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PRINCIPIOS DE ANATOMIA Y FISIOLOGIA II

Kassandra Yamileth Soto Gómez


Matrícula :1987194
Grupo: 201
Los reflejos gastrointestinales

El hecho de que el tubo digestivo sea tan amplio y que cada una de sus partes cumpla una función
determinada para facilitar la digestión y absorción de nutrientes, hace que la coordinación entre
todas estas estructuras sea imprescindible para llevar a cabo dichas tareas.

Esto puede lograrse a través de los reflejos nerviosos que caracterizan a este sistema. Algunos
estímulos (muchas veces mecánicos o químicos) en determinada parte del tubo digestivo pueden
desencadenar reacciones que resultan en la estimulación de una vía nerviosa capaz de entrar en
contacto con otros segmentos del tubo digestivo e inducir una respuesta en otro segmento lejano
en función del estímulo inicial.

Por ejemplo, la distensión del estómago o el intestino delgado cuando existen alimentos dentro de
ellos desencadenan un reflejo nervioso capaz de inducir la evacuación de las heces que se
encuentran almacenadas en la porción final del colon y recto. De hecho, este mecanismo explica
en parte por qué algunas personas sienten la necesidad de evacuar luego de haber comido.

Este fenómeno estudiado desde hace muchos años es posible gracias a la presencia de centros de
integración de señales nerviosas que actúan como “ejecutores” de una respuesta determinada.

Por ejemplo, el mismo estímulo mencionado en el ejemplo anterior genera un impulso nervioso
que es transmitido hacia unas estructuras anatómicas llamadas “ganglios”, que realmente son un
espacio en el que confluyen miles de nervios provenientes de diferentes vías.

En estos ganglios, generalmente ubicados por delante de la columna vertebral, se establece una
interacción entre las neuronas provenientes del estómago y aquellas que envían señales hacia el
colon o el recto. Esto se conoce como arco reflejo y permite la comunicación entre distintos
segmentos del tubo digestivo.

También te puede interesar leer: Qué es el sistema nervioso entérico (y qué neurotransmisores
predominan en él).

La formación de dos grupos de células nerviosas llamadas plexos es lo que permite la regulación
adecuada de las funciones gastrointestinales. El primero de ellos es el plexo mientérico o de
Auerbach, y el segundo es el submucoso o de Meissner. La principal diferencia entre ellos es su
localización en la pared del tubo digestivo.
Todas estas neuronas envían proyecciones hacia las células musculares y las glándulas
pertenecientes a la pared del intestino. Gracias a esto, el sistema nervioso entérico puede regular
el tránsito intestinal y la digestión de nutrientes (que se produce por la liberación de sustancias
desde las glándulas intestinales)

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