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1.

MARCO REFERENCIAL

El acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido


entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. Estadísticamente,
el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio
de los centros escolares. Según investigaciones generalmente los protagonistas de los
casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia
(12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas. El
bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y continuado que recibe un niño
por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo
y asustarlo, con vistas a obtener algún resultado favorable para los acosadores o
simplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir que éstos suelen presentar(C.F,
2009).

Según (Oliveros, 2008) el bullying es la“forma habitual de conducta agresiva que


ocasiona daño deliberado”. Pues a nadie le queda duda que el bullying se da a través de
comportamientos agresivos que como consecuencia te dejan daños que pueden llegar
inclusive hasta el suicidio de la víctima. Sobre los daños que ocasiona el bullying se
pronunció nuevamente Oliveros & Barrientos (2007) pero ahora más específico pues él
nos dice lo siguiente: “La severidad del hostigamiento llega a producir estrés
postraumático, provocando ausentismo escolar, lesiones graves, fuga del hogar, e intento
de suicidio, así como abuso de alcohol, drogas y cigarrillos en los adolescentes que lo
sufren”.

El “bullying” es un proceso complejo de victimización de otra persona que va más allá


de las simples discusiones o malas relaciones entre compañeros, y que se diferencia de
éstos por su naturaleza, su duración, su intensidad, sus formas, sus protagonistas, sus
consecuencias y sus ámbitos. Ha sido definido por diferentes investigadores en la forma
que describo a continuación.

“Subconjunto de conducta agresiva en la que hay un desequilibrio de poder y donde el


acto agresivo es repetido todo el tiempo” (Thompson, 2007)

“Conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un alumno o alumna contra
otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción negativa e
intencionada, sitúa a la víctima en posiciones de las que difícilmente puede salir por sus
propios medios” (Olweus, 2007)

“Sentimiento de ser maltratado injusta e impunemente de forma prolongada y la


sensación de indefensión que provoca el no saber salir, por los propios medios, de esa
situación social” (Ortega, 2007)

Ocasionalmente, todos nos sentimos melancólicos o tristes, pero estos sentimientos, por
lo general, son pasajeros y desaparecen en unos días. Cuando una persona tiene un
trastorno depresivo, este interfiere con la vida diaria y el desempeño normal y causa dolor
tanto para quien padece el trastorno como para quienes se preocupan por él o ella. La
depresión es una enfermedad común pero grave y la mayor parte de quienes la padecen
necesitan tratamiento para mejorar. (Mental, 2009)

La depresión es uno de los trastornos psiquiátricos más prevalentes y más graves a nivel
mundial en cuanto enfermedad invalidante en personas adultas (Murray & Lo-pez, 1996).
Sin embargo, el término depresión es relativamente reciente. En la lengua inglesa este
concepto aparece durante el siglo XVII (Jackson, 1986). En la actualidad, este término ha
sustituido al de melancolía en el lenguaje biomédico. Uno de los problemas en la historia
de la depresión y la melancolía es que han sido utilizados para expresar cosas muy
distintas entre sí: una enfermedad, una condición de tristeza ocasional, el temperamento,
un tipo de carácter, un estado de malestar temporario, un padecimiento crónico, etc. En
el lenguaje común, estar depresivo o melancólico no es necesariamente estar enfermo.
(Korman, 2011)

La depresión se trata de un trastorno psíquico, habitualmente recurrente, que causa una


alteración del estado de ánimo de tipo depresivo ( tristeza ) a menudo acompañado de
ansiedad, en el que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos de inhibición,
sensación de vacío y desinterés general, disminución de la comunicación y del contacto
social, alteraciones del apetito y el sueño (insomnio tardío) agitación o enlentecimiento
psicomotor, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte e incluso intento de
suicidio, etc. así como síntomas somáticos diversos. (Almudena. G.2009)

Fonseca (1989) señala que el concepto depresión es un término relativamente reciente en


psiquiatría y afirma: “ desde el punto de vista etimológico y semántico, el término
‘depresiones’ tiene un significado ‘mecánico’, habiendo surgido después del
advenimiento de la revolución industrial, por analogía con la situación de una caldera
cuyo vapor no alcanzase la presión suficiente para su funcionamiento”

En la adolescencia la depresión del tono del humor se presenta con aspectos


extremadamente variables: a veces con expresiones comportamentales particularmente
impactantes (crisis de llanto, desesperación, rabia), otras veces con actitudes
marcadamente inhibidas (cierre relacional, mutismo, retiro de las inversiones
emocionales); en otros casos, puede estar “enmascarada” por trastornos psicosomáticos o
por una serie de conductas riesgosas (toxico dependencia, búsqueda del peligro como una
forma de desafío divino al destino). (Nardi, 2004)

Una de las grandes investigaciones realizadas sobre el bullyng y la depresión en jóvenes


a nivel mundial cabe destacar la publicada (RODRIGUEZ, 2015) donde nos hace
referencia que Cerca de un 33% de los casos de depresión en los jóvenes tendría como
causa el bullying o matonismo sufrido durante la adolescencia. Estas son las conclusiones
de una investigación realizada por la Universidad de Oxford, en el Reino Unido. El
análisis se hizo con 3.998 personas durante cinco años. Cuando se les empezó el estudio,
tenían 13 años. La investigación, señaló que de los 683 adolescentes que reportaron
sufrir bullying al menos una vez por semana, 14,8% tenía depresión a los 18 años.
Además, el 10,1% tuvo un episodio depresivo que duró más de dos años. Por otra parte,
de los 1.446 adolescentes que dijeron haber tenido al menos un episodio de bullying al
año, el 7,1% estaba deprimido a los 18 años. Solo 5,5% de los adolescentes que no
experimentaron bullying estaba deprimido al llegar a sus 18. Según el estudio, los tipos
más comunes de matonismo fueron poner apodos (36%) y robar las pertenencias del
ofendido (23%). Un 15% recibió golpes y castigos físicos por parte de sus compañeros.
Pese a lo grave de la situación, el 74% de los agredidos nunca lo contó a sus padres y el
41% no se lo dijo a ningún maestro. Sin embargo, el 75% de quienes recibieron golpes sí
le comunicaron a un adulto, sobre todo a amigos o hermanos mayores.

Para (ROSERO, 2016) en el Ecuador seis de cada diez estudiantes enfrentan diariamente
casos de violencia de cualquier tipo dentro de las instituciones educativas, de los cuales
dos de cada diez son víctimas de acoso escolar, considerando que la exclusión es parte
de una forma de bullyng, los cuales fueron medidos en chicos de entre 8 a 17 años,
estadísticamente entre 2010 a 2015 el 61% y el 63% consideraron ser parte de bullying.
El 7% de estudiantes de 5 a 17 años son agredidos físicamente y el 4% es insultado y
humillado por profesores. (VILLENA, 2016) Dice que Ecuador después de Argentina es
segundo país en Latinoamérica con hostigamiento escolar, lo cual demuestra mediante
datos estadísticos donde el 60% de chicos entre ocho y 10 años en los colegios ha sido
acosado, siendo el más severo el que se practica es el cyber bullying, a través de las redes
sociales, así como el hostigamiento físico, sexual, sicológico.

Además entre estos se encuentran casos dramáticos de niños de ocho años con intentos
de suicidio y chicos con de depresión profunda en edades 14, 15 y 16 años, debido al
acoso. (ROBERTO, 2015) Recalca que En Manabi de acuerdo a la Encuesta Nacional de
la Niñez y la Adolescencia, el 64% de menores escolarizados, de 8 a 17 años, declaró
haber presenciado peleas entre alumnos; un 57% dijo que destruían cosas de los otros; y
un 69%, que molestan o abusan de los más pequeños. También revela que el 63% de
alumnos molesta a otros por ser diferentes; el 74% insulta o se burla; y el 53% sufre robos.
En (YOZA & SOLORZANO, 2014) se destaca un informe sobre el bullying y su
repercusión en el proceso de enseñanza y aprendizaje, dentro de los cuales se logra
denotar por medio de encuestas dirigidas a niños y niñas de la Escuela Pedro Zambrano
Izaguirre y se constata que el comportamiento de los niños en la escuela es agresivo.

(SEGUNDO, 2018) Destaca que en el Ecuador, el 60% de niños y niñas ha sufrido


violencia en las escuelas. Lo cual significa que tres de cada 5 niños y niñas recibieron
insultos o amenazas, robos y golpes, de acuerdo al informe en América Latina la
violencia entre estudiantes y el desempeño escolar, publicado por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe. Las cifras del Observatorio Social de
Ecuador, obtenidas tras un levantamiento de información en 2015, muestran que, en
Ecuador, 7 de cada 10 niños fueron testigos de insultos y burlas, 6 de cada 10 presenciaron
peleas entre estudiantes, 6 de cada 10 vieron que los más pequeños fueron molestados y
5 de cada 10 atestiguaron robos en las aulas. Constatado por la estadística realizada con
el apoyo de World Vision, Plan Internacional, Save the Children, el Consejo Nacional
para la Igualdad Intergeneracional y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(Unicef). Los niños y niñas afroecuatorianos presenciaron más violencia: 7 de cada 10
fueron testigos de peleas en la escuela. En el caso de los indígenas fueron 5 por cada 10
y en los mestizos, 6 de cada 10.
También produce un proceso complejo de victimización de otra persona que va más allá
de las simples discusiones o malas relaciones entre compañeros, y que se diferencia de
éstos por su naturaleza, su duración, su intensidad, sus formas, sus protagonistas, sus
consecuencias y sus ámbitos. (Nardi, 2004)

La depresión se trata de un trastorno psíquico, habitualmente recurrente, que causa una


alteración del estado de ánimo de tipo depresivo ( tristeza ) a menudo acompañado de
ansiedad, en el que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos de inhibición,
sensación de vacío y desinterés general, disminución de la comunicación y del contacto
social, alteraciones del apetito y el sueño (insomnio tardío) agitación o enlentecimiento
psicomotor, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte e incluso intento de
suicidio, etc. así como síntomas somáticos diversos. (Almudena. G.2009)

Para (ROSERO, 2016) en el Ecuador seis de cada diez estudiantes enfrentan diariamente
casos de violencia de cualquier tipo dentro de las instituciones educativas, de los cuales
dos de cada diez son víctimas de acoso escolar, considerando que la exclusión es parte
de una forma de bullyng, los cuales fueron medidos en chicos de entre 8 a 17 años,
estadísticamente entre 2010 a 2015 el 61% y el 63% consideraron ser parte de bullying.
El 7% de estudiantes de 5 a 17 años son agredidos físicamente y el 4% es insultado y
humillado por profesores. (VILLENA, 2016) Dice que Ecuador después de Argentina es
segundo país en Latinoamérica con hostigamiento escolar, lo cual demuestra mediante
datos estadísticos donde el 60% de chicos entre ocho y 10 años en los colegios ha sido
acosado, siendo el más severo el que se practica es el cyber bullying, a través de las redes
sociales, así como el hostigamiento físico, sexual, sicológico.

Se realizó un estudio en una institución educativa de Bogotá en el año 2015 sobre


prevalencia de depresión en los estudiantes que han sido víctimas, agresores y
observadores de bullying, concluyendo como resultado una alta depresión 22,5 % de los
estudiantes, los cuales presentan síntomas depresivos. La mayor valoración fue el
bullying por burlas y violencia seguido por bullying de actitud y rechazo, todas las
categorías fueron estadísticamente significativas.

En la Unidad Educativa Básica Fiscal Manuela Cañizares, de la parroquia Ricaurte en el cantón


Chone, el análisis e investigación del bullying no ha sido objeto de estudio profundo por parte de
autoridades, docentes y estudiantes, talvez porque el control a nivel escolar es más profundo que
en las grandes ciudades o porque la idiosincrasia de nuestro cantón y provincia en la actualidad,
aun hace que los padres estén más pendientes del comportamiento de los hijos cuando están en
edad escolar. Sin embargo la Srta Camila Marañón, en calidad de Reina del Cantón Chone del
año 2013, en las fiestas cantonales de Chone realizó una campaña contra el bullying en el auditorio
2 de la ULEAM de Chone en la que con la participación de psicólogos se establecieron parámetros
para conocer de esta problemática, y que además participaron niños, niñas y adolescentes de
varias Unidades Educativas del Chone en la que la madurez y sinceridad de ellos se evidenció en
contra de esta 6 práctica escolar tan promulgada en las grandes ciudades, y que poco a poco va
acrecentándose en nuestra sociedad. Sin embargo es de destacar que a nivel de observación y en
calidad de maestros algunos docentes han sido fieles testigos de varias manifestaciones que a
menudo se manifiestan especialmente entre los chicos desde el cuarto año básico hasta el último
año de escolaridad media, a través de la cual con sobrenombres y epítetos calificativos
desagradables se llaman entre los compañeros, sin que ello haya sido objeto de manifestaciones
graves de desórdenes e indisciplinas dentro o fuera del aula escolar. También se han dado
muestras de acoso a través de las redes sociales especialmente con adolescentes que exponen parte
o la totalidad de sus cuerpos para una persona en particular y que este material se ha filtrado a
través de la web haciendo que las niñas sean víctimas de sus propias decisiones y que otros han
hecho visibles para el morbo de la sociedad.

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