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LA NUEVA EVANGELIZACION

¿Qué es la nueva evangelización?


Una intuición verdaderamente “profética” , porque atiende a nuestro presente con la
intención de dar una respuesta significativa a los grandes desafíos que tenemos por
delante; y al mismo tiempo, con clarividencia nos obliga a mirar el futuro, para
comprender de qué manera, la Iglesia deberá desempeñar su ministerio en un mundo
sometido a grandes transformaciones culturales que determinan el inicio de una nueva
época de la humanidad. Con este pensamiento profético, el Papa quiere dar
nuevamente fuerza al espíritu misionero de la Iglesia, sobre todo en aquellos lugares
donde la fe pareciera debilitarse por la presión del secularismo. En un momento como
el actual, somos invitados a ser misioneros con la fuerza de la razón. Mostrar que ella y
sus conquistas no se contraponen a los contenidos de la fe, porque la búsqueda de la
verdad es común, y no se puede aislar en uno solo de sus componentes; esto es tal vez
lo que nuestros contemporáneos esperan.
No será inútil, entonces, partir del concepto mismo de “nueva evangelización” , del cual
debemos estudiar el sentido, producir una sistemática comprensión y explicación, sobre
todo en el magisterio de los últimos Pontífices, para que no aparezca como una fórmula
abstracta, y sobre todo para que no se piense que en el pasado reciente la Iglesia se
hubiese apartado de lo que constituye su esencia. El Señor Jesús ha querido su Iglesia
para transmitir de manera viva su Evangelio de generación en generación, sin tener en
cuenta ninguna frontera territorial ni temporal
¿Quién tiene la tarea de evangelizar?

La Iglesia es enviada al mundo para evangelizar a todos los hombres.


Al terminar el Sínodo sobre la evangelización, los obispos participantes decían:
“nosotros queremos afirmar, una vez más, que la tarea de la evangelización de todos
los hombres constituye la misión esencial de toda la Iglesia, misión y tarea que los
cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada vez más urgente.
“Evangelizar, afirma el Beato Pablo VI, constituye la dicha y la vocación propia de la
Iglesia y su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar,
ella prolonga y continúa la misión evangelizadora de Jesús”. Con razón afirmaba el
mismo Papa: “la presentación, el mensaje evangélico, no constituye para la
Iglesia algo de orden facultativo, ya que está de por medio el deber que la incumbe
a la Iglesia por mandato del Señor, con vista a que los hombres crean y se salven”.
Y a continuación añade: “este mensaje es necesario, es único. No admita
indiferencias ni acomodos”.
Queda claro que la evangelización no es algo añadido, algo secundario y facultativo.
El envío de Jesús a evangelizar no va dirigido solo a los apóstoles, sino a todos sus
discípulos que por el bautismo han sido incorporados al cuerpo de Cristo que es la
Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios.
El papa Benedicto XVI, en el último año de su pontificado, en dos discursos subrayó
con firmeza y claridad que también los seglares tienen el derecho y el deber de
evangelizar, anunciar la Buena Noticia de la salvación a todos los hombres, pero no
por una concesión de la jerarquía, sino que tiene su origen, su raíz,
su fundamento en el bautismo y hacía hincapié en que los
seglares noson meros colaboradores de los pastores en la tarea evangelizadora,
sino que son verdaderos corresponsables.
Y el mismo Papa Francisco ha insistido en la misma idea en varias ocasiones, pero
últimamente añadía que esa corresponsabilidad no debiera ser solamente en
la ejecución de los planes pastorales, sino también en el análisis de la realidad, en
el señalar los objetivos y prioridadespara que ellos no sean meros ejecutores.
Hemos visto que la tarea de la evangelización es tarea de todo el pueblo de Dios, de
todos los bautizados y que su derecho y su deber de anunciar la Buena
Nueva arrancan del bautismo.
Es muy necesaria y urgente una verdadera corresponsabilidad en la misión
evangelizadora, respetando los distintos dones y carismas de cada uno.

Aspectos positivos de la nueva forma de evangelizar


Muchas novedades. Estrenamos casi la red, y se plantea como nuevo escenario en el
contexto de Nueva Evangelización. Leyendo el documento de trabajo presentado para
el próximo Sínodo de Obispos sobre “Nueva Evangelización”, descubrimos que a los
escenarios habituales que venían siendo considerados para la Evangelización, se
añade ahora el escenario comunicativo, con un marcado acento colocado en las redes
sociales y el rapidísimo despliegue de internet en la vida de los pueblos, y también de
la Iglesia. Queda así “a la altura” del cultural, el migratorio, el económico, el político, la
investigación científica y tecnológica, citados los cinco por ese orden, detrás del cual se
pone el nuevo escenario comunicativo. Por último, a esta lista, se incorpora
novedosamente el escenario religioso, como una petición hecha en los Lineamenta.
¿Qué quiere decir esto? Que la Iglesia toma conciencia, y así lo expresa, de “un gra
desafío” para ella misma. Se ve por tanto interpelada a crear una “nueva cultura de
evangelización”, llamando a responsabilizarnos de este amplio escenario que está
surgiendo y se extiende por todo el mundo, de modo que deje de ser “un medio” para la
evangelización y se convierta en un “escenario” (entorno, ámbito, lugar) donde propiciar
la Buena Noticia, el encuentro con Cristo.
En su análisis sobre el mismo, podemos reconocer (pensar, rezar y estudiar) tres
grandes cuestiones, que nos invita a mirar y revisar con optimismo, “positivamente y sin
prejuicios”.
¿Qué ha cambiado? Se ha desplazado, si no transformado totalmente, el “lugar” de la
vida pública. La red ha asumido y hecho suyas algunas características que hasta ahora
sólo eran posibles en el marco de las relaciones personales, ha variado el modo de
acceder a las noticias e información (medios de comunicación), ha propiciado cambios
sociales e impulsado transformaciones reales en la realidad (supera así la dicotomía
entre lo virtual frente a lo real, consciente de su mutua implicación y retroalimentación),
ha eliminado fronteras que hasta ahora impedían o dificultaban el trato entre diversas
culturas, grupos y personas.
¿Qué beneficios tiene su uso pastoral? Ante esta pregunta, el documento, a mi
entender, se queda un poco “corto”. Estima que lo que se produce es un “incremento”,
un “aumento” de determinadas conductas. Pero la red trae consigo un impacto mucho
mayor en las relaciones, ante las que convendría mantener una actitud positiva, como
antes reclamaba. Dentro de los beneficios están señalados el acceso a la información,
a un intercambio más enriquecido, nuevas formas de solidaridad, la nueva dimensión
que adquieren determinados valores. Aunque, insisto, creo que el cambio es no sólo
cuantitativo, sino cualitativo. Una nueva forma de relación, una nueva manera de
información, un nuevo modo de crear, de impulsar proyectos, y también de evangelizar.
¿Qué riesgos conlleva? Fiel a la “no condena de internet”, que no tendría sentido en
bruto, sí que se utiliza la palabra “riesgo”, como una constatación de prácticas
desordenadas en su uso: el egocentrismo, el emotivismo, el relativismo, la falta de
silencio y de reflexión, el exceso en la afirmación del propio pensamiento, la reducción
de lo ético y lo político a espectáculo; la cultura de lo efímero e inmediato. Todas las
características señaladas no pertenecen exclusivamente al mundo de internet, pero con
la red se ven tremendamente amplificadas. En este sentido considero que los peligros
señalados son “algo más que peligros”, sin más; se trata de aspectos culturales, sellados
en cierto modo en la red, y ante los cuales convendría dar una respuesta seria, difícil de
proponer.
Ante estas cuestiones, el documento remarca la necesidad de un “discernimiento atento
y compartido”. Como todo instrumento, se trata de un medio puesto al servicio de un fin,
que requiere igualmente orden y sentido, clara intención. Y que además tiene un alto
componente personal, de personas para personas. Sea como fuere, en la red se puede
encontrar el camino a la salvación, se puede proponer la Buena Noticia y evangelizar,
se puede trabar contacto y relación cristiana, se puede colaborar en proyectos de iglesia
a todo nivel, se puede hacer tanto y tan importante que conviene discernir
adecuadamente con criterios cristianos, de iglesia y de actualidad, cómo debe ser
nuestra presencia en la red. Urgemente necesitamos “posicionar” en la red “el
patrimonio educativo y sabiduría de la tradición cristiana”.
RETOS Y DESFAIOS DE LA NUEVA EVANGELIZACION
En el mundo postmoderno, han aparecido unos fenómenos que han provocado una
crisis entre la fe y la vida, entre la ciencia y la religión, entre el desarrollo y la
espiritualidad; fenómenos que se convierten en retos y desafíos para la Iglesia, y que el
Papa San Juan XXIII, ha querido buscar un antídoto para darle solución a estos
obstáculos, por medio de un Aggiornamento, una puesta al día de la evangelización y
que el Papa San Juan Pablo II, lo ha denominado la nueva evangelización, que con sus
métodos, ardor y expresiones, hacen que la Iglesia pueda entrar en diálogo; ellos son:
globalización, la secularización, el capitalismo, la nomofobia, la cibercultura, el
relativismo, el pluralismo, el homo numericus, las mass media y la ciencia. La Iglesia a
través de la sagrada escritura, la tradición y su magisterio, ha encontrado unos
conceptos teológicos como bases para fundamentar estos desafíos y abrir un diálogo
entre estos fenómenos del mundo postmoderno. Estos principios son: la fe, el ...
1. Derrumbe de una estructura sociocultural.
El paso de una sociedad agrícola a una sociedad urbana está suponiendo el cambio de
una mentalidad cristiana tradicional a una mentalidad laica y pragmática. En efecto, en
la sociedad agrícola todo ayudaba al cristiano a vivir su propia fe religiosa: el ambiente
familiar y social, las tradiciones, la religiosidad, los valores, todo llevaba el sello cristiano.
En la sociedad urbana predomina la lucha por mejorar el propio nivel económico, el
dinero y el tener se convierte en el primer valor, la sed de disfrute inmediato arrastra
inconteniblemente. La ciudad, con sus ritmos de trabajo y de ocio, con su oferta de
bienestar, con el bombardeo de los mass media va creando en el hombre una actitud
pragmática, racionalista, hedonista y subjetivista.
2. Derrumbe de una estructura moral:
De una visión moral unitaria, inspirada en los valores evangélicos estamos pasando a
una visión pluralista, subjetivista, relativista, inspirada en una nueva escala de
«valores»: el dinero, el tener, la libertad desgajada de la verdad; y por nuevos modelos
de vida: el éxito, el culto al cuerpo, el disfrute inmediato. Es decir, una moral guiada por
«consensos mayoritarios» y hecha a la medida de cada cual.

3. Derrumbe de una estructura religiosa y eclesial:


El paso de un ambiente cristiano único y unitario a un «pluralismo religioso» con una
miríada de ofertas religiosas. El hombre de hoy de México y de América se encuentra
ante una suerte de «supermercado religioso», en el que aplica el expeditivo «método»
del «sírvase Ud. mismo», terminando por construirse un credo religioso a su gusto y
medida al estilo de la «New age». Causa y efecto a la vez es la crónica ignorancia
religiosa de nuestro pueblo, el constante debilitamiento en su fe católica, los nuevos
«mentores o maestros de su fe» ya no son el párroco, los padres de familia, los maestros
de la escuela, la Iglesia, sino los mass media, los intelectuales del momento, la gente
del espectáculo y del deporte, el partido, los políticos y los legisladores. Por otro lado, la
escuela, el deporte, la TV, el trabajo, la discoteca ya no dejan espacio para ir a la
parroquia y para profundizar en el conocimiento y vivencia de su fe cristiana.

Poco a poco nos encaminamos hacia un tipo de hombre cristiano que acepta
pacíficamente el divorcio entre su vida real, privada, familiar y profesional, y su fe
cristiana. El hombre actual, religiosamente hablando, está a la intemperie; ya no lo
arropa un clima de cultura cristiana. Está expuesto al bombardeo cruzado de múltiples
propuestas de confesiones religiosas, substitutos y lenitivos de su conciencia. Nunca
como hoy proliferan y se multiplican las sectas o las religiones tradicionales no
cristianas; nunca como hoy ha sido tan intenso el proselitismo de las confesiones
cristianas no católicas.

Ante este terremoto cultural, moral y religioso, nos preguntamos desde la


responsabilidad del Evangelio de Jesucristo que hemos de anunciar: ¿qué debemos
hacer? La respuestas la organizamos en tres grandes desafíos: frente al debilitamiento
de la fe católica, el desafío de la nueva evangelización; frente a la persistente pobreza
y a situaciones de injusticias en América, el desafío de la justicia y a solidaridad; frente
a una cultura secularista y a un humanismo inmanentista, el desafío de una cultura
cristiana.

I. Frente al debilitamiento de la fe católica, EL DESAFÍO DE LA NUEVA


EVANGELIZACIÓN.
De estos 98.000 católicos, solamente el 10% se declaraba practicante - es decir, iba a
misa los domingos, se acercaba a los sacramentos de modo regular, vivía según los
valores del Evangelio -. El resto, es decir, el 90% de los bautizados, no practicaba su
religión católica.

II. Frente a la persistencia de la pobreza y de situaciones de injusticia en América, el


RETO DE LA JUSTICIA Y LA SOLIDARIDAD
, además de la nueva evangelización, el «hacer frente a los problemas que se refieren
a la justicia y a la solidaridad entre las naciones de América»
De aquí deducimos un dato chocante: la tremenda desigualdad económica entre el
Norte rico y el Sur pobre en un continente de mayoría cristiana. Y un juicio ético: esta
desigualdad es contra el designio de Dios. Entre los temas que al respecto tocaron los
padres sinodales, están la pobreza y el amor preferencial por los pobres, la
globalización, la deuda externa, la anticultura de la muerte, la corrupción pública, el
narcotráfico y los migrantes, la Doctrina Social de la Iglesia como fuente de inspiración
para responder a estos problemas. Aludimos brevemente a cada problema, y sobre
todo, nos fijamos en cómo actuar la nueva evangelización a cada uno de estos campos.
III. Frente a un humanismo inmanente y una cultura secularista, el DESAFÍO DE UNA
CULTURA CRISTIANA.
El caso de México es emblemático: un pueblo de absoluta mayoría católica, dirigido
desde hace siglo y medio por una minoría de políticos e intelectuales anticatólicos,
bombardeado por unos medios de información secularistas que proponen valores y
modelos de vida no evangélicos. Afirmar la fe católica en los más jóvenes

ROL DE MARÍA COMO EJEMPLO DE EVANGELIZACION


María es llamada “ Estrella de la evangelización” . Ella es nuestro modelo y guía, la
primera evangelizadora de la historia. Cuando el ángel le anunció que Dios la había
escogido para ser la Madre de su Hijo, Ella no pudo contenerse y partió donde su prima.
Quería ayudarle. Pero también quería compartir con Isabel la alegría del Evangelio.
Quería comunicarle la Buena Nueva de que el Mesías, esperado durante siglos, había
llegado. Su canto de alabanza, el Magnificat, constituye el primer anuncio del Evangelio
de Jesús mediante la voz humana. María se ha convertido en la primera evangelizadora
de la Iglesia.

TODA EVANGELIZACIÓN ES SIEMPRE PRECEDIDA POR LA INTERVENCIÓN


MATERNA DE MARÍA
- Quien como Ella puede revelar a Jesús?
- No fue en sus manos que el mundo, pastores (Israel) y reyes magos (paganos)
encontraron a Jesús?
- No es Ella quien presenta a Cristo al mundo?
- No es Ella quien como Maestra y testigo singular revela a la Iglesia naciente los
misterios de Cristo?
Para evangelizar hay que primero ser testigo de la vida de Cristo: Testigo singular del
misterio de Jesús (MR,26) "Ella, que vivió de manera perfecta la condición de discípula
del Señor impulsa a los cristianos a avanzar por el camino de una vida evangélica
ferviente" (JPII, 16 dic 1997)
Evangelizar es anunciar a Jesucristo, salvador del hombre. En ello estriba la razón de
ser de la Iglesia. Pero en el anuncio de Jesucristo, María ocupa un lugar insustituible.
Ella está presente en las tres fases de la historia de la salvación: antes de Cristo, en el
tiempo de Cristo y en el tiempo de la Iglesia. María desempeña un papel activo en el
paso de cada etapa a la otra, y en el paso de la Iglesia al encuentro de cada generación
y momento histórico.
Es necesario entender la importancia del testimonio de vida, antes que de las palabras.
Solo los testigos son creíbles, solo los que testifican con su vida, pueden tocar el
corazón, y la mente confundida y desorientada. Pablo VI nos dijo: el hombre moderno
escucha mas a quien testifica con su vida que al que enseña con palabras, y se llegase
a escuchar a maestros, sería solo si son testigos. Es por ello que la figura de la Virgen
María ilumina la misión evangelizadora. Ella es evangelizadora porque es evangelio
vivido, modelo real que el evangelizador puede presentar al hombre al que propone la
palabra salvadora como la más alta realización del mensaje cristiano.
Tanto para conocer mas profundamente a Cristo, como para darle a conocer, la Iglesia
debe tornar a la Santísima Virgen, a aquella que le conoce en perfección ya que lo llevo
en su propio seno, pero también, ella es la que lo puede mejor revelar al mundo, ya que
a través de Ella, Cristo, el Salvador vino al mundo. La Iglesia, nosotros, debemos mas
que nunca, si queremos conocer a Cristo, entrar en el corazón de la Stma. Virgen y
encontrar a Cristo allí, y darlo con el mismo amor, entrega, celo y certeza con que Ella
nos lo ha dado.
María es el camino de la salvación, de la gracia y la santificación.
Para cumplir su misión, María ha sido privilegiadamente redimida, bendecida y
santificada. María es Madre de Cristo evangelizador. María es Madre de la
Evangelización.
María misma nos evangeliza y nos atrae hacia Cristo, hacia la conversión, hacia la
gracia, hacia la santidad, con el testimonio de su vida y con su palabra. Ella,
evangelizadora nos sigue predicando: “Haced los que Él os diga” (Cf. Jo. 5).
María, Madre de la Evangelización (Lc. 1, 26-38).
En María, se cumple el Protoevangelio (Gen. 3, 15). María es Madre de Cristo, el
Evangelizador, contenido centra y finalidad de la Evangelización. Por lo tanto, María es
Madre de la Evangelización.
María es la humilde esclava al servicio de Cristo y, por lo tanto, al servicio de la
evangelización.
María sigue estando maternalmente al servicio de la Iglesia que evangeliza dando a
conocer a Cristo, ofreciendo su amor y ejemplo. Impresiona observar el lugar destacado
que María ocupa y como se hace presente en la obra evangelizadora de la Iglesia.
El evangelizador participa de la misión evangelizadora de Cristo por mandato de la
Iglesia y tiene en María el Modelo del servicio que ha de prestar a la Evangelización.
María, Madre de la Evangelización: Que no falten en tu Iglesia hombres y mujeres que
participan de la misión evangelizadora de tu hijo y nos ofrezcan el conocimiento, el amor
y los deseos de imitar a tu Hijo, siguiendo tu ejemplo.

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