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Confiabilidad Operacional
Por: MSc. Abraham J. Gassán Primera
agassan@cdimca.com
1. Introducción
6 HAZOP
SIGMA
MRP
ACR AMEF
ACR OSHA
LCC
ACR ACR
BSC
Pérez (2006) explica que todo personal involucrado no sólo deberá conocer las
herramientas y aprenderlas a usar, sino también aprender a decidir cuáles son útiles en
consideración a las necesidades específicas de la organización y a sus características
particulares; por lo que es posible utilizar cualquiera o una combinación de ellas a fin de
integrar las metodologías o filosofías disponibles.
Es por ello que aprovechamos esta oportunidad para comentar sobre alguna de las
herramientas más comunes a utilizar en el proceso de optimización de la gestión de
confiabilidad operacional.
a corto, mediano y largo plazo, e identificar las acciones para mitigar o controlar los
efectos de cada modo de falla planteado en el análisis (Pérez, 2006).
Esto le permite a las organizaciones plantear las estrategias para enfretar los
problemas que pudieran surgir durante la operación de los activos, como también
identificar las acciones pertinentes para mejorar la confiabilidad de los mismos
Esta herramienta debe emplearse siempre que ocurra la falla de un activo. Consta
de una serie de pasos sistemáticos a fin de determinar las causas, orígenes o raíces
de las fallas, a fin de tomar las acciones necesarias para que no vuelvan a ocurrir; de
lo contrario las fallas repetitivas serán algo común en la organización.
También por sus siglas en ingles como análisis RAM (Reliability, Availability and
Mantainability) es una herramienta de apoyo cuando se establecen las estrategias de
confiabilidad de los activos y se visualizan las perspectivas de mantenibilidad de los
mismos. A través de este análisis se es posible pronosticar para un período
determinado de tiempo la disponibilidad y el factor de servicio de un proceso de
producción, basado en su configuración, en la confiabilidad de sus componentes y en
la filosofía de mantenimiento (Keith, 2008).
Esta es una herramienta de gran ayuda cuando se emplea como una de las
estrategias de confiabilidad de los procesos. Chese y colaboradores (2007) explica
que a través de las técnicas de control del proceso se monitorea la calidad mientras se
produce el producto o servicio. El principal objetivo de estas técnicas es la de
proporcionar información oportuna acerca de si los artículos que se producen en el
momento cumplen con las especificaciones del diseño, así como también permite
detectar los cambios en el proceso que indican que los productos futuros tal vez no
cumplirán con las especificaciones.
Los indicadores clave de desempeño o KPI, por sus siglas en inglés (Key
Performance Indicators), son un grupo de indicadores clave utilizados para cuantificar
objetivos que reflejan el rendimiento de una organización, calculados o medidos a
través de las variables de un proceso. Estos indicadores son utilizados en inteligencia
de negocio para asistir o ayudar al estado actual de un organización a prescribir una
línea de acción futura.
Es una filosofía utilizada para determinar sistemáticamente, que debe hacerse para
asegurar que los activos físicos continúen haciendo lo requerido por el usuario en el
contexto operacional presente (Amendola, 2002).
Keith (2008) menciona que la metodología del MCC propone un procedimiento que
permite identificar las necesidades reales del mantenimiento de los activos en su
contexto operacional a partir del análisis de las siguientes siete preguntas:
Esta filosofía hace parte del enfoque hacia la calidad total. Mientras la calidad total
pasa de hacer énfasis en la inspección y selección, a hacer énfasis en la prevención;
el TPM pasa del énfasis en la simple reparación al énfasis en la prevención y
predicción de las averías y del mantenimiento de las máquinas (García, 2003). El TPM
busca alcanzar los siguientes objetivos (Keith, 2008):
García (2003) expresa que en el TPM todos los problemas de operación de los
equipos se consideran pérdidas de su función, las cuales deben ser monitoreadas y
agrupadas en las seis grandes pérdidas por: por averías, preparación y ajustes,
inactividad y paradas menores, velocidad reducida, puesta en marcha, y defectos de
calidad y repetición de trabajos.
Esta técnica considera como cuello de botella a cualquier parte del sistema
productivo que deba operar a más de un 100% de su capacidad para cumplir los
objetivos del sistema. De esta forma, al ser los cuellos de botella recursos escasos
que limitan la capacidad total del sistema, éstos deben estar continuamente activados
(una hora perdida en un cuello de botella es una hora perdida en todo el sistema),
mientras que el resto de los recursos pueden operar más holgadamente siempre que
no se conviertan en cuellos de botella.
Existe diversidad entre los diferentes tipos de sistemas de gestión dentro de las
organizaciones. A continuación se mencionarán los más usados:
Responsabilidad
De la dirección Clientes
Clientes
Mejora Continua
Revisión de la Políticas de
dirección SySO
Planificación
Verificación y
acciones
correctivas
Implementación
y operaciones
Mejora Continua
Políticas
Revisión por la ambiental
dirección
Planificación
Verificación y
acciones
correctivas
Implementación
y operación
sobre los que la organización puede tener influencia. (ISO 14001, 2005). En la
figura N° 13 se muestra el modelo de un (SGA), según la norma ISO 14001, 2005.
El ciclo de vida de los activos nace desde la idea misma de realizar una
actividad que involucrará activos en su desarrollo, pasa por las etapas de
anteproyecto, proyecto, diseño, compra o manufactura, instalación, prueba, puesta
en marcha, operación y mantenimiento, hasta su eventual reciclaje, descarte o
disposición final (Sotuyo, 2002).
Según la norma PAS 55:2008, los activos físicos representan únicamente una
de cinco categorías amplias de activos que tienen que ser gestionados de manera
holística para lograr el plan estratégico de la organización. Las otras categorías son
los activos humanos, los activos de información, los activos financieros y los activos
intangibles. En la figura se muestra la estructura de un sistema de gestión de
activos.
Autor
Abraham J. Gassán Primera es Ingeniero Mecánico egresado de la Universidad Nacional Experimental
Politécnica “Antonio José de Sucre” (UNEXPO), Vice-rectorado Barquisimeto - Edo. Lara. Venezuela.
Cuenta con un Diplomado en Mantenimiento Industrial de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín
(URBE), Maracaibo - Edo. Zulia; y es Magíster Scientiarum en Gerencia de Empresas, Mención:
Gerencia de Operaciones egresado de La Universidad del Zulia (LUZ), Maracaibo - Edo. Zulia.
Cuenta con diez (10) años experiencia como Ingeniero de Equipos Rotativos y Estáticos, y
Supervisor General de Mantenimiento Mecánico, en la planta de Polipropileno de Venezuela
Propilven S.A., en el Complejo Petroquímico Ana María Campos - Edo. Zulia; y cinco (5) años
como Director General del Centro de Desarrollo en Ingeniería de Mantenimiento C.A.