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Enciclopedia sobre el Holocausto

Fuentes
Zadoff, Efraim (Ed.), SHOA - Enciclopedia del Holocausto, Yad Vashem y E.D.Z. Nativ
Ediciones, Jerusalen 2004. Basado en: Rozett, Robert & Shmuel Spector (Ed.), Encyclopedia of
the Holocaust, Yad Vashem and Facts On File, Inc., Jerusalem Publishing House Ltd, 2000

Antisemitismo

Odio a los judíos como grupo o al “judío” como concepto. Se distinguen tres tipos de
antisemitismo:
a. religioso, principalmente cristiano, que discrimina a los judíos por su fe y sus
tradiciones y por no haber aceptado a Jesús como Mesías; promueve la conversión al
cristianismo;
b. político, que se opone a otorgar a los judíos igualdad de derechos civiles; promueve
la asimilación social y cultural de los judíos y su desaparición como grupo
diferenciado;
c. racista, que basa su odio en la existencia misma del judío; promueve la separación
física de los judíos de la sociedad y en última instancia, su exterminio.

El odio antijudío no es un fenómeno moderno – viene de tiempos remotos. A través de


los siglos, diversos estereotipos sobre los judíos fueron cobrando vigencia. Los judíos
individuales no eran juzgados sobre la base de sus logros o méritos personales, sino
que eran percibidos según diversos estereotipos (a menudo combinados entre sí) como
avaros, diabólicos, sectarios, vagos, amantes del dinero y promiscuos. Se llegó al punto
de acusar falsamente a los judíos de utilizar la sangre de niños cristianos como parte
del ritual de la festividad de la Pascua (acusación conocida como “calumnia de crimen
ritual”).
Los siglos XVIII y XIX brindaron al mundo europeo la Ilustración – un movimiento
filosófico que basaba su visión de mundo en la razón y no en el dogma religioso
tradicional, el cual fue acompañado por ideas sobre humanitarismo y progreso social y
político. Sin embargo, el antisemitismo no desapareció durante la Ilustración, sólo
cambió sus formas. Al mismo tiempo que se les otorgaba a los judíos igualdad de
derechos en muchos países europeos, muchas personas expresaban su aversión
cuestionando si los judíos podían ser leales a los estados que los incorporaban como
ciudadanos. Por su parte, aquéllos que se oponían a los cambios políticos y a la
modernización acusaban a los judíos de ser los promotores de los mismos.
Durante la década de 1870, se incorporó al nuevo antisemitismo político el
antisemitismo “racial”, basado en las nuevas ideas sobre la evolución de las especies
expuestas por el naturalista inglés Charles Darwin – quien nunca tuvo la intención de
que las mismas fueran utilizadas fuera del ámbito de la ciencia. Los antijudíos
comenzaron a definir a los judíos eran una “raza” inferior en la escala evolutiva. Al
establecer que los judíos constituían un “problema” con base física o genética,
determinaron que el mismo nunca podría ser solucionado, aun cuando los judíos se
asimilaran totalmente a su entorno social.
El Partido Nazi, creado en Alemania en 1919 y llegado al poder en 1933, fue uno de los
primeros movimientos políticos basado esencialmente en el antisemitismo racista. Los
nazis discriminaron a los judíos desde el comienzo mismo de su régimen, primero
instituyendo una legislación antijudía que separaba a los judíos del resto de la sociedad
y posteriormente exterminándolos por ser miembros de una “raza inferior”. En los
países que colaboraron con los nazis o que fueron ocupados por ellos, las
manifestaciones locales de antisemitismo –ya fuera tradicional-religioso, político o
racial– contribuyeron a determinar el destino de los judíos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo tomó conciencia de lo que


había ocurrido en Europa, el antisemitismo se debilitó significativamente. La negación
del Holocausto y el neo-nazismo son otras formas de expresión del antisemitismo en el
mundo moderno, al pretender absolver al nazismo de sus crímenes o glorificar al
nazismo y al odio antijudío tal como existieron en el pasado.

Hoy, en nuestro país, se condena el antisemitismo así como cualquier otro tipo de
discriminación.

Auschwitz

El campo de concentración y campo de exterminio nazi más grande, ubicado cerca de


la ciudad polaca de Oswiecim, a 60 km al oeste de Cracovia, en la región de Polonia
anexada a Alemania a comienzos de la Segunda Guerra Mundial. La sexta parte de
todos los judíos asesinados por los nazis fueron gaseados en Auschwitz.
Fue construido en abril de 1940. Los primeros prisioneros políticos polacos llegaron a
Auschwitz en junio de 1940, y en marzo de 1941 había 10.900 confinados, en su
mayoría polacos. Pronto se hizo famoso como el más brutal de todos los campos de
concentración.
En marzo de 1941, Himmler ordenó la construcción de una segunda sección, mucho
más grande que la primera, a unos 3 km del campo principal. Ese lugar, destinado a
campo de exterminio, fue denominado Birkenau o Auschwitz II. De hecho, Birkenau
alojó a la mayor cantidad de prisioneros del complejo de Auschwitz , judíos, polacos,
alemanes y gitanos. También tenía las peores y más inhumanas condiciones – e incluía
las cámaras de gas y el crematorio del complejo.
Una tercera sección, Auschwitz III, construida en la cercana Monowitz, consistía en un
campo de trabajos forzados denominado Buna-Monowitz y otros 45 campos anexos de
trabajos forzados Los prisioneros, casi todos judíos, eran obligados a trabajar en esa y
en otras fábricas alemanas hasta morir exhaustos, y entonces se los reemplazaba por
otros.
En marzo de 1942 comenzaron a llegar a diario trenes que transportaban judíos. En
algunas oportunidades llegaban varios trenes el mismo día, cada uno de ellos con mil o
más víctimas provenientes de los guetos de Europa oriental, como así también de
países del oeste y del sur de Europa.

La población del campo crecía constantemente, a pesar de la elevada tasa de


mortalidad provocada por la exterminación, el hambre, los trabajos forzados y las
enfermedades contagiosas.
Cuando los judíos llegaban al andén en Birkenau, eran arrojados fuera de los vagones
sin sus pertenencias y obligados a formarse en dos hileras, hombres y mujeres por
separado. La mayoría de los recién llegados era enviada a las cámaras de gas, donde
eran asesinados el mismo día y sus cuerpos incinerados en el crematorio. La minoría
restante era puesta en “cuarentena”, se les afeitaba la cabeza y se les daban uniformes a
rayas. Registrados como prisioneros, su número de identificación era tatuado en el
brazo izquierdo. La mayoría de ellos debían realizar trabajos forzados en Auschwitz I,
Auschwitz III, en los campos satélite o en otros campos de concentración, donde
generalmente sólo lograban sobrevivir pocos meses

Las cámaras de gas en el complejo de Auschwitz constituyeron el más grande y


eficiente método de exterminio masivo utilizado por los nazis. Cuatro cámaras
funcionaban en Birkenau, cada una de las cuales tenía capacidad para matar a 6.000
personas por día. Exteriormente parecían salas de duchas, para así confundir a las
víctimas: los recién llegados a Birkenau eran informados que antes de ir a trabajar
necesitaban ducharse y desinfectarse. De ese modo se los llevaba a las cámaras, donde
eran rápidamente gaseados con Zyklon B hasta morir.
En octubre de 1944, miembros del Sonderkommando, los grupos de prisioneros que
trabajaban en los crematorios, lograron matar a varios miembros de las SS y destruir
una cámara de gas. Todos los sublevados murieron; sus diarios personales
proporcionan documentación auténtica sobre las atrocidades cometidas en Auschwitz
En enero de 1945, ante el avance de las tropas soviéticas hacia Auschwitz , los nazis,
desesperados por huir, enviaron a casi todos los 58.000 prisioneros que quedaban a una
Marcha de la Muerte hacia Alemania. La mayoría de los prisioneros fueron asesinados
en el trayecto. El ejército soviético liberó Auschwitz el 27 de enero; las tropas
encontraron, en todo el complejo del campo, sólo 7.650 prisioneros al borde de la
muerte. En total, fueron asesinados en Auschwitz aproximadamente un millón de
judíos.

Campos de concentración

Campos donde los nazis confinaban a sus opositores sin juicio previo.
Existían campos de trabajo y de trabajos forzados, campos de exterminio, campos de
tránsito y campos de prisioneros de guerra.

Cronológicamente, la utilización de campos de concentración puede ser dividida en


tres períodos claramente diferenciados: 1933-1936; 1936-1942; 1942-1945. El primer
período corresponde al ascenso al poder de los nazis y su consolidación, en la que los
campos de concentración fueron destinados a la detención de adversarios políticos del
Partido Nazi, la cual comenzó muy poco después de que Hitler llegara al poder en
enero de 1933.. En el otoño de 1933, los nazis comenzaron a detener a otras categorías
de personas, entre ellas las consideradas “elementos antisociales”, tales como
mendigos, vagabundos y delincuentes reincidentes.
En el segundo período (1936-1942), prácticamente todos los campos de concentración
creados durante el primer período fueron desmantelados, excepto Dachau, y fueron
construidos campos nuevos y más grandes para alojar al creciente número de
prisioneros: Sachsenhausen, Buchenwald, Mauthausen, Flossenburg, Ravensbrück,
Auschwitz, Majdanek, Natzweiler, Neuengamme y Stutthof. Durante este período, a
mediados del cual estalló la Segunda Guerra Mundial, los nazis también establecieron
campos de trabajo, de trabajos forzados y de “reeducación”. Desde 1937 en adelante
muchas empresas aprovecharon el trabajo forzado de judíos alemanes, luego austríacos
y, posteriormente, de todo el territorio nazi, alojándolos en campos de concentración o
en condiciones parecidas.
A partir del verano de 1938 los judíos fueron confinados en los campos de
concentración por su sola condición de judíos, especialmente después del pogrom de
noviembre de 1938 (Kristallnacht - Noche de los Cristales), en que 36.000 de ellos fueron
arrestados. Durante todo este período, el número de confinados en campos de
concentración creció constantemente. Al comenzar la guerra, alrededor de 25.000
estaban alojados en los campos de concentración; para fines de 1941, su cifra era de
60.000. Ese número creció aún más después de la invasión a la Unión Soviética en junio
de 1941; decenas de miles de prisioneros de guerra soviéticos fueron encarcelados en
campos de concentración nazis y muchos de ellos asesinados al poco tiempo.
A fines de 1941 y comienzos de 1942, cuando los nazis adoptaron la política oficial de
eliminación del judaísmo europeo, establecieron campos de exterminio en Chelmno,
Treblinka, Sobibor y Belzec. Majdanek y Auschwitz, construidos originalmente en
Polonia como campos de concentración, fueron expandidos para funcionar también
como centros de exterminio. Birkenau (Auschwitz II), era el centro de exterminio y sus
sub-campos funcionaban como campos de trabajos forzados.

Los prisioneros de los campos de concentración no tenían el menor poder de decisión;


las SS les indicaban exactamente lo que debían hacer durante el día. Si un prisionero no
obedecía una orden era castigado con azotes, confinamiento, privación de alimentos o
de otras formas. Los reclusos eran clasificados de acuerdo a su país de origen y al
motivo por el cual estaban confinados. Los judíos y los soviéticos ocupaban el nivel
más bajo de la escala. Los judíos eran tratados mucho peor que cualquier otro grupo, y
después de estallada la guerra, tuvieron muy pocas posibilidades de sobrevivir. En
octubre de 1942, la WVHA ordenó la remoción de los judíos de todos los campos de
concentración dentro del Reich y su deportación a Auschwitz o Majdanek, donde
fueron, en su mayoría, exterminados.
En otoño de 1944 era evidente que los alemanes estaban perdiendo la guerra. Los
Aliados estrechaban el cerco desde todas direcciones. Los nazis fueron cerrando
gradualmente los campos de concentración fuera del Reich y enviando a sus
prisioneros en terribles Marchas de la Muerte hacia los campos que aún funcionaban
en Alemania y Austria.

Cámaras de gas

Método de exterminio masivo utilizado por los nazis.


El gas venenoso fue utilizado por primera vez por los nazis para el asesinato en masa
en diciembre de 1939, cuando la SS empleó monóxido de carbono para asfixiar a
pacientes psiquiátricos polacos. Un mes después, el jefe del Programa de Eutanasia
resolvió utilizar monóxido de carbono para eliminar a discapacitados. Hasta agosto de
1941 más de 70.000 alemanes habían sido asesinados en cinco centros de dicho
programa, que estaban equipados con cámaras de gas fijas o con furgones de gas
móviles.
En el verano de 1941 los alemanes comenzaron a asesinar judíos en forma sistemática y
masiva.

Los campos de exterminio fueron equipados con grandes cámaras fijas que utilizaban
los gases de escape de motores Diesel. Los nazis continuaron buscando métodos más
eficientes. Después de algunos experimentos realizados sobre prisioneros de guerra
soviéticos, descubrieron que un insecticida comercial denominado Zyklon B era
apropiado para sus objetivos. El gas Zyklon B, una forma de cianuro de hidrógeno, fue
puesto en uso en el centro de exterminio de Auschwitz. Durante sus cuatro años de
existencia, más de un millón de personas fueron gaseadas en él.

Genocidio

La aniquilación planificada y sistemática de un grupo nacional, étnico, racial o


religioso, o su destrucción hasta que deja de existir como grupo. El término genocidio
fue utilizado por primera vez por el jurista judío Raphael Lemkin (Polonia, 1900 –
Estados Unidos, 1959), en una reunión realizada en Madrid en 1933. Lemkin propuso
que la Liga de las Naciones elaborase un acuerdo internacional para condenar el
vandalismo y la barbarie criminal. En 1941 logró llegar a los Estados Unidos, y
continuó definiendo y analizando el genocidio en sus libros, en los que explicaba que
dicho crimen no significa necesariamente la destrucción inmediata y total de un grupo,
sino también una serie de acciones planificadas para destruir los elementos básicos de
la existencia grupal, tales como el idioma, la cultura, la identidad nacional, la economía
y la libertad de sus integrantes.
El 9 de diciembre de 1948 las Naciones Unidas aprobaron la Convención contra el
Genocidio, un acuerdo para prevenir el genocidio y castigar a aquellos que lo
planifican y lo llevan a cabo. Lemkin mismo jugó un papel importante en su redacción.
La Convención enumera diversas acciones definidas como genocidio cuando son
llevadas a cabo contra un grupo religioso, étnico, nacional o racial, con el objetivo de
destruirlo parcial o totalmente. Estas son: 1) matar personas pertenecientes al grupo; 2)
causar severos daños físicos o espirituales a miembros del grupo; 3) obligar
premeditadamente a un grupo a vivir bajo condiciones que podrían conducir a su
destrucción total o parcial; 4) adoptar medidas para impedir que se produzcan
nacimientos dentro del grupo; 5) transferir a niños por la fuerza a otro grupo. Esta lista
de delitos genocidas es muy similar a los delitos nazis definidos en el primero de los
Juicios de Nuremberg como “crímenes contra la humanidad”: el asesinato, los malos
tratos y la persecución de un grupo, basándose en su raza o etnia, con el objetivo de
destruirlo. Sin embargo, los nazis juzgados en Nuremberg no fueron acusados
específicamente de genocidio, ya que dicho concepto no estaba incluido en el acuerdo
que había establecido el Tribunal Militar Internacional.

Holocausto (en hebreo Shoá)

Término utilizado para denominar la destrucción sistemática del judaísmo europeo en


manos de los nazis durante la Segunda Guerra mundial. La palabra proviene del
griego holókauston, usado en la traducción griega de la Biblia : sacrificio totalmente
consumido por el fuego. En los últimos años ha comenzado a ser más usual la
utilización del término hebreo Shoá.

Justos de las Naciones

Distinción oficial otorgada por Yad Vashem a no-judíos que arriesgaron sus vidas para
salvar judíos durante el Holocausto. La denominación proviene de una frase de
Maimónides: “Los justos de las naciones del mundo tendrán parte en la vida eterna” (Hiljot
Melajim, 8:11).
En 1953 el parlamento de Israel aprobó la Ley de Recordación de los Mártires y Héroes,
por la que se estableció en Jerusalén el Instituto Yad Vashem y se le otorgó, entre otras,
la responsabilidad de establecer condecoraciones y conmemorar a los “Justos de las
Naciones”. Desde comienzos de la década del ’60 ha funcionado en Yad Vashem una
Comisión para la Designación de los Justos. Este comité tiene a su cargo otorgar la
distinción de “Justos de las Naciones”. En sus primeros años de existencia el comité fue
presidido por el juez Moshé Landau, quien se convirtió más tarde en presidente de la
Corte Suprema de Israel.
Cuando el nombre de un salvador es propuesto para recibir el reconocimiento, el
comité investiga minuciosamente las pruebas de sus actos y motivaciones. El
sobreviviente o grupo de sobrevivientes involucrados debe dar testimonio sobre su
actuación, y el comité recoge documentación confirmatoria proporcionada por
instituciones históricas europeas. La ley original no especificaba una definición exacta
del término “Justos de las Naciones”. Tal como ha sido utilizado a lo largo de la
historia judía, el mismo designa a una persona de elevada moral que ofrece empatía,
compasión y ayuda a judíos en tiempos de dificultades y persecuciones. Sin embargo,
según la Ley de Recordación de Mártires y Héroes, está claro que sólo una actuación
excepcional adjudica a un individuo el título oficial de “Justos de las Naciones”. Por
ello, el comité trata de determinar las motivaciones que tuvo el candidato para salvar
judíos, y formula preguntas tales como: ¿Recibió dinero por ello? ¿Qué clase de riesgos
y peligros enfrentó? ¿Sus motivaciones incluían la amistad, las creencias religiosas,
etc.? En general, para ser acreedor de la distinción, la persona tuvo que haber
arriesgado su vida, su seguridad o su libertad personal para salvar a un judío de la
*deportación, sin solicitar dinero a cambio.
En algunos casos, el tema del “riesgo” o del “peligro” resulta un obstáculo, porque
excluye a quienes gozaban de inmunidad diplomática y, por lo tanto, no estaban
arriesgando sus vidas. Son ejemplos de ello Aristides de Sousa Mendes, el cónsul de
Portugal en Francia que entregó a judíos visas de ingreso a su país; Sempo Sugihara, el
cónsul japonés en Kovno que hizo lo mismo; y Paul Gruninger, el capitán de la policía
suiza en la frontera austríaca que permitió que centenares de refugiados judíos
entraran a Suiza. Todos ellos desobedecieron las instrucciones oficiales de sus
respectivos gobiernos, pero no corrieron peligro personal debido a su estatus
diplomático. A pesar de esto, de hecho perdieron sus trabajos, dañaron su reputación y
sufrieron debido a sus actividades humanitarias, y por ello el comité resolvió honrarlos
con el título de "Justo entre las Naciones" Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que
salvó a miles de judíos húngaros, también tenía inmunidad diplomática, pero ello no
evitó que fuera arrestado por los soviéticos después de la liberación de Budapest.
En muchos casos, quienes salvaron vidas judías durante el Holocausto eran
ciudadanos comunes que eligieron, con todo lo que ello implicaba, ocultar a uno o más
judíos en sus casas. A menudo, el salvador construía un búnker para el judío, quien
permanecía allí durante semanas, meses o años, sin ver prácticamente la luz del sol. La
comida era muy escasa durante la guerra, y el salvador compartía su escaso pan con
los judíos que ocultaba de los nazis.
En ciertos casos, la salvación provino de grupos, como las unidades de la resistencia
clandestina en Holanda, Noruega, Bélgica y Francia que encontraron escondites para
judíos. Uno caso muy especial fue el de la pequeña aldea holandesa de Nieuwlande. En
1942 y 1943 sus pobladores resolvieron en forma conjunta que cada familia ocultase a
una familia o individuo judío. Todos los 117 habitantes de Nieuwlande fueron
honrados como "Justos de las Naciones". Otro salvamento colectivo tuvo lugar en la
aldea francesa de Le Chambon-sur-Lignon, cuyo pastor, André Trocmé, organizó a sus
feligreses para proveer de escondite y asistencia a los judíos que huían de los nazis. En
Dinamarca, ciudadanos daneses comunes transportaron a 7.200 de los 8.000 judíos del
país en lanchas pesqueras hasta Suecia, en una arriesgada operación.
Otros casos famosos son los de Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó a
cientos de judíos del campo de Plaszow, empleándolos en su fábrica; y el del holandés
Miep Gies, una de las personas que asistieron a la familia de Ana Frank mientras
estuvo oculta en el “anexo secreto” y quien encontró y preservó su diario.
El número de judíos salvados por no-judíos durante el Holocausto es impreciso.
Algunos de los judíos murieron después durante la guerra y no ha sido posible obtener
testimonios o conocer el nombre del salvador temporario. En ocasiones, el propio
salvador murió junto a aquellos judíos a quienes protegió. En otros casos, decidieron
permanecer anónimos, incluso después de la guerra, porque consideraban haber
seguido la voz de su conciencia, contra la indiferencia de millones de europeos, y no
creyeron merecer premio alguno. Hasta diciembre de 2003, 20.200 hombres y mujeres
han sido honrados con el título de "Justos de las Naciones". Hasta mediados de la
década del ’90 un gran número de los mismos plantaron árboles para conmemorar sus
acciones. En 1996 se inauguró un bosque recordatorio especial, que incluye los
nombres de todos los "Justos de las Naciones", al que se van agregando los de los
nuevos galardonados.
El elevado número de "Justos de las Naciones" prueba que el salvamento era posible a
pesar de los peligros. Los que han sido honrados con esta distinción no sólo han
salvado vidas judías, también han restablecido la fe en la humanidad.

Gueto

Una calle o sector de una ciudad donde sólo vivían judíos. La palabra fue utilizada
por primera vez en Venecia en 1516, como parte del término “Gueto Nuovo” (“nueva
fundición”), nombre del barrio judío cerrado que anteriormente había albergado una
fundición. Durante la Segunda Guerra Mundial los judíos de Europa oriental fueron
obligados a abandonar sus hogares y mudarse a los guetos, donde eran mantenidos de
hecho como prisioneros.
Muchos judíos murieron en los guetos. Si bien no hay pruebas de que fueran creados
originalmente para el propósito específico de matar judíos, o que durante la guerra los
nazis procuraran transformarlos en lugares de exterminio, a los nazís no les
preocupaba el elevado número de judíos que morían en los guetos de hambre y
enfermedades.
El gueto más grande de Europa fue el de Varsovia- Polonia-, establecido en noviembre
de 1940; en sólo cuatro meses, para marzo de 1941, alcanzó su número máximo de
445.000 habitantes. En otras zonas los guetos fueron más tardíos. También se
construyeron guetos en Hungría, Amsterdan (Holanda) y en algunas zonas de la
Unión Soviética ocupadas por los alemanes-

Cada gueto estaba cercado y custodiado de manera diferente. El de Lodz estaba


rodeado por una cerca de madera y alambres de púa, y en algunos sectores se
construyó un muro de ladrillos. Había guardias ubicados hacia el interior y el exterior
de la franja divisoria entre el gueto y el resto de la ciudad. El gueto de Varsovia estaba
rodeado por un muro de 18 km de extensión. Los guardias patrullaban el perímetro y
estaban apostados en sus accesos; con todo, era posible contrabandear al gueto comida
y otros productos.
Cada gueto tenía además su propio sistema de gobierno. Al ser virtualmente una
ciudad dentro de la ciudad, los judíos se veían obligados a prestar servicios y a hacer
funcionar las instituciones por sí mismos, para lo cual no tenían ninguna experiencia
previa. Además de conducir los Judenräte, que fueron creados antes que los guetos y
eran una entidad separada, los judíos tuvieron que hacer funcionar el correo, las
fuerzas policiales y otros servicios que una ciudad habitualmente provee. También se
vieron forzados a distribuir raciones de alimentos, y a proporcionar vivienda, atención
médica y trabajo. En algunos casos el gueto estaba dividido en dos zonas separadas:
una para los trabajadores y la otra para el resto de la población.

Los judíos que vivían en los guetos del este obtenían alimentos de los alemanes y en el
mercado negro. Oficialmente recibían tarjetas de racionamiento que les permitían
comprar mucho menos que al resto de la población local. Para mediados de 1941, los
alemanes les distribuían a los judíos en Polonia tarjetas de racionamiento que
proporcionaban solamente 184 calorías por día – el 7,5% de los requerimientos
mínimos diarios, mientras que los polacos obtenían una ración del 26%. Para
complementar su mísera alimentación, los judíos se veían obligados a pagar precios
exorbitantes en el mercado negro. Pero como la mayoría prácticamente no tenía dinero,
muchos murieron de hambre. Algunos que trabajaban en fábricas alemanas recibían
comida en las mismas.

Al implementarse la “Solución Final” (el exterminio total de los judíos), los alemanes
comenzaron a eliminar los guetos. Los primeros fueron liquidados en la primavera de
1942, y el último gueto polaco, Lodz, en el verano de 1944. La mayoría de los judíos
fueron deportados a campos de exterminio, donde fueron asesinados. Sólo un pequeño
número fue enviado, hacia el final de la guerra, a campos de concentración y campos
de trabajos forzados. Prácticamente todos los judíos de Europa oriental habían sido
obligados a abandonar sus hogares e instalarse en los guetos de sus ciudades y
pueblos. Al finalizar la guerra, sin embargo, no quedaba un solo gueto en Europa
oriental. En Hungría, donde se formaron los últimos guetos en 1944, éstos existieron
sólo durante algunas semanas, mientras los judíos eran deportados a Auschwitz. El
único gueto liberado fue el de Budapest, cuando las tropas soviéticas ocuparon Pest en
enero de 1945.

Nuremberg, leyes de

Leyes raciales puestas en vigencia por el parlamento alemán en Nuremberg el 15 de


septiembre de 1935, que se convirtieron en la base jurídica para la política del racismo
antijudío en Alemania. Las leyes de Nuremberg excluyeron sistemáticamente a los
judíos de la vida alemana.
La primera de las dos leyes de Nuremberg se denominaba la “Ley de Ciudadanía del
Reich” y establecía que dicha ciudadanía cabía exclusivamente a los arios. Esto despojó
a los judíos de sus derechos políticos, y los redujo súbditos del Estado. La segunda,
denominada “Ley para la salvaguarda de la sangre y el honor alemán”, prohibía los
casamientos y las relaciones extramatrimoniales entre alemanes y judíos, el empleo de
mucamas alemanas menores de 45 años en hogares judíos, y el uso de la bandera
alemana por parte de judíos.
Las leyes de Nuremberg no sólo brindaron un mecanismo legal “legítimo” para excluir
a los judíos de las corrientes principales de la cultura alemana, sino que también
proporcionaron al Partido Nazi una base racional para los disturbios antisemitas y los
arrestos que habían llevado a cabo durante los meses anteriores.

Solución final

Denominación cifrada del plan nazi para resolver la “cuestión judía” asesinando a
todos los judíos en Europa. La solución final fue la culminación de muchos años de
desarrollo de las políticas nazis: desde los primeros escritos de Adolf Hitler sobre la
necesidad de una solución a la cuestión judía en Europa, pasando por los intentos nazis
de inducir la emigración masiva durante la década del ’30 y el plan de deportación
colectiva a un destino determinado durante los primeros años de la guerra, hasta la
decisión, en 1941, de exterminar totalmente al pueblo judío.
En septiembre de 1919 Hitler escribió su primer documento político, en el que señaló
que la cuestión judía sería resuelta a través de la remoción total de los judíos de
Europa, que debía ser llevada a cabo no de forma emocional, mediante pogroms o
métodos similares, sino en base a una eficiente planificación. Para Hitler, el tema judío
era la cuestión esencial del nazismo. De hecho, estaba obsesionado con los judíos y
decidido a encontrar una solución final para librarse de ellos. Sin embargo, sus
primeros escritos y declaraciones no pueden ser considerados un boceto de los
asesinatos perpetrados años después.
Durante la década del ’30, Hitler estuvo convencido de que la respuesta al problema
judío era la emigración masiva. La legislación antijudía adoptada en Alemania desde el
momento en que llegó al poder en enero de 1933 hasta el estallido de la Segunda
Guerra Mundial en septiembre de 1939, fue diseñada para convencer y posteriormente
imponer a los judíos el abandono del país. En enero de 1939, en el Parlamento alemán,
Hitler criticó al mundo libre por no recibir a inmigrantes judíos y advirtió que las
consecuencias de la guerra incluirían la “aniquilación” del judaísmo europeo. Los
expertos discuten si esa afirmación debe ser interpretada como una manifestación
directa de su propósito de exterminar a los judíos, o si se trataba de una manipulación
destinada a presionar al mundo libre para que abriese sus puertas a los judíos
alemanes.
Cuando Alemania invadió Polonia, dando comienzo a la Segunda Guerra Mundial,
1.800.000 judíos más pasaron al control nazi. Hitler no ordenó inmediatamente su
exterminio.

Los nazis atacaron a su anterior aliado, la Unión Soviética, en junio de 1941. Unidades
móviles de exterminio, denominadas Einsatzgruppen, junto al ejército regular, unidades
policiales y colaboracionistas locales, comenzaron de inmediato con el asesinato
sistemático de los judíos soviéticos. Esta fue la primera vez que se utilizó el exterminio
masivo y organizado como un método para resolver la cuestión judía.
En julio, Hermann Göring autorizó los preparativos para la solución final A fines de
1941 y comienzos de 1942, los nazis establecieron campos de exterminio, comenzaron las
deportaciones y perfeccionaron los métodos de matanza en masa. La primera prueba
de gaseamiento se llevó a cabo en Auschwitz en septiembre de 1941, y a finales del
otoño se construyeron campos de exterminio en Belzec y Chelmno. Sobibor, Treblinka,
Majdanek y Auschwitz se transformaron en centros de exterminio en la primavera de
1942. Entre tanto, el 12 de diciembre de 1941, Hitler le confió a su círculo íntimo que el
exterminio se extendería hasta incluir a todos los judíos de Europa en los planes de la
solución final.
En la Conferencia de Wannsee en enero de 1942, se reunieron funcionarios del
gobierno alemán y jerarcas de las SS para coordinar el exterminio total del judaísmo
europeo. A partir de ese momento y hasta el fin de la guerra en 1945, la solución final
fue una política oficial del nazismo.

Resistencia judía

Oposición activa de judíos sometidos al dominio nazi, con el objeto de liberarse de


dicho dominio o de contrarrestar o amenguar sus efectos materiales, psicológicos y
morales. La resistencia judía durante el Holocausto adoptó diversas formas:
organizada o espontánea, individual o grupal, visible o clandestina. Hubo formas de
resistencia judía abierta y directa como las luchas armadas libradas por reclusos en
guetos y campos y por unidades partisanas en zonas urbanas y rurales. Otras formas
más modestas se proponían resistir al objetivo nazi de deshumanizar a los judíos, de
incontables maneras: desde mantenerse limpios en las terribles condiciones de
insalubridad existentes en los campos de concentración, hasta empeñarse en rezar aun
sabiendo que serían ejecutados si eran descubiertos. Todas las formas de resistencia
enfrentaban obstáculos insuperables, y su existencia fue en sí misma heroica. La
magnitud del desastre sufrido por el pueblo judío ha impedido a menudo apreciar las
verdaderas dimensiones de una resistencia ejercida aun en ausencia de toda esperanza
de verdadera salvación.
Dentro de los guetos y los campos la resistencia no armada contra los nazis estaba
sumamente difundida y formaba parte de la vida cotidiana. Para sobrevivir física,
psicológica y moralmente, los judíos enfrentaron las insoportables restricciones
económicas y sociales de los nazis contrabandeando alimentos, ropa y medicamentos,
organizando actividades culturales como periódicos, escuelas, teatros y orquestas y
manteniendo dentro de lo posible, la vida comunitaria y la asistencia mutua. Ello les
ayudó a mantener su dignidad, a pesar de los esfuerzos sistemáticos de los nazis de
deshumanizarlos, y contribuyó a elevar su moral frente a la incertidumbre y la muerte.

La resistencia judía combatiente, tanto las actividades de salvamento como la lucha


partisana, era organizada y llevada a cabo por judíos solos o en cooperación con no-
judíos. En Europa oriental numerosos judíos se incorporaron a unidades partisanas. En
Europa occidental muchos participaron en la resistencia francesa y belga; hubo judíos
en la resistencia griega y yugoslava en los Balcanes, y en la argelina en el norte de
África. Los movimientos juveniles judíos contribuyeron a planear la huida de judíos
de Francia a España, y de Francia e Italia a Suiza.
A pesar de las condiciones prácticamente insostenibles, hubo muchos casos de lucha
judía armada durante el Holocausto. Los reclusos de los diferentes guetos y campos
casi no tenían contacto entre sí, no contaban con ayuda exterior, estaban físicamente
debilitados, disponían de escaso armamento y casi ningún entrenamiento de combate,
y se enfrentaban contra una maquinaria bélica de inusitada potencia. La mayoría de los
combatientes sabía que no tenían oportunidades reales de derrotar a sus opresores,
pero sin embargo lucharon con todas sus fuerzas. Su objetivo era mostrar al mundo
que no aceptaban pasivamente su destino y defender el honor judío: Resistieron por la
resistencia misma.
En alrededor de 100 guetos de Polonia, Lituania, Bielorrusia y Ucrania se formaron
organizaciones clandestinas con el propósito de generar levantamientos armados o
romper por la fuerza el cerco del gueto y unirse a los partisanos. En algunos casos las
rebeliones fueron espontáneas; pero por lo general las acciones de resistencia fueron
planeadas para coincidir con las fechas destinadas por los nazis a las deportaciones a
campos de exterminio. El más famoso fue el Levantamiento del Gueto de Varsovia. Los
nazis entraron al gueto el 19 de abril de 1943 para reiniciar las deportaciones. Los
judíos, liderados por la Organización Judía Combatiente de Varsovia, presentaron
combate y lograron frenar el avance alemán. Entre los judíos combatientes hubo
decenas de sobrevivientes que lograron escapar y unirse a los partisanos, entre ellos
miembros de la Unión Militar Judía de Varsovia.

ENSEÑANZA DEL HOLOCAUSTO (SHOAH)

PREGUNTAS FRECUENTES
Material del Museo del Holocausto
Fundación Memoria del Holocausto- Bs.As. Argentina ( www.fmh.org.ar)

¿Cuando hablamos de Holocausto a qué período de la historia nos referimos?

El término Holocausto se refiere al período comprendido entre el 30 de enero de 1933,


fecha en que A. Hitler es nombrado canciller de Alemania hasta el 8 de mayo de 1945,
cuando finaliza la guerra.

¿Cuántos judíos fueron asesinados durante el Holocausto?

Resulta imposible saber con exactitud el número de víctimas judías, no obstante las
estadísticas indican que en total superó las 5.860.000 personas.

¿Qué es un campo de exterminio masivo?, ¿cuáles había? ¿dónde estaban ubicados?

Un campo de exterminio masivo es un campo de concentración con equipos


especialmente diseñados para matar en forma sistemática. Existieron seis campos de
esta clase: Auschwitz-Birkenau, Belzec, Chelmno, Majdanek, Sobibor, Treblinka, todos
ubicados en Polonia.

¿Qué significa el término “Solución final” y cuál fue su origen?

El término Solución final se refiere al plan alemán que consistía en asesinar a todos los
judíos de Europa. El término fue utilizado en la Conferencia de Wannsee (Berlín, 20 de
enero de 1942) donde los oficiales alemanes discutieron acerca de su implelentación.

¿Todos los alemanes apoyaban el plan de Hitler para la persecución de los judíos?

A pesar de que no toda la población de Alemania estaba de acuerdo con la persecución


de los judíos, no existen pruebas de protestas en contra de ello. Hubo alemanes que se
resistieron al boicot del 1 de abril de 1933 contra los negocios judíos, y hubo otros que
ayudaron a judíos a esconderse y escapar, pero fueron pocos.

¿Los Aliados y los pueblos del mundo libre conocían los acontecimientos que se
suscitaban en Europa?

Las diferentes medidas que los nazis tomaron con anterioridad a la Solución Final se
llevaron a cabo públicamente. Los corresponsales de la prensa extranjera escribieron
sobre las acciones antijudías más importantes que tuvieron lugar en Alemania, Austria
y Checoslovaquia antes de la Segunda guerra mundial. Una vez comenzada la guerra
se hizo más difícil obtener información, pero a pesar de esto se publicaron informes
acerca del destino que se les daba a los judíos. De este modo aunque los nazis no
divulgaron datos sobre la Solución Final, a menos de un año de haberse iniciado el
genocidio, comenzaron a infiltrarse detalles hacia el occidente.

¿Quiénes fueron los Justos entre las naciones?


Fueron personas no judías que ayudaron a los judíos durante el Holocausto, Hubo
Justos entre las naciones en todos los países dominados por los nazis o los aliados a
ellos.

¿Los judíos de Europa tenían conciencia de lo que les esperaba?

Con respecto al conocimiento de la solución final por parte de sus víctimas potenciales,
debe tenerse en cuenta varios puntos clave. En primer lugar los nazis no divulgaron
acerca de la Solución Final, ni hablaron acerca de dicho plan en forma abierta. Se
hicieron todos los esfuerzos por engañar a las víctimas y así prevenir o minimizar la
resistencia.
Cuando los prisioneros eran llevados a los campos de concentración se los forzaba a
escribir cartas a sus familiares contando acerca de las buenas condiciones del nuevo
lugar de residencia; los alemanes hacían todo lo que estaba a su alcance para garantizar
la confidencialidad. Puesto que cada comunidad judía europea se encontraba aislada,
eran pocos los lugares donde se tenía información.

¿Los judíos intentaron luchar contra los nazis?, ¿en qué medida tuvieron éxito?

A pesar de las difíciles condiciones bajo las que estaban los judíos en los países
europeos ocupados por los nazis, muchos de ellos participaron en la resistencia armada
que se dividía en tres tipos: levantamientos en ghettos, resistencia en los campos de
concentración y exterminio y luchas partisanas.

¿A qué se denominaba ghetto?

A partir de 1939 los nazis establecieron los ghettos en Europa Oriental, como parte de
un plan sistemático de aniquilación. Agrupar a los judíos en los ghettos, aislarlos y
quebrar su espíritu y su fortaleza física, no fue más que una etapa en el camino a los
campos de concentración y exterminio. Los ghettos abarcaban un área superpoblada y
restringida y muchas veces la salida era penada con la muerte.

¿Qué fueron los Juicios de Nüremberg?

EL término Juicios de NÜremberg se refiere al conjunto de juicios de criminales de


guerra nazis que se llevaron a cabo al finalizar la guerra. En ellos se procesaron a los
líderes políticos, militares y económicos del Tercer Reich capturados por los Aliados

POR QUÉ ENSEÑAR LA HISTORIA DEL HOLOCAUSTO

La educación es fundamental para combatir los prejuicios, educar en contra de la


xenofobia, el antisemitismo y toda forma de racismo y discriminación es educar en
valores humanos, a favor del respeto por la diversidad y los derechos humanos, la
dignidad del ser humano y la no violencia

Durante años el Holocausto fue exclusivamente del pueblo judío, hoy se lo estudia
desde una perspectiva universal, el Holocausto nos atañe a todos, de allí la necesidad
de enseñarla para entenderla: el Holocausto es un punto de inflexión en la historia de
la humanidad, su comprensión nos ayuda a pensar acerca del uso y el abuso del
poder, el papel y la responsabilidad de la sociedad ante estos acontecimientos, los
peligros del antisemitismo y todo tipo de discriminación hacia las minorías.
En este sentido se articula con lo expuesto por Consejo Federal de Educación en la
Resolución Nº80/09, en el art. 2do: “las autoridades educativas se comprometen a
incorporar contenidos curriculares específicos acerca del Holocausto en los
establecimientos educativos dependientes de sus jurisdicciones.

Entre las diversas razones ofrecidas por los educadores que han incorporado un
estudio del Holocausto en sus cursos y disciplinas están los siguientes 1:

1- El Holocausto fue un punto decisivo no sólo del siglo XX sino de la historia de


la humanidad. Fue un intento sin precedente de asesinar un pueblo entero y de
extinguir su cultura.
2- Un estudio del Holocausto ayuda a los alumnos a pensar sobre el uso y el abuso
del poder y el papel y las responsabilidades que tienen los individuos, las
organizaciones y las naciones al enfrentarse con violaciones de derechos civiles
y/o políticas genocidas.
3- Estudiar el Holocausto ayuda a los alumnos a desarrollar un entendimiento de
las ramificaciones del prejuicio, el racismo y los estereotipos de una sociedad.
Ayuda a los alumnos a desarrollar una conciencia del valor del pluralismo y les
anima a la tolerancia en una sociedad diversificada y plural.
4- El Holocausto provee n contexto para explorar loa peligros del silencio, la
apatía y la indiferencia frente a la opresión de otros.
5- Al ganar conocimiento de los muchos factores históricos, sociales, religiosos,
políticos y conciencia de la complejidad del tema y una perspectiva sobre cómo
la convergencia de factores puede contribuir a la desintegración de los valores
democráticos. Los alumnos llegan a entender que es la responsabilidad de los
ciudadanos en una democracia aprender a identificar las señales de peligro y a
saber cuándo reaccionar.

QUÉ ENSEÑAR DEL HOLOCAUSTO

Al final de la década del 50 del siglo XX aparece publicado el Diario de Ana Frank, texto
que ofrece la posibilidad de que los lectores se identifiquen rápidamente con lo que le
sucedió a la pequeña alemana. Cuando se enseña un acontecimiento como la Shoá es
recomendable personificar a las víctimas, que los estudiantes reconozcan un nombre,
un rostro, una familia, un hogar: ponerle nombre a la historia. Esto es, ir de lo
particular a lo general.

El eje cronológico que debe respetarse es el del antes- el durante y el después. Los
judíos no nacieron víctimas del nazismo, eran sujetos libres, que aportaron al mundo
occidental. Entonces, en un primer momento, deberían plantearse preguntas sobre:

1
Material de trabajo Museo del Holocausto, Bs.As.
a- La vida previa a la persecución, encierro y destrucción; a qué se dedicaban,
dónde estudiaban.
b- Cómo vivieron durante la persecución y el encierro: cómo vivieron en un
mundo caótico donde decidir rápidamente era sobrevivir. Cómo se mantenían
los lazos sociales: las escuelas y los templos en los ghettos. La ayuda de grupos
no judíos.
c- Cómo volver a empezar después de la guerra.

EL TESTIMONIO COMO RECURSO

“Meditar sobre lo que pasó es deber de todos”


Primo Levi

El siglo XX fue testigo de una experiencia genocida atroz sin precedentes en la historia
de la humanidad: el Holocausto o Shoá.
Shoá y Holocausto son los términos utilizados para definir la destrucción sistemática
del judaísmo europeo y el asesinato de seis millones de judíos a manos de los nazis
durante la Segunda Guerra Mundial.
Dimensionar esta cantidad de víctimas cuesta, es un reto para el entendimiento; por
ello se debe tomar conciencia que detrás de estos números hay personas- familias con
padres, abuelos, hijos-, con relatos de una vida.
Los relatos en primera persona y la literatura surgida de las “memorias” ponen énfasis
en las caras, los nombres y la vida diaria de las víctimas, y así nos proporcionan un
modo de dar significado a los números colectivos.
Entre estos testimonios se encuentran los de Ana Frank- registrado en su Diario-, el de
el escritor italiano Primo Levi, los de los sobrevivientes que dan cuenta del coraje, el
sufrimiento, el mal, pero también la bondad y la solidaridad en los ghettos y en los
Lager (campos).
Los testimonios, las memorias constituyen un mensaje que cada víctima, cada
sobreviviente, lega a las generaciones venideras para perpetuar la memoria y mantener
viva la conciencia de la barbarie de este genocidio.

Material de trabajo: Identidad. Retratos de testigos de la Shoá


Publicación del Museo del Holocausto. Bs.As. 2008

Testimonio de Stella Feigin


Testimonio de Loti Fischler
Testimonio de Rebeca Fiszman Mesyngier
Testimonio de Jasia Holcman de Zelman
Testimonio de Tema Janower
Testimonio de Lászlo Günteher Ladanyi

Los documentos, fotos, ilustraciones, poesías, textos literarios, mapas, cronologías,


videos, se vuelven importantes a la hora de contextualizar fragmentos de los
testimonios de las víctimas de la Shoá. Asimismo, la lectura y comentario de
fragmentos testimoniales despertará la motivación del lector para indagar y reflexionar
acerca de los valores éticos y el comportamiento humano en las circunstancias más
extremas.
Ejes de trabajo propuestos

La vida judía antes de la guerra


La vida en los ghettos
Los campos de concentración y exterminio
La lucha por sobrevivir
Los justos de la humanidad
La liberación y el retorno a la vida: emigración judía a la Argentina

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