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El Gasto Energético

La cantidad de energía que aportan los alimentos se mide en Kilocaloría. Las necesidades
energéticas se cubren fundamentalmente a través de los hidratos de carbono y de los lípidos o
grasas.
Las necesidades energéticas de cada uno dependen del consumo diario de energía. Este gasto
tiene dos componentes:
La energía que se gasta para mantener las funciones básicas como la respiración o el bombeo del
corazón. Es la energía basal y la energía que se consume por la actividad física
El gasto de Energía Diario y el valor Energético de los Alimentos
Es prácticamente imposible hacer una estimación exacta del gasto energético de una persona, sin
embargo la O.M.S. ha calculado que las necesidades energéticas diarias de una persona en edad
escolar son de 50 Kcal. por Kg. de peso.
El valor energético o valor calórico de un alimento es proporcional a la cantidad de energía que
puede proporcionar al quemarse en presencia de oxígeno. Se mide en calorías, que es la cantidad
de calor necesario para aumentar en un grado la temperatura de un gramo de agua. Como su
valor resulta muy pequeño, en dietética se toma como medida la kilocaloría (1Kcal = 1000
calorías). A veces, y erróneamente, por cierto, a las kilocalorías también se las llama Calorías (con
mayúscula). Cuando oigamos decir que un alimento tiene 100 Calorías, en realidad debemos
interpretar que dicho alimento tiene 100 kilocalorías por cada 100 gr. de peso. Las dietas de los
humanos adultos contienen entre 1000 y 5000 kilocalorías por día.
Cada grupo de nutrientes energéticos -glúcidos, lípidos o proteínas- tiene un valor calórico
diferente y más o menos uniforme en cada grupo. Para facilitar los cálculos del valor energético de
los alimentos se toman unos valores estándar para cada grupo: un gramo de glúcidos o de
proteínas libera al quemarse unas cuatro calorías, mientras que un gramo de grasa produce nueve.
De ahí que los alimentos ricos en grasa tengan un contenido energético mucho mayor que los
formados por glúcidos o proteínas. De hecho, toda la energía que acumulamos en el organismo
como reserva a largo plazo se almacena en forma de grasas.
Recordemos que no todos los alimentos que ingerimos se queman para producir energía, sino que
una parte de ellos se usan para reconstruir las estructuras del organismo o facilitar las reacciones
químicas necesarias para el mantenimiento de la vida. Las vitaminas y los minerales, así como los
oligoelementos, el agua y la fibra se consideran alimentos que no aportan calorías.
Como Calcular el Gasto Energético
Las necesidades de energía de cualquier ser vivo se calcula como la suma de varios componentes.
A la energía requerida por el organismo en reposo absoluto y a temperatura constante se le llama
Tasa de Metabolismo Basal (TMB), que es la mínima energía que necesitamos para mantenernos
vivos.
Para medir el metabolismo basal, la persona ha de estar en reposo físico y psíquico, en ayunas de
12 horas y a una temperatura ambiente de 20 º.
Como ejemplos de consumo basal más significativo esta el recambio celular (constantemente
mueren células que han de ser sustituidas), la formación de sustancias como hormonas, jugos
gástricos, etc. Los órganos no cesan su actividad: el corazón late las 24 horas del día, el riñón no
interrumpe la formación de orina, etc.
La tasa metabólica depende de factores como el peso corporal, la relación entre masa de tejido
magro y graso, la superficie externa del cuerpo, el tipo de piel o incluso la aclimatación a una
determinada temperatura externa. Los niños tienen tasas metabólicas muy altas (mayor relación
entre superficie y masa corporal), mientras que los ancianos la tienen más reducida. También es
algo más baja en las mujeres que en los hombres (mayor cantidad de grasa en la piel). Por otro
lado, si nos sometemos a una dieta pobre en calorías o a un ayuno prolongado, el organismo hace
descender notablemente la energía consumida en reposo para hacer durar más tiempo las
reservas energéticas disponibles, pero si estamos sometidos a estrés, la actividad hormonal hace
que el metabolismo basal aumente
Si en vez de estar en reposo absoluto desarrollamos alguna actividad física, nuestras necesidades
energéticas aumentan. A este factor se le denomina "energía consumida por el trabajo físico", y en
situaciones extremas puede alcanzar picos de hasta cincuenta veces la consumida en reposo.
Energía Consumida y el Metabolismo
La siguiente tabla nos da una idea aproximada de en qué medida varía la energía consumida,
respecto a la tasa de metabolismo basal, en función de la actividad física que realicemos:

Tipo de Coeficiente de Kcal./hora (hombre Ejemplos de actividades físicas


actividad variación tipo) representativas
Durante el sueño, tendido
Reposo TMB x 1 65
(temperatura agradable)
Sentado o de pie (hablar por
Muy ligera TMB x 1,5 98 teléfono, tocar un instrumento,
navegar por Internet, etc.)
Caminar en llano a 4-5 km/h,
Ligera TMB x 2,5 163 trabajar en un taller, jugar al golf,
camareras, etc.
Marchar a 6 km/h, jardinería,
Moderada TMB x 5 325
bicicleta a 18 km/h, tenis, baile, etc.
Correr a 12 km/h, jugar al fútbol o al
Intensa TMB x 7 455 rugby, escalada, realizar entregas,
repartos, etc.
Subir escaleras a toda velocidad o
Muy pesada TMB x 15 1000
atletismo de alta competición
Un último factor sería la energía requerida para el mantenimiento de la temperatura corporal. En
este concepto se consume la mayor parte de la tasa de metabolismo basal, y cualquier variación
de la temperatura externa influye notablemente en nuestras necesidades energéticas. Se calcula
que en los trópicos (temperaturas medias mayores de 25º) el metabolismo basal disminuye un
10% aproximadamente.
Adelgazar según el Gasto Calórico
A la hora de determinar por qué engordamos o adelgazamos, hemos de ir forzosamente a ver
cuántas kilocalorías ingerimos al día, éstas vienen dadas por la cantidad y calidad de los alimentos.
Debemos establecer una relación entre lo que comemos y lo que gastamos para llegar al
equilibrio.
Hemos de tener en cuenta que cada persona es diferente porque no gastamos todos las mismas
calorías, esto depende de la actividad de cada uno y también de su organismo, muchas veces nos
hemos preguntado por qué de dos personas que comen y trabajan de forma similar una engorda y
la otra no, esto es debido al metabolismo basal, que consiste en la energía que consume cada
persona para realizar sus funciones internas. Lo que nos encontramos habitualmente, es que el
gasto calórico de alguien que tiene una actividad física fuerte es mucho mayor que el de una
persona que trabaja sentado toda su jornada laboral, aunque realicen las mismas horas de trabajo.
Es importante conocer nuestro gasto calórico para comer conscientemente y sólo lo que necesita
nuestro cuerpo, si ingerimos más kilocalorías de las que necesitamos por nuestra constitución y
desgaste físico, engordaremos. Si lo que queremos es perder peso, tendremos que disminuir el
aporte de kilocalorías de nuestra dieta o aumentar la actividad física.
Para ello debemos saber cuántas gasta nuestro cuerpo en un día en relación a nuestra talla, peso y
actividad habituales. Para averiguarlo, podemos aplicar la siguiente fórmula:
Gasto Calórico Total = Factor fijo x actividad física x Kg. de peso
En este caso, el factor fijo es:
0,9 para las mujeres
1 para los hombres
La actividad física oscila entre:
BAJA: 30 - 35 Kilocalorías
MEDIANA: 40 - 50 kilocalorías
FUERTE: 50 - 60 kilocalorías
Si decidimos adelgazar deberemos bajar el número de kilocalorías basándonos en lo que gasta
nuestro cuerpo diariamente, pero cuidado, porque hay un límite importante que no hay que
rebasar y que corresponde a las kilocalorías que necesita nuestro cuerpo para realizar las
funciones internas, lo que se denomina el metabolismo basal, y que se puede obtener a partir de
esta otra fórmula:
Gasto para Metabolismo Basal = factor fijo x kg. de peso x 24 h.
El factor 0.9 es fijo para todo el mundo
Otros factores a tener en cuenta
A pesar de estas fórmulas, para calcular el gasto calórico, también tenemos que tener en cuenta
las condiciones físicas de cada persona, su edad y el sexo. Lo que quiere decir que una persona sin
variar de peso, puede variar su gasto calórico dependiendo de las condiciones en que se
encuentre. Hay situaciones en las que aún manteniendo el mismo peso, tenemos un metabolismo
basal mayor, por ejemplo:
Edad: el gasto calórico es inversamente proporcional a la edad, es decir, cuanta más edad se tiene,
menos gasto requiere el organismo.
Sexo: si hacemos la distinción entre sexos, la mujer tiene un gasto menor que el hombre.
Talla: la altura también influye, las personas más altas tienen un gasto más pequeño que las más
bajas.
Situaciones especiales: en el caso de embarazo y periodo de lactancia en la mujer, situaciones de
estrés, enfermedades o fiebre, el metabolismo basal aumenta.
Deporte: las personas que hacen deporte, tienen más masa muscular, y en consecuencia, se
incrementa su gasto calórico.
Temperatura: incluso puede influir la temperatura ambiental, en el caso de ambientes cálidos
puede bajar el metabolismo basal hasta un 10 % respecto a lugares con temperaturas frías.
http://www.alimentacion-sana.org/PortalNuevo/actualizaciones/gasto%20energetico.htm

Gasto Energético
Las necesidades energéticas se definen como la cantidad de energía necesaria para
mantener la salud, el crecimiento y un nivel apropiado de actividad física.
El gasto energético está compuesto por varios componentes:
Tasa Metabólica Basal (TMB)
Efecto Térmico de los Alimentos (ETA)
Termorregulación
Actividad Física
Metabolismo basal:
El concepto de metabolismo basal engloba a aquel gasto energético destinado al mantenimiento
de las funciones vitales como puede ser la actividad cardiorrespiratoria, la excreción, el
mantenimiento de la temperatura corporal, y el mantenimiento del tono muscular.
Acción termogénica de los alimentos:
Se denomina al consumo energético empleado en la digestión, absorción, distribución, excreción y
almacenamiento de los nutrientes. En una dieta mixta, la termogénesis inducida por los alimentos
no es superior al 10% del gasto energético total, siendo las proteínas las que conllevan la mayor
parte del consumo.
Termorregulación:
Los mamíferos regulan su temperatura corporal entre límites estrechos. Este proceso es llamado
termorregulación. Sin embargo, parece ser que la temperatura ambiental tiene poca influencia
sobre el gasto energético.
Actividad física:
Se suele clasificar en función de la actividad cardiaca o respiratoria y a través del consumo de
oxígeno, esto hace diferir el gasto energético de acuerdo a los niveles de actividad física del
individuo. (Sedentario, leve, moderada, intensa)
Equilibrio Energético: La clave para ganar o perder peso
Nuestro cuerpo absorbe y utiliza la energía contenida en los alimentos que ingerimos para
mantener las distintas funciones internas y las actividades diarias.
Para mantenernos en un peso saludable, debemos conocer el valor calórico total que necesita
nuestro organismo en función de la talla, el peso, sexo y la actividad diaria, luego tenemos que
proporcionarle la cantidad adecuada de raciones de cada uno de los nutrientes esenciales para no
cometer excesos y obtener una alimentación equilibrada.
La actividad física es la variable más importante que modifica nuestro peso.
Si somos sedentarios o nos mantenemos en reposo absoluto el gasto energético será menor, que
cuando nos mantenemos en movimiento, y realizamos una rutina regular de ejercicios físicos.
Aumentamos de peso cuando comemos alimentos en demasía acumulando más energía de la que
nuestro cuerpo precisa.
El proceso metabólico del exceso de nutrientes da como resultado la creación de grasa corporal.
Nuestro organismo tiene infinita capacidad para almacenar grasa alojándola donde la genética de
cada uno ordena, quedando luego fielmente reflejada en nuestro físico y en el peso corporal.
Mantenemos nuestro peso cuando se produce el equilibrio entre los alimentos que ingerimos y la
energía que utilizamos para mantener la tasa metabólica basal y realizar las actividades diarias
Disminuimos de peso cuando el aporte nutritivo es menor a los requerimientos energéticos de
nuestro cuerpo obligándolo a utilizar los depósitos grasos para obtener el combustible necesario
para mantener todas las funciones.

La cantidad de energía contenida en la comida que ingerimos y la cantidad de energía usada por
nuestro cuerpo se expresan en calorías. La energía de los alimentos se cuenta en kilocalorías, que
es una unidad con la que se evalúa la energía que liberan los diferentes alimentos y se la define
como la cantidad de calor que eleva en 1°C la temperatura de 1 gramo de agua. En el caso del
cuerpo humano, gran consumidor de energía, se utilizan valores grandes y por eso, se aplican
Kilocalorías (muchas veces mal llamadas calorías)
Los alimentos varían en su contenido calórico, Los carbohidratos, las grasas, las proteínas y el
alcohol contienen calorías. El agua, las fibras, las vitaminas, y los minerales no contienen.
La cantidad de energía que aporta cada uno de estos nutrientes al cuerpo es de:
Hidratos de Carbono 4 cal. por gramo
Proteínas 4 cal. por gramo
Grasas 9 cal. por gramo
Alcohol 7 cal. por gramo
Analizando tres situaciones
Analizaremos el caso de Juan, María y Pedro; tres situaciones diferentes, que reflejan actitudes y
resultados diferentes.
Juan, durante el año tiene un trabajo muy activo y estresante es por ello que en las vacaciones su
principal objetivo es descansar, nada de actividad, solo descanso físico, y mental. Recostado en su
reposera pasa varias horas por día meditando y disfrutando de la naturaleza.
Su alimentación no ha variado mucho con respecto al resto del año, es decir que su sistema
digestivo y por consiguiente los demás sistemas de su organismo no se han tomado vacaciones,
siguen trabajando igual o tal vez más que durante el período laboral de Juan ya que en vacaciones
las tentaciones son mayores, las comidas principales son más abundantes, los postres, los tragos
con amigos, etc. Todas estas situaciones llevan a Juan a consumir un exceso de calorías, (alrededor
de 3.000 por día) pero su gasto calórico ha disminuido por su vida sedentaria (2.000 calorías por
día), es decir que hay un sobrante de nutrientes importante que su organismo almacena como
grasa.
Si Juan aplicó esta conducta alimentaria durante todos los días de sus vacaciones el aumento de
peso será notable.
María, en su primer día de vacaciones realizó distintas actividades, media hora de bicicleta, otro
tiempo similar lo ocupo en natación y junto a un grupo de amigas salió a caminar a orillas del mar,
todos estos movimientos los realizó a lo largo del día, evitando sobre exigir su físico. Mantuvo esta
rutina a lo largo de sus vacaciones y no descuidó su alimentación, fue moderada, y ordenada
realizando las in-gestas diarias recomendada en cantidades adecuadas. Debido a su conducta
pudo manejar algunas tentaciones y equilibrar el balance energético.
En consecuencia María logro mantener su peso.
Pedro, ha comenzado a cambiar sus hábitos alimentarios para bajar de peso ya que aún no ha
salido de vacaciones y quiere lucir mejor.
Guiado por un profesional en alimentación ha logrado, en principio, entender que debe consumir
menos calorías e incrementar su actividad física.
Para bajar de peso, el aporte energético tiene que ser menor al que su organismo gasta a diario
para obligar a este a que recurra a gastar la reserva que tiene acumulada como grasa y la que
justamente hace que Pedro tenga sobrepeso.
Para lograrlo en forma saludable tuvo que hacer algunos cambios, en especial su actitud ante la
comida, en principio tomarse el tiempo necesario para incorporar como mínimo las cuatro ingesta
diarias, consumir más frutas y verduras, también algo de lácteos y elegir las comidas con menos
contenido de grasa en su composición y en su preparación, estos importantes cambio alimentarios
más la incorporación de algunas de las actividades recomendadas (bicicleta, natación, caminatas
etc.) han logrado que Pedro además de bajar algunos kilos haya mejorado notablemente su estado
general.
Hay tablas orientativas para conocer el gasto metabólico basal y la variación del mismo según las
actividades que realicemos, pero hay que tener en cuenta que cada persona hace un uso diferente
de los nutrientes que ingiere, con mayor aprovechamiento en unos casos y menor en otros.
Es apropiado la visita a un profesional de la salud si se quiere conocer aproximadamente los
valores energético que precisa nuestro organismo y así poder acotar el margen de errores que
cometemos en nuestra alimentación, ya sea por abundancia o por disminución de nutrientes.
http://www.alimentacion-sana.org/informaciones/novedades/Gasto%20Energ%E9tico.htm
Gasto Energético. Actividad Física || Energía y gasto energético
El balance energético de un individuo se define como la diferencia existente entre la energía
ingerida y el gasto energético o energía total empleada. Los hidratos de carbono, las grasas y las
proteínas son los substratos de los que se obtiene la energía utilizada para el trabajo biológico y
abastecimiento del resto de necesidades energéticas. A pesar de la gran variación diaria en la
cantidad de energía ingerida y en el gasto energético, el peso corporal permanece relativamente
estable. Todo esto sugiere la existencia de un mecanismo de homeostasis neuroendocrino que
defiende fuertemente un determinado estado de composición corporal individual. La regulación
del balance energético se realiza mediante señales aferentes, hacia el sistema nervioso central,
que informan sobre el estado nutricional del organismo y son traducidas en señales eferentes que
modifican la ingesta y el gasto energéticos.

El objetivo final del metabolismo de los nutrientes es la producción de energía. La vía más común
de extracción de energía química a partir de los substratos es la oxidación completa de los mismos
(carbohidratos, grasas y proteínas) hasta conseguir CO2 y H2O. El calor que se obtiene en esta
combustión biológica se utiliza para mantener la temperatura corporal, biosíntesis, transporte
activo, contracción muscular, etc. Para ello, parte de la energía es almacenada en moléculas de
alta energía como es el caso del ATP. El ADP acepta energía de otros substratos convirtiéndose en
ATP y, posteriormente, la hidrólisis del grupo fosfato del ATP cede energía allí donde se necesita.
Según la primera ley de la termodinámica: “la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma
en un intercambio con el medio ambiente”, de esta manera, el término energía sugiere un estado
dinámico relacionado con una condición de cambio.

Componentes del gasto energético y sus determinantes en el niño y el adolescente

El gasto energético diario total en el niño y el adolescente se compone del gasto energético en
reposo (GER), termogénesis inducida por la dieta (TID), actividad física y crecimiento. Este último,
aunque muy importante en las edades pediátricas, es demasiado pequeño para ser medido
excepto en recién nacidos en los que el crecimiento es muy rápido.

El GER es la energía necesaria para mantener las funciones vitales y la temperatura corporal en
ambiente neutro. Supone un 65- 70% del gasto total, excepto en niños con enfermedades crónicas
en las que el metabolismo basal está incrementado, o cuando realizan deportes de competición de
alto consumo aeróbico, situación en la que es proporcionalmente menor. El GER en niños aumenta
desde el nacimiento hasta la pubertad porque existe un incremento en el tamaño corporal. Por el
contrario, cuando el gasto energético en reposo es expresado por kilogramo de peso corporal o de
masa no grasa, aumenta durante el primer año de vida, pero disminuye posteriormente hasta los
20-25 años. En niños y adolescentes, la masa no grasa explica hasta un 80% de la variación del
GER, la edad y el sexo añaden, respectivamente, un 3-4% y un 1% a la cifra anterior. El gasto
energético en reposo es mayor en el sexo masculino respecto al femenino incluso en la época
prepuberal.

La TID constituye del 5% al 10% del gasto energético total. Es la energía necesaria para que tengan
lugar los procesos fisiológicos de digestión, absorción, distribución y almacenamiento de los
nutrientes ingeridos. La TID aumenta linealmente con la cantidad calórica ingerida y varía según la
composición cualitativa de los alimentos, siendo mayor con alimentos ricos en proteínas frente a
carbohidratos o grasas. Otros factores que influyen son la palatabilidad de los alimentos, el tiempo
de ingestión, la predisposición genética, la edad, capacidad fisiológica en los procesos de digestión
y distribución-almacén de nutrientes, sensibilidad a la insulina, etc..

El gasto energético producido por la actividad física (GEAF) es el que se emplea para realizar una
serie de actividades o comportamientos que implican movimiento corporal, o sea, actividad del
músculo esquelético. Supone un 25-30% del gasto energético total aunque estas cifras varían
mucho inter- e intra-individualmente. En el GEAF influyen el sexo, la edad y desarrollo puberal. Los
niños y adolescentes varones presentan unos valores de actividad física significativamente
mayores que los del sexo femenino. En niñas, la actividad física disminuye a partir de los 6,5-7
años de edad mientras que en los niños aumenta hasta la época prepuberal. En general, los niños
y niñas prepúberes son más activos que los púberes y post-púberes. Otro determinante de la
actividad física es el grado socioeconómico y el ambiente familiar. Estudios realizados en nuestro
entorno han mostrado que los niños de categoría socioeconómica baja hacen menos ejercicio
físico que los de alta y permanecen más horas frente al televisor.

Métodos para la medición del gasto energético

La energía que un individuo gasta se puede medir directa o indirectamente con los diversos
métodos disponibles actualmente. Los métodos de laboratorio suelen ser más precisos y exactos
pero no pueden utilizarse en niños y adolescentes en condiciones libres. Por otro lado, los
métodos de campo son baratos, menos precisos y sirven para grandes estudios poblacionales.
Cada método posee unas características que lo harán apropiado según el tipo de estudio que se
quiera realizar.

Calorimetría indirecta:
La combustión de nutrientes en el cuerpo humano fue descrita por primera vez por Lavoissier, que
trabajó a finales del siglo XVIII en Francia. Lavoissier descubrió que una vela sólo producía
combustión en presencia de oxígeno y describió como los organismos vivos, en igual medida,
necesitan oxígeno para la combustión de alimentos, liberando calor como producto de esta
reacción exotérmica. La producción de energía generada por los procesos bioquímicos del cuerpo
humano puede ser determinada gracias a la medición del consumo de oxígeno (VO2) y la
producción de dióxido de carbono (VCO2), en conjunción con la cuantificación del nitrógeno ureico
excretado. La calorimetría indirecta utiliza para la cuantificación del gasto energético ecuaciones
derivadas de diferentes fórmulas químicas con VO2 y VCO2 específicos para cada substrato. Para
tal fin se utiliza una canopia o mascarilla de donde se toman las muestras de aire espirado
mientras el sujeto permanece tumbado. La técnica no es invasiva y puede emplearse, con buenos
resultados de precisión y exactitud, en estudios de investigación y en la práctica asistencial.

Monitorización del ritmo cardiaco minuto a minuto


Este método, bien aceptado tanto en niños como adultos, se basa en el incremento lineal
proporcional del ritmo cardiaco cuando aumenta el VO2 durante el ejercicio físico. Esta relación
entre el VO2 y el ritmo cardiaco varía según el individuo, por lo tanto, se necesitan curvas de
calibración personal que imiten una actividad en condiciones libres. Los registros de VO2 mediante
calorimetría indirecta y de frecuencia cardiaca se determinan simultáneamente en diferentes
niveles de ejercicio físico. Las ventajas de este método son su utilidad en registros objetivos y
continuos del gasto energético, el no ser invasivo ni caro y poderse desarrollar en condiciones
libres. Debido a sus características se puede aplicar en una muestra amplia de niños y
adolescentes, de manera ambulatoria, con una precisión y exactitud aceptables.
Agua doblemente marcada (2H218O)
La técnica del 2H218O está basada en la posibilidad de marcar el agua corporal para medir la
diferencia en la tasa de desaparición de dos isótopos no radioactivos: 2H y 18O, determinada
mediante muestras de saliva, orina o sangre, y con ello el VCO2 y VO2. La técnica es fácilmente
soportable por los niños y adolescentes porque sólo tienen que tomar una sola dosis de 2H218O
para marcar el agua corporal total. En condiciones libres, este método da un valor medio muy
exacto del gasto energético total durante un periodo de 1-2 semanas. La técnica es simple, no
invasiva y bien aceptada incluso para recién nacidos.

Acelerometría
Varios aparatos portátiles han sido comercializados con el objeto de medir el gasto energético a
partir del movimiento y aceleración corporales. Los acelerómetros más modernos son triaxiales, es
decir, miden las aceleraciones del cuerpo minuto a minuto en tres ejes: delante-detrás, arriba-
abajo y derecha-izquierda. Las ventajas generales de estos aparatos son su bajo costo y su
capacidad para dar información sobre diferentes grados y patrones de actividad física. Sus
limitaciones en niños son: a) que los propios niños se quiten estos aparatos portátiles o los
sumerjan en agua, ya que hay que llevarlos constantemente, b) que las fórmulas utilizadas para el
cálculo cuantitativo del gasto energético se idearon para adultos y, por este motivo, conllevan
errores importantes.

Cuestionarios de actividad física:


Los cuestionarios pueden ser útiles en estudios epidemiológicos a gran escala. La mayor dificultad
que presentan es que su exactitud depende de la habilidad o interés del niño o de sus padres para
rellenar el cuestionario con la información de lo sucedido. Además, por mucho que se quiera
ajustar el cuestionario a la realidad, es muy difícil traducir las actividades apuntadas en el
cuestionario a kilocalorías gastadas en las diferentes actividades diarias de un individuo,
principalmente porque los equivalentes energéticos que se utilizan son fijos y sólo dependen del
tiempo de duración de la actividad y del peso del niño, nada más apartado de la realidad
fisiológica.

Introducción
Desde hace muchos años las ciencias que aportan investigación en el campo de la actividad física y
el deporte trabajan basados en descubrimientos de científicos que en el laboratorio y bajo
parámetros altamente tecnificados, generan teoría para compilar bibliografía específica que reúna
información calificada y cuantificada de los trabajos aplicados en el hombre con resultados
probados para obtener una mejora sustancial en el rendimiento físico desde parámetros
anatómicos, fisiológicos y biomecánicos, como así también en el campo psicológico y emocional.
La importancia de contar con elementos de medición y evaluación que mantengan rangos de
aplicación válidos, mueve a generar alternativas concretas para los que trabajan en el área
biológica, determinando recursos aplicables que se transfieran al campo de la actividad física y el
deporte sin necesidad de contar con un laboratorio y la tecnología específica que estos poseen.

Es necesario entonces, generar una herramienta que permita determinar con una aproximación
significativa, parámetros de gasto energético en función de la actividad desarrollada, creando la
posibilidad para que todos aquellos profesionales ligados al deporte y la actividad física puedan
tener certeza de las mediciones que logran con sus alumnos o atletas.

Como especialista en Biomecánica, es mi intención dar un concepto aplicable del gasto calórico
desde un cálculo numérico relacionado con el movimiento humano (mecánica), partiendo desde el
concepto fisiológico de consumo de oxígeno y la energía que este consumo genera desde la
degradación de substratos como los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. He de llamar a
esta forma práctica de calcular el gasto calórico, “Equivalente Calórico Mecánico” (ECM).

GASTO ENERGETICO
El gasto energético puede medirse por medio de calorimetría directa e indirecta. La calorimetría
directa es un procedimiento de laboratorio que requiere la actividad de una persona dentro de
una cámara aislada construida especialmente para ello en donde por los muros de la misma fluye
agua, la que se calienta a causa del calor que desprende el atleta evaluado, pudiéndose calcular la
producción de calor a partir del volumen de agua que fluye a través de la cámara por minuto y de
la variación de temperatura del agua desde que ingresa a la cámara, hasta que sale de esta. Por
ejemplo: un atleta puede realizar el ejercicio de subir y bajar de un banco de 20 cm. a un ritmo de
30 pasos/min. El agua fluye a través de los muros s una velocidad de 20 litros/min. y la variación
de la temperatura del agua desde que ingresa hasta que sale de la cámara es de 0.5 °C. Si se
necesita de 1 kilocaloría (kcal) para elevar la temperatura de 1 litro de agua (lt) en 1 grado
centígrado (°C), podrá obtenerse el gasto energético aproximado de la siguiente forma:

20 lt. x 1 kcal. x 0.5 °C = 10 kcal


min °C min

Hay que acotar que el atleta pierde calor adicional por los procesos respiratorio y de evaporación
de agua a través de la superficie de piel corporal, por lo que esta puede medirse desde métodos
diferenciados y sumarse a la obtenida por el agua para calcular la proporción de energía que ha
producido el atleta para esa tarea específica.

La calorimetría indirecta calcula la producción de energía midiendo el consumo de oxígeno. Esta


técnica se basa en ciertas constantes para transformar los litros de oxígeno consumidos en
kilocalorías gastadas. Las constantes se derivan de las mediciones efectuadas en una bomba
calorimétrica en la que se coloca grasas, hidratos de carbono y proteínas bajo una presión de
oxígeno del 100%. La cámara se sumerge en un baño de agua y los alimentos se oxidan en dióxido
de carbono (CO2) o agua (H2O) al darle ignición por medio de una chispa eléctrica. El calor que se
desprende de esta combustión calienta el agua determinando que gasto energético se ha
generado.

Ha sido probado que los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas desprenden cerca de 4.9,
5.6 y 4 kcal., respectivamente. Debido a que el nitrógeno de las proteínas no puede oxidarse por
completo y es excretado en forma de orina, el valor fisiológico de las proteínas es más bajo que los
anteriores. Sabiendo cuántos litros de oxígeno hacen falta para oxidar hidratos de carbono, grasas
y proteínas se puede calcular la cantidad de kilocalorías que se obtienen al utilizar 1 litro de
oxígeno. A esto se le denomina equivalente calórico del oxígeno (ECO2).
En el siguiente cuadro se observan valores asociados a la oxidación para hidratos de carbono,
grasas y proteínas respectivamente.
Medición Hidratos Carbono Grasas Proteínas
ECO2 (kcal/lt) 5.0 4.7 4.5
Densidad Calórica (kcal/gr) 4.0 9.0 4.0
Cociente Respiratorio (CR) 1.0 0.7 0.8

Se observa que los hidratos de carbono dan más “energía por litro de oxígeno” metabolizado que
las grasas (5.0 contra 4.7 kcal/lt), mientras que las grasas dan más “energía por gramo de
substrato” que los hidratos de carbono (9.0 contra 4.0 kcal/gr).

El cociente respiratorio (CR) es la relación entre la producción de dióxido de carbono (CO2) y el


consumo de oxígeno (VO2) en la célula. Debido a que las mediciones se realizan en la boca y no en
el tejido, esta relación se llama “relación de intercambio respiratorio (R)”. Este valor es una
medida importante que nos da el tipo de combustible que se está utilizando durante el ejercicio.

CR = R = VCO2
VO2
La capacidad de la relación de intercambio respiratorio para dar una información adecuada sobre
el metabolismo de las grasas y los hidratos de carbono durante el ejercicio se debe a las siguientes
observaciones sobre el metabolismo de las grasas y la glucosa.

Cuando R = 1.0, el 100% de la energía se deriva de los hidratos de carbono y el 0% de las grasas;
cuando R = 0.7, el 100% de la energía proviene de las grasas y el 0% de los hidratos de carbono. R =
0.85 para el caso de 50% de la energía proveniente de las grasas y 50% de los hidratos de carbono.
Estas mediciones son para el atleta en estado de reposo, ya que de otra forma estaremos
sobreestimando el valor de R.

Suponiendo que una persona utiliza una mezcla energética compuesta el 50% de hidratos de
carbono y 50% de grasas durante un ejercicio, el equivalente calórico es de 4.86 kilocalorías por
litro de oxígeno.

Este valor obtenido de 4.86 kcal/ltO2 es el punto de partida para determinar más adelante y desde
una óptica biomecánica, el “equivalente calórico mecánico” como herramienta de campo para
obtener, con un error relativo bajo, el consumo calórico relacionado con el trabajo mecánico
desarrollado en una determinada actividad física.
La calorimetría indirecta emplea dos técnicas para medir el consumo de oxígeno, siendo las dos
pruebas de laboratorio: espirometría de circuito abierto y espirometría de circuito cerrado. En la
técnica de circuito cerrado, el sujeto respira oxígeno al 100% de un espirómetro; el aire espirado
pasa a través de una sustancia química que absorbe el dióxido de carbono. La disminución del
volumen de oxígeno contenido en el espirómetro es la medida de consumo de oxígeno. Al ser
absorbido el dióxido de carbono, no se puede calcular el cociente respiratorio, así que se utiliza un
equivalente calórico de 4.82 kcal/lt para indicar que se usa una mezcla de hidratos de carbono,
grasas y proteínas. Esta técnica se utiliza de forma generalizada para medir el ritmo metabólico
basal.

El método de circuito cerrado para medir el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de


carbono es la técnica de calorimetría indirecta más común. En este procedimiento se calcula el
consumo de oxígeno restando el volumen de oxígeno espirado del volumen de oxígeno inspirado.
La diferencia se toma como admisión o consumo de oxígeno. La producción de dióxido de carbono
se calcula bajo el mismo procedimiento. Esto hace posible el cálculo de la relación de intercambio
respiratorio (R), pudiendo así encontrar qué substrato (grasa o hidrato de carbono) ha
proporcionado más energía durante la actividad física, así como qué valor debe utilizarse para el
equivalente calórico del oxígeno en el cálculo del gasto energético (5.0 kcal/lt para hidratos de
carbono y 4.7 kcal/lt para las grasas).

En el cuadro siguiente se demuestra la relación entre R, Energía y % de kcal de los hidratos de


carbono y las grasas

Cociente Respiratorio Energía % kilocalorías

CO2 / O2 kcal/ltO2 HC G
0.71 4.69 0 100.0
0.75 4.74 15.6 84.4
0.80 4.80 33.4 66.6
0.85 4.86 50.7 49.3
0.90 4.92 67.5 32.5
0.95 4.99 84.0 16.0
1.00 5.05 100.0 0

FORMAS DE EXPRESAR EL GASTO ENERGETICO


La energía necesaria para realizar una actividad física se calcula sobre la base del consumo de
oxígeno regular del atleta (VO2) medido durante la actividad. Llegado a un punto regular de
consumo de oxígeno, la energía (ATP) suministrada a los músculos deriva del metabolismo
aeróbico de los diferentes substratos. Es así, como el consumo de oxígeno medido puede utilizarse
para expresar el gasto energético de varias formas. Las cinco más comunes son las siguientes:

1. VO2 (lt/min) El cálculo del consumo de oxígeno tiene como resultado un valor expresado en
litros de oxígeno por minuto y debe partirse de parámetros tomados en el laboratorio con un
analizador de gases en el que se conozca el valor de la mezcla de oxígeno al inspirar (20.93%) y la
concentración que posee al espirar (16.93%).
Ejemplo: Un atleta de 80 kg. que corre en una cinta ergométrica con una ventilación pulmonar
de 60 lt/min (frecuencia respiratoria (15 resp/min) x volumen de aire movilizado (4lt/resp). O2
espirado = 16.93%
VO2 (lt/min) = 60 lt/min x (20.93% O2 – 16.93% O2)

VO2 (lt/min) = 60 lt/min x 4% O2

VO2 (lt/min) = 2.4 lt/min

2. GC (kcal/min) El consumo de oxígeno como gasto calórico (GC) puede expresarse en


kilocalorías usadas por minuto a partir del equivalente calórico del oxígeno, sabiendo que 1 litro
de oxígeno sirve para dar energía de 5.0 kilocalorías para hidratos de carbono y 4.7 kilocalorías
para las grasas. Si se utiliza una mezcla de 50/50, el valor es de 4.86 kcal. El gasto total de
kilocalorías se calcula multiplicando las kilocalorías gastadas por minuto (kcal/min) por la duración
de la actividad en minutos.
Ejemplo: El mismo atleta de 80 kg. corre en esa cinta ergométrica durante 30 minutos a un VO2 =
2.4 lt/min

GC (kcal/min) = 2.4 lt/min x 4.86 kcal/ltO2 = 11.66 kcal/min


El gasto total en kilocalorías (GTC) se calcula
GTC (kcal) = 11.66 kcal/min x 30 min. = 349.9 kcal

3. VO2 (ml/kg.min) Si al consumo de oxígeno medido expresado en litros por minuto se lo


multiplica por 1000 se obtiene mililitros por minuto; si además se lo divide por el peso corporal del
atleta en kilogramos, el valor resultante se expresa en mililitros de oxígeno por kilogramo de peso
corporal (ml/kg.min). Esto se utiliza para facilitar la comparación entre sujetos de diferente
contextura física (complexión)
Ejemplo: para el mismo atleta de 80 kg. con un VO2 de 2.4 lt/min

VO2 (ml/kg.min) = 2.4 lt/min x 1000 ml/lt = 30 ml/kg.min


80 kg

4. METs (Metabolica) El ritmo metabólico en reposo (consumo de oxígeno) es de


aproximadamente 3.5ml/kg.min. = 1 MET. Las actividades físicas se expresan en unidades
múltiplos del MET.
Ejemplo: para los valores del atleta anterior:

METs = 30 ml/kg.min x 1 MET = 8.6 METs


3.5 ml/kg.min

5. Kcal/kg.hr (GCH) La expresión MET del gasto energético tiene una ventaja; este valor
también indica el número de calorías que el sujeto usa por cada kilogramo de peso por hora.
Ejemplo: para el caso anterior el atleta trabaja 8.6 METs, o 30ml/kg.min. Cuando este valor se
multiplica por 60 min/hr, el resultado nos da 1800 ml/kg.hr o lo que es lo mismo 1.8 lt/ kg.hr. Si el
atleta está utilizando una mezcla de hidratos de carbono y grasas como combustible, este
consumo se multiplica por 4.86 kcal/ltO2 para dar un resultado de 8.76 kcal/kg.hr

GCH = 8.6 METs x 3.5 ml/kg.min = 30ml/kg.min


MET

GCH = 30ml/kg.min x 60 min/hr = 1800 ml/kg.hr = 1.8 lt/kg.hr

GCH = 1.8 ltO2/kg.hr x 4.86 kcal/ltO2 = 8.74 kcal/kg.hr

EQUIVALENTE CALORICO MECANICO


Hasta ahora hemos trabajado en función de lo que como equivalente calórico del oxígeno se
obtuvo en el laboratorio. Es acá donde aparece una propuesta Biomecánica práctica y simple que
responde al gasto energético aproximado que la actividad tiene cuando se está en el campo o
terreno con el atleta, contando solamente con parámetros de distancia recorrida, tiempo
empleado y peso corporal.

La propuesta de generar un “equivalente calórico mecánico” como medida de costo energético,


tiende a dar respuesta al profesional de la actividad física y la salud necesitado de una herramienta
práctica para ser aplicada con resultado rápido y seguro.

Partiendo del equivalente calórico del oxígeno, el cual genera al metabolizarse con los substratos
entre 4.75 y 5.0 kcal dependiendo de cual sea el que predomina para la actividad realizada, y
habiendo determinado un gasto calórico de 4.86 kcal/ltO2 para una relación 50/50 entre los
componentes usados como combustible, es necesario relacionar este gasto respecto del trabajo
mecánico desarrollado en una actividad cualquiera.

Se ha demostrado en el laboratorio que 1 litro de oxígeno es necesario para generar una energía
de 4.86 kcal. Sería correcto pensar entonces, que la misma cantidad de oxígeno metabolizará
energía para desarrollar una cierta cantidad de kilográmetros (kgm) como trabajo mecánico.

La idea actual de que el calor es una transferencia de energía es resultado del trabajo de muchos
científicos sobre la relación entre el calor y la energía. Si bien Benjamin Thompson fue el pionero
en dar cuenta de que el trabajo que realizaba una perforadora calentaba el agua con la que la
refrigeraban, cuantitativamente el revolucionario del trabajo mecánico fue el científico inglés
James Joule, por quien la unidad del Sistema Internacional (SI) lleva su nombre (J). Joule demostró
que cuando se realizaba una cantidad de trabajo mecánico, el agua elevaba su temperatura
calentándose. Encontró que por cada 4.19 joule de trabajo realizado la temperatura del agua se
elevaba en 1°C por gramo, o sea que 4.19 joule es equivalente a 1 caloría (cal).

1 cal ------------------------------- 4.19 joule


1 kcal ------------------------------ 4190 joule

Si el trabajo mecánico y la energía pueden medirse en las mismas unidades, ya que definimos a la
energía como la capacidad que tiene un cuerpo de entregar trabajo, se puede expresar esta en
joule o su equivalente en kilogramos (kg) por metro (m), denominado kilográmetro (kgm), por lo
tanto:

9.8 joule --------------------------- 1kgm


4190 joule --------------------------- x x = 4190 J x 1 kgm
9.8 J
1 kcal --------------------------- 427.5 kgm
Esto concluye que 1 kilocaloría es igual a 4190 joule o su equivalente 427.5 kgm. Este valor
determinado de 427.5 kgm para 1 kilocaloría de energía, es lo que se determina
como “equivalente calórico mecánico (ECM)”
ECM = 427.5 kgm

Tomando el valor 427.5 kgm como trabajo mecánico producido por 1 kcal de energía a partir de
una mezcla de substratos de hidratos de carbono y grasas, y además sabiendo que se obtienen
4.87 kcal a partir de 1 litro de oxígeno metabolizado, se puede determinar la siguiente
combinación relacionada:

1 ltO2 ------------------------------ 4.86 kcal


1 kcal ------------------------------ 427.5 kgm
1 ltO2 ------------------------------ 2078 kgm (por cálculo)
2083 kgm (por bibliografía)

Si tomamos los valores para cada substrato al generar energía desde los hidratos de carbono (5
kcal) y las grasas (4.7 kcal) (la utilización de proteínas como energía se desprecia), se obtendrá lo
siguiente:

Hidratos de Carbono

1ltO2 ------------------------------ 5 kcal


1 ltO2 ------------------------------ 2137 kgm

Grasas
1 ltO2 ------------------------------ 4.75 kcal
1 ltO2 ------------------------------ 2030 kgm

Calculando la media de los valores obtenidos para hidratos de carbono (2137 kgm) y grasas (2030
kgm), se determina el valor a utilizar de 2083 kgm por litro de oxígeno metabolizado (Rasch y
Burke toman este valor según medidas inglesas).

Tomando este resultado para el mismo atleta de 80 kg de peso que camina, trota o corre una
distancia de 100 metros, realiza un trabajo mecánico (TM) exactamente igual para cada caso y este
es de 8000 kgm, siendo diferenciada la potencia mecánica (PM) ya que el tiempo es la variable
para cada caso demandando consumos iguales de energía pero en tiempos diferentes. El mismo
trabajo mecánico realizado en menor tiempo hace a la potencia mecánica mayor. Si se piensa que
la resistencia corporal de su peso es la fuerza necesaria para moverlo (80kg), y la distancia
recorrida los 100 metros, sabiendo que la fórmula de trabajo mecánico está dada por:

TM = F x d x cos a.

Si la fuerza (F) es igual a la masa (m) por la aceleración (a) se tiene:

F=mxa

Sabiendo que el peso del sujeto (W) se toma como fuerza (F) y la aceleración debido a la gravedad
(g) para la aceleración (a) podemos generalizar que:

W=mxg

Se puede decir que el peso de 1 kg. de masa es entonces:

1 kg x 9.8 m/ s² = 9.8 N (newton)


Por consiguiente:

9.8 N ------------------------- 1Kgf


1 N --------------------------- 0.102 Kgf

Teniendo en cuenta que para movimientos en el plano horizontal el cos 0° = 1, la formula general
queda reducida a:

TM = F(kgf) x d(m)

Aplicando este cálculo para el atleta será:

TM = 80 kgf x 100 m = 8000 kgm

Si comparamos y relacionamos las situaciones planteadas para el equivalente calórico del oxígeno
respecto de las kilocalorías y los kilográmetros, llegamos a la siguiente conclusión:

1ltO2 ------------------------- 4.86 kcal


1ltO2 ------------------------- 2078 kgm

Observando lo anterior, se puede deducir la cantidad de kilográmetros que corresponden a 1


kilocaloría, o sea:

1kcal -------------------------- 2078 kgm = 427.5 kgm


4.86 kcal

Para el ejemplo del atleta, si se desea aplicar este equivalente y obtener el gasto calórico
mecánico (GCM), solo hay que operar matemáticamente con una regla de tres para obtener la
energía consumida en la actividad y ponerla en función del tiempo que ha consumido realizar
dicho trabajo.

427.5 kgm -------------------- 1 kcal


8000 kgm -------------------- x x = 8000 kgm x 1 kcal
427.5 kgm

Gasto calórico mecánico (GCM) = 18.7 kcal

Desde una visión del movimiento del atleta al realizar el trabajo, se ha estudiado la marcha y la
carrera, encontrándose valores de consumo energético respecto de la velocidad del movimiento.
Está establecido que el consumo de energía en kilocalorías por kilogramo de peso y por minuto
para la marcha, puede ser calculado en forma precisa mediante la ecuación:

Cm (kcal/kg.min) = 29 + 0.0053 x V²

O si a partir de la misma fórmula se quiere dar en función de las kilocalorías por kilogramo de peso
por metro:

Cm (kcal/kg/m) = 29 + 0.0053 x V
V

Siendo (V) la velocidad en metros por minuto (m/min).


Para la carrera, el número de calorías gastadas puede determinarse por la fórmula:

Cc (kcal/min) = [(Vc x 0.001) – 0.028]x Pc


En donde (Cc) son las kilocalorías por minuto, (Vc) velocidad de carrera en metros por minuto y
(Pc) el peso corporal en kilogramos. Se demuestra de esta manera como con pocos datos referidos
al atleta y la actividad que realiza, se puede obtener valores aproximados de la realidad
(despreciando el consumo energético por funciones fisiológicas y metabólicas) para el consumo
energético del trabajo de campo, aportando de esta manera una herramienta de cálculo al
profesional relacionado con la actividad física, el deporte y la salud.

EFICIENCIA MECANICA
Es de importancia acotar que el gasto calórico neto por minuto que se obtiene a partir de la
energía desarrollada al metabolizarse el oxígeno, debe contemplar el gasto en la actividad más el
gasto en la recuperación (deuda de oxígeno), menos el gasto en reposo, relacionado con el tiempo
total (tt) de la actividad física más la recuperación, es decir:

GE neto = ltsO2 activ. + ltO2 recup. – ltO2 reposo


tt. (activ. + recup.)

Las mediciones del consumo de oxígeno que se han realizado en el laboratorio para valores de
reposo, determinan un valor de 0.3lt/min o 18lt/hr o 432lt/día, tomando como referencia una
persona de 70 kg. de peso.

El consumo de oxígeno post esfuerzo es el exceso de consumo después de terminada la prueba.


Este gasto es una curva de pendiente negativa que va desde el valor que se ha alcanzado en la
prueba hasta llegar al valor de reposo.

Cuando un atleta se somete al trabajo de entrenamiento para mejorar su performance, por todos
los medios a su alcance trata de ser eficiente en lo que realiza, sea este trabajo mecánico dinámico
(desarrollado anteriormente) o el denominado trabajo fisiológico estático (Tf); siendo este último,
el que se obtiene a partir de una contracción isométrica de la estructura y cuyo cálculo se realiza
con la siguiente fórmula:

Tf = F x t

Donde (F) es la fuerza que genera el músculo o cuerpo y (t) el tiempo de aplicación de la fuerza y
cuya unidad se mide en (kg.min). Es decir, el trabajo mejor realizado es aquel que puede producir
la misma cantidad al menor costo energético, o lo que es lo mismo, realizar mayor trabajo para el
mismo costo energético.

Desde el punto de vista biomecánico, utilizar el trabajo mecánico o muscular para referenciar qué
sucede con la eficiencia de un movimiento, es menester determinante a la hora de obtener
resultados. Hacer de una acción motora un acto de naturalidad para provocar la mayor eficiencia
al hacerlo, es condición sublimada a variables que en mayor o menor medida condicionan el
resultado final de la prueba.
Variables como:
ü Sexo
ü Edad
ü Estatura
ü Peso
ü Entrenamiento
ü Velocidad
ü Dieta
ü Duración del trabajo

Deben tenerse en cuenta y ser estudiadas en profundidad para saber cómo se relacionan con el
movimiento humano, logrando así, el máximo rendimiento para cada espacio y tiempo
determinado. A partir del trabajo mecánico (TM) realizado por el sujeto y relacionado con el
equivalente energético que se utiliza para referenciar (ltO2 – kcal – METs – kgm), se puede
determinar la eficiencia mecánica (EM) para una determinada actividad, partiendo desde la
fórmula:

EM = TM x 100
LtO2 x 2083 kgm / ltO2

Se observa que el gasto energético es obtenido a partir del consumo de oxígeno (ltO2), y su
relación respecto de los kilográmetros desarrollados como trabajo mecánico. En caso de partir del
gasto energético en kilocalorías (kcal), habría que reformular los equivalentes para obtener la
eficiencia mecánica, quedando:

EM = TM x 100
kcal x 427.5 kgm / kcal

A partir de estas dos opciones formuladas se puede saber qué tan eficiente es una tarea y
compararlas entre sí. La eficiencia muscular teórica del hombre adulto normal es de 49%, mientras
que la de un adulto entrenado bajo condiciones favorables ronda el 25%. Para la marcha, el valor
aproximado es de 16%, mientras que para un levantamiento de pesas es solamente del 6%.
http://portal.inder.cu/index.php/recursos-informacionales/info-retrospectiva/articulos-cient-
tecnicos/508-gasto-energetico-de-la-actividad-fisica-desde-parametros-biomecanicos

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