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Ibsen en contra de Noruega

Henrik Ibsen escritor noruego (1828-1906) fue autor de la obra “Casa de


muñecas” que fue publicada en 1879, en la cual representa uno de los indicios
más significativos en la historia donde se proponía la equidad de género. Ibsen
representa varios hechos machistas que sucedían en su época a través de sus
grandes obras, asimismo la obra “Casa de muñecas” demuestra la
disconformidad que Ibsen tenía en contra de la sociedad no feminista que se
desarrollaba a su alrededor. Este relato propio del autor muestra una serie de
sucesos que giran en torno a Nora “la protagonista”. Esta obra a pesar de tener
varios personajes infaltables en el relato tiene un personaje secundario que
será imprescindible en el texto para el origen y desarrollo del problema que
abrirá los ojos a Nora, quién es Krogstad.

En el mismo siglo XIX fueron escritas: “The prince and the pauper” y “Moby Dick”,
donde coincidentemente el protagonista era hombre siendo así “adecuadas”
para la sociedad, en cambio “Casa de muñecas” marcaba la diferencia y dejó de
lado el ideal protagonista varón por una mujer, hecho que fue fuertemente
criticado por la sociedad noruega, y una vez más los rasgos machistas estuvieron
presentes.

“Casa de muñecas” en su época se muestra heterodoxa ante la sociedad pues


claramente mostraba los ideales que tenía Ibsen, él no aceptaba la realidad y el
papel que se le otorgaba a la mujer en aquella época, y efectivamente no dejó
de demostrarlo ante el exterior. Dicha obra narra la historia de Nora que tenía
como esposo a Torvaldo pero a raíz del tiempo ella se da cuenta que lo vivido
con su cónyuge era una mentira y solo había sido la muñeca del marido, hasta
que aparece Krogstad con un aparente secreto suyo.

No se sabe el propósito por el cual Ibsen escribió “Casa de muñecas” aparte de


expresar sus ideas, pero la obra repercutió con gran magnitud en las mujeres de
noruega, que se vieron identificadas con Nora y que tal vez admiraban a Cristina
o la señora Linde, pues en ciertos fragmentos de la obra se aprecia como ella
habla sobre la muerte de su esposo, razón de más para que ella lleve a cabo su
independencia, manteniendo así sola a su familia sin la ayuda de un hombre,
demostrando que una mujer con o sin marido podía estar sola e incluso sobrevivir
plenamente con una buena calidad de vida. No obstante hay ciertos aspectos de
la señora Linde que podrían ser desagradables para el género opuesto. En
aquellos tiempos Cristina pasó de ser solamente un personaje secundario en
una heroína para las mujeres de Noruega, dado que aparentemente tomó
medidas y decisiones aventuradas, pero que significaron esperanzas para la
mujer de aquella época.

Y como presencia imprescindible está Krogstad (antagonista), quien amenaza a


Nora de contarle a Torvaldo sobre el préstamo que ella había realizado y también
sobre la firma falsificada que antes había efectuado Nora, con el fin de salvar la
vida a Torvaldo, dejando las leyes y estereotipos de lado para mantener a su
esposo con vida.

Es cierto que desde el principio de la obra el supuesto villano es Krogstad, pero


a lo largo del relato va demostrando actitudes que pocos hombres tenían en
Noruega como el hecho de haber dejado sin importancia al qué dirán de la
sociedad, además de ser el infaltable detonante que dio origen al desarrollo de
“Casa de muñecas”, pues es inevitable no mencionar que gracias a él Nora pudo
darse cuenta de la mentira en la que había estado sumergida durante varios
años, además es comprensible el chantaje que cometió él contra Nora pues no
lo hizo sin motivos ni razones, sino lo hizo para recuperar un trabajo que le era
muy necesario para poder sostener a sus hijos, este personaje mostró una
actitud egoísta pero que pronto cambiaría por amor, pues es claro que era
extraño que algún hombre en Noruega se case con una mujer por amor, no
obstante Krogstad era uno de ellos pues a diferencia de Torvaldo, él si amaba a
Cristina y dejó de lado el resentimiento que ella había dejado en él al casarse
con otro hombre por dinero.

Esos sucesos demuestran a Krogstad, como un personaje que representaba a


cierta parte de machistas en la sociedad, que decidieron cambiar y empezaron
a darle el adecuado lugar que siempre le correspondió a las mujeres, así como
también ellos representan a la masa de no machistas que ya no querían más
una desigualdad, por lo tanto Krogstad no quería a la señora Linde como una
muñeca sino la quería como mujer y esposa, porque así como era, a él le
gustaba. Torvaldo (esposo de Nora), parecía un hombre ético con principios y
valores aunque reservado lo cual le hacía parecer admirable, debido a que
comienzos de “Casa de muñecas” él era un hombre cariñoso, trabajador y atento.
Sin embargo esto no era del todo cierto, pues en la sociedad Noruega, varios
hombres se comportaban cariñosos pero solo eran desconsiderados, pues a
ellos no les importaba los anhelos y sueños que tenían sus esposas, y eso fue
la verdadera personalidad machista de la sociedad que desagradaba a Ibsen,
pues en aquella época la mayoría creía que las mujeres eran signo de debilidad
e inferiores al varón y con solo darles regalos como joyas, dinero u otros gustos,
ellas serían felices, como si eso les bastara. Pero para desgracia de aquellos
machistas, la mujer ya estaba cansada de tantas humillaciones y de no poder
realizar los sueños que siempre quisieron, claramente se ve como el autor
implanta características que eran propias de la vida Noruega, por lo cual aquello
reafirma y apoya el porqué de su corriente literaria y el apego hacia el realismo
en cuanto a “Casa de muñecas”.

Torvaldo se dejaba llevar por los demás y tenía miedo al “que dirán “de la
sociedad, lo cual se evidencia a finales de la obra, pues él después de haberse
enterado del préstamo que había realizado Nora, él egoístamente solo piensa en
él: ¿Qué dirán de mí?, en esos instantes todo aquello ayudó a que su esposa
decida dejarlo, pues no soportó tanta humillación de parte del esposo. Ibsen al
final del relato muestra una técnica realista que muestra cómo va desarrollando
el final de forma que va aclarándolo pues al momento en el que Torvaldo le
recrimina el préstamo a Nora y después de haberla maltratado se mostró
calmado y la perdonó hipócritamente, dejando así ver su verdadera personalidad
el relato fue narrado en tercera persona por un narrador omnisciente debido a
que ninguno de los personajes cuenta el relato sino es alguien ajeno y cabe decir
que es claro que Ibsen haya escrito la obra como para un teatro pues antes de
escribirla el escritor había trabajado en el teatro.

En síntesis claramente la controversia que Ibsen creo al plasmar lo que estaba


aconteciendo en la sociedad de su entorno y la discriminación que iba en contra
del género femenino, facilitó la lucha de las mujeres por una igualdad, felizmente
en los tiempos de ahora, los estereotipos han estado desapareciendo poco a
poco, además Ibsen deja como detonante a Krogstad quien dejó entrever y
apoyó a la afirmación de que por algo pasan las cosas y claro fue el ejemplo que
a pesar de la angustia en la cual le hizo vivir a Nora indirectamente la ayudó para
que dejara de ser una muñeca y pueda madurar y tomar enserio la vida y el
matrimonio, y por consiguiente se ve como Ibsen refleja varios aspectos de lo
que había vivido en “Casa de muñecas” y en la técnica que utilizaba al escribir.

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