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DEDICATORIA

A mis padres, por el apoyo que siempre me

brindan y al Dr. Alejandro Lamadrid Ubillus,

por ser nuestro guía en el camino del

Derecho.
AGRADECIMIENTO

A Dios, por la vida, la salud y la oportunidad de

ser algo en la vida.


INTRODUCCIÓN

Al abordar el tema del Aborto Socio-económico con frecuencia nos


encontramos con serios obstáculos a los que nos hemos de enfrentar
inevitablemente cuando se pretende analizar una realidad social nueva,
sobretodo cuando su aparición se ha visto acondicionada de forma
decisiva por los avances científicos y tecnológicos.

El tema de aborto es un amplio conocimiento que trata de impedir el


nacimiento de un ser en formación, ya que hoy en día existen muchos
métodos para realizar dicho acto.

En nuestro país es un tema ampliamente discutido la cual la Ley no


sanciona drásticamente a los causantes de este hecho, por la cual las
mujeres no vacilan en ir a lugares clandestinos para realizar dicho delito.

El problema socio-económico es un problema en nuestro medio ya que no


excluye clase social, pero mayormente se da en familias de bajos recursos
económicos como bajos salarios, desocupación, la vivienda insalubre,
promiscuidad en que se desarrolla la vida familiar, falta de un efectivo
sistema de seguridad social, falta de diálogo con sus padres, falta
conocimiento de planificación familiar y educación sexual. Como vemos
estas son algunas de las causas que condicionan gran cantidad la actitud
de las mujeres a la práctica del aborto.
También se presentan los factores culturales como una influencia decisiva
como por ejemplo la pretensión justificada de la mujer a la independencia
que le permita realizarse en otros ámbitos sociales como puede ser en lo
político, profesional, artístico, etc. y así no dedicarse al hogar y a la
crianza de sus hijos, en estos casos la maternidad o el número de hijos
pueden ser percibidos como obstáculos para la actividad social
proyectada.
INDICE
EL ABORTO SOCIO-ECONÓMICO

CAPITULO I

PROBLEMA.

1.1. Planteamiento del problema.


El aborto socio-económico, es un tema delicado “en la cual las
mujeres peruanas” por falta de recursos económicos, por no truncar
sus estudios y por no tener la suficiente información educativa
abortan. En el Perú el aborto es penado pero ineficazmente. Lo cual
permite que las mujeres realizan prácticas abortivas en lugares
clandestinos impidiendo la vida de un ser, con el aborto se consigue
la muerte del concebido y se pone en riesgo la vida de la madre
siendo así un problema social por la cual el estado debe solucionar
a través de la educación sexual y planificación familiar, tratándose
de llegar a los sectores más pobres del país porque ellos son los
más necesitados y así poder disminuir el problema del aborto socio-
económico.

1.2. Formulación del problema.


¿Cuáles son los factores que motivan que las mujeres de los
Asentamientos Humanos realicen actos abortivos?
CAPITULO II

OBJETIVOS.

2.1. Objetivos Generales.


Conocer cuales son las razones por las cuales las mujeres de los
asentamientos humanos y pueblos jóvenes realizan actos abortivos.

2.2. Objetivos Específicos.


 Conocer cual es el nivel educativo de las mujeres de los
asentamientos humanos.
 Conocer el nivel de ingresos de las familias de las mujeres de los
asentamientos humanos.
CAPITULO III

JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA.

El aborto socio-económico es un tema muy amplio en la cual se impide el


Derecho de Nacer al concebido a través de profesionales que se
extralimitan en sus funciones omitiendo el juramento hipocrático, pero no
son los únicos que practican el aborto también existen las controversiales
comadronas, brebajes, etc.

Para poder disminuir la práctica abortiva el estado debe educar a la


población creando instituciones que orienten a las futuras madres.
Su economía insuficiente, el pensar que el niño es un obstáculo para
lograr sus objetivos, la reputación de su familia son una de las causas
principales para practicar el aborto, es por ésta la razón que con mi
investigación trato de exigir al estado peruano que considere la
importancia que es este problema social, y a través de él concientizar a la
mujer peruana e impedir el embarazo no deseado, cuya consecuencia sea
la práctica abortiva y no habiendo justificación alguna para las personas
que practican y consienten el impedimento del nacimiento de un ser
humano.
CAPITULO IV

MARCO TEORICO

DERECHOS HUMANOS Y DERECHO PENAL

1. BREVE CARACTERIZACIÓN SOCIOLÓGICA DE LOS DERECHOS

HUMANOS.

Los Derechos son una clase de pretensiones dotadas de una fuerza

legítimas sociales particulares. Mientras los intereses pueden ser,

en términos generales, objeto de negociación y compromiso, los

derechos deben ser respetados sin condiciones y en el caso de los

Derechos Humanos se refuerza esta cualidad, pues se trata de

valores con pretensiones de universalidad y de las demandas

sociales más fundamentales.

El fenómeno contemporáneo de los Derechos Humanos se

caracterizan precisamente, por la movilización de toda clase de

actores, grupos y organizaciones sociales, que han encontrado en la

idea de los Derechos Humanos el vehículo apropiado para exigir el

reconocimiento y la institucionalización de pretensiones propias y

ajenas.
Esto se traduce en la multiplicación y ampliación de derechos, lo

cual es favorecido por su estructura asimétrica y no recíproca. Sin

embargo, la capacidad de reconocimiento y atención de las

instituciones hacia las demandas sociales es limitada por lo que no

es posible satisfacerlas todas simultaneas pierdan legitimidad a

causa del fundamento último de esta misma legitimidad a causa del

fundamento último de esta misma legitimidad, que son los Derechos

Humanos.

Un proceso similar a lo ocurrido dentro de los Estados Nacionales

se ha producido con la internalización de los Derechos Humanos.

Las razones de este proceso son múltiples y complejas su efecto ha

sido, por un lado, la creación de instrumentos e instituciones

jurídicas para completar y reforzar la protección interna de estos

derechos. Por el otro, los derechos humanos se han convertido en

una pieza de la política y las relaciones internacionales, como

elemento de movilización de la comunidad internacional y como

parámetro de escrutinio de la actuación de Estados y Gobiernos. En

ambos casos, se produce una interacción constante entre el plazo

internacional y el nacional, en la que este último se ve mediatizado

y relativizado, incluso respecto de las relaciones puramente

internas.

2. PROGRESIÓN DE LOS DERECHO HUMANOS.

La evolución en cuanto al contenido y la protección de los Derechos

Humanos lo que los especialistas llaman su progresividad se ve al


examinar las nuevas generaciones de derechos de esa naturaleza.

Si los derechos civiles y políticos corresponden a la primera

generación y los económicos, sociales y culturales a la segunda,

actualmente se ha determinado los de la tercera generación de

derechos, que comprende entre muchos, el derecho al desarrollo, a

la paz, a gozar de un medio ambiente sano, a la propiedad sobre el

patrimonio cultural de la humanidad, a la protección de los datos

personales almacenados en sistemas informáticos o los derechos de

las generaciones futuras, denominándose a este grupo de derechos

como de solidaridad, porque responden a las nuevas necesidades e

intereses que surgen de la sociedad internacional y su ejercicio

requiere la conjunción de todos los actores de la vida social,

individuos, estados, entidades públicas y privadas, comunidad

internacional.

Para algunos entendidos los problemas surgen inevitablemente al

intentar concretar quien es el titular, quien el obligado, cual el objeto

y cual el fundamento de estos derechos. Para resolver esta serie de

ambigüedades se presenta la noción de interés difuso que, aunque

no puede circunscribirse a un determinado individuo o grupo, afecta

a todos por igual y de forma difícil de concretar el medio ambiente,

la paz, el desarrollo, etc. sin disminuir por ello su exigibilidad como

derecho.

3. CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS


Tradicionalmente, se afirma que los derechos fundamentales se

caracterizan por ser universales, inalienables y absolutos. Sobre la

significación de cada uno de estos rasgos las opiniones divergentes

tanto respecto a sus contenidos como a sus alcances. Respecto a la

universalidad y al carácter absoluto, se puede decir que se ha

llegado a un cierto consenso.

La universalidad significa que los Derechos Humanos se adscriben

a todos los seres humanos sin tener en cuenta criterio alguno de

discriminación negativa fundado en razones de sexo, raza, religión,

política, economía, social, etc. de donde se desprende tanto el

deber del estado y de los particulares, de actuar positivamente a

favor de la realización y protección de los mismos. En la medida en

que el respeto de los derechos fundamentales tiende a favorecer la

disminución de la injusticia a su mínima expresión y a la satisfacción

de las necesidades básica vitales de los seres humanos, constituyen

la base mínima para la constitución de sociedades pluralistas

respetuosas de los Derechos Humanos. El derecho a la vida, es un

derecho humano universal respecto a la especie de los seres

humanos.

El carácter absoluto de los Derechos Humanos significa que

constituyen requerimientos morales que, en caso de encontrarse en

conflicto con otros requerimientos morales, se desplazan y anulan.

En estos casos, los Derechos Humanos son la exigencia moral que

debe ser satisfecha en detrimento de los demás conflictos.


Es inalienable el derecho humano porque no se puede transferir o,

al que no se puede renunciar. La afirmación de este rasgo de los

Derechos Humanos, en sus orígenes, buscó restringir la posibilidad

de las personas a disponer de sus derechos básicos con la finalidad

de limitar el poder del estado.

4. FUNCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS AL INTERIOR DEL

SISTEMA JURÍDICO.

El lenguaje de los derechos humanos es un vehículo para lograr el

reconocimiento e institucionalización de los valores, las demandas y

las pretensiones de los actores sociales.

Los Derechos Humanos han encontrado una aceptación

generalizada, especialmente en la cultura occidental, aún partiendo

de presupuestos ideológicos y morales opuestos, sobre todo a partir

del momento en que fue posible catalogar los que se han ido

asumiendo como tales.

Por ello es necesario que el sistema jurídico establezca vías de

traducción y de comunicación para su entorno social, por ejemplo,

otorgando a la población acceso a los tribunales y a otros órganos

de defensa de los Derechos de individuos y grupos.

5. PROTECCIÓN Y VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS.

El panorama de la vigencia de los Derechos Humanos en una

sociedad determinada, en todo caso, es resultado de las


interacciones concretas y específicas que se establezcan entre los

factores sociales y jurídicos.

La preocupación más intensa en los últimos decenios se ha dirigido

a establecer todos los mecanismos jurídicos y políticos posibles

para garantizar el respeto de esos Derechos Humanos y ha llevado

a constitucionalizarlos, a convertirlos en preceptos del máximo

rango normativo, esto es, en Derecho Positivo y, por este camino,

en lo que en las mas recientes leyes fundamentales o

constitucionales de los distintos países se denominan Derechos

Fundamentales, como fuente de límites al poder estatal y garantía

contra las injerencias de éste, pero también de las de los propios

individuos.

En resumen, podemos convenir en la plena vigencia de los

Derechos Humanos, entendidos como un conjunto de facultades e

instituciones que, en cada momento histórico, concretan las

exigencias de la vida, la dignidad, la libertad y la igualdad humana,

las cuales deben ser reconocidas positivamente por los

ordenamientos jurídicos a nivel nacional e internacional y que en

ciertos números de estados forman parte también de los derechos

fundamentales, que serían aquellos Derechos Humanos

garantizados por el ordenamiento jurídico positivo, en la mayor parte

de los casos en su normativa constitución, y que suelen gozar de

una tutela reforzada.


EL STATUS JURÍDICO DEL EMBRIÓN

1. EL DERECHO ANTE EL PROYECTO GENOMA HUMANO.

1.1. Derecho Penal y Técnicas Biomédicas Modernas.

Los progresos revolucionarios de la medicina moderna y de la

biotécnica han hecho posibles éxitos apreciables en la lucha

contra las enfermedades y el mejoramiento del bienestar humano,

pero también han producido efectos secundarios no deseados y

peligrosos tanto para el hombre como para la humanidad.

La intervención del derecho penal como mecanismo de control

social debe hacerse sobre la base de una argumentación racional.

Primaria de la actividad del científico o médico, así como la

amenaza de la sanción penal debe ser siempre la última ratio.

Además la intervención del Derecho Penal debe ser probada

como necesaria y útil después de analizar las ventajas y las

desventajas (necesidad y utilidad de la incriminación o de la

sanción penal).

1.2. La libertad de investigación.

Los constantes descubrimientos sobre el Genoma Humano y

específicamente las nuevas técnicas de reproducción asistida,

lo son en beneficio del ser humano, de la sociedad y del

progreso de la ciencia, y han sido humano, de la sociedad y

del progreso de la ciencia, y han sido posible gracias al


ineludible soporte que representa la libertad de investigación

como ejercicio del Derecho Fundamental a la creación y la

producción científica.

Sin embargo, si bien se acepta que la aplicación de los

resultados (el conocimiento adquirido), de tales

investigaciones puede estar sometida a limitación.

En ocasiones no es ya el objetivo de la investigación, sino el

objeto sobre el que recae la misma, particularmente cuando se

utilizan embriones humanos o sus partes (por ejemplo:

pluripotenciales), o cuando se insertan genes humanos en

animales, o se cruzan los gametos de unos a otros.

Las limitaciones o prohibiciones que pudieran establecerse

sobre la investigación genética dirigida primordialmente a la

adquisición de conocimiento, deben venir determinadas

exclusivamente por su colisión con otros derechos

fundamentales o bienes jurídicos constitucionales protegidos o

por otros instrumentos jurídicos semejantes, incluso de

derecho internacional.

La evaluación y la confrontación de intereses en conflicto

revelan puntos de vista diversos y conducen a soluciones

divergentes según las diferentes culturales jurídicas y

estructuras, éticas, y políticas múltiples, dado que estos

problemas sobrepasan las fronteras nacionales y que la


interdependencia entre los diferentes estados aumenta, sería

sin embargo, deseable llegar a un acuerdo interno sobre los

stándars y las reglas de conducta, esperando formular

reglamentos jurídicos de caracteres obligatorio a nivel

internacional.

2. PROBLEMÁTICA DE LAS NUEVAS TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN

ASISTIDA.

Determinar cual es el status jurídico del embrión humano es decisivo

para resolver los problemas que plantea la fecundación in vitro, así

como la crioconservación de los embriones, su elección o su

donación. Si bien las técnicas de procreación, generan a su vez, para

algunos, amenazas o bienes jurídicamente protegidos como la vida

humana embrionaria y el derecho de la propia identidad genealógica.

Al consideración del aspecto ético que trae aparejado el manipuleo

del pre-embrión o embrión humano, según algunos entendidos o

especialistas conduce al reconocimiento de una serie de derechos

subjetivos, entre los que cabe mencionar especialmente: el derecho a

no ser discriminado por razón de enfermedades ó deficiencias físicas,

el derecho a no ser objeto de experimentación, el derecho a la propia

identidad genética, el derecho a ser transferido de inmediato al útero

de su madre biológica, el derecho a no ser sometido a técnicas de

congelación, ni tampoco ser privado de su derecho de nacer. Por lo

tanto los padres no pueden autorizar la destrucción de los embriones

no utilizados, ni tampoco donar dichos embriones no utilizados, ni


tampoco donar dichos embriones subnumerarios a otra pareja, ya que

esto implicaría considerarlos como un objeto, contraria su naturaleza

y atenta contra su dignidad. Tampoco se podría destinar los

embriones a la experimentación científica ya que se está decidiendo

sobre una persona humana potencial.

3. EL EMBRIÓN Y EL DERECHO CIVIL.

Nuestro derecho civil, conforme a la interpretación del artículo 1 del

código civil protege al embrión concebido dentro del seno materno,

mientras que la fecundación in vitro parece estar excluida de

protección jurídica alguna.

Es importante por lo tanto determinar cual es el status jurídico del

embrión.

“El embarazo comienza con la concepción finaliza con el nacimiento

período dentro del cual se puede generar conflictos referidos tanto a

la protección del nasciturus como a terceros”, 1 pero no

necesariamente la concepción trae aparejado el embarazo de la

madre, es entonces cuando surge la pregunta ¿Cuál es la condición

jurídica del embrión congelado fuera del útero materno? ¿Puede ser

considerado por analogía un narciturus con los derechos que ello

conlleva? La cuestión en debate, tiene su transcendencia frente al

1
Rivera. Julio: “Instituciones de Derecho Civil” T.I. Parte General.

Abeledo Perrot, Buenos Aires,1994. Pg.330


problema del aborto, en el caso de que el embrión esté implantado en

el útero materno o la destrucción de embriones crioconservados.

4. TEORÍA SOBRE EL STATUS DEL EMBRIÓN.

Analizaremos las distintas teorías acerca del comienzo de la persona

humana, haciendo una breve descripción de cada una de ellas.

El pacto de San José de Costa Rica en artículo 4, inciso 1, dispone:

“Toda persona tiene derecho a que se respete su vida, este Derecho

estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la

concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitratiamente”.

Precisamente diferentes puntos de vista para contestar la pregunta:

¿Desde cuándo hay persona humana?

Determinarlo es de suma importancia porque de ello va a depender

aceptar como lícito o no las manipulaciones de los embriones desde

la perspectiva del que lo fundamenta 2 .

El problema de destapa en la respuesta a esa pregunta, pues las

demás etapas del proceso de desarrollo del nasciturus son claras: en

la primera etapa, el nonato es llamado para algunos pre-embrión,

para otros, ya embrión, esta etapa tiene lugar en los primeros catorce

días aproximadamente y es el momento donde se genera un nuevo,

único e irreparable genotipo; el segundo momento sería la anidación

o implantación, donde para algunos, recién en ese momento, se pude

decir que hay embrión, que tiene lugar desde la implantación del
2
YARQUE, María del Carmen: “Relaciones Jurídicas que determina la
manipulación genética” S.A. 1989 (P.II-881)
embrión en la mucosa uterina hasta el tercer mes del comienzo de la

última menstruación de la mujer aproximadamente; luego viene el

periodo fetal que se desarrolla desde el tercer mes hasta el

nacimiento. La cuestión es determinar desde que etapa podemos

considerar que hay persona humana. Las teorías desarrolladas al

respecto, sin tener la pretensión de agotar el tema, son varias.

4.1. Cuestión Científica: El Embrión como Individuo de la Especie

Humana.

“Corresponde sin duda a la ciencia indicar cuándo nos

encontramos en presencia de un nuevo individuo viviente y

perteneciente a la especie humana”. 3

En el ámbito de la ciencia se han esgrimido argumentos para

negar estatuto ontológico al embrión, como el de la derivación de

la ontogenia respecto a la filogenia, y la negación de su carácter

individual.

A. El Evolucionismo y la Negación del Carácter Humano del

Embrión.

En 1866, aparece la 9 a .Edición Haeckel: “Historia de la creación

natural”, sostuvo que: las etapas del desarrollo del embrión

(ontogénesis), recapitulan la historia evolutiva (Filigénesis). Se

apoya en la denominada “ley Fundamental Biogenética”, según la

cual en cada proceso individual de desarrollo (ontogénesis), se

3
Diagnóstico “Fecundidad bioética” 3a.Edición Turín 1998 pp.32
recapitula el desarrollo de toda especie. El embrión recorre

durante su desarrollo según esta teoría las diversas etapas de

las formas animales inferiores a él antes que llegue a su

apariencia humana verdadera. Esta teoría guarda relación con la

animación retardada.

Por ello Tomás de Aquino afirmó que el alma para animar al

cuerpo requiere de una cierta cantidad de materia aunque

siempre en proporción al tamaño del cuerpo, mayor en los

corpulentos, menor en los bajitos.

Frente a la tesis citada, ya Gregorio de Nisa y Agustín, afirmaron

que el alma aparece en el momento de la concepción.

Tales tesis pueden considerarse hoy superadas por la propia

teoría de la evolución. En efecto, la embriología, la genética y la

misma técnica FIV resaltan cada vez más claramente que el

embrión humano es desde el primer instante de su desarrollo: un

individuo de la especie humana.

Una unidad biológica, autónoma y diferente al conjunto de

células y tejidos que constituyen la madre.

B. Negación de la autonomía genética del cigoto.

Bedate, Alonso publicó en 1989 un artículo titulado: ¿El cigoto es

o no persona? En él negaba al embrión pre-implantorio la

condición de individuo de la especie humana, basándose en la

dependencia del genoma del embrión respecto al genoma de la

madre sin cuya relación podrían surgir molas hidatiformes: en


embrión necesita condiciones normales para devenir un hombre

pleno, ya que de no darse tales condiciones, podría devenir una

hidatiforme. El cigoto no tendría toda la información necesaria

para orientar el desarrollo del embrión.

Criticada por A. Suárez, quien afirmó que una mola Hidatiforme

no sería un embrión sin el resultado de una grave aberración

cromosómica: un ovocito androgenético, es decir con dos

núcleos paternos. Suárez, defiende el carácter de individuo de la

especie humana que posee el embrión, distinguiendo entre

fertilización del óvulo por el espermatozoide que da origen a un

embrión, y simple fusión sin fecundación que puede dar origen a

una mola Hidatiforme, considerando que lo que se produce en la

gemelación es una única fecundación u dos concepciones.

Al embrión se le niega autonomía por depender del útero de la

madre.

La Biología señala que en el cigoto, está ya constituida la

identidad biológica de un nuevo individuo humano. La genética

muestra que desde el primer instante se encuentra fijado el

programa de lo que será ese ser viviente: UN HOMBRE.

C. Teoría de la anidación.

Los partidarios de la teoría de la anidación sostienen que sólo a

partir de los 14 días de gestaciones es cuando el embrión (pre-

embrión) llaman al Nasciturnus en los primeros 14 días de

concebido, comienza a fijarse a las paredes del útero y se inicia


la formación del tejido nervioso y de su propio ARN, cuya

presencia es esencial para la individualidad del ser y esta a su

vez, es una exigencia inexcusable para la existencia de la

persona, por lo que según esta teoría se debe concluir que al

faltar tales propiedades esenciales, no existe una persona ni

siquiera en potencia. 4

4.2. Teoría de la Singamia.

Esta teoría sostiene que hay vida humana desde el momento de

la fusión de los veintitrés cromosomas paternos con los veintitrés

cromosomas maternos.

La Singamia, es decir: “...El momento en que se configura el

intercambio de información cromosómica que determina la

aparición de un nuevo código genético único, característico de la

especie humana y diferente de cualquier otro individuo de la

misma especie 5 es el momento en el que esta postura considera

que se produce la concepción. Basso, agrega que además se

trata de un ser distinto de la madre, es decir individual y

autónomo y que esa autonomía se denota porque no sólo la

implantación es obra de si mismo sino que además puede

realizarla no solamente en el lugar previsto por la naturaleza (el

endometrio), sino también en la misma trompa de Falopio o de la

4
ZARRALUQI, Luis: “La Naturaleza Jurídica de los Elementos
Genéticos”. Separata de la Revista General de Derecho. Valencia, Junio
1986. pp. 2461.
5
RABINOVICH – BERKMAN, Ricardo D. “Derecho Civil”. Parte General.
Buenos Aires. Astrea 2000.pp. 27.
cavidad abdominal y subsistir, justamente donde las condiciones

no son del todo favorables”.

5. COMIENZO DE LA VIDA Y DEL DERECHO PENAL.

Los problemas se multiplican y diversifican para determinar el

comienzo de la vida, debido a los progresos realizados en el campo de

la genética; por ejemplo, en la práctica de la fecundación in vitro. El

fruto obtenido mediante este proceso de fecundación es,

biológicamente, idéntico al embrión producto de la fecundación natural.

El tratar de implantar el embrión en el seno de la madre estéril supone

la producción de varios embriones y la destrucción de los innecesarios.

La aprobación de la experimentación in vitro tiene su fundamento

precisamente, en la diferente valoración de la vida embrionaria y de la

vida realizada. Estos avances científicos repercuten, sin duda y de

manera directa, en el tratamiento del aborto. 6

En épocas pre-científicas anteriores al desarrollo experimentado por la

medicina y la biología en el último siglo, se resolvía el problema sobre

el inicio de la vida acudiendo a criterios filosóficos como el de la

“animación”, según el cual la vida comienza en el momento en que el

cuerpo se une con el alma. La comprobación científica de que la

reproducción humana realmente surge a partir de la unión del óvulo

con el espermatozoide permitió fijar el comienzo de la vida en este

momento, llamado fecundación. La posterior evolución de la medicina

ha obligado, sin embargo, a revisar este criterio y a fijar el comienzo de


6
HURTADO POZO, José: “Comentarios Bien Jurídico Integridad Corporal”,
esterilización y constitución – Anuario de derecho Penal . pag. 17.
la vida en otros momentos posteriores tales como la anidación en el

útero del óvulo ya fecundado, el comienzo de la actividad cerebral del

feto, etc. Que son determinantes de la existencia de algo más que un

mero proceso biológico.

La doctrina dominante se inclina por admitir el comienzo de la vida

humana en el momento de la anidación o de la implantación del óvulo

fecundado en el útero materno, a los 14 días de la fecundación, en

nuestra doctrina nacional uno de los más connotados representantes

del penalismo contemporáneo José Hurtado Pozo, sostiene que el

objeto del delito es el fruto de la concepción desde el momento en que

el óvulo fecundado se instala (anida), en la matriza de la mujer hasta el

inicio del nacimiento con los primeros dolores del parto.

La teoría de anidación amplía el campo de La acción de los medios

anticonceptivos, cuya irrelevancia penal se reduce de que no inciden

en la vida ya surgida, precisamente, uno de los medios anticonceptivos

más utilizados, el dispositivo intrauterino (DIU), actúa evitando la

anidación del óvulo fecundado.

La teoría de la anidación pone de relieve, en todo caso, que la elección

de este momento para fijar el comienzo de la vida se hace más para

resolver problemas concretos, como la admisión de la fecundación in

vitro, la de los dispositivos intrauterinos, que para resolver el problema

del comienzo de la vida. Es esta una cuestión que probablemente no se


ha de resolver nunca. Pero si hay que resolver son los conflictos

sociales que en torno a este problema se plantean.

Hay que contar también con la incertidumbre de la existencia del

embarazo mismo, sobre todo en el primer mes de gestación.

Precisamente en la actualidad se emplea una píldora para interrumpir

el embarazo (RU.486) que administra en las primeras seis semanas de

la presunta gestación determina la aparición de la regla, sin que ni

siquiera llegue a comprobarse si el embarazo existió.

Por todo ello, y ante la imposibilidad científica de fijar un momento

preciso a partir del cual se puede hablar de la existencia de vida

humana, algunos países (Francia - Italia), se han inclinado por

despenalizar el aborto voluntariamente provocado en los tres primeros

meses o en las doce primeras semanas de gestación. En la llamada

solución del plazo. 7

Si el embarazo sólo comienza con la implantación del óvulo fecundado

en el útero, antes de este momento no puede hablarse de aborto pues

el embarazo es su presupuesto indispensable.

Por esto, no sólo están fuera de los alcances de la represión penal el

hecho de impedir la fecundación sino también el evitar, mediante

medicamentos, productos hormonales o de medios mecánicos que el

óvulo fecundado se implante en la matriz.

7
MUÑOZ, CONDE, Francisco: “Derecho Penal” parte Especial. Tirant. Los
Blanch. Valencia. 2001 pp. 87-88.
LA VIDA: BIEN FUNDAMENTAL DE LA PERSONA

1. LA VIDA HUMANA.

La vida humana de manera genérica, junto a otras realidades

adyacentes a ella, como la integridad corporal es el bien jurídico

protegido por el Título I del libro II del Código Penal, referido a los

delitos contra la vida, el cuerpo y la salud. Sin embargo, esta

indicación dista mucho de ser exacta si se pretende encontrar el bien

protegido en el homicidio, pues resulta evidente que en el Capítulo II

del Título en mención, referido al aborto también se protege a la vida

humana, tanto el homicidio y el aborto comparten un mismo bien

jurídico: la vida humana, por ello, resulta por lo menos impreciso

sostener que en el homicidio sólo protege este bien jurídico.

Para salvar esta insuficiencia es necesario aclarar que se trata de una

vida humana ya formada, apta para nacer o que se encuentra en

condiciones de vivir de manera autónoma y cuyo inicio de protección

comienza con el acontecimiento biológico continuo, pero en el que se

base a criterios éticos sociales se le valora de manera distinta, según

su grado de desarrollo o relación 8 .

En nuestro ordenamiento jurídico penal esa valoración distinta,

comienza desde el momento del parto.

Siguiendo una tradición inmemorial, común a la mayoría de

legislaciones del mundo, la ley peruana considera más reprochable la

8
GRACIA. MARTÍN, Luis: “Comentarios al Código Penal”. Parte Especial.
T.I.pp. 39
producción de la muerte de una vida humana independiente o ya

formada, apta para nacer, (homicidio), que la que se ocasiona a una

vida dependiente y que se encuentra aún en claustro materno (aborto).

“La separación en cuanto a la protección jurídica de la vida humana en

el homicidio y en el aborto no viene dado por un mejor o peor criterio

político criminal o por una posición personal del intérprete frente a la

vida, sino que obedece, al menos en nuestro ordenamiento jurídico

penal, a una enfática referencia legal fijada en la expresión”: durante el

parto, que se utiliza en la descripción del infanticidio (Artículo 110), la

cual debe ser vista no sólo como el límite normativo entre homicidio y

aborto, sino como el marco temporal donde comienza el bien jurídico

en el homicidio.

La vida humana no sólo es necesaria para la existencia del individuo

como centro de interferencia intersubjetiva, sino es fundamento

insustituible de la colectividad y la organización jurídico-político. La

vida es la base física y bio-psíquica imprescindible en la construcción

de la noción jurídica de persona, por lo que al brindársele protección se

tutela también a ésta, aun cuando se tenga presente y reconozca la

diversa definición civilista de dicho término y su construcción

eminentemente normativa.

La vida humana es el sustrato material sobre la cual se levantan los

demás derechos de la persona. 9

9
MIRABETE FABBRNI, Julio: “Manual de derecho Penal”. Pp.46.
Tal es su importancia que la integridad corporal y la misma salud no se

conciben fuera de ella. Una libertad sin una vida capaz de ejercerla es

inimaginable por constituir un absurdo. El mismísimo derecho al honor

está supeditado a los límites temporales de la existencia humana.

Recuérdese que no existe calumnia o difamación sobre los muertos. El

sujeto pasivo siempre debe ser una persona viva.

La tutela de la vida como bien jurídico intangible e inalienable tiene un

enorme sentido, tanto práctico como político, al ser ”La Suprema

Realidad del Derecho”, “El supremo bien del Individuo”, pero asimismo

“Bien de la colectividad y del Estado”. La vida humana es la condición

esencial, última función orgánica y la actividad del último tejido sigue

habiendo vida y, por tanto, no sólo subsiste la posibilidad de cometer

un homicidio durante ese lapso, sino que no se podría realizar ningún

transplante de órganos, sin que con ello se deje de cometer un delito

(homicidio).

2. LÍMITES TEMPORALES DE PROTECCIÓN.

La vida es un contínuo e incesante proceso que indica con la

concepción y sólo culmina con la muerte 10 , ella es protegida en cuanto

a su desarrollo, crecimiento y formación biológica por el derecho. La

tutela legal de la vida, si bien es permanente y continúa durante las

10
Sentencia del Tribunal Constitucional español del 11 de abril de
1985: “La Vida Humana es un devenir, un proceso, un contínuo
desarrollo sometido por efectos del tiempo a cambios cualitativos”.
diversas etapas que comprende, su protección queda diferenciada por

el hecho biológico del parto y por la aplicación de la vida humana

independiente.

Cabe destacar que una es la tutela concedida a la vida humana antes

del nacimiento (aborto) y otra es la extendida después de él

(homicidio). El fraccionamiento y distinción en cuanto a la tutela

jurídica de la vida viene impuesta por el hecho firme y radical del

parto. 11

La vida humana es protegida por el Derecho Penal desde la concepción

y durante su desarrollo intrauterino. Las lesiones y los atentados que

tienden a causar daño (matar) el feto, configuran el tipo de aborto.

Por otra parte, el ordenamiento jurídico penal, dentro de su línea de

marcada protección a la vida considera más disvalioso los atentados

contra la vida extrauterina o en nacimiento configurado vía legislativa,

a tal efecto, el tipo de homicidio.

Sin la mayor seguridad de la sanción del homicidio reside en el más

grave reproche jurídico en virtud a lesión a una vida humana

plenamente formada y constituida que se expresa ineludiblemente

desde el inicio de afloración del infante, vía los primeros dolores del

parto o el posterior contacto del ser humano con el exterior. En el

Derecho Penal Peruano la vida está protegida en sus diversas etapas

11
SOLER, Sebartian. “Derecho Penal Argentino”,T.III.Bs.As.Pa. 16.
de desarrollo, ya sea en el intervalo de formación biológica (aborto) o

ya en lapso de su plena constitución biológica y psíquica (homicidio).

De tal suerte que parece un acierto Y mérito innegable la profunda

coherencia alcanzada por la regulación legal patria, que a diferencia de

otras legislaciones que se inclinan por la impunidad del aborto, logra

brindar una íntegra protección a la vida, tanto desde su periodo in fieri,

o de formación intrauterina, hasta su plena formación biológica

expresada en el hecho del parto a su posterior reflejo como vida

humana independiente.

Consideramos correcto comprender la protección a la vida de la

persona como una notable consecuencia de sentido respecto a la tutela

jurídica de la vida en formación (intrauterina).

No se posición parte de un punto de vista ontológico sobre la vida,

entendiéndola como una realidad físico natural.

Independiente de cualquier consideración sobre la calidad, estado,

forma, condición o grado de desarrollo.

Toda vida humana es portadora de un valor intrínseco, es decir vale por

sí misma desde que ella se inicia hasta que termine su proceso

biológico. No entran en juego factores raciales, culturales, posición

económica o en general cualquier referencia que tenga que ver con la

calidad de vida del individuo, se protege tanto la vida de un moribundo,

de un recién nacido inviable, que tiene pocas posibilidades de seguir


viviendo o de aquellos con alguna limitación o malformación ya sea

congénita o adquirida.

La primera y la más importante expresión sobre la vida está dada por la

naturaleza y por su existencia. El derecho a la vida rige para todos, sin

exclusión alguna.

Como muestra de la influencia de las valoraciones sociales en la

comprensión de la vida humana, tenemos la diferencia antiquísima

entre homicidio y aborto, la cual se funda en una distinta valoración

social y normativa de la vida, según el diferente grado de desarrollo

que ésta alcance, si se tuviera que asumir una concepción puramente

biológica o natural se tendría que considerar que cualquier atentado

que busque vulnerarla es igual de grave; además, no habría ninguna

razón para distinguir jurídicamente entre homicidio y aborto, figuras

que deberían desaparecer para dar paso a su unificación o estimarse

equivalentes en cuanto a gravedad, pues en ambas se atenta contra la

realidad físico-natural.

3. LA VIDA HUMANA DEPENDIENTE.

El bien Jurídico protegido entendido como un todo es la vida humana,

pero dentro de ella hay que considerar tanto la vida del embrión o del

feto como la vida de la persona. No puede discutirse que el feto y el

embrión disfrutan también de vida humana, como objeto de Protección

Penal, con la peculiaridad de que su misma existencia depende de la

vida de otra persona (la madre); de ahí que se afirme que en tales

casos se protege la vida humana dependiente.


El problema principal en torno a este bien Jurídico gira alrededor de la

determinación del momento exacto en que se entiende que surge

precisamente la vida.

Al respecto se han emitido diversidad de opiniones y teorías, entre las

cuales tenemos: la que sostiene que la vida se inicia con la

fecundación del óvulo por el espermatozoide.

Otros fijar un plazo de tres meses después de la fecundación para

considerar el inicio de la vida, y la tercera posición más aceptada es el

de la anidación (14 días), del óvulo fecundado en el vientre de la mujer.

Muchos investigadores consideran que la teoría de la anidación es la

que presenta mayores ventajas, por cuanto al afirmar que la anidación

es el punto de referencia para el comienzo de la vida humana ayudará

a diferenciar cuando existen medios anticonceptivos y cuando medios

abortivos. Desde este punto de vista, todo medio que impidan la

anidación del óvulo fecundado en el útero de la mujer será considerado

un método anticonceptivo, puesto que todavía no existiría el objeto de

la protección, esto es, la vida humana. Por contra, todo medio que se

utilice con posterioridad a la anidación, podrá ser considerado

abortivos.

Este criterio también ayudaría a resolver los múltiples problemas

prácticos que están planteando las nuevas técnicas de reproducción

asistida tales como la fecundación In Vitro y la Inseminación Artificial;

al considerar que la vida humana comienza con la anidación del óvulo


en el útero de la mujer, la fecundación In Vitro y la Inseminación

Artificial no serían objeto de sanción penal puesto que todo su campo

de acción gira en torno a una etapa anterior a la anidación.

El castigo de la Manipulación Genética o el uso indebido de la

fecundación In Vitro y de la Inseminación Artificial requiere la creación

de un tipo especial, por cuanto constituye, conforme a la legislación

penal vigente, hechos atípicos.

4. LA VIDA HUMANA INDEPENDIENTE.

Dentro de la vida humana, hay que distinguir la vida humana

dependiente y la vida humana independiente.

Para establecer donde se halla el límite entre las dos es importante

tener en cuenta lo dispuesto en el artículo 110 C.P., referido al

infanticidio como figura protectora de la vida humana independiente.

En dicha disposición, se emplea la expresión -durante el parto- de ahí

que tradicionalmente se haya considerado como límite el inicio de la

vida humana independiente el parto. Tan es así, que algunos autores

asimilan este concepto al del recién nacido.

No obstante, el parto en sí mismo considerado un proceso que se

desarrolla en el tiempo y de duración determinada, por lo que las

diversas tesis para precisar el momento exacto en que nace la persona

se han sucedido y que han sido de las más variadas. Entre muchas, las

más significativas son las que señalan que es preciso que el feto viva
24 horas desprendido del claustro materno; no falta quien indica que

basta sólo con el desprendimiento de la madre; se exige por algunos

autores la percepción visual, criterio que ha alcanzado mayor

aceptación doctrinal por el corte del cordón umbilical, o la respiración

pulmonar, etc. 12

toda esta diferenciación es sumamente importante en la medida en que

cuando se acabe con una vida humana independiente, estaremos ante

un delito de homicidio, parricidio, asesinato, infanticidio u homicidio por

piedad, según corresponda; mientras que, cuando se acabe con una

vida humana dependiente, estaremos ante un delito de aborto.

EL ABORTO

1. CONCEPTO.

La expresión "ABORTO" deriva de la voz latina: ABORTUS=AB:Mal,

ORTUS: Nacimiento; significando etimológicamente: Parto Anticipado,

privación de nacimiento, nacimiento antes de tiempo.

Biológicamente y jurídicamente hablando, el delito de aborto

representa un atentado contra la vida humana, pero no contra la

persona.

La razón está en que el feto indudablemente no ostenta todavía tal

cualidad, desde que es un ser concebido pero no nacido, una

esperanza de vida extrauterina, una ESPES HOMINIS. 13

12
CARBONELL MATEU: "Derecho Penal" – Parte especial 39 Edic.
Editorial Tirant lo Blanch – Valencia. 1990. P.5100.
13
QUINTANO RIPOLLES, “Tratado de derecho Penal”. Tomo I .pp. 471-475.
No ha dejado de constituir también un problema la definición del delito

de aborto. La Ley especial española del 24 de enero de 1941, en su

artículo primero, definía de la siguiente manera: "la expulsión

prematura y violentamente provocada del feto o su destrucción dentro

del vientre materno".

Para Quintano Ripolles, la esencia de la noción de aborto es el acto de

matar, y no meramente el de expeler o expulsar al feto.

Si el homicidio significa dar muerte a un hombre, el aborto es causar la

muerte de un feto.

Con certero criterio define: Jiménez de Asúa, el aborto tanto en su

estricta noción ginecológica, como también en su amplio sentido

jurídico. El aborto ginecológico consiste en la expulsión prematura y

violentamente provocada del producto de la concepción, con

independencia del resultado mortal de la maniobra destinada a

conseguir que el feto sea expelido. En cambio, desde el punto de vista

Jurídico Penal: aborto es el aniquilamiento del producto de la

concepción en cualquiera de sus momentos anteriores al término de la

preñez, ya sea por la expulsión violenta del feto o por su destrucción

en el vientre de la gestante. Rectificando esta última definición

agregaba el maestro español que la esencia del aborto residía en que

se logre el aniquilamiento del feto, claro está en referencia al tipo de

delito consumado, que es el que describen las leyes. Si no se


produjera su extinción vital y el feto expulsado por violencia vivera,

habrá entonces una tentativa de aborto, pero no un delito perfecto. 14

2. EL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO.

La tutela penal del aborto no tiene sistematización uniforme en la

doctrina. Unas veces se ha sostenido que es el derecho del feto a la

vida, haciendo del aborto un delito contra la persona; otras veces se ha

afirmado que es el orden perturbador de la familia; otras veces, que es

el derecho de la sociedad a la conservación de las personas físicas

que pertenecen se ha considerado que no puede ser el orden de la

familia, porque no siempre el aborto perturba ese orden, especialmente

cuando la fecundación de la mujer tiene lugar fuera del círculo de una

familia legalmente constituida. Tan poco interés demográfico del

Estado, doctrina que acepta el Código maestro inicial Penal Italiano,

clasificando el aborto entre los delitos contra la integridad de la estirpe,

porque entonces no se podría hablar del aborto impune en el caso de

que la mujer haya sido violada por un delincuente por un enemigo,

pues sería manifiesto el interés del Estado para que no se ha eliminado

ninguno de sus ciudadanos.

A juicio nuestro, el bien Jurídico protegido es la vida humana, termina

aceptada por el Código Penal Peruano, ante la ley se halle en

presencia, no de un hombre (persona), sino de una simple esperanza

humana (ESPES HOMINIS). El Código Civil, no obstante declarar que

el: "Nacimiento determina la personalidad", pone a salvo los derechos


14
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis: "Libertad de amar y Derecho a morir".
Editorial Losada . S.A. Buenos Aires. 1946.
del que está por nacer, ya que "se le reputa nacido para todo lo que le

favorece, a condición de que nazca vivo" (artículo 1), razonamiento que

se funda en la equiparación jurídica de lo que constituye una simple

esperanza a la vida real y efectiva en la asimilación del embrión al

individuo, del feto al infante, del proceso fisiológico en acción al

proceso fisiológico terminado.

La vida del feto es una vida humana información.

Francisco Carrara dice: Nosotros creemos que fisiológicamente puede

cuestionarse si es una vida (la del feto) distinta de la vida de la madre

y dejamos que los médicos disputen a su gusto sobre esto. A nosotros

nos basta que sea una vida merecedora de ser respetada y protegida

sólo en consideración a sí misma, independientemente de toda

consideración de la familia. Esto (Llámese vida vegetativa, o llámese

vida animal, no puede ser dudoso). No es dudoso para nadie que el

feto (si es verdadero feto) es un ser viviente; y desafío a negarlo,

cuando cada día se le ve crecer y vegetal.

Qué importa, por consiguiente, ¿definír fisiológicamente esa vida?

Ella es una vida agregada asesoría, si se quiere a otra vida de la cual

un día se separará para vivir su propia vida. Pero no puede negarse (si

es un verdadero feto), que aquel es un ser vivo; y de este modo, en

aquella vitalidad presente, acompañada por una probabilidad de vida


futura independiente y autónoma se encuentra suficientemente el

objetivo del delito de quien malvadamente la extingue. 15

por consiguiente, para nosotros, el feto vive en el útero sin que importe

definir fisiológicamente de qué vida se trata, siempre que no se pueda

firmar que se encontraba dentro del útero como un cuerpo muerto. El

interés jurídico relativo a la vida es lesionado desde que se impide la

vida y la personalidad civil de un feto capaz de adquirirlas, observa

Nelson Hungría. 16

De otro lado, aunque no se pueda hablar de vida en sentido especial o

propio, con relación al feto, no deja de ser verdad que éste posee vida

intrauterina o biológica, que también es vida en sentido genérico quien

practica un aborto no opera sobre materia bruta, sino contra un hombre

en la antesala de la vida civil, como que el feto es una persona virtual,

un ciudadano el germen, un hombre: IN SPEM.

Entre el infanticidio (eliminación de una vida extrauterina) y el aborto

(eliminación de una vida intrauterina), la diferencia es sólo de grado, o

como diría Carrara, de cantidad natural y de cantidad política.

3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

El aborto se ha practicado en todos los tiempos, pero no siempre ha

sido incriminado como delito. Para la antigüedad fue un hecho

15
BRAMONT ARIAS, Luis A. “El Delito De Aborto En El Código Penal
Peruano”, Artículo Publicado En La Revista Electrónica De Derecho
Penal.
16
HUNGRÍA, NELSON. “Comentarios AO Código Penal ”Vol. V. Edicao
Revista Forense (11). Río de Janeiro 1992. pag. 249- 250.
indiferente, cuando no acarreaba un daño a la salud o a la muerte de la

mujer.

En contra Licurgo y Solón lo prohibieron; Hipócrates, en su famoso

Juramento, declaraba: "yo no daría una mujer un pesario abortivo".

Aristóteles en su obra "Política" postulaba equivalencia demográfica y

alimenticia; Platón sostenía su idea favorable por la práctica abortiva,

pero para mujeres de más de 40 años de edad.

La práctica del aborto se difundió por todas las esferas sociales.

Aspacia de Mileto, cortesana compañera e inspiradora de Pericles,

cuya cultura le permitió dialogar con Sócrates y Alcibiades, no sólo

provocó abortos, sino que nos ha dejado un libro sobre este tema.

En Roma, durante toda la Época Republicana, no fue castigado. No la

Ley de las Doce Tablas, ni las leyes de la República prohibieron el

aborto. El feto fue considerado como: Portio Viscerum Matris (la madre

disponía de su cuerpo).

El aborto comenzó a ser considerado como un acto inmoral y el uso de

abortivos fue considerado en Roma. En los tiempos del emperador

Septinio Servero y de su hijo Antonio Caracalla se dictaron las primeras

Leyes Punitivas contra el aborto, que condenaba al destierro a la mujer

casada culpable.
El Digesto, en su libro 47, Título XI, fragmento 4° estableció preceptos

condenando el aborto. El Cristianismo consolidó la Reprobación social

del aborto, en vista al secreto que implica el aborto y a la situación de

indefensión en que se encuentra La Víctima, lo cual impone, en el

terreno de la confidencia, una sanción moral.

Los emperadores: Adriano, Constantino y Teodosio reformaron el

antiguo Derecho si asimilaron el Aborto Criminal al Delito de Homicidio.

En la edad media esta concepción subsiste, Santo Tomás de Aquino, la

vincula con la de Aristóteles al aceptar, simultáneamente, el plazo en el

que - según este - el alma entraba en el cuerpo humano y el criterio

que el aborto cometido en este periodo constituye homicidio.

El Papa Pío IX quien en 1869, declara que el quinto mandamiento

protege igualmente la vida embrionaria.

En Alemania la situación cambia con la Ordenanza Penal de Carlos V,

de 1532 vigente hasta el S. XVIII. Su Artículo 133 preveía la represión

del aborto y, para los efectos de una mayor represión, distinguía entre

feto viable y no viable.

En Francia, Henri II, mediante un edicto de 1556, dispuso que el aborto

fuera castigado con la Pena de Muerte o Reclusión Criminal.

Bajo la influencia de los enciclopedistas, en el código de 1794, se

atentó la represión: La Penal de Muerte fue reemplazada por la de 20

años.
Las ideas represivas del aborto, llegaron al Perú con la colonización

española. El Derecho de los conquistadores era parte del Derecho

Europeo en formación mediante la recepción del Derecho Romano

Justinianeo y del Derecho Canónico.

En las siete partidas se sancionará a la mujer con la Pena de Muerte si

la "Criatura" era ya viva, o con la de destierro en alguna isla por cinco

años.

Las leyes de Indias, como otras certificadas por la corona española,

fueron acatadas pero no cumplidas. Este fenómeno particular que

caracterizó el Régimen del Virreinato hace muy difícil saber cuáles

fueron los comportamientos reprimidos y las penas aplicadas.

Las verdaderas fuentes legales, según Levene, fueron las Ordenanzas

de los cabildos referentes a los delitos de Policía principalmente.

Según el reglamento provisional del 12 de febrero de 1821, (Artículo

18) y el Estatuto provisional del 8 de agosto de 1821 (Artículo dos de la

última sesión), dictadas por el libertador San Martín, el Derecho

Colonial se debía seguir aplicando en cuanto no contradijese los

ideales de libertad e independencia. La severidad de la represión se

mantiene por ejemplo, en el proyecto de Vidaurre. El aborto figuran

entre los homicidios: la pena es de 10 años de trabajos públicos, si el

autor es el marido; de 15 años, en caso de un extraño (Ley 24). La

mujer casada que toma algún rebaje o emplea algún otro medio para

abortar debía ser destinada al Hospicio por 10 años; si es tenida por

Doncella, por dos; y si es mujer pública, por toda la vida.


El recién nacido, el feto y el embarazo no han sido siempre percibidos

de la misma manera. En la antigüedad, el feto constituye un misterio;

existe como algo imaginario, hasta mágico. En la Edad Media, y el

renacimiento, el feto y el recién nacidos son "Representados"; pero no

son objeto de estudio de la ciencia.

En el siglo XVII, se comienza a percibir de manera racional la vida

intrauterina (Descartes publica su tratado sobre la formación de feto).

La obstetricia moderna se forma y consolida a lo largo de los siglos

XVII y XVIII de esta manera se pone fin a la concepción Mágica Y

Sagrada del Embarazo y Nacimiento.

En Francia, Napoleón crea la Primera Cátedra de Obstetricia, organiza

la instrucción de las parturientas e introduce en los Hospitales una

sección especial.

En las últimas décadas se ha producido, una verdadera Revolución

Científica que ha conducido a un excelente conocimiento de la vida

intrauterina. Los progresos técnicos espectaculares de los últimos años

(por ejemplo: la ecografía) han hecho posible conocerlo mejor y, de

esta manera, controlar la concepción, trata convenientemente las

dificultades del embarazo, detectar y evitar las afecciones que pueden

lesionar construir feto, disminuir los riesgos propios al nacimiento.


4. EL DELITO DE ABORTO EN EL DERECHO CANÓNICO.

El Canon 1398 del Código De Derecho Canónico de 1983.

Actualmente en Vigor, define a el Derecho De La Iglesia Católica el

delito de aborto, éste es su temor literal:

Canon 1398: "Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en

excomunión LATAE SENTENTIAE”.

4.1. Bien Jurídico.

Este Canon protege la vida del ser humano, desde el momento de

la concepción. Juan Pablo II, en la encíclica EVAGELIUM VITAE:

Con la autoridad de Cristo, confirió a Pedro y a sus sucesores, en

comunión con todos los obispos que en varias ocasiones han

condenado al aborto directo, es decir, querido como fin o como

medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación

deliberada de un ser humano inocente.

Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de

Dios escrita; es transmitida por la tradición de la Iglesia y

enseñada por el “Magisterio Ordinario y Universal”(Juan Pablo II,

carta encíclica EVAGELIUM VITAE, N 62).

El concepto de vida humana no es Jurídico. Son otras disciplinas

las encargadas de definir la vida humana, especialmente la ciencia

médica y la filosófica. En ese punto, como en tantos otros el

Derecho tiene la función de proteger un bien Jurídico, para lo cual

asume las conclusiones que le aportan otras ciencias y


actualmente los mejores y más imparciales estudios filosóficos y

médicos no dudan en afirmar que la vida humana comienza el

momento de la concepción. No es este lugar de aportar aquí tales

estudios. Pero se debe destacar que el Derecho de la Iglesia es

consecuente al proteger la vida humana desde el momento de la

concepción.

En el Derecho Canónico, además, se deben distinguir entre el

aspecto moral de una cuestión, y su aspecto Jurídico. Si esto se

debe hacer en el Derecho Canónico en general, más importantes

es en la Rama Penal. Puede suceder que el legislador no

considere necesario castigar con ninguna pena una conducta. Esto

no quiere decir que esa conducta sea moralmente lícita.

Es más, aunque el Derecho Penal exculpe a una persona de un

delito, la culpa moral puede permanecer intacta.

4.2. Supuesto de Hecho.

El Canon 1398 castiga con excomunión LATAE SENTENTIAE a

quienes procuren el aborto, si éste se produce. Acerca del

concepto de aborto, el Consejo Pontificio para la interpretación de

los Textos Legislativos, en la respuesta autentica del 23 de mayo

de 1998. Preguntando si se debe entender sólo la expulsión del

feto inmaduro, o también la muerte de feto inmaduro, o también la

muerte del feto procurada de cualquier modo y en cualquier tiempo

desde el momento de la concepción respondió afirmativamente a


la segunda proposición. Por lo tanto, en lo que se refiere al tipo

penal, el delito de aborto no se reduce a la expulsión del feto

provocada con la intención de darle muerte, sino que en el tipo

penal se incluye cualquier muerte provocada, en el NASCITURUS.

Obsérvese que el tipo penal, al hablar del supuesto de hecho, no

hace referencia al motivo del aborto. Lamentablemente en las

legislaciones civiles, en ocasiones se despenaliza el aborto en

ciertos casos: por motivo terapéuticos, peligro para la salud de la

madre con deficiencias físicas o taras psíquicas o por motivos

económicos o incluso por razones socioculturales.

En el Derecho Canónico de acuerdo con la Doctrina de la Iglesia,

como no podía ser menos, se penaliza el aborto, sea el que sea el

motivo que ha llevado a una madre a tomar la desgraciada

decisión de matar la vida de su propio hijo. Esto en el canon 1398

queda claro, al hablar de quien procura el aborto, sin dar

excepciones.

Por encima del Derecho a la salud del hijo o de la madre está el

Derecho a la Vida; y si ambos Derechos entran en conflicto debe

prevalecer el Derecho a la Vida, parece claro que la finalidad de

proteger la salud no se debe hacer a costa de la vida de otra

persona. Y si lo que entra en conflicto es la vida de la madre con

la del hijo, supuesto excepcional en el estado actual de la

Medicina debe prevalecer el Derecho a la Vida del hijo del mismo


modo que sería una monstruosidad matar a un enfermo terminal

para poder aprovechar sus órganos para transplantes, antes de

que por el curso de la enfermedad se deterioren y sean

inservibles. No se pueden salvar vidas a costa de matar a alguien.

Con mayor motivo se deben hacer las mismas consideraciones del

Derecho a una posición económica, o al bienestar social o

económico. No parece lógico que, en caso de conflicto entre la

vida de un ser humano y el bienestar personal o familiar, ceda el

Derecho a la Vida. La Iglesia y el Ordenamiento Canónico

demuestran una gran valentía al recordar esta doctrina en la

actualidad.

Otros de los motivos por lo que algunos ordenamientos

despenalizan el aborto, es la violación de la madre. Ciertamente

es un trauma para la madre que haya sido violada, pero el

subsiguiente aborto no elimina el trauma por la violación, se le

deberá ayudar, pero el embarazo es un problema distinto.

Piénsese además que en vez de un trauma, el de la violación

puede tener dos: el de la Violación y del Aborto.

Se debe tener en cuenta, además, que se incurre en delito de

aborto sólo si éste se realiza. Es decir, si se consuma el delito. No

hay delito por lo tanto, si éste se frustra o se queda en el grado de

tentativa.

5. LEGISLACIÓN COMPARADA
5.1. Uruguay.

El Código Penal Uruguayo del 4 de diciembre de 1933, reflejando

el doctrinarismo de su autor intelectual José Irurte Goyena, no

castigaba el aborto consentido, sin distinguir si era castigado por

razones terapéuticas, eugenésicas, sentimentales o sociales o por

la simple voluntad de la mujer.

El Artículo 235 castigaba: “Al que causare el aborto de una mujer

sin su consentimiento”. El Artículo 326 agravaba la sanción si se

causaba lesiones a la mujer o su muerte. El 327 consideraba como

agravantes a la ejecución por violencia o fraude, que la mujer

fuere menor de 18 años o estuviere privada de razón o de sentido

y que se perpetrara por marido o con abuso de autoridad, de

relacione domésticas, etc. el Artículo 328 rebajaba la pena en caso

de aborto HONORIS CAUSA.

Tal fue clamor suscitado contra el Régimen del Código Uruguayo

en materia de aborto, que el 24 de enero de 1938 se dictó la Ley

N° 9763 que rehace los artículos 325 a 325 del Código Penal,

intercalando dos más en la siguiente manera:

Artículo 325: Se incrimina el aborto con consentimiento de la

mujer.

Artículo 325: Ter. Se tipifica el aborto sin el consentimiento de la

mujer.

Artículo 326: Se agrava la Pena para el caso de lesión o muerte

de la mujer.
Artículo 327: Queda como estaba antes.

Artículo 328: Se ocupa de las causas atenuantes y eximentes.

Donde se dispone la exención de la Pena por los casos de:

A) Salvar el propio honor.

B) Por violación.

C) Por causas graves de salud.

D) Por angustia económica.

En los mencionados debe ocurrir el consentimiento de la mujer y

que se realice por un médico.

En los mismos casos cuando no existiera el consentimiento de la

mujer. Las penas podrán disminuirse de un tercio a la mitad.

5.2. FRANCIA

Se afirma la prohibición del aborto mediante la represión de su

realización voluntaria(Artículos 223-10 a 223-12 de Nuevo Código

Penal)según el Código Sanitario(Artículos 162-1 y ss. Modificado

por la Ley 75-17 del 17 de enero de 1975), la interrupción del

embarazo, en las diez primeras semanas, no es posible a

condición, primero, que la madre consienta; segundo que sea

practicado por un médico en establecimiento hospitalario; y

tercero, que se siga un procedimiento en el que trate de convencer

a la madre de continuar el embarazo.

Además la cesación del embarazo es decidida libremente por la

madre, quien debe encontrarse en una situación de desastre


provocada por el embarazo. Además la interrupción del embarazo

es autorizada por razones terapéuticas(peligro grave para la salud

de la madre)y eugenésica(persona por nacer afectada de un mal

grave e incurable). En ambos casos, es indispensable la

constatación médica previa.

Por considerar que la ley reguladora del sistema de plazos era

inconstitucional. Un grupo de parlamentarios recurrió ante el

Consejo Constitucional. Éste decidió que la Ley no contradecía, ni

la Constitución, ni el Artículo 2 de la Convención Europea de

Derechos Humanos.

5.2. SUIZA.

Su análisis resulta conveniente por el interés que tiene para

nosotros la evolución de la legislación que ha constituido la fuente

principal de nuestro Código.

En el proyecto de setiembre de 1974, denominado “Ley Federal”

sobre la Protección del Embarazo y el nuevo Régimen de

Represión del “Aborto y su interrupción” se adoptó un “Sistema

ampliado de indicaciones”.

Los expertos criticaron el sistema de plazos por considerar que

legaliza toda interrupción ejecutada, durante el lapso indicado, por

un médico sin tener en cuenta que ka decisión de la madre puede

ser irreflexiva, el resultado de un momento de pánico o de la

presión de terceros, de índole egoísta o puramente arbitraria. En


su opinión es preferible el modelo de las “Indicaciones” porque

protege mejor la vida(en sentido general)debido a que la ampara

mientras se desarrolla y que no admite derogaciones sino en

casos excepcionales, expresa y objetivamente delimitados. En la

exposición de motivos del proyecto se dice “Cuando hay un

conflicto de intereses, la interrupción no será castigada si la

destrucción de la vida embrionaria aparece en tal medida

excusable en consideración de otros bienes Jurídicos

amenazados-cuyo valor es comparable al del ser humano

concebido que el Legislador puede renunciar a prever una sanción

penañ”.

En este sentido, se considera(indicción médica), no punible la

interrupción del embarazo cuando es practicada por un médico

diplomado y autorizado a ejercer en Suiza, con el objeto de evitar

un serio peligro para la vida o la salud de la mujer en cinta e

imposible de descartar de otra manera. Siempre que la mujer

consienta y se obtenga un informe médico favorable. Se aprecia

mejor la amplitud de esta fórmula, si se tiene en cuenta la manera

como, en el proyecto, se describe la situación de peligro.

“Cuando la continuación del embarazo hasta su término o las

condiciones de vida a que daría lugar el nacimiento del niño,

provocarían con gran probabilidad una enfermedad física o mental

grave y de larga duración en la mujer en cinta”.

La indicación social es regulada en el Artículo 5.


Esta Norma no es una “Cláusula General”que autoriza el aborto a

condición que la intervención tenga lugar dentro de las doce

semanas posteriores a la suspensión de las reglas, cuando resulte

altamente probable que el mantenimiento del embarazo hasta su

fin llevaría ala mujer a un estado de apremio grave, imposible de

evitar de otra manera. Para los efectos de la evaluación de tal

situación, se dispone que se tendrá en cuenta, en particular, la

edad de la madre, el número de hijo y la situación familiar. La

existencia de tal estado de apremio deberá ser establecida por un

especialista designado por la autoridad sanitaria cantonal.

Según el Artículo 6 del Proyecto, es impune la interrupción del

embarazo cuando éste es producto de un atentado sexual contra la

mujer(indicación Jurídica o Ética). En opinión de los autores del

Proyecto, debido a que se trata de salvaguardar los intereses de la

mujer “No se puede exigir que el acto delictivo sea aprobado con

la precisión que se exige para la represión del autor”. La

determinación de esta condición es competencia de una comisión

que los cantones deben organizar.

Por último se regula en el proyecto la indicación eugenésica según

el Artículo 7, la interrupción del embarazo es permitida cuando se

prevé que el feto sufre muy probablemente lesiones físicas o

psíquicas graves y durables. Esta manera amplia de formular la

regla, se debe a la ausencia de métodos del todo exactos para

detectar la presencia de tal tipo de lesiones en el feto. No se trata


de cualquier tara, sino de aquellas incompatibles con la existencia

normal de una persona, por ejemplo: aberraciones

cromosomáticas, graves trastornos del desarrollo psíquico ó

malformaciones somáticas(mongolismo), etc., según los autores

del Proyecto, la admisión de esta indicación no implica la

distinción cuantitativa entre la vida de las personas, ni la

aceptación de cualquier forma de eutanasia.

Junto a estas reglas, se preveen otras que tienden, de un lado, a

mejorar la protección del embarazo y, de otro lado, a reafirmar la

represión del aborto.

Todas estas normas se encuentran, según los especialistas

Suizos, debidamente apuntadas por las reformas practicadas a

realizarse en el dominio de la adopción, de las condiciones de

trabajo de la mujer y de la familia en general.

5.4. ESPAÑA.

El sistema de indicaciones fue adoptado en España con la

introducción del Artículo 417 bis en el Código Penal, mediante la

Ley Orgánica 9-1985 del 5 de julio. Esta Ley fue el resultado de

una sentencia del tribunal constitucional, del 11 de abril de 1985,

que declaró inconstitucional un proyecto de reforma por el que se

introducía el sistema de plazos. Según el Tribunal Constitucional el

Proyecto era disconforme con la Constitución, no en razón de los

supuestos en declara no punible el aborto, sino por incumplir en su


regulación exigencias constitucionales derivadas del Artículo 15 de

la Constitución.

Al mismo tiempo consideró la vida dependiente como bien Jurídico

merecedor de Protección Penal y afirmó la vida, la salud, la

libertad y la dignidad de la madre son también bienes

fundamentales que el Estado debe proteger igualmente.

6. EL ABORTO EN EL CÓDIGO PENAL PERUANO.

El Código Penal peruano, adopta, a priori, un sistema de incriminación

del aborto. Pero, a la vez, introduce el sistema de indicaciones de una

manera subrepticia al aludir al aborto terapéutico como único caso no

punible.

Art. 119 CP.

De otro lado, se contempla la indicación ética cuando la mujer resulta

embarazada como consecuencia de una violación(Art. 120, I. CP) y la

indicación eugenésica.

Cuando es probable que el niño salga con graves taras físicas o

psíquicas (Art. 120.2 CP). En ambos casos se establece una pena

privativa de libertad no mayor de tres meses, lo que en la práctica se

traduce en la impunidad de estos hechos, ya que como bien se sabe, la


duración de la fase de investigación por parte de la policía y la

instrucción por parte del Juez es difícil que pueda concluirse en ese

periodo de tiempo, teniendo en cuenta que a los cuatro meses y medio

prescribe la acción penal.

Último párrafo Art. 83 CP, en concordancia con el primer párrafo del

Art. 80 CP. Sin embargo, no quedará impune la responsabilidad de

terceros que han ocasionado los hechos, así por ejm. Quien realizó la

violación.

I. AUTO ABORTO (Art. 114 CP)

1.1 Descripción Legal.

Art. 114. “La mujer que causa su aborto, o consiente que otro lo

practique, será reprimida con pena privativa de libertad no

mayor de dos años con prestación de servicio comunitario de

cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas”.

1.2 Bien Jurídico Protegido.

El bien jurídico tutelado que se pretende proteger con el

autoaborto lo constituye la vida del producto del embarazo. La

vida humana en formación y por tanto dependiente. 17

17
Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal “Parte Especial”. Edit.
Pag.127
1.3 Tipicidad Objetiva

1.3.1 Sujeto Activo.

Sólo puede serlo la mujer gestante. Al respecto se presentan

dos supuestos.

En el primer caso, la mujer provoca en sí misma el aborto,

siendo la única autora del delito. Se conoce con el nombre de

autoaborto activo.

En el segundo caso, la mujer se limita a dar el consentimiento

para que un tercero le provoque el aborto. Es el llamado

autoaborto pasivo.

En resumen, el artículo en análisis, solamente es de aplicación

a la mujer embarazada en tanto que el abortista, el otro, el que

practica el aborto, estará sometido al alcance del artículo 115°,

que tipifica el aborto consentido, salvo que se limite a instigar o

ayudar a la madre.

1.3.2 Sujeto Pasivo.

Es el producto de la concepción sin importar el grado de

desarrollo que hubiere alcanzado.

1.3.3 Conducta.

Consiste en la interrupción del proceso fisiológico de gravidez,

con la consecuente muerte del producto de la concepción.


El comportamiento de la mujer gestante puede alternativamente

presentar modalidades.

En la primera, es ella, la mujer, quien efectúa sobre si misma

las maniobras dirigidas a producir la muerte del producto de la

concepción. Es preciso que realice íntegramente los actos

ejecutivos, pues si una parte de dichos actos fuera realizado

por un tercero, estaríamos en la hipótesis fáctica del aborto

consentido.

En la segunda, la mujer gestante consiente que otro le

practique el aborto.

Al no señalarlo expresamente el código penal, es indiferente al

medio que se utilice para causar el aborto. Sin embargo, en lo

que respecta a los medios morales, por razones obvias, tal

aborto no puede cometerse por ellos.¿cómo podría ser eso?.

En mujer embarazada no puedes establecer si misma, ni puede

comunicarse en intempestivamente una noticia desagradable o

luctuosa en el nivel aborto.

Los móviles que pudieran inducir a la gestante al autoaborto no

afectan la tipicidad de esa conducta.

Sin embargo, ellos (honor, carencia social, etc.) deberán ser

tomados en cuenta por el juez al momento de individualizar la

pena conforme a los numerales 45° y 46° del código penal.

1.4 Tipicidad Subjetiva.


Este delito es a título de dolo. Consiste en la conciencia y

voluntad de la mujer de causar su propia aborto, con actos

dirigidos a poner fin a la vida del fruto de la concepción,

prestando su consentimiento.

1.5 Tentativa

Hacer un delito doloso y de resultado, es posible la tentativa

ocurre cuando la gestante que previamente se agenció de los

elementos abortivos se dispone a practicarse el aborto, sin

embargo, circunstancialmente es sorprendida por el

responsable de su gestación, quien después de una acalorada

discusión y forcejeo, logra evitar la consumación del hecho

delictivo.

1.6 Consumación.

Esta figura queda consumada con la muerte del fruto de la

concepción.

1.7 Pena.

La pena aplicable es privativa de libertad no mayor de dos

años o con prestación de servicios comunitarios de cincuenta

y dos a 104 jornadas. 18

II. Aborto Consentido (Art. 115 C.P)

2.1. Descripción Legal.

18
Rodríguez Velez, Jorge. Manual de Derecho Penal. Pag.101-105
Art. 115: "el que causa al aborto, con el consentimiento de la

gestante, será reprimida con pena privativa de libertad no

menor de un año ni mayor de cuatro años".

Si bien sobreviene la muerte de la mujer y el agente pude

prever este resultado, la pena será no menor de dos ni mayor

de cinco años.

2.2 Bien Jurídico Protegido.

Es la vida humana dependiente.

2.3 Tipicidad Objetiva.

Sujeto activo puede hacer cualquier persona que causa del

aborto con consentimiento de la gestante. Sujeto pasivo es el

embrión o feto.

El comportamiento consiste en causar el aborto a la gestante.

Éste puede realizarse tanto por acción, como por omisión. El

presupuesto en sujeto activo tiene el dominio del hecho junto

con la gestante pero como ya analizamos en artículo anterior,

esta es responsable por el artículo 114 CP.

Le existe ninguna limitación respecto a los medios que emplee

el sujeto activo para causar el aborto.

Un requisito indispensable es que la gestante preste su

consentimiento. En la mayoría de los casos esta tendrá lugar

cuando la gestante no pueda materialmente causar el aborto.

Es indudable que dicho consentimiento tiene que prestarlo


libremente no estaremos en este puesto cuando se le

coacciona. Es de destacar que el consentimiento no exonera

de nada al sujeto activo ya que estamos ante un bien jurídico

que no es de libre disposición.

2.4Tipicidad Subjetiva.

Se requiere necesariamente el dolo.

2.5 Grados de Desarrollo del Delito: Tentativa N.

Consumación.

El delito se consuma con la muerte del feto o embrión. No hay

inconveniente en admitir la tentativa.

2.6Agravantes

1° Muerte (de la mujer embarazada) siempre que el sujeto

activo haya podido preverla. Consideramos que la muerte de

la gestante a consecuencia del aborto sólo agrava la

conducta si se realiza de manera culposa, si abarcara la

forma dolosa el sujeto activo resultaría beneficiado puesto

que le correspondían una pena inferior que si se castigara

por el delito de homicidio artículo 206 C.P. o asesinato

artículo 108. 2° C.P. Si el sujeto activo ha tenido el dolo de

matar a la gestante, ya sea dolo eventual. Nos

encontraríamos ante un delito de Homicidio o asesinato,

según corresponda.
A este respecto téngase en cuenta que es muy frecuente la

muerte de la gestante por hemorragias, procesos

infecciosos, intoxicaciones o provocada por el uso inexperto

de medios abortivos.

2° Según la persona que realiza el aborto: si es un

profesional sanitario, por ejemplo, medico, enfermera,

farmacéutico, etc. y abusa de ese cargo se le castigará,

además de la pena que le corresponde, con la de

inhabilitación –art.36. 4° y 8° C.P- de conformidad con el

art.117 C.P.

2.7 La Pena.

Se castiga con pena privativa de libertad no menor de uno ni

mayor de cuatro años.

La concurrencia de una circunstancia agravante eleva la

pena a pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor

de cinco años.

III. ABORTO NO CONSENTIDO (ART. 116 C.P)

3.1. Descripción Legal.


Art. 116 “El que hace abortar a una mujer sin su

consentimiento será reprimido con pena privativa de libertad

no menor de tres ni mayor de cinco años”.

Si sobreviene la muerte de la mujer y el agente pude prever

este resultado, la pena será no menor de cinco ni mayor de

diez años.

3.2 Consideraciones Generales.

Dicha figura delictiva debe estar siempre tipificada, aún

cuando se liberaliza el aborto, dado que en este supuesto se

contiene un aborto cometido si su consentimiento de la

gestante, esto es, en contra de su voluntad, lo cual

representa el mayor ataca que puede cometerse contra los

bienes jurídicos afectados, la vida del embrión o del feto, por

un lado, y la vida, salud y libertad de la mujer, por otro. En

definitiva, aquí está plenamente justificada la intervención del

Derecho Penal en base al principio de protección de bienes

jurídicos y al de intervención mínima.

3.3 Bien Jurídico Protegido.

Es la vida del embrión o feto y la vida, salud y libertad de la

gestante.

3.4 Tipicidad Objetiva


Sujeto activo puede ser cualquier persona, a excepción de la

gestante. Sujeto pasivo de este delito es tanto el embrión o

feto como la gestante. El comportamiento consiste en hacer

abortar a una mujer sin su consentimiento. Puede realizarse

tanto por acción como por omisión.

Se puede emplear cualquier tipo de medios por parte del

sujeto activo, aunque en la mayoría de los casos se usará la

violencia, también es posible el empleo de engaño.

Requisito indispensable es que la mujer embarazada, no

preste su consentimiento para el aborto, sin que sea necesario

que la negativa sea expresa. Si la gestante menor de edad su

consentimiento lo es válido, si bien algunos casos pueden ser

discutidos por ejm. Imaginemos que Elena se ha casado a los

16 años y ya tiene un hijo queda embarazada nuevamente y

consiente en el aborto a los 17 años, va a esa edad y según

su estado civil ha adquirido una serie de derechos civiles,

aunque el Derecho penal desconozca tal situación a los

efectos de admitir válido su consentimiento.

3.5 Tipicidad Subjetiva

Se requiere necesariamente el dolo.

3.6 Grados de Desarrollo del Delito: Tentativa y

Consumación.

El delito se consuma con la muerte del feto o embrión. No hay

inconveniente en admitir la tentativa.


3.7 Agravantes

1° La muerte de la gestante, siempre que el sujeto activo

pueda prever este resultado como se vio en el artículo

anterior, sólo se aplica la agravante si la muerte de la

gestante se produce a título de culpa.

2° Según la persona que realiza el aborto: si es un profesional

sanitario, por ejem, médico, farmacéutico , enfermera, etc, y

abusa de su cargo, se le castigará, además de la pena que le

corresponde, con la de Inhabilitación art. 36, 4° y 5° CP, de

conformidad con el art. 117 CR.

3.8 La Pena.

Se castiga con pena privativa de libertad no menor de tres ni

mayor de cinco años.

La concurrencia de alguna agravante eleva la pena a pena

privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.

IV. ABORTO PRETERINTENCIONAL (ART. 118 CP)

4.1. Descripción Legal.

Art.118: “El que, con violencia ocasiona un aborto si haber

tenido el propósito de causarlo, siendo notorio o constándole

el embarazo será reprimido con pena privativa de libertad no

mayor de dos años, o con prestación de servicio comunitario”.


4.2. Bien Jurídico Protegido.

Es la vida del embrión o feto y la vida, salud y libertad de la

mujer embarazada.

4.3. Tipicidad Objetiva.

Sujeto activo pude ser cualquier persona, a excepción de la

gestante, sujeto pasivo es el embrión o feto y la gestante.

El comportamiento consiste en ocasionar un aborto mediante

violencia, sin haber tenido el propósito de causarlo. Puede

realizarse tanto por acción como por omisión.

El medio empleado para causar el aborto tiene que ser la

violencia, por lo que sólo se comprende la fuerza física ejercida

sobre la gestante.

4.4. Tipicidad Subjetiva.

En este delito el sujeto activo ejerce violencia sobre la

gestante, hecho que es siempre, doloso. Pero en ningún caso

tiene la intención de ocasionarle el aborto, por tanto, respecto

de este resultado, el sujeto activo responde a título de culpa,

siempre y cuando pueda preverlo.

Además, se desprende del tipo el requisito de que el sujeto

activo tenga conocimiento del embarazo, bien por ser notorio

o porque le conste. El legislador distingue dos supuestos:

primero “que sea notorio” es decir, que objetivos ver que la

mujer esta embarazada, segundo que le “conste”, esto es, que


aún no siendo visible el embarazo el agente sepa el estado en

el que se encuentra la mujer. Así estaríamos ante este segundo

caso cuando, por ejemplo Pedro, conociendo que su señora

esta embarazada en su segundo mes d gestación, en una riña

familiar le propina un golpe que ocasiona el aborto. En el caso

de que el marido aún no conociera el verdadero estado de su

mujer no podría configurarse el tipo del delito de aborto

preterintencional.

Por lo que a lo sumo se le podría sancionar por un delito de

lesiones.

4.5. Grados de Desarrollo del Delito: Tentativa y Consumación:

El delito se consuma con la muerte del embrión o feto. Al ser un

delito que se castiga a título de culpa no admite la tentativa.

4.6. La Pena.

Se castiga con pena privativa de libertad no mayor de dos años

o con prestación de servicio comunitario de cincuenta y dos a

ciento cuatro jornadas.

V. ABORTO TERAPÉUTICO (Art. 119 C.P)

5.1. Descripción Legal.

Art. 119. “No es punible el aborto practicado por un médico con el

consentimiento de la mujer embarazada o de su representante

legal, si lo tuviere, cuando es el único medio para salvar la vida


de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y

permanente”.

5.2. Naturaleza Jurídica.

Esta circunstancia exinente se encuentra universalmente

reconocida por el Derecho comparado, aunque con varios

matices. En efecto, las legislaciones prescriben que el médico no

realiza delito alguno cuando practica un aborto en caso de

extremo peligro para la vida o salud de la madre.

Creemos que es un acierto loable de nuestro código el incluir un

precepto expreso en el que se prevé la impunidad del médico

que, sin intención criminal, se encuentra obligado a realizar el

aborto.

No es dable que el facultativo sienta la coacción de la sanción

penal. En este ámbito es mejor apelar a conciencia del

profesional.

El Art. 119 al describir el aborto terapéutico, y el art. 20 inc. 6 del

Código Penal Peruano, al recoger el estado de necesidad,

supone el caso de quien produce un mal para impedir otro mayor

e inminente al que ha sido ajeno. Para la justificación del aborto

terapéutico, no es necesario que el mal sea inminente; es

suficiente que, a criterio del médico exista un peligro presente y

futuro para la vida o la salud de la madre.


El médico es extraño a la situación de peligro que atraviesa la

gestante; no ocurre así con la previsión general del estado de

necesidad. En el aborto ginecológico, la ley no admite la

intervención de cualquiera, la del médico es indispensable. En

cambio en el estado de necesidad no opera la tranquila consulta

considerada en el art.119 y, por lo tanto, la emergencia ampara a

cualquier persona.

Finalmente, la previsión particular exige el requisito del

consentimiento de la madre, en cambio, el inc 6 del art.20 no lo

contempla.

5.3. Aspectos Objetivos de Aborto Terapéutico.

De acuerdo a nuestra ley, el aborto terapéutico es el practicado

con el consentimiento de la gestante o de su representante si lo

tuviere y con la previa consulta de dos médicos, por parte de un

facultativo que obra con la finalidad de salvar la vida de la madre

o de evitar en su salud un mal grave y permanente. La maniobra

abortiva ejecutada por el médico debe ser el único medio

disponible para tener los fines terapéuticos indicados.

Habiéndose que haber agotado previamente todos los medios

científicos disponibles que habitualmente se emplean para

contrarrestar la producción del resultado no deseado.

En aborto terapéutico y impune de debe cumplir con los

siguientes requisitos:

a) Ser practicado por un profesional médico.


La ley, estrictamente, indica que el único habilitado para

practicar este aborto es el médico titulado, la especialidad de

este no es tomada en cuenta puesto que se supone que toda

médico poseen los conocimientos clínicos necesarios que lo

habilitan para efectuar con toda seguridad y diligencia la

maniobra abortiva. En lo referente en las practicas y o

profesionales de especialidades afines a la medicina, éstos no

son tomadas en cuenta, aunque merece que puede destacar a su

favor la justificante del estado de necesidad. Conforme al espíritu

de este requerimiento, se logra advertir que legislador al

momento de establecer las reglamentaciones del caso (Art. 21

código sanitario), solamente advirtió el área orbuna, es decir

centros médicos donde haya las garantías necesarias. Sin

embargo, es justo reconocer que esta excesiva diligencia legal

hasta ofrecer todo tipo de garantías sanitarias a la mujer que

debe abortar, y que mejor para ella que reconocerlo profesional

médico tal facultad.

b) Consentimiento de la Grávida.

Si el médico engaña a la mujer encinta respecto de su situación

o estado clínico, éstos serán reprimidos de acuerdo Art. 115, el

médico o los médicos deben explicar a la mujer, con claridad y

precisión, la naturaleza de la complicación del embarazo y el

riesgo que representa para su vida o su salud. 19

19
Peña Carrera, Raúl. Tratado de Derecho Penal. Edicciones jurídicas
Pag. 239- 242.
El consentimiento posibilita el ejercicio legítimo de derecho

profesional del Médico y la justificación de este aborto. Para

tenga efecto, debe ser expresa y otorgado por persona capaz. Tal

consentimiento se adjuntará al historial clínico, conservándose

juntos a los dictámenes o informes que opinan por la

procebilidad de esta figura de aborto impone. No cabe el

consentimiento presunto ni el tácito.

La ley admite el consentimiento supletorio de los representantes

legales de la mujer, cuando no pueda prestarlo válidamente, por

estar psíquicamente incapacitada para otorgarlo.

c) Que se cuente para la ejecución del aborto con la opinión

favorable de dos médicos, distintos al practicante, que hayan

estudiado el caso en consulta.

Para el aborto terapéutico tecnifica con la previamente, de la

opinión de dos médicos, los médicos consultantes deben ser

extraños a la embriotomía. Si no cumple con el requisito es

procedente la represión del galeno. La ley pretende eliminar la

práctica clandestina, abusiva e injustificada del aborto, pero si

analizamos el caso desde la óptica de la política criminal,

fácilmente advertiremos que con nuestra geografía nacional sería

prácticamente imposible cumplir ante el requerimiento.

Una solución racional en tales casos, sería prácticamente

imposible cumplir con tal requerimiento. Una solución racional en

tales casos, sería el estado de necesidad (cuando el caso se


presenta, por ejemplo, en zonas donde no existen más de un

médico o en casos de suma urgencia).

d) El aborto constituya el único medio disponible para poner a


salvo la vida de la embarazada o para evitarle un mal grave y

permanente a su salud.

Es evidente que la ley brinda a las personas una protección

amplia que comprende toda su salud física, también a su salud

psíquica. La constatación de riesgo para la mujer es practicada,

en primer lugar por el médico tratante, y, en segundo lugar por

los medico s llamados en consulta por dicho galeno.

El aborto terapéutico debe ser el único medio con el que cuente

la ciencia médica, apropiado, para salvar la vida de la gestante o

evitarle en su salud un mal grave o permanente. Si el médico

practica el aborto movido para evitarle a la mujer una simple

afectación a su salud hablan responsable penalmente.

Es importante advertir que el riesgo para la salud con la

presentarse a existir de modelo concreto en relación con la

persona de la mujer y no del nuevo ser. En tal sentido, si una

mujer contrae un determinado tipo de enfermedad que resulta

peligrosa para la salud del ser que esta en formación, tal

circunstancia no autoriza a practicar el aborto.

En relación con el plazo no existen limitaciones cronológicas que

condicionen las prácticas del aborto terapéutico, pudiendo a


realizarse en cualquier momento de la gestación en que se

aprecie el riesgo.

Bien jurídico protegido.

La vida y salud de la mujer embarazada.

7. Consideraciones Generales sobre el aborto.

7.1 Recurso de los fármacos.

Otro ejemplo de aplicación del principio que nos ocupa, se refiere


al uso de la ocitocina (natural o sintética), o de preparaciones a
base de ergotínicos tiene aborto inminente o inevitable. Estas
fármacos emplean, en algunas ocasiones, para cohibir
hemorragias eventuales, porque producen una contracción de la
musculatura uterina. Pero estas contracciones pueden desprender
a un más la ya separada placenta, apresurando la muerte del feto.
Solamente en una verdadera crisis estaría justificada la
administración del medicamento. Hoy muchos tocólogos sugieren
la transfusión con un tratamiento ordinario y mejor para subsanar
la hemorragia, si esto resulta más seguro para la vida del feto,
existiría la obligación moral de seguir este procedimiento.

7.2 Embarazos ectópicos.


Los constituye cualquier gestación fuera del útero; existen

embarazos turbarios (el embrión se implanta en la misma trompa),


abdominales (el embrión escapa de la trompa y se implanta en el

peritoneo), cervicales(se implanta en el cuello del útero),

ováricos(implantación en el mismo ovario).

La frecuencia del embarazo ectópico es de uno cada 300

embarazos y su diagnóstico diferencial con un embarazo corriente

es dificultoso. Cuando suceden las complicaciones estas, salvo

casos excepcionales, es verdad, produce la muerte del nuevo ser.

Si el cuadro abdominal llegara a ser grave, es lícita la intervención

del tocólogo, cuyo interés será cohibir la hemorragia producida

por las roturas.

7.3 Indicación ética.

Se denomina de esta manera a aquella indicación por la cual se

considera oportuno suprimir cuanto antes, mediante el aborto

inducido y secreto la vida de toda criatura cuya existencia se debe

a relaciones sexuales extramatrimoniales, a un adulterio, estupro o

violación.

Se hace referencia también a la falta de preparación psicológica

para tener un hijo de esta manera, especialmente cuando se trata

de un caso de violación. Esto es una prueba más de que existen

modos dignos e indignos de nacer y que no se han de acumular

otros nuevos, como por ejemplo la fecundación IN VITRO.

Los peritos en psicología hacen un llamado de atención sobre

quienes afirman que psicológicamente se verían dañados por

nacimiento de un hijo no deseado; puede tratarse de una excusa


tranquilizante. Pero el aborto en lugar de tranquilizar, constituirá

un procedimiento excerbante de una perturbación psicológica aún

mayor, tal como la experiencia lo demuestra.

En los casos en los cuales realmente aman al hijo, pero

paradójicamente, lo rechazan, cabe aún la posibilidad de entregar

al hijo en adopción.

7.4 Indicación Social.

Mediante ella se pretende justificar el ABORTO cuando el niño

puede llegar a ser parte para su familia o su madre un peso social

o económico demasiado gravoso. Al respecto PIO XI escribió: “Lo

que se suele decir en favor de la indicación social, puede y debe

tenerse en cuenta, con medios lícitos y honestos, dentro de los

debidos límites; pero querer proveer a las necesidades en que

aquella se funda por medio de la muerte de inocentes, es cosa

absurda y contraria al precepto divino, promulgando también por

las Palabras del APÓSTOL: No hay que hacer el mal para que

suceda el bien (ROM. 3,8)”.

En la mente de la gente que postula esto, se ha alterado

completamente la jerarquía de los valores; para ella son mas

bienes económicos o el propio derecho a la diversión, los

pasatiempos y la comodidad que la vida de un nuevo hijo.

7.5 Indicación demográfica y la opción por los pobres.


“Somos muchos, somos demasiados, lo que hay no alcanzará para

todos, en consecuencia es menester eliminar seres humanos por

el aborto, por las guerras, por el hambre, por la eutanasia, por lo

que sea...!”

Los pueblos de Asia, Africa y Latinoamérica especialmente deben

estar alertas contra las campañas abortistas. Debemos tener

cuidado con los marxistas y los liberacionistas predicadores, al

mismo tiempo, del aborto, la liberación, si quiere ser honesta

debe ser total: no solo contra la justicia sino también contra el

genocidio. Y el aborto es un genocidio.

Es convencer a los pueblos de que se cuiden.

Como por ejemplo vivo de lo que exponemos, diremos que en la

comunidad China existe la prohibición de tener mas de un hijo.

GAO XIAO DUAN, una funcionaría de planificación familiar China

confesó el 11 de junio de 1998 en Washington haber ORDENADO

LA ESTERILIZACIÓN Y LOS ABORTOS FORZOSOS DE CIENTOS

DE MUJERES CHINAS DURANTE 14 AÑOS. Estas declaraciones

fueron repudiadas por líderes de todo el mundo y en especial por

el presidente de los Estado Unidos de América BILL CLINTON.

Como parte de este trabajo se agrega en su parte final recorte

periodístico sobre el tema publicado en el diario CLARÍN del día

12/6/98 en pag.40.

7.6 Aspecto socio económico.

Los bajos salarios, la desocupación, la vivienda insaluble, la

promiscuidad en que se desarrolla la vida familiar, la falta de un


efectivo sistema de seguridad social son algunas de las

circunstancias que condicionan en gran medida la actitud de las

personas, en especial de las mujeres, en relación con la práctica

del aborto, cuando estas circunstancias no se presentan, los

factores culturales ejercen muchas veces una influencia decisiva.

Es el caso, por ejemplo, de la pretensión justificada de la mujer a

la independencia que le permita realizarse en otros ámbitos

sociales (político, profesional artístico), y no únicamente en el

hogar. En estos casos, la maternidad o el número de hijos puede

ser percibidos como obstáculos para la actividad social

proyectada.

En todo caso, no se debe olvidar que por las peculiares

condiciones imperantes en los países subdesarrollados como el

nuestro, el aborto se ha transformado en un “Problema mayor de

la salud” y a llegado a constituirse en “un medio de control de

natalidad” 20

7.7. El Don de la Vida Humana.

La Iglesia Católica condena el aborto. Es una posición que se ha

mantenido a lo largo del tiempo. Por la trascendencia de esta

reflexión para la mayoría católica del país, el editor del Gran Libro

de la Sexualidad de Hoy, presenta una exposición de la doctrina

católica en esa materia, tal como se expone en documentos de la

20
Hurtado Pozo, José. Ediciones Juris 1994. Pag.31
Iglesia y desde la perspectiva de especialistas que se mantienen

en una postura ortodoxa.

Para la Iglesia, la vida humana debe ser respetada y protegida de

manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el

primer momento de su existencia, el ser humano debe ver

reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el

derecho inviolable de todo ser inocente a la vida. 21

La Iglesia ha firmado la malicia moral de todo aborto provocado. El

aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es

gravemente contrario a la ley moral, repite el magisterio

eclesiástico.

En el siglo XX, La Iglesia ha reiterado a través de diversos

pronunciamientos oficiales tal condena. Los pontífices y el Concilio

Vaticano II repiten aquel magisterio. Además, la Iglesia reclama

que las sociedades y los estados respeten el derecho primario a

la vida desde la concepción.

7.8. El ABORTO CLANDESTINO EN EL PERÚ

En el Perú, cada año, 352 mil mujeres se inducen un aborto en

condiciones de clandestinidad, recurriendo a prácticas que ponen

en riesgo su salud y sus vidas, de acuerdo a un estudio realizado

por el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán y Pathfinder

Internacional, en el año 2001.

21
www.altavista.com
A pesar de la ilegalidad del aborto, miles de mujeres de toda

condición socioeconómica y social y que generalmente viven con

una pareja estable, deciden someterse a esta practica. ¿Qué las

lleva a hacerlo?. El mismo estudio, señala que el 54% de abortos

se produjo porque las mujeres salieron embarazadas sin haberlo

deseado. El embarazo no deseado es, entonces el gran problema

que expone a las mujeres a la muerte al someterse a un aborto

clandestino.

Esto nos lleva a afirmar que el Estado Peruano está demostrando

grandes limitaciones para garantizar que las mujeres puedan

lograr sus aspiraciones reproductivas, lo cual se relaciona

directamente con el acceso a la anticoncepción. En cifras

numéricas se traduce en 862 mil 240 mujeres de 15 a 49 años que

se encuentran insuficientemente protegidas contra un embarazo no

deseado, es decir, que no usan algún método, o usan abstinencia

periódica, o están embarazadas por falla del método que estaban

usando.

El aborto ha sido reconocido por el Estado como un problema de

salud pública, en el Plan Nacional de población 1998-2002, pero el

aborto clandestino, también, es un problema de vulneración de los

derechos humanos de las mujeres, y esto es lo que hasta el

momento no ha sido reconocido. El aborto ilegal pone en riesgo la

vida de las mujeres y las estigmatiza, puesto que la legislación


actual apunta a dar una sanción social a las mujeres, lo que

restringe sus oportunidades educativas, laborales, profesionales y

de migración legal, ya que la denuncia les genera antecedentes

penales, más no cárcel efectiva.

La necesidad de brindar los medios necesarios para que las

mujeres puedan controlar su fecundidad es esencial para evitar

los embarazos no deseados; sin embargo y tal como lo ha

comprobado la Defensoría del Pueblo en su Informe Defensorial

N°69, publicado recientemente, existe en la actualidad restricción

en el acceso a información sobre métodos anticonceptivos,

carencia de insumos en los servicios de salud y, algo sumamente

preocupante, se están haciendo cobros indebidos por la atención

en el Programa de Planificación Familiar y por la entrega de

anticonceptivos.

Esta situación habla de una responsabilidad estatal respecto al

aborto clandestino; una responsabilidad en cuanto a la prevención

de embarazos no deseados; en cuanto a garantizar que las

mujeres ejerzan su derecho a controlar su fecundidad, basada en

el respeto a su autonomía y a decisiones individuales, y en la

búsqueda por construir una sociedad que asegure la igualdad de

oportunidades para las mujeres y los hombres.

El problema del aborto en el Perú ha concitado la preocupación de

las Naciones Unidas, que formulado sucesivas recomendaciones al


Estado respecto a la situación del aborto, a través del Comité para

la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer en los años

1995, 1998, 1999 y 2001, y el de Derechos Humanos en el año

1996, que insta al Perú a revisar las medidas punitivas sobre esta

materia y su impacto en la muerte materna.

Sin el mayor reconocimiento internacional sobre la importancia y

prioridad del problema del aborto clandestino se conjugará con la

preocupación nacional, las mujeres y la sociedad se beneficiarían

y se daría un gran salto en el camino hacia el mejoramiento de la

salud reproductiva de las mujeres y de la población en general.

En consenso general entre diversas organizaciones que trabajan

por hacer realidad el derecho a la salud, que las mujeres no

pueden seguir exponiendo sus vidas en el proceso por lograr sus

aspiraciones reproductivas. Estas aspiraciones pueden

concretarse si nuestro Estado asume el compromiso que tiene con

la vida de sus ciudadanas, con el 50% de la población peruana,

mujeres con una historia, con entornos sociales, familiares y con

aspiraciones personales y profesionales, que va más allá de lo

doméstico, espacio el cual durante miles de años se ha querido y

se sigue queriendo confinarlas. 22

22
www.google.com
CAPITULO V

HIPOTESIS.
Si la futura madre no puede brindarle un bienestar económico a su prole,
entonces se encuentra justificada la realización de actos abortivos.

1. Variable independiente.
No contar con los recursos económicos suficientes.

Indicadores:

 No tienen trabajo

 Su familia es numerosa

 Están mal remuneradas


 No cuentan con estudios superiores

2. Variable dependiente.
Optan por realizar actos abortivos.

Indicadores:

 Técnicas abortivas

 Brebajes

 Comadronas

 A través de profesionales

CAPITULO VI

RECOLECCIÓN DE DATOS

 Encuestas

 Bibliografía

 Periódicos

 Páginas Web

 Revistas

 Internet
CAPITULO VII

CONSTRATACIÓN DE LA HIPOTESIS

Se realizó una encuesta a 60 personas en el Asentamiento Humano


Tupac Amaru – Chiclayo.
Las siguientes preguntas:
EN BASE AL 100%:

CUADRO ESTADÍSTICO N° 01
CUADRO ESTADISTICO N° 02
CUADRO ESTADISTICO N° 03

CUADRO ESTADISTICO N° 04
CUADRO ESTADISTICO N° 05

CUADRO ESTADISTICO N° 06
CAPITULO VIII
CONCLUSIONES.

 Es necesario implementar una política socio-económica que tienda a


mejorar sustancialmente las condiciones de vida de los sectores
sociales menos favorecidos.

 El aborto socio-económico es un problema en nuestro medio que en


su mayoría se da en familias de bajos recursos económicos.

 La mayoría de abortos se da en adolescentes de bajos recursos


económicos.

 El aborto socio-económico en nuestra legislación se halla penado.

CAPITULO IX
RECOMENDACIONES.

1. Exigir al estado la creación de centros de asesoramiento para las


madres.

2. Aumentar la pena al delito de aborto.

3. Realizar un mejor programa de orientación sexual.

4. Aumentar la cantidad de puestos de trabajo.

CAPITULO X
BIBLIOGRAFÍA.
1. Andorno, Roberto: “Fecundación asistida: consideraciones éticas,
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fundación Edgardo Nicholson, Septiembre – Diciembre 1994.
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Blanch. Valencia 2001.
9. Pérez Luño, Antonio Enrique (Courd): “Derechos Humanos y
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10. Robinovich - Berkman, Ricardo D: “Derecho Civil” Parte General-


Bs. As. 2000.

11.Rivera, Julio:”Instituciones de Derecho Civil”. T.I. Parte General-


Abeledo Perrot BS. As. 1994.

12. Testart, Jacques: “El Embrión Transparente”. Editorial Gránica.


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13. Urquizo Olaechea, José: “Conflicto de Derecho: Honor y libertad


de expresión”. Revista Peruana de Ciencias Penales. N° 03. Año II
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15. Zarraluqui, Luis: “La naturaleza Jurídica de los elementos


Genéticos” separata de la revista general de Derecho Valencia.
Junio 1986.
16. Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2004. © 1993-2003
Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
CAPITULO XI

ANEXOS

EL ABORTO COMO FENÓMENO SOCIAL EN EL PERÚ


ANÁLISIS DESCRIPTIVO Y OPINIÓN ACERCA DEL DEBATE EN TORNO A SU
POSIBLE DESPENALIZACIÓN LEGAL.

Por Juan Francisco Acevedo:


Desde nuestro punto de vista el aborto inducido en nuestro país debe
considerarse ante todo como un fenómeno social. Esto significa una situación
constante que se repite debido a un conjunto de variables sociales que influyen en
forma determinante todas y cada una de las fases de este tema.
Bajo tal consideración creemos es que debe basarse el debate acerca de
mantener su penalización legal o por el contrario, despenalizarlo.
Vamos a continuación a realizar una descripción analítica sustentando porqué
desde una perspectiva científico social debe entenderse al aborto como fenómeno
social para luego pronunciar nuestra opinión respecto al debate legal.
Entendemos que el aborto inducido como fenómeno tiene tres fases: los orígenes
(el problema del embarazo involuntario), el momento de la decisión que la mujer
toma de abortar y las consecuencias.

El fenómeno se origina en gran medida (teóricamente la mayor parte de las


mujeres que se plantea abortar no planificó su embarazo) en el embarazo no
deseado. El que existan en el Perú altas cifras de embarazos involuntarios no se
debe en modo alguno a un conjunto de casos aislados de mujeres que llegaron a
esta situación únicamente por motivos propios de su ámbito personal. En su
conjunto estamos ante un problema social en el que son mujeres de determinadas
características las que se ven expuestas a quedar de un momento a otro en
estado de gestación sin haberlo planificado. Estas características son en general
las variables directamente asociadas a los bajos niveles socio-económicos y en
particular tanto los bajos niveles educativos como los deficientes niveles de
acceso a información y servicios de planificación familiar. Asimismo ser parte de
un entorno que maneja una serie de particulares variables socio-culturales
referidas a los roles de género también caracteriza a estas mujeres. Las diferentes
variables tanto las que vienen del ámbito social-económico como las que vienen
del social-cultural están profundamente asociadas entre sí, en este sentido son
especialmente gravitantes las relaciones entre educación e instrucción en
planificación familiar y asimismo entre educación y roles de género.
La siguiente fase del fenómeno es el momento de la toma de la decisión de
abortar. Aquí estamos una vez mas ante un problema social cual es el que la
mayoría de mujeres que opta por el aborto lo hace condicionada por variables que
trascienden su ámbito personal.
Nuevamente estamos en el orden de lo social donde influyen tanto factores socio-
económicos como socio-culturales. La pobreza en sus múltiples manifestaciones
(que van en general desde la falta de recursos económicos en sí misma hasta
cuestiones mas específicas como el no contar con condiciones adecuadas en el
hábitat) así como el verse expuestas a determinados roles de género (que marcan
hábitos inequitativos en su relaciones de pareja o que bien influyen en el hecho de
la ausencia de una pareja estable) funcionan como condicionantes de la toma de
decisión que realizan las mujeres que determinan interrumpirse el embarazo. Tal
como sucede en la primera fase, aquí también tenemos que las distintas variables
interactúan entre sí, de este modo por ejemplo ciertas formas de concebir las
relaciones de género pueden llevar a que la mujer perciba un insuficiente apoyo
material de parte de su compañero trayendo esto como consecuencia el deseo de
no tener un hijo mas (hijo al que no le podría dar una calidad de vida mínima, hijo
que podría significar condiciones materiales de mayor precariedad para sus otros
hijos y para ella misma).

Existen además otros factores que comúnmente se cree son igualmente


determinantes de la mencionada toma de decisión dándose el caso que no es así.
La penalización del aborto con sus ramificaciones (que van desde la amenaza de
la sanción en sí misma hasta el hecho de dificultar el acceso a una práctica
abortiva con condiciones mínimas de seguridad para la salud de la mujer) no llega
a ser una variable condicionante ya que como se desprende de la lectura de las
cifras las mujeres que optan por la interrupción del embarazo son conscientes en
casi la totalidad de los casos de la magnitud del riesgo que están tomando.
Asimismo, dentro del ámbito social-cultural, ni la moralidad convencional en
general ni la religiosidad en particular vienen a determinar el que una mujer decida
abortar o no. Las mujeres que han inducido su aborto participan en igual medida
de los mismos códigos morales que el resto de la sociedad. Carece de toda base
el argumento según el cual el problema del aborto es una cuestión de valores.
La tercera y última fase del fenómeno vienen a ser las consecuencias. La
penalización del aborto inducido obliga a realizar en la mayor parte de los casos
esta práctica en forma clandestina lo que conlleva condiciones médicas de
extrema precariedad (personal no calificado, instrumental médico inadecuado,
malas condiciones de higiene...) tomando en consideración que en general la
oferta de servicios de salud para los sectores populares ya presenta de por sí
serias deficiencias. A causa de tomar la opción de interrumpirse el embarazo al
margen de la ley son muchas las mujeres de estos sectores deprimidos las que
van a sufrir considerables lesiones físicas, llegando incluso en una considerable
proporción, a perder la vida.

Son consecuencias de carácter social en primer lugar porque quienes las sufren
han sido principalmente mujeres condicionadas por el ámbito social tanto en el
hecho de quedar involuntariamente embarazadas como en el acontecimiento de la
toma de decisión de abortar en sí misma, y en segundo lugar porque el padecer la
precariedad médica en general y la precariedad extrema que se deriva de la
clandestinidad en particular está directamente relacionado a la condición socio-
económica de la mujer.

Fuera del fenómeno social del aborto en sí mismo pero relacionado a éste se
encuentran las consecuencias de la fecundidad no planificada que estimamos
pertinentes reseñar en el presente informe. Estamos aquí también ante
consecuencias que debemos clasificar como sociales tomando en cuenta que el
problema de la fecundidad no planificada tiene su origen en el ya mencionado
asunto del embarazo involuntario -con sus consabidos condicionantes socio-
culturales y socio-económicos- y considerando que las consecuencias en sí las
padecen fundamentalmente las personas de bajos recursos. Estas personas son
en particular los niños/as y las madres -como señalamos en la cuarta parte del
informe- y vienen a ser en general la totalidad del conjunto social.
Hay que destacar una vez mas, que el problema de la fecundidad no deseada es
un problema que se retroalimenta generación a generación pues las
consecuencias que los niños/as de hoy sufren -la pobreza y sus distintas
manifestaciones asociadas, especialmente los bajos niveles educativos- son en
gran parte las causas de las paternidades y maternidades involuntarias del
mañana.

De lo anterior también puede concluirse que el problema de la fecundidad no


planificada asimismo contribuye a incrementar algunos de los principales factores
que dan origen al fenómeno del aborto en sí.(nuevamente, el problema de la
educación en particular y la pobreza en general) en tanto de madres y padres
Así como sucede con este problema de la fecundidad no deseada, la problemática
del aborto como tal también adquiere la forma de circulo vicioso
Antes de finalizar las conclusiones del presente informe quisiéramos exponer en
forma breve nuestras apreciación personales en torno al tema planteado.
A nuestro entender, el aborto inducido como fenómeno tiene tres niveles, el
primero, es el de las condiciones generales de vida que experimentan en forma
cotidiana los sectores mayoritarios de nuestra sociedad, el segundo es el de los
servicios que brinda el Estado a sus ciudadanos, el tercero es el del marco legal.
Ordenamos estos tres niveles de mayor a menor profundidad.

De este modo el primer nivel, el de las condiciones generales, es el más profundo.


Este nivel tiene dos grandes dimensiones, la socio-económica y la socio-cultural.
En la socio-económica están aquellas condiciones materiales que de alguna u otra
manera constituyen un obstáculo a que la mujer pueda decidir libremente acerca
de su sexualidad y reproducción. La pobreza y sus distintas ramificaciones así
como condicionan directamente las distintas decisiones de índole personal del
individuo (sus aspiraciones propias en el trabajo, estudios, familia...y todo lo que
va ligado a ello como puede ser el número de hijos a tener) se manifiestan como
una traba a que la mujer pueda estar lo suficientemente capacitada como para
determinar y materializar en forma óptima tales decisiones (los problemas de la
educación y del acceso a información de buena calidad).

En la dimensión socio-cultural están todas aquellas ideas, prejuicios y roles que


normalmente se manejan en las relaciones de género. Estos condicionan en forma
determinante la capacidad que tiene la mujer para decidir en forma libre lo mejor
para sí. Hay que señalar que dichos condicionamientos se dan tanto a nivel
subjetivo como a nivel inter-subjetivo, así como son definitorios los conceptos
sexistas que la misma mujer pueda parcial o totalmente internalizar lo son también
(y quizás en mayor medida) las manifestaciones explícitas que de estas nociones
realizan los individuos de su entorno inmediato (en especial, la pareja y la familia)
y el contexto social en general.

La dimensión socio-cultural está estrechamente asociada la socio-económica. En


el tema que nos ocupa el nudo de esta relación es el asunto de la educación. Así
como pobreza y educación a la larga forman una interacción, sucede lo mismo
entre cultura y sociedad (y dentro de ellas, el tema del género) y educación.
El segundo nivel vendría a ser el de los servicios que el Estado brinda a los
ciudadanos. Sobre la base de una determinada realidad problemática el Estado
está en la obligación de buscar mejorar la situación a través de políticas que se
traduzcan en servicios concretos hacia la población. Para el fenómeno que nos
ocupa, el Estado ha de perseguir soluciones a través de los servicios de salud en
general y de planificación familiar en particular, asimismo a través de los servicios
educativos e informativos. En un plano mas global están los servicios de
asistencia material que también tienen relevancia al momento de intentar resolver
el problema (aunque en forma menos directa).

Si de lo que se trata es que la mujer pueda estar capacitada para tomar las
decisiones óptimas concernientes a su sexualidad y reproducción, el Estado debe
procurar mejorar los niveles (en cantidad y calidad) educativos especialmente en
lo tocante a la educación sexual, asimismo debiera capacitar en forma idónea en
materia de planificación familiar. Por otra parte, es muy importante que los
servicios de salud presten una cobertura y niveles de calidad adecuados.
Actualmente los servicios que brinda el Estado presentan niveles insatisfactorios.
Los niveles educativos que alcanzan el grueso de los peruanos y en especial la
mujeres son bajos cuantitativa y cualitativamente, el acceso de la mayoría
poblacional a los servicios de salud es insuficiente, las campañas de planificación
familiar se realizan desde una óptica vertical en la cual las mujeres mas que
sujetos de derechos son un mero objeto de las políticas gubernamentales...
Asimismo los servicios de asistencia material dirigidos bajo un esquema
clientelista no contribuyen de la mejor manera a paliar una situación de pobreza,
que ciertamente se ve seriamente afectada por la política económica del Gobierno.

El tercer nivel, el más superficial es el del marco legal. Basándose en primer lugar
en la realidad de las condiciones generales de la población y considerando en
segundo lugar la situación de la cobertura y calidad de los servicios que el Estado
brinda para mejorar estas condiciones el marco legal debiera ajustarse a la
realidad y normar en consecuencia buscando mejorar en lo posible la problemática
existente
En tal sentido apreciamos que en lo referente al fenómeno del aborto los actuales
dispositivos legales que penalizan el aborto inducido no contribuyen en absoluto a
resolver el problema. Es mas, creemos que penalizar el aborto agrava mas aún la
situación.

Aquí hay que considerar que primero, las disposiciones legales al respecto no
sirven como medida disuasoria ante mujeres que deciden interrumpir su embarazo
motivadas por condiciones generales -sociales, económicas y culturales- extremas
(además de las motivaciones personales) las cuales no son resueltas en forma
satisfactoria por los servicios que brinda el Estado . Dichas motivaciones pesan
más que el conocimiento de cualquier posible sanción, esto se demuestra
dramáticamente cuando al preguntárseles la mayor parte de mujeres con
antecedentes de aborto inducido afirma que sabía de antemano tanto que era
penalizado como que estaba exponiendo seriamente su integridad física al
interrumpir su embarazo en forma clandestina.

Segundo, hay que tomar en cuenta justamente esto último, que las mujeres que se
inducen el embarazo en forma mayoritaria efectivamente se están arriesgando a
padecer severas consecuencias. Las estadísticas nos hablan al respecto de
graves lesiones físicas y de muertes, ambas muy usuales en la práctica del aborto
clandestino.

Es nuestra opinión entonces que en nuestro país el marco legal debiera ponerse
acorde con la realidad despenalizando el aborto inducido.
No creemos que tal medida vaya a resolver todo el problema pues sería una
disposición tan sólo al nivel de la superficie del fenómeno pero observamos que se
hace necesaria tanto para aliviar aunque sea en parte esta difícil realidad como
para constituir un punto de partida para acciones de mayor alcance en los niveles
mas profundos de la problemática .Por ejemplo, a partir de la despenalización
podrían los servicios de salud y en particular de planificación familiar, de orientar y
atender a las mujeres que opten por interrumpir su embarazo, podría asimismo
darse una orientación sexual de mayor profundidad en la escuela.
Desde nuestro punto de vista la despenalización del aborto es una condición
necesaria para la existencia un marco desde el cual empezar a resolver en forma
integral el problema.

- ABORTO -

Actualmente hay una gran disputa sobre el tema del aborto. Los medios de prensa
hacen de tanto en tanto encuestas (muchas veces de dudosa exactitud) y
escuchamos todos los puntos de vista imaginables a favor del aborto, pero nunca
el más importante en su contra: el del niño cuya vida está en juego.

En estos momentos el aborto es ilegal en nuestro territorio y como todo delito, su


apología también lo es. De todos modos escuchamos con bastante frecuencia lo
que podría ser considerado una apología descarada, de la conducta que nuestra
legislación penal describe como delito de aborto, sin que la justicia actúe. Esto no
es de extrañar, siendo que ni más ni menos que el propio Presidente de la
Suprema Corte de Justicia, el Dr. Guillot, se ha manifestado a favor de legalizar el
asesinato de niños uruguayos en el vientre materno, y como hombre ducho en la
materia, tal vez se pone a cubierto del poder coercitivo público con el laberíntico
argumento de que no alaba a quienes cometen el delito hoy, sino a quienes
cometan mañana la conducta que hoy es delito y que gracias a la campaña de
Guillot pueda dejar de serlo.

Entre los argumentos más escuchados de los partidarios del aborto, podríamos
destacar los siguientes y analizarlos uno a uno:
Argumento 1: El derecho de la mujer a disponer de su propio cuerpo.

Estamos totalmente de acuerdo en que la mujer tiene derecho a disponer de su


cuerpo como guste, y si bien no lo recomendamos, es asunto suyo si quiere
cortarse un dedo o una oreja. Los juristas romanos establecieron el principio
“volenti non fit in iuria”, que dejando a salvo el obvio desequilibrio mental del
consintiente, exculpa al que lesiona a alguien que acepta de buena gana la
agresión. El problema de este argumento pro-abortista, es que no estamos
hablando de un solo cuerpo, sino que estamos hablando de dos cuerpos con
códigos genéticos diferentes, unidos por un cordón umbilical. El feto no es parte
del cuerpo de la mujer aunque habite en su vientre y se nutra de ella. Por tanto, la
mujer tiene igual derecho de matar al feto, como derecho tiene un marido que
mantiene a su mujer de matarla = ninguno.

Argumento 2: Problemas económicos para mantener al niño.

Para nosotros este no es un argumento válido, ya que la vida o la muerte de un


ser humano en una sociedad civilizada no puede tener relación alguna con
intereses económicos. No sería de extrañar que quienes usan este tipo de
argumento, vean con buenos ojos el exterminio de los desempleados como
solución al problema del desempleo. Si los padres no pueden mantener al niño, es
responsabilidad del resto de la sociedad hacerse cargo, como de hecho, nos
hacemos cargo cada vez que aparece un niño abandonado o huérfano. La
solución no pasa por eliminar al niño que genera gastos, sino por aumentar el
ingreso que reciben los padres para poder mantenerlo adecuadamente.
Argumento 3: Embarazos no deseados.

Un conductor que sienta placer por la velocidad y no tome ninguna precaución


para evitar accidentes, posiblemente termine lastimando a alguien. Obviamente el
resultado no es deseado para el conductor, quien es obligado a indemnizar una
persona que haya resultado herida por su culpa. A nadie coherente le parecería
razonable que el conductor solucione su problema de indemnización matando a la
víctima, sino que se le exige hacerse responsable de sus actos por más que ello
altere el resto de su vida. En igual medida, una pareja que no toma precauciones y
se deja llevar por el placer sexual, es responsable de las consecuencias de su
falta de cuidado. La solución a los embarazos no deseados está en la
responsabilidad, la prevención y en la educación, pero nunca en el exterminio.

Argumento 4: Embarazo no deseado producto de violación.

Sin duda es hasta razonable que una mujer que sufrió una violación, sienta algún
tipo de rechazo por el hijo de su atacante. De todos modos, ni siquiera esto le da
derecho a matar al niño inocente que lleva en su vientre, el cual (en caso de un
extremo aborrecimiento materno) perfectamente puede pasar a cuidado del
Estado. Hay quienes podrán argumentar que ese niño crecerá con un trauma por
haber sido despreciado y matándolo le evitan el sufrimiento, por lo que habría que
preguntarle a dichas personas, ¿ustedes qué prefieren, que los desprecien o que
los maten? En última instancia, si la ley tiene que tolerar la muerte de alguien,
sería más justo matar al violador que al niño.
Argumento 5: La sobrepoblación.

Tal vez en algunos países del globo tengan un serio problema de sobrepoblación,
pero en un país despoblado como el nuestro, las políticas relacionadas a la
natalidad deberían apuntar todas a fomentar el aumento de los nacimientos. Por
ello, en nuestro país el argumento de la sobrepoblación carece de todo sustento.

Argumento 6: El gobierno no debe intervenir en algo tan personal.

A nadie se le ocurre discutirle al gobierno su derecho y obligación de intervenir


para salvar la vida de un animal protegido. Con más razón aún, tiene ese mismo
gobierno derecho y obligación de intervenir para salvar una vida humana.

Argumento 7: El aborto de niños discapacitados.

Hay quienes alegan razones humanitarias para apoyar el aborto de un niño


discapacitado y así evitarle futuros sufrimientos. Esto es tan «humanitario» como
matar a un discapacitado adulto que pueda estar sufriendo esa misma
discapacidad. La solución, como en la mayoría de los casos, pasa por la
prevención. Gracias a los avances tecnológicos, la ciencia puede detectar los
problemas genéticos antes de la gestación, dando la posibilidad a los padres
responsables de evitar el embarazo. Irónicamente, es bastante común que las
mismas organizaciones que están a favor de matar a un niño perfectamente sano,
se opongan rabiosamente a implementar políticas que eviten la concepción de
niños que puedan sufrir por defectos físicos y/o mentales; práctica conocida como
eugenesia. Y no olvidemos que la primera medida de prevención es la educación
ética de las personas, para que aquellos que por su acervo genético estén
propensos a engendrar discapacitados se abstengan voluntariamente de procrear
- mereciendo todo honor de sus connacionales por esta conducta altruista.

Argumento 8: Si no se pueden obtener abortos legales sin peligro, las


mujeres tendrán que recurrir a abortos ilegales peligrosos.

Este es un problema real y muy actual, ya que de hecho se practican infinidad de


abortos ilegalmente en nuestro país, con el resultado de que muchas veces la
mujer sufre lesiones o incluso muere. Es un problema muy parecido al de la droga,
y quienes apoyan su legalización, argumentan que igual existe y si fuera legal el
Estado podría al menos controlar su calidad. En ambos casos el argumento parte
del error de creer que hoy en día se están tomando todas las medidas necesarias
para combatir el aborto ilegal y el tráfico de drogas. Nosotros sabemos muy bien
que el tráfico de drogas, al igual que el negocio de los abortos, mueven mucho
dinero y están manejados por mafias muchas veces vinculadas al poder político,
que hace la vista gorda para que estos delincuentes operen en nuestro país
impunemente. Muy diferente sería la realidad si desde el gobierno se tomaran
medidas enérgicas contra estas mafias, impidiendo así que sea tan fácil para
cualquiera conseguir drogas o practicarse un aborto.

En conclusión y por los argumentos expresados, los jóvenes nacionalistas que


integramos la JRN, nos oponemos a que se legalice el aborto e instamos a las
autoridades a reforzar los controles y a castigar con todo el peso de la ley a las
personas involucradas en el genocidio de las futuras generaciones de orientales.
TIPOS DE ABORTO

El aborto puede ser espontáneo o inducido. Los fetos expulsados con


menos de 0,5 kg de peso o 20 semanas de gestación se consideran
abortos.

Aborto espontáneo

Se calcula que el 25% de todos los embarazos humanos finalizan en


aborto espontáneo, y tres cuartas partes de los abortos suceden en los
tres primeros meses de embarazo. Algunas mujeres tienen cierta
predisposición a tener abortos, y con cada aborto sucesivo disminuyen las
posibilidades de que el embarazo llegue a término.

Las causas del aborto espontáneo no se conocen con exactitud. En la


mitad de los casos, hay alteración del desarrollo del embrión o del tejido
placentario, que puede ser consecuencia de trastornos de las propias
células germinales o de una alteración de la implantación del óvulo en
desarrollo. También puede ser consecuencia de alteraciones en el entorno
materno. Se sabe que algunas carencias vitamínicas graves pueden ser
causa de abortos en animales de experimentación. Algunas mujeres que
han tenido abortos repetidos padecen alteraciones hormonales. Otros
abortos espontáneos pueden ser consecuencia de situaciones maternas
anormales, como enfermedades infecciosas agudas, enfermedades
sistémicas como la nefritis, diabetes o traumatismos graves. Las
malformaciones y los tumores uterinos también pueden ser la causa; la
ansiedad extrema y otras alteraciones psíquicas pueden contribuir a la
expulsión prematura del feto.
El síntoma más común de una amenaza de aborto es el sangrado vaginal,
acompañado o no de dolor intermitente. Sin embargo, una cuarta parte de
las mujeres gestantes tienen pequeñas pérdidas de sangre durante las
fases precoces del embarazo, y de éstas el 50% llevan el embarazo a
término. El tratamiento para una situación de riesgo de aborto consiste en
llevar reposo en cama. En mujeres con varios abortos puede ser necesario
el reposo en cama durante todo el embarazo. El tratamiento con vitaminas
y hormonas también puede ser eficaz. En ocasiones deben corregirse
quirúrgicamente las anomalías uterinas si son causa de abortos de
repetición.

En un aborto espontáneo, el contenido del útero puede ser expulsado del


todo o en parte; sin embargo, en ocasiones, el embrión muerto puede
permanecer en el interior del útero durante semanas o meses: es el
llamado aborto diferido. La mayor parte de los médicos recomiendan la
excisión quirúrgica de todo resto embrionario o placentario para eliminar
las posibilidades de infección o irritación de la mucosa uterina.

Aborto inducido

El aborto inducido es la interrupción deliberada del embarazo mediante la


extracción del feto de la cavidad uterina. En función del periodo de
gestación en el que se realiza, se emplea una u otra de las cuatro
intervenciones quirúrgicas siguientes: la succión o aspiración puede ser
realizada durante el primer trimestre (hasta la duodécima semana).
Mediante el uso de dilatadores sucesivos para conseguir el acceso a la
cavidad uterina a través del cérvix (cuello del útero), se introduce un tubo
flexible conectado a una bomba de vacío denominado cánula para extraer
el contenido uterino. Puede realizarse en un periodo de tiempo que va de
cinco a diez minutos en pacientes no internadas. A continuación se
introduce una legra (instrumento metálico en forma de cuchara) para
eliminar por raspado cualquier resto de las cubiertas uterinas. El método
de aspiración, introducido en China en 1958, pronto sustituyó al método
anterior de dilatación y legrado (en el que la legra se utilizaba para extraer
el feto). Durante la primera parte del segundo trimestre la interrupción del
embarazo se puede realizar por una técnica especial de legrado-
aspiración combinada a veces con fórceps, denominada dilatación y
evacuación (DE). La paciente debe permanecer ingresada en el hospital
puesto que puede haber hemorragias y molestias tras la intervención. A
partir de la semana 15 de gestación el método más empleado es el de
infusiones salinas. En esta técnica se utiliza una aguja hipodérmica o un
tubo fino para extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico del útero
a través de la pared abdominal. Este líquido es sustituido lentamente por
una solución salina concentrada al 20%. Entre 24 y 48 horas empiezan a
producirse contracciones uterinas, que producen la expulsión del feto y la
paciente puede abandonar el hospital uno o dos días después. Los
abortos tardíos se realizan mediante histerotomía: se trata de una
intervención quirúrgica mayor, similar a la cesárea, pero realizada a través
de una incisión de menor tamaño en la parte baja del abdomen. Como
alternativa a estos procedimientos, existe una píldora denominada RU-486
que bloquea la hormona progesterona y es eficaz en los primeros 50 días
de gestación. La RU-486 se desarrolló en Francia y en 1988 se legalizó su
uso.
Los abortos del primer trimestre son relativamente sencillos y seguros
cuando se realizan en condiciones clínicas adecuadas. Los riesgos de
complicaciones aumentan de manera paralela a la edad de la gestante y
consisten en infecciones, lesiones del cuello uterino, perforación uterina y
hemorragias. Hay situaciones clínicas concretas en las que un aborto
inducido, incluso tardío, supone menor riesgo para la paciente que la
terminación del embarazo.

REGULACIÓN DEL ABORTO

En la antigüedad la realización de abortos era un método generalizado


para el control de natalidad. Después fue restringido o prohibido por la
mayoría de las religiones, pero no se consideró una acción ilegal hasta el
siglo XIX. El aborto se prohibió para proteger a las mujeres de
intervenciones quirúrgicas que, en aquella época, no estaban exentas de
riesgo; la única situación en la que estaba permitida su práctica era
cuando peligraba la vida de la madre. En ocasiones también se permitía el
aborto cuando había riesgos para la salud materna.

Durante el siglo XX la legislación ha liberalizado la interrupción de


embarazos no deseados en diversas situaciones médicas, sociales o
particulares. Los abortos por voluntad expresa de la madre fueron
legalizados primero en la Rusia posrevolucionaria de 1920; posteriormente
se permitieron en Japón y en algunos países de la Europa del Este
después de la II Guerra Mundial. A finales de la década de 1960 la
despenalización del aborto se extendió a muchos países. Las razones de
estos cambios legales fueron de tres tipos: 1) el infanticidio y la mortalidad
materna asociada a la práctica de abortos ilegales; 2) la sobrepoblación
mundial; 3) el auge del movimiento feminista. Hacia 1980, el 20% de la
población mundial habitaba en países donde la legislación sólo permitía el
aborto en situaciones de riesgo para la vida de la madre. Otro 40% de la
población mundial residía en países en los que el aborto estaba permitido
en ciertos supuestos —riesgo para la salud materna, situaciones de
violación o incesto, presencia de alteraciones congénitas o genéticas en el
feto— o en situaciones sociales especiales (madres solteras o con bajos
ingresos). Otro 40% de la población mundial residía en países donde el
aborto estaba liberalizado con las únicas condicionantes de los plazos
legales para su realización. El movimiento de despenalización para ciertos
supuestos, ha seguido creciendo desde entonces en todo el mundo y ha
sido defendido en las conferencias mundiales sobre la mujer,
especialmente en la de Pekín de 1995, aunque todavía hay países que
sobre todo por razones religiosas se ven presionados a mantener
legislaciones restrictivas y condenatorias con respecto al aborto.

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