Вы находитесь на странице: 1из 14

GUIONES TEATRALES PARA

LA REVOLUCIÓN
MEXICANA
EL MOVIMIENTO ARMADO DE 1910

INTRODUCCION POR EL DIRECTOR:


La nación mexicana ha sido forjada con el coraje y la valentía de sus hijos, quienes nos han heredado un país libre y
soberano. Luchas, como la heroica defensa de la gran Tenochtitlán, la guerra de Independencia y la Revolución nos han
marcado. Como el gran General Coahuilense, Ignacio Zaragoza, advirtiera a los invasores franceses, mediante su
embajador, quien dio el mensaje a Napoleón III ¨No luches contra México porque mi patria es invencible¨, así el carácter
del mexicano se ha forjado, a sangre y fuego.

Personajes:
- Narrador

- Porfirio Díaz (vestuario traje negro y medallas)

- Damas que acompañan a Porfirio Díaz (con trajes de la época)

- Pueblo en el Zócalo (vestuario ropas rotas y viejas)

- Benjamín Canales (vestido de ranchero)

- Revolucionarios Magonistas (vestuario ranchero)

- Francisco I. Madero (vestuario traje negro)

- Pueblo en la Capital (con pantalón de vestir, camisa blanca, corbata de moño -solo algunos-. Zapatos negros, sombrero
bombín.

- Emiliano Zapata (con traje de charro negro)

- Francisco Villa (vestido de militar)

- Dorados de Villa (vestidos de ranchero, mujeres reboso y vestido folklórico ranchero)

- Tropa de Emiliano Zapata (vestidos con sombrero grande de manta o pantalón rayado, soldaduras con reboso y
vestidas de campesinas)

LIBRETO:
Narrador: (música instrumental, Vals Sobre las Olas de Juventino Rosas – YouTube)

Se había arribado al año 1908 y la situación económica de nuestro país era inmejorable. El gobierno del General Porfirio
Díaz al frente de nuestra nación, entregaba cuentas muy positivas, pues se construían gran cantidad de escuelas,
universidades, el ferrocarril contaba con extensiones sin precedentes en su infraestructura, la deuda externa se había
pagado, se desarrollaba el telégrafo, el país era autosuficiente, teniendo increíbles avances en la minería, la ganadería,
en fin México florecía en todos los ámbitos. Sin embargo toda esta bonanza, el dictador Díaz la había construido a costa
del pueblo mexicano, pues las riquezas estaban en manos de unos cuantos, mientras que a los obreros y campesinos se
les trataba como esclavos, pagándoles salarios de hambre y jornadas de trabajo de hasta catorce horas sin otorgarles día
de descanso, eran tratados como esclavos, y el régimen los tenía sumidos en la más terrible pobreza, favoreciendo a los
terratenientes que se sentían dueños de las tierras y de los hombres que en ellas trabajaban. LA SITUACION DEL
PUEBLO ERA INSOSTENIBLE, EL DESCONTENTO ERA GENERALIZADO.

(PRIMERA ESCENA: Se desarrolla en el Zócalo, el pueblo empobrecido se reúne, el dictador rodeado de mujeres de
sociedad les ha llevado un espectáculo de circo y pan, la escena se desarrolla mientras una orquesta toca música
instrumental. La música cesa y todo queda por un instante en silencio mientras se escucha un grito entre la multitud.)

Porfirio Díaz: (en el Zócalo de la Ciudad de México, con actitud soberbia, rodeado de mujeres de la alta sociedad que
hacían muecas de desprecio al pueblo) Mexicanos, mi gobierno no permitirá que el pueblo sufra hambre, por eso todos
los domingos aquí, en la plaza, pueden venir a divertirse y comer, el pan que les reglo es para todos, coman.

Multitud Reunida en el Zócalo: (entre la gente alguien gritó) ¡ El pan y circo que nos das, son miserias que nos ofende!
¡Muera la dictadura! ¡Muera el gobierno!.

Porfirio Díaz: (con la rabia reflejada en el rostro, ordena a los soldados que le protegían) Agarren a ese muerto de
hambre, es un peligro. ¡Es un traidor a la patria!.

(Salen de Escena)

Narrador: (con fondo de música instrumental de guitarras de la Revolución). La situación del Presidente Díaz al frente
del gobierno, se tambaleaba, y el descontento se generalizaba en todo el país. Ricardo Flores Magón denunciaba, en su
diario Regeneración, ¨las jornadas de trabajo son infrahumanas¨. Llamaba a la conciencia del pueblo, ya que las
jornadas de trabajo deberían ser de ocho horas con un día de descanso cada semana, los sueldos debían ser más altos
para que las familias vivieran dignamente. Los hermanos Flores Magón divulgaban su filosofía libertaria, denunciando
los atropellos de la dictadura Porfirista. Lo que les costó, el ser encarcelados en el destierro.

El movimiento intelectual de los hermanos Flores Magón era bien recibido por el pueblo en general. Algunos grupos se
reunían en secreto para discutir sus ideas libertarias. Así, un puñado de mexicanos valientes se reunía en la ciudad de
Del Rio, Texas, lugar desde el cual se trasladarían al pueblo de ¨Las Vacas¨ hoy conocida como Ciudad Acuña, y atacarían
por primera vez un puesto militar de la dictadura Porfirista, iniciando así la Revolución Mexicana que era ya una guerra
frontal contra el gobierno. Corría el mes de Junio del año de 1918 cuando atacaron el poblado de las vacas hombres
como Práxedes Guerrero y Benjamín Canales, entre otros, periodistas y rancheros.

(SEGUNDA ESCENA: Los magonistas entran a Las Vacas, al frente, Benjamín Canales en su caballo gritando, seguido por
un grupo de revolucionarios. Se escucha música mexicana de la Revolución, corrido de Valentín de la Sierra).

Benjamín Canales: (montado en su caballo entre a las vacas, mientras se escuchan los disparos de la lucha) ¡Viva
México! ….. ¡Viva México!….. ¡Muera la dictadura! ¡Muera el gobierno!

Revolucionarios Magonistas: ¡Muera el mal gobierno! ¡Muera la dictadura! ¡Viva Benjamín Canales! ! ¡Viva Benjamín
Canales!

(Benjamín Canales baja de su caballo, dispara contra la guarnición y cae abatido por las balas enemigas, los
revolucionarios se acercan y se escucha el corrido de Benjamín Canales.)

(Salen de Escena)

Narrador: (con fondo musical del corrido de Canales el cual se va bajando hasta desaparecer y ser cambiado por música
revolucionaria) Los ideales magonistas eran compartidos por un Coahuilense, que a pesar de proceder de una familia de
terratenientes y ricos empresarios, sentía en carne propia la desgracia del pueblo mexicano. Su vocación libertaria se
hizo patente cuando escribe su libro “La sucesión presidencial de 1910″, lo que es mal visto por el gobierno de Díaz
quien lo manda encarcelar. Fue así como Don Francisco I. Madero decide tomar las armas pues se da cuenta que las
elecciones serán manejadas para reelegir al dictador. El magnetismo de la personalidad de Madero le gana la simpatía
del pueblo mexicano. Díaz, viendo que todo el pueblo apoya al líder de la revolución Don Francisco I. Madero, renuncia
a la presidencia y se marcha a Europa. El Señor Madero entra triunfante a la Ciudad de México y toma su lugar como
presidente de la Nación.

(TERCERA ESCENA: El pueblo de México espera la llegada de Francisco I. Madero, en la Capital de la República, acto
seguido entra el Señor Madero en medio de los vítores y los aplausos de la gente, que lanza vivas a su héroe y al triunfo
de la Revolución.)

Francisco I. Madero: ¡El pueblo de México ha triunfado sobre la tiranía! ¡Ningún hombre puede perpetuarse en la
Presidencia de la República!.

El Pueblo Reunido a la Entrada de Madero, a la Capital: ¡Viva la Revolución! ¡Viva Madero! ¡Viva México! ¡Viva
Madero!.

Francisco I. Madero: ¡Sufragio Efectivo No Reelección!. En adelante en México se respetará el voto, que es la voluntad
popular. ¡No más Dictadura!

Narrador: El hijo predilecto de Coahuila, el Señor Madero había logrado derrocar la dictadura y ahora tomaba su lugar
en la historia como Presidente de la República. Un traidor entraría en escena, el General Victoriano Huerta, quien
asesina al Presidente Madero y con su cobarde acto desata una nueva lucha armada. Esta vez, surgen importantes
caudillos que han de luchar hasta conseguir el triunfo de la Revolución. En el Norte Francisco Villa domina y arrasa con
los federales que se oponían al avance de la poderosa división del norte, el Centauro del Norte, logra triunfar en su
lucha, mientras que en el Sur surge el caudillo más importante en cuanto a sus ideales y su fuerza, que este país haya
conocido, el Gran General Emiliano Zapata, cuyo lema habría de ser el grito de guerra de toda una Nación, ¡Tierra y
Libertad!

(Cuarta Escena: Entra Pancho Villa en su caballo, los dorados a su lado, gritando en apoyo al general, mientras se
escucha el Corrido de Villa. Del otro lado de la escena entra Emiliano Zapato con su traje de charro gritando, Tierra y
Libertad, lo acompañan sus soldados, gritando vivas en su nombre, mientras se escucha el Corrido de Zapata, luego los
dos generales bajan de sus caballos y se abrazan. Todos se saludan y lanzan vivas a la Revolución, a sus Generales, y a
México. Luego termina la crónica del Narrador.)

Pancho Villa: ¡Viva la Revolución! ¡Orale mis muchachitos, Viva México! ¡Mueran los traidores!.

Los Dorados de Villa: ¡Viva mi General Francisco Villa! ¡Viva la Revolución! ¡Mueran los Traidores!.

Emiliano Zapata: ¡Viva la Revolución! ¡Muera el Traidor! ¡Viva México!

Tropas de Zapata: ¡Viva mi General Emiliano Zapata! ¡Tierra y Libertad! ¡Viva la Revolución!.

(Villa y Zapata bajan de sus caballos)

Emiliano Zapata: Mi General Villa, mi lucha no ha terminado hasta que mis indios tengan tierra y libertad.

Francisco Villa: ¡Mi General Zapata, ganamos la Revolución, México ahora tendrá progreso, paz, y libertad!

(Los caudillos se abrazan, todos en escena se saludan y se abrazan)


Narrador: Los caudillos se abrazan simbolizando en su abrazo la unión del Pueblo Mexicano que avanzaba hacia la
reconciliación, después de una lucha en la que los ideales, y la libertad ganada costaron, a los hijos de esta tierra, su
sangre y su vida. HONRAMOS HOY A QUIENES CON SU SACRIFICIO FORJARON LA GRAN NACION QUE ES MEXICO. !VIVA
MEXICO!.

Fin

Autor: Marco Antonio Fernández Díaz


MOVIMIENTO ZAPATISTA Y EL PLAN DE AYALA DURANTE LA REVOLUCIÓN
MEXICANA
GUION DE TEATRO

ENTRADA: Narrador: ¡Hola amiguitos!, ¿Cómo están? (pausa 5 minutos) Bueno mi nombre es chiquitín, y les
traigo una obra de teatro muy interesante, acerca de la revolución mexicana. Espero que les guste mucho,
bueno pues ¡comenzamos!

ESCENA 1:

Narrador:

En el año de 1857, una vez en el gobierno, los liberales propusieron una serie de reformas para cambiar la
situación y la economía del país, y restarle fuerza a los grupos privilegiados.

Partidario Liberal:

- ¡Compañeros del movimiento liberal!, a través de estas leyes se quitarán privilegios a los miembros de la
iglesia y del ejército y se establecerá la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley

Narrador:

- Sin embargo, el partido Conservador, algunos miembros de la Iglesia católica, militares y terratenientes, se
opusieron a esta nueva constitución, porque afectaba los privilegios que tenían desde la época virreinal

Partidario Conservador:

- ¡No permitiremos que el gobierno liberal afecte nuestros privilegios! Es por eso que no alzaremos en armas
y buscaremos apoyo de un país extranjero para evitar que estas leyes sean aplicadas

Narrador:

-Esta situación de inconformidad dio origen a una nueva guerra que sería conocida como LA REVOLCIÓN
MEXICANA iniciada un 20 de Noviembre de 1910

ESCENA 2:

Narrador:

- Una vez establecidas las reformas liberales, el país continuó con el problema de la propiedad de la tierra

Líder gubernamental:

- Para resolver este problema, pondremos a la venta las tierras comunales y de la Iglesia, ofreciéndolas a
quienes tengan los recursos para adquirirlas.
Narrador:

-Unos cuantos mexicanos y extranjeros eran los dueños de la tierra y las fábricas. En cambio, la mayoría de
la población no poseía una parcela para sembrar, ni podía trabajar de forma independiente por la falta de
recursos.

ESCENA 3:

Narrador:

- Durante la Revolución, en distintas partes del país se levantaron en armas grupos revolucionarios con
diferentes proyectos políticos. Uno de ellos fue Emiliano Zapata, quien el 12 de septiembre de 1909 fue electo
presidente de la junta de defensa de las tierras y dirigente agrario de Morelos.

Emiliano Zapata: (hablándole a la gente reunida en ese lugar con voz impetuosa)

- ¡pueblo reunido en este lugar de Anenecuilco, compatriotas; es necesario defender hasta la muerte estas
tierras que son nuestras, no puede este mal gobierno quitarnos el derecho que nos corresponde de tener un
patrimonio!

Como agrupación campesina debemos luchar por recuperar las tierras arrebatadas al pueblo por los
hacendados porfiristas.

Voz del Pueblo: (todos)

-¡sí! ¡Hay que luchar por nuestras tierras!

Emiliano Zapata: (Con voz firme)

-Yo estoy dispuesto a defender estas tierras y luchar contra todo y contra todos, pero esto solo he de lograrlo
con el apoyo, la unión y la confianza de todo ustedes

Campesino:

- Tu Zapata eres el único que puede ayudarnos a recuperar nuestras tierras, es por eso que por decisión del
pueblo, haz sido elegido presidente de la junta de defensa de las tierras y dirigente agrario de Morelos

Emiliano Zapata:

- Les agradezco infinitamente el apoyo y la confianza que han depositado en mí y prometo no defraudarlos,
con mi vida he de defender nuestros derechos, todo sea por el bien del pueblo y por defender lo que por
derecho les corresponde. ¡Por nuestras tierras!

Voz del pueblo: (todos) -¡Por nuestras tierras!

Emiliano Zapata: (baja del estrado y saluda a algunos representantes del pueblo y estrecha su mano en
muestra de aceptación a su cargo)
Escena 4:

Narrador:

-Después de que Emiliano zapata fue electo por el pueblo, reunió un ejército de peones, la mayoría de ellos
indígenas de Morelos, juntos elaboraron El Plan de Ayala, el cual demandaba el reparto de tierras a indígenas
y campesinos, y la entrega de terrenos, montes y aguas a quienes los necesitaran.

Emiliano Zapata:

- Este documento expresa las demandas de los campesinos mexicanos que han sido despojados por los
hacendados porfiristas, por lo que peones, jornaleros y otros trabajadores del campo del centro y sur del país
exigimos el reparto justo de las tierras a quienes la trabajan

Narrador: - Emiliano Zapata mantendría esta actitud hasta el fin de su vida, la cual le provocó enfrentamientos
con quienes ocuparon el poder, mostrándose fiel a los principios del Plan de Ayala

Campesino: Zapata tu eres un ideario agrarista en el que se reflejan los anhelos de nosotros los campesinos,
con tu ayuda y tus ideales hemos de recuperar nuestras tierras

Emiliano Zapata: -La recuperación de las tierras que nos han quitado son nuestro objetivo principal.

Narrador: Y con voz gravosa expreso un sentimiento de lucha...

Emiliano Zapata: -¡Tierra y Libertad! (gritó a gran voz, como grito de guerra)

Voz del pueblo: -¡Tierra y Libertad! (expresaron con euforia todos los habitantes)

Narrador: A partir de la proclamación del Plan de Ayala, los zapatistas defenderían su resolución contra los
gobiernos de Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza. Liquidaron la explotación agraria y
repartieron la tierra; confiscaron los ingenios y una gran empresa papelera, y los pusieron a trabajar en
beneficio de la población; fundaron un banco agrícola y abrieron numerosas escuelas primarias y para adultos;
reorganizaron la vida política de los municipios, dando impulso a la organización tradicional de los campesinos
y creando comités de vigilancia.

Emiliano Zapata: - “El campesino tenía hambre, padecía miseria, sufría explotación y si se levantó en armas
fue para obtener el pan que la avidez del rico le negaba. Se lanzó a la revuelta no para conquistar ilusorios
derechos políticos que no dan de comer, sino para procurar el pedazo de tierra que ha de proporcionarle
alimento y libertad, un hogar dichosos y un porvenir de independencia y en agradecimiento".

Narrador: Y así fue como lucharon nuestros antepasados morelenses durante la revolución mexicana.

-y eso amiguitos fue uno de muchos acontecimientos importantes que ocurrieron durante a la revolución
mexicana, y como pudieron darse cuenta, Emiliano Zapata un morelense como nosotros, desempeñó un papel
muy importante para lograr tener hoy día un patrimonio digo y seguro. ¡Eso es todo amiguitos!.
INVESTIGACIÓN OBRA DE TEATRO

Acto. En obras largas, generalmente la división en actos se hace corresponder de los cortes de la trama; inicio,
conflicto o clímax y desenlace, cada acto se compone del número necesario de escenas para dar claridad y
agilidad a una parte completa de la historia.

Adaptación: arreglo propio de la obra de otro autor, este término se refiere que debe hacerse a un texto para
que funcione efectivamente en otra situación comunicativa.

Caracterización. Proceso de identificación de cualidades o propiedades de los personajes para hacerlos


fácilmente reconocibles se integra por rasgos morales, afectivos, sociales.

Dialogo: conversación entre dos o más personajes es fundamental en las obras dramáticas y cinematográficas.

Escena. Actualmente se considera que es una división que se hacen la obra de teatro en función del ambiente.

Estenografía: recordaras que se emplea en la representación teatral sirve para ocupar el lugar que se
desarrolla la historia.

Intermedio. Pausa de una representación teatral puede servir para hacer cambios de escenografía.
LA REVOLUCIÓN MEXICANA
Por Juan Rivera

Personajes

Narrador

Porfirio Díaz

Emiliano Zapata

Francisco I. Madero

Francisco Villa (José Doroteo Arango Arámbula)

Venustiano Carranza

Álvaro Obregón

Victoriano Huerta (José Victoriano Huerta Márquez)

Extras (guardias, campesinos)

Prólogo

La revolución mexicana, fue la primera gran revolución del siglo XX en el mundo. Duró de 1910 a 1920, con más de un
millón de muertos y exiliados, todos los sectores intervinieron, campesinos, obreros, militares y hacendados. Comienza
como una protesta por un cambio político y termina clamando un cambio político, económico y social, que hasta hoy, no
se ha cumplido.

Acto primero
Escena primera

Zócalo de la Ciudad de México

Porfirio Díaz, sus guardias y los campesinos.

Narrador: Porfirio Díaz, habiendo gobernado ya durante 28 años, llegaba al Zócalo de la Ciudad de México en donde
organizaba un evento popular para repartir mendrugos de pan a la población campesina, que, cansados de trabajar de
sol a sol, querían solamente descansar las pocas horas que les quedaban antes de volver a su jornada laboral.

Porfirio Díaz: Esto, -tomando un pedazo de pan- es para ustedes, mi gente. Disfruten de este pan, pues mi gobierno
jamás dejará que sufran de hambre. Todos los domingos pueden venir aquí a divertirse y comer.

-Alguien entre la gente, alza la voz-


Campesino: ¡Ya no queremos tu limosna, son miserias que nos ofende, danos las tierras que nos arrebataste, ladrón!

Porfirio Díaz: (Con rabia en sus ojos, se dirige a los soldados que le rodean) ¡Agarren a ese muerto de hambre y háganle
lo mismo que a los traidores de la patria!

-Los soldados se lo llevan entre el tumulto y Porfirio Díaz aprovecha para retirarse, todos salen de escena después del
alboroto-

Escena segunda

La hacienda de Porfirio

Porfirio Díaz, sus soldados.

Narrador: Días después, el descontento (que no había sido reciente) del pueblo mexicano se acrecentaba. Díaz se reúne
con un pequeño grupo de allegados a pensar en una estrategia para mantener al pueblo tranquilo.

Porfirio Díaz: (dando vueltas, deteniéndose de vez en cuando a mirar la ventana) Debe ser la sequía, los campos, el
ganado y hasta los indígenas necesitan agua para continuar su desarrollo.

Oficial: Mi general, puede que el aumento en el precio de los alimentos y de las inversiones extranjeras sean motivo del
descontento.

Porfirio Díaz: (Se detiene y lo mira) Hay que colgar más gente, si, eso siempre ha funcionado, colgamos a los
alborotadores en la calle.

Oficial: Ya hemos hecho eso, mi general…

Porfirio Díaz: Tal vez sea hora de que venga ese americano a entrevistarme, tengo unas palabras que les gustarán a los
revoltosos. Con eso seguramente se calmarán.

-Salen de escena-

Escena tercera

En una casa de la Ciudad de México

Francisco I. Madero y dirigentes políticos

Narrador: Porfirio Díaz, después de haberse entrevistado con un estadounidense, declaró que el pueblo estaba listo
para elegir a sus propios gobernantes y que se retiraría al finalizar su mandato. Sin embargo esto no sucedió y la alegría
del pueblo al saber la noticia, se esfumó tan rápido como llegó. Mientras tanto Francisco I. Madero, empresario y
político comienza a movilizarse.

Francisco I. Madero: Hoy 22 de mayo de 1909, después de casi un año de reclamar las injusticias políticas de Díaz en mi
libro “La sucesión presidencial”, y sin ver un cambio de ánimos por parte del gobierno, me complazco en informar que
seguiremos en la lucha política con el anterior Club Antireleccionista de México y ahora Partido Nacional
Antireleccionista, rumbo a la presidencia de México y la no relección de Porfirio Díaz.

-Los asistentes vitorean-


Francisco I. Madero: Nosotros somos la verdadera oposición al gobierno de Díaz, la verdadera democracia frente a la
dictadura, vamos a recorrer el país y vamos a ganar legítimamente a través del sufragio, la presidencia y la devolución de
lo que le pertenece a todos.

-Más vítores-

-Salen de escena-

Escena cuarta

Palacio de Díaz

Porfirio Díaz, sus oficiales y soldados

Narrador: Madero recorrió el país ganando, por donde pasaba, adeptos a su causa. Durante el tiempo restante a las
elecciones de 1910, logró la autonomía de Coahuila, pues no estaba de acuerdo con que los gobernantes fueran elegidos
desde la ciudad de México. Mientras tanto, Díaz elaboraba un plan para evitar que Madero lo venciera.

Porfirio Díaz: ¡No me van a quitar de la silla! Esos sucios campesinos no me pueden derribar. –Camina nerviosamente-
Tengo que pensar en algo… ¡ah! Nadie puede elegir a Madero si no está presente el día de las elecciones, digamos, en
un sucio calabozo.

Oficial: ¿Bajo qué cargos podrían encerrar al hombre? No ha hecho nada malo, salvo querer ser presidente.

Porfirio Díaz: Bajo el cargo que sea, digamos que por rebelde y ultrajar a las autoridades. No puede ir paseándose por
todo el país como si nada, hay leyes y deben ser respetadas. ¡Arresten a Madero de inmediato!

Oficial: A sus órdenes.

-Salen de escena-

Escena quinta

Texas, Estados Unidos

Francisco I. Madero, miembros del PNA

Narrador: Tras el arresto de Francisco I. Madero, las elecciones fraudulentas arrojaban nuevamente como presidente a
Porfirio Díaz, el 21 de junio de 1910. Mientras tanto, Madero logra escapar de prisión y se refugia en San Antonio, Texas,
en donde planearía una nueva estrategia.

Francisco I. Madero: Hemos agotado las vías políticas, hemos agotado las vías pacíficas y legales para traer un nuevo
gobierno al México devastado por Díaz y su gente. Ahora que nuevamente se levanta como presidente no nos deja otra
opción que tomar las armas. Este día, firmo el Plan de San Luis en el que convoco a todos los mexicanos hartos de la
tiranía a levantarse en armas el domingo 20 de noviembre a las seis de la tarde. Todo aquél que quiera luchar por un
México equitativo, es bienvenido a participar.

-Vítores por parte de los asistentes-

-Salen de escena-
Acto segundo
“Estalla la revolución”

Escena primera

Una cantina de Chihuahua

Pancho Villa y sus hombres

Narrador: El llamado de Madero fue respondido principalmente por las clases más bajas, el 20 de noviembre se dieron
estallidos en varios estados como Chihuahua, Coahuila, Veracruz, Morelos y Guerrero, siendo estos la chispa que
desataría la revolución. En el norte del país, más en concreto, en Chihuahua, el nombre de Pancho Villa comenzaba a
hacerse cada vez más grande.

Pancho Villa: ¡Dos malteadas de fresa! –Dirigiéndose al cantinero-

Cantinero: No tenemos…

-Villa lo mira con furia en los ojos-

Cantinero: ¡Si, ahorita se las traigo!

-entran los hombres de Villa alborotando el lugar, éste los detiene-

Pancho Villa: Espérense hombre, dejen que beba primero…

Hombre 1: Jefe, pa’ dónde vamos pues

Pancho Villa: Vamos pa’ Juárez, los federales no nos van a aguantar ora que venga Orozco y ataquemos.

Hombre 2: ¿Pero jefe que no le dijo clarito Madero que no fuéramos pa allá?

Pancho Villa: Ya los tenemos arrinconaditos y a mí me trae flojo lo que diga Madero, esta batalla la ganamos y todos los
guachos se van a echar pa atrás, ya verán.

-Salen de escena-

Escena segunda

Monte de Morelos

Emiliano Zapata y sus hombres

Narrador: La batalla de Ciudad Juárez fue ganada por Villa y Orozco, siendo una de las más importantes de la revolución,
a partir de aquí, se comenzó a ganar rápidamente California y Chihuahua. Mientras que cada día, se hacía más grande el
ejército rebelde. En el centro-sur Emiliano Zapata combatía contra las fuerzas de Díaz a capa y espada.

-Entra Emiliano Zapata y sus hombres-

Emiliano Zapata: Vamos, denles con ganas cuando les diga, ya mero pasan.

Hombre 1: Ahí vienen los guachos.


Emiliano Zapata: Esperen que estén cerca… denle de un solo tiro, ¡fuego!

-Disparos-

Narrador: Las fuerzas de Zapata, a diferencia de los miles de hombres de Villa, eran a base de guerrillas y emboscadas
dispersas, no obstante se hicieron con el control de Morelos, controlando el flujo de entrada y salida hacia la Ciudad de
México.

Escena tercera

El muelle de Veracruz

Porfirio Díaz y sus hombres

Narrador: A pesar del esfuerzo de Porfirio Díaz por combatir a los rebeldes, no pudo contenerlos por más tiempo y el 21
de mayo los enviados de Madero y los representantes de Díaz llegaron a un acuerdo al no permitir otra relección. El 25
de mayo de 1911 Díaz renunciaba y se nombraba a un nuevo presidente interino.

Porfirio Díaz: Me voy de este pueblucho, estos ingratos nunca entenderán que era por su bien todo lo que yo hacía.
Durante mis años como presidente nunca se vio un México tan glorioso y moderno como éste. Así me pagan… Pero
mejor me voy antes de que sea tarde y suceda algo más desastroso. Mientras dejaré a León de la Barra, ya les esperará
una sorpresita…

-Salen de escena-

Narrador: Porfirio Díaz se embarcó hacia París en donde moriría cuatro años después. León de la Barra estuvo en el
poder de mayo a noviembre, según el pacto, en donde convocaría a elecciones y dejaría el poder. Sin embargo se
postuló para presidente, siendo derrotado por una gran mayoría de votos, por Francisco I. Madero.

Escena cuarta

El zócalo de la Ciudad de México

Francisco I. Madero y la ciudadanía

Narrador: Madero se alzaba en medio de la ciudad de México, entre la alegría de la gente por la derrota de Díaz y el
triunfo de la Revolución. Lo que parecía ser una lucha violenta, después de casi un año había dado frutos y Madero
congregaba a la gente a escucharlo hablar por primera vez, después de su toma de protesta.

Francisco I. Madero: Hoy 6 de noviembre de 1911, declaro la ley anti reelección, ya no más dictaduras, no más
injusticias. La tierra será propiedad de sus legítimos dueños, México será de los mexicanos y no de los extranjeros. Hoy
hemos de ver nacer un nuevo gobierno justo y equitativo para todos, hoy termina la revolución armada y comienza la
revolución social.

Gente: ¡Viva la revolución! ¡Viva México! ¡Viva Madero!

-vítores y más vítores-

-Salen de escena-

Вам также может понравиться