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Análisis de la arquitectura románica en España, Francia, Italia, Alemania y

reino unido.
Gracias a las conquistas del imperio carolingio en el siglo xl, se empezó a desarrollar
un estilo arquitectónico mucho más elocuente y uniforme, que se deriva de dos
razones principales: las influencias de las ordenes monásticas y las peregrinaciones
a roma que contribuyeron a la internacionalización de este nuevo estilo. Por lo tanto,
podemos decir que la arquitectura románica es de índole religiosa, cuyo estilo
particular crea un espacio abovedado, donde el monasterio se convierte en un factor
fundamental en los diseños proporcionados en la arquitectura románica. Donde los
gruesos muros, las estrechas ventanas, hasta que sus fachadas llegaban a carecer
de las mismas, fabricaba esos espacios que invitaban al recogimiento, la simpleza
y el total desapego a la proporción clásica.
La arquitectura románica empezó a trasladarse y desarrollarse en varios lugares
donde los feligreses podían contemplar y reconocer la creación divina, por lo cual,
la observación de este movimiento arquitectónico en los países como Francia, Italia,
España, Alemania y reino unido, permite analizar las diferentes variables de la
arquitectura románica, como se adaptaba, su respuesta a las necesidades
espaciales y como se ejecutaba de acuerdo al sitio de localización.
La arquitectura románica en España se destaca por la variabilidad de sus
manifestaciones gracias a varios factores que influyeron en sus construcciones,
tales como: la importancia de las peregrinaciones, convirtiendo el camino de
Santiago como uno de los lugares claves para el arte románico en España. Por otro
lado, dos revoluciones eclesiásticas: la primera de Gregorio VII que pretendía llevar
la cristiandad al momento originario y la segunda denominada la Orden de Cluny,
que decide reordenar las estructuras monásticas de Europa. A partir de aquí,
España decide invertir en la construcción de sus símbolos de poder, donde la iglesia
inicia la construcción de sus catedrales, conformando las ciudades como grandes
núcleos de poder, donde a su vez la nobleza comienza su construcción de castillos,
denominándolos ´´castillos de Dios´´. Las primeras manifestaciones arquitectónicas
románicas en España se dan en: Cataluña (con el Tall, desarrollando una estructura
en madera); Aragón (con la catedral de Jaca que incorporan elementos como el
“taqueado jaqués”); Palencia (donde hay más de 600 iglesias románicas) este punto
determina la cúspide de la arquitectura románica en España. Por otro lado, se
encuentra la catedral de Santiago de Compostela donde se puede apreciar la
capacidad para crear espacios pensados en la circulación masiva de personas, la
innovación con respecto a medidas, alturas, relación de sus partes y su iluminación,
siendo uno de los ejemplos más claros a la hora de hablar de arquitectura románica
en España.
Por otro lado, nos encontramos al país de Francia donde la arquitectura románica
combina varias características de edificios romanos antiguos y bizantinos, más las
tradiciones locales, que fusionadas dieron el origen a una arquitectura francesa
reconocible en sus gruesos muros, la carencia escultórica, sus arcos de medio
punto, los pilares robustos, las grandes torres, las arcadas decorativas y las
bóvedas de arista. De esta época se conserva una arquitectura elaborada en piedra
con un aspecto general de simplicidad. La región francesa de Borgoña, ejecuta una
de las iglesias románicas más generosas, gracias al impulso de Cluny,
anteriormente dicho en España. En esta etapa, las iglesias francesas tienen a
ejecutar espacios con mayor luminosidad, grandes espacios, muros bien articulados
y ricamente decorados. En otros territorios del país también se observan
manifestaciones de arquitectura románica, como sucede en Auvernia y el
Languedoc, donde se implementan los modelos arquitectónicos desarrollados en
las iglesias de peregrinación. En el desarrollo de las edificaciones románicas en
Francia, los caminos o rutas de peregrinación formaron parte fundamental, ya que
estas movilizaban e interconectaban a Europa con Francia, además de que
configuraban las vías principales de Jerusalén y Roma. Las plantas románicas
francesas tenían forma de cruz latina, conformadas por tres naves: una alargada o
central siendo el espacio vertical de la cruz; 2 laterales o transepto (espacio
horizontal de la cruz). Las principales arquitecturas románicas francesas estaban
definidas por una arquitectura desproporcionaba que buscaba espacios amplios y
funcionales para acoger peregrinos y adorar reliquias, alzados que se definían por
arcos formeros comunicadores con la nave central y las naves laterales. La
arquitectura románica francesa homogenizó las plantas y alzados por toda Europa,
despuntando en cuatro modelos: san Martin de Tours, san Marcial de Limoges,
Santa Fe conques y san Sernín de Toulouse. Todas se desarrollaron a partir hasta
tal punto de convertirse en catedrales para el sucedo de grandes peregrinaciones y
el resguardo de reliquias.
La arquitectura románica italiana comprende uno de los periodos más fructíferos en
la arquitectura italiana, donde se ve gratamente influenciada por los aportes de
ejecutados en Francia y Alemania, aunque también se ven detalles provenientes del
movimiento bizantino y conceptos de la arquitectura clásica, reflejándose en sus
variantes locales, sus diseños y hasta el proceso constructivo de las mismas obras.
El uso generalizado del mármol y la combinación de elementos arquitectónicos
repetidos como franjas dispuestas de forma horizontal, arquillos ciegos, la
innovación de la bóveda de arista usada en los tiempos de la antigua roma; los
gruesos muros con pequeños vanos, y los espacios antiguamente en forma de cruz
griega ampliándose hasta la llegar a la planta de una cruz latina, manteniendo los
espacios paleocristianos típicos. Sin embargo, también hay elementos propios que
derivan de la situación geográfica y circunstancial de Italia; un gran ejemplo es
Silicia que estaba en manos de los musulmanes, lo que le permitió que buena parte
del sur de Italia fuera parte de Bizancio implicando una serie de influencias propias
de esta península. Esta destacada influencia es muy común en las iglesias italianas
donde el domo (la basílica), el campanario y el baptisterio son edificaciones
separadas. A medida que Italia se llenaba de cambios, su arquitectura surgió entre
dos ideas esenciales. Por un lado, el ´´primer románico´´ que tuvo tanta importancia
en España nororiental, especialmente Cataluña. ´´el primer románico´´ surge en
Borgoña, pero su foco de irradiación principal es la Lombardía, (al norte de Italia)
Aquí los constructores conservaban una muy buena técnica constructiva heredada
del mundo romano, sumándole técnicas de los otomanos y que incluye los
monumentos de Ravena. En el norte, Lombardía y regiones vecinas muestran su
vitalidad construyendo grandes iglesias con bóvedas de cañón, gruesos soportes,
criptas y una decoración a base de arcos lombardos. Los canteros lombardos
tuvieron gran reputación y difundieron su estilo por Alemania y Cataluña. La obra
más representativa es San Ambrosio de Milán. Ya en el siglo X se desarrollan dos
tipos de edificios característicos: Edificios muy simples con material pobre, sin
abovedamiento y con soportes y muros gruesos. Son sobrios y sin decoración
escultórica y Zona que rodea el río Po, con edificaciones más elaboradas, que se
cubren con bóvedas y se decoran con esculturas. Donde se establece un criterio y
una determinada edificación según el lugar de implantación. El Románico Lombardo
aporta un detalle característico que encontraremos en el Románico Catalán: los
ARCOS Y BANDAS LOMBARDAS, que pueden ser arcos ciegos o abiertos que
rodean toda la iglesia. Algunas de las iglesias más importantes son: Almenno San
Bartolomeo y Milán, Rotonda di San Tomè, San Ambrosio de Milán, San Vincenzo
in Prato (Milán), San Abundio de Como, San Vicenzo de Galliano.
Al referirnos a la arquitectura románica alemana percibimos ese carácter
monumental y el desarrollo de bóvedas que se multiplican, donde los interiores de
dividen por tramos, de tal manera que no podemos clasificarlos como naves, sino
de espacios independientes. A menudo las iglesias contaban con tres naves de las
cuales la central es más alta y ancha que las laterales, una doble nave en la zona
del transepto y el que seguramente sea el elemento más novedoso y diferenciable
de este tipo de románico, la doble cabecera o el westwerk. El westwerk hace
referencia al desarrollo de la portada occidental en algunas iglesias y catedrales del
que hubiera sido el Sacro Imperio Romano Germano. De esta manera a los pies del
templo se desarrollaba un amplísimo pórtico sobre el que se colocaba una tribuna
regia y se flanqueaba por dos altísimas torres. Este espacio estaba destinado al uso
exclusivo del emperador. La arquitectura románica alemana pretendía fusionar el
poder terrenal del emperador con el poder religioso, donde la gran altura de las
naves unido al repertorio de torres en forma de primas o cilíndricas priorizan esa
imagen de verticalidad dentro de estas descripciones se encuentran las catedrales
de Spira donde se pueden reconocer numerosos elementos de la arquitectura
románica, como los arcos de medio punto, las arquerías ciegas, el ábside
semicircular o las torres en los extremos de la planta. Otras variedades en la
arquitectura presentada en este periodo en Alemania son los planos con ábsides en
ambos extremos de la iglesia y, en el exterior, una profusión de galerías con arcadas
y torrecillas redondas u octagonales. En Alemania, más marcadamente que en otras
partes, la arquitectura románica se convirtió en algo coherente, distinto del bizantino.
Algunos de los mejores ejemplos del románico en Alemania se aprecia en los
castillos medio-arruinados. Y, de hecho, en toda Europa se empleó el estilo
románico de paredes gruesas, torres y casi sin ventanas para los castillos, los
fuertes y las murallas de la ciudad. Donde Alemania no fue la excepción.

Por ultimo nos encontramos al reino unido donde la arquitectura románica se ve


implícita en la mayor parte de las estructuras monumentales normandas se
construyeron entre el 1120 y el 1200, como las partes principales de las catedrales
de Ely, Durhan, Lincoln, Winchester y Gloucester y las grandes iglesias abaciales
en Fountains (Yorkshire) y Malmesbury (Wiltshire). Todas estas construcciones en
su conjunto nos dejan ver las principales características del románico
anglonormando, lo que se puede resumir en los siguientes puntos: Empleo de
plantas de tres naves, amplio transepto y cabecera muy larga. El tamaño de los
templos es de grandes dimensiones y gran majestuosidad. La decoración
escultórica es mínima y en su lugar se realiza decoración geométrica de
zigzagueados, arcos muy moldurados y entrecruzados. Se tiende a respetar la
clásica estructuración del alzado mediante arquerías del intercolumnio, tribuna y
claristorio. Los arcos de la tribuna son bíforos y de magnífico tamaño. Se construyen
altas y decoradas torres en diversas partes de los templos. Tempranamente se
realizan ensayos que luego terminarán desembarcando en el gótico, como el uso
de arcos apuntados, bóvedas de crucería y desmaterialización de los muros.
En 1093 se inicia la construcción de la catedral de Durham que no fue finalizada
hasta el año 1150. Se trata del primer templo completamente abovedado del
románico inglés. Durham es uno de los primeros ensayos de bóveda de crucería
(muy tosca) que más tarde sería la esencia del nuevo estilo llamado gótico. Durham
también es conocida por la alternancia de apoyos de los arcos en la nave central
mediante grandes columnas que se compaginan con pilares con semicolumnas. el
uso del zigzagueado como elemento decorativo que se extenderá por el románico
inglés y se trasvasará al continente llegando incluso a tierras españolas más tarde
(Asturias, Segovia, Cuenca...)

El proceso evolutivo de la arquitectura románica continuara multiplicando las


molduras cóncavas, las líneas rectas, las salientes llegando a la ligereza de masa
que caracteriza este tipo de estructuras. Donde la multiplicidad de las naves y la
doble planta que a veces existe en las laterales crean numerosos problemas de
equilibrio que el arquitecto románico procura resolver la articulación rítmica del
espacio. En definitiva, era una potente organización litúrgica, cultural y artística, con
una capacidad de medios que rindió frutos en el campo de la mecánica, la industria,
el arte, etc., rindiendo una importante función social, reagrupar los núcleos de
población junto a las iglesias parroquiales y los monasterios.

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