Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
http://www.cashluna.org
El tiempo en sí no podemos administrarlo, las horas y los minutos no dependen de nosotros para seguir
avanzando, solo podemos administranos a nosotras mismas para aprovecharlo mejor y eso requiere una
gran disciplina
Siempre debemos recordar que la familia es nuestro primer ministerio. Esta enseñanza bíblica debe
estar siempre presente en nuestro corazón y en nuestra mente. Incluso podríamos agregar que la familia
es más que un ministerio, es una tarea que Dios no le ha encargado a nadie más que a nosotras.
Sabiendo que ante nuestra primera prioridad de nutrir nuestra vida espiritual con la Palabra y la
oración, a la par tenemos, la administración de nuestro matrimonio, de nuestra familia y de nuestro
hogar. Que al igual que la mujer de Proverbios 31, podamos siempre considerar bien los caminos de
nuestra casa tal como dice en el versículo 27: “Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come
no es fruto del ocio.”
Entre el hogar y el ministerio, ¿cómo nos preparamos para lograr realizar fielmente (con pasión y
propósito) todo lo que Dios pide y espera de nosotras? El manual de Dios nos da la respuesta en el
capítulo 5 de la carta de Pablo a los Efesios en donde nos dice que debemos aprovechar el tiempo.
Efesios 5:15 “Mirad, pues CON DILIGENCIA cómo andéis, no como necios sino como sabios, 5:16
APROVECHANDO BIEN EL TIEMPO, porque los días son malos. 5:17 Por tanto, no seáis insensatos,
sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.”
Logramos administrarnos a nosotras mismas cuando con diligencia, aprovechamos al máximo cada
minuto y cada hora de nuestra vida tan llena de diversas actividades.
Aprovechamos el tiempo cuando con determinación y oración le pedimos a Dios que nos dé Su
sabiduría para tener idea de como administrarnos para aprovechar mejor cada minuto ,cada hora y cada
día de nuestra vida, para con Dios y nuestra familia.
Haz una lista de tus actividades, separa las relevantes de las menos importantes, identifica aquellos
momentos ociosos (puede ser una larga siesta. una telenovela o el tiempo del internet), usa el teléfono
para acortar distancias no para alargar conversaciones; en una mañana puedes cocinar para tres días, si
tienes la facilidad, utiliza los servicios de una ayuda doméstica por lo menos dos veces a la semana. Pon
la creatividad e ingenio que Dios te ha dado para lograrlo. Pero sobre todo no dejes de tener tu tiempo
con el Señor quien en comunión contigo renovará tus fuerzas y pensamientos.
La mujer cristiana moderna también está trabajando en la iglesia activamente y me imagino que este es
tu caso. No debes comprometerte a más de lo que puedes sobre llevar y cumplir con excelencia. Si eres
una pastora o una líder que tiene mucho que hacer en la iglesia, mi consejo, que además es el mandato
y ejemplo de Jesucristo, es que puedas formar discípulas a quienes con confianza puedas delegar tareas
importantes.
Pídele al Señor que te de sabiduría para planear cada día de tu vida, carácter y disciplina para cumplir lo
que te propongas, y paz para lo que no puedas cumplir.
Salmo 90:12
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”