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DEBILIDAD DEMOCRACIA INTERNA PARTIDOS POLITICOS GENERA CONFLICTIVIDAD ELECTORAL
Lic. Jorge Eligio Mèndez Pèrez
Ex Suplente a Miembro Junta Central Electoral
Profesor Derecho Electoral y de Estrategia Política Maestría Ciencia Política UNPHU. Derecho Comparado y Derecho de Sucesiones de la PUCMM.
El transfuguismo partidario es un efecto sobrevenido de la fragilidad de la democracia a lo interno de los partidos políticos; de la escasa valoración a la institucionalidad
DEBILIDAD DEMOCRACIA INTERNA PARTIDOS POLITICOS GENERA CONFLICTIVIDAD ELECTORAL
Lic. Jorge Eligio Mèndez Pèrez
Ex Suplente a Miembro Junta Central Electoral
Profesor Derecho Electoral y de Estrategia Política Maestría Ciencia Política UNPHU. Derecho Comparado y Derecho de Sucesiones de la PUCMM.
El transfuguismo partidario es un efecto sobrevenido de la fragilidad de la democracia a lo interno de los partidos políticos; de la escasa valoración a la institucionalidad
DEBILIDAD DEMOCRACIA INTERNA PARTIDOS POLITICOS GENERA CONFLICTIVIDAD ELECTORAL
Lic. Jorge Eligio Mèndez Pèrez
Ex Suplente a Miembro Junta Central Electoral
Profesor Derecho Electoral y de Estrategia Política Maestría Ciencia Política UNPHU. Derecho Comparado y Derecho de Sucesiones de la PUCMM.
El transfuguismo partidario es un efecto sobrevenido de la fragilidad de la democracia a lo interno de los partidos políticos; de la escasa valoración a la institucionalidad
Ex Suplente a Miembro Junta Central Electoral Profesor Derecho Electoral y de Estrategia Política Maestría Ciencia Política UNPHU. Derecho Comparado y Derecho de Sucesiones de la PUCMM.
El transfuguismo partidario es un efecto sobrevenido de la fragilidad de
la democracia a lo interno de los partidos políticos; de la escasa valoración a la institucionalidad al carácter de ponderación sistémica de las primarias partidarias; y al handicard del organismo electoral que por momento parece desvanecer su competencia con pronunciamientos públicos extemporáneos de algunos juzgadores sobre temática que han de ser apoderados para conocer en su instancia propia o en el Pleno Electoral; o con la escogencia de postulantes que no han nacido del soberano escrutinio de las bases partidarias.
El poder de representación para las inscripción de candidaturas en la
Junta Central Electoral o la facultad para reservas de candidaturas que otorgue una Asamblea Partidaria no puede desbordar los límites de la singularidad de la ley electoral ni el marco constitucional frente a derechos firmemente adquiridos por el voto de la estructura sufragante partidaria; derechos fundamentales que solo claudican en su exigibilidad cuando existan restricciones o exhimientes legales electorales como renuncia expresa, muerte comprobada o inhabilidad judicial.
Toda propuesta nominativa de candidatos a cagos electivos debe tener
como antecedente el valor del voto afirmativo de la Convencion Partidaria, conforme al Artículo 69 de la Ley Electoral, por lo que constituye una asimetría electoral la aceptación de postulaciones fuera del andamiaje axiológico de la ley.
La autoridad partidaria al presentar propuestas de candidaturas debe
ceñirse al resultado convencional y solo en caso de inconsistencia en el cumplimiento de la Ley No. 12-2000 del 2 de marzo del 2000 que contiene la exigibilidad de la cuota de la mujer del 33%, que como expresión de su valor en la democracia la posibilidad de candidaturas debe procurarse dentro del esquema participativo de las mujeres convencionantes que no lograron en primera instancia la votación requerida. 1
El Estatuto partidario es la norma interna, pero su consistencia y
pertinencia no se impone a una ley general de carácter nacional.
La sustitución de un candidato positivamente convencionado solo castra
su accesibilidad a su candidatura, repito, por renuncia expresa, muerte comprobada con el acta de defunción, incapacidad orgánica física, rechazo por causales impedientes detectadas de oficio por la Junta Central Electoral o a instancia privada o inhabilidades expresamente determinadas por la ley.
Solo asi el órgano directivo de un partido político puede retirar,
reemplazar, inhabilitar o rectificar la presentación de un candidato a cargo electivo; y sobre esa ecuación jurídica irreductible surge un postulado en donde la Junta Central Electoral tiene que garantizar la efectividad del derecho al sufragio interno de la base partidaria y asegurar con su independencia de autoridad electoral la instauración de una competencia electoral justa como clave para la consolidación democrática.