Вы находитесь на странице: 1из 4

URBANIDAD

Hoy en día la sociedad ha cambiado tanto hasta el punto de perder


costumbres y modales básicos que ayudaban a mantener las buenas
prácticas de comunicación y armonía entre la gente.

Es necesario cultivar la urbanidad y los valores éticos y morales en las


personas en especial en los niños y en los jóvenes que serán los futuros
constructores de una mejor sociedad en la cual todos seamos valorados
como personas integras y capaces de entender el mundo en el que estamos y
la sociedad con la que convivimos.

¿Qué es la urbanidad?

La Urbanidad, es la expresión y la imitación de las virtudes sociales. La

Urbanidad, consiste en atención y buen modo en las palabras y modales, por

cuyo medio se logra que los demás estén satisfechos de nosotros y de sí

mismos.

La moral y buenas costumbres imponen al hombre que vive en sociedad, la

obligación de ser prudente, discreto, circunspecto, indulgente para con las

imperfecciones y aun los defectos de los demás, severo para con sus

propias debilidades, respetuoso y atento con los superiores, bondadoso y

afable con los inferiores, dispuesto siempre a mostrar agrado y est imación a

los iguales. Ser enemigo de la falsedad y de la insolencia; si sabe hablar,

callar y obrar oportunamente, se apetecerá su compañía, y será persona grata

y respetada por todos.


NORMAS DE CORTESÍA: trata de un conjunto de reglas sociales. Estas

normas son acatadas o desacatadas por las personas según sea su

determinación, ser cortés o descortés.

NORMAS DEL BUEN HABLANTE:

 Expresarse en forma clara y sencilla.


 Mirar a las personas con quien se habla.
 Utilizar el tono de voz adecuado.
 Pronunciar correctamente las palabras.
 Dejar que otros pidan la palabra.
 El lenguaje siempre debe ser culto.
 Ser cortés al hablar.
 El trato a los adultos debe ser, de, usted.
 Pedir siempre por favor.
 Dar las gracias.
 Saludar diciendo buenos días, buenas tardes o noche.

NORMAS DEL BUEN OYENTE:

 Mirar a los ojos al hablante.


 Atender a lo que dice.
 Evitar interrumpir al que habla.
 Esperar que el que habla termine, para intervenir.

No tomaremos nunca confianza con quien se conoce de poco tiempo, por


más que su trato afable nos autorice para ello.

Con el tiempo conoceremos el carácter y costumbres de los demás y por lo


tanto sabremos la compatibilidad y camaradería que podamos tener con
las otras personas.
PRÁCTICAS BÁSICAS DE URBANIDAD

Respetar al otro como un otro: su carácter, su amor propio, sus opiniones,


inclinaciones, caprichos, costumbres, etc., aunque las consideremos defectos. El respeto
da un paso más que la tolerancia.

Escuchar, más que hablar: descubrir quién es el otro, qué quiere, qué piensa. No
dirigirse a él como si fuera una proyección de nosotros. Hablar sin descanso es una
descortesía hacia los demás, y además revela cierto egoísmo.

Comprender, antes que juzgar: no odiar al otro ni hablar mal de él ante otros por lo que
creemos que son sus defectos. Siempre es mejor preguntarse: ¿qué hace que la persona
que nos molesta actúe de la forma en qué lo hace? Así, será más fácil que
comprendamos y más difícil que odiemos.

Pensar antes de actuar o de hablar: elegir siempre la mejor oportunidad, no ser


imprudente. Evitar palabras molestas, observaciones poco delicadas, descorteses o
demasiado personales.

Ser discreto: no hacer preguntas que nos hagan parecer excesivamente curiosos, ni
divulgar los secretos que otros nos han confiado. De lo contrario, nos ganaremos que
nadie confíe en nosotros.

Adecuar el discurso a los conocimientos del otro: evitar hacer comentarios sobre
historia, ciencia, cultura o arte cuando no se conoce el grado de conocimiento de las
personas que escuchan. Adecuar el discurso a la situación del otro: percibir cuál es su
estado anímico y, según eso, decir lo que sea apropiado.

Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.


Urbanidad

En la educación y los buenos modales debemos tomar en cuenta el valor del otro como el
valor de sí mismo.

Si sabemos ser cortés, sabremos relacionarnos, es saber integrarnos y vivir en sociedad


(No confundir sociedad con nivel de vida)

Los extremos son perjudiciales y más aún cuando queremos sobresalir.

La educación conduce a la generosidad, si se es generoso, esto se hace recurrente en


toda circunstancia o lugar sin que esto signifique que sea tonto.

Es importante establecer diferencias; en el trabajo somos o representamos un cargo, en la


sociedad se es un individuo.

Importante tener presente: 1 – Que está sucediendo? (Como debo conducirme?

2 - Quien tengo delante, un superior o un amigo?

3 - Dónde estoy?

4 - En que momento o circunstancia?

Cuando aplicamos la cortesía, ésta nos permite hacer lectura de estos aspectos
importantes de la vida diaria.

La persona es maleducado, o mal formado, ha abandonado los valores o no se los han


enseñado.

es palabras:

Вам также может понравиться