Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Mi invitación no es para ver cosas extrañas, no identificables. Es algo tan identificable como
tu mismo. Es simplemente: un ENCUENTRO contigo mismo, con el hombre carne de tu
carne, con el mundo con Dios; un encuentro en el Espíritu Santo, que te revestirá de la
alegría, del poder, de la energía de Dios. (Lc. 24,49; Hech. l, 5; Gal. 3,14; Ef. 1, 13). (No
dejes pasar sin leer estos textos: la lectura saboreada de la Palabra es encuentro con Dios
que nos habla).
Dale tu tiempo al Señor, ponte a su disposición. Tienes tanto tiempo para tus cosas, hasta
para estar mal y aburrirte: dale un segundo a tu Señor y El te dará la vida nueva, te hablará
en lo profundo de tu corazón, te dirá que te quiere, que te llena de amor.
Caminemos juntos en este encuentro. Verás que Dios no estafa, no desilusiona (Luc. 7,23).
No tomes esto como una lectura, tómalo como oración, como un gustar la presencia de Dios
en tu corazón, en tu vida, en las personas que te rodean. Este puede ser el camino de tu vida
para llegar al verdadero encuentro personal con Dios.
El encuentro es posible porque Dios está abierto a tu vida. Dios se nos ha manifestado en
Jesucristo y nos ha dado su Espíritu Santo. Dios se abre al hombre, para que el hombre se
pueda sumergir en EL y recibir continuamente la vida divina. Es el maravilloso movimiento
de la Trinidad en nuestra vida. Dios Padre se nos manifiesta en su Hijo, Dios y Hombre, para
realizar un amoroso encuentro con nosotros y nos da su Espíritu Santo, para que todos
podamos penetrar en EL, en su mundo fascinante. Verás como es posible, y una vez
experimentado), tu vida cambia radicalmente (I Cor. 2,6-16).
I.- UN HOMBRE ME ENSEÑO A ORAR
Sólo Jesucristo, el adorador y el contemplativo del Padre, puede enseñarnos a orar con el
poder del Espíritu Santo ( Gal. 4,6).
Pero el Señor se vale de muchos medios: de su Iglesia, de nuestros padres, del hogar en
que hemos nacido, de personas muy especiales con quienes nos encontramos en la vida.
Ha sido mi caso, y puede ser también el tuyo.
En 1956 entré a una comunidad de sacerdotes que viven en común su oración y su vida de
servicio a Cristo y a los hombres. Esta comunidad, llamada de los Eudistas, fue fundada por
San Juan Eudes en 1643 con el nombre de Congregación de Jesús y María. Este hombre
Juan Eudes (1601-1680), apasionado por Jesucristo, por el amor de su Corazón, cuyo culto
difundió por primera vez en la Iglesia, me ha enseñado a orar, a través de su vida y de sus
abundantes escritos reunidos en doce volúmenes.
Toda la vida apostólica de este sacerdote, llamado por el Papa Pío XI, " Padre, doctor y
apóstol del culto litúrgico a los Sagrados Corazones de Jesús y de María “, casi sesenta
años de evangelización, de anuncio de Jesucristo, estuvo bajo el signo fecundante de la
oración.
A pesar de su trabajo, dedicado día y noche a la obra de los Seminarios para sacerdotes, y
a la renovación del espíritu cristiano por las Misiones, fue un hombre de profunda oración;
un hombre que sabía gastar su tiempo en el encuentro con el Señor, para recibir,
precisamente, la capacidad de amar, de trabajar, de entregarse a los pobres del cuerpo y
del espíritu.
He aprendido en San Juan Eudes que la oración nace de la vida y a la vez, la misma vida se
convierte en oración; que la oración no es evasión sino encuentro con el hombre; que la
oración no son palabras egoístas a un Dios escondido, sino obras y compromiso con todos
los hermanos del mundo. (Mt. 7, 15-27).
Esto significa que la oración no es un paréntesis en la vida del trabajo no es algo postizo, no
es ausencia de la realidad.
Creo que esto te acontece, porque cuando vas a orar te desconectas de la vida real,
quieres, en el fondo, aparecer como una persona distinta de ti mismo. De la impresión de
que al orar para entrar en ambiente, te pones una careta, una máscara de artificios. Tu
oración, entonces, no tendrá la carga de ti mismo, de tu ser, de tus esperanzas, alegrías,
deseos, también, de tus problemas y dificultades. Al orar no hablas con el Señor a partir de
tu misma vida: te despersonalizas; Dios mismo te encontrará extraño.
La oración es hablar con el Señor: hay tanto qué contarle, hay tanto qué escuchar de EL: es
mi Amigo del alma, mi Hermano, mi Dios, mi Señor.
Cuando hablamos con alguien que nos ama no nos distraemos, no nos cansamos y el
diálogo amoroso puede ser eterno.
Llegará el día en que la oración, a pesar del trabajo pueda durar largas y hermosas horas,
que se convierten en instantes que se buscan más y más en la vida.
Intenta orar en este momento, dile al Señor: ¡Señor quiero hablar contigo, dame tu amor, tu
Santo espíritu para hacerlo! Empieza a contarle al Señor lo que estás viendo, lo que te está
pasando. . Toma el evangelio, por ejemplo: Juan 3, 1-21 lee despacio saboreando las
palabras piensa qué te querrá decir el Señor con esas palabras. A poco te darás cuenta de
que estás hablando realmente con el Señor. Bellamente ha pasado el tiempo. Sientes paz y
fuerza en tu corazón. Esto significa que has orado, experimentas, seguramente, deseos
reales de trabajar, de ser mejor y de sacar más adelante otro rato para hacer eso que ya
estás descubriendo y se llama oración.
Eso es la oración: como dejarse llevar del Señor y del ritmo de la vida. Procura, eso si, que tu
oración no sea un monólogo: el monólogo distrae, cansa. Antes de orar debes estar
convencido de que el Señor te va a hablar. De qué manera? Ya verás que el Señor tiene un
millón de maneras de hablar: por su Espíritu Santo, por los acontecimientos, por las cosas,
por algo muy íntimo que puedes sentir en tu corazón, por algo muy bello que se puede
experimentar estando con una persona. En cuanto a las distracciones, el mejor medio para
evitarlas es hacer de la oración una verdadera conversación con el Señor sobre tu vida, tu
realidad de hoy.
Te cansarás orando?
No. Porque lo más interesante para ti es tu propia vida y esa vida llenará tu oración ante el
Señor.
Pensemos en tu vida.
Tu vida debe edificarse sobre algo seguro, Jesucristo es la roca sobre la cual edificas tu
realización, el ser-hombre, el ser-mujer, llamado por Dios a una vida cada día mejor (Mt.
7,21-27). Jesucristo es la PIEDRA ANGULAR de esa gran ingeniería de tu vida que es la
realización de tu persona (Hech. 4,11-12; (Lc. 21,42-44). Con la oración fundas tu vida en
Jesucristo, le das sentido a la existencia, a todo lo tuyo, vas a convivir mejor con los demás,
porque el Señor te dará en el encuentro una inmensa capacidad de amor.
Te has dado cuenta de por qué el Señor ORA tanto en el evangelio: le gusta orar en la
montaña, en el desierto, al caer la tarde, a media noche, a la mañana; hasta ora en medio de
la multitud que lo acosa. Jesús ora porque era su manera de encontrarse con el Padre. Y el
Padre lo llenaba de una inmensa capacidad de amor, lo inundaba con el gozo del Espíritu
Santo para realizar la obra de nuestra salvación (Lc.10, 21-24).
Por eso el tiempo que empleas en la oración lo vas a ganar para los demás y ellos van a
ganar mucho con tu oración: encontrarán en ti más sabiduría, más amor, más corazón.
Aprenderás en la oración a saborear muchas cosas para enseñarlas con amor a tus
hermanos.
Para orar necesitarás ser humilde como María, la Señora. Ser humilde significa reconocer
sinceramente que dependemos de Dios, que Jesucristo es el Señor y sin El nada podemos
hacer (Jn.15, 1-17).
Que tu oración respire amor, porque la oración es intimidad. Nuestros pecados no nos
impedirán decirle al Señor que lo amamos y queremos ser mejores con su amor.
Es oración contemplar todo lo que Dios ha hecho en mi vida, en las personas que me rodean
en el mundo, en la Iglesia.
Es oración contemplar el universo, el firmamento, las montañas, las flores, los animales, el
rostro vivo de un ser humano, los ojos transparentes del amor.
El que ora termina teniendo ojos limpios para contemplarlo todo alabando y bendiciendo al
Señor.
La contemplación es esa limpieza interior que nos permite ver claro, ver limpio: "para los
limpios todo es limpio" (Tit. 1,15). Ya lo dijo el Señor: "El ojo es como la lámpara de tu
cuerpo. Si tu ojo está limpio, todo tu cuerpo estará iluminado". (Mt. 6, 22).
Los contemplativos parecen hombres con luz propia: por eso ven más que los otros.
Jesucristo es el gran contemplativo del Padre: el Evangelio nos lo presenta contemplando la
obra del Padre: lee estos maravillosos versículos Lc. 10,21; Jn. 14,8-1l; Mt. 11,27; Jn. 5,17;
Mt. 5,17;5,45; 6,8;19,17; Lc. 12,6-7; 12,22-31; Jn. 6,44.
Juan Eudes decía que orar es hacer viva, actual, en este momento de mi vida, la
contemplación de Jesucristo que con gozo de hijo mira a su Padre y nos comunica toda
gracia y bendición.
Por la oración serás amigo del Padre, su confidente, como Abraham, (Gen. 18,16-33).
Moisés (Ex.caps. 33 y 34), como la Virgen María (Lc.1, 26-56), pero, sobre todo, serás como
el PODEROSO JESUCRISTO: podrás interceder en su nombre (Jn.14, 13-14) y muchos
recibirán salvación a través de ti.
La oración nos da felicidad, plenitud, un sentir en toda persona algo muy grande que
entregar, que dar a los demás, como María después de la Anunciación, cuando va a visitar a
su prima Isabel (Lc. 1, 39-56). Juan Eudes decía que la oración era su PARAÍSO: por ella
entraba en comunión con Dios y con todas sus maravillas. Y añadía: "! Por la oración le
estamos dando felicidad a Jesucristo! " .
Has escuchado alguna vez en la vida algo semejante? Que al orar le estés dando felicidad a
Jesucristo, al Padre Celestial?
Juan Eudes da la razón de esto citando Proverbios. " Mis delicias están en el trato con los
hijos de los hombres " (8,31). Por eso cuando nosotros tratamos con Dios en la oración, le
estamos dando al Padre la alegría, el gusto de estar con nosotros que somos sus hijos.
Estamos de acuerdo?
Tal vez te has imaginado al Padre Celestial, allá en su cielo impasible, sin que le importen
nuestras plegarias, nuestras alabanzas, nuestros gritos amorosos y confiados.
Hay personas que dicen: "¡Dios qué va a necesitar de mis alabanzas, de mis oraciones!".
!Es decir , se están imaginando un Dios a quien no le interesa mi amistad, mi amor, mi vida!
Ese Padre qué cuida de nosotros, de nuestro vestido , de nuestra bebida, de nuestra comida
(Mt. 6, 25-34), ese Padre que hace fiesta cuando uno de sus hijos vuelve a su hogar; que
con misericordia está mirando a la distancia esperando el regreso del hijo de su corazón (Lc.
15); ese Padre que cuenta los cabellos de mi cabeza (Lc. 12,7; 21,18).
Y qué podríamos decir del Adorable Jesucristo que nos pide permanecer en su amor (Jn.
15), en ese amor increíble, del que nadie nos podrá separar? (Rom.; 8, 31-39)..
Todo esto me ha movido siempre a orar. Es como en el amor::Yo sé que la persona que me
ama va a tener un gran gusto en encontrarse conmigo. Yo le quiero dar ese gusto... ¡Claro!
!Yo saldré ganando siempre!.
Dice San Juan Eudes. " Te pido intensamente y en nombre de Dios: ya que nuestro
amabilísimo Jesús encuentra su delicia en estar: y tratar con nosotros por medio de la
oración, a que no lo prives de este gozo y a que experimentes que es cierto lo que dice el
Espíritu Santo: "No causa amargura su compañía, ni tristeza el convivir con El, sino
satisfacción y alegría"(Sab.8.16). Por esto he sentido en mi vida en lo más intimo de mi
corazón la necesidad profunda de buscar al Adorable Jesucristo, de celebrarle bien la
Eucaristía, de pasar quizá una noche o muchas horas orando. Sé que todo lo que dedique a
EL, lo ganaré después para mis hermanos .He tenida la experiencia de que gustando su
presencia, puedo también gustar, saborear la presencia de todo hombre mi hermano.
No hay necesidad de probar la exigencia de la oración para el trabajo así como no probamos
la necesidad del buen alimento para trabajar. Juan Eudes, que era un hombre superactivo y
comprometido de tiempo completa con los pobres decía: "Mira la oración como el trabajo
primero y principal , más necesario , más imperioso y más importante de todos".
Al terminar estas reflexiones sobre este hablar que es la oración, dialoga con el Señor, dile
qué piensa EL de la oración, porqué camino te quiere llevar. Dile con los Apóstoles: "Señor
enséñame a orar" (Lc. 11,1-13). ,
Si has oído hablar de algunas hermanas que oran juntos, búscalos, ellos te pueden enseñar
algo, ya tienen experiencia de hablar con el Señor.
II.- QUE HAY EN EL FONDO DE NUESTRA
ORACIÓN?
El científico que estudia las piedras se emociona ante un trozo de roca, porque en ella lee
una larga historia de la vida. Lo mismo pasa con el cristiano que haciendo oración de lo más
simple de la vida descubre el mundo fascinante de Dios.
La oración nace de la manera de leer, con contemplar el misterio portentoso del amor de
Dios.
Unos ejemplos:
Si Jesucristo es para mi EL AMIGO DEL CORAZÓN, la oración será para mi ,1a intimidad de
la amistad que buscaré continuamente.
Si Dios es para mí un PADRE, Alguien a quien veo y contemplo siempre como Padre Tierno
y Misericordioso, la oración será la búsqueda amorosa y filial del ROSTRO DEL PADRE.
Si el Espíritu Santo es para mí el fuego mismo de Dios que enciende mi vida, si es el AMOR,
EL CONSOLADOR, mi oración la haré siempre bajo su impulso con su fuego , con su amor.
Esto significa que en el fondo de mi corazón hay siempre una manera de ver, hay una
verdad que le da sentido a la expresión de mi oración.
Esta verdad, o estas verdades son el CONTENIDO DE MI CORAZÓN. Por la oración que
hace una persona podemos captar su fe, en qué y cómo cree.
Ejemplos:
Hay personas que cuando oran nunca se dirigen al Padre... significará que no se comportan
como hijos y tal vez no conocen al Padre.
Otras, nunca mencionan en su oración al Espíritu Santo.. .significará que no han tenido la
experiencia del CONSOLADOR y tal vez no lo conocen.
Otras, finalmente, oran con miedo, con angustia. Eso significa en un momento dado, que
esas personas se imaginan a Dios como un ser terrible, como un ser superior demasiado
serio, en quien no hay ternura, no hay amor: nada de EL mueve a la confianza y al
abandono.
Encuentro cinco verdades para nuestra oración. San Juan Eudes las vivía intensamente:
Veamos toda la riqueza que estas VERDADES comunican a nuestra oración y oremos con
el Evangelio a estilo de San Juan Eudes:
Me siento alegre, íntimamente satisfecho porque soy tu hijo y Tú eres nuestro Padre. Estoy
convencido de ello.
Gracias Padre, porque tu Hijo nos hace hijos tuyos (Mt. 10,32) ;porque Tú eres el ÚNICO
PADRE( Mt.23,9); porque nos has dado tu Espíritu Santo para decirte con toda el alma:
PADRE!!! (Sal. 4,6; Rom.8,15); porque eres el DIOS PADRE DE TODOS (Ef.4,6); porque
nos dices como a Jesús : "Yo soy tu Padre y tu eres mi hijo amado"(Hebr. 1,5)
Porque eres el PADRE DE LAS LUCES, de donde nos llega todo bien (Sant. 1,17);
Porque Tu eres el ÚNICO BUENO (Mt. 19,17; Mc. 10,18; Lc. 18,19);
Porque son muy grandes las obras que has hecho con nosotros Lc. 8,39);
Porque eres el DIOS DE LA ESPERANZA que nos colma de todo (Rom. 15,13);
Te alabo Padre, desde lo más escondido de mi corazón (Mt.,6,6); que tu nombre sea
santificado , que todos los hombres podamos sentir tu REINO, que tu voluntad de amor se
cumpla en nuestras vidas (Mt. 6,9; Lc.11,2);
Viendo nuestros pecados y nuestras cualidades no haces odiosas diferencias entre una y
otra persona (Hech. 10,34; rom,2,11);
Te acercas con amor a nosotros para que nos podamos acercar a Ti (Sant. 4,8)
Bendito seas Padre, que amas a tu Hijo y le has entregado todo para nuestro bien (Mt.
11,27; Jn. 3,35; 5,20); podemos conocerte a través de tu Hijo (Mt. 11,27; Lc. 10,22);
Al servir a tu Hijo nos honras y tienes ( Jn. 12, 26; Ap. 3,5);
Todo lo que pidamos en nombre de tu Hijo nos lo vas a conceder (Jn. 16,23);
Bendito seas porque a través de tu Hijo nos envías a servir a todos los hombres (Jn. 20,21)
Gracias Padre Bueno, porque no quieres que ninguno se pierda, sino que todos podamos
llegar a tu casa (Mt. 18,35);
Nos cultivas con amor, nos haces crecer como tus bellas plantas (Jn,. 15,1);
No solo nos prometiste como algo tuyo, sino que nos diste al Espíritu Santo, el Espíritu del
poder y del amor (Lc. 24,49;11,13);
Y ésta es la hora en que Te podemos adorar como tú quieres: con el Espíritu Santo
(Jn.4,23);
Tú mismo eres Espíritu y quieres ser adorado en espíritu y en verdad (Jn. 4,24)
Yo te glorifico Padre, porque conoces los momentos de nuestra vida , nuestro principio y
nuestro final y todo está en tus manos (Mt.24,36; Mc.13,32);
Gracias porque vives en comunión con el Hijo y el Espíritu Santo (Jn. 10,30);
Y al mismo tiempo podemos tener comunión contigo, con Jesucristo en el Espíritu Santo
(I.Jun.1,3);
Limpias nuestro corazón, nuestro interior; así te podremos contemplar (Mt. 5,8);
Gracias , también porque la paternidad y la autoridad que los mayores tienen sobre
nosotros viene de Ti (Rom.13,1);
No eres dios que estafa o desilusiona, eres de paz y no de confusión (I Cor. 14,33);
Si algo podemos hacer por los hermanos nos viene de Ti: nuestra competencia es tuya (2
Cor.3,5);
Por eso nunca nos podremos burlar de Ti: qué nunca te estafaremos (Gal.6,7);
Sé para todos ese fuego consumidor que limpia y purifica (Hech. 12,29);
Y que ante el mundo podamos decir con alegría y testimoniando el amor que: Tú eres
nuestro Dios y nosotros tú pueblo, tu familia (2 Cor 6,16).
Te alabamos padre por la experiencia tan grande de sentirnos hijos: lo más grande y
maravilloso es ser tu hijo, tu hija. No somos esclavos, huérfanos, miserables: SOMOS TUS
HIJOS (Gal.5,1)
Nuestra alabanza llega hasta el cielo, parque estás en los cielos, pero también estás en mi
corazón , en mi hermano.
Gracias, Gracias, Gracias : por la oración descubro tu ser, tu misterio, tengo la experiencia
de tu amor.
Padre quiero dar testimonio de Ti, de que eres Padre, con mis palabras y con mi
compromiso de servir a los demás , porque siendo Tu el Padre, todos somos hermanos.
Dime, Padre en esta oración, qué quieres para las personas que viven conmigo, para los
pobres: quiero cumplir con tu amor, tu voluntad sobre ellos.
Padre, dame permiso para tratar con tus hijos, con tus hijas, hazme ver que son mis
hermanos, que son el tesoro de tu corazón, y son lo más maravilloso del universo.
IV.- TE ADORO JESUCRISTO, MI DIOS, MI SEÑOR,
MI SALVADOR
! Adorable Jesucristo !
¡Gracias porque ésta es la palabra más bella que me has dado para nombrarte !
Me alegra tanto, decirte como Tomás : " Señor mío y Dios mío" (Jn. 20,28).
Decirle a todo el mundo que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios -(Mt. 16,16; Mc. 8,29; Lc. 9,20).
Por gracia del Padre hemos llegado a este maravilloso conocimiento de que eres el Cristo
Hijo de Dios (Jn. 6,69).
Es tan grandioso haber creído que tu eres el Cristo (Jn.11,27; 20,31; I Jn.5,1).
Cada día eres más grande Jesucristo y por eso las palabras se quedan cortas cuando se
trata de bendecirte y de alabarte.
Sólo me contentaré con balbucir, mientras llega el dichoso encuentro contigo, cuando tú,
VERBO del PADRE, serás mi misma PALABRA para glorificarte eternamente.
Está glorioso a su derecha (Hech. 7,55) y recibiste la unción del Gran Poder (Hech. 10,38).
Eres el Santo Hijo de Dios , ungido por el Padre para anunciarnos la Buena Noticia (Hech.
4,27; Lc. 4,18).
Gloria a Ti, Jesucristo, porque nos has recibido para gloria del Padre (Rom.15,7).
Nos has Quitado el velo de la ignorancia y nos has manifestado al Padre (2 Cor. 3,14).
Por el Padre estamos en Ti (I Cor. 1,30)) y el mismo Padre nos lleva en triunfo en Ti (2 Cor.
2,14).
Qué felicidad saber que el Padre nos llamó contigo a la Gloria Eterna (I Pe. 5,10).
Bendita sea la comunión que podemos tener contigo, el Padre y El Espíritu Santo (I Jn. 1,3).
Gracias Jesús de Nazaret por tus palabras, por los hechos de tu vida contados en los
evangelios.
El anuncio de tu nacimiento a María Virgen: la gran noticia real de nuestra salvación (Lc.
1,26-38).
Tu nacimiento en la humildad del pesebre: principio de la riqueza más grande del universo y
del hombre (Mt.1,18-25; Lc. 2,1-7)
Tu nombre único, el de SALVADOR: JESÚS, el nombre que llena el corazón de todo hijo de
Dios (Lc. 2,21),
El bautismo en fuego y en Espíritu Santo para proclamarte como el Hijo Amado del Padre
(Mt. 3,13-17; Mc. 1,9-11; Lc. 3,21-22)
Tu misterio como ungido por el Espíritu Santo para anunciar a los pobres la Buena Nueva de
la salvación, para proclamar la liberación y manifestar el poder salvífico sobre los cuerpos
y los espíritus en innumerables milagros de tu amor (Lc.4,14-44).
Tu maravillosa escuela de discipulado: la ley para el hombre, todo para el hombre, para su
bien y felicidad, en el Sermón del Monte (Mt.caps.5-7).
El envío de los discípulos : sin nada, porque llevándote a Ti su pobreza es totalidad , poder
salvador(Mt.9,35-ll, 1; Mc. 6,6-13; Lc.9,1-6; 10,1-24).
Tu divina obsesión por cumplir la voluntad del Padre teniendo en todo momento ante tus
ojos tu muerte y gloriosa resurrección (Mt. 16, 21-26; 17, 22-23; 20, 17-28; Mc. 8, 31-37; 9,
30-32; 10, 32- 45; Lc. 9, 22-25; 9,43-45; 18,31-34).
La entrada triunfal a Jerusalén: tu camino decidido hacia la muerte para salvarnos (Mt.
21,1-11; Mc. 11, 1-11; Lc. 19,29-44; Jn. 12, 12-19).
Tu crucifixión gloriosa cuando todo lo atrajiste hacia Ti para salvación universal (Jn. 3,
14-15; 12,32; 19, 16-30; Mt. 27, 31- 56; Mc. 15, 20-41; Lc. 23, 26-49).
Qué gloriosa tu cruz Adorable Crucificado : de ella fluye hacia nosotros : el perdón de
nuestros pecadas, de nuestras ignorancias, de la muerte misma que hemos dado con
nuestras faltas y omisiones, a los pobres, al hombre, tu imagen (Lc. 23,34; Mt. 25, 31-46).
La felicidad , tu cruz es nuestro paraíso, como lo fue para el buen ladrón: a través de ella nos
encontramos contigo en el Reino del Padre (Lc. 23, 39-42).
La ternura de María tu Madre, dada como madre de todos nosotros en el momento mas
tremendo del despojo de TI mismo para salvarnos (Jn. 19, 25-27).
Las fuentes de agua viva de tu corazón que calman nuestra sed y nos hacen experimentar el
gozo de tu Espíritu (Jn.19, 28-29; 7, 37-39).
Tu presencia maravillosa que llena la soledad aparente del amor, de las penas de la vida
(Mc. 15-34).
Tu gloriosa resurrección por el Poder del Padre y del Espíritu Santo : el sentido de tu pasión
y de tu muerte , la feliz razón y explicación de nuestras disminuciones, enfermedades y
muertes: por ella todos nos sentimos afectados como creyentes, como discípulos
tuyos, como hijos del Padre Celestial, como salvados. ¡Que grande es el misterio de nuestra
fe (Mt. 28,9-20; Mc. 16,9- 18;Lc. 24,13-50; Jn.20, 11-29; Hech. I, 3-8; I Cor. 15, 5-8).
Tu Ascensión, tu glorificación como Señor y Rey del Universo: qué fascinante verte subir al
cielo: es como ver subir el sol hacia el cenit: no es un alejarse, es un llenar de luz y presencia
todo el universo: tu ascensión es más luz, más calor, más cercanía (Mc. 16,19-20; Lc.
24,50-53; Hech. 1, 9-11).
Por todo esto, cada día me siento más pequeño, el tiempo me parece poco para alabarte...y
sin embargo, siento más y más tu amor. " Te amo amantísimo Jesús, te amo Bondad Infinita,
te amo con todo el corazón, con toda mi alma, con toda la capacidad de mi ser, y más y más
te quiero amar.! AMEN, AMEN, ALELUYA, ALELUYA! ".
Gracias Señor Jesús , por lo que Tú eres y significas para nosotros: gracias por lo que
entendemos y por lo que no entendemos Eres nuestro Único Maestro, El de las palabras de
vida eterna Mt.23,8; Jn. 6,68).
Tu nos has fascinado, nos has tomado, nos has asido (Fil.3,12)
Cada día sabemos menos de lo que nos interesa ,y si mas de Ti, Nuestro Adorable
Crucificado! (I Cor. 2,2).
Has sido presentado ante nuestros ojos (Gal. 3,1) y estás entre nosotros para conocernos
mejor (2 Cor. 13,5).
Qué alegría saber que en medio de nuestras limitaciones , Te podemos conocer (2 Pe.
3,18).
Nuestro espíritu puede confesar abiertamente que Tú estás entre nosotros (I Jn! 4,2).
Y así glorioso, sigues siendo el Maestro Eterno, autor y consumador de nuestra Fe (Hebr.
12,2)
Gracias por el amor, que viene de Ti a nosotros, y de nuestro corazón llega hasta Ti
Nos has dado tu Espíritu Santo para amarte como es debido (Rom.8,9).
Estamos convencidos de que nadie nos podrá separar de tu amor (Rom. 8,35). Nadie nos
podrá arrebatar tu inmenso Corazón.
Tu amor llegando a nuestro corazón nos urge, nos lleva en todo momento a
comprometernos por Ti en la realidad concreta de nuestros hermanos (2 Cor. 5,14).
Tu amor es liberador, y al hacernos propiedad tuya, ya no hay esclavitud ( 2 Cor. 10, 7; Gal.
3,29).
Nos has amado hasta el extremo para que andemos en el Amor (Ef. 5,2).
Eres nuestra vida y nuestra muerte (Fil. 1,21) y el amor nos llena de un deseo grande de
partir y de estar contigo (Fil. 1,23).
Vale la pena amarte por encima de todo y arriesgarlo todo por Ti (Fil. 3,7).
Qué no ha hecho tu amor por nosotros?. Fuiste ofrecido una vez en totalidad por nuestra
salvación (Hebr. 9,28; I Pe. 3,18)
Sabemos que por tu amor, por estar contigo, no hay ninguna condenación (Rom.8,15.
La gracia y la salvación nos han venido por medio de Ti (Jn. 1,17) y en cada momento nos
podemos acordar de Ti (2 Tim. 2,8)
Tu sangre es el amor mismo que nos limpia de todo pecado (I Jn. 1,7) y eres ante el Padre
nuestro Justo Abogado (I Jn. 2,1)
Queremos vivir en Ti, Señor (Rom. 14,8) y gloriarnos sólo en Ti; Tu sólo puedes salvarnos (I
Cor. 1,31).
Señor Jesús, quiero proclamarle al mundo tu SEÑ0RI0. Cada día quiero verte MÁS
GRANDE y mi corazón se llena de un gozo increíble cuando mis labios te pueden llamar
SEÑOR !
Eres el Rey de Israel, del Nuevo Israel, de nuestra Iglesia (Mc. 15,32).
Eres el Señor que ha resucitado verdaderamente (Lc. 24, 34) y por eso te podemos llamar
realmente SEÑOR (Jn. 13,13).
Con nuestra boca y con nuestras obras confesamos que eres el SEÑOR (Fil. 2,11; Rom.
10,9).
El Espíritu está en nuestro corazón y por eso nuestros labios te pueden llamar SEÑOR (I
Cor. 12,3).
Eres el Señor de todo hombre, eres el HOMBRE CELESTIAL (I Cor. 15,47).El SEÑOR
GRANDE que está en los cielos, llenando todo el universo (Ef. 6,9).
Eres el solo soberano, rey de reyes, y Señor de señores (I Tim. 6,15; Ap. 19,16).
Justo eres Tú, oh Señor, el que eras, el que eres y serás por siempre .! (Ap.16,5)
Gracias , Jesús, El Grande del Apocalipsis, vestido gloriosamente con ropa de sangre y con
el maravilloso nombre de VERBO DE DIOS (Ap. 19,13).
! Vienes pronto, cada día más, pronto AMEN, VEN SEÑOR JESÚS ! (Ap.22,20).
Bendito seas Amor, porque fue necesario que tú padecieras para darnos la vida (Lc. 24,46;
Hebr. 26, 23)
Te alabamos porque eres Nuestro Dios Crucificado, Predicado como el Salvador del
Mundo ( I Cor 1, 23)
Nos has redimido de la maldición de la ley (Gal. 3,13). Has nacido de la Virgen y has venido
al mundo a salvarnos a todos (I Tim, 1,15).
Te damos gracias, Jesucristo, por la unión tan profunda que tienes con nosotros.
Somos un Cuerpo contigo (Rom. 12,5), tan íntimamente que todos nuestros cuerpos son
miembros tuyos (I Cor. 6, 12-20)
Tú eres nuestra Cabeza (I Cor. 11,3; Ef. 4,15) y somos uno en Ti (Gal. 3,28).
Gracias , Señor porque estás en medio de nosotros (Rom. 8,10) y estando todos en ti,
somos nuevas criaturas (2 Cor 5.17).
Queremos estar crucificados contigo y no vivir por nosotros mismos (Gal. 2,20).
Hemos sido bautizados en tu nombre para revestirnos de Ti (Gal. 3,27; Rom.6,3; Hech.
19,5).
Estás muy dentro como nuestra fortaleza y por eso lo podemos todo en Ti (Fil. 4,13), nada
tenemos porque eres nuestro Ayudador (Hebr. 13,6).
Nuestro gran deseo será vestirnos en Ti, Señor Jesucristo y despojarnos de todo lo malo
(Rom. 13,14).
Queremos andar contigo, ya que te hemos recibido, Señor Jesucristo ( Col. 2,6).
Que podamos decir a todo mundo con nuestro compromiso que llevamos en nuestro cuerpo
tus marcas, Señor Jesús (Gal. 6,17).
Por ti hemos dado el PASO más grande de nuestra vida: Nos alegramos de que Tú seas
nuestra Pascua viva y realizada (I Cor. 5,7).
Con tu resurrección nuestra lucha y trabajo tienen sentido (I Cor. 15,17), y abundando en
nosotros tus dolores y aflicciones servimos a la salvación de todos (2 Cor. 1,5).
Tu eres nuestra reconciliación con el Padre y nos das la capacidad de ser también fuente de
reconciliación para los hombres (2 Cor. 5,18-19).
Vamos en camino y sabemos que todas las cosas se reunirán en Ti (Ef. 1,10). Esa es
nuestra gran esperanza (Ef. 1,12) para glorificarte siempre.
Señor Jesús, Tu eres nuestra profesión (Hebr.3,l)la razón profunda de lo que creemos y
vivimos.
Por tu nombre, Señor Jesucristo, exponemos nuestra vida (Hech. 15,26) y así predicamos y
enseñamos acerca de Ti con valentía (Hech. 28,31).
Por tu nombre, Señor Jesús queremos morir (Hech. 21,13). Lo haremos todo en tu nombre
(Col. 3.17)
Qué más podemos decir de Ti, Jesucristo?. Nuestro lenguaje enmudece en adoración y
alabanza.
Eres el mismo ayer, hoy y siempre (Hebr.13,8), el Verbo desde el principio y como Verbo
eres Dios (Jn. 1,1).
Verbo de Dios que te hiciste nuestra carne y habitaste entre nosotros (Jn. 1,14), siendo hijo
de nuestra humanidad (Mt. 1,1 ss),para tocarte con nuestras manos y verte con nuestros
ojos (I Jn. l,lss).
Dios hecho hombre verdadero para ser nuestro Único Mediador (I Tim. 2,5), nuestro Gran
Sumo Sacerdote (Hebr. 4,14) intimo al Padre cercano a nosotros.
Así te contemplamos como el UNGIDO del Padre (Lc.2,26), lleno de gracia y de verdad (Jn.
1,14), fuente única de paz interior (Rom. 5,1; 2 Tes.3,16).
Que tu NOMBRE sea glorificado, Señor Jesucristo, en todo mundo (2 Tes. 1,12), más
grande cada día (Hech.19,17)
Bendito seas porque conocemos tu gracia salvadora, generosa: siendo rico te hiciste pobre
por nosotros para enriquecernos con tu pobreza (2 Cor, 3,9).
Gracias porque nos has manifestado realmente tu poder y tu Venida (2Pe, 1,16).
¡Que desgraciado el que no te ame, Señor! (I Cor. 16,22). MARANATHA ,! Señor Ven !.
Quiero aprovechar, como Juan Eudes, tu capacidad de amor para amar a todo el mundo, al
cercano y al lejano; tu capacidad de oración para adorar al Padre ; tu capacidad de alabanza
para glorificar al Padre.
Te adoramos Espíritu Santo. Eres el Espíritu de la Verdad que podemos conocer (Jn.
14,17) y procedes del Padre (Jn. 15,26).
Eres el Espíritu de la santidad, santo y santificador (Rom 1,4). Eres vida y fuerza de
resurrección (Rom.8,10,11) Eres Espíritu que viene del Padre y hemos recibido para
conocer la salvación (I Cor. 2,12).
Eres el Espíritu de la gloria, del poder salvador, que reposa sobre todos nosotros (I Pe.
4,14).
Eres el DEDO DE DIOS, el poder del Padre para liberarnos del Maligno (Mt. 12,28)
Nos permites regocijarnos en la salvación que nos ha enviado el Padre (Lc. 1,47).l
Nos haces hijos libres para exclamar con toda el alma; ABBA, PADRE (Rom. 8,15).
Te unes con amor a todos nosotros para que demos testimonio de que somos hijos del
Padre (Rom. 8,16).
Nos enseñas a orar, y al Padre sabe lo que quieres decir, cuando ruegas conforme a su
voluntad , por los que somos sus hijos (Rom. 8,27).
Tú ,lo sondeas todo, hasta las profundidades del Padre y nos has revelado su misterio de
salvación. (I Cor. 2,10)
Tu lo juzgas todo y nos permites captar y comprender lo que es del Padre distinguirlo del mal
( I Cor. 2,14).
Por Tí, el Padre nos ha marcado con el sello de Cristo y ha colocado en nuestros corazones
las primicias de tu amor (2 Cor. 1,22)
Has sido enviado a nuestros corazones para que seamos hijos libres del Padre y no
esclavos (Gal. 4,6).
En Ti, por Jesucristo, tenemos como acercarnos al Padre y ser salvos (Ef. 2,18).
Nos haces desear lo que Dios padre desea: habitando en nosotros nos llenas de deseos
ardientes ( Sant. 4,5).
Nos das a sentir que el Padre está en nosotros (I Jn. 3,24) y que nosotros estamos en Dios
(I Jn. 4,13).
Habitas en nuestros corazones haciendo de nosotros maravillosos templos del Padre (I Cor.
3,16).
Eres el gran regalo que nos da el Padre si le pedimos como niños (Lc. 11,13).
Has desatado nuestras lenguas para proclamar las maravillas de Dios (Hech. 2,4; 4,31)
Eres la promesa ,1a GRAN PROMESA del Padre a su Iglesia , a todos nosotros (Hech.
2,33).
Eres el don del Padre para todos los hijos obedientes (Hech. 5,32).
Por Ti, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones (Rom. 5,5).
El Padre nos ha sellado contigo para distinguirnos como propiedad suya: HAZ QUE NUNCA
TE CONTRISTEMOS (Ef. 4,30).
Hemos participado de Ti para saborear los dones del Padre (Hebr. 6,4) . Y mueves a todos
los que hablan de parte de Dios (2 Pe. 1,21).
Padre Dios: que nunca despreciemos el don inmenso que nos has otorgado del Espíritu
Santo! (I Tex. 4,8).
Por Ti, Esposo Adorable, María la Virgen, concibió al Hijo Único de Dios (Mt. 1,18).
Llegaste a María , la cubriste con tu poder y la embarazaste como Madre verdadera de Dios
(Lc. 1,35).
Iluminaste a Isabel con tu sabiduría para saludar a María como Madre del Hijo de Dios (Lc.
1,41).
Desde el seno materno llenaste de tu palabra , a Juan, al Precursor del Señor (Lc. 1,15).
Descendiste sobre Jesús EL AMADO para anunciar la salvación (Mt. 12,18; Lc. 4,18), para
declararlo como Hijo Amado y Complaciente del Padre (Mc. 1,10; Jn. 1,32).
Cubriste con tu poder a Jesús para anunciar a los pobres la Buena Noticia, proclamar la
liberación a los esclavos, dar la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos y proclamar el
año de gracia del Señor (Lc. 4,18-19).
Enriqueciste a Jesucristo para enviarlo a evangelizar con tu fuerza (Lc 4,1-14) después de
presentarlo como el Hijo Querido del Padre (Lc. 3,21-22).
Según tu santidad, Jesús fue constituido Hijo de Dios en poder por la resurrección de entre
los muertos (Rom. 1,4).
Por Ti somos carta de Cristo escrita por Ti mismo en nuestro corazón (2 Cor. 3,3).
Nos vas transformando en la imagen de Cristo cada vez más gloriosa (2 Cor. 3,18). Hemos
recibido en Cristo tu bendición y la promesa de todo bien (Gal. 3,14).
Eres el espíritu de la verdad que da testimonio en nuestro corazón de Jesucristo para que
creamos en El (I Jn. 5,6).
Sólo por Ti, podemos hablar de Jesús: tu influjo nos lleva a proclamarlo EL SEÑ0R (I Cor.
12,3; I Jn. 4,2-3).
En tu nombre con el del Padre y del Hijo, anunciaremos el reino y haremos discípulos de
Jesús (Mt. 28,19).
Eres la fuente de agua viva que nació en nuestro corazón creyente el día de la
Resurrección: ayer, hoy y siempre (Jn. 7,39).
Movido por Ti, Jesús dejó las Instrucciones para la Iglesia (Hech. 1,2). Tu historia es la de
Jesús: Contigo el Padre ungió a Jesús que pasó haciendo el bien y sanando a los oprimidos
por el demonio (Hech. 10,38).
Cristo nos ha salvado, según su misericordia, por medio del baño de regeneración y por
medio de Ti nos ha dado la vida nueva, la regeneración interior (Tit. 3,5).
Por Ti, Jesucristo se ofreció al Padre como victima pura y agradable (Hech. 9,14).
Nos das testimonio de la eficacia del sacrificio de Cristo (Hebr. 10,15). Bendito seas
espíritu Santo, Gracias! porque nos haces presente al Señor resucitado.
Gracias a Ti, Espíritu Santo por todo lo que haces entre nosotros !.
Haces bienaventurados a los pobres que saben aceptar su dependencia de Dios Padre
(Mt. 5,3).
Como un río interior de agua viva calmas la sed de nuestro corazón (Jn. 7,37-39).
Nos guías y nos haces acercarnos a los demás para conducirlos al Señor (Hch. 8,29).
Nos avisas cuando somos buscados para dar testimonio de la salvación (Hech. 10,19).
Nos impides cometer equivocaciones que puedan desacreditar el Reino (Hech. 16,7).
Nos atas para poder servir al Señor hasta la muerte (Hecho 20,22).
Por TI hemos sido liberados de la ley del pecado y de la muerte (Rom. 8,2).
Eres el mismo para todos dentro de la inmensa variedad de tus dones (I Cor. 12,4).
Tú eres nuestra misma libertad porque estás en nuestro corazón (2 Cor. 3,17).
Tus frutos, aquellos que nacen de tu presencia en nuestro corazón son maravillosos: amor,
alegría, paz, paciencia, afabilidad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí mismo (Gal.
5,22).
Gracias, Espíritu Santo, por tu poder: lo aceptamos en nuestra vida (Mt. 12,31).
Sabemos que nuestro espíritu eres tú mismo: el que nos guía, nos orienta y nos reprende
para un mejor servicio (Lc, 9,55) con adición).
Hemos nacido por el bautismo, no de la carne, sino de Ti (Jn. 3,5), Podemos llegar a ser
"espíritu”, porque estamos en ti como nacido de Ti (Jn. 3,6).
Intercedes por nosotros con maravillosos gemidos que no se pueden expresar en nuestra
lengua (Rom. 8,26).
Nos das la palabra y el poder para anunciar el Evangelio de Jesús a todo el mundo (I Cor.
2,4).
Cuanto podamos decir, lo hemos aprendido de Ti, verdadera SABIDURÍA para expresar lo
espiritual como es debido (I Cor. 2,13).
Guiados por Ti, estaremos siempre lejos del mal (Gal 5,16).
Vigorosamente nos fortaleces por tu acción obrando en lo más íntimo de nosotros (Ef. 3,16).
Tus frutos ahora que vivimos en tu luz, son toda bondad, justicia y verdad (Ef. 5,9).
Eres nuestro luchador y defensor, con tu espada, que es la palabra de Dios aprendida y
saboreada interiormente (Ef. 6,17).
En las precauciones , en los momentos difíciles, tú eres el consejero, el abogado que hablar
por nosotros (Mc. 13,11).
Tu nos enseñas todo lo que tenemos que anunciar de palabra y de obra (Lc .12,12).
Nuestra Iglesia crece y se fortalece por tus gracias y maravillosos consuelos (Hech.
9,31).
Desciendes con poder sobre aquellos que escuchan con fe la Palabra de Dios (Hech. 10,44;
11,15).
No eres espíritu que espanta, sino de acogida y de paz Lc. -24,37). Nos das el tender a la
vida y a la paz (Rom. 8,6)
Queremos estar siempre llenos de Ti, embriagados en tu amor para recitar salmos, himnos y
cánticos inspirados; para cantar y salmodiar en nuestro corazón al Señor , dando
gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo (Ef.
5,18-20).
Hablas a nuestra Iglesia para sostenerla en la lucha hasta el DÍA del Señor (Ap. 2,7).
En medio de las persecuciones, como discípulos del Señor, Tu nos sostienes en gozo y en
entusiasma (Hech. 13,52).
Tu amor hace pasible la comunión entre nosotros (II Cor. 13,13) y que todos unidos
podamos abrazar la Palabra con gozo a pesar de nuestras muchas tribulaciones ( I Tes.
1,6).
Con el fuego de tu amor hemos renacido todos a la vida nueva (Mt. 3,ll; Mc. 1,8; Lc. 3,16).
Por ti , hemos sido bautizados como criaturas nuevas (Hech. 1,5; 11,16).
Tú nos haces hombres nuevos, mujeres nuevas, llenos de bondad , llenos de fe ( Hech.
11,24).
Realizas la gran transformación para gloria del Padre: hacernos sus templos (I Cor. 6,19).
Has sido dado sin medida a Jesucristo (Jn. 3,34), pero también a nosotros, para vivir
conforme a Ti por el bautismo (Rom,. 8,5). .
Que tu fuego nos abrace y nunca apaguemos el entusiasmo de los que anuncian al Señor (I
Tes. 5,19).
Tu, por medio de la Iglesia en oración y ayuno, llamas a los. Que destinas, a la
evangelizadora (Hech. 13,2).
En Ti, , Espíritu Santo, enviado del cielo, se nos predica el esperanzador evangelio de la
salvación (I Pe. ,1,12)
La Palabra fue y es anunciada con señales y prodigios, con toda suerte de milagros y con
tus dones repartidos generosamente (Hebr. 2,4; Hech. 2,1-13).
! Te damos gracias , porque hemos sido sellados en Ti, Espíritu de la Promesa ! (Ef. 1,13).
Obra poderosamente en nosotros! que nunca lleguemos a tentarte a resistir a tu acción tan
intima, que jamás mintamos delante de Ti (Hech. 5,9).
Que viviendo, en Ti , hagamos siempre tus obras (Gal. 5,25). Contigo hemos sido sellados
para la salvación: no , queremos entristecerte (Ef. 4,30).
No queremos ser duros de cerviz, ni tener impuros los labios y el corazón: queremos ser
dóciles : no queremos resistir a tu acción poderosa (Hech. 7,51).
¡ Espíritu de la oración !
Fuiste enviado por Jesucristo para consolarnos, fortalecernos, sostenernos: Tú eres el único
que nos puede dar la verdadera oración.
Es maravilloso, cómo tu oras por nosotros con esas palabras inefables que llegan hasta el
corazón del Padre.
Ora siempre por nosotros... ya no queremos pensar que la oración sea un simple esfuerzo
nuestro.
Dame la oración carismática para orar por los enfermos, por todos los que sufren por todos
los que están a mi lado, por todos los que acudan a mí. Dime que les tengo qué decir: pon
palabras a mis labios, pon amor en mi corazón y en mis manos, dame la oración para su vida
íntima. No quiero ponerte trabas: abre mis labios, desata mi lengua , ensancha mi corazón
para orar y proclamar tus alabanzas.
¡Que nunca esté anclada mi barca , sino libre para tu viento, ya suave, ya impetuoso !.
Quiero orar EN, POR, CON, Y PARA LA IGLESIA. Quiero , así, entrar en la GRAN
COMUNIÓN DE LOS QUE TE AMAN Y BENDICEN.
Padre Santo, que siempre seas glorificado en la Iglesia y en Cristo Jesús eternamente (Ef.
3,21),.
Gracias , porque esté edificada sobre Ti , Señor, DIOS VIVO, columna y fundamento de la
verdad (I Tim. 3,15).
Bendito seas Jesucristo porque amas a la Iglesia, te entregaste por ella para santificarla,
purificándola por el bautismo haciéndola para Ti, resplandeciente, santa e inmaculada,
como hermosa joven sin mancha ni arruga, ¡ Queremos conservarla siempre así! (Ef.
5,25-27). .
La has edificado sobre roca y jamás los poderes del mundo y da las tinieblas la vencerán
(Mt. 16,18).
Cada día vas uniendo a Ella a los que creen en tu nombre (Hech.2,47). Has hecho de la
iglesia obra tuya, Tu mismo la has organizado con la sabiduría del Espíritu Santo (Hech.
todo el libro).
Eres la Cabeza Suprema de la Iglesia, de Nuestro Gran Cuerpo, de la Gran Familia del
Padre (Ef. 1,22; 5,23 ; Col. 1,18).
Gracias Espíritu Santo porque has puesto en la Iglesia hombres y mujeres para pastorearla
(Hech. 20,28).
Iglesia Santa, eres la familia del Dios vivo Jerusalén celestial, peregrina en la tierra, multitud
de hermanos en torno a Jesús el Primogénito ! Te saludo con amor (Hebr. 12,22-23)
Iglesia Santa , templo maravilloso de Dios entre los hombres (Ap. 21,3). Queremos pedirte ,
Señor, que todos cuidemos Bien de tu Iglesia nuestro hogar , nuestra casa espiritual (I Tim.
3,5).
Que nuestros pastores sean siempre mensajeros de tu Iglesia gloria de Cristo Jesús (2
Cor. 8, 23).
Que con nuestras palabras y actitudes edifiquemos realmente la Iglesia <I Cor. 14,4).
Que nunca despreciemos a tu Iglesia , ni seamos tropiezo para tu familia (I Cor. 11,22;
10,32).
Gloria a TI Señor, en tu Iglesia, porque nos has enseñado que no debemos orar solos.
Mi encuentro es personal, pero será más personal si lo hago con las demás, también
personas.
Al orar quiero sentirme Iglesia, amarla intensamente! sé que mi amor a la Iglesia será la
mejor prueba de que tengo al Espíritu Santo.
Pienso , Iglesia Santa, que eres la Esposa de Jesucristo y al orar al Señor, no puedo
prescindir de Ti
Así mi oración entra a formar parte de ese río caudaloso de muchas aguas que son las
alabanzas que: toda la Iglesia del Apocalipsis tributa al Cordero Inmaculado.
Así oraré por los que no oran, por los que no dan gracias , por los que no alaban.
Pero... en esta Iglesia, Jesucristo , nos ha dado el tesoro de su Corazón, a MARÍA , como
Madre de la Iglesia... cómo no orar con Ella?.
Juan Eudes decía una y mil veces: "Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre: y no hay
unión más profunda que la de Jesús y María".
Nos alegramos María, porque eres la Madre verdadera de Dios y la Madre nuestra.
Con el ángel te queremos decir: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc. 1,28).
Eres la Madre Agraciada del Hijo grande del Altísimo (Lc. 1,32).
El Espíritu Santo te cubrió con su sombre, te embarazó - misterio increíble del AMOR - y
eres la verdadera Madre del Hijo de Dios (Lc. 1,35).
Eres la esclava del Señor : por Ti nos ha llegado la libertad, el Señorío y el poder de
Jesucristo (Lc. 1,38).
Como en la visita a Isabel y a Zacarías , sigues llevando bendición a la Iglesia hoy y siempre,
porque eres la portadora de Jesucristo y del Espíritu Santo (Lc. 1,39-45)
Bendita entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús (Lc. 1,42)
Al ver tu grandeza, lo maravilloso de tu ser, divina Mujer, te decimos con Isabel ;"Qué somos
nosotros para tenerte a Ti, para recibirte en nuestro corazón?" (Lc. 1,43) . Porque tu eres la
elegida del Señor; Tu ,hermana nuestra, carne de nuestra carne, hueso de nuestros huesos,
humanidad de nuestra humanidad, Humana Mujer! Tú eres portadora de Jesucristo y del
Espíritu por eso, cuando, Tú Gloriosa, entras en nuestra vida, hay un cambio profundo en
nuestro ser: todo se convierte en fiesta, en alegría (Lc. 1,44).
Feliz María que creíste que se cumplirían las cosas que te fueron dichas de parte del Señor
! (Lc. 1,45).
Nos unimos, a tu gran alabanza y contigo decimos: "MI ALMA ALABA LA GRANDEZA DEL
SEHOR" (Lc. 1,46).
Gracias a Dios porque nos ha comunicado en nuestra Iglesia Católica tu misterio, María.
Jesús se alegra, como buen hijo, cuando te alabamos y esa misma alabanza que sale de
nuestros. Labios para Ti, hace más Grande al Adorable, al Padre Celestial y al Santo
Espíritu.
Dios te escogió como su querida sierva y en Ti todos hemos sido acogidos (Lc. 1,54).
Nos alegramos por ese hombre justo José, que compartió contigo el misterio de Dios (Mt
1,18; Lc. 1,27).
Antes de empezar a convivir con José, resultaste embarazada por obra del Espíritu Santo
(Mt. 1,19).
José, avisado por Dios, supo aceptar con amor la obra del Espíritu Santo en Ti (Mt. 1,20).
Vas con tu esposo al censo de Cirino: eres ciudadana de nuestro mundo Santa Madre de
Dios! (Lc. 2,5).
Hoy te ofrecemos nuestra Iglesia, nuestro corazón: es un sitio amplio y bello, donde
asistimos cada día al nacimiento de Jesús (Lc.2,7).
Allí, en Belén , se te cumplió el tiempo -FELIZ CUMPLIMIENTO !- y nos diste a luz el HIJO
ÚNICO DE DIOS (Lc. 2, 6-7), Tu primogénito.
Sin haberte conocido José, diste a luz al Hijo de Dios (Mt. 1,25).
Gracias, porque diste a luz a Jesús que nos has a salvado perdonando nuestros pecados
(Mt. 1,21).
Eres la afortunada , la Virgen, que dio a luz y nos trajo la cercanía de Dios (Mt. 1,23).
Nos diste al Hijo de Dios, y con José le pusiste por nombre JESÚS, como Dios lo mandó (Mt.
1,25).
Benditos sean los Ángeles y los pastores que te descubrieron como la Madre de Dios (Lc.
2,8-20). Que también nosotros lo hagamos cada día!.
Bendito sea tu Inmenso Corazón, que supo guardar el MISTERIO DEL AMOR (Lc. 2,19).
Bendecimos al Señor por todo lo que hemos visto, sentido y oído de Ti, en torno al Señor
Jesús nacido en el pesebre (Lc. 2,20).
Qué hermoso ver a los magos , postrarse ante Tu Niño, Madre María, abrir sus cofres y
ofrecerle los dones del oro, el incienso y la mirra (Mt. 2,11).
Danos, Padre Celestial, tu Santo Espíritu para saber reconocer a la Madre de tu Hijo, como
el anciano Simeón, como Ana la profetisa consagrada (Lc. 2,25-38).
No me gusta la espada que atravesó tu Corazón..; pero era necesario ¡ Tu Hijo tomó la
cruz para poner al descubierto las intenciones de los corazones (Lc. 2, 33-35). Que también
nuestras intenciones queden descubiertas para gloria del Padre!.
María , hermosa madre joven, buscando al NIÑO DE DIOS, ocupado en las cosas de su
Padre (Lc. 2,41-50) búscanos a todos , y que nos encuentres en compañía de Jesús.
Tu que viste crecer a Jesús en sabiduría, en juventud y en gracia ante Dios y ante los
hombres: enséñanos a verlo crecer en nuestra vida ! (Lc. 2,52).
María, Madre de las Bodas de Cana, de los matrimonios , de los que se aman; dile a Jesús
que nunca nos falte el vino del amor del gozo y la paz (Jn. 2,1-5).
María, madre del primer milagro de Jesús: enséñanos a hacer lo que El nos diga (Jn.2,5).
Haz que conozcamos la "hora de Jesús", su momento para ser salvados, (Jn. 2,4) y recibir
sus abundantes bendiciones.
Tú cumpliste la Palabra fielmente y la encarnaste. Por eso eres la MADRE. Queremos ser
también: madre, hermano, hermana, de Jesús, viviendo como Tu, su Santa Palabra (Mt.
12, 46-50; Mc. 3, 31-35; Lc. 8, 19-21).
Feliz y dichos a María porque engendraste a Jesús y lo alimentaste, pero más feliz y
dichosa porque escuchaste la Palabra y la guardaste en tu Corazón (Lc. 11,27-28).
Eres carne de nuestra carne y por Ti, Jesucristo es nuestro hermano, y todos somos
hermanos de Jesús. El mismo Evangelio nos habla de los "hermanos de Jesús", no porque
hayas tenido más hijos! Es la manera oriental de presentar la familia, raíz de la fraternidad.
Tú eres María , la raíz de nuestra gran fraternidad (Mt. 13, 55-56 ; Mc.6,3).
Gracias , María, porque nos diste a Jesucristo y Jesucristo nos ha dado a Ti, al pie de la
cruz. Qué regalo tan maravilloso: queremos apreciarlo cada día más. "Tú eres nuestra
Madre", nos ha dicho Jesús: "Nosotros somos tus hijos", te decimos con toda la Iglesia
(Jn.í9, 25-27).
María, eres la mujer de nuestra intimidad, por eso, como Juan, te recibimos en nuestra casa,
en nuestra vida, en nuestro corazón (Jn. 19,27).
Que el amor apasionado a Jesucristo nos lleve a un amor muy profundo a ti, Madre , y el
amor a Ti, nos lleve hasta la hoguera inmensa del Corazón de Jesús.
María, queremos que seas el canal de nuestra oración, porque está más cerca que nadie del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Recibe nuestra oración en tus manos maravillosas como bandeja de plata y preséntala al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Ellos te mirarán complacidos y se agradarán con nuestra
oración.
María, tengo una pena... es posible que hay personas que no te amen , que devotamente
no te entreguen su corazón?.
Siento que al no pensar en Ti, están haciendo un desprecio a tu Hijo. Esto me apena,
sinceramente ! Siento que no te hayan conocido ,que no sepan que el culto que te rendimos
engrandece el SEÑORÍO de Jesucristo, el Único Intercesor. Tú eres tan elegante en todo
lo tuyo, que la oración que te hacemos, la diriges a Jesús.
Gracias, porque en mi vida de oración tienes un puesto tan hermoso, y quisiera, como San
Juan Eudes, decir al mundo ... SI HAY ALGUIEN EN ÉSTE MUNDO QUE AME A MARÍA
MAS QUE YO... QUE ME ENSEÑE EL SECRETO DE SU AMOR, PORQUE NO QUIERO
QUE ME GANE NADIE EN EL AMOR A LA MADRE DE DIOS.
Te amo María, para amar más a Jesucristo. Enséñanos este amor y haz que como Tú,
seamos total capacidad de Jesucristo y total entrega de su AMOR
Esto es oración para San Juan Eudes. Ya no se trata de palabras vacías. Es una oración
llena de contenido: su contenido es la misma Palabra de Dios. Dios mismo pone en nuestros
labios la palabra de la oración.
Como es tu oración ? Alegre positiva...triste ,negativa ? Por qué oras ? Cuál es tu más
profunda actitud cuando oras?
Cómo es tu fe?
*Yo tengo fe porque Dios me concede todo lo que le pido Es decir: tengo fe porque Dios me
ha hecho "milagros".
En otras palabras: Dios no me hace milagros para que yo tenga fe . El milagro se realiza
porque tengo fe. Esta fe es un mismo don de Dios. Esto sí me gusta! .Según sea mi fe, será
mi oración.
Hay muchas maneras de orar.
La oración de petición de perdón, para que el Señor sane mis pecados y mi corazón.
La plegarías un llegar ante el Señor con todo el peso de nuestras angustias y necesidades.
Pero hay otras maneras de orar y las encontramos en la Biblia y en la práctica secular de la
Iglesia: la oración de alabanza, de adoración, de acción de gracias, de intercesión, de
sanación..Hay, ciertamente, otras formas, pero quiero detenerme en estas y presentarlas,
no como técnicas de oración. LA ORACIÓN NO ES UNA TÉCNICA,ES UN DON DEL
ESPÍRITU SANTO. Quiero darlas a conocer con mucho amor como experiencias del
ENCUENTRO PERSONAL CON DIOS.
Alabar es LEER a través de. Todos los acontecimientos la carta de amor que Dios nos
escribe cada día, es VER esa mano tierna que teje los hilos de nuestras vidas.
El hombre que alaba tiene una mirada de fe, una mirada limpia para ver lo que Dios hace en
su. Vida. Sabe descubrir cada día los regalos del Señor. Son tantos y tan maravillosos !
Pienso que muchas veces en la vida , por ser como ciegos , nos perdemos los dones del
Señor, dejamos pasar sus regalos por estar pensando en cosas negativas. Nuestros ojos
velados por la oscuridad de las cosas tristes de la vida no ven las estrellas del amor, el sol de
la felicidad. Nos encerramos en nuestra oscura habitación interior y no salimos a tomar el
aire, el sol, el regalo del buen día.
Y porque Dios es poderoso, pongo en sus manos mi vida con todas sus dificultades.
Poner en manos del Señor mis males, toda la trama de nuestra vida significa esperar la hora
del Señor, su momento , la manifestación de su poder... y mientras tanto, a luchar , a
trabajar.
No una terapia coma fuga de mis problemas, sino como confianza, fortaleza, eternidad,
para superar nuestras dificultades, nuestras profundas limitaciones interiores..;
Pedro nos dice "Confiadle todas vuestras preocupaciones al Señor, porque El cuida
amorosamente de vosotros (I Pe. 5,7).
La palabra ALABAR tiene un origen muy antiguo. Viene del latín ALAPARI, que significa
enorgullecerse, sentirse pleno. He siento satisfecho porque Dios es Grande y Bello. Alabar
puede significar entonces, sentirse orgulloso de Dios.
Así como en la vida nos enorgullecemos por las personas que nos aman, nos quieren, nos
comprenden y ayudan , así también, nos alegramos infinitamente de que Dios sea nuestro
Padre, de que Jesucristo , el. Adorable, sea nuestro Salvador, de que el Espíritu Santo sea
nuestro Consolador.
Ese sentir es obra del Espíritu Santo. La alabanza no la produzco sin más como un concepto
intelectual.
Pidamos el don de SENOR A DIOS . Dios nos lo concede porque quiere nuestras
alabanzas.
Dios mismo nos enseña. La alabanza . Solos no podemos. El mismo ha "escrito" sus
alabanzas. La BIBLIA está llena de sus alabanzas Más de 200.
He aquí un buen programa de oración de alabanza para todos los días: tomar uno cada día
, orarlo gustando las palabras y poniéndolas en primera persona. Veremos con alegría como
nuestra vida está descrita en cada salmo.
El Señor sabe que no somos capaces de alabar: por eso El mismo pone en nuestros labios
la oración de alabanza.
- Salmo 18:
Es un largo salmo que canta la misericordia del Señor que se entiende larga sobre nuestra
vida. La alabanza es expresada en palabras tiernas, llenas de amor : " Yo te amo , Señor,
tu eres mi fortaleza, Señor mi roca, mi alcázar, mi libertador; Dios mío, peña mía, refugio
mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo
libre de mis enemigos".
Cuando estoy pasando por algún momento difícil, empiezo a orar un salmo, y al minuto
siento nuevas fuerzas y confianza para seguir luchando.
-Salmo 47;
Este salmo alaba y bendice a Dios como Padre y Señor del Universo de la historia. Invita a
alabar al Señor con todo el cuerpo, con las manos, con los instrumentos musicales. Todo es
aprovechado para proclamarla grandeza del Señor.
Este salmo tiene una palabra clave: ALELUYA, que significa: Alaben a Yahvé (el Señor):
Alelu-Yahvé.
Tenemos en éste salmo la experiencia de Israel que sabe que su único Rey es, el Señor, su
Salvador y por eso levanta los brazos, bate palmas y aclama a su Dios con gritos de júbilo.
Qué hermoso levantar cada día nuestras manos y dar gracias al Señor por todo!.
-Salmo 136:
Otro hermoso modelo de alabanza es este salmo en forma de letanía Israel lo oraba en
medio del gozo desbordante de los corazones y cantando el salmo (-la alabanza es contar la
obra de Dios-), los hechos que Dios ha realizado con su pueblo, y a cada frase todo mundo
responde: PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA.
Como este salmo aprendamos a contar todo lo que el Señor nos da. San Juan Eudes
gozaba componiendo este tipo de alabanza en forma de letanía . Las letanías son oraciones
de alabanza, expresión de los corazones que no se cansan de bendecir y de glorificar.
-Salmo 145:
Vamos a orarlo con la Biblia en la mano. Nos daremos cuenta al hablar de que la alabanza
es el compromiso de cada día de quien ha reconocido el don de Dios BENDIGO TU
NOMBRE PARA SIEMPRE JAHVE. La alabanza nace de la contemplación del amor de Dios
en nuestra vida : INSONDABLE ES TU BONDAD SEÑOR.
La alabanza es proclamar las "proezas" del Señor; es decir: aquello que está por encima de
todo lo que yo pueda imaginar. Es lo imposible que se hace posible en mi vida. EL
ESPLENDOR, LA GLORIA DE SU MAJESTAD, EL RELATO DE TU MARAVILLAS, YO
RECITABA.
Es tan conmovedor cuando vamos viendo como en una película dimensional la obra de
Dios ,o que va haciendo en nuestra existencia a través de un trato amoroso con los demás,
les vamos contando lo que vemos.
El hombre que alaba es un contemplativo con sus ojos muy abiertos lo que Dios hace.
El hombre que alaba vive en medio de los demás proclamando con su vida que DIOS
ES ACONTECIMIENTO DE AMOR.
"Dios nunca me ha fallado. Hoy , mañana y siempre estará conmigo. Seguiré amando la
vida. Saldré adelante".
Cada vez que en mi vida me he desanimado, he sentido una inmensa vergüenza ante el
Señor. Cómo es posible que ante la historia del amor fiel de Dios , yo me desanime, pierda el
entusiasmo? ¡ Qué vergüenza Jesús !.
Tu eres grande Señor porque lo has creado todo, pero más grande porque me amas, porque
nos estás salvando a todos. Padre Tierno, Padre Misericordioso. CLEMENTE Y
COMPASIVO ES EL SEÑOR. TARDO A LA COLERA Y GRANDE EN EL AMOR, BUENO
ES EL SEÑOR PARA CON TODOS E INMENSAMENTE TIERNO.
¡Dios es tierno!. Esta verdad me afecta en todo momento. Y saber, que hay cristianos que
creen que Dios es duro, cruel, áspero, rudo, severo!. Quiero gritarle a todo mundo: "Gustad
y ved que bueno es el Señor, dichoso el hombre que confía en El" (Sal. 34,8).
La alabanza me coloca con optimismo ante Dios y ante la vida. El que alaba está de pie con
los ojos fijos en Dios y experimenta cómo DIOS SOSTIENE A TODOS LOS QUE CAEN , A
TODOS LOS ENCORVADOS ENDEREZA.
A los que están encorvados por los problemas, las penas, las angustias, el Señor los
endereza.
Al poner mis ojos en el Señor seré saciado. EL SEÑOR SACIA EL DESEO de todo ser
viviente.
Ya comprendemos por qué la alabanza sacia y llena el corazón. Si queremos tener plenitud
espiritual, no nos cansemos de alabar.
Nuestras alabanzas se dirigen al Padre y al Hijo en el Espíritu Santo, es decir, con el gozo
del Espíritu Santo. Alabemos al Padre-Dios y veamos de qué manera.
Alabamos al Padre por su Gloria , por su poder salvador que nos cubre a todos, como a
María el día de la Anunciación (Lc. 1,35). Dios es glorioso porque llena el universo. "La gloria
del Señor se elevó de sobre los querubines hacia el umbral de la Casa y la Casa se llenó de
la nube, mientras que el atrio estaba lleno del resplandor de la gloria del Señor" (Ez. 10,4).
Alabamos al Padre porque es glorioso. Glorioso significa que salva al pobre, al necesitado,
al humilde. Los reyes de este mundo son gloriosos (-dicen ellos!) porque dominan ,
explotan, tienen poder para quebrantar a los demás. Dios es glorioso porque ama porque se
entrega para salvar, para liberar de la esclavitud , para levantar del estiércol al pobre (Sal.
77,15; 93,1;107,41). Dios es glorioso, no porque tenga esclavos (-Dios no es Padre de
esclavos!)Sino porque tiene hijos libres conquistados por el amor liberador. Cuando
estamos en lo más profundo y miserable de la esclavitud del mal; el estiércol ; allí manifiesta
su poder salvador. Por eso es Glorioso y nuestra alabanza es digna y justa. Alabamos al
Padre por su majestad. Dios es Majestuoso ; hace obras grandes , por actos pequeños. A
partir de cosas muy simples hace maravillas en nuestra vida.
No pensemos que la majestad de Dios es sólo para cosas grandes, espectaculares. Así
pensaban los judíos y por eso Cristo les dice: "Si no veis señales y prodigios no creéis" Un.
4,48).
Pensamos que tal vez Dios es majestuoso porque hace obras muy grandes; realmente todo
lo que Dios hace es grande; pero nuestra imaginación espera cosas espectaculares y no
nos damos cuenta de que la majestad de Dios es precisamente en las cosas pequeñas.
Cuántas veces esperamos grandes milagros y resulta que Dios no es amigo de lo fantástico
, sino de lo simple , lo sencillo, lo modesto , lo común y corriente.
En esos detalles simples que no determinamos , es ahí, donde el Padre - Dios nos está
salvando, donde está manifestando su admirable majestad. Esto es bien importante s es
más bello ver a Dios a través da los actos más simples y corrientes de mi vida, que a través
de los hechos espectaculares que se dan de vez en cuando. Esa es la fe del que alaba, la fe
desnuda y simple de quien ama a Dios por amor.
Dios es majestuoso porque con su amor todo lo transforma. Allí donde el hombre para
hacer algo, tiene que montar un inmenso aparato, Dios pone un detalle de su amor y todo
cambia asombrosamente. Es la gran lección que nos da el libro del ÉXODO, donde se
narran las maravillas a Dios con su pueblo.
Veamos un ejemplo para nosotros. En el Éxodo el pueblo que peregrinaba a través del
desierto tuvo el MANA, el pan bajado del cielo, nosotros, tenemos la EUCARISTÍA.
Tenemos que aprender a alabar al Señor en los simples detalles de nuestra realidad
concreta: por ellos Dios se manifiesta Brande en nuestra vida.
Juan Eudes alababa al Señor por cada segundo de vida y quería convertir en alabanzas los
latidos de su corazón. Comer el ordinario pan de cada día, caminar, respirar el aire
limpio, matar el frío y el calor; todo era alabanza para este hombre.
Con esta actitud de alabanza la vida es bella y se disfruta realmente. El que alaba tiene un
privilegio único: SABOREA LA VIDA COMO DON DEL AMOR DE DIOS.
Alabamos al Padre por su excelencia , porque todo lo hace perfecto, no se le pasa un detalle
y el conjunto de su obra en nosotros resulta maravilloso.
La alabanza es bendecir al Señor por el conjunto increíble de sus detalles. Lee por ejemplo
: Éxodo 15,1,10.
Excelente significa que es perfecto en todo lo que hace. El Poder de Dios es excelente , nos
dice Pablo (2 Cor. 4,7). Dios es completo en todo . Y esto no es sólo para lo que nos parece
bien, sino también para nuestros males, nuestras enfermedades y demostraciones más
profundas. El sabe (-y no lo tenemos que saber) como de nuestros males sacar grandes
bienes. El tiene su hora y su momento.
Cuántas veces queremos que las cosas se hagan ya... pero, ese no es el momento de Dios
que está buscando lo perfecto y excelente para nosotros. Por apresurarnos nos perdemos
eso perfecto que Dios hace en nuestras vidas.
Alabamos al Padre por su grandeza, porque manifiesta su poder en los pequeños. En lo que
parece que no tiene valor; allí manifiesta el poder. Por eso María dijo: "Hizo obras grandes
en mí, El que es Grande" (Lc. 1,49).
Juan Eudes decía intensamente conmovido en su corazón: "El abismo de mis miserias ,
atrajo el abismo de sus Misericordias".
Jesucristo alaba a su Padre porque se ha manifestado a los pequeños (Lc. 10,21-24) y San
Pablo nos dirá que Dios da a conocer su poder, y su sabiduría en lo más humilde (I Cor.
l,18ss.).
Que en los momentos más débiles y pobres de nuestra vida, la alabanza sea nuestro más
poderoso recurso.
Dios es sabio porque va tejiendo con amor todos los hilos de nuestra vida, conoce el
momento oportuno para cubrirnos con su bendición Pablo nos dice: "En todas las cosas
interviene Dios para bien de los que le aman" (Rom. 8,28).
El Señor es perfecto en su sabiduría y sabe que nos conviene Por eso alabar al Señor es
decirle: "Gracias Padre por lo que me has concedido, gracias por lo que no me has
concedido...Tu lo sabes".
Qué hermoso es bendecir al Padre porque lo sabe todo, porque conoce nuestro corazón y
sabe de qué tenemos necesidad (Mt. 6,6-8).
Cuando Dios nos perdona debemos alabarlo, tal como lo hizo el paralítico sanado por Jesús
en el cuerpo y en el espíritu (Mc. 2,1-12). En este sacramento Dios se acerca a mí para
perdonarme y librarme del mal.
Dios no nos tiene asco; con sus manos limpias nos purifica y nos da su paz. Que motivo más
grande para nuestra alabanza !.
"Bendito sea el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios
de toda consolación, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para poder nosotros
consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos
consolados por Dios! (2 Cor.1, 3-4).
Muchas veces hago esta breve alabanza en mis tribulaciones y cuando tenga que consolar
a mis hermanos y siento que la misericordia consoladora llega a mi corazón como un
bálsamo que se va derramando .
Dios es misericordioso porque es todo corazón hacia nosotros, todo tenuar y todo amor. San
Juan Eudes habla con entusiasmo del Corazón del Padre Celestial.
Dios Padre no acepta que estemos mal, que sigamos en el pecado, en el negativismo, que
seamos desgraciados. Por eso es misericordioso. El gesto más grande de esta misericordia
es el envió de su Hijo. El signo más claro de la misericordia del Padre es su Hijo Clavado en
la cruz.
Cristo Crucificado, cargado con todas nuestras dolencias, con nuestras miserias, es la
prueba más radical y definitiva, de que el Padre Misericordioso no quiere aceptar nuestra
situación de sufrimiento; de pena, de dolor.
Esto llena de esperanza para trabajar y sostener la lucha: la alabanza tiene una carga muy
grande de esperanza activa; la maldición tiene una terrible y oscura carga de muerte.
Pero sobre todo , alabamos al Padre por esa maravillosa salvación que nos ha traído en su
Hijo JESUCRISTO (Sal. 18,46; Is. 35,10; 61,10; Le. 1,68-69).
XI.- ALABANZA ES UN DON DEL ESPIRTITU SANTO
La alabanza es un don del Espíritu Santo, El Espíritu se nos da para que tengamos la
experiencia de Dios y la capacidad de alabar en el corazón lleno de gozo.
La alabanza supone un alma elevada, dilatada, poseída por el espíritu Santo, como
Jesucristo (Lc. 10,21-24), como María, cuando exploraba la oración de alabanza mas
grande pronunciada por labios humanos el MAGNÍFICAT (Lc. 1, 46-55).
La oración de alabanza nace de la presencia del espíritu santo en el corazón del creyente.
Por eso, antes de alabar entreguémonos al Espíritu Santo para que El nos conceda el don
de la alabanza, con los medios espirituales, o gracias para alabar.
Encuentro entre otros, tres dones del Espíritu Santo necesarios para la oración de
alabanzas
La SABIDURIA: para saborear el amor de Dios y la Palabra es gustar la presencia del Señor
en las personas y en las cosas para apreciar y valorar las gracias de Dios;
Cuando se tiene estos dones (-hay que pedirlos humildemente, así se llega a la experiencia
de Dios y la alabanza brota espontánea.
El Espíritu Santo viene a nosotros con estos dones y nos comunica la. Verdadera alabanza.
Recuerdo la primera experiencia consciente que tuve de la alabanza como un don del
Espíritu Santo.
En 1970 vino a visitarme una joven. Me preguntó si yo era sacerdote y ante mi respuesta
positiva me dijo "Quiero que Ud., me imponga las manos y me dé al Espíritu Santo".
No supe que responder en primer momento, estaba extrañado. Yo había leído en los hechos
de los Apóstoles , que por la imposición de manos se comunicaba el Espíritu Santo. Pero
nunca en mi vida de sacerdote se me había pedido tal gesto. Yo sabía que el Obispo el día
de mi diaconado y el día que un sacerdote con permiso especial podía dar el sacramento de
la confirmación donde hay igualmente imposición de manos. Pero, que una joven llegase a
mí con una fe profunda y me pidiese este favor, eso me cuestionó profundamente.
Le pedí alguna explicación : "Yo creo que la única persona en la Iglesia que tiene realmente
el poder para comunicar el Espíritu Santo es el Obispo, el sacerdote. Por eso le pido que ore
por mí, me imponga sus manos consagradas y haga descender sobre mí el Espíritu Santo".
Yo pensé en mi corazón: como sacerdote soy instrumento del Señor, los sacramentos son el
medio y en ellos se nos comunica el Espíritu Santo. Por que no puedo en este momento ser
instrumento del Espíritu?, Supliqué al Señor que perdonara mis pecados, que usara mis
manos y supliqué con inmenso amor que el Espíritu. descendiese sobre la joven. Sentí algo
extraordinario. Ambos recibimos el Espíritu ; no sabría dar detalles físicos. Empezamos a
alabar intensamente al Señor , a bendecirlo, a glorificarlo. Más de dos horas alabando. Era
como una embriaguez, serena, tranquila. Yo, un hombre con muchos años de estudios
teológicos, me sentía otro, muy diferente. Desde el día el fenómeno se ha repetido muchas
veces y el Señor me ha permitido comprender aquellas palabras de San Pablo: "No os
embriaguéis con vino; llenaos mas bien del Espíritu Santo. Recitad entre vosotros salmos,
himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor, dando
gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Ef.
5,18-20; Col. 3, 16-17).
La alabanza es, pues, un don del Espíritu Santo y hay que pedirlo.
Un dato personal; Hace años le pedía mucho al Espíritu Santo que ms concediera el don de
la alabanza para glorificar al Padre y bendecir al Adorable Jesucristo. De mis labios salía la
alabanza, pero unos pocos segundos. Pronto se extinguía la llama de la alabanza.
Recuerdo que una noche llegué a mi residencia después de compartir la oración con un
grupo de jóvenes. Eran las once de la noche y al acostarme sentí que mis labios , mi
corazón, todo en mi empezaba a alabar al Señor con un lenguaje que no era mío y pasó el
tiempo. Al fin me di cuenta de que eran las cuatro de la madrugada y la alabanza no
terminaba. Le dije al Señor: "Gracias Señor por esta alabanza tan maravillosa... pero no mas
alabanza por ahora. Tengo que dormir un momento. Tengo que levantarme a las cinco a mi
trabajo cotidiano".
Cesó inmediatamente la alabanza y dormí una hora que reparó totalmente mis fuerzas. El
Señor es una alhaja!.
Comprendo cada día más. Como la alabanza mide el estado interior de la persona. Cuando
hay paz, alegría, serenidad la alabanza brota espontáneamente. Cuando hay tensiones,
resentimiento, odio... ahoga la alabanza.
Oremos siempre al Espíritu Santo que nos dé la sanidad interior, gozo, para vivir
continuamente en alabanza, como nos pide San Pablo (ef. 5,18-20; Col 3,16-17).
El Espíritu Santo ora por nosotros. El Espíritu Santo viene en ayuda de nuestra flaqueza.
Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos inefables, y que escruta los corazones conoce cual es la aspiración
del Espíritu, que su intercesión a favor de los santos es según Dios( Rom. 8, 26-27).
No se trata de una oración automática que hago cuando quiera, no podemos manipular ni
simular los dones del Espíritu.
La Oración en lenguas es una bella experiencia, un don muy grande del Espíritu Santo que
nunca podemos mecanizar. Es un regalo del Señor pidámoslo con fe, con humildad ... Es
increíble!!!. En ese don comprendemos más allá de los conceptos, vivencialmente, lo que
dice el Apóstol. "El Espíritu Santo alaba por nosotros con gemidos que no pueden
expresarse con palabras humanas" (Rom. 8, 26).
Gracias al Espíritu Santo que alaba y está en el corazón de la Esposa (Ap. 22,17)
podemos alabar en nombre de toda la Iglesia, con.la Iglesia y para la Iglesia, esposa de
Jesucristo.
XII.- LA ALABANZA ES EL ANUNCIO DE QUE DIOS
ES NOTICIA EN MI VIDA
Glorifiquemos al Señor !. No nos dé miedo hablar del Señor. Esa es la alabanza perfecta :
decir a los demás con las palabras y con el compromiso de cada día: DIOS ES
MARAVILLOSO.
La alabanza es una relación muy bella, muy alegre, muy íntima, llena de entusiasmo con
Dios. Pero es también una relación con los demás , un testimonio para los hombres , a
quienes manifestamos el poder de Dios diciéndoles que DIOS ES NOTICIA EN NUESTRA
VIDA. Pocas veces cuando hablamos con los demás les damos buenas noticias .
El Cristiano debe compartir con sus hermanos la BUENA NOTICIA DE DIOS , y eso es
alabanza.
Nuestras reuniones litúrgicas y de oración deben estar llenas de la gran noticia del amor de
Dios. Esa es la noticia que llevaremos -al hogar, al mundo, con nuestras palabras de
alabanzas al Señor y nuestros compromisos de amor.
Algo semejante acontece en nuestra vida humana social: cuando tenemos experiencia de la
bondad de alguien , ponderamos y damos testimonio de su valer; sino tenemos experiencia,
no decimos nada o nos contentamos con exclamar: " No lo conozco ".
La alabanza mide la experiencia que tengo con Dios. Por lo mismo me ha impresionado
tanto la experiencia de Dios en San Juan Eudes: continuamente estaba alabando al Señor
en " las buenas y en las malas ". Componía frecuentemente, al estilo de los salmos,
oraciones de alabanza que llamaba ELEVACIONES, como quien dice: "me levanto por
encima de mis alegrías o dificultades para alabar al Señor".
La alabanza es signo de que he descubierto el Señor y puedo saborear su amor, su ternura.
Cuando vamos creciendo en la fe como sentido para descubrir a Dios vamos igualmente
creciendo en la alabanza.
La alabanza es dinámica porque nace del amor . El amor no nos deja quietos , inmóviles ,
nos pone en acción.
El amor de Dios, ese sentirnos sobrecogidos por la ternura de Dios, hace brotar de nuestro
corazón la glorificación, la alabanza clamorosa y alegre... y humilde . Si La humildad es una
nota muy alta de la alabanza.
La alabanza nace, como en María la Señora, de un corazón humilde y pobre. El que tiene un
corazón de rico autosuficiente, dueño de si mismo, nunca alaba. Es soberbio y no ve la
grandeza del Padre. La alabanza no es para auto elogiarse, es para decir con San Juan
Eudes: "El abismo de mis miserias atrajo el abismo de sus Misericordias". En este sentido
ALABAR A MARÍA significa anunciar las maravillas que Dios hizo en su persona, en su vida
, en su hermosa existencia.
La alabanza tiene una palabra clave. El AMEN . Es la síntesis (Lee I Crónicas 16,36;
Nehemías 8,4-8).
Traducimos AMEN por ASI SEA. ¡Que traducción tan pobre!.AMEN no puede traducirse
como tampoco el ALELUYA. AMEN significa toda una actitud , toda una vida de fe.
Al decir AMEN quiero expresar con mi vida que mi alabanza al Señor es verdad, que toda la
Palabra de Dios es realidad.
Dios mismo es AMEN y así se llama en la Biblia, EL DIOS DEL AMEN < Is. 65,16). Es decir:
el Dios firme, Seguro que compromete y cumple su Palabra y está siempre presente. ¡No
falta!.
Por eso la palabra mas emocionante de la comunidad cristiana es el AMEN, Tertuliano nos
cuenta que en la Iglesia Primitiva , al terminar la plegaría eucarística, el pueblo respondía
con un AMEN estruendoso que hacía temblar el lugar de la celebración. La voz era un
trueno como en el Apocalipsis. "Juan oyó un ruido que venía del cielo, como el ruido de
grandes aguas o el fragor de un gran trueno; y el ruido que oía era como de citaras que
tocaron sus citaras" (Ap. 14,2). Me da tristeza el AMEN que murmuramos entre dientes
después de la plegaria eucarística; no parece la síntesis de la alabanza al Padre en el gozo
del Espíritu con el poder del Adorable Jesucristo.
Dónde hay amor , unión, habrá alegría , y la alegría será la nota de la alabanza.
Alegría es optimismo , actitud positiva ante la vida, ante el futuro. Alabanza es decir con
optimismo realista (-aquel que me lanza a la lucha- :"Gracias , Señor, porque Tu vas a
manifestar tu poder, te vas a lucir conmigo".
La alabanza es acción de gracias alegre. Antes de que sucedan las cosas agradecemos al
Señor. Esto destierra del corazón toda angustia o tensión. No gastaré mis energías en
preocupaciones: las invertiré positivamente en trabajar con fortaleza y en dar gracias al
Señor. Hay muchas cosas que no entendemos... "Te doy gracias Señor por lo que entiendo
y por lo que no entiendo".
Un día comprendía que esta breve oración de alabanza es eficaz. Pasé algunos meses sin
entender algo muy grave que estaba sucediendo a mí alrededor: lo sentía terriblemente.
Recuerdo que le decía al Señor: "Quisiera entender, Señor... pero, gracias, si no quiere, que
lo entienda ahora". Pues bien , con el tiempo, llegué a comprender la situación y le di gracias
al Señor por no haber entendido antes .
Cuando alguien me pregunta desconcertado, por qué le ha pasado tal desgracia , no busco
explicaciones. Simplemente le digo: "Alabemos al Señor por todo esto. El sabrá sacar de
nuestros males, grandes bienes ". Un caso,
Una señora, madre atribulada, me contó el caso de su hijo drogadicto, ladrón y delincuente.
Estaba sumida la pobre en el más oscuro negativismo. "Le he pedido al Señor con
desesperación y nada alcanzo para mi hijo". La invité a orar, a bendecir al Señor por el hijo .
He miró con ojos espantados. "Darle gracias al Señor por este hijo desgraciado y malandrín
que me ha dado?. No importa, mi señora, lo haré por usted', Diga conmigo:" "Señor Jesús ,
te doy gracias por este hijo que me has dado. Tú lo vas a cambiar. Bendito seas!.
Te doy gracias por este hijo que hoy es mi llanto y mi tristeza, mañana será mi gozo y
felicidad". Siga repitiendo esta oración y no diga más. A los quince días volvió la señora con
su Hijo. Traía un paquete en sus manos. "Padre, creo en usted, en todo lo que me dijo. Mi
hijo ha cambiado totalmente. Como signo de su conversión le entrega toda la droga que
pone en sus manos para iniciar una nueva vida". Me alegro infinitamente mi señora, pero no
me crea ni ponga a su hijo en mis manos. Alabemos al Señor y pongamos en sus manos a
Félix. Y el joven fue sanado por el Señor juntamente con el corazón de madre. Este es el
fruto de la alabanza, de la oración positiva. Hagamos esto con los hijos, con los hermanos,
con los padres, con los enfermos, con todos los que están en dificultad. El Señor nos dice
que pidamos y recibiremos, pero, hagámoslo elegantemente, "comprometiendo al Señor":
"Te alabo y te bendigo, Señor porque me vas a conceder esto que te pido con amor".
Hemos visto que la alabanza es un don del Espíritu Santo que exige nuestro esfuerzo . He
aquí el esfuerzo, un método sencillo para aprender a alabar. Toda oración que hagamos
como petición, convirtámosla en alabanza. Por ejemplo: "Señor, te alabo porque de la
circunstancia difícil que estoy viviendo, vas a sacar algo bello para mi vida. Te alabo porque
mi problema será resuelto. Te alabo porque me das fortaleza para superar mis problemas.
Te bendigo porque mí enfermedad sanará. Por todo te doy gracias y te glorifico.
Esta es la oración positiva que nos pide el evangelio. Dice el Señor: "Todo cuanto pidas en
la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis (Mc. 11,2433) . Porque creo que
ya lo he recibido, por eso te alabo.
Ante Dios tenemos que manifestarnos tales como El nos creó, como hombre, como mujer,
como seres humanos que tienen mente, corazón, espíritu, cuerpo, manos, pies, mil recursos
para expresar lo que tienen dentro. Nunca pretendamos ser ángeles delante de Dios, sino
seres de carne y hueso; de esa carne y de esos huesos que el Padre Celestial ama tanto
que los quiso para su Hijo Adorable.
La alabanza se manifiesta exteriormente como nos pide el Salmo 47, pero puede ser
también silenciosa, tranquila, serena, éxtasis. Por eso no podemos exigir que todos alaben
clamorosamente al Señor, El Espíritu Santo no actúa en serie, es Persona y actúa
personalísimamente sobre cada persona.
He encontrado personas (-y con mucha frecuencia-) contemplativas que se hunden en Dios,
que experimentan su inefable cercanía, y estáticas alaban en lo íntimo de su corazón, la
grandeza y el amor de Dios. Juan Eudes vivía intensamente este tipo de alabanza
contemplativa. Pablo nos pide que Oremos con la mente, con el entendimiento (I Cor.
14,15). Orar con la mente es una forma de contemplación. La contemplación es alabanza en
silencio. Parece que las palabras no cuentan sólo importa VER a mi Dios y Señor, al
Adorable Jesucristo, al Espíritu del Amor actuando en nuestra vida.
Tienes tu corazón cargado de tristeza ?. Son muy Íntimos y profundos tus sufrimientos?...
Te invito a la alabanza. Verás lo grande que es el Señor, lo poderoso que es la alabanza.
Descubrir el poder de la alabanza cuando estamos alegres, es muy positivo; pero es
formidable hacerlo en momentos de dolor, de pena, de tensión. Es formidable porque cubre
nuestras enfermedades, nuestras penas y dolencias, nuestros problemas más intensos y
afecta toda nuestra realidad personal.
Así entendida, la alabanza es poderosa. Atrae sobre mí el poder del Señor. Por la alabanza
doy gracias y reconozco por encima de mis limitaciones el SEÑORIO DE JESUCRISTO; ¡
Jesucristo es más grande que mis problemas !.
Le digo al Señor: "Dios mío. Tú eres mi Padre, te glorifico, te bendigo. Gracias porque me
amas como si fuera tu hijo único".
No crees que Dios se conmueva ante esta alabanza?. Si, Dios se conmueve : a no ser que
te imagines que Dios es una piedra, un Ídolo que tiene ojos y no ve, oídos y no oye, pies y no
camina, brazos y no abraza. Dios Nuestro Padre que hizo nuestro corazón, que nos dio
sentimientos , que nos dio unos labios para bendecirlo, se conmueve ante nuestras
alabanzas. Tal es el mensaje del Libro de-los Salmos. Por eso la alabanza atrae el poder y
deja muy positivo mi espíritu para seguir luchando, Pero es igualmente poderosa porque me
lleva a cambiar mi vida. Si digo: "señor, te alabo porque eres mi Padre"... tengo que vivir
como hijo de Dios y no como esclavo del pecado DIOS NO ES PADRE DE ESCLAVOS !. Si
digo: "Te bendigo Señor, porque eres justo, amoroso y tierno con todas tus criaturas ".... no
pudo ser injusto, violento, altanero, soberbio con mis hermanos. La alabanza es poderosa
porque nos convierte comprometiéndonos en una vida mejor. Alabanza y conversión son
inseparables. Es bien claro el mensaje de Isaías I. Qué- sacamos con levantar nuestras
manos hacia el Señor, si están llenas de pecado y de injusticia?. Si con esas mismas manos
con que bendigo al Señor , he maldecido a mis hermanos, si las he levantado violentamente
contra ellos, contra el pobre y el débil?. Dios no quiere que levantemos ante El nuestras
manos cargadas de injusticia, de odio, de rencor. "Quiero que los hombres oren en todo
lugar elevando hacia el cielo una manos llenas de amor, sin ira ni discusiones" (I Tim. 2,8).
Que nuestra perfecta alabanza en todo momento sea el corazón limpio las manos
inmaculadas, la conversión a una vida de más amor, de más entrega a los hermanos. Servir
a los pobres, a los necesitados, será la expresión de nuestra alabanza al Señor. Y si mis
manos no están levantadas al señor, pero sí están dadas al amor, al hermano que es más
pobre que yo (-siempre hay alguien más pobre que uno-) esas manos están, realmente,
alabando y bendiciendo al Señor. Un ejemplo :
Hace cuatro años vino a verme un señor muy enfermo, desilusionado de todo. Un terrible
cáncer en el estómago le concedía dos meses de vida, le dije : Si la cuenta sólo da para dos
meses, porqué no aprovechamos bien ese tiempo para que el Señor haga maravillas en su
vida, pero con la condición de que usted haga lo siguiente : alabe y bendiga al Señor por
este cáncer que El va a cambiar en fuente de vida; piense que los 58 años vividos son un
pasado que ya no cuenta y considere que estos dos meses de vida serán los más bellos de
su existencia; dedíquese a servir a los demás en todo lo que pueda como profesional de la
abogacía, esté al lado de los pobres, de los explotados por sus mismos colegas.
El abogado condenado a muerte salió sin entender mucho lo que le dije. Me dio la impresión
de que estaba disgustado. Lo despedí con amor y lo dejé en manos del Señor. Alabé al
Señor.
Pasaron los días. Casi al año regresó el abogado, pero muy distinto, del que conocí once
meses antes, ¡ Alabado sea el Señor Jesús i fue el saludo. Con eso estaba todo dicho. Me
contó una larga y bella historia* En pocas palabras : "Al despedirme de usted pensé que
nada perdía con hacer las tres cosas. Empecé a alabar al Señor sin saber lo que decía, sentí
sinceros deseos de convertirme al Señor, me confesé y consagré mi vida al servicio de un
barrio pobre. Se me olvidó que estaba enfermo. El Señor sanó mi negativismo, mis
egoísmos... me curó el cáncer. Me alegro porque tengo fe, porque puedo alabar al Señor y
servir a los pobres". En medio de nuestras enfermedades, de nuestros problemas,
intentemos convertirnos al Señor y servir a nuestros hermanos. Veremos cómo todo anda y
funciona mejor. Aquí el mérito es grande y alcanza dones del señor, porque a veces la
enfermedad nos hace negativos, egoístas, pesimistas e incapaces de entregarnos a los
demás.
Sé que es muy difici1 pedir la conversión y la entrega a los demás cuando no se está bien.
Pero no olvidemos nunca la alabanza y la acción de gracias. Su poder es increíble.
Un ejemplo más :
Una noche explicaba esto a la gente y le mostraba la importancia de dar gracias por todo,
inclusive por lo que no entendemos y nos parece mal, porque el Señor sacará grandes
bienes para nosotros de esa situación. Una señora escuchó la plática y regresó alabando al
Señor, a lo que antes era un hermoso hogar . Haciendo un gran esfuerzo dio gracias al
Señor por el marido que le habla hecho sufrir y, tanto y habla terminado abandonándola.
Para ella era la tragedia más terrible de su vida, su destrucción en todo sentido. Sacando
fuerzas de flaqueza oraba dando gracias ; y así entró a su casa
Ocho días antes había partido el esposo con otra mujer. Al abrir la puerta se encontró con el
caradura del marido que la recibió airadamente y le dijo : "Había olvidado llevarme algunas
cosas. Vengo por ellas, por mi ropa, por mis libros y por el niño". Y la señora vió, partir
definitivamente al esposo llevándose para colmo de desgracia, el tesoro único de su
corazón, su tierno niño de cinco años.
Ella pensó en su corazón : "No entiendo nada, Señor. Te doy gracias y esto se pone peor...
Pero al Padre habló con tanto convencimiento, que seguiré alabando y dando gracias, ¡
Dame fuerzas, Señor !. Una tarde quince días después, llegó la señora a contarme toda esta
historia. "Yo seguí dando gracias y alabando al Señor ... .A. los. diez días volvió mi esposo
con el niño. Era un hombre diferente. Me pidió perdón, me suplicó que quería renovar el
matrimonio delante del Señor y orar para que el amor renaciera y fueran sanados de todo el
mal que se habían hecho. Llevamos cinco días maravillosos ...,Y no termina aquí la historia.
Allá a la puerta del seminario está mi esposo con el niño y quiere que en esta tarde
renovemos nuestro matrimonio y empecemos una vida nueva. Le suplicamos que nos haga
una oración de sanación". GLORIA A DIOS !.
DONDE ENCONTRAR AYUDA EN TIEMPO, DE NECESIDAD