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SEMINARIO BÁSICO DE: HISTORIA Y POLÍTICA DEL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO

DOCENTE: GUADALUPE JIMÉNEZ HERNÁNDEZ


ESTUDIANTE: ZELTZIN SHEREL ANGELICA GONZÁLEZ ANGELES

DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES AL AULA

El presente ensayo tiene como finalidad analizar la influencia de los organismos


internacionales en el Sistema Educativo Mexicano (SEM), su conformación social,
histórica, política y económica, que se encuentra contenida en las políticas públicas
nacionales en tanto a la política educativa y cómo esto repercute en las aulas de las
escuelas mexicanas.

Existe un escenario, por lo menos en el terreno teórico, de la búsqueda de la calidad de la


educación y en lo que supone ser su piedra angular, el aprendizaje de los alumnos.
Aunque pareciera que en cuestiones de políticas públicas en general y específicamente en
materia educativa solamente se responde a corto plazo, se atienden a prácticas
clientelares, se vive en una normalización de la injusticia, donde una minoría goza de los
recursos y los administra; por el contrario, la mayoría sumida en una serie de problemas
sociales, pero que también ven en la educación la respuesta a estas dificultades, aunque
nuevamente la realidad se ve rebasada por estas expectativas.

La educación es un derecho imprescindible de todos los individuos, no se pone en tela de


juicio la importancia de la educación para la superación tanto a nivel personal como a nivel
social, se adjudica al Estado/Gobierno como el responsable de establecer las condiciones
necesarias para realizar, dar vigencia y vigilar el cumplimiento de este derecho
fundamental, la educación, entendiéndola como un puente hacia un empleo digno y una
vida de calidad.

¿Cómo son estas condiciones, la forma en que se viene haciendo política sirve para
afrontar la pluralidad, las necesidades y demandas actuales? Pareciera que como pasa
con el pez que no se da cuenta de vivir inmerso en un ambiente diferente a las demás
especies, muchas veces no somos conscientes en donde vivimos sumergidos, un sistema
del que somos parte y en el que socializamos, nos construimos y formamos nuestro
pensamiento y manera de leer la realidad que nos rodea: la globalización, definida
habitualmente como la: “creciente integración de las economías nacionales; en su núcleo
fundamental, la economía global incluiría la globalización de los mercados financieros”
(Bruner, 2001, p. 7). No obstante, no son solo las condiciones económicas sino también las
sociales, culturales, históricas y políticas de nuestro país, y del mundo, que han ido
evolucionando y siguen transformándose respondiendo a un orden global que interviene de
múltiples y variadas maneras.

La globalización también impacta en términos de la ciencia, el comercio, el conocimiento,


la tecnología, la comunicación, la información, la educación, la cultura y la política… la
geopolítica, la política que mueve al mundo, determinada por los países poderosos, donde
las reconfiguraciones mundiales responden a las condiciones que establecen estos países,
que presentan un sistema económico bien afianzado, un sistema de industrialización y un
régimen político, buscado una reconstrucción, basado en el poder que le generan sus
capacidades monetarias y políticas, impactando en estas categorías de la economía, del
modelo económico, el PIB, la balanza comercial y la balanza competitiva; la política, en
tanto al sistema y a las instituciones; y, la sociedad, constituida en los sectores públicos,
como lo es la educación.

Los organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional,


la UNESCO, la OCDE, CEPAL y los países más ricos del mundo, que representan el 85%
de la economía mundial: el G-201, este poderío económico y político les permite establecer
una reconfiguración geopolítica, en tanto a los modelos económicos, en lo político y en lo
social a nivel global; establecen e influencian esta política de corte internacional.

¿Qué efecto tienen las decisiones de estos grupos internacionales en cada uno los países?
Si tomamos en cuenta el contexto histórico del mundo, podríamos hacer referencia a
problemas en los sistemas económicos, como la inflación o la devaluación, que han
repercutido en dificultades sociales como la pobreza, la desigualdad y la falta de
educación. Es decir, de acuerdo a la economía del país y al régimen político, las
condiciones pueden o no ser propicias.

1
El G20 se compone de los Estados Unidos, la Unión Europea, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia,
Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Sudáfrica, Turquía, el Reino Unido, República de Corea, Rusia y Arabia
Saudita. RPP Noticias (2017)
En el caso de México y en general en américa latina se establece un modelo económico de
tipo ortodoxo, un sistema en crisis, “un gobierno fiscalmente deficitario,
administrativamente exhausto, y políticamente anquilosado… que en los últimos años
procedió a corregir y moderar su exceso de gasto, regulación y control político” (Aguilar,
1998, p. 15)

La crisis del estado tiene su raíz desde las decisiones equivocadas, el gobierno interventor
se vio como una jefatura sin límites de poder y de recursos, en una estructura autoritaria
del sistema político administrativo, donde no se presentan contrapesos en las libertades
económicas, y políticas: el redimensionamiento y la democracia. En la realidad no se
cuentan con los recursos políticos y económicos para movilizar a toda la sociedad y
atender eficazmente los problemas sociales, pues se encuentran escasos y hasta
limitados. Se presenta entonces la revocación de programas, la privatización, la abolición
de empresas públicas, el recorte del gasto público, la descentralización, etc., modificando
la relación entre sociedad y gobierno. (Aguilar, 1998)

¿Cuál es el papel del Estado/gobierno?, ¿hasta dónde el adelgazamiento del estado lo


desmantela o extingue? Los mecanismos de desincorporación y desregulación buscan
renacer al estado, es decir, reaparecer sus funciones originales, retomar su razón de ser.
Evaluar a nuestro gobierno y a nuestros gobernantes, deshacernos del laste y analizar el
gasto público. La democratización como menciona Aguilar (1998) busca suprimir el estilo
casuístico y monetario que tiene a la hacienda pública agotada; desordenada, a la
administración pública; distorsionadas a las razones de legitimidad y consenso político; y a
las leyes y políticas a merced de utilidades particulares.

Se justifica entonces la descentralización, racionalizar el gasto, liberar al estado de la


centralización, de las empresas que estaban a cargo del estado… un estado sobrecargado
genera problemas de corte social, como la pobreza, con expresiones cuantitativas: los
pobres estructurales “no satisfacen sus necesidades básicas en relación con la vivienda,
condiciones sanitarias, educación y capacidad de subsistencia… y tienen dificultades para
insertarse en el mercado de trabajo, dado que no tienen los instrumentos ni las
capacidades necesarias” (García, 1998, p. 169). Los pobres estructurales reciben
contención social y forman parte de las políticas asistenciales, a diferencia de los nuevos
pobres quienes son uno de los grupos más afectados en el modelo neoliberal, y junto con
la clase media en crisis, no encuentran oportunidad de movilidad social ascendente, sufren
del desempleo (García, 1998) así como expresiones cualitativas de la pobreza como la
calidad de vida, en tanto a la violencia, se presentan índices altos de depresión y suicidio,
se genera un sentimiento de injusticia, a raíz del agravio social, pues existe un
incumplimiento del derecho.

Lamentablemente la federalización o descentralización ha sido un fracaso en la educación,


se ha aplicado como “un mero mecanismo estático de transferencias y reorganización de
ciertos aspectos de la administración pública, un mecanismo dictado de forma unilateral
desde el centro, no como un ajuste institucional del Estado” (Ornelas, 2010, p. 36) se
siguen permeando aun múltiples problemáticas; algunas jefaturas estatales quieren que el
gobierno federal recupere el control de la educación básica y normal, mientras que las
instituciones del centro miran a los estados incapaces de administrar su sistema, sería
difícil que no fuera así, pues la autonomía y soberanía estatales, parecieran no contar; el
SEM exhibe una baja calidad educativa, administración ineficaz, rezago educativo,
eficiencia terminal baja, desigualdad, inequidad, financiamiento real escaso y el gasto
público no está siendo ocupado en los aspectos prioritarios.

Sea cual sea la organización del sistema educativo, más o menos

descentralizada o más o menos diversificada, el Estado debe asumir una serie

de responsabilidades para con la sociedad civil en la medida en que la

educación constituye un bien de carácter colectivo que no puede someterse a

una simple regulación por el mercado. En particular, se trata de crear un

consenso nacional sobre la educación, establecer una coherencia general y

proponer una visión a largo plazo. (Delors, 1990, p. 185)

¿Cuál es entonces, la limítrofe entre el ámbito público y el ámbito privado? Este carácter
colectivo de la educación y el consenso nacional que refiere Delors (1990) la ubica
claramente en el ámbito público, al respecto Aguilar (1998) dice que lo público rebasa a lo
privado pues no busca utilidades reservadas y exclusivas pues concierne a lo que es
accesible y disponible para todos los individuos, lo público debe ser abierto, asequible a
toda la sociedad civil, transparente, general y estar basado en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos.

¿Es entonces qué la mercantilización de todas las cosas, en el capitalismo histórico pueda
apropiarse de la escuela pública? La crisis del gobierno y del SEM referente a la
posibilidad de que su oferta corresponda a la demanda de la población genera estas
inquietudes. Sin embargo, para que el neoliberalismo pueda aplicar “políticas
antidemocráticas en la medida en que puede desintegrar culturalmente la posibilidad
misma de existencia del derecho a la educación (como derecho social) y de un aparato
institucional que tiende a garantizar la concretización de tal derecho: la escuela pública”
(Gentilli, 2004, p. 341).

Dentro de un proyecto político se presentan contradicciones y dificultades al establecer una


acción unificada y coherente, en este se reflejarán intereses económicos, sociales,
culturales, morales y éticos ya que “toda política pública, aunque forme parte de un
proyecto de dominación, refleja, como arena de lucha y como caja de resonancia de la
sociedad civil, tensiones, contradicciones, acuerdos y desacuerdos políticos, a veces de
gran magnitud” (Torres, 2004, p. 163). Pero el estado no es solamente un agente de lucha
de clases, podremos exigirle al estado en su papel de legislador que aplique las leyes
sociales y supervise su aplicación como lo menciona Torres (2004), y entonces garantice
un estado de derecho.

Si bien no podemos apartarnos de esta lógica global, será necesario que nuestras
autoridades tomen en cuenta la multiculturalidad de nuestro país, la diversidad y la
pluralidad de nuestra sociedad mexicana, al implementar políticas en materia educativa,
pues si “los sistemas de educación, al ser subsistemas funcionales y particulares de la
sociedad, se constituyeron en una de las formas modernas de organización de la sociedad”
(Acosta, 2015, p. 15) será necesario que respondan a enfoques que respondan a la
realidad del país, es evidente que el sistema, las teorías de economía y sociales están en
crisis y requieren ser remplazadas por teorías basadas en la comprensión y superación de
la marginación, pues no conducimos, como se plantea a un sistema más eficaz y
equitativo, mas bien se ha estado reproduciendo un injusto y desigual orden social. (Klees,
2015).

Se pretende tener una educación de calidad cuando una gran parte de la población está
sumida en la pobreza, las políticas públicas no atienden este problema y pretenden que las
políticas educativas se apliquen en un terreno poco abonado, nada preparado, no
responde a la realidad de nuestro país, en nuestras aulas estamos atendiendo a alumnos
que viven en contextos de violencia, delincuencia, desempleo, drogadicción,
discriminación, sin acceso a la salud… el gobierno está incumpliendo el derecho social,
será necesario exigir que se cumpla la norma y se evite “la desigualdad y la discriminación
educacional, así como la ausencia de políticas democráticas dirigidas a garantizar lo que
aquí llamaríamos justicia distributiva del bien “educación” forman parte de… la esfera de la
caridad” (Gentili, 2004, p. 359)

Un estado o gobierno por más descentralizado o democrático que sea, no podrá solucionar
los problemas en su totalidad, es necesario que exista una participación razonada de
gobierno y sociedad, que todos los actores participen activamente, y vigilen a sus
representantes, para que dentro de las aulas se pueda hablar de calidad educativa se
necesita un Estado que garantice derechos políticos, civiles, económicos, sociales,
culturales, ambientales y entonces sí, educación de calidad.
Referencias

Acosta, Felicitas & Ruiz, G. (2015). Estudió introductorio: Repensando la educación


comparada: lecturas desde Iberoamérica Entre los viajeros del siglo xix y la globalización. En
Repensando la educación comparada: lecturas desde Iberoamérica.

Aguilar, Villanueva Luis F. (1998). El estudio de las políticas públicas. Tomó 1, México, Miguel
Ángel Porrúa.

Brunner, José Joaquín. (2001). Globalización y el futuro de la educación: tendencias, desafíos


y estrategias. En Análisis de prospectiva de la educación en la región de América Latina y el
Caribe.

Delors, Jacques. (1990). La educación encierra un tesoro, UNESCO. Capítulo 8, el papel del
político: tomar decisiones en educación.

García, Delgado Daniel. (1998). Globalización y la crisis del Estado-nación. En García,


Delgado Daniel, Estado-nación y Globalización. Fortalezas y debilidades en el umbral del
tercer milenio. Argentina, Ariel Editorial.

Gentili, Pablo. (1997). Adiós a la escuela pública: el desorden neoliberal, la violencia del
mercado y el destino de la educación de las mayorías. En Pablo Gentili, compilador: Cultura,
Política y Currículo, Editorial Losada, Buenos Aires.

Klees, Steven J. (2015). Reflexiones sobre teoría, método y práctica en educación comparada
e internacional. En Repensando la educación comparada: lecturas desde Iberoamérica.

Ornelas, Carlos. (2010). Política, poder y pupitres. Critica al nuevo federalismo educativo. Siglo
XXI.

RPP Noticias. (06 de julio del 2017) ¿Qué es el G-20 y qué países lo componen? RPP.
Noticias. Recuperado de: https://rpp.pe/mundo/actualidad/que-es-el-g-20-y-que-paises-lo-
componen-noticia-992143.

Torres, Carlos Alberto. (1997). Estado, privatización y política educacional elementos para una
crítica del neoliberalismo. En Pablo Gentili, compilador: Cultura, Política y Currículo, Editorial
Losada, Buenos Aires.

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