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LA TECNICA GESTALTICA
Paco Peñarrubia
1
Ya existe una recopilación de estos experimentos. “El Darse Cuenta” de John O. Stevens (Cuatro
Vientos) y en su día me comentó su editor, Pancho Huneeus, su misma reticencia a publicarlo en
castellano porque podía sonar a “saco de trucos”.
2
Naranjo, C. Obra citada. Cuatro Vientos, Chile, 1990. Pág. 13
4
1948.-PERLS. TEORÍA Y TÉCNICA DE LA INTEGRACIÓN DE LA PERSONALIDAD
3
Perls, Laura: “Viviendo en los límites”. Promolibro. Valencia, 1994. Pág. 142.
4
Artículo de Fritz Perls publicado originalmente en el Americana Journal of Psycotherapy, Vol. 2-
Nº4. Aparecido en castellano en “Esto es Gestalt”, Cuatro vientos, Chile 1978. Es el primer escrito
donde Fritz comenta su estilo de forma más explícita.
5
“Gestalt Therapy” apareció en Julian Press, New York, 1951. Lo reeditó Dell, New York en 1965 y
posteriormente, Batan Books –Toronto- New York-, en 1980. No ha sido publicado en castellano
hasta la fecha. Lo escribieron Hefferline (parte I) y Goodman (Parte II) a partir de notas
manuscritas de Perls. Libro de difícil lectura, es considerado el texto capital por una tendencia de
la gestalt, la llamada Gestalt de la costa Este (Cleveland y New York).
Como técnica básica se aplica el Ciclo Gestáltico, detectando sus bloqueos y los
mecanismos neuróticos responsables, en cada paso del ciclo, de dicho bloqueo o
perturbación de la frontera de contacto.
La primera parte del libro (la correspondiente a Hefferline) propone una serie de
experimentos de contacto con el entorno (sentir el presente, sentir los opuestos,
atención y concentración, diferenciación y unificación) así como técnicas para el darse
cuenta (recordar, verbalizar, experimentar la continuidad emocional, convertir la
confluencia en contacto, cambiar la ansiedad por excitación…) Otros experimentos
ilustran la teorización sobre los mecanismos neuróticos (Retroflexión, Introflexión y
Proyección), desde sentir la musculatura y masticar hasta descubrir y asimilar
proyecciones.
*LAS REGLAS:
-El principio del Ahora: Invitación a la comunicación en tiempo presente.
-Yo-Tú: Comunicación directa.
-Lenguaje impersonal y personal: Evitar el lenguaje del “ello”, favoreciendo el
lenguaje del “yo”.
-Empleo del “contínuo atencional”, enfatizado el “cómo” de la experiencia en
curso en vez de su “por qué”, además de potenciar los sentidos y lo obvio en lugar
de las fantasías.
-No murmurar: Invitación a la comunicación franca, sin evitar los sentimientos y el
contacto directos.
-Convertir las preguntas en afirmaciones.
*LOS JUEGOS:
-Diálogos que facilitan la escucha e integración de partes en litigio (topdog-
underdog, etc)
-Hacer la ronda: experimentar la coherencia o no de una afirmación repitiéndola
ante cada miembro del grupo. Puede hacerse también con contenidos no verbales
(caricias, observación, a través de la mirada…)
-Asuntos pendientes: invitación a completar cualquier sentimiento inconcluso.
6
Artículo aparecido por primera vez en 1969: “Group Therapy Today”, de H. Ruitenbeeck. Versión
en castellano: “Métodos y Técnicas en la psicoterapia de Grupo”. Troquel, Buenos Aires. 1977.
Recogido también por Fagan y Sheperd en 1970. Versión en castellano: “Teoría y Técnica de la
Psicoterapia Gestáltica”. Amorrortu. Buenos Aires, 1973. Aunque firmado por ambos, aparece que
la autoría le corresponde a Abe Levitsky.
Claudio Naranjo sostiene que la Gestalt no cuenta con una teoría del psiquismo
(como el psicoanálisis) pero sí con una “teoría de la técnica”, es decir, que a través del
hacer gestáltico se revela la filosofía de vida y la actitud que subyacen. Lo sintetiza con la
sencillez de una fórmula matemática.8
7
”The Techoriques of Gestalt Therapy” apareció en 1973 en edición del autor (SAT Press,
Berkeley). El Gestalt Journal lo publicó en 1980. En castellano se editó en 1990, dentro de “La
Vieja y Novísima Gestalt”. Cuatro Vientos. Chile.
8
Naranjo, C.: “Conferencia Inaugural del III Congreso Internacional de T.G.” México 1989.
Publicado en el Boletín de la A.E.TG. Nº12. Noviembre 1991.
-Lecturas Complementarias:
Claudio Naranjo
Hemos resumido este artículo clásico sobre técnica gestáltica publicado en la Parte
II de “La Vieja y Novísima Gestalt” (Cuatro Vientos, Chile 1990)
Las técnicas utilizadas en Terapia Gestalt pueden dividirse en dos grande áreas:
una, es dejar de hacer lo que sea necesario, para descubrir la experiencia que se oculta
detrás de una determinada actividad y la otra es reunir la energía suficiente para hacer
frente al contenido del darse cuenta del paciente, ya sea intensificando la atención o
exagerando la acción deliberadamente. Se les conoce respectivamente como técnicas
supresivas, expresivas e integrativas. Estas son interdependientes entre sí y son como
las manos derecha e izquierda del terapeuta gestáltico.
TECNICAS SUPRESIVAS
La nada o vacío
Existe una experiencia en particular a la que se llega con frecuencia mediante la
supresión de evitaciones y a la que los gestalistas asignan importancia, el experimentar la
nada. Hablar de experimentar la nada es, hasta cierto punto, una contradicción, ya que el
vivenciar conlleva un “algo”. La nada es pues, para los gestalistas, un limbo donde los
juegos superficiales de la personalidad se han hecho a un lado y el darse cuenta todavía
no tiene lugar.
La importancia de experimentar la nada, deriva en que ésta constituye el puente
entre la evitación y el contacto, o como Perls lo expresó, entre la etapa de la personalidad
fóbica y la explosiva.
“Debeísmos”
El decirse a sí mismo o a los otros lo que debería ser, es otra manera de no
permitirse ver lo que es. Evaluarse es la mejor manera de ser “debeísta”, las personas se
evalúan en el intento de ajustarse a un patrón basado en experiencias pasadas o
extrapoladas hacia el futuro. Si de acuerdo con sus juicios, el grado de ajuste a dicho
patrón es suficiente, entonces “acepta”. En este “aceptación”, no están descubriendo los
valores intrínsecos de cada situación, no hay amor por la unicidad de la experiencia
presente, ni disfrutan lo que es por lo que es, sólo existe un sello de aprobación basado
en estándares preestablecidos, se siente seguro y se mantiene dentro de su statu quo.
Cuando el grado de ajuste a dicho patrón no es suficiente, por lo general pondrán el
énfasis en lo que falta más que, en lo que existe.
La regla de no evaluar es más difícil de cumplirse que la de no pensar,
mencionada antes, en gran parte porque se está acostumbrado a evaluar. Antes de que
alguien pueda dejar de evaluar, primero tiene que saber cómo evalúa, lo que servirá para
facilitar el darse cuenta de lo que está obteniendo. Es importante aclarar que la terapia
Gestalt, más que eliminar el “debeísmo”, intentará que se asimile. Cuando un paciente
experimenta que tiene que cambiar y lo mismo siente hacia sus tareas, entonces la
responsabilidad no le pertenece. Al río no se le empuja, fluye solo y cuando se estanca el
facilitador le abre las compuertas.
Manipulación
El “hablar acerca de” se refiere al uso equivocado del intelecto; el “debeísmo” al
uso equivocado de las emociones; la “manipulación” es el uso equivocado de la esfera de
la acción.
Así como se evita la experiencia con el pensamiento y con el sentimiento, también
con la acción ocurre algo similar. Por ejemplo: Cuando una persona habla mucho, puede
ser que esté evitando entrar en contacto con sus propios sentimientos, No es difícil darse
cuenta de cuántas de nuestras acciones están dirigidas a la minimización del malestar y a
la evitación de estados interiores que no se está dispuesto a aceptar. Lo que es más, se
podría decir, de manera general, que la mayor parte de nuestras acciones son una
evitación de estados interiores que no se está dispuesto a aceptar. Lo que es más, se
podría decir, de manera general, que la mayor parte de nuestras acciones son una
evitación de la experiencia.
Vale la pena mencionar que la manipulación que se hace a otras personas, es
también la manipulación de uno mismo dirigida a manipular al otro, por ejemplo: sonríeme
para que yo me pueda sentir bien. Fritz Perls (1969), solía denominar a este tipo de
intercambios como “juegos”. El juego implica esperar ganar la meta, la manipulación se
utiliza para aventajar, implica competencia y deja de ser un acto natural de expresión.
Frederick Perls, veía este juego como una capa externa de la personalidad real y cuando
se encontraba con esto se retiraba o le decía al paciente “está jugando al que no puede”.
La no manipulación con Perls era una regla implícita, parte de la demanda de
autenticidad que él tomaba por un hecho que se tenía que dar, si sus pacientes
realmente tenían disponibilidad y muchas veces para él era como una examen de
admisión, ya que creía que para ir a capas más profundas de la personalidad era
indispensable trascender los juegos.
Existen algunos elementos particularmente relativos al tema de manipulación y
que son tan comunes en los pacientes en terapia gestáltica, que merecen ser
mencionados:
Respuestas
Una vez que se ha hecho una pregunta dirigida para manipular, es importante
poner atención en la contestación o respuesta que se dé, ya que muchas veces éstas
constituyen un acceder pasivamente a la manipulación y no sirven para el que pregunta,
ni para el que contesta, ni para el grupo (en caso de que éste exista). La alternativa para
manejar las respuestas son: (a) al que se le pregunta tiene la libertad de contestar o no,
de acuerdo con lo que prefiera hacer; (b) independientemente de que la persona aludida
conteste o no, comunicará su reacción hacia la pregunta, es decir la vivencia que surgió a
raíz de la pregunta, por ejemplo: “estoy emocionada por tu pregunta y tengo miedo de
contestar”.
Pedir permiso
Al pedir aprobación para llevar a cabo alguna acción (tomar la palabra, tomar el
tiempo de grupo, para llorar, gritar, etc.), el individuo está manipulando la situación para
que otros tomen la responsabilidad por su acción y así evitar el posible impasse que
sobreviene antes de tomar una decisión.
Al ser ésta una conducta que va en contra de tomar el riesgo y la responsabilidad,
la mayoría de los gestaltistas lo señalarán cuando ocurra para confrontarlo con su propia
libertad y miedo.
Demandas
La actitud del terapeuta gestáltico frente a esta actitud variará según el individuo la
ocasión, pero en general sobre esta conducta se puede decir que la necesidad que tiene
un individuo de que otros hagan o dejen de hacer algo, es proporcional a su balance o
equilibrio interior. De tal manera que se puede sentir cómodo sólo cuando el ambiente es
“el correcto” y en tanto nadie presione los botones que le causan dolor. El que demanda
no acepta que otros sean, en la misma medida en la que no se permite reaccionar ante
los otros tal y como él es y esto sucederá en tanto no se permita vivenciar el impacto del
ser del otro. Para él, los otros tienen que coincidir con sus ideales y si no es así este
individuo se enoja. Por esto siempre se pide que se lleva a cabo la regla de oro: expresar
vivencias o experiencias más que imperativos o juicios.
TECNICAS EXPRESIVAS
Traducir
Esta es otra de las técnicas originadas en terapia Gestalt, la de dar palabras a
alguna conducta no verbal, por ejemplo: “¿si tus lágrimas pudieran hablar, qué dirían?”,
“¿qué le está diciendo tu mano derecha a tu mano izquierda en este momento?”. Con
esto se logra que el paciente haga explícito lo que antes era implícito y además integre
su sensación de totalidad, es decir, que no sólo es un sujeto pensante sino también es un
corazón, es unas manos, es unos ojos, etc.
Actuación e identificación
La actuación se puede decir que es la siguiente fase de la traducción, en el
sentido de que el actuar le da expresión motriz a una idea, un sentimiento o imagen.
Cabe mencionar que la actuación también implica otro de los principios gestálticos
que es el de identificarse con, el ser uno con esa parte de su experiencia, para poder
llamarla propia. En el pedirle al paciente “sé tus lágrimas, sé tus manos”, se da un paso
adelante al de sólo “hablar acerca de” las lágrimas o de sus manos. La petición por parte
del terapeuta será llevada a cabo con más dificultad cuando se trate de “ser” una parte no
aceptada o molesta para el paciente, quien ha estado luchando, hasta este momento,
para no hacerla propia. Pero cuando al fin puede identificarse con todo lo que él es, ya
sea “bueno o malo”, estará tomando la responsabilidad por sí mismo y empezará a
sentirse integrado.
TECNICAS INTEGRATIVAS
El encuentro intrapersonal
Esto es, poner en contacto los distintos subyoes por medio de pedirle al paciente
que haga hablar a sus distintos caracteres. Para este tipo de diálogos pueden utilizarse la
silla vacía y la silla caliente sobre las que el paciente se sentará alternativamente cuando
cambie el rol.
La idea del encuentro intrapersonal es tan simple como: relacionar dos o más
ángulos distintos o puntos de vista en una misma persona, de tal manera que se
relacionen y permitan la integración.
Como se mencionó, esto es sólo una técnica y per se no hace milagros, existen
dos pasos importantes y que vale la pena mencionar porque deben tomarse en cuenta
antes de comenzar un diálogo intrapersonal: (a) el encuentro no debe ser prematuro, es
decir, antes de que la dulce y buena Juanita esté preparada para hablar con Juanita la
agresiva, es necesario que se haya dado cuenta, de que estas polaridades existen de
hecho en ella y que además sepa cómo actúa en cada una; (b) es importante cuidar que
el encuentro no degenere en una discusión intelectual o el juego de ping-pong de
acusación y defensa mutua, ya que lo que se persigue es el contacto entre las dos partes
a nivel de sentimientos.
Muchos de los encuentros y quizás los más significativos son entre el “yo debería”
y “yo quiero”. Sin importar la apariencia, en el fondo se verá aparecer lo que Frederick
Perls (1951), llamó el “perro de arriba” y el “perro de abajo”.
Paco Peñarrubia
Cuando Fritz hacía sus demostraciones de trabajos con sueños, tenía junto a sí
dos sillas. En una se sentaba la persona que salía a trabajar: la llamaba “hot-seat” o “silla
caliente”, que en argot significa también “silla eléctrica”, lo cual da idea del nivel de
compromiso que Perls pedía al paciente: ponerse en situación de dolor, de excitación, de
riesgo…
Enfrente había otra silla llamada “empty-chair” o “silla vacía”, donde, a lo largo del
trabajo, iban a sentarse personas imaginarias con quienes establecer diálogo, aspectos
de sí proyectados, etc.
En el transcurso de los años, este método de Perls ha ido cambiando. Para
empezar, en los grupos de gestalt no suele haber sillas sino cojines y se usa
indiscriminadamente la expresión “caliente” o “vacío” para referirse a la silla o al cojín de
enfrente. Lo que permanece es la validez de este escenario donde dramatizar los
conflictos internos.
El cojín de enfrente es el espacio privilegiado del darse cuenta; por él pasan los
opuestos negados (o polaridad rechazada), los elementos del sueño que se está
explorando, el padre y la madre (o cualquier otra figura) interiorizados a quienes expresar
lo inconcluso, etc.
Cuando la persona “pasa” por ese espacio, le da voz (e incorpora) a lo que antes
era ciego, proyectado o evitado.
Es también el espacio de la integración, ya que a través del diálogo y la escucha
la persona amplía la comprensión de sí, trasmutando la alienación por identidad.
A nivel técnico, a veces ni siquiera se utiliza el cojín sino cualquier otro objeto,
“como un vestido, una joya… como objetos transicionales que pueden simbolizar a
personajes, partes del cuerpo y entidades abstractas” 11(3).
Otras veces se sienta imaginariamente en el cojín a otro miembro del grupo o al
terapeuta, que aunque estén presentes, se toman en este caso como proyecciones de la
persona que está trabajando. Se ha discutido mucho este tema: por qué sentar en efigie
y dialogar en fantasía, en vez de enfrentarse directamente con el interesado y establecer
una comunicación “real”. Se trata de dos técnicas diferentes: la esencia del uso de la silla
9
(1) Así lo expone Ginger (“La gestalt, una terapia de contacto”. Manual Moderno. México, 1993.
Pág. 22) citando un artículo del año 58 de Rose Mary Lippit: “La silla auxiliar”. Group
Psychotherapy. Vol. 11.
10
(2) L. Perls: “Viviendo en los límites”. Promolibro. Valencia. 1994. Pág. 24.
11
(3) S. y A. Ginger. Obra citada. Pág 23. La idea de “Objeto trnsicional” está tomada de
Winnicott. Véase también A.Rams: “Introducción a la Terapia Transicional”. Edición del autor 1980.
Fondos de la A.E.T.G.