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LOS 30 DIOSES MAYAS

Hunab Ku

Es el dios más importante de la cultura maya, padre de todos los dioses, es el único vivo y verdadero,
y de él nacen todas las cosas. Hunab Ku, o kolop u wich k’in, como se lo conocía en esta civilización,
es una figura incorpórea, por lo que no puede representarse en la cultura.

En su figura convergen las dualidades, los elementos opuestos con los que dio origine al universo.
Este dios es el todo y la nada al mismo tiempo.

Los mayas consideraban a Hunab Ku el centro de la galaxia, el corazón, la mente y el ser creador. Lo
invocaban a través del sol y el centro del universo, donde ubicaban su presencia.

Chaac

Chaac es otras de las principales figuras en el panteón maya, esta asociado al agua, los relámpagos
y la lluvia, por lo que se lo invoca (bajo el nombre de Santo Tomás) para obtener buenas cosechas.

En la cultura maya era representado como un hombre viejo, con rasgos de reptil y una trompa (o
nariz) larga inclinada hacia arriba. El dios Chacc tiene su equivalente centromexicano en Tláloc y
zapoteca en Pitao Cocijo.

Es una de las figuras más veneradas en la Península de Yucatán, una zona caracterizada por la sequía,
donde se imploraba por el agua y donde múltiples edificios le rinden honor.
Itzamná

También conocido como Zamná, es el dios de la sabiduría, creador de la ciencia y el conocimiento,


además es denominado el dios del Sol, Señor del Cielo, del día y de la noche. Una divinidad bastante
extensa la que tenían los mayas en él.

Itzamná es otro de los dioses centrales del panteón maya, su importancia es crucial pues habla del
trabajo, el sacrificio y el camino del Hombre Verdadero.

Se lo considera como espíritu universal de vida que anima al caos para que haya creación, se lo
representa mayormente en la cultura de esta civilización como un anciano, pero también bajo la
forma de diferentes animales dependiendo del plano donde se lo encontraba.

Así, podía ser un ave, cuando se encuentra en su forma celestial o figurarse en un cocodrilo, cuando
estaba en la tierra. Siempre llevaba las manos en forma de recipiente y aros en las orejas.

Pawahtún

Cuatro en uno, los mayas representaban a este dios como un solo hombre o bien como cuatro que
sostenían cada uno una de las esquina del universo. Por eso se lo denomina el cargador del cosmos.

Su figura, con los brazos en alto, sosteniendo la bóveda de la tierra, se contradice con su imagen de
anciano desdentado con caparazón de tortuga. Es el patrono de los escritores y pintores, y preside
los cinco días nefastos del calendario solar.
Ixchel

Diosa del amor, de la gestación, del agua, de los trabajos textiles, la vegetación, la luna y la medicina,
se la asociaba con diversos elementos como el agua y la fertilidad e incluso con un conejo.

Es esposa de Itzamná, dios de la sabiduría, se la conoce como la reina madre y se la representa como
una anciana vaciando un vasija en la tierra. También se la figura tejiendo o con una serpiente en la
cabeza, según la veneración que se quiera hacer de ella.

Kinich Ahau

Este dios encierra algunas contradicción, pues es una de las advocaciones de Itzamná pero también
se lo vincula con Kinich Kakmó. Dios del Sol, patrono de la música y la poesía, su nombre representa
al Señor de Ojo Solar.

Casado con Ixchel, en la cultura maya se lo figuraba con dos ojos grandes, orejas de jaguar, enormes
dientes con forma de T, un pronunciado filo en sus colmillos, y rayos de sol en la barba.

Kinich Ahau era el gobernante entre los dioses, su función era solucionar todos los problemas entre
las diferentes divinidades y distribuir las tierras entre los pueblos. Además, era el dios de la guerra.
Yum Kaax

Dios del maíz, de la vegetación silvestre, patrono de la agricultura, la abundancia de la vida y la


prosperidad, Yum Kaax es también el guardián de los animales.

La divinidad de este dios benévolo lo convierte en uno de los más venerados del panteón maya, por
su importancia para los cazadores y agricultores, dos tareas centrales en estos pueblos.

Su representación tiene varias formas, siempre con colores amarillos y azules, puede tomar la forma
de un hombre joven. Siempre está ocupado en sus tareas y tenía muchos enemigos.

Kauil

Dios del fuego, es uno de los más populares y venerados en la cultura maya, con rituales de los más
antiguos en este tipo de civilizaciones y es considerado uno de los 13 creadores de la humanidad.

El fuego tenía un lugar central para los mayas, se lo considera como una fuerza espiritual a ser
conquistada para así derribar la violencia.

Kauil es también patrono de las abundancia de cosechas de la semilla humana, lo que en la cultura
maya representa la prosperidad, y es descripto como padre y madre de la especie humana.

Con la ira del fuego cura enfermedades y era fuente de veneración para un parto exitoso. Sus ritos
son destacados entre los mayas y se representa en la cultura con una nariz alargada y la boca en
forma de serpiente que sobresale.
La veneración de su figura se mantiene hasta hoy con rituales de fuego, en los que se dice que la
persona sale renovada. La importancia de su culto en los mayas quedó registrada en las escultura
que se encontraron de él.

Ek Chuah

Dios del cacao, la guerra y de los mercados, se lo representa con una bolsa en su espalda, que es la
figura de los mercaderes. Se lo invoca para beneficiar el comercio.

Dueño de un carácter dual, era propicio como dios de los mercaderes ambulantes y malévolo como
dios de la guerra. Quienes tenían plantaciones le rendían ceremonias a Ek Chuah, patrono de sus
frutos.

Yum Kimil

También llamado Ah Puch (que quiere decir descarnado), Kisín (hediondo) o Kimil (muerte), su
nombre significa Señor de los Muertos. Yum Limil es la deidad principal del Xibalbá, el inframundo
e infierno maya, y por tanto es el dios de la muerte.

La imagen de la muerte como un cuerpo esquelético de la actualidad tiene gran relación con la
representación que los mayas hacían de Yum Kimil.

Siempre acompañado de una cuerda, que usaba para quitar la vida de los otros, este dios poseía
también una lechuza, que es signo de la mala fortuna.
Los mayas creían que este dios merodeaba por la casa de los enfermos en busca de nuevas presas
para su morada. Para ahuyentarlo se debía gritar muy fuerte, así Yum Kimil pasaba de largo. Todavía
hoy se mantienen algunos ritos.

Xtabay

Xtabay no es una diosa, sino un demonio femenino. La leyenda maya la describe como peligrosa,
podía seducir o embrujar a los hombres, para el bien o para el mal, haciendo que se pierdan, que se
vuelvan locos o hasta provocarles la muerte.

Bolon Dzacab

Dios protector de los linajes reales y sus familias, se lo representa con una antorcha o un cigarro en
su mano (no está claro cuál era el objeto que humeaba).

Esta figura genera algunas dudas entre los historiadores pues hay quienes creen que es una
personificación del poder del dios bufón.
Kukulkán

Serpiente emplumada, en maya, divinidad asociada a Venus, el agua, el viento -dos características
que le permitieron gobernar su nave en el mar- y la sabiduría.

Se le atribuye ser parte del primer intento de la creación y ser el responsable de la transmisión de
la escritura en el pueblo maya.

Su importancia en el panteón esta dada por ser considerado, junto con Quetzalcóatl, el
conquistador. Según la creencia, llegó a Yucatán por el mar desde el oeste y es uno de los fundadores
de la civilización.

Buluc Chabtan

Dios de la destrucción y los sacrificios humanos, muchas veces se presenta en compañía de Ah Puch,
lo que representa un verdadero peligro para los fieles mayas.

Su figura aparece en el arte maya como una línea gruesa negro alrededor de los ojos y debajo de la
mejilla. Otras pinturas, lo colocan en edificios incendiándose.
Chac Bolay

Dios del inframundo, está relacionado con el Sol. En el panteón de los mayas se lo representa como
una cabeza de jaguar, nariz romana, dientes sobresalientes con la piel manchada.

Se lo considera como el símbolo de la noche y la bóveda celeste llena de estrellas. Para la cultura
maya el jaguar es un felino nocturno y crepuscular, relacionado con la noche, el inframundo y el sol
nocturno, una figura que se repite en otras deidades.

Ah Muzenkab

El dios descendente, patrono de las abejas y la miel, Ah Muzenkab suele estar representado con la
forma de una abeja gigante que rige toda la especie.

Su nombre significa en maya «el que protege o cuida la miel” y el arte maya lo retrato con panales
en sus manos.

Hunahpú
Hermano gemelo de Ixbalanqué, hijo del dios Hun-Hunahpú y la joven Ixquic, es dios del Sol.

Ixbalanqué

Junto con su her Kauil mano Hunahpú, son los Dioses Gemelos. La doncella Ixquic quedó embaraza
por la saliva del Árbol Jícara, donde estaba la calavera de Hun-Hunahpú, lo que llevó a concepción
de los hermanos, a pesar del rechazo de los padres de Ixquic.

Los gemelos tuvieron como misión encontrar la cancha del Juego de pelota maya que había
construido su padre.

Esto molestó a los Señores de Xibalbá, que obligaron a Ixbalanqué y Hunahpú a visitar el
Inframundo, donde vencieron a los Ajawab de Xibalbá, vengando la muerte de su padre.

Esta victoria convirtió a Hunahpú en Sol, mientras que Ixbalanqué fue el dios de la Luna.

Hun-Hunahpú

Padre de los dioses gemelos, es el dios de la fertilidad y del juego de pelota. Su figura es un misterio,
si bien la cultura maya nunca lo nombra como dios del maíz, se encontraron restos que lo identifican
con esta actividad.

Fue transformado en Árbol de Jícara (calabazos), luego de que los ruidos de su juego de pelota
molestarán a los Señores de Xibalbá, que lo llevaron al inframundo, los torturaron y los sacrificaron.
Sus hijos gemelos vengaron su memoria.

Ixquic
Diosa de las madres vírgenes, su historia es la del karma. Hija de uno de los Señores de Xibalbá,
quedó embarazada de Hun-Hunahpú luego de visitar el Árbol de Jícara de manera clandestina, sin
permiso de su familia.

Los frutos del árbol la bañaron en saliva y así concibió a los gemelos Hun-Hunahpú (Maestro Mago)
e Ixbalanqué (Pequeño Sacedorte Solar) siendo virgen. Su nombre significa “La de la Sangre”.

Ixmukané

Completa el árbol genealógico de los Dioses Gemelos, madre de Hun-Hunahpú, es la abuela de Hun-
Hunahpú e Ixbalanqué y diosa del maíz.

Según la creencia maya fue Ixmukané quién preparó las bebidas de maíz blanco y de maíz amarillo,
que dio origen a los Hombres de Maíz. Su nombre significa “Princesa” y para sus fieles es la Madre
Tierra que da la vida.

En la cultura, se la representa como el sol y la aurora, que dan la luz para que amanezca en el mundo.

Xaman Ek

Sus altares en los costados de los caminos son un símbolo de su importancia para los mercaderes
mayas, que le rendían tributo llenándolos de sahumerios para invocar su gracia.

Xaman Ek era el dios de los comerciantes y mercaderes, a quienes cuidaba y ayudaba durante sus
misiones entre los diferentes pueblos de esta civilización.

Según cuenta la creencia, se guiaba por la Estrella Polar, la única visible en Yucatán, y así podía
iluminar los caminos de tránsito, pero también los espirituales.

En el arte maya se lo representa con una cabeza redondeada, parecida a la de un mono, nariz chata
y ojos con forma de almendra.
Ah Kin

Dios del Sol, uno de los fenómenos más venerados y respetados por los mayas, pero también por
otras civilizaciones precolombinas.

Se considera la estrella solar como un Cristo cósmico, que dota de fuerza y energía al universo, por
lo que el dios del Sol es también una figura central en esta cultura.

La creencia maya dice que Ah Kin recorría por las noches el inframundo, el universo de los muertos,
esperando que llegue el alba y vuelva a brillar el sol. Por esto, se le rezaba al amanecer y se
quemaban inciensos en su honor.

Se lo consideraba un dios sanador, protector contra los males y otros demonios, que estaban
relacionado con la oscuridad, y con la facultad de atraer esposas para los jóvenes.

Pero también se le temía por el poder destructor del sol en la sequía y las tempestades, por lo que
se le hacían sacrificios para no alterar su carácter.

Ix U

Conocida como diosa del cielo, Ix U es la diosa de la luna, del tejido, de los partos, de las
inundaciones y patrona de la medicina. Se la relaciona con la feminidad, del amor, de la ternura y la
no violencia.

Su representación cultural es sentada en una media luna, su boca está salida hacía afuera y lleva un
peinado con los pelos enroscados.
Naab

Diosa Serpiente de las Aguadas mayas. La serpiente entre los mayas tiene un simbolismo particular,
representa la sabiduría que se debe adquirir a través del trabajo interior.

Huracán

Es otro de los dioses fundadores, en este caso de los siete del segundo intento. Huracán es el dios
del fuego, viento y las tormentas, lo que lo convertía en una criatura muy temida en la cultura maya.

En la cultura de esta civilización se lo representaba con una figura humana pero con cola de
serpiente y algunos rasgos de reptil, portador de una antorcha o algún objeto que humea y una
enorme corona sobre su cabeza.

Su participación en la creación está dada a través del maíz y fue él quien envió el Gran Diluvio maya,
que destruyó todo lo que los primeros hombres construyeron antes de enfurecer a los dioses.

Tepeu

Uno de los dioses que participó de los tres intentos de creación del universo, lo que lo convierte en
una figura central de toda la mitología maya.
Su nombre significa soberano y es el dios del cielo en el panteón maya.

Alom

También es otro de los dioses asociados a la fundación, que participó de los últimos dos intentos de
creación del universo. Es considerado dios del cielo como sus pares y fue uno de los que intentó
crear al hombre en base a madera.

Ehécatl

Dios del viento, se cree que es una de las manifestaciones de Quetzalcōātl, la serpiente emplumada.
Para los mayas, esta divinidad se hace presente en el aliento de los seres vivos y en la brisa que
traen las nubes con lluvia en los campos sembrados.

Según la cultura de esta civilización, Ehécatl tenía un poder vital que podía dar vida con su aliento y
hasta mover el sol. Se lo representaba con dos máscaras, un caracol en el pecho y sus lugares de
adoración suelen ser de forma circular para soportar los fuertes vientos.

Ometéotl

Es el dios de la dualidad y como tal su registro es ambiguo. Un poco ignorado por los mayas, pero
en los poemas de las clases altas se lo representa como ser del más alto lugar de los cielos.

Su dualidad es total, no hay una explicación clara sobre su sexo, puede ser hombre o mujer, y como
tal madre o padre del universo. En la creencia se lo tenía como una forma de suministrar la energía
cósmica universal de la que derivan todas las cosas.

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