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DEBILIDAD DEMOCRACIA INTERNA PARTIDOS


POLITICOS GENERA CONFLICTIVIDAD ELECTORAL

Lic. Jorge Eligio Mèndez Pèrez


Ex Suplente a Miembro Junta Central Electoral
Profesor Derecho Electoral y de Estrategia Política Maestría Ciencia Política
UNPHU. Derecho Comparado y Derecho de Sucesiones de la PUCMM.

El transfuguismo partidario es un efecto sobrevenido de la fragilidad de


la democracia a lo interno de los partidos políticos; de la escasa valoración
a la institucionalidad al carácter de ponderación sistémica de las primarias
partidarias; y al handicard del organismo electoral que por momento
parece desvanecer su competencia con pronunciamientos públicos
extemporáneos de algunos juzgadores sobre temática que han de ser
apoderados para conocer en su instancia propia o en el Pleno Electoral; o
con la escogencia de postulantes que no han nacido del soberano
escrutinio de las bases partidarias.

El poder de representación para las inscripción de candidaturas en la


Junta Central Electoral o la facultad para reservas de candidaturas que
otorgue una Asamblea Partidaria no puede desbordar los límites de la
singularidad de la ley electoral ni el marco constitucional frente a
derechos firmemente adquiridos por el voto de la estructura sufragante
partidaria; derechos fundamentales que solo claudican en su exigibilidad
cuando existan restricciones o exhimientes legales electorales como
renuncia expresa, muerte comprobada o inhabilidad judicial.

Toda propuesta nominativa de candidatos a cagos electivos debe tener


como antecedente el valor del voto afirmativo de la Convencion Partidaria,
conforme al Artículo 69 de la Ley Electoral, por lo que constituye una
asimetría electoral la aceptación de postulaciones fuera del andamiaje
axiológico de la ley.

La autoridad partidaria al presentar propuestas de candidaturas debe


ceñirse al resultado convencional y solo en caso de inconsistencia en el
cumplimiento de la Ley No. 12-2000 del 2 de marzo del 2000 que contiene
la exigibilidad de la cuota de la mujer del 33%, que como expresión de su
valor en la democracia la posibilidad de candidaturas debe procurarse
dentro del esquema participativo de las mujeres convencionantes que no
lograron en primera instancia la votación requerida.
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El Estatuto partidario es la norma interna, pero su consistencia y


pertinencia no se impone a una ley general de carácter nacional.

La sustitución de un candidato positivamente convencionado solo castra


su accesibilidad a su candidatura, repito, por renuncia expresa, muerte
comprobada con el acta de defunción, incapacidad orgánica física, rechazo
por causales impedientes detectadas de oficio por la Junta Central
Electoral o a instancia privada o inhabilidades expresamente
determinadas por la ley.

Solo asi el órgano directivo de un partido político puede retirar,


reemplazar, inhabilitar o rectificar la presentación de un candidato a cargo
electivo; y sobre esa ecuación jurídica irreductible surge un postulado en
donde la Junta Central Electoral tiene que garantizar la efectividad del
derecho al sufragio interno de la base partidaria y asegurar con su
independencia de autoridad electoral la instauración de una competencia
electoral justa como clave para la consolidación democrática.

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