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La novela negra en Borges: Una aproximacién nueva a “E] muerto” Nora C.Benedict ‘The crime novelist is most often a fictionally split personality. Half of him wants to write a novel about people affected by crime, but the other half yearns to produce a baffling mystery. Julian Symons, Bloody Murders A primera vista, la mayor parte de la obra de Jorge Luis Borges no rebosa de elementos tipicamente asociados con el género detectivesco o policial, con la excepcién de algunos relatos como “La muerte y la bruijula” y “Hombre de la esquina rosada,” entre otros.' Como nota Donald A. Yates, “[w]hat we encounter [...] in a Borges detective tale is not a detective story by Bor- ges, but rather a Borges story in the form of a detective story” (“Argentine” 127). Aunque muchos estudios criticos y antologias de la literatura policial dedican por lo menos un par de paginas a los cuentos bien conocidos de Borges dentro del género como ejemplo, no cabe duda de que la mayor parte de ellos no tienen puntos de contacto con lo detectivesco. Dicho de otro modo, parece que Borges utiliza esporddicamente tal forma por su caracter enigmitico, que se puede relacionar facilmente con el aspecto fi- 1 Mas alld de estos dos cuentos, también se consideran “El jardin de senderos que se bifurcan” y “Abenjacédn el Bojari, muerto en su laberinto” como ejemplos de relatos que caben dentro de lo policial. Variaciones Borges 39 » 2015 Nora C. Benedcit los6fico de gran parte de su obra. El hecho de que Borges y otros escritores argentinos de su época, como Bioy Casares y Manuel Peyrou, “se dedica- ron de multiples modos a difundirlo y contribuyeron al enriquecimiento de esta tendencia dentro del campo literario nacional” explica “la asocia- cidn casi inmediata entre el grupo [Sur] y lo policial” (Setton 37). Tenien- do esto en cuenta, lo que sigue es un anilisis critico de “EI muerto,” uno de los cuentos de El Aleph (1949), por sus vinculos Ilamativos con el género policial, para mostrar lo que gana Borges con el uso de ciertos aspectos del género negro. En particular, lo que mas me interesa en este relato es la presencia de elementos violentos 0 rudos propios de la novela hard-boiled de la tradicién inglesa y estadounidense. Previo al andlisis de “El muerto,” hay que explicar el surgimiento de la popularidad de tal género dentro de Argentina durante la primera mitad del siglo XX y también establecer algunas caracteristicas basicas de la bi- furcacién central del género.* Antes de la publicacin de libros policiacos argentinos, aparecieron varias traducciones de obras detectivescas de Eu- ropa, especificamente de Inglaterra, como las Aventuras de Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle o El candor del Padre Brown de G. K. Chesterton. Ademés habia una tradicién en la primera década del siglo XX de lo que se podria llamar folletines, en los cuales se publicaron relatos detectivescos. Durante la década de 1930, el publico empez6 a interesarse por la literatura detectivesca y también por los “novelones de accién e intriga” (Lafforgue 14). Aunque la produccién argentina de tales relatos fue “todavia parcial, fragmentaria y aislada” (Lafforgue 15), hubo un gran cambio en 1942 con la publicacion de “La muerte y la brujula” en la revista Sur y también Seis problemas para don Isidro Parodi, una coleccién de relatos policiacos paré- dicos que se considera “el primer libro de cuentos policiales en castellano” (Lafforgue 11). A partir de alli emergié un interés publico en el género 2 Ensu estudio Los origenes de la narrativa policial en la Argentina Roman Setton hace hincapié en el hecho de que la escritura policial de la década de 1870 “es mas fecunda, variada y de mejor calidad que lo supuesto por esta tendencia histérico-critica” (32-33). Por lo general hay una gran falta de estudios sobre esta etapa anterior en la narrativa policial en Argentina y seria un buen punto de partida para cualquier investigacién re- lacionada con los origenes de tal género; dado que este no es mi objetivo principal en el trabajo presente, empecé la cronologia de la narrativa policial argentina en el siglo XX. 3 Todavia hay mucho debate entre varios criticos sobre el comienzo del género detec- tivesco en Argentina, pero el estudio de Donald A. Yates, en su tesis doctoral The Argen- detectivesco en Argentina gracias a los esfuerzos de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.‘ Hasta cierto punto se puede decir que Borges y Bioy Casares tomaron un género despreciado y lo llevaron al terreno de la alta literatura con mucho éxito. En términos mas generales, hay dos lineas o ramas en la novela poli- ciaca: la novela enigma, o novela problema, y la novela negra, 0 la de accion y suspenso. En cuanto al primer tipo, Borges lo describe en la siguiente manera: En 1841, un pobre hombre de genio, cuya obra escrita es tal vez inferior a la vasta influencia ejercida por ella en las diversas literaturas del mundo, Edgar Allan Poe, publicé en Philadelphia Los crimenes de la Rue Morgue, el primer cuento policial que registra la historia. Este relato fija las leyes esen- ciales del género: el crimen enigmdtico y, a primera vista, insoluble, un investi- -gador sedentario que lo descifra por medio de la imaginacién y de la logica, et caso referido por un amigo impersonal y un tanto borroso del investigador. El investigador se llamaba Auguste Dupin; con el tiempo se llamaria Sher- lock Holmes... (“Prélogo”, énfasis mio) El segundo tipo de novela policiaca “se caracteriza por la dureza de su texto, de sus personajes, por cierta brutalidad y un descarnado realismo en laactitud de sus protagonistas” (Giardinelli 17). Al contrario, la novela enigma, que se suele asociar con “La muerte y la briijula” u otros relatos filosdficos de Borges, gira alrededor del aspecto psicolégico del asesino 0 tine Detective Story (1960), es lo mas completo que existe al dia de hoy para estudiarlo. Seguin sus investigaciones, la siguiente puede ser una cronologia posible con respecto a Jos momentos mas importantes para el desarrollo del género en Argentina: “1940-1944 [is] the period of the first flowering and greatest prestige for the genre’ 1945-1949 lis the period] during which the Argentine detective story developed from a diversion of intellectuals into a popular literature from; 1950-1954 [is] when the greatest number of works appeared and the greatest diversity of techniques and styles was employed; and finally, 1955-1959 [is the period] during which the quantity of native detective fiction declined and new authors appeared who gave what seemed to be a new direction to the genre” (Yates “The Argentine Detective Story” xii), Por lo tanto, muchos criticos carac- terizan los afios entre 1944 y 1954 como “the ‘golden decade’ of the classical detective novel in Argentina” (Close 93). 4 También hay que sefialar la importancia de E] Séptimo Circulo (Editorial Emecé) que “fue bautizada por Borges y Bioy Casares en alusién al circulo del Inferno de Dante donde moraban los seres violentos custodiados por el Minotauro. Ya desde este eleccién se intenta combinar una literatura popular y supuestamente ‘inferior’ con los referentes de la literatura culta” (Brescia 146,12). 145 La novela negra en Borges: una aproximacién nueva a “El muerto” Nora C. Benedcit del detective porque se enfoca en el quién y el como del crimen. En con- traste, la novela negra hace hincapié en los elementos violentos como el acto de matar, la presencia de personajes brutales, la mujer como adqui- sicion y la lucha constante por dinero o poder. De un modo u otro todas estas caracteristicas intentan reflejar ciertos factores sociales y econdmicos de la vida real: “La crisis de 1929, las huelgas, la represion, el desempleo, dieron como corolario un periodo de gangsterismo politico y sindical, guerra entre bandas, trafico de alcohol y, en todo el contexto, la corrup- cién generalizada” (Giardinelli 31). La presencia de este segundo tipo de narracién policial en Argentina empezo a emerger durante la década de 1940 con la publicacién de traducciones de algunas obras hard-boiled de los Estados Unidos como las de Dashiell Hammett, Raymond Chandler y James M. Cain (Close 94).5 De todos modos, en Argentina “la narrativa policial siguié siendo un género menor en términos de prestigio literario, y al propio tiempo un género exogeno, practicamente forastero”, mas aun muchos escritores argentinos solian escribir bajo seudénimos, como lo hacia con frecuencia Adolfo Bioy Casares (Lafforgue 91). Otra manera de conceptualizar la divisién del género la explica Julian Symons del siguiente modo: el primero se basa en “a deception which may be mechanical (locked room), verbal (misleading remarks), concer- ned with forensic medicine (poisons, blood groups, fake prints) or ballis- tics. [The] book is constructed backwards from this deception, revelation of which is the climatic point to which everything else leads” (162). Este tipo de relato suele tener un detective como personaje principal, muchos giros narrativos, pistas o pruebas como un elemento central y ponen mu- cho énfasis en la importancia del enigma. En contraste, la novela negra se basa en “the psychology of characters—what stresses would make A want to kill B?—or an intolerable situation that must end in violence. No de- ceptions or locked-room or faked-print kind, no obscure positions. Most often the problem is something like: ‘Has A really killed B, and if he has what will happen to him?’ [The] book is constructed forwards from such 5 Algunos libros que salieron durante esta década en Buenos Aires son los siguientes: El halcén maltés (Hammett, Buenos Aires: Ediciones Siglo Veinte, 1946), Cinco asesinos (Chandler, Buenos Aires: Acme, 1945), La ventana siniestra (Chandler, Buenos Aires: Edi- tores Poseidén, 1944), El cartero llama dos veces (Cain, Buenos Aires: Emecé, 1945) y Pacto de sangre (Cain, Buenos Aires: Emecé, 1945). a problem” (Symons 162). Ademas, en este segundo tipo de narracion la caracterizacion de todos los personajes y el ambiente son aspectos muy importantes y muchas veces se nota una disposicién hostil hacia la ley ola manera en que se organiza la sociedad. Pensando en los cuentos de Borges dentro del género detectivesco, hay cierta tendencia a asociarlos con la primera linea de este género, o sea, la novela enigma, mas relacionada con “un modo de defender el orden, de buscar formas clasicas, de valorizar la forma” (Lafforgue 47). Ademas, en una entrevista Borges responde a la pregunta “gpor cual de las dos co- trientes basicas del género se inclina usted?” de la manera siguiente: “No me gusta la violencia que exhiben los norteamericanos. En general son autores truculentos. Raymond Chandler es un poco mejor; pero los otros, Dashiell Hammett, por ejemplo, son muy malos. Ademas, ellos no escri- ben novelas policiales: los detectives no razonan en ningtin momento. To- dos son malevos: los criminales y los policias” (citado en Lafforgue 44). Por lo tanto, queda claro que el escritor argentino tenja cierta predileccion por la primera linea de la novela detectivesca, quiza por su cardcter enig- matico o filos6fico que exige que el lector piense cuidadosamente sobre los hechos relacionados con un caso policial. Alo largo de un articulo suyo, “Leyes de la narracién policial” (1933), reformulado como “Los laberintos policiales y Chesterton” (1935) dentro de la revista Sur, Borges describe en detalle los aspectos mas importantes que tienen que aparecer dentro de cualquier relato detectivesco.' Seguin el escritor argentino, las leyes son las siguientes: “una cantidad reducida de personajes, declaracién de todos los términos del problema, avara economia de los medios, primacia del como sobre el quién, pudor en el tratamiento de la muerte, necesidad y maravilla de la solucién” (Setton 43). Seria importante para el resto del andlisis tener esta lista de caracteristicas de lo policial, detalladas por Borges, en mente. En términos generales, de todos los relatos de El Aleph, “E] muerto” es uno de los menos estudiados. Uno de los primeros acercamientos al cuento es “Interpretacin y andlisis de ‘E] muerto”, un articulo, bastante 6 “Las leyes de la narracién policial”, Hoy Argentina 1.1-2 (1933): 48-49; “Los laberin- tos policiales y Chesterton” Sur 10 (1935): 92-94. Hay un resumen y buen anilisis de estos dos articulos dentro del articulo “Leyes (y transgresiones) de la narracién poli- cial” de Guillermo Martinez que utilicé como base de esta seccidn del trabajo (La Nacién, Agosto 2009). 147 La novela negra en Borges: una aproximacién nueva a “El muerto” Nora C. Benedcit extenso, de Maria Cristina Rivero (1969). Se divide el estudio en dos par- tes, el mundo narrado del cuento y las formas expresivas que se pueden encontrar en él, con un andlisis meticuloso del relato en si. Ademas de este primer estudio, Sylvia Molloy se ocupa del relato en su libro Las letras de Borges (1979). Dentro del tercer capitulo, que examina el rol de la codicia en la obra de Borges, Molloy describe “El muerto” como “quiz [...] el mejor ejemplo de avidez autosuficiente, desprovista de futuros posibles” a causa de que ya nos dice el narrador exactamente como va a terminar la histo- ria de la vida de Benjamin Otdlora desde el primer parrafo (88). Mas atin, Molloy adscribe la narrativa y sus técnicas lingiiisticas con la “[p]arodia y distorsién de un relato picaresco” (88). Aunque no hace una comparacién explicita entre este cuento y el género detectivesco, Molloy sefiala algunos vinculos posibles entre “E] muerto” y “La muerte y la brijula” que seran uitiles para considerar a continuacién. Dicho esto, ningun otro estudio, que sepa yo, ha examinado aspectos del género policial en “El muerto” y la presencia en éste de ciertos rasgos del género hard-boiled. Con la excep- cién del andlisis de Molloy, los estudios que existen tienden a centrarse en dos aspectos principales del cuento: el rol de la mujer y la funcién del lenguaje en la narracién “El muerto” aparecié por primera vez en la revista Sur en noviembre de 1946 y unos afios mas tarde Borges lo incluyé dentro de su coleccion El Aleph (1949).® En términos generales la narracién sigue la vida de Ben- jamin Otdlora, un nativo de Buenos Aires que maté a un hombre y por lo tanto tiene que huir a Montevideo, Uruguay. Cuando llega alli, “asiste a un altercado entre unos troperos” y le salva la vida a Azevedo Bandeira, lo 7 En-cuanto al papel de la mujer en “El muerto”, un critico afirma que ella crea un vinculo homosexual entre Otalora y Bandeira por ser un objeto comunal entre estos dos hombres (Brant) mientras que otro enfatiza su presencia como uno “de los simbolos de autoridad e identidad” (Emmanuelli). El otro tipo de andlisis critico que se puede en- contrar sobre “El muerto” tiene que ver con su metaficcién (Alvarez) y el uso de figuras ret6ricas a lo largo de la narracién (Klinting). Sin duda alguna, hay muchos ecos entre este tiltimo estudio (1996) y el de Rivero (1969). 8 Encuantoa las variantes que existen entre las versiones diferentes desde el manus- crito hasta la edicién final hay pocas. El hecho de que el manuscrito esta en Ja Universi- dad de Virginia me permitié analizarlo por posibles variantes entre las varias versiones del cuento. Dicho eso, la mayor parte de los cambios entre el manuscrito, la version en Sury la version de El Aleph son accidentales; dicho de otra manera, tienen que ver con elementos relacionados con la puntuacién o la acentuaci6n, cual lleva a éste a incluir a Otdlora en su tropa (“El muerto” 28).? Mientras Otalara esta con Bandeira se convierte a la vida de los gauchos y empie- zan a aumentar sus deseos de tener mas poder. Por lo tanto, “se propone ascender a contrabandista” y tomar la posicién de Bandeira (29-30). Des- pués de revelarle su plan a Ulpiano Suarez, “el capanga o guardaespaldas de Bandeira”, Otdlora comienza a tomar las posesiones simbélicas del po- der de Bandeira, como su caballo y su mujer. Durante una celebracién de la Nochevieja, Bandeira le informa a Otdlora que sabe todo sobre lo que pasé con su mujer y la obliga a ella a besar a Otalora enfrente de todos. Inmediatamente después de este beso Suarez apunta su arma para fusilar a Otdlora, quien “comprende, antes de morir, que desde el principio lo han traicionado, que ha sido condenado a muerte, [...] porque para Bandeira ya estaba muerto” (33). Seguin Borges, este cuento may be a symbol of all men. Because after all what happens to the dead man is what happens to all of us, | mean, we are given everything, or we are given many things and then they are taken away at one fell swoop. But, of course, I never thought of that. | merely thought of a man thinking he was outwitting a man, feeling that he was in a sense a victor, and at the same time everything he did was unreal. Because they all saw through him. And the chief, the Brazilian, despised him so much that he let him have his horse, his woman, everything, because he knew that the whole thing was unreal and then at the end he had him shot. | think that that’s quite a good story, no? (Burgin 84) Sin duda alguna, “El muerto” contiene muchos elementos habituales en los relatos de Borges, pero lo mas llamativo son los aspectos que lo ponen en contacto con el género de la novela negra. Para entender mejor la caracterizacion de “E] muerto” como un relato del género negro, seria util compararlo con “La muerte y la brijula”, que cabe dentro de la otra rama posible del género detectivesco, la novela enig- ma. Como ya sabe cualquier lector de la obra de Borges, este cuento cand- nico trata de una serie de asesinatos en una ciudad sudamericana, pro- bablemente Buenos Aires, que, a primera vista, parecen estar vinculados. A lo largo del relato vemos los esfuerzos del detective, Erik Lonnrot, de establecer una relacion entre los crimenes al creer que no son accidentales. 9 Todas las citas de “El muerto” vienen de la versién dentro de El Aleph, Buenos Aires: Emecé, 1957. 149 La novela negra en Borges: una aproximacién nueva a “El muerto” 150 Nora C. Benedcit Al final descubrimos que el asesino, Red Scharlach, manipuld cada una de las escenas de los crimenes para atrapar a Lnnrot como venganza por la muerte de su hermano, el cual habia sido detenido por Lénnrot y, como consecuencia, murié en la carcel.'° Aunque los estudios de Maria Cristina Rivero y Sylvia Molloy sefialan algunos paralelos entre estos dos cuentos, nunca los ponen dentro del contexto del género policial. De modo similar a Lénnrot, Otdlora toma una “decision ironicamente patética” al principio que va a determinar lo que pasa a continuacién (Molloy 90). En el caso de Otalora, rompe la carta de recomendacion; en el caso de L6nnrot, quiere encontrar una revelacion que no se sustenta con los resultados de su investigacion. Otro aspecto paralelo entre estos dos cuentos es el hecho de que el criminal es mas listo que el protagonista. En “La muerte y la brijula” se nota que Schar- lach supera en astucia a Lonnrot. De manera similar, Bandeira engafia a Otdlora para que piense que obstenta todo el poder: “desde el principio lo han traicionado, [...] porque para Bandeira ya estaba muerto” (33). Hasta cierto punto se puede decir que {ell simbolo que encierra la figura de Azevedo Bandeira se repite en el res- to de la Obra [sic] de Borges bajo formas y temas distintos. En La muerte y la briijula, Red Schorlach [sic] es su personaje gemelo. La idea de predesti- nacién e incertidumbre en los actos humanos se encarna con la figura del pistolero que guia hacia su destino preestablecido al detective Erik Lonn- rot en el momento en que éste creia haber descifrado la clave para hallar el asesino. [...] puede comprender lticidamente el verdadero sentido que habia tenido su vida en el momento de la revelacién final. (Rivero 174-75) Desde mi punto de vista, una diferencia fundamental entre estos dos pro- tagonistas es su papel dentro del cuento. Dicho de otro modo, vemos el contraste entre la ley, a través de L6nnrot como detective, y el mundo cri- minal, a través de Otdlora, que ya ha matado a un hombre y quiere ser con- trabandista. Esta distincion nos recuerda una de las oposiciones centrales 10 Dado la popularidad de este relato, existen una gran cantidad de estudios criticos dedicados a él; algunos de ellos son los siguientes: Rosa Sarabia, ““La muerte y la brijula’ yla parodia del género policial”; Daniel Balderston, “Fundaciones miticas en ‘La muerte y la brijula””; Nicolas Emilio Alvarez, “Construccién y desconstruccién en ‘La muerte y la brujula’ de Borges”; David A. Boruchoff, “In Pursuit of the Detective Genre: ‘La muerte ylabrijula’ of J. L. Borges”; Robert C. Carroll, “Borges and Bruno: The Geometry of Infin- ity in La muerte y la brijula”. entre la novela detectivesca y la novela de crimenes o negra: la centralidad 0 falta de centralidad del personaje del detective. Mientras que la primera tiene el detective “at the center of the story’s action” la segunda “often [has] no detective” (Symons 162). Por lo tanto, podemos ver el lado mas oscuro de la sociedad en “El muerto,” lo cual lo acerca al género negro. En cuanto a los elementos destacados de “El muerto” que permiten asociarlo a la novela negra," encontramos los siguientes: la psicologia evolucionada de los personajes, la falta de un detective, la escasez de giros narrativos, la importancia del lugar y el ambiente y las actividades sociales radicales de los personajes. En primer lugar, a diferencia de “La muerte y la brujula”, o cualquier otro relato detectivesco al estilo enigmatico de Bor- ges como “El jardin de senderos que se bifurcan”, hay un esfuerzo notable de desarrollar los personajes de Benjamin Otdlora y Azevedo Bandeira en “El muerto”. Desde el segundo parrafo del relato el narrador nos presen- ta a Otdlora, “un mocetén de frente mezquina, de sincero ojos claros, de reciedumbre vasca”; mas atin, “una pufalada feliz le ha revelado que es un hombre valiente; no lo inquieta la muerte de su contrario, tampoco la inmediata necesidad de huir de la Republica” (27). En cuanto al personaje de Bandeira, nos enteramos de su herencia judia, negra e india y el hecho de que tiene una “cicatriz que le atraviesa la cara” unas lineas después (28). A lo largo del cuento adivinamos mas, no sdlo sobre el comportamiento de estos dos hombres, sino también sobre los motivos por los que toman ciertas decisiones, lo cual revela un nivel alto de desarrollo psicoldgico. La escasez de giros narrativos queda claro desde el principio del relato en el que el narrador nos dice que “quiero contarles el destino de Benja- min Otdlora, de quien acaso no perdura un recuerdo en el barrio de Balva- nera y que murié en su ley, de un balazo, en los confines de Rio Grande do Sul” (27). Aunque el asesino de Otdlora sigue siendo un misterio hasta la ultima escena de “E] muerto”, hay algunas premoniciones o frases de mal agiiero que indican el final tragico del protagonista como “hay un foras- tero agauchao que esta queriendo mandar demasiado” (31). En cuanto a la importancia del ambiente creado dentro del relato, en comparaci6n con el ambiente conservador y burocratico de la novela enigma, “El muerto” presenta al lector un mundo de zonas fronterizas y espacios que quedan 11 Para una lista completa de las caracteristicas posibles que se puede usar para dife- renciar entre la novela policial y la novela negra, véase la obra de Julian Symons (1985). 2 5 g E La novela negra en Borges: una aproximacion nueva a Nora C. Benedcit fuera de la ley. Ademés, los personajes que viven dentro de este territorio hostil son todos contrabandistas, matones, brutos y criminales. Junto con Otdlora y Bandeira, también tenemos la figura ambigua de Ulpiano Suarez, “el capanga o guardaespaldas de Azevedo Bandeira” y quien, a fin de cuen- tas, mata a Otdlora (31). Otro aspecto sobresaliente de “El muerto” afin a la novela negra es el ejercicio de la violencia. Desde las primeras lineas del relato adivinamos el afan de Otdlora de matar y conquistar a los demds: “una puialada feliz le ha revelado que es un hombre valiente” (27, énfasis mio); “no sabe de qué lado esta la razon, pero lo atrae el puro sabor del peligro” (28, énfasis mio). Ademis, el hecho de que nos encontramos con la figura de Otdlora justo después de que ha matado a un hombre y, una escena después, participa en un altercado con cuchillos hace hincapié en esta inclinacién hacia la violencia, lo que aparece también cuando Otdlora se convierte en gaucho y “[a]prende a jinetear, a entropillar la hacienda, a carnear, a manejar el lazo que sujeta y las boleadoras que tumban, a resistir el suefio, las tormentas, las heladas y el sol, a arrear con el silbido y el grito” (29, énfasis mio). Mas atin, en su propésito de convertirse en contrabandista, y mas tarde, de su- plantar a Bandeira, vemos que Otalora les hace dafio a otros hombres para sustituirlos sin pensarlo dos veces: “Dos de los compajieros, una noche, cruzaran la frontera para volver con unas partidas de cafia; Otalora provoca a uno de ellos, lo hiere y toma su lugar. Lo mueve la ambicion y también una oscura fidelidad” (30). El ultimo aspecto de “El muerto” que lo vincula con la novela negra es la figura de la mujer, no sélo como adquisicién, sino también como un tipo de femme fatale que lleva a Otdlora a su fracaso final. En cuanto a su deshumanizacion, nunca se la nombra, ni el narrador ni ningun personaje a lo largo del cuento, simplemente se hace referencia a ella con algunos epitetos como “de pelo colorado”, “de pelo rojo”, o “de pelo resplande- ciente” (29-32). Ademas, Otdlora asocia a la mujer con “la autoridad del patron” y por lo tanto la desea por ser uno de los “atributos 0 adjetivos de un hombre que él aspira a destruir” (32). No hay ninguna sensacién de amor, carifio ni respeto hacia ella. Mas atin, el nivel de dafio que se le inflige al final del relato enfatiza su deshumanizacién: “La mujer quiere resistir, pero dos hombres la han tomado del brazo y la echan sobre Ota- lora. Arrasada en lagrimas, le besa la cara y el pecho” (33)."? Junto con la caracterizacion de la mujer en “El muerto” como objeto a conquistar, se puede pensar en ella como un tipo de femme fatale a causa del vinculo cla- ro que tiene con la muerte de Otélora al final. A lo largo de la narracién se nota un esfuerzo por representar el aspecto seductor de esta mujer. El momento que ejemplifica tal caracterizacién ocurre cuando ella entra el cuarto del enfermo Bandeira “a medio vestir y descalza y lo observa [a Ota- lora] con fria curiosidad” (30). A causa de esta interaccién tensa entre los dos, cuando “Otdlora regresa al Suspiro en el colorado del jefe [...] duerme con la mujer de pelo reluciente”, lo cual conduce a Otdlora a su muerte inminente (32). Junto a las conexiones ya establecidas entre el género negro y “El muerto”, hay que sefialar la importancia de la literatura de cowboys 0 la del Western dentro de este género, lo cual tiene mucho que ver con el relato de Borges. Seguin Mempo Giardinelli, la literatura de cowboys “fue una de las que mayor influencia tuvo sobre la novela negra” (“Laberinto”). Mas atin, en suarticulo “El laberinto y el hilo” Giardinelli describe algunos posibles vinculos que existen entre estos dos tipos de produccién cultural: Hoy sabemos que de todos ellos tomé el género negro algunos de los ele- mentos que lo caracterizan: el suspenso, el miedo que provoca ansiedad en el lector, el ritmo narrativo, la intensidad de la accién, el herofsmo in- dividual [...] la lucha del ‘bien’ contra el ‘mal’, /a violencia desatada por la ambicién, el poder, la gloria y el dinero, que son los elementos capaces de torcer el destino de los seres humanos. Todo esto ya estaba, esencial, en la literatura del Far-West. Y en mi opinion la transfusion fue directa: el ritmo, la accion, el herofsmo individual como componentes principales; enseguida el hu- mory ciertos disvalores como la excesiva ambicién por el dinero y la gloria personal y también la vocacién de conquista de poder politico. Y la violencia, dominante en todas las tramas. (énfasis mio) El hecho de que el personaje de Benjamin Otalora demuestra un interés marcado no sélo en el poder y la importancia de la ambicién personal, sino también en ciertos actos violentos para adquirir un estatus nuevo dentro de la sociedad hace hincapié en el paralelismo entre él y cualquier cowboy o héroe del género Western. La cuestién del poder o la ambicién 12 Otro elemento que revela un nivel de deshumanizacién de la mujer es la asociacion fisica con el caballo a través del color del pelo. 153 La novela negra en Borges: una aproximacién nueva a “El muerto” Nora C. Benedcit personal en “El muerto” o en cualquier relato detectivesco en términos mas generales, es algo que merece un tratamiento mas detallado. Durante una entrevista con Jorge Lafforgue, Ricardo Piglia observa que uno de los elementos mas notables de la novela negra es el hecho de que parece muy verosimil. Mas que nada Piglia cree que lo real dentro de la literatura del género negro tiene que ver con “el lugar que tiene el dinero en estos rela- tos” y el rol del poder por extensidn. En la misma entrevista declara que “el crimen, el delito, esta siempre sostenido por el dinero: asesinato, robos, estafas, extorsiones, secuestros, la cadena es siempre econdmica”. Aunque no hay ninguna referencia directa al dinero dentro de “E] muerto”, queda claro que el poder es un aspecto fundamental en la vida tanto de Otalora como de Bandeira por la presencia de otros objetos valiosos como el caba- Ilo y la mujer querida. Otro aspecto de “El muerto” que lo une con la literatura de cowboys o la del Western es el paisaje de la region fronteriza dentro de la cual ocurre la mayor parte de la accién después de que Bandeira invita a Otdlora a “ir al norte” con él y su tropa (29). En términos mas especificos, Otdlora y los troperos de Bandeira van al Suspiro, “una estancia perdida, que esta como en cualquier lugar de la interminable Ilanura. Ni arboles ni un arroyo la alegran, el primer sol y el ultimo la golpean” (31). Sin duda alguna este te- rreno hostil trae a la mente la figura tan importante del gaucho dentro de la literatura latinoamericana decimonénica y también la dicotomia bien conocida entre civilizacién y barbarie.*? Hasta cierto punto se puede ca- racterizar a los personajes de Otdlora y Bandeira como representantes de cada una de las categorias, respectivamente. E] hecho de que Otalora viene del suburbio de Buenos Aires lo muestra en un principio asociado con el mundo civilizado, mientras el hecho de que Bandeira “nacié del otro lado del Cuareim, en Rio Grande do Sul”, que se describe como un lugar Ileno de “selvas populosas, de ciénagas, de inextricables y casi infinitas distan- cias”, lo acerca mas al mundo de la barbarie (29). Ademas de los ecos que este paisaje evoca en relacién con el contraste de civilizacién y barbarie, hay que notar que la desolacién total del pai- saje se prolonga a las acciones de los hombres, que sdlo beben y juegan 13 A modo de ilustracién se puede sefalar las siguientes obras bien conocidas: Do- mingo Faustino Sarmiento, Facundo (1845), Estanislao del Campo, Fausto (1866) y José Hernandez, Martin Fierro (1872, 1879), entre otros. apuestas. Existe cierto tipo de nivelacién del estatus social de cualquier personaje en una regién fronteriza y, por lo tanto, hasta cierto punto la gente que vive alla esta fuera de la ley. Es decir, en vez de reinar las leyes impuestas por un gobierno, parece regir un codigo moral y personal, lo cual resuena con la tradicién épica. De hecho, en una entrevista Borges nota que el género del Western funciona como un reemplazo o sustitucion de la epopeya tradicional a causa de que los gangsters o cowboys que suelen aparecer en este tipo de literatura revelan “a kind of, perhaps, low epic” (“Art” 122). Dentro de “El muerto” se puede vincular a los personajes de Otalora y Bandeira con el gaucho 0 con el cowboy por sus acciones y por el ambiente en el que viven. Por lo tanto, estos dos hombres que encontra- mos en este relato de Borges pueden ser una variedad del héroe épico. Mas atin, hay que subrayar el sentido de la cultura oral como aspecto central del género épico, lo cual aparece a lo largo de “El muerto”, dado que el narra- dor explica al principio que “[i}gnoro los detalles de su aventura; cuando me sean revelados, he de rectificar y ampliar estas paginas. Por ahora, este resumen puede ser util” (27). A la luz de los vinculos presentes entre la novela negra, el género del Western y la tradicion épica, parece ldgica la aparicion de ciertos elementos del género negro, como Ia violencia, los criminales, los matones, el poder y la mujer como posesién, dentro de “El muerto”. Aunque Borges explicitamente declara que a éI no le interesa el género negro por su violencia, y por la falta de razonamiento especulativo de los detectives, pudimos ver que hay en “El muerto” multiples caracte- risticas de este género que también, es cierto, podrian adscribirse al género del Western y a la tradicién épica. Pero mas alld del aspecto resbaladizo y los limites difusos de cualquier categorizacién por géneros, nos pare- ce que, del mismo modo que “La muerte y la brijula” puede verse como una aproximaci6n de Borges al relato policial clasico de intriga, “El muerto” tiene no menos elementos para ser considerado como un ejemplo acaba- do de relato policial negro. Nora C. Benedict University of Virginia 155 La novela negra en Borges: una aproximacién nueva a “E] muerto” Nora C. Benedcit OBRAS CITADAS Alvarez, Nicolas Emilio. “Construccion y desconstruccién en ‘La muerte y la brijula’ de Borges.” Circulo: Revista de Cultura 27 (1998): 147-53 —.“La metaficcionalidad de la historia y del discurso narrativo de ‘El muerto’ de Borges”. Revista Iberoamericana 62.174 (1996): 137-48. Arrington, Melvin S, Jr. “Narrative Authority in Fiction and Film: The Case of Borges’s ‘El muerto’.” Romance Notes 31.2 (1990): 133-39. Asesinos de papel. Ensayos sobre narrativa policial. Eds. Jorge Lafforgue and Jorge B. Rivera. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 1995. Balderston, Daniel. “Fundaciones miticas en ‘La muerte y la brijula. Variaciones Borges 2. (1996): 125-36, Borges, Jorge Luis. “The Art of Fiction XXXIX.” Interview with Ronald Christ. The Paris Review 40 (1967): 116-64. —.Los laberintos policiales y Chesterton”. 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