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¿Es cierto que Dios no tienta a nadie? Este es uno de los temas más
contundente de las escrituras, en el versículo 13 nos encontramos con: Cuando
alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque
Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie. Después de
hablar de los objetivos y consecuencias de las pruebas que viven los
cristianos, Santiago ahora pasa a hablar sobre las tentaciones.
¿De dónde viene el pecado? Para algunos, esta es una pregunta que atormenta
su creencia en Dios, mientras que otros simplemente la ven como la clave para
socavar a Dios. La verdad de la respuesta, sin embargo, revela una realidad que
pocas personas quieren admitir; el pecado viene de nosotros.
En el texto griego, la palabra usada para tentar en este pasaje es la misma palabra
traducida como pruebas en el pasaje anterior. ¿Cómo es que los traductores pueden
utilizar ambas palabras para la misma palabra original? Hay dos razones lógicas
para esto. En primer lugar, es una cuestión simple de contexto que dicta el
significado de la palabra.
Al igual que cualquier idioma, una palabra puede tener múltiples definiciones y por
lo tanto es importante leer el contexto cuidadosamente para determinar el uso
exacto. Además, el carácter de Dios como santo, santo, santo, hace imposible
asociar a Dios con la tentación.
Es fácil conseguir las personas hablar del tema y buscar excusas para no enfrentar
la situación por ejemplo: ¿Dios le dice al hombre has comido del árbol de que Yo te
mandé no comieses?” Escuchen al hombre. Todo lo que tendría que haber
respondido era sí, lo hice. “Y el hombre respondió: La mujer que me diste por
compañera medio del árbol, y yo comí.”
¿Quien tuvo la culpa? Bueno, él sugiere que la tuvo la mujer. Digo, después de
todo él se fue a dormir una noche y nunca antes había visto a una mujer en su vida;
y despertó a la mañana siguiente y estaba casado con una.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?” Y la mujer
dijo: dijo la mujer: La serpiente me engañó,.
Los destinatarios de este libro eran creyentes judíos que habían sido dispersados
(1:1), posiblemente como resultado del martirio de Esteban (Hch 7, 31-34 d.C.),
pero lo más probable es que se debió a la persecución bajo Herodes Agripa I (Hch
12, 44 d.C.). El autor se refiere a su audiencia como a “hermanos” quince veces.
El cual era un epíteto común entre los judíos del primer siglo. No es sorprendente,
entonces, que Santiago es judío en su contenido. Por ejemplo, la palabra griega
traducida “congregación” es la palabra para “sinagoga”. Además, Santiago contiene
más de cuarenta referencias al AT y más de veinte al Sermón del Monte, Mt 5-7.
a) Observar el texto: este texto tiene uno de los más admirado por la
comunidad cristiana. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de
parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a
nadie.
b) Interpretar el texto:
1. Cuando alguno es tentado: si una persona es persuadido por apetitos
descontrolados y de pasiones malvadas.
2. no diga que es tentado de parte de Dios; Si esto pasa no confirme que
de Dios emana o produce persuasión al ser humano y que él se complace en
hacer el mal.
3. porque Dios no puede ser tentado por el mal, No te pierda Dios no
asume ni consume persuasión de ninguna forma o índole. Tal tentación sería
contraria a su carácter de santo, perfecto, y sin pecado.
4. ni él tienta a nadie; Dios no es promotor ni el autor de la incitación hacia el
mal.
Dado que Santiago vino hablando de las pruebas y ahora pasa a tratar sobre
la tentación, tal vez sea oportuno diferenciar entre una y otra.
En primer lugar debemos decir que la prueba nos llega
siendo permitida y contenida por Dios, más no ocasionada por Él.
En el versículo 13 Jacobo dice que Dios no puede ser tentado por el mal, y que Él
mismo no tienta a nadie. Aquí la palabra griega traducida “no puede ser tentado” es
apeirastos y significa “no probado”, por tanto, no susceptible de ser probado, o sea,
que no puede ni ha de ser tentado.
Quizás su vecino compra un auto nuevo, y cuando usted lo ve, desea tener uno
igual. Esto es una tentación. La palabra griega traducida “tienta” aquí espeirázo. El
tentador es el diablo, no Dios Mateo 4:3; 1 Tesalonicenses 3:5.
Al igual que las pruebas, las tentaciones también nos prueban y nos examinan. Ser
probado por un sufrimiento provocado por el entorno es una prueba, pero ser
probado por la seducción de la concupiscencia interna es una tentación. La
invitación a participar en actividades mundanas o el hecho de ver el auto nuevo de
alguien podría despertar la concupiscencia en nuestro interior. Esto no sería una
prueba, sino una tentación.
Las pruebas las debemos soportar, mientras que la tentación la debemos resistir.
Para soportar las pruebas, necesitamos sabiduría; pero la sabiduría no es suficiente
para resistir la tentación. Si hemos de resistir la tentación, necesitamos la vida
divina.
En nuestra vida cristiana, las tentaciones son más frecuentes que las pruebas. Tal
vez tengamos pruebas periódicamente, pero las tentaciones las tenemos a diario,
aun a cada hora. A veces las tentaciones vienen una tras otra. Por ejemplo, en la
Dios nunca tienta a nadie Santiago 1:13; eso es tarea del diablo. Satanás es el
tentador, y nos tienta según nuestros deseos naturales. Muchos de nuestros deseos
son buenos, como el deseo de comida, descanso, comunión, auto conservación, etc.
Pero, dado que somos miembros de una raza pecadora y caída, tenemos algunos
deseos equivocados; por ejemplo, podemos sentirnos tentados a engañar, mentir,
odiar y buscar venganza.
Él les declara que aún si ellos con su mejor esfuerzo, trataran de guardar todas las
varias leyes y rituales, lo cual es imposible de hacer, y transgredieran la parte más
pequeña de la ley, esto los hacía culpables de toda ella (Santiago 2:10) porque la ley
es una entidad y el quebrantar una parte de ella, es quebrantarla toda.
Las consecuencias de ceder ante esta infidelidad “oculta” son de largo alcance y
hacen algo más que sólo influirte a ti. No creas que ningún otro sale herido, sólo
porque lo haces en secreto. No solo recibes cicatrices en tu propia alma por las
imágenes que se graban en tu memoria, sino también dañas seriamente tu
capacidad de ser fiel a un cónyuge. Hay muchas personas que nunca son
físicamente infieles hacia su pareja, pero ceder ante la infidelidad en lo oculto es
igual de destructivo.
El objetivo del diablo es hurtar, matar y destruir. Una de las formas más dañinas
que él tiene éxito es haciendo que las personas cedan ante sus deseos sexuales fuera
de la intimidad del matrimonio. Por medio de inmundicias como la pornografía,
Satanás toma el control completo de una persona. Los resultados son catastróficos.
Satanás tiene sin embargo la capacidad de ocultar las consecuencias y hacer apelar
a tus sentidos de tal forma que rápidamente pierdes la vista del panorama general.
Entonces, mientras estás allí engañado y confundido, querrá ingeniosamente
pintarte la imagen de algo, o alguien, y susurrarte que no tienes otra alternativa que
Después de que Jesús había] ayunado, el Tentador pensó que tendría hambre y,
como ustedes recordarán, la primera tentación empezó con un “Si” y le dijo
sarcásticamente: “Si eres Hijo de Dios, refiriéndose al testimonio del Padre cuando
había dicho: “Este es mi Hijo amado. Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se
conviertan en pan”. Hay allá una piedra que se parece a una hogaza de pan judío y,
debido a su apariencia, con eso la tentación sería mucho más fuerte.
La respuesta de Cristo fue: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:3–4).
Tenga un tiempo de oración secreta cada día, cuando pueda orar a solas. Debe ser
un hábito regular y convertirse en algo tan vital y necesario para usted como la
comida diaria. Otra cosa que le sugeriría es que ore “sin cesar” (1 Tesalonicenses
5:17). En otras palabras, que mantenga un espíritu de oración durante todo el día.
Arrodíllese delante de Dios y pregúntele si hay algún área de su vida que usted aún
no haya entregado a Él. El reflector del Espíritu Santo iluminará los rincones más
profundos de su alma y revelará cosas que usted creía que ya había entregado, pero
no lo había hecho.
Pase un tiempo orando y pensando en las cosas que ven sus ojos, las que oyen sus
oídos y las que pronuncia su lengua. Pida a Dios que tome sus ojos, sus oídos, su
lengua, sus manos, su vida social, sus amigos y todas las áreas de su vida bajo el
control de su Espíritu. Entréguese a Él completamente y sin reservas.
https://www.iglesiaenpadrelascasas.org/libros/item/1068-tentado-peirazo-
prueba-peirasmos-del-griego
https://www.gracia.org/library/sermons-library/GAV-59-7/qui%C3%A9n-tiene-
la-culpa-de-nuestra-tentaci%C3%B3n?x-source=website&x-type=download