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DERECHO PENITENCIARIO

“El Derecho penitenciario, una parte del Derecho penal ejecutivo, es la rama del Derecho
que se ocupa de la ejecución de las penas y medidas de seguridad privativas de libertad o
de derechos. Surge como disciplina jurídica autónoma a principios del siglo XX, a su vez,
como ciencia penitenciaria se califica a la doctrina jurídica dedicada a los temas relativos
a la ejecución de la pena privativa de libertad y de todas aquellas sanciones alternativas
que las distintas legislaciones imponen como consecuencia jurídica-punitiva por la
comisión de un hecho tipificado como delito o falta.”

NATURALEZA
“Existen diferentes posiciones en la doctrina acerca de la naturaleza del Derecho
Penitenciario que van desde los que defienden su autonomía dentro del ordenamiento
jurídico, hasta los que consideran que forma parte del Derecho Penal, del Derecho
Procesal o incluso del Derecho Administrativo. Así:”

- “Para los penalistas es una parte del Derecho Penal que se ocupa de la ejecución de las
penas privativas de libertad. Completaría el cuadro de normas reguladoras del Derecho
punitivo: delitos, penas y medidas privativas de libertad y ejecución de éstas completarían
el contenido del Derecho Penal.”

- “Para algunos tratadistas de Derecho Administrativo, la actividad de la Administración


Penitenciaria forma parte de la actividad de la Administración Pública y, por tanto, las
normas que regulan esta actividad deben de ser consideradas como pertenecientes al
Derecho Administrativo.”

- “Paulatinamente va abriéndose paso la tesis de la autonomía del Derecho Penitenciario


por tres razones fundamentales:”

1. Por razón de las fuentes.


“Las normas que regulan la relación jurídica penitenciaria constituyen un cuerpo de
normas independientes de las que establecen los delitos y las penas (Derecho Penal
Sustantivo) y de las que regulan el procedimiento (Derecho Procesal).”

2. Por razón de la materia.


“La relación jurídica-penitenciaria, en cuanto supone la permanencia de una serie de
derechos, el nacimiento de otros frente a la Administración Penitenciaria, la aparición de
deberes y el recorte o limitación de otros derechos, constituye una materia específica que
exige tratamiento normativo y doctrinal autónomo.

3. Por razón de la jurisdicción.


Se atribuye a un órgano específico, el Juez de Vigilancia Penitenciario o Juez de ejecución
de penas, el velar por el estricto cumplimiento de las normas y la protección de la parte
más débil de la relación jurídica (el recluido).”

“DERECHO PENITENCIARIO-CIENCIA PENITENCIARIA


En el siglo XIX la aplicación generalizada de las penas privativas de libertad hizo surgir,
fundamentalmente en Francia” la llamada "ciencia penitenciaria" “integrada por el
conjunto de conocimientos relacionados con las penas privativas de libertad, su
organización y su aplicación. Estos conocimientos comprenden tanto los de tipo
normativo como los de tipo empírico (sociológicos, antropológicos, psicológicos o de
otras ciencias sociales) relativos a las penas y medidas privativas de libertad.”

“FUENTES
Fuentes del Derecho Penitenciario son aquellas normas o actos a través de los cuales el
Derecho Penitenciario se manifiesta en su vigencia, y podemos distinguir:
Fuentes directas:
Fuentes escritas.
La ley en sentido amplio.
Fuentes no escritas.
La costumbre y los principios generales del Derecho.
Fuentes indirectas:
Los tratados internacionales.
Las recomendaciones y reglas emanadas de organismos internacionales.
La jurisprudencia. Destacando en ésta la importancia de la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional.”
RELACIONES CON OTRAS RAMAS JURÍDICAS

1. “Relaciones con el Derecho Penal

Las relaciones del Derecho Penitenciario con el Derecho Penal son tan estrechas, que la
autonomía de éste es un tema sobre el que no está todavía de acuerdo la doctrina de forma
unánime. Por un lado, un buen número de normas sobre la ejecución de las penas
privativas de libertad vienen recogidas en los Códigos y Leyes penales. Por otro, lo que
debe ejecutarse de acuerdo con las normas de derecho penitenciario son las penas cuya
naturaleza, extensión, duración y demás condiciones vienen fijadas por el Derecho Penal
sustantivo.
Sin embargo, las diferencias por razón del objeto son claras. El Derecho Penal está
constituido por un conjunto de normas estatales que establecen los delitos, las penas y las
medidas de seguridad. El Derecho Penitenciario despliega sus efectos después de que el
Derecho Penal ha resuelto un caso concreto con la fijación de la pena privativa de libertad,
durante cuya ejecución surgen los derechos y deberes recíprocos, recluso-Administración
Penitenciaria que constituyen el objeto de la regulación del Derecho Penitenciario.”

2. “Relaciones con el Derecho Procesal


Para un buen número de tratadistas que niegan la autonomía del Derecho Penitenciario
éste forma parte del Derecho Procesal. Hasta la aparición en algunos países de Códigos y
leyes de ejecución de penas, la mayor parte de las normas referidas a la ejecución penal
forma parte del Derecho Procesal por estar contenidas esas normas en leyes procesales.
Y la aparición del Juez de Vigilancia Penitenciaria o Juez de Ejecución de penas refuerzan
los argumentos de quienes entienden que la ejecución de las penas privativas de libertad
es una función jurisdiccional cuyo marco normativo no ha salido de la esfera del Derecho
Procesal Penal.
Sin embargo, la tesis de la independencia del Derecho Penitenciario frente al Derecho
Procesal se abre camino paulatinamente, pues el fin de la pena de privación de libertad es
la reeducación y reinserción social de los penados, y esta finalidad enmarca la actividad
penitenciaria en el campo de las ciencias de la conducta como una tarea socio-educativa
que debe encargarse a personal cualificado para su eficaz cumplimiento. La intervención
del Juez de Ejecución de penas tiene su razón de ser en la exigencia constitucional de
controlar la actividad penitenciaria y de garantizar los derechos de los recluidos, a causa
de a especial situación de indefensión en que se encuentran, y de la importancia de los
derechos que pueden verse afectados por la reclusión. Pertenecen al Derecho Procesal las
normas orgánicas y de procedimiento por las que se rige la actuación de los Jueces de
Ejecución de penas (o Vigilancia Penitenciaria), y al Derecho Penitenciario las normas
que regulan las funciones de los mismos.”

3. “Relaciones con el Derecho Político


Existen fundamentalmente dos manifestaciones de esa relación:

- Porque las tendencias políticas inciden ordinariamente en los fines que se asignen a las
penas y consecuentemente en la actividad de la Administración Penitenciaria.
- Porque suelen incluirse en las Constituciones normas tendentes a garantizar los derechos
de los presos y penados tal como ocurre en la Constitución Española de 1978 que en sus
artículos 17 y 25 contiene mandatos que obligan directamente y deben tenerse en cuenta
en el desarrollo en otras leyes.

4. Relaciones con el Derecho Administrativo


Las relaciones entre el Derecho Penitenciario y el Derecho Administrativo son muy
estrechas al ser la Administración uno de los sujetos que surge con motivo del
internamiento de un individuo (ya sea penado o preventivo). Por otro lado, al Derecho
Administrativo pertenecen una serie de normas que regulan la organización y
procedimiento de los órganos de la Administración Penitenciaria, y en el Derecho
Penitenciario, frecuentemente hay una remisión a las normas de Derecho Administrativo
como en materia disciplinaria.”

5. “Relaciones con las Ciencias de la conducta


Conforme la actividad penitenciaria se fue orientando a la reinserción social del penado
abandona los métodos empíricos y se transforma en tratamiento. El tratamiento supone la
adopción de métodos científicos encaminados a influir en el penado, éstos métodos
pertenecen a las Ciencias de la conducta (pedagogía, sociología, medicina, psicología,
psiquiatría).”
“RÉGIMEN INTERNACIONAL DEL DERECHO PENITENCIARIO

El Derecho Penitenciario se caracteriza por su proyección en dos sentidos: en el vertical,


alcanzando la inclusión de sus principios en las Constituciones nacionales; en el
horizontal, al despertar el interés de los organismos internacionales. Así:
- La inclusión de los principios informadores del Derecho Penitenciario en las
Constituciones nacionales ha supuesto el abandono de las tesis retribucionistas y la
consagración de la finalidad resocializadora. Los principios que suelen contener son la
humanización del trato, y la inclusión de la readaptación del penado como fin de la
actuación penitenciaria.
La inclusión de esos principios no siempre ha significado su aplicación práctica en la
realidad penitenciaria de los países regulados por esas Constituciones, pero, en todo caso,
siempre es un punto de referencia.
- En el ámbito internacional la humanización del régimen y la finalidad reformadora han
encontrado acogida. Así:”

a) En el apartado 3 del artículo 11 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y


Políticos, de 1966 se establece: "El régimen penitenciario consistirá en un tratamiento
cuya finalidad esencial será la reforma y readaptación social de los penados".
b) “En el proceso de internacionalización de las normas penitenciarias, adquiere un
especial relieve la aprobación de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los
Detenidos, aprobadas en el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención
del Delito y Tratamiento de los delincuentes, celebrado en Ginebra en 1955. Aunque estas
reglas no tienen una fuerza obligatoria han contribuido considerablemente a la
homogeneización de los regímenes penitenciarios sobre la base de los principios
indicados.
c) Otro punto de referencia en el Derecho Penitenciario internacional lo constituye la
Resolución 73.5 adoptada por el Comité de Ministros del Consejo de Europa el 19 de
Enero de 1973, en el que visto el interés de los Estados” miembros por "establecer unos
principios comunes en materia penal", llama la atención de estos “Estados sobre las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los reclusos, recomendando a los gobernantes de
los Estados miembros inspirarse, en su legislación y en su práctica, en el texto de las
Reglas.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo acordó en 1984 encargar al Comité de
Cooperación Penitenciaria la revisión de las Reglas Mínimas, que fueron aprobadas por
Recomendación 87.3 del Comité de Ministros.”
RÉGIMEN PENITENCIARIO
“Se puede definir el régimen penitenciario como el conjunto de normas reguladoras de la
vida en prisión para garantizar unas condiciones mínimas de orden, seguridad y
disciplina, y un ambiente adecuado para el éxito del tratamiento.
La Ley Orgánica General Penitenciaria no contiene una definición legal del régimen, que
sí realiza el Reglamento Penitenciario de 1996 que en su artículo 73” establece: “por
régimen penitenciario se entiende el conjunto de normas o medidas que persiguen la
consecución de una convivencia ordenada y pacífica que permita alcanzar el ambiente
adecuado para el éxito del tratamiento, y la retención y custodia de los reclusos”.

“ELEMENTOS
En el concepto de régimen anteriormente expuesto se integran normas y medidas o
actuaciones.
La parte del ordenamiento jurídico penitenciario que trata de ordenar la vida de los
establecimientos con el fin de conseguir los fines asignados a las instituciones
penitenciarias constituye la parte normativa del régimen. Junto a las normas el
Reglamento cita algunas de esas medidas como son la seguridad, el orden, la disciplina
como medios orientados a alcanzar los fines indicados.
En tanto que medios orientados a conseguir determinados fines (tratamiento, retención y
custodia), las actividades o funciones deben ser proporcionadas al fin perseguido, y no
podrán significar un obstáculo para la ejecución de los programas de tratamiento e
intervención de los reclusos (artículo 73.2 del Reglamento Penitenciario de 1996).”

FINES
“Hay que distinguir los fines, según vaya dirigido a internos preventivos o penados.
El artículo 5 de la Ley Orgánica General Penitenciaria establece” que: “el régimen de
prisión preventiva tiene por objeto retener al interno a disposición de la autoridad
judicial”.
“En relación con los Establecimientos de cumplimiento, el artículo 71.1 de la Ley
Orgánica General Penitenciaria establece” que: “el fin primordial del régimen es lograr
en los mismos el ambiente adecuado para el éxito de tratamiento”.
TIPOS DE RÉGIMEN
“La necesidad de establecer diferentes tipos de régimen surge por la distinta naturaleza
del título jurídico por el que los internos se encuentran ingresados (preventivos-penados),
y las exigencias del tratamiento individualizado. Las diferencias residen en el margen de
libertad que se permite, o en el grado de control que se ejerce sobre los internos.
El artículo 74 de la Ley Orgánica General Penitenciaria distingue tres tipos de régimen:

1. Régimen ordinario.
Representa un nivel intermedio. Se aplicará a los detenidos y presos en todos los
supuestos y en el caso de los penados cuando no concurran las circunstancias que exijan
la clasificación en primer grado o que permitan la clasificación en tercero (Penados
clasificados en segundo grado, penados sin clasificar y a los detenidos y presos).
Las normas de régimen se refieren a cuatro bloques:”
a) “Seguridad, orden y disciplina. Artículo 76.1 del Reglamento, conforme al cual
los principios de seguridad, orden y disciplina tendrán su razón de ser y su límite
en el logro de una convivencia ordenada.
b) Clasificación interior. Artículo 76.2 del Reglamento, conforme al cual se ajustará
la misma a las necesidades y exigencias del tratamiento, a los programas de
intervención y a las condiciones generales del Centro.
c) Trabajo y formación. Artículo 76.3 del Reglamento, conforme al cual el trabajo y
la formación tendrán la consideración de actividad básica en la vida del Centro.
d) Horario y calendario de actividades. Corresponde el Consejo de Dirección aprobar
el mismo que debe contener las actividades obligatorias y optativas, garantizar
ocho horas diarias de descanso y un mínimo de dos horas para asuntos propios del
interno, y que debe ser notificado a los internos, resultando obligatorio para éstos
conforme al artículo 5.2 b) del Reglamento Penitenciario de 1996.”

2. “Régimen abierto.
También llamado de semi libertad por ser el que permite un sistema de vida más próximo
al de la vida libre y consiguientemente el que supone un menor nivel de control y de
restricciones, y se aplicará a los penados clasificados en tercer grado.
3. Régimen cerrado.
Es el que representa un mayor nivel de control y mayores restricciones, exigidos por la
peligrosidad e inadaptación de los internos. Se aplica a los clasificados en primer grado y
a los preventivos que tengan las mismas condiciones de peligrosidad.”

PRINCIPIOS INFORMADORES DEL RÉGIMEN


“Según los distintos tipos de Establecimientos son los siguientes:

1.En los Establecimientos de preventivos las normas que regulan el régimen se inspiran
en el “principio de presunción de inocencia”.

2. En los Establecimientos de cumplimiento las normas regimentales se inspiran en el


principio de que son instrumento o medio para conseguir un ambiente adecuado que haga
posible el tratamiento. Es decir, que siguiendo lo dispuesto en el artículo 25.2 de la
Constitución Española de 1978” el fin de “reeducación y reinserción” debe estar presente
en las normas regimentales. “(Artículo 71.1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria).
El Reglamento Penitenciario reitera esos principios en su artículo 75” que establece: “los
detenidos, presos y penados no tendrán otras limitaciones regimentales que las exigidas
por el aseguramiento de su persona y por la seguridad y el buen orden de los
Establecimientos, así como las que aconseje su tratamiento o las que provengan de su
grado de clasificación”.

“LIMITACIONES Y MEDIDAS DE PROTECCIÓN PERSONAL


El principio de imposición de las limitaciones estrictamente imprescindibles encuentra
una excepción en la necesidad de dar respuesta a situaciones de riesgo para la seguridad
del centro o de alteración del orden, así como en la de salvaguardar la vida o integridad
física de algún interno. Así se desprende de lo dispuesto en el artículo 75.1 y 2 del
Reglamento Penitenciario de 1996.
Las medidas a adoptar son de dos tipos: bien limitaciones regimentales en el
Establecimiento Penitenciario, o bien el traslado a otro Establecimiento donde puedan
prescindirse de esas limitaciones sin riesgo para la vida o la integridad física.
En cuanto al procedimiento de aplicación se regula en la Instrucción 6/2006 de la
Dirección General de Instituciones Penitenciarias que distingue:
1. Procedimiento de aplicación del artículo 75.1. Limitaciones por razón de seguridad y
buen orden del establecimiento:
a) Se aplica por el Director siempre que se hayan agotado otras alternativas menos
gravosas para el interno (nueva separación interior, traslado de módulo, etc.)
b) El acuerdo debe ser motivado con indicación de que puede acudir en queja al Juzgado
de Vigilancia Penitenciaria.
c) El acuerdo debe ser puesto en conocimiento del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria,
al igual que el cese de dichas medidas.
d) Las medidas no pueden equipararse al régimen cerrado y deben permitir que el interno
siga participando en programas de tratamiento.
e) Se valorará por la Junta de Tratamiento o Consejo de Dirección las circunstancias
concurrentes que pueden conducir a la aplicación del régimen cerrado o el traslado a otro
Establecimiento.”

2. “Procedimiento de aplicación del artículo 75.2. Limitaciones para salvaguardar la vida


o integridad física del recluso.
a) Se aplica por el Director agotando antes otras alternativas.
b) Los acuerdos tendrán siempre un carácter excepcional y su duración debe ser la
imprescindible para la finalidad que persigue.
c) Se estudiará la viabilidad de un traslado para suprimir las limitaciones.
d) Si no es posible el traslado a otro departamento se adoptarán medidas de autoprotección
procurando no interrumpir las actividades del interno.
e) Se notificará la adopción al Juez de Vigilancia al igual que el cese de la medida.”

“RÉGIMEN DE PREVENTIVOS
1. Régimen general
Conforme al artículo 5 de la Ley Orgánica General Penitenciaria el régimen de prisión
preventiva tiene por objeto retener al interno a disposición de la autoridad judicial. El
principio de la presunción de inocencia presidirá el régimen penitenciario de los
preventivos.
Dicha presunción de inocencia está prevista en la regulación del trabajo de los
preventivos, y así tanto el artículo 29 de la Ley Orgánica General Penitenciaria como el
133 del Reglamento Penitenciario establecen que pueden trabajar conforme a sus
aptitudes e inclinaciones.

2. Preventivos en régimen cerrado.


Conforme al artículo 10 de la Ley Orgánica General Penitenciaria las normas de régimen
cerrado se aplicarán a los preventivos cuando se trate de internos extremadamente
peligrosos o manifiestamente inadaptados al régimen ordinario, correspondiendo a la
Junta de Tratamiento formular la propuesta y al Centro Directivo el acuerdo de aplicación.
La peligrosidad extrema se valorará ponderando la concurrencia de los factores previstos
en el artículo 102.5 del Reglamento Penitenciario.
El acuerdo de aplicación deberá ser notificado al interno en las 24 horas siguientes a su
adopción, indicando la posibilidad de acudir en queja al Juez de Vigilancia.
Dentro de las 72 horas siguientes debe ser comunicado al Juez de Vigilancia
Penitenciaria.
El acuerdo de aplicación es inmediatamente ejecutivo conforme al artículo 97.2 del
Reglamento Penitenciario.
En cuanto a la duración del régimen cerrado de los detenidos y presos será el tiempo
indispensable hasta que desaparezcan o disminuyan significativamente las razones o
circunstancias que sirvieron de fundamento a su aplicación.
En cuanto a la revisión del acuerdo de aplicación no puede demorarse más allá de los tres
meses, previa emisión de los preceptivos informes”
EL TRATAMIENTO PENITENCIARIO
Las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos indica que el tratamiento tiene por
objeto: “...inculcarles la voluntad de vivir conforme a ley, mantenerse con el producto de
su trabajo, y crear en ellos aptitud para hacerlo. Dicho tratamiento estará encaminado a
fomentar en ellos el respeto de sí mismos y desarrollar el sentido de responsabilidad”.
Asimismo, indica que el tratamiento “deberá recurrir a la asistencia religiosa, a la
instrucción, a la orientación y formación profesional, a métodos de asistencia social
individual, al asesoramiento relativo al empleo, al desarrollo físico y a la educación del
carácter moral, en conformidad con las necesidades individuales de cada recluso”. “Así
también no puede estudiarse aisladamente el Tratamiento Penitenciario con fines a la
Resocialización de los internos sin comprenderse al sistema penitenciario y a la realidad
carcelaria que lo engloba en su conjunto y que es el escenario en que se desarrollan. El
Tratamiento Penitenciario en el Perú tiene como objetivo la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del interno a la sociedad. El tratamiento consiste en la utilización de
métodos médicos, biológicos, psicológicos, psiquiátricos, pedagógicos – o más
precisamente andragógicos – sociales, laborales, y aquellos que permitan obtener el
objetivo del tratamiento de acuerdo a las características propias del interno.”

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