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Preguntas y comentarios Clase Nº 1: “La época de la “insoportable” caída de los ideales”.

Por
Pablo Fridman

Las ciencias hoy en día, principalmente la Filosofía han aceptado que no existe paradigmas que
abarque a la sociedad en su sentido macro, como un todo, los paradigmas actuales mas bien
incluyen a algunos mientras dejan por fuera a otros.
Fridman plantea que en esta época en la sociedad podemos ubicar la caída de ciertos ideales, lo que
trae ciertas consecuencias a la hora de pensar la clínica y el padecimiento de aquel que consulta.
De este modo podría decirse que estamos frente a una época en donde lo que prima es la
satisfacción pulsional dejando a un lado el plano simbólico. Como resultado la gente tiende a creer
y buscar tratamientos cortos, con el menor esfuerzo posible que este le suponga para enfrentar sus
problemáticas. En este punto ubicamos la importancia del psicoanálisis y la apuesta por poner en
juego la palabra como posibilidad de transformación.
El psicoanálisis da lugar a la subjetividad de aquel que consulta lo cual es fundamental en un
momento como el actual donde lo que prima es la respuesta de tipo general no dando lugar a lo
particular del caso por caso.
Belén Sierra.

Desde una posición psicoanalítica, comparto el trabajo de mi practica como psicopedagoga.


Quiero decir, que yo no soy analista, pero claramente pensar en esta teoría me ayuda a entender el
lugar que ocupan mis pacientes en su familia, en la escuela, y que sin lugar a dudar mi trabajo tiene
que ver con ayudar a los sujetos a que se expresen, a que se nombren, a que el deseo pueda ponerse
en palabras!
Aclaro que además este trabajo lo abordo desde el accionar con distintos abordajes teóricos. Pero
sin lugar a dudas me posiciono como psicopedagoga desde la convicción de que todos podemos, y
todos lo hacemos de distinta manera. Y dentro de las posibilidades de todos los sujetos esta el
pensamiento. Por eso mismo, trabajamos con el pensamiento de cada sujeto, para que se exprese y
que surge o emerja el sujeto. Para eso trabajo como psicopedagoga.

Bibiana Brunetti.

Coincido al plantear que como analistas, en mi caso psicopedagoga, precisamos ubicarnos desde
una determinada posición para leer la realidad que cada paciente nos trae. Dicha posición implica
intervenir y realizar determinadas lecturas y no otras, apelar a determinados recursos y no otros, etc.
Adhiero al decir del autor, que estamos en una era de consumo. Agrego yo, era de la tecnología
también. Lo dicho implica estar atentos de no caer nosotros en la tentación del "todo ya", que al
igual del "todo vale" rechaza toda ley ordenadora y en lugar de ello se observa caos y
desorganización en muchos niños que llegan a consulta por mencionar un ejemplo.
Estará en nosotros ubicar algo del orden de la espera, de no llenar agujeros sino más bien de operar
partiendo de las potencialidades del sujeto y de abrir más el abanico de posibilidades para que el
deseo del sujeto emerja.
Nos encontramos en una era en la cual se deja a un segundo plano o incluso se le resta importancia
a la transmisión de la autoridad y al respeto de la misma. Se tratará de aprovechar toda oportunidad
que el consultorio o las salidas extramurales nos permitan para intervenir en este punto
conmoviendo al menos certezas acerca del significado que conlleva la llamada autoridad.
Considero que en cierto punto la caída de los ideales y principalmente destaco; ideales
generalizadores y/o totalizadores permite que repensemos nuestra práctica. No se trata de sostener
premisas que no hacen más que esclavizarnos. Se tratará de estar permeables, abiertos a la
intervención que se realiza con cada paciente, reconociendo que en algunos casos será la palabra la
que permita un cambio en el sujeto, y en otros otro recurso del cual nos valdremos.
Me quedo pensando... nosotros haremos nuestro aporte desde nuestras disciplinas está claro. Me
parece fundamental no dejar de lado la importancia que conlleva el trabajo con padres y con éste el
trabajo en relación a los conceptos desarrollados, tales como implicancia de la autoridad, ley
ordenadora, etc.
Carla Moritz Adler Lic. Psicopedagogía

Cita de la clase:"De lo que se trata es de poder dar una respuesta específica a la angustia de la
época, que no implique el sacrificio de lo subjetivo singular. Una respuesta que cuestiona la
fórmula de la totalidad, del discurso único, que se juega forzosamente en el uno a uno, pero en una
perspectiva que va más allá de lo individual."

Creo que en tanto no perdamos el pensar en términos de sujeto, la respuesta será subjetiva y
singular..
Tomando "la angustia de la época", me recordó un libro donde se hace un análisis de las patologías
actuales, específicamente el ataque de pánico, considerando si son modos nuevos de respuesta o
no..si es que no son nuevos nombres a antiguas formas de manifestación de la angustia.
Lo que tal vez sí denote, es una finalidad diferente.
Como dice la Lic. Amalia Ojea Guezamburu en dicho libro "Quizas la patología aporte una forma
de recuperar un nombre y pertenecer. Solo quizas".*
Por último, tomo una parte de la última frase de la clase:"...lo que vale es que cada quién viva de
acuerdo a lo mas auténtico de sí mismo, o sea que pueda desplegar su deseo."
Creo que sería el lugar propicio desde donde pararnos para pensar el quehacer profesional, aquellos
que nos nutrimos del psicoanálisis.

Lic. Carola Fuertes

*(A. Ojea Guezamburu, en su cap. del libro: "Panic-attack ¿Vino viejo en vasijas nuevas?" de O.
Lamorgia -comp.-)

-El autor menciona las dificultades que se presentan al trabajar en un equipo multidisciplinario
donde muchas veces las estrategias en el marco de un tratamiento deben ser consensuadas por la
mayoría y en ocasiones la decisión que se toma suele no ser la más adecuada, la pregunta es ¿cómo
se sostiene entonces un tratamiento ante la presencia de discrepancia entre profesionales?, en estos
casos ¿ que es lo guía dicho tratamiento?

-¿Qué sucede con el sujeto cuando deja caer los Ideales? ¿ Se enfrenta ante ese Real imposible o es
el consumismo el sustituto para frenar la angustia que esto genera?
- Leyendo el texto me preguntaba ¿qué lugar queda hoy para el psicoanálisis cuando lo que prima
en el mundo de la modernidad tardía es la urgencia, cuando se esperan resultados rápidos y
"milagrosos" y se intentan vender soluciones mágicas, y hasta se publicita que el "el tiempo es
dinero" y no hay que detenerse mucho en casi ningún lado?
Lic. Celeste Simondegui

Cuando el texto se inicia, expresa que para el psicoanálisis la modernidad produjo la caída de
ideales, la cultura como estructura discursiva resulta ineficaz ante el malestar que en ella se
presenta. Los vínculos humanos, presentan problemas que no pueden dialectizar la diferencia y las
respuestas que pudieron proponerse como soluciones, excluyen a otras y son seguidas con cierta
ceguera ideológica.
Sólo podría haber verdades parciales para problemas parciales, el consenso puede ser una
alternativa elegante por ser una época donde hay verdades relativizadas y saberes discutidos. En la
clínica, cobra forma bajo el nombre de "equipo interdisciplinario" de forma que no habría
soluciones para problemas puntuales pero puede evitar la impotencia como explica Friedman: "...la
arbitrariedad puede eventualmente tener consenso, pero eso no determina que la opción elegida
sea la más operativa, ni la más justa" por lo que este tipo de resoluciones evita la impotencia de no
dar una respuesta porque las decisiones implican sufrir consecuencias por lo que es importante
saber que la política y la ética es la que se considera en el transcurrir de las estrategias clínicas.
Actualmente las ciencias son cuestionadas y las verdades son fortuitas, hoy por hoy es importante
tener en cuenta el contexto del sujeto. Sujeto como ser histórico-bio-psico-social.
Jameson asegura por su parte que en la interdisciplina se reprimen "...rasgos fundamentales para
compartir el objeto de estudio" influye en estas palabras que el poder opere en una trama
esencialmente discursiva, heterogénea y contradictoria en diferentes direcciones e intereses.
¿De qué forma influyen estos cambios en las configuraciones familiares actuales? ¿Podría influir en
nuevas configuraciones familiares?
Los cambios a nivel económico, nos atraviesan como sujetos ¿cómo es posible que podamos
cuestionar la ciencia, las estrategias, la validez y confiabilidad de lo que consideramos que nos lleva
a intervenir pero nos mantengamos ciegos ante estos mandatos de consumo?
Me resultó interesante destacar lo que Friedman interpreta sobre los síntomas contemporáneos
como modos imperativos de goce del Super Yo. Estaría sumamente relacionado con exigencias de
un contexto actual que remite a un sujeto que soporta y sobrelleva las exigencias actuales,
entrecruzado con la angustia de tener que alcanzar un éxito que tal vez no estaría relacionado
realmente con el propio deseo.
Cintia Y. Rodriguez

Luego de la lectura del artículo "La insoportable caida de los ideales" me han surgidos algunos
cuestionamientos que quizas pueda sintetizar en el siguiente comentario.
Desde el trabajo psicopedagógico en consultorio, uno experimenta dia a dia con los niños en edad
escolar ciertas contradicciones donde por un lado ve un nucleo familiar donde se puede observar
cierta caida de aquellos ideales que pueden servir muchas veces como sosten o contención del niño.
Un niño que muchas veces está librado a las circunstancias que le van ocurriendo dia a dia sin tener
un adulto realmente capaz de sostener y acompañar en el proceso de crecimiento (podría decir de
subjetivación?) .Por otro lado ese niño quizás concurre a una institución educativa tradicional donde
esta sujeta a un modelo a seguir, que se guia por ciertos "ideales" como ejemplos. Y el niño se
encuentra inmerso en dos realidades muy diferentes. Allí es "él el que tiene los problemas de
aprendizaje", es él el que no puede responder a esos modelos.
Bueno aquí surgen los interrogantes que se refieren a los "ideales", quizás se puede inferir que en
algún ámbito faltan y en otro son modelos muy altos a seguir que no están en el interés ni en el
deseo del niño. Ese mismo niño que expresa en consulta sentimientos, deseos, intereses , no siempre
usa la palabra para expresarlo, pero si lo hace manifiesto en acciones significativas. Pero él que
quizas tenga mucho que expresar debe en el ámbito escolar expresarlo en forma "escsrita" y
obviamente en "cursiva".
Realmente esto es solo una pequeña reflexión de acuerdo a la lectura del artículo, hay mucho más
para seguir pensando.
Lic. Claudia Bohn

Me resulto muy interesante la clase.


Me quede pensando mucho en cuanto a lo expuesto en relacion al trabajo interdisciplinario
Yo pertenezco a un equipo en donde comparto tareas con profesionales de diversas disciplinas.
Odontologos, pediatras, fonoaudiologos, psicologos y psicopedagogos. Desarrollamos tareas bajo el
programa de Salud Escolar, en un hospital que depende del GCBA.
Si bien la realidad esta lejos de lo que nos gustaria, y la solucion a muchas de las situaciones que
vivimos a diario no son las ideales, creo yo que intentamos resolver los casos, dentro de nuestras
posibilidades, con un criterio unificado aun cuando haya disidencias dentro del equipo.
Lo mas valioso creo, es por supuesto el camino hacia la cura, y departe de los profesionales, salir de
nuestra mirada e intentar pensar con otros.
No siempre logramos una “salida elegante” como dice el texto, pero si comprometida y en la
mayoria de los casos, que alivia mucho las situaciones de nuestros pacientes!
...“Esto ocurre en el dispositivo que llamamos equipo interdisciplinario. Las soluciones
consensuales, mayoritarias del grupo, terminan siendo la manera más “elegante” de escapar a estas
aporías, pero sin ser necesariamente la más adecuada en situaciones puntuales. ...”
Creo que es un tema que siempre lleva a pensar un poco mas...
No acuerdo mucho con el siguiente parrafo...
...“La arbitrariedad puede eventualmente tener consenso, pero eso no determina que la opción
elegida sea la más operativa, ni la más justa. La solución consensual es una salida política a la
contradicción inherente a la verdad, en una época donde las verdades son relativizadas y los saberes
discutidos. Lo democrático, lo mayoritario, no son lo que garantizaría la ecuanimidad de las
decisiones, sino la manera de establecer una operatividad posible en este contexto. Operatividad que
para ser tal, deberá contar con la menor resistencia posible. Finalmente se trata de un modo
pragmático de no quedar sumergidos en la impotencia, pero esto no debe llevar a confusión respecto
de los alcances de las decisiones a tomar.”...
Muchas gracias por la clase!
Claudia Cybel

Hola: excelente la clase, todo muy claro. Gracias.


Saludos.
Edgardo Sequeira

En primer lugar, el texto me pareció muy interesante y claro, por lo tanto no se me plantearon
preguntas de comprensión.
Por otra parte, al momento de leer sobre las "contradicciones" y cómo hoy en día pueden coexistir
ideales absolutos y fanáticos con la disolución de los ideales totalizadores, me recordó (salvando las
distancias) al principio de ausencia de contradicción que forma parte del proceso primario, y se me
presenta la duda de si podría establecerse alguna relación entre estas dos cuestiones.
Otro punto que me parece importante destacar es la comparación que se puede hacer entre el
desarrollo técnico como pacificador de la contradicción cultural y la promesa de tratamientos
cortos, directos y el "hacerse amigo del analista", para ahorrar trabajo al inconsciente, donde el
análisis funciona con el objetivo de lograr el confort que se busca como premisa universal de
bienestar y adicionando la rapidez del "consuma ya". Es decir, es interesante cómo las terapias se
amoldan a los tiempos de hoy, siendo producto de ese imperativo y sosteniéndolo a la vez, a modo
de círculo vicioso donde es más cómoda la obediencia que el cuestionamiento a las verdades
absolutas que se proponen.
Lic. Estefanía Lagos

Creo que es importante considerar esta primera clase del curso como el marco general en el cual se
incluyan planteos posteriores. La caída del discurso totalizador único, que caracteriza a nuestra
época, es solidario del planteo del psicoanálisis de la falta en el Otro y de la inexistencia de un
Universo de Discurso. En última instancia de la castración. Frente a la misma se despliegan en la
cultura distintas formas de restablecer al Otro en su totalidad: los discursos fundamentalistas, el
consumo como objetivo único de la vida, etc. Creo que lo importante de esta clase es resaltar lo
que el psicoanálisis nos aporta respecto a esto, y que es que la estructura supone la castración y la
falta en el Otro: en tanto tal va en contra de los intentos de restablecer una visión de mundo unitaria,
proponiendo en cambio que el sujeto debe tomar su posición singular frente a esta ausencia de un
universal que regule un “para todos”. Sostener la pluralidad de las verdades, la inexistencia de un
discurso valga más que otros al momento de explicar la realidad, son entonces elementos de nuestra
posición ética. Creo que si el psicoanálisis sostiene una direccionalidad y en tanto es así supone un
punto al que el sujeto debería llegar a lo largo del mismo, este punto no es un universal sino un
punto singular. Cuando hablamos de que el sujeto pueda desplegar su deseo no damos a esto ningún
contenido específico, no ubicamos ningún ideal respecto al deseo, ninguna dirección que este
debiera tomar. No ubicamos al deseo como un universal (como determinado por una concepción
universal de lo que se debe desear) sino, al contrario, como algo que el mismo sujeto determinará
desde su singularidad.
Facundo Iriarte

Como pertenezco a un Área que es multidisciplinaria y la pretensión de trabajar


interdisciplinariamente suele ser fallida, tomé la cuestión planteada sobre este punto. En este
sentido me parece interesante el aporte de Alicia Stolkiner quien afirma que la interdisciplina nace
de la incontrolable indisciplina de los problemas que se nos presentan e implica un posicionamiento
que obliga a reconocer la incompletud.
En cuanto a lo que se refiere a las disputas de poder, creo que sería esperable que la hegemonía
disciplinaria esté determinada por el problema y no se halle “cristalizada”. Hacer visibles estas
cuestiones es lo que permitiría construir espacios comunes.
Por otro lado y con respecto al psicoanálisis “..el poder creador y transformador de la palabra…”
seguirá permitiendo (en algunos casos), tal como lo decía Freud “..soportar el infortunio de la vida
sin la miseria neurótica…”
Muchas gracias. Muy interesante la clase.
Gabriela Urtubey

Al realizar la lectura del texto de la primera clase, tomo como idea principal para analizar y pensar:
“… la caída de los grandes relatos de la modernidad como el fracaso de crear un discurso de la
totalidad”… esta configuración de época no deja de producir efectos en la clínica, y algunas
dificultades a la hora de tomar decisiones o estrategias en el marco de un tratamiento…”
La arbitrariedad puede eventualmente tener consenso, pero eso no determina que la opción elegida
sea la más operativa, ni la más justa. La solución consensual es una salida política a la contradicción
inherente a la verdad, en una época donde las verdades son relativizadas y los saberes discutidos. Lo
democrático, lo mayoritario, no son lo que garantizaría la ecuanimidad de las decisiones, sino la
manera de establecer una operatividad posible en este contexto. Operatividad que para ser tal,
deberá contar con la menor resistencia posible. Finalmente se trata de un modo pragmático de no
quedar sumergidos en la impotencia, pero esto no debe llevar a confusión respecto de los alcances
de las decisiones a tomar.

También puedo relacionarlo con los temas tratados en el libro “ Amor liquido” de Zigmunt
Bauman, en este libro se plantea la extraña fragilidad de los vínculos humanos, el sentimiento de
inseguridad que esa fragilidad inspira y los deseos conflictivos que ese sentimiento despierta,
provocando el impulso de estrechar los lazos, pero manteniéndolos al mismo tiempo flojos para
poder desanudarlos.

Gabriela Colamarino

Para comenzar, deseo destacar lo interesante que me resulta la lectura de esta primera clase.
Considero que poder tener presente que no existe una idea de neutralidad, dado que hay una
cuestión política ineludible desde el lugar desde donde escuchamos y construimos los observables y
estrategias clínicas.
Hoy sabemos que también las teorías sociales son construcciones sociales, como bien lo explica el
construccionismo social. Por lo cual, y como dice Norma Filidoro, siempre la objetividad solo
puede advenir una objetividad construida.
Sin embargo, el texto no elude las tensiones que esta renuncia a un ideal general conlleva. Esta
cuestión que contamos con objetivaciones y no objetividad, no sería deseable que devenga en una
posición espontaneista, como bien se explica en este texto: el viraje del analista de su función a una
posición de amigo, nunca es sin costo para el paciente y su intento de encuentro con su deseo
singular.
Me gustaría continuar ubicando tensiones que este texto me permite reconocer mejor. En tal
sentido, lo complejo que la época nos afecta, que está bien dimensionado en la adjetivación elegida
en el argumento: lo insoportable. No obstante, ya desde su misma presentación en comillas, se
alude a una ubicación difícil de una mirada psicoanalítica: siempre extraterritorial y alejada de toda
pretensión de constituirse en un nuevo relato moralizador o redentor.
Y otra cuestión interesante es lo que se va diciendo sobre la interdisciplina. En el caso del quehacer
psicopedagógico, nos resulta difícil logar acuerdos con consenso con los profesionales docentes,
que enseñan a nuestros pacientes. A la escuela, y a muchos docentes que son representantes fieles
del discurso pedagógico normativizador, les resulta difícil lograr esas represiones de sus rasgos
fundamentales. Por lo cual, pensar estrategias en la escuela que puedan acompañar el trabajo
terapéutico resulta difícil. No aparece la posibilidad de la alternativa a lo oficial y común a todos,
como lógica bastante permanente en el espacio escolar, como lo explica Liliana Volando. Y
constatamos, en nuestra intervención desde el adentro de la escuela, integrando Equipos de
Orientación Escolar y con los docentes que pesamos lo que les pasa a nuestro paciente.
Agradezco la clase. Permite pensar y disfruté de su lectura.
Gabriela García Hasrun.

Sinceramente me costó el entendimiento en una sola lectura, por lo que releí y traté de buscar
información paralela, para exponer a continuación lo que comprendí de la misma.
Mi conclusión o análisis a partir de la clase sería la siguiente: la caída de todo aquello que se
encontraría fijado, entendiendo como fijado "los ideales", lo establecido. El mundo estaría
determinado, por un lado, por aquello perteneciente a lo conocido, fantasías y pulsiones ; y por otro
lado, por aquello que sería ajeno a dicho mundo donde ubicaríamos los ideales. Este último, desde
Lacan, lo significaría el Otro: un lugar simbólico, significante, de ley, de lenguaje, el inconsciente,
hasta incluso Dios, determinante del sujeto externamente o intrasubjetivamente en relación a su
deseo.
En función al propósito de la clase, se dejaría entrever cierto carácter amenazante si se permite que
los ideales caigan, el mundo se terminaría y esto devendría en caos a la propia existencia, desde la
creencia de que lo simbólico sería el encargado de ordenar la realidad o lo real. El sentido
sustentado en los ideales. Si consideramos el ejemplo, quizá más práctico acerca de la cultura
patriarcal, en donde una familia debe estar compuesta por un padre trabajador, cabeza del hogar,
una madre encargada de las tareas de la casa y de sus hijos, y los hijos producto de las
identificaciones parentales, la pregunta que propondría sería, ¿acaso este ideal de familia, este
referente ordena lo real?, ¿evita la perversión, el trauma sexual de la infancia, la infidelidad, etc?
Tal vez este ideal y todo lo que es considerado ideal o referente, otorgador del buen sentido, trae
como consecuencia cierta represión o anulación del deseo.
Si se pensara que el sentido es efecto de lo real, de ésto se desprenderían nuevos sentidos,
singularidades posibles para cada sujeto, sin jerarquías, demostrando su lazo social y la capacidad
de organizar su subjetividad, dejando a un costado la idea de los universales, la idea de un solo
sentido, la idea del "buen sentido".
El super yo no puede nutrirse de renuncias, de represión o anulación como antes nombré, sino que
impulsa al sujeto al goce desde la singularidad, siendo tomado como goce autista. Y es aquí, donde
aparecen los síntomas sociales, como maneras de gozar a partir de lo real y no del Otro, pero es aquí
también donde en esos síntomas aparecen grietas que abren un espacio de búsqueda de referente en
ese Otro que no existe, que no se ha podido sostener, que es inconsistente, produciendo síntomas
subjetivos.
Termino esto con una cita del texto La época de la "Insoportable" caída de los ideales (Pablo
Fridman):
"Los brillos del mundo no son imprescindibles, no son necesarios para la vida, lo que vale es que
cada quién viva de acuerdo a lo más auténtico de sí mismo, o sea que pueda desplegar su deseo"
Espero mi análisis o comprensión de la clase haya sido la acertada, de no ser así, aguardo sus
intervenciones, que sin dudas me ayudarán en mi aprendizaje.
Giselle Marandet

A través de la lectura del texto “La época de la “insoportable” caída de los ideales” y análisis de la
misma, destaré a mi criterio los aspectos más significantes:
“En el momento de decidir siempre hay una toma de posición, y esta posición es inevitablemente
política, por lo tanto conlleva una determinación ética, una escucha específica de la clínica, y lo que
se lee de una determinada situación. Las consecuencias de una acción son parte de la decisión
misma. La pregunta del equipo interdisciplinario no es como consensuar, sino que tipo de política y
ética se va a adoptar en el curso de las estrategias clínicas.”
Aspecto que me llevo a reflexionar las tensiones que más de una vez surgen en pos de las
decisiones, ya que cada especialista en fervor a disciplina la coloca como la primordial tornándose
difícil trabajarlo transdisciplinariamente mirando al sujeto en su integridad para lograr una mejora
en su calidad de vida.
“La multiplicación de los acontecimientos, la pluralidad de los niveles y las redes a las que
pertenecen, hacen de la disputa del poder una trama esencialmente discursiva heterogénea y
contradictoria, esencialmente constituyen una trama con varias direcciones e intereses. Conviven
disolución de Ideales con ideales absolutos y fanáticos.”
Esta parte del párrafo es bien evidenciada en los adolescentes Postmodernos que al ser ellos los
ideales postulados por el mercado, en la salida de búsquedas de ideales por fuera de las figuras
parentales, se encuentran sin adultos sin confrontar. Una brecha generacional que destituyó la figura
del adulto al cual aspirar ya que se debe estar en la eterna adolescencia. Por tal provocó, entre otras
consecuencias, las búsquedas extremistas o pastiche en el que todo vale o todo da igual.
“Se trata, entonces, al decir de Eric Laurent: “...de hacerle soportar (al sujeto) la inconsistencia del
Otro, sin por ello ceder al imperativo de goce del superyó. Decirle si y no al goce, supone
experimentar la experiencia del goce sin tener que pagar tributo con la caída del cuerpo, con la
mortificación del cuerpo.”
Aspecto difícil en nuestros días donde predomina una sociedad de consumo, competencia e
individualidad egoísta donde prevalece más el éxito personal corriendo la mirada del Nosotros en
respeto de cada Otro en su singularidad. El Neoliberalismo impuso un nuevo Sujeto de consumo, en
donde todo se consume en calidad y ejercicio de la eficiencia competitiva.
Para ir cerrando, en miras de lo que como profesionales debemos aspirar tomando palabras del
texto: “Lo que vale es que cada quién viva de acuerdo a lo más auténtico de sí mismo, o sea que
pueda desplegar su deseo.”
Lic. Nizzola Hernán D.

Con respecto a la clase enviada, me pareció interesante, si bien creo que algunas categorías
filosóficas y psicoanalíticas fueron demasiado complejas para mí. No obstante, haré hincapié en los
puntos que sí creo haber entendido y que pienso que revisten suman relevancia para nuestra práctica
profesional cotidiana.
En especial, sobre lo relativo a la interdisciplina. Me pareció sumamente pertinente la
caracterización de estos dispositivos a partir de una renuncia de cada disciplina a aspectos propios
para poder compartir un objeto común con las otras del equipo. El texto decía: "Esto ocurre en el
dispositivo que llamamos equipo interdisciplinario. Las soluciones consensuales, mayoritarias del
grupo, terminan siendo la manera más “elegante” de escapar a estas aporías". En mi incipiente
carrera profesional he leído MUCHAS definiciones de interdisciplina, y su tratamiento parece ya
una cuestión trillada en ámbitos académicos. Lo que sí destaco de todas ellas, a diferencia de la
presente en este texto, es que siempre se enfatizan los aspectos "positivos" de este encuadre, lo que
se "gana" a partir del mismo, y nunca lo que cada miembro del equipo debe postergar o renunciar.
Precisamente ésto me pareció novedoso del artículo, la visibilización de lo interdisciplinario en su
faz no tan "feliz" y/o que implica una renuncia u obstáculo para el profesional. Lo que uno debe
ceder para poder estar con otros, profesionalmente, en este caso.
Jesús del Canto

Estimados: les envió mi comentario acerca del texto de Pablo Fridman.


La lectura del mismo me resultó muy interesante, ya que me invitó a reflexionar acerca de mi
trabajo en un equipo interdisciplinario que aborda los casos de aborto no punible en un hospital
público. La mayor dificultad con la que nos encontramos en dicho equipo es la posibilidad de
renunciar a la idea de un discurso absoluto desde el saber que cada uno sostiene, además de los
prejuicios y posición ideológica de cada profesional.
Coincido con el texto de que la idea de solución concensuada o mayoritaria en el equipo
interdisciplinario, de acuerdo a mi experiencia crea la fantasia de lograr un discurso único que a mi
entender, resulta en una práctica estandarizada.
Mi pregunta, frente a lo complejo de esta práctica, es como sostener una ética que de prioridad a la
singularidad del sujeto

Judith Fryc

Buen día, no tengo ninguna duda ni preguntas sobre el texto leído, me pareció interesante, espero
los próximos.
Saludos
Lic. Karen Daiana Behrens

Desde la Edad clásica la ciencia ha fijado en la sociedad el sentido de lo real. Actualmente dicho
sentido se ha convertido en un problema ya que todo parece tener ligereza y la temporalidad del
semblante. El sentido de lo real ha generado preocupación por la identidad. La declinación de los
ideales da como resultado identificaciones lábiles y parciales.
El Ideal del Yo supone y otorga consistencia al Otro , gobierna los movimientos sociales y traza los
anhelos de una cultura.
La existencia del Otro abre a la época caracterizada por la falta de seguridad en las ideas, la
tradición o el sentido común.
Si pensamos que el sentido es un efecto de lo real podemos imaginar nuevos sentidos. No se trata de
la Idea, de los universales, sino de los simples sentidos singulares. No hay un solo sentido para
todos, no hay el buen sentido, sino lo diverso. Y en cada caso ese sentido , efecto de lo real, deberá
demostrar su utilidad social, su capacidad de organizar la subjetividad y el lazo social.
Zárate, Leslie

Muy buen artículo. Me hizo pensar muchas cosas y preguntarme otras.


Ya lo decía, Freud, a principios del Siglo XX, no hay un instinto gregario sino que nacemos
desvalidos y dependemos del cuidado otro durante mucho tiempo para sobrevivir. Nuestra psiquis
inmadura se va formando por identificación mediante similitudes y semejanzas a esos otros
significativos que nos acogen en esta primera fase de la vida.
A su vez, también, nos ha dicho que nacemos con dos tipos de pulsiones que luchan y lucharán por
prevalecer (una cuestión de poder) una sobre la otra hasta el final de los tiempos. Las pulsiones de
Eros y Tánatos, de amor y de odio que se entremezclan entre sí. No las hay en estados puros.
El ser humano cuando nace, ingresa a una cultura que es su raíz filogenética (que en principio se
compone por su familia y luego irá extendiéndose) en donde se intentará controlar esta agresión
innata internalizándola como Superyo, dirigiéndola contra el yo.
Parafraseándolo, nos dice que el futuro de la sociedad, dependerá de hasta que punto la cultura
pueda hacer frente a la agresividad humana, y que esto dependerá mucho del papel del Eros como
tendencia opuesta.
¿Cómo nace eso que restringe pero que también otorga seguridad, la cultura? Freud, plantea un
origen mítico, la horda primitiva, este mito sirve para explicar cada fase, en la edad media la
religión que luego fue reemplazado por la ciencia, en la moderna y ahora por la tecnología, en la
llamada posmodernidad. No veo diferencia en el mecanismo de erigir como ideal a un tótem, a dios,
a la ciencia o a la tecnología/ mercado. Es el mismo mecanismo planteado por Freud para la
formación de las masas: se erige un líder en el ideal de todos por igual y esto asegura la fraternidad
entre los miembros de la masa.
En este sentido y por este mecanismo es que siempre estamos en la búsqueda de nuevos paradigmas
y de unas concepciones del mundo. Todos los paradigmas caen porque se apoyan sobre objetos que
luego se idealizan de tal manera que se agotan en sí mismos, dado que invisibilizan sus fisuras y
obnubilan el pensamiento pero no de lo oculto sino de lo cotidiano que es más grave, lo que por
estar tan cerca nuestro no vemos. Ahí esta clave.
En este sentido, para mí la clave está en que “el pensar es cambiar el pensamiento” (Ibáñez 1996,
pág. 55), es dudar de todo, problematizarlo todo, es tratar de pensar diferente a lo que pensábamos
y/ o pensamos.
Así entiendo la interdisciplina, como una manera de problematizar no de tener consenso, la
interrelación entre disciplinas debe ampliar los campos de acción. La verdad no es única, hay tantas
verdades como ciencias u objetos de estudio, pero también es cierto que al menos en las ciencias
sociales el objeto de estudio es siempre el ser humanos en sus múltiples facetas. Esto debería poder
ser sintetizable en el caso por caso. La manera es trabajar en conjunto e ir probando distintas
opciones, sin temor a la equivocación. Y la cuestión de la posición ética o política del equipo
interdisciplinario es a priori de la toma de cualquier decisión a tomar. Esto es sus momentos de
conformación, cualquier equipo antes de empezar a trabajar se debe poner de acuerdo de su
posición ética/política. E ir revisándola cuando surgen problemas o cambios de distinta índole. Sin
este acuerdo previo no se trabajar.
Esto mismo que pasa en el interior de las disciplinas se traslada a la intimidad de los consultorios.
En momentos donde pareciera que no hay límites simbólicos la problematización se sitúa en como
proponernos como analistas, sin caer en la situación artificial de amistad con el paciente y
proponernos como ideal conformando un pastiche, borrando el estilo personal del paciente. Como
mantener la neutralidad y la abstinencia y no caer en la tentación de ubicarse como un subrogado
para el paciente.
Hasta acá fue lo que entendí y pude ir pensando.
Tengo una pregunta: No entiendo bien lo que propone como diferencia entre la filosofía y la
psicología. No entiendo, ¿porque no se puede proponer como ideal totalizador el psicoanálisis
llevado al extremo como en cualquier otra técnica?
Florencia Conde.

En primer lugar quisiera compartir los motivos que me condujeron a inscribirme en el curso:
Me desempeño como profesional en el Área de Educación Especial. El "Nombre" del pos título,
casi en forma inmediata, abrió una pregunta para la que tengo algunas respuestas (que espero
ampliar en este intercambio),:
¿ Es la escuela un espacio posible para la construcción subjetiva?
En nuestro presente histórico se espera o se "depositan" en la escuela múltiples espectativas y
vastas responsabilidades ¿qué es educar?.,¿debemos rever analíticamente cual es el rol de la
institución educativa y sus diferentes actores?
Los participio a continuación de un artículo leído que intenta algunas respuestas:

Freud y la educación
Guillermo Kozameh Bianco
Médico Psicoanalista, Profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Pontificia de
Comillas. Madrid. España
Miembro de la"Fundación Europea para el Psicoanálisis"

El punto de vista Freudiano relaciona la educación del niño con una tarea ética particular del
psicoanálisis que tiene como guía conductora, la verdad.
Conocemos por autores como Mannoni o Doltó, las consecuencias psicopatológicas si
desconocemos insistentemente la verdad de nuestra propia historia y nuestros deseos.
La capacidad de pensar, de fantasear, de soñar y de hablar nos permite acercarnos aunque sea
levemente a esta realidad interior.
En el niño se añaden además su plasticidad lúdica y sus fabulaciones, cuando estas no están
perturbadas por bloqueos emocionales.
La educación para la realidad que Freud comenta en "El porvenir de una ilusión", consiste en que
el niño no solo se enfrente y apropie de su realidad exterior sino fundamentalmente de sus
laberintos desconocidos.
Estos aunque, para algunos pedagogos no lo parezca, están intimamente conectados con los
caminos externos de la educación.
No cesó de advertir que esta comunicación, que desconocemos parcialmente; se traba cuando es el
educador el que no quiere saber nada de su propia vida infantil, de sus deseos más arcaicos, de sus
carencias constitutivas.
El trabajo educativo tradicional, habitualmente preconiza un estado de quietud, como un lago de
aguas peligrosamente estancadas.
Desde este silencio no se cuestiona nada, no hay revueltas ni disturbios. Las pasiones duermen sin
soñar.
Parecería que el principal objetivo de algunos educadores es ignorar "el niño que él fue", ya que su
reconocimiento tendría el riego de develar la máscara de la propia amnesia infantil.
Curiosamente al principio de su obra Freud relaciona el método analítico como una post-educación.
(Lecciones de introducción al Psicoanálisis 1915, Introducción al Método psicoanalítico de Oscar
Pfister 1913,)
En este momento de su obra, albergaba la esperanza que la enseñanza podría funcionar como
profilaxis de las enfermedades mentales, y el tratamiento analítico corregiría lo que la educación no
pudo lograr.
Ambas habrían logrado su meta si el mundo pulsional se organizaría satisfactoriamente a través de
la Formación reactiva y sublimación.
Si bien es cierto que en sus trabajos posteriores ofrece una lectura totalmente diferente, ya en esta
época subraya que ni el educador ni el analista pueden arrogarse el derecho de imponer fines y
objetos a las pulsiones del paciente y el educado.
Aconseja al educador que se limite solo a favorecer las virtudes propias del alumno.
En 1911 (Los dos principios del funcionamiento psíquico), apunta a 2 aspectos diferentes pero
complementarios.
El psicoanálisis apunta a levantar las represiones que mantienen la sintomatología y la educación
evita que esta represión patológica se produzca.
Con los trabajos de la sexualidad infantil se producen cambios en sus concepciones.
La represión de la sexualidad aparecerá más precozmente y la cultura del sujeto, su entorno y la
educación pasan a tener un papel coadyudante.
La sexualidad se presenta como radicalmente otro, extraño, antinómico con respecto al Yo.
Él Yo y la sexualidad no pertenecen al mismo mundo (oso blanco y la ballena). Desde esta
perspectiva la moral y las pautas ambientales, pasan a un segundo plano. Este lugar siempre fue
mantenido en su importancia por Freud.
Desde esta nueva perspectiva, solo una parte del hombre puede ser educada. Son las pulsiones del
Yo. Estas se someten facilmente y por el beneficio de la autoconservación a los objetos exteriores
para su satisfacción.
En cambio las pulsiones sexuales y los fantasmas son irreductibles a cualquier tipo de
"domesticación". Prescinden del objeto exterior, pueden satisfacerse autoeróticamente, y escapan
del desarrollo Yoico.
La educación llevada a cabo por los padres y las instituciones conduce y modela a los procesos de
autoconservación por medio del principio de realidad, y es la que permite que él Yo placer arcaico
infantil y omnipotente se transmute en Yo realidad.
Por el contrario las tendencias sexuales llevan así una existencia parasitaria, escapan a la influencia
educativa y en la mayoría de los hombres conservan durante toda la vida ese carácter arbitrario,
caprichoso, refractario, enigmático. (Introducción al psicoanálisis 1915-1916).
Las medidas educativas protegerán al niño y le ofrecerán elementos para que su inserción en la
vida sea auténtica, sabiendo tolerar el dolor que esto implica. Se le ofrece a su disposición
elementos, instrumentos y fundamentalmente palabras, pero que él debe en un acto de apropiación
activa poseerlos para acceder al orden simbólico y cultural.
Si el niño tolera cierto displacer por la renuncia a la satisfacción inmediata es porque se le ofrece y
recibe algo a cambio: El amor.
"No se tarda en comprobar que ser amado es una ventaja a la que se puede y se debe sacrificar
muchas otras". (Freud, Consideraciones sobre la guerra y la muerte.1915)
En el ser humano, el amor (relacionado con las pulsiones sexuales y satisfacción libidinal), es
simultáneamente garantía de protección y seguridad, (propio de las pulsiones de autoconservación).
De tal manera que aunque las pulsiones sexuales y las del Yo tengan escenarios, vías y modalidades
de satisfacción diferentes, ambas están imbricadas para siempre.
Esta íntima interdependencia, es la que con seguridad, se debe tener en cuenta siempre en la
educación.
Para que los procesos de simbolización y pensamiento puedan desarrollarse es imprescindible
soportar el displacer pero por un plus de placer.
El pensamiento se enfrenta y procesa la realidad exterior, pero en psicoanálisis nos interesa
también como aborda su otra realidad, la de los deseos.
Esta doble faceta es la que integra y concilia el mundo de las pasiones y el mundo cognitivo. Es
necesario que se mantenga una frontera entre ambos, pero que haya un pasaje y no un muro
impenetrable.
Este intercambio creativo de los procesos primarios y secundarios es lo que permite observar en el
niño el juego, la fabulación, el error (tan poco admitido), y su capacidad de soñar.
Para que el pensamiento se desarrolle plena y satisfactoriamente deberá saber "algo" de su mundo
psíquico y relacionar y explorar las compatibilidades o no con sus deseos.
Un saber que el sujeto no sabe que tiene, y que le es desconocido por su propia división
constitutiva.
Esto no significa que para un aprendizaje adecuado todos los niños o adultos deberían pasar
obligatoriamente por un análisis. (Como en algunos tiempos se sostenía
La cura analítica apunta a una revelación progresiva de este saber (que nunca es un saber absoluto
hegeliano), mediante una forma especial de la palabra que es la asociación libre.
El ser humano tiene la posibilidad de conectarse con algo de ese saber a través de las
transacciones creativas en su vida o en el peor de los casos mediante las formaciones sintomáticas
que muestran la ignorancia por no querer saber.
Existe una estrecha relación entre no desear saber de la realidad exterior y no desear saber sobre la
realidad psíquica.
Freud subraya que esto no solo ocurre en el niño sino en el educador, y que su amnesia infantil
bloquea el saber de los niños que educa.
Los riesgos de este saber es la constatación paulatina de la falta de correspondencia absoluta de la
sexualidad humana.
La represión que es la marca de este encuentro imposible es remplazada por el juicio de
condenación del proceso de pensamiento consciente.
El juicio de condenación es para Freud una metamorfosis de la negación y continua llevando la
marca de la represión a la cual substituye.
El sujeto toma conciencia de sus deseos pero sé prohibe su realización, por razones morales o de
oportunidad. (Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis).
La represión que es automática y excesiva es remplazada por este proceso mesurado e intencional
con la ayuda de las instancias psíquicas superiores.
"El juicio de condenación es el substitutivo intelectual de la represión, su no es la marca de esta, un
certificado de origen como, para así decirlo un Made in Germany". ( Freud: La negación).
En esos momentos cuando Freud preconiza una educación para la realidad, es una educación que
tiene en cuenta los deseos del sujeto y cuestiona a aquella que los ignora.
Justamente el precio por este no saber, hace que la sexualidad está dispuesta siempre a reaparecer
en los procesos secundarios, retornando desde lo reprimido, forzando aún más la represión y
ocasionando los síntomas, entre ellos los frecuentes trastornos en el aprendizaje escolar.
El fantasma reprimido reaparece en esta dificultad de comprender, asimilar o memorizar en el niño.
Las funciones del pensamiento son desviadas de su funcionamiento normal, por estar ahora bajo el
dominio de la satisfacción fantasmática.
Las fantasías sexuales que causan placer en un sistema (inconsciente), son las que provocan
displacer en el Yo (Precons. Y consc.).
Las primeras serán estudiadas y relacionadas por Freud, como las de las leyes de la naturaleza:
incestuosas, y representan una amenaza para el individuo.
Este se reorganiza mediante las leyes sociales: la palabra, protegiéndose de la castración y la muerte
que el deseo ocasiona.
El goce cede su lugar a la supervivencia.
El educador, como en otro tiempo lo fue la función paterna, representa las normas sociales, el
acceso a la humanidad y el orden simbólico.
Sin embargo hay algo que se le escapa y torna su función en parcialmente exitosa. Es la antinomia
irreconciliable entre sexualidad y civilización, entre naturaleza y cultura.
La educación brinda, al menos en sus inicios, una satisfacción narcisista al educado, lo que hace
más llevadero la represión de sus deseos.
Pero, obviamente, no solo el amor está presente en la misma.
En el texto de 1914 "Sobre la psicología del escolar" Freud comenta que la adquisición de
conocimientos está intimamente ligada al tipo de relación (amor-odio), que el alumno mantiene con
su profesor. Esta reproduciría el modo de relación del niño con su padre a la salida del complejo de
Edipo.
Los sentimientos de admiración y hostilidad arcaicos dirigidos al padre ahora se reactualizan en la
transferencia hacia el maestro.
La destitución del lugar del ideal con respecto al padre, es lo que posibilita que el niño se abra a
otros lugares transitoriamente idealizados.
Pero así como el analista no debe mantenerse en ese lugar del ideal del Yo, el docente también tiene
que saber renunciar a este lugar, desprenderse progresivamente del narcisismo y evitar que el
alumno se coloque en el lugar que sus deseos.
Freud reitera que las consecuencias de la ilusión son el sometimiento y el desconocimiento.
La idealización, la ilusión, que se había estado utilizando en la educación debería dar paso a la
verdad. Que el educador se coloque tradicionalmente en el lado del Bien, de quien se hace cargo, no
le da derecho a negar la desarmonía permanente entre el hombre y su mundo, o entre el bien y su
deseo.
En "Consideraciones actuales sobre la guerra y la muerte", Freud aclara aún más que es lo que el
educador no debe ignorar: "la impenetrabilidad a la representación de nuestra propia muerte, anhelo
de muerte dirigido al extranjero, y al enemigo, ambivalencia ante la persona amada".
La ilusión pasa a ser una máscara caricaturesca cuando huye de esta verdad, ignorando la división a
la que el sujeto está sometido.
La ética tradicional basada solo en los ideales (lo imaginario), es sustituida por una ética que tiene
en cuenta a la realidad, pero en su doble vertiente.
La exterior social: la que debemos enseñar y aprender para resolver los obstáculos para la
sobrevivencia, y la interior: donde la armonía se logra solo por momentos, y es la que la ilusión y
las religiones tratan de enmascarar.
No cabe duda que una educación que ignora las dimensiones auténticas del ser humano, puede
brindar una aparente comodidad, logros y plenitudes, pero su precio es demasiado elevado. Es el
de no preguntarse, no cuestionarse, no pensar.
En la relación pedagógica el inconsciente del educador demuestra pesar mucho más que todas sus
pretensiones conscientes.
Si en sus comienzos Freud, albergó la ilusión de una educación especial que sirviera como
prevención las neurosis, en sus desarrollos posteriores (El porvenir de una ilusión,1927, Nuevas
lecciones de introducción al psicoanálisis,1933, y otros textos) planteará que ninguna reforma
pedagógica ni transformaciones sociales, como algunos aún sostienen, evitarán el malestar en la
cultura y el dolor del hombre por su propia existencia.
Bibliografía
Sigmund Freud, Inhibición, Síntoma y Angustia, Buenos Aires, Amorrortu, 1978
Sigmund Freud, Un recuerdo infantil de Leonardo de Vinci, Buenos Aires, Amorrortu, 1978
Sigmund Freud, Nuevas conferencias de Introducción al Psicoanálisis, Buenos Aires, Amorrortu,
1978
G.W.F. Hegel, Escritos pedagógicos, España, Fondos de Cultura Económica, 1991
R.D. Hinshelwood, Diccionario del pensamiento Kleiniano, Buenos Aires, Amorrortu 1992
Jaques Lacan, Intervenciones y textos 2, "Dos notas sobre el niño", Buenos Aires, Manantial, 1988.
Jaques Lacan, El Seminario 11, Los Cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Buenos
Aires, Paidos, 1991.
Jaques Lacan, El Seminario 4, La relación de objeto, Buenos Aires, Paidos, 1994.
J. Laplanche y J.B. Pontalis, Diccionario de Psicoanálisis, España, Labor, 1971
V. Zito Lema, Conversaciones con E. Pi
HASTA LA PROXIMA CLASE,
Lic. Mónica Alí

La época que estamos viviendo nos lleva a reflexionar sobre los temas que nos competen, tanto en
la clínica como en el psicoanálisis. Teniendo en cuenta lo que Francois Lyotard dio en llamar la
“caída de los grandes relatos”, sólo podemos llegar a verdades parciales, la verdad se relativiza, no
se puede llegar a una generalización y los saberes son discutidos. Esta configuración de la época
produce efectos en la clínica, en la toma de decisiones y estrategias en equipos interdisciplinarios.
La arbitrariedad, la solución consensual, tal vez no es la operativa, ni la más justa. Esta toma
decisiones es inevitablemente política y por ello conlleva una determinación Ética, una escucha
especifica de la clínica. Por eso el equipo interdisciplinario más que consensuar debe elegir el tipo
de política y ética que adoptaran en el curso de las estrategias clínicas.
Con el desarrollo técnico, de esta época, considerado como resultante pacificador de la
contradicción cultural. Se banalizan los efectos de la palabra, se buscan productos “salvadores”,
soluciones rápidas. Se busca el confort pero la angustia continúa, el sujeto no se encuentra más
fácilmente con su deseo. No desaparece rápidamente el malestar. Hay una ineficacia de todo
simulacro simbólico para dar cuenta de la satisfacción, en el sujeto y en la cultura. La insoportable
caída de los ideales se puede considerar como el efecto del poder determinista de lo real como
destotalizador, o ubicar en el malestar emergente de la cultura el poder creador y transformador de
la palabra.
Si bien el texto de Pablo Fridman nos remite a pensar la clínica y el psicoanálisis, quisiera agregar
lo que Beatriz Janin en su libro “El sufrimiento psíquico en los niños” aporta, pensando los temas
abordados, pero en este caso, haciendo foco en la infancia, “En una época en que la tendencia es
clasificar el sufrimiento, la idea de rescatar la complejidad de la vida psíquica, las vicisitudes de la
constitución subjetiva y el transito complicado que supone siempre la infancia.
Indudablemente sostener el pensamiento complejo se hace difícil y tenemos que ordenar,
simplificar, a reducir a leyes claras y distintas lo intrincado y ambiguo de la vida, que siempre
resulta inquietante. Pero esa reducción, cuando están en juego los niños, puede ser peligrosa, porque
nos vuelve ciegos a la realidad de sus avatares.”
Marcela Machado
La lectura del material bibliográfico me hace pensar y relacionar lo leído con una película vista en
la última semana, la misma transcurre en Francia, y en la misma aparece el término “burn out”
síndrome que padece una de las protagonistas.
Podría relacionarlo al mensaje presente en distintos medios y empresas, y que desde hace tiempo
las personas vivencian como propio. El mismo refiere a la imagen exitosa en la cual el pertenecer a
un selecto grupo y el tener están por sobre el ser. Se muestra y expone una aparente felicidad,
viviendo en base a la acumulación de prestigio, de dinero, de una imagen corporal que pasa por
excesos para mostrarse deseable para el resto y a la posesión de elementos que también se hacen
vivibles a otros justamente como forma de mostrar su poderío. Esto en muchos casos lleva a una
despersonalización, a que no logren llenar el vacío que realmente viven, seguramente en muchos
casos la persona no logra hacerlo consciente, sino que lo niega y repercute a corto plazo tanto en el
cuerpo como en la psiquis.
Pienso en ello también en relación a la historia de esa persona y sus características de personalidad
que se pueden potenciar llevandolo al extremo, por ejemplo la competencia desmedida en el trabajo,
los premios que incentivan este tipo de reconocimiento ligado al prestigio, esto lo veo en amigos
conocidos jóvenes que son más permeables a este tipo de mensaje.
El psicoanálisis y los distintos tratamientos a los que las personas recurren generalmente por
derivación podrían tener efectos en un tiempo determinado justamente con un paciente dispuesto a
este tratamiento. Movilizar el malestar, tomar los aspectos de la historia de la persona que consulta,
pudiendo poner en palabras lo que se ha naturalizado pudiendo reflexionar sobre ello y tomando las
propias necesidades acalladas por mandatos externos.

Marcela Mercado
Hola, en primer lugar, quería comentarles que me gustó mucho el texto. Y me hizo pensar en
algunas cuestiones en relación a la práctica.
Me recibí de Lic. en psicología, hace dos años, y estoy empezando a transitar los primeros pasos en
esta profesión. Actualmente trabajo como APND, y si bien el campo de la educación, no es el
campo de la clínica, (de hecho son dos espacios totalmente diferentes), mi lectura psicoanalítica, de
algunas situaciones, es inevitable.
En el entramado de relaciones que componen diferentes actores institucionales, como: los padres,
los centros de integración escolar, el colegio, los "integradores", y los niños, entre otros, se pone en
evidencia, sobre todo, en situaciones cotidianas, la caída de los ideales y la ineficacia del discurso,
para responder al malestar.
Al leer el texto, recordé una situación laboral que sucedió en las primeras semanas de clase. La
madre de uno de los nenes con los que trabajo (se manifiesta cansada, y ansiosa en relación a su
hijo, sus tiempos y sus “dificultades”), me esperó un día en la puerta del colegio, para preguntarme,
si ciertos tiempos de aprendizaje de su niño eran “normales”.
La inclusión escolar, a mi entender, introduce una bisagra entre: “escuela normal”-“escuela
especial”. Previo a la "integración", a la escuela normal iban aquellos que no tenían discapacidad y
podían cumplir medianamente con la planificación anual, y a la escuela especial concurrían,
aquellos sujetos con alguna discapacidad. Si bien hace tiempo que algunos niños y jóvenes con
discapacidades pueden asistir a colegios normales, actualmente hay un planteo diferente: existen
"proyectos de integración", hay un APND que los acompaña, y se espera algo de ellos, en relación
a la planificación general del aula.
El asunto es: ¿Qué se espera? Pero la respuesta a esta pregunta no está dada a priori, ni determinada,
se ve caso por caso. Allí entra para mí, en relación a la educación, y más específicamente a la
inclusión, la caída de discursos totalizadores acerca del aprendizaje formal.
Con respecto a la pregunta inicial de la madre ¿Es normal que mi hijo aún no sepa contar?
¿Aprenderá en algún momento? , intuí que tal vez, esperaba una respuesta totalizadora: es normal-
no es normal, puede-no puede.
Es importante destacar aquí, que esta mamá, recibe cotidianamente diferentes discursos sobre su
hijo de diversos profesionales y actores institucionales como: médicos, psicólogos, psicopedagogos,
fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales, docentes, directivos, APND, “otros padres”, etc.
Es por ello que me detuve a pensar en cómo responder a tal interrogante. Creí que contestar con un
no o un sí, podría haber sido tranquilizador para ambas, al menos en apariencia, pero no tenía, ni
tengo la respuesta, y mucho menos los estándares de normalidad.
Respondí, finalmente, enfatizando en la singularidad del niño, acerca de sus modos de construir y
sus tiempos, y en la importancia de respetar esto último, siempre con un modo organizado de
trabajo y apuntando al bienestar del sujeto. Esto no dejo del todo conforme a la madre…
Cuando entré al colegio, me enteré que luego de hablar conmigo, fue a buscar a la docente del niño
y formuló interrogantes similares: ¿Es normal que mi hijo tarde más en aprender?, ¿Lograra
aprender a contar?, etc. Insistiendo, a mi entender, en la búsqueda de una respuesta totalizante.
A partir de allí, surgieron varias charlas, y comenzó a circular la palabra de otro modo, y las
preguntas que hoy insisten son: ¿Qué puedo hacer para ayudar desde casa a mi hijo? ¿Cómo puedo
trabajar con él?, apuntando en este caso, a la singularidad del niño.
Por ahora no hay respuesta totalizante, pero si una premisa que se está construyendo: es un niño con
una discapacidad, (que no se puede modificar), en una escuela común o normal, que transcurrirá su
propio proceso de aprendizaje (que aún no sabemos hasta donde llegará) y una mamá que desde la
palabra y la acción, intenta soportar la incertidumbre y el malestar…
Maria Celeste Dominguez

Es posible que estemos frente a una sociedad, que está “obligada” a consumir, planteado esto como
una solución frente al malestar existente. De forma general, esto se plantea, como posibilidad para
superar obstáculos, pertenecer a ciertos grupos sociales, sentirse más o menos que otros. Considero
que además de esta cuestión, las problemáticas que nos circundan y que nos encontramos todos los
días, son variadas y no se pueden categorizar o teorizar de una única forma. De hecho, considero
que hacerlo así, es insuficiente para poder trabajar dicha situación. Por eso considero que en algún
punto que no exista un único discurso para explicar el mundo, en parte podría tener ciertas ventajas
para poder trabajar con las situaciones que nos encontramos en la práctica que son tan distintas y
con muchas variables a tener en cuenta. Estas problemáticas sociales, culturales, políticas,
económicas y humanas, pueden ser más amplias que el objeto de estudio con el cual trabaje uno, y
el hecho de encontrarlas también en el consultorio, en la clínica, hace que el lugar del profesional,
también se vea obstaculizado. Frente a esto, considero que la interdisciplina no es “un consuelo”
(como yo interpreté que el autor de la clase, se refería a ella), sino una forma de intentar dar
respuesta a lo que sucede en la mayoría de los casos cuando uno trabaja en el ámbito público.
Considero que dar respuesta lo que el paciente trae sólo a partir de nuestra formación y disciplina,
implicaría considerar que tenemos la verdad, única, para todo aquello que los padres, los niños, los
docentes, la comunidad, nos plantean. Igualmente pienso que es una opción, no es la única, ni
quiere decir que esta opción sea mágica o para todos los casos, o situaciones con las que nos
encontramos.
¡Muchas gracias!
Maria Eugenia Casas

En base a la lectura del texto podemos decir que todas las teorías pueden y tiene que aportar sus
conocimientos con respecto a un caso o paciente, o también podríamos decir que hay tantos
pacientes como teorías. Y que cada una aporta lo más relevante para cada caso.

Hoy por hoy hay un bombardeo de imágenes en las cuales devienen a que los seres humanos
seamos altos compradores que son hacen pretender pertenecer a una sociedad, solo es una fachada,
una imagen a la cual los seres humanos quisiéramos ser y así se pierde lo esencial de cada uno de
nosotros , lo más primitivo.
Estamos en una sociedad en donde la ambición de tener mas y mas, ya sean cosas materiales o el
mismo poder, nos aleja cada vez mas de aquello que somos , de nuestro verdadero ser de lo que
verdadera mente es nuestro deseo.

Por el momento es esto lo que puedo expresar.

Gracias y Saludos a todos!!

Florencia Alcorta.

Realmente me pareció muy interesante la clase del Dr Fridman.

Me quedé pensando en lo combatido que es el psicoanálisis hoy en día, especialmente por el


descreimiento que existe hoy en día, del efecto que la palabra puede tener sobre lo Real. Como se
privilegian otras formas de vérselas con la angustia del sujeto (medicación, técnicas cognitivas
conductuales, etc) que solo apuntan a dar una respuesta rápida y supuestamente efectiva, propia de
la cultura posmoderna.
Retomo las palabras que cita el Dr de "Eric Laurent: “...de hacerle soportar (al sujeto) la
inconsistencia del Otro, sin por ello ceder al imperativo de goce del superyó", dificil desafío el del
psicoanálisis, dada la caída no solo de los Ideales sino de la Palabra como instrumento que
posibilita la tramitación de la angustia por parte del paciente.
Alguna de las preguntas que me genera esta clase (que son muchas) es cómo poder trabajar desde la
clínica, cómo dirigir la cura a través de la palabra, si está a perdido credibilidad, si el mismo
paciente descree de su efecto simbólico?
Cómo conducir al sujeto al encuentro con su propio deseo bajo toda esta perspectiva que plantea el
Dr Fridman que condiciona la misma clínica y que hace que el mismo recurra a técnicas que solo
apuntan a aplacar la angustia que insiste?
Por último, en que creer si los ideales han caído?
Espero haber sido con el planteo.
Desde ya muchas gracias por los aportes del Doctor
Saludos

Guadalupe Oneto

Antes que nada quería agradecer la posibilidad de poder contar nuevamente con estas
propuestas de formación, reflexión, producción e intercambio sobre la práctica psicopedagógica. Es
muy importante que se sigan sosteniendo y fortaleciendo estos espacios colectivos, públicos y
gratuitos de capacitación de calidad académica.
Me sentí muy “identificada” con la clase, ya que trabajo en un programa socioeducativo
conformado por un equipo interdisciplinario. Somos veinte profesionales de las más diferentes
carreras sociales y humanísticas: Psicólogas, Licenciadas en Ciencias de la Educación,
Antropólogxs, Profesorxs/Docentes (fundamentalmente de Historia), Sociólogas, un Politólogo, una
Trabajadora Social y yo, Psicopedagoga.
Si bien es muy rico el trabajo entre varixs, los debates, la aproximación a nuevos marcos
teóricos y modalidades de intervención; hay veces en que unx siente que no se está desempeñando
desde “su profesión” o que se van “dejando de lado” enfoques disciplinares, para empezar a
construir un discurso más compartido. Lo relacioné con lo que Fridman plantea sobre los “acuerdos
por consenso”. De todas maneras, la mirada de unx siempre está orientada por el enfoque y la
formación disciplinar propia.
Respecto a lo que el autor señala en torno a que los consensos a veces no son la mejor
respuesta, sino la respuesta operativa y política que se pudo construir en ese momento, también
muchas veces aparecen resquemores porque hay algunxs (o varixs) que no acuerdan con lo que se
decidió por consenso. Entonces empiezan un montón de operaciones, pugnas y “discusiones” por
atrás o “por otros motivos”.
En este sentido, me parece vital la función de coordinación: alguien que sepa hacer convivir
los diferentes posicionamientos para enriquecer al grupo, con una mirada abierta y crítica, que
pueda operar de manera tal que las divergencias puedan ser superadas sin que “nadie salga
lastimado”, capaz de sostener (y soportar) los cuestionamientos.
Creo también, tal como afirma Fridman, que los grupos interdisciplinarios
fundamentalmente discuten respecto de posturas éticas y políticas; eso es también lo que da
cohesión y sentido de pertenencia a sus miembros (o no, marcan la diferencia con ese equipo). En
este punto me parece esencial seguir apostando a la palabra y su poder transformador, a no
encerrarse en la técnica / tecnicismos / las recetas y en los protocolos; en no perder de vista las
particularidades, las subjetividades y el abordaje “caso por caso”.
Maria Jimena Gallo

Dr Fridman
Tus escritos me resultaron una interesante invitación para reflexionar y aprender; en especial en el
trabajointerdisciplinario. Dónde todos hemos vivido y en ocasiones actuado,esas disputas por el
Poder.
Las dificultades de llegar a un consenso y mas dificil aún, considerar dicho consenso como "una
verdad relativa".
Trabajando en instituciones cuando llegan oleadas de cambios ideológicos que siempre se pretenden
imponer como "Verdades" y muchas veces resultan adaptaciones fallidas de "los efectos, a las
premisas"y el paciente se ve adaptado a las características del síndrome sacrificando su
subjetividad. Amordazando su palabra con los últimos adelantos de la farmacología.
Gracias por el aporte.

María Rosa Capdevielle

La clase me parece excelente. Me lleva a reflexionar sobre el equipo donde trabajo y mi práctica
profesional. Muchas gracias.
Mariela Vázquez

En relación al texto, destaco las siguientes citas:


“La insoportable caída de los ideales se puede considerar como el efecto del poder determinista de
lo real como destotalizador, o ubicar en el malestar emergente de la cultura el poder creador y
transformador de la palabra (en una práctica que se oponga al relativismo post-modernista, donde
“todo vale”).”
“De lo que se trata es de poder dar una respuesta específica a la angustia de la época, que no
implique el sacrificio de lo subjetivo singular.”
Principalmente me interesa comentar y/o re-pensar la importancia del trabajo del equipo
interdisciplinario respecto a la caída de los ideales, particularmente frente a la caída de la familia
patriarcal. Donde aparecen otros esquemas de familia, los cuales muchas veces resultan “no-
clasificables” o desconocidos para el profesional que interviene.
Decidir, tomar una posición como profesional, desconociendo esta caída de ideales plantea la
dificultad o el riesgo de caer en una escucha recortada y poco pensada desde lo real del paciente. El
desconociemiento enfrenta al profesional con la castración. Riesgo de posicionarse desde el
discurso amo, o un discurso moralizante, frente al paciente que llega con una demanda difusa con
problemáticas entremezcladas.
En la clínica actual, principalmente en el trabajo terapéutico con niños y adolescente, y sus familias,
se hace visible la complejidad de las situaciones en las que llega el paciente, por la presencia de
varias problemáticas, muchas de ellas graves.
En este punto, me parece muy importante lo que señala el texto sobre el “tipo de política y ética se
va a adoptar en el curso de las estrategias clínicas”, el equipo interdisciplinario o los
profesionales intervinientes.
Mirian Berardone

ESTA CLASE ME AYUDÓ A REFLEXIONAR SOBRE EL PSICOANÁLISIS Y LA ÉPOCA EN


QUE VIVIMOS. Momento en que es muy cuestionado… Realmente es muy claro y concreto al
decir qué sucede en nuestra sociedad y cómo consecuencia con el individuo y por qué . Ademas da
cuenta del por qué de los síntomas llamados contemporáneos y que debe hacerse desde el
psicoanálisis para ayudar a quienes lo padecen.
Me resultó sumamente interesante.
Miryam Matwiejczuk

Muy interesante la clase, las dudas que presento son a nivel conceptual:
¿A qué hace referencia los términos "destotalizador", "inconsistencia del otro" ?
Saludos.
Nadia Tartalo

Para comenzar, me interesa destacar la complejidad del texto propuesto para esta clase, cuya lectura
insume un considerable tiempo y análisis atento para comprenderlo.
Aún con este recorrido, me resultan un poco difíciles de entender, algunos fragmentos e incluso
comprender a qué aspecto se refieren.

Sin duda, es claro el planteamiento del autor que con diversos conceptos: “caída de los ideales”,
“caída del Otro”, “caída de los grandes relatos”, etc. pone de manifiesto algo que muchos autores
han destacado anteriormente. Parece que algunas ideas que nos regían como garantes de un “bien
hacer” o “mal hacer”, o aquello que explicaba la totalidad de los fenómenos que ocurren y ocurrían
(el TODO) en el mundo; quedan inertes en una explicación acotada, parcial, etc.
El autor, toma esto para, de algún modo, expresar que lo que actualmente está en boga, lo que se
conoce como trabajo o “equipo interdisciplinario” debe llegar a un “consenso”, un acuerdo para
llevar a cabo el trabajo diario e intentar resolver las situaciones, pues no existe disciplina ni ciencia
que pueda explicar todo, en una época en que los saberes se encuentran relativizados y
cuestionados. Incluso afirma que cada una de estas disciplinas debe renunciar a una parte de sus
fundamentos para lograr ese acuerdo o consenso.
De allí, me parece que el autor, realiza una observación muy acertada. No se trata de ver cómo
llegar a ese consenso sino de ver, reconocer y situar, qué tipo de política y ÉTICA se va a adoptar en
cada posicionamiento profesional frente a cada demanda o tarea que llevemos a cabo. Esto me
parece fundamental, la ética.
Finalmente me gustaría destacar el recorrido por esta maravillosa práctica de la palabra que es el
psicoanálisis, que tan bien describe el autor, y me interesaría comprender un poco mejor a qué se
refiere el autor cuando habla de lo “energético”, eso es lo que me generó duda. La relación entre lo
“energético” (qué es esto, a qué se refiere) con la técnica y por otra parte, el pasaje por la palabra y
el deseo.

Natalia Valdez.-

Pablo Fridman, en su texto la caída de los ideales, intenta expresar no sólo una
problemática social actual, sino expresa características del desenvolvimiento cultural y profesional
de este siglo.
Advertir que existieron supuestos en la modernidad que dieron certeza en el
desenvolvimiento del comportamiento social, implica considerar el consentimiento de los
individuos que formaron parte de ella y que le dieron validez a los mismos, legitimando su accionar
por medio de estos. Dicha validación, obviamente también abarcó a la clínica, marcando cierto
patrón de acción y condicionando la modalidad de trabajo, según los criterios aceptados desde el
marco profesional.
Pensar en que para el psicoanálisis el malestar no es un efecto de la cultura, sino la causa
misma de su existencia, implica formular respuestas como salida al malestar, por tanto, como dice
Fridman es necesario no caer como terapeutas en un lugar moralizante o normativo “sostenido
dentro de un discurso sociológico, ecológico, antitécnico o forzadamente eticista”, implican no ser
(…)“portavoz de un “saber vivir””, sino que surge la necesidad de reconocer que un saber produce
y conduce una diversidad de conocimientos. Por tanto, estas seguridades o certezas que se advertían
en la modernidad, se disuelve en esta era, ya que se valida una nueva modalidad de resolución en
donde aparece el pasaje de lo unitario a lo múltiple. Estamos en un mundo múltiple, no inscripto en
ningún relato que lo enuncie, por tanto, todas las variables son aceptables, que actúan de modo
diverso en cada situación particular, y en cada sujeto en especial.
Por tanto, a mi criterio, en el trabajo terapéutico es necesario observar que cada situación
que se plantea se ve afectada por un contexto determinado. Allí es donde es sumamente importante
el trabajo interdisciplinario, ya que permite a mi consideración, abarcar el contexto desde sus
múltiples interpretaciones. Da la idea de la inexistencia de una receta ideal ni objetivo
colectivizable, ya que variabilidad de opiniones permite buscar estrategias de trabajo bajo la
perspectiva de una “opción operativa”. En el contexto terapéutico aparecerá por un lado la
concepción teórica-profesional de un sujeto/analista que debe hacer frente a su propia falta, y por
otro lado la de un sujeto/paciente abrumado por el malestar y que a la vez se le adjunta, un mal de
nuestra era, “la inconsistencia del Otro”.
Ante esta situación la palabra es imprescindible de ser revalorizada. Esta genera “La
verdad” en un sujeto en particular… verdad válida en una historia singular y para una única
ocasión. Esto es muy diferente a un saber que cae por ser incompleto y decepcionante, es un saber
que se define por ser imposible de absolutizar, desde el momento en que le pertenece solo a uno, y
solo en ese uno tiene validez.
La palabra libera, “transforma y crea”. Es la única forma como terapeutas, de ayudar a que
el sujeto soporte el malestar, “viva de acuerdo a lo más auténtico de sí mismo, que pueda desplegar
su deseo”i.
Paola Fontana

Me parece interesante cuando en la clase se hace referencia a los dispositivos interdisciplinarios en


esta "época de la caída de los ideales". Se habla de una relativización de los efectos de la verdad y
de la convivencia de enunciados contradictorios para las mismas situaciones. También se hace
alusión a los efectos que ésto tiene en la clínica y a la posición a la hora de tomar deciciones. Por
una parte en lo que hace al trabjo interdisciplinario:

"La pregunta del equipo interdisciplinario no es cómo consensuar, sino qué tipo de política y ética
se va a adoptar en el curso de las estrategias clínicas".

Por otra al psicoanálisis en su singularidad, en el uno a uno y los posibles efectos.

Quiero compartir algunas reflexiones a partir del siguiente interrogante con las que adhiero:
¿Para qué el psicoanálisis en el tiempo de la caída de los ideales?

Se evidencian aquí para quienes sostienen esta premisa de la debilidad de la palabra, la ineficacia de
las “ficciones” simbólicas para poner límite el emplazamiento de lo técnico. Los artificios de la
palabra, fuera de los cuales la vida humana no sería posible, caen así en total desprestigio cultural y
social, lo que supone otorgar existencia al Otro por la vía de su imaginarización en el artificio
técnico. Así se corporiza lo que Freud llama la “hiperpotencia de la Naturaleza”, sin límite
simbólico (ético) que se le anteponga.

El peligro que puede surgir para el psicoanalista (en un intento fallido), es que por la vía de dar
consistencia a una palabra desfalleciente en lo imaginario, termine ocupando una posición
moralizante, normativa, sostenida en un discurso sociológico, ecológico, antitécnico o forzadamente
eticista. Cobra valor aquí la extraterritorialidad estructural del discurso analítico, con relación a la
cultura. El psicoanálisis nunca puede ser el portavoz de un “saber vivir”.

Lo que el psicoanálisis debe destacar es el poder de lo Real como destotalizador, y ubicar en el


malestar emergente de la cultura el poder creador y transformador de la palabra.
goce del superyó. Se trataría de situar al sujeto en su relación con el goce, en una posición tal que
gozar sea posible sin constituirse por ello en la ley de bronce de su existencia. Decirle si y no al
goce, supone experimentar la experiencia del goce sin tener que pagar tributo con la caída del
cuerpo, con la mortificación del cuerpo.
Lo más revulsivo del psicoanálisis sigue siendo sostener que la palabra tiene efecto en lo real, que
por medio del lenguaje se puede modificar lo que aparenta ser determinado e inmodificable. Estas
modificaciones en lo real no son predecibles, ni medibles, por lo tanto no pueden ser parte de un
protocolo establecido, ni de un cuerpo de saber que se pueda aplicar de un modo igual y sistemático
para todo el mundo. Ésta es la demanda de muchos pacientes: “Yo sé que esto no se puede cambiar,
pero ¡ayúdeme a soportarlo!”. Ese “soportarlo” es un cambio en lo real, que de este modo toma una
dimensión menos intrusiva y devastadora. Es hacer algo con ese real que no sea la contemplación
impotente de sus efectos.

Sostener que la palabra puede producir cambios también puede ser un Ideal generalizador,
especialmente cuando ese cambio es una premisa y no un resultado. El cambio no se puede
prometer, es contingente (no ocurre en todos los casos), y esta ligado a una determinación del sujeto
que lo excede de sus intenciones concientes.
Los efectos del psicoanálisis son discursivos... De lo que se trata es de poder dar una respuesta
específica a la angustia de la época, que no implique el sacrificio de lo subjetivo singular.
Esta es una breve síntesis con algunas ideas que transmite el psicoanalista Pablo Fridman, que
rescato y que me resultan sumamente interesantes.

Patricia Schleifer
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Me hace reflexionar acerca del lugar que ocupa el otro como sujeto de deseo y como muchas veces
ese deseo se ve afectado por la globalizacion de los ideales. Dejando en evidencia esa ineficacia
para responder de manera eficaz a la angustia de la epoca. Preguntandome ¿que lugar ocupa el
otro ? y como afecta a la subjetividad, si a mi entender ,esta modernidad, apunta a anular la
particularidad del sujeto para incluirlo en un conjunto universal. Utilizando esta logica, lo que se
excluye es la busqueda de causas particulares para introducirnos en una estructura que toma valor
absoluto.
¿Para que el psicoanalisis?
Para que cada quien viva de acuerdo a lo mas autentico que tiene Su Deseo.

Paula.A.Sebastiani

La clase de Pablo Fridman relata como las características de la época actual, con la caída
de los ideales y el enunciado de verdades parciales para solución de problemas parciales, producen
efectos en la clínica. Es decir que no se puede pensar la clínica sin reflexionar acerca del contexto.
Se refiere también acerca del equipo interdisciplinario como una manera de establecer una
operatividad posible en el contexto actual descripto. Al momento de decidir explica Fridman, “hay
una toma de posición que implica una determinación ética, una escucha específica de la clínica y
acerca de lo que se lee de determinada situación” “Finalmente se trata de un modo pragmático de no
quedar sumergidos en la impotencia”
Me pregunto entonces, teniendo en cuenta estas reflexiones acerca del equipo interdisciplinario, si
realmente el dispositivo es operativo hoy en día o habría que pensar otras estrategias posibles,
innovadoras y creativas para dar respuesta al contexto actual y si esto fuese así, cuáles serían esas
nuevas modalidades a pensar.
Fridman además expresa que actualmente, habría un retorno de concepciones fundamentalistas,
racistas, discriminadoras que, en ocasiones, se expresan con una violencia exacerbada al semejante
que porta una pequeña diferencia. Hoy en día dice él, conviven disolución de ideales con ideales
absolutos y fanáticos.
Me pareció interesante esta frase de la clase que asocio a mi quehacer laboral cotidiano
desempeñándome como profesional en un hospital público: “Las disputas de poder se han
desplazado de los grandes objetivos a escala general de la modernidad, a los pequeños espacios
restringidos de la cotidianeidad. Los espacios de poder restringidos son los que permiten un
escenario donde puedan desplegarse esas controversias. La multiplicación de los acontecimientos,
la pluralidad de los niveles y las redes a las que pertenecen, hacen de la disputa del poder una trama
esencialmente discursiva heterogénea y contradictoria, esencialmente constituyen una trama con
varias direcciones e intereses” Pensaba esta lucha de poder que se da a diario en nuestro quehacer
cotidiano. Lucha que va desde la conquista de lugares físicos posibles para atender, de la lucha de
poder entre especialidades, entre equipos de trabajo, funcionamiento de distintas redes, lucha desde
el punto de vista teórico-práctico del ejercicio profesional etc.
Una trama compleja como dice Pablo Fridman con varias direcciones que incluyen intereses
políticos, económicos y sociales del sector salud.
En relación a las constelaciones familiares hace referencia a una vigencia de una ley que angustia en
vez de ordenar.
Este punto me llevó a reflexionar sobre las familias que atendemos en el Hospital, familias que
viven en el Bajo Flores y cuyas características socioculturales son:
- Vulnerabilidad (incluye necesidades básicas insatisfechas, hacinamiento, trabajo precario de los
padres, bajo nivel educativo de la madre y además el idioma materno no siempre es el castellano.
- Desamparo: entendido como protección insuficiente de los niños por parte de los adultos
significativos que lo rodean. Relacionado esto con la vulnerabilidad en la que viven. Estas
situaciones, en algunos casos, impactan en los hijos dando lugar a una modalidad vincular donde
son los niños los que cuidan a los adultos. Presentan conductas de sobreadaptación, manifestando
una preocupación por la falta de dinero en la casa y proponiendo ir a trabajar ellos, transformándose
en proveedores. Muchas veces los niños se hacen cargo de las tareas domésticas y del cuidado de
hermanos menores, mientras sus padres están trabajando o afuera de la casa. Y entonces me
preguntaba: ¿Cómo pensar en ellas esta ley vigente que angustia en vez de ordenar. ¿Cómo pensar
el contexto descripto en relación a estas familias que atendemos en nuestro hospital?
Por último se reformula el lugar del psicoanálisis en este contexto como dando una respuesta
específica a la angustia de la época que no implique el sacrificio de lo subjetivo singular. Los
efectos del psicoanálisis son discursivos. “Un cambio en lo real, que de ese modo toma una
dimensión menos intrusiva y devastadora” Y me pregunto. ¿El psicoanálisis sería una posible
respuesta operativa para estas familias?
¡Muchas gracias!
Lic. Rosanna Valli.

El texto del Dr. Fridman nos ofrece una “pintura” de época donde señala la caída de los Ideales
que atravesaron a la modernidad y las consecuencias que esa caída, tiene en la Clínica.
El mundo contemporáneo, como nunca antes, se ha transformado en una aldea global. Las nuevas
tecnologías, la información, las redes sociales, configuran un nuevo modelo cultural, social y
económico. Esto trae aparejado cambios en las formas de acceso, permanencia y exclusión social.
La constitución de la subjetividad supone la existencia de un Otro. El sujeto no se constituye sino
sustrayéndose de ese campo. En nuestro tiempo se pueden observar conductas afianzadas en el
individualismo. El individualismo borra al Otro.
En el reinado de las pantallas, la imagen, idealizada, posibilita un lenguaje inmediato. Así, la
relación del sujeto con la palabra se debilita.
Hay una lógica que es la lógica del mercado y ésta está marcada por el consumo.
El sistema capitalista o de economía de mercado difunde y expande formas de vida, que se ofrecen
en grandes vidrieras del mundo, en los medios de comunicación masiva, pero ese modelo está
vedado para la gran mayoría.
Reina la inmediatez. Es el tiempo del zapping o del videoclip, es el tiempo del instante.
Entonces… algunos interrogantes.
¿Qué implicaciones tiene para un sujeto estas coordenadas que hoy lo atraviesan?
Más aún ¿cómo impacta este escenario en la infancia?
¿Y cómo afectan (si lo hacen) las nuevas configuraciones familiares?
¿Qué efectos genera la exclusión?
¿Son los síntomas actuales formas nuevas de expresión de patologías ya conocidas?
¿Qué ofrece el discurso psicoanalítico en el trabajo clínico?
Me quedo pensando en un tramo del trabajo del Dr Fridman: “Lo que el Psicoanálisis debe destacar
es el poder de lo Real como destotalizador y ubicar en el malestar emergente de la cultura el poder
creador y transformador de la palabra”.
Selva Jaime

Buenas tardes, quisiera contarles que al leer la clase se me presentaba la escena laboral. Yo trabajo
en un centro de salud y en varias oportunidades junto con otros compañeros hemos llevado a cabo
actividades comunitarias dentro de un trabajo interdisciplinario. Dichas actividad conllevan a su vez
reuniones de equipo cuyos integrantes tienen distintas especialidades. De acá, que surgen
interrogantes acerca de lo planteado como concepciones del mundo. Cada uno, desde su práctica y
su especialidad, tiene una concepción del mundo particular y dicha posición conlleva a intervenir de
una manera en particular. Ahora bien, si bien es cierto que no hay LA verdad absoluta y LA manera
exacta de intervenir ante una determinada situación, plantear la diversidad de escenarios y
propuestas frente a una misma problemática hace de la reunión una situación nueva de
enriquecimiento y nuevos aportes. Por eso, me parece importante las reuniones de equipo donde se
respeten las diferencias sin llegar a un reduccionismo sobrevalorando una especialidad o una visión
por sobre la otra.

Saludos,
Lic. Silvana Balian
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Me pareció sumamente interesante, sobre todo remarco estos aspectos que me dejan pensando: por
medio de la palabra el Psicoanalisis nos acerca a la tranformacion de los emergentes de la cultura.
El sujeto logra soportar su inconsistencia con un Otro, situándolo en relación con el goce
( serenidad)
Aquí de lo contrario los síntomas, producto de esta energía no canalizada por medio de la palabra ,
como bien indica el texto, “formas de respuesta del sujeto a la inconsistencia del Otro “,
padeciéndolos en el cuerpo.
La palabra como efecto en lo real, y con ese “poder” de lograr modificar lo inmodificable, o
soportarlo.
Por lo tanto la palabra , es un “Ideal”, y puede producir cambios.
NUÑEZ SILVANA

Qué bueno poder comenzar el curso pensando al psicoanálisis desde una mirada de la actualidad.
Espero que esto siga ampliándose ya que quedan muchas cosas resonando.
Saludos.
Lic. Silvia Fafasuli

Después de leer el texto me gustaría se amplíe los llamados síntomas contemporáneos, donde es el
sujeto quien paga con su cuerpo la inconsistencia de otro. ¿A qué tipo de inconsistencia refiere?.
Gracias
Susana Farias

Hola, me resulta súper claro y pertinente la mención a la cuestión ética y política en cada
posicionamiento, allí se configuran concepciones de mundo, de sujeto, de modos de intervenciones
(que nos posibilitan pensar en la clínica psicopedagógica.) y todo ello de manera contextualizada.
Consulto acerca de la siguiente cita: “La insoportable caída de los ideales se puede considerar como
el efecto del poder determinista de lo real como destotalizador, o ubicar en el malestar emergente de
la cultura el poder creador y transformador de la palabra (en una práctica que se oponga al
relativismo post-modernista, donde “todo vale”).
Gracias!
Susana Mantegazza

Excelente análisis de la época actual.


Generó en mi algunas preguntas la lectura de esta clase.
¿Sustraerse de la época es una ilusión?( posición de extraterritoriedad) o en verdad es posible
sustrarse para transformarse y recrearse a traves de la palabra?
Estoy atravesada por el discurso totalizador del relativismo post moderno, donde la lógica del no-
todo es la dominante,¿ la inconsistencia es la que comanda mi accionar profesional?
Decidir una posición política y ética para abordar estrategias clínicas, ¿es lo fundante de un equipo
interdisciplinario?. Creo entender que la interdisciplina no es una sumatoria de saberes para abordar
la complejidad inherente al ser humano, es decir la suma de partes para completar un todo que se
cree es un sujeto.
Asimismo creo entender que la posición subjetiva de cada profesional conduce en cuanto a la
practica profesional, su accionar.
La pregunta surge considerando la perspectiva de la inexistencia de los ideales donde se plantea la
ineficacia de todo intento simbolico para disminuir el malestar, entonces sin considerar a la cura por
la palabra como otro Ideal generalizador,¿La interdisciplina se plantea como un intento y solo como
un intento, de posicionarse política y éticamente?
¿O aquellos que convergemos políticamente nos vamos encontrando en una busqueda creativa para
disminuir la eficaz inconssitencia del Otro?
Muchas Gracias.
Lic. Spinardi Verónica.

Como médica pediatra me resulta difícil entender algunas cosas.


Por ejemplo...cómo es que la palabra tiene efecto en lo real"? Qué sería"lo real"?
Gracias.

Gabriela Vuillermoz

Me pareció interesante luego de leer toda la clase, volver a la primera parte y preguntarme acerca de
la interdisciplina, ya que trabajar dentro de un Hospital es una pregunta que surge en varias
oportunidades. Tome algunas citas del texto las cuales me generaron nuevas preguntas:
"La pregunta del equipo interdisciplinario no es como consensuar, sino que tipo de política y ética
se va a adoptar en el curso de las estrategias clínicas".
"La multiplicación de los acontecimientos, la pluralidad de los niveles y las redes a las que
pertenecen, hacen de la disputa del poder una trama esencialmente discursiva heterogénea y
contradictoria, esencialmente constituyen una trama con varias direcciones e intereses."
"Se evidencian aquí para quienes sostienen esta premisa de la debilidad de la palabra, la ineficacia
de las “ficciones” simbólicas para poner límite el emplazamiento de lo técnico. Los artificios de la
palabra, fuera de los cuales la vida humana no sería posible, caen así en total desprestigio cultural y
social, lo que supone otorgar existencia al Otro por la vía de su imaginarización en el artificio
técnico".
¿Como consensuar que tipo de política y ética se va adoptar para intervenir en la clínica, si nos
encontramos en una época en la cual la palabra se encuentra debilitada y la técnica a modo absoluto
se encuentra por encima de esta? ¿Como pensar la interdisciplina cuando cada profesional adopta
una posición diferente que va mas allá del recorte de objeto especifico?
Julieta Zanoni

En relación al texto de Pablo Fridman, quiero compartir que me pareció excelente, me que
pensando en el concepto de "soluciones consensuales"de los equipos interdisciplinarios y de la
toma de posiciones como determinación de la ética profesional. Desde la cotidianidad de todos los
que nos encontramos trabajando en la clínica y realizamos abordajes interdisciplinarios, es muy
bueno poder poner palabras a acciones cotidianas, que permiten generar reflexión sobre nuestro
accionar cotidiano.
Guadalupe Occhiuzzi

Luego de leer esta primera clase, me quedan un sin fin de interrogantes psicopedagógicos como los
siguientes:
@ si esta cultura que mide por resultados, en busca de placer por una pulsión que no encuentra
satisfacción en lo técnico, en dezmero del reconocimiento pleno del Otro a través de la palabra; que
pasa con esos papás que desean un hijo buscando su propia completud y luego de su nacimiento no
hay correspondencia entre el hijo deseado y el hijo real?.
@ que valor se puede sembrar en cuanto a la diversidad cultural, económica, en cuanto a
capacidades, si la competencia nos gana en ser siempre los mejores, tener lo mejor, etc.
@ como la integración escolar puede ser bien vista por el resto de los papás, cuando su anhelo es
que vayan al colegio mas exigente, mejor categorizado, etc. Y la.aceptación de lo real, esta mal
visto?
@ en cuanto el valor de la palabra, también me planteo el de la escucha, ya que en consultorio es
corriente escuchar demandas como:" No me hace la tarea", "no entiende nada, es igual a su papá", "
puede dejar de ser discapacitado algún dia?", etc. Pienso, nos escuchamos? Nos damos el permiso
de cuestionar nuestras propias palabras, nuestros sentimientos, para hacernos cargo de ese
sufrimiento en lugar de transferirlo a un Otro que lo corporice?
@ tantas evitaciones de dolor, pueden ser resultado de una pérdida generalizada de simplezas?
@ estas cuestiones trabajadas, son detonantes de las llamadas soledades por opción ya que es mas
fácil y menos doloroso relacionarse?

Marina Castellarin

Me pareció muy interesante cómo el autor relacionó de manera novedosa, diferentes temáticas
actuales, como ser la interdisciplina, la caía de los ideales, la relatividad en cuanto a la verdad, el
trabajo en clínica.
Dentro del campo de la interdisciplina me parece valioso detenerse en los dichos de Friman para
reflexionar sobre el mismo: ''En el momento de decidir siempre hay una toma de posición, y esta
posición es inevitablemente política, por lo tanto conlleva una determinación ética, una escucha
específica de la clínica, y lo que se lee de una determinada situación." Más alla de la elección de
una profesión, de un campo de estudio, coincido en que hay una elección política y ética, que nos
lleva a mirar al sujeto de una manera u otra. El desafío de la interdisciplina podría ser en ese punto
acordar una mirada, una escucha en común, que abra puertas hacia un camino de trabajo en la
misma dirección. Y creo que ese es el punto más difícil, pero también constitutivo para dar lugar a
una verdadera interdisciplina.
Muchas Gracias!
Lic. Melina Terzian Psicopedagoga

Excelente la primer clase me gustaria citar a Ulloa, autor que me ha servido para pensar los modos
de sufrimientos actuales y qué hacer desde el lugar de un psicologo. Ulloa plantea que “si logramos
nombrar con cierta justeza el matiz emocional de quien nos demanda, posiblemente los efectos han
de reflejarse en un diálogo que empieza a adquirir un animoso entendimiento mutuo, que no existía
de entrada; avanza entonces la impresión de algo distinto y auspicioso que comienza a suceder”.
Posibilidad de reinstaurar las condiciones de la ternura: condición empática y miramento.
Propone que nuestro accionar, si bien no promete felicidad, tiene sentido en la medida en que puede
aportar algún alivio a los consultantes.
Sin mucho más que agregar, aguardo con ansias la proxima clase. Saludos!
Daiana Basilico

Como concepto clave del texto me quedo con el "poder creador y transformador de la palabra" que
plantea el autor.
Que sin duda las palabras producen cambios, estos no son inmediatos, y muchas veces se puede
observar en algunos profesionales o líneas teóricas el uso de la palabra de modo prescriptivo, y que
en mi opinión el único efecto es restarle poder creador y esperar una única respuesta a esa palabra.
En este aspecto, considero que como profesionales que trabajamos con sujetos debemos reivindicar
el valor que tiene la palabra y,en consecuencia, la escucha.
Andrea Mokaniuk

Respecto al artículo "La época de la insoportable caída de los ideales" quería comentarte que me
pareció muy interesante y con párrafos puntuales que sintetizan alguna idea de manera clara y
concreta.
Sólo hay un párrafo en el subtitulo ¿Para qué el psicoanálisis..? que no entendí bien: "...Esto
conlleva una sobredimensión imaginaria de lo que se entiende como la fuerza de lo pulsional.."
Cuando habla de lo energético, que sólo puede ser abordado desde lo técnico... eso no logro
comprender...
Como ya te dije antes, el resto del texto me pareció buenísimo.
Saludos y gracias.
Maia Galé
La lectura del texto me resulto compleja. Al ser licenciada en Ciencias de la Educación, no me
encuentro tan familiarizada con este tipo de lecturas, por ese motivo tuve que releer el texto dos
veces. Sin embargo, eso no quita que sea interesante para pensar el aquí y ahora, del mundo en el
que vivimos.
Las preguntas que surgen, a partir de la lectura del texto son las siguientes:
 ¿Cómo afecta a la clínica, más precisamente a nuestro trabajo, la caída de los ideales?
 ¿Cómo deberíamos movernos en un mundo con verdades relativizada? Me lleva a pensar,
¿Qué salidas podríamos encontrar a ese relativismo?
 ¿Cómo realizar un buen trabajo interdisciplinario? ¿Qué herramientas puedo adquirir
como profesional para mejorar en ese trabajo con los otros?
 ¿Cuál es el lugar que tiene que ocupar el analista en este mundo de caída de los ideales?

Considero que este artículo de Fridman, resulta interesante para pensar y re-pensar el lugar que uno
ocupa/ocuparía al momento de pararse frente a un paciente y de llevar a cabo un tratamiento. En
este re–prensarse, el entorno en el que estamos inmersos resulta fundamental para la comprensión
de cada una de sus partes. Pese a los cambios que se fueron dando en el mundo, la palabra sigue y
seguirá ocupando un lugar fundamental.
Florencia Rocío Moll

El texto que escribió el Dr Pablo Fridman me resulto interesante sobre el planteo que realiza de la
caída de los ideales y sus consecuencias en la cultura. Sin embargo me resulto un tanto teórico y
abstracto. Si bien el planteo es bueno, creo que sería más enriquecedor si pudiera articular la teoría
con una bajada a la clínica actual. ¿Cómo y de qué manera la caída de un enfoque totalizador y el
lugar del psicoanálisis afectan a la clínica psicopedagógica? Esta es mi pregunta y mi inquietud.
Muchas gracias
Viviana Bayardo

Me resulta sumamente interesante el artículo sobre La insoportable caída de los ideales


considerando el espacio analítico y las demandas actuales que tienden a presentificar lo real
intentando desubjetivar al sujeto en pos de un goce.
Esto me llevo a reflexionar sobre varias cuestiones que despiertan inquietudes al que-hacer
profesional:
Se trataría de situar al sujeto en su relación con el goce, en una posición tal que gozar sea
posible sin constituirse por ello en la ley de bronce de su existencia. Podríamos decir que se
trata de situar al sujeto en una posición de “serenidad” respecto del goce.”
Hoy recibimos pacientes con posiciones complejas y variadas, posiciones ansiosas, posiciones
paranoicas, posiciones traumáticas en relación al goce, pero no de serenidad, con síntomas que
hacen del ser un constante hacer, hacer en actos que dificultan traer la palabra desde una perspectiva
simbólica. La traerían como real, significantes aplastantes donde el deseo quedaría atrapado… sin
salida?
Lo más revulsivo del psicoanálisis sigue siendo sostener que la palabra tiene efecto en lo real,
que por medio del lenguaje se puede modificar lo que aparenta ser determinado e
inmodificable.
El psicoanálisis, tratamiento psicológico por excelencia pugna por acompañar procesos psíquicos en
los pacientes que se encuentran estancos, anquilosados pero que “se mueven” a través de la
consulta, de la llegada a los consultorios. Eso será un acting?
Permitir que la palabra se despliegue y se encauce permitiéndose el paciente convivir con el goce.
Lic. Patricia Gutierrez

Luego de haber leído la clase Nº 1 creo que es interesante reconsiderar aquellas manifestaciones que
presentan los sujetos,enmarcar y contextualizar dichos síntomas,como para poder buscar nuevos
caminos en esta sociedad compleja en que vivimos.
La llamada caída de los ideales, produce cambios en los sujetos,en los vínculos, en las instituciones
sociales, e influyen directamente en el desarrollo social de los individuos,modificando así su
accionar,su modo de interacción con otros, el registro de sus propios deseos, el reconocimiento y la
elección del goce,entre otras cosas,tal como se cita en el texto "Decirle si y no al goce, supone
experimentar la experiencia del goce sin tener que pagar tributo con la caída del cuerpo, con la
mortificación del cuerpo",esto es sumamente importante.
Los llamados síntomas contemporáneos, dan cuenta de que el sujeto paga con su cuerpo,aquello que
no ha podido resolver o manifestar de otro modo.
Para cerrar esta primer clase,retomo una frase citada en el texto:
"..los brillos del mundo no son imprescindibles, no son necesarios para la vida, lo que vale es que
cada quién viva de acuerdo a lo mas auténtico de sí mismo, o sea que pueda desplegar su deseo"
Dicha frase me parece realmente plurisiginificativa y creo que deberíamos tenerla presente a la hora
de analizar,cuestionar y pensar el desarrollo de los sujetos en los tiempos modernos.

Lic.Natalia Fandiño

En relaciòn al articulo del Dr Fridman,debo reconocer que me resultò dificil y antipàtica su


lectura.Sin embargo algunos conceptos trabajados como ser la dictadura de los ideales,la"imagen de
la emergencia de lo real sin inscripciòn posible en la palabra,que se corporiza por momenos",me
hizo pensar que la naturalizaciòn de preconceptos organiza nuestro imaginario invocado desde el
papel simbòlico de lo que fue mejor o serà... o especialmente cuando se cuestiona el conocido
axioma psicoanalitico el valor de la palabra,como Ideal generalizador
Una particular forma de este psicoanalista de des-armar conceptos que invocamos en nombre de un
mundo real y sugestivo a las nominaciones cerradas.
Lic.Verònica Demko

La clase describe claramente las dificultades que debemos sortear los analistas en nuestros
consultorios en épocas donde la caída del nombre del padre incrementa el malestar, las respuestas
perversas y favorece la aparición de sufrimientos diversos en el cuerpo que son efecto de la
ausencia de un ideal que opere como velo de la angustia.
El bien común ,la verdad totalizante anula la posibilidad de que un sujeto pueda ser escuchado en la
particularidad de su decir y poder hacer con eso su propio recorrido.
La tecnología ha venido a reemplazar a los ideales de antaño ,recuperar la palabra es el único modo
que tenemos los analistas para moderar el goce y hacerlo menos mortificante para el ser hablante.
Marisa Bengielsdorf

Me pareció muy interesante la clase, cuando el autor plantea el lugar de la ciencia/técnica "como
resultante pacificadora de la contradicción cultural" que conlleva la idea de "ahorrarle trabajo al
inconciente" agregaría con la ilusión de evitar la angustia, la interrogación sobre la significación de
las producciones subjetivas. Creo que esto permite poner en cuestión aquellos diagnósticos en la
infancia, definidos en el DSM IV, como clasificaciones nosológicas estancas, que pueden dar cuenta
del todo (discurso de la totalidad) suprimiendo la singularidad del sujeto.
Saludos

Verónica Balus

Me parece que es interesante lo planteado por el Dr. Friedman, dado que me permitió reflexionar
sobre la práctica cotidiana.
En relación a la interdiciplina, me parece importante estar advertidos, acerca del modo en que
toman las decisiones al interior de los equipos, "la pregunta del equipo interdisciplinario no es como
consensuar, sino que tipo de política y ética se va a adoptar en el curso de las estrategias clínicas".
También me quedo pensando en la siguiente frase: "también en el psicoanálisis se observan
posiciones que oscilan entre la improvisación basada en la intuición analista, a fundamentalismos
teóricos que desconocen los hechos de la clínica y que en la impostura de una rigurosidad teórica
supuesta, buscan adaptar los efectos a las premisas". Ambas posturas de las que creo importante
estar advertidos.
Por último, tomo las palabras de Friedman para orientar nuestra práctica "lo que el psicoanálisis
debe destacar es el poder de lo Real como destotalizador, y ubicar en el malestar emergente de la
cultura el poder creador y transformador de la palabra (...) de lo que se trata es de poder dar una
respuesta específica a la angustia de la época, que no implique el sacrificio de lo subjetivo singular"
Saludos,
Lic. Bárbara Pereyra

La lectura de esta clase me permitió centrarme en tres conceptos interesantes para profundizar:
pensar acerca de la época, acerca del psicoanálisis y acerca del trabajo interdisciplinario.
Como psicopedagoga, conocer más sobre el psicoanálisis y profundizar en sus conceptos me da
herramientas valiosas para entender e intervenir en la clínica.
Tener presente que la configuración de una época produce efectos en la clínica y atraviesa nuestro
trabajo en el marco de un tratamiento, también es un elemento importante a considerar; así como
también poder replantearnos desde dónde abordamos nuestro trabajo en un equipo
interdisciplinario, cómo entendemos ese “diálogo” entre disciplinas a la hora de operar.
La clínica siempre implica un posicionamiento, un modo de observar, de leer, de escuchar y en
función de ello, intervenir.
De la lectura de este material me queda resonando como concepto “la posición ética en la clínica”
que guiará la dirección del tratamiento y la lógica de las intervenciones. Fridman plantea que “En
el momento de decidir siempre hay una toma de posición, y esta posición es inevitablemente
política, por lo tanto conlleva una determinación ética, una escucha específica de la clínica, y lo
que se lee de una determinada situación”.
Cuando pienso en el trabajo en un equipo interdisciplinario, lo pienso en función de la
singularidad del paciente; una clínica que se sitúe en lo singular; donde el saber se juegue del lado
del paciente. Esto requiere que un equipo pueda compartir una visión, una concepción de sujeto.
Dice Fridman: “La pregunta del equipo interdisciplinario no es como consensuar, sino que tipo de
política y ética se va a adoptar en el curso de las estrategias clínicas.”
Cuando se plantea que para Frederic Jameson “la interdisciplina existe porque todas las
disciplinas específicas reprimen rasgos fundamentales de sus doctrinas, para posibilitar compartir
un objeto de estudio”, me hace pensar en disciplinas que tienen que ir más allá de sus reductos de
poder, que requieren de una posición desde la cual se pueda construir con los otros saberes
disciplinares, armar trama; esto implica no caer en la propia omnipotencia pero tampoco en la
subordinación.

Cuando Fridman postula que “De lo que se trata es de poder dar una respuesta específica a la
angustia de la época, que no implique el sacrificio de lo subjetivo singular. Una respuesta que
cuestiona la fórmula de la totalidad, del discurso único, que se juega forzosamente en el uno a uno,
pero en una perspectiva que va más allá de lo individual.”, pensaba en uno de los conceptos
transmitidos por Patricia Enright en una clase: “En el trabajo clínico no nos sirve encerrar en una
categoría diagnóstica; hay que desafiar las certezas diagnósticas que cierran. Esa categoría hay
que hacerla jugar con la singularidad del paciente.”
Concepto que vuelvo a relacionar con el planteo de Fridman respecto a que “las modificaciones
en lo real no son predecibles, ni medibles, por lo tanto no pueden ser parte de un protocolo
establecido, ni de un cuerpo de saber que se pueda aplicar de un modo igual y sistemático para
todo el mundo.”
En este punto, creo que viene bien recordar el planteo de Heidegger desarrollado en la clase:
“Decir si y no a la técnica; poder servirse de la técnica sin que por eso se deba rendirle pleitesía y
esclavitud.”
En una época marcada por la caída de los ideales, la inconsistencia del Otro, la idealización de la
imagen y el vale todo, un concepto valioso que me deja pensando es el “ubicar el poder creador y
transformador de la palabra” en la singularidad de un sujeto, teniendo en cuenta que “el cambio
no se puede prometer, no ocurre en todos los casos, y esta ligado a una determinación del sujeto
que lo excede de sus intenciones concientes.”

Asimismo, tener presente el “peligro que el psicoanalista termine ocupando una posición
moralizante y normativa para dar consistencia a una palabra desfalleciente. El psicoanálisis nunca
puede ser el portavoz de un “saber vivir”.

Más allá de que no soy psicoanalista sino psicopedagoga, considero que estos elementos teóricos
desarrollados son de un gran aporte para la clínica psicopedagógica, al menos desde mi
posicionamiento.

Lic. Stella Maris Albelo

…“Quiero repartir una de mis ignorancias a los demás;


quiero publicar una muy volvedora indecisión de mi pensamiento,
a ver si algún otro dubitador me ayuda a dudarla
y si su media luz compartida se vuelve luz”…
Jorge Luis Borges, “Indagación de la palabra”

Considero que ha sido un intenso recorrido el que se ha propuesto en esta primera clase. Recorrido
del que rescato tres cuestiones, fundamentalmente, para seguir pensando, para seguir dudando, en
las sucesivas clases y al calor de la labor cotidiana; en el encuentro con los otros. Estas cuestiones
son:
 La convicción de que es en la construcción interdisciplinaria desde donde puede abordarse
la complejidad de las configuraciones de época y no quedar sumidos en la impotencia. Y es
esta convicción una toma de posición, inevitablemente política.
 El poder transformador de la palabra y de la toma de la propia palabra, como manera de
hacer algo con ese real diferente a la contemplación impotente de sus efectos.
 El afán de dar una respuesta al malestar de la época no debiera ir en desmedro del
despliegue de lo subjetivo singular de cada quien.
¡Muchas gracias!
Lic. Luciana Vila

Me parecio interesante poder pensar el lugar del psicoanálisis en la caida de la modernidad y sus
premisas "Totalizadoras"
Ubicar en el malestar emergente de la cultura el poder creador y transformador de la palabra " en
una practica que se oponga al relativismo post-modernista donde todo vale".

Interesante pensar que no se trata tampoco de pensar que digamos lo que digamos sera lo mismo, si
no de crear en ese vacio un respuesta que sea unica en tanto singular y particular, que sirva para
cada sujeto sin posibilidad de ser colectivizable.

Juliana mairal

El texto me hizo pensar en el rol del psicoanalista en grandes instituciones como por ejemplo los
hospitales generales.
Tuve la posibilidad de estudiar ésto dentro de dispositivos de guardia externa en estos y por lo tanto
de trabajar mucho estas cuestiones.
Precisamente, porque el psicoanalisis no se ubica del lado de "la técnica" sino todo lo contrario,
considero que es fundamental incluírlo. Es, ante todo, una apuesta a la singularidad y por lo tanto no
se presenta como un "saber hacer". Instala, cómo dice Lacan, un tiempo "para comprender" que
permite hacer circular a la palabra, rompiendo con esta forma de prevalencia de lo imaginario que
hay hoy en día, en este y en otros ámbitos de la vida cotidiana.

Saludos!
Natalia Vuillermoz

Adjunto mi reflexión acerca de la bibliografía. Que de hecho es muy interesante.


Saludos.
"Los brillos del mundo no son imprescindibles, no son necesarios para la vida, lo que vale es que
cada quién viva de acuerdo a lo mas auténtico de sí mismo, o sea que pueda desplegar su deseo"
Me pareció un punto de partida, para reflexionar sobre nuestra práctica como terapeutas en el
contexto actual. Pensar que por medio del lenguaje podemos intentar modificar lo que aparenta
ser determinado e inmodificable en el real singular de un sujeto.
Ello intensifica el valor fundante que una vez mas cobra vida tanto en lo real como en lo simbólico.

Carla Borges Rinzler.

Lic, ha sido un placer leer los aportes de esta primera clase. En base a lo reflexionado coincido en
que en michas ocasiones trabajar interdisciplinariamente con otros prof hace al debate del camino
que debe transcurrir el tratamiento y muchas veces que cae consenso dejando de lado algunas
variables que podrían ser de gran utilidad.
¿ cómo se puede desde un abordaje psicoanalítico hacer una devolución o entablar una
comunicación con la institución escolar de nuestros pacientes para que nuestros aportes sean de
calidad y utilidad sin recaer en estereotipos y técnicas conductuales?
Me parece sumamente provechoso lo planteado esta clase y abre a la reflexión, pero es verdad
también que por el producto de esta misma caída de ideales los tiempos de las escuelas y los padres
son vorágines.
Atte.
Pamela De Esteban

Muy crítica la clase.


Pablo más que interesante el texto, leerlo me llevó a relacionarlo con situaciones cotidianas de mi
trabajo y más que aclarar surgieron varias preguntas al respecto.

Acuerdo con tu visión de “época” y de lo “insoportable de la caída de los ideales”.

Respecto a los síntomas contemporáneos lo extendí a aquellos niños y jóvenes que “no pueden
soportar estas caídas de ideales, las figuras paternas también se han transformado (poder sin
contrapeso) y sus efectos se ven en estos niños y jóvenes, haciendo síntomas en el aprender (trabajo
con niños cuyos padecimientos se presentan en el terreno escolar)

También me pregunto respecto a cómo responder a la angustia que estas transformaciones han
generado en los niños/jóvenes y también en nosotros como profesionales que privilegian la palabra,
que a su vez también como profesionales somos atravesados por estas.

Muchas reuniones interdisciplinarias y de equipo con muchos discursos respecto del padecimiento y
con “muchas verdades absolutas” obturando así un abordaje o estrategia que calme la angustia de
un paciente/niño alumno, que generalmente concluyen o se diluyen en un no saber o en la nada,
volviendo a repetirse en cada nuevo encuentro.

En este punto es muy importante pensar en lo político de una decisión y en el posicionamiento ético
profesional.

Me pregunto cómo dar una respuesta que respete lo subjetivo singular cuando desde las
interdisciplinas los discursos se muestran absolutos, únicos, cerrados sin consenso

Sigo leyéndonos.
Silvia Porchietto Psicopedagoga y Prof. Educación Especial.
______________________________________________________________________

El poder creador y transformador de la palabra, es lo que el psicoanálisis viene a destacar.


Situar al sujeto en su relación con el goce, en una posición tal que gozar sea posible sin constituirse
por ello en la ley de bronce de su existencia. Situar al sujeto en una posición de “serenidad”
respecto del goce. Sostener que la palabra tiene efecto en lo real. A través del lenguaje se puede
modificar lo que aparenta ser determinado e inmodificable. Ayudar al sujeto a “soportar” el
malestar, la angustia, por medio de un cambio en lo real. La premisa extrema del psicoanálisis es
sostener que la palabra puede producir cambios según cada sujeto y a partir de allí desplegar su
deseo.
Marcela Gugliotta.

Comentario curso virtual 2015

Clase: N°1

Micaela Graus

La clase propuesta por Pablo Fridman permite repensar ciertas características de la época y
acontecimientos que solemos naturalizar. Tal es así, que sorprende su afirmación acerca de la
permanente falta de armonía entre los humanos. También resulta interesante la descripción epocal
que alude a la caíada de ideales totalizadores, conviviendo con un aumento de la discriminación,
racismo e ideas fundamentalistas. Es en este contexto que el autor introduce la idea de la
interdisciplinariedad y el psicoanálisis. En relación a este último me surge la pregunta acerca de qué
refiere al decir que " lo que surge de modo paradigmático como característica de ésta época es la
presentación de un rasgo de estructura que toma valor de absoluto: la ineficacia de todo simulacro
simbólico". ¿Qué se entiende por simulacro simbólico?

Clase 1. La época de la “insoportable” caída de los ideales


Comentario.
El artículo del Lic. Pablo Fridman resulta interesante y profundo.
En este momento, me interesa destacar algo de lo que el autor menciona como “efectos en la
clínica” de sus desarrollos. Me refiero al trabajo en equipos interdisciplinarios (muy presentes en
mi tarea cotidiana). Al respecto señala dos ideas como para reflexionar (individualmente y en
equipo):

“Las soluciones consensuales, mayoritarias del grupo, terminan siendo la manera más “elegante”
de escapar a estas aporías, pero sin ser necesariamente la más adecuada en situaciones puntuales
(…) La solución consensual es una salida política a la contradicción inherente a la verdad, en una
época donde las verdades son relativizadas y los saberes discutidos. Lo democrático, lo mayoritario,
no son lo que garantizaría la ecuanimidad de las decisiones, sino la manera de establecer una
operatividad posible en este contexto (…). Finalmente se trata de un modo pragmático de no quedar
sumergidos en la impotencia, pero esto no debe llevar a confusión respecto de los alcances de las
decisiones a tomar.”

Considero que no se suele tener esta conciencia, más allá de que el consenso pudiera resultar una
estrategia útil de un equipo en una ocasión.

Por otra parte, como inquietud, me surge la pregunta de si lo esbozado desde la idea de: “… no
hay sistema ideológico que pueda dar cuenta del Todo” se relaciona (directamente o no) con el
paradigma de la complejidad.

Para finalizar, me quedo con la sensación de que el artículo plantea varios subtemas
relacionados, que quizás requerirían un mayor despliegue para asegurar su verdadera comprensión.
Muchas gracias. Claudia Fernández
i

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