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propaganda: la fro ntalidad estricta de idea teocrát ica de gobierno e norme-

los personajes, sus atavíos y severidad, . ·-rriénte ·enraizada en el mundo clásico


Breve historia de los sacramentos
sus imponentes cortejos tenían como desde la aprobación, por Constantino, cristianos
funci ón recordar a todos la omnipre- del Edicto de Milán, y de la declara-
sencia del poder imperial, la estabili- ción, por Teodosio, de la religión cris-
dad del gobierno virreina! y la vincu la- tiana ortodoxa como oficial y ún ica Dionisia Boróbio *
ción de ambos con la d iv inidad, en una del Imperio Romano. -re,
'01 : XX ~'&> -/4 {tq·'i3) YJ.&tfé

INTRODUCCION GENERAL La hi storia vendrá a mo st rarnos.


una vez más, no sólo que el mun do y
La historia de los sacramentos cris- el pensamiento simbólico son esencia-
tianos es, para el creyente, un capítulo les al homb re, s ino tam bién que, a
importante del conocimiento de su fe y partir d e la voluntad de Dios, este
de la razón de s u esperanza. E l estu- mu ndo adq uiere exp licitaciones y
dioso co noce bien esta historia, pero co nfi g uracio nes históricas de gran
no así el fiel cris tiano. Un as veces var iedad y r iqueza, e n las que se
sucede esto porque aquél no se preo- decanta un núcleo esencial constituti-
cupó en transmitírsela, y otras porque vo de la fe co nfes ada, ce le brad a y
éste no tuvo interés en aprenderla. vivida del creyente cristiano. Si desde
Nuestro objetivo es ir presentando, este recorrido histórico somos ayuda-
en suces ivos estudios coordinados, y a dos a decantar lo permanente esenc ia l
partir de un primer sondeo en la com- de lo cambiante accesorio, habremos
prens ión hi stórica del concepto de cumplido con la fi nalidad primera de
sacramento, el origen y evolución por nuestro esfuerzo.
La epifanía imperial: La Emperatriz Teodora y su séquito presenla sus ofrendas a la iglesia.
etapas de los siete s ignos sacramenta-
les de la Iglesia. De este modo, preten-
demos hacer una aportación al conoci- ORIGEN Y EVOLUC lON
miento del tema, tanto para especialis- HISTORICA DEL CONCEPTO
tas en otras materias históricas e inte- DE SACRAMENTO ( 1." parte)
resadas en ésta, como para no ilustra-
dos en ciencias pero deseosos de ilus- Son numerosos Jos estud ios realiza-
trar su propia fe. dos sobre este pu nto, que de bemos
Aunque el objetivo de síntesis que tener en cuenta 1• También son algunos
buscamos y el espacio de artícul o de los presupuestos desde los que hay que
BIBLIOGRAFIA q ue di sponemos, no nos permiten un entender nuestra exposición:
GRABAR, A. L 'empereur dans l'art byzamin. desarrollo completo del tema, ni una
BROWN, P. LLl antigüedad tardía. en «Histo- Londres, 197 1. uti lización bibliográfica abundante, el - que los siete sacramentos deben
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tan de forma visible, y a su circuncisión, pero no acepta la discri-
modo, un misterio invisible; minacion (Le 2,2 1-23); recibe el bau-
que e l concepto genera l de tismo de conversión, pero anuncia un
sacramento, aun siendo aplicable nuevo bautismo en el Espíri tu (Mt
a los siete signos sacramentah~s. 3,13-17; Me 1,9- 11; Le 3,21-22; Jn
porque en todos se dan unos 1,29-34); participa en el culto sinago-
mismos elementos comunes ga!, pero anuncia un «Culto» de libera-
también se realiza de forma dife- ción (Le 4,16 ss); visita, ora y predica
rente y a su modo en cada uno en el templo, pero expulsa a los vende-
de ellos, porque todos ellos se dores y declara que él es más q ue el
explican desde procesos confi- templo (Jn 2, 13-22; Mt 2 1, 12- 13; 12,
guradores diversos: se trata de 5-7); acepta el tributo del templo, pero
un «común» analógico y no uní- insiste en la justicia (Mt 17, 24-27);
voco; cumple fielmente con el Sabbat, pero
que el origen del sacramento hay antepone el servicio al hombre a la
que buscarlo, no en una explica- esclavitud de la ley (Mt 12, 10- 12; Me
ción teórico sistemática del mis- 3, 2-4; Le 6, 7-9); acepta las prácticas
mo Cristo, sino en una continui- religiosas del ayuno, la limosna y la
dad de los mismos símbolos y oración, pero insiste en la sinceridad
ritos celebrativos bíblicos, que fren te a la apariencia (Mt 5; Me 2, 13-
encuentran en Cristo su verdad y 28); participa y celebra la cena pas-
contenido originalmente plenos; Ilustración de un manuscrito del siglo xn representando a San Clemente de Alejandría. París, Biblioteca
cual, pero la llena de un misterio nue- Nacional.
- que es preciso distinguir desde vo convirtiéndola en memoria de su
el principio entre origen y conte- pasión, muerte y resurrección (Me 14, cepto de sacramento. Sin embargo, para indicar los misterios del
nido esencial cristológico, y 1 ss.; Mt 26, 1 ss.; Le 22, 1 ss.). emplea la palabra «mysterion», que en culto de Eleusis o de Mitra, des-
determ inación o concrec ió n En una palabra, sin romper con las la Yetus Lati na vendrá a traducirse por de los que la «Ciencia de las reli-
eclesial histó ri ca, porq ue au n formas cultuales dadas, anuncia y tes- «sacramentum». giones» pensó podrían ex plicar-
siendo dos aspectos inseparables tifica un verdadero culto «en espíritu y se los sacramentos cristianos' .
en la comprensión y celebración en verdad» (Jn 4, 20-24), que él mis- - La palabra 1nysrerion (=Sod) no - En el Nuevo Testamento serón
del sacramento, no pueden atri- mo ha venido a traer y que en definiti- aparece hasta los escritos de la los Sinópticos qu ienes empleen
buírseles siempre un idéntico va es él mismo3 • Esta «cristologiza- época he lenística o literatura este término, para designar el
valor doctrinal. ción» o nuevo sentido del culto que sapiencial (Tobías, Sabidur ía, Reino de Dios presente en Cris-
Cristo aporta, quedará reflejado tanto Dan iel... cf. Sab 1-3; 6, 12-24). to, verdadero «misterio» origi-
en la terminología como en la praxis «Myste ri o n» procede de nal, que sólo es reve lado a sus
l. FUNDAMENTOS BTBLICOS de la Iglesia primitiva, como indica el «myein», que significa cerrar los discípulos, mientras a los demús
análisis de la «latreia», «leitourgia», labios o la boca, e indica que se les es presentado en parábolas
t) Cristo ante las formas «zusia» ... , y su conexión con otras trata de algo ante lo que sólo (Me 4, 10; Mt 13,10; Le 8, 10).
culturales «sacramentales» dimensiones de la vida cristiana, cual cabe callar, por ser un misterio Pero será sobre todo Pablo quien
son el servicio a la Palabra (marturia), escondido u oculto en Dios, que más emplee esta expresión, mos-
Para un creye nte el fu nd amento la Caridad (diakonia) y la Comunión sólo puede ser revelado a través trando toda la riqueza de su con-
Jíblico por excelencia es Cristo. Pero (koinonía)•. de las personas por él elegidas tenido: «... A Aquel que puede
:::risto es j ud ío, que nace, vive y se (Sab 2,22; 6,22; Dan 2,28-29). consolaros ... Jesucristo, revela-
:xpresa en las formas culturales y cul- Como térmi no lilosófico fue uti- ción de un Misterio mantenido
uales de su pueblo 2 • El es un j udío b) El concepro «mysrerion»- lizado tambi é n po r Filón, el en secreto durante siglos eternos,
Jrante ejemplar, que al mismo tiempo <<Sacranzentttm» en la Escritura Neoplatonismo y la Gnosis, para pero mani fes tado al presen te,
1ue acepta el culto sinagoga! y las indicar el misterio de las Ideas por las Escrituras proféticas, por
:elebraciones y ritos de su pueblo, se La Escritura conoce ciertas «accio- del Bien supremo o divino, que disposición del Dios eterno... a
Jistancia de ellas críticamente, y las nes sacramentales» (bautismo, uncio- el hombre no llega a compren- Dios, el ún ico sabio, por Jesu-
·enueva en su contenido y su verdad. nes, imposiciones de manos, pascua, der. En el griego profano fue uti- cristo... »''. Para Pablo <<myste-
Por eso vemos que él se somete a la eucaristía ... ), pero no ofrece un con- li zado en plural : «mys teria», rion » sig nifica, en términos
generales, una verdad oculta en ción. Pues «de su seno correrán «imagen»s. Platón divide la realidad en
Dios, que es el misterio de s u ríos de agua viva» y gracia del espiritual e invisi ble (mundo de l.as
voluntad, y que ha sido revelada Espíritu (Jn 7,37-39); es entonces ideas =arquetipo divino), y en matenal
en Cristo y por Cristo, de mane- cuando seremos bautizados «en visible (mundo de las cosas=imagen
ra que los planes salvfficos de el agua y el Espíritu» (1,33; humana). La «idea» es la verdadera
Dios son conocidos por cuantos 3,5.16-17); y desde entonces el causa del mundo sensible, por lo que
creen en él, y éstos son obliga- pan compartido será «su carne la «imagen» depende y refleja el mun-
dos a vivir y realizar dicho mis- para la vida del mundo» (6, 51- do del arquetipo, es recuerdo perma-
terio en la Igle sia, al mismo 58). No en vano relata Juan, refi- nente (anámnesis) de este mundo, a l
ti empo que a anunciarlo a los riéndose al momento de la muer- que tiende a imitar (mímesis) y del que
demás, hasta que llegue la pleni- te y glorificación de Jesús, que aspira a participar (mé~esis~. hasta 1.1~­
tud escatológica. Ahora bien, en «uno de los soldados le atravesó gar a la comunión (komoma) defi mtl-
e l «anuncio» de éste, hay que el costado con una lanza, y al va. La «imagen», por tanto, recuerda y
incluir no sólo la Palabra, sino instante salió sangre y agua» ( 19, repre senta al arquetipo, haciéndo lo
también los sacramentos. 30. 34-35). Y e n otro lugar se presente, de forma misteri.osa y velad~,
- Un capítulo especial lo constitu- afirma que Cristo es aquel que y sintiéndose atraída hacia una mam -
ye San Juan, con su teología vino «no solamente en el agua, fes taci ón y comunión, que todavía está
sobre los signos, desde la que sino e n el agua y en la sangre por llegar. Esta concepción será para ~ •
también ha de explicarse el ori- pues tres son los que dan testi- los Padres de la Iglesia, un verdadero í
gen de los sacramentos de la monio: el Espíritu, el agua y la «molde» para un contenido sacramen- .....,
1

Tgles ia 7 • Jesús se disting ue de sangre» (5, 6-7). La unión entre tal.


Juan y de otros profetas, porque pascua y Espíritu-bautismo-euca- ~ 1 +' •• '¡' ,,
realiza signos, porque acompaña ristía es evidente, insistiendo en '.::A:~ '• .t--.'-
su predicación de consignas una continuidad por el Espíritu y a) «Misterium» Simbólicamente el neófito, que recibe el bautismo.
(semeia) , que mueven y funda- los signos del amor salvador de como <<sacramentum»
aparece encuadrado por el personaje que le
impone las manos y el sedal de un pescador.
mentan la fe en él (3,2; 7,31; Dios manifestado en Cristo. Cementerio de San Calixto, Roma.
9, 16; 11 ,47), aunque muchos no Los Padres griegos utilizan con
llegaron a creer en él ( 12,37). frecuencia la expresión «myste- Clemente de Alejandría empleará
Entre Jos muchos signos realiza- 2. DESARROLLO PATRISTICO ria» refiriéndose a Jos misterios este mismo término «mysterion», para
dos por Cristo Juan nos transmite paganos; y «mysterion» refirién- indicar la acción salvífica realizada en
los de: la conversión del agua en En Jos Padres tanto griegos como dose al misterio de la salvación Cristo, que se proclama y actualiza de
vino (2, 1-1 1), la curación del hijo latinos, encontrará un desarrollo pro- de Cristo. Será Orígenes (t 250- forma misteriosa en la acción cultural.
del funcionario real (4,46-54), la gresivo la explicación de sacramento. 251) sobre todo qu ien, desde una Lo anunciado en el Antiguo Testamen-
curación del paralítico (5, 1-15), Si bien hay que notar que ellos todavía interpretación pneumática, escri- to se cumple en Cristo, se continúa en
la multiplicació n de los panes no elaboran un concepto superior de ba que el verdadero «misterio» la Iglesia, y se actualiza en sus «mys-
(6, 1-1 5), el caminar de Je sús sacramento aplicable a diversas accio- es Cristo tal como no s vi ene terios»10.
sobre las aguas (6,16-21), la nes; que la utilización de los términos revelado por la Escritura e n su
curación del ciego de nacimiento es muy amplia, aplicándose a realida- totalidad. Se trata del gran Los Padres latinos, siguiendo la
(cap. 9), la resurrección de Láza- des muy diversas (bautismo, eucaris- «mysteri on», que condensa la traducción de la Yetus Latina, de
ro (cap. JI ). Por todos estos sig- tía, Escritura, Luz, bendiciones.. .) que historia salvífica, y que solamen- « my s teri u m=sacramentu m»,
nos Jesús manifiesta la «gloria» su esfuerzo principal está dirigido a te los iniciados pueden compren- darán un paso más en la explica-
del Padre, la presencia amorosa y contrarrestar los «misterios paganos», der. Para él el «misterio» mani- ción del concepto. Será sobre
salvadora d e Dios (Jn 3, 16; destacando la originalidad cristiana, en festaba toda su riqueza en la todo Tertuliano (+223-225), abo-
13,1.34; 15, 9.13 ... ). Pero es un contexto de influencia platónica- conexión entre Escritura, Iglesia gado en Roma, catequist~ y te~-
sobre todo a través de los signos gnóstica... y Eucaristía. Pero es sobre todo logo laico en Cartago, qUien ~tl-
del agua (=bautismo) y del pan En efecto, para entender el pensa- en la eucaristía donde, en los lizó por primera vez la expres1ón
(=eucaristía), como Cristo va a miento patrístico sobre los sacramen- símbolos del pan y el vino, se «sacramentum», refiriéndose de
manifestar esta presencia salva- tos, es preciso tener en cuenta la con- hace presen te el mi sterio de forma es pecial al bau tismo.
dora de Dios, que se prolonga cep c ión platónica y neoplatónica Cristo Jesús. El símbolo contie- Deben distinguirse tres ámbitos llll
más alla de su muerte y resurrec- sobre las «ideas», el «arquetipO>> y la ne la realidad.• de sentido": •
expresión «Sacramentum»: cual continuación actualizadora rarse en el pensamiento platóni-
134 veces, en tres diferentes «in aenigmate» de una salva- co). Para él, en general, «sacra-
sentidos: a) Referido al bau- ción, realizada ya verdadera- mentum» es: descriptivamente
tismo , como «ju ramento» mente en Cristo, pero que espera los ritos y celebraciones diver-
del bautizado, por el que se la plen itud escatológica. Su sos; esencialmente, los signos en
viene a pertenecer a Cristo y vocabulario es «tipológico-bíbli- cuanto sagrados (sacramentum,
a entrar en la «militia Chris- co» (misterio, figura, sombra, id est, sacrum signum). Más en
ti», quedando sometido a su especie, imagen, tipo, sacramen- concreto, pueden distinguirse en
juicio' 2• b) Referido al miste- to ... ), marcando las diversas eta- él diversos planos de utilización
>an Ambrosio recibe la ofrenda de su
rio de la obra de salvación pas de la historia salvífica (pasa- y explicación:
rabajo del artista Vuolvinius. Cara posterior del realizada en Cristo, según la do=A.T.=preparación; presen- En el pla11o del coHocim.iemo, el
<llar de la iglesia de San Ambrosio de Milán.
iiglo IX.
eterna y divina disposición, te=N .T.=realización en Cristo y signo es aquello que une un sig-
ya anunciada y simbolizada en la Iglesia=sacramentos; futu- nificante con un significado, y
- Semánticamente, «Sacramen- en el Antiguo Testamento. e) ro=Escatología=p len itud), y hace posible el conocimiento del
tum» viene de «Sar>> = Referido a los ritos sagrados resaltando la centralidad del hombre. Por eso le define así:
«Sacer» =«sancire», «sacra- del Bautismo y la Eucaristía, misterio pascual (mysteri um in «es una cosa que desde su apa-
re» que significa: prestar una y en polémica con tra los figura-veritate), del que depen- riencia externa y a través de la
garantía religiosa a algo, con- misterios del culto pagano, den los sacramentos (sacramen- misma conduce al conocimiento
sagrar algo, elevar a alguien pues mientras éstos están tum mysterii; sacramenta myste- de otra realidad distinta»'6• Entre
o algo al terreno de lo santo. vacíos, aquéllos contienen el riorum). De este modo aparecen todos los signos, el más impor-
Puede utilizarse en tres senti- mismo misterio de salva- claramente la continuidad y dife- tante para Agustín es la palabra,
dos: a) activo: referido al ción, abarcando al mi smo rencia entre el Antiguo y el Nue- puesto que ella indica y contiene
consagrador; b) pasivo: refe- tiempo al que sant ifica vo Testamento, mientras el con- la misma «res» significada: es
rido a lo consagrado; e) ins- (Dios), al santificado (bauti- cepto de sacramento queda enri- como el culmen del todo el uni-
trumental: referido al medio zado), y al medio por el que quecido en su dinamismo salví- verso de los signos".
consagrante. De cualquier se santifica (bautismo). fico, su referencia pascual, en su En el plano ontológico, siguien-
modo el «Sacramentum» vie- concreción celebrativa, y en su do a Platón, Agustín enseña que
ne a ser, por la consagración, todo ser está compuesto de espí-
actualización eficaz.
algo inmutable, petteneciente b) Las grandes aportaciones
al derecho divino. patrísticas hasta el siglo Vlt
- Jurídicamente, «Sacramen-
tum» viene a ser el juramen- La gran época patrística s upone
to militar que hace un solda- unas aportaciones destacadas a la com-
do, por el que no sólo viene a prensión de sacramento, que pueden
pertenecer a un jefe, sino que personificarse en San Ambrosio, San
también entra en el ámbito Agustín, San Cirilo de Jeru salén, el
de lo divino y del culto a los Pseudo-Dionisia, y San Isidoro de
dioses. Cuando incumple su Sevilla. Exponemos brevemente lo
promesa es sometido tam- fundamental:
bién al juicio divino. Por eso,
«Sacramentum» significará - San Ambrosio de Milán (+397):
también la suma de dinero Banquete eucarístico. Primera mitad del siglo 111. Catacumba de Priscila, Roma
Escribe un libro (De sacramen-
que e l demandante debía tis. De mysteriis) 13 dedicado al - San Agustín (354-430): Su pen- ritu y materia, y que al hombre
depositar en el lugar sagrado, tema, aun sin proponerse hacer le corresponde tender hacia los
samiento se halla en diversos
antes del proceso, como un tratado sobre los «Sacramen- escritos, especialmente en el bienes es piritu ales y eternos,
sometiéndose al juicio de los tos en general». Su concepción «De Mag istro » 14 , y en el «De mientras respecto a los materia-
dioses, y poniéndose en sus es histórico-salvífica y mistéri- Doctrina Christiana 1s. Su aporta- les y perecederos debe preocu-
manos. co-tipológica. Sitúa y compren- ción es más bien sistemática (por parse por usarlos correctamente,
- Teológicamente, es Tertulia- de los sacramentos en la dinámi- ser el primero que elabora un ordenarlos a los espirituales,
no quien más utiliza la ca de la historia de la salvación, concepto) y platónica (por inspi- trascende r y ascender desde
ellos hacia los bienes eternos, proceso de g r.adualidad ?el
recordar y remitirse por ellos a ascenso hacia DIOs o «TheosJS».
la Verdad divina. En esto consiste el conocimiento
En el plano teológico, Agustín «simbólico» de Dios: en un salto
aplica el esquema a la historia del progresivo, en una ascensión
pecado y la salvación. El pecado entusiasta de símbolo en símbo-
de Adam consistió en que, lejos lo, que va supe_rando la dista.ncia
de usar bien los bienes tempora- infranqueable entre la realidad
les, se entregó a e llos, olvidando sensible y la realidad misteriosa,
los eternos. Con ello rompió y hasta llegar a la comunión con
pervirtió el orden qu erido por Dios. A diferencia de Agustín,
Dios. Esta perversión sólo puede que se mueve en el orden espiri-
superarse con una a-versión y tual del conocimiento, Dionisia
con-versión verdadera, realizada busca ese conocimiento desde la
en Cristo, que salva y acompaña dinámica del ser y de la misma
al hombre en su retomo hacia lo realidad. La anagogía de Dioni-
divino. El medio más excelente sia, el movimiento de abajo arri-
para ello son los «sacramentos» o ba, tiene lugar no por la fue~·za
signos sagrados, que hacen posi- del espíritu que interpreta, s1no
ble la comunión con Dios'8 • Pues, por la fuerza de trampolín de las
cuando estos signos pe11enecen a mismas cosas, en cuan to son San Pedro impone las manos a Esteban para
las realidades divinas, se llaman símbolos de una realidad tras- hacerle diácono, según un tapiz de fi nes del siglo
xv. Museo de Cluny.
«Sacramentos», y nos unen a su cendente. Pero símbolos en los
propio significado'"· que se da una «similitud~ dissi-
En el plano sacramentológico, milis», es decir, una semeJanza y
San Agustín, bautizado por San Ambrosio el 387, ·
Agustín no sólo utiliza abundan- fue obispo de Hipona (Annaba) a partir del 395.
una desemejanza, que lleva a un
temente los términos 20, sino que cierto conocimiento pero que
• ' 2S
nos explica la misma estructura de la fe y los méritos del minis- impulsa siempre a la ascens1?n .
del signo sacramental, compues- tro (subjetivismo donatista); y en En este contexto hay que Situar
ta de un elemento corporal visi- la controversia contra los «pela- su teología sobre los sím bolos
ble y de otro espirit ua l gianos», defendiendo la prima- sacramentales, en cua nt o
invisible2 ' . La parte sensible o riedad de la graeia de Dios fren- med ios, fuerza e im pulso para
significante (signum) se compo- te a la insistencia en los méritos una consagrac ión, una ascensión
ne, a su vez, de «elementum» o y fe del sujeto. y una divinización que conduz-
aspecto material, y de «Verbum» El Pseudo-Di onisia (escribe ca al éx tasis y unión perfe cta
o aspec to verbal, tan uni dos entre 485-5 15): Nos expone su con Dios. En la acc ión de los
entre sí que Agustín habla de pensamiento sobre todo e n símbolos sacramentales distin-
«visibile verbum»22 • Y en la par- «Jerarquía Eclesiástica», y «Los gue D ionisia: a) los iniciadores
te invisible o significado, tam- nombres divinos»24 • Su visión de o consagrantes Uerarquía ecle-
bién pueden distinguirse la «vir- los sacramentos puede calificar- siástica: obispo, sacerdotes, diá-
tus» o Espíritu por la que es efi- se de «mística-platónica», por- cono); b) los iniciados o consa-
caz, y la «res» o conten ido y que une lo contemplativo estéti- grados (fieles, terapeutas ~ n:~n­
misterio de gracia q ue el sacra- co a la concepción platónica. jes, iluminados ... ); e) las i111Cla-
mento actualiza23• Por otro lado, Para él toda la realidad cósmica ciones o realidades sagradas por
Agustín contribuye a clarificar el es entendida como una cadena las q ue se consgra, por las que
senti do de sac ram e nto, en la de esencias, que son atraídas por se significa y realiza el proceso
controversia contra los «donatis- Dios desde lo más bajo hacia lo de ascendimiento:
tas», defendiendo la objetividad más alto. También los «myste- Práctica de la confesión. Grabado de «les
y valor del sacramento por ser ria» los clasifica según una jerar- e Purificación = por la conver- peintures chretiennes" de ~icolás Tolón, 1647.
acción de Cristo no dependiente quía, de modo que se muestre el sión y el catecumenado. Biblioteca Nac1onal de Pans.
• Iluminación = por el bautis- sos aspectos que lo integran: el vida moral. El bautismo debe o elevación de lo humano=aná-
mo, aue nos hace nacer a simbólico tipológico, el celebra- dar frutos, que son obras de vida basis30.
Dios. · tivo ritual, el vital comunitario, eterna. El iniciado es aquel que - San Isidoro de Sevilla (+636):
• Perfección = por el aceite el catequético y moral. El centro sabe ver lo invisible desde lo Isidoro desarrolla en la línea
sagrado de la confirmación y de todo lo constituye la misma v isible, que t iene como dos agustina na el co ncepto de
orden . cele bración sacramental, punto ojos: Jos sensibles que ven lo Sacramento. Su aportación pue-
• Un ión = por la eucaristía, de llegada y de partida a la vez externo, y los de la fe que ven lo de calificarse de más «mistérica
que anticipa la unión plena. de un proceso ca tequético, de interno y misterioso. Sólo la fe pneumatológica». El sacramento
• Crecim iento = por la tenden- una experie nc ia del misterio y puede darnos esos «ojos espiri- consiste para él en una celebra-
cia permanente (simbolismo de u na vida comuni taria. L a tuales», por los que en todo ción por la que se significa un
desemejante, anagogía) hacia mistagogia es el arte de penetrar sacramento vemos la «imagen» misterio que debe acogerse en la
una unión más perfecta, defi- en e l mis terio, la capacidad de (eikon) de un misterio escondi- fe y santidad. Los sacramentos
nitiva. referenciación desde los símbo- do que no se ve. La «imitación» principales son el bautismo, el
los, que sólo tiene el inic iado. (mímesis) por la que se repre- cris ma y el cuerpo y la sangre
Juan Cris6stomo (354-407): En Por eso, el bautismo es e l punto senta la verdad del misterio de de Cristo. Y propiamente se les
este autor, así como en Teodoro de parti da de y para una inter- Cri sto nos lleva a conocer y llama «sac ramentos», porque
de Mopsuestia o Cirilo de Jeru- pretaci ón mistagóg ica de los vivir este misterio28 . Y lo llama- bajo el velo de las cosas corpo-
salén , encontramos una vi sió n sacramentos. mos así, «no por lo que vemos ra les, actúa en e ll os de fo rm a
del sacramento más «mistagógi- En concreto, Juan Crisóstomo27 directamente, s ino porque secreta e l poder divino y se rea-
ca»26. Se trata de una compren- pone de relieve especialmente la vemos una cosa y creemos en liza la salvación. Por tanto se les
sión global e integral, que bien relación de los sacramentos con otra. Esta es la fe de nuestros ll ama sacramentos, porque e n
quiere tener en cuenta los diver- la catequesis y con el cambio de misterios» 29• De entre todos los ellos actúa Dios con un poder
«mysteria», la eucaris tía e s el sec re to y sagrado (unde el a
«mysterion» por excelencia, en secretis virtutibus, vel a sacri s
el que todos los demás están sacramenta dicuntur). Y este
como envueltos, y donde mejor roder es sob re todo el Espíritu
se ma ni fies ta, por la acción del Santo, que permanece en la
Espíritu, el descenso y presencia Igles ia y obra misteriosamente
de lo divino (como en la encar- un efecto de santificac ión en
naci ón=katábasis), y e l ascenso aquellos que lo celebran. El fru-

Juan Crisóstomo
e el emperador
itero Botomiates y el
mgel San Miguel.
atura incluida en
colección de
lilías de San Juan
óstomo conservada
1 Biblioteca Nacional
,arís. Representación luterana de la práct1ca de d1versos sacramentos.
to s de la liturgia, los Padres só lo Geschichte der Liturgie in Westen und Osten.
relieve la intervención eficaz del Regcnsburg 1979; J. BASURKO, La vida littírgi-
Espíritu y la importa ncia de la explican los signos desde la acción
co-mcramenral de la Iglesia en su evolucirín
bendición 32 • celebrativa. Los sacramentos son cele- histórica: en D . BoROiliO (ed.,), La celebración
braciones del misterio; son el misterio en la Iglesia, Salamanca 1985, 49 ss.
sacramentalmente celebrado, partici- ' Cf. 0. CULLMANN, La fai et le culte de /'E-
pado y vivido desde los ojos y el cora- glise primitive, Neuchatel 1963; E. SCHWEIZER.
3. CONCLUSIONES El culto en el Nuevo Teswmemo y en la a,·tua-
zón de la fe. lidad: en La Iglesia primitiva: medio ambiente,
Al final de este primer reco rrido f) Igualmente sabe n unir los organización y culto, Salamanca 1974. 57 ss.:
his tó rico, queremos sacar alg un as Padres la presencia salvadora del mis- A. HAMMAN, La oración. l. El Nuevo testamen-
conclusiones, que nos parecen alec - terio, en la acción y el poder del Espí- to. 11. Lo.v tres primerm· siglos, Barcelona 1967.
ritu, a la respuesta de fe del sujeto y al 'Cf. Rom 9; 12, 1; 15, 27; Fil 3. 3; 2. 30; 4,
cionadoras. 18;2Co9,12;Heb 12,28; 13,15; 1 P2,5:Ef
a) La Escritura no nos ofrece ni compromiso de la comunidad creyen- 2, S.. . ; Hch 2, 42-46; 24, 14 ... Es imposible
una definición ni una explicación sis- te, tal como se manifiesta sobre todo detenernos ahora en el tema. Véase el mismo
temática de lo que es un «Sacramen- en el bautismo (Tertuliano, Basilio ... ). estudio de E. SCHWEIZER, loe. cit.; D. BoROBIO,
g) El sistema filosófico de fondo, Dimemión social de la liturgia y los sacramen-
to», pero sí nos da elementos suficien- tos, Bilbao 1991.
tes, en su contexto propio, para enten- la concepción «Soteriológica» formal,
' Cf., el estudio fundamental al respecto de
der la posterior evolución explicitativa en la que más se apoyaron y de la que G. BORNKAMM, Mysterion: en G. K ITTEL, T he-
del concepto. Las expresiones «myste- más se sirvieron los Padres para la ologisches Worterbuch zum Neuen Testamenl,
rion», «Semeion», «sacramentum» son explicación y el desarrollo de su teo- Stuttgart, vol. IV, 1942, 809-834.
logía sacramental, fue sin duda el pla- ' Rom 16, 25-27. Cf. Ef 1, 9-10; 2, 9; 3, I-
aún indicativas de un punto de partida. 13;Col. l,26ss.; 1 Co2, 7 ...
b) La Iglesia de los primeros tónico y neoplatónico. Sólo desde él 'cr. o. CUI.I.ANN, Lafoi elle otile"" /'Egli-
siglos ma nifiesta un a compren sión puede e ntenderse e l pensamiento se primitive, ed. Delachaux-Niestle. Neuchatel
abi~rta y amplia de lo «sacramental», sacramental patrístico. 1963, 131-209; L. BouYER, Les sacremenrs
an Isidoro de Sevilla. Retablo de la colegiata ae dan.1· /'evcmgile jolumnique: Bible et Vie Chré-
anta Maria de Catalayud (siglo xv). aphcando la expresión a muchas reali- tienne 1 (1953) 121 ss.; E. LOIISE, Wort und
dades, sin preocuparse aún por una Sakrwnelll in Johannesevcmgelium: New tCSlil-
to de los sacramentos no depen- definición estricta, o por una fijación ments studies 7 ( 1960) 110- 125; H. KLos. Die
de ni de lo s vicios ni de los numérica. Sakrament in Johannesevangelium (Stuttgarter
méritos del ministro, sino del e) El centro de lo sacramental lo NOTAS Bibelstudium, 46), ed. Katholisches Bibelwerk,
Espíritu que vivifica misteriosa- Stuttgart 1970.
s itú a e n e l mismo Cristo, especial- 1 ' Platón, La re¡níblica, lib. VII. Una exposi-
mente (quía Spiritus Sanctus Citamos algunos que consideramos más
mente en su Pascua, y a partir de ahí significativos: A. MICHEL, Sacrements: DTC ci ón en relación con los sacramentos en: R.
mystice illa vivificat). Por eso en aquellos signos por los que se entra X!V/1, col. 485-644; J. DANIELOU, Sacramen- H oTZ, Los sacramentos en nuevas perspecti-
mismo, como indica la etimolo- a participar en este misterio o inicia- tum futttri, París 1950; L . YILLETIE, Foi et vas. La riqueza sacramental de Oriente y de
gía griega, sacramento viene de ción cristiana: bautismo (incluidos sacrement, 2 vol., París 1959 y 1964; J. FIN- Occidente, Sígueme, Salamanca 1986.
KENZELLER, Die Lehre van den Sakramenten im
9
Cf. H. U. VON 6ALTHASAR, Le mistere d'O-
«mysterium», que indica se trata ritos posbautismales=confirmación
allgemein, 2 vol. (Handbuch der Dogmcnges- rigene: Rcch. Se. Rel. 26 (1936) 513-562.
de una secreta y misteria acción más tarde) y eucaristía. La penitencia También G. l30RNKAMM, ar t. cit., 831 ss.
chichte IV/1 -2), Freiburg 1980.
(unde et graece mysterium dici- la entenderán y practicarán en rela- 2 En tiempos de Cristo, el culto de Israel 1
° CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Strommata !V.
tur quod secretam et reconditam ción directa con el bautismo. En ello comprendía los siguientes actos: oración diaria 3, l.
habeat dispositionem);'. se manifiesta una jerarquización cohe- (schemá, bendiciones, Horas en el Templo); los " cr. J. ÜIIELLINO, Pour l'histoire du mot
Lo mi smo que San Agustín, sacrificios en e l templo (oblación, expia- «sacramelltttm», Louvain 1924; A. KOLPING,
rente de los sacramentos, todavía no ci ón ... ) ; la Palabra en la Sinagoga (Lectura, Sacramentum Tertulianeum. Regensbu rg-
entiende el sacramento como un plenamente explicitada. comentari o, oración común, confesión de fe en M ünster 1948; G. MOHRMANN, Sacramelltum
«signo sagrado» y una celebra- d) En los Padres se manifiesta un el único Dios); los Salmos (oración personal y dans les plus anciens textes chri!tiens: Harward
ción, en la que el protagonista es buen equilibrio entre la dimensió n comunitaria); las Liturgias Penitenciales (Cele- Theological Review 47 ( 1954) 141- 152.
el Espíri tu, y cuyo va lor no cristológica (misterio pascual) , la braciones en diversas circunstanci as, y una vez " Tertuliano entiende el bautismo como un
depende del mérito del ministro. al año el Yom Kippur); celebraciones solemnes pac to, un juramento o compromiso ( fide s
dimensión pne umatológica (acción de la comunidad (Neh 9- 10: cantos, alabanza a obsignatio, sacramenti testai o) del bautizado
Pero a diferencia de San Agus- epliclética del Espíritu), la dimensión Dios, confesión de fe, renovación de alian- con Cristo. Así dice. por ejemplo: «Ahora se
tín, explica más el sacramento eclesiológica (acción eclesial comuni- za ... ); el Sabbat o tiesta semanal y las grandes pregunta si un creyente puede hacerse militar o
desde su raíz griega «myste- taria), y la dimensión escatológica (iti- tiestas del año: Pascua, Azimos, Pentecostés ... si un militar puede ser admitido a la fe ... No
rio n»; ace ntúa su carácter Cf. H. H . HENRIX, Jüdische Litttrgie. Geschich- conviene unir el sacramento divino y el huma-
nerario hacia la plenitud) de los sacra- te. Struktur. We.ven (Questioncs Disputatae,
escondido y secreto o misterioso no, el signo de Cristo y el signo del di ablo ...
mentos. 86), Freiburg 1979, 13-31; H.A .J . W EGMANN, no puede un alma deberse a dos señores: a Dios
(secratae virtutes); pone más de e) Lejos de separar los sacramen-
y al César»; De idolatrfa, XIX, 1-2. Lo mismo " In ev. Johan. 80, 3: <<Accedit verbumad
en: Ad martyras, /11, 1...
" AMBROSIO DE MILAN, Des sacramen/s. Des
elementum et fit sacramentum, etiam ipsum
tanquam yisibile verbum». Las universidades de Deusto
mysteres: ed. B. BorrE, Sources Chrétiennes,
25 bis, Du Cerf, París 1961. Sobre éste y Jos
" Cf. H. M. FERET, Sacramentun. Res, dans
la theo/ogie de Saim Augustin: Revue des Se.
otros Padres puede verse: J. DANIELOU, Bib/e et Phil. et Theol. 29 (1940), pp. 218-243.
y El Escorial y la protesta estudiantil
Liturgie, Du Cerf, París 1950; Id., Sacramen- "' Véase la traducción italiana: DIONIGI ARE- durante la Dictadura de Primo
tum futuri, op. cit.; G. FRANCESCONI, Storia e OPAGITA, Tulle le opere: Ed. P. Scazzoso, Rus-
simbo/o. «Mysterium in figura»: la simbolica
storico-sacramema/e ne/ linguagio e ne//a tea-
coni, Milán, 1983. de Rivera
" Cf. C. A. BERNARD, Les formes de la théo-
logia di Ambrogio di Milano, Maree/liana, /ogie d'aprés le pseudo-Denys /'Aréopagite:
Brescia 198 1.
" Véase en Patrología Latina vol. 32, col.
Gregorianum 58 ( 1978) 39-69; R. Roques, L'u-
nivers dionysien, París, 1983.
.Juan M . Guillén Mesado*
1193- 1220. Un estudio clásico sobre el tema: "Véase extensamente en E. MAZZA, Lo mis-
C. Couturier, Sacramelllum el mysterium dans tagogia. Una teología de/la Liturgia in epoca
l'oeuvre de Sclint Augustin: en H. Rondet (ed.), patrística, Ed. Liturgiche, Roma, 1988.
Etudes augustiniennes, París 1953. " A. WENGER (ed.), Jena Crysostome. Huit
" lbíd. PL 34, 70 SS. catéclzesesbaptismales inédites (Sources Chré-
"De doctr. christ. IIJ, 9 13: PL 34, 70. tinnes, n. 50 bis) París, 1970. Cuando A lfonso X III acep tó en Muchos católicos pensaron que la
" lbíd. ll, 3, circa med.: «Ümnia signa verbis "' Cf. E. MAZZA, Lo mistagogia, op. cit., 124- se ptiembre de 1923 que el Capitán dictadura abriría un tiempo propicio
comparata paucissima sunt; verba enim ínter 166. Lo mismo CEIRILO DE JERUSALEN, 1bfd., General de Cataluña presidiese provi- para hacer presentes, de una fo rm a
homines obtinuerunt principatum significandi 170-185. sionalmente e l Gobierno de la nación, más intensa, principios y valores que
quaecumque animo concipiuntur>>. "JUAN CRISóSTOMO In 1." Cor. Hom., 7, l. crecieron las esperanzas de encontrar
"' ldem, Cat. Mystagog icas, IV, 1; V, 23.
habían sido en sombrecidos en una
" De Magistro, 14, 45: PL 32, 121 9.
" t."písto/a 138, 1, 7: PL 33, 527. Esta misma imagen se aplicará no sólo al cuer- una estabilidad política y social para España tensa por la agitación social,
"' Refiriéndose a los ritos del A.T. (Sabbat, po eucarístico, si no también al cuerpo eclesial, el país. A Primo de Rivera lo apoya- expresión del deseo de cambio del
~i rcunc isión, sacrific ios, templo, altares, pas- como ha mostrado H. DE LUBAC, Corpus mysti- ron di stintos sectores de la sociedad modelo económico, y por la lucha de
; ua... ), o a los del N.T. (bautismo, eucaristía, . cum. L'Eucharistie et I'Eglise au moyen age, española. Lo hicieron, de sde l as unos partidos sin fuerza, que intenta-
pascua, unción, imposición de manos, símbolo Aubier, París, 1949. bu rguesías nacionalistas, que junto ban frenar un cambio del modelo polí-
Je la fe, Padre nuestro ... ), o al misterio de la " Véase el texto completo en: Etymologiae,
frinidad, la Encarnación y el mismo Cristo. Cf. 6, 19, 39-42: PL 82, 255 C-256A. con otra oposición política veían la tico. Se inauguraba un tiempo de tra-
C. Couturier, op. cit., 263 ss. n Así en Etym. 1, 6, 18, 499, refiriéndose al posibilidad de alterar la Constitución bajo para regenerar España y a ello se
" Sermo 272 PL 38, 1246: «Ideo dicuntur bautismo, dice: <<lnvocato enim Deo, descendit de 1876 y modificar con ello el mode- vinc ularon con ahínco, creyendo,
;acramenta, quía in eis aliud videtur, aliud Spiritus Sanctus de caelis, et medicatis aquis, lo Canovi sta, has ta una parte de l como propuso J. Costa al despuntar el
mtelligitur. Quod videtur speciem habet corpo- sancti ficat eas de semetipso; et accipiunt vim
·aJem, quod intelligitur, fructum habet spiri- purgationis, ut in eis et caro et anima delictis movimiento obrero que, tolerado por siglo, que sólo un «Cirujano de hie-
ualem». inquinata mundetur>>. e l dictador, colaboró con éste, pensan- rro» podría arreglar sus males. Aun-
do que así defendía mejor los intere- que much as personas formadas en
ses de clase. aquellos años aceptaron lo que parecía
Pero las expectativas de lograr arre- una propuest a regeneracionista, los
glar los males de España en 90 días, intelectuales en su conjunto se carac-
como aseg uró Primo de Rivera, se terizaron por oponerse a la experien-
fueron desvaneciendo conforme pasa- cia. Por ello, entre otras causas, el dic-
ba el tiempo y el dictador fue ganán- tador necesitó apoyarse en la Iglesia
dose la enemistad no sólo de aquellos con el fin de contrarrestar la distorsión
grupos que habían visto su llegada que en el plano cultural aquellos pro-
con indiferencia sino también de los ducían.
que habían constituido su verdadero La Iglesia había sido un elemento
apoyo. Al final estaba solo y solo par- importante en el triunfo de la restaura-
tía para París después de un azaroso ción monárquica, y con el transcurso
viaje hasta Barcelona, donde en balde del tiempo, su importanci a fue cre-
había hecho su ú lti mo intento de ciendo. Desde 1837 las universidades
encontrar fidelidades, cuando el Rey españolas habían dejado de explicar
le ret iró su confianza en enero de teología y el auge del pensamiento
1930. liberal no encontró la reflexión y la
crítica de quienes tradicionalmente se
* Universidad Autónoma de Madrid. habían encargado de transmitir los

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