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Cuando mudarse es más que cambiar de vivienda: el realojo desde la perspectiva


de damnificados por inundaciones

Esther Wiesenfeld (Instituto de Psicología, Universidad Central de Venezuela)


Anabel Amaro (FONDUR, Fondo Nacional de Desarrollo Urbano)
ewiesen@reacciun.ve

(Referencia bibliográfica:
Wiesenfeld, E. y Amaro, A. (2007). Cuando mudarse es más que cambiar de vivienda:
el realojo desde la perspectiva de damnificados por inundaciones. En: Jorge Gissi y
David Sirlopu (Editores). Nuevos asedios a la psique latinoamericana. Santiago,
Chile. Ediciones Universidad Católica de Chile, pp. 106-128,

RESUMEN
El estudio que aquí reportamos tuvo como objetivos: a) comprender la construcción
social del realojo, desde la perspectiva de damnificados del desastre natural de 1999 en
Venezuela. y b) derivar recomendaciones para la atención y realojo de víctimas de
desastres, compatibles con sus necesidades y estilos de vida. El construccionismo social
y la investigación cualitativa constituyeron, respectivamente, el enfoque teórico y
metodológico que orientaron la investigación. .
El estudio se llevó a cabo en proyectos habitacionales desarrollados por FONDUR (Fondo
Nacional de Desarrollo Urbano), un organismo gubernamental, en tres estados
venezolanos. La información fue e recogida a través de entrevistas en profundidad y grupos
focales. Los resultados ilustran la importancia de tomar en cuenta las perspectivas de las
víctimas con relación a asuntos que les conciernen, lo cual es rara vez contemplado por los
agentes encargados de la toma de decisiones, particularmente en situaciones de desastres.
Adicionalmente, la reflexión crítica desarrollada con las y los informantes, acerca de la
experiencia vivida y las condiciones de vida en los asentamientos en los que fueron
reubicados, contribuyó a promover acciones transformadoras de condiciones de vida
adversas, y paralelamente al fortalecimiento individual y grupal de los afectados.
Palabras clave: Realojo, desastres naturales, damnificados, construccionismo social.

When moving is more than changing homes: relocation from the perspective of
homeless due to Venezuelan 1999 landslides

ABSTRACT
This study aimed to understand the social construction of relocation from the
perspective of homeless, from 1999 Venezuelan landslides and to derive
recommendations for disaster victims´ care and relocation, compatible with their needs
and lifestyles. Social constructionism and qualitative methodology were, respectively,
the theory and methodology which guided the research. The study, was carried out in
projects developed by FONDUR, a governmental agency, in three Venezuelan states.
Information was gathered through semi structured interviews and focus groups. Results
illustrate the importance of taking into account homeless views regarding issues of their
concern, seldom considered by policy makers. This type of involvement contributes to
their empowerment in conditions in which they have lost just about everything. This
approach has been advocated by social constructionists, for whom minority groups
should be given voice as a mean for their empowerment and hence for improving
negative living conditions, usually faced by these groups.
Keywords: Relocation, natural disasters, homeless, social constructionism
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1.- Introducción

En términos generales podemos decir que en Venezuela, similar al resto de


América Latina, el problema de la vivienda consiste en el déficit de unidades
habitacionales de interés social, en los elevados costos de las mismas con relación al
poder adquisitivo de sus destinatarios, en la falta de viviendas para alquiler y en las
condiciones inadecuadas de habitabilidad de un alto número de viviendas auto
construidas, con materiales precarios y en zonas de riesgo. Si a esta lista se le añade un
desastre natural, como el ocurrido en Venezuela en diciembre de 1999, particularmente
en el Estado Vargas, el problema se complica.
Aunque en Venezuela los derrumbes e inundaciones causados por las lluvias
provocan anualmente la pérdida de vidas humanas y de cientos de viviendas, la tragedia
de 1999 no tuvo precedentes en la historia del país. Lluvias torrenciales azotaron
durante varios días a diversas regiones, dejando decenas de miles de familias
damnificadas, y un número oficialmente no reportado de desaparecidos o fallecidos.
La respuesta a la emergencia provino de diferentes organismos, los cuales de
manera paralela y desarticulada improvisaron un conjunto de medidas y acciones para
el traslado y censo de las víctimas en albergues temporales; su atención médica y
psicológica, el intento de contactarlas con familiares o vecinos o de informarles acerca
del destino de estos. Miles de personas tuvieron que convivir en espacios no
acondicionados para tal fin (escuelas, iglesias, estacionamiento techados, centros
deportivos, instalaciones militares), en situación de hacinamiento, sin servicios
suficientes o apropiados (agua, sanitarios, higiene), prolongando con ello el sufrimiento
por la pérdida de sus viviendas y pertenencias, de sus familiares, de su empleo y la
incertidumbre respecto del futuro inmediato.
Adicionalmente, el realojo definitivo de las familias en desarrollos
habitacionales, muchos de ellos construidos o culminados precipitadamente después del
desastre, no respondió a criterios de adjudicación previamente establecidos, con base en
un diagnóstico de necesidades, características, procedencia, de los residentes. Aunado a
ello, gran parte de dichos desarrollos no reunía condiciones adecuadas de habitabilidad
(carencia de servicios de infraestructura, salud, educación, fuentes de empleo, etc.). y se
encontraban en regiones alejadas de los lugares de procedencia de las familias.
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La experiencia durante y después del deslave, reveló la falta de programas de


prevención de riesgos y de atención a víctimas de desastres, así como el
desconocimiento de los requerimientos y expectativas de los afectados, por parte de
funcionarios de los organismos encargados de atender la emergencia y de diseñar y
ejecutar programas de viviendas
Igualmente se evidenció la necesidad de realizar investigaciones, en nuestro
contexto, que permitieran comprender mejor la realidad que confrontan las poblaciones
en situación de riesgo, desde sus propias perspectivas y aportar insumos para un
abordaje más adecuado de las mismas.
Es así como nos propusimos realizar un estudio orientado a comprender las
experiencias vividas por damnificados beneficiarios de programas habitacionales del
Fondo Nacional de Desarrollo Urbano (FONDUR) organismo gubernamental donde
trabaja una de las autoras, antes, durante y después del desastre, incluyendo el realojo
definitivo. Esta última constituye el foco de la presente ponencia.

2.- Marco conceptual: Antecedentes del estudio


La mayor parte de las investigaciones psicoambientales sobre vivienda se han
centrado en la evaluación postocupación de la misma y en el significado del hogar y de
la experiencia de habitar (Moore, 2000; Francescato, 2002; Wiesenfeld, 2000).
Las primeras, sustentadas en modelos evaluativos-cognitivos, tienden a avalar
la importancia de la propiedad de la vivienda, del tiempo de residencia en ella y de la
dimensión social, como fuentes de satisfacción con la vivienda, el vecindario y los
vecinos (Amérigo 2002). Esto es, las personas propietarias de sus viviendas y con
mayor tiempo de residencia en las mismas, desarrollan vínculos afectivos con sus
vecinos y con el entorno residencial, y perciben mayor control sobre su ambiente
(Amérigo, 2002; Bonaiuto et. al, 1999; Jiménez, 1994; Montero y López, 1994;
Moyano, 1994; Wiesenfeld, 1994).
El segundo grupo de estudios se fundamenta en enfoques interpretativos, como
la fenomenología y el construccionismo social y enfatiza el valor simbólico y afectivo
de la relación vivienda-usuario, sugiriendo que la gente impregna los lugares de
significado y al actuar refleja su vínculo con aquellos (Werner, Altman y Oxley, 1985).
Resultados de investigaciones realizadas desde esta perspectiva, apuntan hacia la
importancia del hogar para la formación y expresión de procesos como la identidad, el
apego, la apropiación, el sentido de lugar, la familiaridad, la privacidad, el confort, la
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satisfacción, la seguridad, con este entorno y de la presencia de nexos sociales estrechos


con los vecinos. (Contreras, 2002; Jiménez, 2002; Lawrence, 1994; Roberts, 1989).
Las conclusiones derivadas de ambos tipos de estudios concuerdan en que las
características físico-ambientales de la vivienda y el vecindario son condiciones
necesarias, pero no suficientes, para garantizar la satisfacción residencial y la
construcción de un hogar, ya que en ello también intervienen factores psicológicos,
económicos, políticos y sociales-comunitarios.
Estos últimos, particularmente la participación comunitaria (PC), han merecido
especial atención en años recientes, toda vez que existe amplia evidencia acerca de su
importancia, no sólo como mecanismo para la solución de diversos problemas, tales
como el de la vivienda, sino también para el fomento de la identidad personal y social,
del sentido de comunidad, del fortalecimiento individual y colectivo de sus integrantes
y para el desarrollo de comunidades sostenibles (Churchman, 2002; Feldman y
Westpal, 2000; Giuliani y Wiesenfeld, 2003; Horelli, 2002; Keyes, 2001; Pol, 2002;
Wiesenfeld y Sánchez, 2002).
Ejemplo de ello son los resultados de proyectos de investigación realizados en
asentamientos urbanos no regulados, como los que habitaban la mayoría de los
damnificados antes del desastre de 1999, los cuales muestran que, paralelamente con el
proceso constructivo participativo de sus viviendas y servicios, los pobladores se
construyen y fortalecen como personas y como comunidad y desarrollan vínculos
afectivos con el entorno y los vecinos (Giuliani y Wiesenfeld, 2003; Wiesenfeld,
2000). Este tipo de proyectos se han apoyado en algunos postulados de la psicología
social comunitaria, particularmente en el interés por fomentar el cuestionamiento de los
miembros de comunidades, generalmente pobres, respecto de sus condiciones de vida,
reconceptualizándolas como producto de factores políticos, sociales, económicos e
ideológicos opresivos y fomentando en ellos una conciencia crítica transformadora,
que motiva su participación activa en el cambio de dichas condiciones.
Este tipo de experiencias ha sido característico en el desarrollo y consolidación
de gran parte de los barrios autoconstruídos en Venezuela, de allí que no es difícil
anticipar lo que implica para sus pobladores perderlo todo y tener que mudarse de
manera intempestiva e involuntaria, tal como ocurrió a raíz del deslave de 1999.
En efecto, perder la vivienda en este tipo de entornos significa la pérdida de
relaciones sociales, de seguridad, de un lugar de arraigo, del sentido de permanencia, de
privacidad, de identidad personal y/o familiar y de control personal. Al respecto,
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diversos autores señalan que el desplazamiento involuntario de las comunidades


residenciales constituye una de las formas más severas de disrupción psicosocial, ya
que fragmenta la base de sustentación humana constituída por el hogar y el tejido social
(Fried, 2000; Pol, 2002). Para Pol (2002) si bien este tejido puede regenerarse, el
mismo resulta un proceso sumamente largo y psicológicamente costoso.
En concordancia con estos señalamientos, los resultados de un estudio
cualitativo realizado por Wiesenfeld y Panza (1997) con damnificados debido a
derrumbes ocurridos en 1993 en Venezuela, mostraron que el damnificado se percibe a
sí mismo como un ser fragmentado, que ha perdido los elementos estructurantes y de
anclaje que brinda el hogar y que intenta redefinir su modo de vida. Esta construcción
de sí mismos es elaborada con base en los diferentes eventos que tienen lugar durante
su realojo y no solamente por la ocurrencia del evento que los coloca en la categoría de
damnificado.
Aunque creemos que no resulta exagerado suponer que algo similar a lo descrito
ocurrió con las victimas del deslave de 1999, sin embargo es necesario conocer desde
sus propios testimonios lo que ha significado para ellos esta experiencia y las
recomendaciones que para situaciones futuras se derivan de la misma.
Por otra parte, los estudios reseñados se refieren a diversos tipos de procesos y
entornos residenciales, incluyendo situaciones de derrumbe y sus respectivas
reubicaciones. Sin embargo existe poca información, en nuestro contexto, acerca de la
experiencia de reubicaciones definitivas, particularmente en circunstancias como el
desastre de 1999, en las que los damnificados no tuvieron oportunidad de participar ni
siquiera en la escogencia de la región, el asentamiento, el tipo de vivienda y los vecinos
con los que deseban compartir su nuevo habitat y además, dichos asentamientos se
encontraban, en su mayoría, distantes de sus lugares de residencia anterior y al mismo
fueron asignadas personas desconocidas entre sí.
Con relación a este último aspecto queremos mencionar que, en situaciones
similares anteriores, los damnificados resistieron ser reubicados en los asentamientos
que les había asignado el Estado, en virtud de las condiciones de lejanía de fuentes de
trabajo y de limitados servicios de infraestructura y urbanismo existentes en los mismos
y prefirieron retornar a sus lugares de origen y reconstruir allí sus ranchos, con el riesgo
que ello implicaba.

3.- Planteamiento del problema y objetivos:


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Con base a los planteamientos anteriores, la investigación que aquí reportamos


se centró en la construcción social del realojo, desde la perspectiva de damnificados por
el deslave de 1999 en Venezuela, centrándonos particularmente en su experiencia
residencial en los asentamientos definitivos a los que fueron asignados.

La misma tuvo como objetivos


a) obtener información que permita comprender los significados que los
damnificados elaboran sobre la experiencia de habitar en los asentamientos
definitivos,
b) propiciar, paralelamente con la recolección de información, procesos de
reflexión crítica movilizadores de acciones y eventuales transformaciones de las
condiciones adversas identificadas por los damnificados,
c) derivar recomendaciones para la atención y realojo de víctimas de desastre, con
base en la información aportada por los damnificados y por los agentes
gubernamentales.

Es conveniente aclarar que las autoras de esta investigación participamos en la


atención a las víctimas en los albergues provisionales, lo cual nos permitió una
familiarización con las condiciones previas a su mudanza y una aproximación a sus
inquietudes y requerimientos.
Veamos ahora brevemente algunas características generales del enfoque teórico
y estrategia metodológica que sirvieron de fundamento al presente estudio.

4.- Marco teórico referencial: El construccionismo social

El construccionismo es una perspectiva metateórica que concibe la realidad


como construcciones surgidas de las experiencias e intercambios entre personas que
interactúan en un contexto histórico particular. La realidad así constituida es plural, en
tanto admite múltiples versiones (Guba y Lincoln, 1994; Gergen, 1999). En este orden
de ideas, el construccionismo rechaza el concepto de verdad como proposición sobre la
realidad que se verifica empíricamente y el principio de la objetividad, puesto que
supone que en la construcción de la realidad influyen los valores de los actores sociales,
incluyendo el investigador (Schwandt, 1994)
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Coherente con lo anterior, el construccionismo adopta una metodología


cualitativa, hermenéutica y dialéctica que propone la interpretación de las
construcciones individuales y su contrastación con las de otros participantes (Guba y
Lincoln, 1994).

Adicionalmente, el conocimiento obtenido se utiliza para promover el cambio


social, con el protagonismo de los grupos o comunidades cuyas perspectivas son
decisivas para la definición de sus recursos, necesidades y de los mecanismos para
satisfacerlas.

Así, desde la ontología relativista que admite la diversidad constructiva de la


realidad, los problemas sociales, y en particular los problemas ambientales, son
definiciones sociales resultantes del intercambio de construcciones que intervienen en
su constitución. En este sentido la intervención del grupo abre la identificación del
problema a la participación de los diferentes puntos de vista que existan sobre su
conformación, contrapesando de este modo los sesgos del investigador o el diseñador
de políticas públicas en la toma de decisiones (Sánchez, 1998). Por otro lado, el
requisito de una relación investigador-participante basada en la epistemología
transaccional y subjetiva también sirve de base a la participación ya que la intervención
de los participantes se expresa desde sus propias posturas, en conjunción con las del
investigador, y no desde la determinación de éste. En este orden de ideas, la
metodología, y en consecuencia sus métodos, deben desarrollarse como dispositivos
que faciliten el involucramiento de los participantes (Sánchez y Wiesenfeld, 2002).

Desde esta aproximación, la comunidad es entendida como contexto social,


histórico, dinámico, que se construye socialmente a partir de las transacciones entre los
diferentes actores que la integran, incluyendo los agentes externos o profesionales, que
llegan a compartir intereses, problemas y objetivos comunes (Wiesenfeld, 2000)
Los planteamientos anteriores coinciden con supuestos de la psicología
ambiental que reivindican la diversidad en la relación persona-ambiente, la influencia
del contexto en las experiencias y las prácticas sociales de los ciudadanos, así como la
agencia humana, en contraposición a su pasividad, en la interpretación, evaluación y
usos del ambiente (Churchman, 2002).

5.- Marco metodológico: La investigación cualitativa (IC)


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La investigación cualitativa, estrategia congruente con los principios de la


perspectiva construccionista social, es un proceso investigativo a través del cual se
aspira entender el significado de las experiencias, acciones y eventos, tal como son
interpretados por sus protagonistas, en el contexto natural en el que ocurren y en el cual
el investigador es central (Denzin y Lincoln; 1994; Ruiz, 1996; Strauss y Corbin, 1990;
Valles, 1999).
La IC es holística, por cuanto intenta aprehender el fenómeno que estudia en su
totalidad; es ideográfica por cuanto privilegia los estudio de casos particulares, en un
contexto y tiempo específicos sin pretensión de generalización; es interactiva y
reflexiva, ya que los significados acerca del objeto de estudio se construyen en el
diálogo problematizador investigador-informantes, en el que la subjetividad de ambos
está comprometida y las preguntas de investigación no refieren a relaciones entre
variables, sino a procesos. Adicionalmente adopta un diseño emergente, por cuanto se
desconocen con antelación el contexto y la diversidad de realidades allí existentes, cuya
comprensión es de interés para el investigador; de allí que el proceso de recolección y
análisis de información ocurren simultáneamente. Ello permite ir focalizando los
objetivos y modificando los métodos, a medida que el proyecto se va desarrollando
(Lincoln y Guba, 1985; Taylor y Bogdan, 1986; Strauss y Corbin, 1990; Denzin y
Lincoln, 2000).
Consideramos que la perspectiva teórica y metodológica descritas responden a los
objetivos de nuestro estudio, en tanto permitirán conocer e interpretar los significados
elaborados por las víctimas respecto de su experiencia vivida a raíz del desastre de
1999, específicamente en lo relativo a su realojo final, y a producir conocimientos
valiosos para promover su participación en el mejoramiento de sus condiciones de vida.

5.1.- Contexto del estudio y selección de las unidades de análisis:


El estudio se realizó en tres asentamientos habitacionales construidos o
adquiridos por FONDUR donde fueron reubicadas familias damnificadas .
Los mismos se eligieron intencionalmente ya que fueron asignados al equipo del
comité de siniestros de FONDUR, quien tiene a su cargo la evaluación y seguimiento
de dichos asentamientos y en el que trabaja Amaro, una de las autoras de este reporte.
Además, estos asentamientos, a diferencia de otros de FONDUR, están ocupados
principalmente por familias damnificadas, foco de nuestro estudio.
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Los tres asentamientos seleccionados fueron: Urbanización “Nuestra Señora del


Valle”, Urbanización “Doña Alicia” y Urbanización “San Andrés”, ubicados
respectivamente en los estados, Barinas, Trujillo y Zulia.
A continuación describiremos brevemente estos asentamientos en términos de
su ubicación, características de las viviendas, urbanismos y servicios y características
generales de la población. Esta caracterización proviene de las visitas a los
asentamientos realizadas por ingenieros del equipo de evaluación y seguimiento de
FONDUR y las autoras de esta investigación, así como de las denuncias recibidas en la
institución o difundidas a través de medios de comunicación masiva por los residentes.-

5.1.1.- Comunidad No. 1: Urbanización Nuestra Señora del Valle (NSV)


El asentamiento consta de 100 viviendas dispuestas en veredas y ubicadas en
parcelas de 63.86 metros cuadrados (m2) con 44.33 m2 de construcción.
5.1.2.- Comunidad No.2: Urbanización Doña Alicia (DA)
El urbanismo está constituído por tres etapas. La I etapa, que es donde
trabajamos, consta de 111 unidades habitacionales, ubicadas en parcelas de 180 m2 y
44.41 m2 de construcción
5.1.3.- Comunidad No. 3: Urbanización San Andrés (SA)
En el asentamiento hay 460 viviendas, distribuidas en dos etapas: 160 en la
primera etapa y 200 en la segunda. En este trabajo nos centramos en le primera etapa.
Las parcelas constan de 144.4 m2. con 42 m2.de construcción.
Todas las viviendas constan de dos habitaciones, un baño y un ambiente de
sala-comedor y cocina. En los tres asentamientos se observó que las viviendas
presentan grietas, fisuras y acabados de mala calidad, filtraciones en techos y paredes y
deformaciones causadas por fenómenos térmicos.
En cuanto al urbanismo, los tres asentamientos adolecen de adecuado
suministro de agua y de sistema de drenaje. Los servicios sociales también son
deficientes, ya que no cuentan con servicios de salud en o cerca de la comunidad; ni
con guarderías o preescolares y los medios de transporte son escasos, de allí que los
niños no pueden trasladarse a otras escuelas. Tampoco existen instalaciones para
actividades culturales, deportivas y recreativas. Se reportan asimismo problemas de
inseguridad, sin que existan módulos policiales cercanos.
La mayoría de los residentes de los tres asentamientos estaba desempleada para el
momento de la investigación.
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A los problemas anteriores se añaden que al lado de DA existe un movimiento de


tierra que produce vibraciones, que afecta la estructura física de las viviendas y al lado
de SA existe un criadero de pollos y de cerdos, lo cual unido a la falta de suministro de
agua ha incrementado la contaminación ambiental y la presencia de infecciones y otras
enfermedades.

A los problemas anteriores se añaden que al lado de DA existe un movimiento de tierra que produce
vibraciones, lo cual afecta la estructura física de las viviendas y al lado de SA existe un criadero de pollos y
de cerdos cercano, lo cual unido a la falta de suministro de agua ha

5.2.- Selección de los informantes:


Los criterios de selección de los informantes fueron: su condición de
damnificados, mayores de edad, de uno u otro género y residentes en uno de los tres
asentamientos seleccionados para el estudio. El acercamiento a los mismos dependió de
su disponibilidad para ser entrevistados durantes visitas realizadas a los asentamientos;
haber emergido como líderes espontáneos y/o haber sido identificados como
informantes clave por parte de vecinos o funcionarios de FONDUR.
El número total de participantes fue de 29, 11 de ellos (9 hombres y 2 mujeres)
residenciados en NSV; 10 (5 hombres y 5 mujeres) en DA y 8 (7 mujeres y 1
hombre) en SA, con edades comprendidas entre 22 y 61 años.

5.3.- Métodos de recolección de información:


La recolección de información se realizó a través de entrevistas semi
estructuradas y de grupos focales (Tabla 1).
5.3.1.- La entrevista semiestructurada
Es una técnica cualitativa de recolección de información, sustentada en la
conversación, la cual constituye la base para la construcción de significados en la
interacción investigador-participante. (Valles, 1999; Flick,1998). Está guiada por un
conjunto de tópicos o preguntas orientadoras, básicas para el tema de estudio, sin que
ello implique una redacción ni secuencia predeterminada de las mismas.
Los tópicos que se abordaron en la entrevista fueron los siguientes: historia
residencial antes del desastre, la experiencia durante y después del desastre, incluyendo
las reubicaciones temporales, y el significado del realojo definitivo en el actual
asentamiento, de las viviendas, los servicios, los vecinos, las expectativas y
recomendaciones generales con respecto a su asentamiento actual y en general a la
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experiencia del realojo (problemas y recursos, estrategias empleadas para resolver los
problemas, organización comunitaria) y otros temas que fueron emergiendo en el curso
de la conversación.
5.3.2.- El grupo focal:
Consiste básicamente en entrevistas de grupo, aunque no en el sentido de una
alternancia entre las preguntas del investigador y las respuestas de los participantes de
la investigación. En lugar de ello existe una interacción dentro del grupo, basada en los
temas que proporciona el investigador, quien típicamente adopta el papel de moderador.
Los datos fundamentales que producen los grupos focalizados son transcripciones de
discusiones de grupo (Morgan, 1988).
La temática tratada en los tres grupos focales realizados para este estudio, se
centró en la descripción y discusión de la problemática en los respectivos
asentamientos y en los significados que elaboraron los informantes sobre sus
experiencias de realojo.
La pertinencia de la realización de grupos focales en este estudio obedeció a la
posibilidad de profundizar , confrontar y/o complementar la información obtenida a
partir de las entrevistas, y movilizar a los participantes para la realización de acciones
conducentes a su organización y participación para la solución de los problemas que
confrontaban.
La información producida en ambos tipos de encuentro fue grabada y transcrita
en su totalidad. Adicionalmente se filmaron las visitas a las comunidades y se recopiló
material escrito suministrado por los informantes y a partir de las reseñas en prensa
sobre la problemática en estudio. Aunque estos materiales no fueron analizados
sistemáticamente, los mismos sirvieron para ampliar la comprensión sobre el fenómeno
en estudio.
La recolección de la información, cuyo análisis aquí reportamos, comenzó a
mediados del 2002 y culminó en septiembre de 2003, aunque en la actualidad. En la
actualidad Amaro continúa vinculada con dichas comunidades, a través de proyectos de
investigación acción participativa .

6.- Procedimiento de análisis de la información:


El análisis de la información producida se realizó con la técnica de análisis
cualitativo de contenido (ACC).. Esta técnica orienta la lectura, comprensión e
interpretación de toda clase de textos, a través de procedimientos que permiten
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identificar organizar y describir los contenidos explícitos e implícitos en el texto e


inferir conocimientos relativos a sus condiciones de producción y recepción (Ruiz,
1996; Bardin, 1997; Pérez, 1998).
Se basa en los postulados de la escuela crítica, del postmodernismo y del
construccionismo (Manning y Cullum-Swan, 1994, c.p. Ruiz, 1996) y se caracteriza por
ser una técnica desestructurada, por cuanto el texto no impone de antemano las
categorías específicas de análisis y procede de forma cíclica y no de forma secuencial,
lineal. El análisis enfatiza el proceso de codificación y categorización de la
información, para lo cual se sugieren los siguientes pasos:
1. Selección de las unidades de información (palabras, frases, caracteres, párrafos,
ítems, conceptos, símbolos semánticos...)..
2. Categorización de las unidades de información de acuerdo criterios claros,
definidos, exhaustivos, De acuerdo con Ruiz (1996: 207), la codificación de las
categorías comienza como un sistema abierto, el cual se va cerrando en la
medida que las categorías se hacen más definitivas y completas.
3. Construcción del informe o texto definitivo

Siguiendo estos lineamientos, el procesamiento de la información recogida en


nuestra investigación, incluyó la transcripción y edición de los textos de las entrevistas
y los grupos focales. El análisis de dicha información se realizó tomando como base los
temas sugeridos en el guión de entrevistas y de grupos focales y consistió en la
sistematización y categorización de las unidades de información identificadas en los
testimonios de los participantes, para cada uno de estos temas.

7.- Forma de presentación de los resultados:


La presentación de los resultados se organizó con base en cuatro temas, cuya
secuencia responde a la experiencia residencial de los informantes tomando como
referencia el desastre de 1999, a saber: la experiencia residencial antes del desastre, el
desastre en sí, las reubicaciones desde el desastre hasta la adjudicación y traslado al
asentamiento definitivo y la vida en la nueva vivienda y asentamiento.
En este trabajo nos centraremos en la exposición del último tema, ya que
consideramos que es en la comprensión de la situación presente y en sus posibilidades
de cambio donde está nuestro compromiso, como psicólog@s ambientales y social
comunitarios, con estas comunidades. Para ello definimos, ilustramos e interpretamos
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las categorías y subcategorías identificadas. Las ilustraciones consisten en citas


textuales extraídas de las transcripciones de los discursos de los informantes, las cuales
se identificaron tomando en consideración los siguientes criterios y códigos:
a) Método de recolección de información empleado para su obtención:
“e”:entrevista; “gf:” grupo focal.
b) Estado de Venezuela en el que reside el informante.: “B” (Barinas), “T”
(Trujillo) y “Z” (Zulia).
c) Número de la entrevista: La enumeración de las entrevistas siguió un orden
cronológico dentro de cada comunidad, de modo que a la primera entrevista
realizada en cada comunidad se le asignó el número uno, y así sucesivamente.
Los grupos focales no fueron enumerados ya que se realizó uno por estado.
d) Género del informante: “f” para informantes del género femenino y “m” para
los de género masculino.
e) Número de página a la que corresponde la información: La numeración de las
páginas de las entrevistas se realizó de forma secuencial, tomando en cuenta
cada entrevista por separado.
f) Número de párrafo correspondiente a la información: La numeración de los
párrafos se hizo por cada página, de modo que el primer párrafo de cada página
lleva el número 1, y así sucesivamente.

Así por ejemplo, al primer entrevistado del estado Barinas, de género


masculino, cuyo testimonio se encuentra en la página catorce, párrafo dos, le
corresponde la codificación : eB1m,14, 2:
En el caso de los grupos focales, el número de identificación del informante se
asignó de acuerdo al orden de las intervenciones.

8.- Resultados del estudio: El significado del realojo definitivo:


Este tema conjuga los significados (juicios, evaluaciones, sentimientos,
acciones, deseos) sobre la experiencia residencial de los participantes en los
asentamientos definitivos. Los mismos se agruparon en las siguientes categorías: .
8. 1.- Evaluación del asentamiento actual.
Esta categoría engloba factores negativos y positivos, tanto fuera como dentro
del asentamiento, que influyen en la satisfacción de los informantes con dicho
entorno..
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8.1.1.- Fuentes de evaluación negativa:


Incluyen fundamentalmente aspectos de índole social y físico-ambiental,
considerados negativos por los participantes del estudio ya que dificultan su adaptación
e inserción en la zona. Veamos algunos de ellos:
8.1.1.1. Sociales: Se refiere a diversos procesos que caracterizan las prácticas
sociales de los residentes de dichos asentamientos, entre sí y con otros
actores, tanto al interior de los asentamientos como fuera de ellos.
a) Exclusión social:
Aluden a problemas de discriminación y rechazo hacia los damnificados por
parte de agentes externos a la comunidad.
...al decir que uno es damnificado, ya creen ellos, los de Barinas, que uno es malandro,
ladrón, esto es un impacto muy violento al que uno no está acostumbrado a vivir
(eB3m, 9,2).

...aquí uno no sale a muchas partes porque eres rechazado por la gente de Barinas,
porque eres damnificado. Nosotros somos seres humanos, (...) no somos ningunos
delincuentes, somos gente sana, (...) gente honesta, gente de campo, gente de trabajo...
(eB1m, 5,1).

...si nosotros vamos para el hospital y decimos que somos damnificados, no nos quieren
atender, o tenemos que esperar (gfZ2f, 5,3).

...el Alcalde bien claro nos dijo en una reunión que aquí no quería damnificados porque
no había fuente de trabajo (eZ3f, 4,5).

Aquí lo único que hace falta es un nuevo Alcalde, el Gobernador ni pendiente, aquí nos
tiraron bombas lagrimógenas, perdigonazos, habiendo niños, aquí fueron violados
nuestros derechos humanos (gfT1m, 4,3).

Como lo ilustran las citas anteriores, la exclusión social de los damnificados


proviene de lugareños y de representantes de diversas instituciones. Los entrevistados
lo atribuyen al estigma asociado al damnificado, el cual es reforzado por los medios de
comunicación y por la amenaza que representa su presencia en cuanto a competencia
por distintos tipos de recursos (fuentes de empleo, vivienda, servicios).
Para algunos, la situación anteriormente descrita, marca un contraste con sus
condiciones de vida previas al desastre y atentan contra su adaptación al nuevo
asentamiento.
...no me acostumbro, donde yo vivía era todo diferente porque el cambio ha sido grande
(eT5f, 5,1).

...no me adapto a este sitio en el sentido de que no hay fuente de trabajo para mantener
a nuestra familia y además la gente te rechaza (gfZ3f, 4,4).
15

Este tipo de procesos ha sido reseñado por Beristain (1998) quien sostiene que
la adaptación a nuevos asentamientos genera problemas familiares, de reinserción
social o expectativas en torno a la relación con las comunidades de acogida. Ante este
escenario recomienda que los programas de ayuda comunitaria estén orientados a
trabajar el impacto de las tragedias en el medio social y no solo individual, debido a que
las víctimas se van a reintegrar a un medio en el que hay gente que ve a los desplazados
como competidores por fuentes de trabajo o ayudas públicas, produciéndose un rechazo
hacia estos, como en efecto se ha puesto de manifiesto en nuestro estudio.

b) Pobreza y desempleo:
Las condiciones de vida de los informantes, asociadas a la pobreza, impiden la
satisfacción de sus necesidades básicas .Las mismas están imbricadas con el proceso y
lugar de reubicación:
...creo que la dificultad más difícil es el problema de no tener trabajo porque entonces
no tienes dinero y entonces no tienes con que comer, eso es un problema que tenemos
todos en la comunidad (eB3m, 5,6).

...estamos pasando hambre, la gente ha parado la avenida Panamericana para pedir,


porque están pasando hambre, no hay fuente de trabajo, tu sabes cómo hacen para
meter a la gente a trabajar allá por un sorteo, meten un papelito y el que salga es el que
va a trabajar, eso lo hacen los ingenieros de la construcción, pero eso solo era por una
semana de sueldo y más nada (eT2f, 7,3).

...nos trajeron aquí a Trujillo que es un estado pobre, es un estado que está marginado
por los gobiernos anteriores, eso es lo que pasa porque si aquí hubiese empleo y la
gente ganara, aquí uno ganara bien (gfT1m, 6,2).

c) Falta de organización comunitaria:


La falta de organización comunitaria se reconoce como un aspecto que limita la
influencia de los damnificados en la solución de sus problemas, y a la vez perciben que
dichos problemas interfieren con las posibilidades de organización.

...la comunidad está desconcertada por este mismo problema, porque cómo puede haber
una organización social sin lo primordial, que es el empleo para que cada quien tenga el
sustento para llevar a su casa” (eT5f, 6,4).

Un problema particular que obstaculiza la organización social en el desarrollo


San Andrés, ubicado en el estado Zulia, es la diversidad de la procedencia de sus
residentes. Este asentamiento está habitado por tres tipos de residentes, a saber
propietarios (demanda natural), damnificados e invasores (residentes ilegales en el
desarrollo, quienes han ocupado viviendas sin la autorización del Estado).
16

...compartimos bastante, a pesar de todo compartimos mucho, monetariamente,


materialmente, ideas, todo se comparte bastante, pero el grupo de damnificados. Con
los demás es diferente, me refiero a los propietarios y a los invasores” (eZ3f, 6,5).

Resulta interesante observar como la necesidad de pertenecer e identificarse con


un grupo, con el cual se comparten necesidades, intereses, experiencias, puede
reproducir procesos de exclusión hacia otros “diferentes”, por parte de los propios
excluidos. La “diferencia” radica, en este caso, en las distintas formas de acceso a las
viviendas, y al parecer ha provocado una fragmentación social entre los tres grupos,
obstaculizando así la organización comunitaria.
Esta fragmentación, al igual que los demás procesos sociales mencionados,
sugieren la necesidad de considerar la dimensión social como componente clave en los
programas de vivienda, toda vez que su omisión impide el desarrollo de comunidades
sostenibles (Pol, 2001). Adicionalmente, la confección de dichos programas debe
incluir lineamientos para la adjudicación de viviendas, coherentes con los criterios que,
según los residentes, promoverán una experiencia residencial gratificante.

d) Violencia:
La violencia aparece como respuesta a problemas de desempleo y de falta de
organización comunitaria:

...hay diferencias de razonamientos y ahí es donde vienen los choques de violencia,


porque mientras unos tratamos de formar un grupo, tratamos de buscar solución a
nuestros problemas, hay otro grupo que por la desesperación y la violencia no razonan
y vienen los maltratos incluso dentro de sus hogares, maltratos físicos con sus niños por
la desesperación” (eT1m, 10,5).

e) Naturalización de los problemas:


El acostumbramiento a los problemas, ha sido otro de los mecanismos de
adaptación al nuevo asentamiento empleado por algunos informantes :

...la estrategia que hemos utilizado con respecto a los problemas es aprender a vivir con
ellos... (eB1m, 7,1).

Ante la cita anterior, cabe preguntarse: ¿cuáles son los costos de aprender a
convivir con el hambre, la miseria, el desempleo, la violencia? Para nosotras la cita
constituye una advertencia a los organismos gubernamentales, acerca de las
implicaciones de programas habitacionales diseñados e implementados sin la
17

participación de las comunidades beneficiarias y que no contemplan alternativas para


los problemas planteados.

8.1.1.2.- Factores físico ambientales.


Se refieren a las características objetivas del urbanismo y de las viviendas
a) Del urbanismo:
Se incluyen aquí los servicios públicos del urbanismo. Su ausencia o
precariedad en los asentamientos definitivos, merecieron comentarios desfavorables por
parte de los residentes de dichos asentamientos. Veamos en qué consisten algunos de
los problemas con los servicios:

 El suministro irregular de agua :

...el problema del agua. La salud depende del agua, entonces es lo peor que hay en San
Andrés, el agua, (...) Desde anoche se fue el agua porque van a limpiar, entonces viene
el agua limpia unos días y a los tres días otra vez lo mismo,(...) le echan un proceso
químico que cuando te bañas te da piquiña (gfZ2f, 4,4)

 La inexistencia de vías de acceso y de transporte público :

...aquí no hay ni un carro libre para una emergencia (gfB2f, 9,2).

...por donde entró es una carretera de pura tierra que tenemos que caminar para poder
llegar a la avenida y después agarrar una bus que nos traslade, bueno eso si tiene para el
pasaje (eB1m, 7,5).

 La ausencia de instituciones educativas, medico-asistenciales, y


recreativas:
...aquí no hay nada, ni colegios cerca, ni dispensario médico, si usted se enferma se
morirá (eB1m, 7,5).

...no hay canchas, ni áreas recreacionales, el urbanismo es deficiente... (eT1m, 8,1).

 Por otro lado, la existencia de una quebrada que circunda la


comunidad del estado Trujillo es percibida como una situación de
inminente peligro.

Otro problema es el de la quebrada que tenemos cerca ya tu sabes que desviaron su


curso y nos metieron en él, pero hay que estar claro las quebradas buscan su curso y
nada más, eso es algo muy peligroso (eT4f, 8,3).
18

La cercanía de la quebrada representa una zozobra para los residentes


entrevistados en este asentamiento, ya que es un recordatorio permanente del drama
vivido:
...la gente de Vargas ni duerme pensando en que cuando llueve la quebrada crezca y se
lleve todo de nuevo (eT1m, 7,2).
b) De las viviendas:
Esta relacionado con la percepción que tienen los participantes del estudio sobre
la estructura física de las viviendas. Como veremos, las mismas no cumplían con
condiciones adecuadas de habitabilidad al momento de su asignación.

...las casas están muy malas y el urbanismo también (...) un día yo le dije anda a reparar
porque yo no voy a dejar que la casa se me caiga encima (eB2m, 7,1).

...las casas no tenían bases, estaban mal construidas... (eB5m, 5,4).

...estas casas no tienen fundaciones en las columnas, están amarradas únicamente los
diez centímetros del piso la columna, estas calles no las asfaltaron porque esperaban
construir la otra parte de viviendas más, (...) las entregaron sin sanitarios, sin loza y sin
pisos (eT1m, 7,4).

A juzgar por los testimonios anteriores, los residentes identifican serios


problemas de índole físico estructural en sus viviendas.

8.1.2.- Fuentes de evaluación positiva:


Las referencias positivas hacia el asentamiento actual son muy escasas. Las
mismas parecen relacionarse más con la solución de problemas estructurales, como el
desempleo, que con las características del asentamiento y las viviendas.

“Realmente yo me siento tranquilo aquí en Barinas: Mira … Barinas es una maravilla,


mi esposa no se quiere ir y nos hemos superado rapidito, hemos conseguido trabajo, si
nos ha ido bien (eB2m, 6,4).

8.2.- Impacto psicológico por las condiciones actuales de vida.


Los problemas básicos no resueltos en el actual asentamiento son vividos como
una prolongación de la tragedia, y se asocian con estados emocionales negativos.
...mal muy inquietos, preocupados por la situación, creo que no hay que olvidar que
venimos de una tragedia y la idea es recuperarnos de ella, no seguir con más problemas
(eB2m, 9,3).

...muy mal, es una lucha tremenda que uno ni se imaginaba después de tener tu
estabilidad y tu vida hecha, es empezar de nuevo (eT4f, 9, 1).
19

8.3. Gestiones y/o acciones para abordar los problemas actuales.


Esta categoría agrupa las respuestas relativas a las gestiones realizadas por
miembros de la comunidad en la búsqueda de soluciones a sus problemas. La integran
las siguientes subcategorías:
Cabe mencionar que dichas gestiones fueron generándose a propósito de los
grupos de discusión propiciados por las autoras en sus visitas a los asentamientos.
Dichas gestiones constituyen evidencia del germen de una organización y participación
comunitaria en las comunidades en estudio.

8.3.1.- Gestiones de la comunidad.


8.3.1.1 Dentro del asentamiento:
Se refiere a las acciones desarrolladas por algunos participantes del estudio,
dentro de los límites de la comunidad.

...hemos traído todos los agentes públicos que hay en el estado, puras reuniones,
levantando actas (eB3m, 6,2).

Hicimos un censo por todas las casas donde todos expusieran sus problemas, (...)
sacamos un video... (eT1m, 7,1).

Nos hemos organizado, (...) tenemos cuatro organizaciones trabajando unidos acá en la
cual se encuentra la Asociación Comunitaria, la Cooperativa de Orden Crédito, la
Asociación Manuelita Sáenz y la Asociación Deportiva... (eT1m, 7,2).

8.3.1.2 Fuera del asentamiento:


Se refiere a las actividades dirigidas hacia agentes externos a la comunidad con
miras a lograr su colaboración en la solución de los residentes de las comunidades.
Incluyen el envío de comunicaciones, visitas a distintos organismos e instituciones
gubernamentales, exposición de denuncias ante los medios de comunicación, , entre
otros.

Movilizarnos por todos lados, para ello nos dividimos y atacamos varios sitios (eB6m,
7,2).

...hemos hablado con el F.U.S., la Gobernación, hemos metido cartas, hemos puesto
denuncias del deterioro de las casas... (eB2m, 7,2).
20

Las acciones emprendidas tanto dentro como fuera del asentamiento tales como
la realización de censos comunitarios, las reuniones, la firma de Actas, movilizaciones,
etc., sugieren una conciencia de los residentes acerca de la necesidad de afrontar sus
problemas de manera participativa.

En este sentido, la intervención del Equipo Asesor y de Seguimiento del Comité


de Siniestros de F.O.N.D.U.R, ha estado centrada en la estimulación de procesos de
organización, para que las familias damnificadas puedan, poco a poco, solventar sus
problemas. Este enfoque concuerda con los planteamientos de Beristain (1998) para
quien los programas de apoyo a víctimas de desastres no deben focalizarse en la
condición de víctima de las familias damnificadas, sino en la situación que las ha
llevado a dicha condición, lo cual permite resignificarse y proyectarse en un futuro
mejor. En apoyo a este planteamiento, para Gedalof (1991 en Beristain 1998),
considerar a la gente como protagonistas de sus procesos, aumenta el apoyo social y la
capacidad de reconstrucción del tejido social, de allí que recomienda incorporar este
aspecto en los programas preventivos y de atención a víctimas de desastres.

8.3.1.3- Resultados de las gestiones.


Tiene que ver con los logros percibidos por los participantes del estudio como
resultado de las acciones mencionadas. La presencia constante del Equipo Asesor y de
Seguimiento del Comité de Siniestro del Fondo Nacional de Desarrollo Urbano,
constituye, para los participantes, uno de tales logros.

...que ustedes están aquí y eso nos crea a nosotros esperanzas de que por lo menos
F.O.N.D.U.R. se está preocupando... (eB1m, 8,3).

...que ustedes estén aquí, y además nos atiendan como usted lo está haciendo, siempre
vienen como locos toman información y se van, siento que usted es diferente y paciente
(eZ1f, 6,3).

De igual forma, el realojo de los casos críticos debido a situaciones de


hacinamiento o a factores de salud, representa otro de los resultados positivos.
...los únicos logros que se han visto es que prácticamente, están reubicando la gente y
es lo único que nos ha tranquilizado un poco, porque lo más importante es, más que
todo ahora en el momento es la reubicación... (eB4m, 7,2)
21

Como se desprende de los testimonios anteriores, el apoyo y orientación de


diversas instituciones han ayudado a los damnificados a sobrellevar sus problemas.

8.4.- Aspiraciones.
Esta categoría agrupa los deseos o aspiraciones de los informantes y sus grupos
familiares, con relación a cambios en su situación actual. Incluye:
Deseos de una nueva reubicación:

Yo no quiero que me arreglen y reparen mi casa, yo no quiero quedarme en este lugar,


yo quiero irme cerca de Caracas (eB1m, 11,4)

Yo quiero que me trasladen (...) yo quiero ir hacia los Teques, allá no hace tanto calor,
o sino cerca de Caracas... (eT2f, 10,5)

Deseos de consolidarse y estabilizarse en el asentamiento actual:, siempre y


cuando se resuelvan los problemas de las viviendas, el acceso a las mismas, así como la
obtención de un empleo estable.

...que nos apoyen y nos ayuden a resolver el problema de las viviendas y el acceso de
aquí (eB4m, 9,4)

...espero que realmente se mejoren las viviendas y conseguir un buen empleo que sea
estable (eZ3f, 8,9)

Deseos de consolidación y estabilidad en el Estado. pero en otra vivienda


Quisiera que me reubicaran aquí mismo en Barinas, pero en un sitio donde uno pueda
dormir bien (eB6m, 9,3).

Es interesante destacar que los deseos se concentran en la transformación de las


condiciones y no en la preservación de alguna de ellas. Es así como los deseos abarcan
desde el arreglo de las viviendas hasta la mudanza a otras viviendas en el estado o a
otros estados del país.
Pensamos que este es un aspecto que los agentes encargados del diseño y
ejecución de programas de vivienda, particularmente para poblaciones que deben ser
reubicadas, deben analizar con atención.

9.-Consideraciones finales:
La exposición anterior nos lleva a plantear las siguientes consideraciones y
recomendaciones:
22

9.1) Sobre los resultados obtenidos:


9.1.1 ) Los discursos de los entrevistados deben entenderse dentro del contexto de la
tragedia vivida que, aunque perteneciente al pasado, está psicológicamente
presente en la vida de las personas. En este sentido sugerimos supervisar la
construcción y entrega de viviendas, de modo que las mismas reúnan las
condiciones de habitabilidad requeridas para una buena calidad de vida, sobre todo
cuando se trata de poblaciones vulnerables como la que aquí reportamos.
9.1.2) La experiencia residencial en el asentamiento actual se revela como un
proceso dinámico, complejo, en el que se conjugan experiencias pasadas,
características ambientales, sociales, políticas, económicas presentes y deseos y
aspiraciones futuras. Es así como los elementos con los que los entrevistados
elaboraron los significados sobre su entorno residencial actual, en sus distintos
niveles (vivienda, urbanismo, estado) trascendieron los límites geográficos de
dichos espacios así como los indicadores físicos y sociales que tradicionalmente se
emplean para evaluar estos contextos. Por ejemplo el desempleo no es un atributo
de la vivienda o del asentamiento, sin embargo algunos testimonios citados revelan
su influencia en la vida de los entrevistados de modo tal, que su impacto se
incorporó en el relato de los informantes, impregnando al entorno residencial de los
significados elaborados sobre la condición laboral. Podríamos decir entonces que la
experiencia residencial está integrada por aspectos referidos a la vivienda, el
asentamiento, los vecinos y en general al mundo de vida.
9.1.3) En este orden de ideas, los discursos de los informantes, dan cuenta de un
conjunto de condiciones psicológicas, sociales y ambientales incompatibles con una
experiencia residencial y de vida gratificantes, en la esfera y escala humana
(individual, familiar, comunitaria, institucional) y ambiental (en el marco de la
vivienda, del asentamiento, de la región en que este se encuentra).
Estas condiciones no parecen haber estimulado la consolidación de un hogar, tal
como este ha sido definido en la literatura psicoambiental (Moore, 2000;
Francescato, 2002; Wiesenfeld, 2000) Es decir, ha sido difícil investirla del
significado afectivo, simbólico, que para los participantes del estudio tenía su
vivienda anterior. Tampoco han favorecido el desarrollo de procesos psicosociales
comunitarios como la identidad, el apego la apropiación, que como vimos en el
marco conceptual, son necesarios para la participación comunitaria y el
fortalecimiento individual y grupal que la acompaña, así como para el fomento de
23

comunidades sostenibles, en términos ambientales, sociales, y económicos


(Churchman, 2002; Feldman y Westpal, 2000; Giuliani y Wiesenfeld, 2003; Pol,
2002; Wiesenfeld y Sánchez, 2002).
.
9.2) Sobre la movilización comunitaria:
9.2.1) Las entrevistas y los grupos focales realizados permitieron problematizar
a los informantes acerca de sus condiciones actuales de existencia y
reconceptualizarlas en tanto provisionales y susceptibles de cambio a través de
procesos participativos. Es así como los informantes manifestaron extrañeza al
no haberse preguntado antes de la investigación qué había significado el
proceso vivido para ellos, para sus familias. La oportunidad de ventilar estos
temas estimuló la elaboración de una diversidad de significados, parte de los
cuales aquí reportamos, que a nuestro juicio contribuyeron a reflexionar
críticamente, o problematizar en sentido freireano, sobre su situación actual y
propiciar acciones para mejorarlas (Freire, 1974). Evidencia de ello fueron las
diversas reuniones, asambleas de vecinos, etc. organizadas por los residentes de
los distintos asentamientos, (reseñadas en la sección de resultados, apartado
8.3.1.1 Gestiones de la comunidad dentro del asentamiento) que les permitieron
constituirse inicialmente en comisiones de trabajo, y luego crear la figura
jurídica de Asociaciones de Vecinos. Esta última se generó con el apoyo y la
orientación del Equipo Asesor y de Seguimiento del Comité de Siniestros de
F.O.N.D.U.R.
Esta figura ha exigido a las compañías constructoras el arreglo de las casas, así
como la dotación de servicios comunitarios, con la contratación de mano de
obra proveniente de los mismos asentamientos, lo cual ha contribuido a la
generación de empleo. Todo ello está favoreciendo las condiciones para la
participación y cohesión vecinal, necesarios para una mayor satisfacción
residencial (Amérigo, 2002).
Sobre este particular, Beristain (1999) sostiene que: “tener una red social con la
cual uno puede enfrentar mejor los hechos traumáticos, percibir que esa red
realmente funcione y me sirva de apoyo, está asociado a un aumento del
bienestar” (1999:40).
9.2.2) Es de esperarse que en la medida en que cambien las condiciones que
han provocado el deseo de algunos residentes de mudarse de los asentamientos,
24

es decir, que mejoren las condiciones físicas de las viviendas y la dotación de


equipamiento urbano, se creen organizaciones comunitarias, se incremente la
familiarización y cohesión con los vecinos y se generen empleos , los residentes
se identificarán más con su vivienda y con su comunidad, se apropiarán de su
entorno y se fortalecerán como personas y como comunidad.
9.3) Sobre la vinculación academia-gobierno-comunidad:
A nuestro modo de ver, esta investigación constituye un ejemplo de vinculación
entre academia, sector gubernamental y comunidad, es decir de la construcción
de conocimiento puesto al servicio de las demandas sociales, en la que existe
una retroalimentación entre conocimiento y acción, tal que la información que
se va obteniendo orienta las acciones, y estas a su vez enriquecen dicho
conocimiento. Pensamos que el proceso compartido con los residentes de los
asentamientos sentó las bases para la generación de un conjunto de lineamientos
y acciones orientadas al mejoramiento de sus condiciones de vida. Estos
resultados son de esperarse en investigaciones que, como ésta, se fundamentan
en principios de la psicología ambiental comunitaria (Wiesenfeld y Giuliani,
2004) y en perspectivas teóricas y metodológicas compatibles con esta
disciplina, a saber, el construccionismo social y la investigación cualitativa
(Sánchez y Wiesenfeld, 2002). Asimismo, cabe destacar que tales
conocimientos y acciones se vieron facilitados por el tipo de relación de las
investigadoras con los informantes, el cual responde a la epistemología cercana,
que caracteriza a éstas perspectivas.
El desempeño profesional de una de las autoras en FONDUR facilitó, sin duda,
esta aproximación y ha contribuido, paralelamente, a la implementación de las
acciones que esperamos continúen desarrollándose en beneficio de los
residentes en los asentamientos estudiados.

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Tabla 1
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