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LINEAMIENTOS FORENSES PARA LA EVALUACIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y

ADOLESCENTES EN DENUNCIAS POR PRESUNTO ABUSO SEXUAL.


Especificidad forense. Protocolos. Cuestiones éticas.
Publicado en la Revista de Familia ¨El Derecho¨, agosto de 2011
Virginia Berlinerblau. Psiquiatra Infanto Juvenil. Médica Legista. Médica Forense de la Justicia
Nacional. vbblau@gmail.com

Introducción:
Kempe, médico pediatra, y sus colegas ayudaron a despertar el interés de
los profesionales sobre el abuso de niños (1962). Lamb (1994, 1996), Finkelhor
(1986, 1994, 1997) señalaron luego un viraje en el interés profesional desde el
abuso físico al abuso sexual con incrementos notables de los casos denunciados.
Surgió el reconocimiento de que muchos casos de abuso podían permanecer sin
ser detectados, porque las víctimas, únicas fuentes posibles de información,
raramente brindaban dicha información. Los investigadores efectuaron
esfuerzos considerables para entender cómo el testimonio infantil puede
resultar lo más completo, útil y confiable posible, usando técnicas de entrevistas
forenses. En la Argentina se han logrado avances parciales en cuanto al
reconocimiento del abuso sexual infantil como un problema común de la
infancia y a las necesidades y particularidades de los niños testigos en la Justicia.
Los imaginarios socioculturales e ideologías imperantes que silencian a las
víctimas perpetúan el secreto y producen revictimización.

Características generales de los delitos de abuso sexual infantil


En la mayoría de los casos denunciados el abusador suele ser un
progenitor o padrastro y cuando es extrafamiliar, personas ´confiables´: amigos,
vecinos, maestros, curas, entrenadores deportivos, cuidadores, etc.. Muy
aisladamente llegan a la justicia denuncias de prostitución infantil, trata de
personas, pornografía infantil, o turismo sexual con niños/as). La relación entre
el niño/a y el abusador le ofrece oportunidades para prepararlo/a durante un
tiempo, para callar el abuso, someter al niño/a y evitar ser detectados. Los
abusadores de niños suelen presentarse a sí mismos como personas afectuosas y
de bien hacia el mundo externo. Tienden a adoptar tácticas que comienzan con
una conducta inapropiada, que escala gradualmente a través del tiempo a
conductas más serias. El ASI puede ocurrir durante semanas, meses y años,
antes del descubrimiento y solo una minoría es develado. Los niños/as más
vulnerables son por pobreza, educación deficiente, o con carencias en la
protección parental. Son más fáciles de manipular y están en desventaja cuando
revelan el abuso.

Complejidad de las investigaciones penales en denuncias de abuso sexual


infantil
El desafío más importante es obtener información detallada y confiable sobre la
naturaleza de los hechos por parte del niño/a abusado. Esta evidencia es vital,
como en otros tipos de delitos. Máxime porque no suele haber testigos. La
investigación calificada puede obtener pruebas que corroboren la situación y
que puedan ayudar a sostener las declaraciones hechas por los niños/as. La
evidencia médica suele ser limitada en este contexto. Es también esencial
durante la investigación que se reduzca la posibilidad de la contaminación de las
pruebas aportadas por el niño/a, al requerirle la descripción de sus experiencias
ante diferentes profesionales, a lo largo de largos periodos de tiempo y
reiteradamente, máxime cuando se cuenta con la videograbación de la
declaración inicial y no ha sido razonablemente cuestionada.

Desarrollo infantil y Capacidad del niño/a testigo


Aunque los niños/as claramente pueden recordar incidentes que hayan
experimentado, la relación entre edad y memoria es compleja, con una variedad
de factores que influencian la calidad de la información provista. Quizás el más
importante de estos factores pertenezca a la habilidad de los entrevistadores
para poner al descubierto información planteando preguntas cuidadosas -sin
inducirlo ni acallarlo-, y a la predisposición, voluntad y habilidad del niño para
expresarla, más que las habilidad del niño para recordarla (APSAC 1990, 1997;
Jones, 2003; Lamb, 1994; Lamb, Sternberg, Esplin, Horowitz, 2000; Sattler,
1998).

Entrevista Investigativa Forense. Protocolos. Capacitación Específica.

Las Evaluaciones Psicosociales en denuncias por ASI y maltrato infantil


pueden ser entendidas como un proceso sistemático de recopilación de
información y formación de una opinión profesional acerca de la fuente y
significado de las declaraciones, el comportamiento, pensamiento y emociones y
otras pruebas que son la base de la preocupación por un posible abuso sexual a un
niño/a. No hay una práctica única ni estandarizada, aunque recientes estudios
sostienen las ventajas de usar para las Entrevistas en la Investigación de
Víctimas de Abuso Sexual el Protocolo del N.I.C.H.D. Se trata de una entrevista
estructurada al niño/a presunta víctima (Orbach et al., 2000), cuya metodología
se basada en un enfoque gradual, siendo clave la creación de una relación de
confianza entre el entrevistador/a forense y el niño/a. En un entorno físico y un
clima que facilite la comodidad del niño, se propiciará a través de una serie de
comentarios y preguntas de final abierto, que el niño/a describa en sus propias
palabras exactamente lo que le ha sucedido. Cuando la fase de relato libre ha
concluido, el entrevistador/a puede realizar preguntas aclaratorias –focalizadas
y específicas- para expandir y clarificar detalles, y luego pasar a tópicos más
livianos para facilitar la transición a la salida. Los procedimientos de entrevista
pueden modificarse en casos de niños/as muy pequeños, con mínimas
habilidades verbales, o niños/as con problemas especiales. Si la entrevista de
declaración testimonial no arrojó ningún resultado y persiste la preocupación
por posibilidad de abuso sexual, debería preguntársele directamente al niño/a
acerca de la posibilidad de abuso sexual para responder a la pregunta legal y
evaluar riesgo de revictimización. Las preguntas coercitivas o intimidantes
nunca están justificadas. Se debe cumplir con todas las pautas legales y
reconocerse que las entrevistas forenses son parte y no sinónimo de la
investigación judicial. El profesional forense debe estar específica y formalmente
capacitado, tener experiencia en realizar evaluaciones forenses y en proveer
testimonio experto, caso contrario la supervisión es esencial.

Ponderación de información colateral. Consideración de Hipótesis


alternativas.
La revisión de los materiales considerados relevantes es fundamental:
antecedentes del expediente, entrevistas colaterales con el cuidador primario no
ofensor, etc.. El evaluador/a debe abordar la evaluación con una mentalidad
abierta, teniendo en cuenta que todas las fuentes de información tienen
limitaciones y pueden contener imprecisiones. Debe considerar hipótesis
alternativas plausibles, la posibilidad de denuncias falsas (inventos deliberados),
erróneas (equivocadas aunque de buena fe), o insustanciadas (aquellas en las
que el nivel de la evidencia fue considerada insuficiente, lo que dependiendo del
criterio de quien juzga el caso). La invstigación sostiene que el número de falsas
denuncias intencionales es considerablemente menor que el número de casos
infundados o no sustanciados.

Informe forense. Recomendaciones. Necesidad de revisiones.


Cuestiones éticas.
El informe de evaluación debería reflejar una revisión objetiva de la
información colateral confiable utilizada. La documentación escrita y claramente
redactada es el requisito mínimo, incluyendo las citas literales entrecomilladas
de las preguntas y respuestas significativas (verbales y no verbales). La
videograbación de la declaración testimonial al inicio es la práctica preferida
para evitar el deterioro de los recuerdos y las influencias del entorno. La
entrevista/ evaluación puede ser no concluyente. Si es así, el evaluador debería
consignar la información que es motivo de preocupación persistente, pero que
no permite afirmar o descartar el abuso. Deberían efectuarse recomendaciones
psicoterapéuticas o con relación al entorno del niño, respecto de la conducta y
estado emocional y para garantizar la seguridad del niño. Hoy en día se
reconocen numerosas secuelas emocionales a largo plazo que son
frecuentemente devastadoras. Los procedimientos deben ser regularmente
supervisados y revisados con el objeto de identificar oportunidades de ajustes y
mejoras.
Credibilidad del testimonio infantil
Los factores que influencian favorablemente la credibilidad -la veracidad y
precisión del niño/a- incluyen el conocimiento sexual inapropiado para la edad,
el relato efectuado con espontaneidad, en el lenguaje propio de los niños/as y
desde el punto de vista infantil, la descripción detallada (aunque debe tenerse en
cuenta que los niños/as pequeños típicamente proveen relatos incompletos y
breves, con pocos detalles), relato consistente y mantenido básicamente en el
tiempo, relato de la historia por partes, más que toda de una vez, relato
verosímil: la historia es plausible y físicamente posible, estado afectivo
congruente con lo explicitado (aunque puede haber muchos motivos por los que
un niño/a esté enojado, triste o manifieste disociación afectiva), estilo cándido,
tal como el hacer correcciones espontáneas, admitiendo que hay detalles que no
puede recordar, comparación de la historia de los síntomas y conducta del
niño/a favorable con el contenido de la entrevista, descripción de circunstancias
típicas de una situación de abuso sexual (amenaza, presión, seducción, coerción,
secreto), descripción de la experiencia subjetiva, entre otros. Es
fundamental considerar la producciones del niño por sí mismas y también si
particularmente hay una historia previa de abuso sexual para aclarar los
diferentes casos.

Conclusiones
En por presunto abuso sexual infantil, es esencial que se definan objetivos
claros y se revisen y adopten prácticas y procedimientos que mejoren la eficacia
de las investigaciones: reducir el trauma experimentado por el niño/a víctima y
obtener un testimonio eficaz de niños/as testigos, proveyendo que los sistemas
y procedimientos permitan a los niños/as tener los mismos derechos a la justicia
como los adultos víctimas. Los roles y responsabilidades en el ámbito penal debe
ser interrogada, tanto a nivel individual, institucional, gubernamental u otras.
Finalmente, la adhesión a protocolos y buenas prácticas garantiza además los
derechos del imputado al proveer un marco de referencia y mejorar la actuación
profesional.

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