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Este texto se hace con el fin de reflexionar acerca del error que se comete en el ámbito de la
administración y las ciencia sociales sobre las necesidades y los deseos, además de confundir su
epistemología también se cree fervientemente que la satisfacción de las necesidades del ser
humano es lo único que lo motiva dentro de la organización.
Los autores muestran como debido a las primeras teorías acerca de las relaciones humanas y las
necesidades de los trabajadores dentro de la compañía se ha llegado a confundir estos términos;
pero sobre todo porque estas han sido tomadas como las máximas guías acerca de estos temas
sin tener en cuenta que son más un fundamento teórico que una realidad organizacional
contemporánea.
Ideas secundarias
El deseos, diferente a la necesidad: los autores hacen uso de esta diferenciación para hacer notar
que lo que se necesita para entender al ser humano dentro de la organización no son más teorías
sobre las condiciones de la empresa y como mejorarlas para motivar al trabajador, sino más
bien, lo que se requiere es comprender al ser humano desde otro punto de vista, a través de la
diferenciación entre el deseo y a necesidad, para distinguir que es lo que realmente mueve a
una persona.
La necesidad es innata a nosotros, se satisface o perece, esta tiene que ver con nuestro
organismo y como funciona; por otro lado el deseo no es necesario satisfacerlo de inmediato,
está relacionado con algo que se quiere ganar; esto no se ve a simple vista pero son parte y
hacen peso en nuestra vida; la satisfacción de estos deseos son lo que realmente mueve al ser
humano ya que estas aspiraciones que no son satisfechas hacen que se tomen medidas
constantes para lograr su complacencias absoluta.
conclusión
Según los autores la gestión humana va mas allá de como las personas se involucran dentro de
una empresa o las condiciones que estas propician para la satisfacción de una necesidad, sino
que esta disciplina debe enfocarse en comprender al ser humano a través de su realidad y como
la satisfacción de los deseos le dan un sentido dentro de la organización.
Aspectos importantes
La gestión humana se ha vuelto muy metódica incluso en la manera como había sido impartida
en la universidad; y esto es precisamente lo que recalcan los autores como el proceso de la
gestión humana debe alejarse un poco de las teorías que le dieron origen y dejar de mirar al ser
humano como un mamífero que solo busca la satisfacción de sus necesidades primarias; en
cambio se debe ver al individuo como alguien que se motiva a través de sus deseos y que el
reconocimiento de estos puede aportar mucho al crecimiento personal y por ende a la
organización.
El texto me invita a ahondar de una manera más profunda en los estudios de Maslow y de toda
esta escuela para comprender de qué manera inicio todo esto del estudio del ser humano visto
como persona y no como una simple extensión de la maquina además, este texto me aporto la
idea de salida para todo el curso; si se conoce lo que nuestro colaborador desea siempre se va
a mantener motivado y la empresa se beneficiara.
Son varios los conceptos contradictorios que hacen parte de la vida de un ser humano, bondad,
maldad, orden, desorden, cosmos y caos. Entender que el ser humano está constituido por
elementos de bondad y maldad simultáneamente se hace imprescindible para la comprensión
de esté y su quizás entendimiento.
Generalmente se asocia a que el estado de perfección y orden es el estado natural del ser
humano, sin embargo esto no es así, lo anterior es una simple ilusión causada por la opresión
que la sociedad, con términos como cultura imponen al ser humano para la correcta convivencia
en colectividad. El ser humano es por naturaleza egoísta, pero debido a la necesidad de la
civilización para la supervivencia, esta característica innata debe de ser reprimida, es por ello
que hablamos de que el ser humano es una colección de caos, es decir, desorden, y que lo que
impone de manera rigurosa el orden es la cultura. La armonía constante no se ha logrado en
ningún grupo social humano, para el ser humano el orden y el desorden, es decir, los elementos
contradictorios entre si son imposibles de eliminar de su comportamiento. Lo anterior hace
entendible el hecho de que para que existan términos de bien, alegría u orden, se hace necesario
la existencia de conceptos de maldad, tristeza y desorden, es decir su respectivo opuesto.
Entender lo anterior nos permite comprender que el ser humano en convivencia con otros no
está expresando su naturalidad innata, aquellos comportamientos que no son socialmente
aceptados, y quizás esto permita un mejor análisis de las actitudes humanas dentro de las
organizaciones, comprender que el caos se hace imprescindible en cualquier cultura, inclusive
en las organizacionales.