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Etapas del desarrollo psicosocial de Erikson

Cada una de las ocho etapas descritas por Erikson en su teoría del
desarrollo psicosocial se basa en las etapas anteriores, de modo que
facilita el camino para los siguientes períodos de desarrollo. Así, podemos
hablar de un modelo que señala de alguna manera un hilo conductor
vital.ç

Erikson propuso que las personas experimentan en cada etapa un


conflicto que sirve como punto de inflexión en el desarrollo, como un
estímulo para la evolución. Estos conflictos se centran en desarrollar una
cualidad psicológica o no desarrollar esa cualidad. Durante la etapa,
el potencial de crecimiento personal es alto, pero el potencial de
fracaso también lo es.
Así, si las personas se enfrentan con éxito al conflicto superan esta
etapa con fortalezas psicológicas que les servirán para el resto de
sus vidas. Pero si, por el contrario, no logran superar con eficacia estos
conflictos, es posible que no desarrollen las habilidades esenciales
necesarias para encarar con acierto los retos de las siguientes etapas.
Erikson también planteó que un sentido de competencia motiva
comportamientos y acciones. De este modo, cada etapa de la teoría
del desarrollo psicosocial de Erikson se refiere a volverse competente en
un área de la vida. Por lo tanto, si la etapa se maneja bien, la persona
tendrá una sensación de dominio, pero si la etapa se maneja mal, la
persona se quedará con un sentido de insuficiencia en ese aspecto del
desarrollo.
Etapa 1. Confianza vs Desconfianza (0-18 meses)
En la primera etapa de las etapas de desarrollo psicosocial de Erikson, los
niños aprenden a confiar -o no confiar- en los demás. La confianza tiene
mucho que ver con el apego, la gestión de relaciones y la medida en
la que el pequeño espere que los demás cubran sus
necesidades. Debido a que un bebé es totalmente dependiente, el
desarrollo de la confianza se basa en la confiabilidad y la calidad de los
cuidadores del niño, especialmente con su madre.
Si los padres exponen al niño a una relación de afecto en la que prime
la confianza, es probable que el pequeño también adopte esta
postura frente al mundo. Si los padres no brindan un entorno seguro y no
satisfacen las necesidades básicas del niño, este probablemente
aprenderá a no esperar nada de los demás. El desarrollo de la
desconfianza puede llevar a sentimientos de frustración, sospecha o
insensibilidad por lo que ocurre en un entorno del que esperan poco o nada.
Etapa 2. Autonomía Vs Vergüenza y duda (18 meses-3 años)
En la segunda etapa de las etapas de desarrollo psicosocial de
Erikson, los niños adquieren cierto grado de control sobre su cuerpo,
lo que a su vez hace que su autonomía crezca. Al poder completar
tareas por sí mismos con éxito, obtienen un sentido de independencia y
autonomía. Así, al permitir que los niños tomen decisiones y ganen en
control, los padres y cuidadores pueden ayudar a los niños a desarrollar
un sentido de autonomía.
Los niños que completan esta etapa con éxito suelen contar con una
autoestima sana y fuerte, mientras que los que no lo hacen suelen
quedarse con una sensación de caminar sobre un suelo demasiado
inestable: ellos mismos (su propio soporte). Erikson creía que lograr un
equilibrio entre autonomía, vergüenza y duda llevaría a la voluntad, que
es la creencia de que los niños pueden actuar con intención, dentro de la
razón y los límites.
Etapa 3. Iniciativa Vs Culpa (3-5 años)
En la tercera etapa planteada por Erikson, los niños comienzan a
afianzar su poder y control sobre el mundo a través del juego, marco
de un valor incalculable para las interacciones sociales. Cuando
logran un equilibrio ideal de iniciativa individual y la voluntad de trabajar
con otros, surge la cualidad del ego conocida como propósito.
Los niños que tienen éxito en esta etapa se sienten capaces y
confiados para guiar a otros. Aquellos que no logran adquirir estas
habilidades es probable que se queden con un sentimiento de culpa,
dudas y falta de iniciativa.
La culpa es buena en el sentido de que demuestra la capacidad de
los niños para reconocer cuando han hecho algo mal. Sin embargo, la
culpa excesiva e inmerecida puede hacer que el niño descarte desafíos
por no sentirse capaz de afrontarlos: el sentimiento de culpa no deja de
ser uno de los nutrientes más ricos del miedo.

Etapa 4. Laboriosidad Vs Inferioridad (5-13 años)


Los niños comienzan a realizar tareas más complicadas; por otro lado, su
cerebro alcanza un grado de madurez alto, lo que les permite
empezar a manejar abstracciones. También pueden reconocer sus
habilidades, así como las habilidades de sus compañeros. De hecho, los
niños a menudo insistirán en que se les den tareas más desafiantes y
exigentes. Cuando logran estas tareas, esperan obtener
un reconocimiento asociado.
El éxito en la búsqueda de un equilibrio en esta etapa del desarrollo
psicosocial nos lleva a hablar de competencia: los niños desarrollan
una confianza en sus habilidades para manejar las tareas que se les
presentan. Otro logro importante es que empiezan a calibrar de manera
más realista aquellos desafíos que están preparados para afrontar y
aquellos que no.
Si los niños que no pueden desempeñarse tan bien como desean, a
menudo aparece el sentimiento de inferioridad. Si este eco de
inferioridad no se aborda adecuadamente y el niño no recibe una ayuda
para la gestión emocional de sus fracasos, puede optar por descartar
cualquier tarea que sea difícil por miedo a volver a vivir esa sensación. De
aquí que sea tan importante considerar el esfuerzo del niño a la hora de
valorar una tarea, separándolo del resultado objetivo.
Etapa 5. Identidad vs Difusión de Identidad(13-21 años)
En esta etapa de las etapas de Erikson, los niños se convierten en
adolescentes. Encuentran su identidad sexual y empiezan
diseñar una imagen de esa persona futura a la que quieren
parecerse. A medida que crecen, intentan encontrar sus propósitos y
roles en la sociedad, así como solidificar su identidad única.
En esta etapa los jóvenes también deben tratar de discernir qué
actividades son adecuadas para su edad y cuáles se consideran
‘infantiles’. Deben encontrar un compromiso entre lo que ellos esperan
de sí mismos y lo que su entorno espera de ellos. Para Erikson completar
esta etapa con éxito supone terminar de edificar una base sólida y
saludable para la vida adulta.
Etapa 6. Intimidad Vs Aislamiento (21-39 años)
En esta etapa del desarrollo psicosocial de Erikson, los adolescentes se
convierten en adultos jóvenes. Al comienzo, la confusión entre
identidad y rol está llegando a su fin. En los adultos jóvenes todavía
suele ser una prioridad importante la de responder a los deseos del
entorno y de esta manera «encajar». Sin embargo, también es una
etapa en la que se empiezan a trazar determinadas líneas rojas de
manera autónoma: aspectos que la persona no estará dispuesta a
sacrificar por contentar a alguien.

Es verdad que esto también se da en la adolescencia, pero ahora lo que


cambia es el sentido. Lo que se defiende deja de ser en buena mediad
reactivo para pasar a ser reactivo. Hablamos de iniciativa.

Una vez que las personas han establecido sus identidades, están listas
para hacer compromisos a largo plazo con los demás. Se vuelven
capaces de formar relaciones íntimas y recíprocas, y
voluntariamente hacen los sacrificios y compromisos que tales
relaciones requieren. Si las personas no pueden formar estas relaciones
íntimas, puede aparecer una sensación de aislamiento no deseada,
despertando sentimientos de oscuridad y angustia.
Si durante esta etapa las personas no encuentran un compañero, es
posible que se sientan aisladas o solas. El aislamiento puede crear
inseguridades y un sentimiento de inferioridad, ya que las personas
pueden pensar que hay algo malo en ellas. Pueden creer que no son lo
suficientemente buenos para otras personas, y esto puede llevar a
tendencias autodestructivas.
Etapa 7. Generatividad Vs Estancamiento (40-65 años)
Durante la edad adulta, continuamos construyendo nuestras vidas,
enfocándonos en nuestra carrera y nuestra familia. Generatividad
significa cuidar a las personas más allá de sus seres queridos
directos. A medida que las personas ingresan a la era de ‘mediana edad’
de sus vidas, el alcance de su visión se extiende desde su entorno
directo, que incluye a ellos mismos y a su familia, a una imagen más
amplia y completa que engloba a la sociedad y su legado.
En esta etapa, las personas reconocen que la vida no se trata solo de
ellos mismos. A través de sus acciones, esperan hacer contribuciones
que se conviertan en legado. Cuando alguien logra este objetivo, recibe
una sensación de logro. Sin embargo, si no siente que ha contribuido al
panorama general, entonces puede pensar que no ha hecho o no está
capacitado para hacer nada significativo.
La generatividad no es necesaria para que los adultos vivan. Sin
embargo, la falta de ella puede robar a una persona un mayor sentido de
logro.

Etapa 8. Integridad del ego vs Desesperación (65 años en adelante)


En la última etapa de las etapas propuestas por Erikson, las personas
pueden elegir la desesperación o la integridad. Pensemos que el
envejecimiento es en buena medida una acumulación de pérdidas que
demandan compensaciones. Por otro lado, aparece la sensación de que
se ha dejado más tiempo atrás del que queda por delante.
De esta mirada al pasado puede nacer la desesperación y la nostalgia
en forma de niebla o, por el contrario, la sensación de que la huellas
dejadas, lo compartido y lo logrado, ha merecido la pena. Una mirada
u otra marcará de alguna manera lo que la persona espere del futuro y del
presente.
Las personas que alcanzan una visión íntegra de sus vidas no tienen
problemas a la hora de reconciliarse con aquella persona del pasado que
quizás en algún momento no supo estar a la altura. Reafirman el valor de
su existencia y reconocen su importancia, no solo para ellos mismos, sino
también para otras personas.
Comentarios finales
Una de las fortalezas de la teoría psicosocial es que proporciona un
marco amplio desde el cual ver el desarrollo a lo largo de toda la
vida. También nos permite enfatizar la naturaleza social de los seres
humanos y la importante influencia que tienen las relaciones sociales en
el desarrollo.
Sin embargo, la teoría del desarrollo psicosocial de Erikson puede
ser cuestionada sobre si sus etapas deben considerarse como
secuenciales, y solo ocurren dentro de los rangos de edad que sugiere.
Existe un debate sobre si las personas solo intentan definir su identidad
durante los años de la adolescencia o si una etapa no puede empezar
hasta haber cerrado completamente la anterior.
Una importante debilidad de la teoría del desarrollo psicosocial de
Erikson es que los mecanismos exactos para resolver conflictos y
pasar de una etapa a la siguiente no están bien descritos o
desarrollados. En este sentido, la teoría no detalla exactamente qué tipo
de experiencias son necesarias en cada etapa para resolver con éxito los
conflictos y pasar a la siguiente etapa.
Según Jean Piaget, estas son las 4 etapas del
desarrollo cognitivo
Los aportes del célebre científico suizo fueron muchos, pero uno de
los más relevantes se centra en el desarrollo cognitivo como una
construcción continua del ser humano.
Escrito por: Camila Londoño
agosto 9, 2019

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Los aportes de Jean Piaget al estudio de la infancia, además de su teoría


constructivista del desarrollo de la inteligencia, lo posicionaron como una de las
figuras más importantes en el mundo de la teoría pedagógica. Uno de sus
principales estudios fue el de la Teoría Cognoscitiva a partir de la cual planteó
que el desarrollo cognitivo, es una construcción continua del ser humano,
marcada por varias etapas, necesidades y acciones. Piaget divide esas etapas en
periodos de tiempo y define el momento y el tipo de habilidad intelectual que un
niño desarrolla según la fase cognitiva en la que se encuentra. Estas etapas son: la
sensoriomotriz (0 a 2 años), la preoperacional (2 a 7 años), la etapa de
operaciones concretas (7 a 12 años) y la de operaciones formales (12 años en
adelante). En términos más sencillos, lo que planteó Piaget es que tal como lo
hace el cuerpo, en los primeros años de vida, nuestras capacidades mentales
también evolucionan en fases que son cualitativamente diferentes entre sí. Es
clave entender que estas etapas de desarrollo, para Piaget, no son acumulativas,
sino que cada una de éstas va reconfigurando la siguiente, lo que permite una
expansión hacia varios ámbitos del conocimiento. A continuación, hacemos una
breve explicación de cada una de ellas:

1. Etapa sensiomotriz (0 a 2 años)


Esta es la primera en el desarrollo cognitivo y según Piaget, ocurre entre el
momento del nacimiento y la aparición de un lenguaje que se articula en frases
simples. Esta etapa se define por la interacción física con el entorno. El
desarrollo cognitivo, en este momento, se articula a través de un juego que es
experimental y que se puede asociar también a ciertas experiencias que surgen de
la interacción con personas, objetos o animales. En esta etapa, según el
psicólogo, los bebés están en una etapa sensorio-motora y juegan para satisfacer
sus necesidades mediante transacciones entre ellos mismos y el entorno, hecho
que se relaciona con lo que él llamó un “comportamiento egocéntrico”, es decir,
aquel que está centrado en sí mismo y no en la perspectiva del otro. Piaget dice
que el comportamiento o lenguaje egocéntrico aparece como una expresión de la
función simbólica que acaba de adquirir el niño.

2. Etapa preoperacional (2 a 7 años)


En esta etapa, los niños empiezan a ganar la capacidad de ponerse en el lugar de
los demás y por esta razón, son capaces de actuar y hacer juegos de rol. A pesar
de este cambio, el egocentrismo sigue de alguna manera presente y por esto, hay
dificultades a la hora de acceder a pensamiento o reflexiones más abstractas. En
esta etapa, los niños aún no puede realizar operaciones mentales complejas, tal
como lo hace un adulto, por eso, Piaget también habla de lo que se conoce como
“pensamiento mágico” que surge de asociaciones simples y arbitrarias que el
niño hace cuando intenta entender cómo funciona el mundo.

3. Etapa de operaciones concretas (7 a 12 años)


En esta etapa, los niños empiezan a usar la lógica para llegar a conclusiones
válidas, pero para lograrlo necesitan situaciones concretas y no abstractas.
También pueden categorizar aspectos de la realidad de una forma mucho más
compleja. Otro punto esencial es que el pensamiento deja de ser tan egocéntrico.
Una señal clara de esta etapa es cuando los niños pueden darse cuenta, por
ejemplo, de que la cantidad de líquido en un recipiente no depende de la forma
que adquiere, pues éste conserva su volumen.

4. Etapa de operaciones formales (desde los 12 años


hasta la vida adulta)
En este período los niños ganan la capacidad para utilizar una lógica que les
permite llegar a conclusiones abstractas que no están ligadas a casos concretos.
En otras palabras, a partir de este momento, pueden “pensar sobre pensar”, y eso
quiere decir que pueden analizar y manipular deliberadamente esquemas de
pensamiento. También pueden utilizar el razonamiento hipotético deductivo.

Aunque se habla de edades en las etapas de desarrollo de Piaget, no hay límites


fijos y estas edades sirven como referencia de las fases de transición entre una
etapa y otra. Por eso, para Piaget es posible encontrar casos de desarrollo
diferentes, en los cuales los niños tardan en pasar a la siguiente fase o llegan
temprano a éstas.

Su teoría es mucho más compleja y se extiende más allá de la síntesis de sus


cuatro etapas, pero lo más importante es entender que su trabajo ha sido una
pieza fundacional de la Psicología del Desarrollo y sin duda ha tenido una gran
influencia, especialmente en psicólogos y pedagogos. En la actualidad, el trabajo
del científico suizo ha servido como base para impulsar investigaciones más
actualizadas sobre la forma como los niños crecen, se desarrollan y aprenden, y
esto da cuenta del impacto de su aporte al entendimiento del desarrollo cognitivo
infantil.

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