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Rey Eternal II
Lucas 6, 12-13
Método: Reglas de Discernimiento I [325-327]
Fin que se busca: San Ignacio quiere suscitar en el ejercitante un ardoroso deseo de
responder a la invitación que le hace el Rey Eternal, una vez se ha tomado conciencia del
propio límite y se ha acogido con confianza a la misericordia salvadora de Dios durante la
primera semana.
2. Puntos
Textos bíblicos:
Marcos 3, 13-19: “(...) y llamó a los que le pareció bien...”
Lucas 6, 12-15: “(…) pasó toda la noche orando a Dios”
Lucas 4, 16-30: “El Espíritu del Señor está sobre mí...”
Mateo 14, 22-33: “Señor, si eres tú, ordena que yo vaya hasta ti...”
Preguntas:
¿Nos sentimos espoleados por el amor de Dios a recuperar el tiempo perdido y a
reordenar nuestra vida por el camino de un seguimiento más estrecho de Jesús?
¿Comenzamos a sentir a Jesús como nuestro salvador y liberador?
Escribamos un ofrecimiento, como el que escribió el Beato Juan XXIII durante su
experiencia de Ejercicios Espirituales, cuando tenía 20 años.
“¡Salve, oh Cristo Rey!
Tú me ofreces, como emblema, y como arma de guerra, tu cruz. Con la diestra extendida
sobre esta arma invencible te doy palabra solemne y te juro con todo el ímpetu de mi
amor juvenil fidelidad absoluta hasta la muerte. Así, de siervo que tú me creaste, tomo tu
divisa, me hago soldado, ciño tu espada, me llamo con orgullo Caballero de Cristo. Dame
corazón de soldado, ánimo de caballero, ¡oh Jesús!, y estaré siempre contigo en las
asperezas de la vida, en los sacrificios, en las pruebas, en las luchas, contigo estaré en la
victoria.
Y puesto que todavía no ha sonado para mi la señal de la lucha, mientras estoy en las
tiendas esperando mi hora, adiéstrame con tus ejemplos luminosos a adquirir soltura, a
hacer las primeras pruebas con mis enemigos internos. ¡Son tantos, oh Jesús, y tan
implacables! Hay uno especialmente que vale por todos: feroz, astuto, lo tengo siempre
encima, afecta querer la paz y se ríe de mí en ella, llega a pactar conmigo, me persigue
incluso EN MIS BUENAS ACCIONES.
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Mi Corazón está contigo
Mi corazón está contigo, Padre, lucharé por el hombre,
mi corazón está contigo. consagraré mi vida a tu causa.
En este momento, Sólo Tú eres Dios.
mi cabeza piensa en Ti. Sólo Tu eres sentido.
En este momento, Sólo Tú liberas.
mis manos estrechan tus manos. Sólo Tú eres fiel.
En este momento, Sólo Tú eres esperanza.
mi voluntad busca tu voluntad. Sólo Tú eres amor.
En este momento, Sólo Tú eres Dios.
me decido... por tu Reino. Mi corazón está contigo, Padre,
Como Abrahám, me lavaré y echaré a andar. mi corazón está contigo.
Como Moisés, mataré todos mis dioses. Seguiré los pasos de Jesús.
Como David, reconoceré mis yerros. Hoy me decido por Ti.
Como Jeremías, oiré tu voz. Y Jesús me dice:
Como Jesús, ten valor.
Yo voy contigo.
Patxi Loidi