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LOS VIAJES DE FRANCISCO PIZARRO

EL PRIMER VIAJE DE PIZARRO (1524-1525)

El primer viaje de Pizarro se realizó durante un año. Gracias al apoyo de apoderados españoles zarparon dos
barcos: el “Santiago” y el “San Cristóbal”, con 112 españoles y algunos nicaragüenses que apoyaban la
expedición.

La Empresa del Levante, que miraba al sur de las Américas, interesaba a los comerciantes y adinerados
españoles que eran sabedores de los hallazgos recientes realizados por algunos conquistadores en el sur de
América. La ilusión de los expedicionarios del barco “Santiago” se mantuvo viva mientras llegaron a las Islas
Perlas y más tarde en Puerto Piñas, por la costa sur de Panamá.

Al llegar a las costas colombianas, las provisiones se acabaron y el clima comenzó a disminuir la fuerza de la
tripulación hasta tal punto que se mantuvieron en el puerto durante cuarenta y siete días. Por ello, fue
bautizado como Puerto de Hambre; ya que al llegar las provisiones ya habían muerto 30 hombres.

Unos meses más tarde continuaron el viaje y lograron avanzar hacia el sur. Llegando a Perú se encontraron
con un grupo de indígenas que, con piedras y flechas, evitaron el desembarco.

Pizarro decidió regresar a Panamá. Igual suerte corrió el barco “San Cristóbal” que capitaneaba Diego de
Almansa, quien en el intento de desembarco perdió un ojo a causa de una flecha.

Finalmente tomó la misma decisión de Pizarro de volverse para encontrarse con sus amigos de expedición
nuevamente en las Islas Perlas, en Panamá.

EL SEGUNDO VIAJE DE PIZARRO (1526-1528)

El segundo viaje de Pizarro se realizó en el año 1526. Los dos barcos de la primera expedición partieron hacia
Chachama, noreste de Panamá, con la intención de llegar a la desembocadura del río San Juan.

Un año más tarde, llegaron a la bahía de San Mateo y al río Santiago. Allí los barcos fueron enviados a Panamá
por nuevas provisiones y uno de los expedicionarios envío una comunicación al gobernador describiéndole los
sufrimientos de la tripulación y rogándole su ayuda para volver.

Ya en la Isla del Gallo llegaron los barcos solicitados, por parte del gobernador.

Fue allí donde se desarrolló la popular escena en que Francisco Pizarro, muy desesperado porque veía
desfallecer a sus hombres, trazó una raya en la playa y les pidió ponerse de su lado a los valientes que quisieran
continuar a su lado.

Logrando la voluntad de tan solo 13 hombres, conocidos como “los trece del gallo”, decidió con ellos ir a la
Isla de Gorgona donde pasaron seis meses, hasta que llegaron nuevos expedicionarios.

El nuevo grupo logró avanzar hasta la Isla Santa Clara y una localidad conocida como Tumbes, al noroccidente
de Perú, que albergaba el primer vestigio de murallas, templos y fortalezas del imperio Inca hallado por los
españoles.

Una vez confirmada su idea de riqueza en el sur, Pizarro tomó la decisión de volver a Panamá para obtener
más recursos que le permitieran una exploración al interior del Perú. Pero entre su segundo y tercer viaje
Francisco Pizarro debe viajar a España.
LA CAPITULACIÓN DE TOLEDO (1529)

A su regreso a Panamá se encontró con la negativa del gobernador por emprender un nuevo viaje y este
rechazo hizo que Pizarro pidiera audiencia con el propio Carlos V en España.

El encuentro se realizó en Toledo y tras narrar al rey sus andanzas y entregarle regalos como oro, plata y tejidos
del Perú, no solo le fue autorizada la gran expedición sino que fue nombrado alguacil mayor, gobernador y
capitán general del territorio que cubría 200 leguas al sur de Ecuador. A cambio, la corona española obtendría
el 20 % de las riquezas halladas.

EL TERCER VIAJE DE PIZARRO (1531-1533)

El tercer viaje de Pizarro se realizó en el mes de enero de 1531 partiendo de la bahía de San Mateo y
atravesando la región de Coaque. Al conocer la Isla Puná, Pizarro pudo confirmar que los Incas estaban
enfrentando una guerra civil a causa de la sucesión del poder, tras la muerte de Huayna Cápac. Sus hijos
Atahualpa y Huáscar se enfrentaban por el poder, situación que supo aprovechar el conquistador.

De la Isla se trasladaron a Tumbes y de allí a Poechos para entrar en el Valle de Chira, donde Pizarro, con 176
hombres, fundó la primera ciudad a la que da el nombre de San Miguel.

En el año 1532 parten hacia Cajamarca y allí estableció contacto con Atahualpa a quien invitó a una reunión.
El gobernador inca no asistió esa noche sino al otro día y de inmediato Pizarro lo hizo prisionero.

Atahualpa le propuso a Pizarro llenarle una habitación de cincuenta metros cuadrados de oro puro a cambio
de su libertad. Pizarro aceptó y cuando le fue entregado el mineral, ordenó matar al líder Inca. De esta manera,
la conquista del Perú se hizo más fácil.

MAPA DE LOS VIAJES DE FRANCISCO PIZARRO

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