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Casación Social 15/10/2013

Carmen Elvigia Porras De Roa 0905

Francisco Campilongo Papa contra Aserca Airlines, C.A.

RESUMEN

MATERIA CRITERIO ESTABLECIDO


Recurso de Es un formalismo inútil exigir que el Escrito de Formalización de
Casación y Casación reúna los requisitos establecidos en el artículo 31 de la Ley
formalismos inútiles. de Timbres Fiscales.

Requisitos de “…aún en los casos en que la propia norma exime de la obligación


Exhibición de de suministrar pruebas que permitan llegar a una presunción grave
Documentos de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder del
adversario, como es el supuesto de ciertos documentos que deben
ser llevados por el patrono, por disposición de la ley, resulta
indispensable, para la procedencia de la consecuencia jurídica
establecida en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
que el solicitante de la exhibición consigne una copia del texto del
documento del cual se evidencie claramente los alegatos que el
promovente pretende sean tenidos como ciertos en el proceso, o en
su defecto, afirme de manera concreta los datos que presuntamente
contenga éste”.
Pruebas En caso de documentales que estén en idioma distinto al Castellano,
documentales en el Juez ordenará –aun de oficio- su traducción por intérprete público
idioma extranjero o mediante nombramiento e traductor, sin que pueda desestimar el
valor probatorio por no estar en idioma oficial.
RESUMEN

MATERIA CRITERIO ESTABLECIDO


La Jurisprudencia “…la jurisprudencia no es fuente directa del derecho, por lo que el
como fuente de imponer a los jueces de la jurisdicción laboral la obligación de
Derecho Laboral interpretar disposiciones normativas de carácter legal, implica el
detrimento del principio de autonomía e independencia del juez para
adoptar la decisión más acertada en un caso concreto”.

Prescripción como “…al haber declarado el juez ad quem, que la relación de trabajo
defensa subsidiaria quedó tácitamente admitida por la demandada por haber negado la
luego de negar la relación laboral y opuesto a su vez la defensa perentoria de
relación laboral. prescripción de la acción, contravino el criterio pacífico y reiterado
establecido por esta Sala de Casación Social, referido a que el
alegato de prescripción planteado en el proceso de manera
subsidiaria a las defensas de fondo, no produce el efecto de
admisión de la relación laboral”

NORMAS RELACIONADAS
LOT:
LOPCYMAT:
RLOT:
LOPT:
Ponencia de la Magistrada Doctora CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA

En el juicio por cobro de prestaciones sociales y otros conceptos laborales seguido por el
ciudadano FRANCISCO CAMPILONGO PAPA, representado judicialmente por el abogado
Severo Riestra Saiz, Rafael Fuguet, Gustavo Blanco, Luís Sosa, María del Carmen Gutiérrez,
Mariela Morales, Mauricio Tronca, Vanessa Fuguet, José Dautant y Antonio Dautant; contra la
sociedad mercantil ASERCA AIRLINES, C.A., representada judicialmente por los abogados Ana
Isabel Pallares, Patricia Carvallo, Vanessa Naranjo, Flavio Arturo Torres, Ramón J. Alvins Santi,
Juan Carlos Pro-Risquez, Esther Cecilia Blondet Serfaty, Flavia Ysabel Zarins Wilding, Yanet
Cristina Aguiar Da Silva, Eirys del Valle Mata Marcano, Bernardo Wallis Hiller, Reinaldo Guilarte
Lamuño, Pedro Saghy, Norah Chafardet Grimaldi, Federica Antonia Alcalá Szokoloczi, Henry
Torrealba Araque, Evelyn Cristina Carrizo Chourio, Fabiana Benaim Mendoza y María de los
Ángeles González Calles; el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la Circunscripción Judicial
del Estado Vargas, conociendo por apelación de ambas partes, mediante decisión de fecha 22 de
febrero de 2012, declaró parcialmente con lugar el recurso de apelación interpuesto por la
representación judicial de la parte demandante y parcialmente con lugar la apelación ejercida por
la parte demandada, modificando la sentencia recurrida en lo que respecta a la conformación del
salario y el concepto de días domingo y feriados laborados, proferida en fecha 24 de octubre de
2011, por el Juzgado Segundo de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Estado Vargas, que declaró parcialmente con lugar la demanda.

Contra la sentencia de alzada, tanto la representación judicial de la parte demandante como la


demandada anunciaron oportunamente recurso de casación, los cuales fueron formalizados de
forma tempestiva. Hubo impugnación de las dos partes.

Del expediente se dio cuenta en Sala el 15 de marzo de 2012 y se designó ponente a la


Magistrada doctora CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA, quien con tal carácter suscribe la
decisión.
Por acuerdo de fecha 24 de enero de 2013, debido a la incorporación de los Magistrados
Suplentes Dr.Octavio Sisco Ricciardi, Dra. Sonia Coromoto Arias Palacios y Dra. Carmen Esther
Gómez Cabrera, se reconstituyó la Sala de Casación Social y con fundamento en el derecho a la
tutela judicial efectiva y el acceso a la justicia; en aras de garantizar la continuidad en la prestación
del servicio de justicia, la Sala quedó conformada de la manera siguiente: Presidente, Magistrado
Dr. Luis E. Franceschi Gutiérrez; Vicepresidenta, Magistrada Dra. Carmen Elvigia Porras De Roa;
el Magistrado Dr. Octavio Sisco Ricciardi, las Magistradas Dra. Sonia Coromoto Arias Palacios y
Dra. Carmen Esther Gómez Cabrera. Todo ello de conformidad con lo establecido en el artículo 47
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y la sentencia N° 1701 de fecha 6 de
diciembre de 2012, dictada por la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal.

Concluida la sustanciación del recurso, tuvo lugar la celebración de la audiencia oral, pública y
contradictoria en fecha 15 de octubre de 2013, a las 12:20 p.m., efectuada la misma esta Sala
dictó el fallo oral a tenor de lo previsto en el artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

En esta oportunidad pasa la Sala a publicar la sentencia de conformidad con lo establecido en la


citada disposición legal, conforme a los siguientes términos:

PUNTO PREVIO
-I-
Del conjunto de actuaciones que conforman el expediente, observa esta Sala, que el Juzgado
Primero Superior del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Vargas, ante quien se
anunció el recurso de casación propuesto por ambas partes, mediante auto de fecha 5 de marzo
de 2012, cursante al folio 16 de la décima quinta pieza del expediente, ordenó la remisión de las
actuaciones a esta Sala de Casación Social, sin emitir pronunciamiento expreso respecto a la
admisión de los recursos anunciados.

Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el artículo 169 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
constituye un deber para los tribunales superiores, al tramitar el recurso de casación que ante su
sede sea propuesto, el pronunciarse sobre su admisibilidad mediante auto expreso en el que, al
día siguiente del vencimiento del lapso legal que se da para su anuncio, lo “admitirá o rechazara”,
y así fue destacado por la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal, en sentencia N° 801 del
27 de julio de 2010 (caso: Eliécer de Jesús Silva Navas), en la cual señaló que “existe para los
operadores de justicia el deber de pronunciarse bien sea afirmativa o negativamente, respecto a
las peticiones que le sean dirigidas, más aun cuando se trata de recursos a través de los cuales
las partes ejercen su derecho a la defensa”.

Así mismo, si bien la Sala Constitucional también dejó sentada la imposibilidad de hacer recaer en
la parte recurrente la carga de formalizar el recurso de casación ante esta Sala, como alternativa
en el ejercicio de su derecho a la defensa, en aquellos casos en que el juez omita pronunciarse
sobre la admisión del recurso, en el caso concreto es innecesario reponer la causa al estado en
que el Juzgado Superior admita expresamente los recursos interpuestos, toda vez que esta Sala
constata que los mismos son admisibles, tal como será declarado en el dispositivo de este fallo, y
porque ambas partes formalizaron de forma tempestiva sus recursos, razón por la cual no resultó
vulnerado su derecho a la defensa.

Finalmente, resulta necesario exhortar a los jueces de los tribunales superiores del trabajo a
cumplir con su deber de pronunciarse sobre la admisibilidad de los recursos de casación que ante
su sede sean propuestos, de conformidad con lo establecido en el artículo 169 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, a fin de evitar dilaciones procesales en aquellas causas en que proceda la
reposición. Así se establece.

-II-
Así mismo, el apoderado judicial de la parte demandada en su escrito de impugnación, solicitó se
declare perecido el recurso de casación anunciado por la parte actora, por cuanto la misma
consignó dos escritos de formalización constantes de trece (13) folios útiles, en los que acumuló
un total de trece (13) denuncias, todo lo cual transgrede el artículo 171 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, cuya norma exige que el escrito de formalización no exceda de tres folios
útiles y sus vueltos.

Con relación a dicha solicitud, de la revisión de las actuaciones que integran el expediente la Sala
observa que, efectivamente, tal como lo señala la representación judicial de la parte demandada
en su escrito de impugnación, el accionante, en fecha 21 de marzo de 2012 a las 12:42 p.m.,
consignó ante esta Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, contante de tres (3)
folios útiles y sus vueltos, escrito de formalización del recurso de casación anunciado
tempestivamente, ante el tribunal superior, no obstante, en esa misma fecha a la 1:09 p.m.,
mediante escrito de solitud de extensión de formalización, consigna, constante de cuatro (4) folios
útiles, tres (3) de ellos con sus vueltos, un segundo escrito de formalización, fundamentándose en
que, “como quiera que la naturaleza y complejidad de la presente causa, requiere de formular
diversas denuncias adicionales”.

Ahora bien, el artículo 171 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo establece que: “...Dicho escrito
de formalización deberá contener los argumentos que a su juicio justifiquen la nulidad del fallo
recurrido, y el mismo no podrá exceder de tres (3) folios útiles y sus vueltos, sin más formalidades.
Será declarado perecido el recurso, cuando la formalización no se presente en el lapso a que se
contrae este artículo o cuando el escrito no cumpla con los requisitos establecidos...”.

La citada disposición legal prevé el lapso para la consignación del escrito de formalización y
además, que el mismo sea razonado y contenga los motivos de hecho o de derecho que, a juicio
del recurrente, justifiquen la nulidad por esta Sala del fallo recurrido, sin que exceda de tres (3)
folios útiles y sus vueltos, caso contrario, deberá ser declarado perecido el recurso de casación.

Con relación a dicha exigencia, esta Sala reitera que el mismo fue inspirado, entre otros principios
que rigen el proceso, en el de la legalidad de las formas procesales, según el cual los actos deben
practicarse de acuerdo con las formas consagradas en el ordenamiento jurídico, para producir los
efectos que la ley le atribuye, y el de celeridad procesal con el objeto de simplificar la tramitación
de este recurso extraordinario, terminando así con las prácticas dilatorias que se advertían en el
recurso de casación, el cual se presentaba en escritos exageradamente largos, obligando así a
que el recurrente concrete en forma clara y precisa los fundamentos de hecho y de derecho de las
denuncias planteadas.

Establecido lo anterior, en virtud de que la solicitud de extensión de formalización expresada por la


parte accionante recurrente, resulta contraria a la disposición contenida en el artículo 171 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo y a los fines garantizar el principio de igualdad procesal de la
parte demandada, también recurrente en casación, esta Sala niega dicho pedimento, y en
consecuencia, al momento de emitir pronunciamiento con respecto al recurso anunciado por la
parte actora, analizará sólo las denuncias planteadas en el escrito de formalización presentado
inicialmente. Así se decide.

-III-

De igual manera, la parte demandante recurrente, en la oportunidad de presentar su escrito de


impugnación, solicitó se declarara perecido el recurso de casación anunciado por la parte
demandada, con fundamento en que el escrito de formalización del recurso consignado, excede
en cada folio el límite máximo de líneas establecido en el artículo 31 de la Ley de Timbre Fiscal,
aplicable por remisión del artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y por mandato
expreso de la jurisprudencia dictada por esta Sala de Casación Social.

Ahora bien, cabe señalar que la Sala Constitucional, en decisiones N° 1482 del 28 de julio de
2006 y N° 1418 del 10 de julio de 2007, entre otras, se pronunció al respecto expresando que es
un formalismo inútil y exacerbado declarar perecidos los recursos de casación por no cumplir los
mismos con los requisitos establecidos en la Ley Especial de Timbre Fiscal, dejando sin efecto el
fallo emanado de esta Sala de Casación Social que así lo dispuso.

En consecuencia, tomando en consideración el carácter vinculante de la jurisprudencia dictada por


la Sala Constitucional de este máximo Tribunal, esta Sala de Casación Social desecha el
pedimento formulado por la parte demandada. Así se resuelve.

DEL RECURSO DE CASACIÓN DE LA PARTE DEMANDANTE


-I-

De conformidad con el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia el error de interpretación acerca del contenido y alcance del artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo.

Como fundamento de su denuncia señala el recurrente, que no obstante, haber establecido la


alzada que del manual de operaciones producido a los autos por la propia demandada, se
evidencia claramente la presunción grave de que las programaciones de vuelo mensuales eran
elaboradas por Aserca Airlines, C.A., y que las mismas están o habían estado en su poder, las
cuales le eran entregadas a sus pilotos con cinco (5) días de antelación al inicio de cada mes, no
aplicó la consecuencia jurídica establecida expresamente en el cuarto párrafo del artículo 82, de
tener por exacto el texto de todos los documentos, tal como aparecen en las copias de
programaciones de vuelo mensuales presentadas por el actor para su exhibición, lo cual resulta
determinante del dispositivo del fallo ya que de las mismas se desprende, tanto las rutas de los
vuelos realizados por el actor, así como las guardias cumplidas, los cursos realizados en
Venezuela y los impartidos en el exterior, evidenciándose a su vez las horas extras, los días
domingo y feriados laborados mes a mes, así como, el salario percibido en dólares
norteamericanos por las labores realizadas en el extranjero, lo cual se corresponde con lo
reclamado en el libelo y erróneamente desechado por la recurrida al desestimar dicha probanza.

Señala que, si la norma permite tener como ciertos los simples datos afirmados por el solicitante
acerca del contenido de los documentos a exhibir, con más razón, si los mismos son
acompañados en copias de los respectivos documentos; de allí que, en el supuesto que las copias
presentadas por el solicitante de la exhibición sean falsas, dicho alegato solo podría enervarse
mediante la consignación de unos originales distintos, y al no haber sido ese el caso, la alzada
debió aplicar la consecuencia jurídica establecida en la norma delatada como infringida.

Para decidir, la Sala observa:

Con relación al vicio de error de interpretación de una norma jurídica, esta Sala ha establecido en
múltiples decisiones que el mismo supone que el Juez ha seleccionado apropiadamente la norma
jurídica pero yerra en la determinación del verdadero sentido de la misma, por lo que al
denunciarse que la recurrida adolece de dicho vicio debe indicarse, además de la norma jurídica
señalada como erróneamente interpretada, la parte pertinente de la sentencia donde el Juez
expresa su decisión, la explicación de cómo interpretó el Juez la norma y la correcta interpretación
a juicio del recurrente, además de las explicaciones complementarias que estime pertinente
alegar.

Así las cosas, observa la Sala que el recurrente afirma que la alzada, no obstante, haber señalado
que del manual de operaciones promovido al proceso por la demandada, se evidenciaba la
presunción grave de que las programaciones de vuelo mensuales, cuya exhibición fue solicitada
por la parte actora, eran elaboradas por Aserca Airlines, C.A., y que las mismas estaban o habían
estado en su poder, no aplica la consecuencia jurídica establecida en el artículo 82, de tener por
exacto el texto de todos los documentos consignados en copia simple y los cuales no fueron
exhibidos por la accionada.

En este sentido, la parte actora en el escrito de promoción de pruebas cursante a los folios 98 al
107 de la primera pieza del expediente, solicitó a la empresa demandada la exhibición, entre
otros, de los siguientes documentos.

A) Todos y cada uno de sus Programas de Vuelo mensuales, desde el mes de diciembre de 1996,
hasta el mes de Octubre de 2009, ambos inclusive, cuyas copias forman parte de los anexos del
“2” al “15”, ambos inclusive, consignados junto a este escrito.
B) Todos y cada uno de sus Desgloses de Programación de Vuelos, desde diciembre de 1996,
hasta Octubre de 2009, ambos inclusive, algunas de cuyas copias forman parte de los anexos del
“16” al “21”, ambos inclusive, consignados junto a este escrito.

Respecto a la exhibición de documentos, el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo


establece:

Artículo 82. La parte que deba servirse de un documento, que según su manifestación se halle en
poder de su adversario, podrá pedir su exhibición. A la solicitud de exhibición deberá acompañar
una copia del documento o, en su defecto, la afirmación de los datos que conozca el solicitante
acerca del contenido del documento y, en ambos casos, un medio de prueba que constituya, por
lo menos, presunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder de su
adversario.

Cuando se trate de documentos que por mandato legal debe llevar el empleador, bastará que el
trabajador solicite su exhibición, sin necesidad de presentar medio de prueba alguno, que
constituya por lo menos, presunción grave de que el mismo se encuentra o ha estado en poder del
empleador.

El tribunal ordenará al adversario la exhibición o entrega del documento para la audiencia de


juicio.

Si el instrumento no fuere exhibido en el lapso indicado, y no apareciere de autos prueba alguna


de no hallarse en poder del adversario, se tendrá como exacto el texto del documento, tal como
aparece de la copia presentada por el solicitante y, en defecto de éste, se tendrán como ciertos
los datos afirmados por el solicitante acerca del contenido del documento.

Si la prueba acerca de la existencia del documento en poder del adversario resultare


contradictoria, el juez de juicio resolverá en la sentencia definitiva, pudiendo sacar de las
manifestaciones de las partes y de las pruebas suministradas las presunciones que su prudente
arbitrio le aconseje.

Del texto normativo citado, se desprende que para solicitar la exhibición de documentos que se
encuentren en poder de la contraparte, el promovente de la misma debe acompañar una copia del
documento o en defecto de ésta, señalar los datos que conozca sobre el contenido del mismo,
además de lo cual debe aportar un medio de prueba que permita formar la convicción de que tal
documento se halla o se ha hallado en poder del adversario.

Respecto a la solicitud de exhibición regulada en la norma supra indicada, esta Sala ha señalado
en anteriores decisiones, que aún en los casos en que la propia norma exime de la obligación de
suministrar pruebas que permitan llegar a una presunción grave de que el instrumento se halla o
se ha hallado en poder del adversario, como es el supuesto de ciertos documentos que deben ser
llevados por el patrono, por disposición de la ley, resulta indispensable, para la procedencia de la
consecuencia jurídica establecida en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que el
solicitante de la exhibición consigne una copia del texto del documento del cual se evidencie
claramente los alegatos que el promovente pretende sean tenidos como ciertos en el proceso, o
en su defecto, afirme de manera concreta los datos que presuntamente contenga éste.

En el caso sub iudice, de la revisión de la recurrida se observa que la alzada al pronunciarse


sobre la exhibición de las referidas programaciones de vuelo establece que, si bien es cierto, del
manual de operaciones se desprende que dichas documentales deben estar en poder de la
empresa demandada, no es menos cierto que la consecuencia establecida en el artículo 82 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, producto de la no exhibición de los documentos solicitados,
resulta improcedente, puesto que, aun cuando, por mandato expreso, la demandada está obligada
a llevar un registro de los mismos, lo cual releva al actor de consignar un medio de prueba que
haga presumir su existencia, no es menos cierto que el actor en su solicitud de exhibición debió
señalar los datos que conozca acerca del contenido de los mismos, lo cual no se evidencia del
escrito de promoción de pruebas, ya que en el mismo, sólo se limitó a solicitar su exhibición de
forma genérica, sin indicar las fechas en que fueron emitidos y los vuelos asignados al actor,
declarando improcedente la aplicación de la consecuencia jurídica prevista en la referida norma
jurídica.

Ahora bien, tal como lo afirma la alzada en su decisión y así se desprende del manual de
operación promovido por la parte accionada, las documentales referidas a las programaciones de
vuelo cuya exhibición solicitó la parte actora, se corresponden con los documentos que por
disposición de la ley deben ser llevados por el patrono, razón por la cual el solicitante de la
exhibición estaba eximido de la carga de suministrar las pruebas que hicieran presumir que el
instrumento se halla o se ha hallado en poder del adversario, así mismo, respecto a la exigencia
normativa que le impone al solicitante de la exhibición el consignar copia del texto del documento,
o en su defecto, afirmar de manera concreta los datos que presuntamente contenga, se observa
que, a tal efecto la parte actora, a los fines de cumplir con dicho requisito señala las documentales
consignadas en copias simples junto con su escrito de promoción de pruebas e identificadas como
anexos “2” al “21”, todo lo cual hace suponer el cumplimiento efectivo, por parte del solicitante de
la exhibición, de todos los requisitos contenidos en el artículo 82 de la Ley Adjetiva laboral,

En tal sentido, de la revisión exhaustiva de las documentales promovidas en copia simple por la
parte actora, cuya exhibición se solicita, las cuales rielan a los folios 183 al 252 de la primera
pieza del expediente, folios 4 al 252 de la segunda pieza del expediente, folios 3 al 187 de la
tercera pieza del expediente, folios 2 al 244 de la cuarta pieza del expediente y folios 2 al 26 de la
quinta pieza del expediente, se observa que dichas documentales, en su mayoría, están referidas
a cuadros de múltiples columnas y filas dispuestas en el papel de manera horizontal, de cuyo
contenido se puede apreciar en su parte superior el mes y el año a que corresponden, con
indicación de las palabras: días, nombre, horas, capitanes, vuelo, así como, diversas abreviaturas
y números, algunos agrupados en cantidades de dos, tres y/o cuatro cifras, e igualmente se
evidencia, en algunas de ellas, el logo de la empresa demandada, así como, el apellido de
distintos ciudadanos entre los cuales figura el de la parte actora, todo lo cual hace presumir que,
tal como lo señala la parte actora en su escrito de promoción de pruebas, dichas documentales
están referidas a las programaciones de vuelo emitidas por la empresa Aserca Airlines, C.A.,
correspondiente a cada uno de los periodos que se indican en las mismas, no obstante, el
contendido de dichas documentales resulta confuso e ininteligible por si sólo, no pudiendo derivar
de las mismas los hechos que pretende demostrar el accionante mediante su promoción, razón
por la cual, al no haber señalado con exactitud el actor en su escrito de promoción de pruebas los
datos que, con la solicitud de exhibición, pretendía sean tenidos como ciertos en el proceso,
resulta imposible la aplicación de la consecuencia jurídica establecida en la norma.

Razón por la cual, no obstante en el proceso debe tenerse como cierto el texto de las
documentales consignadas en copia simple, ante la ininteligibilidad del contenido de los mismos,
la falta de aplicación de la consecuencia jurídica establecida en la norma resulta, no de la errónea
interpretación de la norma jurídica de la que a juicio del formalizante adolece la recurrida, sino de
la falta de diligencia en la que incurrió la parte actora al no haber detallado claramente en su
escrito de promoción, los hechos y circunstancias que pretendía que se derivaran de dichas
instrumentales. Por lo que ante la imposibilidad de derivar de la solicitud de exhibición un hecho
cierto en el proceso que permitiera la aplicación de la consecuencia establecida en la norma,
resulta ajustado a derecho el pronunciamiento emitido por la alzada mediante el cual desestimó la
solicitud de exhibición promovida por la parte actora, no incurriendo el sentenciador de la recurrida
en el vicio delatado por el formalizante, por lo que en consecuencia, resulta improcedente la
denuncia analizada, y así se declara.

- II -

De conformidad con el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia que el fallo impugnado incurre en contradicción, error y falsedad, lo cual se traduce en
una manifiesta ilogicidad de su motivación, toda vez que la recurrida en su contenido transcribe y
especifica detalladamente todas las fechas invocadas por la parte actora de las programaciones
de vuelo mensual, cuya exhibición fue solicitada, para luego, arbitraria y sorpresivamente, concluir
que dicha exhibición se desestima porque supuestamente no fueron mencionadas las fechas en
que fueron emitidas.

Ha sido criterio reiterado establecido por esta Sala, que los motivos de casación contenidos en el
numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, están referidos
exclusivamente a los vicios en los que incurre la alzada al motivar su sentencia, y en tal sentido, la
contradicción en los motivos, se produce cuando las razones establecidas por el ad quem en su
fallo resultan excluyentes, de tal manera que las mismas se destruyen entre sí, en tanto que, el
error en la motivación, no está referida a que los fundamentos expresados sean errados o
equivocados, sino a que los mismos no guardan ninguna relación con la pretensión deducida y las
excepciones o defensas opuestas, caso en el cual los motivos aducidos, a causa de su manifiesta
incongruencia con los términos en que quedó circunscrita la litis, deben ser tenidos
como jurídicamente inexistentes, causando la inmotivación del fallo; y finalmente la falsedad o
manifiesta ilogicidad de la motivación, se presenta cuando los motivos son tan vagos, generales,
inocuos o absurdos que se desconoce el criterio jurídico que siguió el juez para dictar su decisión;
por lo que el error en la apreciación de las pruebas no constituye un supuesto de hecho
enmarcado dentro del error en los motivos.

Ahora bien, de lo expuesto por el formalizante como fundamento de la presente denuncia se


desprende que lo alegado es el error en la apreciación de las instrumentales promovidas al
proceso por la parte actora, referidas a las programaciones de vuelo mensual, respecto de las
cuales dicha parte solicitó a la empresa demandada su exhibición, cursantes a los folios 183 al
252 de la primera pieza del expediente, folios 4 al 252 de la segunda pieza del expediente, folios 3
al 187 de la tercera pieza del expediente y los folios 2 al 72 de la cuarta pieza del expediente,
alegando que, no obstante la recurrida haber señalado las fechas a que se corresponde cada una
de ellas, la misma desestima la solicitud de exhibición de dichas documentales bajo el argumento
de que la parte actora no mencionó las fechas en que fueron emitidas.

En tal sentido, tal como lo afirma el recurrente, la Sala aprecia que la recurrida, en el numeral 1.2
del capítulo en el cual valoró las pruebas promovidas por la parte actora en el proceso, señala que
marcados con los numerales “2” al “15”, el demandante promovió las documentales referidas a las
programaciones de vuelo correspondientes al mes de diciembre de 1996 y los años 1997, 1998,
1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008 y los meses de enero a octubre del
año 2009, cursantes desde los folios 184 de la primera pieza, hasta el folio 72 de la cuarta pieza,
señalando finalmente que por cuanto el actor, en su escrito de promoción de pruebas solamente
se limitó a solicitar, de forma genérica, la exhibición de dichas documentales, sin hacer mención
de las fechas en que exactamente fueron emitidas, así como los vuelos asignados al actor,
declara improcedente la aplicación de la consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo.

No obstante, establecido lo anterior, al haber evidenciado esta Sala en el análisis de la delación


que antecede, que ante lo confuso e ininteligible del contenido de las documentales promovidas
por la parte actora como prueba documental y de las que solicitó a la demandada su exhibición, la
no aplicación de la consecuencia jurídica establecida en el artículo 82 eiusdem, devino de la falta
de diligencia en la que incurrió la parte actora al no haber detallado claramente en su escrito de
promoción, los hechos y circunstancias que pretendía que se derivaran de dichas
instrumentales. Por lo que, ante la imposibilidad de derivar de la solicitud de exhibición un hecho
cierto en el proceso que permitiera la aplicación de la consecuencia jurídica establecida en la
norma, el pronunciamiento proferido por la alzada mediante el cual desestimó la solicitud de
exhibición, resulta ajustado a derecho, no incurriendo la alzada en el vicio de manifiesta ilogicidad
de su motivación, delatado por el recurrente, razón por la cual se declara sin lugar la presente
denuncia, y así se decide.

- III -

De conformidad con el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia el error de interpretación acerca del contenido y alcance del artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, respecto a la exhibición solicitada del “Desglose de las
Programaciones de Vuelo”, toda vez que la recurrida, no obstante reconocer que dichas
instrumentales deben estar en poder de la demandada, desestima la copia de las mismas,
presentadas por el actor, declarando improcedente la aplicación de la consecuencia jurídica
establecida en el párrafo cuarto de la norma delatada como infringida.

Con relación a la solicitud de exhibición de las documentales referidas a los desgloses de las
programaciones de vuelo, se evidencia que la recurrida al pronunciarse respecto a las mismas
argumenta lo siguiente:
1.3.- Consignó en copias simples marcadas desde el número “16” hasta el número “21”,
Desgloses de las Programaciones de Vuelo correspondientes a los años: 1997, 1998, 1999, 2000,
2001, 2002, cursantes desde el folio setenta y cuatro (74) de la cuarta pieza hasta el folio
veintiséis (26) de la quinta pieza del expediente; respectivamente, se observa que los mismos
fueron impugnadas por la parte demandada en la audiencia de juicio, por ser copias simples,
asimismo, se observa que la parte demandante con respecto a estas documentales promovió la
exhibición de los mismos en el literal “B” del Capítulo II, las cuales no fueron exhibidas por la parte
demandada en la audiencia de juicio, señalando que los mismos no emanan de su representada,
solicitando el demandante la aplicación de la consecuencia jurídica.

 No obstante, de la revisión de dichas documentales, observa este Tribunal Superior, que están
consignadas en copias simples, que algunas de ellas poseen membrete con el nombre de la
empresa” Aserca Airlines”, como es el caso de la documental cursante al folio 187 de la 4º pieza
del expediente, la documental cursante al folio 24; sin embargo, éstas instrumentales no poseen ni
sello ni firma de la empresa demandada, la única documental que posee membrete y sello de la
empresa es la cursante al folio 25 de la 5º pieza, y se evidencia que se trata de una comunicación
dirigida por el Jefe de Pilotos en fecha 5 de agosto del año 2002, a todos los tripulantes de mando,
informándole el horario de las guardias, entre ellas incluye un día domingo, sin especificar que día
domingo es el que debían prestar la guardia, aunado a ello, tampoco se desprende que la misma
sea dirigida específicamente al ciudadano Francisco Campilongo y que éste haya prestado
servicio ese día.

 En este sentido, si bien es cierto que dicha documental debe estar en poder del demandado por
cuanto éste es quien la emite, no es menos cierto, que el actor debió cumplir con la carga de
indicar los datos afirmativos que conozca sobre el mismo, o por lo menos señalar las fechas que
se practicaron dichos vuelos, en este sentido, considera esta Juzgadora que aún cuando el actor
consignó copia de los documentos que solicitó la exhibición, de los mismos no se desprende que
emanen de la empresa demandada, por el contrario se desprende que la parte actora lo realizó de
forma genérica, no verificándose el cumplimiento de los requisitos previstos en el artículo 82 del
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en consecuencia, le es forzoso para este Tribunal desestimar
dichas documentales promovidas en copias simples, así como declarar improcedente la aplicación
de la consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 del Ley Orgánica Procesal del Trabajo, toda
vez que no reúne los requisitos exigidos por la norma. ASI SE ESTABLECE.

Ahora bien, del extracto de la recurrida parcialmente transcrito, se observa que la misma
establece que, aun cuando el actor consignó copia simple de los documentos cuya exhibición le
solicitó a la parte demandada, señala que de los mismos no se desprende el contenido de los
señalamientos que el actor realizó de forma genérica en su escrito de promoción de pruebas, lo
cual verificaba el incumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 82 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, por lo que declara improcedente la aplicación de la consecuencia jurídica
prevista en el contenido de la referida norma.

Establecido lo anterior, se observa que dicho pronunciamiento, emitido por el sentenciador de la


recurrida, resulta acertado, ya que, de manera similar a lo que fue establecido por esta Sala en el
análisis de las denuncias precedentes, al revisar de manera exhaustiva las pruebas
documentales referidas a los “Desgloses de las Programaciones de Vuelo”, promovidas por la
parte actora, cursantes desde el folio setenta y cuatro (74) de la cuarta pieza hasta el folio
veintiséis (26) de la quinta pieza del expediente, y marcadas con los numerales “16” hasta el “21”,
se evidencia que, por cuanto el contenido de dichas instrumentales resulta confuso e ininteligible
por si sólo, la parte actora al solicitar la exhibición de dichos documentos, debió detallar
claramente los hechos y circunstancias que pretendía que se derivaran de dichas instrumentales,
por lo que al no haber expresado el promovente en su solicitud dichas circunstancias, resultaba
forzoso declarar improcedente la aplicación de la consecuencia jurídica establecida en el artículo
82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en virtud de la imposibilidad de derivar de la referida
solicitud de exhibición un hecho cierto en el proceso que permitiera la aplicación de la
consecuencia jurídica establecida en la norma.

Como corolario de lo anterior, al no evidenciar esta Sala del contenido de la recurrida el vicio de
error de interpretación de la norma jurídica denunciada por el formalizante, el fallo emitido por el
sentenciador superior resulta ajustado a derecho, por lo que en consecuencia, resulta
improcedente la denuncia analizada, y así se declara.

- IV -

De conformidad con el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia el error de interpretación acerca del contenido y alcance del artículo 185 del Código de
Procedimiento Civil y 60:28 de la Regulación Aérea Venezolana N° 60, y la falta de aplicación de
los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del Trabajo.

Refiere que la recurrida, no obstante haber considerado que el original del libro de la Bitácora de
vuelo consignada como anexo 22 cumple con todos los requisitos de ley, desestima la misma
argumentando que no se encuentra en idioma oficial de este país, y debió ser traducida por un
intérprete público designado por el tribunal a quo, lo cual resultó determinante del dispositivo del
fallo, toda vez que del mismo se desprende, entre otros conceptos, las horas extras diurnas y
nocturnas, los días domingo y feriados laborados, así como, el salario que percibía el actor en
dólares norteamericanos por las labores realizadas en el extranjero.

Señala que dicha bitácora es un libro pro-forma, válido dentro de la Asociación Internacional de
Transporte Aéreo, por lo que, si bien es cierto, el encabezado de sus columnas aparecen en
inglés las palabras: salidas, llegadas, horas de vuelo diurnas y nocturnas, entre otras, el contenido
de la bitácora fue llenado por el actor usando números y abreviaturas en castellano, así como, las
siglas autorizadas por la legislación aeronáutica civil venezolana para la identificación de los
aeropuertos, resultando totalmente meridiana su claridad y comprensión, y así debió declararlo la
alzada, quien conforme a lo dispuesto en el literal e) del artículo 60:28, denunciado como
infringido, debió valorar dicha instrumental como una declaración jurada, por ser equiparable en
sus efectos a los llamados documentos públicos administrativos, y sólo para el caso de que el
contenido del mismo no fuese comprensible en el idioma oficial, el artículo 185 del Código de
Procedimiento Civil, establece la carga para el juez de ordenar su traducción por un intérprete
público, y bajo ningún concepto dicha norma señala la posibilidad de desestimar la referida
documental bajo el argumento de estar en un idioma distinto, ya que ello implicaría castigar al
trabajador por una omisión judicial, y al ser de esa manera, la alzada infringió el contenido de los
artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del Trabajo, que obligan y facultan al juez, en el proceso
laboral, a inquirir la verdad por todos los medios a su alcance.
De los términos en que el formalizante plantea su denuncia, se evidencia que el mismo, bajo el
amparo del literal 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, denuncia, en primer
lugar la errónea interpretación del artículo 185 del Código de Procedimiento Civil y la sección
60:28 de la Regulación Aeronáutica Venezolana N° 60, y en segundo lugar delata la infracción por
falta de aplicación de los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del Trabajo.

En tal sentido, respecto a la errónea interpretación del artículo 185 del Código de Procedimiento
Civil, aduce el recurrente que el fallo impugnado infringió el contenido de dicha norma, toda vez
que para desestimar la documental promovida por la parte actora, referida al “Libro de Bitácora de
Vuelo” consignada en original y en copia simple, cursante a los folios 28 al 197 de la quinta pieza
del expediente, desestima dicha documental argumentando que por cuanto el mismo “no se
encuentra en el idioma oficial de este País, y siendo que todos los actos del proceso deben
realizarse en el idioma castellano tal y como lo dispone el artículo 183 del Código de
Procedimiento Civil, o en su defecto debe ser traducido por un intérprete público designado por el
Tribunal A-Quo, de conformidad con lo previsto en el artículo 185 del Código de Procedimiento
Civil, aplicados por remisión analógica del artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo”.

Ahora bien, el artículo 185 del Código de Procedimiento Civil, establece:

Artículo 185: Cuando deban examinarse documentos que no estén extendidos en el idioma
castellano, el Juez ordenará su traducción por un intérprete público y en defecto de éste,
nombrará un traductor, quien prestará juramento de traducir con fidelidad su contenido.

Del contenido de la norma supra transcrita se desprende que los jueces, a los fines de examinar
los documentos producidos en el proceso, extendidos en un idioma distinto al castellano, deberán
ordenar su traducción mediante un intérprete público o mediante la designación de un traductor,
siendo un imperativo para los operadores de justicia el examen de dichas documentales, sin que
puedan desestimar la valoración de las mismas bajo el señalamiento de no estar en idioma oficial,
debiendo ordenar, aun de oficio, la traducción al idioma castellano de dichos instrumentos, a los
fines de salvaguardar el derecho a la defensa y al debido proceso de las partes, y no desecharlo
sin mayor análisis.

En consecuencia, al haber desestimado la recurrida la prueba documental referida a la Bitácora de


Vuelo promovida por la parte actora, sólo bajo el argumento de que el contenido de la misma se
encontraba en un idioma distinto al oficial, resulta evidente para ésta Sala de Casación Social, la
infracción del artículo 185 del Código de Procedimiento Civil, por no haber analizado la alzada el
contenido de dicha prueba documental mediante la designación de un traductor o un intérprete
público que efectuara su traducción.

No obstante lo anterior, y en virtud del criterio establecido por esta Sala, según el cual para que
sea declarado con lugar el recurso de casación y anular la sentencia recurrida, el vicio que se
denuncie debe ser relevante para la resolución de la controversia; en este sentido, con base a los
artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por aplicación del
principio finalista y en acatamiento a la orden de evitar reposiciones inútiles, según la cual no se
declarará la nulidad de la sentencia recurrida si la deficiencia concreta que la afecta no impide
determinar el alcance subjetivo u objetivo de la cosa juzgada, o no hace imposible su eventual
ejecución, se hace necesario establecer si la infracción detectada resulta determinante de lo
decidido.

Ahora bien, a los fines de analizar sin la infracción de la que adolece la recurrida es determinante
del dispositivo del fallo, resulta pertinente para esta Sala examinar el vicio de errónea
interpretación de la sección 60:28 de la Regulación Aeronáutica Venezolana, planteada por el
formalizante conjuntamente con la violación del artículo 185 del Código de Procedimiento Civil.

Bajo este orden argumentativo, señala el recurrente que la infracción de la sección 60:28 de la
Regulación Aeronáutica Venezolana, se configuró cuando el sentenciador de la recurrida, al
pronunciarse sobre la prueba documental referida a la Bitácora de Vuelo de la parte actora,
desecha la misma bajo el argumento de que “no se encuentra en idioma oficial de este país”
infringiendo el contenido de la referida sección, la cual en su literal e) establece de manera
expresa que dicha documental debe ser valorada como una declaración jurada

En tal sentido, la Sala observa que el recurrente señala erróneamente la sección 60:28 como
fundamento de su delación, ya que la Regulación Aeronáutica Venezolana N° 60, publicada en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 38.862, de fecha 31 de enero de
2008, establece en su literal e) lo siguiente:

Sección 60:28. Requisitos para otorgar la licencia de instructor de vuelo instrumental simulado:

(…)

e) haber aprobado una evaluación teórica y práctica aplicada por la Autoridad aeronáutica o por
quien ella delegue.

De la reproducción parcial de la norma transcrita, se observa que su contenido no se corresponde


con los argumentos que señala el recurrente en su escrito de formalización, lo cual resultaría
suficiente a los fines de declarar sin lugar la denuncia de infracción de la norma en cuestión, no
obstante, esta Sala, extremando sus funciones conforme a lo dispuesto en los artículo 26 y 257 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en atención al principio procesal iura
novit curia -el juez conoce el derecho-, de la argumentación efectuada por el recurrente en su
delación, observa que la sección de la Regulación Aeronáutica Venezolana N° 60, denunciada
como infringida por la recurrida se refiere a la 60:23, cuyo contenido es el siguiente:

Sección 60:23 Bitácora personal de vuelo:

A) A efectos del reconocimiento del tiempo del vuelo, todo Piloto debe llevar una Bitácora personal
de Vuelo, en la que aparecerá estampada en la portada y contraportada, el número de orden
correlativo que le corresponda en cada página, el número de folio y sello de la autoridad
aeronáutica competente, debiendo contener los siguientes datos:

1) Iniciación del Libro, que comprenderá:

I) Datos personales del titular


II) Licencias y habilitaciones que posee

2) Antecedentes de los vuelos, en los que figuren:

I) Fecha del vuelo


II) Tipo de Aeronave
III) Matrícula de Aeronave
IV) Aeródromo de salida
V) Aeródromo de llegada
VI) Tiempo de vuelo
VII) Distribución del tiempo de vuelo
VIII) Observaciones

3) Resúmenes mensuales

B) La división de Licencias Aeronáuticas será la encargada de sellar las Bitácoras Personales de


Vuelo, cuando se solicite la renovación de la licencia y habilitación del titular.

C) Será responsabilidad de los titulares de licencia, mantener al día las Bitácoras Personales de
Vuelo.

D) Las anotaciones que se realicen en las Bitácoras Personales de Vuelo, deberán ser certificadas
por los Jefes de las Oficina de Operaciones de las empresas aéreas; los Directores de las
Escuelas o Centros de Instrucción de Aeronáutica Civil y los Instructores autorizados.

E) Las anotaciones que se realicen en los Libros de Registro de Vuelos y en las Bitácoras
Personales de Vuelo, tendrán carácter de declaración jurada y, como tales, tendrán la valoración
probatoria prevista en el Código Civil vigente.

En este sentido, de la revisión exhaustiva de la documental promovida por la parte actora, referida
a la Bitácora de vuelo, se observa que la misma se encuentra en original, debidamente
identificada con el nombre del actor, su dirección de habitación, sus números telefónicos de
contacto y el tipo y números de licencia, con anotaciones manuscritas en bolígrafo tinta azul,
negra y roja, firmadas y selladas en sus páginas; en unas por la Jefatura de Pilotos de la empresa
accionada y en otras, por la Gerencia de Operaciones de la Línea Aeropostal Venezolana, así
como también selladas por el Instituto Aeronáutico GOBESA, C.A., y la firma y el sello de Pelikan
Flight School; ahora bien, no obstante, de la revisión de dicha documental se evidencia que la
misma contiene anotaciones que van desde el 13 de junio de 1977 hasta el mes de octubre de
2005, cuyos registros son anteriores a la entrada en vigencia de la Regulación Aeronáutica
Venezolana N° 60, publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
38.862, de fecha 31 de enero de 2008, por disposición de la sección N° 60:23 de la misma, los
asientos en dicha documental tienen el carácter de una declaración jurada, por lo que su
contenido debe ser analizado y valorado conforme a lo dispuesto en los artículos 10 y 78 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo.

Ahora bien, respecto a la manera de efectuar los registros en dicha bitácora, la referida regulación
aeronáutica dispone que las anotaciones que se realicen en la misma sean por vuelo, indicando
la fecha, matrícula de aeronave, aeródromo de salida, aeródromo de llegada, tiempo de vuelo,
distribución del tiempo de vuelo y observaciones, en tal sentido, de la revisión exhaustiva de cada
uno de los registros contenidos en la bitácora, se evidencia que las anotaciones fueron realizadas
por vuelos individuales hasta el vuelto del folio 47 del libro (vuelto del folio 72 de la pieza quinta
del expediente), correspondiente al día 30 de septiembre de 1987, indicado en la última línea de
dicha página, apreciándose que los registros posteriores, inscritos en cada una de las líneas de
las páginas siguientes de dicha bitácora, fueron realizados uno por mes, iniciando en octubre de
1987, hasta su anotación final efectuada en la última línea del folio 84 del libro (folio 102 de la
pieza quinta del expediente), correspondiente al mes de diciembre del año 2005, por lo que al no
detallar dicha instrumental, de manera individual la fecha del vuelo, el tipo y matricula de la
aeronave, los aeropuertos de salida y llegada, así como, la distribución y el tiempo de cada uno de
los vuelos realizados por el actor para la demandada desde el inicio de la relación laboral el 10 de
diciembre de 1996 hasta la fecha de su terminación el 7 de octubre de 2009, resulta imposible
derivar de dicha instrumental los hechos que pretende la parte actora, razón por la cual, la
infracción en la que incurrió la alzada, al no haber valorado dicha documental argumentando que
la misma estaba en un idioma distinto al castellano, referida a la errónea interpretación de la
sección 60:28 de la Regulación Aeronáutica Venezolana y el artículo 185 del Código de
Procedimiento Civil, no resulta determinante del dispositivo del fallo.

Finalmente, con relación a la falta de aplicación de los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del
Trabajo, señala que la infracción del contenido de los mismos, se configuró cuando el
sentenciador de la recurrida, incumplió su deber de inquirir en el proceso laboral, la verdad por
todos los medios a su alcance.

Respecto a la falta de aplicación de una norma, esta Sala ha establecido de manera reiterada, que
la misma se presenta cuando el sentenciador para la resolución del caso concreto deja de aplicar
una norma que esté vigente o aplica una norma que no lo esté.

En este sentido, el contenido de los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del Trabajo establece:
Artículo 5: La legislación procesal, la organización de los tribunales y la jurisdicción especial del
trabajo se orientan por el propósito de ofrecer a los trabajadores y patronos la solución de los
conflictos sobre derechos individualeso colectivos que surjan entre ellos, mediante una
administración de justicia rápida, sencilla y gratuita.

Los conflictos colectivos sobre intereses y los que se planteen para exigir el fiel cumplimiento de
los compromisos contraídos se tramitaran de acuerdo a lo pautado en el Título VII de esta Ley.

Artículo 10: Las disposiciones de esta Ley son de orden público y de aplicación territorial; rigen a
venezolanos y extranjeros con ocasión del trabajo prestado o convenido en el país y en ningún
caso serán renunciables ni relajables por convenios particulares, salvo aquellos que por su propio
contexto revelen el propósito del legislador de no darles carácter imperativo. Los convenios
colectivos podrán acordar reglas favorables al trabajador que modifiquen la norma general
respetando su finalidad.

Artículo 71: El contrato de trabajo escrito se extenderá en dos (2) ejemplares, uno de los cuales
se entregará al trabajador, y contendrá las especificaciones siguientes:

a. El nombre, nacionalidad, edad, estado civil y domicilio o residencia de los contratantes;

b. El servicio que deba prestarse, que se determinará con la mayor precisión posible;

c. La duración del contrato o la indicación de que es por timepo indeterminado, según el caso;

d. La obra o la labor que deba realizarse, cuando se contrate para una obra determinada;

e. La duración de la jornada extraordinaria de trabajo, cuando se haya estipulado por unidad de


tiempo o por tarea;

f. El salario estipulado o la manera de calcularlo y su forma y lugar de pago;

g. el lugar donde deba prestarse el servicio; y

h. Cualesquiera otras estipulaciones lícitas que acuerden los contratantes.

Ahora bien, la primera de las normas transcritas está referida al propósito de la jurisdicción
especial del trabajo, el cual está orientado a la resolución de los conflictos individuales o
colectivos, surgidos en el marco del hecho social trabajo, mediante una administración de justicia
rápida, sencilla y gratuita, en tanto que, la segunda de las disposiciones indicadas le otorga el
carácter de orden público a las disposiciones contenidas en la Ley Orgánica del Trabajo, mientras
que la tercera norma regula la manera como debe efectuarse el documento que contenga el
contrato de trabajo.

En este sentido, de los argumentos efectuados por el recurrente para denunciar la infracción de
las normas indicadas, se observa que el mismo no expresa de manera clara el razonamiento por
el cual dichas disposiciones debían ser aplicadas en el caso concreto, ni señala la parte pertinente
de la recurrida en la que el sentenciador de alzada debió aplicar su contenido, así como, el
señalamiento de cómo dicha infracción resulta determinante del dispositivo del fallo; no obstante,
de la revisión exhaustiva de la recurrida se observa que el ad quem, aún cuando no aplicó de
manera expresa el contenido de las disposiciones señaladas como infringidas, profiere su
sentencia ajustada a derecho, sin que de su contenido se evidencie la violación de las
disposiciones jurídicas delatadas por el formalizante.

Como consecuencia de los razonamientos antes expuestos, esta Sala, declara improcedente la
denuncia analizada, y así se establece.

-V-

De conformidad con el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia el error de interpretación acerca del contenido y alcance del artículo 185 del Código de
Procedimiento Civil y la falta de aplicación de los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del
Trabajo.

Señala que la recurrida, por encontrarse en idioma extranjero, desestimó erróneamente las
“Declaraciones Generales de Vuelos efectuados hacia el extranjero” lo cual resulta determinante
del dispositivo de la sentencia, ya que con las mismas se demostraba las horas laboradas y el
salario percibido por el actor en dólares norteamericanos por las labores realizadas en el
extranjero, incurriendo el sentenciador de alzada en los mismos vicios planteados en la denuncia
anterior.

Del planteamiento de la presente denuncia se observa que el recurrente esboza la misma de


manera similar a lo argumentado en la delación anterior y en tal sentido refiere que el
sentenciador de alzada, al desestimar las pruebas documentales promovidas por la parte actora,
referidas a las declaraciones generales de vuelos efectuados hacia el extranjero, sólo por
encontrarse en idioma extranjero, incurrió en la errónea interpretación el artículo 185 del Código
de Procedimiento Civil, y en la falta de aplicación de los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica
del Trabajo.

En este sentido, a los fines de constatar lo aseverado por la parte recurrente en su denuncia se
hace necesario transcribir lo que al respecto argumentó la recurrida:

1.5.- Consignó en copias simples marcada con el número “24” “Declaraciones Generales de vuelo
efectuados hacia el extranjero”, cursantes desde el folio ciento noventa y nueve (199) al
doscientos seis (206) de la quinta pieza del expediente; se observa que los mismos fueron
impugnados por la parte demandada en la audiencia de juicio, por ser copias simples, asimismo,
se observa que la parte demandante con respecto a estas documentales promovió la exhibición
de los mismos en el literal “D” del Capítulo II, las cuales no fueron exhibidas por la parte
demandada en la audiencia de juicio, el demandante señala que con la misma se prueba las horas
trabajadas en el simulador, no obstante, esta Juzgadora observa que misma se encuentra escrita
en un idioma extranjero aún cuando tiene logos de la empresa Aserca Airlines, la misma no se le
otorga el correspondiente valor probatorio así como tampoco se aplica la consecuencia jurídica
prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por cuanto no se encuentra
traducida en el idioma oficial de este país, y por cuanto todo acto procesal así como las pruebas
documentales que se valoren dentro de los procesos venezolanos deben estar en el idioma oficial
del país tal y como lo dispone el artículo 183 del Código de Procedimiento Civil, o en su defecto
debe ser traducido por un intérprete público designado por el Tribunal A-Quo, de conformidad con
lo previsto en el artículo 185 del Código de Procedimiento Civil, aplicados por remisión analógica
del artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en consecuencia, este Tribunal desestima
la misma por cuanto no se evidencia de autos que el contenido de los mismos hayan sido
traducidos al idioma oficial de este país, para la determinación de los hechos que contiene. ASI
SE ESTABLECE.

Ahora bien, del extracto de la recurrida parcialmente transcrito, se observa que, tal como lo refiere
el recurrente en su denuncia, el ad quem, al analizar las declaraciones generales de vuelo
efectuados por el actor hacia el extranjero, cursantes a los folios 199 al 206 de la quinta pieza del
expediente, desestima las mismas bajo el alegato de que no se evidenciaba de autos que su
contenido haya sido traducido al castellano, conforme a los dispuesto en el artículo 183 del Código
de Procedimiento Civil, en concordancia con el artículo 185 eiusdem, por lo que tampoco se aplica
la consecuencia jurídica prevista en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

En este sentido, tal como fue establecido por esta Sala en el análisis de la denuncia precedente,
del contenido del artículo 185 se desprende que los jueces, a los fines de examinar los
documentos producidos en el proceso, extendidos en un idioma distinto al castellano, deberán
ordenar su traducción mediante un intérprete público o mediante la designación de un traductor,
siendo un imperativo para los operadores de justicia el examen de dichas documentales, sin que
puedan desestimar la valoración de las mismas bajo el señalamiento de no estar en idioma oficial,
debiendo ordenar, aun de oficio, la traducción al idioma castellano de dichos instrumentos, a los
fines de salvaguardar el derecho a la defensa y al debido proceso de las partes, y no desecharlo
sin mayor análisis.

Determinado lo anterior, al evidenciar esta Sala que la alzada desestimó en el proceso la prueba
documental referida a las declaraciones generales de vuelo efectuados por el actor hacia el
extranjero, sólo bajo el argumento de que su contenido, al encontrarse en un idioma distinto al
oficial, no había sido traducido al castellano, resulta evidente la infracción del artículo 185 del
Código de Procedimiento Civil, por no haber valorado el ad quem el contenido de dicha prueba
documental mediante la designación de un traductor o un intérprete público que efectuara la
traducción de dicha instrumental.

No obstante lo anterior, y en virtud del criterio establecido por esta Sala, según el cual para que
sea declarado con lugar el recurso de casación y anular la sentencia recurrida, el vicio que se
denuncie debe ser relevante para la resolución de la controversia; en este sentido, con base a los
artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por aplicación del
principio finalista y en acatamiento a la orden de evitar reposiciones inútiles, según la cual no se
declarará la nulidad de la sentencia recurrida si la deficiencia concreta que la afecta no impide
determinar el alcance subjetivo u objetivo de la cosa juzgada, o no hace imposible su eventual
ejecución, se hace necesario establecer si la infracción detectada resulta determinante de lo
decidido.

Bajo este orden argumentativo, de la revisión exhaustiva de las documentales referidas a las
declaraciones generales de vuelo efectuados por el actor hacia el extranjero, cursantes a los
folios 199 al 206 de la quinta pieza del expediente, se observa que las mismas están referidas a
un formato impreso, todas ellas con el membrete de la empresa demandada Aserca Airlines, C.A.,
las cuales, salvo por la primera de ellas, cursante al folio 199 de la quinta pieza del expediente, el
texto indicado en cada una de las casillas de dichos formatos se encuentra escrito conjuntamente
en inglés y en castellano, lo cual permite perfectamente la comprensión de las mismas, por lo que
del análisis del contenido de dichas documentales se desprende que la parte actora figura en
dichos formatos, como Capitán de los vuelos indicados en las mismas, realizados, según el orden
en que se encuentran agregadas dichas documentales en el expediente, de la siguiente
manera: 1) vuelo N° OCA-421, de Punta Cana a Santo Domingo, realizado en fecha 12 de enero
de 2006, 2) vuelo N° OCA-9403, de Curacao a Caracas, realizado en fecha 10 de febrero de
2006, 3) vuelo N° R7403, de Aruba a Caracas, realizado en fecha 29 de septiembre de 2009, 4)
vuelo N° 402, de Caracas a Aruba, realizado en fecha 29 de septiembre de 2009, 5) vuelo N°
9428, de Caracas a Punta Cana, realizado en fecha 4 de abril de 2009, 6) vuelo N° R7-9429, de
Punta Cana a Caracas, realizado en fecha 4 de abril de 2009, 7) vuelo N° 402, de Caracas a
Aruba, realizado en fecha 23 de abril de 2009, con las cuales quedaba demostrado en el proceso
que el actor realizó para la empresa demandada los vuelos indicados en dichas documentales y
en las fechas allí señaladas.

No obstante, de la revisión de todo lo alegado y probado en autos, se evidencia que la prestación


del servicio realizado por al actor para la demandada no fue un hecho controvertido en el proceso,
ya que la empresa accionada, al contestar la demandada, aun cuando le atribuye carácter
mercantil a la prestación de servicio, admite la misma, así mismo, al examinar el contendido de la
contestación de la demandada, se desprende que la empresa Aserca Airlines, C.A., en ningún
momento negó que durante el tiempo de servicio prestado el actor haya realizado vuelos al
extranjero.

De igual manera, del análisis del contenido de las referidas documentales contentivas de las
declaraciones generales de vuelo efectuados por el actor hacia el extranjero, se evidencia que en
las mismas no se indica la hora de salida, hora de llegada, el tiempo de cada uno de los vuelos allí
señalados, ni el pago que recibía el actor por los mismos, razón por la cual, resulta imposible
concluir de dichas documentales los alegatos que pretende el recurrente, al señalar que las
mismas permiten probar parte de las horas extras trabajadas por el actor en el extranjero, así
como los respectivos salarios cobrados en dólares norteamericanos por las labores realizadas en
el exterior, razón por la cual, esta Sala de Casación Social, concluye que la infracción en la que
incurrió la recurrida al no haber valorado dichas pruebas por considerar que las mismas se
encontraban en un idioma distinto al castellano, ni haber derivado de las mismas la consecuencia
jurídica contenida en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por la no exhibición
de dichas documentales por la parte accionada, no resulta determinante del dispositivo del fallo.
Finalmente, con relación a la falta de aplicación de los artículos 5, 10 y 71 de la Ley Orgánica del
Trabajo, esta Sala observa que la parte recurrente no señala la manera, como a su juicio, la
sentencia impugnada infringe el contenido normativo de dichos artículos, lo cual resulta suficiente
para no entrar conocer la infracción delatada por el formalizante.

No obstante, tal como fue establecido en el análisis de la denuncia anterior, de la revisión del
contenido de dichos artículos se observa que el artículo 5 de la Ley Orgánica del Trabajo está
referido al propósito de la jurisdicción especial del trabajo, el cual está orientado a la resolución de
los conflictos individuales o colectivos, surgidos en el marco del hecho social trabajo, mediante
una administración de justicia rápida, sencilla y gratuita, en tanto que, el artículo 10 eiusdem, le
otorga el carácter de orden público a las disposiciones contenidas en la Ley Orgánica del Trabajo,
mientras el artículo 71 eiusdem, regula la manera como debe efectuarse el documento que
contenga el contrato de trabajo; y en tal sentido, al revisar exhaustivamente el contenido de la
sentencia impugnada se evidencia que el ad quem al emitir su pronunciamiento, aún cuando no
señala de manera expresa haber aplicado el texto de las disposiciones señaladas como
infringidas, profiere su sentencia de manera ajustada a derecho, sin que de su contenido se
evidencie la violación de las disposiciones jurídicas delatadas por el formalizante.

Como consecuencia de los razonamientos antes expuestos, esta Sala, declara improcedente la
denuncia analizada, y así se establece.

- VI -

De conformidad con el numeral 1 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia la incongruencia negativa u omisiva en la que incurrió el sentenciador de la recurrida,
quebrantando en consecuencia el ordinal 5 del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil por
la inobservancia del principio de exhaustividad, que impone al juez el deber de resolver sobre
todo lo alegado y probado en autos y exige que toda sentencia contenga decisión expresa,
positiva y precisa con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opuestas,
sin que en ningún caso pueda absolverse de la instancia.

Señala que la recurrida omitió todo pronunciamiento, consideración o valoración, sobre la prueba
de exhibición promovida en el literal “O” del capítulo segundo del escrito de promoción presentado
por la parte actora, relacionada con la solicitud de exhibición de los originales de una serie de
recaudos, que por orden de la Regulación Aeronáutica Venezolana 121, deben ser llevados por la
empresa demandada, tal como se desprende del manual de operaciones de la misma, y referidas
a: 1) Programación diaria de vuelos durante los últimos catorce años; 2) Reporte del informe radial
durante los últimos catorce años; 3) Libro de horas de vuelo o libro de vida de cada avión
propiedad de la demandada, durante los últimos catorce años; y 4) Original de los anuncios de los
horarios de trabajo que debe llevar la demandada conforme a lo dispuesto en el artículo 105 del
Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo, en concordancia con el artículo 188 de la Ley
Orgánica del Trabajo.
El vicio de incongruencia se configura, cuando existe discrepancia entre lo alegado por las partes
(libelo y contestación), y lo decidido por el Tribunal que conoce la causa; puede ser que el
sentenciador se pronuncie sobre un alegato no formulado (incongruencia positiva), u omita
pronunciarse sobre algún punto planteado dentro de los límites de la litis (incongruencia negativa).
En el presente caso, se denuncia el segundo supuesto, es decir, incongruencia negativa.

En el caso sub iudice, refiere el formalizante que la sentencia se encuentra viciada de


incongruencia negativa, ya que la alzada omitió pronunciarse respecto a la prueba de exhibición
promovida en el literal “O” del capítulo segundo del escrito de presentado por la parte actora,
referida a la solicitud de exhibición de los originales de las documentales por él señaladas.

Ahora bien, de lo argumentado por el formalizante, aprecia esta Sala que al estar referido el vicio
denunciado bajo el supuesto de incongurencia negativa, a la falta total de valoración por parte de
la recurrida de un medio probatorio promovido y admitido válidamente en el proceso, la infracción
de la cual adolece el fallo impugnado es el vicio de silencio de pruebas, el cual constituye uno de
los supuestos de inmotivación, denunciable con fundamento en el ordinal 3º del artículo 168 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, diametralmente distinto al requisito de congruencia que se
exige en los fallos como presupuesto de validez, el cual tiene por finalidad asegurar un adecuado
cumplimiento del principio dispositivo, que implica el deber del juez de atenerse a lo alegado y
probado en autos, sin poder sacar elementos de convicción fuera de éstos, ni suplir excepciones o
argumentos de hecho no alegados ni probados, expresado en el artículo 12 eiusdem.

Establecido lo anterior, al referirse la omisión de pronunciamiento delatada por el recurrente, a un


medio de prueba, referido a la solicitud exhibición de documentos promovida en el literal “O” del
capítulo segundo del escrito presentado por la parte actora, esta Sala, extremando sus funciones,
a los fines de preservar las garantías contenidas en los artículo 26 y 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, pasa a emitir pronunciamiento respecto a la infracción
delatada, evidenciando que lo denunciado por el formalizante es el vicio de inmotivación por
silencio de prueba.

En este sentido, al analizar el escrito de promoción de pruebas, se observa que la parte actora, a
los fines de “ratificar, una vez más, la exactitud de los días de descanso y feriados, así como las
horas extras diurnas y nocturnas laboradas” por el actor, “que se le adeudan y que fueron
especificados en el libelo”, solicitó, en el literal “O”, de conformidad con el artículo 82 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, la exhibición de los documentos referidos a: 1) Programación
diaria de vuelos durante los últimos catorce años; 2) Reporte del informe radial durante los últimos
catorce años; 3) Libro de horas de vuelo o libro de vida de cada avión propiedad de la
demandada, durante los últimos catorce años; y 4) Original de los anuncios de los horarios de
trabajo que debe llevar la demandada conforme a lo dispuesto en el artículo 105 del Reglamento
de la Ley Orgánica del Trabajo, en concordancia con el artículo 188 de la Ley Orgánica del
Trabajo.

Bajo este contexto argumentativo, de la revisión exhaustiva de la recurrida se evidencia que


efectivamente el sentenciador de alzada omitió todo pronunciamiento respecto a dicho medio de
prueba, configurándose en la sentencia impugnada el vicio de inmotivación por silencio de
pruebas.
No obstante lo anterior, y en virtud del criterio establecido por esta Sala, según el cual para que
sea declarado con lugar el recurso de casación y anular la sentencia recurrida, el vicio que se
denuncie debe ser relevante para la resolución de la controversia; en este sentido, con base a los
artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por aplicación del
principio finalista y en acatamiento a la orden de evitar reposiciones inútiles, según la cual no se
declarará la nulidad de la sentencia recurrida si la deficiencia concreta que la afecta no impide
establecer el alcance subjetivo u objetivo de la cosa juzgada, o no hace imposible su eventual
ejecución, se hace necesario establecer si la infracción detectada resulta determinante de lo
decidido.

Ahora bien, respecto a la solicitud de exhibición regulada en el artículo 82 de la Ley Orgánica


Procesal del Trabajo, esta Sala ha señalado en anteriores decisiones y así fue establecido al
analizar la primera denuncia formulada por la parte actora recurrente en casación, que aún en los
casos en que la propia ley exime de la obligación de suministrar pruebas que permitan llegar a
una presunción grave de que el instrumento se halla o se ha hallado en poder del adversario,
como es el supuesto de ciertos documentos que deben ser llevados por el patrono, por disposición
de la ley, resulta indispensable, para la procedencia de la consecuencia jurídica establecida en el
artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, que el solicitante de la exhibición consigne
una copia del texto del documento del cual se evidencie claramente los alegatos que el
promovente pretende sean tenidos como ciertos en el proceso, o en su defecto, afirme de manera
concreta los datos que presuntamente contenga éste.

En el caso sub iudice, esta Sala evidencia que si bien es cierto, tal como lo señala el recurrente en
su formalización y así se desprende del contenido de la Regulación Venezolana Aeronáutica N°
121 (la cual fue derogada por una nueva regulación) y los artículos 108 de la Ley Orgánica del
Trabajo y 105 de su Reglamento, los documentos cuya exhibición fue solicitada se corresponden
con aquellos que por disposición de la ley deben ser llevados por la accionada, lo cual releva al
solicitante de consignar un medio de prueba que haga presumir su existencia, tal como lo dispone
el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, no es menos cierto que el actor en su
solicitud de exhibición debió señalar los datos que conozca acerca del contenido de los mismos, lo
cual no se evidencia de su escrito de promoción de pruebas, ya que en el mismo, se limitó sólo a
pedir su exhibición de forma genérica, indicando que con los mismos se ratificaba el reclamo de
los días de descanso y feriados, así como las horas extras diurnas y nocturnas, laboradas por el
actor y especificadas en su libelo, y cuyos conceptos, al revisar el escrito de demandada, se
observa que, salvo por el último año de la relación laboral, en el mismo tampoco fueron detallados
claramente dichos reclamos.

Razón por la cual, al no haber señalado la parte actora en su solicitud de exhibición, de manera
concreta los datos que presuntamente contenían los documentos requeridos a la accionada, los
cuales, en virtud de su falta de exhibición debían tenerse como ciertos en el proceso, la aplicación
de la consecuencia jurídica establecida en el artículo 82 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
resulta imposible, en virtud del incumplimiento de los requisitos contenidos en la norma señalada
supra. En consecuencia, ante la imposibilidad de derivar de la solicitud de exhibición un hecho
cierto en el proceso que permitiera la aplicación de la consecuencia establecida en la norma, el
vicio de inmotivación por silencio de prueba en el que incurrió la alzada en su sentencia, no resulta
determinante del dispositivo del fallo.
Como corolario de lo antes expuesto, resulta improcedente la denuncia analizada. Y así se
declara.

- VII -

De conformidad con el numeral 3 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, en
concordancia con lo dispuesto en el artículo 320 del Código de Procedimiento Civil, denuncia el
vicio de suposición falsa en la que incurrió el sentenciador de la recurrida, al haber dado por
demostrado un supuesto, imaginario e inexistente pago en bolívares, de las cantidades del salario
que le eran efectiva y realmente pagadas al actor en dólares norteamericanos, con exclusión de
cualquier otra moneda.

Señala que la parte actora alegó, de manera expresa en su libelo, que para todos los efectos de
cálculo de los pagos, indicados como recibidos por el trabajador en dólares norteamericanos, se le
aplicara el cambio referencial de Bs.4,30 por dólar, de conformidad con el Convenio Cambiario N°
14, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, de fecha 8 de enero
de 2010, pero en ningún momento se estableció que dicho pago era efectuado en bolívares, como
errónea y falsamente lo señala el ad quem, sin elementos probatorios válidos que respalden dicha
declaratoria, atribuyéndole a los recibos de pago de salarios que cursan en autos, menciones que
estos no contienen, ya que en los mismos no se expresan cantidades adicionales pagadas al actor
en dólares norteamericanos por sus labores realizadas en el extranjero.

Con relación al vicio de suposición falsa, ha establecido reiteradamente esta Sala, que el mismo
está referido a un hecho positivo y concreto que el Juez establece falsa e inexactamente en su
sentencia a causa de un error de percepción, porque no existen las menciones que
equivocadamente atribuyó a un acta del expediente, no existen las pruebas sobre las cuales se
fundamenta el sentenciador, o éstas resulten desvirtuadas por otras actas o instrumentos del
expediente.

Así mismo, respecto a la técnica correcta para denunciar la suposición falsa, esta Sala ha
establecido que la misma debe reunir los siguientes requisitos: a) indicar el hecho positivo y
concreto que el juez haya dado por cierto valiéndose de la falsa suposición; b) indicar el caso
concreto de suposición falsa; c) señalar específicamente el acta o instrumento cuya lectura
evidencie la falsa suposición; d) indicar y denunciar el texto legal aplicado falsamente; y, e)
demostrar razonadamente que la infracción es determinante en el dispositivo del fallo. (Sentencia
N° 511, de fecha 14-03-2006).

En el caso concreto, se aprecia que el recurrente señaló como hecho falsamente establecido por
la alzada, el haber dado por demostrado en el proceso, sin elementos probatorios válidos que
respalden dicha declaratoria, que las cantidades del salario percibidas por el actor en dólares
norteamericanos, le eran pagadas en bolívares, atribuyéndole a los recibos de pago cursantes en
autos, menciones que no contienen, ya que de los mismos no se evidencia el pago de cantidades
adicionales calculadas en dólares.
A fin de verificar si el fallo recurrido está incurso en el vicio de falso supuesto, resulta necesario
transcribir lo argumentado por la recurrida en el capítulo en el cual estableció los conceptos que
componen el salario, en el cual señaló lo siguiente:

3.- El SALARIO
Observa esta Juzgadora que la parte actora no está de acuerdo con el salario establecido por el
Tribunal A-Quo, toda vez que señala cada una de sus asignaciones incluso la cantidad devengada
en dólares pero no se pronuncia sobre él, señala que el Juez suplió la defensa de las partes al
establecer unos porcentajes más o menos según el caso en el salario, que no consideró este
concepto como parte del salario.

 Al respecto, observa esta Juzgadora que el Tribunal A-Quo, en cuanto al salario señaló que el
actor percibía una parte en bolívares correspondiente al pago de la jornada mensual de sesenta y
cinco (65) horas, una asignación fija por ser instructor de vuelo, otra por vuelos de prueba
realizados en el mes, más las horas de instrucción de entrenamiento en el simulador realizados en
el extranjero, señala que no evidencia que esas asignaciones sea por unidad de obra, por pieza o
a destajo, por comisión, por propina facturada o comisión, por viaje, por distancia o unidad de
carga, sino por el contrario, que se trata de un salario por unidad de tiempo, por cuanto la
estipulación del salario no es tomado en cuenta en la medida de su trabajo, sino por le tiempo
empleado para su ejecución; concluyendo que el salario del actor era un salario fijo.

Asimismo, excluye del salario las asignaciones señaladas por el actor que no revisten carácter
salarial. Finalmente, establece los salarios devengados por el actor indicando que desde el folio
11 hasta el folio 18 de la séptima pieza del expediente, correspondiente a los años 1998, 1999,
2001, 2002, 2003, 2004 y 2005, se evidencian los salarios considerando estos más los que se
establecen de la prueba de informes y los señalados en los recibos de pago, considerando que en
los meses comprendidos desde diciembre del año 1996 hasta diciembre del año 1997, conforme a
la equidad pondera el salario con base al promedio del año 1998 menos el 20%, y con respecto al
año 1999, dividió entre 12 meses la asignación cancelada por la empresa en dicho año y que
consta al folio 13 de la séptima pieza, en el año 2000, ponderó el salario conforme al promedio
devengado en el año 1999, más un incremento del 20%, y en los meses de enero a julio del año
2006, ponderó el salario conforme a lo percibido por el actor en diciembre del año 2005, y desde
agosto del año 2006 hasta septiembre del año 2007, aplicó el salario que indica la prueba de
informes emitida por el Banco Mercantil que cursa al folio 213 y 214 de la décima pieza del
expediente.

 Al respecto, este Tribunal observa en los autos quedó demostrado que el salario devengado por
el actor estaba conformado por una parte correspondiente a la jornada laboral mensual, más la
asignación por jefatura, más asignación por instrucción, más una asignación por vuelo de prueba y
el recargo por día feriado y el bono nocturno, éstos dos últimos en algunos meses, en este
sentido, sólo las asignaciones salariales antes señaladas son las que formaban parte del salario,
evidenciándose que los gastos de alimentación que señalaba el actor como parte del salario, no
forman parte del mismo, toda vez que se trata de un beneficio de carácter no remunerativo, así
tampoco se evidencia que el mismo sea considerado como parte del salario en el presente caso
por acuerdo colectivo o por contrato individual de trabajo celebrado entre las partes, en este
sentido, dicho concepto debe ser excluido de la apreciación de los conceptos que componen el
salario en el presente caso, con relación al pago en dólares que recibía el actor como parte del
salario, éste Tribunal observa que el actor señala que el mismo era percibido por las instrucciones
de vuelo que éste impartía la cual era estimada en dólares, sin embargo, la misma le era
cancelada en bolívares por la empresa demandada, tal y como se desprende de los recibos de
pagos, en este sentido, efectivamente ésta asignación forma parte del salario, por así haber
quedado demostrado en autos, como anteriormente se señaló, en consecuencia, esta Juzgadora
tomará como parte del salario las asignaciones laborales que quedaron probadas en autos y a los
efectos de determinar el monto devengado por el actor mensualmente, considera aplicable los
salarios señalados en los recibos de pagos y en los casos que no conste recibos de pago en
autos, tomará el señalado por el actor en su escrito libelar, en consecuencia se declara
procedente este punto apelado por la parte actora. ASÍ SE DECIDE.

De la reproducción efectuada, se observa que el sentenciador de la recurrida, una vez analizadas


las pruebas cursantes en autos, al determinar en el proceso los distintos conceptos que componen
el salario de la parte actora, establece claramente cuáles de las cantidades percibidas revisten
carácter salarial, señalando aquellas, que por pertenecer a la categoría legal de beneficios
sociales de carácter no remunerativo, quedaban excluidos del mismo, y al pronunciarse con
respecto al pago de las cantidades señaladas como percibidas por el demandante en dólares
norteamericanos por las instrucciones de vuelo que éste impartía, establece que aun cuando
dicho concepto era estimado en dólares, los mismos eran pagados por la parte accionada en
bolívares, tal como se desprendía de los recibos de pago cursantes en autos y de cuyo contenido
conformó la base salarial aplicable para el cálculo de los conceptos laborales emanados,
señalando que para aquellos períodos en los que no constara en autos las cantidades percibidas,
tomaría los montos indicados por el actor en su libelo.

En tal sentido, esta Sala, de la revisión exhaustiva del cúmulo probatorio cursante en autos,
aprecia que aun cuando efectivamente la parte actora consignó como pruebas documentales
identificadas como anexo “30” cursantes a los folios 215 al 256 de la sexta pieza del expediente,
un conjunto de recibos de pago, la mayoría de ellos en copia al carbón y otros en copias
fotostáticas simples, así como memorándum emanados de la empresa demandada, en los cuales
se reseñan cantidades entregadas al actor en dólares por su desempeño como instructor de
vuelo, se observa que tal como lo refiere la alzada en su sentencia, del conjunto de recibos de
pago promovidos por ambas partes y los cuales fueron valorados por el ad quem, se detalla en su
contenido las cantidades en bolívares que percibía el demandante como instructor de vuelo, las
cuales fueron reseñadas en el cuadro transcrito en el fallo impugnado, en el que el sentenciador
superior efectuó el cálculo de las prestaciones sociales mes a mes.

Así mismo, de las documentales promovidas por la parte actora identificadas como anexo “32”
cursantes a los folios 12 al 18 de la séptima pieza del expediente, referidas a las planillas de
retención de impuestos sobre la renta, efectuadas por la demandada al accionante,
correspondientes a los años 1998 al 2005, en las que se detalla la cantidad total percibidas
mensualmente por el actor, y sobre cuyos montos se efectuó su declaración de impuesto, debe
entenderse que en las cantidades allí expresadas se encuentran incluidos los montos expresados
en dólares a que se refieren los recibos consignados en autos, ya que interpretar lo contrario
implicaría que durante los ejercicios fiscales a que se refieren no fue declarado dicho ingreso,
razón por la cual, al desprenderse dichas circunstancias de los medios probatorios cursantes en el
expediente, los cuales sustentan la afirmación efectuada por la alzada respecto a que, de los
recibos de pago se desprende que las cantidades estimadas en dólares que percibía el actor
como instructor de vuelo eran pagadas en bolívares, no incurre el ad quem en el vicio de
suposición falsa denunciado por el recurrente, por lo que en consecuencia resulta improcedente la
delación analizada y así se declara.

- VIII -

De conformidad con el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia el error de interpretación acerca del contenido y alcance del artículo 133 de la Ley
Orgánica del Trabajo, toda vez que la recurrida estableció, de manera errónea, que el salario
percibido por el actor durante la relación laboral era fijo, no obstante, haber sido evidenciado de
los autos que el mismo era variable, constituido por una parte percibida en bolívares,
correspondiente al pago de la jornada mensual, más un monto en efectivo para gastos de
alimentación y una asignación fija como instructor de vuelo y otra a destajo por los vuelos de
prueba realizados en el mes, así mismo, percibía como salario otra parte que era pagada en
especie, referida a la asignación anual de pasajes aéreos para él y su grupo familiar, más otra
parte que era pagada en dólares norteamericanos, correspondientes a las horas de instrucción
o entrenamiento en el simulador, realizadas en el extranjero, así como el pago de los viáticos.

Respecto a vicio de errónea interpretación acerca del contenido y alcance de una norma jurídica,
esta Sala ha señalado en anteriores decisiones y así fue establecido al analizar la primera
denuncia formulada por la parte actora, que el mismo supone que el Juez ha seleccionado
apropiadamente la norma jurídica pero yerra en la determinación del verdadero sentido de la
misma.

En tal sentido, aduce el formalizante que el sentenciador de alzada infringió, por errónea
interpretación, el contenido de la norma indicada en el artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo,
al haber establecido en su sentencia que la parte actora percibió durante el discurrir de la relación
laboral, un salario fijo, no obstante haber quedado demostrado en el proceso que el mismo era
variable, y cuyos componentes del mismo fueron detallados por el demandante en su libelo.

Ahora bien, de la revisión de la recurrida, esta Sala observa que el juez de alzada, en el capítulo
en el cual estableció los conceptos que componen el salario, cuyo extracto fue transcrito en el
análisis de la denuncia anterior y el cual se da aquí por reproducido, detalla los distintos conceptos
que componen el salario de la parte actora, estableciendo claramente cuáles de las cantidades
percibidas revestían carácter salarial, señalando aquellas, que por pertenecer a la categoría legal
de beneficios sociales de carácter no remunerativo, quedaban excluidos del mismo, determinando
las cantidades percibidas como salario por el actor en cada uno de los períodos durante el
discurrir de la relación laboral, los cuales detalla en el cuadro en el que calculó la prestación de
antigüedad del accionante, apreciándose del mismo que los montos allí señalados,
correspondientes al salario normal del actor, los cuales varían en cada uno de los meses ya que
los mismos, tal como lo señaló el actor en su libelo y así lo dejó establecido la recurrida,
dependían de las asignaciones percibidas en cada período, todo lo cual permite concluir, contrario
a lo indicado por el formalizante, la naturaleza variable del salario determinada por el sentenciador
de alzada.
En consideración a lo anteriormente expuesto, debe declararse que no hubo infracción de errónea
interpretación del artículo 133 de la Ley Orgánica del Trabajo por parte del Juzgador de la
instancia, y por lo tanto, improcedente la denuncia. Así se decide.

DEL RECURSO DE CASACIÓN DE LA PARTE DEMANDADA

ÚNICO

De conformidad con el numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia la falta de aplicación del artículo 321 del Código de Procedimiento Civil, al desconocer
criterio reiterado de esta Sala de Casación Social, relativo a la forma de oponer la defensa de
prescripción cuando se niegue la existencia de la relación de trabajo.

Señala, que la recurrida contradice criterio pacífico y reiterado establecido por esta Sala, entre
otras, en decisiones: N° 864 del 18 de mayo de 2006, N° 07 del 23 de enero de 2007 y N° 1544
del 16 de octubre de 2008, en el que señala que en aquellos casos en los cuales se niegue la
relación de trabajo antes de alegarse la prescripción de la acción, no puede presumirse que se
acepta una relación laboral que ha sido expresamente negada con antelación.

Arguye que la recurrida, no obstante haber aceptado que la demandada en su contestación, luego
de alegar la falta de cualidad del actor, planteó de forma subsidiaria la prescripción de la acción,
establece erradamente que al haber negado la demandada la relación laboral y opuesto a su vez
la defensa perentoria de prescripción de la acción, conlleva a un reconocimiento tácito por el cual
la demandada admite la existencia del vínculo laboral, fundamentándose en sentencia N° 262 del
23 de marzo de 2010, de la Sala de Casación Social.

Señala que el sentenciador de alzada incurre en un grave error al sostener que la demandada, al
haber planteado la prescripción de la acción, reconoció tácitamente la negada relación laboral, ya
que dicho alegado de fondo fue opuesto de manera subsidiaria y no concurrente, como sucedió en
el caso analizado en la decisión de esta Sala - N° 262 del 23/03/2010- , citada como sustento por
el tribunal ad quem.

Refiere, que el vicio denunciado resulta determinante del dispositivo del fallo, ya que de haber
acatado la recurrida el criterio jurisprudencial establecido por esta Sala, relativo a que la defensa
de prescripción propuesta en forma subsidiaria no produce como efecto el reconocimiento de la
existencia de la relación de trabajo, el sentenciador de la recurrida habría declarado procedente la
defensa de falta de cualidad y verificado que efectivamente durante el periodo final de la relación,
transcurrido desde el 12 de diciembre de 1996 hasta el 30 de septiembre de 2007, el vínculo entre
las partes fue de naturaleza mercantil.

Señala que al haber ejercido la demanda su recurso de apelación de forma genérica, la alzada
debió conocer la defensa de falta de cualidad alegada por la accionada en su contestación, no
obstante, el ad quem al pronunciarse con respecto a dicho alegato, declaró que al no haber
señalado expresamente la demandada en la audiencia de apelación el pronunciamiento del a quo
por el cual declaró improcedente la defensa de falta de cualidad del actor para demandar a la
empresa Aserca Airlines, C.A., da por reconocido que la demandada y Serviserca son el mismo
patrono y como consecuencia de ello, sin lugar la defensa de prescripción alegada, contraviniendo
criterio pacífico y reiterado de esta Sala de Casación Social establecido en decisiones N° 2469 del
11 de diciembre de 2007 y N° 1165 del 14 de julio de 2009 y N° 1458 del 6 de diciembre de 2010,
en el que estableció que “al apelar en forma genérica se le otorga al juzgador de la instancia
superior el fuero pleno del asunto”.

Para decidir, la Sala observa.

A los efectos de emitir pronunciamiento sobre el particular, estima necesario resaltar que
ciertamente el artículo 321 del Código de Procedimiento Civil, aplicable en materia laboral por
remisión expresa del artículo 11 del la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, establece que los
jueces procurarán acoger la doctrina de casación establecida por la Sala, en tanto sea aplicable a
casos análogos, lo cual no resulta obligatorio; contrario a lo que establecía el artículo 177 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo, cuya nulidad fue declarada por la Sala Constitucional en
decisión N° 1264 del 1° de octubre de 2013, según el cual los jueces laborales tenían el deber de
acoger la doctrina de casación establecida en casos análogos.

Por lo que debe entenderse que aún cuando el artículo 321 de la ley adjetiva civil consagra la
necesidad de que los Jueces acojan la doctrina de casación establecida para casos análogos,
para defender la integridad y la uniformidad de la jurisprudencia, ella no implica que los Tribunales
deban acogerla obligatoriamente para la producción de sus fallos, ya que tal como lo señaló la
Sala Constitucional, en la referida decisión -N° 1264/1-10-b-, la jurisprudencia no es fuente
directa del derecho, por lo que el imponer a los jueces de la jurisdicción laboral la obligación de
interpretar disposiciones normativas de carácter legal, implica el detrimento del principio de
autonomía e independencia del juez para adoptar la decisión más acertada en un caso concreto,
atendiendo las circunstancias que rodean al mismo, además de los principios de legalidad,
equidad y justicia, razón por la cual en atención al artículo 335 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela corresponde a la Sala Constitucional, como máximo garante e intérprete
del Texto Fundamental, establecer el alcance y contenido de las normas y principios
constitucionales en armonía con el ordenamiento jurídico vigente, a través de sentencias con
carácter vinculante.

Establecido lo anterior, esta Sala aprecia que en caso sub iudice la parte demandada, en su
escrito de contestación alegó como punto previo la falta de cualidad del actor para demandar a la
empresa Aserca Airlines, C.A., ya que la intención de las partes era la de vincularse mediante una
relación de carácter mercantil y no laboral, la cual existió entre la empresa Aeroservicios
Campilongo, C.A., representada por la parte demandante, y Aserca Airlines, C.A.,
oponiendo subsidiariamente la defensa de prescripción de la acción, sólo para el caso de que el
tribunal considerase que existió una relación laboral entre el actor y la empresa demandada.

En este sentido, el sentenciador de la recurrida al resolver la falta de cualidad alegada por la


empresa demandada como punto previo en su contestación, argumentó lo siguiente:
1.- PUNTO PREVIO, PRESUNCION DE LA LABORALIDAD

Observa este Tribunal que la parte demandada en su escrito de contestación de la demanda,


alegó como punto previo la falta de cualidad del actor para demandar a la empresa Aserca
Airlines, C.A.; como patrono durante el período comprendido desde el 12 de diciembre del año
1996 hasta el 30 de septiembre del año 2007, y subsidiariamente la prescripción de la acción de
dicho período; al respecto, ha sido criterio de esta Juzgadora con respecto al alegato de la
prescripción de la acción, que éste puede ser interpuesto en la oportunidad de la celebración de la
Audiencia Preliminar o en el acto de contestación de la demanda, teniendo la obligación el Juez
de Juicio de pronunciarse sobre lo alegado por la demandada como punto previo, criterio
sostenido por la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en Decisión N° 319 de
fecha veinticinco (25) de abril de dos mil cinco (2005), caso: Rafael Martínez vs. Aeropostal Alas
de Venezuela, C.A.; en este sentido, se evidencia que la defensa previa de la falta de cualidad del
actor para demandar así como la prescripción fue interpuesta por la representación legal de la
parte demandada de forma tempestiva.
Dicho lo anterior, procede este Tribunal a emitir su pronunciamiento bajo las siguientes
consideraciones:

Del escrito de contestación de la demanda, la empresa Aserca Airlines señala que desde el 12 de
diciembre del año 1996 hasta el 30 de septiembre del año 2007, la intención de las partes era de
vincularse mediante una relación de carácter mercantil y no laboral, que la misma se materializó
entre la empresa demandada y la empresa Aeroservicios Campilongo, C.A.; que ésta última le
proveía, pilotos para que volaran para la aeronaves de la empresa Aserca Airlines, C.A.; que ésta
le cancelaba por los servicios prestados a la empresa Aeroservicios Campilongo, C.A.; previa
presentación de factura; que por estas razones niega que el actor haya laborado
subordinadamente durante 12 años, 9 meses y 27 días, para la empresa demandada, finalmente
señala que en el supuesto negado que el Tribunal considerase que existió una relación laboral
entre el actor y la empresa Aserca Airlines, C.A.; durante el período antes señalado, la misma
estaría prescrita con base a lo establecido en el artículo 61 de la Ley Orgánica del Trabajo, toda
vez que la supuesta y negada relación de trabajo culminó en fecha 30 de septiembre del año
2007, es decir, casi 3 años después de haber culminado el supuesto y negado vínculo laboral y
así solicita que sea declarado.

En este sentido, es necesario señalar el criterio establecido por la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº 0262 de fecha veintitrés (23) de marzo del año dos
mil diez (2010), con relación a estas defensas, en los siguientes términos:

(omissis)

De acuerdo, con el criterio antes señalado esta Juzgadora infiere que existe un reconocimiento
tácito por parte demandada; en cuanto a que durante período comprendido entre el 12 de
diciembre del año 1996 hasta el 30 de septiembre del año 2007, hubo una relación de naturaleza
laboral y no mercantil como lo señala la parte accionada, toda vez que negada la relación laboral y
opuesta a su vez la defensa perentoria de la prescripción de la acción, conlleva a ese
reconocimiento, incurriendo la parte demandada en contradicción con respecto a la falta de
cualidad del actor, perjudicando así su defensa, en este sentido, esta Juzgadora considera que en
el presente caso el demandado admite la existencia del vínculo laboral desde el período 12 de
diciembre del año 1996 hasta el 30 de septiembre del año 2007, en consecuencia, el actor tiene la
facultad para demandar a la empresa Aserca Airlines por la relación de trabajo que los vínculo
durante ese período, razón por la cual se declara improcedente el alegato señalado por la parte
demandada referido a que se desvirtuó la presunción de la laboralidad expuesta en esta Instancia.
ASÍ SE DECIDE.

Del fragmento transcrito, se evidencia que el juzgador ad quem, no obstante haber observado que
la demandada en su contestación opuso la defensa de prescripción de manera subsidiaria al
alegato de falta de cualidad del actor para demandar, declara como admitido por la accionada el
carácter laboral de la relación, en virtud de la contradicción en la que incurre al haber negado la
relación laboral y haber opuesto a su vez la prescripción, lo cual, a juicio de la recurrida, implicaba
el reconocimiento tácito de la existencia de una relación de naturaleza laboral y no mercantil;
contrariamente a lo sostenido por la jurisprudencia reiterada y pacífica de esta Sala de Casación
Social, que en diversas decisiones ha establecido lo que de seguida se reproduce:

“(…) lo que queda reconocido evidentemente es la relación de trabajo, puesto que


lógicamente no se puede oponer la prescripción de la acción de un derecho que no existe,
y por ende al oponerse la defensa perentoria en cuestión, el demandante evidentemente
reconoció con este acto la relación de trabajo existente entre la empresa y sus trabajadores”
(Sentencia N°: 306, de fecha 13 de noviembre de 2001)

“En el caso concreto, del análisis del libelo y de la contestación evidencia la Sala que los límites
en los cuales ha quedado planteada la controversia, conforme a la pretensión deducida y a las
defensas opuestas van dirigidos a determinar la prescripción, la falta de interés de la demandada,
y los conceptos laborales demandados, pues la relación de trabajo quedó tácitamente admitida
al haber opuesto en primer lugar la prescripción”.(Sentencia N°: 59, de fecha 01 de marzo de
2005)

“Del análisis de la sentencia transcrita y del escudriñamiento de las actas procesales, la Sala
constata que las codemandadas, en la contestación de la demanda, alegaron la defensa
perentoria de la prescripción de la acción; no obstante, la primera de las co-demandadas,
Inversiones José Giovanny Méndez, la planteó como punto previo al rechazo de los demás
conceptos reclamados, y la codemandada C. A. Cervecera Nacional, la opuso en forma
subsidiaria al desconocer la existencia de la relación de trabajo, sólo bajo el supuesto de que las
defensas opuestas fueran declaradas sin lugar, lo que trae por consecuencia el
reconocimiento expreso del vínculo laboral para la primera de las indicadas, mas no para la
sociedad mercantil C.A. Cervecera Nacional.” (Sentencia N°: 864, de fecha 18 de mayo de 2006).

En consecuencia, al haber declarado el juez ad quem, que la relación de trabajo quedó


tácitamente admitida por la demandada por haber negado la relación laboral y opuesto a su vez la
defensa perentoria de prescripción de la acción, contravino el criterio pacífico y reiterado
establecido por esta Sala de Casación Social, referido a que el alegato de prescripción
planteado en el proceso de manera subsidiaria a las defensas de fondo, no produce el efecto de
admisión de la relación laboral, toda vez que la empresa demandada opuso en su contestación
dicha defensa de prescripción de la acción, sólo para el supuesto negado en que el tribunal
considerase la existencia de una relación laboral entre el actor y la demandada.

Ahora bien, no obstante lo anterior, y en virtud que esta Sala ha establecido en anteriores
decisiones, que para que sea declarado con lugar el recurso de casación y anular la sentencia
recurrida, el vicio que se denuncie debe ser relevante para la resolución de la controversia; en
este sentido, con base a los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, por aplicación del principio finalista y en acatamiento a la orden de evitar reposiciones
inútiles, según la cual no se declarará la nulidad de la sentencia recurrida si la deficiencia concreta
que la afecta no impide determinar el alcance subjetivo u objetivo de la cosa juzgada, o no hace
imposible su eventual ejecución, resulta necesario analizar si el vicio in commento del que adolece
la recurrida es determinante como para anular la decisión proferida por el tribunal superior y entrar
esta Sala a emitir un nuevo pronunciamiento de fondo.

Así las cosas, de la revisión exhaustiva de las actas que conforman el expediente, así como del
examen de todo lo alegado y probado en el proceso, se evidencia que, de la manera como la
parte accionada dio contestación a la demanda, quedó admitida en autos la prestación del servicio
de la parte actora para la empresa accionada, la cual calificó en su contestación, de naturaleza
mercantil, activándose en el proceso, a favor del demandante, la presunción de laboralidad
contenida en el artículo 65 de la Ley Orgánica del Trabajo, la cual no fue desvirtuada en autos por
la accionada al no haber demostrado el carácter mercantil de la prestación del servicio admitida en
su contestación, más aun, quedó evidenciado en el iter procesal que el actor prestó sus servicios
de forma personal, percibiendo un ingreso mensual durante toda la prestación del servicio y
cumpliendo una jornada mensual de 65 horas, además de las clases de vuelo a otros pilotos de la
demandada. Así mismo, consta en el expediente como prueba, los carnets emanados de la
demandada que identifican al actor como capitán de la empresa Aserca Airlines Venezuela, todo
lo cual permite concluir el carácter laboral de la prestación del servicio efectuada por el
demandante para la empresa accionada desde el 10 de diciembre de 1996 al 30 de septiembre de
2007.

Como corolario de lo anterior, al evidenciar esta Sala que en el presente caso el carácter laboral
de la prestación de servicio se desprende del cúmulo probatorio cursante en el expediente y no
del error en el que incurrió la alzada al haber declarado en el proceso como admitida por la
accionada la naturaleza laboral de la relación que existió entre las partes, por haber alegado la
demandada en su contestación la falta de cualidad del actor y a su vez haber propuesto la
prescripción de la acción, contraviniendo la doctrina establecida al respecto por esta Sala de
Casación Social, dicha infracción no resulta determinante del dispositivo del fallo, razón por la
cual, en atención al principio finalista que inspira nuestra Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, resulta inútil casar la sentencia recurrida y consecuencia se declara improcedente
la denuncia analizada. Así se resuelve.

DECISIÓN

En mérito de las consideraciones anteriores, esta Sala de Casación Social del Tribunal Supremo
de Justicia, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela por
autoridad de la ley, declara: PRIMERO: ADMITE los recursos de casación anunciados por ambas
partes; SEGUNDO: SIN LUGAR el recurso de casación interpuesto por la representación judicial
de la parte demandante, contra el fallo proferido por el Juzgado Superior Primero del Trabajo de la
Circunscripción Judicial del Estado Vargas, en fecha 22 de febrero de 2012; TERCERO: SIN
LUGAR el recurso de casación interpuesto por la representación judicial de la parte demandada,
contra ese mismo fallo; en consecuencia, CUARTO: CONFIRMA el fallo recurrido.

No hay condenatoria en costas, dada la naturaleza de la presente decisión.

No firma la presente decisión la Magistrada Dra. Carmen Esther Gómez Cabrera, por no haber
asistido a la audiencia oral y pública por motivos justificados.

Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción y Distribución de


Documentos de la Circunscripción Judicial supra identificada. Particípese de esta decisión al
Juzgado Superior de origen antes mencionado, todo ello de conformidad con el artículo 176 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Social, del Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintiún (21) días del mes de octubre de dos mil trece.
Años: 203º de la Independencia y 154º de la Federación.

Presidente de la Sala,

_______________________________________
LUIS EDUARDO FRANCESCHI GUTIÉRREZ

La Vicepresidenta y Ponente, Magistrado,

_________________________________ ____________________________
CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA OCTAVIO SISCO RICCIARDI

Magistrada, Magistrada,

________________________________ _________________________________
SONIA COROMOTO ARIAS PALACIOS CARMEN ESTHER GÓMEZ CABRERA
El Secretario,

___________________________
MARCOS ENRIQUE PAREDES

R.C. Nº AA60-S-2012-000369
Nota: Publicada en su fecha a
El Secretario,

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