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Como todos los años desde 1990, el Informe sobre Desarrollo Humano ha publicado el Índice de
Desarrollo Humano (IDH) que fue presentado como una alternativa a las mediciones convencionales
del desarrollo nacional, como el nivel de ingresos y la tasa de crecimiento económico. El IDH
representa el impulso de una definición más amplia del bienestar y ofrece una medida compuesta
de tres dimensiones básicas del desarrollo humano: salud, educación e ingresos. Entre 1980 y 2010
el IDH de Guatemala creció en un 1.1% anual, pasando desde el 0.408 hasta el 0.560 de la actualidad,
lo que coloca al país en la posición 116 de los 169 países para los que se disponen datos
comparables.
El IDH de América Latina y el Caribe (OR) como región ha pasado del 0.578 de 1980
al 0.706 de la actualidad, por lo que Guatemala se sitúa por debajo de la media regional.
El INEGI anunció que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.45% en el tercer trimestre del año,
respecto al trimestre previo y a partir de cifras desestacionalizadas. También divulgó que en su
comparación anual y con datos originales, el PIB aumentó 3.32% respecto al mismo periodo del año
anterior. Si buscamos los datos en el Banco de Información Económica (BIE) del INEGI, encontramos
que la tasa acumulada del PIB en lo que va del año es 4.19%. Para compararnos con Estados Unidos
necesitamos calcular la tasa anualizada a partir de la serie ajustada, que resultó 1.82%. Finalmente,
si observamos la tendencia-ciclo del PIB observamos que se incrementó 0.58% respecto al trimestre
anterior, que anualizado significa un avance de 2.33%.
¿Confuso? ¿Qué dato debemos tomar? ¿Cuánto creció el PIB? ¿3.32, 0.45, 4.19, 1.82, 0.58, 2.33 o
alguna otra tasa? ¿Cómo debemos interpretar el comportamiento del PIB del tercer trimestre?
¿Fue bueno o malo el reporte? ¿Podemos afirmar una desaceleración? Con estas cifras, ¿qué
podemos esperar para el año?
En principio, todas las tasas nos dicen algo, simplemente son perspectivas distintas del
comportamiento de la actividad económica en un momento dado. Lo que debemos hacer es ver
una por una y tomar nota de lo que nos dice (y no nos dice) cada una. Tenemos que tener cuidado
de no sobre o sub analizar los números y después armar el rompecabezas para llegar a algunas
conclusiones.
El primer dato que típicamente vemos es la tasa anual, que es la variación del trimestre respecto al
mismo trimestre del año anterior (3.32%). De entrada observamos que es la tasa más baja desde el
segundo trimestre de 2011 y la segunda más baja desde 2010 a la fecha. Si lo comparamos con la
tasa del trimestre anterior (4.45%) vemos que fue más baja. ¿Por qué se calcula esta tasa respecto
al año anterior? Aunque pareciera que la razón principal es que queremos ver cuánto crecimos en
los últimos cuatro trimestres (un año), realmente lo que estamos haciendo es compararnos con un
trimestre similar dado que existe un patrón estacional que distorsiona el comportamiento trimestre
a trimestre. La comparación con el mismo trimestre del año anterior es equiparable a un ajuste
estacional muy burdo.
Existen varios problemas al querer interpretar la tasa anual. Primero, refleja el crecimiento de
cuatro trimestres (a diferencia de uno solo), por lo que no podemos realmente aislar el
comportamiento del trimestre en sí. Si calculáramos la tasa respecto al trimestre anterior sin tomar
en cuenta la estacionalidad, podríamos encontrar una tasa negativa sin saber si se debió a un mal
trimestre o simplemente al patrón estacional. Sin embargo, esta tasa refleja la acumulación de
cuatro tasas trimestrales, por lo que puede variar respecto al periodo anterior tanto por el nuevo
trimestre que agregamos como por el que quitamos (en este caso el tercer trimestre de 2011. Si
observamos el tercer trimestre de 2011, encontramos que fue el de mayor crecimiento de los
últimos once trimestres, por lo que no queda claro si la desaceleración mostrada se debió al nuevo
trimestre que estamos considerando o al que dejamos incluir.
Esto nos lleva a la necesidad de aislar el patrón estacional para analizar el comportamiento del
trimestre por sí sólo, es decir, en el margen. Mediante técnicas econométricas se calcula el patrón
estacional para después quitárselo a la serie original del PIB y obtener lo que llamamos el PIB
desestacionalizado o ajustado por estacionalidad. Ahora sí, sin preocupación de una contaminación
estacional, podemos calcular la tasa de crecimiento respecto al trimestre anterior, que resulta en
un avance de 0.45%. Lo primero que observamos es que es la tasa más baja para un trimestre desde
que empezó la recuperación a partir del tercer trimestre de 2009. Esto nos permite pensar que el
avance en la tasa anual se debió más a factores estacionales y no a un avance sólido en la actividad
económica. Definitivamente es evidencia de una desaceleración significativa en el tercer trimestre,
pero todavía no podemos afirmar si es un dato aislado o bien, una tendencia a la baja que podría
continuar.
Una de las características de la economía mexicana en los últimos (casi) tres años es que hemos
crecido casi a contrapelo de Estados Unidos. Mientras que nuestro vecino ha registrado tasas de
crecimiento muy bajos, nosotros hemos logrado crecer mucho más. Por ejemplo, en el primer y
segundo trimestre de esta año nosotros crecimos 5.35 y 3.26%, respectivamente, mientras que
Estados Unidos creció 2.0 y 1.3%. ¿Cómo nos comparamos ahora con el tercer trimestre? Estados
Unidos siempre reporta sus tasas en términos anualizado, es decir, elevado a la cuarta para
interpretar su tasa en un contexto anual. El pasado 26 de octubre el Bureau of Economic Analysis
divulgó la primera estimación de crecimiento de su país en 2.0%. Para realizar la comparación,
necesitamos elevar nuestra tasa de 0.45% a la cuarta, es decir, 1.0045^4 (en términos de Excel), lo
que arroja una tasa de 1.82%. Inmediatamente resalta el hecho de que nuestro avance (por primera
vez desde que inició la recuperación) es menor a la de Estados Unidos. No sólo confirma una
desaceleración sino que es indicativo de que en este trimestre no pudimos sostener la tendencia
observada en trimestres anteriores.