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Cuando pensamos o nos hablan de un psicópata la imagen que nos viene a la mente es la de

alguien como Hannibal Lecter , una persona que comete actos delictivos : viola , asesina …
Pero la realidad es que todo es mucho mas complejo que eso , muchos psicópatas solo
quieren dinero, poder, fama y hay un porcentaje muy pequeño que delinquen .Esto se explica
en el libro “Snakes in Suits: When Psychopaths Go to Work”[Serpientes en traje: cuando los
psicópatas van al trabajo], Paul Babiak, un psicólogo y Robert Hare, un experto en psicopatía,
estudian a los psicópatas de oficina. El mundo de las corporaciones les atrae, un mundo
moderno, abierto y más flexible, en donde los altos riesgos equivalen a grandes ganancias.

Así describen, con una pincelada, a los psicópatas en “Snakes in Suits: When Psychopaths Go
to Work , divide la vida de las personas en cuatro grandes bloques de comportamiento:

- interpersonal , el psicópata es superficial , grandioso , engañoso


- afectivamente , el psicópata no acepta la responsabilidad , carece de empatia , carece
de remordimientos
- estilo de vida , el individuo psicopático es impulsivo , irresponsable , carece de metas
- antisocial , este individuo tiene o ha tenido un comportamiento antisocial en su
adolescencia , siendo adulto y tiene un escaso control del comportamiento

La Asociación Psiquiatrica Americana la llama Trastorno Antisocial de la Personalidad y en el


DSM-III-R, así como el DSM-IV, se da una descripción detallada de los síntomas que deben
aparecer en el individuo para poder incluirlo en el grupo.

Como reflexión voy a señalar el libro de Martha Stout “ The sociopath next door “ donde expone
: imagine no tener conciencia , ninguna en absoluto , ningún sentimiento de culpa o de
remordimiento , ningún sentido de preocupación por el bienestar de gente ajena que puedan
limitarlo. Imagine no vivir ninguna lucha contra la vergüenza sin importar que clase de acción
egoísta perezosa dañina o inmoral realice.

En otras palabras, usted esta totalmente libre de restricciones internas y su libertad


desenfrenada para hacer lo que le apetezca, sin remordimientos de conciencia es favorable
para usted, invisible al resto del mundo.

Usted puede hacer cualquier cosa y así y todo su extraña ventaja sobre la mayoría de la gente
que esta alineada por sus conciencias seguirá muy probablemente sin ser descubierta. ¿Como
vivirá usted su vida? ¿Que hará con su ventaja enorme y secreta? La respuesta dependerá en
gran parte de tan solo lo que sus deseos terminen siendo porque no toda la gente es igual.
Incluso los extremadamente inescrupulosos no son todos iguales….. Hay gente violenta y no
violenta , individuos que les motiva el ansia de la sangre y otros que no ….Loco y espantoso y
verdadero en aproximadamente un 4 por ciento de la población , la tasa predominante de los
desordenes alimenticios anoréxicos se estima en un 3.43 por ciento y se los juzga como casi
epidémicos , los desordenes clasificados como esquizofrenia ocurren en un uno por ciento de
la población . … No estamos enterados y por lo general tampoco identificamos a la gran
cantidad de psicópatas no violentos que se encuentran entre nosotros gente que a menudo no
son infractores descarados …..La presencia o ausencia de conciencia son una seria división
humana y podría decirse que es más significativa que la inteligencia , la raza o hasta el género.

Lo que distingue a toda esta gente del resto de nosotros es un agujero completamente vació en
la psique en donde debería estar las funciones de humanización mas desarrolladas .

En su libro de medicina legal, Bonnet dice que la psicopatia forma una variedad de la
personalidad anormal y que mientras no exista un componente que las deforme o destruya, no

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pueden ser consideradas enfermedades sino un particular "modo de ser y de actuar respecto
de sí y de la sociedad". Schneider dice: "Son aquellas personalidades que sufren por su
anormalidad o hacen sufrir por ella a la sociedad". Parecería surgir de esto, que los psicópatas
no son enfermos mentales sino desviaciones de la media normal psíquica, que -si bien-
habitualmente poseen capacidad de juicio concreto y abstracto de la realidad, son
influenciables -en mayor o menor grado- por vivencias externas capaces de modificar su juicio.
A diferencia de los neuróticos, que sufren ellos mismos, estos individuos hacen sufrir a los
demás. Es decir introduce de esta manera un concepto valorativo desde el punto de vista
social, y si bien reconoce que dicho criterio es eminentemente subjetivo, sustenta su
formulación, en la necesidad de una selección práctica. La clasificación propuesta es quizás el
aporte más importante que el autor realiza a la psiquiatría europea.
Esta clasificación pretende establecer una tipología asistemática con tipos esenciales
incomparables caracterizados y designados sólo por sus rasgos más sobresalientes. Las diez
categorías descriptas son: hipertímicos, depresivos, inseguros, fanáticos, necesitados de
estima, lábiles de estado de ánimo, explosivos, desalmados, abúlicos y asténicos.
La psicopatía no constituye un fenómeno moderno, encontramos antecedentes de psicópatas a
lo largo de toda la evolución histórica de la humanidad. La literatura nos proporciona
abundantes muestras de ella. Teofrasto, discípulo de Aristóteles menciona una clase particular
de sujeto al que llama “hombre inescrupuloso” a quien describe como el sujeto que “pedirá
dinero prestado a un acreedor a quien jamás le ha pagado una deuda. Si compra algo,
recordará al carnicero que le debe un favor y arrojará a la balanza un trozo de carne y si puede,
un hueso carnudo adicional.(Millon, 1998).

A su vez, se trata del primer trastorno psiquiátrico descrito específicamente cuando Pinel
(1745-1826) reemplaza el término de “folie raisonante” por “manie sans delire”, y precisa que
se trataría de una forma de manía sin déficit en las facultades cognitivas, pero con un severo
daño en la capacidad afectiva. Esa aguda observación, constituye una de las características
descriptivas del psicópata. Su conducta aparenta locura, pero al examen mental, el sujeto
aparece con sus facultades cognitivas intactas a pesar de su extrema frialdad emocional.

Prichard (1837 – 1973) plantea que tanto el juicio médico como el lego concuerdan en que lo
que llaman delirio o alucinaciones constituyen la característica central de la locura; por lo tanto,
cuando Pinel habla de “manía sin delirio” discrimina entre aquellos trastornos que implican una
pérdida del juicio de realidad y los que no involucran el grado de compromiso cognitivo que
tiene el demente o loco. Además, hace énfasis en el componente de “furia abstracta y
sanguinaria, con propensión ciega a los actos violentos (1801). Esto soluciona parcialmente el
debate en torno a un diagnóstico de particular dificultad cuando se trata de sujetos cuyos actos
podrían ser indicativos de locura, pero que desconciertan por su lucidez mental. Sin embargo,
Prichard al llamarla “insanía moral” le agrega un componente evaluativo, que marcará el curso
de este diagnóstico durante muchos años y que en parte podría ser responsable de la
reticencia actual frente al constructo.

Por otra parte, tanto Pinel como Prichard, ven en el psicópata una “manía sin delirio” o “una
pasión excesiva” acompañada por inestabilidad anímica extrema, por lo que es factible
plantear que probablemente se hayan incluido los trastornos bipolares que aún no habían sido
clasificados como trastorno mental.

El psiquiatra inglés Henry Maudsley apoyará los postulados de Prichard y planteará en su libro
Responsibility in Mental Desease (1874) la inutilidad de castigar a quienes no pueden controlar
su conducta. Por lo que atribuye una característica de inimputabilidad debido a razones de
insanía a los delitos cometidos por este tipo de personas. Sin embargo, también se deberá
considerar que Maudsley, fue un fuerte crítico del sistema carcelario: “Si hemos de estar
satisfechos y considerar a nuestro sistema carcelario como el mejor que pueda existir para la
prevención del crimen y para reformar al criminal, podemos quedarnos satisfechos de que este
es el mejor tipo de tratamiento que puede existir para el tipo de locura que sufren los
criminales” (1874) No escapa a nuestra atención la ironía de esta frase de quien luego
clasificaría la “psicosis criminal” como una “enfermedad intratable” debido a su falta completa
de desarrollo moral.

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Benjamín Rush (1812 – 1962), psiquiatra estadounidense cuya firma se encuentra en la
Declaración de la Independencia de dicho país, plantea que se trataría de una alteración de la
voluntad con una “depravación innata” acompañada por una “alteración de las facultades
morales de la mente” (Millon, 1998). Su tesis se fundamenta en los postulados de J.C. Prichard
en relación a que quienes tienen esta enfermedad no comparten los “sentimientos naturales”
de decoro, bondad y responsabilidad propios de los seres humanos.
Posteriormente J. L. Koch (1891) habla de inferioridades psicopáticas, pero dice inferioridades
en sentido social y no moral como se entiende erróneamente . Para Koch, entonces, las
inferioridades psicopáticas eran congénitas y permanentes y las dividía en tres formas:
disposición psicopática, tara psíquica congénita y degeneración psicopática. Dentro de la
primera forma se encuentran los asténicos de Schneider, dentro de la tara incluye a "las almas
impresionables, los sentimentalistas lacrimosos, los soñadores y fantásticos, los huraños, los
apocados, los escrupulosos morales, los delicados y susceptibles, los caprichosos, los
exaltados, los excéntricos, los justicieros, los reformadores del estado y del mundo, los tercos y
los porfiados, los orgullosos, los indiscretos, los burlones, los vanidosos y los presumidos, los
trotacalles y los noveleros, los inquietos, los malvados, los estrafalarios, los coleccionistas y los
inventores, los genios fracasados y no fracasados". Todos estos estados son causados por
inferioridades congénitas de la constitución cerebral, pero no son consideradas enfermedades.

Schneider reconoce que fue Koch quien había dividido a sus tarados según fuesen “una carga
y una molestia sólo para sí mismos o también para los demás”; concepto que luego él adaptará
para distinguir a los psicópatas de los excéntricos: Las personalidades psicopáticas son las que
sufren por su anormalidad o hacen sufrir, bajo ella, a la sociedad”.

Para J. Wyrsch fue J. Koch el que impuso la expresión psicopatía con el significado que hoy se
le atribuye, en su libro Die psychopathischen Minderwertigkeiten de 1891. Allí es definida la
psicopatía como variantes anormales del carácter, en su mayor parte congénitas, y en una
pequeña parte como consecuencia de enfermedades procesuales psíquicas y nerviosas. A
partir de este concepto se generalizó la expresión “psicopatías constitucionales”.

Kraepelin, cuando hace la clasificación de las enfermedades mentales en 1904 usa el


término "personalidad psicopática" para referirse, precisamente, a este tipo de personas que no
son ni neuróticos, ni psicóticos, no están en el esquema de manía - depresión, pero que sí
tienen un choque en cuanto a los parámetros sociales imperantes. Incluye en ellos a los
criminales congénitos, la homosexualidad, los estados obsesivos, la locura impulsiva, los
inconstantes, los embusteros y farsantes y los seudolitigantes.

Para Kraepelin, las personalidades psicopáticas son formas frustradas de psicosis, las define
siguiendo un criterio fundamentalmente genético y considera que sus defectos se limitan
esencialmente a la vida afectiva y a la voluntad.

Veamos como Kraepelin describe un caso , 1905,:

“Señores: Influencias de varios órdenes determinan las disposiciones hereditarias; por un lado
vemos reaparecer en la progenie cualidades personales de los progenitores, buenas o malas,
sanas o mórbidas; por otra parte es de observar cómo gobiernan y moldean los caracteres
individuales de la descendencia durante el curso de su desenvolvimiento las acciones,
manifestándose así, a la vez que patentes semejanzas entre padres e hijos, multitud de
variaciones que dan por resultado un avance hacia estados más perfectos o una
retrogradación, lo que se llama “la degeneración”. En este último caso, cuando predominan las
influencias dañinas morbígenas, la generación nueva llevará en su seno semillas de
destrucción, que irán germinando, a menos que en el curso ulterior la familia adquiera
compensación o disminución de las cualidades degenerativas por cruzamientos regeneradores.
Muchas son las formas clínicas en que la degeneración se manifiesta; ya nos es conocido el
favorable abono que representa para las más diversas variedades de perturbaciones en la
mente, entre las cuales descuellan las que observamos en la locura maníaca depresiva, el
histerismo y la locura de las obsesiones. Unas veces la degeneración se declara desde la
juventud de un modo permanente, en la viciosa dirección que toman todos los apetitos y

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deseos; otras aparece en períodos más adelantados, y suele variar en la intensidad con
relación a éstos. Así pues podemos discernir entre estados morbosos congénitos y estados
personales, según que los trastornos aparezcan como correspondientes a los progenitores o
como anomalías puramente individuales o adquiridas, aunque no sea tan fácil como parece
establecer tan concreta distinción.

Si se quiere estudiar algunos de los fenómenos relacionados con este asunto, ruego que fijen
la atención en primer lugar, en el caso de este químico de 22 años que recientemente nos ha
sido enviado por la policía a causa de su estado mental. Se le acusa de actos inmorales con
niños de 10 y 14 años. Para cometerlos primero entabla conversación con ellos en la calle, y
después de enviarles un recado insignificante, los lleva a su cuarto, donde cerraba
cuidadosamente las puertas y ventanas, y después de hablarles un buen rato, cometía los
actos reprochables de los que se lo acusa. Por último les hacía un regalo, encargándoles el
silencio y que volvieran a los pocos días. En una carta enviada a uno de los muchachos
durante su prisión y antes del juicio le rogaba que le perdonase, le decía que lo amaba, y se
despedía tiernamente de él enviándole “el corazón en un beso”.

Las circunstancias del caso nos llevan a inquirir los antecedentes del acusado. Nos describen a
su padre como hombre fácilmente asustadizo; un hermano suyo murió de pequeño a causa de
convulsiones; una hermana era “nerviosa”, su madre padeció de estados emocionales durante
el embarazo, y sus partos siempre fueron difíciles. Nuestro enfermo fue de niño muy delicado,
empezó a hablar muy tarde, su charla no llegó a ser inteligible hasta que cumplió los cuatro
años. Después al hablar, invertía las sílabas de una palabra, diciendo, por ejemplo, parro por
ropa, padecía de dolores de cabeza, y era sumamente tímido. A consecuencia de su lenguaje
deficiente y de su escaso poder de comprensión -por lo que figuraba entre los más atrasados
de la escuela pública- hubo que trasladarle a una escuela privada, porque, además, tenía
frecuentes altercados con los maestros y malgastaba el tiempo en dedicarse a remar y hacer
barquitos.

Con gran dificultad hizo el examen del voluntariado. Quiso entrar al Ejército, pero fue
desechado por deformidad de la mano derecha. Después estudió en la politécnica, donde
gastó mucho dinero, dijo que era conde, y trató de suicidarse cuando se descubrió la mentira.
Fracasaron las gestiones que se hicieron para dejarle colocado en una fábrica, pues a poco de
ingresar en ella solía faltar muchos días y de continuo solicitaba dinero por adelantado.
Después fue a Bremen con objeto de embarcarse para América, donde pensaba hacerse pasar
por doctor en Química; pero perdió el barco, y al volver a su casa se mostró sumamente
contrariado e irritable; escribiéndole a sus padres en demanda de una buena cantidad para
desarrollar ciertos proyectos que describía en detalle. Hablaba de una ‘voz que no todos oyen’
y de un ‘ansia íntima por algo que no puede poseer y que impulsa a la creencia y a la
esperanza de satisfacer alma y espíritu si ello es divinizado y entendido’. Decía que le gustaría
luchar por el peligro, pues latía en su sangre un deseo de hacer algo que requiriese mucha
audacia. De sus fracasos no se imputaba más que una mínima parte: fueron sus maestros los
que no acertaron a comprender que a tal discípulo ‘correspondía un molde especial’.

Notaron sus padres que hace algunos años nuestro enfermo gustaba singularmente de la
compañía de niños menores en edad, a los cuales hacía regalos exorbitantes casi diariamente.

.... Se consultó a un alienista y se lo internó en contra de su voluntad. Aprovechando el


descuido de uno de los enfermeros consiguió fugarse algunos días después, y se presentó a su
madre, quien lo perdonó después de reiteradas súplicas y promesas de reanudar una vez más
sus estudios de Química. Apenas transcurridos dos meses fue detenido por ofensas a la
moral.

El enfermo está tranquilo, en su juicio y completamente lúcido. No se aprecian trastornos de la


memoria; hay indiferencia emotiva, que se rompe de vez en cuando por una risa forzada. En
conjunto es natural su porte, aunque parece destacarse más el tono amable y afectuoso.
Confiesa con franqueza su delito, y lo explica diciendo que siempre ha tratado a sus
compañeros con afecto caluroso, y así es como se ha desarrollado el ‘lado malo de su pasión’,
hasta que finalmente le arrastró por encima de todos sus esfuerzos a olvidar la miseria de su

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hasta aquí desdichada vida en placeres sexuales. Llevado por el ejemplo cayó en el onanismo,
cuando era chico, y se condujo indecentemente una o dos veces con sus compañeros, si bien
después no ha vuelto a pensar en tales cosas; le ocupaba todo el pensamiento una muchacha
con quien tenía relaciones y con la cual aún piensa casarse. Empezó a tratar con mujeres en
Berlín, pero llegó a perder la inclinación por el sexo femenino cuando conoció a un muchacho
de 13 años que le atrajo hondamente. Hace poco tiempo cobraron gran intensidad los impulsos
que le han llevado a cometer atentados criminales sobre cuya naturaleza no se ha preocupado
ni poco ni mucho. Ahora se siente horrorizado por tales conductas y no puede comprender
cómo pudo ser el autor de tales hechos. No ha tenido relaciones ilícitas con personas
mayores, ni experimentado voluptuosidad sexual por los malos tratamientos inferidos a otras
personas, ni sentido atracción por las prendas o labores femeninas.

... De los salientes rasgos expuestos, el más notable es la vida inquieta que el paciente ha
tenido; su incapacidad para acomodarse al sistema nacional de educación y la necesidad de
satisfacer sus exigencias, así como los repetidos cambios en el objetivo de sus deseos, ya en
la escuela, ya en su vida ulterior. Esto nos indica una considerable desviación del promedio
humano, principalmente a la degeneración, cuyas trazas hemos podido apreciar bien, tanto en
las deformidades físicas como en la marcha de la evolución mental. En igual sentido deben
considerarse las desviaciones sexuales de nuestro enfermo. La experiencia nos ha enseñado
repetidas veces que los impulsos sexuales suelen despertarse muy pronto en los degenerados,
los cuales conducen al onanismo, y que de tal comienzo, toman las más extraordinarias
direcciones, determinando su curso las diferencias de contacto con lo realidad, por lo que
algunas veces se orientan hacia personas del mismo sexo, y otras hacia niños.

... difícil será esperar que llegue este enfermo a estar nunca en condiciones de conquistar una
posición social independiente mediante el trabajo regular y ordenado; sus inclinaciones contra
natura le llevarán más o menos tarde a ejecutar nuevos atentados inmorales”.

Emil Kraepelin (1915) al afirmar que los psicópatas son deficitarios ya sea en los afectos o en
la voluntad, y al catalogarlos como “enemigos de la sociedad… caracterizados por un
oscurecimiento de los elementos morales…son destructivos y amenazantes y con una
emocionalidad superficial” apoya la sinonimia entre la psicopatía y el trastorno de personalidad
antisocial. Consecuentemente, hay todo un grupo de trastornos que son marcados por
definiciones filosóficas y morales que poco o nada tienen que ver con el pensamiento científico
empírico.

K. Schneider (1923) deja entrever las primeras consideraciones de que no todos los
delincuentes serían psicópatas, ni todos los psicópatas serían delincuentes en el estricto
sentido de la palabra. Schneider plantea que estos sujetos de “cabeza caliente” a menudo
crean problemas sociales por matrimonios disfuncionales, su falta de preocupación por sus
hijos y sus actos delictuales. Es decir, amplía el rango de acción y elimina el juicio moral. Sin
embargo, las clasificaciones de K. Schneider incluirían trastornos que en el presente
constituyen entidades nosológicas diferenciadas, entre ellos varios de los trastornos de
personalidad del DSM-IV.

Eugen Kahn en 1928, clasifica a los psicópatas desde tres puntos de vista:

a) por su instintividad los agrupa en débiles, impulsivos o psicópatas sexuales;

b) según su temperamento en hipertímicos (vivaces, excitables, explosivos, irritables, alegres,


eufóricos) e hipotómicos (flemáticos, embotados, pobres de sentimientos o insensibles,
angustiados disfóricos, malhumorados, tristes y los lábiles de ánimo;

c) variaciones anormales en psicópatas distónicos, que están orientados respecto a su yo bajo


las formas de la sobrevaloración, la infravaloración o la ambitendencia

En 1941, Hervey Cleckley publica la primera edición de “The Mask of Sanity” donde hace una
descripción de las características del psicópata que sirven de base a las investigaciones del

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psicólogo cognitivo Robert D. Hare, y que derivan en la elaboración del Hare Pschopathy
Checklist Revised (PCL-R) en 1991. Cleckley plantea que existe una serie de pacientes cuya
conducta es confusa para médicos, psiquiatras, psicólogos, abogados y víctimas. Se
caracterizan por tener un coeficiente intelectual normal con emociones empobrecidas,
conductas irresponsables y motivaciones inadecuadas. Sus víctimas parecieran estar
indefensas frente a él. Una y otra vez, las ataca y puede incluso “destruirlas” emocionalmente,
es un predador inteligente cuya opción es el menoscabo psíquico o físico de las víctimas para
su propia satisfacción. Por primera vez se plantea expresamente que no todos los criminales
son psicópatas y que la mayoría de ellos no comete grandes crímenes, sino pequeñas
transgresiones una y otra vez.

Cleckley hace especial referencia a la dificultad en la comprensión emocional de estos sujetos


y en su incapacidad de percatarse del sufrimiento del otro. El psicópata no puede empatizar
con el dolor o sufrimiento ajeno porque su aparato psíquico no contiene estos conceptos.
También cabe destacar el papel que otorga a las víctimas, en tanto, la acción del psicópata
pareciera destruir el aparato psíquico de su presa en forma tal que ésta queda literalmente
desarmada frente a él o ella.

Frente a las diferentes definiciones de Psicopatía, Robert Hare, psicólogo forense de la


Universidad de British Columbia, Canadá, en un intento de operacionalizar el constructo,
elabora la Escala de Evaluación de la Psicopatía en 1991. En el presente El PCL-R no sólo
ha demostrado una gran claridad conceptual tras él sino que ha resultado un excelente
instrumento diagnóstico y predictor de reincidencia avalado por más de 1000 investigaciones
hasta la fecha.

Su autor propone que un psicópata es un sujeto caracterizado por una constelación de rasgos
que se agrupan en cuatro áreas, lo interpersonal, lo afectivo, el estilo de vida y el estilo
antisocial. Define al psicópata como un sujeto superficial, locuaz y encantador; con una gran
capacidad de manipulación y de control sobre las demás personas. Su emocionalidad es poco
profunda, no se vincula efectivamente con nadie y tiene una manifiesta incapacidad de sentir
culpa o remordimiento por el daño causado a sus víctimas. En general es buscador de
emociones fuertes, irresponsable, y tiene un estilo de vida que depende del impulso del
momento. No planifica su futuro y resta importancia a los problemas que sus acciones
delictuales o transgresiones éticas pudiesen acarrearle. Hay un desprecio total hacia las demás
personas y tiene un marcado egocentrismo. Su estilo trasgresor se expresa desde edades muy
tempranas, incluso antes de los 12 años.

En su génesis habría un fuerte componente biológico modulado por el medio, que se manifiesta
a lo largo de toda la historia vital del sujeto y no a partir de un acontecimiento traumático.
Tampoco, se puede realizar un diagnóstico de psicopatía en base a un solo delito o a un solo
acontecimiento, sin importar lo grave que haya sido, sino que el psicópata es un sujeto
movedizo a la hora de transgredir y las conductas antisociales deberán ser evaluadas por su
intensidad, frecuencia y versatilidad. Sus conductas transgresoras pueden tienden a disminuir
después de haber cumplido los 50 años, probablemente debido a la mengua de sus
capacidades físicas.

Mira y López en su Tratado de Psicología Jurídica en 1945, define a la personalidad


psicopática como "...aquella personalidad mal estructurada, predispuesta a la desarmonía
intrapsíquica, que tiene menos capacidad que la mayoría de los miembros de su edad, sexo y
cultura para adaptarse a las exigencias de la vida social".
Considera en su clasificación, 11 tipos anormales y que denomina: asténica, compulsiva,
explosiva, inestable, histérica, cicloide, sensitivo-paranoide, esquizoide, perversa,
hipocondríaca y... homosexual.
Este autor, en su manual de psiquiatría señala que el concepto de "personalidades
psicopáticas" ha sustituido al de "constitución psicopática", teniendo en cuenta que tales
personalidades no son sólo el producto de propiedades genotípicas, toda vez que existe un
gran número de personas, que sin tener un déficit en su desarrollo psíquico viven en un

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inestable equilibrio intrapsíquico, fácilmente perturbado cuando las circunstancias ambientales
se hacen desfavorables.

Otro rasgo distintivo para este autor es la falta de objetividad en los juicios. Finalmente, señala
la excesiva discordancia existente entre el concepto que tienen de sí y de los demás, el que los
demás tienen de ella y el "ideal" personal hacia el cual aspiran.

En suma, dice, las personalidades psicopáticas ofrecen muchos rasgos de "primitivismo


mental" y son desde este punto compatibles a las mentalidades infantiles y salvajes.

K. Eissler, en 1949 señalando la diferencia que existía entre los psociópatas -personalidad
antisocial de los neuróticos y de los delincuentes- consideraba que aquellos eran portadores de
ciertos trastornos que le eran propios. Estos trastornos presentan como características además
de la ausencia de sentimiento de culpa y de ansiedad, superficialidad de las metas y
orientación egocéntrica.

Los hermanos William y Joan Mc Cord, en su libro "Psicopatía y Delincuente", describen lo


que dieron en llamar "síndrome psicopático". Describieron en él, las siguientes características:
escaso o ningún sentimiento de culpa, perturbada capacidad de amar (cuando tienen alguna
relación afectiva, es escasa, de corta duración y tendiente a la satisfacción de sus propios
deseos), conducta asocial, necesidad de excitación, impulsividad y agresión.

En 1960, Glover, destaca como característica que definen al psicópata, perturbaciones


afectivas, perturbaciones del instinto, deficiente estructura yoica, deficiente estructura
superyoica, juicio de realidad disminuido, vivir sólo el presente, vale decir ausencia de
capacidad de prospección, bajo umbral frente a las frustraciones de origen constitucional,
conductas antisociales y ubica a estos enfermos entre las neurosis y las psicosis.

En 1961, Karpman (The estructure of neurosis... ‘Archives of Psychodynamics, 4, 1961, 599-


646) dice "dentro de los psicópatas hay dos grandes grupos, están los depredadores y los
parásitos" (haciendo la analogía biológica). "Los depredadores toman las cosas por la fuerza y
los parásitos a través de la astucia y de la pasividad; hacen una ‘sangría’ parasitaria
consistente en aparentar desamparo, necesidad de ayuda y de simpatía infinita."

Por su parte D. Liberman, en 1962, se ocupa de las psicopatías, considerando que


presentan una perturbación pragmática que toma de Morris y la semiótica, subdividida en
semántica, sintaxis y pragmática, es decir que ubica en el área de la comunicación dicha
perturbación y de la cual se derivan las otras es decir, dificultades en el pensamiento, en su
relación con la realidad y en la constitución de una identidad integrada. Esa perturbación
pragmática le imposibilita el uso instrumental de los símbolos verbales y es una de las causas
que determinan su lenguaje de acción porque reemplaza la palabra por la acción impulsiva

Henry Ey, en su "Tratado de psiquiatría" de 1965, incluye a las personalidades psicopáticas


dentro del capítulo de las enfermedades mentales crónicas, que considera como un
desequilibrio psíquico destacando en él las anomalías caracterológicas de las personas y dice
que las características básicas son la antisociabilidad y su impulsividad. Dicho autor señala
respecto a las anomalías caracterológicas que la patología del carácter representa un proceso
de organización (en el que se combinan y suman los rasgos del carácter y los mecanismos de
defensa del Yo) para formar una clase de personalidad anacrónica, regresiva y como
encadenada a su fatalidad interna y agrega que ese desequilibrio psíquico afecta a la cohesión
y equilibrio emocional y volitivo de la personalidad.

En 1966 Robins comienza con las bases para lo que se llamó después, en el DSM, "trastornos
de la personalidad."

Hare menciona que S. Arieti (The intrapsychic self, Nueva York: Basic Books, 1967) distingue
la psicopatía simple de la compleja: “La principal característica de la simple es la incapacidad
para aplazar la satisfacción de las necesidades psicológicas y biológicas, dejando aparte toda

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consideración de las consecuencias que dicha acción pueda tener tanto para sí mismo como
para los demás. No ignora, en el plano de las ideas, que podría satisfacer sus necesidades
siguiendo el largo proceso normalmente requerido para la consecución plena y socialmente
aceptable del objetivo perseguido. Sin embargo, el futuro sólo existe para ellos como algo
sumamente vago y remoto, y carece de toda significación emotiva inmediata todo lo cual hace
que no estén dispuestos a retrasar dicha consecución. Por otra parte, la posibilidad de recibir
en el futuro un castigo por sus actos tampoco influye sobre su inmediato comportamiento,
puesto que es incapaz de experimentar ‘una ansiedad de circuito largo’, una vaga sospecha de
un posible peligro o de una posible contrariedad. La psicopatía compleja es similar a la simple,
pero en ella el comportamiento no está determinado solamente por el deseo de satisfacer las
propias conveniencias, sino también por el modo de conseguir lo que se quiere, y de
escabullirse a continuación. Tales psicópatas son ordinariamente muy inteligentes y capaces
de planear métodos adecuados para obtener lo que apetecen, sin la menor preocupación por la
moral social. Los atracadores profesionales de bancos, ciertos políticos y hombres de negocios
podrían entrar dentro de esta categoría.”

Para McCord (1964) las características principales de la psicopatía son la incapacidad de amar
y de sentir culpabilidad. Craft (1965) da como rasgos principales la ausencia de sentimientos
hacia los demás y la tendencia a actuar por impulsos y sin ningún prejuicio, y como
secundarios la agresividad, la falta de vergüenza y de sentido de culpabilidad, la ineptitud para
aprovechar la experiencia vivida y la ausencia de motivaciones adecuadas. Foulds (1965)
considera que el egocentrismo y la falta de empatía son los factores responsables de las
anormalidades que presentan las relaciones interpersonales de los psicópatas: como son
incapaces de situarse en lugar de las demás personas, los psicópatas las manipulan
tranquilamente, como si se tratase de objetos, satisfaciendo de este modo sus deseos sin
preocuparse en absoluto por los efectos que sus actos puedan tener. L.C. Kolb, en 1976, en
su "Tratado de Psiquiatría Clínica Moderna", señala que en los trastornos de personalidad se
dan variantes que van desde la inflexibilidad de la personalidad o su especial vulnerabilidad
ante determinadas causas de stress, y las dificultades en la adaptación sexual y social que
resultan evidentes y aparecen en forma repetida a lo largo de la vida, a pesar de que el
individuo posee una capacidad intelectual adecuada. Este mismo autor refiere que en los
trastornos de la personalidad con manifestaciones de tinte paranoide, ciclotímico y esquizoide,
el funcionamiento Yoico y la capacidad de valorar la realidad permanecen intactos, permitiendo
a la persona adaptarse a la sociedad en forma afectiva.

Hay controversias entre distintas escuelas. Todas, de alguna forma, apuntan a tres conceptos
básicos:

- La primera posición (intrínseca) corresponde a la escuela constitucionalista y sostiene que


el psicópata deviene de una constitución especial, siendo genéticamente determinado, y, en
consecuencia, poco se puede hacer.

-La segunda escuela es la social (extrínseca). Ésta dice que la sociedad hace al psicópata,
hace a sus propios criminales por no darles los medios educativos o económicos necesarios.
Existieron dos estilos diferentes de institutos especiales: La escuela inglesa Lyman (cerrada en
1972), con un sistema disciplinario rígido, autoritario, duro, y la escuela Wiltwyck (fundada en
1937), estadounidense, en donde la idea era crear un ambiente cálido, afectuoso,
propendiendo a la amistad, una "disciplina de amor" . Los psicópatas constituían el 35% de la
población en ambas escuelas, y si bien Wiltwyck tuvo un marcado éxito inicial la tasa de
reincidencia fue semejante.

-La tercer escuela es la psicoanalista, que habla de perversiones sólo en relación con la
sexualidad. Cuando el trastorno implica otras pulsiones, Freud habla de libidinización de dicha
pulsión, que ha sido "pervertida" por la sexualidad. La perversión adulta aparece como la
persistencia o reaparición de un componente parcial de la sexualidad. La perversión sería una
regresión a una fijación anterior de la libido.Para Freud el paso a la plena organización genital
supone:

8
a) la superación del complejo de Edipo,

b) la asunción del complejo de castración y

c) la aceptación de la prohibición del incesto. Así la perversión llamada fetichismo va ligada a


la renegación de la castración.

Uno de los inconvenientes más graves que han encontrado los investigadores en esta área ha
sido la gran diversidad de instrumentos empleados para el diagnóstico de psicopatía, lo que ha
motivado que los resultados obtenidos por unos no hayan podido ser comparados con los
obtenidos por otros. Se puede decir que la evaluación se ha llevado a cabo a través de dos
métodos:

a. mediante autoinformes.
b. mediante procedimientos clínicos conductuales.

Entre los autoinformes más utilizados podemos señalar los siguientes:

 El Minnesotta Multiphasic Personality Inventory (MMPI) de Hathaway y McKinley


(1943), bien en su totalidad o más usualmente utilizando algunas escalas del mismo,
como la de Desviación Psicopática (Pd), escala que se ha mostrado muy útil para la
discriminación de psicópatas e incluso presos con el Trastorno Antisocial de
Personalidad (TAP) del DSM III-R. Junto a esta escala se ha utilizado también la de
Manía (Ma) del mismo MMPI.
 La Escala de Socialización (So) del California Psychological Inventory (CPI, Gough,
1969)
 El Activity Preference Questionaire (Lykken y otros, 1973)
 La escala SPY (Sociopatía) de Spielberger y otros (1978)
 La Escala Experimental de Psicopatía elaborada a partir del listado de los 22 items de
Hare (EEPH), realizada por Tejero y Torrubia en el Departamento de Psicología Médica
de la Universidad de Barcelona (Trabajo no publicado).
 La Escala del Trastorno Antisocial de la Personalidad de Aluja (ETAPA) (1986), que
consta de 47 items, y cuyo contenido se ajusta a los criterios de psicopatía del DSM-
III.R.

Dentro del segundo sistema de evaluación de la psicopatía ha sido frecuente el uso de


evaluaciones globales basadas en criterios diagnósticos, es decir, en este sistema de
evaluación se definen unas características y rasgos previos de psicopatía y se evalúan
posteriormente estas características mediante preguntas del investigador, en una escala
graduada. Este procedimiento se empieza a utilizar hacia los años 60 cara a la clasificación
forense y penitenciaria.

Dentro de este sistema cabe destacar, como más importantes y más utilizados, los 16 criterios
de psicopatía de Cleckley (1964) y los 22 items de Hare (1980) elaborados a partir de los
criterios de Cleckley. Esta escala se puntúa a partir de la historia clínica y de una entrevista
semiestructurada que se hace al sujeto.

En general los estudios han demostrado que las evaluaciones basadas en los métodos clínico-
conductuales son más válidas que las basadas en los autoinformes (Hare, 1985).

En los últimos años se ha ido reemplazando el concepto de "psicopatía" por otro concepto de
naturaleza más sociológica, el TAP, "Trastorno Antisocial de la Personalidad" (DSM-III, APA
1980).
En la actualidad los sustantivos referidos anteriormente como manía, locura sin delirio, locura
de los degenerados, moral insanity, etcétera, han sido reemplazados por el trastorno antisocial
de la personalidad en términos de clasificación psiquiátrica alegándose el término psicopatía a
la investigación.

9
Existen muchos autores que consideran que a pesar del uso frecuente como sinónimos
equivalentes de los términos psicopatía y trastorno antisocial de la personalidad, se trataría de
dos conceptos diferentes. Al parecer el concepto responsable de tal confusión sería la
conducta antisocial, como dado que es el punto de intersección entre ambos trastornos. Si
consideramos la conducta antisocial en sí misma nos encontraríamos con que en ocasiones el
factor responsable de su manifestación es la personalidad psicopática, en otras ocasiones
sería el trastorno antisocial de la personalidad quedando un área en las que se incluirían
diversas causas como el alcoholismo y la drogadicción.
La psiquiatría clásica los define como personas inestables que se dan a los placeres
inmediatos, parecen carecer de un sentido de responsabilidad y a pesar de humillaciones y
castigos repetidos no aprenden a modificar su conducta. El tipo de personalidad más
frecuentemente descrito corresponde a la denominada constitución perversa o personalidad
desalmada de Schneider.

En la tesis de doctorado Personalidad Psicopática Perversa Post-traumática, escrita por el Dr.


Antonio Bruno, en el año 1958, el autor resume en cinco términos la sintomatología de este
cuadro.

1) Inafectividad: ya desde niño se observa el desapego y el carácter disimulado. No


manifiesta inclinación por nadie, permanece indiferente al afecto que se le brinda. Se observa
en el perverso una completa pérdida de la afectividad que une a los hijos con los padres y a los
hombres con sus semejantes. Se burla cínicamente de ello. No hay en estos enfermos atisbos
de reacciones emocionales. La frialdad emocional es su signo.

2) Amoralidad: padecen los perversos una insensibilidad moral más o menos completa, una
falta de juicio moral y de noción de ética. Carecen, siguiendo a Schneider, de conciencia moral,
ausencia de sentimientos morales . Cabe mencionar aquí el llamado "síntoma de Lombroso",
por De Sanctis, consistente en la relación que habitualmente se encuentra entre la hipoalgesia
de los tejidos o escasa sensibilidad al dolor físico y grave insensibilidad moral que llega hasta
la inmoralidad.

3) Impulsividad: la pérdida del sentido moral permite comprender fácilmente que los instintos
no poseen freno alguno. Además de la ausencia de sentimientos éticos altruistas, se aprecia
como disturbio final afectivo una gran irritabilidad, que unido a la falta de sentimientos morales,
lo impulsan a cometer las más grandes brutalidades y crueldades, llegando fácilmente a actos
agresivos (homicidios, lesiones).

4) Inadaptabilidad: el perverso muestra ya sus primeros contactos sociales en disciplina,


crueldad y manifiesta tendencia a la actividad delictiva. La inadaptabilidad aparece
tempranamente en el medio familiar, se sienten molestos a la autoridad de sus progenitores.
Durante el período escolar es un alumno detestable, incapaz de observar los reglamentos
escolares. Por su mentalidad, no tiene estabilidad en un oficio o empleo. Por ello su vida
comienza a desenvolverse al margen de la ley y de la sociedad. Detenidos van a la cárcel,
puestos en libertad vuelven a lo mismo, es imposible corregirlos.

5) Incorregibilidad: puede desmembrarse de lo indicado como inadaptabilidad. En efecto, el


perverso no puede recibir los beneficios de la reeducación, pues son incapaces de alcanzar las
posibilidades de una readaptación social siendo insensibles al castigo o al premio. Gisbert
Calabuyg y Sánchez Blanque refieren que Birbaun fue el primero que estableció características
generales de las personalidades antisociales que serían las siguientes:

a) Desproporción entre los estímulos recibidos y las respuestas emitidas, es decir, el sujeto
responde en forma exagerada ante un estímulo mínimo, mientras que otras muestran una falta
evidente de reacción ante estímulos importantes.

b) Disarmonía entre los elementos que integran el carácter; con esto se quiere decir que el
sujeto no mantiene un equilibrio entre su inteligencia, su afectividad, su vida pulsional y su
voluntad. Así dicen estos autores, las fantasías no resaltan controladas por la crítica racional, la

10
voluntad cede ante la presión impulsiva, la afectividad está unas veces embotada y otras veces
exaltada y a menudo es lábil, bruscamente cambiante o inconsistente.

c) Intolerancia psicofísica, es decir, son sujetos que se quejan de todo, por incapacidad para
soportar desde las pequeñas incomodidades, hasta el dolor, o fenómenos naturales como los
cambios climáticos.

d) Inadaptabilidad a la vida, ésta es la resultante de las características expuestas y que


resulta de extrema importancia. En efecto, el sujeto no se encuentra a gusto en ninguna parte,
empezando como lo destacan los autores citados, porque no se sienten bien consigo mismos.
O bien se infravaloran o se sobrevaloran, o bien se idealizan a los demás o desean
intensamente estar con ellos para que los apoyen o admiren, o bien rechazan bruscamente, los
desestiman, los desprecian o los agreden. De allí el permanente malestar, la disforia, las
discusiones con los demás, los muy frecuentes cambios de empleo, lugar de residencia,
amistades y pareja.

e) Conducta antisocial. Aquí Birbaun se refiere a la conducta antisocial de cualquier


personalidad psicopática y no a la que se denomina trastorno antisocial de personalidad, es
decir al hecho de que el sujeto por su falta de control, su disarmonía personal, su intolerancia
psicofísica, su impulsividad, etcétera, entra en frecuentes conflictos con los demás.

Conceptos actuales del trastorno antisocial de la personalidad

Las personalidades antisociales constituyen el caso más llamativo de anomalías en la


adquisición de los aprendizajes normativos y acostumbran a crear trastornos de todo tipo en las
personas que los rodean. Además, han suscitado una gran alarma social por los factores de
criminalidad que están asociados a ellas.
Estas personalidades han sido llamadas por Millon (1981), personalidades agresivas por
considerar que el término antisocial incluye una connotación valorativa y que algunas
características de personalidad similares se encuentran también en individuos que no atentan
abiertamente contra los usos y las convenciones sociales.
No es fácil estudiar este trastorno porque se mezclan los conceptos de criminalidad, sociopatía
y trastorno antisocial de la personalidad. Los psicópatas -vieja denominación de este trastorno-
han sido denominados también psociópatas por dos motivos: el no ser alteraciones de índole
congénita y el constituir una personalidad que, precisamente por su modo de ser, deviene en
una inadaptación social.
Para algunos autores el término psicópata no resulta en la actualidad una palabra adecuada.
Es la denominación de una especie (psicopatías frente a neurosis y psicosis), mediante un
nombre (etimológicamente, psicopatía debería incluir todas las presuntas alteraciones de la
conducta, como cardiopatías incluye todas la alteraciones cardíacas). Por otra parte, tiene unas
connotaciones que no son válidas en la actualidad. De hecho, hace referencia a disposiciones
constitucionales incluso hereditarias, a degeneraciones" biológicas y psicológicas (de tipo moral
incluso), que han sido resultado de la especulación positivista del siglo XIX . No es asimismo
infrecuente la utilización del término referido impropiamente a las personas agresivas que nos
resultan molestas.
Por todo ello, el término psicopatía es sustituido en el DSM-III-R, por el de trastorno antisocial
de la personalidad, que acentúa los rasgos antisociales de este trastorno. El riesgo de
asocialidad se constituye, por lo tanto, en un componente central y sirve para diferenciar a las
personas aquejadas de este trastorno del resto de los delincuentes, que al menos poseen una
cultura delictiva con la que se pueden identificar y que son capaces de funcionar

11
adecuadamente dentro de su grupo, manifestando lealtad, sentimientos de culpa y afecto
(Garrido, 1993).
Este trastorno es a menudo extraordinariamente incapacitante porque los primeros síntomas
que aparecen en la niñez interfieren con el rendimiento educativo y dificultan la
profesionalización ulterior. Después de los 30 años, la conducta antisocial más flagrante puede
disminuir sobre todo la promiscuidad sexual, las peleas y la delincuencia, si bien pueden
madurar con el paso de los años, son objeto de tantas complicaciones biográficas
(manicomios, encarcelamientos, aislamiento familiar y social, etcétera) que es difícil hablar de
la normalización de su personalidad en la vida adulta (Valdés, 1991).
Los rasgos nucleares del trastorno antisocial de la personalidad son los comportamientos
impulsivos, sin reparar en las consecuencias negativas de las conductas, la ausencia de
responsabilidades personales y sociales con déficits en la solución de problemas, y la pobreza
sentimental, sin sentimientos de amor y culpabilidad. Como consecuencia de todo ello, estas
personas carecen de mínimo equipamiento cognitivo y afectivo necesario para asumir los
valores y normas morales aceptados socialmente.

Desde la perspectiva del DSM-III-R (APA, 1987), las conductas más alteradas del trastorno
antisocial de la personalidad están relacionadas con la incapacidad de mantener una conducta
laboral consistente, la irresponsabilidad de los deberes familiares, la irritabilidad constante, la
ausencia de conductas de temor y de culpa, las dificultades de adaptación a las normas, la
promiscuidad sexual, el abuso de las sustancias y la necesidad de acción, son dificultades para
soportar el aburrimiento o la vida rutinaria. El abuso de alcohol o de otras sustancias adictivas
que facilita la expresión de la conducta antisocial, está presente en más del 60% de los
pacientes aquejados de un trastorno antisocial de la personalidad (Lewis y Bucholz, 1991).

Una limitación de este enfoque es que hay una cierta superposición entre las conductas
antisociales con las conductas delictivas y que se puede equiparar este trastorno con la
delincuencia. Si bien hay una clara relación entre ambos conceptos, no son sinónimos y
ninguno de los dos términos es inclusivo del otro (Aluja, 1991).

Además, el DSM-III-R excluye o relega a un segundo plano de la conceptualización de este


trastorno algunas dimensiones de personalidad o limitaciones cognitivas o afectivas que suelen
estar presentes en el mismo, como el egocentrismo patológico, la pobreza de planificación y
juicio, la superficialidad de los afectos, la falta de empatía o la tendencia a la manipulación. Es
decir, el énfasis de las conductas antisociales se hace a expensas de una minusvaloración de
los aspectos cognitivos y afectivos del trastorno.

Por ello, basados en los trabajos de Cleckley (1976), Hare, Hart y Harpur, han propuesto diez
criterios diagnósticos para el trastorno de la personalidad psicopática, que resultan más
amplios e integradores que los del DSM-III-R y que abarcan dos factores diferenciados: el
deterioro de la afectividad y de las relaciones interpersonales, por un lado y que corresponden
a los cinco primeros ítems y por el otro, el estilo de vida impulsivo, antisocial e inestable que
corresponden a los cinco últimos ítems.

Características Diagnósticas

La característica principal que se valora hoy día, al hablar de trastorno antisocial de la


personalidad es un patrón general de desprecio y violación por el derecho de los demás, que
comienza en la infancia o el principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta. A ese
patrón se lo ha denominado: psicopatía, sociopatía, o trastorno disocial de la personalidad,
siendo el engaño y la manipulación las características centrales del trastorno.

12
Para establecer dicho diagnóstico será necesario que el sujeto tenga al menos 18 años y tener
una historia de algunos síntomas de un trastorno disocial antes de los 15 años. El trastorno
disocial implica un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en que se violan los
derechos básicos de los demás o las principales reglas o normas sociales apropiadas para la
edad. Los comportamientos característicos del trastorno disocial forman parte de una de las
siguientes 4 categorías: agresión a la gente o animales, destrucción de la propiedad, fraudes o
hurtos, o violación grave de las normas.
El patrón de comportamiento persiste hasta la edad adulta siendo imposible su adaptación a
las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal.
Pueden realizar repetidamente actos que son motivo de detención (que puede o no producirse)
como la destrucción de una propiedad, hostigar o robar a otros, o dedicarse a actividades
ilegales. Las personas con este trastorno suelen sentir desprecio por los deseos, sentimientos
y derechos de los demás; frecuentemente engañan, mienten, manipulan con tal de conseguir
provecho o placer personal (por ejemplo, para obtener dinero, sexo o poder).
Se puede poner de manifiesto un patrón de impulsividad mediante la incapacidad para
planificar el futuro. Toman decisiones sin razonar o medir las consecuencias para uno mismo o
para los demás, lo que puede ocasionar cambios repentinos de trabajo, lugar de residencia o
amistades. Tienden a ser irritables y agresivos, pudiendo tener peleas físicas repetidas o
cometer actos de agresión, como malos tratos al cónyuge o a los niños.
También suelen mostrar una despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás.
Esto se traduce por ejemplo en su forma de conducir, los excesos de velocidad, o los
accidentes que ocasiona o conducir en estado de intoxicación, o involucrarse en conductas
sexuales o de abuso de sustancias de alto riesgo, etcétera.Tienden a ser continua y
extremadamente irresponsables. El comportamiento irresponsable de estos sujetos se traduce
en sus lugares de trabajo, lo que da lugar a cambios constantes de empleos, ausentismo
injustificado, períodos frecuentes de desocupación, con la consecuente implicancia económica
de la cual termina siendo víctima su familia.
Tienen pocos remordimientos por las consecuencias de su actos. Adoptan una postura
indiferente o dan justificaciones superficiales a su obrar minimizando los hechos o culpando a
los demás por los resultados.

Síntomas y trastornos asociados

Los sujetos con este tipo de trastorno tienden a ser insensibles, cínicos, arrogantes y
engreídos, autosuficientes y fanfarrones. Pueden mostrar labia y encanto superficial y ser muy
volubles de verbo fácil. La falta de empatía, el engreimiento y el encanto superficial son
características que normalmente han sido incluidas en las concepciones tradicionales de la
psicopatía y pueden ser distintivos del trastorno antisocial en el medio carcelario o forense.
Estos sujetos también pueden ser irresponsables y explotadores en sus relaciones sexuales,
teniendo historias de muchos acompañantes sexuales y no haber tenido nunca una relación
monogámica duradera. Pueden ser irresponsables también como padres, como se ve en la
malnutrición de un hijo. Una enfermedad de un hijo por falta de higiene mínima, el que la
alimentación o amparo dependa de vecinos o familiares, etcétera.
En general tienen más probabilidades que la población general de morir prematuramente por
causas violentas. Estos individuos también pueden experimentar disforia, incluida quejas de
tensión, incapacidad para tolerar el aburrimiento y estado de ánimo depresivo.
También suele observarse en forma asociada trastornos de ansiedad, trastornos depresivos,
trastornos relacionados con consumo de sustancias, trastornos de somatización, juego
patológico y otros trastornos del control de los impulsos.
Los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad frecuentemente presentan rasgos de la
personalidad que cumplen con los criterios para otros trastornos de la personalidad, en
especial los trastornos límite, histriónico y narcisista.

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Las probabilidades de desarrollar un trastorno antisocial de la personalidad en la vida adulta
aumentan si el sujeto presenta un trastorno temprano disocial (antes de los 10 años) y un
trastorno por déficit de atención con hiperactividad asociado.
El maltrato o el abandono en la infancia, el comportamiento inestable o variable de los padres o
la inconsistencia en la disciplina por parte de los padres, aumentan las probabilidades de que
un trastorno disocial evolucione hasta un trastorno antisocial de la personalidad.
Al evaluar los rasgos antisociales, al clínico, le será útil tener en cuenta el contexto social y
económico en el que ocurren estos comportamientos. Por definición, la personalidad antisocial
no se puede diagnosticar antes de los 18 años.

Hervey Cleckley

H. Cleckley, en su libro "La máscara de la salud", dice que un psicópata es el que tiene estas
características conductuales :

16 criterios de Cleckey, de 1941 :

 Inexistencia de alucinaciones o de otras manifestaciones de pensamiento irracional.

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 Ausencia de nerviosismo o de manifestaciones neuróticas.
 Encanto externo y notable inteligencia.
 Egocentrismo patológico e incapacidad de amar.
 Gran pobreza de reacciones afectivas básicas.
 Vida sexual impersonal, trivial y poco integrada.
 Falta de sentimientos de culpa y de vergüenza.
 Indigno de confianza.
 Mentiras e insinceridad.
 Pérdida específica de la intuición.
 Incapacidad para seguir cualquier plan de vida.
 Conducta antisocial sin aparente remordimiento.
 Amenazas de suicidio raramente cumplidas.
 Razonamiento insuficiente o falta de capacidad para aprender la experiencia vivida.
 Irresponsabilidad en las relaciones interpersonales.
 Comportamiento fantástico y poco regulable en el consumo de alcohol y drogas.

Robert Hare

Para Hare el psicópata es incapaz de mostrar simpatía o genuino interés por los demás, los
manipula y utiliza para satisfacer sus propias conveniencias. Hare lo considera un enfermo, que
sufre lesiones cerebrales en el sistema límbico que le afectan en su habilidad para inhibir o
interrumpir su conducta .

En una encuesta realizada en 1964 entre 937 psiquiatras canadienses, estos destacaron como
rasgos psicopáticos principales los siguientes:

 No saben aprovechar la enseñanza de la experiencia


 Falta de sentido de la propia responsabilidad
 Incapacidad para establecer relaciones interpersonales
 Falla en el control de los impulsos
 Falla en el sentido moral
 Actitud reiteradamente antisocial
 Ineficacia de los castigos para hacerlos cambiar de conducta
 Inmadurez emocional
 Incapacidad para sentir sentimientos de culpabilidad

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 Egocentrismo

Basados en los trabajos de Cleckley, en 1976, Hare, Hart y Harpur, han propuesto diez criterios
para el trastorno de la personalidad psicopática (1991) que son los siguientes:

1. Locuacidad y encanto superficial;

2. Autovaloración exageradamente alta/arrogancia;

3. Ausencia total de remordimiento;

4. Ausencia de empatía en las relaciones personales;

5. Manipulación ajena con recurso frecuente de engaño;

6. Problemas de conducta en la infancia;

7. Conducta antisocial en la vida adulta;

8. Impulsividad;

9. Ausencia de autocontrol;

10. Irresponsabilidad.

ESCALA DE PSICOPATÍA (Adaptado de HARE)

F 2 1 0
1 Locuacidad
1 Encanto superficial
1 Sensación grandiosa de autovalía
1 Mentiras patológicas
1 Direccionamiento
1 Manipulación
1 Falta de remordimiento y culpabilidad
1 Escasa profundidad en los afectos
1 Inestabilidad
1 Falta de empatía
1 Fracaso de aceptar responsabilidad de las propias acciones
2 Necesidad de estimulación
2 Tendencia al aburrimiento
2 Estilo de vida parásito
2 Escaso control conductual
2 Problemas de conducta tempranos
2 Falta de metas realistas a largo plazo
2 Impulsividad
2 Irresponsabilidad
2 Delincuencia juvenil y revocación de la libertad condicional
TOTALES

PUNTUACIÓN:

F1 = Rasgos centrales de la psicopatía.

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F2 = Rasgos de inestabilidad.

TOTAL:

VALORACIÓN:

-2 PUNTOS: cuando la conducta del sujeto es consistente y se ajusta a la cualidad o intención del
ítem.

-1 PUNTO: el ítem se ajusta en cierta medida pero no en el grado requerido para puntuar dos.
Existen dudas, conflictos en la información que no pueden resolverse en favor de una puntuación 2,
ni tampoco en 0.

-0 PUNTOS: el ítem no se adecua. El sujeto no muestra el rasgo o la conducta en cuestión que


propone el ítem.

CONCLUSIÓN:

0-20: normales.

21-30: grupo medio.

31 o más: psicópata.

Perfil de un psicópata

La personalidad psicopática ha sido estudiada a lo largo de la historia de la psiquiatría,


recibiendo variadas denominaciones tales como locura moral, inferioridad psicopática,
sociopatía, personalidad amoral, asocial, antisocial o disocial. En la etiología de esta entidad
probablemente confluyan factores genéticos y medioambientales (crianza, experiencias
infantiles, etc). Algunos estudios han encontrado alteraciones en el electroencefalograma y
otros han descrito pequeñas malformaciones congénitas con mayor frecuencia que en la
población general.

Los psicópatas se caracterizan básicamente por su desprecio hacia las normas establecidas
por la sociedad. Carentes de principios morales, sólo valoran a las demás personas en la
medida en que puedan serles de alguna utilidad práctica, de modo que no tienen reparo alguno
en atropellar los derechos ajenos cuando estos representan un obstáculo para el logro de sus
propósitos. Su falta de sentimientos de culpa se traduce en todo tipo de justificaciones para sus
actos, de modo que el psicópata se muestra a sí mismo como incomprendido o víctima de la
sociedad, guiándose siempre por sus propias reglas y no admitiendo nunca el menor
remordimiento o vergüenza.

Impulsivos por naturaleza, no miden el peligro ni las consecuencias de sus acciones.


Incapaces de tolerar las frustraciones, pueden ser muy violentos si no consiguen lo que se
proponen por medios pacíficos. Propensos al aburrimiento, buscan continuamente las
emociones intensas y se consideran a sí mismos como personas de acción, intrépidos o
temerarios.

Sus relaciones interpersonales son frías y superficiales, se interesan sólo por sí mismos,
suelen ver a los demás como objetos intercambiables y son incapaces de sentir afecto por
otras personas, aunque pueden aparentar lo contrario si lo consideran necesario. Son

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manipuladores, utilizan a los demás para el logro de sus objetivos y no dudan en aprovechar
las debilidades ajenas, que suelen descubrir rápidamente, si son inteligentes. Son también
sumamente deshonestos, mienten con frecuencia y con gran facilidad, y aunque pueden
generar simpatía en algunas personas por su aparente independencia y temeridad, no son
capaces de mantener relaciones sentimentales duraderas, siendo por lo general infieles y
promiscuos sexualmente.

Para un psicópata una relación humana no tiene significado, por lo tanto son hábiles
manipuladores y explotadores. De acuerdo a estudios hechos con la técnica de análisis
psicológico (DSM IIIR) entre 3-5% de los hombres son psicópatas; mientras que menos del 1%
de la población de las mujeres lo son.

Este trastorno suele iniciarse tempranamente, en la adolescencia o aun en la infancia, con


mala conducta escolar, maltrato de animales o niños pequeños, agresividad, violencia,
mentiras frecuentes y delitos menores como robos o daños a la propiedad ajena.

La Décima Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la


Salud (CIE-10, 1992) define el trastorno disocial de la personalidad según los siguientes
criterios:

1. Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía.

2. Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas


y obligaciones sociales.

3. Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.

4. Muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando
lugar incluso a un comportamiento violento.

5. Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.

6. Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del


comportamiento conflictivo.

7. Irritabilidad persistente.

Por su parte, el Cuarto Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la


Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-IV, 1994) utiliza los siguientes criterios para el
trastorno antisocial de la personalidad:

A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta
desde la edad de 15 años, como lo indican 3 o más de los siguientes ítems:

1) fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento


legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención

2) deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para
obtener un beneficio personal o por placer

3) impulsividad o incapacidad para planificar el futuro

4) irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones

5) despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás

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6) irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con
constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas

7) falta de remordimiento, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado,


maltratado o robado a otros.

B. El sujeto tiene al menos 18 años.

C. Existen pruebas de un trastorno de conducta que comienza antes de los 15 años.

D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia o un episodio maniaco.

Factores ambientales que los psicólogos dicen, pueden crear a un psicópata:

 Los estudios muestran que 60% de los psicópatas han perdido a uno de los padres.
 El infante es privado de amor maternal; los padres están ausentes o alejados.
 Un régimen incorrecto de disciplina: un padre implacable y la madre débil, el niño
aprende a odiar la autoridad y a manipular a la madre.
 Padres disfuncionales que en privado devastan al infante, mientras que a la sociedad
presentan una fachada de "familia feliz."

Marietan distingue los rasgos psicopáticos en tres grupos:

A) Los derivados de satisfacer necesidades distintas al común,

B) Los derivados de la cosificación de las personas y

C) los actos psicopáticos graves.

Los rasgos del grupo A y B deben ser investigados a través de la biografía y evaluados. Hay
presunción de psicopatía si presentan rasgos correspondientes a los subgrupo A1, A2, A3, A4
y al grupo B. Lógicamente, la presencia de un hecho del punto C señala al psicópata por sí
solo.

Los psicópatas son individuos que tienen necesidades especiales, distintas, que lo motivan a
conductas distintas para satisfacer esas necesidades. Tienen un uso particular de la libertad,
tienen códigos propios y utilizan a las otras personas como cosas.

Vemos que los psicópatas se manejan, en ciertas circunstancias, de una manera


conductualmente distinta al grueso de la población y da la impresión de que los impedimentos
normativos, que son comunes al resto y que son inhibitorios, para estas personas son simples
obstáculos a sortear.

Muchas veces los psicópatas parecen buscar los riesgos o someterse a situaciones de riesgo
muy importantes que la gente común no asumiría.

Todo este grupo de rasgos tienen como patrón común la satisfacción de necesidades distintas
a las ordinarias.

Hay otro rasgo que llama la atención y es muy clarificador para entender la conducta del
psicópata, que es la cosificación de las personas. ¿Qué es cosificar a una persona? Es quitarle
el rango de igual, es quitarle a la persona la valoración de persona en sí. Si se tiene frente a sí
a otra persona, se practica lo que se llama la empatía, es decir, colocarse en el lugar del otro y
ejercer lo que se llama comprensión, es decir, si se está en lugar de esa persona se puede
obrar y sentir cosas semejantes. Ahora, si se le quita esa cualidad de persona a la otra, se la
convierte en una cosa, una cosa es manejable, es manipulable, se puede hacer con ella lo que

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se quiera. No se puede matar a una persona, para matar uno debe cosificar al otro, es decir,
hacer el paso psicológico de descalificarlo como persona y ubicarlo como cosa y ahí sí, se lo
puede destruir. Y de esa forma también, como cosa, se lo puede manipular a satisfacción, es
una herramienta que se puede utilizar para el propio beneficio.

La seducción, que es inducir a través de la captación de las necesidades del otro, es muy
particular y llamativo en el concepto de estas personalidades. Tienen facilidad o habilidad para
captar las necesidades del otro, y ahí accionar. Este tipo de captación pertenece a patrones
irracionales.

La mentira es otro elemento. El psicópata es mentiroso, utiliza la mentira como una


herramienta más. Y la podemos tipificar como mentira psicopática, porque es una forma de
mentir especial, relajada, convincente, totalmente adaptada a la circunstancia y con la única
finalidad de conseguir un objetivo. Él puede mentir a través de lo verbal y a través de lo
corporal, es decir, puede actuar. Puede hacer toda una escenificación y mantenerla el tiempo
que sea necesario hasta conseguir su objetivo.

La manipulación se ejerce desde el punto de vista del psicópata sobre un objeto y desde el
punto de vista del complementario desde otra persona. En la manipulación hay siempre un
cierto acuerdo entre el manipulado y el manipulador. Hay en el manipulado algún tipo de
ganancia en la acción que se va a realizar, aporta un pequeño sí a la acción, como es en los
casos de estafa. Es completamente distinto de la coerción. En la coerción existe la presión y la
falta de opción de la otra persona.

A. Satisfacción de necesidades distintas


A 1. Uso particular de la libertad Ejemplos Intolerancia a los impedimentos
través
de a) Sorteo de las normas

b) Falta de remordimientos y culpa para los


hechos psicopáticos
2. Creación de códigos propios
c) Intolerancia a las frustraciones - reacciones
de descompensación

d) Defensa aloplástica
a) Ritos

b) Automatismos
3. Repetición de patrones
conductuales c) secuencia repetitiva de los hechos
psicopáticos

d) Sello psicopático

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a) Asunción de conductas riesgosas

b) Tendencia al aburrimiento

c) Escasos proyectos de vida a largo plazo


4. Necesidad de estímulos
intensos
d) Uso de drogas

e) Búsqueda de emociones intensas

f) Satisfacción sexual perversa


B. Cosificación de otras personas
1. Egocentrismo Sobrevaloración
2. Falta de empatía
3. Manipulación a) Seducción (captación de las necesidades del
otro

b) Mentiras
A
través Ejemplos
c) Actuación
de
4. Coerción
5. Parasitismo
6. Relaciones utilitarias
7. Insensibilidad a) Crueldad

b) Tolerancia a situaciones de tensión


C. Acto psicopático grave
a) Homicidio brutal

1. Tormenta psicopática b) Masacre


Ej.
2.perversiones sexuales c) Violaciones en serie

d) Otros actos asociales graves

En 1923, Schneider hace una conceptualización y clasificación de lo que es la personalidad


psicopática, que continúa vigente.

K. Schneider descarta en el concepto de personalidad a la inteligencia, los instintos y


sentimientos corporales y la define como al "conjunto de los sentimientos y valoraciones, de las
tendencias y voliciones", limitándolos al plano psíquico.

Para K. Schneider las personalidades psicopáticas son un subconjunto de las personalidades


anormales (de acuerdo con criterio estadístico, o sea que los tipos puros son pocos), con la
particularidad que sufren por su anormalidad o hacen sufrir, bajo ella, a la sociedad. Pero no
por ello pueden ser nominadas como patológicas, y aún "la valoración de hacer sufrir a la
sociedad es relativo y subjetivo: un revolucionario es un psicópata para algunos y un héroe
para otros". En consecuencia no es válido realizar un diagnóstico al modo de las
enfermedades. A lo sumo se puede mostrar, subrayar, destacar en ellos propiedades que los
caracterizan de manera sorprendente, sin tener con ello en nuestras manos nada comparable a
los síntomas de las enfermedades. Un psicópata depresivo es, simplemente, un hombre así.

Hay un determinismo en la concepción schneideriana de psicopatía, los psicópatas "tienen que


llegar, más o menos, en toda situación vital, bajo todo tipo de circunstancias, a conflictos
internos o externos. El psicópata es un individuo que por sí solo, aunque no se tengan en

21
cuenta las circunstancias sociales, es una personalidad extraña, apartada del término medio".
La psicopatía no es exógena, su esencia es disposicional, innata, en el sentido de preexistente
a las vivencias. No por ello deja de anotar que toda personalidad se desarrolla, y en esto tiene
su parte el medio ambiente. En consecuencia, las anomalías conductuales secundarias a
alteraciones corporales (por ejemplo traumatismos en la corteza orbitaria anterior - investigadas
entre otros por E. Welt, Kleist, Outes-Goldar, Isabel Benítez-), serían pseudopsicopatías.

Es decir, la psicopatía se manifiesta. Debe ser observada por los otros y esa conducta
particular valorada como anómala en relación al término medio, y sufrir o hacer sufrir solamente
sobre el eje de su anomalía . Esto no significa que el psicópata manifieste siempre su
psicopatía, tiene oscilaciones periódicas. Kahn distingue distintos cursos episódicos,
permanentes, periódicos y desarrollos psicopáticos. Aquí podemos puntualizar que tampoco la
conducta del psicópata es toda psicopática, coexisten con ellas conductas adaptadas que le
permiten pasar desapercibido en muchas áreas de su desempeño social. Esta integración
conductual, adaptado/psicopático, que se constata con mayor frecuencia en las anomalías
sexuales (donde lo psicopático se suele manifestar en la privacidad) se hace más difícil de ver
cuando lo psicopático se expresa sólo en determinadas circunstancias o sobre determinado
tipo de personas.

El psicópata se caracteriza por su falta de empatía, la incapacidad para ponerse en el lugar de


otros, la falta de conciencia y remordimiento, la impulsividad, la irresponsabilidad y la
irritabilidad. Todos ellos, factores que nos alentarían a mantenernos fuera de su alcance. Si
bien otras de sus características son como señala Vicente Garrido en su libro “El psicópata.
Un camaleón en la sociedad”su habilidad para encandilar, para seducir, su encanto y su fuerza
de convencimiento, al principio antes de que sepamos quienes son realmente su presencia nos
puede estimular, pudiendo llegar a pensar que nos encontramos ante una persona
interesante... es el denominado glamour del psicópata.
El psicópata es el manipulador por excelencia, gracias a su inteligencia y astucia, consigue
enredar a los demás. Para el psicópata lo lógico es la consecución de sus fines. Saben la
diferencia entre el bien y el mal, conocen las normas y las leyes, pero simplemente no les
importa lo más mínimo. Como no les importan el dolor o el sufrimiento que sus acciones
pueden causar en los demás, lo único que es relevante es qué van a sacar ellos de sus
acciones. Sin arrepentimientos, ni sentimientos de culpa posteriores, sin miedo ni ansiedad...
un perfecto depredador.

El psicópata no presenta un deterioro de la realidad, es decir, saben cual es la realidad:

“Esta es la esencia de la psicopatía: el sujeto no es un psicótico, no tiene alucinaciones o


delirios, no se cree Napoleón ni siente que les persigue la KGB; tampoco tiene crisis de
ansiedad o conflictos psicológicos que lo hagan un sujeto neurótico; sin embargo, su mundo
emocional es limitado. Él como ser una humano, es un completo autista”
“El psicópata esta libre de alucinaciones y delirios que constituyen los síntomas más
espectaculares de la esquizofrenia. Su normalidad aparente, su máscara de cordura, lo hacen
por ello más difícil de reconocer, y lógicamente más peligrosos”

Según Robert Hare, la psicopatía aparece entre los tres y los cinco años, tanto en familias
estables como inestables. Es decir el psicópata puede proceder de cualquier familia. Pero
existen distintos grados y no todo psicópata termina convirtiéndose en criminal, aun así, sería
preferible no tenerlo ni como jefe, ni como padre, ni como pareja.
La psicopatía no se cura. Al menos hasta el momento no se ha descubierto ninguna terapia
eficaz. De hecho, tal y como Robert Hare señala “Se ha intentado todo pero no hay nada que
funcione”. Los programas tradicionales ayudan poco a los psicópatas y existen dos estudios
que demuestran que delincuentes que siguieron estos programas cometieron crímenes mas
graves, no es que el programa empeorara la situación es que el programa no era adecuado y
aprendieron nuevas formas de manipular a las personas.
Como dice Robert Hare “tendemos a pensar que la gente es buena, inherentemente buena.
Creemos que si les das la oportunidad todo irá bien (…) Y no es así, no es tan fácil”.

22
Vicente Garrido lo explica de este modo "En cierto sentido los psicópatas juegan con ventaja.
Presumen (muchas veces correctamente) que no vamos a creer que en realidad “ellos son así”.
Que buscaremos alguna lógica, algo que pueda ayudarnos a caminar por ese sendero de la
sinrazón. Pero mientras tanto ellos actúan". Más adelante continua diciendo "el problema no
estriba en que el razonamiento lógico este dañado. La lógica existe, aunque sea perversa".
Más allá de las continuas mentiras, manipulaciones y argucias del psicópata, el problema a la
hora de enfrentarnos a ellos es nuestra incapacidad para creer que realmente son así. Que no
les importamos en absoluto y que no nos ven más que como meros objetos, instrumentos para
conseguir sus fines o saciar sus ansias egocéntricas.
El psicópata es demasiado impulsivo, como explica Vicente Garrido “tu mayor ventaja frente a
este personaje es tu constancia y tu firmeza. Él es de naturaleza voluble, y no va a matarse por
conseguir algo”.
Aunque en definitiva, el mejor consejo es el de mantenernos lo más lejos posible de ellos. Si
somos de los que cuando no vemos algo bueno en alguien, seguimos escrutando en búsqueda
de esa bondad escondida o seguimos a su lado intentando encontrar la explicación a su
comportamiento o el porqué “la vida” les ha hecho así… nos estamos convirtiendo en presa
fácil para muchos desalmados, que saben como somos y se aprovechan de esas
circunstancias. Y no sólo eso, estamos malgastando un precioso tiempo que podríamos
emplear en conocer a otras personas o en ir al cine.

Robert Hare estima que el uno por ciento de la población es psicópata. Eso quiere decir que en
España habría alrededor de 441.000 psicópatas. Él define a estas personas como
manipuladoras y con una ausencia total de empatía, es decir, que son capaces de imaginar lo
que piensa otra persona pero nunca lo que siente. Esto los convierte en individuos sin
conciencia ni remordimientos, sin ansiedades ni miedos, y que sólo actúan en busca de
beneficios personales sin importarles el daño que puedan causar.Otra caracteristica esencial
en este tipo de individuos según Hare es la profunda carencia de conciencia .

Eduardo Punset en su libro “Cara a cara con la vida , la mente y el universo “ recoge en uno de
sus capítulos una entrevista a Hare donde se puede destacar que la psicopatía no es innata ni
se desarrolla en la adolescencia sino que se manifiesta entre los 3 y los 5 años y que la
psicopatía tiene poco que ver con las familias estables o inestables ya que como dice Hare “ en
el caso de los psicópatas la naturaleza les ha ofrecido algo diferente del resto y parece que las
fuerzas normales de socialización que moldea nuestra personalidad no funciona con un
psicópata “.

En este mismo libro Hare analiza el cerebro de los psicópatas y concluye que la estructura
cerebral es la misma en psicópatas que en no psicópatas pero lo distinto radica en su
funcionamiento : cuando un psicopata intenta analizar algo que contiene una carga emocional
las partes que se activan en su cerebro no son las mismas que las que se activa en la mayor
parte de las personas. Hay partes del cerebro de un psicópata que no se activan las regiones
limbicas del cerebro o como se dice popularmente las zonas del cerebro emocional.

También se ha podido observar por distintos estudios realizados que en lugar de usar el
hemisferio izquierdo para el lenguaje los psicópatas utilizan los dos hemisferios a la vez.

Los Tipos Psicopáticos

Schneider realiza una tipología no sistemática de las personalidades psicopáticas entre las
cuales son posibles variaciones y combinaciones. Asimismo existen graduaciones, desde el
simple ‘rasgo’ al ‘tipo acentuado’. Así, en su Patopsicología Clínica los agrupa en:

a) Hipertímicos

Individuos con estados de ánimo fundamentalmente alegre, temperamento vivo (‘sanguíneo’) y


activos. Pueden ser eficientes pero carecen de firmeza y profundidad, son poco confiables, con
poco sentido crítico y fáciles de influenciar. Muestran un ingenuo sentimiento de suficiencia y

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son optimistas. Existen los hipertímicos excitados en los que el animo alegre es menos
marcado. Los hipertímicos son especialmente incluibles dentro del círculo psicopático en
calidad de hipertímicos pendencieros.Se sabe poco sobre las diferencias de los sexos , según
parece se ven con mas frecuencia hombres hipertimicos que mujeres aunque esto puede
depender en parte de la distinta posición social . Los hipertimicos muestran numerosas
relaciones con otros tipos de psicópatas sobre todo con los explosivos : tipo alborotador , y
camorrista .

b) Psicópatas depresivos (PD)

Se trata de aquellas constantes de acentuación afectiva sombria de todas las experiencias


vitales con la que Kraepelin ha caracterizado la predisposición depresiva . Se coloca en primer
plano la anomalia en el animo .

Los PD sufren bajo un estado de ánimo depresivo, bajo una concepción pesimista, o por lo
menos escéptica de la vida. Falta la capacidad para alegrarse ingenuamente. En todo se ve el
lado malo. Las experiencias penosas se viven de un modo profundo y persistente y conducen a
crisis. Los acontecimientos alegres no revierten estos estados. Si un impacto exterior negativo
es superado, es reemplazado por nuevas preocupaciones, frecuentemente relacionadas a
motivos muy lejanos. En estas personas una pena no acostumbra a ser ahuyentada por una
alegría, sino por otra pena. El depresivo posee diversas máscaras y disfraces, a veces parecen
alegres y activos. Muchos PD son infatigables, activos y serios cumplidores de sus deberes;
mas no les alegra ningún éxito y todo reposo trae consigo el peligro de la irrupción de los
fantasmas reprimidos. Algunos consideran sus sufrimientos como un mérito y una distinción
con respecto a los que tienen una vida sencilla. Son de ‘cultivar’ lo pequeño, porque lo grande
parece dudoso. Existen variantes melancólicas, personalidades blandas, bondadosas y al
mismo tiempo tímidas y fáciles de desanimar, y variantes melancólicas malhumoradas, frías
gruñonas, obstinadas, desconfiadas, irritables, criticonas; también existen depresivos malvados
que se complacen en hacer daño. Aquí puede adoptar un aspecto fanático el pesimismo frente
al destino: se siente alegría cuando las cosas marchan de nuevo mal.

c) Psicópatas Inseguros de sí mismos (PI)

Son personas con íntima inseguridad y con deficiente confianza en sí mismas. A veces
sobrecompensan con aspecto exterior muy seguro, incluso arrogante, a veces llamativo. Dentro
de este grupo se dan dos subgrupos : sensitivos y anancasticos . Los sensitivos no son
individuos sensibles , irritables sino personalidades sensitivas en el sentido señalado por
Kretschmer , sujetos con capacidad de impresión aumentada para todas las vivencias y con
imposibilidad de descarga por ello provoca que siendo como es inseguro de si mismo el
sensitivo busca en si la culpa de todo acontecimiento y todo fracaso . En estos individuos son
frecuentes los conflictos eticos sexuales : las fantasias sexuales mas desordenadas se
asientan y conducen a intentos desesperados de represion a breves victorias , a derrota , a
vergüenzas y a desesperaciones . Frecuentemente se obtienen coloridos paranoicos .

Psicópatas anancásticos (PA)Las ideas obsesivas desvalorizan. Frecuentemente existe un


cambio constante de contenidos diversos, que continuamente retornan, y, de este modo
siempre se halla una obsesión presente en la conciencia del PA. La angustia ante la posibilidad
de que pueda surgir una obsesión permanente constituye también una obsesión. Esto hace
que se adopte todo género de medidas de precaución y defensa, que muchas veces resultan
incomprensibles y extrañas al observador. Los contenidos de las obsesiones dependen de la
tendencia, las valoraciones y la biografía del sujeto. Tales ocurrencias obsesivas surgen a
partir de un constante sentimiento de culpa e insuficiencia propio de una personalidad insegura
de sí misma. A veces está la sensación y no el contenido. A una anancástica se la encuentra
en cierta ocasión presa de la más intensa angustia y haciéndose auto reproches, al
preguntársele de qué era lo que tenía que reprocharse dice “¡pues no lo sé todavía!”. Hay
presencia de impulsos y compulsiones.

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e) Psicópatas Fanáticos (PF)

No es solo la sobrevaloración de ciertos complejos lo que tienen de característico y de común


estas personalidades . Lo que diferencia las sobrevaloraciones del fanático de las del depresivo
y del inseguro es que no necesitan tener ningun signo negativo y además que conducen a la
lucha externa o por lo menos de forma mas astenicas al programa a la demostración . Si las
sobrevaloraciones son personales como en los litigantes se procede contra el responsable del
perjuicio , si son menos personales como en los sectarios se propalan o se profesan . El
fanatico es una persona activa de naturaleza estenica sin embargo a esta forma se unen otras
como los fanáticos silenciosos, disimulados, apartados de la realidad.

Existen fanáticos luchadores sumamente activos que defienden casi siempre


sobrevaloraciones estrictamente personales hay otro grupo de fanáticos que tienen en común
con ellos la sobrevaloracion y la defensa y exposición publica de una idea pero son menos
activos y abogan también con mas rareza por asuntos personales . Estos fanáticos pacíficos
casi siempre impersonales a los que pertenecen muchos sectarios.

Por lo que se refiere a la diferencia de los sexos hay que advertir que estos grupos parece que
están integrados predominantemente varones , de todas formas también se encuentran
mujeres sobre todo fanáticos luchadores . Las relaciones con otros psicópatas son muy
numerosas.

f) Psicópatas necesitados de estimación (PNE)

Son los que quieren aparentar más de lo que son. Son inauténticos y fatuos. Pueden mostrarse
como excéntricos, con el fin de llamar la atención, adoptar un aspecto exterior llamativo u
opinar ideas controvertidas. Son de autoalabarse, pueden referir historias o representar
escenas en que se realce la propia personalidad usando una profusa imaginación, si esta
cualidad es intensa pueden caer en la pseudología fantástica (mitomanía): con el afán de
representar un papel que le es negado en la vida real, el pseudólogo hace teatro ante los
demás y ante sí mismo. Cuando el acento se pone en actuar para obtener un beneficio material
estamos frente a un estafador. El pseudólogo no abandona el terreno de la realidad (no es un
delirante). Los PNE al ser inauténticos tienen dificultad en relacionarse adecuadamente con los
demás. Suelen idolatrar súbitamente a una persona para pasar rápidamente a la indiferencia o
a la calumnia. Si uno deja de admirar a esta gente, pronto se les hace uno aburrido.

g) Psicópatas lábiles de ánimo (PLA)

Esta designación ha sido utilizada por Siefert pero sin ninguna definición concreta del concepto.
También la emplea Wilmanns y la emplea para individuos sensibles influidos por el mundo
exterior y que tienden al análisis de ellos mismos .

Se trata de una tendencia periódica a reacciones depresivas frecuentes e intensas de índole


malhumorada e irritable . Hay muchas personalidades con labilidad de animo . La mayoría de
los individuos que son llamados impulsivos son individuos primariamente perturbados en su
afectividad. Algunos labiles de animo ofrecen el cuadro de psicópatas inestables.

Tienen rápidas oscilaciones de ánimo, a veces resulta difícil distinguir si son reactivos, si se
hallan estos cambios psíquicamente motivados. Pueden tener acciones impulsivas como
huidas o excesos de bebida.

No se sabe mucho sobre la diferencia entre sexos aunque Kraepelin encontró pocas mujeres
entre los impulsivos . Los labiles de animo muestran relaciones sobre todo con los depresivos
malhumorados los abúlicos y los explosivos.

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h) Psicópatas Explosivos (PE)

La explosividad es una cualidad que se presenta en personas extremadamente distintas. Es


una forma de reacción inespecífica , una reacción primitiva .En muchas personalidades se da
esta cualidad se encuentra totalmente en el primer plano . Son aquellos individuos que poe el
motivo mas insignificante se enfurecen o incluso comienzan a golpes sin consideración alguna ,
una reacción que se ha calificado de reacción en corto circuito . Estos individuos son casi
siempre tranquilos y dóciles sin embargo hay que tratarlos con preocupación.

i) Psicópatas desalmados

Carecen, o casi, de compasión, vergüenza, sentido del honor, remordimiento, conciencia. Son
con frecuencia de un modo de ser sombrío, frío, gruñón, y según sus actos: impulsivos,
brutales, crueles. No hablamos aquí de debilidad mental moral. Los desalmados son
fundamentalmente incorregibles e ineducables. Existen también los desalmados absolutamente
“sociales”, naturalezas duras como el acero y que “caminan sobre cadáveres”. La inteligencia
es frecuentemente notable en estos casos. También se caracterizan por el embotamiento
afectivo sobre todo frente a los otros hombres.

j) Psicópatas abúlicos

Son personas sugestionables, faltos de voluntad, fácilmente accesibles a la influencias.


Inestables. Kraepelin los denominó inconstantes, los caracterizapor una “ influibilidad de la
voluntad que domina todo el modo de vivir “. Moldeables: son como plumas al viento, hombres
de temperaturas variables con el ambiente. Las relaciones con otras formas psicopatitas son
muy numerosas , de las combinaciones mas predominante es la combinación con el alcohol
entre los inconstantes de Kraepelin esran alcoholicos el 64 % . La importancia social de los
abúlicos se encuentra en el campo de la criminalidad ya que ocupan el primer lugar en robos,
fraudes aunque también son victimas de engaños.

k) Psicópatas asténicos

El rasgo asténico en el mas amplio sentido se presenta en os mas distintos psicópatas sobre
todo en los depresivos en los inseguros de si mismos y en los abúlicos. Llamamos asténicos a
aquellos individuos a los que suele darse el nombre de nerviosos.

Ya Koch quiso reservar el nombre de neurastenia solo para los síntomas corporales de los
inferiores psicopáticos y hablar fuera de estos casos de psicastenia .

Se sienten psíquicamente insuficientes, con escasa capacidad de rendimiento, de


concentración, de memoria. Tienen vivencias de extrañamiento: todo el mundo perceptivo, el
propio obrar, todo cuanto sienten, se les parece irreal, lejano, falso. Frecuentemente cosas sin
importancia los acobarda. Otros sobrestiman los pequeños malestares y los amplifican. Se
quejan de fatiga, insomnio, cefaleas, trastornos cardíacos, vesicales, menstruales y otros.

Los psicópatas astenicos se encuentran en igual de proporción entre hombres y mujeres


incluso se encuentra ya entre los niños, las relaciones con otras psicopatías son muy
numerosas .

No existen relaciones definidas con el estado de la inteligencia sin embargo la psicopatía


astenica adquiere un aspecto muy distinto según el grado de inteligencia . Son muy frecuentes
las combinaciones con las toxicomanías sobre todo con el morfinismo y con el abuso de
hipnóticos.

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Los Psicópatas Y La Ventana De Johari

Los autores Joseph Luft y Harry Inghamm diseñaron lo que llamaron la Ventana de Johari
(nombre compuesto con sus dos nombres), donde plantean que los seres humanos tenemos
cuatro comportamientos perfectamente identificables en áreas específicas, a saber:

1. Ventana Pública: son los comportamientos de los que yo soy consciente que los tengo
y los demás los perciben. Con este "yo público" no hay problema. Yo lo sé y los demás
también porque lo perciben.
2. Ventana Ciega: yo ignoro mi comportamiento pero los demás si lo saben. Con este "yo
ciego" comienzan a aparecer los problemas, ya que no me estoy dando cuenta de lo
que los demás perciben de mí.
3. Ventana Privada: son los comportamientos que soy consciente que tengo, pero que
reprimo porque no quiero que los demás me los descubran. Se dice que abrir esta
ventana es como cortar cebolla: "se termina llorando".
4. Ventana Desconocida: se trata de un "yo" que no conocemos, ya que ahí están las
conductas que seríamos capaces de tener, pero que no lo sabemos hasta que se den
las circunstancias. Muchas veces cuando nos enteramos de que un amigo cometió un
crimen o un asalto, no podemos comprender como fue capaz de cometer semejante
delito. Precisamente algunos estudiosos del fenómeno psicopático, plantean que la
conducta del psicópata podría estar en nuestra "animalidad y primitivismo", o sea en

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ese "yo desconocido" que tenemos todas las personas, que se desarrolla de diversas
formas (para el bien o para el mal) o que simplemente permanecen ahí porque nunca
se dieron las circunstancias para que se desarrollaran.

PERSONALIDAD PSICOPATICA

INDIVIDUOS QUE DEBEN SATISFACER NECESIDADES ESPECIALES

USAN RECURSOS ATIPICOS PARA SATISFACERLAS

TIENEN UN CONCEPTO PARTICULAR DE LIBERTAD

VALIÉNDOSE DE CODIGOS PROPIOS

UTILIZANDO A LAS PERSONAS COMO COSAS

DESTRUCTIVIDAD

REPETICION DE HECHOS

Psicopatia y genero

La mayoria de los trabajos acerca de la psicopatia han sido conducidos a estudiar a los
hombres , y por lo tanto hay poco conocimiento y estudios acerca de las psicopatas mujeres .
Sin embargo Cleckley ( 1941 ) en sus estudios considera que el porcentaje entre hombres y
mujeres es de 2 mujeres entre 15 varones .

Según estudios realizados por Hare ( 1991 , 1996 , 1998 ) el numero de los psicopatas en las
carceles donde se realizo el estudio varia entre el 15 % y 30 % , en cambio en las mujeres
ronda el 15 % .

Psicopatía y Medicina

Mediante un estudio de EEG se ha descubierto que de 30-38% de los psicópatas


tienen un patrón anormal de ondas cerebrales. Los infantes y los niños tienen baja actividad en
sus ondas cerebrales pero esta se incrementa con la edad, no así con los asesinos seriales, en
quienes la maduración toma un largo periodo de tiempo. Por eso los asesinos seriales no
pasan (en la mayoría de los casos) de los 50 años.

A modo de ejemplo: Altos niveles de testosterona no resultan peligrosos, en tanto no se


combine esa condición con un bajo nivel de serotonina porque las consecuencias pueden ser

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peligrosas. La testosterona se asocia a la necesidad de dominar (muchos atletas y hombres de
negocio la poseen en alto nivel).

Las ondas anormales provienen de los lóbulos temporales y del sistema límbico del
cerebro, áreas que controlan la memoria y las emociones. Cuando el desarrollo de estas partes
del cerebro esta frenado por causas genéticas y los padres del infante son abusivos,
irresponsables o manipuladores, el escenario esta puesto para un desastre.

El hipotálamo regula el sistema hormonal y las emociones. El llamado "cerebro


superior" tiene poco control sobre esta región. Y existe una gran cercanía física entre las
regiones que controlan la sexualidad y la agresividad dentro del mismo hipotálamo. Esta región
cerebral puede lesionarse a través de un accidente o por desnutrición.
El lóbulo temporal es más susceptible al daño físico debido a que la parte del cráneo que lo
protege es muy delgada.

Las lesiones por golpe seco o trauma provocan en el afectado reacciones emocionales
violentas. Generalmente las lesiones del lóbulo derivan en problemas de epilepsia.

Neurobiología del psicópata

El enorme interés que ha despertado el psicópata en la Psiquiatría contemporánea tiene mucho


que ver principalmente con dos factores. En primer lugar, el desarrollo que ha tomado la
personología y, dentro de ella, sus bases neurobiológicas, las cuales, ha su vez, están
vinculadas con el creciente conocimiento que tenemos del cerebro.

El segundo aspecto tiene que ver con la potencial y actual destructividad que caracteriza la
conducta de algunos psicópatas. En especial, interesa tratar de establecer ciertos puntos en
común entre las grandes manifestaciones de destructividad (guerras, genocidios, torturas,
terrorismo ) algunas de los cuales podrían apoyarse en la Sociología, en la Antropología
Filosófica y, tal vez, en la Historia; y, por otra parte, las manifestaciones individuales de
destructividad humana, basadas en la Psicopatología, la Psicología y las Neurociencias.

Lorenz y los etólogos consideran la agresividad organizada como una adquisición evolutiva
que se habría producido hace unos 40.000 años. Sería un ejemplo de "fusión" primitiva, en un
sentido social, ya que para aumentar la eficacia de la agresión como arma de supervivencia,
había que unirse y organizarse. Este vínculo parece tener relación con el "entusiasmo
militante", forma especializada de agresión comunitaria, un entusiasmo que comparte el grupo
contra un enemigo común. Su máxima expresión sería la "esquizofrenia de guerra", descrita
por Kahler, y que necesita -en principio- considerar que el enemigo no es un semejante. Hay
una especie de continuo en este modelo que va desde la agresión organizada en ejércitos
regulares regidos por convenciones internacionales -cerebro límbico- a la crueldad y brutalidad
inútil de las torturas y vejaciones de los campos de concentración y los genocidios -cerebro
reptiliano.

Como una de las corrientes de ideas más importantes en la comprensión del funcionamiento
del cerebro en relación con la personalidad, mencionaremos la concepción de McLean.

Un modelo de cerebro organizado jerárquicamente ya había sido propuesto por Hughlings


Jackson. Para este famoso neurólogo inglés habría centros "superiores", "medios" e
inferiores".

Contra esta posición surgió la de los antilocalizacionistas, que querían ver al cerebro como
"una masa homogénea, como cualquier glándula, por ejemplo el hígado, con funciones
homogéneamente distribuidas".

29
Head pensaba que las lesiones cerebrales interrumpían una serie de eventos que estaban
secuenciados entre sí y que conducían a un resultado. Ahora se sabe que cada acto mental es
consecuencia también de múltiples procesos paralelos y no solamente de una sola línea
secuencial.

La visión actual de estos procesos es que existen tanto jerárquicos como paralelos. Las
"últimas" estaciones reciben "inputs" tanto de las "intermedias" como de las "iniciales"
confundiendo los esquema simplemente jerárquicos.

De este modo, el cerebro funciona como un sistema modular. A estos sistemas no lineales se
les llama heterarquías. Éstas, aunque tienen muchos elementos de las jerarquías, son mucho
más complejas. Desde que sus diferentes unidades pueden ser relativamente independientes,
pueden interaccionar entre todas ellas, sin considerarse sus niveles de complejidad. Dada la
inseparabilidad entre estructura y función, se puede pensar que el comportamiento funciona de
la misma manera.

Las ideas de McLean. De acuerdo a su teoría, el cerebro humano resulta de la superposición e


integración de funciones de tres cerebros distintos, con diferentes características estructurales
y neurofisiológicas.

Representan la herencia de nuestros antepasados: los reptiles, los mamíferos y los primeros
primates. Consiste en un conjunto de estructuras nerviosas, que en el hombre ocupan los
llamados ganglios basales y el complejo estrío palidal. Es la parte más primitiva en el cerebro
humano, y además de lo mencionado comprende la médula espinal, el bulbo y la
protuberancia, que forman parte del cerebro posterior; y el cerebro medio o mesencéfalo.
McLean llama "armazón neural" al conjunto integrado por la médula, el cerebro posterior y el
cerebro medio. Alberga los mecanismos neurales básicos de la reproducción y de la
autoconservación, lo que incluye el ritmo cardíaco, circulación sanguínea y respiración. En un
pez o un anfibio, éste es casi todo el cerebro que existe. Entre los elementos comunes al
hombre y a los reptiles, que suponemos provenientes del componente R (cerebro reptílico)
figuran la selección del hogar, la territorialidad, el involucramiento en la caza, apareamiento,
crianza y, de acuerdo a McLean, también intervienen en la formación de jerarquías sociales y
selección de líderes. Tiene participación en los comportamientos ritualistas.

Salvo algunas excepciones, pareciera que estos comportamientos forman parte de las
conductas burocráticas y políticas del hombre actual. Se dice que "mató a sangre fría" y la
metáfora alude al componente R y a la "sangre fría" de los reptiles.

Rodeando al complejo R se encuentra el sistema límbico. Lo tienen rudimentariamente los


reptiles y, por supuesto, los mamíferos. El comportamiento de los mamíferos, desde las clases
más inferiores hasta las más desarrolladas, incluyendo a los humanos, difiere de los reptiles no
sólo en la gama mucho más vasta de comportamientos posibles, sino porque en ellos aparece
la emoción. Algo muy importante es que este sistema no sufrió grandes cambios desde las
especies menos avanzadas hasta las más desarrolladas. Esto se advierte en las expresiones
de furia de un gato o un perro, notablemente similares a las de un humano en la misma
situación. No es nada comparable con la impasibilidad de la expresión de los reptiles.

Es llamativo que la casi totalidad de los psicofármacos actúen en el sistema límbico. Los
sistemas neuroendocrino, neuroinmune, neurovegetativo, los ritmos circadianos, todos ellos
fuertemente influenciados por las emociones, tienen allí su sede.

La amígdala, parte importante en esta región, tiene un papel trascendente en la agresividad.


Recordemos que, actuando armónicamente con el circuito septal, constituirían la sede
neuroanatómica y neurofisiológica de los instintos de vida y de muerte de Freud. Existen
motivos para creer que la base del comportamiento altruista se encuentra en el cerebro límbico.
El amor (instinto de vida) parece ser una adquisición de este cerebro. Muchas investigaciones
documentan que las emociones son patrimonio de los mamíferos y, en algunos casos, de las
aves.

30
La amigdala es una de las mas importantes regiones de nuestro cerebro ya que es donde se
procesa las emociones y es el centro del cerebro emocional . La amigdala genera tres tipos de
estimulos asociativos :

1. Estimulo condicionado – accion incondicionada , por ejemplo la asociación de la


salivación con la comida .
2. Estimulo condicionado cuando afecta a la representación de asociaciones por ejemplo
el miedo
3. Estimulo condicionado cuando afecta a los sentidos por ejemplo sonidos , olores

Por lo tanto los individuos con psicopatias estan “ perjudicados “ a la hora de la formación de
este tipo de asociaciones . Ademas hay que tener en cuenta que la amigdala no es un organo
aislado sino que es un organo que tiene conexión con otras zonas cerebrales y medulares .

La amigadala toma un papel muy importate a la hora de la reaccion a emociones basicas .

Los sitios más primitivos de agresión, la agresión depredadora, han sido ampliamente
estudiados, y numerosas estructuras filogenéticamente muy antiguas han sido implicadas,
incluyendo el hipotálamo, el tálamo, el mesencéfalo, el hipocampo y, como ya se dijo, el núcleo
amigdalino. La amígdala y el hipotálamo trabajan en estrecha armonía, y el comportamiento de
ataque puede ser acelerado o retardado según sea la interacción entre estas dos estructuras.
Por lo tanto, vemos que la inhibición de la agresión puede ocurrir entre dos elementos
neuroanatómicos, que son ellos mismos primitivos, y que no es tan simple decir que se trata
del control de estructuras "superiores" sobre otras "inferiores".

Por último, aparece el neocórtex, que ya se presenta en estado rudimentario en los mamíferos
inferiores, sufre un desarrollo impresionante en los primates y este proceso se vuelve explosivo
en la línea de los homínidos y en los grandes mamíferos acuáticos. La velocidad, volumen y
trascendencia de este desarrollo parece haber incidido para que la integración a los dos
primitivos cerebros que le precedieron -y que ellos lograron entre sí- no se cumpliera
completamente. Tal vez esta discrepancia permita explicar la disparidad entre la curva de
crecimiento de los logros científicos por una parte y la falta de mejoría apreciable en el control
de las emociones y la primacía de la conducta ética por otra.

La agresión y su subproducto perverso, la destructividad, requieren el compromiso de estas


antiguas estructuras. Sin ellas no habría verdadera agresión, ya que ésta ni es una abstracción
ni es definida por sus consecuencias. La verdadera fuerza de la agresión radica en un conjunto
de "redes neurales" o "armazón neural" (como respectivamente la llaman Grisgby y Schneider,
por un lado, y McLean por el otro) y en la emoción provista por el límbico (un modelo de
integración de redes neurales de diferentes niveles).

De esta manera, el cerebro humano transporta consigo la historia de la evolución en su


anatomía. Comenzó en el agua cuando el pez desarrolló un tubo para transportar los nervios
desde partes distantes de su anatomía a un lugar central de control. En primer lugar aparece
un abultamiento en lo alto de la espina, después los nervios comienzan a especializarse.
Algunos de ellos se vuelven sensibles a moléculas y forman nuestro cerebro olfatorio. Otros se
especializan en percibir la luz y forman los ojos. Estas estructuras se conectan a una especie
de bosquecito que controla los movimientos: el cerebelo. Este conjunto forma el cerebro
reptílico, mecánico e inconsciente. Sus partes básicas continúan intactas y forman parte del
más bajo nivel del sistema de tres partes que se ha desarrollado desde entonces (cerebro
trino).

Encima de éste, se desarrollan luego más módulos: el tálamo, que permite que la vista, el
olfato y el oído puedan ser usados conjuntamente; la amígdala y el hipocampo, creando un
sistema de memoria primitivo; y el hipotálamo, haciendo posible que el organismo reaccione a
mayor cantidad de estímulos. Este es el cerebro mamífero, el cerebro límbico. Las emociones
se generan aquí, pero todavía no puede ser experimentadas como conscientes.

31
Durante la evolución de los mamíferos los módulos sensoriales dispararon la creación de una
delgada capa de células, cuya forma permitía que se formaran muchas conexiones entre ellas,
con muy poco crecimiento en volumen. Esta "piel" se volvió la corteza y es donde emergió la
consciencia.

Los mamíferos que iban rumbo a convertirse en humanos desarrollaron un mayor córtex,
desplazando al cerebelo atrás, a la posición que ahora ocupa. El "Australopithecus Africanus"
tenía un cerebro muy cercano al actual hace unos 300 millones de años atrás, pero era un
tercio de tamaño del actual. Un millón y medio de años atrás el cerebro homínido experimentó
una evolución explosiva, como ya se señaló. Tan súbito fue este desarrollo que los huesos del
cráneo debieron modificarse, para crear la alta y plana frente que nos distingue de los primates.

La personalidad -y los comportamientos que generalmente incluyen cognición y percepción-


representan la operación compleja de varios sistemas funcionales, cuya actividad es mediada
por un repertorio relativamente estable de redes neurales intrincadas. Uno puede estudiar las
funciones de la personalidad como módulos pertenecientes a un sistema mayor, comprendidos
ellos mismos por múltiples subsistemas. Aunque hasta ahora no hay pruebas claras del
funcionamiento modular de la personalidad, sería verdaderamente extraño que otros aspectos
del funcionamiento perceptual sean modulares, y la personalidad no. La supervivencia requiere
de un funcionamiento adecuado, y muchas veces automático e inconsciente, de una cantidad
de sistemas (módulos) que median muchos factores: motivación, exacta percepción del
ambiente, obtención de lo que se necesita para sobrevivir, regulación de los impulsos agresivos
y sexuales, formación de las relaciones con otros individuos, iniciación y completamiento de
comportamientos intencionales, y la inhibición de los inapropiados.

En general, la gente se experimenta a sí misma como una unidad, coherente y estable, en


abierta contradicción con el hecho de que el substrato neural de su funcionamiento psicológico
está basado en muchos componentes modulares diferentes. Este sentido de totalidad es
consecuencia de la notable (y no siempre bien comprendida) capacidad de síntesis o de
autoorganización que el organismo posee. Esta organización refleja un proceso no linear, cuyo
curso no se puede predecir a partir de fenómenos químicos o físicos. Las propiedades
funcionales que emergen de estas complejas redes neuronales poseen un alto grado de
organización. El deterioro de un aspecto dado de tales redes puede asociarse a un cambio
específico de funcionamiento, haciendo que la mayor parte del tiempo el comportamiento
observado permanezca organizado, aunque tenga deficiencias.

Una fuente de la auto-organización puede encontrarse en la "re-entrada de señales", lo cual


ocurre en todos los niveles de la heterarquía neural.

Hay muchas ventajas en la adopción de una perspectiva modular y funcional. Además de su


valor explicativo, puede servir para cambiar el énfasis puesto hasta ahora en los rasgos y
desplazarlo hacia las funciones y sistemas funcionales (autocontrol, regulación del afecto,
juicio, destructividad). Además, una teoría modular podría añadir fundamentos a la
conceptualización cognitiva de los esquemas (asumciones básicas). Por lo tanto, podría estar
compuesto por un gran número de autorepresentaciones, cada una de ellas sustentadas por
diferentes pero superpuestas redes neurales, las que incluyen las encargadas de regular los
afectos. Trastornos tales como los casos de personalidad múltiple, personalidad borderline y
estados disociativos podrían entonces ser considerados en parte como perturbaciones de
diferentes sectores de las redes neurales. Esta perturbación sobre el sistema cerebro/mente
podría tener causas biológicas y/o determinadas por la experiencia. La variabilidad menos
caótica y la coherencia observada en las personas normales podría ser el resultado de una
mejor integración de estos sistemas modulares.

Los datos clínicos para esta hipótesis son abundantes. Uno de ellos es la creciente habilidad
de los niños y los adolescentes en rumbo hacia la adultez para regular su conducta, a medida
que el cerebro madura. Esta maduración parece ser consecuencia no sólo de la experiencia,
sino también de la mielinización de las áreas prefrontales (con los cambios consecuentes en
las redes neurales), un proceso que continua hasta la tercera o cuarta década de la vida.

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Este modelo es también consistente con las investigaciones hechas en relación a la
congruencia del humor con la memoria. Tiene que ver con el hecho de que cuando uno tiene
determinados estados de humor, tiende a tener recuerdos específicos. Una red específica
parece haber sido activada, y al hacerlo, bloquea el acceso a otras representaciones. Cuando
uno está deprimido, tiende a tener cierto tipo de recuerdos y de fantasías.

Es posible que la operación de redes neuronales relativamente independientes estén


sustentando la consistencia observada en varios estados emocionales. Si estas redes son
perturbadas es posible observar ciertas incongruencias afectivas, lo que depende de la
naturaleza de la perturbación. Un afecto inapropiado puede verse en la esquizofrenia, pero
también puede verse en la "esquizofrenia de guerra" de Kahler, o en los genocidios. En estos
últimos casos serán factores contextuales, tal vez operando a través de sistemas
neuroquímicos (como los que sugerirían los hallazgos en los monos vervet) los que producirían
tales disociaciones.

Aunque el cerebro está comprendido por un número grande de módulos relativamente


independientes, posee una notable capacidad de síntesis. La actividad del organismo humano
es, por lo tanto, coherente, a pesar de la enorme variabilidad en el funcionamiento de sus
componentes modulares. Diversas capacidades funcionales psicológicas y físicas surgen de la
estructura heterárquica de las redes neuronales del cerebro. Los circuitos neuronales están
organizados en una forma modular distribuida, y desde que sus "propiedades funcionales son
envueltas en propiedades estructurales" se ha argumentado que el mismo funcionamiento
debía estar organizado de manera similar. Toda actividad humana, por lo tanto, refleja una
compleja síntesis de muchos factores actuando concertadamente para producir un resultado
específico mediante incontables y variados métodos. Estos son realmente sistemas
funcionales.

King se refiere a la historia de las teorías neurobiológicas de la personalidad, señalando que ya


en el siglo IV antes de Cristo, Hipócrates había precisado la existencia de cuatro estilos
diferentes de personalidad basado en los humores. Durante más de veinte siglos después de
él, aún no se ha podido desarrollar una teoría neurobiológica coherente. No obstante, en los
últimos diez años (la llamada "década del cerebro") se han producido avances significativos en
las neurociencias, en particular en la neuroquímica. La taxonomía en este terreno ha registrado
también progresos a través de Eysenck, Zuckerman, Siever y Cloninger.

Se podrían dividir los enfoques referidos a la biología de la personalidad en dos subcategorías:


las macroteorías y las microteorías.

Las macroteorías intentan explicar las múltiples variaciones de la personalidad en relación a


sistemas neurobiológicos, y las microteorías son modelos que tienden a explicar los
comportamientos más específicos en relación con la actividad de sistemas singulares de
neurotransmisión.

A esta complejidad cabe agregarle los criterios dimensionales y categoriales para analizar los
trastornos de la personalidad. Los dimensionales se centran en los rasgos, y por lo común son
curvilineales. Los categoriales son taxonómicos, y responden a los agrupamientos de los
"clusters" A, B y C del DSM-IV.

Elementos de la personalidad psicopatica

Ha habido, en general, bastante controversia en relación al concepto de personalidad


psicopática/personalidad antisocial, y también e los rasgos que lo componen. R. C. Howard
llega a la conclusión de que, más que ser una entidad clínica unitaria hay una familia de
conceptos de psicopatía parcialmente superpuestos, que pueden dividirse en tres:

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1) Un tipo Norteamericano ("sociópata") caracterizado por una conducta antisocial crónica que
comienza en la infancia o la adolescencia temprana

2) Un tipo secundario por el rasgo del alto nivel de impulsividad, aislamiento social, y
perturbaciones emocionales

3) un tipo primario caracterizado por la impulsividad sumado a una falta de aislamiento social y
de perturbaciones emocionales.

Esto no implica que estos tres tipos sean mutuamente excluyentes; es más, la "sociopatía" es
vista como un concepto amplio que abarca tanto la psicopatía primaria como la secundaria, así
como una alta proporción de criminales comunes.

Hay tres fuentes principales de datos, que se corresponden con cada uno de los tres niveles
precedentemente señalados: el epidemiológico, cuyo propósito es la descripción de las
relaciones sociológicas, donde su foco son las poblaciones y su método es el estadístico; el
clínico, que describe el cuadro clínico y sus correlatos, su foco es el individuo, y su método es
el estudio de casos, y, por último, el experimental, cuyo objeto es desarrollar una teoría que
explique el fenómeno clínico, su foco son los mecanismos, y su método es el análisis
experimental de las conductas análogas.

Surge de esto una conclusión: una explicación completa de la conducta requiere de estos tres
niveles. Se advierte la interrelación de estos tres niveles en el Esquema 1. En un nivel
intraorgánico, se debe establecer una distinción entre los mecanismos que median los efectos
de los eventos iniciadores y de las influencias predisponentes, de las expresiones cognitivas,
afectivas y motóricas de la salida (output) de tales mecanismos mediadores. Por lo tanto los
rasgos de personalidad, que pueden definirse como características y persistentes maneras de
pensar, sentir y actuar hacia sí mismo y hacia el ambiente, son expresiones de mecanismos
subyacentes, los que pueden ser descritos como "sistemas funcionales" neuropsicológicos.
Una importante característica que se advierte en el esquema 1 es que las salidas afectivas,
cognitivas y motóricas, retroalimentan a los eventos disparadores (las consecuencias de
nuestros actos pueden convertirse en estressores), y a las influencias predisponentes
(comportamientos característicos y habituales o "estilos de vida"); pudiendo, por lo tanto en
influencias predisponentes a perturbaciones psicofisiológicos (enfermedad coronaria) tanto
como a trastornos psiquiátricos.

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El análisis de las teorías que hace Howard serán examinadas, principalmente en la extensión
en que responden a las tres grandes cuestiones (¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo?), y, en
segundo término, en que medida estas respuestas son aplicables a las tres clases de
psicopatía descritas por Howard, y permiten identificarlas como un género.

Siever ha señalado recientemente (1998) la poca bibliografía existente en lo concerniente a la


neurobiología del psicópata, e inclusive, la controversia respecto del concepto mismo de
psicopatía. Mientras en los Estados Unidos se ha prestado considerable atención a los
aspectos antisociales y criminales de este trastorno, poco se ha estudiado su falta de empatía y
su locuacidad.

Chekley ha sido probablemente quien más ha aportado en los últimos tiempos al concepto de
psicopatía, subrayando la desviación social, el encanto superficial, la falta de remordimientos,
la incapacidad para amar, y el estilo vincular irresponsable e impersonal.

Hare, especialmente en la última versión de su Psychopathy Checklist (PCL-R), permite hacer


la distinción entre dos estructuras.

La primera de ellas (Factor 1), se caracteriza por la locuacidad, falta de remordimientos o


culpa, afectos superficiales, callosidad, falta de empatía, y renuencia a aceptar
responsabilidades. Esta variante no necesariamente debe ser antisocial.

La segunda (Factor 2) consiste en los rasgos verdaderamente antisociales, en la agresividad y


falta de control de impulsos.

El Factor 1 es el "núcleo" de la psicopatía, y puede o no estar asociado a lo antisocial; pero


esto último siempre está vinculado al Factor 1. Por esto es necesario distinguir la psicopatía de
la antisocialidad. En la práctica, no es nada fácil separar uno de otro factor, y distinguir las
múltiples variantes fenomenológicas que pueden exhibir los psicópatas.

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Otro aporte importante para penetrar en la taxonomía del psicópata ha sido el de Lewis quien
cita, entre otros, las tipologías de Blackburn. Este autor subraya que, mientras la psiquiatría
norteamericana define la conducta antisocial en términos comportamentales, otras definiciones
lo han hecho en relación con las emociones. Así, se pueden distinguir dos grupos. Uno de ellos
está formado por individuos que tienen muy poca culpa con respecto a su conducta anormal, y
poca empatía hacia sus pares (factor 1 de Hare). El otro grupo está formado por individuos que
tienen "tendencias neuróticas": estos últimos presentan emocionalidad excesiva y quejas de
"conflicto interno... culpa, ansiedad, depresión, remordimientos, paranoia, y otros síntomas
psiconeuróticos". La primera ha sido llamada "psicopatía primaria" y a la segunda "psicopatía
secundaria". En el modelo del "nuevo paradigma" de Esterly y Neely la "psicopatía secundaria"
se corresponde con el tipo de alta ansiedad que son dependientes de drogas, y con el Tipo I de
alcoholismo de Cloninger.

Este último, que es bajo en Búsqueda de Sensaciones, es improbable que tenga


comportamientos impulsivos, pero, cuando existen, tienen la finalidad de reducir la ansiedad
(por ejemplo, trastornos alimentarios, exceso de ejercicios, adicción al trabajo, y exceso de
compras y despilfarro). Coincide con exceso de las monoaminas (MA, DA, alta MAO).

Mientras tanto, el Tipo II de alcoholismo de Cloninger es más probable que tenga


comportamientos impulsivos, y cuando los tienen, son dirigidos a la búsqueda de sensaciones
y de riesgo (por ejemplo, aventuras sexuales, juego patológico y robo). Habría baja ST y baja
MAO.

Lewis propone hipótesis respecto de las bases biológicas que subyacen a ambos tipos de
psicopatía. Sostiene que el comportamiento antisocial persistente tiene importantes correlatos
emocionales: ya sea una notable falta de las mismas en "psicópata primario" (miedo, ansiedad,
culpa, calidez, empatía) o su exceso, también importante (enojo, depresión, ansiedad, culpa),
en "psicópata secundario". La ST está protagónicamente detrás de la sintomatología de ambos
grupos. Como se verá más adelante, hay un defecto en el aprendizaje de la evitación, que
depende en buena medida de la ST. La afectividad excesiva e inapropiada, con conductas
impulsivas y comportamientos desviados, coinciden con bajos niveles de 5-HIAA en LCR. La
disfunción ST ha sido implicada también en el trastorno bipolar, y tanto la agresión como esta
última se tratan con carbonato de litio.

Para iniciar el estudio de las bases neurobiológicas de las personalidades antisociales,


convendría analizar los aportes de Zuckerman, Gray, Cloninger, Siever, etc.

La idea de Zuckerman del superrasgo P-Impuss (Psicoticismo-Impulsividad-Búsqueda de


Sensaciones-No socializado) es uno de esos aportes. No está sólo presente en este tipo de
desorden de personalidad, sino también en las personalidades borderlines, y en
personalidades relativamente adaptadas.

Se ha conjeturado que el rasgo P-ImpUSS y la psicopatía, son una combinación de una fuerte
tendencia a la aproximación unida a una débil inhibición y a los mecanismos de alerta. La
primera de ellas es equivalente a la búsqueda de sensaciones de Zuckerman y de novedades
de Cloninger. Los mecanismos de alerta están relacionados con el factor de "evitación del
daño" de este último autor y con el aprendizaje de la evitación pasiva.

Raine y Col.afirman que el patrón antisocial se caracteriza por:

a) una desinhibición comportamental, baja responsividad fisiológica (vinculada al bajo alerta), y


disfunción prefrontal

b) disfunción del hemisferio izquierdo o, alternativamente, una lateralización reducida para las
funciones lingüísticas.

Todas las alteraciones incluidas en a) tendrían elementos comunes. Por empezar, la


desinhibición comportamental se vincula con conceptualizaciones de Gray en relación con el

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sistema de activación comportamental (SAC), como opuesto al sistema de inhibición
comportamental (SIC). El SAC se activa en respuesta a incentivos gratificantes o placenteros;
en tanto, el SIC los hace frente a la posibilidad de castigo o frustración, y se piensa que es el
substrato de la ansiedad.

Se ha sugerido que habría una hiperrespuesta del SAC, con baja reactividad del SIC. Esto ha
sido demostrado por medio de pruebas.

Gray demostró los mecanismos mediante los cuales los agentes farmacológicamente sedantes
(BDZ, barbitúricos y etanol) reducen el aprendizaje de la evitación pasiva; en otras palabras,
reduce la eficacia de los mecanismos del SNC que median la inhibición comportamental al
enfrentarse al castigo o a la frustración no gratificante. Es por esto que se sospecha la
participación GABA en los mecanismos de evitación pasiva.

Numerosas investigaciones han analizado la neuroquímica del SIC. El protagonista parece ser
la ST. La disrupción de su transmisión deteriora el aprendizaje de la evitación pasiva, de la
habituación a los comportamientos exploratorios, dispara hiperactividad, distraibilidad,
respuestas de espanto, agresión y comportamientos sexuales. Estas acciones eran específicas
y no podían ser atribuidas a efectos generalizados sobre el alerta o el comportamiento. Se
supone que el efecto gabaérgico consiste en la inhibición que ejerce sobre la ST. Sin embargo,
Soubrie afirmó que aunque muchos estudios demuestran el disparo de comportamientos
punibles después de la reducción central de ST debido a la administración de BDZ, esto no
prueba que la reducción de ST sea necesariamente ansiolítica. Señala que desde datos
humanos existen individuos con ST normal o alta que pueden ser impulsivos y ansiosos. Estas
diferencias pueden deberse a las acciones antagónicas de los receptores 5-HT2 y los 5-HT1c y
de las vías que parten desde diferentes zonas del rafe, en lo referente a la ansiogénesis y a la
ansiolisis.

Para Soubrie, sin embargo, la reducción de la actividad ST y de las BDZ no necesariamente


coinciden en el mismo mecanismo. La ST no actuaría a través de sus efectos ansiolíticos sino
mediando la supresión de conductas.

Esto es esencial para la adaptación. A veces, el comportamiento de aproximación puede ser


selectivamente inhibido por la presencia de claves o anticipación de castigo o de refuerzo
negativo. La falla primaria del psicópata es que carece de inhibición en situaciones en donde
tanto la recompensa como el castigo son posibles y, como demostraron Newman y Kosson,
cuando esto ocurre, los psicópatas parecen enfocar sobre las posibilidades de recompensa e
ignorar las de castigo. Esto podría vincularse con la ausencia de culpa o remordimientos.

Consecuentemente, exhiben más errores en la acción (esto es, respondiendo cuando no deben
hacerlo), lo que demuestra una deficiencia en el aprendizaje de la evitación pasiva. Se debe
pensar, entonces, que la búsqueda impulsiva de sensaciones como un rasgo de la
personalidad y la psicopatía como un rasgo diagnóstico, están relacionados a un déficit del
aprendizaje pasivo de la evitación. Por consiguiente, son insensibles a claves de castigo -
posiblemente debido a este fracaso en aprender la evitación pasiva- y no es improbable que
tengan algún tipo de comportamiento antisocial bajo la mirada de un policía; está debilitada la
anticipación del castigo a largo plazo. En 1973, Trasler conjeturó que esta dificultad en el
aprendizaje de la evitación pasiva y en el condicionamiento del miedo anticipatorio -con
conservación del aprendizaje de la recompensa eran la base de la dificultad para inhibir
comportamientos socialmente inaceptables.

Las tareas de la evitación pasiva son aquellas en las que el sujeto debe inhibir una respuesta
para evitar una estimulación aversiva. En un estudio de Lykken con laberintos mentales (uno
de cada tres errores era castigado con un shock) los psicópatas mostraron menor evitación de
los errores que los no-psicópatas (más adelante veremos que Howard sostiene que esto es
más bien evitación activa). No obstante, Hare, en 1978, demostró que los psicópatas podían
aprender la evitación pasiva cuando se trataba de dinero. Detrás de esto podría estar la
"psicopatía primaria" de Blackburn, que dicho sea de paso, para Fowles son los que tendrían la
"falta de miedo" en su teoría. Conviene aclarar aquí que evitación activa es cuando el animal o

37
el sujeto inhiben un comportamiento a punto de expresarse, y evitación activa es cuando se
realiza un comportamiento con la finalidad de evitar algo.

Para Gray, una falta del alerta autonómico podría explicar el déficit en el aprendizaje de la
evitación pasiva en psicópatas que puntúan alto en la dimensión ImpUSS debido a que el
arousal puede inhibir la respuesta en las personas más ansiosas. Los psicópatas tienden a
exhibir menos alertabilidad de acuerdo a las mediciones de resistencia eléctrica de la piel, pero
muestran alta respuesta cardíaca a los estímulos que han sido condicionados al castigo;
ocurriendo a la inversa cuando tal condicionamiento no existe. La respuesta de la piel ha sido
interpretada como una activación del SIC, mientras que la respuesta cardíaca ha sido descrita
por Fowles como indicando la activación del SAC. Ambas reacciones son también indicaciones
de la activación de un sistema de alerta no específico. No resulta claro cómo diferenciar los
componentes del alerta en relación a la aproximación y la evitación si se miden solamente
estos dos indicadores. Por otra parte, una aceleración puede ser indicadora de un reflejo
defensivo. Estas débiles respuestas de la piel ante estímulos asociados al castigo pueden ser
también indicadores de bajos niveles de ansiedad, más que una función de los rasgos ImpUSS
en la misma psicopatía.

El castigo en sí, tal como es vehiculizado por el feedback, parece licitar menos alerta
(explicitado por la reacción cardiaca y de la piel), en los psicópatas que en los no psicópatas, lo
cual probablemente indique menos procesamiento de los estímulos feedback en los
psicópatas. Este fracaso en procesar los estímulos feedback podría explicar sus dificultades
para aprender del castigo.

Esto conduce a la teoría de la "falta de miedo" mencionada por Howard. Hare había dicho que
los psicópatas muestran una falta del "miedo condicionado", vinculado con lo que se cita en
otras partes de este trabajo, la falta de actividad electrodérmica anticipatoria en el
condicionamiento aversivo clásico, además de la conducta de evitación deficitaria. Esta
dificultad del aprendizaje de la evitación pasiva es una "variable interviniente" en el esquema de
Howard, y no un "mecanismo mediador", por lo tanto no responde a la pregunta ¿cómo? en
relación a la psicopatía. La teoría de Hare es criticada por la falta de especificidad, ya que la
escasa reacción electrodérmica anticipatoria también se vería en los esquizofrénicos.

La versión de Fowles (1980) de la "falta de miedo" coincide con el SIC de Gray aunque es más
específica, ya que predice un déficit en la evitación pasiva, no en la activa. Fowles argumenta

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que esta característica podría explicar lo nuclear del psicópata, con excepción de su
incapacidad para desarrollar relaciones estrechas. Hay mucha discusión, no obstante, en torno
al defecto del SIC en los psicópatas. Por ejemplo, el "laberinto mental" de Lykken, es más bien
evitación activa, que pasiva, ya que los sujetos aplican una presión sobre una palanca para
evitar el castigo. Se ha informado una disminución de la evitación activa en los psicópatas. Por
lo tanto los resultados de Lykken encajan mejor en la evitación activa y no en la pasiva. La
teoría de Fowles de la "falta de miedo" sería aplicable a los "psicópatas primarios", o sea,
aquellos que carecen de ansiedad, ya que ésta está asociada al SIC. Y a pesar de que Lyyken
consideró que los psicópatas, ya sea con alto o bajo puntaje en ansiedad, mostraban déficits
en la evitación en el "laberinto mental", hay que considerar que una deficiente evitación se
expresa además en fallas del control de impulsos, y ésta suele correlacionar con alta ansiedad.
La teoría de Fowles tiene la ventaja de que especifica muy precisamente los disparadores
ambientales que explican porqué los inputs adecuados al SIC no provocan reacciones, incluyen
una disminución de la reacción a los "estímulos innatos de miedo" a los estímulos novedosos.
Sin embargo, señala Howard, no hay ninguna evidencia de que los psicópatas sean menos
susceptibles a las fobias que la población general, y existe evidencia que prestan menos
atención a la novedad (lo que habría que correlacionar con los estudios de potenciales
evocados que cita Raine), aún cuando sus puntajes de búsqueda de sensaciones sean
elevados. Verdaderamente, la necesidad de los psicópatas de búsqueda de estimulación,
necesita tener en cuenta una teoría general de la psicopatía.

Resumiendo, para Howard, la teoría de Fowles no parecen tener en cuenta, desde un punto de
vista clínico-comportamental, no solamente la falta de capacidad de vínculos del psicópata,
sino también el grado de impulsividad, un punto cardinal clínico y una característica
psicodiagnóstica.

Sería posible, sin embargo, superar esta dificultad si se resuelve la hipotética relación entre el
SIC de Gray y los rasgos de personalidad. Es importante tener en cuenta que la hipótesis de
Gray descansa en la afirmación de que "...una descripción de los procesos psicológicos que
son alterados por las drogas ansiolíticas equivale a una descripción de la patología de la
ansiedad". Se puede cuestionar esta afirmación en dos terrenos, el conceptual y el empírico.
Conceptualmente, desde el momento que se afirma que el SIC detecta la discrepancia entre
los resultados obtenidos y los esperados (incluyendo la gratificación), uno puede suponer que
la discrepancia dependería, entre otras cosas, de la expectativa respecto de la recompensa y el
no-castigo. Esto último estaría relacionado, según Gray, con la impulsividad, y no con la
ansiedad. Por otra parte, se podría pensar que los comportamientos mediados por el SIC,
especialmente la evitación pasiva, estarían relacionados no solamente con la ansiedad, sino
también con la impulsividad, desde que implicarían "vacilaciones y dudas", las cuales, según
sostiene Gray, están mediados por el sistema septo-hipocámpico, el substrato neural del SIC.

Empíricamente, hay por lo menos cuatro argumentos que podrían llevar a cuestionar esa
afirmación. En primer lugar, las drogas que se supone que afectan al SIC (alcohol,
tranquilizantes menores, barbitúricos) no sólo tienen un efecto sedante, sino que tienen,
además, un efecto desinhibidor. Por ejemplo, el alcohol puede desinhibir comportamientos
agresivos. En segundo lugar, los barbitúricos pueden mimetizar los efectos del rasgo
impulsividad aumentándoles, o lentificar los cambios cerebrales potenciales en tareas de
discriminación "lo hago/no lo hago".

En tercer lugar, hay investigadores que describen la acción de los sedantes como capaces de
producir una "oscilación" en los niveles de ansiedad, más que su reducción. Algunos autores,
estudiando los efectos comportamentales de una BDZ (clordiazepóxido) encontraron efectos
diferenciales que dependían de la tarea: había una interacción entre el clorodiazepóxido y las
drogas Gabaérgicas en una situación de supresión inducida por el castigo, pero no en tareas
de discriminación (donde el clordiazepóxido sólo interfería con el rendimiento). Esto implica que
un efecto diferente del sedante, en esta droga, estaba operando para inteferir con los
rendimientos en una tarea de discriminación, lo cual, se sostuvo, operaba sobre el substrato
neural del rasgo de impulsividad.

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Se encontró que los altos buscadores de novedades (o de sensaciones = BdS) mostraban
reacciones más fuertes de la piel a estímulos auditivos y visuales novedosos, que los que
mostraban los bajos buscadores de novedades, pero no encontraron diferencias en respuesta
a la estimulación repetida. Aunque estudios adicionales mostraron que los BdS altos mostraban
diferencias en los estímulos significativos, no lo hacían con los neutrales. En otro estudio varios
autores encontraron que los altos buscadores de sensaciones mostraron respuestas dérmicas
a palabras con contenido sexual o de agresión, respuestas consistentes con el interés que
muestran estas personas por estos temas en los medios de comunicación.

En contraste con la respuesta dérmica, la cardíaca es bifásica: puede mostrar tanto aceleración
como desaceleración en respuesta a los estímulos. La aceleración es vista como una
respuesta orientada que demuestra interés o apertura hacia los estímulos, en tanto que la
desaceleración parece estar vinculada o a un reflejo defensivo o a uno de arranque, que
depende del estímulo y de las características de la respuesta.

Algunos autores encontraron que los altos buscadores de sensaciones, especialmente aquellos
que puntúan alto en desinhibición, tienden a mostrar baja desaceleración cardíaca a los tonos
de moderada intensidad, en tanto que los bajos buscadores de sensaciones responden a la
inversa. Estos resultados sugieren que los altos buscadores atienden más a los estímulos
novedosos, aún si ésto carecen de significado desde el punto de vista de la recompensa o el
castigo. El reflejo defensivo parece representar una inhibición de la atención a los estímulos
novedosos o quizás un retiro, más que un acercamiento cognitivo (búsqueda de información)
respecto de tales estímulos.

En un estudio de Horvath y Zuckerman estos autores afirman que, en su búsqueda de


sensaciones y experiencias intensas, los buscadores de sensaciones asumen diversos tipos de
riesgos, por ejemplo, trabajos o deportes peligrosos. Se exponen a situaciones ilegales
conduciendo demasiado rápida y descuidadamente, e incluso intoxicados. Suelen ser
voluntarios para experimentos considerados peligrosos, así como en misiones voluntarias de
riesgo en la guerra. Tienden a beber pesadamente, tomando todos los riesgos sociales de su
conducta desinhibida; fuman, aceptando los riesgos para la salud, así como se arriesgan no
sólo de esta manera, sino también con la ley, al consumir drogas ilegales. Suelen ser
ludópatas, asociado esto a un incremento en el alerta. En experimentos simulados, tienden a
tomar también mayores riesgos financieros. Tienen tendencia a involucrarse en relaciones
sexuales pasajeras y múltiples, que los exponen a contagios venéreos y, en especial, al SIDA.

¿Por qué los altos buscadores de sensaciones toman tales riesgos y los de bajo puntaje no lo
hacen? Puede ser porque aprecian más que éstos las recompensas esperadas de tales
actividades, tales como la sensación de caída libre del paracaidista, el "rush" de la heroína, o el
"high" de la cocaína, el viento en la cara de un motociclista lanzado a toda velocidad, el
corazón latiendo rápido en el pecho del ludópata, a la espera de la apertura de cartas, la
excitación del sexo, todos ellos proveen formas de alerta que son más valiosos para los altos
buscadores de sensaciones que para los bajos. La intensa gratificación que esto les provee
supera los riesgos que estas actividades puedan contener.

Una hipótesis, aunque no necesariamente contradictoria, sostiene que los altos buscadores de
sensaciones tienen un "sesgo optimista", que hace que se vean en realidad menos expuestos a
los riesgos. Zuckerman llamó Ss al rasgo de toma de riesgo para indicar cuantas veces el
sujeto se expone a una variedad de situaciones riesgosas. Esta actitud contiene un rasgo de
impulsividad.

Otra razón por la que los psicópatas podrían no ser alertados por señales de castigo en un
conflicto de gratificación-castigo es que, o no atienden a las señales de castigo, o le prestan
demasiada atención a las de recompensa. Harpur, en 1993, postuló que la sobresensibilidad de
los psicópatas a la gratificación los conduce a un conjunto dominante de respuestas que
supera su capacidad de modular su conducta en respuesta a estímulos competitivos de
castigo. Sin embargo, Ball y Zuckerman encontraron que los altos buscadores de sensaciones
mostraban una atención mejor enfocada a todos los estímulos en una tarea de enlistado

40
dicotómico independientemente de si los estímulos eran palabras neutrales o de interés
especial para ellos.

Los estímulos novedosos pueden ser intrínsecamente gratificantes o provocadores de miedo.


El efecto parece depender de los niveles del factor de búsqueda de sensaciones, que tenga el
individuo.

La teoría del bajo alerta, lo cual tendría que ver con la frialdad afectiva, se apoya en que los
psicópatas tiene baja responsividad fisiológica, evidenciado por el bajo gasto cardíaco,
evidenciable desde muy temprana edad, exceso de ondas lentas en el EEG y baja
conductividad eléctrica de la piel. En un sentido directo, esta baja responsividad puede hacer al
individuo menos sensible a claves sutiles requeridas para el aprendizaje de claves prosociales-
lo que lo vincula a la callosidad- y puede deteriorar el condicionamiento clásico de respuestas
emocionales que se cree son importantes para la formación consciente del aprendizaje de la
evitación. La predicción clave para esta teoría es que las personas antisociales tendrán baja
responsividad eléctrica de la piel, bajo rendimiento cardíaco, y más actividad de ondas lentas
en el EEG, en reposo, comparados con controles normales. Esto se relaciona con la baja
respuesta a los eventos aversivos o estresantes. Muchas conductas antisociales implican alto
riesgo, del cual parecen no darse cuenta.

Howard subraya que el bajo alerta puede ser cortical y autonómico. Ambos conformarían un
modelo de "sistema de alerta". Su concepto es que la teoría del bajo alerta se concentra en la
pregunta ¿cómo? y descuida las cuestiones ¿cuándo? y ¿porqué? Para este autor, las
características de bajo alerta cortical (exceso de actividad theta y delta) caracterizan más bien
al psicópata secundario que no al primario.

La disfunción prefrontal, a la que volveremos a referirnos cuando hablemos de la impulsividad y


de la agresión, tendría que ver con cambios en la flexibilidad intelectual y formación de
habilidades comportamentales y pobre atención sostenida, concentración y capacidad de
razonamiento.

Por consiguiente, un análisis de sus procesos de aprendizaje puede resultar de utilidad.


Aunque los psicópatas no son usualmente menos inteligentes que otros criminales, parecen
tener problemas en aprender que no deben repetir comportamientos que les trajeron problemas
con anterioridad. Los psicópatas pasan más tiempo en prisión por reincidencias que otros
criminales. Estas reincidencias pueden ser explicadas por su necesidad de excitación
(búsqueda de sensaciones) o su impulsividad en respuesta a perspectivas de recompensa.
Otra posibilidad radica en su insensibilidad al castigo. Pero, como se ha visto, participa de este
comportamiento la dificultad ya vista en sus procesos de aprendizaje de la evitación pasiva.

Los psicópatas representan un tipo extremo de personalidad sobre la dimensión P-ImpUSS.


Algunas de estas características pueden ser vistas en los rasgos que componen la dimensión
P: impulsividad, falta de reflexión, búsqueda de sensaciones (especialmente desinhibición) y
falta de socialización.

41
Eysenck interpretó, en los '70, que la dimensión P era una amplia tendencia latente hacia el
psicoticismo. Este término era usado en el sentido de un espectro que incluía la esquizofrenia,
los trastornos afectivos mayores, la personalidad antisocial (TPA) y la criminalidad en general, y
también involucraba al pensamiento creativo pero desviado dentro de la población no psicótica.
Zuckerman cuestionó la amplitud de este concepto y sugirió que era mejor usar la palabra
psicopatía (tendencias antisociales) para esta dimensión. Los delincuentes y los prisioneros
adultos puntúan alto en la dimensión P, pero los esquizofrénicos lo hacen sólo ligeramente por
arriba de la población general, y los depresivos endógenos lo hacen como esta última.

Los criminales con personalidades antisociales puntúan más alto en la dimensión P que los que
no lo son. Probablemente si se estudiara la población general aparecerían puntajes más altos
en gente que puede convertirse en criminales bajo determinadas circunstancias.

La forma más extrema de búsqueda de sensaciones puede verse en la manía. Los


hipomaníacos son caricaturas de buscadores de sensaciones impulsivos, y comparten muchas
de sus características biológicas, incluyendo un aumento de la dimensión EP (extraversión-
psicoticismo) y bajos niveles de MAO plaquetaria.

Por lo tanto no es sorprendente que los sujetos con este trastorno puntúen alto en estos
rasgos, y lo hacen aún cuando estén en fase normal, e inclusive en fase depresiva, lo que
demuestra que la relación no es estado-dependiente. Los hijos de pacientes con esta
dimensión también puntúan alto en búsqueda de sensaciones, especialmente en desinhibición,
lo cual sugiere que el rasgo de personalidad puede ser parte de una disposición transmisible
genéticamente del desorden.

En contraste, los individuos con depresiones unipolares puntúan bajo en este rasgo, aún
inmediatamente después de su recuperación. Los esquizofrénicos, especialmente los solitarios
e inactivos, tienden a ser bajos buscadores de sensaciones. Estos hallazgos son un desafío
para las afirmaciones de Eysenck, que tiende a ver a toda clase de psicosis ubicado en lo alto
de su dimensión P.

El modelo neuronal sugiere que un sistema feedback positivo similar al comportamental se


puede ver en el trastorno maníaco, en el que la estimulación impulsa al paciente a buscar más
estimulación. El darle a un paciente bipolar IMAOs en la fase depresiva dispara a menudo la
fase maníaca, caracterizada por desinhibición comportamental, humor eufórico, actividad

42
incrementada, altos niveles de NA en el LCR, y posiblemente un incremento de DA en áreas
del cerebro específicamente involucradas en la actividad y en la recompensa. Todos estos
efectos pueden ser debidos a una desregulación del sistema de las catecolaminas (CA). Si este
estado de hiperactividad se prolonga, las CA podrían ser vaciadas con los consiguientes
cambios comportamentales, tales como una caída desde las alturas de la manía a las
profundidades de la depresión.

De acuerdo a este modelo, el sistema CA juega un papel en el humor, la actividad, la


interacción social, y en ciertos desórdenes clínicos. Más específicamente, la actividad DA
estriada puede influir en el la actividad física, y la DA en el N. accumbens y en las proyecciones
prosencefálicas sobre los sentimientos positivos. La actividad social también puede estar
influenciada por vías DA específicas. El alerta NA puede ser más importante en el alerta de
sentimientos negativos tales como la depresión o la ansiedad, pero la NA y la DA pueden tener
efectos sinérgicos en estados tales como los maníacos caracterizados por la euforia y la
hostilidad. Variaciones normales en estos rasgos asociados con la personalidad pueden
moverse entre los rangos B a C; y estarán basados en los niveles tónicos de la actividad o
reactividad CA. Estados asociados con extremas variaciones de las CA cerebrales van desde
la depresión producida por la depleción de NA a la ansiedad y los ataques de pánico
producidos por su exceso. De la misma manera, un déficit de DA puede producir anhedonia y
retraimiento social, también característicos de la depresión, y un ligero exceso produce euforia,
hiperactividad, e hipersociabilidad; pero en un exceso de dosis o en su hiperactividad crónica
(como ocurre bajo la acción de drogas estimulantes), los efectos óptimos cambiarían a una
actividad limitada y estereotipada, alejamiento social, y hostilidad y agresión que alimentarán la
paranoia. Tales efectos curvilineares de la actividad CA han sido demostrados repetidamente
en la literatura sobre experiencias en humanos y animales. Por ejemplo, la actividad motora en
las ratas aumenta con la administración de anfetamina, pero decrece a medida que se aumenta
la dosis. Su comportamiento social experimenta idénticos cambios. Tales relaciones
curvilineares explicarían algunas diferencias en dirección a las relaciones entre metabolitos de
las catecolaminas y humor o comportamiento en normales y en pacientes, debido a que las dos
poblaciones podrían ocupar dos diferentes rangos en el nivel de actividad CA, una en la rama
ascendente y otra en la descendente de la curva.

43
En el esquema de Zuckerman se observa que, en un nivel más bajo de análisis, la modulación
cortical de la estimulación intensa, como se muestra en el paradigma de aumento-reducción en
los potenciales evocados, parece representar una expresión neural directa de la propensión de
la inhibición-desinhibición comportamental. De la misma manera que una persona con una
tolerancia fisiológica al alcohol está en mayor riesgo de volverse alcohólico, el individuo con
mayor tolerancia a la estimulación o excitación cortical está en un riesgo aumentado de
transformarse en un buscador desinhibido de sensaciones. El buscador elevado de
sensaciones es activado por altos niveles de estimulación mientras que las bajas tienden a
"desintonizarlo", como si se dispararan mecanismos de inhibición cortical. Hay ventajas y
desventajas adaptativas en ambos extremos. Un aumentador-desinhibidor parece tener un
SNC "fuerte" que continúa funcionando bien aún bajo las condiciones de sobreestimulación
más estresantes, tales como una batalla. Un reducidor tiende a perder alerta cortical y atención
en tales condiciones y por lo tanto pierde eficacia. Sin embargo, el feedback positivo del
aumentador puede constituirse en una vulnerabilidad. La tendencia a buscar altos niveles de
estimulación puede impulsarlo a conductas antisociales, como ocurre en el psicópata. Vemos
que en los niveles bioquímicos más bajos del rasgo involucrado en la dimensión P,
encontramos déficits de hormonas, NT y enzimas, que juegan un papel fundamental en la
inhibición comportamental, incluyendo déficits de cortisol, serotonina, NA y MAO, y dopamina-
beta-hidroxilasa (DBH).

Por consiguiente, a través del procesamiento de la intensidad de los estímulos, se ha podido


distinguir entre aumentadores y reducidores de los potenciales evocados (PE) corticales. La
reacción cortical a estímulos breves, tales como un destello de luz o un ruido brusco, puede ser
evaluado repitiendo el estímulo muchas veces, registrando las reacciones corticales por medio
de EEG, y promediando la respuesta por medio de una computadora. Esta operación traza una
curva de respuesta punto por punto. Las complejas formas de ondas visibles en humanos son
altamente hereditarias; las curvas para muchos gemelos idénticos puede ser muy
aproximadamente superpuestas, y se parecen a las que se obtienen en un individuo
determinado a través de mediciones múltiples.

Significativamente, niveles bajos del metabolito de la ST, el 5-HIAA y de las enzimas MAO y
DBH se encuentran también, típicamente, en los aumentadores visuales en potenciales
evocados. Por el momento no se sabe si los NT o neurorreguladores inhiben directamente el
alerta cortical debido a que los datos humanos son linearmente correlacionables. Los bajos
niveles de MAO se vinculan consistentemente con los buscadores de sensaciones y son bajos
en los desórdenes desinhibitorios. La MAO baja puede ser un signo de falta de actividad ST o
excesiva actividad DA. La baja DBH, un correlato algo menos consistente de los buscadores de
sensaciones, resulta en una baja actividad NA en las áreas límbicas que sirven al alerta y a la
inhibición.

En lo que hace al vínculo entre los potenciales evocados y los buscadores de sensaciones han
habido por lo menos 21 estudios llevados a cabo en poblaciones de antisociales. Pueden
dividirse en los de latencia rápida, mediana y tardía . En los estudios de respuesta rápida se ha
advertido una prolongación del tiempo de latencia de tronco cerebral, lo que puede
interpretarse como indicando un alerta reducido y un filtrado excesivamente alto de los
estímulos ambientales. Las consecuencias comportamentales de estos hallazgos será en la
deprivación de estímulos y bajos niveles crónicos del alerta.

Los hallazgos en los PE de latencia media, fueron mucho más equívocos, pero se ha
especulado que los psicópatas parecen mostrar crecientes amplitudes a los PE a estímulos de
creciente intensidad (aumentadores córtico-visuales), un fenómeno que ha sido vinculado a la
búsqueda de sensaciones.

Los resultados de la latencia tardía de los PE, fueron mucho más consistentes, y ellos indican,
sorprendentemente, que los psicópatas muestran amplitudes P300 aumentadas, indicando un
incremento de la atención a los estímulos que les interesan.

Se ha sostenido que las consecuencias comportamentales de estos tres niveles de potenciales


evocados (la deprivación de estímulos, la búsqueda de sensaciones, y la atención a eventos

44
estimuladores) están causalmente vinculados. Esto es, que los individuos con bajos niveles,
crónicamente, de alerta (posiblemente causados por excesivo filtrado de estímulos) buscarían
estimularse para llevar los niveles de alerta a una performance óptima. Esta búsqueda de
estimulación puede explicar parcialmente la atención incrementada hacia los sucesos de
interés, reflejada en el aumento del P300 a estímulos blancos en un paradigma de atención
selectiva. Las situaciones potencialmente peligrosas y riesgosas, en las que los actos
criminales y delictivos encuentran facilidades para ser llevados a cabo, son muy atractivas para
los psicópatas.

Como muchas teorías de la violencia basadas en la biología, este modelo tomado de los PE es
sólo una explicación parcial del comportamiento violento. Por otra parte, aunque muchos
psicópatas son violentos, no todos lo son; y hay violentos que no son psicópatas. Por lo tanto,
se debe tener prudencia al extrapolar los datos a partir de una teoría de la tendencia a la
violencia de los psicópatas. Una característica inusual de este modelo es que los psicópatas
están en condiciones de aumentar su atención. Este hallazgo contradice creencias de base
biológica sobre el comportamiento criminal, que casi universalmente enfatizan sobre los déficits
sobre tales poblaciones.

Si la propuesta de que hay una predisposición biológica a la violencia conduce a la


personalidad antisocial y al crimen, hay que tener en cuenta que tales conductas dependen
fuertemente de las circunstancias ambientales en las que se encuentra el individuo. Por
ejemplo, con un CI apropiado, buenos cuidados parentales, y crianza en una familia de alto
status socioeconómico, la toma de riesgos y la búsqueda de estimulación puede traducirse en
un audaz y creativo hombre de negocios o en un piloto de jets militares o de fórmula 1, y no en
el crimen y la violencia.

Tales interacciones pueden tener implicaciones para las intervenciones. Como ejemplo, se cita
que se han visto psicópatas que muestran tanto elevados P300 sobre zona parietal, como
registros elevados en pruebas neuropsicológicas que registran el funcionamiento del lóbulo
parietal. Estos hallazgos, relativamente específicos, muestran que no hay diferencias ya sea en
PE registrados en lóbulos temporales, o en los rendimientos verbales o de CI. Estos estudios
demuestran que los psicópatas criminales pueden estar capacitados para tareas y ocupaciones
que implican habilidades tales como artes plásticas, manejo de vehículos y mecánica. Si un
psicópata violento puede ser identificado en la adolescencia, puede ser factible ayudarlo a
desarrollar sus habilidades latentes que poseen claramente y alejarlos así de la violencia y el
crimen. El trabajo y otras situaciones similares pueden ser interesantes en donde los jóvenes
psicópatas pueden ser identificados, ya que pueden "competir" en situaciones en donde es más
probable que tengan comportamientos más violentos y criminales.

Buschsbaum y Silverman desarrollaron una técnica para comparar los componentes de


potenciales evocados tempranos. Este componente PE representa la reacción cortical
temprana que ocurre entre 100 y 140 ms después del estímulo. Los individuos que muestran
una amplitud marcadamente incrementada de los PE como función de un estímulo
crecientemente incrementado (curva positiva), son llamados aumentadores, en tanto que
aquellos que muestran poco incremento o aún disminución en la amplitud de los PE a las
intensidades más altas (curvas negativas) son llamados reducidores. Aunque esta terminología
sugiere una dicotomía, la distribución de las curvas de intesidad entre estímulos y PE es
continua y normal.

La reducción puede representar una función protectora cortical. El aumento puede ser
considerado como un fracaso de la inhibición cortical o un marcador para un sistema nervioso
fuerte en el sentido pavloviano de resistencia a una inhibición transmarginal a partir de una
estimulación intensa.

Como ocurre con las respuestas cardíacas-respuestas reflejas defensivas, los aumentadores o
reducidores en los PE están más claramente relacionados a los puntajes de la Escala de
Desinhibición (DIS), la cual es una subescala de la Escala de Búsqueda de Sensaciones. El
DIS mide la búsqueda de novedades y de sensaciones a través de otra gente como ocurre en
reuniones desinhibidas y las experiencias sexuales variadas.

45
El PE aumentador es característico de individuos con trastorno bipolar (aun cuando no está
bajo estado maníaco), alcohólicos, y delincuentes masculinos. Los reducidores son
característicos de los esquizofrénicos crónicos o en agudos con pobre pronóstico. Las
diferencias de género son inconsistentes, pero los aumentadores tienden a cambiar a
reducidores con la edad.

Se han estudiado estas características en modelos animales. Los gatos "aumentadores"


tienden a ser más exploratorios, activos, y muestran reacciones de lucha o aproximación ante
estímulos novedosos, en tanto que los "reducidores" tienden a estar tensos y emotivos y
alejarse como respuesta a estímulos novedosos.

Usando paradigmas condicionados, Saxton y col. encontraron que los gatos aumentadores
eran más reactivos en un esquema de intervalos fijos, en el cual la gratificación es simplemente
una función de presión sobre una palanca, pero los gatos reducidores rendían mejor en un
esquema que les requiere mantener una baja tasa de respuesta para obtener gratificación. La
última clase de esquema castiga a los respondedores impulsivos y requiere una capacidad
para inhibir la respuesta y evitar el castigo (pérdida de gratificación). Los gatos aumentadores,
por lo tanto, recuerdan a los buscadores impulsivos de sensaciones y a los psicópatas en su
deficiencia en el aprendizaje de la evitación.

Siegel y otros extendieron el paradigma reducidores-aumentadores a las ratas, usando linajes


Romanos de alta evitación (RHA) y de baja evitación (RLA). Estos dos linajes fueron criados a
partir de un stock original Wistar para rendimiento en adquisición de tareas de dos vías de
evitación activa. Las ratas RHA aprendieron rápidamente a evitar el shock, en tanto que las
ratas RLAS tienden a congelarse más que correr y por lo tanto les toma mucho más tiempo
aprender la evitación.

Casi todas las ratas RLA y Wistar eran, reducidores o aumentadores débiles, en tanto que la
mayor parte de las ratas RHA estaban entre los moderados y fuertes aumentadores. Hay poca
superposición en los potenciales evocados entre los grupos RLA y RHA en lo que hace al
paradigma aumentadores-reducidores.

Debido a que todos los miembros de un linaje son como gemelos idénticos que comparten casi
todos sus genes, se pueden hacer generalizaciones a partir de diferencias en los linajes
encontrados en otros estudios. Además de las diferencias en la evitación activa, las ratas
reducidoras son menos activas y más temerosas en las pruebas a campo abierto, menos
agresivas cuando son shockeadas, muestran poca tolerancia a los barbitúricos y poco gusto
por el alcohol, son más maternales con sus crías, y muestran menos respuesta hipotálamo
adrenal al stress a través del disparo de serotonina, CRH, y ACTH. En respuesta a la
estimulación de las áreas hipotalámicas laterales mediante la gratificación intrínseca ("placer")
en el cerebro, las ratas de baja evitación son más sensibles a bajas intensidades, pero tienden
a más escape cuando son estimuladas con altas intensidades. Las ratas de alta evitación, por
lo contrario, un modelo conveniente para el buscador de sensaciones impulsivo, tanto normal
como psicopático: activo, explorador de nuevos ambientes, agresivo, más susceptible de abuso
de substancias, menos protectores de los más jóvenes, una necesidad de intensa estimulación
como gratificación e insensibilidad a gratificaciones más débiles, y menor respuesta del eje
adrenal al stress. Sin embargo, las ratas de alta evitación muestran un incremento en el disparo
de dopamina en el córtex prefrontal en respuesta al stress. Las drogas opiáceas y estimulantes
que son usadas por los buscadores impulsivos de sensaciones incrementan la actividad
dopaminérgica.

Kumar y col. han hecho una excelente revisión de los trabajos que vinculan a los buscadores
de sensaciones con el uso de drogas y, en cierta medida de alcohol, además de actividades,
creencias y experiencias paranormales. Los resultados de sus trabajos muestran diferencias
entre hombres y mujeres, dando puntajes más altos para los hombres, en especial para el uso
de substancias. Los usadores de drogas tenían más altos niveles de creencias en fenómenos
paranormales que los no-usadores, e informaron un número más alto de experiencias en tal
sentido, tendiendo también a ser más introspectivos. En este último sentido no había
diferencias entre hombres y mujeres.

46
Estos resultados sugieren que ambos tipos de comportamientos (drogas y experiencias
paranormales) comparten algo en común: la búsqueda de aventuras y de experiencias variadas
y excitantes. Mientras que la tendencia al aburrimiento y a la desinhibición parece ser más
significativo en los usadores de drogas, no lo es tanto en los buscadores de experiencias
paranormales. Es posible que la combinación de ambas conductas tenga que ver con
motivaciones de introspección, más que por presión de los pares o razones culturales.

El comportamiento social de los altos buscadores de sensaciones observable en el laboratorio


muestra altos niveles de expresión de afectos sociales positivos a través de miradas, sonrisas,
risas, autoconfidencias y charlas. Las mujeres se involucran con los hombres en
conversaciones privadas más que las que puntúan bajo. Las relaciones amorosas tienden a ser
múltiples y superficiales.

Las variables demográficas de este rasgo están asociadas a la edad y al sexo. Van declinando
consistentemente desde la adolescencia hacia los 60 años, siendo los puntajes de los hombres
significativamente más altos que en las mujeres. El trastorno por personalidad antisocial es 4 a
7 veces más prevalente en varones que en mujeres y declina con la edad después de un pico a
los 20 años. La socialización puede explicar algunas diferencias vinculadas al sexo, y la
experiencia adquirida las que tienen que ver con la edad, pero también puede haber diferencias
determinadas por cambios en los NT, enzimas y hormonas gonadales.

Las hormonas gonadales, en particular la testosterona, han sido asociadas con la sexualidad,
la dominancia social y la agresividad en animales. Estos hallazgos han sido algunas veces
extendidos a los humanos sin suficientes estudios comparativos. Altos niveles de testosterona
en prisioneros han sido relacionados con historias de agresiones especialmente malignas, pero
tanto en prisioneros como en normales la testosterona parece estar relacionada con la
dominancia social, la búsqueda de sensaciones (desinhibición) y experiencias heterosexuales.
La testosterona parece estar relacionada tanto con las dimensiones P como E, pero hay alguna
evidencia de que hay menos de ella en los tipos introvertidos y ansiosos de hombres. Hay que
tomar con prudencia estos datos porque el stress puede disminuirla y la estimulación sexual
puede aumentarla en los hombres. Las relaciones entre testosterona y personalidad son
recursivas.

Para algunos autores, sin embargo, las hormonas gonadales, tanto la testosterona como los
estrógenos, están directamente relacionadas con los buscadores de sensaciones varones,
especialmente en los de tipo desinhibido. Estas hormonas estarían también negativamente
relacionadas con la socialización y el autocontrol -otros dos marcadores para la dimensión
ImpUSS- y a la variedad de experiencias heterosexuales y cantidad de parejas heterosexuales.
Por otra parte, el estradiol en el hombre está relacionado con altos puntajes en el MMPI para
esquizofrenia, hipomanía, y psicopatía. La testosterona en delincuentes presos está
relacionada con la alta dominancia y extrema violencia. El cortisol y la NA en el LCR están
inversamente relacionados a rasgos que constituyen la dimensión P-ImpUSS. El cortisol está
producido por la activación de la vía del stress del eje adrenal, en tanto que la NA en el LCR
puede ser parcialmente una función de la actividad en el LC y en las vías descendentes dentro
de la médula. Cuando se enfrenta con un stress natural, tal como esperar sentencia por un
hecho criminal, los prisioneros no psicópatas muestran alerta en sus mediciones periféricas y
de NA y A, pero los tipos psicopáticos muestran poco cambio en el alerta adrenérgico.

La enzima MAO (Mono-amino-oxidasa) está contenida en las mitocondrias de las neuronas


monoaminérgicas y regula el nivel de los NT disponibles en las células a través de degradación
catabólica por los NT después de la recaptación. La MAO en los humanos es evaluada
usualmente a través de las plaquetas. La MAO plaquetaria es usualmente de tipo B, la que está
primariamente asociada con la regulación de las neuronas DA en el cerebro humano.

Bajos niveles de MAO plaquetaria han sido asociados con altos niveles del rasgo de búsqueda
de sensaciones, y también con niveles altos de actividad social, criminalidad, tabaco, alcohol y
drogas ilegales. Los alcohólicos, individuos con trastorno bipolar, y con trastorno borderline de
la personalidad tienden a tener bajos niveles de MAO. Los niveles altos han sido vinculados
con niveles bajos de búsqueda de sensaciones.

47
Los bebés que tienen alta MAO son menos activos y coordinados que los que la tienen baja, en
los tres primeros días después del nacimiento, lo cual sugiere una influencia genética en las
relaciones entre MAO y rasgos comportamentales entre los adultos. De hecho, los niveles de
MAO parecen estar casi enteramente determinados genéticamente por un gen principal con
numerosos alelos.

Las diferencias individuales en la MAO plaquetaria son altamente confiables y resistentes a


cambios temporarios. Los aumentadores corticales de potenciales evocados tienden a tener
baja MAO plaquetaria, en tanto que los reducidores muestran lo opuesto, lo cual provee otra
relación entre los dos niveles del fenómeno. La demografía de la MAO es consistente con los
puntajes de P, buscadores de sensaciones, y psicopatía: los hombres tienen menos MAO que
las mujeres, y la MAO aumenta con la edad tanto en el cerebro como en las plaquetas
sanguíneas.

Los hallazgos comparativos usando monos que viven en una colonia natural también proveen
apoyo para las relaciones entre ImpUSS en humanos (y sociabilidad, también) con los niveles
de MAO. Los monos de baja MAO se veían como más activos, socialmente dominantes,
juguetones, sexuales y agresivos. Los monos con alta MAO tendían a ser inactivos, aislados
socialmente, y bajos en la jerarquía de dominancia, y tendían a mostrar poca actividad sexual o
agresiva.

Como se deduce de esto, la MAO plaquetaria ha sido relacionada con rasgos de personalidad
y con el comportamiento tanto en humanos como en monos. Pero hay sutiles diferenciaciones
entre los subcomponentes de este superrasgo. En un trabajo de Klinteberg y col. realizado con
pilotos militares de jets, se encontró que los perfiles de personalidad y sus características
neuropsicológicas coincidían con la elección de una carrera que implicaba toma de riesgos,
altos requerimientos profesionales de habilidades perceptuales y motoras. En ellos se midió la
actividad de la MAO plaquetaria y los niveles séricos de un metabolito adrenal androgénico, el
sulfato de dihidroepiandrosterona (DHEA-S), y se los comparó con un grupo de conscriptos.
Contrariamente a lo que se podría esperar, no había diferencias en la MAO plaquetaria de
ambos grupos, cuando se sabe que está descendida en otros tipos de tomadores de riesgos,
como los escaladores de montaña y varias clases de deportistas con alta toma de riesgos. Que
los pilotos no tuviesen baja MAO tiene que ver con el hecho de que este marcador está
vinculado a la desinhibición motora en las tareas neuropsicológicas, en donde los pilotos
obtenían, por lo contrario, altos puntajes. Los perfiles de personalidad de los pilotos diferían de
los de los conscriptos en la dimensión esperada. Los primeros mostraban altos puntajes en la
búsqueda de sensaciones, extraversión (E) y no-conformismo, y una tendencia a tener bajos
puntajes en relación con la ansiedad

Ambos grupos diferían en una de las dos escalas de impulsividad administradas. Se piensa,
teóricamente, que la impulsividad está relacionada con una vulnerabilidad a los trastornos
psicosociales "desinhibitorios", mientras que los rasgos de búsqueda de novedades parecen
estar más bien vinculados a los comportamientos de toma de riesgos. La impulsividad que
mostraba similitudes en ambos grupos tenía que ver con un subtipo "estrecho" de la misma,
más bien relacionada con la tendencia a actuar bajo la presión de estímulos momentáneos.

Los pilotos tenían más altos niveles de DHEA-S, la cual, según estudios de Fava y col.
correlaciona también inversamente con el tipo "A" de personalidad (que, se sabe, tiene un
riesgo coronario mayor que la población normal). Diversos estudios han confirmado que la
DHEA-S está vinculada a la búsqueda de sensaciones, la evitación de la monotonía, las
escalas de asertividad, y la habilidad espacial, pero disminuye bajo la acción del stress crónico.
En estas condiciones, sus niveles basales resultan bajos en relación con los de cortisol,
sugiriendo un cambio en el metabolismo de la pregnenolona adrenal que va desde los
andrógenos adrenales hasta los glucocorticoides. Se especuló que estos cambios
córticoadrenales, que afectan a las tres clases de sus esteroides (mineralo, glucocorticoides y
andrógenos adrenales) podrían maximizar la producción de cortisol necesaria para la
supervivencia y minimizar el uso de la pregnenolona por síntesis de mineralocorticoides y
andrógenos, no tan necesarios para la supervivencia en condiciones de stress severo.

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La testosterona ha sido asociada con la agresión verbal y una preferencia por los deportes. No
obstante, las relaciones entre andrógenos gonadales y adrenales no está todavía
suficientemente clara. En conclusión, las características bioquímicas de los pilotos militares
podría ser asociada a una personalidad impulsiva sin signos de desinhibición motora en las
tareas neuropsicológicas. Por lo tanto, se puede aceptar que solamente algunos aspectos de la
impulsividad son críticos cuando se asocian a baja actividad MAO. La actividad MAO
plaquetaria y las hormonas andrógenas pueden estar también vinculadas a estos aspectos
diferenciales de la impulsividad, y pueden interactuar también diferencialmente con la actividad
frontal inhibitoria, más alta en las pruebas en los pilotos que en los conscriptos.

Otro trabajo de la misma autora y su equipo permitió comprobar la existencia de una activación
relativamente más alta del hemisferio derecho en las personas con baja MAO plaquetaria, la
cual, a su vez, se asociaba con un acortamiento del tiempo empleado en la verificación y
chequeo de las pruebas.

Pacientes con altos niveles de MAO plaquetaria tenían una habilidad pareja en las pruebas con
ambas manos, situación que, con niveles menores de rendimiento, se ha encontrado también
en pacientes con esquizofrenia de alta incidencia genética, en los cuales se encuentra también
altos niveles de 5-HIAA. En este trabajo, el resultado más interesante fue la relación negativa
encontrada entre la actividad MAO plaquetaria y la cantidad de fracasos en las inhibiciones en
el tiempo de reacción ante tareas que tenían señales auditivas para la inhibición de la
respuesta. Esto puede interpretarse como una preferencia por la velocidad en relación con la
exactitud. También puede ser visto como un índice de la desinhibición motora, comparable al
paradigma de la evitación pasiva en investigaciones animales, en la que la depleción
serotoninérgica está asociada con una capacidad reducida de refrenar respuestas que han sido
previamente castigadas. En investigaciones anteriores efectuadas sobre seres humanos se ha
visto que la impulsividad y la psicopatía han estado relacionadas con resultados parecidos en
tareas similares. Como ya ha sido señalado, el aprendizaje de la evitación pasiva está
deteriorado en los psicópatas y en los extravertidos, quienes tienen, por supuesto, baja
actividad MAO. Esto lo vincula con una baja actividad frontal inhibitoria, lo cual apoya la
hipótesis que la actividad plaquetaria MAO puede ser un marcador de la actividad ST central.
Parecidos déficits de rendimiento se pueden observar en animales con depleción de ST, lo cual
vincularía la baja MAO plaquetaria con baja actividad ST central.

Los humanos con baja MAO suelen involucrarse en comportamientos antisociales y consumo
de drogas. La MAO parece ser un factor importante tanto en la dimensión E como en la P, cosa
que también ocurre con la testosterona. Aunque hay poca evidencia que relacione la MAO con
la dimensión N, hay alguna evidencia de una relación positiva con la ansiedad en los pacientes.
La alta heredabilidad de la enzima, y sus correlaciones comportamentales en los primeros días
de vida sugieren su importancia en la psicobiología de la personalidad. La razón de su
importancia en por lo menos dos dimensiones de la personalidad no está clara. Como se
señaló más arriba, algunos investigadores sugieren que la MAO es un indicador positivo de la
actividad ST. Otros han puntualizado que su importancia alcanza a los tres principales sistemas
de NT, aunque la MAO B parece estar involucrada en el sistema DA. Los bajos niveles de MAO
no necesariamente aumentan o disminuyen la actividad de cualquiera de esos sistemas,
aunque los desregularía. Si uno de los sistemas monoaminérgicos (MA) está ya activado, y si
hay baja MAO para degradarlo, y si hay hiperrespuesta en los receptores, entonces es
probable que todo el sistema hiperresponda.

Veamos el papel de la enzima dopamina-b-hidroxilasa (DBH). En la neurona DA, la conversión


bioquímica de tirosina a L-dopa a dopamina se detiene con la producción de esta última. Pero
en la neurona noradrenérgica, la enzima DBH convierte la DA en NA, en el interior de la
vesícula sináptica. Las concentraciones de DBH en el plasma y en LCR correlacionan
fuertemente, lo que sugiere que ya sea la DBH plaquetaria como la del LCR tienen una fuente
común -como la DBH cerebral- o, más probablemente, que los sistemas NA periféricos y
centrales están coordinados. En los procesos neuronales, la DBH ha sido utilizada como un
marcador inmunohistoquímico en las neuronas noradrenérgicas de la corteza adrenal y en el
hipotálamo de monos rhesus. La DBH sérica tiene propiedades que la hacen un posible
marcador biológico de los efectos sobre el sistema noradrenérgico del abuso o maltrato infantil
temprano . En primer lugar, la actividad de la DBH sérica aumenta especialmente en los dos o

49
tres primeros años de la vida, con un descenso de ese incremento después de los seis años.
En segundo lugar, los estudios en animales de experimentación y en humanos, han mostrado
disociación entre la DBH plasmática y los cambios catecolaminérgicos. Por lo tanto, mientras
parece no ser útil como índice de la respuesta simpática a estressores agudos, sí puede serlo a
los que actúan a lo largo de lapsos prolongados. En tercer lugar, considerando que tanto los
sistemas noradrenérgicos como de los glucocorticoides son respondientes al stress, su
interacción parece involucrar alteraciones en la actividad DBH.

Galvin y col. habían propuesto que el maltrato infantil en etapas evolutivas críticas ponía al
sistema NA en condiciones iniciales de sobreestimulación, posiblemente con una elevación
inicial de su enzima limitante, seguida después por represión de la misma actividad enzimática
reflejada periféricamente por un descenso de la actividad DBH.

Estudios ya antiguos encontraron correlaciones negativas significativas entre la búsqueda de


sensaciones y la DBH plasmática, aunque estudios recientes no han apoyado estos hallazgos.
Bajos niveles de DBH deberían conducir a la predicción de bajos niveles de NA, y Ballenger y
col. encontraron una correlación negativa substancial entre la NA en el LCR y la búsqueda de
sensaciones.

A pesar de las inciertas relaciones entre DBH y búsqueda de sensaciones, se han encontrado
bajos niveles de DBH con alteraciones en la inhibición de impulsos, por ejemplo, alcohólicos y
niños con conducta no socializada y en los pacientes borderlines.

Varios trabajos de Matthew Galvin y col. han asociado el maltrato temprano infantil con varias
secuelas ulteriores (cogniciones sociales, regulación afectiva, apego, los sistemas del self, y las
relaciones con los padres), habiendo sido también implicado en la patogenia de los trastornos
severos de conducta. Se dice de estos niños que "no tienen conciencia", pero la conciencia en
todo caso es un complejo constructo enraizado en la psicobiología.

Se sabe que la conciencia del sentido de pertenencia o la necesidad moral derivada del
interjuego entre las diferencias biológicas individuales y las experiencias evolutivas tienen que
ver con el apego, las cogniciones, las emociones y la autonomía. La conceptualización de la
conciencia mide el grado de inclusividad y abstracción que una persona utiliza cuando provee
una definción personal de la conciencia. Investigaciones llevadas a cabo con niños y
adolescentes normales de edades entre los 5 y los 17 años, han permitido identificar cinco
etapas en este proceso de conceptualización, a las que se ha denominado de acuerdo a sus
características más salientes: la conciencia externa (que va desde el nacimiento hasta los 6
años); la conciencia cerebral o del corazón (desde los 7 a los 11), la conciencia personificada
(entre los 12 y 13 años), la conciencia confusa (entre 14 y 15) y la conciencia integrada (entre
los 16 y 17). Hay etapas de transición en otros terrenos que están también vinculadas a la
conceptualización de la conciencia. La moralización del apego mide las transiciones evolutivas
de las respuestas de los más jóvenes a las demandas y prohibiciones parentales basadas en
cómo éstos vinculan los sentimientos de seguridad, empatía y pertenencia a las relaciones del
hijo con el padre o con otras figuras de autoridad. La responsividad moral-emocional mide las
transiciones evolutivas de la manera en que el niño usa:

a) la ansiedad y el humor para regular la conducta moral

b) los procesos de reparación y de manejo de situaciones de errores y equivocaciones para


recuperar los estados fisiológicos que se experimentan normalmente cuando uno se siente una
buena persona.

La evaluación moral mide los cambios evolutivos en la manera como un niño justifica la
adhesión o no a reglas de conciencia basadas tanto en el razonamiento como en las defensas
psicológicas. Este último campo se subdivide en tres sectores, centrado en las formas en que
el niño clasifica las reglas de conciencia según estén fundamentadas en derivadas de la
autoridad, derivadas de sí mismo, o derivadas de los pares.

50
Por último, el campo de la volición moral actualmente bajo análisis, mide las transiciones
evolutivas de las maneras como el niño usa su sentido de autonomía al responder y al redefinir
reglas de conciencia.

Se supone que la NA juega un papel importante en la modulación del comportamiento y en la


internalización de valores. Por lo tanto, los marcadores biológicos de alteraciones en un
sistema noradrenérgico en desarrollo pueden resultar de interés, desde el momento que los
niños maltratados persistentemente en edades tempranas pueden resultar afectados en las
raíces psicobiológicas de la conciencia. Existen estudios respecto de las interacciones de los
dos sistemas principales de respuesta al stress, como son los glucocorticoides y la NA, que
han correlacionado la DBH sérica baja-recordemos que es la enzima involucrada en el paso de
DA a NA-con el trastorno de conducta disocial y con el maltrato persistente en edades
tempranas

En uno de los estudios de Galvin y col. conjeturaron que:

a) los pacientes que habían sido maltratados antes de los 36 meses de edad tendrían menos
suficiencia (más retraso evolutivo) y más interferencias psicopatológicas que aquellos que no
habían sufrido experiencias de maltrato, o que de haberles ocurrido, fueron más tardías.

b) cuando se los clasificara de acuerdo a su actividad enzimática, los pacientes con menor
actividad DBH tendrán menos suficiencia y más interferencias psicopatológicas que los que
tenían actividad DBH más elevada.

c) en relación con los campos de conciencia considerados más arriba, los pacientes que tenían
más interferencias psicopatológicas en la valoración de la autoridad y de los pares (esto es,
menor respeto por los derechos de los demás en función de normas y valores apropiados a la
edad) tendrán que tener más abuso, maltrato o negligencia tempranas, así como menor
actividad DBH.

Los resultados demostraron que aquellos que habían sido maltratados antes de los 36 meses
de edad tenían un retraso significativo en el desarrollo de la conciencia de acuerdo a las etapas
evolutivas descriptas anteriormente, en comparación con los que no lo habían tenido, o lo
habían experimentado sólo más tarde. El primer grupo resultaba notoriamente menos eficiente
en conceptualizar su conciencia personal y en informar sobre reglas derivadas de sí mismo y
de los pares, que el grupo de comparación. No eran tampoco capaces de utilizar sentimientos
de ansiedad para inhibir comportamientos antisociales, ni eran capaces de hacer algún
movimiento, por consiguiente, para restaurar un equilibrio interior perdido a causa de su mala
conducta. No podían percibir a las figuras de apego como motivación para obtener un cambio
en sus actitudes morales; tampoco se sentían motivados a obtener protección de las mismas a
través de los cambios que pudieran producir para volverse personas responsables ni en ese
momento ni en el futuro.

Cuando se analizaron las interferencias psicopatológicas combinadas con la evaluación de


padres y autoridades, el grupo con mayores interferencias tenía también menor actividad DBH
y mayor frecuencia y cantidad de abuso temprano que los que no tenían interferencias. Por otra
parte, el primer grupo tenía un retraso considerable en el desarrollo de la suficiencia moral, con
un estrecha relación con trastornos de conducta. Estos retrasos de desarrollo, interferencias
psicopatológicas, falta de reconocimiento de los valores de la autoridad y de los padres,
requieren un sistema de inhibición comportamental que es mediado por la NA.

Sin embargo, es necesario subrayar que el funcionamiento de la conciencia no depende


enteramente de la inhibición comportamental. La responsividad emocional y moral requieren
acción comportamental y compromiso en el proceso de reparación y de manejo de estas
cuestiones, tanto como el comportamiento prosocial. Los campos de la evaluación del self y de
la volición moral están relacionados con el mantenimiento de la autoestima y el desarrollo
desde la autonomía hacia la acción moral. Probablemente se encontrará que estas funciones
de la conciencia dependen de neuromodulaciones diferentes de aquellas que están
involucradas en la inhibición comportamental. Por ejemplo, la amígdala, a la que se considera

51
importante en aspectos del desarrollo prosocial relacionados con la responsividad empática,
puede compartir con el hipocampo y otras estructuras cerebrales la vulnerabilidad a los efectos
mediados por respuestas al stress intensas y prolongadas. De todas formas, sería
sorprendente si las complejidades de la conciencia no fueran comparables con la de sus
basamentos neurobiológicos.

Lo que Galvin y col. llamaron trastorno de conducta agresivo solitario (TCAS) fue encontrado
relacionado, por estos investigadores, con la actividad DBH y el maltrato infantil, aunque estas
relaciones distan de ser simples. La baja DBH correlacionaba más fuertemente con la
presencia del TCAS que con el maltrato infantil, y aparecía el dato interesante de que los TCAS
con antecedentes de maltrato (Tipo II) tenían valores más altos de DBH que los que no habían
sido maltratados. Los individuos pertenecientes a este Tipo II mostraron menor actividad DBH
que los que fueron maltratados pero que no presentaban TCAS y mucho menor aún que
aquellos que no tenían TCAS y no fueron maltratados. En otro estudio de Galvin quedó claro
que si no se especificaba la fecha del maltrato, no había correlaciones significativas entre la
baja DBH y la aparición ulterior de personalidades antisociales y borderline. Pero, cuando se
tenían en cuenta, se observaba la correlación si el maltrato había ocurrido antes de los 36
meses de edad. La especificación de descuido era más confiable que la del abuso.

Es presumible que el 5-10 % de los chicos normales tengan baja DBH. A pesar de ésto, las
cifras muy baja de DBH en los chicos severamente perturbados pueden reflejar una influencia
genética, ya que se ha observado que los padres de chicos con trastornos severos de conducta
y baja DBH, también tienen bajas las cifras de la enzima. Esto ha sido vinculado, por algunos
investigadores, a la predisposición de estos padres a maltratar o descuidar a sus hijos.

Si la actividad de la DBH es afectada por la experiencia y no únicamente determinada por la


genética, es posible que la asociación entre su actividad y el desarrollo del TCAS refleje dos
subtipos de niños que desarrollan este último trastorno; aquellos cuya baja actividad DBH es el
resultado de una falla genética primaria, y los que este descenso de la actividad enzimática es
condicionada por el stress del maltrato. También es posible que algunas otras influencias más
poderosas que el maltrato operen para bajar la DBH en aquellos niños que desarrollan TCAS
sin que haya mediado maltrato previo. Es obvio que el TCAS se corresponde con la
personalidad antisocial y las características generales del ImPUss.

En este marco cabe inscribir otra de las teorías mencionadas por Howard, la de los "modelos
de aprendizaje cognitivo-sociales". Esta línea ha sido seguida por Blackburn (1982), Marshall y
Barbaree (1984) y también la encontramos en los trabajos precursores de Gough (1948) con su
"teoría de la socialización". Estos aportes responden a la cuestión ¿porqué?, y ven a la
psicopatía como un trastorno del pensamiento. Por lo tanto Blackburn ve a la psicopatía
primaria y a la secundaria compartiendo un sesgo cognitivo común hacia las intenciones
malevolentes de los otros. Marshall y Barbaree han señalado que los padres de psicópatas los
han castigado duro y erráticamente, y han sido fríos y distantes tanto para sus chicos como
para terceros. Por lo tanto, se constituyen en modelos para el agocentrismo calloso y el
distanciamente de los otros.

Según Howard esta teoría puede ser útil en la medida en que da una respuesta al ¿porqué?,
aunque no contesta ni el ¿cómo? ni el ¿cuándo? Las expresiones cognitivas de los
mecanismos mediadores, no deberían confundirse con estos últimos. En un enfoque cognitivo,
la psicopatía puede verse en términos descriptivos pero, desde un modelo psicobiológico se
necesita explicar (nivel explicativo) los mecanismos mediadores.

Sobre la base de estudios animales se ha conjeturado que una seria disrupción del apego en
períodos evolutivos críticos resulta en una regulación menos eficaz del sistema NA bajo
condiciones de stress.

Estudios recientes indican que hay una superposición considerable en la disfunción emocional
de los trastornos de conducta en los jóvenes y los informes han demostrado que los jóvenes
delincuentes padecen mayores niveles de depresión y que, por otra parte, los jóvenes
depresivos tienen mayores tasas de delincuencia. Estos últimos pertenecerían a la "psicopatía

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secundaria" de Blackburn. Habría una estrecha relación entre sintomatología afectiva y
conducta delincuente en chicos.

¿Cuáles son los elementos comunes de la búsqueda de riesgos y de los comportamientos


acordes a lo largo de distintas situaciones? ¿Hay una tendencia a evaluar situaciones como de
bajo o alto riesgo, o la tendencia se da de la misma manera cualquiera sea la cuantía del
mismo?

Horvath y Zuckerman buscaron, en el estudio mencionado, determinar las siguientes hipótesis:

1- Los buscadores de sensaciones deberían estar relacionados negativamente a la evaluación


del riesgo y positivamente relacionados a las conductas temerarias en todas las áreas de toma
de riesgos.

2- Similarmente, la impulsividad debería estar negativamente relacionada a la evaluación del


riesgo y positivamente relacionada con las conductas temerarias en todas las áreas.

3- La evaluación del riesgo debería estar inversamente relacionada a la conducta temeraria y,

4- La apreciación del riesgo debería mediar las relaciones entre búsqueda de sensaciones e
impulsividad y comportamientos riesgosos.

Los estudios efectuados por estos autores llevaron a la conclusión de que los comportamientos
criminales y las violaciones menores a la seguridad (que representan tipos de comportamiento
antisocial) tenían más en común una con otra que las que tenían con los riesgos deportivos y
financieros. Los ludópatas, al menos aquellos que buscaban tratamiento, tenían bajos niveles
de búsqueda de sensaciones. Algo parecido pasa con quienes toman riesgos financieros.

La criminalidad crónica a menudo es la expresión de una personalidad antisocial y por lo tanto,


puede representar el grado extremo del rasgo P-ImpUSS. Los resultados de estudios hechos
con gemelos adoptados en Scandinavia muestran que hay una fuerte influencia genética a
partir de los padres, y que hay una débil influencia del ambiente compartido provisto por los
padres adoptivos. Sin embargo, estímulos ambientales específicos, como la influencia de los
padres, o el status socioeconómico de los padres adoptivos, puede también jugar un rol en el
comportamiento criminal, tanto como un rasgo P-ImpUSS anormal.

El rasgo P-ImpUSS incluye una variedad de comportamientos que pueden ser resumidos por el
término desinhibición: criminalidad, búsqueda de variedad sexual, uso y abuso de substancias,
así como toma de riesgos tanto en actividades financieras como deportivas. Los individuos con
personalidades antisociales y bipolares en fase maníaca ilustran la desinhibición en sus formas
comportamentales más vívidas. Estos trastornos representan los extremos anormales de una
dimensión normal de la personalidad. En el nivel siguiente encontramos un déficit en una clase
específica de condicionamiento. Los tipos ImpUSS, especialmente en sus extremos
psicopáticos, tienen problemas en el aprendizaje de la evitación pasiva. Para situaciones en
donde tanto la recompensa como el castigo son dos evoluciones posibles, parecen ignorar las
segundas y enfocar sólo sobre las primeras. Tienen una fuerte capacidad para enfocar sobre
los estímulos salientes e ignorar los que distraen, como serían las señales de castigo. En el
nivel psicofisiológico, los desinhibidores muestran esta atención enfocada al exhibir fuertes
reflejos que orientan la atención hacia estímulos novedosos que pueden elicitar reflejos
defensivos en los bajos buscadores de sensaciones. Los desinhibidores también muestran
aumento de la reacción cortical a los estímulos intensos que elicitan la inhibición cortical en los
bajos desinhibidores. Esta capacidad para responder a estímulos intensos y novedosos es
resumida bajo el término "accesibilidad cortical".

Debajo del nivel fisiológico están los sistemas bioquímicos que influyen sobre los amplios
mecanismos comportamentales y las reacciones psicofisiológicas: el sistema DA
(acercamiento), serotoninérgico (inhibición), y noradrenérgico (alerta y atención enfocada).
Enzimas como la MAO y la DBH que regulan estos NT, y hormonas tales como la testosterona

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y el cortisol, están también involucradas en el rasgo. Una persona con alto P-ImpUSS
probablemente tenga tendencias de aproximación y desinhibición fuertes y que sean débiles
las de alerta e inhibitorias. La implicación es que tienen un sistema DA activo y reactivo, y que
son inactivos o poco reactivos los ST y NA. La inversa sería válida para los que puntúan bajo
en este rasgo: débil aproximación y fuerte inhibición o restricción con fuerte alerta o
alertabilidad por señales de castigo.

Sitios neurológicos para la personalidad sugieren una nueva forma de frenología. Pero esta
nueva frenología está basada en relaciones entre el comportamiento y vías y núcleos
cerebrales bien definidos de neurotransmisión y no en la forma del cráneo, como la antigua. La
restricción o inhibición de la conducta puede originarse en la corteza frontoorbitaria, donde el
daño puede traducirse en desinhibición comportamental. Las influencias excitatorias a partir de
fuentes corticales descienden al sistema comparador septohipocámpico (descrito por Gray, en
1982 en relación al rasgo de ansiedad) donde la ansiedad puede ser adicionalmente
potenciada. El núcleo central de la amígdala es también una fuente de inhibición
comportamental y de alerta autonómico. Cada uno de estos describe niveles de inhibición
desde el más deliberado (corteza) hasta el más reflejo y menos conciente (amígdala).

El mecanismo de aproximación se origina en el sistema mesolímbico DA ascendente, que


comienza en el área tegmental ventral y atraviesa el fascículo prosencefálico medial, al
hipotálamo lateral y el n. accumbens y finalmente al córtex prefrontal medial y lateral. Otro
sistema, que es mediado por NA y afecta el alerta, se origina en el LC y asciende a las
estructuras límbicas que incluyen la amígdala, el septum, el hipocampo y, finalmente, todas las
partes del neocortex. Un sistema serotoninérgico inhibitorio se origina en los núcleos del rafe y
asciende a la amígdala, hipocampo, hipotálamo, septum, striatum, y todas las áreas del
neocórtex.

Últimamente, las diferencias individuales en la estructura y fisiología de estos sistemas


depende del fenotipo. El ImpUSS tiene una fuerte heredabilidad, la cual está al tope de lo que
es típico para los rasgos de personalidad. A diferencia de otros rasgos amplios de
personalidad, sin embargo, los buscadores de sensaciones muestran substancial agrupamiento
ordenado, lo cual sugiere alguna ventaja evolutiva en el rasgo. Un alto nivel de búsqueda de
sensaciones debe haber estado asociado a la cacería, la búsqueda de nuevos territorios, de
compañeros, y de actividad sexual con una variedad de parejas, por lo tanto aumentando la
adquisición de recursos esenciales a la supervivencia y al éxito reproductivo. Pero también los
altos niveles de toma de riesgos habrían sido maladaptativos, de tal modo que la selección
pudo haber estado en un nivel óptimo en un punto intermedio del rasgo.

Los orígenes evolutivos son altamente especulativos. El significado actual de un rasgo y sus
correlatos biológicos son más demostrables.

Haremos algunas referencias aquí al factor 2, el más vinculado con la violencia y la


criminalidad. Un temperamento desinhibido puede ser un predictor temprano predisponente
para el comportamiento agresivo o violento.

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Casuistica

En los distintos ejemplos que nos ofrece la casuistica nos encontraremos con distintos casos
los cuales la mayoria seran tipos mixtos es decir que no seran psicopatas puros o que si lo son
después desarollaran otro tipo de dolencias psiquitricas

Un ejemplo de tipo puro seria Mary Flora Bell : La “manipulación de la gente es en ella lo
que mas llama la atención ”

En su ensayo, un psiquiatra que había examinado Maria atestiguó que ella exhibió los síntomas
clásicos de la psicopatia por su carencia de empatia hacia los demas . “Ella no demostró
ningún remordimiento ninguna ansiedad. Ella no tenia ningun sentimiento solo estaba resentida
por su detencion ” divulgó a Dr. Orton. “No podría ver ninguna motivación criminal verdadera “

La madre abusiva de Maria y los abusos que tuvo desde pequeña contribuyo a la inhabilidad de
enlazar con otras personas relaciones cariñosas o afectuosas y esto desemboco a un proceso
de la vinculación basado en la agresión violenta. Maria respondió a las relaciones como a ella
la habian tratado . Con esto no quiero decir que todos los niños nacidos en familias abusivas se
hacen psicopatas los factores genéticos y los daños neurológicos también desempeñan un
papel importante .

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Este fue un dibujo encontrado en el cuaderno de Mary Flora poco después de haber
cometido sus crímenes .

Harold Shipman, un informe publicado por el Gobierno británico en el año 2005 le


atribuye un mínimo de 218 asesinaos (171 mujeres y 47 hombres, de entre 41 y 93 años), y
asegura que la cifra podría llegar hasta las 250 víctimas. Se investigaron más de 500
muertes en las que pudo tener algo que ver. Nunca reconoció sus crímenes, ni mostró
arrepentimiento ni remordimiento. Era un hombre de pocos amigo pero la mayoría de sus
pacientes le adoraban, le describían como una persona muy amable. Sus víctimas eran
pacientes con dolencias leves que le caían mal , enfermos crónicos y terminales. Él mismo

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extendía los partes de defunción de sus víctimas. Apareció muerto en 13 de enero del 2004
en su celda de la prisión británica de Wekelfield, aparentemente se suicidó colgándose de
los barrotes de su celda, donde cumplía una condena a cadena perpetua

Ted Bundy. Lo podriamos calificar como un tipo mixto aunque al principio fue un
psicopata puro mas tarde desarrollo un transtorno esquizoide . Tras una dura infancia, cometió
su primer asesinato en 1974, en Washington. Perseguía chicas, las atacaba preferiblemente en
sus propias casas y en ocasiones las secuestraba, para después asesinarlas y sodomizarlas;
incluso las mordía. Mientras asesinaba chicas, salía con otras, y éstas sólo tenían palabras
amables hacia él, era un hombre muy romántico. Con esta premisa se acercaba sin problema a
las mujeres y comenzó a atacar a cualquier hora del día o de la noche. Una de sus tácticas era
la de hacer creer que tenía un brazo roto y pedir a alguna mujer que le ayudara a conducir su
coche. Todas se fiaban de él. Recorrió Utah, Colorado y Florida asesinando y secuestrando
mujeres.En Florida fue detenido y un odontólogo forense aportó la prueba que le delataría de
forma concluyente: sus dientes coincidían con los bocados que daba a sus víctimas. Fue
condenado a pena de muerte por catorce homicidios en primer grado (aunque Bundy reconoció
hasta 20 asesinatos). Aseguró que cuando las mataba toda su ira iba contra su propia madre.

Charles Manson y "la Familia". Nació el 12 de noviembre de 1943 e inició su carrera


delictiva a los 14 años. En 1967, después de salir de la cárcel, se dirige a San Francisco y
funda "La Familia". Manson se define como la encarnación de Satán o Jesús, indistintamente y
anuncia a sus seguidores que el fin de esa Era se acerca porque la raza negra se rebelaría
contra los blancos y sólo un pequeño grupo se salvaría, liderados por un nuevo Rey del Mundo,

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que no sería otro que Manson. El 8 de agosto de 1969 cometieron uno de los más sonados
crímenes de la historia: El asesinato de cuatro personas y Sharon Tate, esposa del director de
cine Roman Polanski, quien tenía ocho meses de embarazo. Actualmente, Manson y La
Familia permanecen en la cárcel cumpliendo cadena perpetua. Aunque Manson es un ejemplo
claro de un esquizofrenico lo incluyo por la fascinación que me produce un sujeto que tiene una
enfermedad mental sin que ello le impida influir en la vida y comportamientos de diversas
personas .

Albert Fish : "EL MANIACO DE LA LUNA". Albert Fish tenia una personalidad muy difícil ya
que era el portador de cientos de parafilias aunque nunca se dijo que era esquizofrenico
tampoco lo podriamos clasificar de un psicopata puro . Que alegría morir en la silla eléctrica
será el último escalofrío. El único que todavía no he experimentado. Nadie podía imaginarse
que Fish un abuelito de mas de 65 años podía esconder una personalidad como la que
revelaba su examen psiquiátrico : sadismo , masoquismo ,castración ,y auto castración ,
exhibicionismo , voyerismo , pedofilia ,coprofagía ,fetichismo canibalismo e hiperhedonismo .
Fish nace en 1870 . En su familia existen numerosos antecedentes de perturbación mental
empezando por su madre que oye voces en la calle y experimenta alucinaciones . Desde muy
niño se siente atraído por el sadomasoquismo , se divierte infringiendo dolor a los demás y
sobre todo a el mismo . A los 20 años mantiene relaciones homosexuales y ejerce la
prostitución gay en Washington , donde viola a un niño y asesina a su primera victima . En esa
época comienza a sufrir alucinaciones de tipo religioso viviendo obsesionado con la idea del
pecado . En alguna ocasión afirma ser Jesucristo y que el mismo Dios le ordena cometer
sacrificios humanos . Una vez detenido se confiesa autor de muchos crímenes y demás
aberraciones: comer carne cruda las noches de luna llena , que le valdría el apodo de el
maniático de la luna .Es condenado a la silla eléctrica y ejecutado en la prisión de Sing Sing el
16 enero de 1936 . Fish se llevaría a la tumba el numero de personas que habría asesinado.
Cuando se le preguntaba por la cifra exacta respondía sonriendo” por lo menos 100 “

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Casuistica española

En nuestro pais el psicopata mas ilustre es Tony King : impotente, alcoholizado y con un nivel
de inteligencia bajo. Sus ex parejas y conocidos le describen como un tipo callado, un poco
fantasma, con tres obsesiones: la musculatura, los esteroides y el alcohol, y con problemas de
impotencia sexual. Ofrecía masajes gratis a las chicas, contaba que había matado a los
violadores de su hermana, que había mantenido relaciones sexuales -consentidas- con
menores, que le habían hecho algunos encargos mafiosos...

El juez británico que le condenó en 1986 consideró que su comportamiento criminal estaba
inducido por sus "deficiencias o incapacidades sexuales".
La paradoja del impotente violador es muy frecuente, sobre todo entre los violadores en serie.
La impotencia, que no anula el deseo sexual, sino que impide su realización, es un estado
potencialmente peligroso, desde el punto de vista criminológico. El deseo sumado a la
incapacidad genera frustración y la intolerancia a la frustración es una de las principales
motivaciones del crimen.
Son muchos los violadores con disfunción eréctil de la historia. Entre los más famosos se
encuentran algunos compatriotas británicos impotentes que alcanzaron gran notoriedad
criminal a finales del siglo pasado, como Christie, más conocido entre sus vecinos por
"pichafloja" o Peter Sutcliffe, "el Destripador de Yorkshire". Sutcliffe tiene algunos puntos en
común con el supuesto Asesino de la Costa. .

En cuanto a su evolución delictiva, King sigue también la trayectoria clásica. Pasó de


estrangular hasta la inconsciencia a presuntamente asesinar. Es bastante frecuente que los
violadores en serie, tras un ingreso en prisión, decidan asesinar a sus próximas víctimas para
evitar que los puedan reconocer y, por lo tanto, nuevas condenas. Como ejemplo de este tipo
de evolución, en España tenemos al "Violador de la Moto" que, tras cumplir condena, se
convirtió en el "Asesino de Ancianas de Santander", el asesino en serie español con el mayor
número de víctimas demostradas.
Son mínimos los casos de violadores en serie reinsertados. La necesidad de cometer este tipo
de agresiones, generalmente, les domina y no pueden parar. La edad es lo único que les acaba
controlando con la disminución de la fuerza física y potencia sexual y, en muchos casos, se
convierten en ancianitos que abusan sexualmente de menores porque ya no se sienten
capacitados para enfrentarse físicamente a un adulto.
Con todos estos datos, no es de extrañar que los británicos avisaran a la policía española
sobre la peligrosidad del sujeto.

59
Biografía Delictiva de Tony King :

1986- Con 21 años es condenado a diez años de prisión por estrangular a cinco mujeres, de
entre 15 y 33 años, hasta dejarlas inconscientes, y agredirlas sexualmente. El juez que le
condena considera que su comportamiento criminal está inducido por sus "deficiencias o
incapacidades sexuales".
1991- Libertad condicional. Sale de la cárcel, pero regresa a las ocho semanas tras atracar a
una mujer a punta de navaja.
1995- Libertad. Cambia su nombre legalmente de Tony Bromwich a Tony King.
1997- Se traslada a vivir a la Costa del Sol cuando la Policía de Surrey estaba a punto de
detenerle, acusado de violar a una estudiante húngara. La joven sólo reconoció a King a través
de una fotografía y posteriormente regresó a su país, con lo que los británicos carecían de la
base suficiente para pedir a España la extradición.
18 septiembre 2003- Detención como presunto autor de la muerte de Sonia Carabantes y
también se confiesa autor de la de Rocío Wanninkhof. Su ex mujer había relatado a Scotland
Yard sus sospechas y allí le recomendaron que se pusiera en contacto con la policía española.

Victimario de Tony King :

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Cronología

15 septiembre 1998- Interpol pide que se localice a Tony King para comprobar que se
encuentra en España. La policía británica sospecha que intentó violar a una estudiante. En esta
comunicación indican, entre otras cosas, que este individuo puede suponer una amenaza
potencial para las mujeres en España.

Mijas- Málaga

2 noviembre 1999- Aparece el cadáver desnudo de Rocío Wanninkhof. Llevaba casi un mes
desaparecida. Murió apuñalada.
7 septiembre 2000- Dolores Vázquez, ex pareja de la madre de Rocío, es detenida como
presunta autora del crimen. Numerosos vecinos intentan lincharla.
15 octubre 2000- Todas las pruebas de ADN de los objetos recogidos en el domicilio de la
detenida dan un resultado negativo.
18 enero 2001- La madre de Rocío, Alicia Hornos, dice que está dispuesta a "matar a
mordiscos" a Dolores Vázquez. Señala que si ésta sale en libertad, irá con otras madres a
"apedrearla".
19 septiembre 2001- Un jurado popular declara a Dolores culpable de un delito de asesinato
con alevosía. El público que abarrota la sala aplaude. El veredicto se basa en indicios, no hay
ninguna prueba incriminatoria. Entre estos indicios está el testimonio de una vidente y las
apreciaciones de una empleada de hogar que no habla castellano.
25 septiembre 2001- La Audiencia Provincial de Málaga condena a Dolores a 15 años de
prisión y al pago de una indemnización de 18 millones de pesetas.
1 febrero 2002- El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anula la sentencia por falta de
motivación en el veredicto y en la propia sentencia.
8 febrero 2002- Alicia Hornos dice que siente "pánico a las represalias de Loli" y que toda su
familia está "atemorizada" por la puesta en libertad de la presunta asesina, por lo que se irán
de Málaga.
8 febrero 2002- Dolores sale en libertad bajo fianza de 30.000 euros, tras 17 meses de
confinamiento.
14 marzo 2003- El Tribunal Supremo ratifica la anulación del Tribunal Andaluz.

Coín- Málaga

20 agosto 2003- Aparece el cadáver de Sonia Carabantes. Fue golpeada en la cabeza y murió
estrangulada. Llevaba 5 días desaparecida.
25 agosto 2003- Un joven denuncia a diversos vecinos de Coín por acusarle de ser el autor del
crimen. Se dice que están a punto de detener a los culpables, que son unos jóvenes del
pueblo, y los rumores se disparan.
2 septiembre 2003- Pruebas de ADN relacionan los asesinatos de Sonia y Rocío.
4 septiembre 2003- Los investigadores sospechan que el asesino puede estar entre los
feriantes, al coincidir los dos crímenes con las ferias de Fuengirola y Coín.
15 septiembre 2003- La Fiscalía de Málaga pide la suspensión del nuevo juicio contra Dolores
Vázquez por el asesinato de Rocío, que estaba señalado para el 14 de octubre.
19 septiembre 2003- La Guardia Civil identifica, mediante pruebas de ADN, a Tony King como
presunto autor de la muerte de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof. De una colilla de
cigarrillo y unos calzoncilllos del sospechoso se obtiene un perfil genético, que es coincidente
con restos recogidos en los pliegues palmares de Sonia, en un fragmento de tulipa del coche
de King y una colilla, que aparecen junto al cadáver de Rocío.
- Robert Graham, ex amigo y ex compañero de trabajo de King, es detenido como presunto
encubridor del asesinato de Mijas. Una amiga de Sonia reconoció haberlos visto juntos la
noche del crimen. Fue liberado posteriormente por prescripción del delito.
21 septiembre 2003- Tony King reconoce que es el único autor de la muerte de Sonia y Rocío
y confiesa haber cometido otras tres agresiones sexuales en la Costa del Sol. Ingresa en la
cárcel malagueña de Alhaurín de la Torre.

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22 septiembre 2003- El periodista David Rojo entra en la cárcel como abogado y entrevista a
King. El detenido le acusa de haberle dictado dos cartas dirigidas a las familias de las víctimas,
pidiéndoles perdón, y de no haberle dicho que era periodista. Dichas cartas se publicaron en un
diario británico.
15 octubre 2003- La jueza levanta las medidas cautelares contra Dolores a petición de la
Fiscalía.
14 noviembre 2003- King cambia su declaración. Acusa a su ex amigo Robert Graham de ser
el culpable de la muerte de Rocío. Dice que este crimen está relacionado con mafias inglesas y
rusas que se dedican a la venta de apartamentos en régimen de multipropiedad. La madre de
Rocío, Alicia Hornos, Tony King y Robert Graham trabajaron en uno de estos edificios.
5 diciembre 2003- Graham niega ser el autor de la muerte de Rocío y afirma que nunca llegó a
ver el cadáver. Dice que la instigadora del crimen es una tal "Loly o Dolly", en clara referencia a
Dolorez Vázquez. Afirma también que tras la muerte de Rocío, su ex amigo llevaba un elevado
tren de vida, en clara referencia a que King cobro dinero por el crimen.

Scotland Yard investiga la relación de King con otros asesinatos y violaciones en el Reino
Unido, ante la posibilidad de que el detenido empleara sus visitas a la isla para asesinar a más
gente. Entre los casos investigados están los de Amanda Dowler y Sara Cameron

"El Mataviejas" de finales de los 80

Otro criminal en serie fue José Antonio Rodríguez Vega, "El Mataviejas", quien mató y abusó
sexualmente de 16 ancianas de Cantabria entre febrero de 1987 y abril de 1988. Rodríguez
Vega, que contaba con numerosos antecedentes penales, fue condenado el 5 de diciembre de
1991, a 440 años de prisión y murió apuñalado en la cárcel de Topas (Salamanca) el 24 de
octubre de 2002.

"El Monstruo de Machala"

El ecuatoriano Gilbert Chamba Jaramillo, "El Monstruo de Machala", fue condenado el 6 de


noviembre de 2006 a 45 años de prisión por asesinar y violar, en noviembre de 2004, a la
estudiante María Isabel Bascuñana en Lleida. Esta fue al menos su novena víctima, por cuanto
en su país natal Ecuador violó y estranguló a otras ocho mujeres entre 1988 y 1993.

"El Asesino de la Baraja"

El joven ex militar Alfredo Galán, popularmente conocido como "El Asesino de la Baraja", fue
condenado el 9 de marzo de 2005 por la Audiencia Provincial de Madrid a 142 años y 3 meses
de prisión por matar a seis personas e intentarlo con otras tres en Madrid.
Por su parte, Gustavo Romero Tercero fue condenado en abril de 2005 a más 113 años de
prisión por el asesinato de tres personas, dos de ellas eran una pareja de novios de
Valdepeñas, de ahí que recibiera el nombre del asesino de esta localidad manchega, y la otra,
la joven Rosana Maroto en 1998, cuyo cadáver apareció cinco años más tarde.

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TED BUNDY

Un hombre guapo ,elegante , romantico , tierno asi lo definian sus amigos , sus novias y los
que lo conocian .

Theodore Robert Cowell nació el 24 de Noviembre de 1946 su madre fue Louise Cowell y su
padre un veterano de la fuerza aérea cuya identidad permaneció desconocida para Bundy
durante toda su vida. Tras el nacimiento de Ted, Louise se va a vivir con sus papas y al paso
del tiempo se le hace creer al niño que sus abuelos son sus padres y que su madre biológica
es su hermana mayor, esto con el objetivo de proteger a la joven mujer de las acidas criticas de
la sociedad en contra de las madres solteras. Esto a la postre resultó negativo para Bundy, ya
que en algún momento de su vida se iba a enterar del engaño. A la edad de 4 años Bundy y su
madre se mueven a Tacoma Washington a vivir con otros parientes y ahí la madre se enamora
de un cocinero de la ciudad llamado Johnnie Culpepper Bundy y en Mayo de 1951 la pareja
finalmente se casa. De ese modo Ted asume el apellido Bundy que conservaría toda la vida. El
nuevo matrimonio fructificó con 4 hermanos mas para Bundy y a pesar de que Johnnie trataba
de formar un lazo afectivo de padre a hijo con Ted incluyéndolo en todas las actividades
familiares, este no se pudo solidificar nunca. Conforme pasaba el tiempo Ted se sentía más
incómodo de la situación. Cada vez se fue haciendo más solitario y los expertos opinan que la
incapacidad de Bundy para socializar y edificar lazos afectivos con las personas viene de estos
primeros episodios familiares

En la adolescencia su carácter era timido e infantil y con tendencia a la soledad . Comienza a


aislarse de sus compañeros y empieza a adoptar un cruel comportamiento hacia todo lo que le
rodea como por ejemplo mutilando a los animales .

Fue a clases a la universidad de Washington y a la Puget Sound y era aplicado en sus estudios
y grados. En el plano laboral, tomaba empleos de bajo nivel pero no perduraba mucho en ellos.
Y sus empleadores lo recuerdan como alguien poco confiable. Es en la primavera de 1967 que
entabla la relación amorosa con una chica que cambiaría su vida entera. La muchacha,
californiana ella era el sueño hecho realidad que Bundy había imaginado toda su vida;
inteligente, hermosa, sofisticada y de buena familia . En 1969 año que se gradúa la muchacha
decide terminar la relación con Bundy puesto que veía enormes huecos en su personalidad,
principalmente la falta de dirección y objetivos claros en su vida. Ted nunca se recuperaría
aquella muchacha se convirtió en toda una obsesión e intentaría seguir en contacto con ella
escribiéndole cartas, aunque ella no cambiaba de decisión, por el momento...

Por la ruptura anterior Bundy había dejado los estudios, pero de alguna manera rehizo sus
asuntos y se reinscribió en la universidad de Washington esta vez en la carrera de psicología.
En dicha materia era brillante y tenido en buena estima por sus profesores. En esta época
inicia un romance con Elizabeth Kendall que duraría aproximadamente 5 años. Ella venía de un
reciente divorcio y tenía una pequeña hija y veía a Ted como un excelente partido. A pesar de
que conocía que él no la amaba tanto y de que ante la idea del matrimonio el externo su

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negativa -pues aún tenía muchas cosas por lograr antes de casarse- y aparte de todo que
sospechaba que mantenía relaciones con otras mujeres, guardaba la esperanza de que
cambiaría para bien y que finalmente sentaría cabeza al lado de ella y su hija. Pero nada de
esto iba a ocurrir, Elizabeth Kendall desconocía de la pasada relación de Bundy con la
californiana y que aún mantenían comunicación entre ellos. Del 69 al 72 todo iba en la
dirección deseada, Bundy enviaba solicitudes de admisión a varias escuelas de derecho y
estaba involucrado en actividades comunitarias y hasta obtuvo una condecoración de la policía
de Seattle por salvar a un pequeño de 3 años de morir ahogado. Estaba involucrado con
figuras importantes del partido republicano y es en un viaje de trabajo a California en 1973 que
se reencuentra con su antigua novia. Al verlo queda impresionada por el enorme cambio
experimentado por Bundy, y el tema del matrimonio salio a flote en varias de los encuentros
amorosos que ambos sostuvieron en el verano e invierno. Para Febrero de 1974 se consuma la
venganza no devolviéndole ninguna llamada mas a la muchacha. De hecho ella jamás volvió a
saber nada de Bundy . A pesar de que varios expertos piensan que Ted Bundy debió comenzar
a asesinar desde la adolescencia, pues se especula que la desaparición en Tacoma
Washington de Ann Marie Burr (8 años) pudo estar relacionada con Bundy que en ese
entonces tenía 15 años, se consideran sus primeros crímenes confirmados aquellos desde el
año de 1974 ya de 27 años en adelante.

Denise Naslund Janice Ott Kimberly Leach

Laura Aime
Lisa Levy
Lynda Anne Healy

Caryn Campbell
Melissa Smith
Margaret Bowman

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Donna Mason Susan Rancourt Roberta Parks

Brenda Ball Georgann Hawkins Debby Kent

El 4 de Enero de 1974 entra Bundy al cuarto de Joni Lenz de 18 años estudiante de


universidad y la golpea con una palanca metálica inclusive remueve una pieza de la cama de
la víctima y la agrede sexualmente con la misma. Al día siguiente la mujer es encontrada en
un charco de su propia sangre. Sobrevive pero con daño cerebral permanente. La siguiente
fue Lynda Ann Healy 21 años, estudiante de psicología en la Universidad de Washington. El
31 de Enero de 1974 Bundy logró colarse a su dormitorio y la golpeo dejándola inconciente.
La vistió con unos jeans y una playera para luego envolverla en una sabana. Sus restos
decapitados fueron hallados un año después en las montañas cercanas. La noche de su
desaparición sus vecinos de cuarto nada pudieron escuchar así que nadie notó la ausencia
de la muchacha hasta el día siguiente que sonó el despertador y el teléfono. Finalmente los
padres se preocuparon ante la ausencia de Lynda pero la policía no fue capaz de establecer
que algún grave crimen hubiera sido cometido así que no se tomaron mayores muestras ni
estudios del escenario del crimen.
Durante la primavera y verano de ese año, bajo similares circunstancias seguían
desapareciendo jovencitas universitarias todas ellas mujeres hermosas, de cabello a los
hombros lacio y de color oscuro. Igualmente su desaparición era descubierta por las
mañanas cuando se ausentaban de sus labores ordinarias. Al menos 8 víctimas se
contabilizaron hasta que Bundy atacó a plena luz del día. Mientras tanto la policía comenzó
la investigación y los testimonios apuntaban hacia un hombre a quien se identificaba por
'Ted' que solicitaba la ayuda de jovencitas que veía pasar. Se le veía en apuros cargando
libros pues traía un brazo enyesado o con un cabestrillo. Otras veces también se le vio en
problemas para echar a andar su viejo VW. En otras ocasiones fue visto merodear el sitio
donde habían desaparecido dos muchachas, así que la policía ya tenía varias pistas de
quien podría ser el responsable de los crímenes.
En Agosto de 1974 en el parque del lago Sammamish, fueron hallados los restos de dos
muchachas desaparecidas en Julio pasado. Fue notable el hecho de que fueran
identificadas las victimas por la escasez de pistas: mechones de cabello de diferentes
colores, una quijada, dos cráneos y cinco huesos de pierna fue todo lo rescatado del parque.
Se concluyó que dichos restos pertenecieron a Janice Ott y Denise Naslund, ambas
desaparecidas a plena luz del día el 14 de Julio. Los últimos en ver con vida a Janice Ott fue
una pareja que vieron a un hombre platicar con la muchacha, de lo cual escucharon que el
sujeto, por cierto bien parecido, necesitaba ayuda para cargar su bote al carro pues tenía un
brazo enyesado a lo cual la mujer accedió sin ningún problema. Denise Naslund pasaba el
día con su novio y amistades cuando fue al baño del parque para no regresar jamás. Igual
se apareció un hombre solicitando ayuda a un par de mujeres para cargar su bote al auto,
pero estas dijeron que no podían ayudarlo, caso contrario a Naslund que no podía negarse a

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ayudar a un hombre con un brazo enyesado. Fue este gesto de amabilidad el que le costó la
vida a la muchacha.
Bundy contaba con una ventaja sobre la policía y era que su aspecto podía cambiar
enormemente con solo ajustar el estilo de peinado y por dejarse o rasurarse la barba. Sus
rasgos físicos lo hacían un hombre bien parecido pero que no llamaba demasiado la
atención por lo que era muy difícil seguirle la pista. Así fue que cambió de residencia para
seguir matando y se fue al estado de Utah, en ese lugar se despachó a la hija del sheriff
local, Melissa Smith el 18 de Octubre de 1974 y días después a Laura Aimee cuyo cuerpo
fue localizado en las montañas Wasatch. El cuerpo mostraba huellas de haber sido golpeado
en la cabeza con la clásica cuña de metal, había sido violado y sodomizado. La policía
estableció que había sido asesinada en otra parte puesto que no había señales de sangre
de la víctima en lugar del hallazgo. La policía del estado comenzó una frenética búsqueda
del asesino, pero la similitud en el modus operandi los hizo contactar a los oficiales de
Washington con quienes conjuntamente acumularon evidencias hasta publicar un retrato
con la probable apariencia del asesino.

Gracias al retrato hablado sobre el asesino, una amiga cercana de Elizabeth Kendall
identifica al probable asesino como Ted Bundy . Kendall se llegó a convencer de que su
novio podía ser el asesino pues muchas claves apuntaban directamente hacia el. El parecido
de Ted con el retrato de la policía, el hecho de que manejaba un VW sedan como el asesino
y que había visto en su departamento muletas a pesar de que el no se había lastimado
nunca. Dada la situación, llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su actual
novio pudiera tener algo que ver en las muertes y a pesar de que facilitó fotos recientes de
Bundy a la policía, los testigos fallaron al tratar de hacer la correspondiente identificación. La
policía desechó esa pista . Y la atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años
después.

El 8 de Noviembre de 1974 el caso dio un giro de 180 grados cuando Bundy deja escapar
con vida a Carol DaRonch. Los hechos fueron así: merodeando una tienda de libros, Bundy
elige como víctima a la chica de 18 años y con engaños se hace pasar por un oficial de la
policía de apellido Roseland y le avienta el rollo de que alguien trató de robarse el automóvil
de la chica. A fuerza de insistir logra hacerla que suba a su carro y al poco de conducir -en la
dirección opuesta a la estación de policía- comienza el forcejeo entre ambos. Bundy la
amenaza con una pistola y la cuña de metal. Al tratar de esposarla, falla y ella lucha por su
vida. Sale del carro y a pesar de que este continúa con el ataque, ella se defiende logrando
golpearlo en los genitales. De esta manera gana preciosos instantes para escapar.
Afortunadamente una pareja que manejaba por el lugar alcanza a darse cuenta de la
situación y la chica logra entrar al carro de ellos. Inmediatamente la llevan a la estación de la
policía. La chica esta en plena crisis nerviosa. Pero ese no fue el único intento que Bundy
efectuaría ese día, en una escuela del lugar, donde molestó constantemente a la directora

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del mismo, lo bueno que la mujer nunca prestó atención al sujeto por estar sumamente
ocupada en sus asuntos, pero le pareció muy extraño verlo merodeando el lugar. De todos
modos Debby Kent halló la muerte a manos de Ted Bundy esa noche. La única pista
encontrada fue una pequeña llave de esposas que concordó a la perfección con las esposas
usadas en el intento de secuestro de la señorita DaRonch. El círculo sobre Bundy se cerraba
cada vez más. El 16 de Agosto de 1975 el VW sedán de Bundy es identificado con el
implicado en el secuestro de DaRonch. Tras una semana de juicio por secuestro, Ted Bundy
es sentenciado a una pena de 15 años el 1 de Marzo de 1976 en la prisión estatal de Utah
Colorado.Se le detuvo debido a que los oficiales de camino en cada condado son
conocedores de todos los vecinos y ponen mucha atención en los carros que no conocen.
Como existía el antecedente de un VW sedan implicado en un secuestro, fue cuestión de no
mucho tiempo para que se le detuviera. En las primeras inspecciones fueron hallados la
palanca de metal (arma predilecta del Bundy), esposas, cinta y otros objetos que hicieron
sospechar inmediatamente del detenido. La evidencia hallada fue ligada paulatinamente a la
desaparición de otras mujeres (Melissa Smith, Laura Aime y Debby Kent) y gracias a la
colaboración de la directora de la escuela que merodeaba Bundy y de Carol DaRonch la
identificación de Bundy fue corroborada policialmente. La policía supo que tenía en su poder
al sujeto indicado y comenzó la investigación a gran escala del hombre que ahora sabían era
Theodore Robert Bundy.

El otoño de 1975 la policía profundiza en la vida de Bundy mediante las declaraciones de


Elizabeth Kendall, quien acude a los interrogatorios afectada y nerviosa pero aporta valiosos
datos que van componiendo el rompecabezas de la existencia de su peculiar novio. Relata
que los días de los asesinatos no podía determinar donde había estado su novio, no con ella
por lo menos. De hecho Bundy tenía por costumbre dormir mas durante el día y las noches
aprovechaba para salir. Otro dato revelador es que hacía un año este había hecho un viaje
al lago Sammamish para esquiar, justo por los días en que habían desaparecido las
señoritas Ott y Naslund. En cuanto a la vida sexual de la pareja, Kendall narra que Bundy
era afecto al sadomasoquismo y cuando ella decidió no participar mas de ello, se había
puesto triste y había perdido mucho del interés hacia ella. En las siguientes sesiones le
contó a la policía que notó desde los primeros días de su noviazgo que Bundy guardaba en
su habitación yeso y vendas y que hasta lo que recordaba nunca se había roto ningún hueso
del cuerpo. Igualmente Bundy pasaba tiempo en las montañas Taylor lugar donde varios
cuerpos habían sido hallados. Una vez descubrió debajo del asiento del carro un hacha y así
por el estilo detalles que se convertían en evidencia crítica. El siguiente paso fue conocer de
la anterior relación de Bundy con la muchacha californiana a quien contactaron para
enterarse de cómo Ted había roto relaciones de la manera más abrupta y fría. Para colmo
Bundy había cargado combustible empleando tarjetas de crédito por lo que el rastreo de
sitios donde había pasado lo incriminaba mas y mas.
El 23 de Febrero de 1976 comienza el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. El
acusado llega a la sala confiado y dueño de si mismo pensando que no había suficiente
evidencia en contra suya. No previó el impacto que tuvo la declaración de Carol DaRonch a
quien el fiscal pide identificar al hombre que la atacó. Sin dudarlo un segundo señala
directamente a Bundy a la vez que estalla en llanto. El jurado al voltear para ver la reacción
de Bundy lo miran clavando una helada e impasible mirada a la testigo. En su defensa diría
que ni siquiera conocía a la chica, pero tampoco tenía alguna coartada del día de los
hechos. Al juez le tomó el fin de semana revisar a fondo el caso y el acusado fue
sentenciado el 30 de Junio a una cadena de 15 años con posibilidad de libertad condicional.

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En la prisión se le efectuaron las pruebas psicológicas que el juez había ordenado y los
doctores determinaron que Bundy ni estaba psicótico, sexualmente desviado, ni dependiente
de drogas y alcohol o que sufriera de algún daño cerebral. Pero si tenía una fuerte
dependencia a las mujeres y tenía un gran temor de 'ser humillado en sus relaciones con
ellas'... Estando preso en Utah, se preparaban mas procesos contra Bundy, sus problemas
legales apenas comenzaban.
Las pruebas periciales al VW sedan de Bundy habían tomado un poco de tiempo pero las
muestras de cabello tomadas coincidían con las de Melissa Smith y de Caryn Campbell y
exámenes posteriores revelaron que las marcas de las lesiones craneales podían haber sido
causadas por la palanca hallada un año antes en el carro de Bundy. Entonces la policía de
Colorado levanta el cargo de asesinato el 22 de Octubre de 1976. En Abril de 1977 Bundy es
trasladado a la cárcel del condado Garfield para encarar este nuevo proceso. Durante los
preparativos del juicio Bundy decide defenderse asimismo ante la supuesta incapacidad de
sus abogados a quienes despide. Con tanto trabajo ante si, se le permite visitar la biblioteca
de la corte de Aspen. Nadie imaginaba que la verdadera estrategia era intentar escapar.

Aprovechando el hecho de que no entraba a la biblioteca esposado o encadenado en una de


las frecuentes visitas al lugar, Bundy logra escapar por una ventana pero al caer se lastima
un tobillo, situación por la cual no puede escapar tan lejos como pretendía. La policía
estableció un rápido cerco en la ciudad y se emprendió una búsqueda masiva inclusive
empleando perros olfateadores. Mientras tanto el fugitivo vivía de robar aquí y allá la comida
que necesitaba y pasaba el tiempo en los campamentos durmiendo inclusive en los campers
abandonados. Con el mayor de los sigilos se movía pero no podía permanecer en Aspen así
que cuando halla un VW con las llaves puestas lo roba, pero es capturado de nuevo cuando
la policía lo identifica. Fueron varios días los que logró eludir a la policía.

El 30 de Diciembre trepa al techo de una de las secciones de la cárcel de ahí lograr acceder a
otra parte del techo que desembocaba en el armario de un departamento vacío del penal.
Espero hasta saber que nadie estaba y salio por la puerta delantera de uno de los
departamentos de los custodios. Nadie se dio cuenta de la ausencia de Bundy hasta la mañana
siguiente, 15 horas después de los hechos. Para ese momento ya iba camino a Chicago con
destino a Florida. Para Enero de 1978 ya estaba instalado en un departamento de Tallahassee,
lugar cercano a la Universidad Estatal de Florida. Disfrutando de nuevo la libertad y sabiéndose
joven, inteligente y poderoso, Bundy desarrolló esa vena por robar que tan bien le iba.
Empleaba su tiempo entre sus diarios paseos al campus, donde inclusive entraba a algunas
clases como si fuera un alumno mas y veía la televisión que había robado de algún otro lado.
De hecho todo su mobiliario era producto de los robos, igual que la comida que compraba
usando tarjetas de crédito robadas.

El 14 de Enero el edificio de la fraternidad Chi Omega estaba semivacío pues la mayoría de las
ocupantes estaban de fiesta o en salones de baile aprovechando que esa noche no había
toque de queda. A las 3 a.m. el novio de Nita Neary la dejaba a la puerta de la fraternidad y la
chica nota que la puerta esta abierta. Tan pronto entró al edificio escuchó actividad y pasos de
alguien corriendo en el piso de arriba, inmediatamente el sonido se acercaba a las escaleras.
Alcanza a esconderse y observa bajar y salir del edificio a un hombre que lleva una gorra tejida
color azul, y en el brazo lo que parecía una carpeta envuelta en un trapo. Atinó a pensar que
alguien había asaltado la fraternidad así que buscó a su compañera de habitación Nancy y sin
saber que hacer fueron en busca de la encargada del edificio, pero no tardaron en toparse otra
compañera llamada Karen quien tambaleaba por el pasillo herida y cubierta de sangre en la
cabeza. Pronto descubrieron otra muchacha mas, gravemente herida. Aquella noche Bundy
efectuó uno de sus ataques más terribles por la saña y número de víctimas: la policía encontró
el cadáver de Lisa Levy a quien golpeó en la cabeza, violó y que casi de una mordida le
desprende un pezón del pecho. A la postre el ataque a Lisa Levy resultaría de crucial
importancia en el destino de Bundy. Además insertó en su vagina una lata de spray para pelo.
Margaret Bowman falleció en por estrangulamiento, igualmente atacada mientras dormía. Los

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análisis forenses indicaron que no fue atacada sexualmente como Lisa Levy. Pero los golpes a
su cabeza fueron tan brutales que parte de la masa encefálica estaba expuesta cuando fue
hallado el cuerpo. Ninguna de las dos mujeres pudieron pelear por su vida, el ataque fue veloz
y contundente. Las demás victimas no pudieron aportar ningún dato sobre el atacante,
únicamente la señorita Neary fue capaz de proporcionar los mayores datos. Bundy no había
terminado aún su noche, no lejos de la fraternidad atacaría a una chica mas, afortunadamente
los vecinos escucharon ruidos extraños y telefonearon al departamento de la mujer; esta acción
heroica le pudo salvar la vida a la chica que inmediatamente fue asistida por la policía quienes
la encontraron sentada en su cama, semiinconsciente. A pesar de que la policía pudo recabar
bastante evidencia de este último ataque como fueron cabellos de una mascara que Bundy
soltó en el lugar, semen y muestras de sangre la realidad era que el criminal les era
desconocido. En el estado de Florida no sabían nada de Ted Bundy.
La última víctima de Ted Bundy fue la adolescente Kimberly Leach que fue secuestrada el 9
de Febrero de 1978 en Lake City. El único testigo del acontecimiento fue una amiga suya de
nombre Priscila quien la vio subirse a la camioneta de un señor, pero no pudo aportar
mayores datos del color o tipo de camioneta. El cuerpo fue hallado 8 semanas mas tarde en
Florida, dado el avanzado estado de descomposición del mismo no dio ninguna pista
significativa sobre el atacante. Días antes del secuestro de Kimberly Leach un extraño en
una camioneta van color blanco se acercó a una estudiante de 14 años, la chica estaba en el
camino en espera de su hermano que había quedado de pasar por ella. La chica, advertida
por su padre -un oficial detective- de que no debía hablar con extraños se sintió incomoda
ante las preguntas de Bundy. Afortunadamente el hermano llegó . Extrañado por el sujeto, el
joven apunta las placas de la van y se las muestra a su padre. Una vez escuchada la historia
del hombre y la van blanca, el detective James Parmenter del departamento de policía de
Jacksonville decide investigar. Las placas correspondían a un hombre llamado Randall
Ragen a quien Parmenter decide visitar. El señor Ragen relata que las placas de que le
preguntan habían sido robadas de su vehiculo y que ya había tramitado unas nuevas.
Posteriormente el detective se entera de que la van que le comentan sus hijos haber visto
era robada. Entonces intuye una sospecha y hace que sus hijos vean unas cuantas
fotografías en la estación de policía, para su sorpresa, el sujeto que identifican es Ted
Bundy.
Tiempo después de haber desechado la camioneta van, Bundy roba un automóvil que si le
acomoda bien, otro VW sedán. Pero le vuelve a suceder lo mismo, los oficiales localistas de
la región sospechan ante la presencia de un vehículo que no les es conocido. El oficial David
Lee lo ubica el 15 de Febrero a eso de las 10 p.m. Reporta las placas a la central y descubre
que el coche es robado así que decide actuar. Igual que en Utah, Bundy decide huir hasta
que de repente para. Para sorpresa del oficial, este se resiste a la detención y logra escapar.
El oficial dispara y Bundy se deja caer, simulando haber sido herido, solamente para atacar
de nuevo al oficial cuando este se acerca de nuevo. Finalmente tras una un breve forcejeo
es sometido y esposado. Una vez en manos de la policía la evidencia y las pistas se
acumulan velozmente contra Bundy. Inmediatamente se le carga el asesinato de la joven
Leach y también se le liga a los crímenes de la fraternidad Chi Omega y es sentenciado a
muerte.
Dos fueron los juicios que por asesinato enfrentaría Theodore Robert Bundy, el primero
comenzó el 25 de Junio de 1979 en Miami Florida en este caso la corte se centró en los
crímenes contra la fraternidad Chi Omega. El segundo juicio se realizó en Orlando Florida en
Enero de 1980 y fue por el homicidio de la joven Leach. Pero sería el juicio de la fraternidad
el que sellaría el destino de Bundy. A pesar de tener al planeta entero en su contra y con
todo el peso de la evidencia encima suyo, Bundy actuó como su propio abogado y siempre
confió en poder hacer que el juicio fuera lo más justo posible. El jurado estaba compuesto
por una mayoría de afroamericanos. La intención era que no se cargara de prejuicios dicho
jurado, pero las evidencias fueron determinantes, sobre todo en el caso de la hermandad Chi
Omega, primero fue el testimonio de Nita Neary señalando a Bundy como el sujeto que
alcanzó a ver salir corriendo por la puerta. El otro testimonio contundente fue aportado por
un odontólogo, el Dr. Souviron mostró una serie de fotografías de la mordida en la nalga de
la señorita Levy y como las marcas de la dentadura correspondían a la perfección con los
dientes de Bundy. De ese modo unas fotografías ligaron a Bundy con los asesinatos de la
fraternidad .

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El 23 de Julio tras 7 horas de deliberación, el jurado decidió que Ted Bundy era culpable.
Este escuchó el veredicto sin mostrar emoción alguna. El 30 de Julio testificó e imploró por
la vida de su hijo la madre de Bundy y él mismo tuvo la oportunidad de dar una buena razón
para que no se le sentenciara a muerte. Entre otras cosas se dijo víctima de una farsa, de un
juicio injusto y abusivo. Y que no tenía ni siquiera porque pedir clemencia por algo que no
había cometido. El juez Cowart al finalizar Bundy su declaración recomendó la pena de
muerte en la silla eléctrica por la muerte de Lisa Levy y Margert Bowman

El 7 de Enero de 1980 comienza el juicio por la muerte de Kimberly Leach, en Orlando Florida.
Esta vez Bundy decide no defenderse asimismo y quedan como sus representantes los
abogados Julius Africano y Lynn Thompson. La estrategia a seguir fue apelar por causa de
incapacidad mental. Durante el juicio sorprendió a todo mundo cuando anuncio su matrimonio
con Carole Ann Boone, antigua compañera suya de trabajo

En 1982 contrató nuevos abogados para fabricar una apelación contra la sentencia de los
homicidios de la fraternidad Chi Omega, pero fue desechada por la corte. Luego en 1985
contrató nuevo abogado ahora para apelar la sentencia por el homicidio de Kimberly Leach
pero de nuevo fue negada la moción. La lucha continuaría hasta 1986 en que pelearía de
nuevo la pena de muerte que pesaba sobre si sin mejor éxito que las anteriores apelaciones.
La ejecución de Ted Bundy fue programada para el 4 de Marzo de 1986 pero gracias a las
diligencias de su abogada Polly Nelson, el día fatal fue posponiéndose hasta que finalmente la
suprema corte de justicia de los Estados Unidos denegó la última prórroga el 17 de Enero de
1989.

´Nosotros los asesinos seriales somos sus hijos, somos sus esposos,
estamos en todas partes.Y habrá más de sus niños muertos mañana.'
Ted Bundy.

“ A pregunta de un periodista ¿ Mereces morir ? . Bundy respondio :


Buena pregunta , pienso que la sociedad merece ser protegida de mi y de
gente como yo “

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CONCLUSIONES

Las formulas exculpatorias del Código Penal limita esta exculpación cuando el sujeto esta
privado de conocer o de querer, por lo tanto el problema originado por los psicópatas surge
debido al hecho de que estas personalidades ofrecen un déficit afectivo o emocional que no
afecta a la esfera de la voluntad ni a la inteligencia es decir no afecta ni a conocer ni a querer,
ya que estas personas saben lo que hacen y pueden diferenciar entre el bien y el mal.

El artículo 20 del vigente Código Penal Español de 1995 contempla que: “Están exentos de
responsabilidad criminal: 1º. El que al tiempo de cometer la infracción penal, a causa de
cualquier anomalía o alteración psíquica, no pueda comprender la ilicitud del hecho o actuar
conforme a esa comprensión.”

La Jurisprudencia española, por otra parte, ha reconocido en retiradas ocasiones que los
requisitos para aplicar tal eximente están basados en una cuádruple comprobación:

1. La naturaleza de la perturbación (criterio cualitativo).

2. La intensidad y grado de la perturbación (criterio cuantitativo).

3. Duración del trastorno y permanencia del mismo (criterio cronológico), si bien el propio autor
reconoce como irrelevantes estos aspectos temporales, concediendo mas importancia a la
concurrencia de la alteración psicopatológica con la acción delictiva, pues así lo exige el propio
precepto, donde se lee “... al tiempo de cometer la infracción penal” .

4. Relación de causalidad o de sentido entre el trastorno psíquico y el hecho delictivo, siendo


este último criterio el objeto de nuestro estudio.

Desde la perspectiva del criterio de causalidad, el artículo 20 referido implica inimputabilidad


cuando:

1. En una persona se da una CAUSA, “cualquier anomalía o alteración psíquica” (el trastorno
de la personalidad en nuestro caso)

2. Que por tal causa se origine un determinado EFECTO, cometer una infracción penal.

Es decir, la ley penal exige para aplicar esta eximente que el trastorno de la personalidad deba
ser causa de la infracción penal. Así lo recoge el magistrado Soto Nieto que asegura que “...ha
de tenerse en cuenta que el tipo de delito ha de estar en relación con el tipo de psicopatía para
que modifique la imputabilidad.... La anormalidad caracterológica del psicópata ha de estar en
relación causal con el hecho delictivo...”

No obstante, podemos encontrar dificultades a la hora de determinar este nexo causal, tanto
desde un punto de vista filosófico, como psicológico y psiquiátrico-forense.

Hume ya explicó en el siglo XVIII que la creencia de que ciertos acontecimientos precedieran a
otros en el tiempo, es decir, que aquellos fueran la causa de éstos no estaba fundamentada en
ninguna razón lógica. El filósofo escocés aseguraba que si tal relación causal había ocurrido en
el pasado, no tendría porque darse nuevamente en el futuro, sino que atribuimos tal causalidad
a una observación eminentemente empírica.

Por otro lado, la filosofía nos enseña igualmente que no hay relación lineal entre causa y
efecto, pues una sola causa pude ocasionar varios efectos o un solo efecto puede estar
originado por varias causas distintas. Distingue, así, tres tipos de causas:

· Causa necesaria. Es un acontecimiento que debe preceder a otro para que este último
ocurra. Una causa necesaria no implica que sea suficiente.

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· Causa suficiente. Es aquella que es adecuada en sí misma para causar el efecto. No es
necesario que otro factor se asocie a ella.

· Causas contribuyentes. Son factores que aumentan la posibilidad de que se produzca un


efecto.

Atendiendo a esto, el trastorno de personalidad, por sí mismo no es causa necesaria de


ninguna infracción penal, puesto que esta puede ser cometida en ausencia de aquel. Tampoco
el trastorno de la personalidad es causa suficiente para cometer actos antijurídicos, pues no
todos los sujetos con trastorno de la personalidad son autores de ellos. Aunque algunos
trastornos de la personalidad pueden aumentar la probabilidad de que se produzca un delito.

La comisión de una infracción penal es, en términos psicológicos, una conducta en que los
mismos mecanismos psicológicos intervienen en la ejecución de los actos legales que en la de
los actos ilegales. Nos interesa pues, estudiar las causa generales de la conducta.

Según la teoría de las “causas internas”, citada por Labrador la causa de la conducta estaría
dentro de las personas, en las que existe “algo” (“mente o “carácter”) que es el responsable de
nuestras conductas. Atendiendo a esta teoría, podríamos considerar que la personalidad o el
trastorno de la personalidad por si mismo, explicaría la conducta de estos sujetos, sería su
causa.

No obstante, algunos autores, entre ellos el mismo Labrador, critican la teoría de las causas
internas y mantiene que son las “causas externas” las verdaderas motivaciones de la conducta.
Según Labrador, las condiciones o incitaciones del medio controlan más las conductas
humanas que ese “algo” interno. Para apoyar su teoría propone el siguiente ejemplo: Si un niño
estudia es porque es responsable, si no es porque es un indolente; pero si al niño que estudia
le facilitamos acudir a una fiesta o a una película, dejará de ser responsable y se convertirá en
indolente; y si al indolente le ofrecemos un premio importante por estudiar, dejará de ser
indolente y se convertirá en responsable.

Según lo expuesto anteriormente, la personalidad, o el trastorno de la personalidad, no


explicaría la conducta, no sería la causa de ella. Labrador ve, por el contrario, necesario buscar
las explicaciones de la conducta en las características del ambiente (“causas externas”), tanto
actuales como anteriores, que actúan como estímulos y condicionan la respuesta del individuo.

Ya parecen superadas, no obstante, las antiguas disputas psicológicas entre las causas
internas y las causas externas de la conducta, entre rasguismo y ambientalismo. La teoría
interaccionista, considera, por el contrario, que los estímulos ambientales actúan sobre
determinada personalidad, la cual los modula y matiza, dándoles distintos significados y
confiriendo determinada plasticidad a las respuestas.

Eysenck (1977) propone que la criminalidad es el producto de la influencia de variables


ambientales sobre individuos con determinadas predisposiciones genéticas y el aprendizaje por
condicionamiento clásico. Es decir, que una conducta criminal se llevará o no a cabo
atendiendo a las dimensiones de la personalidad (para el autor, neuroticismo, extroversión y
psicoticismo), los estímulos ambientales y las respuestas que el entorno de a las propias
conductas de la persona.

El criterio jurídico de causalidad nos exige determinar si la conducta antinormativa es


consecuencia del trastorno de la personalidad, es decir, si tal conducta es un “síntoma” de
determinado trastorno de personalidad.

En ciertos trastornos mentales este nexo causal parece evidente. Así, por ejemplo, resulta fácil
hallar relación de causalidad entre un homicidio perpetrado por un esquizofrénico paranoide y
su creencia delirante de ser atacado y sus alucinaciones auditivas de tipo imperativo. Existe en
este caso, podríamos decir , una “causa interna”, representada por los síntomas psicóticos.

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También es fácil determinar el nexo causal entre una agresión sexual cometida por un
deficiente mental y el déficit intelectual que padece o su impulsividad sexual. Encontramos
igualmente en este caso unas “causas internas”.

Esto hace que en el derecho cobre especial relevancia la psiquiatría, ya que es ahí donde
recurren los tribunales de justicia para conocer el grado de responsabilidad o irresponsabilidad
del sujeto.

Como he dicho anteriormente el psicópata sabe diferenciar lo que esta bien de lo que esta mal
y por lo tanto conocen las leyes como las puede conocer otro miembro de la sociedad pero la
diferencia entre ambos es que el psicópata no siente esas leyes como suyas ahí es donde
existe el conflicto, conocen el bien o el mal pero ese bien o mal le es ajeno.

Como he expuesto en el trabajo los psicópatas no tienen porque matar o cometer ningún delito
ya que la mayoría de ellos están integrados en la sociedad ( o supuestamente integrados )sin
cometer ningún hecho delictivo , pero cuando alguno de ellos rompe con esta tónica y comete
por ejemplo un crimen la reacción de la sociedad normalmente será pedir la pena de muerte o
cadena perpetua ….. ya que este tipo de personalidades producen miedo porque rompen la
defensa social porque su reincidencia es muy alta . Los psicópatas que delinquen no tienen un
porcentaje muy alto por lo tanto hay que tener en cuenta que existirán mas psicópatas que no
cometan ningún hecho delictivo pero no por ello no le debemos dar importancia a lo mejor ese
es el principal problema ; mientras que no cometan actos delictivos y no nos afecte a nosotros
que una persona no sienta empatia por el prójimo o que no tenga ningún tipo de conciencia
parece que no nos interesa .

Mi reflexión es la siguiente : si un esquizofrénico por ejemplo es inimputable o el alcohol es un


atenuante en muchos hechos delictivos , el psicópata a mi entender también debería de gozar
de este “ privilegio “ ya que están enfermos emocionalmente , su cerebro no tiene un
funcionamiento normal como han demostrado muchos estudios y como ha expuesto Hare el
psicopata no es psicopata solo cuando cumple 18 años y delinque sino que esa psicopatia ha
estado presente toda su vida desde los 3 años por lo tanto se debería estudiar una solución
para este tipo de cuestiones y no lavarse las manos como en muchos casos sucede enviando
al sujeto a la cámara de gas por ejemplo .

Cordialmente,
Marta Pellón Pérez
Estudio Criminal - Europa
Página web: www.estudiocriminal.eu
Email: info@estudiocriminal.eu
Teléfono: 0034 678298844 - Madrid - España

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