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#1 GUÍA BÁSICA PARA ESTUDIAR Y ENSEÑAR LA BIBLIA… PARTE 1

La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre. Sal.
119:160 (NVI)
La versión Reina-Valera 1960, traduce el mismo pasaje de esta forma:
La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.
Esta breve y memorable afirmación es un excelente punto de partida para toda persona que
desea ser fiel al estudiar y proclamar la verdad de la Palabra de Dios.

Considera brevemente lo que el pasaje afirma, de forma que puedas apreciar su importancia y
descubrir cómo debe guiar tu relación con la Palabra de Dios.

OBSERVANDO EL TEXTO
1.- La Biblia registra las Palabras de Dios. El Salmo 119:160 habla de “tus palabras”, es decir,
las palabras de Dios el Señor (v. 159).
En medio de las múltiples incertidumbres que toda persona enfrenta en su vida cotidiana, ¡cuán
valioso es tener un consejo sabio y confiable! Y en todo el universo, no existe voz ni palabra
más segura que la voz de tu Dios creador, tal y como se proclama en la Biblia. Cada vez que
abres las Escrituras y las lees, estás expuesto a la voz y el pensamiento de Dios.

2.- La Biblia proclama la Verdad. Cuando abres la Palabra de Dios para leerla y estudiarla,
debes reconocer que no hay ninguna falsedad en ella. “…Tu palabra es verdad” afirma el
Salmo.
Esto es importantísimo porque, en un mundo lleno de pecado y de maldad, las afirmaciones de
las Escrituras son con frecuencia diametralmente opuestas a las opiniones e ideas que
escuchas en los programas de TV, las películas, las canciones populares, los maestros en la
escuela, e incluso los consejos e ideas de tus amigos y familiares.
Por lo tanto, cuando lees la Biblia, no debes jamás olvidar que la voz que escuchas en ella es
la voz del único Dios verdadero. Un Dios todo sabio y fiel. Un Dios omnisciente. Un Dios que
nunca miente (Tito 1:2). Un Dios de verdad.

3.- La Verdad está en la suma de la Escritura. Finalmente, el verso expresa algo


importantísimo: La verdad proclamada en la Biblia se descubre en la Totalidad de su mensaje.
Es cierto que puedes descubrir pequeñas gemas de verdad aun en las afirmaciones más
breves de la Biblia. Por ejemplo, el apóstol Juan escribió: “Dios es amor.” (1 Juan).
Pero el alcance de esta breve afirmación, su glorioso significado, su manifestación más
sublime, no se descubre en toda su veracidad si no conoces la totalidad de la historia. La
historia de la redención. La historia del Salvador Jesucristo, el Hijo de Dios que te amó de tal
manera que dio su vida por ti. La verdad está en la suma de las palabras de Dios, porque la
suma de las palabras es el evangelio.

LA FIDELIDAD EN EL ESTUDIO Y LA ENSEÑANZA COMIENZA EN LA LECTURA


Por lo tanto, al hacer la pregunta, “¿cómo puedo ser fiel en el estudio y enseñanza de la
Palabra de Dios?” la respuesta inicial deberá ser: Lee todas las Palabras de Dios. Lee, lee, ¡lee
la Biblia!
De principio a fin. Los Salmos y los Proverbios no son suficientes en sí mismos. Tampoco el
Evangelio de Juan. Ni siquiera todo el Nuevo Testamento. La verdad está en la suma de la
Palabra. No hay tarea más imprescindible al estudio y la enseñanza fiel, que la efectiva, clara y
completa lectura de la Biblia.

Crédito Carlos Astorga para Lifeway citado por Biblias Holman

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