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Juan Crisóstomo
e el emperador
itero Botomiates y el
mgel San Miguel.
atura incluida en
colección de
lilías de San Juan
óstomo conservada
1 Biblioteca Nacional
,arís. Representación luterana de la práct1ca de d1versos sacramentos.
to s de la liturgia, los Padres só lo Geschichte der Liturgie in Westen und Osten.
relieve la intervención eficaz del Regcnsburg 1979; J. BASURKO, La vida littírgi-
Espíritu y la importa ncia de la explican los signos desde la acción
co-mcramenral de la Iglesia en su evolucirín
bendición 32 • celebrativa. Los sacramentos son cele- histórica: en D . BoROiliO (ed.,), La celebración
braciones del misterio; son el misterio en la Iglesia, Salamanca 1985, 49 ss.
sacramentalmente celebrado, partici- ' Cf. 0. CULLMANN, La fai et le culte de /'E-
pado y vivido desde los ojos y el cora- glise primitive, Neuchatel 1963; E. SCHWEIZER.
3. CONCLUSIONES El culto en el Nuevo Teswmemo y en la a,·tua-
zón de la fe. lidad: en La Iglesia primitiva: medio ambiente,
Al final de este primer reco rrido f) Igualmente sabe n unir los organización y culto, Salamanca 1974. 57 ss.:
his tó rico, queremos sacar alg un as Padres la presencia salvadora del mis- A. HAMMAN, La oración. l. El Nuevo testamen-
conclusiones, que nos parecen alec - terio, en la acción y el poder del Espí- to. 11. Lo.v tres primerm· siglos, Barcelona 1967.
ritu, a la respuesta de fe del sujeto y al 'Cf. Rom 9; 12, 1; 15, 27; Fil 3. 3; 2. 30; 4,
cionadoras. 18;2Co9,12;Heb 12,28; 13,15; 1 P2,5:Ef
a) La Escritura no nos ofrece ni compromiso de la comunidad creyen- 2, S.. . ; Hch 2, 42-46; 24, 14 ... Es imposible
una definición ni una explicación sis- te, tal como se manifiesta sobre todo detenernos ahora en el tema. Véase el mismo
temática de lo que es un «Sacramen- en el bautismo (Tertuliano, Basilio ... ). estudio de E. SCHWEIZER, loe. cit.; D. BoROBIO,
g) El sistema filosófico de fondo, Dimemión social de la liturgia y los sacramen-
to», pero sí nos da elementos suficien- tos, Bilbao 1991.
tes, en su contexto propio, para enten- la concepción «Soteriológica» formal,
' Cf., el estudio fundamental al respecto de
der la posterior evolución explicitativa en la que más se apoyaron y de la que G. BORNKAMM, Mysterion: en G. K ITTEL, T he-
del concepto. Las expresiones «myste- más se sirvieron los Padres para la ologisches Worterbuch zum Neuen Testamenl,
rion», «Semeion», «sacramentum» son explicación y el desarrollo de su teo- Stuttgart, vol. IV, 1942, 809-834.
logía sacramental, fue sin duda el pla- ' Rom 16, 25-27. Cf. Ef 1, 9-10; 2, 9; 3, I-
aún indicativas de un punto de partida. 13;Col. l,26ss.; 1 Co2, 7 ...
b) La Iglesia de los primeros tónico y neoplatónico. Sólo desde él 'cr. o. CUI.I.ANN, Lafoi elle otile"" /'Egli-
siglos ma nifiesta un a compren sión puede e ntenderse e l pensamiento se primitive, ed. Delachaux-Niestle. Neuchatel
abi~rta y amplia de lo «sacramental», sacramental patrístico. 1963, 131-209; L. BouYER, Les sacremenrs
an Isidoro de Sevilla. Retablo de la colegiata ae dan.1· /'evcmgile jolumnique: Bible et Vie Chré-
anta Maria de Catalayud (siglo xv). aphcando la expresión a muchas reali- tienne 1 (1953) 121 ss.; E. LOIISE, Wort und
dades, sin preocuparse aún por una Sakrwnelll in Johannesevcmgelium: New tCSlil-
to de los sacramentos no depen- definición estricta, o por una fijación ments studies 7 ( 1960) 110- 125; H. KLos. Die
de ni de lo s vicios ni de los numérica. Sakrament in Johannesevangelium (Stuttgarter
méritos del ministro, sino del e) El centro de lo sacramental lo NOTAS Bibelstudium, 46), ed. Katholisches Bibelwerk,
Espíritu que vivifica misteriosa- Stuttgart 1970.
s itú a e n e l mismo Cristo, especial- 1 ' Platón, La re¡níblica, lib. VII. Una exposi-
mente (quía Spiritus Sanctus Citamos algunos que consideramos más
mente en su Pascua, y a partir de ahí significativos: A. MICHEL, Sacrements: DTC ci ón en relación con los sacramentos en: R.
mystice illa vivificat). Por eso en aquellos signos por los que se entra X!V/1, col. 485-644; J. DANIELOU, Sacramen- H oTZ, Los sacramentos en nuevas perspecti-
mismo, como indica la etimolo- a participar en este misterio o inicia- tum futttri, París 1950; L . YILLETIE, Foi et vas. La riqueza sacramental de Oriente y de
gía griega, sacramento viene de ción cristiana: bautismo (incluidos sacrement, 2 vol., París 1959 y 1964; J. FIN- Occidente, Sígueme, Salamanca 1986.
KENZELLER, Die Lehre van den Sakramenten im
9
Cf. H. U. VON 6ALTHASAR, Le mistere d'O-
«mysterium», que indica se trata ritos posbautismales=confirmación
allgemein, 2 vol. (Handbuch der Dogmcnges- rigene: Rcch. Se. Rel. 26 (1936) 513-562.
de una secreta y misteria acción más tarde) y eucaristía. La penitencia También G. l30RNKAMM, ar t. cit., 831 ss.
chichte IV/1 -2), Freiburg 1980.
(unde et graece mysterium dici- la entenderán y practicarán en rela- 2 En tiempos de Cristo, el culto de Israel 1
° CLEMENTE DE ALEJANDRIA, Strommata !V.
tur quod secretam et reconditam ción directa con el bautismo. En ello comprendía los siguientes actos: oración diaria 3, l.
habeat dispositionem);'. se manifiesta una jerarquización cohe- (schemá, bendiciones, Horas en el Templo); los " cr. J. ÜIIELLINO, Pour l'histoire du mot
Lo mi smo que San Agustín, sacrificios en e l templo (oblación, expia- «sacramelltttm», Louvain 1924; A. KOLPING,
rente de los sacramentos, todavía no ci ón ... ) ; la Palabra en la Sinagoga (Lectura, Sacramentum Tertulianeum. Regensbu rg-
entiende el sacramento como un plenamente explicitada. comentari o, oración común, confesión de fe en M ünster 1948; G. MOHRMANN, Sacramelltum
«signo sagrado» y una celebra- d) En los Padres se manifiesta un el único Dios); los Salmos (oración personal y dans les plus anciens textes chri!tiens: Harward
ción, en la que el protagonista es buen equilibrio entre la dimensió n comunitaria); las Liturgias Penitenciales (Cele- Theological Review 47 ( 1954) 141- 152.
el Espíri tu, y cuyo va lor no cristológica (misterio pascual) , la braciones en diversas circunstanci as, y una vez " Tertuliano entiende el bautismo como un
depende del mérito del ministro. al año el Yom Kippur); celebraciones solemnes pac to, un juramento o compromiso ( fide s
dimensión pne umatológica (acción de la comunidad (Neh 9- 10: cantos, alabanza a obsignatio, sacramenti testai o) del bautizado
Pero a diferencia de San Agus- epliclética del Espíritu), la dimensión Dios, confesión de fe, renovación de alian- con Cristo. Así dice. por ejemplo: «Ahora se
tín, explica más el sacramento eclesiológica (acción eclesial comuni- za ... ); el Sabbat o tiesta semanal y las grandes pregunta si un creyente puede hacerse militar o
desde su raíz griega «myste- taria), y la dimensión escatológica (iti- tiestas del año: Pascua, Azimos, Pentecostés ... si un militar puede ser admitido a la fe ... No
rio n»; ace ntúa su carácter Cf. H. H . HENRIX, Jüdische Litttrgie. Geschich- conviene unir el sacramento divino y el huma-
nerario hacia la plenitud) de los sacra- te. Struktur. We.ven (Questioncs Disputatae,
escondido y secreto o misterioso no, el signo de Cristo y el signo del di ablo ...
mentos. 86), Freiburg 1979, 13-31; H.A .J . W EGMANN, no puede un alma deberse a dos señores: a Dios
(secratae virtutes); pone más de e) Lejos de separar los sacramen-
y al César»; De idolatrfa, XIX, 1-2. Lo mismo " In ev. Johan. 80, 3: <<Accedit verbumad
en: Ad martyras, /11, 1...
" AMBROSIO DE MILAN, Des sacramen/s. Des
elementum et fit sacramentum, etiam ipsum
tanquam yisibile verbum». Las universidades de Deusto
mysteres: ed. B. BorrE, Sources Chrétiennes,
25 bis, Du Cerf, París 1961. Sobre éste y Jos
" Cf. H. M. FERET, Sacramentun. Res, dans
la theo/ogie de Saim Augustin: Revue des Se.
otros Padres puede verse: J. DANIELOU, Bib/e et Phil. et Theol. 29 (1940), pp. 218-243.
y El Escorial y la protesta estudiantil
Liturgie, Du Cerf, París 1950; Id., Sacramen- "' Véase la traducción italiana: DIONIGI ARE- durante la Dictadura de Primo
tum futuri, op. cit.; G. FRANCESCONI, Storia e OPAGITA, Tulle le opere: Ed. P. Scazzoso, Rus-
simbo/o. «Mysterium in figura»: la simbolica
storico-sacramema/e ne/ linguagio e ne//a tea-
coni, Milán, 1983. de Rivera
" Cf. C. A. BERNARD, Les formes de la théo-
logia di Ambrogio di Milano, Maree/liana, /ogie d'aprés le pseudo-Denys /'Aréopagite:
Brescia 198 1.
" Véase en Patrología Latina vol. 32, col.
Gregorianum 58 ( 1978) 39-69; R. Roques, L'u-
nivers dionysien, París, 1983.
.Juan M . Guillén Mesado*
1193- 1220. Un estudio clásico sobre el tema: "Véase extensamente en E. MAZZA, Lo mis-
C. Couturier, Sacramelllum el mysterium dans tagogia. Una teología de/la Liturgia in epoca
l'oeuvre de Sclint Augustin: en H. Rondet (ed.), patrística, Ed. Liturgiche, Roma, 1988.
Etudes augustiniennes, París 1953. " A. WENGER (ed.), Jena Crysostome. Huit
" lbíd. PL 34, 70 SS. catéclzesesbaptismales inédites (Sources Chré-
"De doctr. christ. IIJ, 9 13: PL 34, 70. tinnes, n. 50 bis) París, 1970. Cuando A lfonso X III acep tó en Muchos católicos pensaron que la
" lbíd. ll, 3, circa med.: «Ümnia signa verbis "' Cf. E. MAZZA, Lo mistagogia, op. cit., 124- se ptiembre de 1923 que el Capitán dictadura abriría un tiempo propicio
comparata paucissima sunt; verba enim ínter 166. Lo mismo CEIRILO DE JERUSALEN, 1bfd., General de Cataluña presidiese provi- para hacer presentes, de una fo rm a
homines obtinuerunt principatum significandi 170-185. sionalmente e l Gobierno de la nación, más intensa, principios y valores que
quaecumque animo concipiuntur>>. "JUAN CRISóSTOMO In 1." Cor. Hom., 7, l. crecieron las esperanzas de encontrar
"' ldem, Cat. Mystagog icas, IV, 1; V, 23.
habían sido en sombrecidos en una
" De Magistro, 14, 45: PL 32, 121 9.
" t."písto/a 138, 1, 7: PL 33, 527. Esta misma imagen se aplicará no sólo al cuer- una estabilidad política y social para España tensa por la agitación social,
"' Refiriéndose a los ritos del A.T. (Sabbat, po eucarístico, si no también al cuerpo eclesial, el país. A Primo de Rivera lo apoya- expresión del deseo de cambio del
~i rcunc isión, sacrific ios, templo, altares, pas- como ha mostrado H. DE LUBAC, Corpus mysti- ron di stintos sectores de la sociedad modelo económico, y por la lucha de
; ua... ), o a los del N.T. (bautismo, eucaristía, . cum. L'Eucharistie et I'Eglise au moyen age, española. Lo hicieron, de sde l as unos partidos sin fuerza, que intenta-
pascua, unción, imposición de manos, símbolo Aubier, París, 1949. bu rguesías nacionalistas, que junto ban frenar un cambio del modelo polí-
Je la fe, Padre nuestro ... ), o al misterio de la " Véase el texto completo en: Etymologiae,
frinidad, la Encarnación y el mismo Cristo. Cf. 6, 19, 39-42: PL 82, 255 C-256A. con otra oposición política veían la tico. Se inauguraba un tiempo de tra-
C. Couturier, op. cit., 263 ss. n Así en Etym. 1, 6, 18, 499, refiriéndose al posibilidad de alterar la Constitución bajo para regenerar España y a ello se
" Sermo 272 PL 38, 1246: «Ideo dicuntur bautismo, dice: <<lnvocato enim Deo, descendit de 1876 y modificar con ello el mode- vinc ularon con ahínco, creyendo,
;acramenta, quía in eis aliud videtur, aliud Spiritus Sanctus de caelis, et medicatis aquis, lo Canovi sta, has ta una parte de l como propuso J. Costa al despuntar el
mtelligitur. Quod videtur speciem habet corpo- sancti ficat eas de semetipso; et accipiunt vim
·aJem, quod intelligitur, fructum habet spiri- purgationis, ut in eis et caro et anima delictis movimiento obrero que, tolerado por siglo, que sólo un «Cirujano de hie-
ualem». inquinata mundetur>>. e l dictador, colaboró con éste, pensan- rro» podría arreglar sus males. Aun-
do que así defendía mejor los intere- que much as personas formadas en
ses de clase. aquellos años aceptaron lo que parecía
Pero las expectativas de lograr arre- una propuest a regeneracionista, los
glar los males de España en 90 días, intelectuales en su conjunto se carac-
como aseg uró Primo de Rivera, se terizaron por oponerse a la experien-
fueron desvaneciendo conforme pasa- cia. Por ello, entre otras causas, el dic-
ba el tiempo y el dictador fue ganán- tador necesitó apoyarse en la Iglesia
dose la enemistad no sólo de aquellos con el fin de contrarrestar la distorsión
grupos que habían visto su llegada que en el plano cultural aquellos pro-
con indiferencia sino también de los ducían.
que habían constituido su verdadero La Iglesia había sido un elemento
apoyo. Al final estaba solo y solo par- importante en el triunfo de la restaura-
tía para París después de un azaroso ción monárquica, y con el transcurso
viaje hasta Barcelona, donde en balde del tiempo, su importanci a fue cre-
había hecho su ú lti mo intento de ciendo. Desde 1837 las universidades
encontrar fidelidades, cuando el Rey españolas habían dejado de explicar
le ret iró su confianza en enero de teología y el auge del pensamiento
1930. liberal no encontró la reflexión y la
crítica de quienes tradicionalmente se
* Universidad Autónoma de Madrid. habían encargado de transmitir los