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CENTRALISMO EN EL PERU
Año 2010
Tema:
CENTRALISMO EN EL PERU
GRUPO N° 2
INTEGRANTES:
Denys LA TORRE Inuma
José RAMIREZ García
José BUITRON Llacsa
Lady CHAUPIS Quispe
Selhena CASANOVA López
Antonieta HERRERA Lamas
William LLACTA Pumarino
Jesús VILCHEZ Ponce
SUMARIO
INTRODUCCIÓN
I. DEFINICION DE CENTRALISMO:
1. Centralismo puro
2. Centralismo desconcentrado
V. CENTRALISMO EN LO SOCIAL:
1. Definición
2. Impacto
3. Consecuencias
VII. CONCLUSIONES:
DATOS BIBLIOGRAFICOS:
INTRODUCCIÓN:
La exigencia por transformar esta realidad está presente desde nuestra primera
Constitución, en la cual se planteó el debate entre centralismo y federalismo. Desde
entonces, los sectores dominantes han tenido la capacidad y, sobre todo, la fuerza
para bloquear y frustrar los diversos intentos descentralistas, en el marco de la
preservación de una sociedad muy excluyente.
Para imponerse, el régimen impulsó una estrategia orientada a debilitar el rol del
Estado, de las instituciones básicas de la democracia, del sistema de partidos y de las
diversas formas de organización de la sociedad. La híper concentración del poder fue
un aspecto sustancial del modelo autoritario.
El colapso del régimen fujimorista abrió una nueva posibilidad para institucionalizar la
democracia en el Estado y la sociedad peruana. En ese marco favorable, la
descentralización logró abrirse espacio y, junto con la participación, se constituyeron
en componentes significativos del proceso político democrático. Los cuatro años de
transición nos han mostrado los serios problemas que deben enfrentar nuestras
sociedades para avanzar en la consolidación del régimen democrático. La
incapacidad, la debilidad y la falta de liderazgo del gobierno toledista son sin duda
algunos factores, pero son sólo parte del problema.
Continúan vigentes los ejes fundamentales del modelo económico del fujimorismo,
con un crecimiento sostenido que es al mismo tiempo profundamente excluyente y
generador de mayor pobreza y desigualdad. Continua vigente la necesidad de resolver
el problema del centralismo de nuestro país.
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I. DEFINICIÓN:
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Resumen:
ETAPA INCAICA:
Era el Cuzco “ombligo del mundo”, la tierra de los incas, hijos del dios sol, amos y
señores de todo el imperio, cuya administración no estaba sujeta exclusivamente por
él, sino por cuatro divisiones las cuales eran: chinchaysuyo, collasuyo, contisuyo y
antisuyo; todos ellos dependientes del Cuzco y el inca.
TAHUANTINSUYO
Imperio inca (principios del siglo XVI)
Los incas crearon uno de los más grandes y florecientes imperios americanos a
mediados del siglo XV. Sus dominios, que se extendían por la costa occidental de
Sudamérica, abarcaban más de 4.000 km. La ciudad de Cuzco, que se halla en el sur
de Perú, fue la capital de este Imperio.
ETAPA HISPANICA:
En 1528 el conquistador español Francisco Pizarro realizó una expedición hasta el río
Santa, en el Perú, reparando en la riqueza del Imperio; posteriormente regresó a
España para obtener dinero y reclutar hombres para la conquista. En 1532 Pizarro
fundó San Miguel de Piura, primera ciudad española en el Perú, situada en la costa
norte; posteriormente, avanzó hacia el interior del Imperio inca. En noviembre de 1532
llegó a Cajamarca y, combinando la astucia y la fuerza de las armas, capturó al inca
Atahualpa y puso fin al Imperio. En 1535 Pizarro fundó la Ciudad de los Reyes a orillas
del río Rímac, el origen de la actual Lima. Sin embargo, pronto surgieron disputas por
el poder
jurisdiccional entre los conquistadores y en 1541 Pizarro fue asesinado en Lima por
partidarios de Diego de Almagro.
En 1542 la Corona española promulgó las Leyes Nuevas, destinadas a poner fin a los
abusos y crueldades de las que eran víctimas los indígenas. Aquel mismo año se creó
el virreinato del Perú.
El primer virrey, Blasco Núñez Vela, llegó al Perú en 1544 e intentó aplicar estas
leyes, pero los conquistadores se rebelaron y lo asesinaron en 1546. Aunque en 1548
la rebelión fue sofocada por las fuerzas de la Corona española, la nueva legislación no
llegó nunca a ser aplicada.
En 1569 llegó al Perú el virrey Francisco de Toledo; durante los siguientes catorce
años impuso un sistema de gobierno estable y altamente efectivo, aunque bastante
represivo. El método administrativo de Toledo consistió en dar prioridad a los
funcionarios oficiales en los asuntos de gobierno, permitiendo que algunos indígenas
ocuparan cargos intermedios y rigieran la actividad del resto de la población nativa. El
sistema duraría casi doscientos años.
Durante la colonia, los españoles establecieron siete intendencias de acuerdo con su
organización político-militar (Lima, Cuzco, Arequipa, Trujillo, Huancavelica, Tarma y
Puno) divididas en 56 partidos, para lograr sus fines administrativos y tributarios. Ya en
1821, San Martín transformó los partidos en provincias y las intendencias en
departamentos, teniendo siempre como núcleo central a la ciudad de Lima. Las
Constituciones de 1823 y 1828 impulsaron la creación de juntas departamentales en
aras de la descentralización política, administrativa y judicial, pero hasta el año 1873
no se estableció por ley una cierta despolarización económica.
La primera preposición de división regional es impulsada por la Constitución de 1919;
además, mediante congresos regionales, se intentó el desarrollo local y regional. En
1933 fueron restablecidos los consejos departamentales de 1828, con sus limitadas
autonomías administrativas y políticas. Sólo a partir de 1950 se intentó alterar estas
inoperantes demarcaciones territoriales para darles un sentido de región de desarrollo,
cuando se tomó conciencia de la injusta desigualdad entre La Sierra y los siempre
crecientes departamentos de La Costa. Alentó también la elaboración de estos planes
el continuo aumento de la participación del Estado en la economía nacional.
Diversos intentos de regionalización se han realizado bajo distintas ópticas:
geopolíticas (Mercado Jarrín en 1979), criterios de producción y recursos naturales
(Víctor Andrés Belaúnde en 1931), análisis de recursos naturales y pisos ecológicos
(Pulgar Vidal en 1979), aspectos geográficos y de accesibilidad (Sociedad Geográfica
de Lima en 1970); también ciertas instituciones regionales (Corporación de
Reconstrucción y Fomento del Cuzco y Corporación de Fomento de Arequipa) han
intentado el desarrollo regional.
En los años sesenta, el Estado actuaba como administrador de los planes de
desarrollo regional y luego, durante el gobierno militar, creó diversos organismos
regionales o departamentales de desarrollo, al igual que comités nacionales. El
Instituto Nacional de Planificación estableció en 1978 doce regiones administrativas
para controlar la gestión de las finanzas del Estado a nivel regional, y luego, en 1980,
propuso la creación de ocho regiones de planificación para impulsar el desarrollo
regional descentralizado, que hasta la fecha no se logra.
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III. CENTRALISMO POLITICO
3.1 Definición:
Sistema político o administrativo que concentra el poder y las funciones en un único
organismo central. Si nos atenemos al significado etimológico de la palabra,
centralismo es llevar hacia el centro todo aquello que esté fuera de él. Es por eso por
lo que la centralización es un fenómeno que se da en todas las organizaciones
sociales. Pero si restringimos el término hacia el ámbito político, el centralismo alude a
la organización política y administrativa, por la que se le confiere al Estado la autoridad
suprema y exclusiva de proveer al ejercicio y administración de los derechos e interés
públicos y colectivos del pueblo. Dicha aglutinación produce la concentración de todas
las funciones en los órganos centrales del Estado.
3.2 Impacto
Desde el punto de vista político, el Estado peruano ha oscilado entre la centralización
y la descentralización económica y estatal desde aproximadamente el siglo XVI . A
fines del siglo XIX se optó por un gobierno descentralista que fracasó porque la base
tributaria no fue lo suficientemente sólida para financiar los gobiernos
departamentales. Durante las primeras décadas del siglo XX, el Estado volvió al
centralismo que se agudizó durante el oncenio de Augusto B. Leguía. Quizás por esta
razón, cuando se aprobó la Constitución de 1933 se contempló la vuelta a un régimen
estatal descentralizado con Juntas Departamentales que finalmente no funcionaron. La
conformación de gobiernos municipales durante el primer gobierno de Fernando
Belaunde, por la vía electoral, fue un paso importante hacia la descentralización de los
niveles de gobierno. Sin embargo, el gobierno militar del general Juan Velasco
Alvarado interrumpió este sistema y se volvió a la centralización política. Por ello, la
promulgación en 1979 de una nueva Constitución que impulsó la organización del
estado peruano con tres niveles de gobierno –gobierno central, gobiernos regionales y
gobiernos municipales– fue el paso descentralista más claro del siglo XX.
Desafortunadamente, la experiencia descentralista de los ochenta e inicios de los
noventa no contó con un contexto económico favorable y naufragó en 1992 con el
autogolpe del gobierno de Alberto Fujimori.
Aun cuando la nueva Constitución de 1993 contemplaba tres niveles de gobierno, en
la práctica dicho gobierno los redujo a dos. Hoy se ha vuelto a un sistema estatal con
tres niveles de gobierno a partir de una reforma y un nuevo marco legal.
Los continuos cambios en las constituciones, la legislación, y la organización
gubernamental del Estado fueron el reflejo de la inestabilidad política peruana
(Gonzáles y Samamé 1991). Los intereses económicos fueron la base del centralismo
político. Los sectores favorables a la centralización estatal fueron aquellos que no
tuvieron intereses económicos relacionados con el territorio en el que producían. Los
exportadores de materias primas agrícolas o mineras han preferido siempre un Estado
centralista y fácil de influenciar. Los sectores industriales han sido más favorables a la
descentralización estatal y política, pues sus intereses se validaban en determinados
espacios regionales o locales.
Desde el punto de vista político, las fuerzas descentralistas florecieron cuando hubo
gobiernos democráticos, mientras que las fuerzas centralistas lo hicieron con cada
gobierno militar o autoritario. La relación entre ciclo económico y ciclo político tuvo la
particularidad de que casi todos los gobiernos de los últimos cincuenta años tuvieron
un
Ciclo económico que marcó su evolución política, pues la popularidad y legitimidad del
régimen fue de la mano con etapas de crecimiento económico, mientras que las crisis
económicas anunciaron el fin del gobierno o, por lo menos, su impopularidad. La
solución a las crisis económicas casi siempre fue mediante cambios –a veces
radicales– en el régimen y hasta en el sistema político. Estas oscilaciones económicas
y políticas configuraron el fenómeno que denominamos “el péndulo peruano”
(Gonzales y Samané 1991). Hubo, sin embargo, cierta resistencia para reducir la
centralización político-estatal cuando se instalaron regímenes democráticos. La
constante peruana ha sido que los movimientos pendulares en la economía y la
política afectaron poco el carácter centralista del estado peruano.
Las principales razones han sido dos. De un lado, para superar cada crisis
económica ha sido necesaria una mayor centralización de la caja fiscal. En
consecuencia, después de cada crisis el Estado peruano resultaba un tanto más
centralizado. Cuando la economía retomaba el crecimiento y los recursos fiscales
mejoraban, las posibilidades de descentralización dependieron del carácter
democrático del régimen de turno. De otro lado, la burocracia conformada dentro de un
Estado centralista difícilmente puede volverse descentralista, porque su situación
laboral y su poder pueden ser cuestionados. En general, las intenciones y voluntades
descentralistas de los políticos y de los partidos políticos han sido poco duraderas y
con fuerza insuficiente como para promover procesos de descentralización que
lograran variar esta inercia centralista.
Así, la centralización económica, política y estatal en el Perú es considerada no sin
razón como uno de los principales obstáculos para el desarrollo y la democratización
del país. Lima y el gobierno central son, para muchos peruanos del interior, los
principales causantes de la pobreza regional. Por ello, la descentralización se presenta
casi como la piedra filosofal capaz de curar estos males.
3.3 Consecuencias:
4.1 Definición: El problema del centralismo económico peruano es de larga data, sin
embargo, aún no se tiene la suficiente y satisfactoria explicación teórica acerca de este
fenómeno. El análisis de este proceso tiene que efectuarse necesariamente en un
marco en el que la economía del conocimiento (variable estrechamente relacionada a
la educación) está tomando una mayor presencia en la explicación de muchos
fenómenos económicos y de los que no lo son.
• 3. Realizar el control para que los Fondos destinados a satisfacer los requerimientos
logísticos de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional se dediquen exclusivamente para
ese fin (Art. 170).
4.2 Impacto:
• Falta de desarrollo en la demás regiones que conforman el País.
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V. CENTRALISMO EN LO SOCIAL
5.1 Definición: Se designa con el término de centralismo a aquella doctrina que
promueve la centralización de funciones y facultades. El centralismo social afecta y
hace difícil la convivencia de dos mundos en nuestro país, uno criollo oficial impuesto
por los primeros migrantes en Lima y otro andino informal, centrado en provincias.
Nuestra historia desde sus inicios es el resultado del encuentro entre una sociedad
andina y los conquistadores españoles, que establecieron una relación de dominación-
subordinación entre dos culturas, dos pueblos, dos economías diferentes. La
colonización genero para el espacio andino la necesidad de una nación de identidad
peruana, ya no exclusivamente indígena, se inicio así la gestación de una patria criolla.
Era indispensable que esta integrara dos legados el andino y el hispánico, para dar
surgimiento a una sociedad y cultura unitarias. Por la índole misma de la conquista la
herencia andina fue marginada. Problema crucial que desde el 16 de noviembre de
1532 constituye la causa fundamental de la crisis continuada y que esta aun por
resolverse.
Esto ha originado, que haya mala distribución del poder político, por ende del
económico y sobre todo del social. Se fueron mezclando las diferentes formas
culturales, el mundo criollo que dominó oficialmente, impuso su propio idioma y a
sus descendientes. La respuesta de los sectores populares ha sido creativa, el pueblo
marginal de Lima (y de otras ciudades importantes de la costa) ha reaccionado de
manera protagónica, esta historia es informal, manejado por un pequeño grupo de
privilegiados; el pueblo marginal, se ha transformado en un pueblo contestatario, ha
revelado que el Perú no es la que refleja la Lima de anteriores generaciones, sino la
que nos revela hoy, a través de esa inmensa masa de hombres y mujeres venidos del
Ande.
Las implicancias sociales han permitido que hechos de gran magnitud, sucedan en
nuestro país, les mencionamos algunos:
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➢ Los cultivos de coca alcanzan hoy el más alto renglón de la producción agrícola
peruana. El hecho que este generando ingresos tan elevados y que no pueden ser
controlados por el estado.
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CONCLUSIONES
Breve Diagnostico
Se inicio con el Presidente constitucional, Toledo, dio las primeras bases para la
descentralización, se constituyeron las regiones, en forma política, sin atribuciones, ni
funciones. Con El Dr. Garcia, se dieron las funciones, y se trasladaron, las economías,
a las regiones y gobierno locales. Como también el manejo de sus presupuestos en la
ejecución de obras. Así mismo el ejecutivo y el legislativo, se han descentralizado
progresivamente en sus funciones
Conclusiones
f) La descentralización del Estado, y como motor permanente, tiene que ser con
inversión productiva, con creación de infraestructura; hospitalaria en Salud; en
colegios en educación; en vías de transporte, terrestre, marítimo, fluvial. Creación de
plantas de energía, diversas. Ampliación de la frontera agrícola, etc.
l) En toda esta etapa de cambio, se tiene que generarse un nuevo concepto del
sector público, que este al servicio a la sociedad, que se fusione y no sea vista como
un opositor al desarrollo del País,
DATOS BIBLIOGRAFICOS