobres y
campesinos, pero se funda sobre todo en su trayectoria como dirigente social cocalero y
constructor de la unidad campesino-indígena de todas las regiones y su instrumento
político MAS-IPSP. Herramienta a través de la cual estas orgánicas lograron ocupar
espacio institucional y tener incidencia en las políticas públicas.
La victoria del Frente de Todos será producto de la unidad de (casi) todos los sectores
(casi) opuestos a las políticas macristas. El doble “casi” expresa el eterno aislacionismo
trotskista, cuya razón política suele alimentarse de la autoreferenciación vanguardista,
legado del asesinado fundador de esta corriente, Lev “Trotsky” Bronstein. Tampoco
forman parte de este frente los gobernadores justicialistas de Salta y Córdoba.
De la opresión a la rebelión
En Chile, los jóvenes estudiantes secundarios -tal como ocurrió en la Revolución de los
Pingüinos en 2006- encabezaron la revuelta de la “Evasión masiva” ante el aumento de
los pasajes en el transporte subterráneo, concitando el decidido apoyo de la población
hastiado ya de una dictadura neoliberal de cuatro décadas.
La fuerte orgánica social chilena que llevó a Salvador Allende a la presidencia y fue
destruida o exiliada por el régimen asesino de Pinochet, se ha comenzado a reconstruir.
La resistencia se asienta en el estudiantado, en la articulación de sectores sindicales y
actores sectoriales contra el expolio medioambiental, el sistema de pensiones,
agrupaciones feministas, de Derechos Humanos y de la diversidad. El agotamiento del
bipartidismo como fórmula de conservación ha dado pie además a un conglomerado
frenteamplista cuya inserción social será puesta a prueba en las próximas elecciones
municipales y de gobernadores regionales (2020).
Tanto en Ecuador como en Chile, como respuesta violenta a la justa protesta, los
gobiernos de Moreno y Piñera sacaron el ejército a la calle, decretaron el estado de
excepción y el toque de queda propios de épocas dictatoriales.
De allí que el poder sitúe entre sus objetivos primarios aniquilar preventivamente las
imágenes de posibles alternativas, descabezar y deslegitimar a las rebeldías y
desestructurar todo posible movimiento que amenace con constituirse en eje de las
transformaciones.
Ante los ojos humanos se evidencia la imperiosa necesidad de nuevos horizontes que
recojan lo mejor del trajín histórico anterior y que profundicen la construcción humilde
y sentida de “una revolución social que cambie drásticamente las condiciones de vida
del pueblo, una revolución política que modifique la estructura del poder y, en
definitiva, una revolución humana que cree sus propios paradigmas en reemplazo de los
decadentes valores actuales.”[1]
[1] Silo. Cartas a mis amigos. Séptima Carta. Ed. Centaurus. 1era. Edición (1994)
Buenos Aires.
5. 4 octubre 2019
| Javier Tolcachier
Blog
Al abominable saqueo se sumaron ingleses y franceses hasta que una de las antiguas
colonias –replicando las antiguas enseñanzas de su madre patria británica- barrió a los
demás piratas y reclamó potestad -ya entrado el siglo XX- sobre un conglomerado de
repúblicas dominadas por una oligarquía criolla surgida de la misma prosapia colonial.
Para los esclavos y los autóctonos, sus hijos y los descendientes de una cruza
mayoritariamente forzada, quedó tan sólo la servidumbre y la aceptación de una cultura
extraña como superior, a fuerza de látigo, hambre y plomo. Esa es la breve historia de la
“civilización” de América y de la crucifixión de sus culturas originarias.
Indio o negro continúan siendo términos despectivos y los indios y los negros continúan
siendo los últimos de la tierra. Ser indio o negro es considerado hasta hoy sinónimo de
atraso y aún exhibiendo en el propio rostro la historia y la cultura mestizada de indios o
negros, muchos prefieren distanciarse de su memoria. Esta negación cultural fue exigida
pero también utilizada por el poder blanco para impedir que indios y negros y sus
descendientes tuvieran acceso a formación profesional y con ello a ascenso social y por
supuesto a toda posibilidad de obtener incidencia política.
Por eso mismo, aquél que quería “escalar” socialmente debía abjurar de toda condición
indígena o negra. Para ser aceptado y pertenecer, aunque de modo subalterno, el mestizo
debía demostrar su desprecio por sí mismo, debía dividirse y combatir internamente su
ligazón histórica con los sometidos, colaborando así con el sistema de opresión.
En las ciudades, donde hoy vive más del 80% de la población latinoamericana, debido
al alto costo del suelo (producto de la especulación inmobiliaria) la pobreza se
encuentra en los altos cerros y morros, pero también en las ciénagas y las periferias
urbanas sin servicios públicos. Es habitual también que los marginados se asienten en
zonas cercanas a donde las urbes desaguan sus desechos y olvidan sus derechos. En las
zonas rurales la mayoría es indígena o proviene de su mestizaje.
La segregación tiene rasgos y color. Los marginados portan su origen en la piel, en sus
ojos y cabello. Llevan la historia tallada en sus facciones.
La orografía humana de América Latina y el Caribe muestra además que las zonas más
abandonadas, empobrecidas, subdesarrolladas o alejadas son habitadas
mayoritariamente por indígenas y negros. El Nordeste brasileño, el Chocó colombiano,
Haití y la mayor parte del Caribe, la Sierra y Amazonía ecuatorianas, el Ande peruano y
boliviano, el Norte argentino, la selva paraguaya, el Sur mexicano, la ruralidad
guatemalteca y salvadoreña, el Darién panameño, la costa del Pacífico en Nicaragua,
Honduras y Costa Rica son ejemplos vívidos.
Las revueltas negras e indígenas fueron numerosas y han sido el germen inequívoco de
posteriores gestas libertarias republicanas. Rebeliones que tuvieron en ocasiones
relativo éxito aunque fueron invariablemente respondidas con represión, tormento y
asesinato por parte del poder establecido.
Una variante distinta y muy significativa ha sido la emergencia del EZLN en México,
con la denuncia del Estado como mecanismo de sojuzgamiento y la afirmación del
autogobierno local.
A esta legítima rebelión de negros e indígenas, tal como en épocas pretéritas, los
sectores dominantes oponen un racismo despiadado. En ocasiones sin cortapisas, como
es el caso de la ultraderecha blanca en Bolivia, Brasil, Ecuador, Chile o Uruguay, por
sólo citar algunas, en asociación con los nuevos fundamentalistas evangélicos y sectores
del ejército. En otros casos con engaños mediatizados, clavando la cuchilla en el
segregacionismo latente en parte de los sectores medios. Único modo de dividir a las
mayorías poblacionales, que de otro modo, en unidad, no podrían dominar.
Los llamados a una conciliación social voluntarista, como muestran las estadísticas y un
proceso que lleva ya varios siglos son ingenuas y poco eficientes. La recomposición del
tejido social exige la nivelación de condiciones de vida y la diversidad de posibilidades
vitales para todos.
América Latina y el Caribe es sometida hoy a una intensa presión del poder del Norte,
constituyendo una pieza clave en el sostenimiento del viejo mundo o en la apertura a
uno nuevo, multilateral, libre, compartido, humanista. Un error en la elección de los
pueblos no podrá detener la historia, pero sí retrasarla.
Las Gobiernos de ambas naciones buscan proteger al pueblo del bloqueo económico,
financiero y comercial impuesto por Estados Unidos como medida de desestabilización.
Asimismo, durante la cita, el canciller venezolano se reunió con su par de Azerbaiyán, Elmar
Mammadyarov, a quien entregará próximamente la presidencia del organismo regional.
Arreaza ofreció todo su respaldo al funcionario para avazar en la agenda de este grupo que
integra a naciones como contrafuerza internacional.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció este miércoles que está en curso un
golpe de Estado en su contra, orquestado por la oposición de derecha, y refrendó su
compromiso de defender la democracia en el país suramericano al asegurar que ganó en
las pasadas elecciones generales
"Denuncio ante el pueblo boliviano y el mundo que está en proceso un golpe de estado"
que ha sido preparado por la derecha con apoyo desde el exterior", indicó Morales en
alocución ante medios extranjeros y nacionales.
Aseguró que el Movimiento al Socialismo (MAS) ganó con más de medio millón de
votos, lo cual calificó de un gran triunfo.
"Ganamos con más de medio millón de votos. Es un gran triunfo'" resaltó el mandatario
desde la Casa Grande del Pueblo (sede el Ejecutivo), quien añadió: "Hemos garantizado
el crecimiento económico, la paz social, la justicia social, la igualdad".
El jefe de Estado también llamó a la población a estar atenta y declaró “estado de
emergencia” y destacó que "hasta ahora hemos aguantado y soportado con paciencia
para evitar violencia”.
Explicó que el golpe de Estado que se gesta en Bolivia comenzó con la arremetida
violenta que intentó frenar el conteo de votos electorales, sin brindar la garantía
necesaria al órgano electoral para concluir ese proceso, además de querer posesionar a
un presidente ilegítimo.
Destacó que el sector campesino, cuyo voto le dio la victoria en primera vuelta en un
conteo rápido que hizo el Tribunal Supremo Electoral, fue el protagonista en la
recuperación de la democracia y también resistió las agresiones, internas y externas,
provenientes de dictaduras militares y democracias pactadas que ahora buscan
desconocer las elecciones generales.
En ese sentido, ratificó que el Movimiento Al Socialismo (MAS) esperará con respeto y
paciencia los resultados finales oficiales que emita el Órgano Electoral sobre las
elecciones generales del pasado domingo.
Las zonas donde rige la medida son Arica, Antofagasta, Calama, Tocopilla, Iquique, La
Serena, Coquimbo, Valparaíso, Rancagua, Talca, Concepción y Santiago (capital).
"Las medidas buscan dar un apoyo y un alivio a las familias chilenas de clase media y
sectores vulnerables; este es un primer paso importante, nos permite avanzar en la
recuperación de la confianza", indicó Blumel.
El ministro reiteró que los anuncios del presidente, en temas como pensiones, tarifas
eléctricas, salud y salario, permiten terminar con miedos de la clase media, "la agenda
social permite acabar con los temores de los más vulnerables de enfermarse y de perder
el empleo", agregó.
La diputada por el Partido Comunista, Carmen Hertz, rechazó las medidas optadas y
las calificó como leves, "ninguna medida de fondo subsidios, mijagas, nada de tocar el
modelo de apropiación de los salarios, y de goce de rentistas improductivos a costa de la
inmensa mayoría", añadió.
Este es el quinto toque de queda anunciado por el Gobierno chileno desde el inicio de
las manifestaciones por el alza en el precio en el transporte público.
Se prevé que Díaz-Canel sostenga una reunión con el jefe de Gobierno bielorruso,
Alexandr Lukashenko, así como con otros altos funcionarios del país para desarrollar y
afianzar la cooperación entre ambas naciones.
Luego del arribo del presidente cubano, la cancillería a través de su cuenta de Twitter
publicó que "Díaz-Canel visitó el parque Industrial Gran Piedra, jornada que le
permitió conocer la experiencia del país europeo y las posibilidades que ofrece para el
comercio, la cooperación y la inversión".
El jefe de Estado cubano estima asistir a la XVIII Cumbre del Movimiento de Países No
Alineados (Mnoal), que tendrá lugar en Bakú, Azerbaiyán, el 25 y 26 de octubre,
reseñan medios locales.
Además, las actividades económicas y culturales también formarán parte del programa
de visita de Díaz-Canel en la nación europea.
10.
Cuba anuncia medidas económicas para
potenciar la industria
Publicado 15 octubre 2019
Las nuevas medidas buscan estimular la importación de mercancías con
fines no comerciales, especialmente, aquellas de primera necesidad para
la población.
Una de las empresas para estas transacciones es la entidad estatal servicios automotores
S.A. Zaza, que tendrá a su cargo la comercialización de partes, piezas, accesorios y
otros automotores multimarcas.
La investigación se basa en el artículo 349 del Código Orgánico Integral Penal, el cual
establece que cualquier persona "que promueva, dirija o participe en organizaciones
armadas, comandos, grupos o células terroristas, destinadas a subvertir el órden
público... será sancionada con pena privativa de libertad de cinco a siete años".
Sobre el diálogo, Vargas explicó que la Conaie convocó a una asamblea que recopile las
propuestas de las diferentes organizaciones sociales para ser presentadas cuando se
reanude el diálogo con el Gobierno de Lenín Moreno.