Historia Mexicana

ISSN: 0185-0172
histomex@colmex.mx
El Colegio de México, A.C.
México

Deeds, Susan M.
David J. Weber
Historia Mexicana, vol. LX, núm. 3, enero-marzo, 2011, pp. 1887-1890
El Colegio de México, A.C.
Distrito Federal, México

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 David j. weber

Susan M. Deeds
Northern Arizona University

El 20 de agosto de 2010 murió David J. Weber a los 69

años. El más destacado investigador de la historia de la
presencia española y mexicana en las tierras que más tarde
fueron incorporadas por la fuerza a Estados Unidos, Weber
publicó más de 25 libros y 70 artículos.
David Weber nació en Buffalo, Nueva York en 1940.
Clarinetista de talento, tuvo intención de estudiar música
en la State University of New York College en Fredonia,
pero cambió su especialidad cuando le cautivó la historia
de América Latina y obtuvo un B. A. en 1962. Después fue
admitido en la University of New Mexico donde consiguió
su maestría (1964) y su doctorado (1967). En 1962 se casó
con Carol Bryant con la que tuvo dos hijos. Dio clases de
historia primero en San Diego State University, trasladán-
dose, en 1976, a Southern Methodist University en Dallas,
donde permaneció durante el resto de su carrera en una
cátedra, la Robert and Nancy Dedman Chair in History,
hasta su jubilación en mayo de 2010. En 1996 fundó el Wil­
liam P. Clements Center for Southwest Studies en dicha

HMex, LX: 3, 2011 1887

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universidad y gracias a sus esfuerzos el Centro se convirtió

en uno de los principales centros de investigación sobre la
historia del suroeste estadounidense y la frontera México-
Estados Unidos. A través de sus propios empeños y los del
Centro, contribuyó más que cualquier otro investigador a
elevar el estudio del área fronteriza a un nivel importante
y valorado por los historiadores estadounidenses. Sus es-
fuerzos para alentar la colaboración entre historiadores de
España, México y Estados Unidos fueron premiados por
el gobierno español y mexicano con honores del más alto
grado. En 2002, el rey Juan Carlos de España le otorgó la
Real Orden de Isabel la Católica y fue nombrado miembro
de la Orden Mexicana del Águila Azteca en 2005.
Sería imposible enumerar aquí los muchos logros y éxitos
de su carrera. Varios de sus libros ganaron premios. The
Mexican Frontier, 1821-1846: The American Southwest
under Mexico (1982) fue premiado por la Organization of
American Historians. Este libro fue uno de los primeros
estudios que incorporó fuentes y perspectivas de ambos
lados de la frontera y ubicó la región como un lugar que
merece ser examinado por historiadores de Estados Uni-
dos así como por los historiadores latinoamericanos. En
este libro, Weber examina las políticas del gobierno federal
mexicano y concluye que el gobierno no tuvo ni los medios
ni la voluntad política para aplicar las leyes y los reglamen-
tos destinados a integrar el norte lejano a la nación.
Diez años más tarde, The Spanish Frontier in North
America demostró hasta qué punto Weber dominaba la
extensa historiografía sobre la región a través del tiempo
y del espacio. Proporcionó una visión general verdadera-
mente impresionante de las actividades de los españoles en
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la zona norte que actualmente es parte de la unión norte-

americana, desde las primeras entradas del siglo xvi hasta la
independencia de México. El libro ofrece una nítida síntesis
narrativa de las iniciativas económicas y geopolíticas de la
corona española en el noroeste y el noreste de la Nueva Es-
paña. Demuestra la enorme complejidad de relaciones entre
los grupos indígenas y los europeos en esta vasta región y
desacredita la idea de que el norte era una región despobla-
da, sólo esperando la posterior expansión estadounidense.
Este libro ganó el premio “España y América” que otorga
el Ministerio de Cultura de España.
Uno de los dones especiales de David J. Weber era su
capacidad para resumir un amplio espectro de fuentes se-
cundarias y primarias. Esto quedó reflejado nuevamente
en Barbaros: Spaniards and Their Savages in the Age of
Enlightenment (2005), donde Weber extendió sus conoci-
mientos de las periferias españolas en las Américas al cono
sur. El libro fue galardonado con un premio de la American
Historical Association. Empleando un marco comparativo,
Weber planteó que a pesar de los intentos pragmáticos y
humanísticos de los reformadores borbónicos, a final de
cuentas las condiciones locales y las acciones de los grupos
indígenas fueron decisivas para determinar los resultados
en las fronteras.
Para realizar sus investigaciones, Weber recibió becas de
la Huntington Library, de la American Philosophical Socie-
ty, del National Endowment for the Humanities, del Ame-
rican Council of Learned Societies, de la Fulbright-Hays,
del Center for Advanced Study in Behavioral Sciences de
Stanford University y del Lamar Center en Yale University.
También participó activamente en múltiples asociaciones de
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historiadores y otros investigadores de Estados Unidos y

de México.
Si David J. Weber era el historiador estadounidense
más eminente de las borderlands, al mismo tiempo era el
mentor más generoso y menos pretencioso no sólo con los
estudiantes sino también con los colegas; era un ser huma-
no sumamente honrado y querido por todos. Un sinfín de
historiadores estadounidenses, mexicanos y españoles se
benefició de sus consejos así como de las becas del Clements
Center, las cuales alentaban el intercambio de ideas y ofre-
cían la oportunidad de completar manuscritos. Extrañare-
mos profundamente su dedicación a la investigación, a la
enseñanza y a la importancia de las humanidades en general
y de la historia de las fronteras en particular.