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Introducción
Querría contarles una pequeña historia que me sucedió hace alrededor de 20 años.
Había hecho entonces una especie de retiro en el desierto, en África del norte, con un
grupo, animado por JY Leloup, sacerdote ortodoxo, psicoterapeuta transpersonal y
maestro espiritual. Al final de ese tiempo, en el momento que poníamos punto a esa
experiencia, me vino una especie de revelación que me decía: “Si tú no estás unido a
una tradición, te falta algo importante”. Esta frase me acompaña siempre. La comparto
con ustedes para que ella nos interrogue, a todos nosotros reunidos aquí en ocasión
del congreso, tanto los seres humanos como los Gestalt-terapeutas que nosotros
somos.
Cual es, cuales son las tradiciones que fundan a la vez nuestra existencia y nuestro
ser Gestalt-terapeutas? … En lo que concierne a vuestra existencia eso les
corresponde … En lo que nos concierne a nosotros como Gestalt-terapeuta, una
reflexión sobre ese punto nos concierne a todos, cada uno manteniendo su libertad
de elección.
“Yo terapeuta, entro en consciencia de lo que pasa por mi frente a ti que eres mi
paciente y te acompaño para que tu desarrolles tu también tu capacidad para estar en
la consciencia. Tú, paciente, desarrollas la capacidad de estar en la consciencia de tu
experiencia corporal e interior al mismo tiempo que tú me hablas de ti, de tu historia,
de tus preocupaciones y de tu experiencia en relación con el hecho de que es a mí a
quien te confías. Y a partir de nosotros dos juntos, nosotros desarrollamos la
consciencia del espacio común que co-construimos instante a instante. Es así que
desarrollamos cada uno, en el contacto con el otro, nuestro sentimiento de existencia
y que nos aproximamos al Ser”
¿Por qué volver a poner el concepto de consciencia por delante? Entre las diferentes
razones posibles, nombraré cuatro: -- Nivel histórico: en el origen, es por el “estar en
consciencia de… en relación” que la Gestalt se diferencio del psicoanálisis, pero es
también su aporte principal y original en la corriente de la psicología humanista. Es
también una de las orientaciones de este congreso el explorar el awarness, -- se
observa actualmente una convergencia increíble, benéfica, tranquilizadora en
diferentes corrientes de pensamiento en torno de “estar en consciencia de…”: Gestalt
terapia, fenomenología, psicoanálisis intersubjetivo, neurociencias, budismo,
movimiento de mindfullness, medicina cuántica… Lo que nos lleva a observar como
esas diferentes aproximaciones pueden dialogar juntas y enriquecerse mutuamente.
He ahí una de las otras orientaciones de este congreso, a la que volveré mas tarde en
el curso de una mesa redonda, - es el “estar en consciencia de… aquí y ahora… en
relación” y más particularmente en la consciencia corporal (sensori-awarenes) al
servicio de la construcción de la relación, que vincula al paciente y al terapeuta, es lo
que nos saca de la dualidad para meternos en un otro paradigma: el del holismo, de la
pareja terapeuta-paciente en tanto que globalidad, en tanto que campo, él mismo en
interrelación con otros campos, - Uno de los impactos a nivel social: el filosofo francés
Malraux decía en el siglo XX°: el siglo XXI° será espiritual o no será. Nosotros también
podríamos retomar esta frase: la Gestalt del futuro será espiritual o no será.
Desarrollar la atención, la capacidad para nuestra experiencia inmediata parece ser
uno de los puntos comunes de numerosas tradiciones espirituales. La manera en que
comprendemos y practicamos la Gestalt puede participar en la evolución espiritual no
solamente del paciente pero de la humanidad. La obra de Perls, Hefferline, y
Goodman, considerada como una de las obras-llave de la Gestalt está teñida de
taoísmo a lo largo de sus capítulos. Pienso que es el momento para nosotros de
reencontrar las raíces orientales y espirituales de la Gestalt.
Voy a compartir con ustedes en donde estoy actualmente en mis reflexiones sobre
estos temas. Nada de lo que voy a decirles es verdad, no son más que palabras
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destinadas a hacernos reflexionar sobre lo que hacemos con nuestros pacientes, sobre
como lo hacemos y sobre como el awaerness puede volverse una herramienta clínica
importante en nuestra evolución como seres humanos y como terapeutas.
Voy a rever con ustedes esta noción de awareness a través de varios autores y
corrientes, luego querría reflexionar sobre cómo utilizar el awareness concretamente
en el proceso terapéutico, lo que me llevara a hablarles de la actitud meditativa en
Gestalt-terapia.
Este viaje permite explicitar lo que había quedado en lo implícito, ir hasta el borde de
lo no consciente, de hacer emerger elementos quedados en el fondo, nos conduce a
veces a zonas quedadas cerradas y por tanto desconocidas. Estar “aware” es estar
pronto para ir hacia lo desconocido, hacia lo imprevisible, hacia lo que he llamado hace
tiempo, en uno de mis artículos, lo “ya-ahí-no-aun-concientizado”, en espera de ser
revelado. Mantenerse en este estado de awareness, de vigilancia de si mismo nos
introduce en un estado de consciencia ampliado, en una suerte de estado de trance.
De este estado pueden emerger, en primer plano en el campo de la consciencia
inmediata, elementos de nuestra historia quedados en el olvido, y prestamos una
atención particular a nuestro “fondo corporal”, para retomar una expresión de F. Perls
y P. Goodman, el cuerpo siendo la materia en la que lo no aun visible está inscripto; es
la razón por la cual yo utilizo frecuentemente la expresión el cuerpo-consciencia.
En un proceso fluido, no hay cortes entre los dos, ellos están en interconexión y en
continuidad el uno con el otro. El awareness permite identificar mejor quien soy yo por
la importancia dada a lo sentido, yo siento lo que soy, yo soy lo que siento. Se vuelve
conciousness por el hecho de poner palabras sobre lo sentido, de elaborarlo, de darle
sentido y es la alianza entre los dos que daría el impulso para la acción hacia el cambio.
Los Gestalt-terapeutas que se remiten a la teoría del self lo explican por las tres
modalidades del self: la dupla función eso y función personalidad para nutrir la función
ego. . Esta se podría definir por la capacidad de orientarse en la vida y en nuestras
relaciones y de hacer elecciones ajustadas, en función de quien somos y de los
entornos con los cuales estamos en interacción.
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D. Bloom et G. Yonteff q u e n o s r e cu e r d a n l a i m p o rt an c ia d e la
c o n s c i e n c i a - a w a re n e s s a s í co m o su r o l f u n d a m e n t a l e n e l p r o ce s o d e
i n t e g r a c i ó n y t ran s f o r ma c i ó n d e la e xp e r ie n ci a . D a n B lo o m
r e f i r i é n d o se a l a s d o s p a l ab ra s a l e ma n a s p a ra d e s i g n a r e l cu e r p o
(leib etkörper) aporta las tonalidades siguientes: “La consciencia-awareness
(inmediata) es el proceso transformador de la experiencia. La gestalt-terapia es la
psicoterapia de la consciencia-awareness (inmediata). 15-27 …La consciencia
inmediata experiencial es una función del cuerpo vivido (leib), la consciencia inmediata
biológica es una función del cuerpo físico (körper) 17-27 …La consciencia inmediata (en
tanto que sentido) y la consciencia reflexiva (en tanto que saber encarnado) son
vividas como un continuum de consciencia inmediata y de consciencia reflexiva en el
curso de la secuencia de contacto. 19 … La frontera-contacto es el órgano especifico de
la consciencia inmediata, “la respuesta inmediata (aware) de dentro del campo… es el
agente del desarrollo en el campo”. 20-27. Para él la consciencia reflexiva emerge de la
consciencia inmediata y una de la especificidades del acompañamiento del Gestalt-
terapeuta es la de sostener el continuum de consciencia del paciente y de él mismo en
el proceso de “contacting”.
El chaman suizo L. Huguelit presenta mucho interés para nosotros en su obra titulada
“Los ocho circuitos de la consciencia. Chamanismo cibernético y poder creador”. A
partir de sus experiencias e investigaciones chamánicas sobre los estados de
consciencia ampliados, presenta una manera de concebir la consciencia que se acerca
en parte a la que tenemos en Gestalt, pero él la amplia refiriéndose a la cibernética, al
campo akashico y a la consciencia de un punto de vista cuántico.
Nutrido por estas bases de reflexión, llego hoy a distinguir cuatro modalidades de
consciencia a nivel psicológico y psicosocial, con las cuales trabajamos en el proceso
terapéutico, cada una de las cuales tiene su extensión y su expansión a nivel
transpersonal. Esta reflexión me lleva a preguntar lo que parece evidente y aclararlo
de tal manera que podamos afinar nuestra herramienta de trabajo y nuestra manera
de sostener el proceso. ¿Qué modalidad de consciencia sostenemos, como, con qué
fin? Con fines pedagógicos, las voy a presentar unas después de las otras, pero en la
realidad de un proceso fluido, ellas no están en esta linealidad pedagógica, ellas están
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Las cuatro modalidades de consciencia de este nivel son las siguientes: sensori-
awareness, emocional-relacional, cognitivo, social.
La observación clínica y el dialogo con otras aproximaciones nos llevan a pensar que
las cuatro modalidades de consciencia del nivel psicológico no se detienen ahí. Lo que
voy a desarrollar ahora, son hipótesis, es una cierta manera de ver, de considerar al
ser humano en su relación con el mundo. No son verdades, son reflexiones que llevan
a un cuestionamiento sobre nuestra antropología, nuestra concepción de la gestalt-
terapia, sobre nuestra postura y sobre el tema psicoterapia-espiritualidad.
Me doy cuenta de que tomo un gran riesgo escribiendo lo que va a seguir, ya que se
trata de poner palabras sobre experiencias intimas que están mas allá de la palabras y
que para muchos podría entrar en categorías tales como mística o esotérica, con una
connotación peyorativa dada a esos nombres. Por el momento no encuentro otro
nombre que transpersonal para nombrar lo que sigue.
Se podría considerar que cada una de las modalidades de consciencia del nivel
psicológico-social-existencial abren a cierta cosa que es más amplia, a un mas allá de
la comprensión que podamos tener. Ellas plantean la cuestión de la trascendencia y la
necesidad de completitud que está en el interior de cada uno de mostros. Pienso
escribiendo esto en la cima de la pirámide de Maslow.
Es este estado de consciencia ampliado que vuelve a los seres humanos que somos al
contacto con los fundamentos mismos de la vida, con el misterio de la vida, de
nuestra encarnación en el mundo, en el contexto al que hemos llegado. Es
reencontrar por el cuerpo respirante, y a través de él, el soplo de vida y el
intercambio permanente con el universo por el doble movimiento inspiración-
expiración, hasta nuestro último aliento. Estamos en la cuestión de la encarnación, de
la dificultad de encarnarse y en el cuestionamiento existencial y metafísico de porqué
vivimos, cual es el sentido de nuestra vida. La esfera de lo psicológico por intermedio
del cuerpo-consciencia en relación, se abre sobre eso que llamamos energía, que
podríamos ver como la potencia contenida en la fuerza de vida que nos anima.
Podemos presentir o sentir que esta fuerza de vida es la fuente misma de la vida en
nosotros, conectada a la VIDA. Presentimos que estamos conectados a lo que esta
mas allá de nosotros, y que podemos conocer la unidad cuerpo-consciencia-espíritu-
universo gracias al aliento de vida despierto en nosotros.
La expansión del nivel cognitivo es la palabra encarnada que pone luz a quien somos
profundamente, la que viene de la carne para retomar la expresión de Merleau Ponty
y que nos hace presentir el camino que lleva del ser al Ser. Es la disminución del ego
en provecho de lo que algunos llaman lo mental superior. La disminución del ego del
terapeuta hace existir la inteligencia del proceso terapéutico, nos permite vincularnos
con una otra forma de inteligencia que es la de la creación del universo.
La consciencia reflexiva nos pone frente a la pregunta “¿Quién soy yo? ¿Qué es el
hombre en relación? ¿Cómo el ser humano que soy es en relación?”. Ella abre lo
intelectual y el lenguaje, la palabra encarnada que pone sentido sobre lo que es. Esta
palabra encarnada en y por la relación es palabra que transforma. Algunos aspectos
del Evangelio de San Juan, el apóstol de la luz, podrían dar cuenta de la parte
trascendente de esta modalidad de consciencia: “El verbo se hizo carne”. Es la
consciencia la que da acceso a la palabra fuerte, porque ella esta encarnada. Es la
palabra que esta munida de la carne, de la experiencia vivida y que da sentido a la
existencia. Ella da la luz poniendo en evidencia lo que de nosotros debe ser cambiado
para que demos otra forma a nuestros comportamientos neuróticos, fuentes de
sufrimiento. Esta transformación está animada por el Espíritu ya que somos cuerpo-
consciencia-espíritu. Pasamos de los planes terrestre y psicológico al plan superior, a
lo que algunos llaman lo mental superior, otros lo divino. El ego se vuelve menos
reactivo y más desapegado. Más se está desapegado, más el Espíritu puede
manifestarse.
“Al comienzo era el Verbo y el Verbo era Dios… de toso ser él era la vida y la vida era
la luz de los hombres…” San Juan
Este nivel nos reenvía a esas experiencia extáticas que hemos vivido a veces: Todo
está unido y estamos unidos al Gran Todo, somos un fragmento de la consciencia
universal, nada es debido al azar, funcionamos sobre principios de interdependencia,
estamos también en interdependencia con lo más grande y todo está signado, todo
tiene un sentido mas allá de nosotros. Estamos en la plena consciencia de que
nuestra existencia tiene un sentido más allá de nosotros y de nuestros entornos
cercanos, en la consciencia de que nosotros hemos elegido venir a vivir en la materia,
en medio de una infinidad de elecciones posibles.
Vuestro paciente está allí delante vuestro, viene a terapia después de un cierto
número de veces. El cuenta su vida, sus preocupaciones, sus angustias, sus impases
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1 – usted escucha los contenidos, llevando vuestra atención sobre usted mismo al
mismo tiempo que escucha y observa lo que pasa para el paciente, para usted en
relación con él, entre los dos,
3 – usted hace una “detención sobre la imagen” sobre ese momento sensible:
“permítete sentir lo que pasa en este momento”, o bien “yo querría compartir algo
contigo, algo que yo siento en tu presencia… déjate sentir como esto resuena en ti”.
Esto quiere decir que usted hace la elección de dejar los contenidos y la
problemática del paciente pasar al fondo y sostener el continuum de la consciencia
como herramienta clínica puesta al servicio del proceso,
5 – usted crea así un estado común de disponibilidad para que pudiera emerger lo
que el organismo necesita dejar emerger en plena consciencia para su evolución.
Para este hacer, usted enlentece el ritmo, usted deja momentos de silencio, usted
confía, “usted no fuerza nada, y no impide nada”, ya que es en este estado de
disponibilidad que algo va a emerger de este estado común, de esta vibración
común, de esta co-presencia, de esta intercorporalidad, de este cuerpo a cuerpo
físico; usted co-crea entonces un estado en el cual la “espontaneidad creadora” tal
que PHG hablando puede desplegar, es de ahí que van a emerger los recursos de los
que el organismo tiene necesidad para volver a poner en movimiento su proceso de
autorregulación y de crecimiento,
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6 – usted sostiene esto que emerge, por una invitación a quedar en la experiencia,
en lo sentido, en la imagen, en el recuerdo, en el estado interior del momento y en
sus fluctuaciones y usted invita al paciente a decirle algunas palabras de su
experiencia del momento,
8- acompañar ahí, donde las tomas de consciencia hacia la acción para el cambio en
la vida cotidiana. Salimos entonces de la actitud meditativa, pero utilizamos lo que
ella ha permitido hacer emerger, para nutrir la puesta en acción del cambio en la
vida cotidiana. Entramos en una actitud a la vez mas cognitiva y más pragmática
volviendo a ciertos contenidos o a la problemática sobre el fondo de la cual, todo
este proceso se ha desplegado. “¿Cómo ves tu problema ahora? ¿Qué comprendes?
¿Qué aprendes de ti? ¿Cómo ves los días próximos, las semanas próximas? (puente
con el futuro),
Notemos que todo este proceso se apoya sobre las diferentes raíces de la Gestalt: raíz
fenomenológica, teoría de la Gestalt, psicoanálisis, aquí psicoanálisis intersubjetivo,
teoría del campo: campo terapeuta/paciente, corrientes orientales, en particular el
budismo, corriente reichiana: tomamos en cuenta la dimensión corporal del ser
humano, en particular la noción de carácter y de inscripción corporal de nuestras
experiencias de vida, la actitud meditativa siendo una manera de dejar emerger
ciertas inscripciones corporales del carácter.
Primero una frase de J. Welwood que algunos de entre ustedes conocen a propósito
del awareness: “Una parte de la sanación es realizar que el awareness es el entorno
continente primordial. El awareness es la enzima que nos permite digerir las
experiencias no digeridas del pasado; ella es entonces el corazón de una vida espiritual
encarnada”.
Después con esta frase de una canción del cantante francés Patrick Bruel que canta
con dos cantantes más, un judío y un musulmán: “Amar la historia del otro, para
descubrir mejor nuestra propia historia”. Amar nuestro paciente, amar su historia,
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amarnos en nuestra relación con él, amar nuestra historia común, esa que se invita a lo
largo de las sesiones. La relación terapéutica es una historia de amor. Amar nuestro
paciente, es acompañarlo a lo más cerca de sí mismo por nuestra presencia encarnada
y darle la posibilidad de ampliar el campo de su consciencia para que él descubra lo
inesperado que lleva en él. Es poner a su disposición nuestro cuerpo y nuestra alma
para que él pueda venir y depositar tanto lo que le hace mal y que no sabe quizás aun
que lleva consigo, como su belleza y su potencial de amor y de creatividad que él no
sospecha aun.