Argentina fue uno de los primeros países hispanoamericanos en consolidar una
literatura como tal, propiamente individualista que reflejaba las condiciones históricas ligada e inseparable de la política. “Martin Fierro”, un poema narrativo argentino, escrito en verso por José Hernández en 1872, se consolidó como uno de los textos más importantes no solamente en la literatura argentina, sino que con el tiempo adquirió el carácter clásico. El poema épico narra el modo heroico e independiente del gaucho, Martin Fierro; este personaje posee un carácter independiente, heroico y sacrificado. Trabajador de las pampas, vive con su mujer y dos hijos, es reclutado forzosamente para servir en un fuerte, integrante de las milicias que luchan defendiendo la frontera argentina contra los indígenas, dejando desamparada a su familia. Al volver, su rancho se encuentra abandonado y su mujer y sus hijos se han perdido. Después, desesperado, Martín Fierro mata a un negro en un duelo, lo que lo lleva a convertirse en gaucho fugitivo y perseguido por la policía. Enfrentándose en batalla contra ellos, consigue un compañero: el sargento Cruz, que inspirado por la valentía de Fierro se une a él en medio de una batalla. Y finalmente huyendo, ambos se ponen en camino al desierto para vivir entre los indios, esperando encontrar allí una vida mejor. Se circunscribe la historia en la época de la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento, quien exigía el reclutamiento de los gauchos para combatir a los indios en la frontera. Martin Fierro se ve determinado por circunstancias sociales, se incorpora al ejército de manera forzada, tiempo después huye y conoce a Cruz. En el tema central del poema podemos ver, asimismo, una clara posición política. ¿Por qué el gaucho termina siendo un modelo a seguir para la nación y no los indios? La postura de Hernández no difiere de Echeverría: la preeminencia del fuerte contra el débil, el civilizado contra el bárbaro. En la época de la colonia surge el tipo social del gaucho, y éste es ya resultado de la mezcla del indio con el árabe andaluz o de los indios con los árabes andaluces, es decir, el elemento étnico venido con los conquistadores y colonizadores. Antes y durante la conquista del desierto el gaucho ingresó genéticamente en el aborigen y lleva por ello un doble sello telúrico. El gaucho es también un prototipo de hombre, pues si nos remontamos a sus orígenes, lleva consigo costumbres de los indios mezclados con las de los europeos colonizadores; por lo tanto, se defiende esa parte colonizadora y a su vez, aparece representado en un nuevo enfoque de la literatura. Se presenta al gaucho como el educador, el valeroso, ingenioso con integridad moral, cualidades que lo hacen la fuente ideal del patriotismo. No es menor el papel que cumple la educación en esta tarea de difusión de valores y símbolos de carácter nacional, formando el Martín Fierro parte de un importante movimiento emancipador. Si una obra literaria puede estar atravesada por valores, proyectos políticos e ideales, entonces la obra de Hernández es el reflejo de todo ello. Su interpretación de lo político recorre todo el texto, poniendo en boca del gaucho palabras de denuncia. Pues es el gaucho un símbolo de protesta contra las injusticias y la explotación del hombre por el hombre. En este caso, es un prototipo universal que refleja la desaparición de una clase que fue sometida al yugo de otros. A través de la denuncia de Martin Fierro se observa esa nostalgia por el influjo de los nuevos cambios que el país atravesaba. Lo que se propuso José Hernández fue hacer del gaucho un símbolo nacional que encarnara esa realidad desgarradora y engrandecer la figura de un ser que por mucho se hallaba en la periferia. Al intentar reflejar las injusticias de un país, logró retratar la condición humana en su totalidad. Lo cual le ha otorgado un carácter trascendental, ya que la obra es valiosa tanto en su forma como en su contenido. Martin Fierro relata las desgracias a las que fue sometido tras muchos años y se presenta como víctima de su condición de gaucho, es decir, la importancia de esta obra, a diferencia de toda la literatura gauchesca que se venía haciendo, es que José Hernández logró otorgarle a su personaje una condición más allá de un simple carácter social. Martin Fierro no es solamente un simple objeto que es devorado por el paisaje pampeano. El gaucho se enfrenta a diferentes situaciones producto de su lugar en la estructura social, que dan cuenta de sus valores, carácter, pensamientos e integridad. Es presentado como lo que es: lejos de “animalizarlo”, un ser social con todo lo que ello implica. En la obra se toca el tema de la barbarie, Martin Fierro tiene este elemento a su favor, pues su barbarie es inocente, pero no se habla de salvajismo: Hernández en ningún momento presenta al gaucho como un ser “animalizado”. Es más, vemos cómo se opone la barbarie en contra de la civilización. Martin Fierro se presenta como un hombre que carece de educación, en cambio, la gente civilizada posee la barbarie moral, pues, lejos de la ignorancia en términos de educación académica, esta “civilización” que poseen es usada con el fin de controlar y utilizar estas herramientas de forma amoral, las utiliza en beneficio propio y con el fin de someter a otros. El gaucho se presenta como un ser incapaz de enfrentarse a esa sociedad opresora, sin embargo, logra exponer ese sentimiento de amargura y resentimiento. La genialidad de José Hernández radica entre otras cosas, en su capacidad para interpretar y plasmar en el poema, el mito del origen de “lo argentino” en su totalidad, sustentándose él mismo en la figura del gaucho [2]. Es decir, el personaje no solamente carga con su individualidad, sino más bien la colectividad es lo que se hace presente en todo el poema. Pero no fue sino muchos años después de su publicación que el Martin Fierro sirvió de inspiración para la nación Argentina. El gaucho y lo gauchesco, pues, constituye el elemento substantivo y diferencial del arte y la literatura rioplatenses, aun después de haber desaparecido del escenario pampero como factor económico y social. Martin Fierro, es un personaje solitario que asume su papel de víctima de la sociedad, si bien, expone su sufrimiento. Constantemente lo persigue una sensación de desamparo, ya que en su tiempo el ser gaucho era considerado un delito. A lo largo del poema Martin Fierro relata su historia y cómo fue reclutado para ser esclavo del gobierno y servir durante muchos años, lejos de su esposa e hijos. Esta evocación de un pasado idealizado, no es más que una influencia de la poesía andaluza. El gaucho adoptó los viejos moldes andaluces y en ellos vació toda su alma nostálgica y soñadora; pero al verter su espíritu en formas arcaicas del cancionero, no sólo les dio nueva vida, sino que las modificó hasta imprimirles caracteres autóctonos. La tragedia de Martin Fierro es contada por él mismo, ya que luego entran a la acción personajes secundarios como Cruz, quien es un leal amigo del personaje principal. Ambos protestan por la situación que vive el gaucho en la sociedad, una protesta en contra del gobierno que fomenta la inmigración extranjera y propone fortalecer la influencia de la economía. El gaucho fue un producto genuino de la pampa y del régimen económico y social en que vivió. Su casi aislamiento del mundo civilizado y la total ausencia de una sociedad organizada y de órganos civilizadores, combinados con la acción del medio geográfico y el influjo barbarizante que sobre él ejercía el indio, así como sus primitivos medios de vida, imprimieron al gaucho un carácter peculiarísimo y único en América. Es precisamente por todo lo que se reconoce en la figura del gaucho y en especial a Martin Fierro, pues encierra esa originalidad de ser un desconocido, erróneamente juzgado, y exaltado por José Hernández. Thora Vinter en su ensayo “Barbarie y Civilización” dice: “Lo que nos presenta el libro: es la descripción de un sector en retroceso de la población de argentina, que hasta ahora ha sido juzgado de «malo», y que es víctima de la injusticia sistemática y la mal comprensión de parte de los que ostentan el poder”. Es pues Martín Fierro, el paria de la sociedad, un hombre juzgado y menospreciado, perseguido, engendro miserable de la guerra civil y la ignorancia, con todo el caudal de pasiones que puede abrigar en su corazón un ser humano, y sin siquiera el derecho de manifestarlas libremente, indomable, ignorante, pero con arranques de nobleza. Martín Fierro representa un ser social, no solamente un mero componente del paisaje o un objeto exótico, más bien es una forma de protesta contra lo establecido. Martín Fierro es, ante todo, la encarnación del espíritu de libertad que pedía la nación. Un entretejido de sentimientos que exalta en cada verso. Mediante el sufrimiento del gaucho podemos ver a una nación que vela por el interés de los que más tienen. La aniquilación del gaucho es el reflejo de ese mundo capitalista, que desprecia sus costumbres y tradiciones, un mundo que siempre va a reflejar esa ansia por ser progresista, ilustrado y donde poco importa el espíritu humano. MARTÍN FIERRO Y SU IMPORTANCIA EN LA LITERATURA ARGENTINA Martín Fierro es un poema muy importante en la literatura latinoamericana y, sobre todo, para la cultura argentina, ya que, el autor presenta a un personaje significativo para los argentinos. El gaucho que es el personaje principal en la obra, se representa como un hombre pobre, despreciado, con vestuario viejo y sucio, este huye de su lugar hacia el campo. Este es un poema muy hermoso en el que podemos conocer el contexto histórico de Argentina, sus costumbres. Así también podemos conocer parte del lenguaje popular que utilizan. Se dice de Martín Fierro que es el libro y el personaje que "encarna como ningún otro la argentinidad" Martín Fierro narra la situación político y social de Argentina y además la vida del Gaucho, los sufrimientos, las pérdidas, los sinsabores y usa para este fin muchos refranes; característicos de la tradición popular. Martín Fierro es el libro que relata la vida y costumbres del Gaucho, como viven desde que escuchan el primer canto del gallo, encienden los fogones, las mujeres atan su comida, ensillan sus caballos y se preparan para su faena diaria. Por esto y mucho más es el libro que representa a los argentinos en todo su contexto histórico, político y cultural. Refleja la vida del campesino, los negros, gringos e indios. Es un poema épico que resalta la literatura gauchesca, porque lo lee desde la persona más letrada hasta los humildes campesinos. Al leer el libro uno se encuentra con algunas palabras que por sí solas no las entiende, pero ya después adecuándolas al contexto logra uno entender a qué se refiere, así mismo encontramos sabios consejos. Hace hincapié en que no es bueno ser mala persona porque, aunque se piense que como es astuto nunca le va a pasar, pero como la vida es tan justa nos deja un tiempo para que la persona se confíe y es ahí cuando llega la justicia a cobrar los actos o hechos producidos por uno mismo. Hace referencia a que tenemos que escuchar siempre los consejos que nuestros padres nos dan, ellos nunca van a desear algo malo para uno, al contrario, siempre buscan nuestro bienestar y lo mejor ya que aparte de ser nuestros padres serán siempre nuestros amigos. Tenemos que tener cuidado para elegir las personas con las que nos rodeamos, muchas veces no son lo que uno piensa les damos nuestra confianza y al final terminan traicionándonos. También infiere que tenemos que ver a qué lugar podemos ir, que con un buen propósito y de beneficio para que no nos vaya a perjudicar.