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EL SOCIALISMO CRISTIANO DE HOY Y LA POLITICA PERUANA

Vigencia del socialismo


Como bien sabemos, se habla mucho de la extinción del socialismo o la forma de aplicación
como ejemplo en muchos países de Latinoamérica, Venezuela, Uruguay, Nicaragua, etc. Pero
ante este episodio cabe la pregunta de ¿Cómo nació el socialismo? Y o si es así, porque sigue
vigente a pesar de que el capitalismo impera en el 90% de los gobiernos del mundo, ante esta
incógnita surgida en el renacer del capitalismo en el decir de Rolando Breña Pantoja surge la
tentación de responder: “ya que el socialismo nació como una opción contra el capitalismo, y el
capitalismo sigue existiendo, entonces el socialismo seguirá vigente como una opción”. Ante esta
pregunta simplista y sin fundamento, el autor antes mencionado, parte su premisa citando a
James Petras, el cual dice que hoy en día el trabajo se ha socializado de manera extraordinaria en
donde la cadena productiva mundial en la que no solo participa el proletariado, si no también
aquellos grupos conformados por los ilustres profesionales que guían la lucha social buscando
hacer respetar sus derechos de trabajo y otras necesidades.
La capital si bien es cierto se concentra en personas de gran riqueza y con mucho poder,
ayudados con la implementación tecnológica, la ciencia, la robótica, los medios de
comunicación; en las cuales el mundo globalizado de hoy se acopla cada día mas mejor; por otra
parte el poder político no la tienen los gobernantes y o los que nos representa como pueblo, si no
mas bien en el grupo de financistas o empresarios que no han sido elegidos por el pueblo, pero si
con muchos intereses por los cuales manejan al gobierno a su antojo, derrocando o
desprestigiando a través de los medios de comunicación a los que no comparten sus intereses
empresariales; como ejemplo tenemos a la empresa ODEBRECHT que a través de su
financiación oscura mediante la caja dos( dinero especial para la coima) lo sobornaba a los
candidatos a cambio de buena pro en las obras publicas de gran envergadura, entonces a partir de
ahí el poder político se debilita cada día más, convirtiendo al estado como una opción del juego
de ajedrez en donde para los empresarios o grandes transnacionales es solo cuestión de mover las
piezas para ganar el partido.
En términos históricos el capitalismo es insostenible, debido al libre mercado que autoriza la
misma constitución, la burocracia, la no completa fiscalización de los capitales privados por
parte del estado, desnaturaliza el poder del pueblo. Y como algunos elementos en el proceso
actual del neoliberalismo tenemos:
La cuestión ideológica, cultural y educativa, que cobra carácter trascendental. Las mismas
condiciones del mundo capitalista actual hacen que se introduzca en el sub consciente de los
pueblos la necesidad de creer que el capitalismo es la mejor opción para el desarrollo de los
pueblos, producto de ello amparado al derecho a la libertad nacer el individualismo como la
esencia del desarrollo del capitalismo, del mismo modo utilitarismo y el pragmatismo, la misma
solidaridad como principio del valor humano ha muerto para dar paso a la competencia y al éxito
personal y grupal, el espíritu gregario es reemplazado por el egoísmo al decir de Rolando Breña
Pantoja, y la misma humanidad es empujado a ser simples sobrevivientes para convertirse en
una sociedad salvaje donde la guerra es todos contra todos, la ley del más fuerte.
La educación como un simple proceso de formación técnica, tecnológica, practica. Los
estudiantes de hoy tanto universitarios, como los de media, no tienen la capacidad investigativa
que requiere el mundo como profesionales del mañana, si no que el mismo estado nos impone
una cierta medida de cuales materias se tiene que estudiar, y cuales no, por ejemplo, en el Perú
ya no se enseña la filosofía en las universidades y colegios, en la malla curricular nacional no
tienen esa política para introducir dicha materia, ¡motivo! No se sabe; es ahí donde entra a tallar
la demagogia neoliberal que mantiene a la sociedad robotizada en donde el niño o el adolescente
tiene que responder diciendo afirmativo negativo, por otra parte, la alineación como mecanismo
de la perdida de costumbres nacionales hace que nos olvidemos nuestra historia, nuestra
tradición nacional o las costumbres de nuestros pueblos.
La cuestión ecológica. Se trata de salvar la tierra a sus habitantes, pero la lógica capitalista
neoliberal produce una depredación enorme en las selvas peruanas y en las montañas, no importa
que se contaminen los ríos, que se depreden los bosques o el calentamiento global sea una
amenaza mundial, si no solo les importa sus intereses personales y la ganancia que se puede
obtener de ello.
Sin embargo, el socialismo, a pesar de haber tenido varias derrotas en su aplicación en mundo
necesita precisarse según Rolando Breña Pantoja, los cuales son:
La relación entre el socialismo y la democracia.
Debe demostrar que la democracia no puede ser antagónica con el socialismo; al contrario,
debería ser su mejor expresión política y económica. Esta es una tarea necesaria y urgente para
exorcizar el peso muerto de experiencias fallidas y los ataques de la derecha y el imperialismo.
La concepción del socialismo como una manera de aplicación por medio de la violencia y toma
de las armas para la lucha social, se tiene que echar del pensamiento humano y que la
democracia tiene que ser el vehículo para llegar ha conquistar el poder.( el resaltado es nuestro)

La relación entre el socialismo y el estatismo.


El socialismo no es sinónimo de estatismo, sino de pluralidad; pero teniendo un Estado
conductor de la nación y con capacidad para regular la actividad económica y el mercado y
retener para sí sectores imprescindibles para el desarrollo. El estado como eje de distribución
igualitaria de los recursos. (el resaltado es nuestro).
La revaloración del mercado.
cumpliendo un rol social y con mecanismos regulatorios del Estado, lejos de las concepciones
neoliberales de reducir lo económico, lo político, lo social, en suma, toda la vida de las gentes a
los vaivenes de un irracional, irrestricto y libérrimo mercado. el socialismo no opta por la
desaparición del mercado como sinónimo de igualdad, sino más bien la intervención de la misma
en el libre mercado para regular el comercio y productos nacionales como prioridad. (el resaltado
es nuestro).
La relación socialismo-inversión extranjera.
Nuestro desarrollo debe basarse fundamentalmente en nuestras propias fuerzas y en nuestros
propios recursos. La inversión extranjera es un factor esencial del desarrollo, pero se debe
desechar la concepción neoliberal de basarlo exclusiva y excluyentemente en ella. Apoyo a
través de lo política nacional financiera a los empresarios peruanos, para que sus productos sean
revalorados en el mercado nacional e internacional. (resaltado es nuestro).
La unidad.
No es posible hablar en el Perú de una alternativa de transformación, menos con participación
protagónica socialista, si previamente no se supera el histórico proceso de dispersión y división.
La Izquierda Unida (IU) significó un momento breve de la ilusión unitaria. Cincuenta o sesenta
años de lucha popular y política, de represiones, prisiones, asesinatos, de avances y retrocesos
llevaron a la construcción de IU como un poderoso polo que aglutinó masas y vanguardias, como
importantes triunfos electorales que lo acercaron a las puertas del gobierno. La crisis y
desaparición de la IU, si bien influidas por el desmoronamiento del «campo socialista» y la
ofensiva neoliberal y fujimorista, son consecuencia real de la debilidad, la burocratización, el
sectarismo, la visión coyuntural e inmediatista, la ideologización extrema, que fueron vaciando a
la IU de presencia popular, distorsionando hasta casi desaparecer su capacidad de representación
política. El pensamiento sobre el socialismo en el Perú de hoy radica en las violencias suscitadas
por la década de los 70 y 80 protagonizada por el grupo PCP-SENDERO LUMINOSO, el cual
aplicó en su política el pensamiento Gonzalo basado en marxismo, maoísmo y leninismo,
producto de la violencia desatada y su mal aplicación de las ideas de pensamiento político se
tiene ahora sembrado en la conciencia colectiva de que el socialismo es sinónimo del terrorismo
como se acostumbran llamar terrucos a los que piensan diferente a los partidos tradicionales.
(resaltado es nuestro).

EL PENSAMIENTO SOCIAL CRISTIANO EN EL PERU DE HOY


DOCTRINA SOCIAL CRISTIANO
En contraste con el liberalismo, cuyo auge se inicia en la Europa de los siglos XVIII y XIX, y del
socialismo, propio también de la Europa del siglo pasado, surge el social cristianismo.
El social cristianismo tiene como antecedentes esenciales al Derecho Natural y a la Doctrina
Social de la Iglesia, esta última contenida, fundamentalmente, en las Encíclicas Papales, que
permanentemente recuerda Juan Pablo 11 en sus reafirmaciones de que el consenso debe
prevalecer ante las luchas violentas en que se encuentra enfrascada una parte de la humanidad;
en la justicia social está por encima del individualismo; en que los seres humanos somos libres y
recusamos, por ello las sociedades totalitarias; y en que la fraternidad, la solidaridad, el bienestar
y el amor al prójimo son tareas que a todos corresponden. El social cristianismo tiene un
contenido filosófico y un contenido instrumental o tecnológico. Es desde el punto de vista
político, un orden y un método. Filosóficamente garantiza los derechos esenciales del ser
humano, pero vinculados, necesariamente, a una responsabilidad social. En él se conjugan los
conceptos de la libertad y de solidaridad. También garantiza el pluralismo, o sea la vocación de
que convivan ideologías diversas. Garantiza el sistema representativo, esto es que sus
gobernantes sean electos por el pueblo. Garantiza, en fin, la división y control en el ejercicio del
poder. Instrumental o tecnológicamente, él constituye un método para la solución de conflictos
mediante la aplicación de ciertas técnicas sociales. Por ejemplo, a través del sufragio libre y
universal se encomienda a organismos representativos.la atención de los asuntos del Estado. Si
analizamos la Constitución Política de 1979 observamos que numerosos preceptos filosóficos del
social cristianismo se encuentran básicamente contenidos en los Títulos 1 y 11. En el Título III se
perciben principios filosóficos e instrumentales. Y en el Título IV, reglas instrumentales.
A su vez, dentro del social cristianismo conviven el Estado de derecho y el Estado Social, en la
búsqueda de un justo equilibrio. El Estado de derecho garantiza la libertad, sea de culto, opinión
o reunión. Garantiza la plena igualdad ante la ley. Garantiza la plena vigencia del orden jurídico.
Garantiza en fin la división en el ejercicio del poder. El Estado de derecho, constituido por la
libertad individual, se contrapone al Estado social que garantiza la intervención del Estado en la
esfera privada. El Estado social garantiza la seguridad social. Garantiza la participación social. El
social cristianismo está permanentemente buscando ese justo término medio aristotélico entre el
Estado de derecho, que limita la intervención estatal, y el Estado social, que la fomenta. Claro
ejemplo del Estado de derecho es el artículo primero de la Constitución que establece que la
persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado y que todos tienen la obligación de
respetarla y protegerla. O el artículo segundo de la misma Constitución, que señala los derechos
de las personas Claro ejemplo del Estado social es el artículo 42 de la propia Constitución, que
obliga al trabajo como un deber social. De allí, de este equilibrio, trasladado al aspecto
económico, surge la economía social del mercado, precepto imperativo conforme al artículo 115
de la Carta Magna, que constituye una concepción social cristiana. Es este sistema económico el
que se adapta a la naturaleza del ser humano, buscando un justo equilibrio entre lo personal y lo
social, y es el, también el que necesariamente determinará un desarrollo armonioso del país,
quebrando los círculos vicios del subdesarrollo, como son la falta de inversión, empleo,
educación, servicios sanitarios, atención de la salud o alimentación. Dentro de la economía social
del mercado se aspira a conjugar la libertad con la justicia; la máxima producción con la más
eficiente distribución de la riqueza: y la pluralidad empresarial, en todas las formas previstas por
la Constitución Política, con una intervención del Estado que debe ser promotora orientadora,
subsidiaria y supletoria.
Quiero aquí reiterar lo expresado por la agrupación política a la que pertenezco, de raíz social
cristiana, cuando manifestó que "la economía social del mercado apunta al desarrollo plural de
empresas de diversas clases y tamaños, mediante mecanismos tributarios y de gasto, a la
redistribución del ingreso y a la compensación social, para que todos los habitantes del país
tengan igualdad de oportunidades en los campos de la salud, educación y ocupación, a fin de que
puedan cubrir sus necesidades básicas, expresar su espíritu creador y satisfacer sus legítimos
deseos de bienestar, nivel y calidad de vida, salvando las brechas del desarrollo entre clases y
regiones. Dentro de la empresa reconoce la dignidad de todos sus miembros mediante
remuneraciones justas, trato respetuoso, condiciones humanas de trabajo y capacitación,
participación y estímulo a la iniciativa". Se agregan a estas expresiones que "la economía social
del mercado regula y optimiza el proceso de producción y distribución por la iniciativa y
competencia que lo integran y por la libertad de elección de los consumidores, y establece una
democracia económica que es base esencial para la democracia política".

La economía social del mercado se sustenta pues fundamentalmente en la esencia del ser humano
que es solidario, libre y creativo, en el Derecho Natural de acceso a la propiedad y en la opción
de asociarse. Ella debe favorecer dentro de una libre competencia que estimula el desarrollo de la
actividad productiva, tanto al consumidor como al personal de la empresa.
La economía social del mercado recusa el liberalismo absoluto. El Estado debe actuar como
el ente que impulsa la racional utilización de los recursos naturales del País y que propicia el
desarrollo de regiones que hoy, ante una penosa realidad se encuentran abandonadas. El Estado
debe actuar defendiendo la estabilidad de la moneda; garantizando el orden social, ante los
desbordes que sólo crean caos, incertidumbre desasosiego; como promotor de la educación, pues
un País que no educa a sus hijos carece de destino; como organismo preocupado por la salud de
sus habitantes; como distribuidor de la renta nacional para proveer de servicios públicos a los
estratos más necesitados; como defensor de la libertad y la competencia, recusando los
monopolios y eliminando todo tipo de prácticas restrictivas. El Estado también debe aportar
subsidios directos a los más necesitados y eventualmente en forma excepcional, subsidios
indirectos a algunos productos básicos, ofreciendo alicientes a determinadas áreas productivas,
que por su lejanía de los puntos de consumo o su complejidad así lo requieran. El Estado debe
cumplir función esencial en el área ecológica, promover las exportaciones; y buscar nuevos
mercados de intercambio e interrelación.
¿En qué consiste esta compensación social?
Fundamentalmente en adoptar en forma urgente y prioritaria un programa de ayuda a los más
necesitados, cuyas notas características serían las siguientes:
La generación de fuentes de trabajo en el plano más breve posible. El pueblo peruano no quiere
limosnas sino la posibilidad, la oportunidad de trabajar.' Para ello se requerirá descartar leyes
demagógicas, crear confianza para la inversión nacional y extranjera, difundir el concepto de
empresa.
Difundir la propiedad, tratando que el Perú sea un país de propietarios y no de proletarios. Esta
difusión debe hacerse tanto a nivel rural como urbano, tanto para los parceleros en el campo
como para quienes poseen un lote de terreno en la ciudad.
Emplear recursos para la ayuda transitoria y directa a quienes menos tienen, lo que exige la
movilización del pueblo a través de acciones comunitarias, tales como los programas del vaso de
leche, clubes de madres, cocinas populares, etc. Se trata, en general, de acciones destinadas a
satisfacer lo elemental, esto es de alimentación, la salud, la educación y la infraestructura para
viviendas.
Dar prioridad al gasto social debido a la escasez de recursos. Por ejemplo, ayudar principalmente
a los cinturones urbanos y al trapecio andino.
EL HUMANISMO CRISTIANO.
El hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza y lo colocó en la tierra para su
desarrollo personal y realización en sociedad. Todo ser humano tiene derecho de habitar en el
planeta y usufructuarlo. En tales hechos se origina el derecho a la vida y la búsqueda del bien
común. Constituye un derecho igualmente inalienable su aspiración a contar con un trabajo
digno, haciendo suyos sus frutos y adquiriendo propiedad para sí y para sus herederos.
El creador dotó a cada persona de Dignidad. El humanismo cristiano establece que todas y cada
una de las personas somos seres humanos únicos e irrepetibles y que nos reconocemos iguales
por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. Por ello, consideramos a la persona como
el centro de la sociedad y como un ser anterior y superior al Estado y al que la economía debe
servir. Reconocemos en cada persona derechos fundamentales que respetar.
Las personas somos seres sociales. Nacemos en una familia, vivimos en una comunidad,
participamos de múltiples organizaciones a lo largo de nuestras vidas. Algunas de esas
instituciones, como la familia son organizaciones naturales. La consideramos la base
fundamental de la sociedad porque allí se forja la personalidad y allí construye el ser humano las
relaciones interpersonales que lo signan por siempre. Otras, son instituciones jurídicas que
representan imperfectamente a la sociedad. A unas y otras las denominamos Organismos
Intermedios.
La vida en sociedad exige la vigencia de un orden en las relaciones humanas que permita la
convivencia en paz y armonía. Para cumplir tales propósitos los seres humanos ceden parte de su
libertad individual en un contrato social que contiene las reglas que constituyen los
ordenamientos social, político y económico. Dichos ordenamientos que deben ser respetados por
todos sin excepción son administrados por un ente que representa a la sociedad y que se
denomina Estado.

Como es lógico, en la medida que las instituciones jurídicas representan a mayores grupos
humanos, se van alejando de la base de la sociedad. Por ello, es necesario que el poder sea
descentralizado y compartido. Los socialcristianos ordenamos ese poder en base al principio de
subsidiariedad que indica que, no haga el organismo mayor lo que puede hacer el menor.

La evolución y desarrollo de las personas se sustenta en el ejercicio de la libertad. Sin embargo,


la evolución de la especie humana ha provocado desigualdades que impiden el desarrollo de
algunos segmentos de la sociedad. Esa situación genera la obligación moral de los más fuertes de
asistir a los más débiles en ejercicio del principio de solidaridad, que en ningún caso limita la
libertad individual.
Cuando la sociedad no acude en forma directa en auxilio de los más necesitados, el Estado tiene
la obligación de hacerlo en ejercicio del principio de suplencia.
Adicionalmente, los desequilibrios sociales deben ser superados mediante la aplicación de
criterios de justicia social.
La justicia social es la búsqueda del bienestar general del cuerpo común del que todos
formamos parte. Ello constituye el bien común. Así, para los social cristianos la justicia social es
la búsqueda del bien común, es decir, la realización de todas y cada una de las personas. Así
como no podría afirmarse que una persona está sana si tiene algunos órganos enfermos; no se
entiende el bienestar general si algunos y peor, si muchas personas no gozan de tal bienestar.
El progreso del hombre se produce en espiral, aquello significa que existen períodos de franco
progreso y otros en los cuales se cometen nuevos errores que aparentan retroceso pero que como
etapa sitúan al hombre en un estadio superior. El proceso como conjunto implica la evolución de
la persona individual y el progreso de la comunidad como generación, de ahí que exista una
responsabilidad individual y una generacional que compete a cada persona.
La responsabilidad solidaria es por tanto irrenunciable para la persona que vive en sociedad, más
aún es deseable en la medida que se comprenda que genera una sinergia evolutiva entre el que da
y el que recibe. Por ejemplo: las empresas requieren de los consumidores para la colocación de
sus productos, los cuales a su vez requieren tener capacidad adquisitiva, la que se origina en el
fruto de su trabajo, ejercido principalmente en las empresas.
De ahí las cualidades dignificadoras del hombre y dinamizadoras de la economía que tiene el
trabajo; las primeras porque le permiten cubrir parte de su responsabilidad solidaria con la
sociedad y las segundas porque viabilizan el flujo de bienes y financiero. Por ello la tensión
empresario – trabajador no debiera devenir en conflicto sino en concertación para lograr el efecto
sinérgico del esfuerzo de ambos en aras del progreso social.
El mundo actual es uno abierto, global e interdependiente. Valoramos el proceso de la
mundialización porque permite la libre movilidad de las personas, bienes y capitales, acerca el
conocimiento a mayores segmentos de población, rompe distancias entre los pueblos y reduce el
tiempo necesario para equilibrar los niveles de desarrollo de los países.
Ese proceso debe permitir no sólo el reequilibrio de las sociedades sino también al interior de
éstas de sus clases sociales. El tránsito de sociedades cerradas a sociedades abiertas debe ser
gerenciado de cara a los valores permanentes y a los principios universales.

La utilización de la ciencia al servicio de los objetivos descritos es imprescindible. En ese


sentido, instrumentos como el planeamiento estratégico, la comunicación en tiempo real, la
cibernética, la biotecnología y las ciencias económicas y sociales deben responder y ser aplicadas
para el servicio del hombre.

Como previsiblemente la ciencia y la tecnología modificarán las formas tradicionales de


producción y permitirán mayor disponibilidad del tiempo individual y colectivo, constituye un
desafío y una oportunidad destinar el tiempo al desarrollo espiritual y al cultivo del alma. El
impulso a la cultura, al arte, al deporte y el fortalecimiento de la familia por la mayor presencia
de sus integrantes en el hogar deben ser privilegiados.

Rescatamos el valor integral de la mundialización y en cambio consideramos insuficiente la


noción puramente economicista de la globalización, entendida exclusivamente como la apertura
comercial y libre tránsito de capitales. Por ello, en medio de esta realidad mundial
contemporánea, reconocemos el valor de la universalización de los derechos humanos y los
mecanismos internacionales de protección, pero, rechazamos la pretensión de homogeneizar
culturalmente todo el universo. Creemos en la identidad de las naciones y dentro de ellas en la
convivencia armónica de identidades, costumbres y tradiciones locales. Es indispensable, sin
embargo, construir un proyecto nacional común para lograr la evolución armónica y superar el
conflicto de las civilizaciones que tiende a dividir el mundo y a las naciones y que amenaza la
paz. Todas las formas de intolerancia y violencia, especialmente las expresiones del terrorismo
nacional o internacional merecen nuestro repudio y deben ser combatidas hasta su total
erradicación.
Los partidos y en especial los social cristianos tenemos la obligación de proponer a nuestros
compatriotas el diseño y construcción de una visión que recoja nuestras creencias y nuestras
esperanzas. Ese sueño debe convertirse en el plano de referencia para hacer de nuestra Nación un
modelo humanista de convivencia.
Finalmente, es necesario mencionar que para lograr el éxito requerimos que nuestro cuerpo,
nuestra mente y nuestra alma, es decir, la unidad física y espiritual que somos, se ponga al
servicio de nuestro objetivo supremo que es la realización del ser humano.
PRINCIPIOS Y VALORES
Los valores socialcristianos tienen el carácter de permanentes y tienen como propósito orientar la
conducta de las personas de tal forma que la sociedad viva y alcance sus objetivos de evolución
en paz y armonía.
LOS PRINCIPALES VALORES SON:
Libertad: Es el ejercicio de la voluntad individual en un marco de respeto al prójimo con quien
compartimos nuestro objetivo de vivir en paz y armonía. Los socialcristianos consideramos que
nadie tiene la potestad de coactar la libertad del otro, aun invocando razones que se consideren
muy loables. Sin embargo, sí consideramos que la libertad individual es limitada por valores que
norman la conducta humana. Por ello, el principal límite subjetivo es la responsabilidad
individual, es decir, el ejercicio ético de la libertad, y el objetivo el derecho y la libertad de los
demás.
Justicia: Entendida ésta en su triple carácter, Conmutativa, Distributiva y Social. Conmutativa
que quiere decir, en la relación entre individuos y grupos, darle a cada uno lo que le corresponde
en justa equivalencia; Distributiva que es la obligación de toda autoridad –estatal o social– de
regular los beneficios y las cargas de las personas en proporción a su aporte al bien general y a
sus necesidades y social cuando quiere corregir las desigualdades que ha embalsado la sociedad
y procurar el bien común.
Igualdad: En razón de estar dotados de dignidad y haber sido creados por Dios a su imagen y
semejanza, todos los seres humanos nos reconocemos como iguales. Esa igualdad tiene que
reflejarse en todas nuestras relaciones. Por ello, se reconoce el principio de igualdad ante la ley
para todas las personas, sin distinción de raza, sexo, credo, edad o situación económica o social.
El lado activo del principio de igualdad es la eliminación de todas las formas de discriminación.
Pero, el concepto más enriquecedor y comprensivo para la persona humana es la igualdad de
oportunidades, es decir, permitir que los seres humanos en pie de igualdad, desarrollen a plenitud
sus capacidades diferenciadas y el máximo de su libertad. Somos impulsores de oportunidades
para el ser humano, especialmente a través del pleno acceso a la educación, a la salud y al
trabajo, como medios de realización personal.
Subsidiariedad: Principio de ordenamiento de la vida en sociedad, que determina que no haga el
ente mayor lo que puede hacer el menor. Que no haga el estado lo que puede hacer la familia;
que no haga el gobierno central lo que puede hacer el gobierno local o regional; que no haga el
Estado lo que puede hacer el sector privado.
Suplencia: Principio complementario al de subsidiariedad que significa que el ente mayor debe
hacer lo que no puede hacer el menor. Por ejemplo, la seguridad nacional es una responsabilidad
del Estado porque no es razonable que sea atendida por cada persona por razones de riesgo o
carencia de rédito directo.
Solidaridad: Es el principio que preconiza la identificación de la persona con otras personas en
situación de necesidad, y en razón de esa identificación, prestar la ayuda necesaria para cubrir
total o parcialmente sus necesidades.
Universalidad: Indica que todos los valores y principios son de aplicación en todo el mundo, son
aplicables a todas las personas y lo son en todo el tiempo.
Pluralismo: Importa el respeto a las distintas formas de organización de los grupos humanos en
todos los campos de la vida. En el campo religioso, por ejemplo, supone el respeto por todas y
cada una de las religiones; en el campo económico, supone el reconocimiento de las diversas
formas de propiedad y de empresa y en el campo político, la coexistencia de partidos políticos de
concepciones diferentes, aunque respetuosos de las normas básicas de convivencia en sociedad.
LOS ORDENAMIENTOS
EL ORDENAMIENTO SOCIAL:
Los seres humanos, en tanto seres sociales integramos sociedades naturales. Otras instituciones
son creaciones jurídicas o formales que representan imperfectamente a las organizaciones
naturales, pero facilitan el ordenamiento social, político y económico.
Así, la familia es la organización natural, su correlato jurídico es el matrimonio. La ley regula un
conjunto de relaciones jurídicas que derivan de la familia como la paternidad y maternidad, la
filiación, la convivencia, etc. El vecindario es la organización natural, su correlato jurídico es el
municipio. La ley regula un conjunto de relaciones jurídicas, como la participación vecinal.
La sociedad es la organización natural su correlato jurídico es el Estado. A todas las
organizaciones naturales o jurídicas que existen entre la persona humana y el Estado se
denominan “ORGANIZACIONES INTERMEDIAS”. El social cristianismo promueve la
participación de las personas en los diversos organismos intermedios como una forma de acercar
el Estado a la sociedad. Por ello, los colegios profesionales, los sindicatos, las asociaciones de
padres de familia, los gremios empresariales, las redes de consumidores, las organizaciones para
la protección del medio ambiente son interlocutores válidos de la sociedad con el Estado y deben
ser promovidos. Para una convivencia ordenada de todas esas instituciones debe aplicarse el
principio de subsidiariedad.
ORDENAMIENTO POLITICO
El socialcristianismo preconiza la democracia representativa. Ello implica:
El fortalecimiento de la institucionalidad porque es la mejor forma de organizar las cuotas de
libertad cedidas por los ciudadanos.
La descentralización porque es la mejor forma de acercar el poder al ciudadano. El estado sirve
mejor al ciudadano mientras más fiscalizables sean sus actos y mejor controlados sus recursos.
La integración en el proceso de globalización internacional porque permite al ciudadano ejercer
plenamente su libertad, aprovechar las oportunidades que brinda el progreso y potenciar su
creatividad y eficiencia para alcanzar mejores niveles de vida.
La mundialización que implica una gobernanza basada en la igualdad, el respeto, la asociación y
la cooperación entre estados.
Sin perjuicio de ello, respeta las formas de democracia participativa, normada por la
Constitución o la ley y aquellas necesarias para convertir la globalización en mundialización.

ORDENAMIENTO ECONOMICO
El socialcristianismo promueve la Economía Social de Mercado. El término fue acuñado por
Alfred Muller Armack, Ministro de Finanzas Alemán en 1948. Su origen fue el ordoliberalismo
de la escuela de Friburgo que se fundamentaba en la propiedad privada de los medios de
producción y en la formación libre de los precios del mercado. Pero, reconociendo que el orden
competitivo no se da naturalmente, y que por tanto debe ser organizado como un programa
estatal a través del ordenamiento jurídico.
Müller Armack, propulsor de la Economía Social de Mercado puso énfasis en la política social y
en los principios que permiten el funcionamiento de la economía en un mercado de competencia.
Se reconoce que la Economía Social de Mercado:
Es economía porque pretende solucionar las necesidades de producción y distribución de bienes
en una sociedad.
Es social porque tiene como finalidad alcanzar la expansión y satisfacción de todos los habitantes
del país y no de un grupo o sector de él.
Es mercado, porque regula el proceso económico apoyándose en la iniciativa de los factores de
producción y en la libertad de los consumidores para satisfacer sus necesidades.
La Economía Social de Mercado:
Establece que para alcanzar bienestar es necesario promover crecimiento y éste se sustenta en
la inversión. La inversión es a su vez, ahorro, es decir, consumo diferido. Por eso, el
crecimiento sano es el que estimula el ahorro y la inversión y no las políticas coyunturales
basadas en el estímulo artificial del consumo.
Considera que la mejor forma de generar eficiencia en la economía es estimulando la
competencia y la libre fijación de precios en el mercado. Por ello, entiende que la economía está
al servicio del consumidor.
Induce, sin embargo, a la responsabilidad social de los empresarios, para reducir precios o evitar
el aumento de éstos, así como para asumir compromisos en defensa del medio ambiente y la
viabilidad social.
Reconoce que corresponde a la política estatal redistribuir el ingreso a través de la inversión
social, pagos compensatorios de cargas sociales y eventuales, selectivos y temporales subsidios
directos o subvenciones.
Admite una intervención promotora del Estado para impulsar el ahorro, difundir la propiedad,
expandir el desarrollo tecnológico y promover algunas actividades altamente generadoras de
empleo.
La evolución del mundo económico en los años recientes, obliga a la Economía Social de
Mercado a dar respuestas a las necesidades de la globalización, tales como información
suficiente y oportuna, asimilación de nuevas tecnologías, asimilación de buenas prácticas
corporativas y transparencia en las transacciones.
En mérito a esos requerimientos, formulamos una síntesis de principios constituyentes y
reguladores de la Economía Social de Mercado que amplía la clásica lista de Muller y Eucken y
proponemos un conjunto de principios a los que denominamos promotores. Ese conjunto de
principios define la Economía Social de Mercado.

PRINCIPIOS CONSTITUYENTES
El sistema de precios determinado por la libre interacción de oferta y demanda.
La definición del rol del Estado en base al principio de subsidiariedad
El libre acceso a los mercados
La propiedad privada de los medios de producción
La libertad contractual
La plena responsabilidad para que el camino hacia la rentabilidad transite solamente a través de
un rendimiento equivalente lo que significa evitar toda forma de mercantilismo.
El pleno respeto a los equilibrios macroeconómicos: fiscal, monetario y cambiario.
La constancia en la política económica para disminuir el riesgo empresarial.
La inserción en el proceso de globalización de las economías.
PRINCIPIOS REGULADORES:
El control estatal de los monopolios, carteles y toda práctica monopólica u oligopólica de
mercado lo que implica disolverlos en lo posible y manejar en forma análoga a la competencia a
los inevitables.
La utilización de la inversión social como corrector de la distribución de ingresos.
La protección en el trabajo especialmente de la mujer y de los niños
La regulación de condiciones humanas de trabajo.
La fijación de un salario mínimo.
La protección del medio ambiente.
El control estatal y la promoción de las buenas prácticas corporativas.
La eficiencia y transparencia en el ingreso y uso de recursos públicos

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS
El social cristianismo file:///C:/Users/Carlos/Documents/IDEOLOGIA%20POLITICA/El
%20Social%20Cristianismo.pdf.
Pensamiento social cristiano
https://www.academia.edu/32813361/PENSAMIENTO_SOCIAL_CRISTIANO_-
_Aportes_a_la_pol%C3%ADtica_peruana
el pensamiento socialista (fornadas de pensamiento político peruano) INTERNACIONAL
INSTITUTE FOR DEMOCRACIY AND ELECTORAL ASSISTANCE.

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