El trastorno límite de la personalidad afecta el ambiente social del ser
humano, sus relaciones y su desempeño laboral, la mayoría llegan a ser conscientes de sus cambios y buscan ayuda, otros por el contrario prefieren evadirlo realizando otro tipo de actividades o justificando sus acciones. El trastorno límite de la personalidad es un trastorno de la salud mental que impacta la forma en que piensas y sientes acerca de ti mismo y de los demás, lo que causa problemas para insertarte normalmente en la vida cotidiana. Comprende patrones de relaciones inestables intensas, una distorsión de la propia imagen, emociones extremas e impulsividad. Con el trastorno límite de la personalidad, se tiene un temor profundo al abandono o a la inestabilidad, y se puede tener dificultad en tolerar estar solo. Sin embargo, la ira desmesurada, la impulsividad y los frecuentes cambios de ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quieras tener relaciones afectuosas y duraderas. El trastorno límite de la personalidad, por lo general, comienza en la edad adulta temprana. El trastorno parece ser peor en la adultez temprana y puede ir mejorando con la edad en la mayoría de los casos, por otro lado, tenemos el ejemplo de Aroa, que ella confiesa que agradece haber sido diagnosticada, porque ella si llegó a notar sus cambios actitudinales y fue realmente atacada por la sociedad al decir que habían sido sus padres los que no habían sabido educarla ni ponerle limites cuando en realidad estaba sufriendo de esta enfermedad. Otra de las características realmente notables en el tú limite es la autolesión ya que Aroa relata que buscaba autolesionarse en la mayoría de ocasiones y que hasta cierto grado se llega a perder el control del nivel de las lesiones, no quieren morir, no, pero llegan a un punto de no medir el daño que se están ocasionando. Trastorno histriónico de la personalidad
La característica fundamental del trastorno histriónico de la
personalidad es la búsqueda de atención excesiva por parte de la persona (incluyendo una necesidad exagerada de aprobación) y una emotividad generalizada. Necesitan continuamente ser el centro de atención y si no, se pueden sentir frustrados. Suelen ser exhibicionistas y demasiado expresivos (abrazos exagerados, berrinches, grandes muestras de afecto a personas con las que no tienen mucha confianza. Tienen tendencia a aburrirse con la rutina y buscan continuamente la novedad y la excitación, por lo que abandonan proyectos que en un inicio les producían mucho entusiasmo. Suelen ser manipuladores (pueden provocar celos a su pareja, quejarse, sollozar desconsoladamente) y seductores, aunque por otra parte sus opiniones pueden ser fácilmente influenciada por los demás. No se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención. La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador. Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante. Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo. Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices. Muestra auto dramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional. Es sugestionable , por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias. Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad. Suelen tener afectadas las relaciones personales y sentimentales, debido a la demanda constante de atención y la falta de interés por la sensibilidad de los demás. Suelen cambiar de trabajo frecuentemente. Se pueden involucrar en situaciones arriesgadas , debido a la necesidad constante de excitación. Esto muchas veces, los lleva a otro tipo de trastornos relacionados con el abuso de sustancias. Tiene mayor riesgo que la población normal a desarrollar una depresión.