Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
LA DEFENSA Y LA CONTRAPRETENSION.
I.- INTRODUCCION.
El elemento objetivo del proceso lo constituye el conflicto, cualquiera sea la
naturaleza jurídica que se acepte respecto de aquel.
De acuerdo con ello, es menester para que el proceso se origine que se ejerza una
acción para a poner en movimiento la jurisdicción destinada a obtener la solución del
conflicto promovido.
De acuerdo con lo anterior, tenemos que la acción “va dirigida al Estado, que es su
destinatario, y no al adversario, respecto de quien el ejercicio de ella opera únicamente la
sujeción, presupuesto lógico para que la decisión del órgano jurisdiccional despliegue su
eficacia con relación al demandado o acusado, creándose así las relaciones jurídicas entre
los diversos sujetos del proceso.
II.- ACEPCIONES.
La voz acción ha sido utilizada a lo largo del campo del derecho en los más variados
significados.
88
En Derecho mercantil se utiliza la expresión “acción”para referirse a la parte o cuota
en que se divide el capital de una sociedad anónima. En Derecho penal, ha sido tomada en
el sentido de conducta constitutiva de un tipo penal.
a) Como sinónimo de derecho (así, se suele decir que “el actor carece de
acción”para significar la ausencia del derecho cuya tutela se invoca)
-En segundo lugar, no nos explica los casos en que existe el ejercicio de una acción
sin derecho, como ocurre con todas las demandas que son rechazadas en la sentencia
definitiva por ser ellas infundada.
-En tercer lugar, no nos explica las acciones insatisfechas no obstante haberse
acogido en el proceso, como ocurre en los casos de insolvencia de un deudor.
89
-Finalmente, tampoco la acción concedida como el derecho deducido en juicio nos
explica situaciones en las cuales se contempla su ejercicio sin que exista un derecho, sino
que la acción se ejerce para los efectos de proteger un hecho como es la posesión y para
cuyo efecto es posible ejercer la diversas acciones posesorias que dan origen a los
procedimientos de amparo, restitución y restablecimiento de la posesión, denuncia de obra
nueva y denuncia de obra ruinosa que contempla el Libro III del Código de Procedimiento
Civil.
Respecto de la teoría dualista se han sustentado tres variables, las que son
conocidas como las teorías concretas, abstractas y abstractas atenuadas de la acción.
Los principales sustentadores de esta teoría han sido los autores italianos Chiovenda,
Calamandrei y Redenti.
a.- Chiovenda.
c.- La existencia de un objeto, que no es más que el efecto al cual tiende el poder de
obrar lo que se pide.
b.- Calamandrei.
Los requisitos que contempla Calamandrei para el ejercicio de la acción son los
siguientes:
b.- Legitimación para obrar. Consiste en que las partes del litigio deben encontrarse
frente al hecho específico real en una posición determinada que les permita estar sujetas a
las resultas del juicio.
c.- Interés. La satisfacción del interés debe necesariamente ser logrado en el proceso.
91
Se critican estas teorías porque no explican los casos en que el litigante ejerce una
acción sin poseer condiciones necesarias para obtener una sentencia favorable.
Las teorías de la acción como derecho abstracto “se definen por no concebir la
acción como poder de reclamar un fallo de contenido más o menos concreto, sino un fallo
sin más, ya se subordine o no este derecho a requisitos distintos como el de buena fe del
accionante. Suele replicarse a esta concepción diciendo que la acción así entendida no es
un verdadero derecho, sino una mera facultad, pero la objeción no es atendible porque nada
impide, en efecto, que el poder de actuar ante los Tribunales de Justicia no sea sino una
manifestación secundaria de un derecho más amplio, v.gr., del derecho constitucional de
petición”(Jaime Guasp Derecho Procesal Civil. Tomo I. Pág. 204.Civitas.4ª edición.1998).
a.- Carnelutti.
Para Carnelutti, la acción es un derecho autónomo para que el litigio tenga una justa
composición.
b.- Couture.
Para Couture, la acción es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho de
acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una pretensión.
Guasp ha criticado las dos teorías precedentes, señalando que “la doctrina no ofrece
sino la exasperación de las tesis privatistas con la vuelta a las doctrinas unitarias en su
forma de identificación de derechos o de justificación de derechos o la radicalización de la
tesis publicista hablando, v.gr., de la acción como del ejercicio por un particular de
funciones públicas. Y es que en realidad, a la terminación de este ciclo se descubre el error
de planteamiento que supone erigir la idea de la acción en concepto central de la teoría del
objeto del proceso, pues se observa, en efecto, la relatividad e intrascendencia de tal
concepto para la resolución de los problemas puramente procesales. El derecho de acudir a
los tribunales, ya sea concreto o abstracto, frente al particular o frente al Estado, no es,
evidentemente, un derecho de naturaleza procesal, sino un supuesto del proceso, que
92
permanece fuera de él, y que se acantona, bien en el terreno civil, bien en el terreno
político, quizá en ambos, sin poder, por ello, funcionar como clave explicativa de las
cuestiones de orden procesal estricto.”(Jaime Guasp Derecho Procesal Civil. Tomo I.
Páginas. 204 y 205. Civitas.4ª edición.1998).
Además, se diferencia del derecho de acción abstracto, en que no basta para accionar
ejercer un derecho de petición, sino que es menester además que a través de él se formule
una pretensión, esto es, un reclamo de un bien de la vida frente a otro sujeto distinto de un
órgano jurisdiccional.
En nuestro derecho, el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil nos estaría
demostrando al establecer los requisitos de la demanda, que no basta con el mero accionar
para que se inicie un proceso, sino que es menester que se haga valer una pretensión (parte
petitoria), la que debe encontrarse fundada en los hechos y en el derecho, precisándose
quien la ejerce, respecto de quien se ejerce y el tribunal ante el cual se hace valer. El
incumplimiento de la individualización de las partes de la relación procesal permite al
tribunal de oficio no darle curso (art. 256) , y al demandado pedir la corrección del
procedimiento si no se da cumplimiento a uno o mas de cualquiera de los requisitos del art.
254, mediante la excepción dilatoria de ineptitud de libelo.(Art. 303 Nº 4). Por su parte, el
art.102 del Código de Procedimiento Penal establece que no basta con el mero accionar
para que se inicie un proceso penal, puesto que “si no constituyen un delito los hechos
expuestos en la querella, el juez no le dará curso y dictará al efecto un auto motivado”
Desde este punto de vista, Guasp concibe la acción como el poder concedido por el
Estado de acudir a los Tribunales de Justicia para formular pretensiones. (Jaime Guasp
Derecho Procesal Civil. Tomo I. Página. 205. Civitas.4ª edición.1998).
Mediante la acción una persona ejerce el derecho ante el juez de formular una
pretensión de reclamación de un bien de la vida frente a persona distinta, la que debe
satisfacerla mediante la realización de una conducta determinada. La acción viene a ser el
continente y la pretensión el contenido. Esta teoría se ha criticado por asimilar el concepto
de acción y de pretensión.
Más que hablar de una clasificación de la acción, concebida ella como el derecho de
poner en movimiento el ejercicio de la función jurisdiccional, lo que procedente es
referirse a la clasificación de las pretensiones que se hacen valer mediante el ejercicio de
ésta.
Sin embargo se suele clasificar las acciones desde distintos puntos de vista:
b.- De acuerdo al objeto que se persigue a través de la pretensión civil que se hace
valer, se suelen clasificar en acciones muebles, inmuebles y mixtas.
93
c.- De acuerdo con el contenido de la pretensión hecha valer se clasifican en acciones
civiles petitorias, cuando el bien protegido es el dominio de un bien u otro derecho real; y
posesorias, cuando lo que se pretende es la protección de la posesión respecto de
inmuebles. Esta clasificación reviste particular importancia para el procedimiento
aplicable, puesto que se contemplan procedimientos especiales respecto de las acciones
posesorias.
La pretensión no es un derecho, sino que un acto, algo que se hace, pero no que se
tiene.
-La pretensión reclama una cierta actuación del órgano jurisdiccional que el actor
especifica.
-La pretensión se interpone siempre frente a una persona determinada distinta del
actor, pues en otro caso, carecería de la dimensión social que el derecho exige para
concederle el tratamiento adecuado.
B. ESTRUCTURA.
a)el órgano jurisdiccional, que debe contar con jurisdicción y competencia objetiva
y subjetiva ;
94
b) el actor, que es quien formula la pretensión y debe contar con la capacidad para
ser parte, capacidad procesal, ius postulandi y con la legitimación activa para obrar; y
C. EFECTOS DE LA PRETENSIÓN.
La pretensión constituye el elemento objetivo del proceso y representa el núcleo
central de éste. La pretensión es la declaración de voluntad del actor cuya existencia
determina que se origine, mantenga y concluya un proceso.
E.PRETENSIONES MÚLTIPLES.
Lo normal es que el proceso tenga por objeto la satisfacción de una sola pretensión.
96
que se produce cuando dos o más pretensiones que se han hecho valer en procesos distintos
se acumulan de forma tal de pasar a formar parte de un solo proceso (acumulación de
autos).
b.- Por razón de forma, hay tres tipos de pluralidad de pretensiones: la simple,
la alternativa y la eventual o subsidiaria.
Sin embargo, podrá proponerse en una misma demanda dos o más acciones
incompatibles para que sean resueltas una como subsidiaria de la otra”.
Se estima que son incompatibles entre sí todas las pretensiones que no son
contradictorias entre sí, esto es, que pueden ser cumplidas en forma simultánea.
98
contemplarse plazos no fatales para que realice sus actuaciones.
2.- REACCIÓN.
2.1.Allanamiento.
2.2.-Oposición a la pretensión.
Además, el tribunal no tiene que hacerse cargo de las alegaciones o defensas para su
resolución en la parte dispositiva del fallo, sino que ellas pueden ser analizadas por parte
del tribunal en la parte considerativa de éste.
b. Las excepciones.
Las excepciones dilatorias son aquellas que versan sobre vicios del procedimiento y
no se refieren a la pretensión que se ha hecho valer por parte del actor.
Las excepciones dilatorias tienen un carácter taxativo, puesto que ellas se encuentran
enumeradas en el art. 303 del C.P.C., pero genérico, atendido a que se pueden comprender
en el número 6 todos los vicios del procedimiento cuya corrección es posible solicitar del
tribunal por esta vía, los cuales no se especifican. Así por ejemplo, es posible solicitar por
esta vía la nulidad del procedimiento por falta o defectuosa notificación de la demanda, la
falta de capacidad del demandado o personería o representación legal de quien ha sido
emplazado en su nombre; etc.
Las excepciones dilatorias deben hacerse valer todas en un mismo escrito, antes de la
contestación de la demanda y dentro del término de emplazamiento. Las excepciones
dilatorias suspenden la tramitación del juicio y deben ser resueltas por el tribunal una vez
concluida la tramitación del incidente que ellas generan.
100
Nuestra Jurisprudencia ha definido la excepción perentoria como todo título o
motivo jurídico que el demandado invoca para destruir, enervar y, mas propiamente dicho,
para hacer ineficaz la acción del actor, como por ejemplo, la prescripción, el pago de la
deuda, etc. (Corte Suprema.18.8.1964.R.D.J. T.61.Sec.1 pág. 252.)
Finalmente, el tribunal tiene que pronunciarse acerca de las excepciones hechas valer
por el demandado en la parte dispositiva de la sentencia definitiva, debiendo contener las
consideraciones de hecho y de derecho en las que se basa para emitir ese
pronunciamiento.(Art. 170 Nº 6 del C.P.C.)
3.- LA RECONVENCIÓN.
El demandado puede en el proceso no solo adoptar una actitud defensiva para los
efectos de obtener el rechazo de la satisfacción de la pretensión hecha valer frente a él, sino
que además puede adoptar una actitud agresiva haciendo valer el demandado una
pretensión en contra del demandante, quien pasa a ser sujeto pasivo respecto de ella.
102