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1.1 Objetivos
En general, el objetivo del surtido es satisfacer los deseos o necesidades de
los consumidores.
Para el comerciante, el objetivo fundamental del surtido es el posicionamiento
en el mercado de su tienda y la consecuente obtención de beneficios que le
permitan rentabilizar su inversión. En este sentido, una de las funciones claves
del establecimiento es determinar el surtido que va a ofrecer, para lo cual habrá
que estudiar la oferta de los fabricantes y seleccionar los productos que se
adecúan a las necesidades de los clientes.
1.2 Características
Los objetivos citados anteriormente podrán conseguirse con mayor facilidad si,
a la hora de determinar qué surtido habrá en el establecimiento, el comerciante
analiza las características del mismo teniendo en cuenta los siguientes
factores:
El tipo de establecimiento.
• El tamaño del punto de venta.
• El sector en el que se encuadra.
• La presentación de los productos.
• El tipo de cliente al que se dirige, teniendo en cuenta sus hábitos de compra y
sus características.
• El tipo de cliente al que se quiere dirigir (cliente potencial), teniendo
igualmente en cuenta sus posibles hábitos de compra y las características que
le definen.
• La rotación que se desea.
• El posicionamiento que pretende conseguir.
Dado que el mercado está en continua evolución, el surtido debe adaptarse a
los posibles cambios que se detecten.
Por tanto, el detallista deberá actuar en consecuencia y estudiar si interesa
mantener las referencias que ha comprobado que tienen poca demanda y los
productos obsoletos, entre las decisiones que adopte.
2.1 Departamentos
También se denominan grupos. Se trata de un tipo de clasificación que suele
darse en grandes superficies, como hipermercados. Por ejemplo: alimentación,
electrónica, deporte, hogar, etc.
2.2 Secciones
Son unidades de negocio independientes que agrupan categorías
homogéneas. Por ejemplo, en el departamento de alimentación encontramos
las secciones de alimentos envasados, frescos, ultramarinos, refrigerados,
congelados, lácteos, etc.
2.3 Categorías
Se trata de conjuntos de artículos que están interrelacionados o que se pueden
sustituir por otros. Por ejemplo, en la sección de lácteos: leche, batidos,
yogures, etc.
2.4 Familias
Son grupos de productos que satisfacen una misma necesidad y que coinciden
en características y uso. Por ejemplo, en lácteos: entera, semidesnatadas, con
zumo, etc.
2.5 Subfamilias
Son clasificaciones que encontramos dentro de las familias y que consisten en
artículos similares pero con alguna diferencia entre ellos. Por ejemplo: leche
entera, ecológica, leche entera enriquecida con calcio, leche entera, etc.
2.6 Referencias
Es el último nivel posible y designa un artículo identificado e indivisible.
Nota:
El número de referencias que se comercializan en un punto de venta depende
del tamaño de este: a mayor tamaño, más referencias.
El número de referencias varía enormemente desde el comercio tradicional
hasta el gran almacén, tal como podemos ver en la siguiente tabla:
Número de referencias según el tipo de establecimiento.
• Según el origen.
• Según la semejanza.
• Según el uso.
Veamos qué surtidos incluye cada clasificación en la siguiente tabla:
• Dinamismo
Este aspecto tiene que ver con los continuos cambios. La sociedad está en
constante evolución. Esto se traduce en variaciones que se reflejan en la
manera de vivir y, como consecuencia, en los productos que se compran. El
surtido dinámico es el que está en continua adaptación a las necesidades del
cliente y se caracteriza por un alto grado de rotación. Por ejemplo, los
productos de nuevas tecnologías, como los móviles.
Dinamismo. Los teléfonos son productos que se adaptan muy rápido a las
necesidades del mercado.
• Rentabilidad
Esta condición hace referencia al aspecto económico, es decir, a los márgenes
que deja cada producto. No todos los artículos dejan los mismos márgenes de
beneficio; unos son más ventajosos que otros, pero es conveniente tener en
cuenta tanto la rentabilidad directa (los productos que nos dejan mayores
márgenes), como la rentabilidad indirecta (los márgenes no son tan altos, pero
son «productos gancho» que aportan, por ejemplo, que el cliente entre a
comprar en una tienda y no en otra). Estos últimos son los productos de
primera necesidad, los de ventas elevadas, los que tienen buena imagen y
aquellos con los que se ha llegado a acuerdos con sus fabricantes. Por
ejemplo, la leche.
Para la rentabilidad indirecta, los establecimientos ofrecen productos gancho
(normalmente de primera necesidad, a un precio muy barato).
El objetivo de estos productos es llamar la atención del cliente y motivarle para
que lo compre en ese establecimiento. Ya que está en la tienda, el comprador
adquiere otros productos, además del gancho
• Trazabilidad
Esta cualidad hace referencia al proceso de seguimiento del producto, desde
que se fabrica hasta que se vende al cliente final. Lo que nos ofrece es una
gran cantidad de información sobre el producto, y esto supone una ventaja para
los agentes de la distribución porque saben, en todo momento, dónde está el
producto y al cliente se le pueden ofrecer garantías de calidad. Por ejemplo, la
codificación y el código de barras nos ayudan a conseguir la trazabilidad de los
productos.
Práctica
La empresa de zapatos Calzatex quiere codificar la colección de este año de
botas para mujer. Comercializará los números 37, 38, 39 y 40. Las botas serán
de color negro y azul, y ofrecerá dos modelos: el alto y el bajo. Si ha elegido el
sistema de codificación significativa alfabética de la tabla, ¿cuál será la
codificación?
A tener en cuenta:
GTIN asigna un número para el país donde se ha adquirido el código y esta
cifra tiene validez universal. Estos son los códigos de algunos países:
• España: 84
• Francia: 30-37
• Reino Unido: 50
• Alemania: 400-440
• Italia: 80-83
• Portugal: 50
• China: 690-693
Investigar: el número de código de los países de Latinoamérica
• Codificación GSI 128
Se trata de un sistema de identificación internacional de código de barras que
se utiliza para identificar las mercancías en entornos logísticos, no detallistas.
Es de uso imprescindible para la trazabilidad o el seguimiento del producto
desde el origen hasta que lo compra el cliente final.
En la Fig. Podemos ver la estructura de la etiqueta GSI 128.