EVALUACION DE UN NORMOTIPO

En la evaluación según su normotipo se toma como referente que tomamos para

evaluar un objeto o sujeto, ya sea que el referente sea externo o interno al sujeto,
a estos tipos de evaluación se es denomina Nomotética e Ideográfica.

La evaluación Nomotética
La evaluación Nomotética se puede distinguir dos tipos de referencias externas
que nos llevan a considerar la evaluación normativa y la evaluación cripterial. La
evaluación normativa supone la valoración de un sujeto en función del nivel del
grupo en que se haya integrado, es decir, que si el nivel de los alumnos es
elevado, un alumno con un nivel medio puede resultar evaluado negativamente,
al menos, por debajo de lo que sería si estuviera en un grupo de nivel general
más bajo. A la inversa, un alumno de tipo medio resulta evaluado de forma
altamente positiva en un grupo donde el nivel general es más bajo.
La situación descrita anteriormente no responde con exactitud a sus
posibilidades reales y a los referentes externos marcados por el sistema
educativo, en efecto hay que reconocer que es muy difícil prácticamente
imposible no evaluar a alguien por el nivel de aprendizaje del grupo sin importar
las potencialidades reales del alumno, que a lo mejor domine algo más que el
resto de los objetivos previstos en una programación.
En la evaluación normativa se suelen aplicar pruebas estándar a una muestra
significativa del alumno y alumna obteniendo su valoración o criterios fijados de
ante mano y contrastando los resultados con las calificaciones.
Desde un punto de vista la evaluación normativa es válida cunado se pretende
determinar la posición o la situación de un sujeto (niño) dentro de un grupo, en
el caso la valoración estará en función directa del conjunto del alumnado domina
o deja de nominar. Se considera la ordenación de los estudiantes como primero
o ultimo del salón no es prisa, ni recomendable, menos educativa, así que este
tipo de evaluación no es apropiada ya que carece de referencia válida y fiable
tanto para la persona que se forma como para el profesorado que valora.

La valoración cripterial
La valoración cripterial precisamente intenta corregir el fallo que plantea la
evaluación normativa, y propone la aplicación de algunos criterios externos, bien
formulados, concretos, claros, tomando en cuenta a la hora de evaluar un criterio
marcado y las bases en que este se hay podido desglosar. La evaluación
cripterial se basa en:
 La delimitación de un campo de conductas bien explicado.
 La determinación de la actuación del individuo en relación con este
campo.
Para desarrollar una estructura de evaluación correcta en primer lugar hay que
distinguir los objetivo de los criterios de evaluación después transformar
secuencialmente el objetivo en comportamientos observables y valorables.
Según la evolución cripterial desde un punto de vista pedagógico, ser la pauta o
norma mediante la cual se lleve a cabo la evaluación valorando el proceso tanto
como el logro de los objetivos que se hayan marcado, de esta forma se podrá
evaluar un nivel concreto valorando el ritmo y el estilo de aprendizaje de cada
sujeto en función a sus peculiaridades.

Evaluación ideográfica
Cuando el referente evaluador son las capacidades que le alumno posee y sus
posibilidades de desarrollo en función de sus circunstancias particulares, es
decir, un referente absolutamente interno a la propia persona evaluada, la
evaluación se denomina ideográfica. De acuerdo a esta evaluación el alumno
va siendo evaluado dúrate el proceso e igualmente, se valora el rendimiento final
alcanzado, si estos coinciden, al menos, lo estimado, se consideran rendimientos
satisfactorios; de lo contrario, el rendimiento seria insatisfactorio.
Este tipo de evaluación es positiva individualmente porque se centra totalmente
en cada sujeto y valora, sobre todo, su esfuerzo, la voluntad que pone en
aprender y formarse. En si evalúa las actitudes, pero choca con los
planteamientos sociales de todos los sistemas educativos de países de mundo
desarrollado.
Ambas situaciones resultan problemáticas, aunque quizás más la primera que la
segunda, La segunda resulta más irritante e injusta frente a la anterior, porque,
casi siempre, en estos casos se está dando preferencia al dominio de objetivos
y contenidos conceptúale, frente a los procedimientos y actitudes, que son más
educativos y más relevantes para el futuro desarrollo personal estudiantil o
profesional del alumno ahora evaluado. La conjugación de ambas evaluación-
cripterial ideográfica- deben aportar soluciones a los problemas expuestos
incorporando elementos ideográficos a los criterios de evaluación para el
alumnado. Dando más importancia a los procesos de desarrollo actitudinal,
social, afectivo, etc, que a la adquisición de aprendizaje puramente
conceptuales.

La evaluación según su temporalización

De acuerdo con los momentos que se aplique la evaluación esta puede ser
inicial, procesual o final.
La evaluación inicial es aquella que se aplica al comienzo de un proceso
evaluador, en nuestro caso referido a la enseñanza y aprendizaje. Entonces se
detecta la situación de partida de los sujetos que posteriormente vas seguir su
formación.
Tal situación de partida puede presentarse:
 a) Cuando un alumno llega por primera vez a un centro, en el cual será
necesario realizar una amplia captura de datos para procesar las
características del alumno (personales, familiares, sociales, etc.). Esta
primeramente evaluación es meramente diagnostica.
b) Cuando se comienza un proceso de aprendizaje concreto, como puede
ser el trabajo con una unidad didáctica. Esta situación será útil para
detectar las ideas previas del alumno que posee en relación con el tema
que se va a tratar. Los medios para conseguir estos datos son variados:
Un coloquio, un debate, la realización de unos trabajos preparatorios.
Si una evaluación inicial falta el conocimiento previo que es preciso poseer de
una persona en pleno desarrollo para poder adecuar la enseñanza a sus
condiciones de aprendizaje, y cumplir de esta forma la función reguladora que
hemos asignado a la evaluación.

Evaluación Procesual
La evaluación procesual es aquella que consiste en la valoración continua del
aprendizaje del alumnado y la enseñanza del profesor. El objetivo de esta
evaluación es la asunción de actitudes a lo largo del curso y la verificación de
adquisición de conceptos o de dominios de procedimientos, la evaluación
procesual es netamente formativa, pues al favorecer la toma continua de datos,
permite la adopción de decisiones sobre la marcha, que es lo que más interesa
ya que permite la resolución a tiempo de dificultades presentadas.
Esta evaluación procesual permite mejorar el proceso de la enseñanza, pues
durante el tiempo en el que se aplica se puede comprobar los fallos y lo
elementos positivos, para si es posible, reportarlos respectivamente.

Evaluación Final
Es aquella que se realiza al terminar un proceso aunque este sea parcial. La
evaluación está referida al final de un ciclo, un curso o final educativa, en ella se
comprueban los resultados obtenidos, aunque es necesario albertir que no por
ello deben tener funcionabilidad sumativa.
La evaluación final puede adoptar dos funciones: formativa y sumativa. Los
resultados de la evaluación final pueden analizarse e interpretarse con tres
referentes distintos:
a) En relación con los objetivos y criterios de evaluación establecidos por la
unidad didáctica que tratara en este caso, por lo tanto, de una evaluación
nomotética cripterial.
b) En relación con la evaluación inicial realizada a cada alumno y las
posibilidades de desarrollo y aprendizaje que se estimaron que podían
alcanzar, en consecuencia seria una evaluación ideográfica.
c) En relación con los resultados alcanzados por el resto del grupo en este
caso, llevándose a cabo una evaluación nomotética normativa.
La evaluación final no tiene por qué coincidir con “examen”, “control” o “pruebas
semejantes”, puede realizarse un trabajo o prueba donde se constate si el
alumno tiene los conocimientos suficientes, la evaluación final construirá un
análisis y reflexión sobre los datos obtenidos.