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Análisis exegético y teológico del salmo

121.

Integrantes: Edgar Javier Palma rodríguez, Julio Abraham cahuich valencia,

Lázaro Otoniel carabeo contreras y Robert magdiel.

Introducción.

En la Biblia encontramos dos grandes corrientes literarias, la prosa y la poesía, la

prosa nos sirve para poder entender la cronología de la que se está hablando, en ella

podemos encontrar historias, sucesos, conceptos etc., todo con el fin de poder informar,

por otro lado la poesía es la manifestación de belleza o del sentimiento estético a través

de la palabra, esto obviamente a través de la escritura hablando de la Biblia, en esta uno

puede escribir tan poco pero decir demasiado, es por eso que la poesía Biblia es tan rica

en sabiduría. Existen libros que son completamente poesía (9) y en prosa (7) 23 libros del

antiguo testamento combinan ambas escrituras, de hecho, en el antiguo testamento más

de la tercera parte está escrito en poesía, dentro de este grupo se e cuentan los salmos.

El libro de los salmos en su mayoría es una composición del rey David,

escribiendo 73 de los 150, dentro de los salmos existen categorías para cada uno de ellos,

ya sea por su naturaleza, su contenido o por la forma en que los judíos lo ocupaban dentro

o fuera de su liturgia. Existen salmos nombrados mizmor, shir, tefillah, tehillah, maskil

etc. Según su categoría, una categoría especial de la cual queremos hablar en esta ocasión

es de los salmos graduales.


Dentro del libro actual que tenemos como salmos existen 15 salmos graduales

desde el 120 hasta el 134, estos son nombrados así por dos razones importantes. La

primera es una tradición judía llamada Misná, esta dice que estos 15 salmos eran

cantados por los viajeros cuando llegaban a la ciudad, ellos cantaban frente a la puerta

que estaba del atrio de las mujeres en dirección al atrio de los hombres, en esa entrada

existían 15 escalones, cada salmo era cantado en un escalón y cuando era terminado

inmediatamente iniciaban el siguiente y subían un escalón, así lo hacían hasta finalizar

con los escalones.

Estos salmos también son llamados salmos de ascenso, ya que mientras un viajero

venia ascendiendo hacia Jerusalén ellos cantaban estos salmos, especialmente el 121, este

se volvió una promesa entre los viajeros por los grandes peligros que encontraban en el

camino, no cabe duda que cuando uno inicia un viaje muchas cosas pueden ocurrir, “Con

frecuencia en viajes, en peligros de ríos, peligros de salteadores, peligros de mis

compatriotas, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto,

peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos” BDLA.

El libro de los salmos tiene mucha relación con el pentateuco o los cinco libros

que escribió Moisés, el actual libro de los salmos que tenemos en nuestras Biblias en

realidad son cinco libros que los judíos tenían, estos cinco libros tienen un fuerte lazo

teológico con los libros de Moisés. Al ser cinco libros de Moisés y cinco libros de los

salmos, cada uno tiene un tema especial a tratar, es de esta forma que el libro de

Deuteronomio está estrechamente vinculado con el último libro de los salmos.

Deuteronomio, conocido también como el segundo libro de la ley por su

significado, fue escrito en el siglo XV a. c. (alrededor del año 1405), para los sacerdotes,
israelitas y extranjeros que decidían integrarse al pueblo de Israel. Existen grandes

temáticas dentro del libro de Deuteronomio como los mandamientos, el pacto, poderosas

acciones de parte de Dios y la transición. En este libro se encuentra la importancia de

guardar la ley, las bendiciones que Dios da al hombre sin merecerlas y las

recomendaciones que Dios brinda para que nos vaya bien.

Tomando parte de la teología del libro de Deuteronomio podemos encontrar la

estrecha relación que existe con los salmos graduales ya que estos brindan una promesa al

viajero.

El salmo 121 se ha considerado el “guardián del viajero”, este pequeño salmo

cuenta con solo 8 versículos y en 6 de estos encontramos la palabra “guardar”, en el

idioma hebreo, no existe una palabra para decir que algo es importante, cuando el escritor

quería resaltar algo por su importancia simplemente repetía la palabra, es por eso que en

el salmo 121 encontramos tantas veces la palabra guardar, el objetivo es dejar en claro al

viajero que Dios es el guardián, es por eso que Dios se presenta en este salmo como “un

guardián”, esa es la teología principal dentro del salmo.

Este salmo fue escrito por el rey David cuando se enteró de la muerte de su gran

amigo el profeta Samuel, después de la muerte de Samuel David mando a mover el arca a

la ciudad de Jerusalén y fue en ese momento que Jerusalén llego a convertirse en el lugar

donde Dios morava. Es por eso que con el paso del tiempo se le dio tan elevada

importancia a Jerusalén.

El salmo 121 no era cantado por una sola persona, es una contestación a un

viajero cansado del camino, su estructura le hace una división natural en tres partes. En el

Podemos encontrar tres grandes bendiciones que Dios brinda al viajero.


La primera es que Dios socorre, cuando en el versículo uno se pregunta “de donde

vendrá mi socorro”, el salmista dice que alza sus ojos a los montes, ¿Por qué hace esto?,

en la antigüedad los paganos colocaban a sus dioses en los montes para darles un aspecto

de elevación o superioridad, estos montes según algunos eruditos son los que se

encuentran alrededor de Jerusalén y en la tierra de palestina, no cabe duda en el

pensamiento, de que el viaje era tan complicado que muchos viajeros se sentían tentados

a buscar socorro en dioses paganos, pero es ahí donde se marca la superioridad de Dios

por el mismo salmista, reconociendo que el socorro no viene de estatuillas si no del

creador de los cielos y la tierra, esto incluye a los mismos montes donde los paganos

colocan a sus dioses falsos. La segunda bendición es que Dios es un apoyo, no permite

que mueras en el desierto el protege hasta tu pie que no caiga ni resbale, él ni siquiera se

duerme, ni se adormece, él cuida de día y de noche, es decir que en todo momento esta

Dios cuidando de todo aquel que decide ascender a Jerusalén. La tercera es que Dios es el

guardián, él está como la sombra en la mano derecha, esperando a tu necesidad, él es

capaz de guardar hasta lo más difícil que es el alma, que mas no puede guardar el señor,

el cuidara de ti desde que sales hasta que entras.

Este salmo es la esperanza de todo viajero que decide ascender a Jerusalén, es el

salmo donde Dios muestra las bendiciones del camino, y son estas las que brinda cuando

uno decide ir ante su presencia, al lugar donde él mora.

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