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Marco teórico.

El agua ha sido considerada uno de los elementos fundamentales, biológicamente hablando para

la reproducción y sostenimiento de la vida, es un bien de primera necesidad que contribuye la

estabilidad del funcionamiento y el entorno de los seres vivos que habitan en la tierra, siendo esta

de vital importancia para la regulación del clima y los ecosistemas y aunque relativamente el

total del agua persiste en nuestro planeta, se cree que su disponibilidad está siendo vulnerada y

reduciendo a causa del cambio climático (Paredes, 2013). Los seres que habitamos el planeta

disponemos del agua para diversas actividades como la alimentación, agricultura e industria, y

aunque podemos resistir muchos días sin comer, sólo nos bastan tres días de sed para que

sobrevenga el fallecimiento, por otro lado, además de su interés sanitario y productivo,

representa intereses económicos por su empleo en diferentes actividades industriales y

recreativas; por consiguiente, es indispensable que reúna una serie de condiciones de calidad, de

lo contrario, se constituye un vehículo de propagación de enfermedades que en muchas ocasiones

originan la muerte (Mina, 1989). Los suministros de agua potable y las manufacturas industriales

especializadas ejercen la más sofisticada demanda sobre la calidad del agua, pero sus

necesidades cuantitativas son relativamente moderadas. Paralelamente a estos usos, las aguas han

sido consideradas como el mejor medio para limpiar, dispersar, transportar y disponer los

residuos de las actividades humanas. (Garcia & Sánchez, s.f)

El crecimiento poblacional de un país son unos de los factores que generan presión sobre los

recursos hídricos, el mundo incrementa anualmente el doble de su población en equivalencia a la

población colombiana actual, ésta presión poblacional la agricultura y la industria está generando

consecuencias adversas que se revierten a la sociedad que demanda del recurso hídrico

(Dominguez, Rivera, Vanegas, & Moreno, 2008). “Al crecer la demanda del agua aumenta los
vertimientos de agua residuales que impactan la calidad del recurso hídrico”. Generando que la

disponibilidad de la misma sea escasa no por su cantidad sino por la calidad no potable para el

consumo de las personas o actividades de productividad. (Burbano, Dominguez, & Oscar, 2006)

aseguran que “es posible que la predominancia de bosque favorezca una mayor regularidad en la

oferta hídrica, siendo en estos casos los procesos de reforestación claves para que permitan en

cuestión de fluctuación en la disponibilidad del recurso hídrico bajo eventos de cambio

climático, una zona de amortiguación para la oferta de agua en Colombia.

Según el Ministerio de Ambiente y desarrollo sostenible e IDEAN de Colombia, en la

presentación del estudio nacional del agua en el 2018 (ENA) Se analizó la participación de

mayor demanda del recurso hídrico como lo son los sectores agrícolas, pecuarios, piscícolas,

mineros e hidrocarburos, energía, industria manufacturera, doméstico, comercio y servicios. Así

pues, que el sector con mayor demanda en el uso de agua en el 2016 fue el sector agricultura con

el 43%. Le siguieron el de hidroenergía y pecuario con 23% y 8%, respectivamente.

Antioquia, Huila y Santander participan en su orden con (11.3%), (9.5%) y (7.8%) del volumen

total de agua demandada en el país durante el año 2016.

La demanda total de agua se incrementó de 2012 a 2016 en el 5%. Los sectores con mayor

crecimiento fueron piscícolas, hidroenergía y servicios. Esto quiere decir que si es importante

evaluar con lupa el cómo, en qué y de qué forma se viene haciendo uso de este recurso ya que

nos afectaría sustancialmente a todos en caso de seguir disminuyendo la cantidad y calidad del

mismo ya que el agua al ser utilizada como insumo o materia prima siempre retorna en menor

calidad y proporción al siclo natural en un tiempo que varía y no necesariamente vuelve al

mismo lugar en que fue extraída, (IDEAM, 2018). Analizando un poco el tema de la capital de

Colombia se puede evidenciar por medio de la Bióloga Magnolia Longo, encargada de


monitorear la calidad del agua en todos los sistemas hídricos de los cuales se abastece la

(E.A.A.B) Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá, ella con su investigación

monitoreó, durante un año, muestras provenientes de los cinco embalses de donde se saca el agua

que consumen los bogotanos, que a su vez son alimentados con las corrientes de 39 ríos y

quebradas, en su exploración determino que quienes viven en Usme consumen el agua con el

origen más puro, pues esa es la que baja de Sumapaz y Chingaza, (Longo, 2018) por otro lado

analizó las formas de vida presentes en los ríos, que sirven para saber qué tan saludable es el

ecosistema y, en consecuencia, qué tan puras están sus aguas, donde expresa que “la presencia de

algas es fundamental, pues estos organismos producen más oxígeno en el planeta que los árboles

y que las algas del perifiton (las que se pegan a rocas, troncos o raíces de los árboles), por su

parte, son clave para fijar ciertos nutrientes en los ecosistemas”. De igual forma a nivel nacional

el deterioro del recurso hídrico siempre ha estado asociado a los vertimientos de aguas residuales

(Torres, Cruz, & Patiño, 2009) A pesar de que en promedio el 78% de la población colombiana

tiene acceso a agua potable, en algunos departamentos se evidencian problemas de calidad del

agua para consumo humano, por su parte se requiere tomar acciones de mitigación y control del

nivel de riesgo de contaminación del recurso hídrico, también es importante valorar la cantidad

desmesurada y descontrolada del uso que se le da este líquido vital así como verificar y estudiar

la calidad del agua en su naturaleza química física y biológica en relación con su calidad natural

sus posibles usos y los efectos humanos.

Referencias
Burbano, J., Dominguez, E., & Oscar, B. (2006). Análisis de la relación entre variables morfométricas y
biofísicas en la estimación de características probabilísticas para la oferta hídrica superficial en
Colombia. Revista de la Académia Colombiana de ciencias exactas, 524.
Dominguez, E., Rivera, H., Vanegas, R., & Moreno, P. (2008). RELACIONES DEMANDA-OFERTA DE AGUA Y
EL ÍNDICE DE ESCASEZ DE AGUA COMO HERRAMIENTAS DE EVALUACIÓN DEL RECURSO HÍDRICO
COLOMBIANO. Revista Académica Colombiana de Ciencias, 13 .

Garcia, M., & Sánchez, F. D. (s.f). El medio ambiente en Colombia, Capitulo 4. Revista de ciencias exactas
de colombia, 155.

IDEAM. (2018). Reporte de avances del estudio nacional del agua. Bogotá: Instituto de Hidrología,
Meteorología y Estudios Ambientales. Obtenido de ENA 2018: www.ideam.gov.co

Longo, M. (12 de abril de 2018). ¿ Qué tan limpia es el agua que toman los bogotanos? . 1. (M. y.-E.-B.
Rubiano, Entrevistador)

Mina, M. N. (1989). Calidad del agua. . . Universidad Distrital Francisco José de Caldas. primera edición.,
2.

Paredes, D. J. (2013). Importancia del agua. usmp.edu.pe Publicaciones - fia - info 86- AÑO
INTERNACIONAL DE LA COOPERACION EN LA ESFERA DEL AGUA, 1.

Torres, P., Cruz, C. H., & Patiño, C. J. (2009). ÍNDICES DE CALIDAD DE AGUA EN FUENTES SUPERFICIALES
UTILIZADAS EN LA PRODUCCIÓN DE AGUA PARA CONSUMO HUMANO. UNA REVISIÓN CRÍTICA.
Revistas de Ingeniería, Unversidad de Medellin, 81-82.

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