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Traducción de

MóNICA UTRILLA DE NEIRA La filosofía de la


investigación social

pOrJOHN HUGHES
y WES SHARROCK

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


mÉxIco

8 PREFACIO

sido totalmente reescrita, para darle un aire aún


más wittgensteiniano.
Como de costumbre, hay muchas personas a
quienes debemos dar las gracias. Ulrik Petersen, es- I. LA FILOSOFÍA
tudiante de ciencias políticas, sumamente inteligen- DE LA CIENCIA SOCIAL
te y jovial, llegado de Dinamarca, nos dio mucho y
muy necesario consejo, apoyo y estímulo, además
de brindarnos cierto "apoyo líquido". Jon O'Brien y INTRODUCCIÓN
Mark Rouncefield defendieron el fuerte mientras el
libro se terminaba. Nunca se quejaron, lo cual es entre la filosofía y aquello a lo que hoy
LA RELACIÓN
notable testimonio de su generosidad. Tom Rod- llamamos ciencias sociales tiene ya una historia pro-
den, como de costumbre, mostró ser un colega in- longada. En realidad, las propias ciencias sociales a
mensamente generoso. Lou Armour, quien escribió menudo han considerado que están siguiendo a las
la mejor tesis doctoral que los dos autores han vis- ciencias naturales que se originaron al separarse de
to durante muchos años, siempre nos dio consejos la filosofía; las ciencias sociales se apropiaron,
profundos y nos concedió generosamente su tiem- como su ámbito científico, de los últimos proble-
po. Andrew Crabtree, Jenny Ball, Cal Giles, Jason mas no resueltos de la filosofía. A diferencia de las
Khan, John Allen, Preben Mogensen, Catherine ciencias naturales, las sociales, en su mayor parte,
Fletcher, Karen Gammon, Barry Sanderson y Chris no han logrado disociarse de la filosofía. Aunque a
Quinn son otras personas que merecen mención es- este respecto las ciencias difieren entre sí, conti-
pecial por las diversas facilidades que nos dieron nuamente plantean las preguntas fundamentales
mientras se escribía este libro. que estas disciplinas hacen acerca de la naturaleza
de sus temas apropiados, su procedencia intelec-
tual, las razones de ser de sus investigaciones y, ante
todo, la naturaleza de sus métodos válidos y apro-
piados. Por ejemplo, la sociología parece consistir
casi exclusivamente en una sucesión de enfoques y
perspectivas que en su mayor parte muestran un
marcado tono filosófico y que tienen como enfo-
que principal una continua lucha con problemas fi-
losóficos, muchos de los cuales son de origen deci-
9
10 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 11
LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

monónico. Como hemos dicho, las ciencias sociales bía entre los tres.' Para ellos —y esto probablemen -
varían a este respecto; la sociología tal vez constitu- te sea más típico de las tradiciones europeas de la
ya el caso más sobresaliente, ya que está en una cri- ciencia social que de la tradición norteamericana —
sis casi perpetua acerca de su categoría fundamen- las cuestiones filosóficas habían de resolverse antes
tal y la concepción que de sí misma tiene como de las investigaciones empíricas. Dado este legado,
disciplina. Pero hay otras que distan mucho de que- y la enorme dificultad de llevar las controversias fi-
dar exentas. Por ejemplo, en la preparación en cien- losóficas a algún tipo de resolución concluyente,
cias políticas es común incluir cursos de teoría po- supónese que las cuestiones fundamentales que se
lítica; en la de economía incluir la historia del encuentran en el meollo de las ciencias humanas si-
pensamiento económico, sumamente filosóficas guen sin resolverse y continuamente estimulan la
ambas, y en la preparación metodológica en toda la necesidad de no apartarse de la filosofía.
gama de las ciencias sociales incluir cursos de ideas Desde luego, la naturaleza de la íntima relación
filosóficas acerca de los métodos apropiados, pre- que hay entre la filosofía y las ciencias humanas no
dominantemente organizados bajo la égida de la fi- se ha mantenido constante a lo largo del tiempo.
losofía de la ciencia. Como ya se dijo, las ciencias humanas en gran par-
Estamos señalando la participación de las cien- te se originaron en la investigación filosófica, pero
cias sociales en la filosofía no como queja, sino tan entonces eran labores diferentes de las que hoy co-
sólo para llamar la atención hacia el hecho de que nocemos. La distinción entre las investigaciones
las cuestiones filosóficas siguen siendo una preocu- metafísicas, que hoy comúnmente consideramos
pación continua en las .ciencias sociales y en las como filosofía, y las empíricas, no era tan marca-
ciencias humanas. Todo lo demás que esto pudiera da como lo es hoy. Antes de que se establecieran las
indicar acerca de su carácter intelectual es tema de ciencias naturales, la filosofía era considerada
discusión, pero es un hecho básico acerca de su
vida intelectual. Tampoco es sorprendente que con- como el modo de la investigación intelectual y abar-
caba gran parte de lo que hoy tratamos no sólo
sideremos las influencias normativas. Por ejemplo, como disciplinas separadas sino como modos de es-
en sociología la trinidad fundadora de Marx, Weber tudio muy diferentes de los de la filosofía. El naci-
y Durkheim dedicó parte considerable de sus es-
fuerzos a establecer y refinar las bases filosóficas de ' Véase Hughes el al. (1995) para una exposición del pensa-
sus propias ideas, cuyos resultados siguen dando miento de estas figuras y su repercusión sobre el pensamiento
contemporáneo. Asimismo, pese a su reconocido énfasis en la
forma, en gran parte, a los debates sociológicos, en- psicología, Smith (1997) es una magnífica fuente para la historia
tre otras cosas por las marcadas diferencias que ha- de las ciencias sociales.
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LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 13

miento de las ciencias naturales no sólo hizo caer a ciente dependencia de otras cuestiones, desde antes
la filosofía de su trono como forma suprema de co- de que empecemos siquiera a ver cuál podría ser la
nocimiento, sino que con ello provocó cambios en respuesta. Las que parecían preguntas bastante
la concepción de la propia filosofía, que quedó más directas e inofensivas, como "¿Qué es la realidad?",
claramente enfocada como esfuerzo metafísico, y "¿Existen otras mentes?" rara vez obtienen respues-
no como amalgama de lo metafisico y de lo empíri- tas de la forma "La realidad es tal y tal", o "Sf, exis-
co. Las investigaciones empíricas de la naturaleza ten otras mentes." Las más de las veces esas pre-
del universo se volvieron, casi exclusivamente, ám- guntas lo que harán será provocar otras preguntas:
bito de las ciencias naturales; a la filosofía se le de- "¿Qué significa. . .?" "¿Cómo podemos determinar
jaron las cuestiones que no fuesen de carácter em- si existen o no otras mentes?" "¿Qué normas pode-
pírico.2
mos utilizar para distinguir lo real de lo irreal?", et-
cétera.
LA NATURALEZA DE LA FILOSOFÍA Las preguntas filosóficas pueden parecer bas-
tante sencillas pero pronto resulta difícil saber el
Se han dado muchas definiciones de filosofía, y ha tipo de respuesta que se les puede dar, entre otras
habido tantos estilos filosóficos como definiciones. cosas porque el problema de los filósofos parece
Desde el punto de vista de llegar a una definición consistir, en gran parte, en estar en desacuerdo mu-
de filosofía, las cosas son aún peores, por el hecho de tuo acerca de los tipos de respuestas que pueden
que existen dificultades especiales para definir la fi- ser aceptables. Las cuestiones filosóficas acerca de
losofía, que no estaremos en posición de compren- la naturaleza de la materia no son del tipo de pre-
der hasta que examinemos los problemas filosófi- guntas a las que pueden responder, por ejemplo,
cos acerca de la definición en general. Esto no es los físicos. Las preguntas filosóficas sobre otras
atípico del modo en que parece proceder la filoso- mentes no son del tipo de preguntas acerca de las
fía. Sus preguntas pronto parecen adoptar una cre- cuales los psicólogos podrían idear experimentos.
2
Esto es, en gran parte, un resumen de los que fueron inter-
Las preguntas filosóficas respecto a la naturaleza
cambios profundos y complejos durante muchos siglos. Lo se- de la verdad no pueden recibir respuesta de los ju-
guro es que no podemos extrapolar de regreso al pasado nues- ristas. La física, la psicología y el derecho —para se-
tras actuales disciplinas. Lo que también se debe tener en cuenta guir con los mismos ejemplos— han de suponer pre-
son los procesos, históricamente muy recientes, por medio de los
cuales se formaron y establecieron a lo largo de sus propios lí- cisamente el tipo de cosas acerca de las cuales la
mites las disciplinas, tal coino las conocemos. Véase Smith
(1997). filosofía quiere hacer preguntas. Es tarea de la físi-
ca hablarnos de la estructura del mundo material,
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LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL
LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 15
de qué está compuesto, por qué se comporta como
lo hace, etc.; no es su tarea cuestionar la existencia nombre de algún producto. Entonces, ¿cómo sabe-
real de un mundo exterior. La filosofía puede acep- mos que el vehículo en cuestión transporta leche?
tar todo lo que nos dice la física acerca cle la natu- "Leche" habría podido ser el propietario del vehícu-
raleza del universo material y, sin embargo, seguir lo, o una empresa, o hasta la marca del camión.
planteando sus preguntas sobre, por ejemplo, si la ¿Cómo podemos estar seguros de nuestra afirma-
física nos da o no la respuesta final acerca de la na- ción? ¿Qué clase de afirmación es ésta? ¿Es una
turaleza de la realidad. Gran parte del pensamiento afirmación acerca de lo que creemos, o acerca de lo
filosófico contemporáneo, especialmente el que ata- que sabemos? Desde luego, podríamos exponer mu-
ñe a las ciencias sociales, gira en torno de la pre- chas razones para sostener nuestra afirmación: era
gunta de si la "ciencia" ocupa un lugar especial y un camión-cisterna; "Leche" no es un apellido co-
privilegiado en el pensamiento humano acerca de la mún y, hasta donde sabemos, no es el nombre de
realidad; es una empresa, y sería extraño utilizarlo como sobre-
decir, si la ciencia representa una forma
superior cíe conocimiento y, en tal caso, ¿por cuáles nombre, etc. Tal vez una acumulación de tales ra-
medios? Ilustremos esto con un ejemplo prosaico. zones podría "equivaler" a la convicción de que es-
Ocasionalmente, cuando nos paseamos por los tamos en lo justo: este camión sí transporta leche.
campos ingleses, tropezamos con unos vehículos Pero, ¿por qué?
que llevan pintada, en la parte trasera y a los lados, Las razones aducidas incluyen una referencia a
la palabra "Leche". Al ver ese nuestra experiencia personal, nuestro conocimien-
camión una conclu- to personal, las prácticas de los fabricantes de ve-
sión bastante obvia es que se trata de un vehículo
destinado a llevar leche, recogiéndola de las granjas hículos, las empresas de transporte, los conductores
para entregarla a la lechería. Pero, ¿cuál es la base de camiones, y aún más cosas. ¿Hasta dónde nece-
de esta inferencia? ¿El hecho de que la palabra "Le- sitamos llegar antes de poder establecer sin la me-
che" aparezca en el vehículo? Más que probable- nor duda el nexo entre el letrero "Leche" y la fun-
mente, pero, ede qué depende esta suposición? Por ción del vehículo? Podría argüirse que no hay una
una parte, depende de saber que "Leche" se refiere cantidad de creencias y razones personales que bas-
a lo que el vehículo transporta. Y sin embargo, ten; lo que necesitamos es ver el interior del ca-
corno bien lo sabemos, en los camiones pueden mión. Pero, una vez más, ¿qué hace que el resulta-
tar
pintados nombres o palabras que no se refieren
es- do de contemplar el interior resulte más seguro o
a lo que transportan. A veces a un lado está pinta- corroborativo que las razones que ya habíamos
do el nombre de la empresa o del propietario, o el ofrecido? Aún podemos engañarnos. ¿A qué con-
clusión deberíamos llegar si el camión estuviera Ile-

16 LA FILOSOFÉ:1k DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL 17

no de whisky y no de leche? ¿Tendríamos que acu- Podemos establecer esas conexiones en forma ruti-
sar a su conductor de contrabandista? ¿Llegar a la naria, y normalmente sin mayor vacilación. 12 ca-
conclusión de que interpretamos mal el letrero y pacidad de leer las señales de los caminos, los le-
que "Leche" se refiere a un líquido brillante, color treros de los paquetes o las botellas, los titulares de
ámbar, que llega de Escocia, y no a un líquido blan- los periódicos, los nombres de las calles, etc., son
co denso que procede de las vacas? parte integrante de nuestras aptitudes cotidianas. Y
Pero, cualquiera que sea nuestra conclusión, la en ese caso, ¿por qué hacer el tipo de preguntas
idea es que nos veríamos embrollados en cuestiones que acabamos de plantear?
acerca de la naturaleza de la evidencia y, por medio Desde luego, en cierto nivel no hay ninguna ra-
de éstas, acerca de la naturaleza del mundo: cómo zón para que lo hagamos. Sin duda no es probable
conocemos ciertas cosas y creemos en otras, cómo sa- que discusiones filosóficas de esta capacidad esta-
bemos que las cosas son verdaderas y falsas, qué in- blezcan gran diferencia en el modo en que inter-
ferencias se pueden hacer legítimamente a partir de vienen en nuestras vidas diarias y las afectan. Y sin
varios tipos de experiencias, en qué consisten las in- embargo, estas cuestiones filosóficas siguen ejer-
ferencias, qué clase de cosas integran el mundo, ciendo una influencia preocupante engendrando y
etc. Desde luego, al hacerlo empezamos a perder perpetuando la incertidumbre y la ansiedad acerca
algo de nuestro sentido de la dirección: las expe- de las posibles fuentes de la autoridad intelectual.
riencias familiares se vuelven dudosas y hasta los
hechos aparentemente más evidentes, seguros y co-
munes parecen expuestos a la duda. La ontología, la epistemología
Nótese que estas preguntas surgieron de una co- y la autoridad intelectual
tidiana capacidad que tienen las personas para
comprender, en este caso, lo que significaba el le- Una de las razones principales de que la filosofía y
trero pintado al costado de un camión. Como tal, la ciencia social sigan profundamente interconecta-
no incluye el uso de ningún tipo de conocimiento das es el modo en que los científicos sociales se han
esotérico, aunque podríamos querer decir que sí in- adherido a la visión filosófica conocida como "fun-
cluye un conocimiento culturalmente adquirido.3 dacionismo". Esta visión considera a la epistemolo-
gía —la investigación de las condiciones de la posi-
3 Con esto sólo queremos decir que se necesita tener expe- bilidad de conocimiento— como previa a la
riencia de una cultura en que tales camiones desempeñan su ofi- investigación empírica. No es necesario asegurar
cio de la manera descrita. El desconcierto ordinario de esta 1»-
dole no es lo que tratainos aquí. la posibilidad del conocimiento empírico en contra
18 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 19

de la persistente duda escéptica, el tipo de duda que poder establecer métodos sólidos de investigación,
plantea argumentos en el sentido de que nunca po- antes de la propia investigación empírica. Como
demos conocer nada acerca del mundo real y exte- pronto veremos, las propias concepciones de la na-
rior, nunca podemos, legítimamente y con plena turaleza y la organización de la investigación social
confianza, afirmar que conocemos algo. Para pro- a menudo se derivan de una u otra concepción fi-
tegernos contra este tipo de escepticismo se arguye losófica respecto a la naturaleza de la investigación
que la posibilidad y la realidad del conocimiento no científica. Como resultado, enfoques y técnica de
deben ser concluyentemente demostradas identifi- investigación se desarrollan frecuentemente como
cando métodos o medios sólidos e irrefutables de aplicaciones y demostraciones de nuestros prejui-
adquirir conocimiento. Si podemos sentirnos segu- cios filosóficos. Por consiguiente, el objetivo de
ros de nuestro derecho a la confianza que, por gran parte de la investigación social consiste, de he-
ejemplo, a menudo sentimos sobre nuestro conoci- cho, en mostrar la diferencia que establece la adop-
miento científico, entonces no es necesario que po- ción de un punto de vista filosófico particular, es-
damos demostrar que nuestro sistema de conoci- pecialmente en cuestiones epistemológicas. La
miento está edificado sobre fundamentos sólidos. consecuencia es que la crítica de los resultados de
Así pues, fundacionismo es la idea de que el cono- la investigación y de los métodos que los generan va
cimieíito verdadero debe descansar sobre un con- dirigida, a menudo, a través de ellos, contra las con-
junto firme e indiscutible de verdades indisputables cepciones filosóficas subyacentes, y son hechas con
a partir de las cuales se pueden deducir lógicamen- frecuencia desde una posición filosófica diferente y
te nuestras creencias, reteniendo así el valor de ver- conflictiva. Vemos así que es difícil considerar que
dad de las premisas fundacionales de las que se de- las ciencias sociales representan disciplinas que
rivan, y en términos de las cuales pueden ser lícitos producen descubrimientos empíricos acumulativos,
nuestros métodos de formar nuevas ideas sobre el descubrimientos que se levantan unos sobre otros
mundo y de investigarlo. dentro de marcos más o menos establecidos. En
La influencia del fundacionismo es tan fuerte en cambio lo que tenemos, en diversos grados, son
las ciencias sociales que se da por hecho que la prio- unos argumentos filosóficos que están basados en
ridad de los fundamentos no sólo es lógica sino torno a descubrimientos empíricos putativos y pro-
también temporal. De este modo, es común que las vocados por ellos.
cuestiones filosóficas —especialmente las epistemo- "¿Cómo es posible, si lo es, que obtengamos co-
lógicas— sean consideradas como las primeras y nocimiento del mundo?", es la pregunta principal
preliminares que se deberán abordar con objeto de de la epistemología. Relacionada con ella viene otra
20 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL
LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 91
de no menor importancia: "¿Qué tipos de cosas de si existen o no cosas que pudieran llamarse "he-
existen realmente en el mundo?", pregunta que per- chos empíricos". Parece que podemos establecer al-
tenece a la rama de la filosofía conocida como on- gunos hechos particulares —como, por ejemplo,
tología. Dicho en pocas palabras, la epistemolog-ía cuál fue la tasa de suicidios en el Reino Unido en
se preocupa por evaluar las afirmaciones acerca del 1973—, pero preguntar qué es lo que justifica esa
modo en que podemos conocer el mundo y, como afirmación es algo muy distinto de preguntar si en
tal, incluye cuestiones sobre qué es conocer algo. realidad existen hechos y, de haberlos, si nuestras
Como preguntas filosóficas, éstas no se refieren maneras ordinarias de descubrir las cosas pueden
tanto a métodos particulares de investigación o téc- darnos la base para establecer su existencia. Ésta no
nicas de recabación de datos, o ni siquiera de cues- es una pregunta empírica, pues suponer que pode-
tiones de hechos específicos. Se supone que son mos darle respuesta acumulando hechos equival-
cuestiones generales que se interrogan respecto a dría a cometer petición de principio. Más bien in-
estos particulares métodos de las técnicas, o bien los vita a responder en términos de reflexionar sobre
hechos que supuestamente están establecidos por las presuposiciones mismas del conocimiento y
su uso, y si satisfacen los requerimientos generales de la identidad de los hechos. Esta reflexión obvia-
para poder decir que sí, en realidad, conocemos mente no se puede hacer en términos de hechos,
algo. Desde luego, tales preguntas presuponen que pues la idea es preguntar si en realidad existen al-
podemos identificar esos requerimientos generales, gunos hechos, qué caracteriza —si acaso— algo
y todas las controversias epistemológicas son acerca como hecho y cómo identificar correctamente esos
de la naturaleza de estos supuestos requerimientos. hech os.
Es evidente que las cuestiones ontológicas y las En nuestras vidas cotidianas y en nuestra prácti-
epistemológicas no están desconectadas. Puede su- ca profesional de investigación tenernos bases abun-
ponerse que la capacidad de cualesquiera métodos dantes sobre las cuales estamos dispuestos a afir-
o procedimientos para darnos conocimientos de lo mar y defender nuestra pretensión de conocer algo.
que existe ha de depender, en parte, de aquello que Pueden incluir, segun los casos, referencia a méto-
se va a conocer. Sin embargo, importa insistir en dos experimentales, procedimientos correctos de
que las preguntas ontológ-icas y epistemológicas no análisis, fuentes autorizadas, inspiración espiritual,
pueden recibir respuestas de la investigación empí- edad, experiencia, etc.; es decir, referencia a los
rica, ya que se dedican a examinar, entre otras cosas, procedimientos colectivamente acreditados como
la naturaleza y el significado generales de la misma. "buenas razones" para conocer. Es de esta pública
No podemos investigar empíricamente la cuestión licencia colectiva de la cual prácticamente se deriva
22 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 23

la autoridad intelectual de nuestro conocimiento, para fundamentarlas como afirmaciones y eviden-


aunque basarse en ella no siempre es garantía sufi- cia sobre las cuales sea razonable preguntar: "Aun-
ciente de que conocemos. Lo que aquí estamos su- que este marco sea bastante bueno para todo fin
brayando es la naturaleza arraigada de nuestras práctico, en realidad ¿basta para establecer una
pretensiones de conocimiento y la forma en que, en identificación indiscutiblemente segura del modo
condiciones apropiadas, ciertos motivos particula- en que realmente son las cosas en el mundo?".
res adquieren categoría de autoridad; pero, por la Desde luego, en un sentido práctico aprendemos
naturaleza misma de los motivos, se los puede de- tales marcos como parte de lo que aprendemos
safiar y refutar. Dicho de otra manera, en caso de acerca del mundo. Sin embargo, en un sentido filo-
alguna afirmación particular de conocimiento, pue- sófico, esta realidad no nos lleva a ninguna parte
de haber razones por las que motivos normalmente porque es posible que lo que aprendemos sea erró-
considerados "buenos", no resultan "suficiente- neo, y así ocurra sistemáticamente. Podemos estar
mente buenos". Ver si los motivos en que de ordi- soñando, ser engañados o cegados por el prejuicio
nario nos basamos soportarán un interrogatorio personal o haber aprendido prácticas culturales y
más intensivo es uno constituye los objetivos que creencias falsas. En otras palabras, se considera po-
impelen a la filosofía. sible ser "profundamente escéptico" acerca de todo
Pero, si recordamos el ejemplo del camión de le- el marco dentro del cual se ubican nuestros juicios
che, ¿cómo podría haber duda acerca de los hechos, específicos. 4 Es decir, podemos dudar de todo
de que transportaba leche, o dudas sobre cómo po- nuestro modo de descubrir el mundo y, en el caso
dríamos descubrir cuáles son los hechos? En el sen- del escepticismo más extremo, podemos dudar de
tido práctico ya mencionado, no hay ninguna ra- que sea siquiera posible saber algo. Al fin y al cabo,
zón, salvo en los casos en que, por ejemplo, existan podemos limitarnos a señalar la variedad de opi-
sospechas de contrabando, engaño o casos simila- niones y concepciones acerca del mundo que son o
res que, asimismo, son muy prácticos. En casos han sido sostenidas por diversas sociedades históri-
como éstos, simplemente estamos dando por senta- cas —creencia en la brujería, dioses sentados en las
do, y no reflexionando escépticamente sobre un cumbres de las montañas, la procreación como re-
marco de normas dentro del cual hacemos nuestros sultado de saltar sobre el fuego, el poder de la ma-
juicios, sobre si existe evidencia pertinente y sufi- gia y muchas más— para sugerir que no podemos
ciente para establecer hechos similares. Pero tales
4 La fiase "profundamente escéptico" fue tomada de Phillips
afirmaciones, y la evidencia de la cual dependen, (1996), que constituye una excelente introducción a la filosofía y
sólo pueden expresarse cuando existe algún marco sus problemas.
24 25
LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

permitirnos confiar demasiado en la validez de necesidad de encontrar respuestas al más persisten-


nuestras propias concepciones, pues bien podría- te escepticismo. Se concentra en tratar de asegu-
mos estar equivocados. Entonces, en ese caso, sur- rarse de que hay verdades que pueden sostenerse
gen preguntas sobre cómo podemos saber si el contra toda duda posible, o en constatar si es inevi-
mundo en realidad es lo que parece ser para noso- table reconocer ante el escéptico que, a la postre,
tros; es decir, si nuestras propias creencias son sóli- no podemos estar verdaderamente seguros de nada
das. Eso no puede hacerse ofreciendo lo que, en y que hasta nuestras certidumbres dilectas no son
otros contextos, contaríamos como prueba empíri- más que cuestión de una confianza injustificada. En
ca concluyente, ya que lo que se está poniendo en realidad, una de las actividades principales de las
duda es el hecho de que dependamos de esa su- teorías del conocimiento ha consistido en lo que
puesta evidencia. Después de todo, los dioses de la Quinton llama dar "cuenta del orden lógico de la
antigua Grecia, por ejemplo, eran hechos reales e in- justificación" (Quinton, 1973: 115). A menudo esto
discutibles para los miembros de esa sociedad, que, ha adoptado la forma de una búsqueda de las certi-
a su vez, acaso consideraran una especie de magia dumbres indiscutibles que puedan dar fundamen-
ciertos hechos de nuestro mundo, como el motor tos seguros al conocimiento humano; es decir, pen-
de combustión interna, la televisión o la aviación. sar en el conocimiento como una estructura similar
Pero no es claro lo que puede implicar esta dife- a un edificio que necesita estar cimentado sobre
rencia acerca de la naturaleza del conocimiento en una base estable, junto con la creencia concomitan-
general. ¿Se engañaban los antiguos griegos; cómo te de que hay algunas creencias más básicas que
podemos demostrar que se engañaban y, lo que es otras, y por l'a cual se pueden sostener y justificar
aún más importante para nosotros, que no estamos estas últimas. Si pudieran formularse tales creen-
tan engañados como ellos? ¿Qué nos da derecho a cias, de las que es imposible dudar, podrían dispo-
pronunciarnos contra los antiguos griegos dado nerse todas las creencias en un orden jerárquico, en
que, para todo fin práctico, la facticidad de sus dio- cuya base se encontrarían aquellas que, aunque jus-
ses era algo de lo que ellos no podían dudar? ¿Qué tificaran a las de arriba, no requerirían por sí
hace nuestras certidumbres más seguras que aqué- misnras un apoyo justificatorio. Esta concepción
llas, tan fervientemente sostenidas por los antiguos particular, conocida como "fundacionisrno" y ya
griegos? Algunas de estas cuestiones serán conside- mencionada, a últimas fechas se ha identificado
radas más 'ampliamente en el capítulo vi y en los si- como uno de los componentes clave en la forma-
guientes. ción de 11 "filosofía moderna", es decir, el periodo
La epistemología se ocupa particularmente de la que ha transcurrido desde el siglo xvit, y fue legada
26
LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL 27

a épocas ulteriores por la obra de René Descartes también la noción de avance hacia unos principios
(1596-1650), a menudo considerado padre de la fi- generales válidos en filosofía fuese una ilusión. Tal
losofía moderna. El ataque al "fundacionismo" y su vez debiéramos prestar atención al consejo de Toul-
rechazo han sido algunos de los rasgos principales min (1972: 1-14) de no tratar las formas de la epis-
del pensamiento reciente y una clave de la recons- ternología —y, puede suponerse, también de la
trucción radical de la filosofía misma. ontología— como si expresaran más acerca de la na-
turaleza social e histórica del periodo en que se ori-
ginaron que si dijeran algo acerca de las verdades
Raíces sociales e históricas de la filosofía últimas.
Como ya lo hemos mencionado, muchos de los
Lo que hasta aquí se ha dicho acerca de la ontolo- debates metodológicos de las ciencias sociales de-
gía y la epistemología parecería presentarlas como ben comprenderse en relación con el surgimiento y
si fueran esfuerzos que de alguna manera estuvie- el bdto de las ciencias naturales y el modo en que
sen apartados de las circunstancias sociales e histó- los filósofos han interpretado la naturaleza y las
ricas en que aparecieron. Y, en realidad, ésta ha consecuencias de este bdto. Descartes y Locke, dos
sido indudablemente una de las motivaciones de la de las grandes figuras en cuya obra se fundamentó
filosofia; es decir, descubrir principios que sean ge- el "periodo moderno" de la filosofía occidental,
nerales en el sentido de tener aplicación universal y fueron hombres de su época y analizaron los prin-
que todos pudieran desear conocer de una manera cipios del conocimiento humano ante el trasfondo
igualmente universal, cualesquiera que fuesen sus de las ideas que por entonces circulaban acerca del
circunstancias personales, sociales e históricas. Sin orden de la naturaleza y del lugar del hombre en él
embargo, y como lo mostramos brevemente antes, y, con ello, hicieron mucho por aclarar y elaborar
las concepciones del mundo han cambiado a lo lar- esas ideas que circulaban por entonces. Según dice
go de la historia, ¿y por qué habrían de ser diferen- Toulmin, dieron por sentados "lugares comunes",
tes las concepciones filosóficas? La filosofía ha con- los cuales no necesitaban una justificación filosófi-
templado característicamente su historia como una ca: en primer lugar, que la naturaleza era fija y es-
sucesión de intentos progresivos por identificar es- table, y que podría conocerse por medio de princi-
tos principios universales. Pero es posible —y hoy se pios de comprensión igualmente fijos, estables y
arguye vigorosamente y por muchas distintas razo- universales; en segundo lugar, que había un dualis-
nes—, que el concepto de progreso en el conoci- mo entre la mente y la materia; esta última era iner-
miento pudiera ser una ilusión y, por lo tanto, que te mientras que la mente era la fuente de la razón,

28 LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL 29
LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

la motivación y otras funciones mentales; por últi- congruentes con los principios ontológicos y episte-
mo, que el ejemplo del verdadero conocimiento, de mológicos planteados. La idea es que estos princi-
la certidumbre incorregible, lo aportaba la geome- pios fijaron el contexto del debate dentro del cual
tría, contra la cual debían juzgarse todas las otras pre- las diferentes escuelas combatían sus desacuerdos.
tensiones de conocimiento. Podemos ver cómo se- En pocas palabras, durante cierto tiempo fueron es-
mejante concepción aportó a la vez una descripción tos principios los que ejercieron la autoridad inte-
ontológica básica del mundo y unas prescripciones lectual.
epistemológicas sobre cómo se podía investigar ese Una conciencia de los contextos sociales e histó-
mundo. Llamó la atención de científicos y filósofos ricos de las pretensiones de conocer plantea un pro-
hacia la estructura del universo material, a su cuan- blema que, una vez más, será abordado adelante de
tificación y medición y a su descripción en térmi- manera más cabal, lo que tiene que ver con la rela-
nos de principios teóricos racionales. A lo largo del tividad del conocimiento. Surge de la idea de la de-
tiempo esto quedó establecido como la versión au- terminación social del conocimiento, lo que signifi-
torizada del mundo, como un conjunto de instruc- ca abandonar la ambición de garantizar la verdad
ciones sobre cómo debía ensamblarse sensatamente de nuestros modos de pensar contra los de otros
el mundo. Subrayaba el método sistemático, la im- tiempos y lugares. Aunque los "lugares comunes"
portancia de poner a prueba las ideas cotejándolas de la cosmovisión del siglo xvii —cosmovisión, di-
con la naturaleza misma, en lugar de derivar expli- cho sea de paso, que era específica de los grupos
caciones con base en suposiciones teológicas, de co- cultos de Europa— mantuvieron una poderosa in-
municar el conocimiento a una confraternidad fluencia a lo largo de los siglos siguientes, ninguno
científica y acumular hechos acerca del mundo que de ellos tiene hoy el mismo significado o se le sos-
fueran congruentes con las teorías explicativas. Se tiene con la misma convicción. Las ideas de la evo-
convirtió en una concepción sumamente difundida lución y de un universo originado en un Big Bang
entre científicos y filósofos. A la obra teórica más ya no sostienen la concepción de un universo fijo e
detallada dentro de las varias disciplinas se le daba inalterable. De manera similar, la distinción entre la
validez intelectual por el grado en que parecía con- mente y la materia, que era una verdad de "sentido
gruente con esta concepción y, al hacerlo, se reafir- común", ya no tiene la misma fuerza clara y bri-
maba continuamente la concepción misma. Hubo llante que en su momento tuvo. También la inven-
muchas y diferentes escuelas teóricas aun dentro de ción de la geometría no euclidiana tuvo un efecto
una sola disciplina —racionalistas, ernpiristas, cor- devastador sobre la creencia en que el esquema
puscularistas, vorticistas—, que fueron consideradas geométrico euclidiano era el marco del universo;
30 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 31

paradójicamente le dio más espacio a la geometría de conocimiento? ¿Existen normas claras e inequí-
como creación humana, útil y poderosa para pro- vocas, como las que Platón y Descartes considera-
pósitos particulares, pero la privó de su categoría ron geométricamente representadas, por las cuales
especial de representante principal de la certidum- podamos determinar si lo que sabemos es cierto o
bre y de encarnación de una norma universal de co- no? En suma, ¿hay alguna fuente universal de auto-
nocimiento. Mas si esos principios "evidentemente ridad intelectual, o todo conocimiento es simple-
ciertos" de tiempos pasados pudieron desplazarse, mente relativo a la sociedad y al periodo en que se
¿pueden las certidumbres de nuestro tiempo y lu- vive? Preguntas como éstas, por muy abstractas que
gar librarse de un destino similar? Las creencias puedan parecer, son importantes para ayudarnos a
fundamentales han variado de un lugar a otro y de comprender lo que estamos haciendo cuando, en-
un momento a otro, y a muchos les parece que no tre otras cosas, nos dedicamos a la investigación so-
hay razón para suponer que, a largo plazo, nuestras cial para producir conocimiento.
certidumbres resultarán ser más duraderas que sus Para redondear este capítulo inicial deseamos re-
predecesoras. Si cambian, entonces, ¿implicará lacionar algunas de las observaciones generales an-
su desplazamiento alguna progresión, una evolu- teriores acerca de la naturaleza de la filosofía con el
ción del conocimiento hacia formas mejores, o sólo proceso de la investigación social.
se pueden juzgar los sistemas de conocimiento en
sus propios términos, como producto de unos me-
dios sociales e históricos particulares? ¿Tenemos LA FILOSOFÍA Y EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN
derecho a hacer juicios negativos y despectivos de
formas de conocimiento ajenas a las nuestras, como En términos generales, la investigación se efectúa
por ejemplo la creencia en la hechicería, o en me- con objeto de descubrir algo de lo que todavía no
dicinas que se basan en concepciones muy diferen- se sabe. Sin embargo, esto es en términos muy ge-
tes de la enfermedad y que, sin embargo, han mos- nerales. Si observamos lo que pasa por investiga-
trado una eficacia notable, al menos en las culturas ción en las ciencias sociales y humanas, por ejemplo,
a las que sirven? lo que encontrarnos es una variedad de actividades
Estos ejemplos —y podríamos presentar muchos que van desde encuestas para descubrir la relación
más— plantean agudamente la cuestión de la relati- existente entre diversos factores sociales, hasta per-
vidad de las normas de conocimiento o, dicho de sonas que pasan el tiempo observando cómo traba-
otra manera, las fuentes de nuestra autoridad inte- jan otras personas, o efectúan experimentos en la-
lectual. ¿Cómo juzgamos entre diferentes sistemas boratorios, así corno la revisión y crítica doctas de
32 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 33

las ideas de X, o elaboran un nuevo enfoque dentro el conocimiento del mundo. La identificación del
de la disciplina, y hasta una crítica de la labor exis- método científico parecía ser una parte vital de la
tente sobre X, y más aún. En otras palabras, es difí- solución del "gran problema" de la epistemología, a
cil ver exactamente lo que tienen en común estas saber, encontrar un medio seguro de conocer den-
actividades que las convierte en investigación, apar- tro de las concepciones fundacionistas. Todas las
te de tratar de formular o de descubrir algo nuevo. técnicas que típicamente asociamos con la ciencia,
Lo que podemos decir acerca de ellas es que son ac- como experitnentos, puesta a prueba de hipótesis,
tividades razonadas en el sentido de que deben teorías, el escrutinio público de métodos y resulta-
efectuarse con escrupulosidad, con rigor, sopesando dos, mediciones, etc., se considera que encarnan el
minuciosamente los testimonios y los argumentos, método científico. Pero —y éste es el punto en que
en forma metódica. Es decir, son actividades cul- resurgen las cuestiones filosóficas—, siempre pode-
tas.5 Desde luego, esas actividades pueden efec- mos preguntar: "¿Por qué estas técnicas o procedi-
tuarse bien o mal —de allí la palabra "debe"—, pero mientos, y no otros?", "¿Qué clase de garantías nos
lo ideal es que tengan al menos las cualidades men- ofrecen estos métodos y técnicas que no nos ofre-
cionadas, y serán juzgadas por el grado en que las cen otros?" Por consiguiente, el legado de Descartes
posean. y Locke es la búsqueda y la investigación de qué hay
Sin embargo, en conexión con las actividades en las prácticas de la ciencia que encarna este mé-
científicas —y por el momento podemos incluir todo que las hace superiores, que les da mayor au-
las ciencias sociales bajo este rubro—, se ha dicho toridad intelectual que otras. Sin embargo, hace re-
que no sólo interviene la simple cultura, por usar lativamente poco tiempo ha arraigado la idea de
este término. Descartes y Locke legaron a sus suce- que ésta es la búsqueda de una quimera. Como ve-
sores la idea de que el éxito peculiar del conoci- remos, Paul Feyerabend, filósofo de la ciencia, ha
miento científico se debe a que poseía un método, sostenido de la manera más extrema y dramática
el método científico, un corpus de procedimientos (aunque su predecesor Karl Popper y su contempo-
seguros que, de ser aplicados con los escrúpulos y ráneo Thomas Kuhn han promovido la misma idea)
el compromiso apropiados, producirán con certeza que no existe un "método científico" que esté en
uso general entre los científicos y que sea la piedra
5 No pretendemos implicar que la preocupación por este tipo
de toque del conocitniento.
de cosas sólo pueden manifestarla los académicos. Desde luego,
esa preocupación puede mostrarse en toda clase de ocupaciones
En las ciencias sociales este tipo de preguntas ad-
y actividades. Nuestra idea es subrayar la calidad de las activida- quiere una dimensión adicional, a saber, el hecho
des, en lugar de atarlas a algún papel institucional. de que, en diversas formas, los temas de las ciencias
34 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 35

sociales sean también temas para los miembros de documental. Estas habilidades pueden aprenderse y
la sociedad. En realidad, resulta más que plausible utilizarse como parte del oficio. Investigar un pro-
sostener que las ciencias sociales brotaron de las blema es cuestión de utilizar las habilidades y téc-
preocupaciones políticas, económicas y sociales de nicas apropiadas para realizar la tarea requerida
la vida ordinaria. Caso en el cual el problema de la dentro de unos límites prácticos; la cuestión de juz-
autoridad intelectual para las ciencias sociales es: gar finamente la capacidad de un instrumento par-
¿qué hace que el conocimiento científico social sea ticular de la investigación para obtener los datos re-
superior al del hombre o la mujer de la calle, el pe- queridos ya es, en sí misma, una habilidad. En
riodista, el político, el revolucionario, el aborigen pocas palabras, es tratar los métodos de investiga-
de las islas Trobriand, o el intolerante en materia ra- ción como tecnología, y —no nos equivoquemos—
cial? Dicho de otra manera, ¿cuál es la base de su sin esta actitud no sería posible la "ciencia normal",
autoridad intelectual? para tomar la frase de Kuhn (1996).
No será sorpresa para nadie descubrir que las Sin embargo, la causa de la pertinencia de las
respuestas a estas preguntas no pueden ser direc- cuestiones filosóficas del tipo antes revisado, aun-
tas. Las dificultades aumentan si echamos así sea que los métodos de investigación bien puedan ser
una ojeada pasajera a lo que hacen los investigado- tratados como simples instrumentos, es que en rea-
res sociales cuando dicen que están dedicados a su lidad actúan dentro de conjuntos de suposiciones.
investigación. La preparación de los investigadores Muchas de ellas son afirmaciones teóricas acerca de
sociales consiste normalmente en que se les pide la naturaleza de la sociedad, de los actores sociales,
dominar ciertas técnicas de cuestionario, los prin- de la interacción. Por ejemplo, las entrevistas de-
cipios de diseño y análisis de encuestas, los recove- penden, para su uso, de pretensiones "teóricas"
cos de las estadísticas, tal vez hasta programación y acerca de cómo debe realizarse la entrevista con ob-
modelación en computadora, etc. Desde luego, el jeto de llevar al máximo la validez de las respuestas
énfasis dado a diferentes técnicas dependerá de la del interrogado. El orden de las preguntas en un
disciplina en cuestión: el investigador sociológico programa de entrevistas o un cuestionario se justi-
tal vez deberá también saber de etnografía así como fica por las presuposiciones acerca de las mejores
de técnicas estadísticas, el economista deberá saber maneras de ganarse la confianza de los interroga-
aún más sobre modelación matemática avanzada y dos para que respondan a las preguntas más ínti-
estadística, mientras que el historiador probable- mas sin cohibirse demasiado. Desde luego, muchos
mente se preocupará por desarrollar habilidades en de estos compromisos teóricos son poco más que
la interpretación de distintos tipos de testimonio reglas generales, aunque no por ello pierdan vali-
36 LA FILOSOFIA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 37
dez, pero otros son, mucho más explícitamente, manas, a menudo la investigación filosófica parece
pretensiones teóricas. La idea es que ninguna téc- ajena a sus actividades, y se puede sugerir que el
nica o método de investigación (y esto puede decir- grado en que se preocupan por lo que tenga que
se tanto de las ciencias naturales como de la ciencia decir la filosofía es motivado más por una búsque-
social) se justifica por sí mismo. Su eficacia, su es- da de seguridad, como justificación de lo que de
tatus mismo como instrumento de investigación todas maneras se está haciendo, que como guía
que haga reductible el mundo a la investigación em- práctica. Sea como fuere, los propios filósofos no
pírica, depende del tipo de "presuposiciones ins- están más de acuerdo acerca del estatus que desean
trumentales", como las llama Cicourel (1964), antes reclamar para su investigación que sobre cualquier
esbozadas. Además, también métodos y técnicas de- otra cosa. Algunos filósofos tienen unas concep-
penden de justificaciones epistemológicas. Como ciones muy modestas de la posición de la filosofía,
lo ha observado Sheldon Wolin: tal vez considerándola apropiadamente subordina-
da a la ciencia, y desempeñando algún papel "sub-
El empleo de un método [...1 requiere que el mundo laboral", como opinaba John Locke o como, en
sea de un tipo y no de otro. El método no es una cosa nuestros tiempos, piensa W. V. O. Quine. En el pa-
para todos los mundos. Presupone una cierta respues- pel de sublabor, la filosofía constituye una ayuda
ta a un tipo kantiano de pregunta. eCómo debe ser el
mundo para que sea posible el conocimiento del me- para la ciencia, aclara confusiones y suprime otros
todólogo? [Wolin, 1973: 28-291 obstáculos que pudieran inhibir el progreso cientí-
fico. Por otra parte, los grandes metafísicos, como
Lo que no está daro, pese a la anterior explica- Descartes, Kant, Hegel y, más recientemente, los fe-
ción de la filosofía preocupada por dar autoridad nomenólogos Husserl y Heidegger, propusieron
intelectual, es si realmente es capaz de concederla.6 ciertas visiones de la naturaleza de la filosofía
Lo indudable es que para la mayoría de los investi- como una aventura mucho más poderosa para eva-
gadores, sean de las ciencias naturales o de las hu- luar las pretensiones de la ciencia. Por ejemplo,
Husserl consideró que la filosofía debía ser la "pri-
II La cuestión de la propia autoridad intelectual de la filoso- mera ciencia", indicación de su prioridad sobre las
fía ha sido recientemente atacada por los construccionistas so- ciencias empíricas. Los filósofos han llegado a
ciales, quienes sostienen que la filosofía misma ha sido forjada cuestionar, como lo hizo Wittgenstein y, a su espe-
por su cultura y que, por lo tanto, no es más segura que cual-
quier otra forma de conocimiento. Véase, por ejemplo, Bloor cial manera, los positivistas lógicos, si la filosofía,
(1976). Antes, Wingenstein se ocupó de cuestionar, en sus últi- al menos su parte metafísica, pudiera tener algo
mas obras, la naturaleza de la filosofía misma. significativo o importante que decir en su propio
38 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 39

nombre. Wittgenstein arroja dudas sobre el con- gran parte del análisis se relacionará con la filoso-
cepto mismo que ha motivado gran parte de la fi- fía de la ciencia, puesto que mucho del pensamien-
losofía occidental: a saber, que el conocimiento ne- to de la ciencia social respecto al método ha sido
cesitaba fundamentos.? moldeado por una u otra concepción de la natura-
Desde luego, dado que la naturaleza de la filoso- leza general de la ciencia. La pregunta de si alguna
fía, y su relación con otras formas de conocimiento, ciencia social determinada es en realidad una au-
es, en sí misma, tema importante de la disputa filo- téntica ciencia, sólo una pseudociencia, o si por al-
sófica, no hay una verdadera base para que noso- guna otra razón carece de los requerimientos de las
tros defendamos alguna opinión sobre estos temas ciencias auténticas y maduras, es un poderoso mo-
como la concepción inequívocamente correcta de la tor de las disputas sobre la naturaleza de las cien-
relación entre la filosofía y la investigación social. cias sociales y de la investigación que se efectúa en
Sin embargo, lo que sí se puede reconocer es que ellas; se considera que la investigación fue planeada
en la ciencia social están representadas muchas opi- para acercar las potenciales ciencias a la categoría
niones diferentes acerca de la relación. Discutir de ciencias por derecho propio. Dado que las cien-
cuestiones filosóficas no es algo que quede limita- cias sociales comúnmente insisten en medirse con-
do a quienes han recibido una preparación profe- tra la concepción de uno u otro filósofo de los atri-
sional en esa disciplina, y gran parte de la disputa butos de las ciencias más triunfantes, las ciencias
dentro de las ciencias sociales es tanto acerca de te- sociales, desde su aparición en el escenario intelec-
mas filosóficos —a menudo dirigida sobre la base tual, han ido constantemente acompañadas por una
de argumentos derivados de la obra de filósofos re- sensación de fracaso, por su incapacidad de hacer
conocidos— como de cuestiones propiamente cien- que sus logros puedan compararse con los de las
tíficas o empíricas. ciencias naturales a las que han tomado como mo-
Lo que nos interesa aquí son las cuestiones filo- delo. Sus fallas prácticas, así como sus fallas inte-
sóficas que se plantean en torno a los métodos apro- lectuales, también son agua para su molino: a pesar
piados de la investigación social, aunque muchas de de la economía, seguimos teniendo crisis económi-
estas cuestiones tendrán un peso mayor que los sim- cas, lo cual a menudo se atribuye a los políticos por
ples métodos de la investigación social, abarcando no atender a sus asesores económicos que, en todo
temas que son de naturaleza teórica. Por necesidad, caso, hablan con voces muy diferentes; los políticos
culpan a los científicos sociales por no enfrentarse
7 Wittgenstein (1958). Véase también Anderson el al. (1988,
a "los problemas de nuestro tiempo", y así sucesiva-
cap. 8), para un resumen de las ideas de Wittgenstein. mente.
40 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 41

La categoría de las ciencias sociales no se ha de- examen de los medios de obtener conocimiento del
finido. Por ejemplo, dentro de la sociología estallan mundo social. En lo tocante a los métodos de la in-
debates sobre si puede ser científica a la manera de vestigación social, nos esforzaremos por analizar el
las ciencias naturales, lo que a su vez ha producido tipo de afirmaciones que pueden hacerse acerca del
un extenso compromiso con la filosofía de la ciencia conocimiento que producen. Esto exige considerar
en sus repetidos intentos por comprender lo que se las teorías del conocimiento en que están basadas y
necesita para ser considerado ejemplo de conoci- plantear preguntas acerca de su verosimilitud filo-
miento científico auténtico, y si la sociología puede sófica. En un libro relativamente breve, como éste,
tener siquiera esperanzas de satisfacer esos requeri- no podemos hacer más que presentar unos puntos
mientos. También hay inquietud sobre si en realidad centrales seleccionados entre las que nos pai ecen
se justificó el pesimismo de hace una década, apro- algunas de las principales cuestiones de la filosofía
ximadamente, cuando muchos eminentes metodólo- de la investigación social. Como veremos, uno de
gos empezaron a dudar de los logros y cuestionaron los problemas de la filosofía, sobre todo en un con-
la dirección de los procedimientos para la investiga: texto como el de las ciencias sociales, en que las
ción social que ellos mismos habían apoyado antes. cuestiones filosóficas están profundamente arraiga-
Aún más recientemente tenemos el más drástico das, es que resulta difícil tratar temas paso a paso,
"giro posmoderno" que trata de abandonar las pre- de una manera bien definida, sin deformarlos gra-
misas mismas en que se había basado la ambición de vemente. A la filosofía se le puede aplicar una ob-
una ciencia social desde los primeros años del siglo servación hecha por Wittgenstein acerca del len-
xrx y, antes, durante la Ilustración. Puede dudarse guaje: "Se acerca uno desde un lado y se orienta
de que la reflexión filosófica sobre estos problemas uno; se acerca uno al mismo lugar desde otro lado
y otros llegue a resolverlos, ya que los problemas son y se desorienta" (Wittgenstein, 1958: § 203). Es de-
tan difundidos y variados. Sin embargo, lo que pue- cir, una de las cosas más difíciles en filosofía —aun-
de decirse es que algunos esfuerzos por despejar el que no sólo en ella— es ver con claridad cuál, preci-
terreno filosófico no se perderán. samente, es el problema. Podría tenerse la suerte de
ver con claridad las cosas desde una dirección, pero
desde otra parecería que estamos envueltos en una
LA RAZÓN DE SER DE ESTE LIBRO niebla. Otra de las imágenes de Wittgenstein acerca
de las investigaciones filosóficas, la de desenrollar
Podría decirse que nuestro interés está en la meto- una bola de estambre, lo que exige primero tirar de
dolog-ía de la investigación social; es decir, en un un hilo, y luego de otro, volver al primero, y luego
42 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL
LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 43
tirar de otro más, etc., representa estar atravesando sido las diversas reacciones contra el positivismo y
en varios sentidos un mismo terreno intelectual. Lo sus metodologías y métodos asociados. Por consi-
que esto implica es que a menudo puede ser difícil guiente, la primera parte del libro —de los capítulos
seguir un argumento en forma lineal. Será necesa- u al tv— abarca la posición positivista, sus proble-
rio tomarlo, luego dejarlo de lado, antes de volver a mas y algunas de las razones de su rechazo. La
tomarlo en un contexto diferente y desde otro án- segunda parte, a partir del capítulo y, trata de la se-
gulo. Ésta será ciertamente una necesidad de nues- cuela del rechazo generalizado, aunque nunca uni-
tra presentación aquí; los mismos temas y pensado- versal, del proyecto positivista.
res aparecerán y reaparecerán en diferentes puntos La estructura del libro también pretende ser ins-
de la exposición, y un mismo argumento será perti- tructiva acerca de la relación entre la filosofía y los
nente a cuestiones muy distintas. La consecuencia métodos de la investigación social. Es fácil confun-
es que resulta imposible ofrecer una visión general dirse y representar erróneamente la naturaleza de
que incluyera todo lo que interesa a la filosofía de la reacción contra el positivismo. En particular es
la investigación social. Como lo hemos dicho antes, demasiado fácil interpretarla de modo erróneo
nuestro objetivo es ofrecer unos puntos centrales, y como negación de toda utilidad de esas técnicas de
lo que encontraremos es que, aunque puedan arro- la investigación social supuestamente patrocinadas
jar luz sobre un sendero, en la sombra nos acechan por el positivismo, como la encuesta social, los
desviaciones que indudablemente pueden ser de in- cuestionarios y las técnicas del análisis estadístico.
terés, pero que no tenemos suficiente espacio para Es común, pero en nuestra opinión erróneo, pre-
analizar. También descubriremos que hay cuestio- sentar el argumento contra el positivismo como un
nes que no dejan de salir a la superficie bajo varias argumento contra, por ejemplo, la encuesta social.
guisas, pero no son simples disfraces. Aparecen con O, a la inversa, suponer que indicar algunos usos
suficiente frecuencia para que valga la pena consi- válidos que pueden darse a la encuesta social en so-
derarlas, una vez más, desde una posición diferente . ciología —por ejemplo en los tipos de sociología
El libro está dividido en dos partes que intentan que están muy cerca de la recabación de datos con
representar, de manera muy simplificada y esque- propósitos administrativos— es ofrecer una defensa
mática, el curso principal de los acontecimientos contra las críticas del positivismo. 8 El hecho de que
que afectaron la relación entre la filosofía y la cien- se pueda reconocer cierta utilidad modesta y limi-
cia social en el periodo transcurrido desde 1945. El
acontecimiento clave durante este periodo, en lo to-
S Sobre el desarrollo de la encuesta social véase Ackroyd y
cante a la filosofía de la investigación social, han Hughes (1991).
44 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 45

tada de la encuesta social es algo en gran parte im- mo por la categoría que le fue asignada dentro del
procedente en la discusión sobre el positivismo (véa- proyecto positivista, en que se la trató como el pa-
se Marsh, 1982). rangón mismo de la práctica de la investigación so-
El programa positivista no era modesto, ni se sa- cial, y como el medio por el cual se podían recabai
tisfacía fácilmente con la adopción de alguna recaba- datos rigurosos y materiales, reductibles a un análi-
dón de datos y técnicas de análisis, útiles pero limita- sis cuantitativo. En una ejemplificación de la visión
das. Antes bien, era un proyecto extremadamente positivista, sumamente importante para la direc-
ambicioso y de altos vuelos, que pretendía nada me- ción de la investigación social desde 1945, se consi-
nos que lograr la drástica transformación de las deró que la encuesta social era el método principal
ciencias sociales, aplicando las normas de pensa- para transformar la naturaleza de la ciencia social,
miento, que le parecían más exigentes y llevando que ayudaría a llevarla a una nueva época, en la cual
sus resultados hasta los más altos niveles de validez, las teorías podrían ser construcciones formales ex-
comparables con los de las ciencias naturales. presadas en términos lógico-matemáticos, y no en
Como veremos, la idea positivista es que existen el lenguaje natural, y en que los datos se podrían
una unidad y unos fundamentos básicos de todos analizar cuantitativamente.
los conocimientos, que son aportados por la unidad En su apogeo, durante el decenio de 1950 y co-
de la ciencia. Por consiguiente, las ciencias sociales mienzos de 1960, el positivismo en la sociología an-
deben ser básicamente las mismas que las ciencias gloamericana tendió a mostrar una marcada arro-
naturales, y capaces de lograr realizaciones igual- gancia, inclinándose a suponer su propia categoría
mente grandiosas. Por ello el blanco de las críticas de parangón, rechazando secamente toda sugeren-
al positivismo no es la encuesta social como tal, ni cia de que pudiese haber otros enfoques. Es esto lo
sus instrumentos auxiliares, como el análisis esta- que debemos tener en mente en relación con los ac-
dístico, la entrevista o los cuestionarios. Al fin y al tuales intentos por hablar, en términos razonados y
cabo, la encuesta social, por ser un recurso práctico modestos, en nombre de la encuesta social y sus téc-
desarrollado pragmáticamente, no tiene una identi- nicas asociadas. La objeción original a estos méto-
ficación necesaria con los ideales, las aspiraciones o dos fue que no había parangones del método so-
los requerimientos del positivismo. Esto no es decir ciológico. Aunque puedan tener cierta utilidad
que la encuesta social o, para el caso, cualquier mé- práctica tal como los emplean los científicos de
todo, carezca de problemas o que, como método, nuestros tiempos, difícilmente podría vérselos
no contenga nada de interés filosófico. La encuesta como los instrumentos de la transformación de la
social se convirtió en foco de la crítica al positivis- investigación social tal como lo plantea el positivis-
46 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 47

mo. Por ello, el problema fue el grado en que se ha- pueden ser problemáticos y deficientes, aun según
bló de las prácticas sociales y las realizaciones de la sus propias normas, pero que estas fallas deberán
encuesta social, mostrándola como movimiento pasarse por alto en vista de que se está haciendo el
ejemplar y progresivo en el avance de la investiga- esfuerzo al servicio de las normas y ambiciones más
ción social hacia la auténtica categoría de "ciencia elevadas y exigentes. Vemos así que un logro de la
dura". Por consiguiente, el escepticismo acerca del crítica de la investigación social consistió en rom-
grado en que a) la investigación por medio de en- per su conexión con las políticas del proyecto posi-
cuestas encarnaba algún grado particularmente ex- tivista.
cepcional de rigor científico en relación con otros Hemos dedicado cierto tiempo a revisar los dife-
posibles métodos de investigación; b) los ideales po- rentes lugares ocupados por las críticas de ciertos
sitivistas eran practicables y apropiados dentro de métodos de investigación social, empleando esa re-
la investigación social, y c) la investigación por en- visión como ejemplo, y ciertas críticas al proyecto
cuestas en realidad estaba resolviendo —en lugar de positivista como ilustración de la conexión —fre-
enredar— profundos problemas de método, puede cuentemente poco clara— entre lo que un método
coexistir, más o menos cómodamente, con la idea puede lograr en la práctica y las pretensiones que pue-
de que la investigación por encuestas no carece de den hacerse en su nombre. Como veremos, la pro-
toda utilidad y que, en el futuro previsible, puede paganda de la encuesta y los métodos asociados
ser un método tan prácticamente eficaz como po- como parangones de la investigación social científi-
damos desearlo para abordar ciertos tipos de pro- ca oscureció su utilidad auténtica, si bien modesta,
blemas de la investigación social, y ya no el único sometida a un virulento ataque que habría debido
método legítimo para abordar todos los problemas dirigirse contra las pretensiones del proyecto posi-
de las ciencias sociales. La investigación por en- tivista. Sin embargo, para nuestros propósitos del
cuestas, despojada de toda conexión con el proyec- momento lo importante es que son las pretensiones
to positivista y, por lo tanto, de la sugestión de que hechas en nombre de la investigación y de sus mé-
quienes adopten la encuesta y hagan uso de las úl- todos, especialmente las filosóficas, las que deben
timas técnicas de manejo estadístico están dando ser sometidas al más minucioso escrutinio.
los primeros pasos por la vía real hacia una verda- Toda sensación de que en este libro se está co-
dera ciencia, puede seguir empleándose. Pero se metiendo una injusticia contra el positivismo al so-
convierte en una actividad sin una significación meterlo a la crítica más violenta y exigente debe
particular para las ciencias sociales. También queda quedar mitigada por el hecho de saber que el pro-
privada de su coartada: que sus resultados actuales yecto, en su auge en las ciencias sociales, a menudo
48 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL EA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 49

fue una doctrina arrogantemente presuntuosa que la historia del positivismo progresará a través de un
desdeñaba, de modo sumario, todas las alternativas bosquejo de:
concebibles; en general era dogmática en sus res- a) La formación y elaboración de los principios
puestas a las críticas y las discusiones, además de fundamentales del positivismo.
jactanciosa sobre sus propias metas y logros. Por b) Los debates intramuros sobre el problema de es-
otro lado, aunque tendremos mucho que criticar pecificar y aplicar doctrinas positivistas en los
acerca del proyecto positivista, ni por un momento métodos de investigación.
sugerimos que ha sido definitivamente rechazado. c) Las críticas externas, que no veían las dificulta-
En realidad, en ciencias sociales y en filosofía es des del programa positivista como manifestacio-
raro encontrar resultados concluyentes. Como vere- nes de dificultades temporales en la aplicación
mos, hay poderosos elementos de la concepción po- de un proyecto bien formado, sino, más bien,
sitivista que aún persisten en las ciencias sociales, como fallas fundamentales.
aunque en estos días rara vez en forma completa- A mediados y finales de los sesenta la oposición
mente madura. Sin embargo, la reacción contra el al proyecto positivista alcanzó toda su fuerza y a
positivismo lo destronó de su posición eminente y menudo condujo al desarrollo de grandes dudas,
lo colocó en otra posición filosóficamente mucho no sólo acerca de la validez de los programas que
más atacada, lo que alentó los esfuerzos revisionis- alentaban a las ciencias sociales a emular a las na-
tas en un intento por superar sus problemas. turales sino también, con frecuencia y en última
Aunque ya hemos sugerido que en la ciencia so- instancia, acerca de la validez de las propias cien-
cial los positivistas no fueron precisamente modes- cias naturales. Una manera de desafiar el proyecto
tos en sus tratos con quienes no estaban de acuer- positivista fue condenarlo por presentar la "cien-
do con ellos, erróneo sería suponer que no estaban cia" como una aventura única y privilegiada que en-
conscientes de las dificultades a las que se enfren- tregaba el conocimiento último de la realidad, y
taba su propia posición; es decir, que no eran cons- afirmar en cambio que la ciencia sólo era una entre
cientes de las dificultades de realizar efectivamente una pluralidad de modos en que se podía repre-
—en contraste con prescribir programáticamente— sentar la realidad; no peor, tal vez, pero ciertamen-
sus aspiraciones científicas. Sin embargo, la res- te no mejor que otras versiones de la realidad, in-
puesta característica consistió en considerar que es- cluso conflictivas. El relativismo se convirtió y se
tas dificultades sólo eran problemas provisionales ha mantenido como un continuo tema de debate.
que se resolverían según los parámetros del propio Ciertamente llegó a difundirse la sensación de que
proyecto positivista. De este modo, la exposición de en el periodo positivista hubo un sentido injustifi-
50 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 51

cado de certidumbre, relacionado con los objetivos cualitativas. En el nivel de la investigación, como ya
y los logros de la ciencia, lo que significa que las lo indicamos antes, la crítica al proyecto positivista
cuestiones epistemológicas regresaron al tapete so- no tendía tanto a proscribir el uso de técnicas como
bre todo con respecto al grado en que era posible la encuesta social, ni unos modelos matemáticos y
mantener un escepticismo acerca del conocimiento estadísticos primitivos, como el análisis causal de
"positivo". No sólo se expresaron dudas respecto a opciones, sino que pretendía despejar un espacio le-
lo apropiado de las ciencias naturales como modelo gítimo dentro de las ciencias sociales para aquellos
de la ciencia social, sino que algunos llegaron a pre- tipos de la obra de investigación de formas predo-
guntarse si era posible tener un conocimiento de la minantemente cualitativas que el positivismo tendía
realidad. a desdeñar.9
En la segunda parte del libro consideramos al- El argumento es que el camino hacia la cuantifi-
gunas de las consecuencias más profundas que sur- cación en las ciencias sociales, si es el que deseamos
gen del abandono del positivismo y el grado en que seguir, puede ser más largo e indirecto que el in-
este abandono también entraña abandonar la bús- tentado por el proyecto positivista, y que acaso
queda de la certidumbre que fuera, en alto grado, se tenga que viajar durante una larga etapa de pre-
característica del positivismo. Sin duda puede sos- via labor cualitativa. En el periodo actual, quienes
tenerse que el positivismo sostenía una imagen in- sostienen la validez de la investigación cualitativa
debidamente restringida de lo que era permisible no necesariamente tienen que disociarse del objeti-
en la ciencia y, por lo tanto, intentaba excluirla de vo positivista de una ciencia social en toda forma y
las actividades de la ciencia social que podían ha- cuantitativa. Más bien, pueden tratar esto como un
cerse, muy válidamente, en nombre de la ciencia. objetivo que sólo es alcanzable, si acaso, tras un lap-
Así, y como ejemplo, los positivistas en la investiga- so mucho más largo que el planeado por el proyec-
ción social solían sobrestimar hasta qué punto las to positivista. Además, dado lo remoto de ese resul-
ciencias naturales eran de naturaleza cuantitativa tado a largo plazo, tan lejano de las condiciones y
(la física podría ser absolutamente cuantitativa y prácticas actuales de las ciencias sociales, aún no
matemática, pero, ¿qué decir de la botánica?) y su- hay necesidad de asociarse con el proyecto positi-
bestimar de modo burdo las dificultades a las que
se enfrentaban los intentos serios de medición en la g En algunos casos la investigación cualitativa fue expropiada
ciencia social, menospreciando el grado en que po- por los métodos llamados positivistas al aplicarla, por ejemplo,
en una investigación piloto preliminar y útil, para ayudarse en el
dría llegar a surgir una auténtica comprensión diseño de una investigación por medio de métodos más cuanti-
cuantitativa a partir de interpretaciones ricamente tativos, como la encuesta social.
52 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 53

vista, pues sus prescripciones fueron planeadas en Una opinión, analizada en el capítulo vi, es que
general para tratar el alcance de la teoría formal y la inapropiada fijación de los positivistas en el in-
la cuantificación como cosas a corto plazo. Como tento de dar una explicación, como queda ejempli-
veremos, al fundamentar esto en conceptos un tan- ficado en su entusiasmo por el esquema hipotético-
to erróneos de las prácticas ejemplares de la ciencia deductivo de la teoría, no tomó en cuenta hasta qué
natural, los esfuerzos del positivismo a este respec- punto el estudio histórico y la investigación social
to no tomaron en cuenta las cuestiones sustantivas se hacen en realidad sobre una materia enteramen-
de las ciencias sociales, pues no era posible incluir- te distinta de la suposición de la vida social someti-
las dentro de las limitadoras restricciones de méto- da a generalidades con valor de leyes. Subrayaron
do que los positivistas intentaban imponer. Así, un la explicación a expensas de la comprensión. Este
punto en contra del proyecto positivista era que punto debe plantearse de dos maneras diferentes
tenía una idea errónea incluso de lo que deseaba para evitar en lo posible la confusión que puede
hacer. surgir por los diferentes significados que pueden te-
Sin embargo, aunque algunos pueden conside- ner "explicación" y "comprensión".
rar que aspiran, no menos que el positivismo, a la Puede argüirse que "explicación" es una forma
categoría científica, y que sólo difieren en los me- de interpretación y que, por consiguiente, debemos
dios para alcanzar tal objetivo, hubo otros para expresar la crítica al proyecto positivista de la si-
quienes el problema era más bien el de la categoría guiente manera. Los positivistas identificaban la in-
privilegiada asignada a la ciencia dentro del plan terpretación con una sola forma de ella, a saber, la
positivista. Como lo hemos señalado, el positivismo que se logra por medio de un esquema teórico for-
consideraba que la ciencia era muy especial, que mal y general. En otras palabras, no apreciaron la
era la encarnación de una interpretación autoriza- diversidad de formas de interpretación, los diferen-
da, universal y final de la naturaleza de la realidad, tes tipos de explicación que se pueden dar con toda
y superior a todas las otras formas de interpreta- validez. Ante todo, no apreciaron que las clases de
ción. La disociación de esta concepción privilegia- explicación y de interpretación que buscan otros se-
da de la ciencia ha sido rasgo clave de muchos de res humanos no son del tipo teórico y ni siquiera
los movimientos del pensamiento en las ciencias so- necesariamente del científico.
ciales a partir de la década de 1960, y es la conse- También podría argüirse que la "explicación" es
cuencia de algunas de estas disociaciones intenta- distinta de la "comprensión", y en realidad lo
das la que estudiaremos en la segunda parte del opuesto, si comprendemos esta última como el tipo
libro. de transacción que ocurre entre personas, de una
54 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL LA FIIDSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 55

manera que no ocurre con los fenómenos inanima- en especial a aquellos que están histórica y cultu-
dos, cuando un individuo intenta captar el signifi- ralmente muy distantes.1°
cado de lo que dice el otro, es decir, ver el sentido Es perfectamente posible considerar la herme-
y el significado de lo que dice y hace. Es el tipo de néutica como parte importante de la ciencia social
"comprensión" que buscan las otras partes en una sin por ello rechazar de modo necesario la noción
conversación, por ejemplo, y que surge en las cien- de que estas ciencias son, empero, científicas, como
cias sociales en la medida en que implican com- lo dijeron, por ejemplo, Ivlax Weber y Alfred Schutz.
prender "otras culturas" como su primera tarea y, Sin embargo, también es posible considerar que el
de hecho, la principal. carácter "comunicativo" de los intercambios socia-
En uno y otro caso es posible argüir que los pro- les indica que tienen una índole de temas esencial-
blemas de las ciencias sociales se asemejan mucho mente distinta de las ciencias, y que aceptar el en-
más al problema de llegar a una comprensión recí- foque hermenéutico viene a desplazar cualquier
proca en una conversación que a los de los natura- tipo de concepción científica para las ciencias so-
listas que intentan llegar a generalizaciones, sin ex- ciales, como lo hacen Winch y Gadamer.
cepción, para los fenómenos naturales. Es decir, los También podemos considerar que alcanz.ar la
problemas y soluciones metodológicos de las cien- "comprensión" en el sentido hermenéutico es una
cias sociales son de una índole que intenta abarcar fase metodológica en una serie de fases de la inves-
unas comunicaciones difíciles u oscuras, y no del tigación. Por ejemplo, Weber pensó que alcanzar
tipo que se dedica a alcanzar generalizaciones esta- un entendimiento del significado de un actor era
dísticas válidas. A menudo se cree que esta opinión una etapa de la investigación que iría seguida por
expresa la naturaleza "hermenéutica" de las cien- una fase en la que se establecieran conexiones cau-
cias sociales. La hermenéutica fue precisamente un sales que validaran las conexiones, establecidas sólo
método de "comprender", un método para inter- hipotéticamente, por medio de sentidos de com-
pretar comunicaciones oscuras y problemáticas, a prensión. En lugar de pensar en los conceptos cien-
saber, las que se habían originado en el intento por tíficos como algo que putativamente remplazara los
comprender más claramente textos antiguos, pero conceptos empleados por los miembros de una so-
que llegó a aplicarse a todo tipo de comunicación. ciedad, el énfasis hermenéutico en la "compren-
Intentaba crear métodos válidos para interpretar es-
critos bíblicos y similares, y por ello la idea de la 1° Nótese que "hermenéutica" es el nombre de una u-adición
particular, y no todos aquellos que, como Peter Winch, quieren
hermenéutica como concepción general es la de de- plantear argumentos similares, desearían contarse entre quienes
sarrollar métodos válidos para comprender a otros, recomiendan esta tradición.
56 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL Í LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL 57

sión" puede producir una discusión sobre hasta qué ciencia nos dice que no existe la magia, las personas
punto los conceptos de la ciencia social dependen y que tratan de alcanzar metas por medios mágicos
se derivan de conceptos de sentido común y no riva- están condenadas al fracaso. En ese sentido, quie-
lizan con éstos, lo cual también puede llevar a afir- nes se valen de la magia son irracionales.
mar que la pertinencia de las interpretaciones de Esta idea de que la ciencia ofrece una norma uni-
sentido común es materia para el estudio científico versal para todos, y lo hace basándose en una cap-
social y no parte de una evaluación desdeñosa de tación definitiva de la naturaleza de la realidad, se
éste contra las normas supuestamente universales ha vuelto, en opinión de muchos, un rasgo particu-
que ofrece la ciencia. Y esto nos lleva a los debates larmente nocivo. Se ha planteado la pregunta —y se
de la racionalidad. la expondrá en el capítulo vit— de si la ciencia pue-
El concepto de que la ciencia es autorizada y uni- de ocupar legítimamente su posición privilegiada, y
versal es adoptado por muchos científicos sociales, si el concepto de racionalidad antes esbozado es en
y no sólo por los de orientación formalmente posi- realidad apropiado y útil en el intento de comprender
tivista, en el sentido de que la ciencia puede ofrecer a otros seres humanos. El debate de la racionalidad
una norma para la evaluación de la conducta, que es casi inevitable y conduce a acusaciones y contra-
podemos utilizar para juzgar si las actividades de cusaciones sobre la cuestión del relativismo. La ne-
otros son, si acaso, plenamente racionales. A veces gativa a privilegiar la ciencia, ¿significa que sólo es
se emplea el término "racional" con este significa- tan buena —y no mejor— como la magia primitiva?
do: lo que está de acuerdo con el actual conoci- Negarse a privilegiar la ciencia puede provocar
miento científico. Esto tiene que ver con la conexión la sensación de que se están perdiendo profundas
o "racionalidad", con la idea de acción efectiva. Las certidumbres. La ciencia parece ofrecer la perspec-
personas tratan de adaptar los medios a los fines, y tiva de un punto de referencia estable fuera de la
pueden ser eficaces o no al hacerlo. La ciencia nos turbulencia de puntos de vista contendientes, y una
dice cuál es la naturaleza del mundo, cómo funcio- visión general, cuasidivina, de las cosas, que es ob-
nan realmente las cosas. Entonces, debería poder jetiva y está por encima de la parcialidad y de la
decirnos si un determinado conjunto de medios perspectiva que de otra manera predominan en la vi-
puede servir en realidad para alcanzar el fin busca- da humana. Esta opinión parece negar el hecho de
do. Si las personas tienen concepciones que difie- que la ciencia, después de todo, es otra actividad
ren de las de la ciencia o hasta las desafían, y si ba- humana, y presuponer lo que no podemos recono-
san sus acciones en ellas, entonces no deberían ser cer incuestionablemente, a saber, que la ciencia
capaces de alcanzar esas metas. Por ejemplo, si la puede elevarse por encima de la condición huma-
59
58 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAI. LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA SOCIAL

na. La ciencia es un fenómeno cultural, y si las cul- ticular. Sin embargo, no debe pensarse que otras
turas son locales, parciales y de perspectiva, enton- ciencias sociales no experimentan los problemas
ces tal vez la ciencia sea eso mismo, expresando que analizaremos; por el contrario. A lo largo del li-
puntos de vista particulares pero intentando hacer- bro, y a menos que una exposición precisa exija lo
se pasar por algo especial. Da sus pasos en la rivali- contrario, utilizaremos el término "ciencia social"
dad de las culturas y no sobre la base de su capta- por conveniencia, y recordaremos al lector que la
ción de la auténtica naturaleza de la realidad categoría científica de estas disciplinas está en jue-
misma, sino por su efectivo desempeño al presen- go en todo lo que sigue.
tarse dotada de sus grandes pretensiones y persua-
dir a otras personas, por medios buenos o malos,
de que la acepten. De este modo, el objetivo no es
partir de suposiciones acerca de la presunta objeti-
vidad de la ciencia —su universalidad, superioridad
o finalidad— sino poner estas preguntas al princi-
pio. Se trata no sólo de saber si la ciencia tiene de-.
recho a reclamar este privilegio, sino si la objetivi-
dad buscada por ella es siquiera posible.
Este tipo de escepticismo tiene consecuencias
para las opiniones de quienes han supuesto que
pueden restablecer las ciencias sociales sobre la
base de una preocupación por el "significado" me-
diante unas metodologías del tipo hermenéutico,
pues si se le niega concluyentemente toda objetivi-
dad, entonces tampoco en el significado puede ha-
ber objetividad. En el capítulo vitt nos explayare-
mos sobre este tema.
Una última palabra. Por nuestra preparación so-
mos sociólogos y así, sobre el principio de que los
autores deben escribir de acuerdo con sus puntos
fuertes (si los tienen), la mayoría de los ejemplos y
de las ideas se derivan de esta ciencia social en par-
POSITIVISMO Y LENGUAJE 101

A pesar de todo, debe notarse que entre los so-


ciólogos de inspiración positivista había discusio-
nes (como todavía las hay, aunque la adhesión di-
III. EL POSITIVISMO Y EL LENGUAJE recta al positivismo se ha reducido desde los
DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL sesenta, pero sigue teniendo influencia y partida-
rios) por cuestiones como la naturaleza de la expli-
cación científica, si las teorías de la ciencia social
Como ya se dijo, gran parte de la motivación del po- podían alcanzar la certidumbre categórica de las teo-
sitivismo se debió a una opinión enérgicamente sos- rías de la ciencia natural o si sólo podían llegar a
tenida de que las ciencias sociales debían esforzarse conclusiones probabilistas, si la norma fundamen-
por emular las más avanzadas de las ciencias natura- tal que distinguía los planteamientos científicos era
les. Aceptar esta ambición era una cosa, pero reali- la refutación o la verificación, de los no científicos,
zarla era otra. No estaba claro lo que había en las etc. En cierto momento estos debates formaron par-
ciencias naturales que las hacía tan superiores, al pa- te de las cuestiones principales de la filosofía de la
recer, como formas de conocimiento. Por lo general ciencia social (véanse, por ejemplo, Papineau, 1978;
se aceptaba que la física era la más avanzada de las Ryan, 1970). Sin embargo, algunos positivistas es-
ciencias naturales y por ello encarnaba con la mayor taban interesados en convertir su programa en una
claridad el que debía ser el método científico, pero práctica y en realizar parte de la investigación em-
aún se discutía sobre cuál era esa característica de la pírica que su filosofía consideraba importantísima.
física que la hacía sobresalir tanto. Sin embargo, en- Trataron de idear instrumentos científicos apropia-
tre quienes deseaban seguir su ejemplo no se prestaba dos para la investigación social. En este capítulo
mucha atención a las prácticas reales de las ciencias nos dedicaremos a analizar estos intentos por des-
naturales. Los sociólogos, por lo general, tomaban cubrir cómo. Si se debía seguir el ejemplo de las
de la filosofía de la ciencia sus ideas acerca de las ciencias naturales, entonces, ¿cómo hacerlo? ¿De
ciencias naturales; el positivismo era su principal ins- qué manera la idea general positivista del método
piración. Seguir el supuesto "método científico" tal científico podía aplicarse a la vida social?
como lo describía el positivismo era la principal ruta
a lo largo de la cual los sociólogos, desde 1930 hasta
el decenio de 1960, esperaban avanzar en la direc- EL LENGUAJE DE LA OBSERVACIÓN
ción señalada por la más triunfante de las ciencias
Uno de los rasgos importantes de las filosofías po-
naturales y, a la postre, igualar sus logros.
sitivistas de la ciencia fue la preminencia otorgada
100
102 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 103

a la investigación empírica en la producción de co- eso, el lenguaje de la observación es ontológica y


nocimiento. Se afirmaba que todos los grandes epistemológicam ente primario; ontológicamente
avances científicos habían resultado de la paciente porque informa de fenómenos que se han observa-
acumulación de hechos acerca del mundo, para do, y epistemológicamente porque son estos fenó-
producir las generalizaciones conocidas como leyes menos observados los que presentan los objetos de
científicas. Ante todo, la ciencia era una empresa explicación y los datos de la ciencia.' En el lengua-
empírica y su base estaba en la observación de lo je de la observación, las declaraciones pueden ser
que podemos llamar "datos brutos", es decir, datos directamente evaluadas como verdaderas o falsas,
que no son resultado de interpretaciones del juicio sin más que relacionarlas con los "hechos" observa-
ni de otras operaciones mentales subjetivas (véanse dos del mundo.
Anscombe, 1957-1958; Taylor, 1978: 60). De la mis- El concepto de un "lenguaje de la observación"
ma manera que los naturalistas o científicos natu- establecía, para los positivistas, la conexión entre el
rales describían y clasificaban fenómenos anotando lenguaje y el mundo, e implicaba una "teoría de la
"datos brutos" como la forma, el tamaño, el movi- correspondencia de la verdad", a saber, que las de-
miento, etc., así también los sociólogos o científicos claraciones hechas en el lenguaje de la observación
sociales habían de definir y precisar los fenómenos de coinciden directamente con los fenómenos obser-
su interés. vados; por consiguiente, la verdad de una declara-
Los positivistas sostenían, entonces, que la obje- ción, incluyendo las declaraciones teóricas, queda-
tividad de la ciencia dependía del hecho de que rá determinada por su correspondencia con los
existe un "lenguaje de observación", teóricamente hechos observados. A partir de las declaraciones teó-
neutro, en el que los investigadores pueden hacer la
descripción más escueta de su experiencia directa Carnap (1967, la. ed. en Alemania, 1928), por ejemplo, da
una explicación de todo el aparato del discurso científico en tér-
del mundo, presentando así datos de los que el cien- minos de una similitud recordada entre impresiones sensoriales.
tífico puede estar absolutamente seguro, ya que Éstos son los elementos básicos a partir de los cuales se constru-
describe lo que ha sido observado en forma direc- yen, con ayuda de la lógica, los conceptos de las cosas materia-
les, otras mentes e instituciones sociales. Los temas del pensa-
ta. Sin embargo, las teorías científicas tratan de ir miento se encuentran en varios niveles, reductible cada uno al
más allá de lo que simplemente se ha observado, que lo precedió. Las declaraciones de nivel superior se justifican
para explicar los fenómenos observados y, por con- por inducción a partir de declaraciones de los niveles inferiores;
las declaraciones del nivel más bajo no necesitan ni pueden te-
siguiente, deberán crear hipótesis acerca de lo que ner justificación inferencia,. En este punto el sistema de decla-
no ha sido directamente observado pero que, por raciones hace contacto, por medio de la observación, con el
ejemplo, sólo se puede inferir a partir de ello. Por inundo del hecho empírico "bruto".
104 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 105

ricas, se podían deducir y comprobar las implica- Los positivistas lógicos


ciones sobre los hechos que debían ser observables,
compulsándolas contra las declaraciones de la ob- Los positivistas lógicos propusieron la versión que
servación. De este modo podía elegirse entre teo- tal vez sea más clara y más influyente del positivis-
rías rivales viendo cuáles hechos observables debí- mo en el siglo xx. El grupo comenzó en Viena a fi-
an seguirse a partir de diferentes principios, y luego nales de los veinte, encabezado por Ernst Mach,
comparando éstos con las declaraciones de la ob- Mauritz Schlick y Rudolf Carnap.2 Habrían de dar-
servación, para ver qué consecuencias predichas le a la filosofía positivista de la ciencia una forma y
coincidían mejor con los hechos observados. La im- un sistema que servirían para convertirla en la vi-
portancia de la "neutralidad teórica" del lenguaje sión predominante de la primera mitad del siglo xx.
de la observación queda así de manifiesto; los he- Al igual que otras formas de positivismo, ellos
chos se pueden plantear en términos que no de- rechazaron la metafísica al reconocer sólo dos tipos
penden ni se derivan de las suposiciones de cual- de proposiciones: la analítica y la sintética. Las pro-
quiera de las dos teorías rivales, permitiéndoles así posiciones analíticas incluían las de las matemáticas
ser comparados contra testimonios observacionales y de la lógica que, por sí solas, no tienen nada que
ind,ependientes. Por lo tanto, las teorías deben ser de decir acerca de los hechos empíricos del mundo
tal claridad que permitan hacer una comparación pero que son verdaderas o falsas por virtud de las
inequívoca con los hechos, de modo que pueda de- reglas y definiciones del sistema formal al que per-
cirse de modo definitivo si los hechos lógicamente tenecen. De este modo, la proposición 2 + 2 = 4 es
implicados por una teoría prescribían o no prescri- verdadera por causa de las definiciones contenidas
bían lo que se había observado que ocurría. Si co- en el sistema numérico utilizado, de igual modo
rrespondían, entonces la teoría era cierta; si no, era que "este libro rojo es de color" es tautológicarnen-
falsa. Más adelante, en manos de los positivistas ló- te cierto por virtud de la conexión que hay entre las
gicos, el hecho de que una teoría pudiera ser apro- palabras "rojo" y "color". "Rojo" es una palabra que
vechada en el sentido de que confirmara o rebatiera define un color, entre otros, y por lo tanto utilizar
inequívocamente las declaraciones de la observa- una de las palabras que significan color es, precisa-
ción se convertiría en norma del sentido mismo de
la teoría y por lo tanto, en cierta forma, en manera 2 COMO es bien sabido, muchos miembros del Círculo de Vie-

de distinguir las declaraciones científicas de las me- na fueron a Estados Unidos antes de la segunda Guerra Mundial
y ejercieron gran influencia sobre la filosofía de la ciencia nor-
tafísicas. teamericana, así como sobre la filosofía en general. Véanse, por
ejemplo, Ayer (1959) y Achinstein y Barker (1969).
106 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 107

mente, decir que es de color. Decir "Este libro rojo siguiente, para algunos positivistas lógicos este últi-
no es de color" sería contradecirse. En contraste, la mo tipo de declaración no nos dice nada, y carece
verdad de las proposiciones sintéticas queda verifi- de sentido. Ya se chjo que otros tolerarían tales de-
cada por la observación empírica, es decir, al deter- claraciones como expresiones de gusto personal.
minar si lo que la proposición dice corresponde o Pero no nos dicen nada acerca de la pintura sino
no a los hechos del mundo. La verdad de la propo- acerca de la persona que hace la declaración, y equi-
sición "este libro es rojo" no depende del significa- valen a decir: "Me gusta este cuadro". Utilizando el
do de sus palabras constitutivas, sino de que se haya ejemplo de Ayer como nueva ilustración, "el Abso-
identificado el verdadero color del libro. Si en rea- luto entra en la evolución y el progreso, pero es in-
lidad el libro es de color verde, entonces la propo- capaz de hacer éstos" no es una frase analítica y, ni
sición es falsa. El hecho de que la proposición sea siquiera en principio, es verificable; es una locución
verdadera o falsa puede determinarse viendo cuál "literalmente insignificante".3 El principio de veri-
es el color del libro. Sin embargo, las declaraciones ficación, es decir, si una declaración puede compa-
que no son tautologías ni declaraciones empíricas rarse con algunos hechos directamente observados,
no son proposiciones y, por lo tanto, carecen de sirvió de norma para decidir si una declaración
sentido. era significativa o no.
Las declaraciones religiosas, morales y estéticas, El positivismo lógico también difirió de las ver-
junto con las metafísicas, fueron consignadas así al siones decimonónicas del positivismo al subrayar el
basurero del absurdo o a un destino apenas mejor, carácter lógico del método científico, así como del
reducidas a declaraciones acerca de gusto o prefe- empírico. La lógica siempre había sido un proble-
rencia personal, ya que no eran verificables ni por ma para las filosofías positivista y empirista, dada
observación empírica ni por deducción lógica. Por su insistencia en lo empírico como fuente del cono-
ejemplo, la declaración "Este cuadro muestra dos cimiento, y de allí su rechazo de las doctrinas ra-
perros y un gato" es una declaración empírica y sin- cionalistas como apenas mejores que las metafísicas.
tética. Declara algo que es directamente observable Algunos, como J. S. Mill, plantearon tina interpre-
en el cuadro. Podemos ver en el cuadro si en él apa- tación empirista de la lógica y de las matemáticas.
recen, o no, dos perros y un gato. Pero la declara- Para Mill la lógica y la matemática pura consistían
ción "Este cuadro es hermoso" no nos dice nada en proposiciones que eran generalizaciones a partir
por el estilo. En la pintura no hay nada directa-
mente observable que podamos señalar como eviden- 3 Esto fue tomado de Ayei (1990: 114). La selección fue to-
rnada de Ayer (1946), quien cita al hegeliano británico F. H.
cia observable o falsedad de la afirmación. Por con- Bradley cotno fuente del ejemplo.
108 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 109

de la experiencia; según esto, declaraciones mate- del sistema de símbolos. Una manera de decir esto
máticas como 2 + 2 = 4 eran susceptibles de refuta- es afirmar que plantean verdades que son verdade-
ción empírica. Los avances de la lógica formal des- ras por virtud de su significado, y otra es contarlas
de mediados del siglo xtx ofrecieron una solución a como verdaderas por convención. Como verdades
la desconfianza con que las filosofías empiristas veían analíticas, podrían incorporarse a la estructura mis-
la lógica y las matemáticas. La lógica —y las mate- ma de la ciencia sin temor al contagio de la metafí-
máticas como rama de la misma— llegó a ser consi- sica. Es decir, sin riesgo de llevar a la ciencia unas
derada como una colección de reglas formales para verdades que supuestamente eran verdaderas del
construir proposiciones y estipular las condiciones mundo empírico pero que no eran empíricas y, por
en que, dentro del sistema formal, podían tomarse lo tanto, no podrían engendrar declaraciones de
como verdaderas o falsas. En otras palabras, la ló- observación inequívocas. De acuerdo con las nor-
gica formal elabora la estructura relacional de tér- mas positivistas, tales declaraciones sólo se entro-
minos dentro de un sistema simbólico, pero en sí meterían inútilmente en la ciencia porque carecen
misma carece de todo contenido empírico. La lógi- de todo sentido y sólo dan una apariencia ilusoria de
ca puede decirnos, por ejemplo, que si la proposi- plantear verdades acerca del mundo empírico.
ción a es verdadera, entonces la proposición p, que En lo tocante al positivismo lógico, estos desa-
se sigue deductivamente de ella, también debe ser rrollos de la reconceptualización de la naturaleza
verdadera, sin que importe lo que declaren, respec- de la lógica y de las matemáticas constituyeron el
tivamente, las proposiciones a y p. Sin embargo, la fin de la filosofía tradicional. Su principal empeño,
lógica no tiene nada que decir sobre sí a es o no es el metafísico, había intentado descubrir las verda-
verdadera. De este modo, aunque estuvieran más des fundamentales acerca de la realidad, las cuales
allá de la experiencia, la lógica y las matemáticas, eran más profundas o más generales que las que
en contraste con la metafísica, expresarán verdades podía alcanzar la ciencia. Para el positivismo lógico
analíticas; es decir, sus declaraciones son verdade- las únicas verdades acerca del mundo eran las al-
ras o falsas por virtud de las reglas para manipular canzadas por la ciencia, porque la metafísica no te-
los símbolos. Las verdades matemáticas y lógicas nía ningún sentido. El análisis lógico, como método,
son a priori, no, como pensaban muchos racionalis- podía resolver problemas filosóficos y paradojas re-
tas, porque reflejan el modo en que funciona la construyendo los planteamientos filosóficos en el
mente humana o pertenecen a un ámbito platónico lenguaje de la lógica formal. También ayudaron a
de esencias, sino porque son analíticas y reciben su reformular el concepto de empirismo. A partir de
verdad del modo en que se han planteado las reglas Hume el conocimiento empírico se había concebi-
110 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 111

do en términos de ideas o de conceptos, que eran


los restos de impresiones sensorias, es decir, cosas EL LENGUAJE DE LA OBSERVACIÓN
creadas en la mente por el contacto causal con co- Y LOS F-STADOS MENTALES
sas del mundo exterior. Éstas eran la fuente, la úni-
ca fuente, de nuestro conocimiento del mundo ex- La idea de que el conocimiento se basa en un len-
terior, todo lo cual debía llegarnos a través de los guaje observacional primario o "protocolo" preten-
sentidos. Como ya se dijo, contra los racionalistas día fincar la ciencia como disciplina empírica, dán-
como Descartes, no había ideas innatas, pues si las dole un carácter objetivo, al hacer —en principio al
ideas se creaban en la mente sólo por contacto con menos— declaraciones que eran exclusivamente
el mundo exterior, no podía haber ideas ya presen- acerca de cómo son las cosas en el mundo empíri-
tes en la mente que fueran anteriores al contacto ex- co, declaraciones acerca de cosas que fueran obser-
periencial con el mundo de las cosas. vables, públicamente disponibles para que las ob-
Para los positivistas lógicos, así como para el po- servaran otros, y liberadas de todos los prejuicios
sitivismo en general, la observación empírica del emocionales, ideológicos y teóricos, ofreciendo así
mundo era el fundamento del conocimiento y, por un claro criterio de verdad independiente del ca-
lo tanto, de la ciencia. Sin embargo, quedó claro que pricho y el prejuicio humanos, con lo que quedaría
la observación empírica no era cosa sencilla. Hasta privilegiada su condición de conocimiento del más
nuestra experiencia "directa", de sentido común, alto orden. Sin embargo, las dificultades mismas de
del mundo que nos rodea —mundo de mesas y si- formular una observación básica adecuada o len-
llas, naranjas y limones, programas de televisión, ta- guaje de protocolo indicaron que la observación
zas de café, copas de vino y demás— no eran simples era cosa compleja. En realidad, hubo empiristas ra-
percepciones directas sino conjuntos complejos de dicales, entre ellos Mach, que desconfiaban hasta
impresiones sensoriales más básicas, entre otras co- de los poderosos conceptos teóricos de la física,
sas. Tales experiencias no podían satisfacer el per- como el "átomo" o el "vacío absoluto", ya que esta-
sistente escepticismo y, por lo tanto, no pudieron ban fuera de la experiencia. Pero a final de cuentas
servir como piedras angulares del conocimiento. En para los empiristas más moderados la idea de un
cambio, lo que se necesitaba era la identificación de lenguaje experimental sensorial resultó difícil de es-
los datos elementales básicos de la observación, tablecer. Los hechos simplemente no aparecían. No
de los que no se pudiera dudar, y sobre los cuales se estaban allí aguardando a que los recogiera de paso
edificarían estas percepciones más complejas. algún científico; había que descubrirlos, reunirlos y
hacerlos informativos. Todos los "hechos" que Dar-
112 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 113

win empleó como pruebas de su teoría de la evolu- y epistemológicamente privilegiado fue el observa-
ción eran "conocidos" antes de que él los empleara. cional, como si se encontrara más allá de toda duda
Otros naturalistas habían notado los fósiles muchos razonable. En lo tocante a la práctica científica, no
años antes que Darwin, y también la flora y la fau- se sugirió que todos los términos y conceptos des-
na habían sido descubiertas o vistas por otros viaje- criptivos se pusieran en este básico lenguaje obser-
ros. Lo que Darwin aportó fue una manera profun- vacional. Todo lo que se necesitaba era que, si se
damente radical de redisponer estos "hechos" de quería que tuvieran sentido, en principio debían
modo que hablaran dentro de un marco teórico di- ser traducibles o reducibles a declaraciones en el
ferente, a saber, la teoría de la evolución. 4 Así, pues, lenguaje observacional. Los positivistas no podían
la observación científica no sólo trataba de "obser- ponerse de acuerdo sobre cómo debía efectuarse
var directamente", por muy básicos o "brutos" que esa traducción, y tampoco sobre a qué se referían
parecieran ser estos llamados hechos. los informes de la observación.
En lo tocante a los positivistas lógicos, aunque la Así, aunque la formulación de un lenguaje ob-
mayoría de los miembros de esta escuela considera- servacional primario resultara filosóficamente elu-
ron que este lenguaje de la observación consistía en siva, si no ilusoria, se necesitaban otras normas o
hacer informes directos y no inferenciales de la ex- principios de observación para determinar los he-
periencia, exactamente a qué se referían los términos chos. Hasta cierto punto, ya se encontraban implí-
del "protocolo" en el lenguaje observacional fue citos en la teoría positivista del conocimiento. El
tema de muchos debates que no llevaron a ninguna mundo, fuese natural o social, actuaba de acuerdo
conclusión. Algunos sostenían que estos informes con leyes estrictas, y por lo tanto poseía una estruc-
de la observación directa se referían a datos senso- tura determinista que la ciencia debía descubrir,
riales, es decir, se remitían a la experiencia del ob- una estructura que pudiera ser descrita formal y,
servador, inducida en su aparato sensorial, lo que como veremos, cuantitativamente. Así pues, en tér-
significaba que la "experiencia" era experiencia de minos metodológicos, la investigación empírica (y
un objeto y requería hacer una inferencia a partir aquí podríamos decir que esto para los positivistas
de datos sensoriales. Pero para nuestros fines la significaba la "investigación científica"), equivalía a
idea es que, cualquiera que sea la caracterización de descubrir las propiedades regulares e invariables de
estos términos del protocolo, el lenguaje ontológica los fenómenos del mundo y las relaciones que había
Como lo veremos más adelante, en el capítulo vi, la relación
entre ellos; las propiedades debían ser descritas, de
de los "hechos" con los marcos teóricos se volvió cuestión sobre- ser posible en términos de lo que es rigurosamente
saliente en la obra de Kuhn y de los construccionistas sociales. observable. De este modo, el físico no se enfrenta a
114 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 115

bolas de billar o plumas que caen, autos que cho- sólo podía hablar legítimamente de fenómenos des-
can, agua que hierve, sino a cuerpos de una forma, critos en el vocabulario de la física tal vez fue el más
un tamaño, una masa, un movimiento, una longi- destacado y radical de ellos) afirmaron que la cien-
tud de onda, etc., particulares. Las correlaciones cia sólo podía hablar de "mente" en la medida en
entre esos atributos abstractos constituyen los in- que lo hiciera en términos cle fenómenos espacio-
gredientes básicos de las teorías científicas. Muchos temporales, como sonidos del habla, expresiones
de esos atributos pueden no ser observables sin la faciales, etc. En otras palabras, las ciencias sociales
ayuda de instrumentos, pero, a pesar de todo, allí eran el estudio de la conducta; la concepción de la
está el principio. conducta estaba interpretada de manera sumamen-
Llevada a las ciencias humanas, esta clase de con- te estrecha y confinada tan sólo a los fenómenos
cepción se enfrentó a buen número de problemas. que pudieran ser descritos como movimientos físi-
Uno de ellos tuvo que ver con los llamados "estados cos. Sin embargo, tan riguroso fisicalismo resultó
mentales". Los seres humanos no son simplemente demasiado radical para la mayoría de los positi-
cáscaras externas de forma, tamaño y movimiento; vistas.
tienen una vida interior que no es accesible a la ob- Una estrategia más característica consistió en sos-
servación en la forma normal, a menos que la in- tener que, aun cuando los estados mentales no fue-
trospección privada se cuente como una forma pú- ran observables directamente, ciertos estados
blicamente disponible de observación. Algunos mentales particulares sí estaban asociados con ma-
sostuvieron que lo inaccesible de los fenómenos nifestaciones corporales físicas específicas y se los
mentales a la observación directa significaba que podía inferir a partir de ellas. Por ejemplo, si vemos
no se podía hacerles frente objetivamente, y por que una persona aprieta los puños, rechina los dien-
ello los excluyeron del domino de la investigación tes, y mira fijamente con un rostro enrojecido, razo-
científica. Objetos físicos, acontecimientos físicos y nablemente concluimos que el estado mental que
procesos físicos podían describirse en versiones esa persona está experimentando es de ira; en reali-
más rigurosas de los cinco sentidos y, por lo tanto, dad, que la causa de toda su dramática postura es la
estaban públicamente disponibles. Por otra parte, experiencia interna de ira y rabia. Por consiguiente,
los estados mentales o estados de conciencia sólo los se planteó el argumento de que todas las declara-
podía experimentar y conocer verdaderamente una ciones que se refirieran a estados mentales podrían
persona: la que estaba pasando por esa experiencia. ser analizadas en otro conjunto de declaraciones, re-
Algunos positivistas lógicos (el "fisicalismo" de firiéndose a señales o manifestaciones corporales vi-
Neurath [19731 con su insistencia en que la ciencia sibles. Entonces, los fenómenos mentales podían ser
116 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 117

observados indirectamente, tratando la correspon- y sus preferencias son, todos ellos, públicamente ve-
diente manifestación conductual externa como ín- rificables, ya que se manifiestan en una conducta
dice de los estados mentales "internos". observable, en artefactos de varios tipos, etc. Estos
Este tipo de explicación de la relación entre los estados mentales más "complejos" sólo difieren del
estados mentales y la conducta manifiesta resultó caso de la ira en su grado de complejidad. Por ejem-
cómodo para muchos empiristas puesto que, al me- plo, una persona que adora a Eric Clapton proba-
nos en apariencia, ponía la "mente" en un marco de blemente tenga una gran colección de sus discos,
referencia científico en el que sus rasgos podían ser coloque carteles de Eric Clapton en las paredes de
públicamente observados, trazados, cuantificados y su dormitorio, haga todos los esfuerzos posibles
correlacionados. El principio epistemológico de ex- por asistir a sus conciertos, etc.; todas son conduc-
periencia sensorial corno fundamento del conoci- tas públicamente observables, e indicadores de la
miento científico se mántuvo, y la mente pareció ser pasión de esta persona. Los valores son objetivos en
conocida por medio de la observación sistemática el sentido de que los sostienen personas que, oral-
de acontecimientos o conductas públicamente acce- mente, pueden informarnos de estos valores y creen-
sibles, y no de una introspección asistemática y sub- cias. Los sociólogos no tienen que estar de acuerdo
jetiva. Sin embargo, aunque esta explicación tuvie- o disentir con los valores y creencias expresados,
se cierta plausibilidad con referencia a la ira, el sino que simplemente pueden informar de ellos o
placer o el dolor, los seres humanos experimentan utilizarlos como datos primarios. En suma, los va-
"estados mentales" más complejos que éstos. Pue- lores que las personas sostienen son tan fáctica-
den desear riqueza, categoría o poder, pueden creer mente "brutos" como los estratos geológicos, los
en la democracia o en el derecho divino de los re- átomos, los gases, las velocidades, etc. Al emplear
yes, determinar el valor moral de acciones, admirar instrumentos cuidadosamente construidos, como
la belleza de la Gioconda, adorar a Eric Clapton, cuestionarios, escalas de actitud o entrevistas, los
enamorarse, y muchas cosas más. ¿Podían interpre- sujetos pueden ofrecer respuestas que son revela-
tarme del mismo modo todas estas emociones, creen- doras de estados mentales, y de esta manera pro-
cias, moral y juicios? ¿Se correlacionan estos esta- porcionar un acceso objetivo a aspectos importan-
dos mentales con determinadas manifestaciones tes de la vida mental humana.
corporales, del mismo modo que puede decirse de El hecho mismo de desarrollar una metodología
la ira? Para los positivistas la respuesta tenía que ser para investigar los aspectos mentales de la vida hu-
afirmativa. Las creencias que la gente alberga, los mana era parte de una cuestión de mayor enverga-
valores que suscribe, los juicios que hace, sus gustos dura, mencionada antes, de formular principios de
118 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 119

observación social científica. Se consideró que, bles" debieron mucho a la obra de Paul F. Lazars-
para adherirse a lo que el científico natural podía feld (1901-1976) y sus colegas. El propio Lazarsfeld
lograr, el lenguaje de la observación de la ciencia fue participante ocasional en el Círculo de Viena
social debía consistir en observables objetivamente antes de la segunda Guerra Mundial y su emigra-
definidos, y debía ser generalizable y, de ser posi- ción a Estados Unidos. Lazarsfeld dedicó sus mayo-
ble, cuantificable; casi las mismas normas que había res esfuerzos a crear técnicas y diseños de inves-
exigido Durkheim. En efecto, como el objetivo era tigación en el marco de la investigación, por
satisfacer la visión comteana de descubrir leyes ge- ejemplo, de los efectos de los medios informativos
nerales de la vida social, los términos básicos del y los determinantes de la votación en las elecciones,
lenguaje científico debían expresar cualidades ge- áreas, ambas, en que realizó labor de pionero. Su
nerales, no particulares. Uno de los pasos impor- obra fue inspirada por una concepción particular
tantes de la investigación social a este respecto fue —aunque no exclusiva— de la ciencia, y de cómo
la adopción de términos cuasimatemáticos con los cua- esto podía hacer que la investigación social fuese
les hablar acerca de los datos: el lenguaje de las va- más científica en su búsqueda de teorías con una
riables. Esto representó un modo de hablar de los base empírica adecuada.
fenómenos sociales dentro de un marco aparente- El concepto de variable tiene ya una larga tradi-
mente neutral en términos de sus atributos y pro- ción en matemáticas, estadísticas y —lo que es im-
piedades generales, que los ejemplos particulares portante— lógica simbólica. En esencia, es una idea
poseían o no poseían, o poseían en diversos grados, sencilla. Una variable, en oposición a una constan-
y que podían compararse entre sí y con otros res- te, puede variar en valor dentro de una gama de va-
pecto a sus presuntas causas. cia; variables independientes, v-ariables dependientes, marcos teó-
ricos y métodos de investigación" (1968: 43). Sin embargo, esto
El lenguaje de las variables revela hasta qué grado la investigación empírica de la ciencia so-
cial había sido cautivada, en aquella época, por el análisis de va-
riables, ya que en la ciencia física es muy raro que se hable de va-
Hoy es difícil recuperar el impacto revolucionario riables. Otro ejetnplo más o menos de la misma época es el
de esta formulación del carácter de la investigación consejo que da un libro de texto acerca de los métodos: "Es ne-
social y sus fenómenos, pues el lenguaje de las va- Ce531"10 traducir las ideas de usted 1...1 al lenguaje de las varia-
bles E.. .1 El sociólogo experimentado desarrolla la costumbre de
riables se da por sentado en la investigación social traducir rutinariamente el inglés que lee y oye a variables, así
empírica.5 Los avances del "lenguaje de las varia- como una persona bilingüe puede leer un lenguaje mientras
piensa en otro" (Davis, 1971: 16). En estos días sería difícil en-
3 Como lo escribió Smelser hace algunos años, hablando del contrar a alguien que expresara tales sentimientos con ese tipo
lenguaje de la ciencia: "el lenguaje de los ingredientes de la cien- de entusiastno.
120 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 121

lores, aun si esto es sencillamente del orden de O a 1, ciales cuando aún tienen que desarrollar su propia
en que O indica la ausencia de una variable, y 1 su terminología común. Sin embargo, para Lazarsfeld
presencia. El paso innovador consistió en utilizar éste no fue un problema insuperable y en realidad
esta idea como pivote en torno al cual podía girar tampoco tenía que ser resuelto por medio de la re-
toda una manera de pensar acerca de la investiga- flexión epistemológica u ontológica. Lo que propu-
ción social. "Ninguna ciencia —declaró Lazarsfeld—, so fue una estrategia empírica para que la ciencia
trata sus objetos de estudio en su plena concre- social buscara este objetivo tratando las propieda-
ción." 6 Ciertas propiedades son seleccionadas des como variables; es decir, utilizando las variables
como ámbito especial del estudio de cada ciencia, como "modos por los cuales caracterizamos los ob-
entre las cuales cada una trata de descubrir relacio- jetos de las investigaciones sociales empíricas" (La-
nes empíricas; las últimas son las que tendrán ca- zarsfeld y Rosenberg, 1955: 13).
rácter de ley. Así, como ya se dijo antes, la física se Dicho brevemente, Lazarsfeld consideró que el
interesa en sus objetos no en su plena concreción proceso de investigación consistía en convertir con-
sino en propiedades abstractas de ellos, como su ceptos en indicadores empíricos; es decir, indicado-
masa, longitud, fuerza, velocidad, composición mo- res basados en lo que es observable, registrable y
lecular, etc. La conexión de la ciencia con el mundo mensurable de alguna manera objetiva. El primer
es abstracta y describe las propiedades o cualidades paso era la creación de una "imagen vaga" o cons-
de las cosas, y no las cosas en sí mismas. En todo tructo, que resulta de la inmersión de un investiga-
esto Lazarsfeld es absolutamente kantiano, y abraza dor en un problema teórico. La verdadera tarea em-
la posición de que las cosas nunca pueden ser co- pieza por "especificar" sus componentes, aspectos o
nocidas "en sí mismas" sino captadas sólo por me- dimensiones, y por seleccionar "indicadores" que
dio de sus apariencias o indicaciones "superficia- puedan "representarlos". De este modo, el concep-
les". Esto significa que la primera tarea de to de "prejuicio étnico" puede manifestarse de muy
cualquier ciencia es identificar esas pocas propie- diversas maneras: por la abierta expresión de desa-
dades generales por las cuales todos los fenómenos grado a las personas de distintos antecedentes
de su ámbito pueden ser conocidos; ésta no es una raciales o étnicos, por la renuencia a contratar a
tarea fácil, como lo atestigua la historia de la cien- personas de distinta raza o etnia, por negarse a tra-
cia. Es particularmente difícil para las ciencias so- bajar con ellos, por votar por los partidos políticos
que proponen políticas racistas, negarse a comprar
° Lazarsfeld y Rosenberg (1955: 15). Toda esta colección, a
pesar de su antigüedad, es testimonio del vigoroso entusiasmo
una casa en un barrio en que viven grupos étnicos
del análisis de variables en sus primeros días. o.raciales distintos, mediante abierta hostilidad, y
122 POSITIVISMO Y LENGUAJE
POSITIVISMO Y LENGUAJE 123

de muchas maneras más. También podemos pensar ello pueden surgir teorías empíricamente fundadas
en el concepto de "prejuicio étnico" como cuestión para explicar los patrones descubiertos. Según La-
de grado, y no como en una propiedad que alguien zarsfeld, la cuantificación es posible mediante el
puede poseer o no poseer. Sea como fuere, al elegir uso de la idea de variables, si bien sólo en el nivel
los indicadores debemos pensar en el contexto en relativamente burdo de contar la frecuencia de la
que se está efectuando la investigación. Por ejem- presencia o ausencia de alguna propiedad, ya que
plo, contratar a alguien es algo que sólo puede ha- aun este modesto nivel permite la identificación de
cer una persona que se encuentre en posición de covariaciones entre las variables.7
contratar o despedir trabajadores. Puede no haber Como ya se insinuó antes, tal vez lo mejor sea
partidos políticos que explícitamente confiesen una considerar los esfuerzos de Lazarsfeld como meto-
política racial. La cuestión de colnprar una casa en dológicos, no filosóficos; es decir, como la búsque-
cualquier barrio puede no ser ningún problema da de un modo de hacer que la investigación social
en casos particulares. La idea es que el concepto fuese una ciencia de base empírica. Sin embargo,
debe ser elaborado en términos de cuáles mani- hay allí una metafísica del realismo ontológico en la
festaciones apropiadas, en caso de que ocurrieran, medida en que sólo tiene sentido hablar de índices
serían indicadores apropiados de "prejuicio". El si- si se puede afirmar que "representan" -algo. No obs-
guiente paso es pensar en las formas en que esas tante, aunque Lazarsfeld hablara de una conexión
manifestaciones se pueden observar como datos. abstracta entre los conceptos científicos y el mundo,
En el caso del análisis de variables esto probable- en la práctica su estrategia se efectúa por medio de
mente incluirá encuestas y cuestionarios, aunque correlaciones entre índices y la fuerza y estabilidad
no necesariamente. Las técnicas particulares de que muestran, si existen, en los diversos estudios.
recabación de datos e instrumentos de medición Pero no hay manera real de fincar la conexión de
utilizados dependerán, sin embargo, de las exi- índices con los "objetos" o las "propiedades" que
gencias prácticas de la investigación. La mayor putativamente representan. Aunque, por ejemplo,
parte de los conceptos resultarán, con frecuencia, el concepto de "prejuicio étnico" tiene un significa-
combinaciones de indicadores, y no una sola me- do de sentido común, su conexión con las acciones
dida. Dado que la mayor parte de la investigación o los sentimientos —los fenómenos que se supone
social se interesará en más de un solo constructo, representan, y que, en cierto sentido, son empírica-
las descripciones empíricas se edifican descu-
briendo patrones entre los indicadores en térmi-
7 Véase Ackroyd y ilughes (1991). Hay muchos otros que tra-
nos de su covariación e interrelaciones, y de todo tan estas técnicas.

124 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 125

mente observables mediante las respuestas a cues- prueba hipótesis. Aunque pocas o ninguna de las
tionarios y a otros instrumentos—, también es cues- ciencias sociales podían emular la psicología, en el
tión de juicio de sentido común de parte de los in- sentido de ser capaces de efectuar experimentos de
vestigadores, y no una derivación teórica estricta laboratorio, mediante métodos estadísticos de par-
como lo sería, por ejemplo, en la física. La validez tición se podían lograr buenas aproximaciones a la
teórica se debe a la posición soberana otorgada a lo lógica del diseño experimental en medios no expe-
empírico, ya que la adecuación de un constructo rimentales de investigación social.
queda determinada por patrones que se encuentran Sin embargo, y pese a que la concepción lazars-
entre las variables o índices mensurables. Se atribu- feldiana se ha convertido virtualmente en el estilo
ye importancia especial al hecho de operacionalizar ortodoxo de investigación social, considerado por
los conceptos para convertirlos en indicadores algunos como el método de la investigación social
medidos y observables. Según Lazarsfeld, los indi- empírica, no le han faltado críticas. Hubo quienes
cadores son aquello con lo que trabaja la investiga- objetaron el modo en que la realidad de los fenó-
ción de las ciencias sociales, e indican algo, en di- menos y procesos sociales, en toda su integridad, ri-
versos grados, si muestran patrones detectables de queza, complejidad y flujo, quedaba oculta tras lo
asociación entre sí. En otras palabras, los patrones que no era más que un aparato descriptivo cuyo ca-
de asociación consistentes descubiertos en toda una rácter debía más a los requerimientos técnicos de
gama de estudios son, para Lazarsfeld y para el aná- crear los instrumentos de medición y de manipular
lisis de variables más en general, buena evidencia las estadísticas que al deseo de captar auténtica-
de que la investigación ha descubierto verdaderas mente las conexiones subyacentes entre los ffs , •ó-
relaciones causales entre los fenómenos de interés. menos que se supone describía (véase Benson y
Así, para la ciencia social empírica el lenguaje Hughes, 1991). Algunos de estos temas se desarro-
de las variables ofrecía un medio de expresar rela- llarán más en el capítulo V.
ciones en datos y, como tal, una manera de descri- Otra dificultad era que el análisis de las varia-
bir objetiva y cuantitativamente los fenómenos. To- bles era intencionalmente ateórico, método ubicuo
dos los fenómenos que son de interés para la para buscar patrones en los datos como camino ha-
investigación social, incluyendo los estados objeti- cia la formulación de teorías. Las teorías explica-
vos, podían ser conceptualizados y medidos al ban los patrones, pero antes se necesitaban éstas
menos en cierto nivel, correlacionados y manipula- para obtener mejores teorías. Es decir, aunque
dos de diversas maneras por las técnicas formales unas ideas teóricas "vagas" imbuirán los tipos de
del análisis variable. Se podían formular y poner a variables que serán investigados, o que serán consi-

126 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 127

derados variables independientes, variables depen-


dientes mediadoras, etc., su significación quedará CONJUNTOS SOCIALES FRENTE A INDIVIDUALISMO
determinada por patrones y correlaciones empíri- METODOLÓGICO
camente confirmados que aparezcan en los datos.8
En pocas palabras, el método resulta una estrategia Como lo había sostenido Durkheim, las ciencias so-
para la formación de teorías empíricas que, como ciales no se preocupaban por los fenómenos indivi-
veremos, 110 llegan a ser el tipo de generalizaciones duales como tales sino por fenómenos colectivos
teóricas que eran el objetivo de las ambiciones de que, desde luego, incluían esos estados individuales
los positivistas.9 de conciencia que reproducían la comprensión y la
Este enfoque tampoco pudo evitar compromisos visión colectivas. Las ciencias sociales trataban de
filosóficos y problemas de índole ontológica. No grupos y colectividades de varias clases, institucio-
sólo incluía una concepción del método científico nes, culturas, sistemas completos de interacción y
y de cómo se podía aplicar en las técnicas y prácti- procesos que, por decirlo así, son más que la suma
cas de la investigación, sino que también tuvo que de fenómenos individuales y, como lo dijo Durk-
enfrentarse a ciertos problemas acerca de la natu- heim, tienen una realidad por derecho propio. La
raleza de los fenómenos sociales. Aunque el enfo- economía trata de instituciones interesadas en la
que pretendía ser "neutral" con respecto a los com- producción y distribución de bienes; la sociología,
promisos teóricos, al ser propuesto como método de clases, grupos, instituciones y hasta sociedades
ubicuo para poner a prueba cualquier teoría que enteras; la ciencia política, de gobiernos, partidos
surgiera, hubo dudas sobre si, dentro de este marco, políticos, votaciones, y más. Y sin embargo, como
podía enfrentarse de modo adecuado, por ejemplo, en el caso de los estados mentales, esos fenómenos
la idea tan afanosamente propuesta por Durkheim: colectivos no son, en sí mismos, lo que un positivis-
que la sociedad no era reductible a las propiedades ta consideraría directamente observables. Por ejem-
de los individuos. plo, no podemos observar clases sociales, el sistema
económico, el capitalismo y similares, por lo cual,
¿qué estatus ontológico pueden poseer tales con-
8 Casi no puede haber duda de que el pensamiento de La- ceptos? Una vez más, como enérgicamente lo dijo
zarsfeld le debió tnucho a su compromiso con la investigación de Durkheim hablando de la realidad de los fenóme-
encuestas.
Esto es evidente en la obra de Blalock, tal vez el principal
nos colectivos, "La sociedad no es una simple suma
exponente de la modelación causal en sociología. Véase, por de individuos. Antes bien, el sistema formado por
ejemplo, Blalock (1984). su asociación representa una realidad específica
128 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 129

que tiene sus propias características" (Durkheim, servable salvo en sus manifestaciones individuales"
1966: 103). En suma, la realidad social trasciende a (Lesnoff, 1974: 77).
la de los individuos. Al igual que en la naturaleza, Aquí parece patente la paradoja; por una parle,
también ocurren en el mundo social, definitiva. la afirmación de que los conjuntos sociales eran rea-
mente, conjuntos que no sólo son agregados de los les dependía del hecho de que no fuera posible re-
elementos individuales que los integran sino que ducir completamente las declaraciones acerca de
son unidades orgánicas, más que la suma de sus ellos a aseveraciones acerca de individuos; por otra,
partes. Esos todos nacientes no se pueden reducir a la evidencia de la realidad de los conjuntos sociales
las partes que los componen. parecía depender por completo de una evidencia
Podría decirse que para la viabilidad de las cien- derivada de conductas individuales observables.
cias sociales es necesaria una buena confirmación Aun cuando Durkheim, entre otros, había afirmado
de este tipo de pretensión, y eso afirmó Durkheim, estar mostrando que las características y la conduc-
pues sin ella el estudio apropiado de la conducta ta individuales variaban con factores contextuales
humana, se le considere social o no. se convertiría sociales, o eran determinadas o causadas por ellos,
en psicología o en una de sus ramas. En el aspecto los datos en que se basaban tales conclusiones siem-
filosófico, la cuestión es ontológica en lo tocante a pre podían remitirse en sus orígenes a la observa-
la realidad de las entidades sociales (Lukes, 1970; ción de individuos.
O'Neill, 1973; Sharrock, 1987). Como lo hemos vis- Es indudable que se pueden predecir propieda-
to, Durkheim afirmó que las entidades sociales des de los conjuntos sociales que no se pueden pre-
eran "cosas" reales, aunque no fuesen "cosas" ma- decir de un individuo. Puede decirse que una so-
teriales. Sin embargo, no era tan fácil resolver ope- ciedad o un grupo es estratificado, jerárquico,
racionalmente las cuestiones. La evidencia empíri- democrático, dividido en clases, etc., mientras no
ca aducida para los hechos sociales se derivaba, pueden afirmarse las mismas características de un
básicamente, de los individuos. De modo directo individuo. Como último ejemplo, puede decirse
sólo se podía observar la conducta individual, ya que los grupos mantienen su identidad pese al rem-
fuese en forma de respuestas a cuestionarios, prue- plazo de sus miembros. Y también que es posible
bas de actitudes, observaciones etnográficas, índi- demostrar que el carácter de los grupos influye so-
ces registrados de la frecuencia de actividad delicti- bre la conducta de sus miembros. En muchos siste-
va, índices de suicidio, preferencias de los votantes, mas jurídicos algunas asociaciones son tratadas
compras generalizadas o cualquier otra cosa. En como si fueran personas, con derechos y obligacio-
pocas palabras, "nada en los hechos sociales es ob- nes distintos de los de sus miembros. Los econo-
130 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 131

mistas hablan de la empresa e incluso tienen teorías car más que esto; es decir, deberá significar que el
acerca de ella. Y sin embargo, hasta cierto punto, conjunto de descripciones individuales pertinentes
esas observaciones están erradas. Aunque en el len- no agota lo que puede decirse acerca del conjunto
guaje jurídico y en el ordinario podemos hablar de social. De este modo, por ejemplo, puede propor-
este modo y lo hacemos, la cuestión es saber si esto cionarse "la sociedad británica" como nombre de
es legítimo científicamente y, en caso afirmativo, qué una colectividad social y el número de propiedades
justificaciones ontológicas y epistemológicas pue- abarcadas por él, como "es una monarquía", "es
den darse para hablar así. Las respuestas a esto afec- miembro de la Unión Europea", "tiene un bajo ín-
tan las interpretaciones verosímiles que se pueden dice de delincuencia en comparación con las socie-
ofrecer de las operaciones de investigación que su- dades X, Y, Z", "tiene una tasa de inflación de X%",
puestamente miden o indican los fenómenos colec- etc. Sin embargo, lo que se trata de saber es si cada
tivos. una de estas declaraciones, aunque implique la ver-
Desde luego, el problema tal como fue planteado dad de un puñado de aseveraciones acerca de indi-
no exige hacer una elección entre la realidad de los viduos —su conducta en las elecciones, en el merca-
conjuntos sociales o la realidad de los individuos; do, su obediencia a la ley, sus actitudes y creencias,
no es ni necesita ser cuestión de la una o la otra. y muchas más— es simplemente reductible a una lis-
Para sostener la opinión de que hay a la vez indivi- ta de tales declaraciones individuales, por muy
duos y conjuntos sociales, mientras se acepta al mis- grande que sea su número. En caso contrario, ¿qué
mo tiempo que los últimos no son observables en ha quedado que no sea así reductible? (véase Coul-
forma directa, también necesitamos poder afirmar ter, 1982).
que, si algo va a ser verdaderamente predicado De acuerdo con la doctrina del "individualismo
como conjunto social, esto deberá implicar la ver- metodológico" no queda absolutamente nada, ya
dad de las descripciones de los individuos que, en que todos los hechos llamados colectivos son, en
parte, comprenden el conjunto social. Sin esta con- principio, explicables en términos de hechos acerca
dición sería imposible poner a prueba las declara- de individuos. Según esta opinión, las referencias a
ciones acerca de los conjuntos sociales por medio conjuntos o colectividades sociales son referencias
de la observación, ya que éstos no son observables, esencialmente sumarias a las características y pro-
aunque los individuos sí lo sean (Mandelbaum, piedades de individuos, y estas últimas podrían
1955; Lessnoff, 1974: 80-81). Pero, asimismo, la des- remplazar a las primeras sin dejar residuo. En otras
cripción de los conjuntos sociales, aunque implique palabras, lo "real" se limita a lo que se puede ob-
verdaderas descripciones de individuos, debe abar- servar, y éstas son las características y propiedades
132 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 133

de individuos. Lo más que ontológicamente se que, en el lenguaje ordinario, se recurría a cosas


puede decir de los conjuntos sociales, dado que nun- como el "espíritu del pueblo", "la memoria racial",
ca se pueden ofrecer concretamente a la observa- "el espíritu de una época", la "conciencia de clase",
ción, es que son una categoría de entidades teóricas "el pueblo", etc., esto, o bien era un modo descui-
que sólo tiene conveniencia explicativa (véase, por dado de hablar en busca del puro efecto o, en el me-
ejemplo, Hayck, 1964: 5-15). La realidad ontológica jor de los casos, una manera convenientemente su-
sólo es atribuible a individuos, mientras que los con- maria de referirse a grandes números de individuos
juntos sociales son considerados como entidades en alguna capacidad o, en el peor de los casos, algo
abstractas o teóricas no observables pero que tienen acientífico e ignorante. En las ciencias sociales éste
una utilidad explicativa, un tanto parecida a ciertos era en esencia el argumento de Weber: las referen-
tipos similares de conceptos teóricos en la física y en cias a entidades colectivas como "el Estado", "la or-
las otras ciencias naturales. ganización burocrática", "el espíritu del capitalis-
Para algunos, esta interpretación tuvo enorme mo", etc., eran expresiones sumarias utilizadas por
importancia, pues pareció acercar aún más las cien- la simple conveniencia de no tener que expresar to-
cias sociales a la práctica de la ciencia natural, en das las declaraciones acerca de los individuos que
que un principio de reducción, es decir, la deriva- las componían) °
ción lógica de las generalizaciones, por ejemplo de Sin embargo, para otros "individualismo meto-
la química, a partir de la generalización más inclu- dológico" resultaba demasiado timorato y, además,
siva de las de la física, podía verse en acción por me- parecía conducir a un reduccionismo psicológico
dio de una jerarquía de la explicación, partiendo de en que todos los denominados hechos sociales, in-
la física más fundamental y las leyes absolutamente cluyendo las propiedades y atributos de los indivi-
generales acerca de la conducta de los procesos fí- duos, eran reductibles, a la postre, a explicaciones
sicos en pequeña escala, hasta aquellas generalida- en términos de disposiciones psicológicas. Sin duda
des que se aplicaban a fenómenos más sólidos, Durkheim habría planteado esta objeción. A los
como la conducta de los objetos, incluyendo la de
los seres vivos. También dio la impresión de evitar los lo Según Weber, los conceptos colectivos "tienen un signifi-
cado en las mentes de personas individuales, en parte como algo
lapsos metafísicos de los que parecían herederas las que en realidad existe, en parte como algo con una autor idad
ciencias sociales, particularmente los de reificar co- normativa [...] Así, por ejemplo, uno de los aspectos importan-
lectividades y atribuirles unas cualidades que, pro- tes de la existencia de un Estado moderno [. ..] consiste en el he-
cho de que la acción de diversos individuos es orientada hacia la
piamente hablando, sólo podían pertenecer a indi- creencia de que existe o debería existir, de modo que sus actos y
viduos y sus relaciones entre sí. En la medida en leyes son válidos en el sentido jurídico" (Weber, 1978: 14).
134 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSMVISMO Y LENGUAJE 135

conjuntos sociales se les debía dar un carácter me- una persona para con sus hijos no pueden com-
nos efímero que el de simples entidades teóricas o prenderse sin la descripción relacional "padre"; ser
expresiones sumarias y, en cambio, darles una con- arrestado por una persona no se puede compren-
cepción más congruente con una visión de ellos der a menos que entendamos la identidad institu-
como verdaderos factores causales. cional "policía". En pocas palabras, todo el contex-
Desde luego, como ya se insinuó, el reduccionis- to relacional que es la vida social no es reductible a
mo metodológico no necesariamente implica un re- disposiciones psicológicas.II Desde luego, esto no
duccionismo psicológico, es decir que las únicas ex- es disponer de las explicaciones psicológicas como
plicaciones válidas de la vida social son las que se pertinentes a la explicación de la conducta social
han puesto en términos de disposiciones psicológi- humana, pero tampoco pretende serio; simplemen-
cas humanas. Por ejemplo, George Homans (1967) te se trata de reservar lugares para la respectiva dis-
arguyó que la sociología podía ser "reducida" a psi- posición de las explicaciones sociales y psicológicas.
cología en el sentido de que sus leyes pueden deri- ¿A qué se reduce todo esto, metodológicamente?
varse lógicamente de las de la psicología, así como ¿Cuáles son las implicaciones de estas ideas para la
las leyes de la química pueden deducirse de las le- investigación social? El problema se plantea para las
yes más generales de la física. Por otra parte, la so- ciencias sociales de la siguiente manera: "indivi-
ciología, junto con otras ciencias sociales, afirma duos" y "conjuntos sociales" no son fenómenos dis-
que la acción humana es, al menos en aspectos im- cretos y separados; los últimos quedan definidos y
portantes e irreductibles, el resultado de la interac- conceptualizados, en gran parte, en términos de los
ción con otras. Es decir, reconoce que existen "pro- primeros, porque sólo son observables los indivi-
piedades nacientes" que se desprenden de que los duos, sus atributos y su conducta. Si esto es correc-
individuos interactúan con otros, propiedades que to, entonces resulta extremamente difícil establecer,
no están presentes en el individuo por sí solo. La in- teórica y empíricamente, la realidad de los conjun-
teracción misma es una de esas propiedades na- tos sociales independientemente de la realidad ya
cientes, y todo lo que se deriva de esto, como la aceptada de los individuos. Mas, para el positivista,
posibilidad de poder entre dos o más personas, in-
tercambio, posición social, cooperación, conflicto, y II Las sociologías estructuralistas, a veces derivadas de inter-
mucho más. En realidad, al describir las acciones pretaciones de Marx combinadas con ideas tontadas de la lin-
de individuos a menudo tenemos que hacer refe- guistica, llevan esto más allá y ven al individuo como "portador"
de estructuras relacionales más grandes, de tal manera que estas
rencia a su posición institucional para comprender estructuras actúan por medio del individuo. Véase, por ejemplo,
las acciones que están efectuando. Las acciones de Althusser (1969). Estas ideas serán abordadas en el capítulo vin.
136 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 137

si no se puede dar una base observacional a los todológico, la interpretación de las pautas produci-
conjuntos sociales, son poco más que entidades me- das nos conducirá a un tipo de interpretación teóri-
tafísicas, y los datos que supuestamente son acerca ca diferente que si estamos persuadidos de otras con-
de las entidades están disfrazándose de datos cien- cepciones. Las pautas empíricas del análisis de
tíficos. variables no resolverán este tipo de cuestiones. Éste
La práctica del análisis de variables fue una ma- es un problema al que volveremos, bajo otro aspecto.
nera de pasar por encima de estos problemas en la
investigación. Para sus propósitos, todo lo que se
necesita son unos modos de indicar las propieda- LA NATURALEZA DE LAS GENERALIZACIONES
des de "objetos", ya se trate de individuos, colecti- Y EL ESTATUS DE LA TEORÍA
vidades, agregados o hasta sociedades enteras. Sin
embargo, al pasar por alto estas cuestiones se co- Mientras la tradición positivista hacía grandes es-
mete petición de principio. Mientras parece ofre- fuerzos por resolver sus problemas filosóficos, la in-
cer indicadores de los fenómenos colectivos, deja vestigación basada en el análisis de variables seguía
abierta la cuestión de cómo se deberán interpretar adelante. Esto tal vez no deba sorprendernos, dado
estos indicadores; por ejemplo, si reflejan simples el énfasis hecho en la observación empírica como
fenómenos acumulados, como los indicados por primer ingrediente de la ciencia. Por ejemplo, tanto
alguna operación igualadora de las variables deri- Bacon como Mill, separados por muchos años, anhe-
vadas de individuos, tal como podríamos calcular losos por explotar y defender el método de la expe-
un ingreso promedio para reflejar los ingresos de un rimentación, consideraron la naturaleza y sus leyes
grupo particular de trabajadores, o si representan como si ya estuvieran esperando simplemente ser
unas propiedades nacientes auténticamente colec- descubiertas por los métodos empíricos correctos.
tivas. Podemos calcular esos índices, pero la afir- Cualesquiera que fuesen las preguntas acerca del
mación ontológica es anterior a las elecciones de significado del análisis de variables, esto sin duda les
los indicadores, ya que —puede suponerse— el in- pareció a muchos un método auténticamente cientí-
dicador debe reflejar las propiedades del fenóme- fico, que aceptaba el énfasis de la ciencia natural en
no al que supuestamente "representa". No es que la medición por medio de la generación de estadís-
no puedan producirse indicadores pero, habién- ticas, y la sustitución de métodos experimentales
dolo hecho, ¿qué inferencias nos permite hacer -
12 Véase Lazarsfeld y Menzel (1969) para un intento de re-
esto acerca del carácter del fenómeno subyacen- solver tales cuestiones dentro del marco analítico de las varia-
te? 12 Si nos inclinamos hacia el individualismo me- bles.
138
POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 139

por medio de la manipulación de relaciones estadís- constantes, las leyes se aplicaban y actuaban sujetas
ticas de correlación y de asociación. a condiciones simplificadoras. Las variaciones de lo
En general llegó a creerse que el objetivo de la que la ley establecía podían explicarse por circuns-
ciencia era producir generalizaciones o leyes que tancias especiales que pudieran ser elaboradas bajo
establecieran las relaciones causales que se sostenían la condición de "en condiciones constantes". Por
entre los fenómenos del universo. La ciencia natu- ejemplo, la generalización de que el agua hierve a
ral había progresado al descubrir las conexiones in- 100 grados centígrados presupone (aun cuando al-
variantes y necesarias entre los fenómenos en un guna declaración particular de la ley pudiera no
universo ordenado y que seguía sus leyes. Galileo, mencionarlo) que la presión del aire debe ser equi-
Newton, Darwin, después Einstein y otros, habían valente a la del nivel del mar, que el agua esté sufi-
contribuido, cada quien a su modo, haciendo una cientemente pura, etc. El verdadero problema era la
declaración precisa y universal sobre cómo opera- necesidad. Como lo ha señalado Outhwaite, la ma-
ban ciertos fenómenos y, aprovechando estas decla- nera más obvia era considerar que la fuente de la
raciones, los científicos tenían la capacidad de pre- necesidad era inherente a la naturaleza de las cosas,
decir con asombrosa precisión los acontecimientos y sin embargo otros consideraron que esto era an-
del mundo natural. Parecía que tales declaraciones tropomórfico o trivia1.13 La tradición positivista,
eran universales en el sentido de que especificaban con su presuposición de que el conocimiento empí-
que todos los acontecimientos de una índole parti- rico era el único conocimiento posible de la reali-
cular estaban invariablemente conectados con otros dad, daría a las leyes una interpretación empírica si-
acontecimientos y tenían la forma lógica básica de guiendo las ideas de Hume y de otros filósofos de
"Si A entonces B." El problema estaba en compren- la tradición empírica británica.
der cómo funcionaban estas declaraciones. Por ejem-
plo, ¿expresan una necesidad que es inherente a la
naturaleza de las cosas mismas o, como lo propuso Las leyes como generalizaciones empíricas
el filósofo del siglo xvm David Hume, una propen- Hume sostuvo que la idea de causa no es más que
sión psicológica natural a proyectar tal conexión a el resultado de repetidas observaciones de un obje-
la naturaleza?
to que sigue a otro, o de un acontecimiento que si-
Pero la comprensión de por qué las leyes abarcan
tanto la invarianza como la necesidad no resultó di- 13 Al llegar el siglo xvti la idea de "leyes de la naturaleza" em-
pezó a perder sus tonalidades teológicas y, por lo tanto, la idea
recta. La invarianza de la regularidad era el proble- de que aquéllas eran, de alguna manera, expresiones de la vo-
ma menor, ya que podía verse que, en condiciones luntad de Dios. Véase Outhwaite (1987).

140 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 141

gue a otro. Según Hume, las ideas eran impresiones zaciones causales en resultado de la experiencia
obtenidas por los sentidos, y su interpretación de la sensorial, no podían ofrecer garantía de que las ge-
causa fue congruente con este punto de vista. El co- neralizaciones se sostuvieran en el futuro, y-a que se
nocimiento de las causas era el resultado de sensa- basaban en una evidencia que sólo se podía recabar
ción y de costumbre. Por ejemplo, la razón, por sí en el pasado y en el presente: se aplicaban a los
sola, no podía llegar a la idea de que el calor hacía acontecimientos hasta aquí. Por definición, la con-
que el agua hirviera, o de que la gravedad hacía que junción constante no podía ser observada hoy para
los cuerpos cayeran, sin una experiencia en que ba- experiencias futuras, y en el futuro el agua tal vez
sarse. Decir que A causa B es decir que A y B están hirviera a los 80 y no a los 100 grados centígrados.
"constantemente unidas", es decir, que siempre La respuesta de Hume a esto sería que, en realidad,
ocurren juntas en nuestras sensaciones; la conexión no podía haber garantía de que tales generalizacio-
causal es atribuida a la naturaleza, pero no obser- nes, ni aun las mejor establecidas por la ciencia,
vada en ella. Por medio de repetidas observaciones continuaran siendo válidas en el futuro. Sin embar-
de conjunciones similares, por costumbre llegamos go, sólo podemos basar nuestras expectativas para
a esperar que estén, y siempre estén, causalmente el futuro sobre la experiencia pasada, de modo que
relacionadas. todo lo que podemos hacer es extrapolar éstas al fu-
turo. Por consiguiente, el conocimiento de las co-
La idea de causa y efecto se deriva de la experiencia, nexiones empíricas, de las causas y de los efectos
que nos informa que tales objetos particulares, en to- nunca es absolutamente seguro sino sólo probable;
dos los pasados ejemplos, han estado unidos entre sí. es decir, jamás podemos tener confianza absoluta
Y cuando se supone que un objeto similar a uno de és- en su conexión repetida en el futuro.
tos está inmediatamente presente en su impresión, su-
Una declaración causal general, según esta opi-
ponemos a partir de ello la existencia de uno similar
nión, era un resumen de nuestras sensaciones de
como su habitual acompañante [Hume, 1978: 89-901.
dos conjuntos de fenómenos, y constituía lo que
normalmente se llama una generalización empírica.
Sin embargo, en algunos respectos esto no pare-
Para determinar las causas, formulamos categorías
ce llegar lo bastante lejos. Se consideraba que las le-
de objetos o de hechos sobre la base de sus respec-
yes universales eran precisamente eso: universales
tivas similitudes. La relación entre ellas es observa-
tanto en tiempo como en espacio, aplicándose al
da, natural o experimentalmente, y se anota la se-
pasado, al presente y al futuro. Sin embargo, los ra-
zonamientos de Hume, al convertir a las generali- cuencia. Si descubrimos que en un número
suficiente de casos hay una conjunción constante
142 POSMVISMO Y LENGUAJE POSMVISMO Y LENGUAJE 143

de la causa putativa seguida por su efecto corres- formidad de la naturaleza, a la que había llegado
pondiente, esperamos que esta asociación se sos- por medio de un proceso inductivo de razona-
tenga en el futuro, aunque no hay garantía de que miento en el que las acumulaciones de inducciones
así será. De este modo tenemos nuestra generaliza- de uniformidades individuales en la naturaleza son
ción causal. la base de la inducción absolutamente válida de que
Más adelante John Stuart Mill aportaría nuevos ar- la naturaleza es uniforme. La inducción se justifica-
gumentos a la interpretación empirista de las leyes. ba por inducción.
Definió los conceptos diciendo que se remitían a cla- En cambio, Mill reconoció que la vida no era tan
ses de objetos que demostraban una similitud con sencilla. En la naturaleza las cosas no parecen rela-
respecto a alguna propiedad. Hombre, mujer, vaca, cionadas unas con otras de la manera más simple.
muchacha, temperatura, energía, catolicismo, etc., Pequeñas regularidades empíricas se traslaparían,
serían conceptos en los términos de Mill porque dando la apariencia de irregularidad; algunas pare-
cada palabra representa un grupo de objetos que tie- cerían regulares sólo porque eran comúnmente
nen características similares. Al método de relacio- producidas por otro agente causal no tan visible, y
nar conceptos dentro de proposiciones sintéticas (es así sucesivamente. Las diversas regularidades cau-
decir, proposiciones que son empíricas, en oposi- sales absolutas sólo podían ser descubiertas deri-
ción a a priori —y las únicas pertinentes a la ciencia, vando sistemáticamente una uniformidad de otra
en opinión de Mill—) lo llamó "inducción", es decir, mediante métodos experimentales de manipula-
"esa operación de la mente por la cual inferimos que ción. Según Mill, el resultado final de la aplicación
lo que sabemos que es verdad en un caso o casos par- de estos métodos serían unas generalizaciones cau-
ticulares será verdad en todos los casos que se ase- sales absolutas.
mejen al primero en ciertos respectos asignables" Sin embargo, hasta para los minuciosísimos em-
(Mill, 1961: 188). piristas esta interpretación de la naturaleza de las
Mientras que Hume justificaba la generalización leyes tenía sus puntos flacos. Los métodos de Mill
a partir de ejemplos particulares por los motivos estaban firmemente basados en la suposición de
prag-máticos de que el futuro —posiblemente— no que la naturaleza es uniforme, tiene leyes absolutas
sería diferente del pasado, Mill sostuvo que podía y está causalmente interrelacionada y que, por lo
hacerse la inferencia inductiva de que el conoci- tanto, el lenguaje necesario para describirla debía
miento que tenemos de algunos casos será verdad ser, asimismo, causal. Casi no había necesidad de
en todos los casos en todos los tiempos, pasado, hablar de teorías. Aunque había jerarquías de leyes
presente y futuro. Justificó esto apelando a la uni- —las de Newton ocupaban el pináculo— las leyes ge-
144 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 145

nerales no son más que generalizaciones empíricas


ciencia. Éstas, se sostuvo, sólo puede aportarlas la ló-
que se han descubierto, como las generalizaciones
gica en que la determinatividad, la necesidad, es con-
más restringidas, por la aplicación de métodos em-
píricos de investigación. La fuente de toda ley secuencia de la estructura deductiva. Si se siguen las
reglas deductivas la conclusión de un argumento ló-
empírica es la generalización empírica; esta conclu-
gico debe seguirse de las premisas generales. Esta
sión se basa en la presuposición de que la naturale-
interpretación de la explicación científica, como una
za obedece sus leyes y es uniforme. En otras pala-
unión entre proposiciones empíricas y las certidum-
bras, apegarse a las leyes es una característica de
bres de la lógica deductiva, llegó a ser conocida
la naturaleza misma.
como el "modelo hipotético-deductivo" de la expli-
A pesar de todo, el moderno pensamiento posi-
cación científica.
tivista y empírico sostiene que la interpretación de
las leyes causales caracterizada por la filosofía de la
ciencia de Mill es simplemente ingenua. El conoci-
EL MODELO DE EXPLICACIÓN HIPOTÉTICO-DEDUCTIVO
miento en la ciencia es seguro, no probable. Por
consiguiente, aunque reconociendo la naturaleza
Según esta escuela, una teoría científica consistía en
esencialmente empírica de las leyes, se sostuvo que
un conjunto de declaraciones conectadas por reglas
su certidumbre se deriva del empleo de las cone-
lógicas. La ley fue expresada como declaración uni-
xiones rigurosas y necesarias establecidas por la in-
versal de la forma "Siempre que A, entonces B."
ferencia deductiva en las matemáticas y en la lógica,
Cuando estas generalidades se unen a otras decla-
y no por la inducción. De este modo, "todos los cis-
raciones que dan las "condiciones iniciales" (es de-
nes son blancos", si se interpreta como una genera-
cir, que declaran las circunstancias empíricas a las
lización empírica, deberá verificarse una y otra vez
cuales se aplica la ley), entonces se puede deducir
a cada nueva observación de los cisnes. Semejante
una hipótesis que puede ponerse a prueba contra la
inferencia no puede justificar inferencias para el fu-
observación empírica. 14 La concepción de "dar una
turo, así como la declaración "Todos los primeros
explicación" de un hecho llegó a significar, para los
ministros británicos son varones" es algo que sim-
positivistas, que se puede predecir un hecho como
plemente se refiere a la experiencia del pasado, has-
ta que la señora Thatcher llegó a primera ministra, 14 Por ejemplo, si la ley afirma que 'cada vez que se deja caer
y no habría podido decir nada acerca del futuro, azufre en una llama encendida", la llama se vuelve amarilla, las
condiciones iniciales podrían decir "se ha dejado caer azufre en
como sí lo haría una ley científica. El puro empiris- la llama de esta vela", lo que autoriza la conclusión-predicción de
mo no puede generar las leyes universales de la que la llama de esta vela se volverá amarilla.
146 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 147

consecuencia lógica de las declaraciones teóricas, tífica es explicación causal en que "la explicación de
junto, desde luego, con la especificación de "condi- un hecho significa deducir una declaración que lo
ciones iniciales". Esta interpretación pareció resol- describe, utilizando como premisas de la deducción
ver buen número de problemas, entre ellos las de- una o más leyes universales, junto con ciertas de-
ficiencias de la idea de inducción como base para la claraciones singulares, las condiciones iniciales".15
universalidad de las leyes científicas. Aunque decla- Las leyes científicas son declaraciones causales que
raciones de la forma "siempre que A, entonces B" describen hechos en la naturaleza y que pueden ser
no pueden demostrarse o verificarse lógicamente verdaderas o falsas; su verdad o falsedad queda de-
de manera concluyente, sí pueden ser refutadas por terminada por observación.
un contraejemplo en que A no va seguida por B. Es Otra cuestión que la combinación de empirismo
la naturaleza absoluta de la "generalización univer- y de lógica pareció resolver fue analizada antes en
sal", es decir, cada vez que ocurre A, siempre va se- relación con la observabilidad —o falta de ella— de
guida por B, la que afirma su posible vulnerabilidad los conjuntos sociales. Una teoría, interpretada del
a la refutación. Dado lo que dice la generalización, modo que acabamos de analizar, era evidentemen-
sólo es necesario que una vez se dé el caso de que te más compleja de lo que parecería implicar "Siem-
ocurra A sin ser seguida por B para que quede re- pre que A, entonces B." La teoría puede contener
futada la afirmación de que cada vez que ocurre A postulados y conceptos que no están sometidos a
también ocurre B. Karl Popper, quien se disoció de la prueba observacional. Tales conceptos servían a
los positivistas aun cuando otros lo contaran entre un propósito heurístico dentro del lenguaje teórico.
ellos, a lo largo de su carrera negó la posibilidad de Por lo tanto, aunque las teorías aún recibían una in-
la validez de llegar a una ley general empleando el terpretación empírica, llegó a dejarse más espacio a
razonamiento deductivo, y en cambio propuso la in- los no observables, a conceptos que, para ser ver-
terpretación de la falsación o refutacionista de la daderos, no dependían directamente de que co-
naturaleza de las leyes científicas, como lo veremos rrespondieran con el mundo. La estructura formal
en el próximo capítulo. de una teoría era tan compleja y detallada que a me-
La universalidad de la ley tampoco puede ser nudo se hacían necesarios unos "conceptos teóricos"
cuestión de probabilidad, ya que esto, de hecho, di-
ría que la ley a veces era cierta y a veces no. Sin em- 15 Popper (1959: 59). Para Popper la posibilidad de que una

bargo, las leyes científicas están sometidas a confir- teoría fuese refutada por evidencia empírica era la que determi-
naba la distinción entre las teorías científicas y las teorías no
mación empírica, y la deducción participa en el científicas. En su opinión, muchas de las teorías de las cielicias
método de ponerlas a prueba. La explicación cien- sociales podrían volverse acientíficas.
148 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 149

para la conveniencia de la manipulación lógica y ma- nación de matemáticas-cum-lógica y la interpreta-


temática. Ya no se consideró necesario que todos los ción esencialmente empírica de las leyes fue la que
conceptos de una teoría tuviesen un significado em- les dio a las leyes su "certidumbre". Esta "certidum-
pírico. Una manera de expresar esto era hablar de bre" era una ficción, desde luego conveniente y útil,
un lenguaje teórico y de un lenguaje observacional, pero no dejaba de ser ficción, ya que no podía ocul-
unidos ambos por reglas de correspondencia que in- tar el carácter provisional del descubrimiento cien-
terpretaban empíricamente algunos de los concep- tífico. Al fin y al cabo, en la historia constaba que
tos teóricos. I6 De esta manera, la teoría aún estaba se había descubierto la falla de leyes científicas, sólo
sometida a la prueba empírica por medio de hipóte- para ser remplazadas por otras más nuevas y efica-
sis derivadas deductivamente de ella. ces. La historia de la ciencia es una historia de teo-
Estas desviaciones de la interpretación empiris- rías erróneas. Para las ciencias sociales esto era
ta, un tanto ingenua, de la explicación teórica que alentador, pues su incapacidad para formular leyes,
proponían Mill y sus seguidores, no destruyeron, así fuesen de una probabilidad solamente modera-
empero, el espíritu empirista: la reinterpretación da, podía achacarse a la mucho mayor complejidad
simplemente la enmendó para que se adaptara más de los fenómenos sociales en comparación con los de
de cerca a la que se consideró la práctica científica. la naturaleza inanimada. Los fenómenos sociales
Para las ciencias sociales éste fue un desarrollo fa- también eran más difíciles de medir con el tipo de
vorable, ya que vino a autorizar los que hoy son los precisión ya lograda en las ciencias naturales. Todo
métodos de investigación ortodoxos. La distinción esto fue tomado como señal de que la ciencia social
entre un lenguaje teórico y uno observacional fue positivista iba al menos por el buen camino al su-
decisiva. También lo fue la versión de la supuesta brayar la creación de métodos más y más refinados
certidumbre de la ciencia. La interpretación empi- de investigación, y prestar menor atención a las
rista de las leyes científicas había afirmado que sólo cuestiones de la base teórica de las disciplinas.
eran probables en el sentido de que eran tentativas,
y expuestas a revisión. Entonces, ¿cómo podía
explicarse la certidumbre? Según la versión hipoté- La explicación correlacional de las generalizaciones
tico-deductiva de la explicación científica, la combi-
A este respecto, vale la pena observar que Karl Pear-
16 Véase Nagel (1961) para un análisis de los lenguajes
- teó-
son, pionero de la biología matemática y uno de los
ricos"y "observacionales" de la ciencia. Ésa fue una concepción fundadores de las modernas estadísticas inductivas
también empleada por Lazarsfeld.
a principios del siglo xx, sostuvo que las leyes pre-
150 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 151

cisas y prístinas de la ciencia son idealizaciones, "confuso" en el que era extremamente difícil sepa-
productos de porcentajes y no descripciones del rar todos los factores potencialmente interactuantes
verdadero universo, en el que están presentes todo y, por consiguiente, poder especificar la envergadu-
tipo de "contaminaciones" (Pearson, 1911). Hasta ra de cualquier generalización putativa. Es decir, no
en la más avanzada de las ciencias naturales existe podríamos precisar cuáles casos serían determina-
toda clase de factores que afectan la relación causal dos por la generalización y cuáles por otras genera-
de interés. El resultado es que los datos tienden a lizaciones. Existen muchos factores que afectan, por
una variabilidad debida a errores de todas clases. ejemplo, el logro educativo, pero identificar cuáles
Por consiguiente, la distinción entre una relación de ellos son más importantes, cuáles pueden ser los
causal, como queda expresada en una ley, y una co- efectos interactivos entre los diversos factores,
rrelación empírica entre variables, es totalmente es- cómo otros factores desconocidos pueden afectar la
puria. Una dedaración universal de una conexión relación, en qué circunstancias se aplica la genera-
causal es simplemente el límite conceptual de la co- lización, son, todas ellas, cosas difíciles de lograr a
rrelación, pero en el confuso mundo en el que se falta de controles efectivos. Todo lo que podemos
efectúan las investigaciones no esperaríamos llegar esperar, en términos de Pearson, son correlaciones
a este límite debido al hecho de que es imposible razonablemente sólidas entre los factores más im-
excluir todo lo que pudiera afectar la conexión cau- portantes.
sal de interés. En cambio, lo que esperamos son Quedaban otros problemas. Ya hemos señalado
unas correlaciones sólidas, aunque no perfectas. En antes que el modelo hipotético-deductivo de la ex-
este caso, y basándose en este argumento, falla la plicación requería que la teoría se relacionara con
distinción entre la ciencia natural y la ciencia social el mundo por medio de reglas de transformación
—que la primera u-ata de relaciones causales, y la que convirtieran algunos de los conceptos de la teo-
segunda de correlaciones—, ya que todo lo que esto re- ría en conceptos observacionales. Para ser verdade-
fleja son las condiciones en que se pueden estimar ra o falsa la teoría dependía —sin que importara la
los errores. En realidad, semejante interpretación posición verificacionista o refutacionista pop-
también pareció convenir al hecho de que, en con- periana— de los hechos del mundo. El mundo era
traste con la mayoría de las ciencias naturales, aun- "externo" a la teoría; la teoría no le daba forma al
que no con todas, y por buenas razones prácticas y mundo sino que sólo podía responder a él. La im-
éticas, era difícil lograr condiciones experimentales portancia de un lenguaje de observación neutral es-
en la investigación social. En su mayor parte, la in- taba precisamente en esto, aunque la idea de seme-
vestigación social debíá efectuarse en el mundo jante lenguaje resultara inquietante. Las reglas de

152 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 153

transformación también resultaron igualmente rea- ción, etc. Tales medidas podían ser empleadas, y en
cias y se redujeron a lo que llegó a ser conocido realidad lo son, en el análisis estadístico de los da-
como el "problema de la medición". 17 tos. Una vez más, el operacionismo encarnó una
concepción empirista de la naturaleza de los con-
ceptos, que no correspondía a las esperanzas pues-
Generalizaciones nomológicas tas en ella. Una dificultad era que el operacionis-
y generalizaciones empíricas mo, como fue rigurosamente concebido, creaba
agudos problemas de validez. Aunque estrictamen-
Entre las soluciones positivistas a este problema se te hablando no se podía preguntar lo que una prue-
encontraron diversos modelos de medición que, su- ba medía en realidad, ya que la medida era el con-
poníase, se aplicaban a los datos de la investigación cepto, sí surgieron cuestiones de validez. Por una
social y a los contextos en que habían sido recaba- parte, podía decirse que las diferentes medidas de
dos, como lo hemos analizado antes en relación con los fenómenos, como el IQ estaban midiendo dife-
las variables y los índices. Una doctrina que ejerció rentes cosas, puesto que eran diferentes medidas.
gran influencia fue el "operacionismo", el cual es- De manera similar, las diferentes medidas de clase
taba fundamentado en la suposición de que las ca- social o de posición social estarían midiendo dife-
tegorías empleadas en la investigación empírica rentes cosas. Sin duda ésta no era una situación sa-
quedaban insuperablemente definidas en términos tisfactoria, ya que a menudo las medidas tenían que
de las operaciones empleadas para medirlas (véan- ser diferentes por muy buenas razones prácticas, y
se Bridgeman, 1927; Campbell, 1957). Por ello, se- sin embargo los investigadores seguían deseando
gún esta doctrina, el concepto de IQ queda defini- generalizar a todos los ejemplos de los fenómenos,
do como la propiedad medida por las pruebas del cualesquiera que fuesen, pese a tener que emplear
IQ conceptos similares, como clase, posición, po- diferentes medidas. Por ejemplo los físicos, después
der, autoridad, etc., quedarían definidos por los in- de todo, miden la temperatura de muy diversas ma-
dicadores empleados al medirlos. Por ejemplo, el neras, utilizando toda una variedad de instrumen-
concepto de clase podía medirse por la ocupación tos, pero todas se ven como medidas de una misma
o por el informe de los interrogados sobre la clase propiedad. Asimismo, hasta un débil operacionis-
a la que creían pertenecer, o por su nivel de educa- mo —es decir, uno que no afirme que los conceptos
eran las propias operaciones de medición sino que,
17 Por ejemplo, así es como aparece en la obra de Blalock. Véa- en cambio, adoptara la doctrina como útil impera-
se, entre estos, Blalock (1982). tivo para guiar la investigación social— conducía al
154 POSITIVISMO Y LENGUAJE
POSITIVISMO Y LENGUAJE 155

problema de relacionar conceptos empíricos con van de lo débil a lo fuerte y ninguna es perfecta, lo
conceptos teóricos.I8 que se ha atribuido a diversos tipos de errores de
Aunque los procedimientos de medición en medición y a la dificultad de controlar todos los fac-
buen número de las ciencias sociales son extrema- tores posibles. Y sin embargo, ¿a qué equivalen ta-
mente refinados, como lo son los métodos del aná- les generalizaciones? ¿Son "protoleyes" tomadas de
lisis cuantitativo de datos, sigue teniendo impor- disciplinas jóvenes e inmaduras que, sin embargo,
tancia la cuestión de la pertinencia teórica de tales podrían servir como base para leyes más sólidas?
técnicas.I8 En su mayor parte fueron diseñadas ¿O son, simplemente, generalizaciones empíricas
para explotar el principio de asociación o de corre- que describen relaciones locales y temporalmente
lación, muy en la tradición de descubrir generaliza- restringidas?
ciones empíricas, y su objetivo era medir conceptos Abordemos primero la cuestión de la naturaleza
en un nivel lo bastante elevado como para satisfacer de tales generalizaciones. Tales asociaciones nor-
las suposiciones de las técnicas correlacionales, crea- malmente se derivan de una muestra de alguna po-
das inicialmente en la genética, a principios del si- blación, y las medidas de asociación resumen las re-
glo xx. Aunque el uso de tales técnicas ha dado por laciones entre las variables de tal muestra. En
resultado cualquier número de generalizaciones cualquier muestra podría producirse un número in-
empíricas, hasta hoy ninguna se ha ofrecido corno determinado de tales asociaciones, entre todos los
ley causal. La ciencia social ha producido todo un tipos de fenómenos heteróclitos que normalmente
catálogo de asociaciones entre cualquier número de no consideraríamos de gran interés. Por consi-
variables; por ejemplo, entre clase y logro social, en- guiente, las asociaciones resumen las relaciones en-
tre logro social y movilidad, entre clase y elecciones tre las variables que parecieron de importancia su-
al votar, entre clase y enfermedad mental, entre re- ficiente para ser consideradas. Así, ¿cómo se llega a
ligión y elecciones de los votantes, entre el grado de la decisión de qué incluir dentro de un estudio,
industrialización y la violencia política interna, etc.; dado que es imposible incluirlo todo? El modelo hi-
casi demasiadas para poder enumerarlas.2° Todas potético-deductivo sugeriría que la teoría dicta lo
18 Para un útil análisis véase Pawson (1989). que se debe incluir, las variables que se deben exa-
19
Tales preguntas no sólo son planteadas por los filósofos minar, las variables que se deben controlar, etc. El
sino también por practicantes. Véanse, por ejemplo, Blalock (1982)
y Lieberson (1985). propio Mill, aunque tan empirista como el que más,
2° Véase, por ejemplo, el compendio de "descubrimientos" no negó la importancia de las hipótesis como nece-
que aparece en Berelson y Steiner (1967). Tal vez sea señal de los sarias si se quería aplicar alguno de sus métodos de
tiempos el hecho de que, desde entonces, nadie haya intentado
repetir este ejercicio. investigación y derivar consecuencias verificables

156 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 157

de las propias leyes. Mas para Mill todas las hipóte- señala la conclusión de que ninguna generalización
sis eran sugeridas por la experiencia y podían ser puede, lógicamente, entrañar una ley. El hecho de
verdaderas o falsas. Si aceptamos esto, aún no que- que A siempre, hasta hoy, haya sido seguida por B
da claro cómo podría decirse que las asociaciones no implica que siempre será seguida por B. En rea-
entre variables pudieran ser teóricamente pertinen- lidad, no todas las declaraciones de la forma lógica
tes. ¿Qué debemos hacer con una asociación o co- "Siempre que A, entonces B" pueden tratarse como
rrelación que no es perfecta? ¿Prueba o refuta una leyes en el sentido requerido por la ciencia. Por
teoría? O bien, ¿debemos decir algo un poco más ejemplo, las "generalizaciones nomológicas" apo-
débil: que "presta apoyo" o que "no es enteramente yan las declaraciones condicionales subjuntivas y
congruente con"? En realidad, por lo general la in- contrafácticas mientras que no lo hacen así las "ge-
terpretación de tales asociaciones es cuestión post neralizaciones empíricas". Por ejemplo, la ley sobre
hoc, a pesar de que nos inclinemos ante el hecho de los efectos de los solutos en el punto de ebullición
que el modelo hipotético-deductivo ha aprobado la de un líquido impone un condicional subjuntivo
prueba de la predicción. Todos los tipos de racio- como "Si esta sal sólida se disolviera en esta olla de
nalizaciones, algunos más plausibles que otros, agua hirviendo, entonces se elevaría el punto de
pero muchos de ellos aun bastante plausibles, inter- ebullición." La ley, junto con declaraciones acerca
vienen para hacer teóricamente interesantes las aso- de las condiciones iniciales que afirman que la ley
ciaciones. La obra clásica de la ciencia social positi- es aplicable en este caso particular, nos permite ha-
vista, el estudio del suicidio hecho por Durkheim, cer semejante declaración. De manera similar, apo-
contiene muchas generalizaciones que resumen las co- ya declaraciones contrafácticas como "Si este pedazo
rrelaciones entre el matrimonio y el suicidio, la vida de sal sólida se hubiera disuelto en agua —aunque
urbana y el suicidio y más, mientras que el resto del no ocurrió así— se habría elevado el punto de ebu-
análisis consiste en interpretaciones y argumentos, llición del agua"; en pocas palabras, las "generali-
muchos de ellos sagaces, ingeniosos y profundos, zaciones nomológicas" o leyes nos permiten hacer
que elaboran razones post hoc para explicar qué ha- inferencias acerca de casos que no ocurren hoy, no
bía en los fenómenos correlacionados que condujo ocurrieron en el pasado y pueden ocurrir o no en
al suicidio. Lo que queda claro es que las asociacio- el futuro. Declaran unas relaciones hipotéticas de
nes entre variables no hablan por sí solas. conexión invariable, ya sea que las relaciones se ha-
¿Pueden considerarse tales asociaciones como yan ejemplificado realmente o no.
protoleyes? Una respuesta afirmativa a esta pregun- Ninguna de estas características se aplica a las
ta parece difícil, pues lo que hasta aquí se ha dicho generalizaciones empíricas. La generalización de
158
POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAjE 159

que todas las personas que hay en la habitación mi- mos una alta correlación positiva entre el número
den menos de 1.80 ni no permite hacer la inferen- de hijos de una familia y un mal desempeño educa-
cia de que cualquiera que entre en la habitación tivo. ¿Qué clase de generalización sería ésta? ¿Una
medirá menos de 1.80. Aunque siempre se haya sos- "accidental" o empírica, o qué? Resulta difícil de-
tenido buen número de tales generalizaciones, en cirlo, pues podría argüirse que fueron ambas cosas.
realidad, en todo tiempo y lugar, esto seguirá sien- En realidad, no es de esto de lo que se trata. Si de-
do, como dice Brown, "Un feliz accidente y no una seáramos aplicar la generalización para explicar por
consecuencia de que exista una conexión similar a qué el pequeño Juanito, en la pobreza con 12 her-
ley entre las propiedades en cuestión o, más básica- manos y hermanas, no lo está haciendo muy bien
mente, que haya una teoría científica de la cual se en la escuela, ésta bien podría ser la explicación.
pueda derivar la generalización."21 Es decir, a falta Pero, ¿basta? ¿Que decir de otros factores que pue-
de una teoría científica que impida la aparición de den desempeñar una parte? ¿Cómo sabemos que es
alguien de más de 1.80 ni que entre en esta habita- el número de hermanos el que causa su mal apro-
ción, no tenemos ninguna base para el tipo de in- vechamiento, y no, por ejemplo, la mala escuela, la
ferencia que podemos hacer utilizando generaliza- pasión de Juanito por la pesca, su dislexia o cual-
ciones nomológicas. Sin embargo, la cuestión consiste quier otra cosa que pueda caracterizar la vida y las
en saber si las generalizaciones empíricas o las no- circunstancias de Juanito? En pocas palabras, ¿po-
mológicas son la calse de generalizaciones que pro- dría deducirse el mal aprovechamiento de Juanito a
ducen los métodos de ciencia social del tipo de La- partir de esa generalización? La respuesta es: no, y
zarsfel d. por tres grandes razones. En primer lugar, en con-
Supongamos, por ejemplo, después de intensivos traste con las leyes que se ofrecen en las ciencias na-
estudios de muestras de individuos, que encontra- turales, el requisito de si las condiciones permanecen
constantes, en que se juzga la aplicabilidad de la ley,
21
Brown (1973: 93). En las elecciones generales de Gran Bre- en este ejemplo y en la mayoría de los ejemplos de
taña en 1997 los encargados de las encuestas se emocionaron la verdadera vida social, no ha sido determinada...
mucho pensando que por entonces habían logrado hacer co- por decir lo menos. En segundo lugar, la falta de
rrectas sus predicciones de los resultados, después de fallar en la
lección anterior. Lo lograron después de hacer varios ajustes a una teoría de la cual derivar la generalización y —lo
sus métodos para tomar en cuenta las tasas cambiantes de la re- que es importante— junto con alguna declaración
velación de las intenciones de los votantes y otros cambios socia-
les. Esta vez predijeron sumamente bien el resultado de la elec- de las condiciones en que se aplicará la teoría, sig-
ción, pero aún están batallando con generalizaciones empíricas, nifica que cualquier aplicación tendrá que ser de-
y no teóricas.
terminada post hoc. Aunque los mecanismos que in-
160 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 161

tervienen aquí tienen plausibilidad intuitiva —por modos de pensar, para estudiar la cuestión de por
ejemplo, las familias numerosas significan menos qué caen los objetos? Visualiza un estudio, basado
tiempo para estudiar, menos atención de los padres en una analogía con el tipo característico del estu-
a cada hijo, rivalidad entre hermanos, etc.— este dio de investigación social en que el objetivo carac-
proceso ad hoc no es precisamente lo que se espera- terístico es explicar la varianza en la conducta de di-
ría de una teoría científica y de las observaciones ferentes ejemplos de los fenómenos (como las
que de ella pudieran deducirse. Más aún, en rea- diferencias de logros educativos de individuos o de
lidad existe cualquier número de teorías que pu- clases de individuos). De este modo, en la analogía
dieran explicar el mal desempeño de Juanito en la con la ciencia natural, se deja caer toda una varie-
escuela, congruentes algunas de ellas con la gene- dad de objetos desde una altura, sin beneficiarse de
ralización, pero muchas no tanto, y para las cuales fuertes controles, como el vacío, condición, repeti-
la conexión empírica entre el número de hermanos mos, que corre paralela a la mayoría de las circuns-
y el aprovechamiento escolar no tiene importancia. tancias en la investigación social, en que los contro-
En tercer lugar, dado que la generalización se hace les, si existen, entran post hoc en la etapa del análisis
a partir de muestras, todo lo que tenemos es una de datos. Si el tiempo que tardan los objetos en lle-
generalización estadística, según la cual una pro- gar al suelo difiere, entonces la pregunta se vuelve:
piedad (el número de hermanos) queda asociada ¿cuáles características de los objetos determinan
con otra propiedad (el aprovechamiento escolar) en esta diferencia? La resistencia del aire a falta de un
una dirección y un tamaño particulares. De esto no vacío, y el tamaño y la densidad de los objetos, a pri-
se sigue nada acerca de ningún ejemplo particular. 22 mera vista afectan la velocidad de la caída. Supon-
No se puede encontrar una conclusión deductiva, gamos que estos factores, aun incluyendo a otros,
sino sólo una inductiva. Las premisas erigidas sobre tomados en conjunto explican todas las diferencias
tales generalizaciones no pueden implicar lógica- de velocidad de la caída entre los objetos." En el
mente una conclusión sino tan sólo darle apoyo. contexto de una investigación social, la mitad de las
A este respecto Lieberson nos ofrece un ejemplo
esclarecedor. 23 Pregunta: ¿cómo se las arreglan los que comprende que la investigación social es, principalmente,
investigación de estudios y análisis cuantitativo de datos.
investigadores sociales, utilizando sus métodos y 24 Esto presupone que podríamos explicar todo lo que se co-
noce como la varianza, estadísticamente definida, en la investi-
22 Robinson (1950) es un ejemplo clásico que identifica cier- gación social. Sería algo sin precedentes. Lieberson saca algunas
to número de "falacias ecológicas" que intervienen al hacer in- conclusiones devastadoras acerca de la capacidad de la investi-
ferencias acerca de individuos, a partir de datos acumulados. gación social no experimental para realizar sus ambiciones de
23 Lieberson (1985: 99-101). También es importante observar predecir explicaciones que teóricamente fuesen pertinentes.
162 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 163

veces se concluiría que debía llegarse a una com- que esas características son las mismas, difieren de
pleta comprensión del fenómeno, puesto que ya se otras características; el objetivo es ver cuánto de la
habían explicado todas las diferencias. Pero, desde variabilidad de los valores de la variable depen-
luego, la idea de este ejemplo es que no habíamos diente queda explicado por una o más de las varia-
contado con la idea de la gravedad. ¿Qué estuvo bles independientes. Asimismo, como ya se dijo,
mal? Como dice Lieberson, los datos sobre el fenó- para Pearson y sus afines esto es enteramente el
meno de interés no necesariamente son aplicables a problema, a saber, encontrar las variables que ex-
la cuestión de interés. Por ello, un análisis de la ve- plican la mayoría pero no toda la varianza. Para él
locidad de la caída de diversos objetos podría reve- simplemente no tiene objeto tratar de sumar las
larnos por qué difieren en la velocidad de su caída, causas hasta que se haya explicado toda la varia-
pero no por qué caen. Lo que no tendríamos sería ción. La eliminación completa de la variabilidad en
la capacidad de la teoría de la gravedad y su decla- la observación del mundo real es una quimera. Lo
ración de la constancia de la tasa de aceleración de único que importa son las variables sumamente co-
los objetos al caer, para enfrentarnos a muchas de rrelacionadas.25
las aplicaciones para las que se la emplea.
Aquí una consideración importante, que ya en-
25 Por desgracia para este tipo de concepción, tiene varias
contramos en nuestro análisis de las ideas de Pear-
graves fallas técnicas, aparte de las sugeridas por el ejeinplo de
son, y plenamente reconocida por Lazarsfeld, en su Lieberson. Turner (1987) señala, por ejemplo, que ni la metafí-
búsqueda de las ideas del análisis de variables, es el sica subyacente en esta concepción de la investigación social ni
carácter no experimental de la investigación social. las técnicas estadísticas utilizadas para aplicarla toman en cuen-
ta que las teorías quedan subdeterminaclas. No sólo no hay 1.111
Sin la capacidad de hacer eficazmente suposiciones, objetivo alcanzable de la eliminación completa de la variabilidad
si las condiciones permanecen con.stantes, acerca de los sino que habitualmente hay más de una manera de añadir o de
efectos de factores no deseados, identificar relacio- combinar vaiiables hasta llegar al punto de redundancia, supo-
niendo que esto sea capaz de arribar a una definición plausible,
nes causales en que siempre está presente la "con- sin tomar en cuenta el hecho de que hay más de una elección
taminación" por diversas influencias probablemen- acerca del modo en que se pueden medir las variables. Turner
te le presentará dificultades fundamentales a los indica que no se puede mantener una relación lógica entre pre-
tensiones teóricas y generalizaciones basadas en datos estadísti-
investigadores positivistas. Como ya se ha dicho an- cos, en gran parte por causa de la suposición acerca del orden
tes, en el análisis de las variables normalmente se de las variables, el hecho de que estén completas, su linealidad
emplean controles en la etapa del análisis de datos, u otras cosas, y su independencia, esencial todo ello para las ma-
temáticas de la modelación estadística, y que siempre hará que
por ejemplo, comparando unidades en las estadísti- las generalizaciones estén relacionadas con suposiciones. Sin
cas de algunas características para ver cómo, dado embargo, esto no equivale a decir que las condiciones de una ley,
164 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 165

cas de ambas, pero de una manera muy distinta de


EL POSITIVISMO Y LA TEORÍA la propuesta por el positivismo. En realidad, la cien-
cia se interesa principalmente por producir explica-
La concepción positivista del conocimiento científi- ciones teóricas de conexiones empíricas pero no
co, con su hincapié en la observación y en el méto- —al menos no de manera sencilla— como relación
do empírico, con relativo descuido de la teoría, re- de lo observable con lo observable. Podríamos de-
sulta ser una mala caracterización de la lógica de la cir que sus explicaciones teóricas son más raciona-
ciencia natural a la que supuestamente rinde ho- listas que empiristas, y en las más avanzadas de las
menaje. Esto no es decir que la observación y el mé- ciencias naturales consisten casi exclusivamente en
todo empírico carezcan de importancia en la cien- formulaciones matemáticas. Los conceptos de las
cia natural o en cualquier otra ciencia, aunque el teorías reciben su relieve empírico a través de la
positivismo tal vez tendiera a convertirlas en feti- abstracción mediante la cual se seleccionan propie-
ches. El problema se encontró en la forma en que el dades de objetos empíricos y se las conecta racio-
positivismo trató la teoría y las generalizaciones teó- nalmente dentro de un marco teórico. La fuerza del
ricas con su conexión con lo empírico. De acuerdo anterior ejemplo, tomado de Lieberson, es que los
con la versión positivista, los fundamentos del co- métodos de la ciencia social no pueden simplificar
nocimiento científico han de encontrarse en la rela- suficientemente sus problemas para poder formu-
ción sistemática y persistente de lo observable con lar leyes definitivas. Para volver a emplear el mismo
lo observable. 26 Es un sistema de prueba y error, y ejemplo, no pueden abstraer las propiedades perti-
no por ello pierde eficiencia. En contraste, el nentes de los "cuerpos que caen" haciendo suposi-
racionalismo subraya la conexión lógica de la idea ciones, en este caso, acerca de un vacío perfecto en
con la idea, como es característico en la lógica, en que los objetos están cayendo, y aportando así las
las matemáticas y en algunos sistemas metafísicos condiciones necesarias para la matematización de
de pensamiento. La ciencia comparte característi- la teoría. 27
por ejemplo las leyes de Newton, se apliquen en un vacío a baja
Una explicación científica utiliza conexiones teó-
velocidad, sin una presión significativa de la luz, etc. Pero se sabe
27 El proceso, desde luego, es más complicado que esto, y no
que éstos son factores mensurables, y no suposiciones que toma en cuenta los años de paciente trabajo que sentaron la base
haya que hacer para aplicar modelos estadísticos. de la idea. Pero recuérdese que nuestro análisis, aquí, es acerca de
26 Esto es uno de los rasgos distintivos de la mayor parte de
la lógica de la explicación científica, y no de la práctica de la
las formas del empirismo y se encuentra en muchas actividades ciencia. Se sabia de los "cuerpos que caen" antes de que Newton
diversas, desde la magia primitiva hasta la tecnología moderna. propusiera la teoría de la gravedad. Para él la cuestión era ex-
Véase Willer y Willer (1973: 16).
plicar por qué caen los cuerpos.
166 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 167

ricas determinativas, y no conexiones interpretadas mento de la ruptura. En la medida en que el valor


como declaraciones causales generales, como lo del límite de presión fue determinado por un cálcu-
quería el pensamiento positivista. Pero esto es lo de- lo de la presión, es difícil ver cómo se podrían re-
terminante de la conexión racional. Como ejemplo futar las leyes en semejante aplicación. No habría
(Willer y Willer, 1973: 16) una relación entre el cli- sido posible llegar empíricamente al cálculo exacto
ma frío y la ruptura de radiadores de autos puede de un límite. Aun cuando la temperatura se habría
establecerse fácilmente por medio de métodos em- podido medir con tanta exactitud como aplicando
píricos. En semejante caso, la conexión se precisa métodos empíricos, y hacer la generalización de
como resultado de repetidas observaciones y, como que cuanto más frío haga más probablemente se
diría Hume, por hábito. Semejante explicación, va- romperá el radiador, esto no daría por resultado el
liéndose de la conexión empírica entre radiadores cálculo de un límite. Puede resultar en una distri-
rotos y clima helado, puede ser adecuada para su bución de la probabilidad, pero esto no nos revela-
propósito, especialmente si el objeto es evitar que rá si el radiador se romperá o no. La ley científica
se rompan los radiadores de los autos. En cambio, puede señalar una condición mensurable en la cual
una explicación científica podría empezar con la ocurrirá esa rotura; una generalización empírica
idea de que, con perfecta elasticidad, tensión es sólo nos dirá que la rotura tiene una cierta proba-
igual a esfuerzo. Se haría entonces un intento por bilidad.
determinar un valor para el límite de elasticidad del Antes ya se observó que la explicación positivista
radiador, midiendo la cantidad de fuerza aplicada de los modos en que trascendían los ejemplos par-
antes de que el radiador se rompa. Al medir la tem- ticulares fue deficiente. En efecto, propone un
peratura del aire y del agua la noche en cuestión, proceso de aplicar un nombre a un conjunto de
podemos determinar el punto en que el agua se propiedades similares, para formar una catego-
congelaría, produciendo hielo suficiente para apli- ría particular: un Volkswagen sedán pertenece a la
car la fuerza que llevaría la resistencia del radiador categoría general "automóvil", John Hughes a la ca-
hasta su límite; una fuerza superior a este límite tegoría "varón", Charis Hughes a la categoría "hija",
quebraría el radiador. En este caso estamos apli- etc. Luego, esas categorías se relacionan con otras
cando una ley, una afirmación de identidad, en que categorías empíricas por medio de métodos como
la fuerza es igual a la tensión en condiciones de per- las correlaciones. La ciencia, por su parte, trascien-
fecta elasticidad de un objeto. El propósito de la ley de los casos particulares, como ya se dijo, por abs-
es derivar una medida del límite de presión, y com- tracción; es decir, por un proceso de selección, y no
parar con tal límite la presión calculada en el mo- por la suma de características similares. En reali-
168 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 169

dad, los fenómenos de observación abstraídos de laboratorio, fijando condiciones empíricas y va-
esta manera pueden tener poca similitud obvia en- riando el modelo que convenga al caso empírico,
tre sí. Las bolas de billar no son como los cohetes, etc. En lo tocante al proceso de abstracción, y en
pero podrían ser conectadas de modo abstracto con contraste con el caso de las generalizaciones, no
los conceptos de las mismas leyes del movimiento. hay dificultad acerca de cuán similar es lo similar,
El significado de los conceptos abstraídos no se puesto que la teoría y su(s) modelo(s) son construc-
deriva de la similar apariencia de los objetos sino de tos o invenciones mentales deliberadas para adap-
su relación con otros conceptos en la teoría. En tar y traducir la teoría a fin de aplicarla a casos par-
efecto, el proceso de abstracción es una de las ob- ticulares. En realidad, las teorías pueden aplicarse a
servaciones conceptualizadoras, de tal modo que se un gran número de casos, así como la ley de los
las pueda relacionar deterministamente con otros cuerpos que caen se aplica a todo lo que cae o vue-
conceptos. Al punto se ofrece como marco concep- la. No ocurre así con las generalizaciones empíri-
tual de la teoría un universo potencialmente infini- cas. La falta de éxito en el caso de una teoría no sig-
to. La conexión racional entre los conceptos de una nifica que la teoría fuera falsa; puede indicar más
teoría no es como una conexión causal. Bien pode- bien un límite para su alcance, o que se ha cometi-
mos emplear la relación d = vi ("distancia" igual a do un error al abstraer. 28
"velocidad" multiplicada por "tiempo"), y utilizarla En esta visión de la explicación científica se en-
para construir velocímetros, medir distancias reco- cuentra una concepción muy diferente de la medi-
rridas, calcular cuánto tiempo necesitaremos para ción. Para el positivista la medición es, efectiva-
llegar hasta Guadalajara, etc., pero no observamos mente, cuestión divorciada de la teoría. Por lo
la distancia para descubrir si en realidad es una ve- tanto, el llamado "problema de la medición" en la
locidad multiplicada por ef tiempo; vt nos dice lo ciencia social se ha visto casi siempre como un es-
que es la distancia en términos de tiempo y de ve- / fuerzo por tratar de poner en escala todo tipo de
locidad. variables, desde las macroestructurales hasta las
La abstracción en la ciencia va y viene entre el ni- afectivas, intentando darles el tipo de precisión y
vel empírico y el teórico, exponiendo y agudizando exactitud que se consideran características de la
la gama de aplicación y su poder explicativo. Es
cuestión de establecer un isomorfismo entre térmi- 28 El advenimiento de la teoría de la relatividad de Einstein y
nos teóricos que, por su naturaleza, son inobserva- la mecánica cuántica en física, por ejemplo, no han refutado la
teoría de Newton sino, más bien, indicado su alcance, es decir,
bles, y los observables empíricos. Esto se puede fa- '0‹ su restricción a la baja velocidad de la luz y en distancias relati-
cilitar mediante la manipulación en condiciones de vamente cortas.

170 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 171

medición en la ciencia.29 Se dedicó mucha energía rica. De este modo, la instrumentación se ve como
a formar "índices" para los conceptos teóricos, con rama de la ingeniería y la ingeniería no es más qtte la
el objeto de conectar la teoría con el mundo empí- aplicación de las leyes, teorías, hipótesis y principios
de la física teórica [...I la incorporación de la teoría
rico de las cosas observables mediante el uso de téc-
en el dominio observacional no es considerada como
nicas esencialmente empíricas. Sin embargo, según
la visión abstractiva de la conexión de la teoría con un problema sino como la verdadera justificación de
la medición [Pawson, 1989: 106-107).
los hechos observables empíricos, es la medición la
que da su interpretación empírica a un concepto teó- Por ejemplo, se puede medir la temperatura em-
rico. La medición ordena los datos, y no a la inver- pleando un simple termómetro de mercurio o, con
sa, y es, en gran parte, consecuencia de la teoría. objetos muy fríos, por medio de la resistencia de
Por ejemplo, la "longitud" en una teoría científica una corriente eléctrica. En ambos casos la medición
tiene un significado puramente teórico determina- es resultado directo de las leyes de la termodinámi-
do por los postulados y las leyes de la teoría. Los ca aplicadas a diferentes dominios: la expansión de
conceptos que se miden son elegidos a consecuen- los líquidos en un caso, y la conductividad eléctrica
cia de estos postulados y leyes y pueden ser empíri- en el otro. La medición de un carácter científico ri-
camente interpretados de muy distintas maneras, guroso es imposible sin una teoría rigurosa que es-
de acuerdo con las circunstancias. La aplicación de pecifique la estricta relación matemática existente
una teoría a una vasta gama de fenómenos hace sur-
entre los conceptos.
gir muy diversas interpretaciones empíricas. Como Si las ideas que acabamos de resumir son correc-
lo ha señalado Pawson, en -la ciencia: tas, debemos descartar la visión positivista del co-
nocimiento científico. Subrayaba algunos aspectos
el objetivo de la medición es encarnar dentro de un
de la ciencia, en particular su carácter empírico, al
instrumento los principios derivados de la ciencia teó-
precio de no ver la significación de otros, especial-
29 Duncan (1984) tiene mucho que decirnos sobre la llamada
mente de la teoría. La ciencia es empírica pero tam-
exactitud de la medición en las ciencias físicas y, con mayor ex-
tensión, sobre los esfuerzos de las ciencias humanas por emular- bién es profundamente teórica; en realidad, tal vez
las. Durante los decenios de 1930 y 1940 se dedicó considerable podría establecerse un argumento más convincente
esfuerzo, principalmente entre los psicólogos, a lo que se cono- de que la ciencia está más interesada en la teoría
ció como la "teoría de la medición", la cual trataba la medición
como si fuese una lógica "que se sostenía por sí sola", indepen- que en lo empírico. Las leyes, que eran objetivo a la
diente de consideraciones teóricas. Véase, por ejemplo, Torger- vez del positivismo y de la ciencia, no son generali-
son (1958); Stouffer (1962) contiene escritos de uno de los prin- zaciones empíricas causales, sino declaraciones ra-
cipales iniciadores de este movimiento.
172 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 173

cionalmente conectadas. Cierto es que en su infan- útil dadas las condiciones especiales de las que de-
cia algunas ciencias bien pueden proceder de ma- pende: un conocimiento sólido, una capacidad de
nera más empírica correlacionando hechos obser- mantener factores constantes ajenos a la relación de
vables con otros hechos observables, pero si se interés, claras conexiones deductivas con la teoría
quiere que haya progreso las cosas no terminarán general, etc., y por consiguiente, en la actualidad
allí. El positivismo sospechó que la conexión racio- las ciencias sociales deben contentarse con formas
nal podía ser más importante de lo que quisieran al- "menores" de explicación. Al fin y al cabo la histo-
gunos de sus partidarios y, por ejemplo, el modelo ria funciona bien con "explicaciones genéticas", in-
de explicación hipotético-deductivo fue un intento teresadas por mostrar cómo ocurrieron ciertos
por racionalizar la importancia de la lógica y de las acontecimientos y sin hacer ninguna referencia ex-
matemáticas, pero firmemente dentro del marco plícita a las leyes como tales, sino por el despliegue
empirista. de una narración explicativa. 30
Sin embargo, aunque bien puede aceptarse que También es posible reconocer que hay más ma-
la visión positivista de la ciencia estuvo mal conce- neras de ser científico de lo que aceptaría el positi-
bida, esto no es decir que los métodos que autori- vismo, y que no es posible tratar las ciencias socia-
zaba como propios de la ciencia social también sean les como si fuesen ciencias naturales inmaduras,
enteramente inútiles. Bien puede ser que no sean sino que son claramente diferentes y, por lo tanto,
científicos, ya sea en el modo en que el positivismo necesitan seguir una lógica de explicación diferen-
los interpretaba o, en realidad, en términos de la te. Esto fue, en términos generales y como lo vere-
opinión que acabamos de esbozar, pero esto no im- mos en el capítulo v, el centro de los debates ocu-
plica que carecieran de todo objeto como forma de rridos en Alemania a partir de finales del siglo xix.
conocimiento. En cambio sí implica que no pode- Éstas son, obviamente, cuestiones importantes,
mos salir del paso tan fácilmente otorgando a esos algunas de las cuales serán abordadas más directa-
métodos la categoría de parangón científico, que mente en capítulos ulteriores. De momento, proce-
no tienen. de sacar una o dos conclusiones preliminares. Una
Se ha dicho, y desde muy diversos enfoques, que implicación es que la versión positivista de la auto-
el esfuerzo por emular la ciencia natural y, para el ridad intelectual de los métodos de la ciencia social
caso, la más avanzada de las ciencias naturales, es es deficiente, al igual que algunas de las afirmacio-
prematuro, dado el actual desarrollo de las ciencias
sociales. Por ejemplo, el empleo del modelo de ex- " Pero véase Nagel (1961) para otro concepto de la explica-
plicación hipotético-deductivo bien puede no ser ción histórica.
174 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 175

nes hechas en nombre de esos métodos. En la me- ricas, lo cual tenía mucho que ver con lo que las
dida en que tales métodos producen generalizacio- connotaciones de conceptos como "conflicto", "es-
nes empíricas, se verán sometidos al tipo de limita- tabilidad", etc., llevaban consigo acerca de aconte-
ciones lógicas que hemos analizado. Pero, reiterando, cimientos y procesos familiares en las sociedades
esto no es decir que tales generalizaciones carezcan históricas. Más vale ver esos debates como riñas so-
de interés. bre cómo debería verse al mundo social, poco rela-
También hay implicaciones para las interpreta- cionadas en realidad con el valor científico de tales
ciones de la naturaleza de la teoría científica social, teorías. Esto nos lleva a otro punto general acerca
que en su mayor parte se vuelven menos que cientí- de la teoría científica social, que analizaremos más
ficas. Aun dentro de un marco positivista, la rela- completamente en el próximo capítulo.
ción de la teoría con los datos resultó problemática. El positivismo, con su insistencia en la idea de un
Suponíase que, para ser verdad, la teoría dependía lenguaje de observación neutral, generalización
de los "hechos" del mundo que eran externos a la empírica, etc., se mostraba renuente a preocuparse
teoría misma. La teoría no le daba forma al mundo, por el origen y la fuente de las teorías. Esto queda
pero respondía a él. La importancia atribuida al de- ilustrado por la relativa falta de interés hacia la
sarrollo de un lenguaje de la observación que fuese cuestión del descubrimiento científico, que fue re-
neutral ante las teorías radicaba precisamente en legada a la posición de aspecto secundario, fuera de
esto. Sin embargo, muchas de.las candidatas a teo- toda preocupación filosófica seria. De mucho ma-
rías en la ciencia social fueron y siguen siendo re- yor importancia era la cuestión de verificar las teo-
chazadas por motivos extraempíricos. Por ejemplo, rías, una vez formuladas. El descubrimiento de
durante los sesenta, el gran debate teórico en la so- teorías era cuestión de conjetura de parte de los
ciolog-ía fue entre las teorías del conflicto y el fun- científicos y su imaginación, fantasía, inducción y
cionalismo. El funcionalismo fue atacado porque especulación, pero ciertamente quedaba más allá
parecía desconocer el hecho del conflicto en la vida de la descripción lógica formal. Se sostuvo que lo
social, mientras que uno de sus principales objeti- que podría describirse como proceso lógico era la
vos era examinar las causas y consecuencias del confirmación y prueba de las teorías. En esa medi-
conflicto dentro de un marco de conceptos que su- da las teorías habían de apegarse a ciertas normas
brayaban la naturaleza sistemática de la sociedad. formales para ser capaces de ser probadas contra
Sin embargo, cada bando del debate hablaba sin es- los "hechos" del mundo. Sin embargo, aunque esta
cuchar al otro. Estaba en juego algo distinto de la insistencia habría podido parecer excusable o justi-
categoría científica de las respectivas posiciones teó- ficable en conexión con las teorías de la ciencia na-
176 POSITIVISMO Y LENGUAJE POSITIVISMO Y LENGUAJE 177

tural, lo resulta bastante menos con referencia a las ves fallas, esto no equivale a decir que las ciencias
ciencias sociales. El concepto mismo de un ámbito sociales no pueden ser científicas según otra inter-
de la investigación, fuese sociología, economía, físi- pretación de la ciencia. Habrá que enfrentarse a
ca, química, historia o cualquier otra cosa, presupo- esta cuestión, pero antes de hacerlo es necesario po-
ne cierto esquema conceptual que ordena el mun- ner al día algunos de los debates acerca de la natu-
do como preludio a la observación de los hechos raleza de la ciencia.
pertinentes. Por ejemplo, esto fue lo que Durkheim
insistió en establecer, a saber, la distintividad con-
ceptual de la sociología como disciplina autónoma
con su propio dominio de hechos, hechos que co-
bran importancia y significación porque son distin-
tivamente sociales. En otras palabras, el ordena-
miento conceptual necesario para identificar una
especie de hechos empieza a desafiar la idea de que
la observación es, exclusivamente, una cuestión
neutral en términos teóricos. Sugiere que el cono-
cedor es constituyente activo de la construcción del
conocimiento. Según esta opinión, las teorías cien-
tíficas se vuelven como invenciones activamente de-
dicadas a crear una realidad, y que no aguardan en
forma pasiva su sustanciación por los hechos del
mundo exterior. En realidad, gran parte de la teo-
ría científica social queda subdeterminada por los
hechos del mundo social, en el sentido de que no es
concebible un "experimento estratégico" que pu-
diera decidir entre ellos. Antes bien, más vale con-
siderar tales teorías como esquemas conceptuales
que estipulan y hasta legislan lo que puede ser el
dominio del hecho.
Una última observación. Aunque se ha mostrado
que la concepción positivista de la ciencia tiene gra-
LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 225

ción de la mente y la materia plantea la pregunta


de si existen diferentes órdenes de fenómenos en
el mundo, que, por consiguiente, tendrían que ser
V. LA ALTERNATIVA conocidos de distintas maneras. En este capítulo y
INTERPRETATIVA en los siguientes nos proponemos explorar algu-
nas de las doctrinas filosóficas y sus implicaciones
en torno de este dualismo y, al hacerlo, volver a al-
EN LOS capítulos anteriores ha salido a la superficie, gunos de los problemas planteados en los capítulos
en diversos aspectos, una distinción que, desde el anteriores.
punto de vista histórico, es de fundamental impor-
tancia en el pensamiento occidental: la que existe ALGUNOS PREDECESORES INTELECTUALES
entre mente y materia. Tal vez pudiera escribirse
toda la historia de la filosofía occidental con sólo Para las ciencias sociales la distinción entre mente y
describir una pugna entre las diversas maneras de materia cobró importancia por los debates ocurri-
formular lo que es, en términos filosóficos, esta dis- dos en Alemania a finales del siglo XIX. Éstos tenían
tinción. Por ejemplo, algunos materialistas tienden sus antecesores en las ideas del italiano Giovanni
a reducir los fenómenos mentales a epifenómenos Batista Vico (1660-1744) y del suizo-francés Jean-
de lo material. La mente, sus actividades y sus con- Jacques Rousseau (1712-1778), quienes habían ofre-
tenidos son el resultado de los procesos materiales cido alternativas radicales a la concepción ilustrada
del cerebro y del sistema nervioso. En el caso ma- del pueblo y de la sociedad (Manicas, 1987). En
terialista más extremo, la mente es el cerebro. En el suma, rechazaron la concepción del individuo ra-
polo opuesto, los idealistas sostienen que el llama- cional y casi asocial en favor de una concepción del
do mundo material sólo es, en realidad, un conjun- individuo perteneciente a una vasta entidad social y
to de ideas en la mente.' Desde luego, los pensado- cultural: la asociación moral y política de la socie-
res materialistas y los idealistas sostienen ideas más dad. En el pensamiento francés y en el inglés estos
detalladas y refinadas de lo que pudieran indicar principios no lograron florecer como lo hicieron
estos resúmenes. Para nuestros propósitos inmedia- en Alemania (Manicas, 1987: 73), donde establecie-
tos en este capítulo lo que importa es que la distin- ron una sólida tradición, por medio de Johann
Gottfried Herder (1744-1803), Georg W. F. Hegel
1 O, como diría el obispo Berkeley (1685-1753), ideas en la
(1770-1831) y Karl Marx (1818-1883), que culminó
mente de Dios. en los debates acerca de la naturaleza de la huma-
224
226 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 227

nidad como seres materiales o "espirituales" a los consideraciones lingüísticas sino que también exi-
que nos acabamos de referir. Una vez más en pocas gía que estuviesen relacionadas, para poder descu-
palabras, la tradición intentó crear teorías de la his- brir el significado original, con el contexto social
toria, considerada como la ciencia distintivamente más vasto en que originalmente se las había produ-
humana y como su disciplina unificadora. En as- cido. Por lo tanto, darle sentido a materiales tex-
pectos importantes, las disputas se centraron en tor- tuales era algo que exigía una unión de la filología
no al método histórico y, en particular, se quiso sa- y de la historia y, podríamos añadir, la sociología y
ber si el estudio de la historia podía ser una ciencia la antropología. Esto fue lo que hizo surgir lo que
natural o si tenía que crear sus propios métodos dis- ha llegado a conocerse como hermenéutica —tér-
tintivos como investigación característicamente hu- mino originalmente usado para identificar la inter-
mana; este debate, cosa casi inevitable, se extendió pretación bíblica pero que llegó a emplearse para
a las ciencias sociales más en general. Al negar el representar el proceso general de interpretación
camino filosófico hacia una ciencia de la historia, cultural—, con su pregunta inseparable: ¿cómo pue-
rechazando por lo tanto a Hegel, la pregunta se vol- de lograrse una comprensión del pasado por medio
vió cómo convertir la historia en una disciplina em- de sus textos y otros restos? (Anderson el al., 1986:
pírica de bases sólidas, ya que su objeto de estudio cap. 3; Bauman, 1978). Friedrich D. E. Schleierma-
no era la naturaleza inanimada'sino la vida humana cher (1768-1834), quien en los primeros arios del si-
en todas sus manifestaciones. ¿Cómo enfrentarse al glo xix fue el responsable de apartar la hermenéu-
hecho de que la historia abarcará, en suma, la com- tica de su hogar original, la filología, y de aplicarla
prensión y la autocomprensión de parte de los mis- a los problemas del conocimiento histórico, consi-
mos seres humanos que se estaban estudiando? deró que éste era el problema de la historia.3 Para
En esta fase del debate del siglo xix, conocida comprender el pasado había que identificarse con
como el Methodenstreil (la "disputa sobre los méto- él. Al complementar la interpretación gramatical
dos"), tuvieron importancia ciertas consideraciones con la identificación psicológica, la hermenéutica
que emanaron de la filología bíblica.2 Traducir tex- se introdujo en el estudio de las actividades huma-
tos que a su vez habían pasado ya por cierto núme- nas en general, elevando particularmente la com-
ro de distintas traducciones y modificaciones desde prensión interpretativa a una posición prominente
su lenguaje original era algo que no sólo abarcaba en la metodología de las ciencias sociales. Wilhelm
2 Originalmente el debate surgió en economía, pero pronto
se volvió más general, y a él se vieron arrastrados diversos espe- 3 Véase la introducción a Mueller-Voltmer (1985) para una re-
cialistas en historia y en estudios jurídicos y lingüísticos. visión general y un análisis del surgimiento de la hermenéutica.
228 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 229

Dilthey (1833-1911), basándose en Schleiermacher conocimiento de las personas mediante un procedi-


y como parte de una difundida reacción romántica miento interpretativo fincado en la recreación ima-
contra el positivismo, sostuvo que la metodología ginativa de las experiencias de los demás para cap-
positivista de las ciencias naturales era inadecuada tar el significado que para ellos tienen las cosas que
para comprender los fenómenos humanos, salvo en hay en su mundo. Historia, sociedad, arte, y en rea-
la medida en que los seres humanos eran objetos lidad todos los productos humanos, eran las objeti-
naturales. El positivismo no dejó ningún espacio a vaciones de la mente humana, y no se parecían en
la idea de que historia y sociedad eran creaciones nada a las cosas materiales. Por consiguiente, com-
humanas y que esta creatividad libre constituía la prender tales fenómenos requería captar las expe-
esencia de todas las formas sociales. El estudio de riencias vividas de otros mediante una aprehensión
la historia humana había de basarse en el hecho de de los pensamientos y las interpretaciones que habían
que los seres humanos eran creadores con propósi- intervenido en su producción. No es posible com-
tos que vivían dentro de un mundo que tenía signi- prender el mundo sociohistórico simplemente como
ficado para ellos. La dualidad de lo subjetivo y lo una relación de cosas materiales que existen en sí
objetivo era irreductible. Es decir, no había manera mismas, pues las cosas materiales que desempeñan
de hacer que el estudio de la historia fuese propie- un papel en la vida humana tienen, a menudo, un ca-
dad exclusiva de las ciencias naturales y materiales, rácter simbólico: expresan algún contenido de la
pues la realidad de la historia consistía fundamen- mente humana.
talmente en fenómenos mentales o espirituales, Vemos así que para Dilthey y para otros de ideas
ejemplificados en instituciones sociales, el derecho, similares la cultura y lo social eran, por su natura-
la literatura, el gobierno, la moral y los valores. leza esencial, diferentes del mundo de la ciencia na-
Investigar esta "realidad mental" era algo que re- tural, y exigían distintos métodos de estudio. La
quería un método totalmente distinto del de la cien- ciencia, concebida principalmente en términos po-
cia natural, pero que no tuviese menor justificación sitivistas, estudiaba el mundo objetivo, inanimado,
filosófica. El método debía reconocer las acciones, no humano. En cambio, para Dilthey la sociedad,
acontecimientos y artefactos desde adentro de la como producto de la mente humana, era subjetiva
vida humana en los términos en que eran experi- y emotiva, así como intelectual. Los modelos de ex-
mentados y conocidos por quienes vivían entre plicación que nosotros llamaríamos causales, meca-
ellos y por medio de ellos, y no por medio de la ob- nicistas y orientados hacia la medición eran inapro-
servación, como si fuesen una realidad externa per- piados, pues la conciencia humana no estaba
cibida desde cierta distancia. Sólo se podía lograr el determinada por fuerzas naturales. La conducta so-
230 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 231

cial humana siempre estaba imbuida de valores, y cirio así, están constituidos por fenómenos, y reci-
sólo podría obtenerse un conocimiento confiable ben de la mente su forma y contenido. Se trata de
de una cultura aislando las ideas coinunes, los sen- un acto volitivo, y su realización es una actividad in-
timientos o las metas de una sociedad histórica en tencional. Por lo tanto, todo conocimiento humano
particular. En términos de éstas se formaban las ac- es selectivo e incluye abstracción de acuerdo con in-
ciones y los logros de los individuos. El observador, tereses particulares. En consecuencia, no se logra la
como ser humano que estudia a otros seres huma- objetividad compulsando ideas contra alguna reali-
nos, tiene acceso al mundo cultural de otros por dad externa, como lo habrían querido los positivis-
medio de alguna forma de "reconstrucción imagi- tas, sino por medio del establecimiento intersubje-
nativa" o "empatía". tivo de esos hechos por quienes tienen un interés
Otros, especialmente Heinrich Rickert (1863- en conocerlos. Por consiguiente, si el conocimiento
1936), no aceptaron la dicotómica visión de la rea- de las leyes de la naturaleza es el único conoci-
lidad de Dilthey, separada entre naturaleza y cul- miento que alguien desea tener, el método legítimo
tura, sino que sostuvieron que la realidad era que conducirá a su descubrimiento es el método de
indivisible. Sin embargo, en contraste con los posi- la ciencia natural. Por otra parte, si el interés está
tivistas que habían sostenido una idea similar, esto en conocer cosas distintas de las que pueden abar-
no implicaba que los métodos de la ciencia natural car las ciencias naturales, entonces también la base
fuesen por ello aplicables al mundo de la sociedad, del conocimiento será diferente.
la cultura y la historia. Las diferencias entre las cien- De hecho, según Rickert, hay en acción dos prin-
cias naturales y las ciencias sociales o culturales se cipios básicos de selección, cada uno de los cuales
basaban más en la lógica que en la ontología. Según hace posible llegar a uno de dos diferentes tipos de
Rickert, los seres humanos no podían tener un co- representaciones de la realidad: el tipo nomotético
nocimiento del mundo que fuese independiente de y el tipo ideográfico. El primero, característico de
lo que ellos tenían en la mente. No tenían manera la ciencia natural, es un interés por descubrir leyes
de descubrir si su conocimiento reproducía fiel- generales, mientras que el segundo, más caracterís-
mente una realidad que existiera fuera de su men- tico de la historia, se preocupa por comprender el
te, e independiente de ella. Sólo podían conocer las caso concreto y único. No estamos interesados en
cosas cuando aparecen como fenómenos, y nunca los atributos únicos y específicos de los fenómenos
en cuanto cosas como tales.4 Los hechos, por de- naturales ordinarios, como las briznas de hierba o
4 Para un análisis de la influencia de Rickert véase Burger las nubes del cielo, sino que nos satisfacemos con
(1976: cap. 1). conocer sus características generales. En cambio,
232 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 233

estamos sumamente interesados en los atributos las razones del empleo de diferentes metodologías
únicos y específicos de otros seres humanos, en co- con respecto a los mundos natural y social, sí con-
nocer toda dase de cosas acerca de personas parti- vinieron en que los tipos de métodos de la ciencia
culares. Esta dicotomía no representa una diferencia natural positivista no podían emplearse para obte-
fundamental en la ontología del mundo; no signifi- ner un conocimiento adecuado de lo social y de lo
ca que los seres humanos sean esencialmente dis- cultural. Max Weber (1864-1920), muy influido por
tintos de las briznas de hierba o de las nubes, pero Rickert, aceptó el carácter distintivo de las ciencias
sí implica una diferencia del tipo de conocimiento sociales —es decir, su interés en el caso individual—
requerido por los diversos intereses. Los productos pero no las implicaciones de que, por lo tanto, eran
humanos encarnan valores y son éstos los que de- acientíficas, al ser incapaces de satisfacer las rigu-
ben ser comprendidos por los científicos sociales rosas normas de objetividad que se necesitan en la
para dar un sentido a las constelaciones únicas que cultura. Al igual que Dilthey, Weber aceptó la im-
crean la historia humana. De este modo, aunque la portancia de la "comprensión interpretativa" como
ciencia natural se interesa por formar conceptos ge- forma distintiva del conocimiento para las ciencias
nerales, abstrayendo del taso concreto aquellos ras- sociohistóricas, pero sólo como medio hacia el co-
gos que tienen en común con otros casos, la investi- nocimiento objetivo. Al igual que Rickert, apoyó la
gación histórica se preocupa por formar conceptos idea de que la distinción esencial entre las ciencias
individuales, concentrándose en la combinación naturales y las sociales era metodológica, y no on-
única de elementos que representan un fenómeno tológica. De hecho, la posibilidad de una "com-
que tenga significación cultural, como la vida y prensión interpretativa" en las ciencias sociales era,
el carácter de una gran figura, de Napoleón, por según Weber, una enorme oportunidad, y no algo
ejemplo. Ambas formas de investigación utilizan por lo que hubiese que dar disculpas. Por su inter-
sus propios principios de selección con el propósito medio se podía estudiar la acción humana con ma-
de aislar los elementos de la realidad empírica que yor profundidad de lo que un científico naturalista
son esenciales para sus respectivos propósitos cog- pudiese penetrar jamás en la naturaleza del mundo
nitivos. El ideal del conocimiento objetivo exige am- inanimado (Weber, 1969: 101; Bauman, 1978: cap.
bos métodos, ya que cualquiera de ellos sólo ofrece 3). Y sin embargo había que pagar un precio en ma-
una imagen unilateral de la realidad. Sin embargo, teria de objetividad, precisión y conclusión. Por su
la misma realidad se puede presentar como historia propia parte Weber trató de reconciliar las ventajas
o como ciencia natural. de la "comprensión interpretativa" con las exigen-
Aunque Dilthey y Rickert difirieron en cuanto a cias de las normas científicas.
234 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 235

Las intervenciones de Weber terpretar el significado por causa de nuestros pro-


pios intereses históricamente formados y teórica-
Sin embargo, para comprender precisamente lo mente informados. Son los valores de nuestra pro-
que esto significa, es importante entender algo de pia cultura los que determinan los tipos de intereses
la vía que llevó a Weber a su conclusión. Por enton- que tenemos en la historia y en el mundo social
ces dos posiciones generales dominaban el debate como algo subjetivamente significativo. Por idéntica
acerca del método de la ciencia social; una de ellas, razón, tomamos el "interés teórico" de las ciencias
la positivista, ya la hemos examinado con cierta ex- naturales en la producción de conceptos y proposi-
tensión; la otra era la intuicionista, es decir, la idea ciones universales-generales, o leyes. Pero ninguno
de que podemos comprender a los demás por me- de estos diferentes tipos de intereses teóricos se
dio de nuestra intuición ernpática de sus mentes. puede reducir al otro. Esto no es por razones onto-
Weber rechazó ambas. Toda ciencia sociocultural lógicas, como sostenían los intuicionistas, sino por
debe utilizar un método distinto del que emplean las diferencias en el propósito axiológico o teórico
las ciencias naturales, pe,ro esto no se caracteriza, de la investigación, lo cual tiene consecuencias me-
como lo deseaban los intuicionistas, por una su- todológicas para la ciencias socioculturales. Proce-
puesta actitud única de empatía. Ambas formas de de aplicar aquí un método diferente de investiga-
conocimiento, la científica natural y la sociocultu- ción, dado el interés teórico de comprender o de
ral, están "invariablemente atadas al instrumento interpretar la significación, y éste es el método de veis-
de la formación de conceptos" (Weber, 1975). En tehen es decir, tratar de reconstruir la experiencia
otras palabras, los problemas de la lógica de la for- subjetiva de los actores sociales.
mación de conceptos, es decir, el modo en que de- Con este fin, Weber planteó dos importantes prin-
ben formar ideas teóricas, son los mismos para las cipios metodológicos, los cuales siguen siendo par-
ciencias naturales y las ciencias sociales, pese a las te del lenguaje contemporáneo de la ciencia social:
diferencias de prácticas en la manera en que se lle- la neutralidad del valor y el método de los tipos idea-
va adelante la investigación intelectual. La diferen- les. En lo tocante al primero Weber, conservando la
cia decisiva se encuentra en el "interés teórico" o misma distinción que habían hecho los positivistas
"propósito" de comprender, que para las ciencias entre el hecho y el valor, sostuvo que los científicos
socioculturales es comprender fenómenos subjeti- sociales nunca debían abusar de su autoridad cien-
vamente significativos. De este modo, comprende- ,ffica haciendo pasar sus juicios de valor como ver-
mos y esperamos que las ciencias históricas, lo dades científicas. Acerca de los valores conflictivos,
sociocultural, sean distintivas en su objetivo de in- !los científicos no pueden tener nada que decir so-
236 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 237

bre cuál se debe preferir, sino que sólo pueden re- poco importantes, que no venían al caso, al menos
visar el probable resultado de las diversas alternati- en lo tocante a la perspectiva subjetiva. El contras-
vas de valor. La ciencia sólo trata con lo racional, y te entre las ciencias naturales y las sociales ocurre
es una actividad instrumental, orientada técnica- porque, en estas últimas, los seres humanos son a la
mente (Weber, 1949). El segundo recurso meto- vez el sujeto y el objeto de la investigación, lo que
dológico, el tipo ideal, que requiere formar abs- significa que el conocimiento de la sociedad es una
tracciones que simplifican y exageran rasgos forma de autoconocimiento. Verstehen, la compren-
descubiertos en la realidad para crear una pauta sión interpretativa, ofrece a los observadores socia-
más lógicamente coherente de la que jamás podría les un método de investigar los fenómenos sociales
encontrarse en el mundo, fue presentado como me- de una manera que no deforma el mundo social de
dio de captar con más objetividad unos significados los que están bajo estudio. Puesto que la esencia de la
subjetivamente sostenidos. Al trazar con la mayor interacción social se encuentra en los significados
claridad posible ciertas relaciones descubiertas en que los agentes dan a sus acciones y a su entorno,
la realidad, el "tipo ideal" ofrecía un medio de es- todo análisis social válido debe remitirse a ellos. Sin
tructurar y de enfocar la investigación del estudio- embargo, la visión obtenida de esta manera deberá
so, poniendo de relieve ciertos rasgos de los fenó- ser apoyada por datos de índole científica y estadís-
menos empíricos. Vemos así que para Weber todos tica. Todos los fenómenos, por muy únicos y parti-
los aspectos irracionales y emotivos de la conducta culares que sean, son producto de condiciones an-
humana deben entenderse como desviaciones de tecedentes y causalmente relacionadas. Con ello no
un tipo conceptualmente puro de acción racional, quiere decir Weber que los hechos sociales deban
el cual nos hacía figurarnos cómo se comportaría la reducirse a leyes aisladas que lo abarquen todo
gente si fuera, por decirlo así, enteramente lógica, sino, antes bien, que partiendo del complejo con-
permitiéndonos apreciar mejor por qué se compor- junto de la realidad social se deben abstraer y rela-
taba de maneras no lógicas; por ejemplo, cómo in- cionar antecedentes y consecuencias limitados y
tervenían la emoción o una costumbre irracional al únicos, que se relacionarán con los fenómenos ob-
determinar su curso de acción. La comprensión, servados. Esta "causación adecuada" nos ofrece ex-
pues, fue transformada por Weber en la construc- plicaciones probabilistas.
ción de modelos racionales. Weber consideró que Esta tradición de pensamiento, reaccionando
el método de la ciencia natural, transplantado al es- contra las concepciones positivistas de la ciencia y
tudio de la conducta social, produciría un conoci- su importación a la ciencia social, ejerció un pode-
miento válido pero, en gran parte, de actividades roso impacto, especialmente en Europa pero, aun-
238 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 239

que no se la pasó por alto, su influencia fue menor análisis de variables como método de investigación
en el Reino Unido y en Estados Unidos, al menos en las ciencias sociales, una de sus intenciones era
hasta hace poco tiempo.' Para nuestros propósitos desarrollar un modo de análisis que admitiera el
sobresale un rasgo por encima de los demás: la idea hecho de que la mayor parte de los conceptos más
de que las ciencias sociales incluyen métodos radi- importantes de interés era cualitativa, y sin embargo
calmente distintos de los de las ciencias naturales. reductible al menos a un modesto nivel de medi-
Se reconoce que los argumentos en favor de esto no ción. Como hemos dicho, acaso el análisis de varia-
siempre adoptan una forma ontológica sino que bles no resulte, a la postre, un intento triunfante por
más bien señalan los diferentes tipos de conoci- transformar de modo decisivo las cosas en una di-
miento requeridos por las respectivas disciplinas. rección mucho más "científica", pero su motivo no
Sea como fuere, intervenían diferentes metodo- fue eliminar, repitiendo nuestra antigua frase, lo
logías. Y ahora nos dedicaremos a un examen de al- "distintivamente humano" del análisis científico so-
gunas de estas cuestiones. cial. Sin embargo, ha sido causa de ciertos debates
qué fue exactamente lo que dejó fuera la ciencia so-
cial positivista; ¿el libre albedrío y la elección, las
ACCIÓN Y SIGNIFICADO SOCIAL preocupaciones morales y políticas, el respeto al
destino humano, los valores, el ego, la dimensión
En parte, la actitud "humanista" es una reacción subjetiva, o qué?
contra la concepción "cientifizada" del actor social La discusión es acerca del objeto de la investiga-
que parece encarnado en la ciencia social ortodoxa ción científica social y los medios por los cuales se
de persuasión positivista. La acusación dice que la debe interpretar. Aun si fuese realmente posible
esos rasgos que hacen de la vida social un produc- describir las pauta:. _mpíricas de las actividades so-
to distintivamente humano están mal representados ciales utilizando todo el elegante aparato correla-
al ser analizados y reducidos a la interacción de va- cional de la ciencia social positivista, esto no logra-
riables.6 Desde luego, a veces tales acusaciones son ría, afirmase, llegar al tema apropiado de la ciencia
excesivas. En realidad, comoquiera que acabemos social. Nos daría un conocimiento adecuado de por
juzgando la iniciativa de Lazarsfeld al establecer el qué las pautas ocurrían como ocurren, como pro-
ducto social de seres humanos en acción. En el me-
3 La decadencia del marxismo académico como fuerza do-
jor de los casos, tales versiones sólo serían parciales;
ininante en el Reino Unido ha renovado el interés por Weber.
6 Véase, por ejemplo, una crítica no filosófica en Blumer en el peor, los métodos mismos distorsionan en for-
(1956). ma. profunda la realidad de la vida social.
240 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 241

Las muy diversas cuestiones que están aquí en tores sociales es un mundo que es inteligible para
juego se encuentran resumidas en la célebre defi- ellos y por ellos?
nición hecha por Weber de la "acción social": una Una manera de considerar el significado es ver-
acción es social cuando un actor social le asigna lo como componente subjetivo o interno de la con-
cierto significado a su conducta y, mediante este ducta. Esto sería destacar un contraste entre los ras-
significado, se relaciona con la conducta de otras gos objetivos de la acción social y sus elementos
personas (Weber, 1969: 88). Ocurre una interac- subjetivos. Entonces las regularidades que descu-
ción social cuando las acciones de una persona van brimos al estudiar la sociedad no son más que las
orientadas hacia las acciones de otras. Las acciones apariencias externas de lo que comprenden los
no van orientadas de una manera mecanicista de miembros de una sociedad y, por lo tanto, sobre lo
estímulo y respuesta, sino porque los actores inter- que actúan. Este punto se puede ilustrar empleando
pretan y dan significado tanto a su propia conducta el célebre ejemplo de Hart sobre el tránsito calleje-
como a la de los demás. El propio Weber dedicó es- ro (Hart, 1961; Ryan, 1970: 140-141). Una corrien-
fuerzos considerabl'es a dilucidar las implicaciones te de tráfico controlada por los semáforos muestra
de esta formulación del lema central o, según We- una regularidad. Si la considerásemos puramente
ber, el objetivo de la sociología. El punto impor- como producto de factores causales, para explicar
tante tiene que ver con la idea de significado y su los patrones tendríamos que especificar las condi-
relación con el tipo de conocimiento que requeri- ciones necesarias y suficientes que producen un pa-
mos para comprender y explicar los fenómenos so- trón determinado, y pasar de allí a formular una teo-
ciales. Hablar de significado es empezar a señalar ría que vinculara los semáforos con el movimiento
el más importante de los hechos: que los seres hu- de la corriente del tránsito. Tendríamos que postu-
manos tienen una vida mental rica y sumamente va- lar el mecanismo causal que interviene efectuando
riada, que se refleja en todos los artefactos por los la conexión entre las diferentes luces de colores y el
cuales viven y en las instituciones en las cuales vi- desplazamiento de las unidades vehiculares. Y sin
ven. En términos sociológicos y antropológicos embargo, tal como ocurren las cosas, sabemos que
modernos, a esto se lo llama "cultura" e incluye
todo aquello de que los actores sociales pueden de- 7 Esto es, desde luego, lo que por ejemplo se utilizaba en la
cir, que pueden explicar, describir a otros, excusar elaboración de cuestionarios y escalas de actitud. Sin embargo.
o justificar, creer en ello, afirmar, teorizar al res- la cuestión es saber cómo es tratada metodológicamente esta di-
mensión significativa de la vida social, y hasta qué grado tales
pecto, estar de acuerdo y en desacuerdo, orar, crear, tratamientos deforman los fenómenos que son los objetos de la
edificar, etc. En otras palabras, el mundo de los ac- ciencia social.
242 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 243

existen regulaciones que gobiernan los semáforos y conductores podrían dar razones por las cuales se
que se espera que los conductores de automóviles detuvieron cuando la luz se puso roja, o avanzaron
y otros vehículos obedezcan y, al hacerlo, se produ- cuando la luz se puso verde. En pocas palabras,
cen los patrones de tráfico como respuesta a los pa- ellos mismos podrían explicar por qué hicieron lo
trones de los semáforos. De este modo, la conexión que hicieron: "Porque la luz roja me indicó `alto'";
entre las luces y el avance del tráfico se puede ex- "La luz verde me permitió avanzar"; "Si no se de-
plicar en términos del significado que tienen las tiene uno ante la luz roja puede tener dificultades
luces, es decir, representan las órdenes "ialto!" y con la policía"; "Hay que obedecer los semáforos
"isigar, por ejemplo, dentro de la cultura. pues de otra manera las calles serían un caos", etc.
Una cuestión importante que surge de este ejem- Tales razones invocarían intenciones, propósitos,
plo es saber si una explicación en términos de sig- justificaciones, reglas, convenciones y similares, y
nificado es compatible con una explicación causal. no mecanismos causales impersonales.
Si la respuesta es negativa, esto parecería indicar Existe aquí toda una serie de problemas relacio-
una diferencia fundamental entre las ciencias socia- nados con la categoría ontológica de razones y re-
les y las ciencias físicas. Lo que se afirmaría sería glas, y con la categoría de las teorías de la ciencia so-
que las relaciones entre los semáforos y la conducta cial en relación con esas explicaciones ofrecidas
de los vehículos no es del mismo orden lógico que, por los miembros de la sociedad, la naturaleza de la
por ejemplo, la que existe entre la luz del sol y el acción social y su descripción, entre otras cosas,
crecimiento de las plantas, entre el trueno y el rayo, todo ello entrelazado de las maneras más comple-
o entre bolas de billar que chocan. Aunque clásica- jas. Sin embargo, en este capítulo tratemos de esta-
mente considerados los elementos causales sí parti- blecer algunas posiciones preliminares.
cipan en los semáforos y en la conducta que produ- Una manera predominante de caracterizar la ta-
cen, por ejemplo en los mecanismos que activan las rea del científico social es considerarla como un in-
luces y en el sistema de control de los vehículos, tento por dar una explicación teórica de la vida so-
esto no nos sirve para comprender la relación entre cial. Esto requiere una investigación empírica para
las luces y los patrones del tráfico. Esa relación in- hacer que los datos pesen sobre la teoría. Estos da-
cluye una conexión significativa. Los conductores tos se deben derivar, de alguna manera, de las vidas
de vehículos que se detienen y avanzan están obe- de los actores sociales que se estén estudiando,
deciendo una serie de órdenes señaladas por los se- pero, en contraste con los fenómenos físicos, los ac-
máforos, y lo que hemos descubierto es una costum- tores sociales se dan un significado a sí mismos, a
bre, o una práctica regulada, y no una ley causal. Los los demás y a los medios sociales en que viven. Pue-
244 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 245

den describir lo que hacen, explicarlo y justificarlo, den tener forma de registros, tasas estadísticas, gra-
dar razones, declarar sus motivos, decidir los cursos baciones, escritos, cuestionarios o entrevistas, res-
de acción apropiados, tratar de que los medios co- tos arqueológicos, diarios, etc. Un aspecto esencial
rrespondan a los fines, etc. Tal como lo ha expre- de la observación es la descripción del fenómeno.
sado Schutz: Hay que clasificar y catalogar las acciones y las con-
ductas. Por ejemplo, se deben tomar decisiones so-
Le corresponde al científico natural, y sólo a él, defi- bre si un hombre que talló una pieza de madera es-
nir, de acuerdo con las reglas procesales de su ciencia, taba haciendo algo económico, religioso, político,
su campo de observación, y determinar los hechos, da- artístico o cualquier otra cosa. Lo que también es
tos y acontecimientos que ocurren dentro de él y que seguro es que el propio hombre tenía un sentido de
son pertinentes a los problemas o propósitos científi- lo que estaba haciendo. Entonces, ¿cuál es la rela-
cos de que se u- ate [...] El mundo de la naturaleza, tal
ción que hay entre su versión y cualquiera que
como es explorado por el naturalista, no "significa"
nada para las moléculas, átomos y electrones que lo el científico social pueda ofrecer? ¿Cuál debe ser el
habitan. En cambio, el campo de observación del cien- nexo, si lo hay? En términos más generales, ¿qué di-
tífico social, es decir, la realidad social, tiene un signi- ferencia establece, para el estudio de la vida social,
ficado específico y 'una estructura de pertinencia para el hecho de que los actores sociales asignen un sig-
los seres humanos que viven, actúan y piensan en ella. nificado a su realidad social?
Mediante una serie de constructos de sentido común Dado que la ciencia social de inspiración positi-
han preseleccionado y preinterpretado este mundo vista no ha pasado por alto, precisamente, lo que
que experimentan como la realidad de sus vidas coti- podríamos llamar de manera tentativa los "compo-
dianas [Schutz, 1963: 234]. nentes significativos" de la conducta social, y pues-
to que las posiciones filosóficas que estamos anali-
Así, el científico social debe enfrentarse a estos zando en este capítulo incluyen una crítica del
significados pues, como veremos más adelante, en trato que le da el positivista, tal vez convenga em-
un sentido fundamental los orígenes de los datos pezar con alguna declaración de los modos tradi-
del investigador, cualesquiera métodos que emplee cionales en que los "componentes", como razones,
en su investigación, se encuentran en estos signifi- motivos, intenciones, reglas y convenciones, han
cados. El punto de partida para la investigación em- sido considerados en la teoría científica social tra-
pírica de la ciencia social es la observación de lo dicional.
que los miembros de la sociedad hacen o han he-
cho, dicen o han dicho. Estas observaciones pue-
246 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 247

presentan las reglas como distintivas de la organi-


REGLAS, MOTIVOS Y DESCRIPCIÓN zación social.
DE LA ACCIÓN SOCIAL El modo típico de explicación se basa en el con-
cepto de que la interacción es gobernada y, a la vez,
En el anterior ejemplo de los semáforos se identifi- motivada, por reglas. Se explican las pautas de ac-
caron dos clases de fenómenos importantes para ción por referencia a dos grupos de factores: los
toda explicación "significativa" de la conducta: las disposicionales, como actitudes, motivos, sentimien-
reglas que rigen el tráfico en los semáforos y los tos, creencias, personalidad, y las expectativas san-
conceptos disposicionales, como razones, intencio- cionadas, o reglas normativas, a las que está sujeto
nes o motivos. Estos últimos, especialmente, señalan el actor. A veces a estas últimas se las llama "expec-
el carácter "interno" de la relación que hay entre los tativas de rol", que corresponden a quien ocupa
semáforos y la conducta de los conductores, es de- una posición particular dentro de una red de rela-
cir, el significado subjetivo que lleva a la secuencia ciones sociales. Por ejemplo, de quienes tienen
de acciones que describiríamos como "obedecer las puestos empresariales otros esperan que se com-
reglas de las señales de tráfico". Desde luego, la porten en formas particulares; lo mismo pasa, aun-
idea de que la acción social es gobernada por reglas que de diferentes maneras, con las madres, los pa-
no es nueva ni sorprendente. Algunos de los con- dres, primeros ministros, sacerdotes, empleados de
ceptos básicos de la ciencia social, como normas, banco, etc. Estas expectativas pueden verse como
instituciones, desvíos, racionalidad, autoridad, bús- reglas que guían o que hasta imponen el modo
queda del lucro, intercambio, legitimidad y muchas apropiado de conducta para alguien que ocupe uno
más, rinden homenaje, y no sólo de paso, a la idea de estos puestos. Como ilustración, digamos que un
de que la conducta social, consista en lo que con- maestro recién empleado tiene que aprender las re-
sista, incluye reglas. Característicamente se invocan glas, tanto las oficiales como las extraoficiales, que
las reglas como explicación de la conducta social. forjan lo que de ellos esperan otros con quienes en-
Por ejemplo, la insistencia de Durkheim en que la tran en contacto. Además, se esperará que el ocu-
sociedad es una entidad moral subraya este aspecto pante de un puesto particular lo desempeñe autén-
de la vida social, tal como lo hace el interés de We- ticamente, teniendo las motivaciones debidas para
ber en la naturaleza de la acción social y, edifican- desempeñar de modo adecuado su rol.
do sobre ello, el lugar central que ocupa la noción Estas expectativas o reglas son, por decirlo así,
de autoridad en sus concepciones de cómo se pro- «externas" al individuo. Existen desde antes de que
duce y reproduce la organización social. Ambos alguien ocupe un puesto y, además, pueden actuar
248 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 249

como elementos coercitivos que producen la con- tos particulares, pero eso no modifica el cuadro ge-
ducta apropiada. En términos de Durkheim, tienen neral. En realidad, tales diferencias plantean pro-
una cualidad "de cosas". Su "externalidad" en ese blemas de cierto interés, según lo muestran los es-
sentido produce pautas sociales porque reglas simi- tudios de fenómenos como el conflicto de roles, la
lares se aplican a puestos similares; todos los geren- marginación, el cambio social y la desviación.
tes se ven sometidos casi al mismo tipo de expecta- En vena similar a las reglas, también los motivos,
tivas, así como también los padres, las madres y las razones, las intenciones, etc., son considerados
todos los demás. Esto es en gran parte lo que signi- como antecedentes causales y, por lo tanto, exter-
fica la idea de un orden normativo y, por consi- nos a la acción, lo cual afecta o empuja a las perso-
guiente, es una fuente importante de las pautas acu- nas a caer en ciertas conductas. En pocas palabras,
mulativas que son características de gran parte de la conducta tiene un carácter motivado. Según esta
la vida social. Se supone que éste es un nexo más o idea, atribuir un motivo a alguien es identificar un
menos estable entre el desempeño de roles que se mecanismo causal "interno" que produce una
espera de quienes ocupan puestos y las situaciones muestra de conducta "externa". Decir que los obre-
en que se encuentran por causa de las reglas nor- ros se declaran en huelga porque tienen disposicio-
mativas que gobiernan la conducta en esa situación. nes o actitudes antiempresariales es lo mismo que
Además se supone que los actores se han "socializa- decir que el cuadro "interno" de su mundo laboral
do" en una cultura común, por lo que hay un con- produce o causa su intransigencia ante la adminis-
siderable consenso cognoscitivo entre ellos, que les tración. Esto es atribuir a la conducta del huelguis-
permite identificar situaciones, acciones y reglas de ta un propósito o una meta, y ofrece una explica-
manera casi idéntica (Wilson, 1974; Weider, 1974). ción en términos de los fines que la acción
Las pautas que regular y rutinariamente ocurren en pretende alcanzar. El análisis de Weber (1960) de la
la vida social permiten a los científicos sociales ha- conducta económicamente innovadora de los pro-
blar de elementos sociales tan estables como "es- testantes ascéticos atribuye un conjunto particular
tructura social", "instituciones", "lo político" o el de motivaciones religiosas que hacen que las perso-
"sistema económico". nas que tienen esa fe trabajen más, sean ahorrati-
Para completar el argumento, es importante es- vas, se esfuercen por triunfar en todo lo que hacen,
tablecer el punto de que puede haber diferencias etc. Desde luego los motivos, aunque considerados
significativas entre subgrupos dentro de una socie- tomo estados "internos" y privados, no se conside-
dad, en términos de las expectativas y las definicio- ran distribuidos al azar entre la población. Igual
nes normativas que son inseparables de ciertos pues- que en el caso de las reglas, la socialización en una
250
LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA
LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 251
cultura común significa que los motivos forman
Desde un punto de vista positivista existen algu-
pautas, típicas de las personas socialmente defini-
nos elementos adicionales que es necesario añadir
das y, de este modo, producidas por la estructura
a este modelo. En primer lugar, que la explicación
social. Así, ocupar una posición social particular
debe ponerse en una forma deductiva, mostrando
"conduce" al desarrollo de ciertas disposiciones
cómo la conducta observada se puede deducir de
que tienen relieves y consecuencias sociales que, a
un conjunto de premisas que contienen la teoría,
su vez, dan por resultado una conducta de un tipo
además de unas condiciones empíricas declaradas.
particular. A menudo se dice que el carácter moti-
Desde luego, la teoría debe contener referencias a
vado de tales acciones surge de los intereses encar-
las reglas y disposiciones que, por hipótesis, están
nados en la ocupación de puestos particulares; los
causando la conducta observada. En segundo lugar,
votos por razones de ventajas de clase, el ingreso en
y como consecuencia de la primera condición, la
ciertas asociaciones para mejorar las perspectivas
conducta que va a explicarse deberá ser definible
de hacer carrera, o las huelgas para mejorar los in-
independientemente de las reglas o disposiciones
gresos propios y de los compañeros de trabajo, son
ejemplos de ello. que, según se dice, la causan, pues de otra manera
no podremos afirmar que lo que estamos exami-
Así pues, éste es el modelo básico de las versio-
nes del científico social, utilizando los elementos de nando es la relación causal entre dos o más entida-
des distintas. En tercer lugar, las descripciones de
significado a los que hemos llamado reglas y dispo-
las condiciones empíricas, los hechos que van a ex-
siciones. Aunque nos hemos basado en la sociología
para establecer los lineamientos de esta versión, dis- plicarse y las reglas y disposiciones de 1.a teoría de-
ben tener significados estables y no depender de las
ta mucho de limitarse a esta disciplina. La suposi-
ción del homo economicus circunstancias y de la ocasión (Wilson, 1974: 71;
en la teoría económica es Quine, 1960).
postular a un actor con la disposición de actual- ra-
cionalmente (Anderson et al., Dado que el modo de explicación antes esbozado
1988); la explicación satisface estas condiciones, el marco es coherente.
histórica se logra, en parte considerable, atribuyen-
do motivos a personajes que actúan en circunstan- La labor de la investigación empírica consiste en
descubrir precisamente el patrón de las relaciones
cias históricas específicas; las explicaciones que da
contingentes que hay entre reglas, motivos, situa-
la ciencia política de por qué la gente vota por cier-
.ciones, relaciones sociales y conducta, y formularlos
tos partidos considera que la gente es motivada, al
como regularidades, uniéndolos en una teoría que
menos en parte, por sus evaluaciones de sus intere-
ses sociales y económicos, etcétera. (explique por qué tienen la forma que tienen. Para
:ler hasta qué punto se justifica esto, examinemos
252 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 253

un poco más minuciosamente la relación que exis- trevista los interrogados bien pueden decir una
te entre los motivos y la descripción de la acción cosa, pero al enfrentarse a la correspondiente situa-
social. ción en la "vida real" pueden hacer otra. Por ejem-
Como ya se indicó, en la típica forma de explica- plo, pueden expresar una marcada antipatía contra
ción antes esbozada se ofrecen ciertas características el gobierno del momento y sin embargo votar por él el
internas y privadas de las ,personas, como antece- día de las elecciones. En otros casos se infieren los
dente causal que predispone al actor a comportarse motivos a partir de lo que la gente hace o ha hecho.
de una manera particular. Se considera que el mo- De que los primeros capitalistas fuesen miembros
tivo y la conducta son independientes, pues el esta- de ascéticas sectas protestantes se ha inferido que su
do interno y privado es la fuente causal, por decir- persuasión religiosa los motivó a dedicarse a una
lo así, de la conducta externa, de la acción. Sin conducta apropiada a la acumulación capitalista.
embargo, esta formulación de la relación hace sur- Se ha considerado que el problema consiste en
gir toda clase de problemas metodológicos para la obtener las inferencias de los "estados mentales" a
ciencia social. El problema, concebido como inter- partir de la llamada conducta externa. Sin embargo,
no y privado y, por lo tanto, no abierto a inspección la concepción de la relación entre los llamados "es-
directa, consiste en inventar métodos de evaluar ta- tados mentales", como motivos, intenciones y razo-
les estados internos, para cuyo efecto se ha inventa- nes, y la conducta presupuesta en el modelo antes
do un gran número de técnicas, como escalas de ac- esbozado está, afirmaremos, fundamentalmente
titud, cuestionarios, entrevistas e inventarios de mal concebida. Consideremos la siguiente descrip-
personalidad. Los resultados de todo esto suelen ción de acciones bastante prosaicas: "Levantó el
ser correlacionados con índices "subjetivos", como brazo", "Levantó el vaso", "Brindó por la feliz pare-
nivel de educación, clase social, identidad étnica, ja", "Sació su sed", "Decidió que lo único que podía
participación en asociaciones, votos, patrón de gas- hacer era emborracharse." Todas estas afirmacio-
tos, para mencionar sólo unos cuantos de los tipos nes describen lo que podría llamarse diferentes ac-
de variables que se emplean. ciones, y sin embargo también podría decirse que
Con métodos como éstos, para su atribución a consisten o que implican un movimiento corporal
"estados mentales" —para emplear un término ge- muy parecido. Esta "muestra conductual", por lo
neral, por el momento— de lo que dicen los en- tanto, puede formar parte de muchas diferentes ac-
cuestados, siempre ha existido el problema de rela- ciones, y, generalizando a partir de esto, podemos
cionar lo que la gente dice con lo que hace (por decir que no es necesario que haya un acoplamien-
ejemplo véase Deutscher, 1973). Durante una en- to, de una a una, de la descripción de una acción
254 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 255
con un despliegue conductual. Pitkin planteó bas- caluroso, a alguien lo habían "plantado", etc.— y ha-
tante bien este punto: bría podido darse alguna descripción sin mayor di-
ficultad ni angustia acerca de lo que en realidad
Con el mismo moviluiento físico, un plumazo o un ocurrió. Algunas de estas descripciones bien pue-
meneo de la cabeza, un hombre puede violar una pro- den imputarle un motivo o propósito a la conducta,
mesa o hacer una, renunciar a su derecho de naci- como un deseo de emborracharse, de mostrarse so-
miento, insultar a un amigo, obedecer una orden o co- ciable, de desear buena suerte a la feliz pareja, de
meter traición. En varias circunstancias y con diversas saciar la sed, etc. En tales casos, lo que hace el mo-
intenciones el mismo movimiento puede constituir tivo es decirnos más acerca de la acción que se está
cualquiera de estas acciones; por ello, en sí mismo, no
constituye ninguna de ellas [Pitkin, 1972: 1671. efectuando, y nos dice lo que la persona está ha-
ciendo: "emborrachándose", "brindando por la fe-
Un observador que viera a alguien levantar el liz pareja", "saciando la sed", etcétera.
brazo con un tarro de cerveza podría describir la Al describir muchas acciones achacamos inevita-
acción de muy diversas maneras. Cualquiera de las >lemente motivos de una índole u otra. La fuerza
acciones antes descritas podría ser apropiada, aun- Inalítica de motivos y razones no se encuentra tan-
que "Levantó el brazo" parece singularmente poco to en que sean fuentes "internas" y fuentes causales
informativo, dentro de cierto contexto. Si nos ate- privadas de la acción o comportamiento, sino en
nemos al cuadro de intenciones, motivos, etc., que equivalen a reglas para identificar una muestra
como estados literalmente "internos" localizados en fic conducta como acción de una índole particular.
la mente (que, en este cuadro, suele suponerse que Motivos, razones y otros conceptos disposicionales
está contenida "en la cabeza"), el observador no y pueden considerar como reglas o como instruc-
puede captar directamente algún supuesto "estado
mental" que causara la conducta observada. Y sin
embargo, el modo en que la acción misma de un in-
~1
%iones internas para ver el comportamiento de tal o
manera, para explicar más la acción, para ha-
.siir un relato de tal acción. De ahí se sigue que cual-
dividuo deberá ser identificada depende de la refe- qpier despliegue de comportamiento se puede des-
rencia a supuestos "estados mentales". Pero la atri- cribir y explicar en toda una variedad de formas
bución de esos "estados mentales" no implica Istintas y a menudo excluyentes, es decir, como di-
inferencias problemáticas acerca de hechos ocurri- Isersos tipos de acción motivada. Como lo expresa
dos "en la cabeza" sino que exige observar las cir- hustin (1961; véase también Anderson et aL, 1986:
cunstancias de la actividad —era una boda, un día 911. 9):
256 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 257

En principio, siempre está abierto a nosotros, a lo lar- bría sido menos ambiguo. El hecho de que ocurrie-
go de varias líneas, describir "lo que hice" o referirnos ra en invierno hizo que el carácter motivado de la
a ello de tantas maneras distintas. . ¿Debemos decir, escena no se pudiera aclarar sin recurrir a testimo-
como estamos diciendo, que él tomó el dinero de ella, nios circunstanciales con respecto al estado mental
o que metió la pelota en el hoyo? ¿Que dijo "Hecho", o
de la viuda. Las diferentes suposiciones con respec-
que aceptó una oferta? Es decir, ¿hasta qué punto los
motivos, intenciones y convenciones forman parte de
to a su estado mental habrían instruido a los res-
la descripción de las acciones? [Austin, 1961: 148-149J. ponsables de llegar a un veredicto para formarse
una versión de la escena en formas particulares o
Aquí la cuestión es más manifiesta cuando el ca- bien, a la inversa, las suposiciones acerca de la es-
rácter motivado de un acontecimiento es equívoco, cena les habrían llevado a hacer inferencias acerca
como en un caso del que nos informa Atkinson del estado mental de la víctima, etc. Es importante
(1971; véase también Heritage, 1978). Una viuda de subrayar que la incertidumbre en este caso no se
83 años fue descubierta en su cocina, habiéndose debió al hecho de que las intenciones de la viuda
suicidado con gas. Había vivido a solas desde la nos fuesen ocultadas a los demás, "dentro de su ca-
muerte de su marido. Había colocado tapetes y toa- beza", por decirlo así, sino porque nos fueron ocul-
llas bajo las puertas y en torno de las ventanas. En tadas dentro de su habitación. Si hubiésemos estado
la investigación los vecinos declararon que siempre allí para observar sus acciones en el momento, ha-
había parecido persona alegre y feliz. El jefe de in- bríamos podido determinar mucho mejor cuál era
vestigaciones dio un veredicto abierto, porque no su propósito.
había pruebas de por qué se habían abierto las lla- Suponer, como el modo típico de la explicación
ves del gas. En este caso, las circunstancias de la científica social quisiera que lo hiciésemos, que la
muerte, ocurrida durante el invierno, fueron insu- conducta se puede describir como una especie de
ficientes para llevar a un veredicto definitivo. Por "hecho bruto", independiente de motivos o de ra-
ejemplo, fue difícil establecer si se habían utilizado zones, es representar sumamente mal la relación
los tapetes y las toallas para proteger del frío y de que éstos tienen con la descripción de la acción.
las corrientes, y no para evitar la salida del gas y, Describir la acción antes mencionada como "llevar-
por consiguiente, establecer si la salida del gas fue se un vaso a los labios" como si esto fuese, de algún
intencional o bien inmotivada, y debida a simple modo, más real que otras descripciones que impli-
distracción. Si la muerte hubiese ocurrido en vera- can imputaciones o inferencias acerca de las moti-
no el carácter motivado de los acontecimientos ha- vaciones, excluye los elementos mismos que la ha-
cen una acción social, aunque, debe decirse, para
258 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA. 259

algunos propósitos semejante descripción bien pue- ejemplo, los diez mandamientos prohiben varios ti-
de ser adecuada. Empero, esa descripción, tratada pos de conductas que, puede suponerse, el autor de
como descripción de un "hecho bruto" indiscutible las reglas no consideró sanas, como el adulterio, el
o de un "dato observacional" básico, que permite el robo, la envidia, la idolatría, etc. Sin embargo, al-
significado o la imputación de motivo, razón o in- gunas reglas hacen posibles las actividades mismas
tención, tan sólo como componente subjetivo, es un a las que se aplican y por ello se puede decir que
error al concebir el proceso de descripción de la ac- son "constitutivas" de la acción, en el sentido de
ción.8 Además, los motivos pueden ser discutibles, que prescriben lo que se requiere para desempeñar
indeterminados y dudosos como cosa natural. La cierta acción. Como ejemplo obvio, diremos que se-
conjetura como motivo no surge de la ausencia de ría imposible imaginar siquiera jugar al ajedrez sin
evidencia que podemos tener pero que no tenemos las reglas del ajedrez, pues son esas reglas las que
—como lo quisiera el positivista desesperado del establecen cómo se juega, qué maneras de mover
que hablamos antes— sino que es una revisión de las piezas cuentan como jugadas en una partida,
toda una gama de posibilidades en que la relación etc. Si suspendemos reglas como éstas, deja de exis-
de la conducta con sus circunstancias simplemente tir la actividad en cuestión. Desde luego, aún que-
es ambigua, aunque pueda no ser así para aquellos daría la conducta de empujar piezas de madera o de
cuyas actividades se están observandó. plástico sobre un tablero ajedrezado, pero no po-
Lo que ocurre con los motivos ocurre con las re- dría decirse que esto fuera precisamente jugar al
glas. Cualquier ejemplo de conducta se puede ha- ajedrez.9 Del mismo modo, "obedecer los semáfo-
cer congruente con un gran número de reglas, ros" no tendría sentido fuera de la idea de reglas de
aunque en la práctica sólo algunas parecerán per- tránsito.
tinentes para cada ocasión. Algunas reglas son Aquí, una distinción procedente es la que hay en-
mandamientos de hacer o no hacer algo que podría- tre un proceso que esté de acuerdo con una regla y
mos hacer si existiese o no existiese la regla. Por un proceso que implique una regla; entre "acción
ejemplo, podríamos dejar de comer ciertos alimen- de acuerdo con una regla" y "acción gobernada por
tos sin que nos lo hubiesen ordenado ciertas res- una regla"» Cualquier agente, proceso o acción
tricciones alimentarias. En ese sentido, las reglas observado puede ponerse bajo los auspicios de mu-
son externas a la conducta a la que se aplican. Por chas formulaciones similares a reglas, ninguna de

9 Sobre las "reglas constitutivas" véase Searle (1969).


8Coulter (1979) desarrolla este' teina con cierta extensión. 1° Véanse Coulter (1973: 141); Rawls (1955). La distinción se
Véase también Coulter (1969). debe a Wittgenstein (1958: 199-202).
260 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 261

las cuales es inconfundiblemente la regla que go- tre la acción y su descripción, y las reglas o los mo-
bierna el proceso o el acontecimiento. Como lo ex- tivos de los que podría decirse que gobiernan la ac-
presa Coulter, las "reglas que hacen de una acción ción, del considerado en el enfoque positivista. Pos
lo que es no son reductibles a ningún [conjunto de] una parte, afirma que las acciones y sus descripcio-
descripciones de transformaciones físicas o fisioló- nes están conceptualmente unidas a razones y mo-
gicas, ya que virtualmente cualquier 'acción' o 'ac- tivos, y que ni unos ni otros pueden describirse
tividad' se puede realizar por medio de diferentes como si fuesen separados e independientes; por
transformaciones [. .1 y lo inverso también es cier- el contrario, se imbuyen unos a otros reflejamente.
to" (Coulter, 1989: 14). Una actividad está de acuer- Este análisis de reglas, motivos y otros conceptos
do con una regla si muestra las regularidades ex- intencionales —a los que podemos denominar con-
presadas por la regla. Implica una regla si los ceptos de acción— sostiene que éstos son recursos
agentes en realidad utilizan la regla para guiar o por medio de los cuales damos su sentido y signifi-
evaluar sus acciones. Sin embargo, las reglas no de- cado al mundo social. También está estableciendo
terminan sus propias aplicaciones sino que tienen el punto de que el vocabulario de la acción muestra
que ser usadas, y uno de sus usos más importantes propiedades muy diferentes de las presupuestas en
consiste en poner una serie de acontecimientos, un vocabulario causal. La acción se predica sobre
procesos, personas o conducta, o todo ello junto, las ideas de un agente, específicamente de un agen-
dentro de algún esquema de interpretación. En este te humano. El vocabulario de la acción es empleado
sentido, el concepto de regla queda atado al de "co- por los seres humanos al hablarse entre sí acerca de
meter un error", y es la posibilidad de esto la que lo que están haciendo. Un agente difiere de un pro-
ayuda a distinguir entre ser "gobernado por reglas" ceso causal porque puede decirse que está hacien-
y la simple regularidad. Es decir, nos permite eva- do una elección, ser responsable, iniciar, hacer
luar lo que se está haciendo, atribuir las faltas, ver- algo, etc. Una acción se puede elogiar o condenar,
nos sometidos a críticas. Invocar reglas es una ma- mandar o prohibir, porque la persona que efectúa
nera de pintar o de describir acción, o de señalar lo la acción puede ser elogiada, condenada, ordenada
que estamos haciendo, o hacer responsables nues- o proscrita.
tras acciones. Empleadas de esta manera, las reglas El empleo de expresiones causales en contextos
son parte de nuestros recursos para hacer com- de acción no debe hacernos pensar en relaciones
prensible el mundo. invariantes ni creer que éstas, por alguna razón,
El resultado de esas observaciones sugiere con son más reales que las no causales. Decir algo como
toda claridad un tipo muy distinto de relaciones en- "El hecho de que estuviera oscuro lo hizo tropezar

262 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 263

con el taburete" es usar un tipo de relación causal da en algún contexto. Sin embargo, la idea es que
entre la cantidad de luz y la capacidad de ver, pero las descripciones de acción son esencialmente refu-
equivale a ofrecer una excusa, a sugerir que él no tables; es decir, siempre es posible, en principio,
sólo fue torpe sino que no pudo evitarlo y, por con- discutir en contra de cualquier descripción particu-
siguiente, no se le pudo culpar de lo ocurrido. Las lar, introduciendo otros detalles acerca de la situa-
acciones no se presentan convenientemente titula- ción, la persona, el hecho o el objeto. Ilustremos
das "suicidio", "torpeza", "obedecer las señales de esto con otro ejemplo casero.
tránsito", "sacar a pasear al perro", "votar por un Hace algún tiempo, uno de los autores de esta
partido de la clase obrera", "mostrarse maternal", obra OAH) iba caminando por un corredor y, casual-
etc., sino que se las debe describir, y hacer esto es, mente, se detuvo para abrirle la puerta a una mujer
en sí mismo, una acción. No sólo incluye observar que lo seguía. La señora se detuvo e hizo la obser-
una "c"onducta concreta", si es que esto tiene algún vación de que lo que él había hecho era sexista. jAH
sentido, sino también prestar atención a circuns- ofreció sus disculpas, un tanto confuso, y dijo que
tancias, razones, motivos, reglas, etcétera. abrir la puerta para permitir que ella lo precediera
Por supuesto, no se trata de que intenciones, mo- era un gesto de simple cortesía, que él habría hecho
tivos, reglas o convenciones sean necesariamente -por cualquiera, hombre o mujer. Esto no pareció
imputaciones en descripciones de acción. Se puede muy convincente, y la discusión prosiguió durante
matar inadvertidamente, engañar sin intenciones tinos minutos. Lo interesante de esta anécdota no es
de engañar, etc., mientras que en otros casos las co- el punto, hoy ya familiar, de que la misma muestra de
sas no son tan claras; ¿se puede asesinar sin inten- conducta —abrir la puerta, apartarse, etc.— esté ex-
ción de asesinar, prometer sin la intención de pro- puesta a diferentes interpretaciones, sino que está
meter, por ejemplo? Y los acontecimientos también expuesta a diferentes descripciones como acción.
se pUeden describir sin implicaciones de motivo: kio se trata de encontrar la descripción adecuada de
"La pistola estaba casualmente cargada, el seguro un hecho, como habría que hacerlo para introducir
abierto, el proyectil la alcanzó, y ella falleció de las taquetes redondos en agujeros redondos, o las pala-
lesiones recibidas". Que semejante descripción pu- ..kiras adecuadas en las líneas de un crucigrama. Se
diese ser considerada precisa o adecuada depende- .trata de justificar una acción y de describirla en for-
ría de los propósitos para los que se formulara la Altas que tuviesen consecuencias sociales. Preguntar
descripción. La descripción de una acción es un he- la descripción adecuada de la acción de JAH fue
cho ocasional, en sí misma es acción, hecha con al- rtesía" o "chovinismo machista" es perder de vis-
gún propósito, imbuida por algún interés, y realiza- lía el punto principal. La cuestión de la descripción
264 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 265

es inseparable de justificar la acción o un punto Sin embargo, la incapacidad de encontrar "mé


de vista con razones y argumentos apropiados, todos comunes", por así llamarlos, no es una falla
que tienen que ver con persuadir, halagar, amena- de nuestro conocimiento sino una característica de
zar o coaccionar a alguien para que acepte que lo nuestro vocabulario de la acción. Al señalar la esen-
ocurrido tuvo tal y cual carácter. No se trata de sa- cial refutabilidad de las descripciones de la acción
ber si la intención de JAH no viene al caso o si tie- se afirma que el vocabulario de la acción es parte in-
ne la intención que él reconoció. Se trata de saber tegral del discurso moral y que, como tal, se preo-
si la intención, por sí sola, basta para decidir el ca- cupa por la evaluación de la conducta. En este ám-
rácter de la acción, o si la posesión misma de esa bito de discurso lo que hemos hecho o estamos
intención muestra ingenuidad acerca del contexto haciendo no tiene una descripción bien definida en
de las relaciones entre hombre y mujer, contexto den- las formas requeridas por la ciencia positivista, aun-
tro del cual semejante intención no puede ser que tales descripciones funcionan bastante bien en
"inocente", pues equivale a no reconocer que tra- el contexto de la acción. Saber lo que se está ha-
tar a una mujer ostensiblemente del mismo modo ciendo, lo que se va a hacer, lo que se ha hecho o
que se trataría a un hombre no es en realidad tra- no se ha hecho son cosas que no pueden explicarse
tarla del mismo modo, en absoluto. Es, por decir- completamente considerando, de hecho, lo que se
lo así, un residuo de actitudes patriarcales. hace. Saber lo que se está haciendo es ser capaz de
La señora y JAH habrían podido presentar, cada elaborar la acción, decir por qué se la está hacien-
uno, sus argumentos sensatamente. Él habría podi- do, excusarla o justificarla en caso necesario, etc.
do señalar sus ejemplares antecedentes de cortesía (Pitkin, 1972: cap. 7). En suma, lo que está en juego
en todo, mientras que ella bien habría podido to- es lo que en realidad se hizo. ¿El hecho de que JAH
mar esto como más pruebas en favor de su caso, ar- abriera la puerta fue un ejemplo flagrante de cho-
guyendo que esa conducta indicaba una actitud pa- vinismo machista o un último vestigio de cortesía
triarcal de parte de JAH, y que el sexismo era parte caballeresca? Y aun si fue ese "último vestigio de
integral de esto. Como en el caso de los motivos, cortesía caballeresca", ¿no sería esto más "chovinis-
podrían invocarse varios argumentos, aducir razo- mo machista"?, etc. La disputa no trata del tipo de
nes para apoyar el argumento de que la escena de- cuestión que se puede resolver consultando algún
bía considerarse de un modo particular. Sólo habrían presunto diccionario de acciones sociales.
podido llegar a algún acuerdo si sostuvieran, por Estos argumentos sugieren que la descripción de
decirlo así, un marco en común, por el cual pudie- la acción social es cuestión problemática tanto para
ran resolverse tales disputas (Ryle, 1966). los actores sociales como para los observadores. Se
266 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 267

ha indicado ya que las descripciones son sumamen- los propósitos presentes, o bien su sentido queda
te sensibles al contexto, y refutables. La descripción "llenado" utilizando los detalles específicos de los
misma es una actividad social que se hace con al- contextos en que aparecen. Sín embargo, siempre
gunos propósitos particulares y considerada ade- es posible ofrecer otras descripciones de un objeto,
cuada o inadecuada, según el caso, de acuerdo con hecho, acción o persona. Se pueden añadir otras
esos propósitos. Esto nos lleva a otra propiedad ge- propiedades que pueden modificar la descripción
neral de las descripciones, a saber, que siempre y original, o bien presentarse otros aspectos que
en principio son incompletas. Cualquier cosa que aporten elementos adicionales para condicionar,
se incluya en una descripción es siempre selectiva y modificar o aun negar el original. La relación entre
no logra agotar todo lo que puede decirse acerca de los rasgos de un objeto, un acontecimiento, un acto
un objeto, hecho o persona. Siempre se podría aña- o una persona, y alguna descripción, no es deter-
dir algo más; por ejemplo, se puede describir a una minada. La selección que hace el hablante de un
persona diciendo que "es de pelo negro", "alta", descriptor, entre todo lo que podía decirse o predi-
"egoísta", "reservada", "trabajadora", "de inteligen- carse de algún fenómeno, normalmente le dice al
cia superior a la normal", etc., pero esto no agota auditor algo acerca de los propósitos prácticos del
todo lo que puede decirse acerca de la persona. Las hablante al ofrecer esa descripción en particular,
descripciones son selecciones de lo que era posible Esto requiere una multitud de posibles elaboracio-
decir y, dependiendo de la ocasión, pueden ser per- nes y quiere decir que, en las ocasiones de su
fectamente adecuadas para esa ocasión y para ese empleo, una descripción sólo puede indicar lo que
propósito. Aunque las descripciones tienen un aura significa; a esto Harold Garfinkel lo ha llamado "in-
de estar completas, o, como lo dice Frederick Wai- dexicalidad" (Garfinkel, 1967; esp. cap 1).
semann, una calidad de "textura abierta", esto no Los argumentos que hemos revisado desafían las
menoscaba su capacidad de hacer la labor requeri- presunciones de la explicación convencional de la
da, pues los hablantes de una lengua natural nunca acción atada, como lo está, a los requerimientos del
han intentado hacer una descripción absoluta y de- positivismo. La tradición de la ciencia social de la
finitivamente completa (Wiseman, 1951; Pitkin, que se derivan atribuye un lugar central a los signi-
1972: 61-62). Como ya se dijo, a menudo un solo ficados al comprender la vida social, y señala las di-
descriptor nos dará una descripción adecuada— "es- ferencias cruciales entre el "vocabulario de la ac-
te amigo", "mi colega", "el casero de los Plough", ción", para retener esa expresión, y el cuadro de
"ese estúpido perro"—, y los detalles restantes que- acción residente en las explicaciones positivistas. El
dan, por decirlo así, apartados entre corchetes para término un tanto ampuloso y elaborado de "signifi-
268 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 269

cado" no sólo insinúa un carácter intersubjetivo de


la vida social y, a su manera, señala el hecho de que la RAZONES FRENTE A CAUSAS
acción humana no está tan determinada en su cur-
so como el objeto-tema inanimado de la ciencia na- Una importante consecuencia metodológica de
tural." Mientras que el positivismo tal vez atribui- unir razones, motivos y otras disposiciones al con-
ría esto a una escasez de buenas mediciones, cepto de acción es que plantea preguntas sobre si la
buenas teorías, y a la infancia de las ciencias socia- ciencia social puede preocuparse por las causas de
les, o a la mayor complejidad del mundo social com- la acción. El nexo conceptual entre la imputación
parado con el natural, lo que aquí se está afirman- de Tazón y motivo y la descripción de la acción sos-
do es más fundamental, a saber, que la vida humana tiene que no se ha satisfecho una de las principales
es esencialmente distinta y que esta diferencia exige normas para identificar una relación causal: la in-
otra metodología, diferente de la requerida por una dependencia lógica del factor antecedente —la ra-
concepción positivista. También puede exigir un zón— y el efecto —la acción—. En cambio se afirma
tipo distinto de conocimiento. Desde luego, las co- que ha surgido una relación muy diferente en que
sas dependen mucho de la trivial observación de la razón (o el motivo) y la descripción de la acción
que los seres humanos son capaces de dar explica- se informan mutuamente, aunque no de manera de-
ciones de sus propias vidas y de sus relaciones con terminada. Otra objeción a la versión causal brota
otros. Sin embargo, lo que se está afirmando es, asi- de las cuestiones enfocadas en conexión con la des-
mismo, que esta capacidad es esencial para que cripción de la acción misma, y es una objeción al
exista siquiera una vida social. Dar razones, justifi- empleo del modelo de explicación hipotético-de-
caciones y explicaciones, hacer descripciones, son, ductivo. Se afirma que semejante método sólo
en sí mismas, actividades profundamente sociales y, puede utilizarse si es posible una descripción lite-
por consiguiente, hacen de la vida social lo que es. ral; es decir, una descripción que no dependa, para
Lo que tenemos que examinar ahora es si estas con- tener sentido o significado, de la ocasión de su em-
sideraciones implican o no que es imposible una pleo (Wilson, 1974: 75).
ciencia social. Como ya se señaló, las descripciones entran en la
forma hipotético-deductiva de explicación, al me-
II El hecho de que las acciones de la gente no estén causal- nos en dos lugares: en las declaraciones acerca de
mente determinadas no significa que, por lo tanto, la vida social las condiciones iniciales y en la predicción deduci-
sea desordenada o inexplicable. La vida social es inmensamente
rutinaria y predecible casi todo el tiempo. La cuestión se refiere da que constituye el explanandum. Sin embargo, el
a la base por la cual es tan ordenada. peso del argumento es que la descripción literal es
270
LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA
posible en las
LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 271
ciencias sociales sólo si se pasa por
alto la naturaleza interpretativa de la acción social y modo, la clasificación de la descripción de algún
se introducen por la fuerza categorías en un marco, ejemplo de conducta en alguna ocasión determina-
literal.satisfacer
para los requerimientos de la descripción
"Saber lo que da, como ejemplo de un tipo particular de acción,
yéndose uno mismo] es la gente está haciendo [inclu- no se basa en un conjunto de rasgos especificables
saber cómo de la conducta y la ocasión sino que, antes bien, de-
identificar lo que
se está haciendo en las categorías del idioma natu-
ral, lo cual requiere pende del contexto indefinido que el observador
saber cómo
utilizar esas catego- consideró pertinente, concepto que obtiene su sig-
rías en contextos discursivos" (Coulter, 1989: 15-
nificado, en parte, por la acción misma que se 'está
16). De este modo, si alguien desea describir un
ejemplo de conducta, que puede utilizando para interpretar. El significado, y por lo
ser una locución o tanto la acción que se está efectuando, por ejemplo
un movimiento corporal como, por ejemplo, indi-
un brazo levantado, dependerá del contexto; de ma-
cadores de "enfermedad mental", ni la locución nera similar, el contexto mismo se volvería parcial-
misma ni el movimiento indicarán esto sin el uso de mente inteligible por el significado o la descripción
algún esquema que nos permita presentar esto
dada al movimiento. De ahí se sigue que cualquier
como un ejemplo, un indicador de enfermedad
interpretación es siempre revisable retrospectiva o
mental. Huelga decir que diferentes esquemas ha-
prospectivamente a la luz de nuevas evidencias.
rán surgir diferentes descripciones, aunque no
Estos argumentos —y examinaremos más de ellos
siempre incongruentes. De manera similar, si yo me en el próximo capítulo— ponen en duda seriamen-
valgo de las descripciones, hechas por alguien más,
te la idea de una ciencia social basada en la bús-
de los mismos elementos, para comprender esto de-
queda de causas. Winch (1990), entre otros críticos,
beré valerme de los mismos procedimientos inter-
sostiene que los conceptos de acción son lógica-
pretativos a fin de poder apreciar cómo fueron reu-
mente incompatibles con la idea de necesidad cau-
nidos 'los ejemplos en la descripción usada.
sal y, así, con la explicación causal de las ciencias
Garfinkel (1967: 76-103) se refiere a esto como el
naturales. También se han hecho intentos de negar
"método documental de interpretación", en el que
la fuerza de esta distinción entre las razones y las
un conjunto de apariencias, que pueden ser obje-
causas. Por ejemplo, MacIntyre (1977: 117), irritado
tos, hechos, personas o símbolos, se toma como
por el hecho de que los agentes pueden ofrecer mu-
prueba de algún patrón subyacente, mientras que el
chas razones de por qué están haciendo algo, desea
patrón postulado sirve como guía para ver cómo se
argüir que la posesión de una razón por un agente
deben interpretar las propias apariencias. De este
puede ser un estado identificable independiente-
mente de que el agente efectúe una acción y, por
272 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 273

consiguiente, ser una causa candidata. La atribu- algo a alguien está muy lejos de decir que la perso-
ción de una razón es, en sí misma, cuestión de re- na hará eso que tiene una razón de hacer. No es, ni
lacionar una persona con un contexto. Decir de la remotamente, como identificar una causa.
gente que tiene una razón es, precisamente, decir Desde luego, el hecho de que la gente tenga ra-
que se encuentra en una situación particular. En las zones puede identificarse independientemente de
novelas policiacas clásicas los investigadores descu- que realice la acción para la que tenía razones. La
bren que muchos personajes tenían buenas razones gente puede hacer o no hacer el hecho pertinente.
para odiar a la víctima del asesinato, y lo hacen de- Pero éste no es el argumento que desean establecer
velando las relaciones de estos personajes con la quienes insisten en que las razones no son causas y
víctima. Descubren que uno de los sospechosos se ni siquiera se les parecen. Su idea es que la identi-
encontraba en una situación en que era explotado ficación de una razón está lógicamente conectada
y maltratado por la víctima, sin poder hacer nada, y con la acción para la cual hay una razón, que la ra-
ésta es una razón por la que dicha persona pudo ha- zón es identificada, para empezar, como razón para
ber odiado tanto a la víctima como para llegar a ase- una cierta acción. No podemos investigar la vida de
sinarla. Obviamente, no todo el que tiene una ra- un individuo para ver cuáles razones habría tenido
zón hace aquello para lo cual tenía razón. Sólo en y luego, habiendo establecido que la persona tuvo
Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie, to- esas razones, efectuar nuevas investigaciones para
dos los sospechosos que tenían razones para matar ver cuáles acciones eran razones para ello. En la nove-
fueron los asesinos. En la habitual novela policiaca la policiaca clásica establecer las razones del asesi-
sólo uno de quienes tenían una razón para matar a nato, las razones de asesinar a esta víctima, es algo
la víctima cometió el asesinato. Tener una razón integral a decir lo que la acción es una razón para
para hacer algo no significa que eso se hará. Decir hacer. Por lo tanto, no podemos efectuar el tipo de
que alguien tiene una razón es algo como decir —a investigación empírica que trata de descubrir cuá-
veces es decir— que tiene una justificación o una ra- les consecuencias causará una cierta condición con
zón para hacerlo. Decimos "como" porque tener objeto de descubrir qué tipo de acciones hará sur-
una razón para asesinar a alguien no es tener justi- gir la posesión de una razón. La identificación mis-
ficación y derecho de matar a esa persona, en con- ma de razones dice cuáles acciones son razones
traste, por ejemplo, con el caso en que podemos de- para cometerlas. Desde luego, es una pregunta em-
cir que alguien tiene una razón para presentar una pírica sobre si una persona tiene una razón para
demanda, es decir, que estaría justificado si lo hi- una acción y sobre cual —si alguna— de las personas
ciera. Sin embargo, atribuir una razón para hacer con una razón para efectuar esa acción la efectuó.
274 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 275

Hasta pueden hacerse investigaciones para estable- heredar el dinero legado en su testamento. De este
cer si alguien que tenía esa razón, que efectuó esa modo, la razón elabora la identidad de la acción.
acción, la efectuó por esa razón. Puede haber más El deseo de retener la noción de que las explica-
de una razón, por ejemplo, para que alguien efectúe ciones causales son las únicas explicaciones reales
una cierta acción, y esa persona puede efectuarla de las acciones también está conectado con el de-
por sólo una de esas razones. Las razones entran terminismo y el libre albedrío, debate que podemos
como justificaciones, como nuevas elaboraciones resumir brevemente como sigue. Por una parte, hay
de las acciones, y no necesariamente se formulan argumentos que dicen que hacemos responsables a
como antecedentes previos a la acción a la que co- las personas de lo que hacen, las censuramos cuan-
rrespondería la razón. Y el argumento tampoco do se portan mal, etc., y que lo hacemos porque tie-
destruye el nexo conceptual entre las razones y la des- nen libre albedrío. No tuvieron que hacer lo que hi-
cripción de la acción, relación que no es de inde- cieron, pues fueron libres de hacer otra cosa.
pendencia ni de invarianza contingente. Tenían opción. Por otra parte, si todo lo que la gen-
El apego a la idea de que todos los fenómenos, te hace es causado, entonces eso significa que las
incluyendo las acciones, deben tener causas, puede personas fueron creadas para hacer lo que hicie-
ser en parte manifestación de un apego a las ideas ron, y así la idea de libre albedrío es una ilusión.
positivistas acerca de la ciencia, es decir que el Por lo tanto, no tendría objeto culpar a nadie por
modo de explicación científica es universal y causal. hacer algo que estaba fuera de su dominio. Lo que
Si las acciones van a caer bajo la denominación de la gente hace es función de los supuestos factores
ciencia se las debe explicar causalmente y, en con- causales, como educación, personalidad, situación,
secuencia, si las razones explican las acciones, de- y por lo tanto es simplemente víctima impotente de
ben ser algún tipo de causa. La resistencia a esta todos estos factores. Aunque todos podamos sentir-
opinión sostiene que hay más de un tipo de expli- nos libres de elegir y de actuar, en realidad somos
cacióh, y que no todas las explicaciones ofrecen inconscientes de las causas de nuestras acciones.
causas. Las explicaciones por medio de razones son Aquí el conflicto, aunque fácil de plantear, no es
distintas de las explicaciones causales, pero tam- tan fácil de resolver. La noción misma de causa se
bién explican. Explican al poner en claro cuál era el emplea de muy diversas maneras, no todas las cua-
punto o propósito de una acción. Dar la razón por jes coinciden con la concepción humana de causa-
la cual el asesino cometió el asesinato pone en cla- 1idad. El hecho de que demos explicaciones de
ro lo que significa este punto: interrumpir toda nue- srazón" y de "intención" de las acciones no necesa-
va explotación y maltrato por la víctima, digamos, o riamente implica que nunca demos causas de las ac-
276 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA 277

ciones. Peters, quien adopta la opinión de que a me- "causa", son conceptos conectados con muchos otros
nudo damos otros tipos de explicaciones de las ac- conceptos, y abandonar las nociones de "libre albe-
ciones, aparte de las causales, sostiene sin embargo drío" no sólo significa sacar de nuestro vocabulario
que probablemente damos explicaciones causales la expresión "libre albedrío", sino que también in-
cuando algo ha salido mal, "cuando hay algún tipo cluiría reorganizar todo nuestro modo de hablar
de desviación del modelo propositivo que sigue acerca de lo que hacemos, y prescindir de modos de
una regla; cuando la gente, por decirlo así, lo en- hablar que nos son útiles con propósitos que no tie-
tiende mal" (Peters, 1960: 10). En tales casos surgen nen que ver con explicar científicamente nuestras
dudas sobre si la acción fue plenamente realizada. acciones. Si se nos preguntara "equé es una acción
Asimismo, solemos dar explicaciones causales de libre?", podríamos plantear sin mayor dificultad
acción cuando la elección o responsabilidad del ac- muchos ejemplos, sinónimos, analogías, y ofrecer
tor es mínima o bien no tiene interés para nosotros. conceptos casi equivalentes en significado, los cua-
Podemos hacer esto, como lo muestra Pitkin (1972: les mostrarían que el concepto de "hacer libremen-
cap. 7) al considerar cómo hacer que una tercera te X" está directamente interrelacionado con mu-
parte haga algo. Aquí las causas no son incompati- chos de nuestros modos de hablar. Si negáramos
bles con razones, motivos e intenciones. Por ejem- que algunas acciones fueran libres nos veríamos
plo, en la explicación histórica solemos estar un obligados a rechazar categorías enteras y relacio-
tanto más interesados en explicar por qué una per- nes, negando, de hecho, zonas íntegras de nuestro
sona hizo lo que hizo que en hacerla responsable o lenguaje. Términos como "libre", "causa", "deter-
atribuirle una culpa. minado" y conceptos asociados con ellos se utilizan,
Podríamos decir que esto está muy bien. Las en contextos particulares, para evaluar alguna ac-
prácticas del idioma ordinario con respecto a las ción particular hecha o considerada. Si una perso-
atribuciones causales contra las imputaciones de na tiene opción o no es cuestión que depende en
motivos o razones son bien aceptadas en conexión parte de la posición adoptada por un hablante en la
con acciones particulares, pero no son precisamen- situación de marras y no tiene nada que ver con si
te pertinentes para la ciencia social, la cual se inte- podrían ser causas de las acciones. Podemos decir-
resa por la explicación de clases enteras de accio- le a un amigo íntimo, "No puedo ir al cine contigo
nes. Como respuesta, podríamos decir que, al tratar porque mis padres están de visita", y dar a entender
de dar una explicación de esta índole, se corre el que la fuerza de la obligación con los padres signi-
riesgo de estirar el idioma hasta crear dificultades fica que no soy "libre" de ir. La aceptación de esta
conceptuales insolubles. "Libre", "determinado", explicación por parte del otro significaría que no se

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iba a ofender ni a sentir decepcionado por el hecho ducta. Aun podríamos tener "elogio", pero esto no
de que rehusara su invitación. En cambio, si un sería dar crédito por alguna realización personal, y
amigo deseara que lo acompañáramos al hospital, sólo vendría a añadir otro factor para inducir una
es posible que pudiéramos pasar por alto las obli- conducta particular, de la que nosotros, como "cen-
gaciones con los padres, y nuestros padres com- suradores", o "elogiadores", no podríamos arrogar-
prenderían por qué "tuvimos" que aplazar nuestras nos ningún crédito, pues tampoco nosotros habría-
obligaciones para con ellos. No lo haríamos por un mos podido evitarla. La ídea es que aunque nuestro
simple conocido, aunque también esto podría de- idioma y nuestra comprensión sí cambian y son con-
pender de la gravedad de la razón de la visita al vencionales, no son arbitrarios. Han sido forjados
hospital. La idea es que en cada una de estas situa- por nuestra conducta como seres humanos. El de-
ciones se está adoptando una posición con respecto terminista podría argüir que lá distinción entre ac-
a otros, y por ella seremos juzgados. Lo difícil de ge- ciones y causas surge porque ignoramos las causas
neralizar a partir de estos casos particulares es dis- de algunas acciones, pero esto es perder de vista el
tinguir unas normas por las cuales todas las accio- punto principal.
nes se consideren causalmente determinadas. También resulta dificil no ver la presentación
Sea como fuere, es difícil ver cómo podríamos misma del punto de vista determinista en contra-
descubrir si todas nuestras acciones en realidad es- dicción con la sustancia de sus propias doctrinas,
tán causalmente determinadas o si en realidad to- Los deterministas tratan de darnos razones para
das son libres. Casi parece como si la cuestión no pensar que el caso determinista es correcto y re-
fuera acerca de los hechos del mundo. Si, como ya quieren nuestra aceptación de su argumento, no so-
se sugirió antes, hemos considerado seriamente la bre la base de causas que nos obliguen a creer en el
idea de que toda acción fue causada (o libre), esto determinismo, sino como cuestión de cumplir con
implicaría grandes cambios al sistema conceptual las obligaciones que nos impone reconocer un ar-
en el cual y. por el cual están constituidas nuestras gumento mejor, es decir, aceptar lo que se nos ha
vidas. Difícil sería hablar de responsabilidad, culpa, mostrado.
castigo, honor, logro, generosidad, valor, habilidad, No podríamos encontrar una oposición más de-
calidad, fracaso, conducta, etc. Cierto es que pode- cidida. El tipo de enfoque positivista supone que
mos retener el uso de estos términos y de otros si- sólo la observación objetiva puede hacer posible la.
milares, pero su sentido se perdería. Aun podemos investigación de la auténtica naturaleza de las co-
tener "castigo", pero ésta sería la aplicación de otro sas, suponiendo, como parte de esto, que esa obje-
mecanismo causal destinado a modificar la con- tividad nos exige apartarnos de los fenómenos que
280 LA ALTERNATIVA INTERPRETATIVA

se estén observando. La cara opuesta del argumen-


to es que este "apartarse" de los fenómenos sociales
no nos dará su auténtica naturaleza sino que defor-
mará su carácter. Lejos de capacitarnos para com- VI. CONCEPCIONES LEGAS
prender mejor las cosas que hacemos, el punto de Y CIENTÍFICAS
vista positivista causaría un equívoco o haría que se
evaporaran. El punto de vista supuestamente "obje-
tivo" no es que si se aleja tanto al observador de las EN EL CAPÍTULO anterior analizamos cierto número
realidades que se están observando se perderá su de problemas para las versiones positivistas de la
carácter específico y distintivo. Una escena pura- ciencia social, que surgen de la naturaleza del voca-
mente "observacional", en el sentido que le dan los bulario que utilizamos en nuestras vidas ordinarias
positivistas, podría satisfacer los requerimientos de al hablar acerca de cosas y desempeñar acciones.
atenerse al procedimiento científico común, pero Lo que hemos tratado de poner de relieve es la ten-
también significaría abandonar el vocabulario de la sión entre el "vocabulario de la acción", por con-
acción del que, como hemos dicho antes, está com- servar durante un tiempo esta frase, y los intentos
puesta o constituida tan gran parte de nuestra exis- de crear un vocabulario que esté más en armonía
tencia. ¿Qué estaría observando el positivista? Se- con los requisitos observacionales de una ciencia
mejante observador no podría discernir promesas, positivista. Como intentamos poner en claro, las
guerras, poder, intereses, culto, organizaciones, ex- cuestiones no son simplemente acerca de "vocabu-
plotación, privación, etc., ya que éstos no podrían ,' lario" en el sentido de colección de palabras con las
llamar la atención del observador libre del concep- cuales la gente ordinaria habla de cierta manera de
to de acción. En suma, semejante ciencia "no po- sus asuntos, mientras que los hombres de ciencia
dría responder a las preguntas que hoy podemos hablan acerca de ellos de otra. Como hemos trata-
formular, pues están formuladas en los conceptos ' do de mostrar, en lo tocante a las ciencias sociales
que tenemós" (Pitkin, 1972: cap. 7). el hecho de que sus temas vivan dentro de un mun-
En el próximo capítulo examinaremos otros ar- do ya preinterpretado tiene implicaciones muy se-
gumentos pertinentes al caso. rias para la naturaleza de estas disciplinas. Es decir,
ars cuestiones son, mucho más que respecto a las
palabras, acerca de los modos en que los fenóme-
itos mismos, la materia misma de la vida social, es-

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