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Este documento presenta cuatro puntos sobre la deuda pública y el presupuesto equilibrado. El primer punto argumenta que la deuda pública creciente es una carga para las generaciones futuras y un mecanismo de control capitalista. El segundo punto discute la propuesta keynesiana de un presupuesto cíclicamente equilibrado frente a la visión clásica de un presupuesto siempre equilibrado. El tercer punto explica cómo una deuda pública excesiva puede obstaculizar el crecimiento al reducir los ahorros y elevar los impuestos. El cuarto punto
Este documento presenta cuatro puntos sobre la deuda pública y el presupuesto equilibrado. El primer punto argumenta que la deuda pública creciente es una carga para las generaciones futuras y un mecanismo de control capitalista. El segundo punto discute la propuesta keynesiana de un presupuesto cíclicamente equilibrado frente a la visión clásica de un presupuesto siempre equilibrado. El tercer punto explica cómo una deuda pública excesiva puede obstaculizar el crecimiento al reducir los ahorros y elevar los impuestos. El cuarto punto
Este documento presenta cuatro puntos sobre la deuda pública y el presupuesto equilibrado. El primer punto argumenta que la deuda pública creciente es una carga para las generaciones futuras y un mecanismo de control capitalista. El segundo punto discute la propuesta keynesiana de un presupuesto cíclicamente equilibrado frente a la visión clásica de un presupuesto siempre equilibrado. El tercer punto explica cómo una deuda pública excesiva puede obstaculizar el crecimiento al reducir los ahorros y elevar los impuestos. El cuarto punto
PROGRAMA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS SECCIONAL BARRANCABERMEJA
AGREGADOS ECONOMICOS INDAGACIÓN INDIVIDUAL FECHA DE ENTREGA: 29 DE ABRIL
NOMBRE LEDYS PAOLA ORTIZ ESPARZA
INDAGUE Y JUSTIFIQUE AMPLIAMENTE SU RESPUESTA
1. Existe la una idea generalizada de que los gastos deficitarios reflejen
una mala administración y que la deuda publica constituye una carga para las generaciones futuras. A los gobiernos no les importa que la deuda aumente, muy pocas naciones les preocupa y les interesa amortizar deuda, lo que les interesa es que crezca ya que es el truco del capitalismo que los trabajadores les debamos hasta el aire que respiramos y estemos sometidos por el yugo de la deuda aumentando cada día más el nivel de horas trabajadas para poder compensar los intereses que nos cobran, es curioso esto de que las deudas públicas aumenten desaforadamente en casi todas las naciones del planeta y que solo unos pocos puedan decir que están en niveles ínfimos de deuda y que además coinciden con países que fueron socialistas. En un sistema capitalista la ley no existe, nunca ha existido, ni existirá porque la ley solo es ley cuando se aplica entre iguales de lo contrario no es ley sino una imposición del fuerte sobre el débil, existen muchas patrañas en los medios de comunicaciones oficiales donde hay muchos periodistas vendidos al sistema, donde nos muestran falsas noticias para que creamos que vivimos en el mejor de los sistemas. El acto criminal que están cometiendo con la deuda tiene un agravante que lo hace más indignante y sus actores merecedores de justicia popular es una deuda que nunca se podrá pagar, la utilizan para cobrar unos intereses con los que nos empobrecen y justifican todo tipo de recortes sociales y desatención vital al pueblo trabajador, pero la culpa también es de nosotros cuando seguimos eligiendo en las urnas a candidatos capitalistas para que administren nuestra nación. La deuda impone una doble carga a las generaciones futuras: En el futuro, los ciudadanos tendrán que pagar la deuda contraída a través de mayores impuestos. Al incurrir en déficit público en el presente, aumenta la demanda agregada de la economía, aumenta la demanda de ahorro, aumenta el tipo de interés, disminuye la inversión privada (compra de máquinas por las empresas) la producción futura será menor. 2. El presupuesto equilibrado de alto empleo es una alternativa atractiva para algunos economistas.
Los economistas clásicos consideraban que los presupuestos del estado
debían estar siempre equilibrados, que la existencia de déficits o superávits eran muestra de una administración ineficiente o de un intervencionismo distorsionador de los mercados. La propuesta keynesiana fue que el presupuesto debía estar cíclicamente equilibrado, ser deficitario en las fases económicas recesivas que requiriesen una intervención estimulante, financiando el déficit mediante deuda pública que sería amortizada con los superávit de otros años. Sin embargo, la aplicación de la política keynesiana por los gobiernos occidentales tras la Segunda Guerra Mundial se tradujo durante muchos años en déficit público.
El padre de la economía moderna Adam Smith que decía “El único
presupuesto bueno es el presupuesto equilibrado”.
3. Los efectos económicos indeseables de una enorme deuda pública
surgen cuando esta tiene influencia en las tasas de interés, los ahorros o los impuestos.
Un saldo demasiado grande de la deuda pública puede obstaculizar el
crecimiento, porque su colocación disminuye la disponibilidad de ahorro para financiar la expansión del sector privado. Además, la presión de unos costos financieros crecientes obliga a incrementar los impuestos o a reducir los gastos gubernamentales. En el primer caso, resta recursos al sector privado, mientras que en el segundo puede dificultar la provisión de los bienes públicos o deteriorar su calidad, con lo cual se corre el riesgo de disminuir las economías externas para incentivar la inversión privada y la acumulación de capital humano.
Por estas amenazas que entraña un incremento excesivo de la deuda, tanto
pública como externa de las economías, las agencias calificadoras de riesgo manifestaron preocupación por su aumento en el país.
4. Los monetaristas tienden a apoyar más las propuestas de un
presupuesto equilibrado, ya que ponen en duda la eficacia de la política fiscal.
Los monetaristas comparten la concepción de la economía clásica y
neoclásica del equilibrio económico; específicamente, la propuesta que si la oferta monetaria equipara la demanda por liquidez, los precios serán estables. Igualmente comparten la percepción de un mercado libre pero con el proviso que el gobierno o autoridades monetarias tienen la obligación de mantener la estabilidad económica.
Los monetaristas al igual que los keynesianos se oponen a que la proposición
de que la política fiscal por sí misma es importante en cuanto afecta el nivel de ingreso. Los monetaristas rechazaron esa proposición y sostuvieron que la política fiscal por sí misma es en gran medida ineficaz, y que lo que importa es lo que sucede a la cantidad de dinero.
Desde el punto de vista de los monetaristas cualquier incremento del gasto
público se hará en todo caso a expensas del gasto privado en bienes de Consumo o de Inversión o incluso de las exportaciones netas.
Otro problema contenido en la política fiscal discrecional es el que se refiere
al retardo de afectación a la economía de este tipo de política. Retardo, de dimensión temporal, larga o variable, que se producirá por la suma del retardo de reconocimiento, del retardo de decisión y de acción y del llamado retardo funcional o de impacto. Según los monetaristas en función de la acumulación de esos retardos temporales bien pudiera ocurrir que las medidas fiscales diseñadas solo comenzaran a surtir efectos cuando estos no fueran ya necesarios.